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  • Programas de mano

Programa de mano - Alexis Descharmes y Alex Greffin Klein, violonchelo y violín (Francia)

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  • Año de publicación 24/07/2019
  • Idioma Español
Descripción
Temporada Nacional de Conciertos Banco de la República 2019 ALEXIS DESCHARMES Y ALEX GREFFIN KLEIN violonchelo y violín (Francia) Miércoles 21 de agosto de 2019 · 7:00 p.m. Buenaventura, Auditorio del Centro Cultural del Banco de la República PULEP: MSB520 Viernes 23 de agosto de 2019 · 7:00 p.m. Honda, Auditorio Hernando Parra Casas PULEP: QYB536 Domingo 25 de agosto de 2019 · 11:00 a.m. Bogotá, Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango PULEP: RNR558 RECORRIDOS POR LA MÚSICA DE CÁMARA TOME NOTA Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa y en el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad. Si al momento de llegar al concierto éste ya ha iniciado, el personal del auditorio le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las recomendaciones dadas por los artistas que están en escena. Tenga en cuenta que en algunos conciertos, debido al programa y a los requerimientos de los artistas, no estará permitido el ingreso a la sala una vez el concierto haya iniciado. Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar durante el concierto con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como para los artistas. Un ambiente silencioso es propicio para disfrutar la música. Durante el transcurso del concierto, por favor mantenga apagados sus equipos electrónicos, incluyendo teléfonos celulares y alarmas de reloj. Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes, no está permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el concierto. Los artistas interesados en presentar una propuesta de concierto pueden visitar el enlace www.banrepcultural.org/servicios/como-presentar-su-propuesta-artistica en el que encontrarán información pormenorizada acerca de este proceso. Si desea recibir información sobre la actividad cultural del Banco de la República ingrese a www.banrepcultural.org/servicios/listas-de-correo y suscríbase a las listas de correo de su preferencia. Para remitir al Banco de la República sus solicitudes de información, peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, felicitaciones o denuncias de actos de corrupción, puede ingresar al siguiente enlace https://atencionalciudadano.banrep.gov.co/ siac/ess.do; escribir al correo electrónico [email protected]; comunicarse a la línea gratuita nacional 01 8000 911745; o, acercarse a los puntos de atención dispuestos para esto en las diferentes oficinas del Banco de la República a nivel nacional. SÍGANOS EN Sala de Conciertos @Banrepcultural Banrepcultural Banrepcultural Luis Ángel Arango 1 ALEXIS DESCHARMES, violonchelo La revista Diapason eligió a Alexis Descharmes representante insigne del arte del violonchelo francés, junto con unos pocos colegas más de su generación. Este intérprete, que se reconoce como un activo embajador de numerosos repertorios para su instrumento, nació en 1977 y se formó en el Conservatorio de París como discípulo de Michel Strauss y Philippe Muller. En 1998 se vinculó al conjunto Court-circuit, en el que participa activamente junto a su director artístico, Philippe Hurel, mientras desarrolla actividades con el IRCAM y con el Ensemble Intercontemporain. En 2006 ingresó a la Orquesta de la Ópera Nacional de París sin dejar de lado el trabajo con su repertorio actual, y desde enero de 2016 forma parte de la Orquesta Nacional de Burdeos Aquitania, en calidad de solista. A Descharmes se le han dedicado más de cincuenta obras contemporáneas, tanto concertistas como solistas. Tiene en su haber más de medio centenar de producciones discográficas en las que interpreta solo o con las agrupaciones ya mencionadas, con quienes, además, se ha presentado en más de treinta países. Entre sus grabaciones se destacan sus discos para el sello Ӕon, con la obra para violonchelo de Kaija Saariaho; la obra para violonchelo de Franz Liszt, que obtuvo el Diapason d’Or de 2007; una selección de Lieder de Schubert, junto a su fiel compañero musical Sébastien Vichard, con el Ensemble Intercontemporain; la obra para violonchelo de Klaus Huber, que obtuvo el premio Grand Prix de l’Académie Charles Cros, y más recientemente, álbumes monográficos dedicados a obras para violonchelo de Reger Reynolds (Mode Records), Philippe Hurel (Motus) y Ricardo Nillni (L’empreinte Digitale). Actualmente, Alexis Descharmes está patrocinado por D’Addario, prestigiosa casa estadounidense fabricante de cuerdas para instrumentos. 2 ALEX GREFFIN KLEIN, violín Nacida en Francia en una familia cuyo linaje musical se remonta a varias generaciones, Alex Greffin Klein cursó el programa de posgrado del Royal College of Music de Londres, donde fue discípula del reputado profesor Felix Andrievsky. Allí completó sus especializaciones en interpretación solista y de cámara. Su pasión por la música de cámara la llevó a cursar una especialización más en la materia, en la clase de Walter Levin en la Hochschule de Basilea, Suiza. También recibió educación musical complementaria con Günter Pichler, integrante del Cuarteto Alban Berg, y con György Kurtag, quien al respecto de su discípula se expresó diciendo: «Alexandra dispone de un gran nivel, tanto individual como en el marco de la música de cámara. A esto se agrega la profundidad que ha adquirido su voz artística personal. Es una excelente violinista y una profesional íntegra de la música». Los primeros dos años de su carrera los pasó como intérprete de cuarteto de cámara. Ocupó el tercer lugar en el ARD Wettbewerb en 2004, fue galardonada en el Concurso Internacional de Burdeos en 2007 y recibió un premio especial en el Mozarteum de Salzburgo. Ha actuado en numerosos festivales y series de eventos en Europa, Estados Unidos y Japón. Desde 2009 toca frecuentemente junto con el Cuarteto Phidias (espectáculo con bailarines de hip-hop dirigidos por el coreógrafo Mourad Merzouki y con presentaciones en Francia, Marruecos, Finlandia, Hong-Kong e Indonesia), el Cuarteto Diotima (serie DeSingel en Amberes y en la Konzerthaus de Berlín), y más recientemente, el Cuarteto Parisii. Durante sus años como intérprete de cuarteto, la clase magistral con el Cuarteto Arditti en 2006 en el Hindemith Center en Suiza constituyó su primer encuentro significativo con la música contemporánea. Luego compartió con este grupo en torno a un concierto en el Klangspuren Festival de Austria. Desde 2009 dedica una parte importante de su carrera a la promoción de la música contemporánea, trabajando como solista y también junto con compositores alrededor del mundo en calidad de miembro de varias agrupaciones de música de cámara: Cairn, Alternance, Multilatérale, Itinéraire, Sillage y, desde 2012, como miembro permanente de Court-circuit. Se presentó en el Festival Darmstadt en 2010 y dos años después recibió el reconocimiento 5 Diapasons por su grabación del cuarteto de cuerdas de Raphaël Cendo. Philippe Hurel dedicó a Greffin Klein su nueva pieza para violín solo titulada Trait, que estrenó en París en septiembre de 2014 y grabó luego 3 en 2016. Esta producción discográfica ganó el prestigioso Grand Prix de la Academia Charles Cros, recibió cinco estrellas en la revista Diapason y figuró entre los cinco mejores CD del año 2016, según France Musique (Radio Nacional Francesa). Ese mismo año ofreció su primera gira como solista en los Estados Unidos e interpretó el concierto de Jonathan Harvey junto con la Slee Sinfonietta, bajo la batuta de Julien Leroy. En el MUSICA Festival tocó un recital al lado de su compañero musical preferido, el violonchelista Alexis Descharmes, y estrenó el Concierto para violín de Antonio Tules, bajo la dirección de Jean Deroyer. Motivada a compartir con jóvenes músicos su pasión por el violín y el repertorio contemporáneo, Greffin Klein ofrece regularmente conferencias y clases magistrales en la École Normale de París, la New York University, la Universidad de Boston, el New England Conservatory, la Eastman School of Music de Rochester, el Conservatorio Central de Beijing y el Conservatorio Real de Birmingham. Greffin interpreta un violín fabricado por Sebastian Klotz, que data de 1756, usando el arco Ouchard de Charles Tate, que generosamente su familia le ha cedido en préstamo. Estos conciertos cuentan con el apoyo de El concierto en Honda cuenta con el apoyo de 4 PROGRAMA Buenaventura, miércoles 21 de agosto Honda, viernes 23 de agosto Trois Strophes sur le nom de Sacher (1976-1982) Un poco indeciso Andante sostenuto Vivace HENRI DUTILLEUX (1916-2013) Para violonchelo solo Nocturne (1994) Spins and Spells (1997) Aure (2011) KAIJA SAARIAHO (n. 1952) Para violín solo Para violonchelo solo Para violín y viola o violonchelo INTERMEDIO Trait d’union (2013) de Traits (2008-2014) PHILIPPE HUREL (n. 1955) Para violín y violonchelo Sonata para violín y violonchelo, M. 73 (1920-1922) Allegro Très vif Lent Vif, avec entrain MAURICE RAVEL (1875-1937) 5 PROGRAMA Bogotá, domingo 25 de agosto Figment (1994) Statement - Remembering Aaron (1999) de Four Lauds (1984-2000) Tre Duetti (2008-2009) Duettone Adagio Duettino ELLIOTT CARTER (1908-2012) Para violonchelo solo Para violín solo Para violín y violonchelo Process and Passion (2002) I II III IV V VI VII VIII IX X ROGER REYNOLDS (n. 1934) Para violín, violonchelo y electrónica INTERMEDIO Traits (2008-2014) D’un trait (2007) Trait (2014) Trait d’union (2013) PHILIPPE HUREL (n. 1955) Para violonchelo solo Para violín solo Para violín y violonchelo CONCIERTO No. 38 6 NOTAS DE PROGRAMA Dutilleux Uno de los principales compositores franceses de la segunda mitad del siglo xx, Henri Dutilleux (1916-2013), nació en Angers, donde recibió una formación inicial en música hasta cuando se trasladó a París para continuar su educación en el conservatorio. Allí estudió composición con Henri Büsser, pero siempre fue crítico, sobre todo respecto al desconocimiento de la música contemporánea por parte del conservatorio, y que este perpetuaba. Continuador claro de los estilos franceses, Dutilleux desarrolló una técnica neomodal y posimpresionista muy personal, y aunque no fue un compositor prolífico, siempre logró grandes reconocimientos. En 1976, Dutilleux compuso una breve obra para violonchelo solo llamada Hommage à Paul Sacher. El impulso creativo fue el encargo realizado por el violonchelista ruso Mstislav Rostropóvich a una docena de compositores, para que compusiesen piezas en celebración de los setenta años del afamado director, gestor y mecenas suizo que da nombre a la pieza. Aquel breve trozo de Dutilleux quedaría como la primera de las Trois Strophes sur le nom de Sacher (Tres estrofas sobre el nombre de Sacher) cuando, en 1982, completase el presente tríptico. Todas las obras compuestas para aquel encargo de Rostropóvich tienen en común que se basan en un criptograma musical que traduce el apellido del homenajeado a las siguientes notas: mi bemol-la-do-si-mi-re. Algo particular de la pieza de Dutilleux es el uso de una scordatura que amplía el registro grave del violonchelo, cambiando significativamente su sonoridad básica, aunque siempre dentro del lenguaje posimpresionista que caracteriza su música. La primera estrofa –Un poco indeciso– abre con la gradual exposición del criptograma ‘Sacher’, completándolo pronto en un ágil gesto en pizzicato. El trozo explora cambios métricos constantes a través de una escritura supremamente minuciosa en cuanto a las técnicas instrumentales a utilizar. El compositor pone constantemente en evidencia la scordatura a través de notas percutidas o pulsadas, contrastando así las notas pisadas y las tocadas con arco de manera tradicional. Todo esto da la sensación de que el instrumento se desdobla convirtiéndose en varios que dialogan. Hacia el final, y en un trémolo fantasmagórico, Dutilleux cita la famosa Música para cuerdas, percusión y celesta de Béla Bartók, obra maestra comisionada y estrenada por Sacher en 1937. 7 Compuesta ya en 1982, la segunda estrofa –Andante sostenuto– elabora un discurso más relajado y de carácter casi improvisatorio. Fragmentos de líneas melódicas se entretejen en densas texturas polifónicas o, como al principio, las cuerdas al aire acompañan el desenvolvimiento de un canto introspectivo. El cierre es anunciado por la reaparición del criptograma, el cual sirve de trampolín para el repentino inicio del Vivace de la tercera estrofa. Este trozo es un ágil moto perpetuo de gran virtuosismo, que explora los más extremos registros del instrumento, contrastando con eficacia, una vez más, la separación de planos por cuerda pulsada y por cuerda frotada. Saariaho Kaija Saariaho (n. 1952) nació en Helsinki, Finlandia, donde se formó como compositora en la Academia Sibelius con el afamado maestro Paavo Heininen. Continuó su educación en Freiburg, Alemania, donde estudió con Brian Ferneyhough (figura icónica de la llamada ‘nueva complejidad’), y desde 1982 se radicó permanentemente en París, Francia. Su técnica y estética están íntimamente ligadas a esta ciudad y sus instituciones, como el IRCAM, y desde la década de los ochenta se ha ido convirtiendo paulatinamente en una de las voces compositivas más reconocidas a nivel mundial. Al igual que Dutilleux, Saariaho tomó como punto de partida de su imaginación creativa una scordatura muy particular al componer Spins and Spells. Aunque la compositora le ha dado una explicación poética a la decisión de la reafinación que escogió para esta pieza, recuerdo que un año antes de esta composición fuimos juntos a un concierto. Allí escuchamos el hermoso cuarteto de cuerdas de Mario Lavista Reflejos de la noche, y luego tuvimos una larga discusión acerca de aquella obra. Ella se sentía incómoda ante la extrema austeridad del discurso de Lavista (que a mí me encanta) y, sobre todo, ante el peso histórico que implica la permanente sonoridad de quintas justas. Es precisamente eso lo que ella replantea con esta scordatura. Spins and Spells fue encargada como pieza de concurso en 1996 para el VI Concurso Rostropóvich, celebrado un año después en París, y, como era de suponerse, puso sobre la mesa el tema del virtuosismo instrumental. A diferencia del repertorio del pasado, la idea de virtuoso que aquí busca Saariaho tiene que ver, sobre todo, con un control finísimo de las posibilidades tímbricas del instrumento. Cambios graduales de posición del arco, diferentes tipos de trino y trémolo, todo esto y más hace parte del arsenal de colores con los cuales la compositora elabora un discurso mágico. La pieza oscila permanentemente entre el tiempo estriado de frenéticos movimientos 8 melódicos en espiral y repentinas desaceleraciones hacia otro carácter, en el cual el tiempo parece congelarse. De vez en cuando, sin embargo, unos breves tramos de polifonía de reminiscencias antiguas se asoman y desaparecen, desestabilizando este diálogo entre los polos, señalado en el título. Este universo de posibilidades para tocar los instrumentos de arco es explorado en violín solista por Saariaho en Nocturne, pieza en la cual despliega sus herramientas en un discurso formalmente más tradicional. La primera parte va en busca de sonidos que pretenden ser estáticos, pero que exploran el timbre en mutaciones permanentes gracias a cambios en la presión ya sea de los dedos, ya del arco. Una vez más, minúsculos fragmentos melódicos –esta vez de sugerencia popularesca– aparecen sin jamás hacerse dominantes. Una parte central de mayor agilidad establece el principal contraste formal antes de que los materiales de la parte inicial reaparezcan variados, cerrando la pieza en un tranquilo arco. Nocturne fue compuesta en muy pocos días, como homenaje póstumo al compositor polaco Witold Lutosławski, fallecido el 7 de febrero de 1994. Especie de hermana menor del concierto para violín Graal théâtre, Nocturne explota la desnudez del instrumento intensificando la fragilidad del sonido y, metafóricamente, de la vida. Redondeando la primera parte de este programa, Aure es un homenaje que Saariaho hizo precisamente a Henri Dutilleux para la celebración de sus 95 años. Originalmente escrita para viola y violonchelo, la misma compositora hizo esta versión para violín y chelo, algo que no resulta tan improbable, dado que, a diferencia de la mayor parte de su música, la pieza no se basa tanto en el timbre particular de algún instrumento, sino, más tradicionalmente, en materiales melódicos. Si bien esto es atípico en Saariaho, justamente tiene que ver con el homenaje que estaba haciendo, ya que toma como punto de partida una obra de Dutilleux, cuyo trabajo fue siempre concebido melódicamente. El material que usa Saariaho es tomado de la obra para tres voces infantiles y orquesta de Dutilleux The Shadows of Time (Las sombras del tiempo). Más específicamente, es el gesto inicial y principal del tercer movimiento, Mémoire des ombres (Memoria de las sombras), donde las voces musicalizan la dura pregunta de Anne Frank: «¿Por qué nosotros?». El violín, lo femenino y la inocencia de lo infantil podrían tener un significado muy especial para Saariaho si tenemos en cuenta el hecho poco conocido de que su hija Aliisa es, precisamente, una violinista profesional. 9 Hurel Nacido en Domfront, Francia, Philippe Hurel (n. 1955) se trasladó a París para estudiar en el Conservatorio Superior Nacional con Ivo Malec y Betsy Jolas, e informática musical de manera privada con Tristan Murail, uno de los padres de la llamada ‘música espectral’. En 1991 fundó el Ensemble Court-circuit con el director Pierre-André Valade, agrupación de la cual sigue siendo director artístico. Hurel ha dicho ser parte de una generación a la cual le tocó digerir los grandes avances de sus inmediatos antecesores, más que plantear nuevas tendencias. Desde que lo conocí, hace ya veintitrés años, Hurel se caracterizaba –e incluso se enorgullecía– por ser un compositor que trabajaba de manera constante y lenta… muy lenta, insistía él. El nombre del ciclo Traits hace referencia al título de la primera pieza compuesta D’un trait (de un solo golpe), así como a un cierto cambio de actitud que podría haberse dado en su cotidianidad creativa. La idea, en esta eventual nueva etapa, es la de tratar de atrapar y aprovechar la energía del acto creativo en un proceso más veloz, más inmediato y, sí, más intuitivo. En el caso de Hurel, esta intuición pasa significativamente por el hecho de haber estudiado violín tempranamente y, por ello, conocer los instrumentos de arco desde esa perspectiva más fisiológica y experiencial, cosa que parecería haber abonado significativamente el campo creativo de este ciclo. Cuando se presenta completo, parece ser deseable que el ciclo Traits trace un proceso convergente en cuanto a su instrumentación y cronología, primero sonando D’un trait (para violonchelo solo, de 2007), empalmando con Trait (para violín solo, de 2014) y culminando en Trait d’union (para el dúo, de 2013). Siendo así, abordemos el ciclo en ese orden, aun cuando sepamos que las piezas individuales pueden ser escuchadas por separado. D’un trait comienza con un gesto dual en el violonchelo: una veloz escala sinuosa pero ascendente, seguida por un vaivén entre una altura aguda y otra grave. Después de dos apariciones más –ya variadas– de esta pareja simbiótica, surge un tercer elemento que generará una desestabilización de aquel diálogo, un gesto de glissando. Ubicando en nuestra memoria estos tres gestos básicos, tenemos ya la clave para escuchar esta pieza, así como el ciclo completo. En la primera parte, Hurel elabora los tres gestos con gran intensidad y agilidad, para luego presentar una segunda parte en la cual creemos tener un reposo. Este ambiente pausado es solo transitorio, ya que el material, de carácter retenido, vuelve a ser energizado antes de pasar a una tercera sección, en la 10 que el compositor se concentra en el gesto que alterna entre sonidos agudos y graves. Poco a poco, el glissando se torna temático y es desarrollado en un sinfín de versiones crecientemente frenéticas antes de que el elemento de cierre comience a asomarse. Este punto de llegada es la cuarta y más grave cuerda del chelo, la cual paulatinamente interrumpe el discurso, sea como un violento pizzicato Bartók o como una arcada acentuada. Al final, ella gana, quedándose sola, como punto de reposo de la pieza solista, o de empalme si se trata del ciclo. Si es el ciclo, de aquella nota grave del chelo surge una nota larga en el violín, la cual parecería haber estado ya en las resonancias de su hermano mayor. Este es el primer elemento de la estrategia compositiva de Hurel para su solo de violín, Trait: un sonido largo, más o menos complejo (‘ruidoso’, en la terminología antigua), incluso hasta el esporádico uso de arco presionado. El elemento de contraposición en esta relación dialéctica es un llamativo gesto de suspiro –un ricochet con un glissando descendente– que aparecerá una y otra vez a lo largo de la pieza. Así como en la primera, en esta segunda pieza hay también un tercer elemento desestabilizante: un veloz giro melódico, inicialmente en pizzicato, pero posteriormente elaborado con arco. A lo largo de la obra, estos tres materiales constructivos interactúan de diversas maneras, bien sea como sucesión, o bien como confluencia. Esto último será particularmente significativo, pues le permite a Hurel mirar atrás, a obras y técnicas de años previos, en los cuales desarrolló otro ciclo llamado Loops (Bucles). Desde la nueva perspectiva de la composición ‘de un solo golpe’, Hurel retoma intereses de una etapa anterior, lanzando sus materiales una y otra vez en remolinos concéntricos que los varían desde su anterior perspectiva posminimalista. Una última espiral se cierra sobre sí misma, llamando –si se trata del ciclo completo– al violonchelo a que se vuelva a unir a la aventura. A manera de introducción, Trait d’union comienza con una cascada de gestos dramáticos de sonidos cortos y acentuados, contrastados por sonidos extendidos. La pieza propiamente dicha inicia con un oleaje característico de escalas ascendentes y glissandi descendentes, mientras que los elementos de las piezas solistas van reapareciendo de formas ampliamente variadas. Esta especie de mirada autoetnográfica restrospectiva va, no obstante, más allá de las anteriores piezas del ciclo, pasando por la previa fascinación de Hurel por los bucles y llevándonos a recordar sus obras más tempranas y las de sus antecesores espectralistas. A lo largo de las tres piezas, pero sobre todo en el dúo, estos pasados de la música parisina (la armonía espectral o el ciclo de Loops) parecen amenazar con reaparecer, algo que solo se torna 11 comprensible y expresivo si el público para el cual compone conoce su propia historia1. Luego de todo tipo de desarrollo de los materiales musicales, el final de Trait d’union se construye a través de una larga cadencia caracterizada por caídas hacia el fondo del registro del chelo y elaboraciones melódicas ágiles en violín. Ravel Compositor emblemático de inicios del siglo XX, Maurice Ravel (1875- 1937) tuvo una educación irregular en el Conservatorio de París, donde sus principales maestros fueron Gabriel Fauré y André Gédalge. Una mezcla de influencias que abarcaban desde el impresionismo hasta músicas populares de diferentes partes del mundo dio a su música un sabor muy propio y llamativo. Su pensamiento musical y amplio bagaje literario lo prepararon para lograr un interesante empalme entre la cultura francesa del fin-de-siècle y la París ultramodernista de la década de 1920. En 1920, Ravel fue invitado por La Revue Musicale, la legendaria revista francesa de música y arte contemporáneos, para hacer un aporte a una edición especial llamada Tombeau de Claude Debussy, hecha en memoria de aquel gran compositor fallecido en 1918. Además de Ravel, participaron Manuel de Falla, Paul Dukas, Albert Roussel, Gian Francesco Malipiero, Eugène Goosens, Florent Schmitt, Béla Bartók, Erik Satie e Igor Stravinsky. El aporte de Ravel fue justamente el Dúo para violín y violonchelo que, a la postre, quedó como primer movimiento de la presente Sonata. Para 1922, la obra había crecido significativamente, hasta completar un esquema típicamente neoclásico en cuatro movimientos contrastantes, pero no sin una continuidad cíclica típica de la música francesa desde el siglo XIX. La obra definitiva quedó también dedicada a la memoria de su desaparecido colega, cuya influencia volvió a hacerse evidente, pero no en el impresionismo que ambos compositores habían explorado en sus inicios. Ahora fue el giro que dio Debussy en sus últimas obras hacia una mayor austeridad, el contrapunto escueto e instrumentaciones poco usuales, lo que encontró eco en la música de Ravel y otros compositores tras el fin de la Primera Guerra Mundial. El primer movimiento se desenvuelve en una forma sonata ampliada, con los varios materiales temáticos pasando de un instrumento al otro mientras se 1 Lo importante de esto es que denota la posibilidad de establecer un verdadero diálogo entre un compositor y su contexto, algo que nosotros no lograremos mientras sigamos creyendo que ‘Bogotá es’ Brahms, Schubert, Schumann, Mozart, Beethoven, etc. y no los compositores que justamente han creado en y desde nuestra ciudad o nuestro país. 12 desenvuelve un riguroso contrapunto constante. Desde el mismo gesto inicial, la coexistencia bimodal de mayor/menor da un picante especial a la armonía, siempre reminiscente de la antigua tonalidad, pero claramente dentro de estéticas politonales características del primer tercio del siglo pasado. El segundo movimiento logra una densidad sonora francamente sorprendente, que amplía el efecto de aparente multiplicación instrumental por la hábil distribución de sonidos tocados en pizzicato y de aquellos tocados con arco. A las superposiciones tonales ya mencionadas se suman ahora tramos polirrítmicos, para crear el efecto de una especie de danza húngara fantástica de gran ímpetu y brillo. El expansivo tercer movimiento abre con un lento solo de violonchelo, al cual se suma a la postre el violín, de manera imitativa. Nutriéndose del mismo pensamiento contrapuntístico y de los materiales temáticos del movimiento inicial, los dos instrumentos ascienden en registro e intensidad expresiva. Eventualmente hallan una planicie intermedia donde las melodías parecen cambiar sin desarrollarse, girando sobre un sonido pedal. Los oleajes expresivos continúan y exploran opacos sonidos asordinados que hacen aun más melancólica la música, hasta encontrar cierto reposo en la consonancia final. El cuarto movimiento se desenvuelve como un rondó con un tema principal muy llamativo: un gesto saltarín en siete tiempos, cuya recurrencia formal será siempre muy clara. Así como en el segundo movimiento, el tratamiento que Ravel da a sus materiales nos da la impresión de estar escuchando un cuarteto más que un dúo, gracias a las significativas exigencias técnicas que inevitablemente hace a los intérpretes. Poco a poco, los materiales que escuchamos desde el movimiento inicial comienzan a reaparecer y acumularse para llevarnos a un clímax maravilloso. Carter El estadounidense Elliott Carter (1908-2012) fue famoso por muchos motivos, uno de los cuales resulta curioso: su longevidad, habiendo fallecido a tan solo un mes de su cumpleaños 104. Pero lo que más sorprende no es solo esto, sino cuán prolífico fue hasta el final de su vida. Por ejemplo, en un concierto realizado el 8 de diciembre del 2011, en la celebración de su cumpleaños 103, ¡estrenó cinco obras compuestas ese mismo año! Es una especie de florecimiento otoñal, realmente sin precedentes, y el repertorio que escucharemos es una muestra de esta última etapa creativa. 13 Four Lauds (Cuatro loas) son, como su nombre lo sugiere, pequeñas alabanzas en homenaje a cuatro músicos: I. Aaron Copland, II. Goffredo Petrassi, III. Robert Mann y IV. Roger Sessions. Statement – Remembering Aaron (Declaración – Recordando a Aaron) fue compuesta en 1999 y es, en realidad, la segunda pieza del ciclo en haber sido escrita. Aunque supuestamente toma materiales musicales de la Ukelele Serenade del estadounidense Aaron Copland, apenas si acaso buscándolo logra uno percibir algún vínculo con la juguetona pieza del homenajeado. Más bien, Carter parecía querer retratar algo de la personalidad de su colega: su calidez, generosidad y nobleza. No obstante, el carácter de esta pieza está plenamente dentro del estilo abstracto típico de Carter, con la angularidad de su línea melódica y lo impredecible de su emblemático desarrollo rítmico. Si el uso del pizzicato a veces parece sugerir la sonoridad del ukelele, habría que recordar que la pieza de Copland es, más bien, para violín y piano. Entre 1994 y 2009, Carter compuso cinco obras breves para instrumento solista llamadas Figments (Quimeras), la primera de las cuales es esta para violonchelo. La pieza abre con la exposición comprimida de una serie de gestos idiomáticos del instrumento: un gesto melódico apasionado, un acorde complejo, un pizzicato Bartók y una melodía meditativa. Con estos materiales contrastantes, el compositor va y viene, trabajando de manera simultánea o en rápida sucesión todos los elementos y explorando de manera creciente cada material planteado al inicio, en una especie de espiral excéntrica. La música crece en intensidad y velocidad mientras navega por todo el registro del instrumento y sus posibilidades expresivas, logrando así una alta complejidad contrapuntística a través de un único instrumento. También proyectados desde una estética de la miniatura, los Tre Duetti están dedicados a otro importante compositor coterráneo de Carter: Milton Babbitt. Duettone, de 2009, comienza con un denso contrapunto en un registro compartido por los dos instrumentos y con carácter indiferenciable. Los instrumentos tipifican su discurso gradualmente hasta hacerse diametralmente opuestos, sea por registro o por técnica de ejecución. Tras un relajado coral, la música va adoptando ritmos ágiles que desarrolla en un largo tramo de pizziccati en los dos instrumentos. Los arcos regresan para un último tramo de alta intensidad y cierran con un dramático gesto en los extremos registrales. Miniatura entre miniaturas, el brevísimo Adagio, de 2011, comienza con un canto melancólico en violín, contrastado por violentos ataques en violonchelo. Como arrepintiéndose, este último adopta el carácter de su hermano menor y se suma a él para crear un contrapunto íntimamente cohesionado. Duettino, 14 de 2008, comienza exactamente donde terminó Duettone, y a partir de esos extremos va alternando un sentido coral con correteos contrapuntísticos. Tanto por la sofisticación rítmica como por la caracterización contrastante entre instrumentos, el discurso musical es típico del alto modernismo de Carter… ¡aunque tuviese ya cien años! Reynolds Nacido en Detroit, el estadounidense Roger Reynolds (n. 1934) se formó en la Universidad de Michigan con Ross Lee Finney y Roberto Gerhard. Fue uno de los fundadores del legendario colectivo Once, en Ann Arbor, Michigan, algo que definiría su desarrollo posterior al vincularlo a tendencias experimentales y electroacústicas. De manera comparable a Hurel, Reynolds compuso un tríptico en el que dialogan metaformalmente los dos instrumentos que nos ocupan. En el caso del estadounidense, las piezas solistas –las cuales no escucharemos– son Focus a beam, emptied of thinking, outward… para violonchelo (1989) y Kokora para violín (1992). El último trozo en ser compuesto, Process and Passion, no solo redondea los solos, sino que, en efecto, los reúne. Pensando en ello, el compositor destiló el espíritu, si se quiere, de cada una de las piezas solistas: el carácter impetuoso y casi azaroso del solo de violín (que representará ‘la pasión’ en el dúo) en contraste con el tono meditativo del chelo (‘el proceso’, la racionalidad). La intención fue agudizar estas diferencias a manera de imágenes musicales nítidas, para luego entretejerlas de diferentes maneras, estableciendo un diálogo entre las dos tendencias. En la mayoría de sus apariciones, la parte electrónica sobre soporte fijo (lo que antes denominábamos cinta) suele surgir de manera sutil desde dentro del tejido mismo de la música en escena. Los sonidos son elaboraciones de grabaciones de los mismos dos solistas, así que los contrastes no son tan grandes en términos tímbricos. Lo que sí resulta de gran impacto es su uso de la espacialidad como parámetro musical, planteando nuevas ubicaciones del sonido y esquemas de movimientos virtuales que dan vida particular a la pieza. Process and Passion comienza con una especie de premonición del equilibrio final de los dos instrumentos antes de que sus diferentes personalidades sean gradualmente establecidas. El violín tenderá siempre a lo extrovertido y volátil, mientras que el violonchelo buscará ser más medido y controlado. Estas tendencias, sin embargo, no implican que los instrumentos sean personajes impermeables; con frecuencia, los comportamientos del uno infectan al otro, pero la tendencia en todo caso tiende a ser la superposición 15 de comportamientos diferenciados. Tras unos largos tramos de contrapunto impetuoso, una magmática sonoridad electrónica aparece y abraza el espacio sonoro, pulsando lentamente en la promesa aún ignorada de una eventual cohesión instrumental. Su desaparición –casi cadencial– nos lleva a un tramo en el cual la densidad baja notablemente, cada instrumento lanzando gestos desde el silencio envolvente. Sin embargo, esa calma comparativa no dura, y un nuevo tramo de electrónica genera un breve clímax de gran actividad rítmica y espacial. Una nueva pausa nos remonta al inicio de la pieza, con la resonancia de largos y relajados sonidos armónicos que aparecen siempre como el espacio prometido de confluencia y coexistencia. De aquí en adelante, los instrumentos parecen dejar de pelear y más bien buscan diferentes opciones para complementarse, siempre apuntando hacia ambientes crecientemente serenos, apoyados en la electrónica como hogar compartido. Rodolfo Acosta. Compositor, intérprete, improvisador y docente colombiano. Su música ha sido presentada en una treintena de países de las Américas, Europa y Asia, ha sido publicada en partitura y disco compacto por diversas editoriales, y ha recibido distinciones a nivel nacional e internacional. Es miembro fundador del CCMC (Círculo Colombiano de Música Contemporánea), director del Ensamble CG y ha liderado colectivos experimentales como Tangram y la BOI (Bogotá Orquesta de Improvisadores). Ha sido profesor y conferencista en numerosos conservatorios y universidades de las Américas y Europa. Sus escritos han sido publicados en libro, enciclopedia, revista (física y virtual) y programa de mano, medio que lleva cultivando dos décadas ininterrumpidas. PRÓXIMOS CONCIERTOS EN BUENAVENTURA CUARTETO COLOMBIANO música tradicional colombiana (Colombia) Jueves 14 de noviembre · 7:00 p.m. PULEP: YYM707 Auditorio del Centro Cultural del Banco de la República PRÓXIMOS CONCIERTOS EN HONDA MARÍA CRISTINA PLATA cantante (Colombia) Viernes 13 de septiembre · 7:00 p.m. URPI BARCO jazz (Colombia) Viernes 29 de noviembre · 7:00 p.m. Foto: Mariana Reyes · PULEP: TRB667 PULEP: XDL808 Auditorio Hernando Parra Casas Con el apoyo de Cámara de la Comercio de Guaduas, Honda y Norte del Tolima Si desea recibir información sobre la actividad cultural del Banco de la República ingrese al siguiente enlace www.banrepcultural.org/servicios/listas-de-correo y suscríbase a la lista de correos. Boletas disponibles en Serie profesional $10.000 Serie de los jóvenes intérpretes $6.000 PRÓXIMOS CONCIERTOS EN BOGOTÁ DANIEL SANTIAGO GUERRERO, flauta Jueves 29 de agosto · 7:30 p.m. Este concierto también se presentará en Tunja ALEXA CAPERA RIVEROS corno francés Jueves 5 de septiembre · 7:30 p.m. Este concierto también se presentará en Pasto YINETH URQUINA cantante Jueves 12 de septiembre · 7:30 p.m. Este concierto también se presentará en Florencia y Neiva JOSÉ LUIS MARTÍNEZ violín – música tradicional colombiana Jueves 19 de septiembre · 7:30 p.m. Este concierto también se presentará en Riohacha y Valledupar PULEP: VLN663. Z PULEP: UVG524. YJT599. ZWU837. MVZ241 NU727. NNV218. ELD368 DER MUSIKALISCHE GARTEN música antigua (Suiza) Domingo 15 de septiembre · 11:00 a.m. TROMBONE UNIT HANNOVER ensamble de trombones (Alemania) Domingo 29 de septiembre · 11:00 a.m. Este concierto también se presentará en Tunja THIRD COAST PERCUSSION cuarteto de percusión (Estados Unidos) Domingo 6 de octubre · 11:00 a.m. Este concierto también se presentará en Medellín CUARTETO PRISM cuarteto de saxofonoes (Estados Unidos) Domingo 20 de octubre · 11:00 a.m. Este concierto también se presentará en Barranquilla, Riohacha, Santa Marta y Valledupar Foto. Alfonso Venegas Foto. Susanna Drescher
Citación recomendada (normas APA)
"Programa de mano - Alexis Descharmes y Alex Greffin Klein, violonchelo y violín (Francia)", -:-, 2019. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2872194/), el día 2024-05-05.

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