Por:
|
Fecha:
01/03/1911
Medellí -Colombitt- 19 d Ma~zo de 1911
• or II"OG , F . DEL X'r
ol. t . 'ct·l 1~ l~ DIREC'I' ~ H. AVIRf I.
BUENA LECTURA
El~ LUJO
I"\
·'
Ntítttcro t O
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216
. ·o-brn.
y to loFL ten 'IDO· algo de f;. 1-
t.a. 1\a.di<' S( basta a. í nli ·mo.A los
riros ha lado DioR din ro d '~·o-r
·\ para .J y para lo.· pobres v (t
los poures ha d clo Diof-i el potlt•r
trn, a.jn,r c1 s bra para ~í y parn
los rico . ._ Cntnpla, cad cu · 1 u Inisión,
, · 1 I obre a1nará al J'ico y
1 chtrá con gu tolo qu le sobra,
y el rico ·:trma,rá al pobre ~· le repartirá
lo que 1 .. obra de . ·u.·
renta·.
¿Pensái qu Dio.· o ha(la.tunta
r ntu, de sobra par~
tarla n fu ilidades 6 1 ara irht
in t6rn1ino acnn1ulando n,l (·n.pit
1 ha,Li ndo tantos poi)re.·'?
~·o T•i s no arregla tan 1na.llas
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IH F.~ A I..~E 1'{ HA ~ 7
( Uou ti nua rd)
Buscnr la felicid· d eu 1 n1uudo,
es olYidarae uno d u 1csti o e~ re-nunciar
á. la e per.· nzt de l[L patri · .
t) hay felicidad donde no lut. re-poso
~· no hay r poso donde n tñ,
Dios.
VARIEDADES
DON DE LAG 11"-AS
ració u u príncipe. Era el primo•r · -
nit • la Peiua qneriendo for~ar 0 ·u
destino cvn su anhelo de madre, le lla
mó F lú .
pena ttac ido llegarou á la pu<: rl.l
l ·1 palacio real toda la httdas d 1
outorno. uían cabalgando una
obre hipogrifo y dragones; otras eu
carros de flore· tirado por cándidas
P,aloma . y la más inexperta y . oñado
ra liC'gÓ modesta m n te a omodad.l · obr
un ray de luna.
La reinan: 'ibió á la, hadas Ul: antiguo
conocí la uya y ca l: a una fttc
d jan do sobre la cuna del in fet n le clone
tra dones .
¡Serás hcrmo o!
erá') valiente!
er: amado!
abrás venced
abrá r ír!
.-¡ a Lrás llorar .- comenzó á decir l
tada de las lágrimas, última "11 el deslit
qt e n pie junto á la cuna e di -
ponía á d rramar sobre los ojo, del
príncipe el conte nüh de ánfor:a ::1i te ~
dos a· pero la r eina in t rpuso rápi-
1 m 1 te ntre t h a da y el niño. ¡Llorar
su hijo llorar . u príuci e I~eli ~ . ...
r () no p odía ser. Suplicaba y plañía.
¡Qu lntl.t las lágrima de. tina-da
al hij caye en sobre su corazón d
ma~rC'. Qu toda br tas en d us ojos
y marchi*'as n u corazón: .... 1~1 príncipe
Feliz no debía ouoccr 1 llanto.
I•,l hada , como mujer y como inmo rtal
dos veces org·ul!o a tomó á de pre--
cio la p tic ión subió e "arro de
iris tirado por tnur iélag·o., se f ue
aire adelante uunarañando nubes; pero
atttl! 1 marchar lanzó s bre el infante
á m odo de maldic ión, e la pa labras:
-¡ To sabrás llorar!
La rein abrazó al príncipe llena de
gozo. ¿,Le h a t ía pre <>n·ado el las 1 'grimas?
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218 B gNA I.~EC1' RA
P ro no le había librado del dolor; el
n:ño sufrió como todos los mortales, y
eran de ver las horribles muecas moví·
das por el dolor en aquel rostro infantil
que in llo1·ar sufría: mirándolas
aprendió lar ina que el rlolor sin lágrimas
es dos veces d.:>~or.
Pasaron año . El príncipe erajoveu
J gallardo; como pronosticaron sus
egregias madrinas, sabía reír; apren M
dié el o-occ; adivinó que la quinta esencia
del gozar está en llorar de gozo;
sintió la pena amar:,;a de oo poder Jlorar
y no pudo llorada . .... Y el príncipe
Fell~ fue el tnas infdiz de los
príncipes.
Discurría un melancólico atardecer
por los janliue del pala io, y en 1
más intrin~ado <.1 1 l berinto, vislumbró
un soluado de rudo cuerpo y marcial
continente: contemplando e tabú
alg-o á modo de ;iureo vellón llUe en la
mano t· ~nía, y 1ág·rimas tiernas brotaban
de .. u corazón. upo después el
príncipe que aquello que el soldado
miraba era un dorado rizo de mujer, y
recrudecido su pesar por envidia é 1
hombre aquél que lloraba de amor
abandonó la corte en busca de reme dio.
"urró rn re , fra. puso uml>rc
recorrió valles _ve ntcmpló frondas si.'
hallar t1 une, d t ·pirado venero de
las propia lá~-rimas.
Volvió á la corte. La reina muerta
de angustia d mandó con públicos
pregones remedio para el mal de u
hijo. De oo sé qué antro5 llegó una
v1cjeci la encorvada.
'l'eugo cien, anos -dijo-y sé cómo
desarmar la coler:1. del harla de h~
lágrimas. Es preciso que una persona
hermosa J. ajena al príncipe, arro tre
mil pdigr '~ y l~egue sola 1 palacio de
la inmo1·tal para i1.1plorar su perd6n.
Repiti~:;.-.. :.c¡" lo. prt:gones. Una chiqui·
lla . ·"' ,:) · pr s ntó en la corte.
-¡Yo iré!
Reía al vfrc .. ·cr. e con los ld.bio ,
con la frcnt "', C'ütl1 si toda la alegría
t!e la tierra hLtbie. · hecho nido en su
corazón.
¡Que Dios te beutliga!-·sttspiró la
reina mirándola partir. ·
- ¡Que vuelvas pronto - --dijo el
príncipe Feliz, c11amorado súbitamente
de la chiquilla .....
Volvió; la corte se vistió Lle gala
para recibirla. i\fo<.lesta y alegre contó
las peripecias de! viaje: abi....m s sal
vados; dragooe vencidos .....
-Aquí tenéis, señor, el dón.de lá
grimas que tánto deseásteis--y pu o
e:1 manos lel príncipe u u ánfora primorosa
y diminuta. Aquí está. encerrada
la esencia divina de todas las lágrimas
que habéis dcsea<.lo verter. Lloraréi
, señor, por vez primera, el día en
que, sin vos procurarlo, rom Jáis el
cristal que J a guarda.
-Y¿qué pides en premio?-preguntú
el príncipe, oiiando en colocJr
su corona sobre lo rizos rubios de la ni
ña.
-.,. da, erít r. ol la compasión
tno\·:6 mi de:;co de haccro eliz; en
cuanto á mí lo o y Htt1 to, que u o e t'
mi dicha en poder vuéslro·--repli 6
ella- -mientras nacía e t1 ojo un
rayo d(~ amor. Siguió el prín i pe 1
mirada ¡\
órdenes 110 es posible hacer nada biea
h cho. ' A subir, pues los pa eles que
e habían acomodaJo ya en la pieza de
ufr nte y á seguir removiendo los que
faltab n! r todo esto había de ser con
1 cuiuado más grade de no ronfundir
lo p pc.;l , o ·que dizque estaban muy
bien clasificados¡ y con e to de tenerlo
ya repartidos se no ib n barajand .
Le a e guro que si ahora no me he uelt
loco ..... Pero lo bueno fue cuando
lleg-ó la hora de pasar el scaparat
~;rande de nogal. Pesar1L unas ochenta
rroba , y no cabía por ninguna puert..
on mil trabajos cor1 eguimos ublrlo
y ponerlo frente á 1( p crta · p ·ro
;(lnP u eclió? qu(' u la misma n -
r •bía formado un cerro de p· .·
(1ejaba pasar 1 armatosbubo
qu el jarlo atras
el paso á lo em,
eute q e t nía que
~ mn c h o m-y
á quer rmc
equio del lec-tective
hl literatura
u boo-a. Poi'
y bribt n s l 1 en lla una
geniosidad adruirable. Sin emba
on z o , lgo m jor que todo e o, y
una cl.Y nt tra qtiC me dejó el Único
cuerdo d agra'table de to:la mi
rre:a, ...
.\cabab y de tr nanne n mi
fi io e n una pt:efcct ura ve ina de Pa
.> {t .:e mía qu ce n 'xito dichoso. U
pandilla de ladrones re uelto -a:;esi
cuando era meoe ter-aterrorizaba Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
IJ TE A LE 22
ello mi n1os
~o· hr·enr.ihlc . . En sei mese cot s guí
acerlo prender y juzg-ar, dcspu de
IU_ha pcripeci. que ontó 1 preu a
.u g·o qu logr~ e te r es u~t~do. qu .m~
tuó en \'entaj ) · s cottd1~1on ~, fut a
ar eu Parí un m s de hceneta que
n me hahía ··uutdo.
Una mañana recibí 1 iguie. te car.
escrita en uua I, un magi trado á ponerm~ ~ vivir
OYcl a de ~fontepfn ó onan Doy le!
· sin e m barg·o, aq u l di paro, aqu lla
:che en enenatla,que comprara en ca-de~
honrac1o l cltcro d • l.a ... quina el
icj sir i ntc c1uc, me crió! Confie o
que perdí mi serenidad. El terror que
po o á po os pod r' de mí no podría
hacérselo compren ler á usted ahora,
n el biene tar de ta comid de campo,
mientra el crepusculo dora suavement
la inm n a paz gre te. En plenajuv~
ntutl, á lo comien7.os del éxito,
"'er erio·ir e de repente ant uno el aspec
to sombrío de la muerte Experimenté
la angustia de un condenado en el encierro
de su calabozo.
Por último conseguí dominarme un
poco. Jó, no me cogerían 1 Triunfaría
de aquella cuadrilla de bandoleros por
segunda vez. Andaba con el revólver
si e m prc armado hacía e.·aminar riguro
amente la comida, y toda mi ener~ía
estaba di puesto para la lucha . Tome la
precaución de escribir á mi anco que
no entreg-ara á nadie valores de mi propiedad.
De modo que si se apoderaban
de mi persona, la .. órdenes que se me
arrancaran por la violencia no serían
atendidas.
Al regresar de mi paseo cotidiano
se me ocurrí' una idea. En el primer pi~
o de mi casa veíase sobre una puerta
sta placa de cobre: cDick Bertrand
detective privado.» IIabía leído en los
diarios anuncios que recomendaban á
aquel hombre para «pesquisas vigilan-cia,
protección contra 1 cha utage, etc.
¿Por qué no consultar con él mi caso?
Un criado me introdujo en casa del
señor Bertrand gentleman rasuraJo y
correcto. muy simpático que escuchó
mi relato con atenci6n.
-Señor juez, el ca o es curioso. Y se
trata nada menos, se-. ún creo, de un chonlageque
d una venganza. o quieren su
dinero sino u ida. 1e he ocupado ya
en caso parecidos.Trat r' des carlo á
usted del paso. ~1 i preci . si lo consigo
será la décima parte de !a suma aue le
. igen. Jo es mucho, pu t 1e
aventuro á correr un peligro gra .
¿Convenido? Bien.Es preciso que usted
,tte un pañuelo á la vent Lta, como i
pensara entregar e! dinero;y luégo que
de aparez a u ted durante ~eiuticuatr
hora . Yo vov { hacerme cxact mente
la cabeza le u ted y t. ponerme sus ve. -
tido . En eguida lo di frazar' de obrero.
Mi ntras c1u u ted se se p p r la
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escalera de erVlClO, yo, ya idéntico á
usted, :;aldré de casa tranquilamente.
1\Ie confundirán ron usted y tratará11 de
apoderarse de mi persona. Como yo conotco
los procedimientos de esos trnha·
nes les reservo alguna orpresas.
Subí á mi cuarto para poner las -
ñal del pañuelo y para prevenir á mi
criados que me a u en taba por do días.
En algunos minutos el señor Bertrand
se convirtió en otro yo. de parecido .·
traordinario. El andar la posición de la
cabeza,la manera de balancear un brazo
v de mantener el otro encogido, nacla le
faltaba . Y por supue. to,con mis vestidos,
mi sombrero, mis guantes, mi bastón.
Llenó de papeles viejos una cartera que
debía simular el precio del rescate. ·o
me había convertido en un obrero de ru·
bicunda catadura.
-Puede u . ted marcharse á cualquier
parte con esa traza, me dijo Bertrand.
En Ville-d' A bray, calle de Dames - ~1arie,
número G, existe una pen ión de familia,
de la señora La porte, persona segura
á quien ya le be enviado gente~
que se encontraban en caso parecido.
Espere allí noticia mías. que confío eaa
exc lentes.
La Señora Laporte linda morena
acababa precisamente de acompañar á
la estacion á una familia ingle a que r -
gresaba á Londres. De motlo que yo \:ra
el único pensionista. Mi cuarto era
tranquilo y fresco. De puts de mi. re~.-ie:ltes
angustias la seguridad de sentirme
al abrigo d Lo Invencibles era en·
cantadora.~l e quité mi di fraz y me pu
se una bata.
Pronto la comida difu~dió olores
gratos. Fue un banqt~ete ideal. acom pa·
ñado por las ñora Laportc la ual ra
tan espiritual como linda.
.. ·· .~, .. - de perté treinta y eis horas
a.~:t\:,~·.:;---;-en un canapé, presa de nauseas
atroces.La casa e taba vacía y cerrada.
Llamé por la ventana. Lo transeúnte
me libertaron de mi encierro.
Un médico me dijo que o ofrecía las
señah:s de una intoxicación opiá ea intensa:
y los gendarm oue a~...uá ofrecer
roe. El di paro de rcvól ver, la droga
vertida al p:1sar ~n el cántaro de lech
que llevaba el cria lo, el clisfraz 1 la \ -
mida soporífera en casa de uua cówpli·
ce lista, todo aquello era obra suya.
Aquel robo quedó impune y p r
varios aiios tuve qne vivir en una ·conomía
desagradable.
¡PITEJ
Juanillo dió una última chupada
al cigarro y e dirigió '¡acia el ·
che fünebre, á cuyo lauo lo arrua:- -
ban sus compañ ros u pena y fati.
gas.
El cortejo, íu··mado eu su ma_v
ría por hombre· d pE: lo en pecho. "
tidos odo~ con la ropa::\ de ias Yrall
des solcmuidades. d ·partíatl en ()'rup
á pocos paso d e l fúnet r · vehí ~Jn.
--¡Hasío nua lá~lin a: ra un r .
licario .por lo buena.' lo bonita y 1
lo muJer de u a a!-exclamó curr
Cárd na , ali á tllc> e suav mente 1
rizados f¡t.fos.
- ¡St.que ha ío una lástima. q1
era la p1obetica un1 a m ·ya Juego
parecía star d rramando alú por t
to!S lo poros de !SU p · ona.
- E que á ve , á Dio 1 '\'a
las pajarita . ¡( uiéu •'t: lo iba á d ir
á la probe hace o hu día !
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J mnilio metió el hombro como ·u
mp. ñ ro , · 1 comiti,~a diri~·ió
entam ntc hacia uno de lo patio de
u jo indiferen-r;
p .ro al ver á éste
tro ~ lilad'J Ll color de
u p 1 negrísimo que se
lo
011 .
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cal sus pañuelos de vistosoc; colores y
u pelo orlado de flore .
El aire que e r~ piraba allí calenturaba
la sangre· él se sintió al re pirarlo
como con sed de bu11a y de amoríos
y á e algazara, y se bebió más copa~
de las que se ~ahía propuesto y
de pronto se tropezo con Lota en medi0
c.ie aquella multitud· la vió balancear
voluptuosamente su cuerpo en brazo ..
de un hombre de ga!larda apostura al
compá de la"música.
Recordó lo que sintiera á lá vi ta
de aquella mujer· recordó ~us horas de
ronda tenaz de constante asedio al
ídolo; las noche que pasara en vela
llorando sus de precio • v recordó también
la frase aquella con que Lola huho
de poner fin á sus pretenciot1es aquella
palabra que un día le escupiera, sí que
IP escupiera; aquel!a palabra con que
anatemati?.ara su oficio,su honrado ofirio,
el que heredara d~ su padre y el
que él legaría á su hijo, si alguna ez
1 leg-ara á tenerlo.
Y recordando aquella época de u
vi la, al pensar que ya e taba á us pies
baio tierra la única mnjPr á qt.1i~n hahí3.
querido. intió qu~ se le humedecían
los oio ' exrlam) con sordo acen ·
to al par que S(> a lejah~ cabeceando
tri temen.te:
-¡ Quien !e iba á decir que iba á
ser yo uno de los encargaos de echarle
tierra encima de su carita morena:
Arturo Reyes.
}Jfl AJJfiGO BRTCOT
(" • ¡.:. "f()
I~.#n la época en qu~ taba yo d
guarni ión en Huan, nn sábaJo fpí
de~ignado p·tnL formar part.... de 1h
g-uardia de la .::ár~ . ...l. DiC'z ó doc~: contJ><•
ñero~ sa~tmlls dd cuartel ·i las c.) ·il ~
ne. ele Hl s;u g •nlo. 1
Ji.ntr TU')s en la pri"i,)n y no. instalamos
n un apo~cnto inmediato á • ' .JIJ
un patio ce-rcado de altí ima~ pared .
• pena llegados se me indicó para
entrar inmeuiatamente de centi11da en
un itio de importancia.
Acompañado del sargento, subí una
escalen. J llégué á una galer~d si.
tuada á sei. metros del suelo, desde
donde se dominaba un extenso recinto
amurallado.
Primero á la derecha y después á
la izquierda de mi garita contaba yo
maquinalmente los pasos reglamentarios,
cuando al deir las once en un reloj
prodújose en el interior de la cárcel un
ruido espantoso. Acto continuo salie··
ron al patio veinte trci nta ó cuarenta
presos.
Noté que uno Je elJI)s me mir-aba
de cuando en cuando ron tal in si t ncia
que acabé por fijar mis ojos n él.
eg-uro d .. que había llamado mi atención,
se paró del grupo y e adcbntó
hacia el ángu!o más inmediato á mi
garita. Apoyado contra la pared me
hizo una eñal de inteligencia algo a í
como un aluuo ami toso y le recono í
en seguida. Era Bricot, un mozo de la
casa de labranza ele mi tío, con el q te
había yo jug-ado en mi nii1ez y al cual
tw había vi to des l hacía : mu..:ho
n iio .
Con su mirarta parecía d~cirme·
"¡Qué tiempo aque11os! ¿Te acúerda
de nuetras correría 1 ·>r el bo q:..te de
Roumare?'
La con io-na era muy rigurosa. En
la imposibilidad de hablarle y de hacerle
uca seña cua11 iera, permanecí
impasible en mi pu to.
Bricot, un tanto descorazonado, al
parecer, se reincorporó al grupo, in
duda para no de I crtar la menor o -
pecha.
· ·1 toqu tic una t;arr r aquel
itio. ~no Jc cLo era Bricot. \1 abcr
que emple ba en t le faena · lo
prc o poco culpable , e.· p\,;r~ment~ una
gra~ 1 gría.
A. pro •echando un 11om nto n pe
1 cabo ·e cntr tenía e~ hablar e n un
m: lea do de la 'r ·el, ricot i tn~rc
harri n·lo, e a creó con di imnlo al
rincón '"!ondc yo me h liaba y me dijo
á media \'OZ:
qu · hora ,-uelv á lar añero se levantaron
precipitad mente, mientra
se oía en la e' re el un rolongado ru-mor.
Cogimos nu tro Íll ile', cu n o
un carcelero ntró en el pu\,;. to de )·u r·
dia, llevando n la ma110 una linterna
~orda.
-. 'on inútlle la arma - dijo, ¡
El sargento y do hombre ba tan!
I• uí vo uno de ' to último . eguimo
al car lcro el cual se d tuvo
al pi d la garita que acabada yo de
abandonar diri -¡ · 1 luz la linterna
hacia 1 u Jo. Cr í que era víctima
11 una pe. aditla. Bri ot, t ndido en
tierra dirigía :5U ojo hacia la gale
ría. l n ru do d ang·r manchaba
blu ·a en 1 p cho.
El pobre mu(;hacno yacía en ticrr, ,
inútil, ti el vado en la bald,> as
por el balazo <.ple acababa de re ibir.
J. Ic iu lin obre ') .• 1 rprqJe tan
erca y sin arma turbó . da .
El de dicha.! o m prendió que no era
yo quten est; ba de- ntiuela.
Bricot movió los labios v murmuró
e ta palabras: -
-¡ I refiero la muerte! ¡Prefiero la
mu rte! ... ¡Y me alegro de que no ha
ya si ·pecial cuidado d que n
la rc ... ta.ura--i1)11 . • re. peta~en to io lo
po~ih ll, lo rcst )S venerados de la con·~
trucci'n primiti\'a.
Dája e á ella por uaa caliuat
de mármol, de cuarenta y ciuco gra da
, dec rada con ld pidaq sepulcral e
extraídas ele las Catacumba~. Las mi.ma
Catacumbas llena d epulcros
de m'. t·:~; ex ti nJen u g·alerías por
de . terra al rededor del templo.
El interior de éste prsenta el tipo clásico
de la antig·uas b sílica ,con .. us tre
nave epara.!a<; por diecisé1. columna.
de márm les pre io o~ que pertenecieron
á templo d los ídolos; y debajo
del altar mayor, atrae las miradas y 1
corazón de los devoto el te oro d 1
cuerpo virginal que aJlí se guarda · en
mag-uífico sepulcro, ubierto cott linda
esta tu a eL! l ron es al a ba~üro.
Todos lo años, 1 tlía _t de I•~ucro,
fiesta de la a uta acndcn á aquel lug-ar
lo fieles, con e. tra rdittaria anima
ción, á contemplar la , nli
n tre alfilcre
de •Jr:o, al conferir las S •' :: da
Orden~s y al celebrar el auto ~a ·rificio
en las principctle Lsti\·ida ~les del
año.
El umo Pontífice, á su ·ez, ante
de Ji tribuír los palio lo deposit d ntro
de tUl ofrc dorad ,, )fe ·1 altar
Ula re uerd tau ·rato de una humil~
de uin ?
L ON L EC ITO
I
227
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n ron ·omlncido · (
rl·1n~éUl,yJ a clondG
eantaron himno de i(Jbilo ít lo.· v· -
1i ntes o·uerreros en vi a dos por la Ig·le.
·ü1 ·í re~ cata1· sclav0 ..
li
l [oro l>r e y rnujrre , niño. ;\ a.n
·inno ·~ todo de raza n~g;r· ·e po -
rO.:b}1D {.lo pies de la rirg .n Inln
culada.. n la .Mi. iún 1 lo padre blanco.
ituada á orilhv dell· o·o 1 an~anyka.
¡hrn, nn het·n1o · aqu lln. \iro
·en 1ne nnteH no habí·~n conocido ..... .
-¡Oh M< <.lrc blan ·, d ·1 cielo,-: u ·piraba.
un·t mujP-r deshecha n amarg >
llanto al va á rni pobr hijo~ .ri odu
lo pue 1 :, como dicen les padre blan-o
, y yo creo. ·.Qué ·erá de mí ·in '1"?
¡ Jeme l\Iadre blan ·a· ,lvale.
Orult ndo el rostro con la 1na.no. ·
y laudo libre ·ur ·o al dolor, aquPlla
tri te m dre, in truída ;ra n lo· principios
fundamentale de la religión
ri tiana., cataba con t'e ignación lo
deeig·úios de la ProYidencin; pero corno
ra m dr y n1adre tan ariüo a
cotno la madre blanca sent{a le. -
garrársele el corazón.
-¿"'alvar'í ~ ta {l, nli hijo'?-Ireguntó
al 1 . Dromau.· .señalando ·'tla ·irgen
cuand todo · lo · n gro s~ 1ieron de la
· ·apilla parrL c~n~tinuar . u in trn~cióu .
-· 'i el ca1)ltnu.J onbert pudo hbrar-
1 dP la, 1nuert ·u·:tndo ib< á, a e. in< r- .
lo el conduc or d . e ·d< vo 1nejor puelc
liLrarle la Virgen que e Madre de
>io~ .
- · h Madr blanca, O'racia . u -
piró 1a negra, pasaa do c1 ~ rlolor ·'i ll
al grín.. /
-P ro Jw Yiro·eu •ttmbién salv ·í
los uiüo. ll vc\.n lolo., nl i lo-n.fl< dió
l mi6iou ro. conlprctHlicnd qne ería.
un u ti · ..... .. '· vida, de ·1 #1uelln inoceu-t
CI ·a .
- í; qne y·t~·· con la ~[~~lre bl nc:
l p ro llH1 tarJ c. 1111 hiJO: yo lo
(jt&i '1'0 ......
- Ctu nd e t'' : un\: in. t1·ní
RA
ou1o el dio· de lo· Rngas-Ru(•" . ·; el
Dio· de lo. blanc·o. · . · m á o·rand qu ·
l •:Pr~.dre del n1nndo: ·: qu o: lw. PnYiado
aquí. ·Qu'• bueno e: c. e >adJ ·p
{t qui n llamái.· Pa.pa! ·Cómo qnierc
{t lOB neoTOS.
--.Jlucho n1ncllí --üuo hija mía. ,.
pid á. Dio Tu stro 1 'efior la 'pe z ]nu·U..
odo lo.· le tu raza hermana el la
nue. trn..
- "o hunbi(n le quiero lJll.lcho: ha
Hwncl·:tdo c-"t lo. blanco. JH 1·a ·aln ,._
nos de Jo 1 uga ·-Rugas, que ·on peo res
que el demonio. \li hij hubif 1·:
1nuerto, y yo te mbi'n . in el au:ilio tle
lo blanco. 1an la lo por é·l.
-1 •i Uios le libró una yez <1 la
1uuerte ·.querrá oponerte rt . u uou.
dad i hora quiere llevarle al cielo'!
Ln el cielo erá feliz, pedirá por tí
allí ha e ·e1· tatnbi ' n hijo tuyo .
-.~abe tu ·" que ~·o P<.Hlre hlnn
·o . JI..;o·a e 1· 'oluntad del amigo de
lo.
sefl'tl d l mi. jouero, ·aY -
d rodilla ~ T la m a 1r le -
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•
Bl
n la frente
l, , 1naclr ,
n nta-
[t I J. Bon1o ·ns
EL ASESINO.
1~ verdad, me dijo C\l taciturno anciano,
débil. con la cabeza ya no mu
derecha y haciendo g·uiñ s con u
ojos lumino o ; verdad debe parecer
e.·traíi que yo egté tan trL te y con
aire de no íntere arme por nada. Tengo
todo lo necesario para ser feliz con
los años qu he vivido, pe ueiias renta
, tonita ca~a en la ciudad, de ladrillos
ro ad " con un jardín en el cual
podría culti ,·ar ilore . ~le quedan antiguo
amig-o que no se harían ro,.ar
para acompañarme -'t comer un dí por
·e111ana; n lo p,ostre vacíaríamo una
hutclla de vi no de Aojo u, y pasarf m o
alegre como el coro d~; e as cancio!'le
que ya nos cantan. E to sería una
buena vida, bi n tranquila, muy dult:
e y regalada, de pa os ontados que
no ·e apresuran por t mor de lleg-ar
detna iado pronto. ¡ \h! señor, no han
ido h eh > para mí el buen humor,
22!)
1 paz, en los cuale se acoquina el
< oi mo de lo d má viejo · poco me
pr ocupo de la ro a ' de mi huerto; el
ver reir gentes en mi me a me haría.
t~llar el corazón; hace dos año que
duermo bien mal en mi colchón de phtma
.
--- í, a í lo h abido, e ntesté;
habéi sufrido un gran pe•·ar, hace dos
años que muri · vue tra mujer. S ~e •
hizo en lágrimas.
-r o os lo han dicho todo.
Y acrreo-ó entre sollozos:
- abéi que murió mi mujer; ¡pero
ignorái que yo la mat'!
Yo había retrocedido. o vió ó fingió
no ver es movimiento de retroceso.
-·Ay. no sol soy iudo, oy asesino.
Y me refirió su historia:
''Aunque y ambos de cierta edad,
nos amábamos , encdicta y yo,con tanta
ternura que á mucho · les causaba
risa. Lo ióvene , que son aturdidos no
comprendían es prolongado cariijo,qu
no e descorazonaba ni con las rrugas
ni con la car.as. El haber envejecido
juntos hacía qu no pen áramo
que habíamos envejecido, y no advertimos
nuestra decadencia precisamente
á ca u a de nuestra común atención· como
nadie nota el crecer de una ~oja de
l cual no se despega la vista.
Y 1 acorde de nuestro envejecimientos
no no hubiera permitido notar
' ella el mío y 1 mi el de ell ; J s
tapices de los muebles antiguos no parecen
pas dos de moda en un salón en
qu e va haciendo la noche.
o amábamo , pareja exagcnaria
con lo ardores y la niñerías de
nue tro quince años; nue tr lar.g·o
hime neo prolono-aba nue tro noviaz;.o;
jamá pudimos habituartio á tutearnos
delant de la gente. i llebaba á
nuestra pequeña ciudad • · e o'
n gociante. parí icnses que a énero
y trajes de moda, jamás J jaba
yo de ir á acer alguna compra para
enedicta · cuando volvía á la ca a con
mi paquete en la mano, exclamaban
lo ecino :
':lié aquí al ñor Jacquelet qu
lleva un reg.1lo de novio á u mujer. '
¡ í, buenas gente un regalo de novio!
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B
Y era algún .. dorno e leste ó ro a por-que
el celeste y el ro · cntaban á ~u
caLello rubios, que taban blan c .
Como siempre habíamos conservado de
nue tta juventud campesina la co tu m~
bre de le antar.no: con 1 al ha, e no
encontraba cada mañana, antes de la
misa de iete, e11 los pequ ilo scncleros
al rededor de los parq:.tes de lo ca. tillos,
ó á lo larg-o del ría huelo, lnjo
los sauces; caminábamos ele la mano,
algo r tirado uno de otro, con ese movimiento
de los brazos que tienen los
prometidos y que hacen pensar en las
cuna futura ; Benedicta ~e e capaba
'vec con una~ rarrerita que des m
ntían á nu ~lros reumatismos par.t
ir á rogct' marg-arí tas, 1 u d ()hojaba
para saber si yo la amaría siempr .
¡Ah [ el siempr del tlí 1 ·ay ·r no :
ra una garantí para 1 'empre d 1
día de mañana. Sin mhargo, la opi
nión de una flor á fav r, no nos p recía
inútil. Así 'ramo d ridí .ulos v d
felices. Pero entonce no notaba ro lo
pueriles y locas que eran nue tra al . grías;
el señor y la "ctÍora Dénis jugahan
á"Pablo y '\ ' irginia''; mucha ~·azón
tenían cuando no-: señalaban n 1
ded•>, sonriendo. E t'bamos clemasia lo
contentos para preocuparnos d otra
cosa. ólo desde que va no exi t si 11·
to ~mpañada mi felicidad.
Denedi ta cayó e~ferrua . ' ~~ ~~rave",
confesó el médico. Y m dij un
nombr d enfennedarl que .. no qui ro
recordar. l\li sorpr sa igualó á mi d
s spel'ación. ;U:1a cuf rm dad d la
cual se pued morir Yo staba tan ~atisfE
. ho de 1· vida, que j mjts había
1 u-;ado en la mucrt . Ad . ma er Huo·
d ma~iado 1ó t:n . P ro h aquí qu
Ull ar.ar ru ) aH' vol vi, á )a realidad
me oblig-ab ' pt·n~ar en l dolor. n la
vejez · 1 · / s para 'ion e: et1 1 e ·nH?n·
t ri . ~cómo podía aqut-"llo stll. elkr?
¿ella moriría mientra yo qu daría 'i
vo? ¿pas,uía días de sol dad n aqu 'lla
pieza•á ond~; yo la había C'Onduc•
'lo, cubierta aún cou u traJ de d po..,
ada; pasaría noche d ol dad 11
aquella alcoba c.lot1dc habf
un sueñ del cual d ·•spcrtaba p r ,. ~
primera¡ y :tqÚcl 1 ·cho, que l1ahía : id 1
nupcial, podría ser mortuorio'! • o p
día creer en la posibilidad de semejan~
te desastre; no creía en él y con son
risa:J inceras hablaba de la pró.·ima
onv lescencia á mi querida n1ujer a)rr(
pálida, así creí h~th rla visto en otr()
tiempos, cuando era soltera, durant ·
no se (l ué fiebre- mi (1 ueri<.la mujer re.
costada en un gran sillón junto á ]a
,·eulana abierta, por donde entraba 1
ol que la ale .~·raba. P ro ucedió una
cosa espanto a. La enf~rm<:dad de Deu
dicta se complicó con dolore agudo
intoleral le . El erla retorcerse en con~
vulsionc , oírla q¡t ju.r e bajo una mano
cruel, era más de lo que yo podía
soportar. l!Jl doctor había compue. to u.
na poción qu , tomada d · hora en ho
ra por cucharada , aplacaba Jo . dol
r "';era uu lrog. peligrosa mortal
para aquel q u la hu bi ·ra tomado en a J.
ta dosis: un Yerdad ro Yencno; se había
especificado n la r '( ta (}U d l íl
empleársela con )· may r ircun P''
(ion. rr mlJiaba t )O lllÍ 'Ll ff)O, Cltai!·
do p r uadido p r. la s súpli c¡ts de B!·
n~dicta, le vaciau '~ n la lwc una cu
charada lleoa, que ella tra ruba con ansia
n su deseo de paz ' • e . ueiío,
la nft.rmedad ib a rr ' ~ndo e de dí
en día. '·Vuestra mujer · tt perdida .
we dijo el m' dico una t a rd eu q u a
lí á acompañarlo ha ta la puerta. . rrí
al tPl · rafo nvi ' tlU par t á un cloüt r
de P rís á un prácti ilu tre, u·
nombre había a ·udido á 11 i mem :uia.
Cuando vol vi á e: a a, H ·ut dicta e taba
mori bu u da.
fu ron aquello dos d'as spantosos
y do uoch s no tu no l .. rril>le ..
Beocdicta n la cama - ¡ h, en ara
ma -g·entía, aull, ha, con l . ~ uña en el
pecho donde la roín aqu 1 dolor iut
rior, e arranca ha. las carn .. L to-maba
lo. brazo y h csaba sus uiia au
grienta ! ~Ie imaral , que el de-
. o. lllL1J natural, de e tar n su Jugar
no podía a un ocurrír me; pero, l v rm
sttfrir tanto como lla :sufrí , 1 la
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hu i ra ufrid
felizl En,·i .. b.
bu ca el m "die o
te taba:
1 E
la inen
11 -
·:E inútil que vaya. neda
peranza al o-una. Todo ha con l uíd . .t
mi último n1eu a; r spondió: • Qu e
me dcj-..:n en paz. "ro no abriré. La eñora
jacquel t ha muerto' . .r í no se
me dej ' 1 • ilu ión alguna. Era verdad.
Era g-·u . ene 1· cta iba á or · r. lo-rit
1 nl o h ra , ' n una hora
ante de ¡ue hubi ra dado la hora; y
sí roí o, torturad , impoten~e miraa
á mi muj r erguirse y saltar sobre
~~ lecho que crujía, hundido ya ..... De
- p ntc se enderezó, e sentó y me dijo
en lo uecida: ''. i duele! me duele!
Ya no uedo oportar lo que sufro .... .
o, es Í:!lpo ible, no aguanto más ...... .
rengo carbones uccndidos en el cora-
J.Ón y en la garo-anta ...... Consiento en
norir l'cro u fto d m a iado ....... Esto
me muerde > me dcv·ora ....... Oh! te lo
;uplico, ya que "oy á. morir, ya que
~stoy muerta, d"me .... Ah .. dame, da-e.'
Con 1 mira a con la mano, con
todo el cuerpo me señalaba eJ fra co
el velador el frasco que contenía el
licor mortal que á menudo la había calmado.
Os lo pregunto ¡,qué hubi ráis
bccho? ¿Qué hubicrai hecho en mi lugar?
Ella sufría dema iado. Yo no po·
día ·erla sufrir por más tiempo. Tomé
el frasco temblando, lo acerqué á la
boca m ribunda. que e pegó á é. furiosamcnt
• qu bebió, !.>ebió ha ta
la últim gota. En cguida Benedicta
ca y' sol r los al m ha done , de pnés
d ·u u hru co e tremecimien to, y tuve
larg ti mpo entre la mías u manos
tibias aún que fu\;;ron enfriándose poco
á poco ....
En la tard del día siguiente,
mientras yo velaba á la muerta, un coch
e dctuv ante m· a a. Señor,
dijo la irvienta, el mé ico de l arís
á qui n •nvia tei un parte . Entró.
Examinó el cadáv r con gran cuidado,
moví 'ndolo dánd le 'yu ltas y palpándolo.
]in e uida e informó del tratamicnt
ue e ha ía hecho cgttir : la
enfer na. L.t sirvi nf.a scña!ó el fr: co
"ací ol re J v lador. 'romó la bot lla
2i1
a()"r ' ó: " 1!-~ra preciso hacer una
cperació 1 Iacilícitna. i e hubiera e -
perad hu icra al ' do á e a nlU
·er .
Catulle Mendés,
La buena noticia
María fue la primera en llegar. De .
pué llegaron Juana y Cecilia.
En el cuarto que ocupaban- una .
cocina, un comedor y tres dormitorio
unidos por un correJ.or-se oían á la
mi ma hora lo mi mo be o la~ mi·ma
p-1 bra que la tre hermanas se
daban y s dirigían: "Bueno. día .
¿E tá. cansada? .l o trabaje táuto. 'l
la madre añadía á veces: '¿Te han pagado?'
1\Iarí&, la mayor era profe!ora de
francés, v corría de un barrio -l. otro si u
dar jam~ 1 menor prueba de cansan cio.
r.~a segunda Juana, daba lecciones
de piano. y la otra ecilia no ccsal a
de trabajar en lo_ quthaccre de la casa.
La madre pasaba por el correrlor
lle' ando la ~opa y un plato que había
preparado.
-Tengo que daro una
cia-dijo á u hija .-Pa.s•••..::....
medor ..
I..~a buena S ñora. que hacía las veces
d cocinera 1 aña ió á los poco momento
:
-Cecilia ha sido solicitada para
er in titutriz en un ca tillo.
Iaría y Juana no pudieron ocultar
un m vimiento d or.pr sa.
-¿In ti tu triz ·n un ca t ill ?--el i-
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2~2
jcron las do á un mi rno tic m po.
Sí-conte tó 1, madre.-Estará
allí muy bien tendrá una cxc lente hahitación,
cou1 rá 0n la familia y poeirá
recibirme una VtZ e 1 tne .
---;.Y e o está muy lejos de aquí'?
-A quince legua .
¿Y á cuánta niñas habrá que
Nlucar·t
-A una ola que acabad cum-J'lir
doc aÍÍOc:! , J~a c.larán mil quinien
to francos de pa 0 ·a.
-¿ r cuándo ha de ent!ar Cecilia
rn funcione. ?-preguntó 1\laría .
-D ntro de cuatro días lo sabr -
mos por medio d una carta. La familia
necesita el tiempo . uficicn·.e para
tlc~p dir á la antigua in 'titutriz y
)reparar á la niña par. r cibir á nue~ ·
tra afortun~da Cecilia.
De pué de comer, la uucna noti -
ria continuó ejercí udo su influencia et1
medor:, y mi entra anclaba ra gó .
obre. T~a. tre herman s la sco-uía ,
p'lh.la , mudas, sin aliento .
Al leer la prim ras líne s, la n·¡.
cire ÜlVO un obre alt.o.
i ..... u~ .. uerte tan perra!-exiam'
-·La at1tig·ua in ti tu tri~ ·e queda.
Iba {t. 1 cr la carta c11 alta -vo~. u
tr"s hija ha ta aquel mom ·nto epa
radas . hahían unido en un c. trr· h•
ilh:-ar.n. ollor.. b'an (·ritaban, _e étpr •
tabun utta ·e ntr; otra y us mejill.l
•:laban ittunrbda. d lá!-'"rima : J
l C.'O ;,
lar;ía hal?l · .. a' fin, 'dijo:
-¡ >ué alc,rría ta.1 Íl meo a.
J u ci·ñ'a con t · t{,:
Si Ce ·ilia h ubi · e partido, m
hul ie e muerto de pena.
Y la p qucña llijo .' . u vex:
-1Est ba d ~idida á ren·~ncivr!
La tres hcrnww ~ ex !amaron
un tiempo:
·¡ ... 'o nos·· .>ar ·m . nun •t!
Y aqu 1 día lloraron de alcgrí
ha tala noch . por f}U\.: h· uÍall le CU
l>i rto el :ccr ~ de u Yc:tluro a 1 O·
bre~a .
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ENG Z
tu quilarl" lo ~o c.1 · ·m~iwa •í
urantc m u ·ha hora ir e (.·ti no· •i nla
vis: un tieuducha,
londe \Cndía fccto · et• comí ión, espe-cias
la mayor partr. . pc>r' en ,-anv du-rante
mucho tiempo, alg-una ofert·1 el
mis antiguos marchantes. o me abatí
por es9 in embargo y eg-uí e ... perando.
U 11 año toda vía, Hl cabo del cual
fué á mi un repatriado que en aquella
poca e hizo mercader, á ofre-cerme
un rédito. onfu o y lleno d
temor ntrc mil agradecimiento fu·
i ''O y otra.· tau t rote ta de pobr -
?.a, acertélaof rta .vlc compr', para
•mpe%ar, cuarenta p ~o , qu coloqué
en Ut1 de lo ~..:ntr paño d' !a tienda.
El hucYO del trahai la honradez y 1
horro iempr\; e fecundo. Poco á po
co fui en , nchan o 1 ·r ~u ito, v <.le al
jando con Jas mercancía po: 'tal me·
dio obtenida , la de la comí ·io~c·.
Do ano d pués h bía engordado al·
~·o pero no tanto qu pudiera resi ·tir la
p 'rdiJa de un crédito de mil pesos sin
que sufrier el mío.
l~n mi cli nlela, que era c. ca~a y
u'en senr¡da habí do· ujelo por
q tiene· peredanlos omercÍétntes e
· Iedina. Yo entre llos· pero con 1
re crva qu el tleco:o e.·i~=;e: qu: ro deir
in corrcdorc~ á la pata y sin ar;al-to
d jal hn mi ti en a ra bi 'U re·
ibido tod 1 qu. entraba per poJí
tran itar libr mcute por la t d! .
llácido y 11ariano, que asi se l!am au
lo usodicbo · dit.:nt~c; me ·ampraban
.i m r , uc prcfl;reu ía y 1 priuci¡n.I
de u anchda. e mil á mil quiuicnto
duros en e, da viaj . Cou frecuencia e
valían para h cer lo pagos <.1 otro co·
merciante de la mi m a población, que
por tal circun tancia se tlizo conocido
mío. D l conocimiento p r onal pa ó
al encomio de 1ni negocios. y del en-·
comio á la propue ta del fiado, que er,l
lo que yo e peralJa prevenido. Qu rí
me <.lijo tratar con una casa que t nía
precio fijo y apuutaba tan bien. .. refcda
á la ·xactitud de la cuent .. De·puéc;
de t ·agar mucha aliva, por que
tré ele tale z hutneri)s una r1egath a
era peno a me .. ·cu é, con prete'\tO m: ' m no fútile de aur.= ré-clito
que· quería . De allí á do :\~,
viuo PHi ido: r,I inn y fu'~- mi tienda.
De de la primeras palabras que
cruharou eul r lo dos, comprl!ndí que
!levaba en tr m no un buen lío ...
mi buena· pal bra dt; . i m prt> fu'
re:spoudi ndo e 11 frases s cas y corta
da., .... ·o rpv·ría en resm.,en Ot.ra · ·' ino
qu le e rtara la u nta y pag-árme·
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234
la. D. pi', frente ~1 1110 trador, porque
no tlll o entrar r11 l;utar , e pcró la
·uenta qtte. fue un poco Jaro·a. Deducido.
los lcscu ·u lo , ¡ucdó u~ al do lí-cltudo
d mil ochocíentos pesos en nú-
111 ro redondo , q u me contó en l u eno
coudor acuñado n ·Iedina ' ..
fué com había ven id , h: ho un b·a i
li ·e o. y Jo m q ued' n im i~utad pen.
ando en lo que pudi ·a t.:r aquello.
¿ P;r qué le ha pa ado á l lácido? ¿Por·
qu &t ·hombre de tan a omodada condici,)
n, ·e bacon\· rti o n una fiera intratabl
?Por má · q ne e carbaba en mi
conciencia mi re uerdo no podía ha·
llar respu sta á mis pregunta Dos mese
ante r:os h!lbíam? epa.rado amiguí imos,
sto ma ~ott:o ele tngratitud,pero
ra con:;uetudtnano, que un servicio de
corni ion -;rati q~tc de tiempo atrá
le venía pr stau{o de muy buena vo '_
Juntad . Ilecho tto "Xamcn prolijo de
mis re lacionc con 1 1 ácido v no hallan.
do mi i ucorrrcción en ella que reprocharme,
acabé, por someterme resio-nadamcnte
á la l:y .d~ la fatalidad;
0
porquc,
para un pnnctptanta de poco capital,
aquello ra un fatalid d .
Cinco mese· después hubo una jun.
ta de acrecdore en un· tienda veciu .t
á la mía: ~o c¡ucbr~dos de la junta
erctn htc1cl y !\ianano y la qui bra
un desa tre. Lo hismcs de aquel
hombre vengativo á quien había n gauo
un créd:t0 me habían salvado de
1 • . a nuna.
Gaspar Chaverra .
..._o.E " -
HISTORIA PATRIA
[ llcasc el .~.vo 99]
La vid a de Nepomuceno Aranzazu
gste estuvo después de la independencia
mas íntim·tmcute consagrado 1
servicio inmediato de su ~mo Juan de
f
Dios Aranzazu. A<1uál y
Manuela .. Ruiz
una criatla de la ca a, io-ua!m ·ate a u
cío , y buena, a i ti rm al 'r. rau
~azu n Ho«otá dcsd~ 18. 7 hasta 4 ..
durante la tenaz nf rmcdad 1 u
amo y n la porfiada lucha e n ~a
muerte, h ta 1 final de la a ouía.
Los amio·os íntimos de1 ilu tre e -
tadi ta hablaban con merecida alaban
za de ta :olicitud y lealtad de tale
criados.
r~u, go regresó :Tepomuc no , la
Provincia de Antioquia para i itar á
u eño~·a (Doña l\·Iaría ntonia Gon-
~ález de Aranzaztt) é informarle acerca
de la última 'poc de su hijo muy
querido.
Vivía esta distinguida señora en
H!oneg-ro, en u11a casa de balcón itu'-
da en el costado orte de la plaz
principal, en la sc¡ui u próxima á la
iglesia m triz [la mi ma a lu p r
lo a-o~ de 1904 abit u. 1 . }• tani ·
lao Uribc Hui~].
E•·a Da. 1'1a1·í A1 toni
en r í.t y porte au
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L •TtrR
'-JllC le llcv·t- voal.crvicio de los·doctore 1:ariano
can .
Habiendo visi tallo el re ideu te
Tt!tl ral II rráu la Provin ia d .t n tioquia
en 1 ~42, est~vo en Rionegro,
en londc f ' oh equiado por e! Jefe
lítico D. Ignacio i\Icjía con un 1u ciJ
banquete servid exclu. ivameut
en 1a vajilla d piat· de Da .. faría nt
uia Gonz'lez· ,~ entr lo iuvitado·
c:>t- b la flor y nát( de la gente de ma,
yor representación que h· bí cntot}
e s en la ciud: J, que contaba en u euo
á \rar\o. calJallcro~ de las familia<;
Pt1ontoya, Sá~nz, Campu:tano, 1i t1cc,
Lor nzaQa f jí , Urib 1 chcvcrri
cte.
D . larf ~ ubnia t.:on ·en•aba con
re peto casi religioso la bibhotcca d 1
.. 'r. : ranzazu, y uua eric de r trato..,
le hijo, que lo rcr:resen taba u en di ~
fcrentes edades, y tambiéu la intcrcante
corrc~poud ucia de lo último
aiios rcllti va á lo p d cimiento· y á
la. con \'crsión de aquel persot aje.
pina y
Ju n Crisóstomo Uribe Echeverri
suc ivamente.
E te cab-ller natural de Riooeo
·ro ra un médico di tiug·uido de e · 1:) 1 ;
1 eral ducaciou, fin ~a
crvicios.
El Dr. ribe bche,,crri lleYaba eu
. u v na mucha ann't' va congacla,
~o.n lo re~au su do" apellidos, y á
tal circunstancia 1 lrá atribuirse en
part ·,por ley atávica, la u0+ ·" c.l.o-1
de actividad, entereza en ·L 0 do
del bien publico que le di tinguíau.
No esqui ó pre t· r su enrici<'
al p í en la Legislatura antio~ueña y
en el ConO'reso general. En la epoca de
la o11fcl ración ranadina fué hon~
rado con la Designatura para ejerce~
el l odcr Ejecutivo, y cu ndo cayo
gravemente herido en el combate del
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
23() ~ E .. A LEC'l' RA
18 de Julio de L 61, estaba desempeñan
o las funciones de Secretario de
Gobierno v Guerra, bajo la. Presidencia
de D . ·nartolomé Calvo. ?vi u rió por
co11secucncia de a herida.
Varia señoritas principales de la
vapital, deseando honrar al distinguí
do m~dico. y al valiente y caballeroso
hvmbre público, tuvieron por conveniente
acompañar 1 féretro llevándolo
en us propto. hombros hasta e~, ~cm
nterio· y e~tc acto de celo patnohco
no 1 rué perdo:-tado por el caudillo
trü1n fante. General !\io quera.
Tres ó cuatro aiíos despué del
desticrro(del 51) emprendió D. Eug·enio
.Martí:J. Uribe un viaje al Per-ú con
el objeto de ~raer á su pa~ie;tte y ~mi
go el Dr. Unbe Echevern a la tterra
natal.
Eu ~se ~viaje quedó muy prendado
D. Eugenio dt.: la honradez, cahallerosid~
d y detnás cualidades que adornaban
á :repomuceno y cuando regresaron
á )lcctellín 1 llevó á u casa, en
donde fué mu)" acatado por toda la familia
Uribc y Santa .M aría. Eutonce
se distinguía cpomuceno por la ob-crvancia
de las reglas de urbanida ,
apre11didas prácticamente en el trato y
con el ejemplo del Sr. \.ranzazu .Y del
Dr. Ur.ibc Ecbeverri y en los viajes;
apar~cía aseado y de porte impático
y correcto, si e m pr pulcro y mesura.do,
suave y co ne ido en el trato soc1al;
vt:stía terno ::le paño, calzado ele botas,
sombrero fino de iraca.
Entre u a¡::titudes figuraba u
h bilidad en el servicio d mesa, n los o·
licios de coc:nero a istente,y enfer• 1ero:
v á lo señores les in., piraba co npleL co:1
1iauza por su pun tuali<.lacl y honradez e~1
lo toca ~te al manejo dinero y por el 1.1-
110 en •1 Jcscmpcño 1e o tra comisiones
cxtcriore ..
F . ·. dij Doñ C 1 pa Santa
::\far xcclcnte cría do:
' 'epomt1ceuo Usted pod ía quitarse
esa ruau a, pues tJlled a mucho mejor
con su unífon 1c de paño.,,
-No mi señora, cada. uuo d 'OC estar
\;n la posición que Dios Jc ha señalado;
con l¡ rua 1a me acostumbré desde
mncliacho conforme á mi condición:
debo conservarla. '
Doña María Josefa Santa Mat·ía,
señora de D. Eugenio, era un~ dama
muy inteligente, y dotada ele grandes
cualidades, entre ellas la prev isién .r
la vigilancia, el amor al orden, la mode
tia, la piedad, el dón de gobierno y
la firmeza de carácter .
Don Eugenio y Doña Chepa tení, 11
relaciones de íntima amistad con D .
Juan Pablo Carrasquilla y con su her mana
Doña Ramona, quiene trabajaban
en una acreditada panadería establecida
en su casa de la calle de Bolívar.
En aquella casa habíase educad
bajo la protección de Doña Ramoua,
una pobre obrera llamada Elena; y como
en aquel establecimiento era muy
bien acogido ~epomuceno , pronto fij0
los ojos en esa joven : cila vi no á ser su
esposa.
Ya e taba avejancado y con ella e
alc:jó de 1Iedellfn para establecerse en el
Sur del E tado en Salamina ó n
Arauzazu, en un lote de terreno adquirido
de us antiguo amos los señores
Arauzazu y D. EJía GonzáJez, por d~
de legado ó de r compensa, por sus
bueuo· y 1 ales .crvicios á la familia .
liombre de religiosidad no des mentida
y de adhesión al orden legal
salió á la defensa del obicrno legítimo
para combatir la relJelión de 1 6
(encabezada por el G~neral ~Io quera);
y p.oniéndose bajo la órde~-- dd Co ronel
D. Cosme Mat·ul anda,
uno dl los caballero v hombre bueno
y e m-' práctico.\· sincero patrioti
mo de la antigm? • ntioquia, vino
.L.repotntl eno al ~en ti·) del h tado par
oponer e á la seg·tHltia invasión de
la Co tn, enviada por el General Juan
Jo é 1 i toen 1 1, la. cual fu' acorralada
en ~anto Doming·o. y capturada
eu 1 combate del 14 de Enero de 1 'G2.
J. 1 co·mcer e esta noticia en una
ca a de r Iedellín :. n donde se leía el
relato de los que p rc~.. .i eron en el combate,
oyóse 1111 grito ia timero que de-ía:
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EN L: ~TU
-"Joaquín murió, también .Aran~
a?.u".
{ un nifto que cur:.haba pr .o·un-
-~la m á, qui 'n era e e S ñor?
-'·Hij mío. hablo de J.. epoUluce-no
.. ranzazu, ra 1 criado fiel le I .
Juan ele Dio Aranzazu, el qu 1 a i -
ti(l en la larga ufcrmcdad y en la an-onía;
era un hombre ,·irtuo o y un caballe~
o in ta .. ha".
Y por la tn\.jill ~ d 1 üora ro-daron
ent n "e d s 1 >~·rima.: qu imholizaban
1 int n i lll d. u 3enti-micnto
.
, u marido añadió:
Recuerdo mucho la finas atenciones
con que no . irvió Tcpomuceno
al ~r. Aranzazu · ' mí, uando íbamos
juntos de. ionegro pa1a 1 ogotá[~ ";7]
pnra asi••ttr al Co tt') reso ? q~~ fue ele-ido
Pre identc di! la Republtca l Dr.
1árquez'
Entonces ! ' dos esposo , ele-
•ando al Cido u · mirada comp . h·a
rezaron ua Patcr 1\ostcr y la señor.a
añ~t--lió la oración sp cial por lo <.hfuuto",
todo por i 1t nción del honra-
Jo Ncpomuccn 1 ranzazu. .
Aquella señora q.u ahora tL.cn~ :1
años, con erva 1o mtsmo cnttullcnto
de benevolencia y arida 1 v de una
maner clar , lo n.:cuerdos del pa •tdo.
te pálido boceto de .lo dos c.aba-
11 ro~ neo-ro tien por obJ\,;to uphr .la
deficiencia le la bio,..rafía qu tenía rnpéctorc
_v no ·rihi' d r. Gre rorio u tiérrcz
'onzfi~cz.
1~1 Tiro\ 22 de Julio de 1910.
GIRARDOT
Marchó l 'imón B 1í \'ar ' co m bat~ir
n e rtag-en contrn 1 l ai\oJ (\,:, lle-
,·a 1d ~í n la o á :\1 i ~.?;ncl 'ir rdot~ por
e u ~., q e ::Jbour an nuestra. hi tori
Bolívar h rilo por 1 ingratitud hubo
< l migr r 1l e. ·trnnj ro d jando á los
inCT¡·nto pere iend bajo la uchilla em-
1 ufi c.la por l'Vlorillo y Em·ile. Cuando el
Lib rtndor, se 1 ado providencialmente
n l . 1 ntill d 1 puñ 1 a csino de un
criado uyo y d SI u d mil peripecias
organiz' 1 expedición de Jos Ca os y
vino á n zuela :Í pro cgnir la emiJresa
t'nnt ,. e comen~ da ~ tantas vecea
arruin da; ya Don Luí ir rdot, el
b ncmórito padre de ATA A ro había
sido tristemente a csinad con otro granadino
qu hnbían mi~Ta o por fuorz
d la p rs cución que conLra ellos d -
pl ·' \ 'ámano, el cob rcle, ' causa del
apoyo :\ scn·icio que habí n pr stado á
1 revoluci 'n d indep nd ncia. Postel'iorment
el Iá.b ro Libertador era. OT fue t.n.n
ja1lo como U6t·lol>n. y tn.n prudcn c·omo
, 'ncre; mn ini 1 ig nte . uHtch m!i~
iln. t.rn.d ou , !SU rompniíc¡·o: d nrmn.,
fu . t· . ~,~1 más humanitari .Y c,l mn ·
r· p. 1cano d los 1 rÓcl"n's; anuo era,
en !'iU com}H\l'R.<'i 'n. de aptitud intelc ·tu
al .3 1nediocres. :\lontilln$, u.pona. · \ i.·ihl~
, los BGt•mtíd ~ n todo inferior e; y
Pnc:r.,aunque valiente, no ra ca¡ntz d conJpnrcc
r en su presenciu;ol mi¡mo f'an. andel\
pesar d la aureola. con qu Jo ab1·i-
1Jant6 la Viccpresidenci el<' Colombia, no
tu o la cualidades y virt des tld h roe
ou,ya. mucl'tc cnJutcció lo ampcs de V .
n zu 1 .Y u vaGr nada· ( IRARDOTfu
en todo sentido su erior á sus nobilí ¡.
t'?os .Y ral ro o· compañ ro·; igual á 0 .
hvnr n las prendas política· 1ue lo 11 .
vn1·on al pin( culo de 1n. ~lol'i , rnú iJu
trado y muy snpori Jl' n cuanto :Í 1
P• endn morales qne d he pose r el 1 ombrc
lhunado á conduc;ir lo }HI hlos. , ¡
la mtt •rtc aciaga CJll d pl ~ó us alru
sobre la cumbre doJ J ál'Lmla hubiera ·.
cogido á Bolí.var para dal'l muerte m.'
bie!J que á GIRA1tno·r. te habr1a ido
el hbcrt Jor de lns naciones sudam rica
na·.
J. D. Monsalve
A L'=OPOLDO IZA.
¡A la altura! L' gl'i la ,.11 toda partt• ·.
:A h1 nlluJ•a! c:rm ralJi:l, ,.l)n '!. 'J''\ mu.
Yan 1i cluv: r los fit•J'o<; c. I, UJU ;.¡
Con la fe tl · un fr •Jat:t i<: c•u Lu ia mfl.
la \'a •) p 'lllh):} e} aplf ·in, )a , t•d tL
'l'rf'rnola .v l1> ncal'Íl : a al ' 'cr qu • ru d.
F.l Mtn sin . olt•11·. ht•rm , o y fucrl . ..... .
Y •·n t•. :• cmnbr" gr:í •a1t•s la l11 rul'i .
Al l' ' JULuol la. m ucrt • dt• u gl ria
Y:\ Uimrdot la. "luria rl u muertt•'
1910 ~LIMAC SOTO oonoA
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.