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LUZ Y FE DAN FUERZ A.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
E X C L U 9 1 V A M E N T E R.E O A C T A O A P O R S E Ñ O R A S Y S E Ñ O R 1 T A S ,
BAJ"O L •\. DIRECCION DE LA SEÑORA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 27. ~ Sc{BADO, NOVIEMBRE 1.0 !>E 1879.
--==-.:._=::==:=...___:
~ PRECIO 30 cs.
J30GOTÁ, pcTUBRE 13 OE 1879.
psÑORA pOLEOAO· _f· OE pAMPEJt.
~uet¡ida hija cu lcsuo¡¡isto :
En este tiempo en que tanto se es. 'citarla y animarla en su ben1!fica y lacribe
y tanto se lee, pero en que por 1 boriosa tarea, pero las graves ocnpad~
sgracia., son tantos los peri6dico; que ciones do que casi si.empre.me encuenClrculan
entre nosotros, y cuya lectura, tro rodeado, roe habtan pnvado de saléjos
de ser útil, es perniciosísima por tiRfacer este deseo.
los malos principios que en ellos se Es, pues, el objeto de esta notn, el
inculcan, se hacia sentir la necesidad manifestarle que su periódico merece
de un periódico, que tí la vez que ins- mi completa aprobacion, y que deseo
truyera., moralizara. Esta necesidad es veherueutomente que todas las familias
la que creemos que usted ba satisfe- ~ católicas p resten su cooperacion n 1
cho con su periódico titulado La, Muj&~·. sostenimiento de su periódico, que á la
Desde que apareció este periódico y vez que fomenta la buena oducaciou de
leí algunos de sus 1llÍmeros, compre~dí la mujer, tiene por objeto conservar la
el grande bien que usted podría hacer fe y la moral cat6lica en el hognr.
con esta publicaciou, en la cual no so Ojalá que usted no desmaye en una
ve otro objeto que el do cultivar los empresa paru. la cnn.l ha manifestado
buenos sentimientos Je la mujer, de 13. tan exceleutcs dotes, y que tanto honor
cual depende en gran parte la re«eoe- le l•ace.
racion de un país. Convencido co~10 lo 1 Aprovcclw la ocac:ion para suscribirestoy
d~ las graves dificultades con que me su muy afectísimo Prelado.
se tropt ~za en nuestro país para el
1
~;ostemrotento de una empresa de esta
naturaleza, qniso desde ontónces fcli-
TOMO lll.
t VICENTE,
Ar:z.obispo Jo Bogolá.
7
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54 LA .MUJER.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOBRE LA ~U.TER EN LA OIVILIZAOION.
C.iPÍ TULO NOVENO.
LA :fiiUJER ROMANA.
(CONTINUACION).
XI 1 A ven tino imponernos su voluntad cuan.
do lo tengan ú bien. Si no fuera por.
LAS patricias en Roma formaban que temiera avergonzadas pública.
verdaderamente una potencia que llegó mente, quisiera preguntarlas: i Cómo
hasta imponer á los hombres. es que vuestro pudor no sufre cun.udo
En la época. de las guerras oon Ca.r. recorreis las plazas públicas, y venís
tago, llamadas Púnicas, cuando Roma en pos de hombres desconocidos parn. l
se vió muchas veces en apuros por ca. elevarles súplicas 1 tPensais tener sobre
recer de dinero suficiente para llevar ellos más influencia. que sobre vuestros
á cabo la guerra, se expidió una ley esposos? Si os encerrúra.is dotras de los
suntuaria, llamada Oppia, la cual con- muros del decoro no hubiérais venido
denaba el excesivo lujo de las Jamas aquí, ni sabríais lo que sucede fuera de
1 rom::.~.nas, y l:l.s prohibía. que se sirvie. l vuestra casa. .... La ley prohibe que las
sen de carruajes, salvo en las fiestas mujeres defieoJau pleitos si u expresa
solemnes. Las mujeres se sometieron autorizacion, ¡y les pormitirémos qne
sin replicar, pero cuando concluyeron tomen parte en las deliberaciones dol
las calanüdndes de la guerra, hicieron f:lenado? Si lwy la!! dejamos estn.liher.
uno. peticion al Senado, pidiendo que tnd, ¿qué uo se a.treverian á hacer dos.
se aboliese aquella ley. Reunidas gran pues? i Qué las trae aquí ? i Por ven.
número de mujeres en el recinto mismo tura r:ms ltijos y sus esposos estariín 1
1
del ::>enado, Caton el Antiguo les con. prisioneros en mnoos del enetnigo 1
testó de esta manera : N o ; ya no hay o~ o riesgo. i Acaso es1 o 1
"No tendríamos hoy, ciudadanos, tuumlto es causado por alguna. cue,tion
que pasar por la hnruillacion de ocu. roligioRa! No: lo IJUO piden es autori.
pnroos y aun cont98tar á esta. peticioo zn.cion para cubrir¡;o de oro y de ptírpu.
hechn por mujeres en los lugares pú. rn, licencia p:~rn. ex1Jibirso en pomposos
blicos, si todos y cada uno de nosotros carruajes y bu darse así de las leyes~ - ...
hubiéramos hecho respeta.r nuestros El lujo es la plaga de!itructora de los
Jerechos y autoridad en el interior de imperios. Cuando ~iarcclo "' trajo ar¡ní
nuestros bogares. i Cómo podremos ya las riquezns tleSiracusa introtlu,io out re
resistir á las súplicas femeninas de nosotros el peor enemigo .... ~o, ciu.
tantas mujeres reunidas, cun.ndo á solas tladanos, no pcrmitais estas clistiuciouer;
caun. uno de nosotros cedo sin remedio 1 culp:1.Lles, esta tri,! o emulacion do la ,
al capricho de una sola mujer! Ab l vanidaul .... Vuestra debilidad perver.
bien lo veo que no hay nada. más peli. tiní las costumbres, y pot· esto mi opi.
groso que tolerar estas asambleas fome. nion es que no se derogo la ley Oppia."
ni nas .... yo roe he avergonzado al tener 1 Otro orador, Lúcio-Valerio, contestó
qne atravesar, para llegar á esta tiibu. eo favor de las mujeres:
na, por en medio de una. turba de mu- ¡ "LasinvectivasdcCaton,dijo,contrn.
jerc.'l. Ya no.I~s falta sino imitar á la • 061cbre general romano, vencedor de
plebe, y retuandose sobre el monte A11íbal, do los Galos, &c.
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1 r R E V I S T A Q U 1 N C E N A L . 65
1
las matronas romanas, son injustas. 1 entónces tan afligidas que todas vestían
1 Este ora.dor austero y fr.ecuenteroente 1 un luto que rehusa.ban abandonar. i Y
duro en sus expresiones es, sin embargo, ahora preteudeir:, que s6lo ellas deban
blando dt~ corazou. Él no piensa eso dejar de alegrarse en tiempos de prosque
le aca.ba.is de oir decir, pues siempre peridad? Nuestra. severidad con lascoha
admirado tllás que naJie á esas modidades y el lujo femenino es muy
mujeres virtuoRa.s que se dirigen boy extraño, cuando nosotros nos presentaal
Senado. Desaprueba, asegura, las mos vestidos de pt1rpura, Uevando reasambleas
femeninas, pero nosotros lucientes armas y reclinados en suntuocontcstarémos
á Ca ton oon las palabras sos carruajes! i Pensais que ]as gualde
Catoa. Leed su obra sobre los orí-~ drapas de nuestros caballos deban ser
genes, y allí encontrareis los elogios más ricas que los velos de nuestras esque
hace á l~s mujt~res btlr6icM de posas? i Sufrireis que los extranjeros
nuestra historia.... i Acaso las mujeres 1 pasen en coche al lado de nuestrll.S m uno
bao sal vado repetidas veces á Roma? jeres á pié?.... Todos nos vestimos con
1 En la guerra con los GaJos ellas ofren- los ricos despojos de nuestros enemi-
1
, ,
Ni debida á tu talento
Tan grande celebridad.
Fué el conjunto de tu vida
Tan noble, tan envidiable,
Fué tu vidud admirable,
Fué, por fin, tu Santidad.
Que tú, Te1·esa, dejando
La triste gloria del suelo,
Alcanzaste la dol cielo
Con tu amor de Serafin.
Y pues llenaste la tierr&
Con tu fama y tu doctrina,
X uestros pasos encamina
De la ..-ida basta el confin.
Tít qU'e debiste al Eterno
Esa ciencia soberana
Que admira á la ciencia humana
J>orque es ciencia celestial ;
Tú eres hoy la Protectora
Que con nmor escogimos,
Y por eso nos cubrimos
Con tu manto virginal.
Y si te agradan las fuentes
Y las flores todavía,
Un jardín hoy se confía
A tu santa direccion !
Guarda sin mancha sus flores,
:M:tindalcs lluvia temprana,
Para que alcancen mañana
Del Señor la bendicion!
SrLVERrA E. DE RENDON.
~-----
1
LOS DESCUBRIDORES.
CUADROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS - SIGLO XV.
1 1
( CONTINU.iOION).
ALONSO DE OJEDA.
II aguardad un momento ..... Explicad me
1 de nuevo, añadió, poniéndose d~ pió
o ·os días Jespues de aquel en que y dando algunos pasos por la estancia;
i .o.b::~.n, como queda dich6, los sol- ~ y acercándose á Pizarro repuso: cuan'
una mañana muy temprano en- do entrásteis, Francisco, acababa de te.
r IJCisco Pizarro á la estancia. que ¡ucr un sueño que hizo honda irupresion
, nuestro héroe en la f~rtaleza, eu mi alma, y me puso casi fuera. do
r órdenes, sorprendiéndose mu. mi juicio .... pero ya pasó, hablad.
al encontrarle púlido, demu- Volviólo á decir PiZil.rro la nueva que
mblando y absorto. traía, siendo él de opinion que aguar-
-¿ uú os pasa, Capitau? exclamó. dasen de pié firme la llegada do los
¿ e o os ho.ln·á atacado la fiebre per- indígenas, en la. fortaleza., en lugar
icio. ! de salirles al encuentro como lo desea.
Ojudn. le miró sin contestarlo y hun. ba Ojeda, quien siempre escuchaba
ió l e ra. entre las manos. mág la voz de su valor que la de l:l. j
-S fíor, continuó Pizarro, i qué os prudeucia.
ha suc di do~ ... Venia ú preg1mtaros qué Estaban en e~ta discusion cuando
e emes hacer, pnes acabo de saber repentinamente oyeron, casi al pié do
ttue se ptepara pllTa hoy un ataque de las palizadas, la. vocería salvaje de !os
' l :s na ¡ra.les contra. la fortaleza mis- naturales, que arrastrándose por el suém
co •1ue aoín no se habían atrevido lo habían logrado llegar muy cerca. sin
.t intentar desde que estamos aquí ..... que los notasen, y atacaban con denue.
e 0 esta.is indtspuesto, yo resolveré do la fortaleza.
lo 'lue mejor me parezca...... -¡Es preciso acudir á rechazarlos!
- respondió al fin Ojeda, ha. gritó O jeda. ¡Volad vos, Pizarro, á pre-ciend<.
un esfuerzo para serenarse, pararlo todo, yo os sigo !
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REVISTA QUINCE~AL. 5i
1 J
Y recobrando instantáneamente su cnchauo con ntenciou por Ojeda en
nco:stmnbrntht euer¡!Ía arranc6 del nm- toda emer~cocia. Cnpitnu, on voz do
ro su armadura, se la pu~o prontamcn- revelaros contra los decretos del cielo,
te, nsirí cou una ruano la espada y con ¿no seria mejor quo os prep:lrára.is n
In. olrt\ la rodela, y lb.maudo cu towo morir co01o cristi:~no!
1 de 8Í á los soldados más audaces, man. -Repito que no rnorin~.
r dó nhrir las puertas del fortc:t.uclo -Pero bien sabeis, ropu:so el fraile 1
y salir) por ellas como u u vouJn b:ll : t rir;temcnte, que ),asta ahora nadie so
en yendo solJro los indígenas los dispcr- ha curarlo do somcjnuto lteridn ....
só, y JHÍsosc t'Í perseguirle::. &in ceLar de -:N o noccsi to de vuestros exhor'
cr (tliO aquello cm lo que pretcudian tncione:;: dejndtno, frny .Andrl-s, y que
los bárbaros: alojarlo de los suyos: y me llamen al fí::.ioo.
rodeándolo, mntnrle ó nverignnr si eu E~te era otro frailo quo tenia las
roalirl1ul su vida C5tnba encantndn. y atribuciones do tnrclico, y pns.'\ba por
las flechas no tenían poder sobre el taíl entro lo~ oxpei no sintiérais eso
formnudo sornicírculo tí cierta distan- probaría ....
cin, y todos dispararon sus flechns nl -Xo solamente lo siento, repuso
misn"K> tiempo sobre O jeda. Dos ele éstas Ojech, sino quo n 1 mismo tiempo que
pasaron á su Indo sin tocarlo, tres dio. la sangre so me hieln, el calor mo su.
ron sobro 1.1 nJargn y cayeron al suelo be á ln en. hozo. como fuego.
sin l•ncerlo uur.lu, poro ln. Jul más in- 'J'odo3 los circunstantes so miraron
mediato fué á dnr cu ln juulum Jo coustoruados.
clos pim:as do la o.rmndum, c¡uo éou -Bieu, núadiú Ojudn, puesto <¡uo
tnuto doscuillo so habin atarlo, y pcuo. ni vos ni nadie nctuí conocen remedio
trnuclolo uu muslo le pasó do Jmrto 6 ú esto lllal, yo mismo me curaré. Y di.
parto, arrojándolo al suelo cubierto do rigiéndose lí dos soldados 'luo lo ~;cr~;
nugre. \;nn particularmente, afio.dió: })()DCd
Al \Orlo tnmbnlenr y caer herido, dos planchas do hierro f:obro el fuego, y
los indígenas prorrurupicrou en un 1 cuando estén cnndontes que las traigan.
prolongado grito de nlegrín. y se aloja. En tanto que fiO ojooutnbno estas
ron CAntando victoria, en tanto que órdenes, mandó que lo lavn.sen la belos
ospaiíoles llegaban al sitio en quo ··id,L y diesen á beber agua, pues lo do-y~
cín. ol Ca pitan, lo levo.ntnront y car- voruba un:\ sed nrrliontc. . .
1 ~audolo lo )Jovn.ron al fuerte. Poco!i 1 -Ya esttin las planchas, dtJO un
momento!! des pues O jeda empezó ú sin iento al cabo do algunos u1omontos.
OJCPOrimentar los síntomas morlnlcs -¡Candentes ! ·
del 'euono do las Hecha..-;, y conoció -Sí, enteramente rojas.
que rm vida contaba pocns horns y se -.Ahora, señor físico, dijo Ojcda,
sentía dosfallocer. aplicádmelo.s inmeJintnmcnto en las
-.No moriré dejándoos aquí nban- dos herida,.
donados! grit6 Ojcda al sentir por sus. -¡Qué bnrbnridmll exclamó él> te,
venns el fuego do In. ponzoña, y ponién- no sefior, no haró tnl cosa.
doso ou pié cxclam6 con energía: No -¿Qué no lo hnrcis l
modré 1 -N o, porque moriríais m(r.s presto.
-CaJiit.au, dijo ent6nccs fray A u- -ES!l es cueuta mia ... npurad, que 11
urés, lt\10 tonia ol privilegio de ser CS- SO pasn. el tiempo.
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58 L.A
-¡No haré tall ¡contrageron .... Ojeda permaneció fir.
-¡Yo os lo mando ~ me, quieto y uo exhalo un gemido ni
-;No quiero ser el asesiuo de mi una queja. Cuando apartaron las plan-
Ca pi tan! chas el vn.lieuto Ca pi tan babia perdido l -¡Juro á Dios! villano, mal nacido I el conocimiento, y momentos despues
c¡uo si no me obedeces, al pnuto te se le decln.ró una fiebre tan ardiente
mando ahorcar como á uu perro ma. que creyeron moriría aquella noche no
laudrin ~ más. :N o so.hiendo cómo calmar la vio.
-Pero, seffor Ca pitan L .. exclama. lencia de b ínHamo.cíon que se le de-ron
todos. claró, resol víó el médico en.-ol-verle sin
-;Todavía no he muerto, y quien ceso.r en lienzos empapados en üua.
manda aquí soy yo! gritó Ojeda colé. gre, lo que hizo hasta. agotar un barril
rico y fuera de sí. de este líquido, con lo cual cedió la fie.
-Señores, decia ol pobre fraile tem. bre y produjo una benéfica reaccion.
blando, si el Capitau no sobrevive al No fué sino al cabo de tres dias que
remedio no me culpeis á mí. Ojeda recobró la razon que habi?. por.
-Por Dios, mi Capitan, decía fray dido completan¡ente, y el médico ase.
Andrés arrodillándose á sus piés, oíd guró que habi:\o pasado los síntomas
razon. ... 1 de envenenamiento, aunque no de en.
-; Ln.s planchas, las planchas! gri. fermedad, h c¡uc se couvirti6 en fie.
taba O jeda. furioso, y sacando la daga, 1 Lres intcrmitcutcs, decaimiento de
nñadia.: 1 ó mato á cuantos so me pon. fuerzas y de ánimo, cosa nunca visto.
gan por delante: Y al decir o~;to trata. en él áutes, pero bastába.les tí los tris.
La do nrremeter á los que tenia cerca. tes colonos snbcr que a.úu vivia su Ca.
-: Dadle ~Justo, por todos los c.lia. pitan para no dejarse abatir por el
blos! exclamó Pizarro que llegaba :í desaliento.
1n. !in;r,on, i no veis que si le exasperais
morirá más pronto 1 IJI
-Obedezco, pues, respondió el fí:;i.
co suspirando, y a.cerciíndol-lc á Ojcda,
que hnuio. caído postrado y sin fucrzo.s
eu el6uelo, afiadió: pero es preciso que
el Ca. pitan se deje atar, porque la ope.
racion será doloro:ilsima, y el menor
movimiento le causará mayoros males.
-:No necesito otras lignduras que
lns do mi propia voluntad, contestó el
Ca pi ta.u rcsuel t:l.mentc.
-f<;ut6uces que lo tengan dos 6 tres
personas.
-J\ t.ms l grit6 O jeda, descubriéndoso
b herida y poniéndose en la posicion
requeridn. para la operacion. ¡Que nadie
se atreva á ponerme las u1nuos .....
Yo puedo y quiero estarme quieto, y
me estaré l
Acercaron ent6nces las plnnchas do
hierro candentes, y en tanto que C.'lsi
todos nquellos duros y empedernidos
aventureros volvían la cara para no
ver tau horrible operacion, el físico
npoytS el hierro sobre la. h-Jrida. tlue
chisporroteó, las carnes so encogieron y
Uno do los mayores martirios quo
sufría el mísero Ojedn. en sn largo.
convalecenciu., cm el insomnio, y pasaba
las noches de claro en claro, por
lo cual se turununu lo;; oficiales de su
confunzn pnrn hacerle compañía, pero
la que él prcfcria era ln de Francisco
Pizarro, eu quien tenia puesta su ma.
yor amistad y en quien ñaba. sobre toJos
los dema.'i. Así era que pasaban los
dos largas homs conversando agrada.
blemente siu que echaran do ver que
t1·ascurria el tiempo.
-Francisco, díjole una. noche O jeda
repentinamente, Lá mucho que desea un
progun taros quó pcnsúst~is de. mí aq no.
lla. mafianu. en qne fut hendo, y mo
encontrástcís atligiuo por un suefío.
-Qué poub pensar, scffor, sino
c1ue aquel liUOño hubo do l1aberos hecho
mucha improsion cuando tanto os
, 1 preocupo ... ~
-;La impresion, lt'rancisco, no mo
ha pasado aun! Y no creais que misa.
lud sufre sólo de resultas de la herida,
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REVISTA QUINCENAL. 59
sufre tambien mi pensamiento un in- cbas malas acciones. Yo sabia que ella
decihe martirio, y os confieso que estos l jamas podría saberlo, pero la sola idea
insomnios son á veces voluntarios, por. de su existencia en este muudo me le.
que temo, como me ha sucedido á ve- vantaba. del fango y me hacia mejor.
ces, volver á ver la misma vision que Pues bien, eUa, pobre é ignorada mon.
tanto me atormenta, y no me atrevo ú ja, sumida en un convento de Castilla ... ]
dormir. ¡ -¡Monja, decís! pregunt6 asombra.
-Eso proviene, sin duda, de la de. do el otro.
bilidad en que estais, contest6 Piza- ¡ -Sí, monja, entregada á sus devo.
rro, mirando con extrañeza al valiente ciones y oon los ojos puebtos en el cíe.
Capitan, que ú nada temia jamas, y lo, sin acordarse nunca de mí tal vez,
temblaba ante una fantasía. Tal vez, ella era el secreto norte de mis accio.
afiadi6, si me confiárn.is lo que os a.tor- nes, aunque yo mismo muchas veces no
menta, desvanecería la impresion des. lo sabia; pero ya que comprendo que
agradable. ella no es de este mundo, que ha muer.
Ojeda permaneci6 callado un rato, to, el resorte de mi vida se ha quebra·
y al fin : 1 do, he perdido el ánimo, la fe en mí
-Pizarro, dijo, i por ventura alg1ma mismo y la esperanza ...
vez habeis amado á una mujer~ 1 -i Y cuándo supfsteis su muerte?
-¡ Vaya quo sí! á muchas ¡ vivo -La noche anterior á mi herida. Esa
Dios!.... madrugada soñé que la veía en un ataúd,
-Ent6nces no habeis amado á nin-1 vestida con sus tocas monjiles, rodeada
gnna; hablo de aquel amor santo, gran. de luces y de arrodilladas religiosas
de, verdadero, que vive sin esperanza que omban por su alma. Imaginé qno
y quo crece sin motivo, que hace par. yo estaha en el lado opuesto, tras de
te do nuestro corozon, que no Jli.d á mi existencia. "i Qué di- siglo, que tenia razon ele estar persua.
rí.~ :María. si supiera. lo que hago?'' esta di do de la muerto de María., y que los
pregnnta me ha impedido cometer mu. l raros acontecimientos que úntcs hemos
1
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60 LA MUJER.
referirlo no eran efecto de la. casuali- j ser aprehendido, y teniendo noticia de
dad, sino obms sobrenaturales y espe- la situacion en que se hallaban los cocial
intercesion de la Vírgeo en el cielo
1
lonos de San Sebnstian (por el na "fÍO
pa.ra con él. que envi6 tiempo úntes Ojeda á San.
Largamente conversaron aquella no. to Domingo para apurar á Enciso que
che lo!J dos aventureros, y con efecto no se Illovia) ocurri6sele al <.lespiersus
confidencias, y el haber dado voz á 1 to aventurero hacerse ú víveres y con
sus sentimientos y aprehensiones pare. ellos á fortuna. Así, en union de cuan.
cieron aliv.iar las dolencias de nuestro to bandido pudo recog.er, una noche
héroe, calmar su espíritu y dádole áni- asaltaron el navío del Genovés, pusiemo
y vida, porque gradualmente fué ron á los marineros de él en tierra,
recobrando sn salud, fe en lo porvenir y haciéndose :í la vela se dirigieron
y vigor de espíritu que nada, ni nadie al Golfo de Urabá, á donde arribaron
podía en realidad doblegar jamas. por casualidad en breve tiempo, á pe-
IV sar. de ~ue no babia en la .embarcacion
cas1 nmguoo que conoc1ese ol arte
A medida que el Capitao recobraba náutico.
fuerzas y ánimo, sus compañeros per. Despucs de haber pasado tanto tiem. 1
dian las suyas, y s6lo merced ú la in· 1 po sin ::dimeutos nutritivos, y que el
fl.uencia. de Ojeda no se habian revela. 1 que conseb'Uiau era distribuido con par.
do contra. la empresa que tan funesta simonía, al ver los almacenes repletos
se babia presentado desde el principio. de víveres frescos y para ello~ apetito-
Ya no sabia nuestro Capita.n qué ~os, los miserables colonos pretendioha.
cer con el hambre que amenazaba la ron que se les entregaran á discrecion,
colonia, cuando un dia. le anunciaron olvidando que no eran iuagotaules y
que so vcia entrar al gran Golfo, y di. que podiau volver á escasear si Enciso .
rigirse hácia. la incipiente poblacion, no llegaba pronto: adcmas, la compa. r
un na.vío á toda vela. fi.Ía de los recien venidos, y los há.bitos 1
Corrieron los hambrientos y neceBi- desordenados que teuian aquellos ban-1
tados espafioles á recibir con loca ale. didos, desmoralizó completamente la
gría el buque, que en su concepto no ~ates triste pero pacífica y obediente
podia ser otro que el del Bachiller En- colonia. Los soldados empezaron á des.
ciso, que tanto babia tardado. Grande obe:lecer á sus jefes, y l)roducíanse rifué,
pues, &u pesadumbre cuando des- ñas y disputas á cada paso, y como
cubrieron que no era el ansiado navío éstosquisiefen intenenir,murmuraba.n
do su confederado, sino ol de un aven- y se revelaban continuamente. Azuzo..
tnrero llamado Berna.rdioo do Tala\e. dos por los piro.tas empez<~se ú decir
ra., hombre de mala nota en la Española., entre las gentes de Ojeda, que aunque
y la tripulacion, adema!i, parecía coro. él los acortaba la racion, y no penni. 1
ponerse de bandidos y hombres perdí. tia. distribuir sino lo necesario, en ,
dos de toda especie. cambio, había ocultado para su uso par-
El buque esta.ba repleto de provisio. ticular gran cantidad de víveres, sien.
nes y pertrechos de todas clase¡;, como do bien conocido en la colonia el terror 1
cerdos vi\"'os, carne salada y gran canti. suporsticiol!o de su Capitnn á la mucr.
1
,
' dad do pan de cazave. Todo esto lo ven- te por hambre, pues era famt\ q u o va. 1
di6 á gran precio á O jeda, que tuvo rias veces lo babia u predicho I}Ue aq11el
quo dar ou pago la mayor parte del seria su fin. A pesar de sus protestas y
oro ganado en la expedicion. bueor.s razones, los amotinados se hi.
Eu breve se supo que tauto el nn.vío cieron tan fuertes y sus reclnmacioue¡; 1
como la~:~ provisiones oran robadas á tan audaces, que Ojeda, ql1e no 11 EL VOTO DE OJEOA.
1
Ojoda eu Santo Dolllin~o. manifestau. "La i:.b Jc Cuu,\ " (dice Humboltlt.)
Jo In oportunidad de los eocorros que "no solamente es la tu.u•.grandc do lns
lo hnbia llevado, ~>Íu los cuales la colo. Aut illas, Hiuo que sn fonua alar~ada y
uit~ h~tuiera perecido iududablemeuto au~ostn. prcseuta tautn. extensiou tlo
de lmmbre. 1 co~tn. que al uti!flllO t icrnpo es vcci un
Ojcda no llemba consigosiuo á fray de Haití, Jamaica, b s costas de la Flo-
1 J~ml.rés, (¡ue no q~iso u.un.ndo~ar •Í sn riJo. y Jo Yucatan."
Uapttuu, y le tellla tanto caru1o qnc Cuando Colon, en Octubre de l-t!1~.
no estaba contento sino ú su lado. Los cu su primer viajo al ?'i ne>o ~lnud(J,
• d.emo.s colonos prefirieron quedarse en 1 descubrió la isla do Uuln\, peus,) que
h?rn.t., pues temían loH malos procedí. era lo. famosa Cipaugo de que hn.bb ol
• ~uen~os Je. Talnvora y sus compañeros, 1 v.injero .Marco Polo on Mts viajes. llau. 1 u quteues JUzgaban cnpnces de cual. t1zoln. ent6nces con el nombre Jel Príu.
quior ~raicion. , cipo de Asturias, y llnmóla Jow¡rt,
, Apenas se encontru O jeda en el na. despues Fernando el Católico quiso quo
vt~ de Tala>era, cuando, naturalmente, la pusiesen Fl!nwndi tW., pero tambion
c¡Ulso hacerEe dut:iio dol buque, y, se. la llamaron isla de Sa.ntia!JO y do .. h·c
1- --1'0)10 IU. 8
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1 G2 ---- --L .A MU J-ER o -
Jfa?'Ía, prevaleciendo por último ell hasta: el de Ran Antonio, los bajíos, .a.
nombre indígena de CuBA. lotes y rocas calizas son tan frecueutus,
Colon no se cansaba de ponrlerñ1· b que en la estacion de las lluvias el cli'
belleza del paisaje de aquella isla, ma. ero. tan mortífero que a.un los in¿í.
que pinta como un 'erdadero paraíso genas no se atrevían á permanecer Jn
terrestre: los rios orillados por pal. aquellos parajes, entónces enterammmeras;
árboles y ~rbustos cubiertos te abandonados. '*
siempre de frutns y de flores; sns ver- Al nacer un triste y opa.co dia le
des prados esrual1ados de variados co- Octubre de 1511, el sol hizo pater.te
lores; las frutas nucms y deliciosa.>
1
1a peligrosa situacion de un navío q 10
que le presentaban los hermosos y hos. • luchaba. cou las olas como á dos legt.'ernaJas cada una. por un cacique di- ble nn.vío, que se estremecía y crug:a,
fe rente. Los natnra.les eran pacíficos; dtLndo botes como para no dejrm:e Htvivia.
n de la pesca y cnltivabau la yu- roergir. El cielo eRtabn. oscuro y cu.
ca, el mn.í:z, ol plútn.no, la batn.tay otras bierto de os¡,esas nubes, y el viento se
raíces y frutas, adamas de las iunume. entretenía. en arrancar los úlf imog tro. t
rablos frutas sihestres que crecían CR- zos de cuerdas que habin.u qucdaJo l
l poutáneamente en agnel suolo privile- pendientes de los palos.
giado. El climn. era sano y el tormó. A la vista do la línea de cost~!'! Ct::mctro,
por térmi u o ruedio, no marca. ñidas por I"OCc'\S y n.rrecifes hiícin. la cual
hoy dia rnás de 21 centígrados (salvo se Jirigia. impetuosamente el navío,
en la.:!" ciuuades populosas.) !'oro sieu. qne ya. no obedecía altimou. gobenm.
do el tcrreuo muy húmedo eu las costas do por manos Lembbutcs 1'i inexpertas,
del ruar, lo que coutrilmyc al Jesurro-¡touos los que iL,m dentro de él se ero.
llo y crccimi~uto do lo. vcgetaciou, el yo ron perdidos, JHIC'l sin gohion o ni
tcmpem.mcuto e~ en ellas impropio ru111ho tos arrastraba la corrieuh.1 depara.
el Licncslar dclltomhre, y ~e tic. recito ií lot~ arrecife<-. Rin c!'pe :mza
no por gcuera.ltucnle malsano. Pero no uiuguun. de salv:~rse, caia11 de ro ... illas
¡:ucoue así en el interior de la isla. y eu ot1cialos y marineros, iuvocn.nclo u ciclas
cordilleras lb.maclns Riorra- .Ma.es- lo eu aquel pavoroso trauuc, no pam
t r:1, Jo las Cnbitas y de los Órganos, eJJ 1
pedirle b vida, cos:1. ya imposible. sino
1 donde el clima es fresco y se producen una muerte pronta y no ta.u dum ·omo
l plantas propias do los temperamentoR la teminn.
1
medios y frios. En n.l"ptcllo¡.¡ montes ~:;e -¿Por CJUt!, dijo fray .Au<.lrés, diri.
encuentran mi nas de herro, plata y gi1~ucloso á 'l'tda rcrn., por qué no g;udís
oro, y ricn.s fuentes termales. U u cin- al cnpif.n.u Ojeda. en tan !orriulo ~pric-turon
de islotC'!', ele rocas con!nn11idas to 1 l-1 cou su ciencia. nos podría quizás
y de bit. u e os de :nena ti rcu oda a Cn ba snl mr.
ca:;i complctamonLe, lo que cansa frc. -;üjedasalvamos! exclumóel:\veucucutes
naufragios en F;U~ costas, y en turero, ¡acaso él seria capaz de acal ln.r
todo tiempo su arri uo es p"ol igroso.
PtLrticub.~·mcutc en la parto miís u.l¡ '*Allí es doudo se culth·a hoy el aflUladu
sur de la 1sla, destle el cal>o de la Cruz lahaco llamado de la Vuelta de Abajo. '
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REVISTA QUINCENAL. 63
los vientos y tranquilizar las aguas del logr6 que no se sumergiera ántes de
mad encallar en la. arena. Inmediatamente
-Eso no, contestó el buen fraile, mandó que saltasen todos ú tierra pol'
pero sabría dar direccion al navío. Él entre el mar bajo, pero sin poder ~aconoce
esta-s costas como sus manos, y ca.r sino las vidas salvas y lo encapilla.
ademas es buen marino. Hasta Juan do no más.
de la Cosa, afiadi6, respetaba sus opi- El suelo estaba cenagoso bastante
niones en casos como este ! adentro de 1~ tierra, y fuéles preciso
-Id ent6nces, volad, paJre, y sacad vadear hondos charcos ántes Je llegar
á Ojeda de la. prision para que venga ú á un sitio en que pudieran descansar,
tomar el man<.lo del navío, excl::t.roó y en donde, siguiendo el ejemplo de
Tala.vera precipitaJamente. Ojeda, todos se postraron á dar gracias
-N o han~ tn.l, respondió el otro, si á Dios por su sal vacion.
no jura.is aquí ante testigos que no le -Segun entiendo, dijo Ojeda., esta.
volvereis á poner preso.... mos en la isla. de Cuba, pero como
Las rocas blanqueauan ya muy cer- aún no la. han sometido los cristianos,
ca, y el navío se dirigia con ímpetu sus hn.uitantes no uos serán propicios,
vertiginoso hácia ellas; la tripulacion y de seguro si nos encuentran nos ata.
veía una ruina segura. si el navío no caráo, pues hay aquí muchos indios de
cambiaba de rumbo. Haití alzados y fugados.
-;Sí, sí! gritó •ralaver~; ofrezco lo -¿Qué debemos hacer, pues, seüor
qne querais1 Capitan 1 preguntaron varios acercún-
-¡ Si nos salva. l:1 vida no pedirnos dose con humildad.
más! exclamaron los que este coloquio --No nos queJa otro rectnso sino el
oiau; jma.mos obedecerle como escla- de atra.vesn.r aqnellas monta:fías que
vos, y en adelante sólo él será nuestro veis allí, para: ir eo ut1sca de la. costa
Jefe! más cercana t\ la E8ptúíoln., on donde
Y sin aguardar el consentimiento de pueda ser crue haBemos modo do atraTala~
era conieron á sacar á Ojeda del vesar el estrecho.
fondo del navío, llevándolo en brMos -¡N os entregamos á vos, sefior, para
hasta sobre cubierta. que r.os guíes! exclamaron todos los
lia.Liúodose orientado y examinado náufragos rodcúndole.
fijamente In. ~>Ítuacion de la cara hola y -Yo no debo tenor fe en vosotros,
el peligro que la. .a.menazaua, O jeda se contestó él, ni roe comprometo á ser
apoder'~ del timon, hizo \Ím.r de bordo, n10stro jefe si no me bnccis ploito hoy
dominado el buque cesó de ser jugue. menaje y jnrais obedecerme ciegamente
Je la marejada, en términos que te, pues de lo coutrn.rio nos perJeria.
muy luego no se scntinn Je In. toisma mos to<.los.
manem los golpes de las ola~ y obcde- -¡Lo juramos, Ca pitan, gritaroulocia
con facilidad al Üulon. Aunque ya dos á uua., lo jummo!> por Dios N uesora
imposible impedir qne fnera á es- tro Seüor !
trellarse contra la costa, hácin la cual -i J ur:íisme obedecer á mí no más? ,
lo llevabn. lo. corriente, dirigió Ojeda l -Lo jurarnos ! gritaron los trüstcs 1
la emba.rcacion á una ensenad:. roJea. bandidos.
do. <.le uaucos de arena, y ménos esc.-1.- -¿Y no l1acer nunca bino mi voltw. l
brosa que los otros puntos el e la. playa; tad hasta que 11 eguemos á tierra de
en!:lenada que ni siqJ~iera habia.n nota- cris tianos~
do los anteriores coron.ndantes del bn- -Lo juramos. . ,
que, cegados por el susto y por la ig- -Y vos, 'l'alavera, 11ué decís? pre. '1
norancia. del arte núutico. guntó el Capitan 1lirigiéndose al pim-
A pesar i!e toda su ciencia, como el ta, que perwn,necia npa.rtndo de los
navío se babia adelantado tanto, Oje- deroas y como lWergouzaJo y cou- 1 1
~a :_::_udo evitar el naufragio, pero sí fuso. _lt
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64 LA M U JER .
-Yo haré lo que hagan los demas1
contest6 con aspereza..
-Sois un mal hombre, díjole fray
Andr6.q, pues po os ablnndais ni por
haberos salvado la vida.
- ¡.Acaso no nos salv6 por sal var la
suya? repuso, volviéndole la espalda
el empedernido aventurero.
(Oontinua?·á). S. A. DE S.
LA FE .
COf\ MOTIVO DE U:f\ CUADRO TJ\AB.AJADO POf\ LA AUTOfi.A.
Triste prosonto to ofrezco:
A rtiste 1!0}', amo el arte ;
1\Itll! &i tle snganio caretco,
Alguna glonll merezco
Por la gloria de can tu rte.
(BLA~OA DP. 0Ass6 Y Onnz).
Vedla, vedlo. de píé !. ... Sobre la roe~ Abrí los ojos, y sus wil primores
Que el mar airado con sus olas baña, 1 Pude admira1·, y de ese amor en o.las
Tnl vez de Dios la proteccion invoca Pude elevar mi ardiente fantasía !
Por librarse del tual y de su saña. :Mil veces yo dichosa,
Asida de la cruz, en ella espera : Llevé á sus piés mi paz y mi nlegrío.,
Seüala el cielo .... y ciega O los tormentos mil y In agonía.
Porque la duda dentro sí no impera, De una vida azarosa ;
En brazos de lo. paz, al fin se entrega. Que cuando en el amor so ha delinquido;
Así dolmundo las revueltas h-as
V nn. ~~ estrellarse contra el pecho fuerte
Que desprecia el engaño, la mentira;
Qno uo teme los golpes do la suerte;
Y cerrando los ojos
Por no ver otra luz que su esperanza,
Por tlllico sosten en sus enojo~:~
Tiene la. cruz, ol lema
De amor y de perdon : signo fecundo,
De Lihortad omlJlema
Porque libcrla del enor al mundo.
1 Pnm los que penlidos en la senda
Del mal ,j del dolor, ·vaguen errantes,
Será la Pe cual madre que les tibnda
~us bt·at.os siempre amantes ;
l'e1·o si no conocen las fruiciones
Que brinda la ventura
Sin dejarse llevar de lns pasiones,
Emulotoa de locum
Por:.í. la luz que anuncia que en el cielo
Nos t·osena la fe nuestro consuelo;
Y porqllo ltlás su pensamiento Moml.n·e
IJ::t fuerza a_ue nos haya trasmitido,
Verán en osa cruz, eu que el Dios-Hontbre
Lanzó el postrer gemido,
Un loiío carCOlllido:
Uu madoro sin nombre!
Mas ¡ di!ihoHa de mí que á los fulgores
1 De la gran. Rcligion. que amor regala,
Que cuando en la amistad se ha traicionado;
Que cuando la virtud se ha perseguido,
O oncer en la tremenda lucha.
Para alejar á la sañuda cm·idia ),a l"e es el patl'imonio bendecido
O contm la tmicion - por1¡ue taÍ precio 1~~1 que n~n~ bolló ~ores .
Alcanzan lo. maldad .Y la perfidia; ~~ escucho m~s conCierto que el gemtdo
Nos lum¡ conocer que ntw.stra mano Del que sufre mocente.
Debe tenderse al rico como nl pobre,
1
1 l'orquo es preciso levantar la frente
Que el u~o como el otro os nuestro hermano; Para o.n-ostrtn· ol mundo y los dolores 1
\ del bten qne nos sobro EvA C. Vr.nBEL Y.~RE;\.
l'los hnrti repartir 1¡ mano llena 1
U un parto siquiera nl dCt;grnciado Sincolejo- Agosto-187!>.
-·-- --
LA EDUCACION A LOS VEINTIUN AÑOS.
OAH!l.'AS Á 1\.II I.>H.Il\LA NATALIA.
11
LOS VESTIDOS \' 1 ST0t50S.
de lo~ más indiferentes so fijan en la
mujer qlte pa<>a, y elln tiene el mayor
gusto en que lo. miren. Esto es C.'(lbal •
.l/i '1 11' rltlaJirima. monto la clase do mirn.dns que yo qui.
AcomR'l'E con tno buena voluntad mis siera evitarte. Biou mbos, querido. Na.
anteriores ousenacionus, que mo veo tnlia, cúmo osteutnn ln.s mujer•·' un
n.utori1.ado pa m seguir c.li rigíéodote mis rnro entusiasmo y u u extraord i unrio
cnrtn'l. _l>íc~se quo In buena acogida espíritu de invoncion para obligar á
del awhtono es lo que hace crecer el quo las noten y se fijen en elbs .• Jo.mM
tal cuto c.! el omdor,- así, la amable m o. podré admirar el vestido que outi!]<'· á
des tia con la cual recibiste mis couse.1 que las miradas se fijen en él con sorjo~
rcn\~ova mi vo.lot· po.ra coutiuua.r presa. Por mi parte no felicito.ria á
mt!l c.ríttcu.s. . . . . ninguon. mujer quo ao exhibiorn nsí
Qmero, pnnuta mta., hbrarte en lo ntn.viada.
posible de uno do los defectos más de Nada dicro do In. que se hnco nota.
wod~ eu nuestro tieUlpo, una mnuía blc por la 0 generosidad de su corazou,
que so ha convertido en un arte, uun por el brillo de su talento, por la fir.
cxageraciou ridícula que pretenden quo meza de su caráctor,- pero la que ti o.
se~ ,prueba de buen ~usto. . no fama porque lo. guo.rnicion .de rm
Ial parece ~hoy dta que las muJeres traje, la pasaruo.noría do su abngo, la
no logran vestirse bien si no se eocuen. originalidad del color del vestido es
tr~ ~o sus ata~íos algo de vistoso ú mro y diforente do los de las dem_as,
o~tgwal, alguna extraña nov.edad, color
1
os por cierto unn fama muy parectda
vtvo ú adorno brillante. Las miradas al ridículo. Es p¡cciso tener uoa triste
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LA MUJER.
idea de su ~érito person:\1 parn act~dir hijas, y hmnildemcute camina tras t
á estos medws para llamar In. n.touClou. , ellas.
N o sé por qué me parece ~1ue unn Una mujer do juicio no permite ja. 1
persona sencillamente vestida, pero 1 mas que la costurera la vista á su au.
muy amable y culta en su conversa.- tojo. Esta clase de personas s6lo piencion,
dejaria de sí un reouenlo más du- san en hacer visible el vestido que
l'n.ble. Con más gusto se acordarit'l. uno hacen, y una seiíorita, ~.-obre todo, debe
do su gracia. y de sus paln.brn.s, r¡ue de procurar, en cuauto le a ea posible, a.mol- 1
la pluma de su sombrero. dar las exigencias Je la moda al buen
Las mujeres no saben cuánto ganan gusto y á la modestia. K unca deben ad.
en ln buena. opioion de lo~ hombres mitir un color exagerado y rechazaran
cuando no les obligan :í. c¡ne las tniren. imperturbablemente las novedades >isN
u es tras abuelas peu~abau que era un to~as. Y si me lo permite~, diré al conhonor
para. ellas el que no se fijaran cluir, que estoy seguro de que esta.
los extraños en aus atavíos, y 110 lucían conducta. prndento les bnrá mucho hoRÍllO
por In. gracia do su buou decir y nor y oLligará á lo!! hombres á que
1
b amabilidad y cortesía do sus mo- ¡las consideren y respeten, puesto que
dn.lot::. se manifiestan suficientomeote juicioNo
puedo acostumbrarme n ver en sa.s paro. uo ser bs esclavas de la moda,
los ¡1aseos públicos :í las ::;eñoritns, que la más degrndu.nto esclavitud.
1
con b cabeza levantada y las cintas de Adios, mi querida. .Na.talia., bast..'l.
su tocado cebadas al viento, }Jarecen pronto.
militare;; que estrenan su primer som- Tu afectísimo primo.
luero emplumado,-e u tanto que la
madre ~>igue sola á las sefioritas sus (Confi.tw.cuú).
LA EDUCACION DE LAS HIJAS DEL PUEBLO.
llJI, 'I'l1ABAJO Dl•J LAS l\LUJEH.ES :WN grJ BIGLO XIX.
'J'.I-:RClm _a, UTÍCOLO.
IX
más ventajoso, tanto eu la literatura
como en' la política y 1mbre todo en la
"i'l!ItiA un triste amor propio, por 1 sociedad. Allí es d(ludo las leyes ci.
cierto, dice el autor del libro que es- viles le lmu sido ll11Í9 fnxorables parn
tndin.mos, y la seiíal de uua gm.n de. ' darla indepeuJoucia, y las leyes co.
l1ilidnd moru.l, el pretender ()ttO sólo so mercinles le han abierto un ancho cnmpotlrin.
so.car ventajas y ol gúrnacn del¡}JO do acciou. gs to.mbico la. t~erra eu
progreso, de las propias Íu!>piracioues donde las producciones n.rtístlca.s más
y do lo que se hace on uuel!tro país. delicadas hn.n sido un gran recurso para
Gmcins á Dios, Francia uo lm lle.rrndo las obreras. Los oucnjes, los bordlLdos,
á eso punto de degrndncion, c¡u~ re- In. fabricacion de gun.ntes y otras mil
chaco y desdeñe las ensoiia.nU\S de otras industrias do lujo; ol cowercio, las ndDilcioues,
y es debido á esa fecunda mini~traciooes han empleado siempre '
emulacion que adelanta :r mejom toda en Francia á centenares rle miles _do
coudiciou social. De todos los países, 1 mujeres, y olla..'> han tenido allí meJOr
Ji'rnncia, desde la época de la Edad posicion y mejor ~;ala.rio que en otras
Média, ha sido siempre el país eu 1 partes de ~uropa.. Pero no por eso tledonc.
lo la. mujer ha teuic.lo ol lugar jamos do exa.miuar las instituciones
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REV I STA QUINCENAL. 67
recientes de otras naciones y lo que nos, y durante muchos años no pudo
ellas han deRarrolla.Jo, en tanto que lograr que do sus escuelns salieran
nosotros sólo poseemos el gérmen de a.lullltHlS instruida.'> y de alguna. repu.
ello. Uno de los mayores elogios que tacion artística. No así l11 ouseñauza
nos será posible bacer á las generacio. que se da.ba privadr.mente en una es. 1
nes contemporáneas es que los hom- cuela planteada por la caridad de algu. 1
bres realmente notables, desdeñando el nas personas interesadas en la instruc.
amor propio y la fatuidad nacional, han , ciou profesional de las mujeres. Fu nsido
los primeros que han examinado dúso en 1862, en la callo de la Perla,
las instituciones de los países oxtran- 1 en P11ris, con s6lo 50 su¡;critores, que
jeros, para. descuhrir mejor nue-;tro dabau 25 francos anuales. La escuela, á
lado débil y procurar perfeccionarnos." cargo de una mujer, llena de valor mo-
La Exposicion U ni versal de 1851 pu- ral y suma. abnegacion, empezó con G
so en claro que los ingleses estaban alumnas. A los 6 meses había. 105
muy poco adelantados en ln.s artes in- suscritores, recibido en dón más de
dustriales, pero en 1862, en la Exposi- 4,000 francos, y tenia. 40 alumnas que
cion de L6ndres, sucedió lo cootmrio, pngahnn 8 francos por mes. A poco se
y Francia empez6 ú notar que su anti-1 agrand6 el establecimiento y se fund6
gua superioridad disminuía. Despues otra ca!1a más. Allí se les enseñ6 el di.
de 1851, los ingleses, alarrnaJos, se pu- ~ bujo propio para. la industria y para
sioron ú la obra é instituyeron esctlelas n.preoder las artes, el comercio, la cosformando
nuevas enseñanzas. Despues tura en todos sus ramos, ademas de unn.
do 1862, los franceses avergonzados á educacion s6lida y útil. Cada alumna
su turno, crearon enseñanzas industrio.- debe dedicarse á uno de estos ramos de
los nuevas y trabajaron asiduamente
1
euseílauzn., y cuando está u suficiente.
en formar una línea de educncion ar. mente perfeccionadas en el arte, el Est\
stica propia para desarrollar la. in- tahlecimiento se encarga de ponerlas
dustl"ia. eu vi a para que ganen su subsistencia.
"La comision de la enseñnnzn. téc. Parece que uua ele las causr.s do pros.
ni ca, dice el libro que estudiamos, en peridad que tiene este establecimiento ,
l8ü;), examinn.ndo la manera de satis- os eluo ser enteramente gratnito. "B::tfacer
de una mauern l.lf!Ícticl\ ií las ne. jo el pnnto niñas y do buen cuidado de no ndoptn.r el sistema.
lns mujeres .... Las mnjerec; son emi. de enseílanzas gratuitas en los estudios
ucutemeute aplas para llenar las fun- profesionales.
cioucs que exijan la exactitud y b lC- .... "Esos son los verdaderos priuci.
gularidad .... la orgatJÍzaciou de la ao. ' píos de la enseñanza. profesional de In.
señanza comercial para. l:~s mujeres, mujer, y esto ejemplo cieLo imitarse en
couveniontemcn le apropiado iÍ sn sexo, 1 todas partes. El Estado, ln.s sociedades
merece más que todo la n.tencion del y loll particulares deberían contálmir
Es taJo." en obra tan fecunda .... Las escuelas
A pesar do todo, los esfuerzos he- profesionales pam mujeres son los mochos
por el Estado pam llevar á buen dios más seguros que deben servir loa
fin b enseñanza profesional, fueron va. intere~es materiales y morales de ln.
11
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68 LA lllUJER.
humanidad. LA CUSTODIA :r.üs EFIC_\Z su loable deseo de actividad, la!l corDE
LA. VIRTUD ES EL CONOCiliTEN'rü D:F~ 1 pornciones religiosas bao entrevisto una
UN OFICIO Rmi'1lADO Y LUORA'rrvo. Que tarea nueva, inmensa, que los distritos
las jóvenes aprendan uu trabajo qne 1 y el Estado han descuidado: se han
les proporcione la subsistencia. al mis- apouerado con un generoso ardor de
mo tiempo que la dignidad, y eso ba.s- un nuevo dominio que encontro.ron
tará para poner entre ellas y ln co- 1 abandonado: este era en vasta escala
rrupcion una barrera tan fuerte que lla enseñanza profesional de las jóvenunca
pod1 án salvarla; ademas, esa nes. Ellas han tenido el mérito de des.
educacion útil prepara familias parn cubrir que, si et trabajo es un deber,
lo llorvenir sobre bases muy sólidas.'' es tambien una cu&todia, y que por
En los Estados Unidos, en Inglate- consiguiente es una obra santa la de
rra, en Prusia, Sajonia, \Vurtembug, enseñar desde la infancia un oficio al
Badon, Suiza y Hungría, se prefieren sexo más abandonado por la naturaleza
1
mujeres para servir los telégrafos; en y el más rodeado de peligro!! en la vi.
las compañías de ferrocarril, en los co- da social. Cuando aún nadie pensaba
rreos, en muchas casas de comercio de en esto, las cory:>oraciones religiosas
1 ]'rancia, las mujeres ocupan en luga.r
1
reunieron á las jovenes en salas comu.
prominente. Esto es cierto y no pue- nes para ensefiarles costura, tejidos y
de ser mejor, pero es preciso recordar 1 otros conocimientos m!Ís esenciales toque
esas mujeres han obtenido una
1
da vía para la seguridad y la dignidad
l
cuucacion sobresaliente; son instruidas, de la vida ntetn- muy tri~tte pMa DO!'otros, pues aquí,
plativl\. Todas estas co.~a.s tienen ti su fuera. de la :::lociedad de ~an Vicento
cargo la cuseiin.nza Jo los pobres. Las de Paul, que se sostieho :í rlurá..:; penas
Herm:.~.nas de la Ca.riuad uo solamente y pobrísiruamente, y du la Sociedacl
r-;o consagran á los cuidados de lor- en. del Cora.zon de J esus, quo difícilmente
formos ~:>ino quo se ocupan asidmuncn- llena su mision, i en d6ude hu. y una sola
te rle la. educo.ciou do lofl niños pobt'os 1 fuoJacion de catidad nueva. 1 .... Salvo 1
y abandonados. De las 800 ca~as que las H~rma.nas de la Cariuad nuevalas
hijas de San Viceote de Paul tic-1 mente importadas á este país, que vi-
' neu en Francia, nu\s de la mitad tíeuen ven y mantienen el Hospital y el Asíin
teruas en domlo se ouseñn. costurR, y lo á ínorza do a.bnogacion y de celo,
la mayor parto de estas escuelas de in- •icuáles so u las coogrega.ciouus útiles, la!i
ternas sou talleres, cu donde se apren- fundaciones 1Jonéficas on Bogotá? N inde
sériamente el arte de fabricar toda guua::~, absohttnmeute uipgnnns, y cuancla.~
e de objetos para el comercio. Cuan- do se procur6 organizar nn.a. f:;ocicdau
do Monseñor b1enjaud fundó uoa corou- para recoger de la callo ~~.los niños desnidad
en N aucy con el nombro del Sa. amparados, i no ha encallado el proyecgrado
Corazon de María, dijo estas pa- to porque los pocos que ofrocierou Orfectos de la orgnniz11ciou <.lel rradas las pum;ionadas, bajo la diioC-t
rnLajo. L1~ inmensa mayoría <.lo obre- cion do nlguna.a llcnnanas de la Cariras
emu niñas de los vecinos distritos dad, quo ]a;¡ vigibn 11 toda hora, lns Jau
tJilO ibnn á consagrar cuntro, cinco, ::jJunns enseñanzas práctic-...s en el rna.
~;ei~, ~lioz n.fios do su vida n trnbnjnr en nejo de In casu do fanülin, iustruccion
las Ulauufactnra'i de la ciudnc1 pam rcu- religio~\ muy asiclua, y cuando salo u
uir uo dote. Vivían rouniuns de diez á llevan en doto todas sus economías.
quince en pequeñns casas, rL>geutndo.s Casi todas so ca~:m al salir do allí,
por mujeres respetables, en donde se pues dícebe 11ue resultan excelentes oslas
enseiinba las artes del rucJJaje; esta- posas y tnaclrus. Gran número de rclibau
libres bajo un amparo hondndolio, y giosas do Sn.n .Joaé, do la Santa l.<'nmino
volvían á la casa. de su~> padres sino lia y de otras advocaciones se han dodi.
parn llevar ú ella al~nn dinero, mucba. cado ¡l la vigilancia. y la instrncciou de
cxpcrienc:ia de la vida. y una energía é 1 aquelln.s niñas, que outrau allí adolesiudopouduucia
personal que uebería de cantes y perfectamente ignorantes, y 1
1
1 Herlctl muy útil eu el resto de la vida." salen juiciosal'l, t.ra.ho.jn.t.loras, con u un .
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buena. instruccion religiosa. y perfecta., nociones méoos de física y botánica y ,
mente preparadas para 1~ lucha de la m.ts enseñanzas de religion, el cousue.
vidg., y sal>ienc!o, adema.s, un oficio pro. lo del deRgra.ciaJo ; de trabajo, la sal. 1
fesional que no las permitirá nunca vaguardia. de las honra.., puesto .que el patro. Cuando abogamos por el trabajo ma.
nato de personas laicas no ofrecen las nual en la educacion de la. mujer y pemismas
garantías que el de personas. dimos quo se dé ménos iustruccion in.
que se han dedicado á ello por votos. telectual á las clases bajas, no duda-
E..; verdad que entre nosotros no hay 1 mos que se nos tachará de oscurantistas
manufacturas que puedan reunir un y partidarias del clericarismo, &c., se
gran número de mujeres, sc..lvo las ci-1 nos señalar!\ como personas que no comgarrerías,
y ya se sabe qué focos son prenden el alto grado de ci vilizacion
1 algunas de ellas d~ iuruoralidad y do á que ba llegado nuestro tan decanta..
perdicion! Aclamas, aún nuestro grado do progrcc;o en la. vía de las luces. Pe.
Je civilizacion no ha lle~ado ii ese pun- ro desafiamos al más inteligente do
to, y ántes de que podamos ver aquí nuestros adversarios á que nos presenesta.
bleciruientos de esa clase, será ue. te un plan de estudios que promueva
cosario preparar las poulaciones con á hacer felices á las clases pobres, en
buenas escuelas útiles. que, en realidad, no sea indispensable
"Segun el autor del libro que estu- el aprendi~aje de alguna carrera. que
diamos, eu Suizas~ han establecido&· les produzca medios de vivir con el
cuclw~ de tmbajo, que so u ya tan nume. trabajo do sus ruanos. Nos dirán que
rosas que sólo eu el ca.nton de Zuricl1 entre las clases pobres p1wde hahtrr inse
cueota.u hasta 320. A ellns conctt- teligencias culmino.ntes que aspiren á
rren toJas las niffa.s de m(w de cinco una instruccion elevada; puede luiber,
aiíos, y allí aprenden á coser con per. decís, y porque es posible qu.e entre
feccion, á tejer, marcar, bordar, lavar, diez mil niñas del pueblo se encuentre
aplaucha.r, cocinar y demas faenas del alguna de talento precbro, i por esa
mouo.je doméstico. Han enviado do di. per::;ona, que tal vez uo existirá, hareis
forentes ¡)nrtes <.le Europa comisiona. desgraciada á toda una nacion? Des.
Jos paro. IJUC estudien estas utilísimas graciada, decimos, y uo ¡;oJamanto de!'cocuelas.
En una sociedad como la graciada sino degrac.lnda, envilecida y
nuestra, :lihde Leroy- Beaulieu, la cs. pervertida, .porque ¡qué será de nos~cuc)[
t debe for!llAr ]a.s di:;cípulas en las tros c·.tnndo hallemos c¡ue todas las DIbuenas
costumbres y los buenos m(.to- íins del pueblo se han educado de ruo..
dos de vida. Un poco ménos de orto- nera que no solamente E=us estud ios son
gmfía y de caligrafía y algo miís do para ellas enteramente intítiles, sino
aqnellas artes pr:íctica.s tau necesarias que, e:1seiíadas á ciertos hábitos de lu.
pam In seguridad y la bonrade:G <.le la jo, 6 por lo ménos de comodidad y aseo,
e-xistencia; algunos conocimientos de uo encuentren en la miserable choza. 6
economía. doméstica, de cocina, de hi. tienda en que vive su familia, sino po- 1
ffione práctica., im~edirá.n !llucbas en- b:reza grande, descuido, dcflmora.liza-j
iermedo.des. salvaran la v1da. á vece~ c1on, y de&esper:ulas con aquella !iltua.
y economiza.rán lí las familias obreras cion quo no podrán remediar, se ten.
muchas sumas que emplean en medica. drnn que entregar IÍ los vicios y á los
mentos empíricos y dañosos." 1 crímenes 1 i Y quó otra co.sa. podrán
Ab! nosotros repetimos con el autor
1
hacer las desdichadas? i Con ortogra.
del libro : "un poco ménos de caligra- fía mal a prendida, con geometría taal
fía. y de ortografía, seflores, algunas digerida, con geografía sin libro!! ni
..
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72 LA MUJER.
1 mapas, podrán vivir acaso 1 i Les po. l ciendo entre uor-;otros. Si de nlgnna
1 dr:í servir aquello para entrar de sir. manera no se 'Cambia la. iostruccion en
1
viento.s en alguna cnsn. honrada, para las escuelas fundadas para las clases
coser una camisa 6 para lavar alguna 1 desvalidas do la sociedad, por cierto
ropa 1 No; adamas, ellas desdeñan esos que no quedará sino un remedio para
1
oficios, y sus manos delicadas no a.cier- ¡la gente sensata y es, olvidando su pa-
1 tan á manejar los vulgares utensilios triotismo, emigrar de cualquier modo,
del menaje. Como, ademas, no tienen 1 huir de un país que regreRa á la bar.
freno moral ni religiou, puesto que barie y a.l salvajismo más cruel, como
tnmbicn han bebido en lo. fuente de ,es el que niega la mornl crü;tiana y ol.
una ignorante y tonta increduliclad, vida la ley del trabajo instituido por
naua las detiene en la pendiente del Dios.
VlClO.... ¡ S A S
Ya se empieza á palpar el mal que OLEDAD COSTA. DE ' AMPER.
1(\s cnsefianzas á la moderna. están ha. Setiembre 3 de 1879.
-------4_._ ___ _
ANALES DE UN PASEO.
DIA Q UIN'l.'O.
(CONTINOACION).
A motlidl\ quo twanz~lban, el valle se es-¡ extremo líntito una sério uyas distancias. indicaba el tinte
frontoti?.as, lnde:ludose ltl senda h1ícia ol nznlntlo mtís ó tnónos iuteuso quo las recanco
del río, cuyas tnúrgoues ya uo eran vc.,ti,\. )l::ía not¡ so oxtondinn ct~mpos cnl.
u; l"Íiiueiíns y ompast.adru¡ vegas do tintos, bicrto:~ do somoutcra<; de di~tinto:~ colores.
~ino cort .durns rocnllosns en armonía con A 1<1 izquiordtl continuaba si u iutorrnpcl
:i::.pero lecho on que los nguas so movían ciou la c.'\ dona do corros que ú. trechos
contra las pciía~, y negras lnjus de pizarra ostentaban uoo.lujo:sn vegetacion, nl travoz
cortadas nlscs~o, fomtando uun sério do do la oual, como ::.alioudo do su rico oncsc.
Lloucs. OJ"illnndo el rio, el send~>ro so )...'"1\l>tc, n.<~omaban o¡;cnrp11dns rocns dasnuprolougubn
}'Or UUfl empinada cuestn, úri- dn~, relucieutes nltiol. Como los viajeros
da y üie.to, pllo.:! bOlo :;o \oían ruin os ras- ostnl•tm l.'ohre uuo do Jo¡; cstrihos do la
tl'ojos y luiÜOtTalos agohiado:s por ol polvo ~erruuía, voínn á sus pi~s uon nuchn hony
marchitos por el nnliouto sol. Ln cara- donada, cubierta do dohe~a'i, caña,·ornle:s
vana :;ufrió do.odo lue:;o el influjo do lo y alamedas de árboles, cutre los que bltm'
1 u e ln rodea ha: los caballos perdieron su qncaha una lwrmosa casa do c.ampo, con
hrio, y jadeantes y lerdos, trepaban uno ti largos corredores y halcone:; en contorno,
uno por aquellos riscos; los jinetes tam- y l,'l'an número de voutanas que miraban
bien bnbinn perdido ol únin10 y enmudo- al vallo, c>uhiorto en aquel punto por incicron
sofoendos por el calor. Da impl'O- uumcrnblca palmeras de et~pccies distintas.
vi~o, y cuando méuos luesporabnn, llegaron Largo ralo estuvieron contemplando
, tt In clÍspido do un ceno desdo JI\ cual rtquol bormo&o pnisnjo, y continuando la
; divisaron un oxtenliO paÍtlllje, tan bello, marcha bajaron rápidamente la cuo¡¡ta,
que indcliheradamento hicieron alto pn.ra atrnvcsat·ou un riachuelo, y subiendo un
contcu1plarlo. repecho embollc jrlo nor nalmeras, entre
A la clo1 coha, y on lontananza, se ex- las quo notaron una q e, n d!l e ln
teudi,útu c.>SJlauioso valle, cortado al sesgo orilla del barran , rgo: ia nJ tu
por ol caudaloso rio ¡;A • •• que tenia por poDacho, no ag blllch por o d m
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1
REVISTA Q U I.N CE N AL. 73
1 oorpulenta c~ioo que laenYolvi.a ooo grue~
s bejucos, bttseando apoyo para no caer
en lu profundo.
-1·~, cosa curiosa, dijo Máximo, cómo
hasta entro los vegetales hay simpatías.
liu visto cou frecuencia. eu tiem' Cl\lieote
et·ooor juuto>i uun ceiba y una palmera.
- ¡ !:ella inuigou do la auti~;tnd ! exclaJntí
.\licia.
-La palma es un :'trbol muy sooiablc,
rara \'Cz so lli 'e ~rccer sola, ro puso don
Gregorio.
l\o babian pensado detcneria había una hormosn alberca,
la;; wiiora.<~ rowlviorou aguardan;o para tomar
llll baiio.
El ducüo uo estaba por ontúuccs en la
hncicmla, y el mnyordowo puso la caaa ai
di»poaicion da los ~injeros.
I>espucs del baiio 110 reunieron las soiiora.'
l 3 1!118 acompaiíantcs, quo lat~ ospc1·aban
en el corredor oou uu ref¡·igcrio comJmeilto
de diversas frutas. Los Cllbellos nc.,.ros
do l'cpita, destrenzados, hacian cont~tc
con las guedejas rnbins de sn hermana
mayor, y deseosa do llamar la a«lnoion de
l\lá);ituo, los ostentnLn con vh;iLio afectaoiou
; vero Máximo no tenia ojos sino
para Alicia, á quien lo dijo sonriendo:
" Señora, vuestros Cllbcllos
De oro son,
Y do ncoro ol cornzon
Que no muero por ellos.''
Alicia bajo los ojos, procurando ocultar
su emociou: Pepita so sonrojó al oh· la antigua
tro,·a espaiiola, y mordiéndose ol labio
so alejó con 011fado.
Momentos dospn011 voh-iorou á montar,
v ul caho do nu corto trecho du camino
empinado, atravcsnrou un ondennto y florido
cañaveral, cuyos plumajes liO mecían
al soplo del aire, llegando por fin á la
puerta de la casa del trapiche, 1ituada en
la falda. ~el corro, con frente al bello paisaje
que habían visto desdo lo alto de la
opuoeta oueata.
A m6dia ouadra do distancia quedaba la
ramada ó cobertor dol trapiche y loe grandos
fondos de elaborar la miel y el azúcar.
di,idida de la casa do habit.aoion por
nn limpio patio, al que daban sombra algoDos
áa·boles muy cuidados y rodoados de
cerquillos de guádua, para impedir el daño
de los animaiCil.
Dcsmuntánd()66 á la puerta de la cnsa,
que em modelo de limpieza y úrdcn, compuosta
solamente do un corredorcillo exteriOI
·, una sala, dos alcobas y un cor~
servicio doméotico. Adornaban la snlit:l dos
canapés de zaraz.'l, poqueiiitos y empinados
sobre sus al~ patas, coJUo para dejar
visible el enladrillado do losa vidriada
quo cnhria el suelo formando ambcscos;
média docena do silletas, simétric:ruuente
coloClldll.s nl arrimo de la pared, y dos mesitas
mny aseadM y ~;in grano do polvo,
completaban el ajuar.
Sobro lu mesas se Ycian ,·arios instrumeutos
de agrimensura, trabajados por el
dueiio del t1-apiohe, y algunos libros que
por rarozn se encuentran ya on parto alguna,
taloa como " La Colmena," " .El Instructor,"
"El libro de losAccrotos," algunos
tmtados populares de medicina, y ademas
una ó dos obrns didácticas, tambien de 1
medicina. J.; u lalj dos aleo bita&, á uno y otro
lado do la sala, 011t:lban las camas con sus
cortinas blanCI\s y ¡·opas adornadalj con
encajes de et-or/,ct tejidas por la tmpicJ,era;
todo en estas piezas tenia un aspecto vulcro
y decente, indicio de que allí mora bao
po111onllli industrioeaa y folioos. En ol patio
interior florecían primorosos rosales
y otrn~ phmtns aromática.tJ y medicinales.
IJOS quehaceres del trapichoro lo tenia o
ausento por alguna& horas, poro deJÓ encargado
á su esposa que recibiera y obsequia•
a á la;; visitas. Era é11t.a una jóven
simpütica, cnyo natu1-al encog-imiento deEapnrociú
poco á poco, merced ,¡ )IUI bondadosas
palabrns de Alicia, que la habia tratado
en otro tie111p0, y á las chanzas y llaneza
do don Gregorio, en términ011 qno
pronw ee preetú gtll!toea á llcvarl011 al trapiche
pum quo lo po.soaran; l<~n todas ~t,rtee
so lllloinn notables ol orden y la bmpieza,
como tatnbien los efectos del buen
tratamiento, visibles en los peonee, atentos
y alegros, y baatA en los animales, inclusive
lns mulas quo movian el trapiche:
todo lll:r vi viento parecía oontonto, y cada
coea estaba en el lugar que lo oorrcspondia
; raro espectáculo, en verdad, porque
desgraciadamente no sólo en los peqn~
trapichea eino en haciendas importaatel
de nu01tro país, la mugre, el descuido 1
el deaórden oonapirau ú que no aea negocio
tan lucrativo como podria 10rlo, la ola-
•
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LA MUJER.
boracion de azúcar, especialmente en los otro tiempo fué uü predilecto atnigo '? ....
establecimientos medianos. Pues bien, al llegar á. esta casa he descu-
Al lado de la casa. se encontraba un bierto que el trapichero es tambien rui confrondoso
huerto poblado de naranjos, li- discípulo; pero así como el primero me
mos, oidros, limoneros, mameyes, manga- fué tan querido, éste me fué t.au odioso,
les, chirimoyo.s, de los que algunos estaban que su recuerdo es lo único nntipático que
cubiertos de flores y otros de frutos que se me ofrece al recordar mi vida de escolgaban
de sus ramas, amen rle las que tudiaute.
rodaban por el suelo. Una deliciosa som- -¿Por qué motivo?
bra convidaba á descansar iln aquel her- -Po1· uno que me causa ~mpacho mon-moso
sitio. cionarlo: porque le causé graves daños,
--J Este es, en verdad, un paraíso 1 ex- y esta ea una do tantas aberraciones de
clamó Adriana, sentándose bajo les thbo- nuestros sentimientos: así como amamos
les aliado de sus compañeras; miéntms rt los que hemos protegido, solemos aboque
la trapichera y los caballeros cojiau á rrecor á los que hemos dañado, prolonganmanos
llenas las mejores frutas para ofre- do ó perpetuando nuestra malevolencia,
cer las á las señoras. ruin pretension que es triste confesar, pero
-Felizmente, dijo don Gregorio, en es- de que damos frecuentemente ejemplos.
te paraíso no debe babor uiugnna fruta -¿Pero cómo descubrió usted que el
vedada, y aunque veo mtís de cuatro dueño de este trapiche, que es un neto
Evas, el tentador está. ausente. campesino, es su condiscípulo de antnño,
-Eso no lo pnede snoor usted, cont.es- ¡lo que no parece probable?
i tólo riendo Ma.nrieio : la tentacion en --Al abrir uno de los libros de medici-nuestro
tiempo no está p visible, ni toma na que hay en la sala leí su nombre:
la fea forma de una serpiente, sino que Juan Jiménez.
se encuentra en el corazon do cada EYa, -Así se llama, dijo don Gregario; pero
oculta en diferentes formas. 1 es un nombre muy comun y puede haber
-Cállate, le dijo Adriana {¡ su herma- muchos iguales.
no, y aprenae á ser 1n·udente, no hablan- -Cierto ; pero en el caso presento no
do nunca utal de las mujeres ... eu su pre- cabe duda. porque el libro fué mio y se
sencia. lo cambié por otro; y digo que fuá mio
-¿Y en su ausencia'? porque aún tiene mi nombre médio bo-
-Ese es otro cantar. rrado al lado del suyo. Juan Jimínez era
Viendo la trapicuera que sus huéspedes un jóven de pocos alcances, pobre, pobríhabinn
entablado una animada conversa- simo, pero muy estndioso y aplic~do: nuncion,
salió d~l huerto, pet-suadida de que ca se mezclaba en nuestras diversiones y
no se t.otnria su ausencia, y corrió á la jaranas, y su carácter era tímido y hasta
casa á d!lr la última mano á los prepara- huruilde. Cuando fuó á Hogotó. contaba
ti vos dEl la comida, cos!l séria en aquellos Yciute años de edad, ó iba con la intencion
sitios retirados. de &;tudiar medicina, pero estaba W.n atra-
-1\Iáximo, dijo l'cpita un n10mento sado en conocimientos, que hubo de codespues,
¿por qué está. usted tan callado'! menzar por aprender les ramos más elGNo
le he oido decir una palubra desde mentales do la educacion, eu lo quo emquo
nos desmontamos. plcó dos años ántes do emprender estudios
-Efectivamente estoy preocupado con supet;ores. Corto de alcances, se distinalgo
extraño que me ha sucedido y que guia por lo cuidadoso, por lo ordenado en
apénas me atrevería á referirlo pot temor todo y por su grande aplicacion, á que
de que se dudarn do mi veracidad. añadia costumbres rígidas, mereciendo que
-¡ Una aventura ! ¿ Y cómo y cuándo? los catedráticos lo distiugoieran particu-
Sepámosla.... larmento, y lo citaran como un ejemplo
-Ya que nos ha dado ltsted el prólogo, que debíamos seguir; elogios que nos lo
dijo don Gregorio, está obligado á narrar hicieron a.ntipntioo, y fueron causa de que
el suceso. lo mortificáramos con burlas y sarcasmos
1\láximo so sentó en un tronco de árbol, que él soportaba impávido. l!,alt.aban apé-y
todos le rodearon con curiosidad. nas algunos meses para concluir el primer
--¿Recuerdan ustedes al mendigv que afio de sus estudios de medicina, cuando
encontramos en el camino y que les dije on d&oubrimos que alguno de nosotros de-
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REVISTA QUINCENAL. 75
nunciaba nuestras fechorías, pues los maes- descubierto quién nos delataba, y decidítres
estaban al corriente de cuanto malo mos que tan pronto como conociéramos el
haoiaroos y hasta de lo que decíamos. To- antor, pondJ:iamos remedio á tan iosufridos
lvs dias teníamos algnn disgusto, tí ¡ ble mal.
causa de este espionaje, hasta que Lúcio
1\loutalvo nos anunció que creía haber, (Contimtat·á,).
--...,.....-~---
REVISTA DE EUROPA.
1
J.As LCUAs están de moda. actualmente en
el mundo. Los bonapartistas en Francia, al
encontrarse sin Jefe respetable, pues no puede
serlo nuuca el Príncipe Bonaparte-Je¡·ónimo,
tratan de formar alianza y liga con los
legitimistas. El Imperio, dicen, es una forma
de la monarquía, y cualquier gobierno es mcjol
· que la República, ¡¡ cnya. cabeza se encuentran
hombres como Gambctta, Forry, &c.
Muchos personajes adictos :i Napoloon III lo
ba.n escrito al Conde de Chambord, para manifestarlo
que estarían listos ti tmirPe á él, si
quisiera harorlcs ciNtns concesiones. Con
este motivo, ol último príncipe de la familia
ele los Borhones de .Francia tendrá una imr~
ortanto conferencia en Inglaterra, segun parece,
con loa delegados do los partidos do la
monarquía en !<'rancia, que desean ajustarse
0011 él.
socialismo es plaga que seca todos los elementos
do prosperidad, y con el agotamiento
do la fe los espíritus decrecen y la dcscsperacion
cunde entre los proletarios y los dosgraciados
del mundo. Es terrible la responsabilidad
de los que gobiernan un país, pues
con unas pocas mala& leyes pueden hacer retrogradar
la civilizacion pam siempre y sumir
en la desdicha á muchasgeneraciones.
1II
En BÉLGICA so ha pronmlj:\'ndo y 5ancionado
una ley igual á la qno hoy go::amo.~ en
Colorubía con rc.'\pocto :í. 1~ euseñanza pública.
'!'oca ya á loa padres de familia pedir la
enseñanza religiosa que so debe á sus laijos
en Ja¡,¡ oscnelas del Estado, y ésta se daní en
ciertos días por lns curas do las parroquias.
Sin ombm·go, en Bélgica no lut sido adoptada
esta ley en silencio por el puclJlo. La a~ilaciun
ora grande on muchas partes, y el Rey
ha pcrditlo su popularidad ¡;or haberla eancionll.
do.
IV
Po•· causa do los recientes ataques que ha
snfrido cu Francia el catolicismo, dko el
Times, las fiestas religiosas y las peregrinaciones
á Lourdea lum 11iclo en <>sto aiio, particularmente,
numerosas y brillantes. Ln. fiesta
del 15 do Agosto, dedicada á la Vírgc¡a,fué 1
como nunca. festejada, 110 ya cowo fiesta na.- lT.\LIA se C>ncuenh·a en una situacion bien
poloónica sino religiosa. crítica, y tendrá que optar cutre estos dos
II
dilema~> : entro Garibaldi y su partido tle dewaj:\'
o~os exagerados, 6 por la pa11.o IDál:l sensata
del ¡;ais, volviendo atras y amparándose
.Á.t:STRtA y PRUSIA tambien cstablocen sn en el catolicismo.
li¡;a para defenderse do su eterna pesadilla: En RustA el terror continúa; por una parH.
usia. 'l'anto los dos Empcmtlores como sus te el Gobiemo es tit·ánicu en o~tremo y pormini&
Lros, han tenido misteriosas entrcvist.us. , t~iguo sin tregna ni descanso á cu1ultos lloBismarck,
qne se ha ocupado últimamente en gan 1i l!er sospechados, aunque nada tenvolver
sobre sus pasos, ya tmtnndo de amia- ~nn qno ver con los nihilistas, y pnr otra
tarse con los católicos, á. quienes tanto ultra- las conspiraciones crecen y se multiplican.
jó, qnicre aliarse con A.ustria, continuan- Entre los nihilistas de peor especie, sindicado
su política de ti1·a y ajl-oja, con la cual dos do asesinos y ellvenenadoros y confesahace
tantos años que gobierna á Alemania. dos como tal, se encomraba últimamente á
Los millones quo estafó á Francia se lo han tma niña que no habia cumplido l5 años.
acabado al Gobierno, y los ricos están mónos Sus córuplicet! fueron jur.ga.dos, convictos y
1
ricos y l?s pobres Jl!IÍS po~rcs 9ue nunca en ahorcados: á el!a los juccc~ la conm~t:uo11
aquel p:us. La tcmblo eptdemia moral del la pena on 20 a11os do dcaherro en S1bc1·i::... ¡
- --- --.
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711 LA MUJER.
-~-- ---------- -------------
V se conccucn sitao ,¡ pcrSOII!\S ClJJa8 virtudes
son notaulcs. Entro ltu~ mnjore!l prcmiaclas
En mc1l.io ~o lotlos o8tOR ¡.;st~clos t;'\n llc- 011 Cllte 3 ¡¡1, so n•gistran dus ~;cñoritas, fu n-nos
tlo agalnctun y tau oscuru Rll ~.wnt.?nte, dndoms do 't~011 ho11picios en dos provincias
dclcnl'mo!l eon algun descanso In "1atn sobro do Francia y :t 1111,1 Jwroica júvcn 1 h.uuacla
Hsa•As.~ Leontint\ ~icollo. Do ésta hablaremos n11Ís
~~~¡mua parece gozar hoy de pnz Y ,tr~n- lar~o.
qmiHiad, y n? se ';O qno RO p~-upnro. nlla na_n- }~n el ho11picio tnn nfnau:ulo do Paris, lla~
unn ~-!'volltraoll 111 mayorM daaturiHoS 1\ucaa-1 rondo la Halpcl riérc, en tlcmdo ¡¡e recogen :í los
1~11. San tlu~a )a grand~ obrn ~~~ la_lutl'rnn- aéres más iufelicPsy tlcsgraciaclos tlo In hucaonnl
contmua trabaJa mio olla Rm ceilnr, toaniJacl hnv \lll local dedicado á. uiña11 itliocorno
en. tudas partes, pero no se nota !!n In Uls. !'iad:~ mfi's UL'Bolaclor y espautoso! J:n ese
sup_o~ficao nnda de alarmante Y la atmos!cm hospicio se veu desde la especie lnun:mn, •¡uc
poh taca parece claro y flercnn. I_.otl r•'['O~tdos ::;ólo allí hemos', isto, ,111e no ~e mueve, que n•'
lutos d~\ n•y Alfc:_n»'". que ha 'aslf? mor.u· cu tiene voluutnd, IJI!ll es en renlidatl un pedazo
poc~ mas d_? un an~, n 611 ahucio, n su 1 apo- de carne, c:o11 u jos que uo ven, con oi1ios quo
RA, n Stt cuua?n y 11 ,;u hcrrnanu!.. hn11 llena- 110 oyen que 1,¡ ¡;j1¡niem l'liente, hasl.1 la uiiía
do tic ·~mpasaon al p1rcl•ln cspauol, Y lo que Rordo-m;11¡11 pero que 110 carece 1le iutoligcncia.
110 logro .con la foa·tuna .Y ~~~. la ~o~or:n .lo 1 Las 111ujen·s quu tienen ú sn ca!·go este; nuno
h.•!. oLtcnulo cpn ~us peu,\R) h.t~lt z 111 • el 0.~- del cstaLicl'inlienlo, son los seres muR poruw
do 11118 subdttos. Con mola~ o dll la mue~- bres del m mulo, pues c•u 61 no hay porvenir,
le do .In hc_r!tHUH\ del UP.):_, In ,lllft~llln. .Mann 110 hay csporauza y tlclJO St'r Ullin embargo nhonos
d!a.s en Au~tna, ac mco¡;mto, 1'11 1111 ca m-; rn veintisiete nños 1111:1 señorita pobre, pcru
po,, Vll;atnndo 11 611 futuro~ l$(106a qno ootn do hncnn fa111iln y cduc:~.cion , suplicó cm:nrc-alla.
cidamcnle ()UU lo diesen el empleo de Bit ,.i .. n-
\'1 ta de aquellas iJiotaR. l'iu motivo era esto:
.Adcnms tlc J:u1 ligas y ulinm:ns 11110 se for- su matho so hahla vuelto loen, -::; coroo un puman
cutre los liohit·ruotl de Europa, cst:íu do din teucrln ñ sn lado, qucria qtro la rcdLiomocla
el abrir caualcR, IIÍ11elts, &c. ¡tam co- mn en d u.:s¡cital de Salpetrién•, poro dlu
mnuicnr loA paí:;os y lo11 IIHll"• s unos con no t¡llf'rin nbaaHiuuatla. <.:umu cntóuccs 110
otaos. haLia otro ctnplt·o vacanlu 1·11 el Estahlcd-l.
os [rrmrrses sü ocupan t'll or~:utizar la miento pioliú el tlo• si1 ,.¡1.11ttn de bs irnlu:eilc11.
contp:mín •JilC nbrir:í. el c:mal ele Pnn:uná ; Duruut'o "1.7 niio11 LeoutimL ~it!l>lle di\'itlili 1111
los rturos c¡uicreu labror un cnunl entro el tiempo entro lne niiins idiota!\ y &u rr1o1dro
mur Oa~~pio y ol 1nnr Xe¡;ro; los i11!}ltus loca, que 110 In ICcouocin y, aaás aún, (JUO I .L
pictumn a. do,; tthatlts por lo pronto: o no odiulla!
que so hnrá d..:oojo del Canal do In Mnnchl\, "\1 fin murió ln pobre !oc:~, p<'ro I.continn
entre lnglntc.rrn y 11rnncin, y otro cl~bnjo dt!l :uoaba yn ñ sus wotegidru~: llll voc:1eieu ero
Estrecho de IHbro.ltnr, t•·lm lXJnaumcar csn esa y, ¡;-mcillB á su6 cuidados y tcmuro, lofortnlcza
con la ticrn:1 ufric.uan; loa italianos gz:ó dospertnr In intcligcucia tlora.tidn, y o: usey
sttt=OS contiuú11n ILhticndo túncle& en los uó thanmle cso11 niioe ,,fidos á m:is de 600
.\lpen y .Apeuiuo~: mm compauía \1~ in¡;lo- níuas desampnro rclll)>Otu, nn :uljndil-am
plornd. "•es nsc¡;um11 que eso prol>lc.ma qno- 'un vrcmio o virtntl lt la ROJiorita Xieollo "!
dnrí1 resuelto en urcvc tiPm¡m. llloose, segun ..:uawlfl so uÓs prl!Bcut.m beroinal! rlo 'ste
las no:.i •i1111 m:í.11 rccit>ntcs, que cJcctivntncntu calibr.: al oir lmblnr de scmcj:mles snerifi-
011 el 1'c:.lo Xurtc C..'ti3tc tlll mar intcdor liLre, cio!l ,;¡ rccordur nlmc •acic.u tau .. ublirul',
cuyo clima os tan suave qno permito que cu no ,;os c¡ucdn otr L cosa que hn~.·cr sino pedil
sus costas hn~·n ~cgctncion, y como esta des- mi~cricordia al [líos do bondad ¡•or uuestm
¡.ro,;sto de hielo l.~rnugonnr con 'irtud. tal excelsa y
1
\'11 eminente? ¿Qué 11crán nuestras pobra¡ y
_ . . tristes obrnR do Jnisl'ricordia Ai las ~cmos ni
Todos los anos In Al:l.Gcnna fmnccsa clts- lado do loo l•ht .lil do cstn mujer·? U u.t
tribU.) o t·icrtos (lfélllios Ú la.'l pctsou;u¡ !mis de a~ u a en comp.ar.t<·ion olcl Océano.
"irlnos:u;, cuyos actoa ltn11 f;¡llu 11 (.I(>IIOt>ldos
cnmo tales. Bntos pn•wius, t¡llll <·onslau do
ciurll\ 1111ma en púlclko, no S. J.. 1>1. 8.
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 27", -:-, 1879. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088403/), el día 2025-05-09.