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Nicolás García, clarinete (Colombia) y Carlos Alberto Ramírez, clarinete (Colombia)

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  • Autor
  • Año de publicación 10/05/1993
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Nicolás - Clarinete (Colombia); Ramírez García, "Nicolás García, clarinete (Colombia) y Carlos Alberto Ramírez, clarinete (Colombia)", Sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango (Bogotá):-, 1993. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2873122/), el día 2025-07-17.

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 21/11/1874

PERIODICO.LITERARIO DEDICADO A LA JUVE~TUD. ~7~~~; ~-~ rJu~ñEP.~ó29~~-~~~'""""'~~T ~ ~~~~M~ -~~·w·~~j~~~-~!~~~:~~:.::.:>!_~~.:~~~~ DE 1874. ( TRIM. VII. • ,..,.,.rw.,vvvv,_~~~~~-~~-...-.t'w"'"'"''•"" RAM1REZ y RIVERA, EDITORE~. * * * La Real Academia española ha reci­biuo en su seno al ilustre poeta don José •le Selga~. · E!. B.ULE. Qum~ fije su at.encion en egtos dias v con ­siucre la marcha majcstno a de la ht1maoi­dad, por enemigo quo sea do los ticmpoR pre ­sentes, no podrú negar el jCtiro movimiento de la época en que vivimos. Hay una palabra estampada por la severa Academia de la lengua en las fria· columna del Diccionario, que, semejante á un resorte tiene en si la facultad de poner en moviruicn: to á todo un pueblo con s()\o repet-irla solem ­nemente en grantlos cat·actét·cs colo cntlos so­bre )a imp'lsible scriedatl de las <'sqmna s. Esta pal~bra ancbatadora salta hoy de to­dos los lalno s y tiene en continua movilidad y agítacion ha3ta los más pacificos habitantes de la mom\l'quia. ¡ Singnlnr combinacion de silabas que ar ­rastra en pos de si á cuantos E:ncucnLra al paso y conmueve á los corazones más frios ! El amante más satisfecho y más tranqui­lo, siente á pesar suyo una iu~juietud que no lo deja reposar un momento. El padre que ha formado poco á poco el corazon de sus hijos, si los años no le dejan mov~rse, tiemb~a involuntariamente ·al pro­nunClar entre dtentes esa palabra conniove­dom. El marido que descansa en la fe te nna virtud nunca desmentida, se pasea por los anchos 6 estrechos límites de su aposento, dando vueltas en su imaginacion á una idea revoltosa que le inquieta dcs Lle qtte ha reso­na~ o en sus oidos la palabra agitadora. Todo se pone en movimiento. Qué e-ucede? • La voz de cuatro empre&l\S má& ó ménos alegres ha gritado á la vez por los cuatro :'In · gulos de la capital esta palabra: Baile! .El Caruaral C-' tma .Página que d hombre pensadot· no_ debe doblar con indiferencia, porque en nmguna parte como en el bailo puede e~tudiar el ~lósofo con más provecho las capnchosas actttudes de la humanidad. _Seri~ intítil ir á sorprender el bnile en el mtstenoso origen ele t:ll primer moYimionto · pero es segnro r¡ue Aclan y Eva ll~vabat~ ~entro de sí el génucn inquieto Je todas las futuras contradanzas. Ilay que creerlo así nl ,·er como la huma­nidad se nos presenta en el umbral del mnn· tlo bajo .la forma coreográfiea de una partja. "! es m_cluilable que rle allí parte esta dan­za wtermmable en que todos bailamos, y cn· y_a c~dena ~o se ha interrumpido todavía ni stqu1era t:n wstante. Claro es, p_or más que la historia guarde sobre el partwular un discreto silencio, que á_ los daoz~ntea no se les puede negar el mé­nto do una respetable antigüedad. II?y están en el legítimo cjet·cicio de sus f~mcwnes, con arreglo á la coustruccion par· t10ulat de cada noo. El espiritn público palpita en estos mo­mentos bajo los precipita1lo~ compases do un vals, ó salta irresistiblemente al impulso de una polka. So puede deci1· que la multitud hierve al calor de la música. Baile en el Teatro Heal, baile en la Zar· zuela, baile en el Circo, baile en Capellanes. Y p~ra que las nobles y severas líneas con que D10s ha trazauo la cara del hombre no vayan á ser uoa censum impertinente, y pa· raque el pudot· con que Dios ha adornado la cara do la mujer no vaya á contener la alegría y la franquezn, todos estos bailes se anuu~ian con una circunstancia que nos pone n c,ub1erto de Jos más legítimos escrúpulos. Todos son bailes de máscaras . Cuolquiera diria que la mayor parto de las gentes qne asisten á este mov imiento de la humanidad, tienen vergüenza y se tapan la cara. La tliversjon consiste en agitarse en medio de una multitud de séres anónimos, como si l:t mayor alegria del hombre consistiera eu no couoccr á sus semejantes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~18 EL CA U CA. Pero toclo el1o no es más que un conjunto mientos personales que empiezan en el rigo-de bromas. don, que es una necedad, y aeaban en el vals, 1\liránc1olo con reflcxion, tot1o ello no es que eR una locnn1. má~ que nn delicioso cont1r.sentiuo. Bailar es hacer ('!l presencia U(~ mucha gen- Un alegre disparate que puede expresarse te lo que no hacemos ljUnca cuando esLamos de esta manera: soloR, por no reímos nosotros mismos. La humanidad se disfraza para darse á co- ¡ El baile se extienílc por touas partes y h:t-noccr. jo todas las tonnas : f" Es decir, que se 1 apa la can! pura qne se h Desde las danzas fúnebres que se bailaban conozca perfectamente. en la antigüedad al rededor c1c los muertos, Sin duda el baile es el distintivo mús ine- hasta la medicina que cura las tnOl'l sér rar.ional. de cierta araña venenosa haci endo La;lar {\ Hablan los pap~gayo~;, cantan los rniseiio- los cnfe1 mos. re~, el perro es fiel, el elefante casto, el mono Ese conjunto de saltog, de movimientos y ingenioso, la hormiga arara, la abeja indns- de contor~ioncs que forman la expresion más triosa, el caballo dócil. vira del regocijo y de la alegría, suele ser Sólo el hombre Lailu. una cosa muy séria . Me parece qne he dicho esto otra re?., y si .El baile ~ue tlistingue al rtombre ea con sus compañeras el salon SELG.iS. donde Laila. Yo me acerco á la madre, si no hay otro que quiera hacerlo, y le digo: A L,\ socn.:n.\n. -l!:sa tn.tnc1nilidaci, señora, me prueba que (Parodia del cunto A la soledad do! scíior J. D. Gu~rin). no sabe ustcc1 lo qne pasa. I-'a madre abre :í. uu mismo tiempo loR ojo& para cxpreoar su ullmiracion, y la boca. para decir: -N o sé narla 1 -1\Icjor seria que usted no lo bttpiera, si llo fuera peor el f.Jlle deje de saberlo. Claro es que con estas misteriosas pala· hras d<>spierto en ella. tre• tosa~.<, fltlC en mi opinion 110 han donrit:'r usted diciendo! -Se oprimían, se estrechaban, se coufun-di:~ n uno en otro ...... El rostro de la madre se enciende y corta mis palabras. • -Eso no puede ser, dica lerantándose. -Seüora, yo lo he risto. -Pues yo tambien quiero verlo. Apoya en mi su brazo, que siento temblar, la llevo al salon donde se baila, y Emilia se presenta á los ojos de su madre como yo so la había bosquejado, esto es, nrlsandQ ... La madre me mira, se sonríe, me recon­viene y ruc abandona tranyuib y satisfecha. Un vals! Hé aquí una palaura qne todo lo excusa. Como si en un vals, la cintura no fuera cintum ¡ ni el br[!r.o, brazo¡ ni la mnno, Salve, di\'ina sotieierto insano qnc: cutl'e los homu!·es r;olcdad se llama, ni entre los bosques apartado!!, trist,cs donde los tigres y las hienas andan. Siempre so te halla eu los salones régios que la mujer con ~u hermosura cnc:autn, donde en sus dulces y brillantes ojos sólo del murH1o la ventun\ se halla. Entre los bailes, por af('ctos locos causados por el Ó!'and.IJ 6 el dwm¡)uiiu, se alzan los templos dones, y los para ella anhelados ele la .Inquisicion, lt>ll portugueses residente~ pergaminos no llegaban, hasta que, abui'I'Í· en Lima eran casi todos acaudalados é inspi· oa, amena~ó á don Oristóhal con dar nna raban recelos de estar en connivencia con el campanach qne ni la de 1\-Iari-Angola, } es 1 BtaRil para minar el poder español. El San­trcchólo tanto que, asustado el hidalgo. se to Oficio había penitenciado y ann eonsumi­e.~ pontaneó con su excelencia y le pidió un do en el brasero á muchos de ellos, convic· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :ELCAuCA. tos ó no conrictos de practicai·la religion ele Mo ises. En sólo el auto de fe que se celebró en la plaza mayor de Lima, en 23 de Enero de 1639. fueron quemados viros once portugue­ses, sngetos todos ele algunos teneres que les fueron confi. callos. En 16 -16, dispuso el virey ~ue los portu ­gueses se prescutarun en pala::io cou las ar­mas gue tuvieran y ~ue saliesen luégo tal•a de "Los AL'i.J o!:Js," el31 do Julio de !8Gl. 1 A tu :-tl:na1 !)U::r:.lo tio, qu\J pos oi:llas cna- 1 Edades de un tierno esposo, cui(la(loso padre y abnegado patriota, ~leLo dedicar esta bu­rnilJe composicion iuR1úada por el recuerdo de tu el' posa é hijos • ineonsola bles con tu muerte. Desde el seno de Dios, donde reci­bes el galurdon de tus virtudes y civismo, 1lignate rc~i ui1· esta .. lébi 1 mue.~tra do la temura y ndmiracion con que te recucnb, Tu 150llRL To. ¡ Cu:ín tristes sou las horas lt>jos del bien en <]llÍCn adora el alma ! k' omlJ:-a. atcrra\1oras llenas de luto v )1:-~nto :1 cn.tla in st:mté turuau nuestra calma, y dolor y queln·anto nos nutren, y letal melaneolh; ¡ ~né e~; la ausencia del alma Ja agonla ! Poure esposa ! en tu seno , que rn~gó amor con su pnn:~::mte llecha 1 Obla~ion en dot\de I IC hay co,nentario!l. iOI\Ih y soliuitM hospitaliJad, Manto y htteno; I.o.s parientes ele mi mnjcr son Jos qn-e ella flei'O convertir eu hoRpeuoi'Í<\ lit casa de una uo oonóoe ni yo tamroco ¡los amigos de qne fiHnilia de pocos recnrso~, en donde hay fo¡\, hablo no son mis buenos amigos¡ ni los ve- das e tahleoidas, el' un pecado nefando, cinos qne tan mal me tratan, son loe que vi- Sigamos nuestra hi8toria. nn cet·ca á la casa en que hal.Jito.. 1 Por tin me &ieuto entre aqncllf\ turha do Qnieu haya reeibido en sn casa un hués- dnrmientes, qtúJ roncaban á pierna anclta, ped que á bll l11•gatla pas:1 por la puerta del 1rd~ bien :í. pensar en lo qué me eHLaha pa­Hotel, avcrigunnrlo var la oasa de Sll parien- ~antlo qtte en lo que debía de hacer, cuando te; quien ha tenirlo que tolcrnr r¡nc un enal- lev:wt{¡ nno de ellos la cabeza y rofrcg{u\do~o quiera monte en su c!\Lallo n1lcsucndencia trajo st•guJHlm; nupcias con nna prima pollti­por (.'goi sm.o-aunque lo llanH•u Demonio. ca do la nLucla de la seüora de usteJ, y este En días pasados salgo de casa para ir al inmcrliato parcnl('zco me ha ohlig:Hio f1 hos­Snperior TriLu nal, dotHle yo paso la mayor pedarroo eu flll oa~a, con tro~ amigos más qua parte de mi vida, como Jurado de re\·t~ion , riencu f1 la Asrunblrn. 110 pena de qnc 6sto ó nqucl .Jliuistro tonga -Ha hecho nstco mny bien; mil gracias quo conmut arme la multa en cilrccl, porque por la galanteiÍa.- Y han comiJo ustede · ~ lo qno os plata, por espiritu de imitncion, ed- Hable cou frniHJHCZ!\. t,oy resuelto á cojerla, pero no :í largarla. 1 -1 1 o, paricnll'j y (l '!:l. \'OI'da~l hace una Cuand o vuelvo á las cinco ele la tnrdc con hnmbre del domomo¡ pasamos una uoche do Animo Je comer y salir á tomar fresco á la pen-os. plaza Jel u Matndl!ro," onu~lelltro mi ca~a in - -Usted me permite : rolveré en el mo - vadida : cuatro eaunllos y cinco burros rn (•1 tnt'nto. patio, cinco cargas Jc haule~ •en b escalera ,¡ Por su ¡mosto, rol(· douJe mi o~ei .Jr iéntras tanto, paeiencia! ' na; pero \lllaudo ilia i regresar, oi go ln \'07. clí! ~~o Jmuin aeau:Plo de salir la sir\'iente, mi mujer que me hace l:i:llil' l:OLU\J de[ po tJer Cll:ln t\o me UÍCC mi J>:li'ÍClltC: de una pesadilla. . -Si por ;\lguua cosa Je8eaba Yenir á -Y esto que r~ ? ...... Qaién h:~llcgastw:ier:l!l hadr;n ~ emás compaiicros tle confianza : e~pero me rnamles tu ca ballo -el viaje, qne nos ftH.'ron. pr·esentadoH entónee~:, 1 ~ñbaclo pnra ir :l nn baile {\ Turbnco: mán· not~ sentamos:'\ comer, y ¡qui én lo creyNa! ' c1nmelo eon tn rnollllll'H, ruana y todo lo ne· en mi propia mr.~n c.asi no Lnbu qué comer cesario. D1spensa la coufianza." . para nris hij o¡.; .. ,;\li pobre mnjcr lo arregló A los ocho dins llegn mi pobre animal fla~ sabe Diot~ cómo! co como el nsé l¡-¡ noche pcnsmrrlo cfnno colocnria en ele confianza, ¡,e los ofreeí 1\ una señol'it.a pa· \lila CR · ::~ pequeña á personas qne me eran ra qno los lea." ll:atoa uo han veoitlo ni tlaét>IJ 'CleseonoCJJa$: cómo me procur:nin camas &. ni p;t>rdos .... . N o hay m:ís n~m e 1lio: mi mujer y mis hi- Un!\ visita: Ile vcnir1o !\que me fit;li\és \38· jos Be ir:ln 11 pasnr el tiempo fle la iu\'a<:ion te docnmentito como fiarlor, pues le debo á don1lc mi Sl!l'gra, y yo, emancipado do ellos, D. J, y me exige esta f:rguriLlacl; ~corno tt\ me haré sirviente de mi. huésped eA. 1 eros mi amigo tle confi:UJza ...... HIIbiéra 11ido Pero ésto no es toclo¡ allanados los incon- m:ís fr:wco si mo dice que pagara póL' él, qu.é \tenientes y p:t ados algunos dia~. He enfe1 m a este fué clresn tado. 1\no do los hné~pctles: tli ~'l , métlicos. tras· 1 Otro bi , lctito: " Vamos á da1; nil báilo él\ not•hatl;l~, y al fin de tantos CltidadoE~, se t\asa tlo .... , y como tú eres mi amigo de con· muere mt holllbro: diligencia¡:¡ 1lc cutiel'l'o ... 1 tianr.a, me permito mandar por tn belllsiml y por con~ignicnto \'Ciorio ... itH'nsion mort uo- lámpara Je cnatJ·o luces, tus silletas y el es~ ri~t en mi ca . a por 1:1 simpleza l con fianza qne la oonic~a murmnracione~ tlcl pr ·ógimo, todo lo Si uno no se presta n estas cosas> cA egois-quo coustitnyo esa infernal costumbre qno ta, es nn gran malvado ... Si n (prerer cnh1pren· llaman 'clorio. der que nada sa le más ca ro en esta \•ida qué Lo~trlo sea Diol! ~ tle acahó, por fin, la A-¡las CON D ESC I ~~DENéiAs. ea mbl ea y se fueron mis verdugos¡ pero lo · qua he oxt1·uñatlo es que no se les úcurriol'a, en obsequio de la justicia, dar una ley dcela- l SEtRtn.ot.H .\. l·aut1o mi couducta acc ion distinguida i'lmí ~· f1 mi fa- Ha mue rto, en una Jo Jrts haciendas det milia . · valle del Canea, el scüor doctor Mas oi·eerán us te·1es que ha ~uedado en si· lencio mi casa? :N o, señores1 me han queda· EJUeterio Uaghi.óa do los vócinos. Anoehe tuvieron baile eh un O liando lloYaba la espei·auza ele combatir corl · t)uarto del patio, y · nos !·aciouáron de MOr· las val'iaciones tlel clima, la fuerte enferme· deon y flauta por quince aüos. Tienen más dad de que eu hora aciaga so vió aoometl· animales ~u golpes i Respetemos los mandatos inoxcrntables del u1édia noche , oc iul'lultan unon á otro~, vícr· A.ltisimo, que haco gne buscando la salud t& ·· ten c:rpresiones <:ic~compuc~ta~ : ti€nden ro· l'rcna, suco 1trtmoa la -vida de la Eternidad , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 360 ELCAUCA. N o Rin razones de gran ralía toma moR hoy Si como hombre público encontramos la pluma para .deplorar tan intiwsto ac.onte- grande al doctot· Oagiao, como privado Jo cimiento. Sobrado conocido rntre nosotros vem~~s ~in tacha : costnro bres púdicas y ejem­cl dor.tor Cagino, a~i pr11· su extraordinaria plm:'es, fina e(lncacion, trato conlin l y an¡ma­pericia en la ciencia l\lédica. eomo por el bri · ; do, caritativo y h~milcie; como creyente era liante cúmulo de virturles domésticas que lo ferro1·oso. lié aqni, J;!álidamente Losqneja. lldornahan, es más qno natural, muy ju~to, das, las mayores l))'Colfas con que quiso E'm­que digamos, ensayando nnestrn s pocas fuer· belleccrlc el Supremo •liRpensaJor u o todas zas, algo siquiera de Rn mérito rclevnnte; éR· las virtudes. to pot· un lnoo- Por otra parte, el haber sirlo Ahora, séanos permitiJo hacer nna corta él nnestro Preceptor en el estudio de Me· cligresion relativa á otro punto. Deja entre dicina: hace que ol saber su muerte, nofi ~in· nosotros el tloctor Cagiao una famiha t.iema tamos sobrecogidos de dolor por tlna pérui·l y numerosa: la sociedatl uo dc,be olvioar ja· da tan triste como ineparable, y que le tri· mas los ~acrificios que por ella hizo ese bu ternos, sobre la piedra de su tumba, el ho· micrnpro generoso, ni Rer ingrata con la Je~:~­menaje de nnest.ra gratitud, la ¡wueb:-~ de cendencia Je suF benefactores. nuestra adrniracion y las lágrimas de nue::,tr o Pero silencio ! ...... nuestro p1·opó~ito esth profundo ¡;eRar. , ya cnmplíJo, si no con la habilidad digua del Nacido el sciior doctor Cagino en el seno tema, s1 coo el buen deseo que ~iempre he­< le una de aquellas familiaR esclavas del llc- mo¡¡ tenido para con nuestro ilustre .Precep· ber, y teniendo por padre y dire ctor á 11110 j tor. Paz á Rus cenizas. Y nosotro~, tpte se­de esos varones ti¡.¡o . de nobleza y rectitnu. guimos en nue tra carrera mortal esperando ' que por entero se tlan al ¡¡CJ·ricio rle sus se- que suene la voz que nos obligue á entrar á mejautes, y que por desgracia \an sienclo unesLra tumba y unirnos á él, rog:~mos por­muy raros entre no~otro~, pasó los pri111eros qnc la tierra le hara sido ligera y porque ha· aiios dé su existencia sobro los libr o~, culti· ya encootra\IO en la mansion del Hieu, In eo· vando at:i sus extensa& facultadC'A intelectua rona rlebida á ~us altos merecimiento~, y que les, hasta const>guir, como pn·rnio llc I:Hlll bri- n:~die en e~te mutHlo podía ot0rgal'lu. llantos et:tudioM, el dictarlo de Profesor <'n Neciuan la e~po~a y estimable liuuilia del Medicina. Preparado así, emper.ó :\ <·ousn· Lloclo r Cngiao, nuestro más :sl'ntido pét~ame gt'al'SO riel todo al alivio de la lJUmauiJau , á por la pérdida. <¡ue deplornrnos, y que Dios quien él, hombre de cor nzo n bien pue~to y lt·s coocerla las snficientes fuerzall pura sobrc­lovantauo, creía deberse; pero no con nr¡nc· llernr tan cruel padecimiento. lb consll.gnwion descuid ¡:r'ia, ¡;j así JHHlcmo::; E~RlQ.L'E IluHT.\DO.-Do.mxao AnDOLEEA. expre~arnos, tan comun en 1:1 mayor parte de los mortales, sino {;On e~a asÍ!luidarl hija de la conciencia bien formada, qne hace r¡uc el hombre en todo tiempo, dediqne á carla uno de los ca os qne se lo ofr<•cen en la vida, el e¡;tudio profnndo y detenido ::;i el alma rlt>l doctor Ü!lg;ao no hubiera tenido e~e temple moral qne h:we ver <•n ca· or~ ~acnficio hecho t•n bien de los demáH el snpremo goce: pudiera deeir~e que desde qu·e fué m.Jdico, vhió una ,·ida de martii'Ío; porque apeRar de lo csC'a.>nnwnte remune· rada que es en nu,estrns soeie,lntlcs tal profesion, jamas dt'jó ele hacer cstullios dia· rioR ni de aumentnr en <·on sng rneion, ora fue· fie ocuparlo por el porlerMo, ora fue~e llama­• lo por el más iufeliz de lo~ mendigos. Ni fneron nunca ha tantcs :\ detenerle en su en­mino de exqnisita abnegacion, los duil'es y tieruos cuidados de e:;:poso y de padre de ía­mililiP, que &iernpre desentpcñíl cumplidamen­te. Houün·c cn\'ia

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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 29

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Podcast: "Rock al parque: las bandas"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2019

Podcast que presenta testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de las bandas y artistas que participaron en el Festival Rock al Parque en voces de sus propios integrantes: Piyo Jaramillo de Compañía Ilimitada habla de los inicios de la banda y de los riesgos económicos que corrían. Por Darkness, Óscar Orjuela menciona una anécdota sobre un concierto que tenían programado en día de juego de la selección de fútbol de Colombia, donde, contrario a lo que pensaban, tuvieron un gran número de asistentes. Pablo Tedeshi cuenta que el primer concierto en vivo de Pasaporte fue el "Concierto de conciertos, Bogotá en armonia" (1988) ante 70.000 espectadores. Rodrigo Mancera de Morfonia recuerda el proceso de grabación del primer álbum de la banda (En Vivo). Finalmente, un espectador narra la experiencia de su primer concierto de rock, viendo a Kraken en la Medio Torta y sintiéndose parte de esa cultura.
  • Temas:
  • Música
  • Rock (Música)

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