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SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES
Temporada Nacional de Conciertos Banco de la República • 2016
Foto: Mariangela Quiroga
Jueves 15 de septiembre de 2016 • 6:30 p.m.
Popayán, Auditorio del Banco de la República
Jueves 22 de septiembre de 2016 • 7:30 p.m.
Bogotá, Sala de Conciertos
Biblioteca Luis Ángel Arango
ALEJANDRO
PAZ
violín (Colombia)
RAÚL MESA
piano (Colombia)
@ConciertosBR
Banrepcultural Banrepcultural
Sala de Conciertos Banco de la República
Luis Ángel Arango
SÍGANOS EN
TOME NOTA
Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de
prensa y en el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le
permitirá ingresar al concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.
Si al momento de llegar al concierto éste ya ha iniciado, el personal del
auditorio le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo
con las recomendaciones dadas por los artistas que están en escena.
Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar durante
el concierto, con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el
público como para los artistas.
Durante el transcurso del concierto por favor mantenga apagados sus
equipos electrónicos, incluyendo teléfonos celulares, buscapersonas y
alarmas de reloj. Esto ayuda a crear un ambiente propicio para disfrutar la
música.
Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes, no
está permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías
durante el concierto.
SERVICIO DE PARQUEADERO EN BOGOTÁ
El servicio de parqueadero tiene un costo de $3.300 pesos y cubre 4 horas.
El pago se debe realizar previo al ingreso.
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ALEJANDRO JOSÉ PAZ VELASCO
violín
Nació el 17 de julio de 1992 en Popayán. Es egresado del Conservatorio de
Música de la Universidad Nacional de Colombia, donde estudió con Antonia
Kapitanova y Juan Carlos Higuita. Desde 2013 es miembro de la Filarmónica
Joven de Colombia, y desde 2015 de la Filarmónica Juvenil de Bogotá.
Paralelamente se desempeña como concertino en la Bogotá Chamber Orchestra,
agrupación que se caracteriza por trabajar sin director. Alejandro también ha
sido concertino de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de la Universidad
Nacional y de la Orquesta Sinfónica de Bogotá, FOSBO.
Participó en clases magistrales con la violinista Gesa Harms (concertino de
la Orquesta Filarmónica de Ulm), Francesco Manara (concertino de la Orquesta
La Scala de Milán), el Cuarteto Calder (Estados Unidos), el Cuarteto Carducci
(Inglaterra), Cosimo Stawiarsky (violinista de música barroca), Ala Voronkova
(Rusia-Barcelona), Ruben Aharonian (primer violín del Cuarteto de Cuerdas
Borodin), Marat Bisengaliev (Kazajistán), Benny Kim (Cuarteto Miami), y
Maxim Vengerov y Timothy Summers (de la Mahler Chamber Orchestra).
En su actividad como solista, fue escogido como becario del IX Festival
de Música de Cartagena en 2015 y obtuvo el primer puesto en el concurso de
solistas del Conservatorio de Música de la Universidad Nacional de Colombia
de 2015 y fue escogido para actuar en la Serie de los Jóvenes Intérpretes 2016 de
la Biblioteca Luis Ángel Arango. Como músico de cámara, ha sido ganador de la
convocatoria Beethoven 7:30 en Cali, y ha sido dos veces ganador en el Festival
de Música de Cámara de Bogotá, con Quintango.
Foto: Mariangela Quiroga
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RAÚL MESA FONSECA
pianista
Inició sus estudios musicales con los maestros Jorge Zorro y Pilar Leyva en la
Escuela Superior de Música de Tunja, su ciudad natal. Actuó como solista con la
Banda Sinfónica de Vientos de Boyacá, bajo la dirección de su padre, el maestro
Fabio Mesa, con quien también realizó sus primeros estudios de dirección. Se
graduó como especialista en Dirección de Orquesta en la Fundación Universitaria
Juan N. Corpas, bajo la guía del maestro Luis Eduardo Vargas. Culminó sus
estudios de maestría en Dirección Sinfónica en la Universidad Nacional de
Colombia, con el maestro Guerassim Voronkov, y obtuvo su título de magíster
en Música en la Universidad Duquesne, en Pittsburgh (Estados Unidos), donde
estudió con David Allen Wehr y Natasha Snitkovsky. Actualmente es docente
y pianista colaborador en las Universidades Nacional de Colombia, Fundación
Universitaria Juan N. Corpas y Pontificia Universidad Javeriana.
Mesa fue ganador del primer premio en el Concurso Nacional de Piano
de Bucaramanga, en 2003. Al año siguiente representó a Colombia en el
Festival Internacional de Piano de la Universidad Industrial de Santander, en
Bucaramanga, y tocó como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional de
Colombia. Entre 2005 y 2011 se desempeñó como director titular de la Orquesta
Sinfónica de la Fundación Unimúsica. Fue finalista y ganador de las ediciones
2006 y 2007 del Taller Nacional de Dirección de la Orquesta Filarmónica de
Bogotá. Así mismo, participó en las versiones 2005 y 2006 del Taller Internacional
de Dirección en el Conservatorio del Tolima, consiguiendo el primer lugar en
2006. Ha dirigido la Orquesta Sinfónica de la Fundación Universitaria Juan
N. Corpas, la Orquesta Sinfónica del Conservatorio del Tolima y la Orquesta
Sinfónica del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia.
Desde 2008 es invitado regularmente como pianista colaborador al Seminario
de Perfeccionamiento Técnico y Clases Maestras de Violín que la FESNOJIV
ofrece en Mérida (Venezuela). En 2012 y 2013 participó como pianista
acompañante invitado en el Festival Internacional de Música de Cartagena.
En varias oportunidades, ha sido convocado para tocar y colaborar en talleres
y festivales, tales como la Serie de los Jóvenes Intérpretes de la Biblioteca Luis
Ángel Arango del Banco de la República (Bogotá, Cali, Manizales, Santa Marta,
Ibagué y Pereira), el Festival Internacional de la Cultura, en Tunja, la Semana
del Clarinete (Tunja), la Noche de Violas de la Universidad Javeriana, el Festival
Colombia Tuba, el Taller Nacional de Dirección de la Orquesta Filarmónica de
Bogotá, la Orquesta Sinfónica del Conservatorio del Tolima y la Orquesta de
Jóvenes Latinoamericanos CAF, entre otros. Ha colaborado con varios solistas
en Colombia, Venezuela y Estados Unidos.
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LA SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES
Y EL CONCIERTO DE HOY
Desde 1985 la Serie de los Jóvenes Intérpretes es parte importante de la
programación musical del Banco de la República. En algunos casos estos
recitales son la primera experiencia profesional de los mejores estudiantes
de música del país y, con el paso de los años, ha demostrado ser un aporte al
crecimiento artístico de músicos cuyas carreras continúan desarrollándose tanto
en Colombia como en el exterior.
Dieciocho jóvenes participaron en la convocatoria de la Serie de los Jóvenes
Intérpretes 2016 en la categoría Solistas-cuerdas frotadas. Alejandro Paz fue
seleccionado, junto con un violonchelista y un violista para presentarse dentro
de la temporada de conciertos 2016.
PRÓXIMOS CONCIERTOS DE LA SERIE
DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES
Foto: Manuel Eduardo Parra
JAIME RAMÍREZ, clarinete (Colombia)
Andrés Roa, piano (Colombia)
Jueves 13 de octubre de 2016 · 6:30 p.m.
Popayán, Auditorio del Banco de la República
Jueves 20 de octubre de 2016 · 7:30 p.m.
Bogotá, Sala de Conciertos
Biblioteca Luis Ángel Arango
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Ciaccona de la Partita No. 2
para violín solo en re menor, BWV 1004
(1720)
JOHANN SEBASTIAN BACH
(1685-1750)
Sonata para violín y piano
en sol menor, L. 140 (1917)
Allegro vivo
Intermède - Fantasque et léger
Finale - Très animé
CLAUDE DEBUSSY
(1862-1918)
INTERMEDIO
Romanza para violín y piano (1944) SANTIAGO VELASCO LLANOS
(1915-1996)
Sonata para violín y piano No. 3
en re menor, Op. 108 (1886-1888)
Allegro
Adagio
Un poco presto e con sentimento
Presto agitato
JOHANNES BRAHMS
(1833-1897)
CONCIERTO No. 51
PROGRAMA
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NOTAS AL PROGRAMA
Por Rodolfo Acosta R.*
Bach
En 1717, tras una década de fructífero trabajo en la capilla ducal de Sajonia-
Weimar, Johann Sebastian Bach decidió presentar su renuncia. El motivo que
lo llevó a tomar esta decisión —la cual le costaría una sentencia carcelaria— fue
el no haber sido nombrado maestro de capilla tras la muerte de quien habría
sido su antecesor. Tras su liberación, Bach obtuvo justamente ese puesto, pero
en el principado de Anhalt-Cöthen. La ironía detrás de este hecho es que el
príncipe Leopoldo era calvinista y, por ello, las prácticas musicales religiosas que
aprobaba eran de una austeridad tal que el genio de Bach se habría desperdiciado.
Afortunadamente, Leopoldo mostraba un verdadero interés por la música,
siendo incluso un hábil cantante y multinstrumentista. Así, el maestro de capilla
Bach terminó dedicándose fundamentalmente no a la música religiosa, sino a la
secular, y fue en este período —que se extendió hasta 1723— cuando compuso
la mayoría de sus obras instrumentales. Entre muchas otras, podemos citar obras
tan importantes como los Conciertos brandeburgueses, El clave bien temperado,
Libro I y una cantidad notable de música para instrumentos solistas, entre ella los
monumentales ciclos para violonchelo y para violín.
Hacia 1720, Bach compuso sus seis sonatas y partitas para violín solo. Las
tres primeras básicamente siguen el esquema de sonata da chiesa, mientras
que las segundas siguen el de sonata da camera; en otras palabras, son suites
de danzas estilizadas. Según algunos, la segunda de las partitas —en re menor
(BWV 1004)— pudo haberla escrito en memoria de Maria Barbara, su primera
esposa, quien murió el mismo año de la composición de la pieza. De esta
partita escucharemos el quinto y último movimiento, una descomunal ciaccona
(chacona) que ha sido descrita con el pintoresco superlativo de ‘Everest de los
violinistas’. Con una duración promedio de quince minutos, iguala la de los otros
cuatro movimientos juntos.
Íntimamente relacionada y con frecuencia indiferenciable del pasacalle, la
chacona es también una danza de ascendencia hispanoamericana que se consolidó
hacia el siglo xvii, y muy transformada entró a ser parte de la suite instrumental
europea. Característicamente se trata de una serie de variaciones continuas, más
frecuentemente construidas a partir de una secuencia armónica recurrente que
de una melodía a ser transformada. En el caso de esta chacona en particular, la
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ascendencia americana se ve reforzada por un carácter de zarabanda dado por el
ritmo de la música, el cual utiliza un compás ternario pero con un cierto acento
sobre el segundo tiempo, creado a través de su alargamiento. Este movimiento
se articula en tres grandes partes, con las externas estando en re menor, y la
central, en su paralela1 mayor. La primera gran articulación es alcanzada a través
de una seguidilla de variaciones de creciente contrapunto implícito2, agilidad e
intensidad, que llega repentinamente a un aparente retorno a la textura inicial.
Tanto en este caso como en la segunda gran articulación formal, los intérpretes
suelen hacer un llamativo trino extendido para preparar el cambio de sección.
Un nuevo regreso a la textura inicial nos prepara para el fin de este incomparable
viaje a través de la técnica instrumental del siglo xviii.
Debussy
El 5 de mayo de 1917, Claude Debussy hizo su última presentación pública
como pianista, estrenando lo que suele considerarse su última composición: la
Sonata para violín y piano en sol menor L. 140. El genial compositor moriría en
menos de un año, aún sin conocer el final de la Primera Guerra Mundial. Esto
es algo verdaderamente trágico para alguien cuya niñez estuvo marcada por la
Guerra Franco-Prusiana y que creció bajo el complejo que Francia padeció por
su derrota en aquel conflicto. Así, un cierto sentimiento antigermánico redondeó
la vida de Debussy y tuvo mucho que ver con los esfuerzos que hizo por
independizar la cultura musical francesa de aquella de la región austrogermánica.
Desde gestos superficiales, como agregar a su firma el rótulo chauvinista Musicien
Français, hasta su trascendental oposición a los cánones armónicos, melódicos,
formales y estructurales de la tradición musical teutona, fueron muchos los actos
de distanciamiento que llevó a cabo Debussy. Para la época de la Gran Guerra, el
compositor giró hacia un último estilo, basado en una especie de nacionalismo
no populista. Este aparente neoclasicismo no fue un regreso a prácticas
austrogermanas con reminiscencias de Haydn, Mozart o Beethoven, sino, más
bien, a la música cortesana francesa de los siglos xvii y xviii y a la influencia de
Lully, Couperin y Rameau.
En 1915, Debussy prometió un ciclo de seis sonatas para diversos
instrumentos, de las cuales alcanzó a componer tres: una para violonchelo y
piano, una para flauta viola y arpa, y una última —la del concierto de hoy— para
violín y piano, en la cual, tomando en cuenta el contexto en que fue compuesta,
1 Tonalidad paralela es aquella centrada en la misma altura, pero con cualidad modal
opuesta; en este caso, re menor y re mayor son tonalidades paralelas la una de la otra.
2 Contrapunto implícito es el efecto que logra el compositor de hacernos percibir varias
líneas musicales simultáneas por medio de un instrumento predominantemente
melódico.
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esperaríamos encontrar pistas del sufrimiento individual que padecía el
compositor en medio de un sufrimiento colectivo: moría de un tortuoso cáncer
de colon en una París bombardeada por los alemanes. El tono de la pieza, en
cambio, es elegante, austero y hasta tranquilo, más un espacio de refugio que
un pedestal para la denuncia. Sobre el papel, los tres movimientos parecerían
establecer un gran contraste temporal que articula la forma compuesta. Sin
embargo, las particularidades de la sofisticada escritura rítmica y los cambios
de métrica y tempo internos hacen que en realidad no haya una articulación,
como sí ocurría en el genérico plan tradicional rápido-lento-rápido. Hay
aspectos cíclicos3 en la construcción de la Sonata, y con frecuencia establecen
una relación ambigua con la métrica, de manera que siempre parecemos flotar
sin estar del todo seguros de lo que está ocurriendo. Los desarrollos melódicos
parecen comenzar, dudar y disiparse una y otra vez, mas las proporciones son tan
apropiadas que todo cobra una naturalidad casi improvisatoria, absolutamente
satisfactoria.
Velasco Llanos
Santiago Velasco Llanos nació en Cali, ciudad de cuyo conservatorio fue
alumno fundador. En esta institución estudió bajo la guía del gran compositor
y pianista Antonio María Valencia, entre 1933 y 1941, aunque ya desde 1927
componía música ligera para piano. En 1941 fue becado para viajar a Santiago
de Chile, donde estudió en la Universidad de Chile con compositores de la
talla de Domingo Santa Cruz, Pedro Humberto Allende y Carlos Isamitt. Allá
mismo, mientras fungía como docente en la cátedra de Análisis Musical de la
Facultad de Ciencias Musicales, descubrió en la enseñanza un campo que
lo apasionaría por el resto de su vida. A su regreso a Colombia fue nombrado
profesor y eventualmente director en el Conservatorio Nacional de Música
de la Universidad Nacional, en Bogotá, cargo que ocupó entre 1950 y 1953 y
durante el cual restructuró la carrera y publicó textos de teoría musical para
uso institucional. En 1952 lideró la oficialización de la Orquesta Sinfónica de
Colombia, haciendo parte de su Consejo Directivo y llevando a cabo muchas
actividades de representación oficial, tanto a nivel nacional como internacional.
En 1956 regresó definitivamente a su ciudad natal y se convirtió en director
del Conservatorio de Cali. Además de componer y enseñar, dedicó el resto de
su vida de manera muy especial a la dirección de coros. Recibió numerosas
condecoraciones por sus labores.
3 Cíclico se refiere a la recurrencia de materiales melódicos en diferentes movimientos,
con el fin de generar unidad macroformal.
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La Romanza para violín y piano, fue compuesta en 1944 en Santiago de
Chile y, según una nota de prensa de la época, está inspirada en temas indígenas
colombianos, cosa que resulta difícil de creer. La pieza es una miniatura
encantadora construida a partir de una melodía pegajosa presentada en una breve
introducción, desarrollada en una sección principal que se repite y concluida
simétricamente al final. Se trata, en fin, de una pieza ligera del período formativo
del compositor, comparable en cierto sentido a la Canción de cuna que su antiguo
maestro Valencia había compuesto en 1935, justamente cuando Velasco era
su estudiante. Cabe mencionar que el repertorio de música colombiana de
principios del siglo xx para violín y piano no se limita a breves piezas de carácter.
De hecho, se pueden encontrar obras de mayor envergadura para este formato,
como el Dúo en forma de sonata del mismo Antonio María Valencia o las dos
imponentes sonatas de Guillermo Uribe Holguín. Será maravilloso cuando estos
repertorios comiencen a ser parte central de nuestros programas de concierto.
Brahms
Cuando el músico alemán Robert Schumann conoció a Johannes Brahms en
1853, inmediatamente lo aclamó como genio en Neue Zeitschrift für Musik, la
revista musical que el mismo Schumann había fundado y de la cual era editor.
Para ese momento, Brahms contaba con apenas veinte años y nada substancial
había compuesto, cosa que pone en evidencia el olfato de Schumann para
identificar calidad, incluso en una etapa incipiente. Con el paso de los años,
Brahms confirmaría el talento que su colega reconocía, al convertirse en el
gran heredero de Beethoven, como muchos lo han descrito desde entonces. Su
catálogo se nutriría de sinfonías, conciertos, canciones, música para teclados,
música coral y, claro, una buena cantidad de música de cámara.
Vale la pena recordar que, al principio de su carrera, Brahms había
conformado un dúo de violín y piano al lado del violinista húngaro Eduard
Reményi. Este encuentro y aquel otro con el virtuoso húngaro Joseph Joachim
no solo le brindaron un profundo conocimiento del violín y del formato en
dúo, sino también despertaron el gusto por elementos melódicos y rítmicos de
influencia húngara.
La tercera y última de las sonatas para violín y piano compuestas por Brahms
apareció en 1888 y es ejemplar del estilo de plena madurez del compositor.
Desde el principio mismo exhibe la claridad en el planteamiento de materiales
motívicos y las estrategias de desarrollo que, ya a finales del siglo xix, son
típicas de supervivencias tradicionalistas del clasicismo. Iniciando en re menor,
la presentación del primer tema por parte del violín se torna apasionada, antes
de que el piano presente un segundo tema danzante. Los desarrollos tonales
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y los recorridos formales se llevan a cabo con transparencia previsible, sin las
ambigüedades que escuchamos, por ejemplo, en Debussy.
El segundo movimiento se desenvuelve con un lirismo expansivo por parte
del violín, como una canción sin palabras, meciéndose suavemente en re mayor.
Típico de Brahms, quien tuvo una relación significativa con la Schrammelmusik4,
la repetición variada de la melodía se enriquece con superposiciones rítmicas
creadas por el acompañamiento. En ellas, elementos binarios y ternarios se
entretejen logrando fenómenos que nos pueden recordar el pasillo o el bambuco,
músicas que se desarrollaban justo en esa misma época. El tercer movimiento,
en fa sostenido menor, es un breve trozo en tiempo binario en el cual violín y
piano se turnan los juguetones materiales melódicos y de acompañamiento. El
apasionado cuarto movimiento nos regresa a re menor y, como en el primero,
el piano ofrece algún descanso, pero nunca por mucho tiempo. De complejidad
comparable al primer movimiento, aquí encontramos toda la riqueza rítmica y
textural que caracteriza a Brahms, con la transparente expresividad que lo hace
tan apreciado.
*Rodolfo Acosta R. Compositor, intérprete,
improvisador y docente colombiano. Su música ha
sido presentada en una treintena de países de las
Américas, Europa y Asia, ha sido publicada en partitura
y disco compacto por diversas editoriales, y ha recibido
distinciones a nivel nacional e internacional. Es
miembro fundador del CCMC (Círculo Colombiano de
Música Contemporánea), director del Ensamble CG y ha
liderando colectivos experimentales como Tangram y la
B.O.I (Bogotá Orquesta de Improvisadores). Ha sido profesor y conferencista en
numerosos conservatorios y universidades de las Américas y Europa. Sus escritos
han sido publicados en libro, enciclopedia, revista (física y virtual) y programa
de mano, medio que lleva cultivando dos décadas ininterrumpidas.
4 Schrammelmusik es una música popular urbana vienesa, desarrollada sobre todo desde el
último cuarto del siglo xix.
PRÓXIMOS CONCIERTOS
LA MÚSICA DE GABRIELA ORTIZ
(México)
Domingo 25 de septiembre de 2016
11:00 a.m.
Bogotá, Sala de Conciertos
Biblioteca Luis Ángel Arango
Este concierto se realiza en
colaboración con el Segundo Festival
de Cuartetos de Cuerda
Entrevista abierta con la compositora
Gabriela Ortiz
Sábado 24 de septiembre de 2016
10:00 a.m.
Bogotá, Sala de Conciertos
Biblioteca Luis Ángel Arango
ENTRADA LIBRE
LA RITIRATA
música antigua (España)
Miércoles 28 de septiembre de 2016
7:30 p.m.
Bogotá, Sala de Conciertos
Biblioteca Luis Ángel Arango
CUARTETO AVALON
(Estados Unidos)
Miércoles 5 de octubre de 2016
7:30 p. m.
Bogotá, Sala de Conciertos
Biblioteca Luis Ángel Arango
El Cuarteto Avalon también se
presentará en Valledupar y en Riohacha.
Foto: Héctor Amézquita
Cód. PULEP: OLP356
Foto: Todd Rosenberg
El concierto de La Ritirata hace parte de la
programación del Festival Internacional de Música
Sacra de Bogotá y se realizan en colaboración con:
Citación recomendada (normas APA)
"Programa de mano - Alejandro Paz, violín (Colombia)", Bogotá (Colombia):-, 2016. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2872706/), el día 2025-05-09.
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