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TRIM . . 1. } Bogotá, domingo 30 de Julio de 1854. ~ NUl\'I. 8.
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NUESTRA BANDERA.
Nuestra bandera es la de la libertad. Levantémosla bien
alto, mas alto que el grito de nuestros. adversarios, i el Pueblo
en masa la seguirá; porque para seguirla le basta reconocerla,
i para reconocerla le bastará divisarla. Que vea la N acíon lo
que somos i lo que queremos; i que ·la Nacion se decida. Le-antemos,
si, en alto, para que la-Rep6blica-1~~ con~ar~a )ra largos aí1?s de Nosotros no queremos, como quieren los radicales, que se
vida sin]a hostilidad del bando rehJlonarJo I sIn la demenCIa de niegue a los saccrdot.es la ciudada,~í~, porque esto es cercenaJ;
la fr~ccion pl'oudhoniana. Aquel los ha combatido negándolos; de sus derechos públicos el uso leJlhmo que hacen de sus dereesta
los ha desacreditado estendi .ndolos. Una exacta aunque chos privados; nI queremos tampoco, COIUO quieren los conserrápida
reseña histórica, evidenciará cuánto nos apartarnos los vadores, I~ ,reimpol:tacion de los hijos d~ L~yola, porque, en
liberales del retroceso conservador conlO igualmente de la exa- cuanto crIstIanos, SI creemos en la suficIencIa apostólica de
jeracion radical. . ' , ., nuestro. cle,r~ nacional, i en cuant? miembros de un p~rtido i en ;
Los conservadores hicieron del sufraJlo un pl'lVIleJlo, los cuanto IndIviduos, creemos tamblen en la verdad hIstórica de
radicales lo convirtieron en una mercanCÍa; nosotros queremos que la tarea política de la Compañía de J esus es contra la 1ique
se consaQTC como un derecho. Que no sufraO'uen solo los bertad de los pueblos i el desarrollo del espíritu humano.
poderosos; pero tampoco que sufraguen tambien ¡os indijentes. Los conservadores nos legaron la conscripcion para la forSolo
la independencia individual' puede hacer formular un voto lnacion de la fuerza pública; los radicales clamaron como enerconcienzudo;
solo el saberlo escribir. puede hacerlo libre de- gúmenos por la abolicion de la fuerza permanente. Nosotros
positándolo en secreto. Los bárbaros no tienen otro derecho no perseguimos nombres, ni antipatizanlos con clases por odio
que el de ser civilizados; ni los lnendigos tienen otro que el de a individualidades; el servicio público hace necesaria una fuerser
socorridos: el sufrajio es el primero de los derechos, el de- za, i esta debe organizarse vigorosa i económicamente; su derecho
privativo del ciudadano. nominacion no nos afana. Queremos la conservacion de una
Llevados los conservadores de su sistema de fortalecer el base suficiente de veteranos cuyas bajas se llenen por el engaaPoder
Ejecutivo, anularon la entidad municipal; su Presidente che voluntario, i el levantamiento ordenado de las guardias naera
un régulo con disfraz de Majistrado republicano, al que re- cíonales. El soldado es a nuestro modo de ver tan republicano
presentaban en las provincias los Gobernadores, sus pro-cón- como el majistrado; el uno i el otro son los ajen tes de]a lei.
~mles; quienes no solamente hacian las elecciones, sino que se Los conservadores repartian del Tesoro público sinecuras
hacian los elejidos; i su Jefe con ámplias facultades, llevaba el cuantiosas en razon directa del rango del agraciado; los raditrastorno
a los Juzgados, haciendo pesar en la balanza de las cales piden con fervor la abolicion de las pensiones civiles i mipruebas
judjciales el valor de un nombramiento i el precio de un litares; nosotros rechazamos la conversíon de las cajas naciojndulto.
Los conservadoles sacrificaron la libertad al órden ; nales en cajas de ahorros con miserables descuentos; pero no
jos radicales el ól'den a la libertad; nosotros queremos la liber- queremos tampoco que se deje morir en la indijencia al viejo
tad regulada por el órden, el órden garantizado por la libertad. patriota que ha encanecido en el servicio del país, arrojándolo
1.0s conservadores quieren Gobierno fuerte, de centralismo; los del empleo mal dotado i peor pagado, cuando la rutina I el tie mradicales
Gobierno nominal, de federacion; nosotros Gobierno po lo han hecho inútil, o lo han maquinizado, sin darle un pan
'popular, de república. Queremos Gobierno nacional i munici- con que entretenga sus últimos dias. N i queremos' tampoco i lo
pal distintos, pero no antagonistas, i secciones libres, pero su- queremos mucho ménos, que la ,iuda i Jos huérfanos de los brabordinadas.
vos que mueren en el campo del honor, purguen con una vida
Los conservadores llaman propiedad el monopolio, i a eso de miseria i una muerte de inanicion la gloria de ser las reliestá
reducida su ciencia económica; los radicales denominan quias de los mártires por la patria. Dejarémos, por ejemplo, a
robo la propiedad, i en esto consisten sus miras humanitarias; los radicales, si son consecuentes alguna vez, la honrosa tarea
nosotros no queremos acrecer las grandes fortunas a espensas de disputar a la familia desolada del lnalogrado Franco, la trisde
las fortunas menores; pero tampoco deseamos que se arre.. te pension que él mereció de la lei por los derechos de cien rebate
a los unos para dar a los otros. N osotros no queremos ñidos combates, en que hizo morder el polvo o fugar despavorique
la leí diga al ciudadano: si tl'abajais mas, i si teneis mas dos, como a Arboleda en Anganoi i Buesaco, a los traidores i a
habilidad que vuestro vecino, yo os impondré una multa, quitán- los enemigos. -
doos por cada ciento que obtengais un tanto prcgresivamente Los conservadores en su marcha triunfal en 1840 dejaron
mayor,hasta l1egarme a apoderar de vuestras utilidades i de \'ues- un reguero de patíbulos desde el Carchi hasta Timbío, desde
tro capital; i sí esto no bastare para enfrenar vuestro jenio o Cartago hasta Bogotá, desde Gachetá hasta el Socorro. 1 fuevuestra
actividad, que abren camino a la industria jeneral, que ron tales i tantas fueron las víctimas que en sus,arranques dracoaumentan
la riqueza públicá i dan ocupacion a los brazos de los nianos inmoló su Jefe de entónces, Mosquera, hoí compañero
proletarios, cuando hayais nevado mas allá los mojones de vues- de arnlas de los Galindos i de los Vanégas, que los mismos edi-
1ra heredad, dejaré a un lado los miramientos: tiraré por mas tores de la CIVILIZACION, al hacer la apoteósis de su partido en
acá una raya limitadora, i os diré: hasta aquí, que yo no permi- 1849, declinaron toda solidaridad con el asesino, i lo espusieron
to trabajar tanto! Queremos, por el centrario, que le repita: manchado de sangre i con la frente tiznada en la picota de la
trabajad, que yo velo por vos i por vuestra propiedad; yo os vindicta nacional. N osotros no queremos que torne a levantaraseguro
el resultado de vuestras tareas mas fructuosas o ménos se el cadalso político, donde en la fiebre del triunfo el vencedor,
que las de vuestro vecino; i solo pido a vos, como a él, un tanto porque es poderoso, hace sentarse a morir al vencido, porque
proporcional; pero si nada poseis, yo no os exijo sino que res- es impotente. Para nosotros una derrota no es un proceso, ni
peteis lo de él i trabajeis para vos. un rendimiento una sentencia; la victoria na es siempre la justi-
Los conservadores sostienen la intolerancia relijiosa ; los cia; pero tampoco queremos, como lo quieren los radicales, que
radicales la absoluta independencia de las potestades espiritual se perdone la vida al asesino i al Jefe de bandidos nliéntras el
j temp0l'al ; nosotros queremos que en la Lejislacion Nacional Estado tenga que escoje)', por la falta de un establecimiento de
se reconozca tanto el derecho de profesar cualquiera culto, co- 1 penitencia como debe ser, entre una existencia de crímenes i la
mo el h,echo de que la mayoría de lo,s neo-grana~~nos profesa conservacion de la socieda~ i de la seguridad de los asociados.
el catóhco; queremos que en la práctica de su rehJlon, esa ma- Los conservadores pusIeron vallas al jenio i lo encadenaroll
yoría, o la que.le suceda,. cuando le ~uceda, deba al Gobierno I a la Inedianía, para que caminasen a la par; hiciéron de los
toda l~ protecclon con~patlble con la hbertad absoluta otorgada I grados académicos un artículo de lujo al alcance no mas de los
a la mm?ría para practIcar la suya. E~ ~na palabra, queremos, acaudalados; los radicales quieren la ruina de las Universidades
DO la ahanza de las dos potestades, SInIestra para la libortad; I i de los Colejios nacionales; los radicales sistematizaron la ianoD~
s~ antagonismo, mas siniestro. to.davía; sino su mútuo recono- I rancia como elemento deulocrático, formularon la superficialiCJmIento
basado en el reconOCImIento de la soberanía nacio- dad como la suficiencia tribunicia, anntematizaron las especia ..
naJ. lidades COlllO monopolios intelectuales, i dieron el golpe de gro-
Los conseryadores rechazan la intcrvencion civil en el sa- cia a la educacion pública prohibiendo, en vez de reglamentar,
cramento matrinlonial; los radicales se burlan del sacramento, !I la certificucion legal de los estudios profesionales. r osotros
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
queremos l~bertad. de ,enseñanza universal i obligacion e 'tricta
de instrucClOn pl'lmaJ'ln.
N o es posible que en ste solo document8 rccorramos todos
los puntos de lejisJacion i de política, marcando el justo mcdio
en que nos haIJamo , equidistantes de los bandos exajerados
que nos combaten; pero hemos enunlerado los principales, i los
que en favor de la ,c?Dcision ?mitir~os, ni en una 1ín~a se apar.
tan del mismo espu'ltu de racIonal hbertad, de órden,1 de franco
i leal republicanisnlo.
Por el triunfo de esos principios sobre las añejas rutinas
conservadoras, i las desproporcionadas pretensiones radicales,
que embarazaban el pacífico donlinio de ellos, que siempre heIDOS
procurado, fué que dimos el grito de la revoJucion rejeneradora
el 17 de abril; por ese triunfo es que empuñamos las
armas, i por él será que no las depondrénlos sin? para ce}ebra~'lo,
si lo alcanzamos; o cuando perezcamos, SI la Provldencla
pernlite, que nuestra patria continúe alternando entre el despotismo
conservador i el libertinaje radical; entre la servidumbre
i la anarquía.
Esta cordial esposicion es nuestro verdadero programa; i
ella arroja luz suficiente para que la N acion vea claro al través
del velo de calumnias con que nuestros enemigos han querido
envolvernos para hacernos pasar como la turba desenfrenada de
esbirros que besa la orla de un manto dictatorial.
Los hombres del 17 de A bril hemos sido los últimos en
despedazar la Constitucion del 21 de mayo; i hemos sido los
primeros que lo han hecho con hidalguía i con honor. Nosotros
clamamos por la reunion de una Convencion nacional reconstituyente,
i si entre ella i los que la deseamos se han interpuesto
]os Ejércitos anarquistas, nosotros no hemos podido hacer, ni
harémos mas, que abrirle al través de esos Ejércitos, con la
punta de nuestras espadas un sendero de victorias. Se nos ha
forzado a pelear, i hemos procurado vencer.
Mas, si despues de todo sucumbimos, no sucumbirémos
con infamia. La N acion oye ahora nuestra profesion de fé política
que hacemos con la mano sobre el' corazon, acabando
precisamente de triunfar, i cuando la onda rejeneradora se dilata
en paz por los horizontes de quince provincias. Ahora sabrán
mejor los que nos combaten porque lo hacen; porque no aceptan
nuestros principios; porque son conservadores o radicales,
i porque somos liberales; i ahora deben cesar por imposjbilidad
moral, esos ataques con que nuestros enemigos quieren reportar
de la falsedad lo que nosotros les arrebatamos con ]a victoria.
LIBERALES: condensemos nuestras filas; liberales:
CONVENCION !!!
•
¡V
Citación recomendada (normas APA)
"El 17 de Abril - N. 8", -:-, 1854. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2095183/), el día 2025-05-08.
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