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Gazeta de Colombia - N. 60

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  • Año de publicación 03/12/1822
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Gazeta de Colombia - N. 60", -:-, 1822. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2874598/), el día 2025-08-05.

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Imagen de apoyo de  Podcast: "Rock al Parque: la música"

Podcast: "Rock al Parque: la música"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2019

Podcast que recopila testimonios del público asistente al ciclo de charlas "Libertad Sublime" realizadas en las Bibliotecas Públicas de BibloRed. Dan cuenta de la experiencia musical relacionada al Festival Rock al Parque. Los participantes relatan sus vivencias: donde compraban los discos, los primeros conciertos a los que asistieron, como se difundían los nuevos exponentes del rock colombiano en los medios públicos, la relación de los rockeros con seguidores de otros géneros musicales y la influencia que tuvo esa música en un momento en sus vidas.
  • Temas:
  • Rock (Música)
  • Música

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Podcast: "Rock al Parque: la música"

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Gazeta de Colombia - N. 60

Por: | Fecha: 03/12/1822

GACETA .DE COLOMBIA. N.LX. Domingo 8 de diciembre. TRIM .. V. 9'.,, _ ,,.,...,..,, .. ,,,,,. l'_,.,..,..,.,..,..,..,..,.~~--,.,..-5' ~ Esta gaceta sale los domingoa. Se srueribe á ~Ita en las -~ ~- adminzstrGcione& de correos ~ Bogotá. CaraCQs, Quite, ~ \ Santa--marta , Cartajena, Popa!Jan , Citará • Panamá, ~ lf;_.,..lf'_,,.,.,.~,.~,,...,..,..,..,..,..,..,.,.,..,..,...,..,,.,__.,.. ~ ~ ~ La Sflscricion an.ual valt! . l~ ps. 6 Ja riel semestre y !3 la del ~ ~ trzme~tre. E l editar dtry1r:z los nums. por los correos á los ~ ~ 3uscr1tori>s: !I W$ de ~~ta ciudad los ret:ilmán en ta tzenda \ ~ de Ra/ ael Flores, donde tambi.en se admiten suscricio11es y ~e \ ~ venden los númg. á 2 f. reales. . \ ~ Medellin, Cumaná !I GuaytllJUil. ~ 4-' ~ INTERIOR. • CONTESTJJClON tionables principios del derecho comun de ,las jenks, sino que estan en abierta oposicion con los que_ han proclamado ultimamente las córtes de la nacion espafiola. B .. jo este doble aspecto, V. E. me ~rmitir& prescn­-~ l go~ierno á la eaposicion de lo1 ta~le ~lguna~ consideraciones, y exijirlc es-phcac1em: s mdlspt:nsables para fijar la inte­ ·estranj~ro• ineerta ~n. el niem. anterior. lijencia de e:,tos dos actos, c¡ue parecen cho- Repú6lica de Colom6ia-S6cretarrtr de t!d(Jt/o car, Y contr'Jdccirse entre ~i, y que tienden ~del de4p11clw del intenor-Palacro ch goh;n-. á knovar Jos horribles cuadros del sangui­~ no n1 Bo~otá á 26 re de l&-.l.2· -12 nario frem:cí, que ha manchado la historia , de nue!tra actual contienda. SEfrnllJ! ... : La esposicion qut." \!V. han dirijido a[ gobierno dcclanmdole su ma-1 firmf' adf'.Sion á la República cou motivo de 1,,s actos públicos del jeneral espanol Moralt."3 ha men:ci con que VV. miran la con. .ducta dd jt!neral cm·migo es un sentimien. to propio de las alm~s criadas para la liber. tad y para bact:r bit'n a ~us sem1..jantes. Los delirios de un partido que ya e:spira no pue. den jamas intimidar á los que nn . temit:ron unir su suerte á la de: Colombia7 cmml orguUo dt: un eoemi. ~insolente-, 7 anular su' miras y pr\:.1.eusio­DCS. N ur~tra& R-yes dan absoluta ~gu ridad y garantía á los c-strdnjc:rus ~sidentes *º •Ja "Repú blica. y sic:ndo d gnhid·no el mas fiel ob servad • 1r de d las, VV. dt:ben vivir tranquilos n.o solo escuciados dr: los jenero. sos sentimientos que han manifestado, sino confiados t-n que su -.uate éstá idt'ntificada con el honor de la Rt'pÚ blica. E l gobierno recordará t-ternamente con p'aacer el dia· en que • ·~ .. han consig nado en su espusicion lqs dt... .; y sentimit'ntos que habil:ln acre­d1t; ado elY el curso d t' l.s gm:rra, y 110 duda que el pueblo de C o lom bi~ St:rá reconocido i esta 1mportante cooperacaon. . Acepten VV. dr; mi parte los testimonios de placl·r y consideracion que m\? inspiran las "Ue VV. esponen en fa.vor de la República ;()o las cuales soy de VV. atento servidor. Jo1é Manuel Restrepo. GUERRA. l.e!'ú.6/ica de Colomhia-St'crett1rio ck mori. !IÓ, y P"'"·=Pola&io de Bogotá á 28 de noviembre de 1822- 12. . . Al e1cmo. sr. jeneral m jife del ',jh'· ez~o esJlaflol t!sp~diewnario de Ciuta. -firme. Una casualidad ha puesto en mis manoa ;opiaa impresas de dos decretos que se di­en ~pedidos pnr V. E. en 15 de aetiembrc 22 de octubre último, imponkndo m el rimc-ro pena de mu~rte~ y confiscacion de ·enes á Jos e"'tranjeros que 5e hallen en el ~rritorio de la República y en d segundo de- - clarando insusistcnte el tratado de regula. izacion de la gut"rra. Mil circunstancias han concurrido á la 'Z para cscitar en mi gobierno Ja mas vi. sorptcsa al ler ·estas declaratorias. Ellaá solo Yulacran .. mas puros, e incucs- Como V. E . ha clasificado i los estranje. ros en su decreto de 15 de setiemk>re, dis­tinguit> ndo los que han abrazado el servicio de Colombia y au xili. dola, de los <:ue ,ao. lo hacen d comercio; yo st"güiré esta misma division para manifestar qut ninguna de las dos cluses ei& acreedora á las rigorosas penas con que ae ks conmioo-Ntidie ha~ta aho­ra babia revocado Á duda, y mucho menos juzgado como crjmimll d derecho de las na­cioot: s neutrales para tratar · con las belijc­ran~ cs. LQ8 publicistas mas estrictos, y las naciones m.is celosas en t·st~ ndi.;r los der<:-chos de ~a g uerra, no se h . m atrevido a negar Ca• te a los nt•Jtrales, y cuando mas han pre­tendido que no puedan ejercerlo para· intro. d ucir armas, mumc iones, y elementos de guer­ra a los enemigos- Sino fut:ra esta la doc­t rina jeneralmente recibida, no serian nece­sarios los d ... :c retos ~ blo<4Peo, y menos aun d ~:'os e&ctívos. Y o no deberia dctenc::r­me mas sobre esta }1'lrte dd decreto de V .E. que intenta csclu ir de nUe!!itro comercit> á lo' c~tranjeros, por qne siendo un ataque directo á sus derechos, todas las . naciones cuidarán de conset varlos con b f'uerza, sin pecesidad de recurrir á las coaliciones, ni á la neutrahdad armada; pero como parece que V. E. quitTe fundar su de ci~ion en las . -antiguas leyc:s coloniales de Ja E spána para negarnos las Jib .::rtude:-s de pueblo, me-es for. ZOMJ Ua1nar Ja ate ne ion de V. E. recordan. do los muchos actos posteriores á las le­yes de indias, en que se han f t'sti tuido á la América los derechos l derecho de jen­tes han supuesto <]Ue doot! d n.><.1mcnto en que · nuestra guerr.. tomó ~l carnctcr de un3 guerra civil, &e; dlso?v1et'Qft }09 lazos, ciue nos unian á la nacion, y gobkrno t'spañot, Ó que por lo meno:s se su:i.· t:nU.t-blo -en gut-rra igual e-n todo á los demus bdijc:rantt:s. Mas ¿para que buscar otras lt"y~s, c:¡uc: ms mi~mos de­cretos de V. E. ? El de 22 de .octubre con. fiesa que hay un tratado existt:nte: que nues­tros oficiales, y tropa priaioneros no son cas. tigadoa como rebeldes, snq que gozan del dettcho de la guerr.t: qut ~os pueblos ocu. pados por la República, serán tratados como lo sean por ella los que domina el ejército español." V •. E. reconoce poes nuestros de. rechos como pueblo indeptndieute y es en vano. que ha mostrado olvidarse de ellos ef\ au primei: decreto de 15 de. ietiembr:e. El será rcclamád.G ronU.lmcn11: por los ~mas gobie~os, como lo es por el mio, y C"· ~mbaa apesa~ ~e él dispensará á los estran­Jeros la hosp1tahclad, y pruteccion que les ~oncedt!n nuestras leyes, y que exijen la na­turaleza, y las relaciones jenc rales, que la unen con loa demas putbJos de la tierra. Quisiera omitir mis refteccíones sobre la primer-.t partt: dd decreto dt! 15 de setitm­bre por que siento una estttma repu~b al demostrar los abiurdos, y contrariedades que e nvuelve. No es posible adivinar bajo que aspecto coni>ider6 V. E . i los estranje. ros al servicio de Colombia. O ella.! son simplemente estranjeros, ó son colombianM. ?4o hay m~d io entre estos dos cará~teres, asi como no hay razon que los condene ba.­J º de ninguno de los dos. Como estranjeros, no es V. E . quien debe jusgarlOs, y mucho menos dictarles leyes no estando dentro del territorio de su mando. Ellos entonces perte­necen á su nacion, y no están sujetos sino á los_trata~os qu~ exi&tm entre ella, y Ja Espana. Si se d ice que al abrazar el servi­cio de Colombia renu ncian los derechos de su país, &eria introducir una reforma escan­dalosa en d dereeho político de Ja mayor parte de los pueblos que sost.ienen á sus va­sallos en donde quiera qu(: estén, y semejan­te reforma no ~ admitirá sino emana de cada nacion por si misma. La circunstart­cia de haber tomado las armas en favor oe la R~ptÍblica, no (J1lede degra.dado$.a... lacia­se de hombrea, 1 cuando mas los reduci .. ria á la misma condicion del pueblo, cuya cau&a defienden, ó auxilian. l fo es dificil ci­tar á V. E. millares de cjt>tnpl09 sacados de la conducta de todo.t los bdijerantes, para comprobar que los cut_-rpos e:stranjeros a1 sen ido de una nacion nu nea han stio tn• f eriorcs á esta en consideradon. La ~gla je­neral és, que los que sirvc:n como aliadoa con~van los derechos y privilejios de su nac10n, 1 los que lo hacen como auxiliarea formando un cuerpo de t"Jército con el del pueblo que defiend~n, IC reduscan á ta con­dicion de f'ste. ¿De donde viene pues que los estranjeros comprometidos en el cj~rci­to, ó servicio de Colombia sean· castiga­dos de mu~rte, y con presidio, y pérdida df' sus prop1edades,cuando los colombianos no cstan sujetos a tales penas? ¿No es esta una contr-ctdicion, y un absurdo inconcebible? ¿Es rle mas pu ni ble trascendencia á la sobera .. nia, y Ieiitimos derecbvs de la nacion espa­fi ola el St:rvicio de unoi pocos ·amigos dé la hum·anidad que el. ck tres millones de co­lomb1anos? ¿ Y tiene. Ja España sobre ellos el mismo derecho q~e pr.eteí1de km:r sobre los colombianos? Con mas razon podi.á V. E. dt'scargar su furor contra los diputados en lai córtes ~spañolas que han sostenido nuestro lt'jítimo den:c~o para 1er librt's, y que han v.it~1>t'rado tan severa, y juiciosa. mente la m1usta guerr:.t que se nos hace. Si la cooperacion á nuestros ~sfuerzos ~s crimen tan enorme, que merece mayot pena que el de rebelion, ¿ por que no com­prc_ nde V. E. en su decreto á los· Estados• Unidos dd nortr", y á los reinos de Portugal, y Brazil que han dado el ejemplo de reco. nocernos como indc. ptndientes ? ¿ Por que no se intima , y castiga igualmente á la Gran-Brctana, á la Francia, Rusia, Helanda. y su~cia, que han mand<1do admitir en suá puertos nuestro pabelJon, y algun~s de eltm. arreglado nuestro comercio? Las ·naciones enteras . no son criminales, y sí sus indivi­duos, por que usan de un ciettchg que le• dá $\l ¡obicrno. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Pretender castigar de ll'iuerte á una parte del .ejército de Colombia, y no á la otra, es provocar una cruel represalia, que bien pronto· -dejenerará, como- en Jos anos pasados, en UJaa guerra á muerte. Ningun gobierno, ningull hombre puede ver con in­diferencia degollar á su herma~o, ·y amigo, al roml?rliero de su causa, y de su s~terte, 3in sentir la 'Rlas viva indignacion, y el ardicn­- ic deaeo de vengarlo. Estos sentimientos es. tan el) el fondo mismo del corazon, y no hay poder bastante para destruirlos. Aquel que los irritá, y exalta, es el 1010 respon~ble de )as funestas consecuencias que deben se­guirles. V. E., pues, al dar el decreto de 15 de setiembre ha proclamado una verdade­ra guerra á muerte, que lejos de haber si­~ o revocada por el otro de .22 de octubre ha sido confirmada en los ~rtjculos 3. o y s.• Paréceme que he demostrado la contra­diccion en que está al decreto de 15 de 8etiembrc, no solo con el derecho de jentes, sino con el de V. E. de 22 de octubre. Résta­me ahora pedir las esplicaciones sobre ~ste. Si he seHtido tanta repugnancia para combatir · aquel, es facil que V. E. conciba cual será la que sufro cuando me véo for. sado á-contra,decir . las consideraciones en que quiso V. E. fundar su segundo decreto. Es á la verdad bien dur~ haber de decir, que no se encuen~ra en todas ellas una sola que sea conforme con la conducta observada has­ta ahora por el ejercito de· Colombia. No habiendo V. E. citado un solo hecho para comprooar las n~gras, y atroces imputaciones <¡ue nos hace; debo limitarme á pedirlos. Entre tanto V. E. se engaña, si cr:ee arnos en las ca­p1tulaeiones concedidas á los coroneles Pe­rcira y Caturlá en la Guaira y Cumana, al brigadier Torres en Cartajena, a la guar­nicion del Istmo de Panama,_ á la columna del coronel Morillo en Maracaibo, ó a las divisiones de Quito, y Pasto? Todos·estos jefes lejos 9e haber hecho el menor réclamo, han manifestado su reconocimiento á la bue­na fé, y .relijiosidad de Colombia y no cesan de proclamarlo asi, aun despues de estar den­tro de los dominios de su nacion. Y o desa­fio á V. E. á que cite una sola infraccion bien caracterizada como las que he citad o yo en mi nota de 20. de setiembre ultimo de que tengo la honra de incluir ahora du­plicado, y las que espuso .antes S. E. el je­neral Soublettc en oficio de 14, de febrero. Nada conv~nce ~as la relijiosidad de ~i go. bicrno en el cumplimiento de los tratados existentes que la falta de reclamos de parte dd ejercito español. El unica que V. E. y su predecesor han intentado es sobre :a muer­te juridica del coronel Antonio Ramos; pe­ro las respuestas que dio el sr. jeneral Sou­blette en 5. y 14. de febrero 1 y la mia de 10. de abril no han sid<:> replicadas, sin em. bargo de que se ofreció satisfacer amplia. mente siempre que las razones cspuestas en la scnteacia de la corte marcial de Caracas no convenciesen-¿ Cuales son pues esas muer­tes afrentosas, ocultas, y barbaras ? Y o no hé oido hablar sino de las -ejecutadas en Coro por las tropas y jefes espanoles contra pai­sanos indefensos, r. contra militares honra. dos. Sobre la devolucion de los heridos yo apelo al juicio del sr. jeneral' Latorre, á cu­ya dieposicion se han puesto fos que se to. maron en Carabobo ¿ Y para que retendría­mos los heridos cuando hemos dejado en h~r­tad algunos miles de ofic.1ales y tropa com­prendidos en las capitulaciones de que he hablado ? Si algunos oficia.les y soldados existen prisioneros, y se les guarda con seguridad; esta es la practica jeneral de todas r~ naciones, y esta practica es de absoluta GACETA DE COLOMBIA necesidad en Uh pueblo que comqate por su libertad contra sus opresores~ p~ro ni aun -este ~rw.> puede hacerse á la República por que V. E. no ignora el modo franco, y je. 11€roso con que empezaron á Ser tratados los ptisioneros en la campaña d~l año anterior. .Ellos no .solam~nte estuvieron sin prision, ni encierro en Valencia, sino que~ le~ per­mitía pasear, y comunicar con toda la ciu­dad. Su con~ucta perfida, e infiel es la uni­ca causa para haberseles conducido á la Guaira, y de alli á Cartajena, por que abu­: sando de Ja bondad con que se les trataba,_ no solo hicieron el oficio de viles :teductores, y de espiones, sino que fugáron alguno~. No sé de donde haya V. E. 'inferido, jido y se ob­servan !Sobre secuestros y confiscaciones por las cuales constrvm1 sus dott's las mujeres de los espanoles em.igr.idos, y sus hijo5 Jas le­jitímas: basta lu d articulo 7 dd tratado de. regularizacion ele guerra, para saber que am­bos gobiernos :se reservóirOn Ja facultad de castii:rar á los desertores, conspiradores y de. safectos con cual11uiera pena, esccpto la de muerte. V. E. si, no solo ha' hecho uso de este derecho muy ampliamente sino que lo ha estendido á la pena prohibida,· durante su mando en Coro. Alli es donde se .han visto· confbcaciones arbitrarias, y despojos violen. tos de toda prnpiedud, no ~iquiera con el ti­. tulo justo y decoroso de contribucioJ.l, sino con el de Í.l fuuza: ~Ui es donde no solo se ha in. ultado grocera. y vilmente á los miserables subyugados, sino á Jos soldados colombitas á estas dos notas, podrá hacerlo por conducto del sr. jencral Montilla,, riia~ si pasados sesenta días yo no hubiere recibido las contestnciones que espero~ debo advertir á · V. E. que rni gobierno procederá á tomar las medidas que reclaman su decoro ' y d honor nacional.-Tengo el honor el~ ren0vat­á V. E. los .testimonios de respeto y C:onsi­deracion con que soy de V. E. atento y obe­diente serviad i!ln0 ha dado la s1gu1ente proclama a los murmeros ot.c. A LOS M1RINEROS Y SOLDADOS DE LA ESCUADRA DE .MI .MANDO. Companeros y compatrioü!s: .u: solo e.sfuer. zo uue-stro bast~ para destn.Hr a los tiranos que sedientos de ~ang;ce y d~ v:nganza han osado invadir otra •;ez el terntono de la Re­pú bllca que Vl:"Ían:os enteramente libre de :sus opn:sores. El asesino . ~~orales que lo~ acaudilla y que con un vwlento . desi:echo ha intentado empFesa t:.m temeraria, Jtt: voto! . con lo que acerca ele ellas propone 1::1 .c?m1s1on! por dirijirme inm~li , nuestras pocas manufacturas carecen abso­lutamente de de~pacho, y nuestra agricultura 110 ttene el impulso que debiera rt:cibir si aquel y éstas np se hallasen en tan aootide> estado. · .En fin, señor, los estranjeros la fomen­tan ~n secreto y se aprovecharán de nuestra discorciia, para q.ue nuestros h<"rmanos de América l~s concedan ventajas; y si tarda .. mos mas tiempo en reconciliarnos con ello~,. seremos tal vez los postreros, y por ~ons1- guiente los mfoos privilejiados en los conve­nios merca11tiles que celebremo&. Conozca­mos .nuestros verdaderos intereses acorde. mos por último de que todos somos unos en sangre, en idioma y en relijion, y hagamos finalmente que cese una guerra fratricida que ya no puede cohonestarse con prcte~to alguno. Para consegmrlo, propongamos a . nuestros hermanos, franca y abiertamente, de un r;n~do digno del augu:ito co~greso de m:1a. nac1cm siempre grande y adm.1rable, condic!on~s. y tratade'\s de paz admisibles por su JUStJ,Cja, y duraderos por su recíproca ~ihdad. Puede ser que yo me engane; pero n<;_) creo que se reunan t:stas circ~~stancias en el medio que- propone la com1s10~1 de ultra­mar repitiendo lo acordado sobre este asunto por las últimas córtes estraor?i~1arias, en é~o­ca muy diversa. Esos com1s10nados env1a .. dos solamente para oir, parece que llevan d carácter de unos delegaqos por u11a auto. rielad superior, y aquellas provinc.i-~ que en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ftBdl. qu,i«en reconocer 1a superioridad del cobierne de la ~' puede ser que por aro $0lo se nieguen á admitirlm. Esos ~ tnillivnados que carecen de toda facultad, po­drin SCI' tenidos en las actuales circunstan­c~ en que la efervecencia de las pasiones J¡ac:e olvidar soda con~ideracion, como unos ajentes y espiones del gobierno de la pcnin!. .ala pan revolver y encender la guerra ciYil en aquellos pueblos. En in, ya tenemos la es.. pericncia de que los anteriores no fueron reci­ltidos en algun punto, y no hicieron nada de provecho en ninguno por la sola razon de no B autorizados para entablar negociaciones 110brc independencia. Estos motivoo me mue. "en á separarme del dictamen. de la mayoría de la comisicm, y á proponer a )as cortes el mio. ttducido á estas proposiciones. Prime-re. Et gobierno- tratará de sus­pender ctJanto antes toda especie de hostili­\ Udes entre la peninsula. y las provincias de ultramer que ·5'! hayan proclamado indepen­dientes, haciendo á este efC(ftO los convenios necesarios con aquellas porsonas que de hecho ejerzan Ja autoridad suprema en aquellas pro. -.incias. Segun& Se autoriza al gobierno para tntrar en tratados con las referidas provincias, ~frec,iendoles reconocer su independencia, luego que se hayan constituido un gobierno conforr:ne á la voluntad jeneral de sus habitan­te~ ó luege que verifiquen ó traten de veri­ficar ·este reconocimiento 1~ Estados.Unidos, Inglaterra y Francia. Tercera. El gobiemo procurará sentar ct)mo bases de ~os tratados, llevandolas éfosde Jut'go á su debida ejccuclon, las si­gitiieRtes. l. ca Los americanos en España y los españoles· en América str.in considt:rados eomo ciudadanos nacidos en el pais, para el pleno goce de los derechos de la ciudadania, luego que se domicilien en cualquier punto de la .Am~rica ó de la Espaiia, segmi en 11na y O\nl lo prcscnbaA Ja&leyes al resto de los ciudadanos. ~ ª Loa ameñcm1oa en España y los C9{Jañolcs CD América podrán • comerciar libremente y ·sin maa restricciones ni otro pago de derechos, que las que tengan y las que paguen los españolea en Espafia y los americanos en América. 3. ~ Los domiciliados en Espana, bien sean espaiioles, americanos, ó estranje~os, ~ue quicr.1n trasladane á América, lo pooran liacer .cuando lo tengan por conveniente ( siem­pre que no se lo prohiba un contrato 6 casi contrato ó un delito ó casi delito) sin pagar mas derechos que los que dcberia sa­tisfacer cualc¡uiera otro ciudadano por la es .. portacion de iguales mercaderias. Lo mismo aucedcrá con )05 domiciliados en América, bien sean americanos, españoles, ó estranJeros c¡ue- quier.m trasladarse a España. 4. tt1 Si los empleados civiles, políticos y militares y las autoridades eclesiásticas que tuvit-se actualmente en América el go­bierno español quisiesen trasladarse á la pe­ninsula, no se les pondrá impedimento alguno, y serán socorridos conforme á su clase, por tos rcspc-ctivos gobiernos de América. 5 to> Los · gobiernos de América, en union con el gobierno español, tratarán de -ponerse de acuerdo con el de todas las po­tencms de inftujo marítimo, para destruir la ~ía que inksta tos mares. Si algunas de Jas provincias que ahora ae ~taran independientts, flO pudiese sub­aistir en su independencia, ni quisiese unirse con ninguna otra de las provincias indepen­dientes de la América ~~pañola, no podrá. urur!JC á ninguno otro gobierno s con que elojiar su urbanidad, t..lentos y virtudes­Del vicep~sidente .Santander habla en tér­minos honros~s y muy satisfecha de sus ma. neru urbanas.-Thime$. ".fURQUIA Una carta de Tesalonica incerta en el Coru• de 6 de mayo da las noticias siguientes. " Nuestro gobernador embriagado del succ. so de sus ascsinátos ha declarado, que el sul. tan, cuyas órdenes ejecutaba, estaba firme­mente resuelto á np sufrir en adelante que exis­tiese un solo cristiano en ninguna parte de la Turquia europea. En consecuencia· ha prohibido reemplazar tos obispados vacantes, y las iglesias son deitruidas á (uego á medida qu~ avanza en el pais. Toda especie de comercio ha cesado, los fertiles llanos de CettS estan desiertos. La cul­tura del tabaco en Enidg1 es abandonada, y todos los griegos vulgaros, y otros cristianos han tomado las annas para vencer ó morir. ( Con1t1tuc1onal de Paris. l Y.!J.llIED.!1JJE$, Mr. Adams .fue encargado en .l 785- por par. te del gobierno de los Estados-Unidos . de negociar un tratado de; comercio con el' de la Gran.-Br:e~ña_ Este se denegó á. entrar en n~gociaciones por que no pudiendo asegurar d gobierno americano la observan­cia de un reglamento jeneral mercantil n' era connniente concluir un tratado qu~ no fue.e n:dprocamcnte obligatorio. LoS hom,.. brea ilustrados, dice la historia, no tenian ne­~ de esta nueva prueba del .sistema deft.Gu&oso que rejia en Jos Estados-U nidos. Largo tiempo hacia que ellos se lamentabaJl !1e los i~convenien~es que rcwltaban de 111 11!'pote_!leta del _gob1e?10, y nadie los cono­cia mc1or que Washington. Por cstt: tiem¡* le escribía el marquEs de la F01yette de ro­r, esc. .de .un V~0t"Clonar bastante feliciC1aCL DE OFICIO Ei 4 de novimJ/m1 ha ocupado á Sinamai­ca la divssion de vanguardia al manflo del eo-:­rom: t Josr Sardá- El comandante en je.fo jeneral Montilla 1iguió á umr.rek inmediata: mente con r.l grueso del ejercito. Lo, escu.adro de Colombia sarpó ck Cartajena el 13 ck no .. 'Diem6r~. AVISO. Hbiendose recibido m la secretaría ti~ t!$faáo y_haczenda, aÍg~~ns soliátud~sdc vario1 pun­to1 de la República reclamawJ9 el pago de acreencia.r r¡ue no estan aun liquidadas por la comsizon ~stahlec1da en esttJ capital, u a­vüa á los interesados ocurran con lo.r com­probant~ 4 de $US reclamo.r á dicha comwon por st, 6 por medio de apoderados para que co­llOlta, de ellos ugun su.1 1nsiruccíone6. Ba<;oTA.-Por Eipinosa. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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