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LUZ Y FE DAN FUE RZA.
LA MUJER ,
REVISTA QUINCENAL
E XC L USIVAM EN TE R E DACTADA POR SEÑO R AS Y S EÑORIT AS ,
B ASO L A DIBECCION DE LA SBÑOI\A.
SOL EDAD ACOST A DE SAMPER.
VIERNES, OCTUBRE 15 DE 1880. ~ Pnncro 30 cs.
ESTUDIOS HISTORICOS
S013l."tE LA MUJ ER E N L A O I VILIZACION.
CAPÍTULO DUODÉCillO.
LAS MUJERES EN LOS UlPERIOS DE ORIENTE Y OCCIDENTE.
(CONTINUACION).
XV ' tener ya. dos bijas car;adcras era todavía
una mujer hermo~ÍRÍma. :i\l:íximo.
Cmm l111.bia.mos llicho áotcs '~~ el Em. cuya esposa había mu~;rto de resultas
peratlor Vuleutiniauo III, umL yez que etrooo Máximo. .Eudocin. no le manifestó á M:b.:imo el
Valentiuiano dejaba una vimla (!tija horror que la rau~aha la idea de ser la
ue Teodosio II y de Atennis-Eudocia). esposa del asesino de su primer marido,
.Esta Princega había heredado la her- y aunque gu:ud6 silencio, como su eomosura
de su madre y llevaba su razon estaba lleno de hiel y d<~ de:>co
mi:lmo nombre. Así es que á pesar de tle venganza, no tuvo empaeho en mandar
un mensaje al Rey de los vándalos
• Véasouúmcro 13 de La Ntljer. (que so habían hecho dueños de Carta.
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1 - 246 LA M U JE
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go) llamándole y conjur ándole que tam. ta rese va acerca de lo qne babia hebien
invadiese el Imperio de Occiden. eh o; a(í, cuando ménoR pen~aron lo~ rote;
aseguráhale que la empresa Re ría manos j tuvieron de repente uoti<'ia dE'
fíu:il de llevarse á cabo, pues aquel, que un espcsí~imn nuhe de M rlr.Hos
Estado se encontraba en el mayor de-' hab1an atrave<~aJ o el 'J'íbcr y 1\V'\llU\sórdeu
y anarquía. T6calea á dos mu. ·han so~tre Uorna. l\fúximo pierde su so.
1 jeres, dos princesas de rongre real, el renidad[, y ante acptt>l peligro inmincn.
1 t ristísimo papel de de latoras y do tmi. tíl;irno sólo puede proponer al ~enado
doras á su patr ia, llnman1lo á su seno á que ahl~udonen ú Roma y dejen la polos
bárbaros enemigos de su raza.: H o. blacion en m:~nos de los vándalos. g¡.
noria primero y Eudocia despues. Pero pueblo comprende la coharde iuteueiou
si la primera no cou"iguió su cruel de. de sus ¡~ohernante11, y furio~o cou M:Lxi.
seo, la segunda lo llov6 á cabo mejor mo, qu Sil desculJro e¡; el autor ele ac¡uede
lo que ella babia pensado. Y lo mÍIS lla. pmposicion, lo des1>cclnzn regando
extraño es que la primera tmidom era con su langre las calles de Roma, como
~~~ hija de Plnciclia, que hahia sal vado
1
pocos tnl'.-;es ántes él ha hit~ hecho con
tantas vocPs el Imperio Occidental que Valentjuiano en el Campo do ) (arte.
se 1lesmoronaba, y la seg-uuda era so- A poco Gcn~eril'o llega á las pnnrtas
brioa do la Emperatriz Pnlqucria, la ele Ro a. Salo á Hll lmcucuh'o el ~anto
yue con roano de hierro supo hacer Papa I eou I, poro ar1uel bárL:Ho no e<>
respetar el imperio de su hermano de capaz d.e atender (¡ otra voz c¡uc 110 !><'a
lt's mismo:; bárbaros que trataron Jo !la de h1 codieia y la clcl oclio. Era e-rcs an. tf•, y Jllnclro J•t•or que Alnril'O y m:ís
tignos y eruditos modernos, oriuwlos malvado y crut·l que Atila. Este, por lo
ele lus orill!lll del ruar H{Jtico, y J>crto- mc~nos, omnplia lo r1nc ofrccia, ~u t:111lo
1 nocian á la wisma raza tlo los !JOdus, r¡nc C:~tu~;prieo fue~ siempre t:111 faho,
Of'li1'Q(]Odos, 'l:i.~iyodos, tfc., puéSto que r¡ue dic¡o A. Thicny,. "haltia convertÍtodos
ellos hablaban, cou ligeras vnria. clo el engaño en sistema, {¡ lo t-ual aiia.
cioues, l•l idioma geí~ico, y portcmwiau · 1lia un::~• amricia in¡;:~ciable; t·l oro era
:í 1:1. secta heréticA de Ar río. No fn1~ su cíniCIII. pasiou, sn Rolo Jcwo e ra ncHsiuo
e-n el mio 4R do la Era Criatian:\ mnbrl >. y su eíuim volupfuosid:ul eon.
yue por primem n·~ npnre<"icrnn los 1 tc>mplajr Hlts riqcwzas ...• Jamas I'O le vió
nimlulos en el Norte de la u .. rmania: 1 ce-der Cí 11\ c·omy¡asion 1Í al amor, y cm
cJ, spuo!: las invasiones de lo~> h.írharos impa"ihle (Jil ol r.rímon." .. Atila. Jmbia
fueron haciéwios~ más y m:Í.'! cnojo~a~, cccliclo (1 h~ ¡¡cíplicas 1le nn ¡;acenloto y
y el pelig ro aumcut/1 nípidameute para no trabi1 ontrn•lo IÍ Ronm, pNo niugnu
la civilizacion antigua, que c~piraha ruego hi1.o carnhiar Jo propc~-i to {¡
p(ll' donde quiera que ello~> pa!óabau. OeuH• ico. 1<:1 nr·holaha !:'aquear :í Ho-
Atravcsandot·l Hhiu, ret•orrioron la Ga- 10a, no sobmenfc por amor ni oro y á
lin, so apoderaron dfl 'España., anwuaza. la~ rii¡\,Cza!-:, sino por o1lio al Catolkis.
ron los imperios de Oriento y Occi. mo, el que hahin pe11S1\do c.xlcnuinar
dontl>, pa~;nrou á Afrir.n y revivieron el para r ompla;~arlo por el :lrriani~mo . antiguo poderío de Uar tago. J<;t mán Pero ha¡hiendo encontrado <·n Roma tal .,1
poderoso de los v:ínclalos e ra un btírba. ctÍmul rlu ~~~oro~, como no lmhin vi~>to 1
ro llamaclo Oenserico, el qntl JCMle en otm parto ele! mundo, resoh·ieS llc- 1
<'nrta~o conquist.S con sus flotas las is. var Att l~ti n IÍ Africa para poder gO'll\r
las Bal~Mes, la Clln;ega, la Cerdcfia, la de él allí li sus anchas, abandounnJo de 1
Sicilia, &c. A In codicia de este v:tnda. repent 1la Ciudad (Jterna.Llcvaba aquel
lo fué que apclcí Eudocia para pedir blírbar«JI consigo no s6lo las pul'rtas de
V<'ngnnza, y é l, sin dchmerse n i vaci. bronce de los templos y basta lascola
r, pu:;o por ohra al momento la in.
va~;iou. Ouardó la Emperatriz comple- • "ROcits de l'hietoiro romaine."
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R E V I S '1' A Q U I N C E N A L . 247
lunmas de múnnol y de metal y los ln.-1 hn.la traidora Eruperatriz gudocia y sus
hrnuo techos d~: los palncios, sruo tnm. dos hijn.s, pa~raudo el hárharo así la
hicn grno wítucro de ca u ti vos, los que traiciou con la perfidia. l ,róxirnnrucuto
dP.boriau rescatar sus pariente:; á costa \'cremo~ la.s :LHJuturas do C:.UlS t res
dt! las ucmns propiuJadCll que tuvioscu J princesa.<; CIU A frica.
fncm du ltorun. j S. A. DE S.
J~utrc lo.> cauti\'OS de Cense rico c~ta. ( Ountirn.uaní).
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REMINISCENCIAS.
"Dico un sollozo " padm!" un sollozo "hij:~o roi:~o! ''
U u sollozo "oy do mi ! "
lllmo lc:jol!nn ¡,Janco monmnl'nto
A la pálida l11:1: clu unas bujías.
1 l'n.íl mu uurcan imúgcue~ somhríatl
Que vicncu ó ofuecur rni pensamiento !
1{. IIt:GO.
)lo pnrooo mirar tu rostro arnadoTulmu
paree 1 quo tu vo~ rotumb:,;
l'nal- mi mano estrcchnndo en despedida
"11 ijn! " t.lijl:ste con dastidos en asquerosos andrajos,
EL calor. era. tal, que si aquellas gen. que ap{nas cubrían !-1U de..•mudez.
tes hubieran tenido un tonnÓUletro, Hacia. algunos me¡;es que don Pedro
éste marcn.ra., por lo méuos, 50 grados Malaver de Hilva, hombre audaz eu
centígrados. Por en JUCtlio de las l10jas demasía, aunque no ~:;iu reproc1•e, 1m.
de la palma. moriche, quemadas por el bia tialido de la incipicute ciudad tle
sol, l-ste penetraba. ardiente en algunas Valencia (en Venezuela) con ciento
partes corno llamas, pues se h::tllaba. en cuarenta hombres, y guiando siempre
::.u zenit; los lagartos, abumlantísimos húcia el Sur, iba en busca de aventuras
en aquellos lugares, esu1ban ium6viles, como conquistador de los Ouwvwr.~ y
con las cabezas levantadas, y parecían Qu i 11aros; pero él creía que descu briria
re¡;pir.u con dificultad el aire de fue- el famo::o Doro.Jo, sueño clomtln de todo
go; notúbase nn completo silencio en capitnn aventurero de aquella époc·a.
la natura[c¡r,a entem, y todo sér vívicn- Habiendo militado primero en cll>ení
to, a~olJiado por e 1 calor intenso, se y en el N u evo Reino de Granada, tlo
bi.Hitu~ aletargado. A pef'.'\.r de acpwlla allí pasó ú Espaüa, en donde ú fuer1,;a do
~}Jareule <¡niewrl, los infelices expedí. intrigas en ln. Corte lmbia logrado que
cwnario;;, que Re hahian dejado caer lo nombra~en Adelantndo de las tiehoc:\
aLajo cotJtra el suelo, espimntcs rras que conq\1istase adentro do los
de J.runbre, ele fatiga y de inten~o ca. Llanos. Cou promesas y engaiiifas saceS
lor, oiau rc:US }¡abe res, pues muchos haLiau -venpodtidos
de los pallnarcs y chaparros, diin embargo, las faenas cierou m~l efecto en au gente, á tal
del t·amiuo por meJio de asperezas, los 1 punto, que en la isla so le quedaron
sutlores J>or aquellos climas y la falta más de ciento cincuenta expediciomt-rioR.
Otro tanto sucedió cuando lleg6
• Yéase Uumholelt-\inje ti 1:\s rc.riones /. y 1 · d d d 1· ' '
cquiaoccialc~> del Nue\·o ~tundo, vul. 38. n a cncla, e ou e sa 10 apenas con
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REVISTA QUINCENAL. 24!)
ciento cuarenta hombre." de los ménos los Llanos se alargo.bnu indefinidamenimportantes,
más ignora11tcs y más f;L te sin encontrar n>Curso~, ni miuns, ui
ciles de engañar que habin. sa.cado Je ninguna riqueza, ni siquiera sitio pro.
España. Pero si los españoles eran apé· pio pn.ra fundar la colonia que debería
1
na.s ciento cuo.renta, el n1ímoro de gen. formar el núcleo de donde Riha ponte
que iha en h jornnd(l. era doble y sabn ir á buscar dORpacio el Dorado de
1 triple. Cada espafiol llevaba consigo sus esperanzas.
por lo roéuos un negro, un i udio ó una
II
1
india que debería. cn.rgarle su avfo, ha.
rerle tle comer y >'en·irlo en el viaje.
• Naturalmente, miéntras más humos so Entre los expedicionarios ib:t nn j6.
daban y más categorí:L tenia cada es. ~en portugues, llamado Juan Fernán.
pañol, mayor número de sirvientes llc- dez, que había dejado novia en su país
va.ba consigo, aumentándose de esta natal, yendo ú buscar fortuna en. las
mnoem con'{ídernblemeute el u{unero In,lías para volver á reclamar F.U prode
bocas que tenia que mantener. metida. El portugucl{ era hijo do un
Pl~ro á mcero on nquol malhadado viaje, ol
rontrnban nada comible eou que mO.JI- jch·cu Fernútnlez, que no cstnLa onsctener~;
e, y pndt•cinu gramles haruhres y t1udo á pa~r trahajos, se enfermó gra.
necesidades. <..:unndo Silva encontraba vomcnte, y con rlificultad so arrnstmLa
alguu sitio méoos despro\ isto y más en pos de sus compañeros. Llevaha co.
rcsguanlu•lo clu tOlla suerte de anima. mo sirvienta uua. iudin que lo ho.híau
}e-; cncllligos ue] hombre, •¡ne los }ler. dauo Cll Yuleucín, la IJUe le lu.lliÍI\ to-
¡..eguiau, enviaba aclelaute tropru; de mado cariño y lo cuidaba tnuto, que
1
ue.c:cuLiert,'\, que ucLeriau volver al ll1urcl.'d :í. ello había logrado llegar ha¡;.
l'ttcrpo d(' la oxpPllicion paru dar a\iso ta. el punto de que hablamos al ernpc-
1 de lo 'tu u l111 biescn de,cuhiorto. Pero zar uuc~tm nnrrnciou.
en vano e.~porab;l el .ttdolantndo bue. El Rilcncio de la naturaleza ero. in.
na~ uuova.q,-nada uiguo de nota ho.lln. terrumpido por los ayes de dolor y los
ban nqaellos infelices, y bs neCOf;ÍÜl\- suspiros do uesaliouto y UCSCOnsnclo de
do>J auwentabau., las tiob1·eR ú hincha- lo.; español~, que sufria.n no solamon.
zooe!; ( eofenncdados particulares de te can.....ancio y enfermedad, sino ham.
los Llmws) mataban semanalmente á bre y sed, pues desde el día anterior no
muchos, y cuando &olían encontrar al. habían encontrado agua.
guna tribu de indígenas, éstos los reci. Sin embargo, Juan Ferntíndez, al llebia.
n de guerra,- aunque la.s Lostilida. gar á aquel punto, babia recibido al·
des de los naturales no les importaban gunos sorbos de agua, que María, la
mucho, porque los dispersaban fácil- indígena, le babia guardado cuidadosamente
y en seguid:~. saltc.1.ba.n sus po. mente en un calabazo que lleva.ba, y
bres chozas. !)ero poco ú poco hasta.. situándose en seguida al pió de una.
ose recurso les fué negado, y Re pasa-~ palma se babia quedado aletargado y
ban los dias, las semanas y los mesefl, y casi sin sentido ..... Una fiebre ardiente
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1 l 250- L A M U J E R .
1 le hacia latir el pulso, y sentía como Rij Y al decir esto derramaba lágrimas
b cabeza se le rompiern. de dolor in. abundantes.
ten~o,- el cuerpo, lleno de bincba.zonos, 1 -Y aunque así sea, añadió, quiero jle dolía horriblemente, y no ponía en verlo.
el suelo los piés inflados sin sufrir mu. -Eso no, repuso el otro; eres mia.
chísimo. ya: el Adelantado me di6 permiso para
Cuando se di6 la voz de marcha, una que entraras á mi servicio.
vez que hubieron mandado adelante á -;No quiero! Soy la esclava de
los indios cargueros, como se acostum. Juan Feruández.
braba en aquellas expediciones, J uau -Eras .... pues ya murió .... en ade.
Feruiiudez rehusó continuar la marcha. lante serás mía.
-Amigo, le decía uno de sus coro- -¿Qué decís 1 exclamó otro codicioso
pañeros, haced un e¡;fuerzo para pone- del lmen servicio de la india, y diriros
tle pié; una vez quo lo hagais po. giéndose al Capitan, aiiatli6: yo quiero
dreis ¡;eguir, os lo aseguro..... tambien hereda.r á Juan Ferntíndez,
- Dejadme en paz, repu!'o el otro,- que era mi amigo, y no tendría inconanoche
me confesé con el bueno del voniente .....
capellan .... y ltoy moriré desa.mparado -Venís tarde, camarada, dijo el priaquí,-
cootiuuad la marcha, que os de. mero, pues yo lo pensé ántes. ·
jaráu ntms; sólo os pido una cosa..... -Eso no me importa .....
-¡ Cwíl? La disputa empezaba á acalorarse,
-Que supliqneis á los que van ade. cuando llegó el Adelantado, "el que
lante que me encomienden :í. Dios ..... (añade el mismo autor citado), empa-
1 pronto le daré mi alma al Supremo rajándolos á todos, se la dió al C'a.pe-
Uriador... . . llan que llemha, el Padre Castelblao-
-No digais ta.I, venid, que os daré co; ltonJbre muy recogitlo y de vicla
el brazo..... ejemplar, que por ha.Lérsele muerto
-Es inútil. ... ya no tengo ánimo.. . . una negra esclava suya, no llevaba
1 prefiero la muerte aquí; al ménos ya quien lo sirviera."
calmó el sol y esta sombra me será
grata. III
Pué imposible disuadirlo. Su com.
pañero continuó su camino, y "pasó Como estaba bien vigilada la india
b pnlabra (dice lt'ray Pedro Himou, (bautizada con el nombre de María), 1
I{UC menciono. el hecho) que eucomen- ¡ no pudo devolverse y le fné preciso ,
daran á Dios á Juan Fern:índez, por- coutinuar flU marcha: ya empezando á
c¡nc quedaba ya por muerto: ul3anza do entrar la noche la expediciou se enestas
jornaJas." contr6 con un abundante riachuelo,
Entro tanto la india de Juan Fer. hien poblado de pec~s, el cual les pa.
uúndez había recibido órden de seguí r recitS la puerta del Paraíso. ¡Tan fresca
adelante, y no fué sino ya con la ta.r. estaba el aguaHji que uno do los soltbdos le ltabia eantiva, que ~~elllia bajo su yugo de
regalnclo, única ave que bahian podido hierro. La úmca pen;oua que la. había
cazar en todo el día, la mandó que se rnanif&tado alguna compa!<Íon babia
la aderezase. Ella hizo con el pauji un f,i.clo una hija de la viuda, !:t que, ca.
sncnlonto caldo que llcv6 n! clérigo, y sándose, había regresado á España con
mic=utras él lo tomaba ella lo mirahn su marido haci1a. pocoR meses. Ansiosa
con tanta ansia, que él la dijo con dul. ele ser qnorida por álguieu, .María ido.
zura: lntrnha. en su RCJ1orita, y cut~odo ésta
-¡Qué tienes, María, que me miras, In dejó, so mn¡ ifest1Í tan desesperarla
así! ¡ Hambre n.caso 1 1 y desobedientE, que ni ol rejo ni el
-Dese le ayer no he pa~ado un boca. ! palo hahian ¡¡odido hacerla cumplir
1
do, padre, cootcst,í ella. 1 con sus debere1 : lloraba, gcmia, supli.
-Tom1t, tom:t lo que quedo., hija, 1 caha y prometía; pl~ro cuando llegaba
cx.cl:uucí el buco ~;acerdotc cutregándo. t el momento d~~ ol,cducer, Fe convortia
lo la vasij::~,- que no se dirá que quien en piedra y n' hnbia poder l111mnno
mo ~irw mucre de hnmhre. que la obligar11, IL trabajar. Su ama ha.
La india recibió con mnrcnÍoo con el recuerdo de los da po.rn. lo qu es su rnza, y lll jóveo
foctnzos y crueles castigos que su mna vaciló un rnomU
expre. ion de su bocn era tal n·z dcma. hermana halla HiJo apagada, tri!;te y
f siatlo rígida par;t labios femeninos. ~;in ánimo pa1·:~ 11adn. ( 'otno jawns ha.
Ella llegaba ú Paris c~n tod:~ la in- bia tenido hijos. pocas fHlllllii la. lmbian
géuua ignorancia de una provinciana. marchitado ; ni una. arruga mnuchabn.'l
Todo era nuevo y debería interesad a. su tersa frenU~. y siempre nmnblo, frcsPcro
como s:thia exa.ctnmeute qué ca, gorda, su tlsouomía en tocio tic m po l era lo que quería, n i por un momento sonriente :>e ~ mpletaba. con un cuauro
-- -- --- - -·· -- -
TQ;\10 JV az
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LA ~~U J E R.
de ~bellos canos, crespos, sobre los cna- la. mir(J con l'orpre:;a. ]<);ta j6ven alta,
, les usabtt, entre encajes y cintas, algun frese-n, rosa• la f'OinO un ramo de tlores
ramo de violetas ó de botones de rosa. silvestres, vestida sin elegancia, la lm-
' Era la personificacion de una alegre bia hecho comprewler cou la primera
cortesanía. Kingun concierto ó baile 1 palahra. que t'lla, mujer tle mmHlo, uo
para la beueficeneia se llevaba :í cabo habia tenido tacto. J<:~to tcuía al~o do
.sin RU anuencia. Ella era Presidenta 1 humillnntc para ella, pero al mismo
clu varias obras de caridad, consejera, tiempo comprendi•Í que si ~ahiua eu
secretaria, miembro actiYo do lotla em- oad<¡, se parecía (L la. sohrio:1 que hahia
presa de beuefict>ucia; visitaba los po-' itloado, al méuos se manifestaba clcsde
bres de peor aspecto¡ entusiasta por ha- el priiJlcr momento NHUO nn elemento
ccr el l•ieu hacia cualquier sacrificio original y nuevo. La franqueza. la cla-
1 para socorrer al pr6jiroo, pero tamhien ridad de su prounoC͡lcion, la mn.nl~ra
em amantísima de la sociedad y de las rara de :trreglu.rsc t~l cabello, In. •lignitortulias,
y se afligía sobretllancrn. con dad natural de ¡;us rooda.le~, •1nc ~~~dala
idea de permanecer uua velada sola bau mt aire anticuado wny curio:-;o en
cu ;;n casa. Así, pues, ¡;u ea.oa abierta á ru;ta é¡)ocn, todo en dla era extraño, y
toda persona 1le buena sociedad filiO rle- so propuso origiordiJad•·S y su
y encantadora. ca udidt•z pro; iueiana, a~í comu ~icm-
Ht>cihió á sus dos sobrinas con los prc auda.La :í caza de uo\ edatlcs para
Lrazo~ at,iortcs y se limpió una t.ígri- outroteucr t\ SHS 'i~itanH·..-. varinria esroa
ruuy ~,incera al abrazar :í Florita, :1 ta ve,-. rou uua a.vc dil'emnte rlo todas.
quien ciJCoutr•S idéntica á su ltern1a-. Al principio ~al,ina, c¡uo uo tcuia
na. Cou cuánto gu:;to, dijo, conscntiria mundo uiugnno, no co111prcwliú el paú
la hucrfanita, quo parada. tau dcli- pel que la !J:u·iuu de>'empeiía.r cu b
cada como todo sl-rc¡ue no tiene madre tel'tulia. de su tia.< 'omo un ,¡ajero c11
quo la ar.aricie ! .... La llevaría., añadió, país l·xtraño qu .. i~uorara las cubtutu-
I,L la :o;oricdaJ de :-\anta A ua, cu Jowle hrc.o.; y.,¡ lt•ngua.i!'. fÍ cncla ¡•a$0 ilm á
todas ln<; EPlioras ¡..o perecerían por d:u- 1 arrojarse en d[tiuu 1 t:ulcs que la hn-
1
la gusto: "Qut•ridit:l. 111ia, 1~ ller·i:~, y c·iau cometer alguua fnl!:\ <'Olltra las
qué infancia tan tri&te h\ tnyt\! ~in du- u~au:ws del muudo pnrisicu,.,c. Pero
da so la prinuia du todo 1'01110 :1 bU 11\:J- lodo lo que hacia, como era jth t•u y he- 1
1 dre, c;uyo mnrido la matv :\ fuerza .lo tia, no arr•HH'.:llm ¡;iuo :~plausos rlcl rui-pesadumhres
y ucresidn.des! ·• hlicn y sonri~a .. ~ dr• illllulgeul•• aumlHli-
Lu :c y tnucho ménos :í.
muute: [divertir á los ilidadcs y lisonjas vi.~ ¡)eteriales,
ui nosotras tampoco. l ligros y eseolloR qne no comprendía, y
Al d~rir esto se irgui6 rou cierta uu- :;u iucnrruptil¡)c bucu ;;eHticlo la hizo
1 reza eu la. mimda. La. señora de Essé penetmr que babia mueho rle falsia en
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REV I ST A QUINCENA L 255
1 ~~ curiosidad do los parisienses que la sin cuento; y las ligeras críticas que alhacia-
u sonrojarse abatiendo su orgullo. gnnos ha.bian hecho habian sido refuHacia.
apúna.'l quince din.s que habia tn.clas vicLoriosamente por los demas.
1 legado á Paris cuando ya la remordía Las alabamms habían cesado y la con-
1 la conciencia por lo que habia hecho. versacion empezaba á languidecer, de
Sentía que el motivo Je su visita ha. manera que la. dueña de casa no sabia
uia sirlo frustrado; ella no consentiría qué h:teer para. animarla, cuando se le
, jamas en confiar á su tia tí su hermaoi- ocurrió, dirigiéndose á Sabina, decir:
1
1 t.a. Entre las cualidades que tenia la se- -8a,bina uo nos ha dado todavía su
1 üora de Essé esta. La la, de parecerse por opiuiou aceTCét del drama de t señor N"'* ..
arreglar matrimonios, y en su casa Sa- - Vayn., tia 1 contestó bruscamente
J l1iua vein uoa nube de muchachas cu. ésta,, ¡qué puede valer la opinion de
yos modales escandalizaban á la séria una provinciana como yo ?
provinciana, y so espantaba con la. idea -Eso va do nuestra cuenta, señoridc
c1ue Florita pudiera parecérsoles al- ta, dijo el autor, y nosotros sabremos lo
guu dia. Todas las mujeres que veia la que vale esa opinion.
parecían coquetas, l iger~-; y fu.lsas, y -i Y de véras, preguntó Plla, quiere
ella deseaba. que su hennaua creciera usted saber cuál es fraucamen te mi 1
. ltien educada y capaz do brillar en un opiníon?
sa.lou por suR buenas maneras y conver- -La sinceridad que la distingue, l
saci011, y adcmas que en caRo dado 1m- contestó el otro coa amabilidad, debe
rliora lmilar bien uua cuadrilla, cosa senne muy agradable, aunque se mos. 1
qno le parecía á ella más complicada trara usted severa.
y Jifír il qnc todos los pleitos de su pa- El autor sabia que ella no lo alaharia 1
Jre. Pero convertir aquella niñita ino- y quiso propiciada.
f'euto y tiema eu una de esas mariposas -Bien, pues, dijo Sahioa, mirúmlole
sin delic<1deza, vestidas á la denLi; ¡·e, de frente sin titubear, me }Ja.reco que ¡
sin m{li! ocnpacion que va.ba.r y cuclü. usted dehe tener una idea muy des.
cltear deltas de su abanico, lo parecía preciablo de todo el p1íhlico, hombres
un críu1on, y prefirió mil veces voherla y ruujeres, cuando nos ohlign á. perma.
á llo\ar á la RuiJi(·ro eu donde crecería. necer dos horas en compañía de esos
Cé~mpc.~i n:\ como ella. personajes indignos y hajos que nos
1 Pero :-;abína tooi :t r!cmasiauo juicio presenta, y creo q•1e deberíamos todos
p:ua l{llli:H' una fl•soluciou repeotiuu y sonrojarnos avergonzados de nuestras
ag-ull.rd >'i nlgunos clins músáutes de devi- persona.'!, cuando aplaudimos actos que
dirsc. Entretanto su tia, cucantacla. con uos llenarian de confnsiou on la vi• la.
la 11oiwaciou que sus sobrim,s produ- real. Oigo decir que la ~ocieded está
cinu en su hog;\r, las llevaba ú todas corrompir!a. ¿Y quién tiene la culpa
parte:~ : al teatro corno á la iglesia, á. los sino el! usted y sus cofrad es~ 1
!.miles corno 6. las sociedades de benefi- -Sabina ! exclamó la señora de 1
1
ceucia. SalJina, qne <;ootinuaba guar. Essé, quo comenzaba á encontrar que
d:~ndo sec reto ol motivo que la baltia había hecho mal en poner á su sobrma. ¡
llevado á Paris, observaba todo eu si. en aquel camino. Pero cuando Sabina
llcucio y trataba de entender la so- había empezado, el1'1., como su padre,
ci~dad. 1 no admitía que la interrumpieran.
Una uoche los tertulios de la sefíorn -}Ie pareco, contiou6 con vo1. en-
1 de Essé, no sieado muy numerosos, co- l rrouqueciJa. por la ind ignaciou, -que
mo otras veces, establecieron una con- no es posible conservar la salud del
versacion general, dando cada cual su cuerpo y del alma cuando !>e respira
opiniou acerca de 1111 drama nuevo que una atm6sfera pestilente, y creo que si
se representaba en u u teatro ue París. usted quiere acostumbra ruos á oir cosas
Como el autor estaba presente, natural- inmundas como las que ho oido de.sde
mente se le habían prodigado elogios que estoy en Paris, no tieue uadie de-
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256 LA MU J E R .
recbo de pedirnos que seamos buena.il y único que ella. no hubiera querido dehonradas.
Es lo mismo que si nos obli- jar de ver una vez fuera de aquella
garan 6. transitar por el lodo sin man- Babilonia. La señora de Essé lo citaba
charnos. como un jóven de aspiraciones, rico,
La ~;añora de Essé trató de reírse. capaz de hacer carrera en el mundo.
-Esta niña es una salvaje! exclamó, Discípulo de la Escuela Politécnica., ha-pero
sé que la. perdonarán ! bia pasado brillantemente sus exáme-
El autor se sonrió con benevolencia. nes, pero reservado y un tanto metiuo
--Sin duda la señorita no sabe, con- dentro de sí, no tenia fama de decir
testó, que no hay una sola de las esce- chuscadas ni chocarrerías contra nadie,
nas que la han escandalizarlo que sea y esto era cosa de estimarse en aquella
inventada por mí; y ese drama, hasta sociedad de gentes malignas y sin prinen
sus pormenores, es exacta reproduc- cipios fijos.
cion de lo que sucedo en el mundo. Es. Sabina, como dijimos ántes, volvió 6.
tas cosas, ¡ triste es decirlo ! suceden mirar al que tan claramente baLia adidiatiamente
entre nosotros.... vi nado su pensamiento, y al ver quién
-Es decir, exclamó ella, que eso era, se sioti6 profundamente lastimada
que llamais mundo e8 una cosa indigna; de qne el señor de Bargemont aprobara
prefiero mil veces entónces la socie. su partida.
dad de mis gallinas y mis vacas. N o se -¡,Por qué le parece á usted que
pasarún muchos dias úotes de irla á baria bien en alejarme de Paria 1 pre.
buscar. gunt6 con cierta. dureza.
Viendo que peor era seguir h. díscu- El vi6 que ella se babia disgustado,
sion empezada por SaLina, la señora de y mirándola con una sonrisa burlona,
Essé cambió hábilmente la conversacion, la dijo :
proponiéndose sor en adelanto mfts pru- -N o lo dijo usted? Aquí formnmos
dente. Se habló de otra cosa, y Sabina, una reunion de séres corrompidos y
mal humorada con la ocurrencia, fer- pestíferos, somos un hospitAl, un lazu..
maneci6 callada en su rincon si u vo ver reto y quién sabe qué más .... La única
á atravesar palabra. ma.nt>m de escaparse del cont•Lgio es
E~te incidente fué la última gota que irse al campo á respirar un a• re mús
llcncí la copa de su indigoaciou, é inme- 1 puro. Entre tanto, nosotros los incura.
Jiatamcnte, sin vacilar l•lÚs, resol vi6 1 bles nos quedamos metidos entru el lodo 1
alojarse de ef'la atmósfera. corrupt<>ra o.l de la depravacion y del vicio, sin esperlia
6Íguientc no má~t, llevándose á su ram"a do que una alma caritativ:\ nos
herm:lnita úntos <.le qno ~e male:mt. ofrezca una mano amiga que nos ~:-aque
-Y tiene usterl mucha rnzon, rlijo á tiorra limpia.
una voz ú su lado, que parecia ser un 1 Sabina lo roir6, contestúnJoltl:
ceo de su pensamiento. -UstoJ se burla de mí i no es cierto 1
:::iorprendida y ru1Joriztínuose hasta la Me encuentra intolerante, exagerada,
raíz del pelo, Sabina volvió á mirar. poco caritativa .... Sin embargo, estoy
Entro todos los jóvenes que le habían ~egura. que en el fondo do su tllma
presentado, s6lo uno babia encontrado usteJ roe halla ra.zon, tanto más cuanto
favor en sus ojos. Hogerio de Bargemont que tengo la responsabilidad do educar
se había hecho notable aute Sabina por uua. niiia que debe convertirse un <.lia.
b dignic.lad de su porte y cierta sinceri. en unn. mujer honrada .... Si uste.l tudad
en sus palabras de qne carecían los viera una mision tau sagrada, estoy seotros;
adamas, era robusto, bien for- gura que le aterraría el verla aquí
rondo, de aspecto sano y vigoroso, y esas oyendo cosas tan extrañas!
cualidades, sin caer ella misma en la -Efectivamente,- así es la verdad,cucnta,
captaron las simpatías de la opino como usted .... A.unque la exce.
provinciana. De todas las personas que lente tia de usted es tan buena, tan
babia conocido en París, Rogerio era. el respetable, no seria á ella á quien yo
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REVIS'l'A QUINCENAL. 257
confiaría. la.educacion de una hermanita, 1 de pero bien formadn., y le dió un npresi
la tuviera. En esta casa, una de las ton con la franqueza de un camarada.
mása.gradaLlesde París, indudablemen- Rogerio, satisfecho con las maneras
te la sociedad está ba~tante mezclada, llanas de Sabina, pensó, sin embargo,
y para decir .-erdad, muchas veces me que semejante ausencin. completa de
laa dado compasion ver á esa niñita. de- ¡ coquetería tenia tambien sus peligros
masiado lujosamente vestida y oyendo como el exceso contrario. 11
hasta tarde de la noche cosas que feliz-1 -Ahora, repuso Sabina, tengo ol
mente no entiende todavía! derecho i no es cierto 1 de pedirle un
-Así, pues, i usted aprueba mi deter- consejo. Reflexione bien ántes de J.-ír-minacion
1 melo, eso sí, y le advierto que es la pri-
- Ya tuve el honor de decírselo: ti e- mera vez do mi vida que hago semejan te
ne RolJrado motivo. cosa. Hasta hoy yo siempre habin. obra-
SA.bina sinti6 oírle decir que deseaba do sin consultarle 6. nadie, y nunca me
se alejara, y una expresion de tristeza he arre1Jentido de ello; pero hoy me
se reflejó en su mirada. Con un suspiro encuentro en una atmó¡;fera. nueva para
involuntario, repw:o: mí, y temo equivocarme .... No sen tiria,
-Erróneamente so me bahía figura. ademas, poder hacer responsable á otra
uo que tenia en usted u u amigo; ya veo persona de mi clecision. Le hablaré
que me babia equivocauo. Llevaré á mi francamente. Rabia traído á mi hermaprovincia
esta desilusion t.ambien, jun- nita á París con la esperanzo. de que mi
to con tantas otras que lae adquirido tia la tomara carifio y se encargara ue
desde que estoy aquí. Le pido unconse- su educacion. Usted ve, como yo, lo~
jo .. 00 y usted se burla.... inconvenientes que semejante proyecto
Rogerio, que tambien se ho.hia en- puede tener. i Quó me aconseja usted?
trotonido con l:t fnl ta. rle mundo y las Y o vivo sola con mi parlre en un casti.
exageraciones de Sabina, no tenia, sin llo rctirauo, léjos del mundo civilizado,
embargo, inteucion de herirla, y viendo en donde no se la puede dar ni cducacion,
que realmente Sabina. se halJia. afligido, ni ofroccrlasocied:ul de sus semejantes.
como todo hombre de nobles sentimien- N u estros únicos visitantes son algunos
tos, se arrepintió de lo que babia dicho. compaiíeros do caccr(a ele mi padre, mis
Por otra parto, en med.io de las \iolcn- únicas amigas, dos solteronas viejas oltns
excentricidades de la jóven, haLia vidadas por ol siglo pasado. i Piensa
visto que era dignn. de la. mayor esti. n;;teJ que yo doberia regresar con mi
macio11 por su fnmc¡ueza y sinceridad, hija adoptiva á ese desierto, y propor-
1 y comprendiendo que su¡¡ palabras la cionarle apénas una educaciou incomJastimaLan,
se sent6 á su lado detras pleta como la mía, y que se crio como
da algnuo!l jarrones de flores que los yo sin muné.lo é ignorando la >ida 1
aialaLa d.el resto de los concurrente;;. -Dios la libre Je semejante cosa 1
Mirando á Sabina con una expresion no pudo ménos que exclamar Rogerio.
en donde ella, poco ensefiada ú las cosas Sabina se sonrió al afiadir:
del mundo, creyó notar más ternura de -Correría el riesgo de convertirse
la que existía en Rogerio : en una segunda edicion de mi persona ....
-Sefiorita, la dijo, no se había equi- una especie de Ralvaje, sin gracia, si u
vocado usted si pensó encontrar en mí posibilidad do civilizar iDO es a.sí? Pero
unsinctjro amigo, que podriaservcrda- ¡qué quiere usded! No tango la. culdero.
y que con gusto la consob.ria de pa. Mi mn.dre muri6 cuand.o yo tenia
otras desilusiones .. 00 catorce afios. Desde ent6nces nadie se
-Esto se llama hablar! eltclam6 ella tomó la pena de ensefiarme nada, y mis
con alegre sorpresa; y acepto su a mis- ocupaciones no han sido propias de mi
tad J cuento con ella. sexo. He tenido que luchar sin t regua
Y al decir esto le alargó la mano, l para conservar en casa cierta autoriuna
lJermosa mano, algo morena y gran. dad y poder educar á mi hermanita
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2;)8 LA :M U J E :R.
comn yo descara. Y nhorn. que he lo- en su Uugar! Buscn.rin. un convento <.le
grado «NLn.utoridad y f¡uc te11go ese de. lo~ muchos que hay en P:tris, y pondría
rcchn, no s(. quú dtlUO ltncer.. .. nllí á Flora para qno recibiera una
-~O C!CU usted, respoudi6 Roge rÍO, eclnca~¡ÍOO propia de SU }.>OSÍCÍOll y SU
rp1e porc¡ue me opu¡.;e á que ~e llevara 1 sexo, y. .
ii su hermauita nl fondo de e~a !iOledad Rogerio se cnllcí, poro ella aiíaclió:
de que uste•l me halJla. y en donde pasó. -Y. yo me volvería á mi soledad.
usted su primera juventud, me chocara -Eso no, pero ....
que ella creciera. pn.rccida á usted. Al J -¡Y qué otrn. coMo puedo hacer 1. ..
contrario, oju.U que muchaR r;uñoritas Le agrade ... co muchísimo su consejo, el
con~ervamu.su rectitud y horror al mal que, D!D lo tludc, seguirÍ'.
y ú la meutira bajo todas sus formas, Babi.mt, efectivamente, inst:lhí á Flocn:
llidade!> que la di¡.;tingucn á usted. rita en. uu convento, y su padre no enPero
créame usted, una suRceptibilidad coutró en el proyecto otro inf'onvenien.
ex:n.gero.da tamhien tiene su peligro: no te sino lo elevadn.flue le parecití la suma.
es bueno que una. mujer RO acostumbren c¡ue hr.bi:1. que rle.~embolsar, pero se vití
u.-;canda.lizar:.e de a•tuellaR cos:ls que ha obligado á veuir en ello. La niiia se 1
dt•t.mcontrar desptwscn l:l viJa; yo creo habitlll6 ftícilmeute ú su nueva vida, en
tpw es Ílllhslwus:~hlt• r¡ue todo ~.~~r lm- doncle estaba mucho m:ís feli:.~ qne en la
lilano, tle~tin:~do :\ existir en medio de ltulli(·Jre y a.ún que en casa clo su tin,
In ..;ocieJaJ, aprenda á conocerla en m u. pero ¡ 1cosa rara! Sabino. no J.ablalJa de
cll .• s de ¡:;us faces, y que ~epa c¡uu hay volver~¡c ú la Calla de su padre.
di versid;ul de caral'tl-res y opiniolll'S e u
clwuo.lo. ¡Saue usted lo que yo haría (Cu,tfi,l.t"''~íJ.
---.... -,_____._
MUJERES V IAJrERAS.
ISABEL GODIN.
(TI\AOUCIOO DEL Fl\Al'{CES POR 13. s.)
PROCt:R u:F.MOS n~fcrir la vitl:l de mn. El tlm¡tre viajero L:~. Cnndamir'C
cla1na hniJel Godin, cuya me111oria no protegia. á C:oclin, el cual teui•t rnuci10S
se potlr :í jaUla!> honrar suficientemente. defecto1s propios de ~~~ «'tlarl, r.ieutíflcos.
Importante tlel Berry, y miembro Je Mad~ ma. Gouin. scl'arada de sn m11.
una. cornihion científica que había veni- rido por tao larga distaneia, perdicí 1>11.
do {¡ Quito p:u:t wedir un grado del cesivaruentc á su madre y ú una hija de
meridiano- Isabel era de familia anda. diez y 01cho años. Agobiada por la pena,
ht7~'t y peruana. Su padre se llamaba no le q 11edaha más que un s(,lo de.'-eo:
1
don Pedro ~[aouel de Gradmaic:;oo; su reunirse con Oodin, que estaba cofer.
madre, que era criolln, Jo~efa Pardo y mo eu la Ouayana. Dejo, pues, s11lujosa
1 Figueroa. quinta do Riobamba-en el Ecundor,
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R E V I S T A Q U I N C E N A L . 25~ 1
centro del comercio entre los Andes se sin guía~, obligados á atraveRar las
v el Océano, y partió pn.ro. Canelos con inmeul'>as 1'\elvas americaoaR, caminando
sus Jos bermnuos, algunos sirvientes y por el desierto, íÍ remando sobre un rio
unos treinta indios que la acompafíaron, onyas oralitla de Rioba.mba, uo mandar al médico frauces que acornpa.
quedaJ.a ya ninguno: toe los la habi:~n ñaba á la señora Goclin ou busca ele al.
abandonado suce:;ivameute; tlnos por guu auxilio, y partió acompañado Jo
tumor tÍ la puste, otros pam vohcr fí sus un negro c·uya fidelidad ora á totla pnteLogares.
ba. Ofrerió mandarle~; uun. raoou. y aL
La seüorn. Gotlin !':O quudó, pues, gunos indios que les socorrieran, Jlcro
sola. c·on fntK clos 1101'111auos y algnuos ¡agunrdarou en vauo durante veinte
sirvientes. L:L caruvaua :;o componía . citas; n;ulie pareció, y rcsoh·ierou do
do ocho pcrsouas, y en tan 1·educiclo inuevo hacer alguna embarcaeiou Cjm:
utímoro se atrcvicnm 1Í clllprcucler se- les sirviera para soguit la. c·orrieuto ele!
mojn.utc viajt', iutera:Ío1lose cu lu.s Ít!- rio. Construyeron, puc.", una frágil bar.
uu.:osas suloJaclm; ele] Amazonas! 1 c¡ueta y se cmlmn:aron en ella, eon los
Eutre tnulo do:; in•lios r¡uo ltabian 1 víveres Hecesu.rios ¡mm Ro:;teoer la exis.
llegado al valle de:-;pohlaclo, ofreeicron tcneia tic los Jt·s,~raciado:i 'iajeros por
ú hauel com.tmirlo lllt<\ canoa cpte la uun. sowu11:t. Pero uu tronco de :hbol
l'ouduciri:t tÍ UIJa distancia de: c;oo ki- ~umcrgió la harr¡ucta, la sciiora CJotliu
J,ímctros, ba~ta la miliiou do Andoa.o.;. ~:ayó dos \eC<'S al rio y dos veces fuú 1
.l!;n esn punto putlria cw·outrar el anna. :;alvada por sus llorma11os.
mento tlcl ltey Jo Portugal, y ctnlJa.r. Riu Plllbargo, á pesar de 1:~utas eles.
carse eu el 11M ío dcsti tHLJo ~~ eonducirla. gracia.<;, la caravaua. no so al•nudouú {i
á l'ayeoa. 1 s:dd creyó e u sus pruwosa.s la dcse~peraeiou JlOTiitiO a1Í n le r¡ueda.
y nceptó ~11:; ofrociwientos. ha un recurso: recorrer á pi~ las orilla:;
Uua.nJo es tu vn hedaa la c:tno<~, ~>e pu- del Bobonaza. Poseí u tolla vía alrrtmos
!i,icrou cu caLUino. lJos dias hac:in. que vÍ\'ertlll, y crey6 poder soportar ei cannasegabau
los viujuros, clc:;pnos de &u ~ando de uua marclm al travc~ do los
partida do Uanelos, y uua uocho se de. abrojos del terreno, y al rayo de un
Ln \ ÍProu en la ribero. para pasar algu. ' sol abra.c;ador.
nas horas allí. Los dos iudígcuas, que 1 Por desgracia nuestros viajeros sin.
habían recibido do antem:.wo su salario 1 tiendo casi agotadas sus fuerzas, ;e in-¡
y no q noria u continuar un viajo tan terna ron en la sol va para busca.rfrescura
peligroso,aprovecharooesaocal!ionpn.ra y sombra y recoger algunas frutas sil.l
dceaparecer, á favor de la oscuridad, vestres. Pronto porc.lieron el camino, y
uejanuo á la señora. Gouin y sus com. no encontrando ya ni frutas en los ár.
¡¡añerosenlasmayoresangust.ias. Veían- boles, quemados por el sol, ni agua cu
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1 260 LA M U J E R_·----~---
las anchall-hoja:; de las hrotnelia.c;, su- 1 de lo ~nespernd.o, temiendo encontrarse
cumbieron poco á poco 6. la fatiga y al. con aflgun grupo de fieras ó de indios 1
bam bro. 1 salvajes, pero siguió adelante serenán·
¡ Qué drama tan horrible presencia. dose dt Dledida. que reconocía más clara. 1
ron eutónces esas selvas solitarias: En • men~~ el murmullo de los nguas; y
ménos de tres días la muerte se apode. • pront'o se ha.l Ir~ á las orilla..c.; de e~e mis.
r6 de los hermanos y sirvientes de la, mo tJrillte y majestuoso río Bobouaza,
viajera, tres mujeres jóvenes, dos niños, del cu,al se babia apartado y que le imy
dos hombres. Isabel trató en Vll.no de 1 portaiba tanto volver á encontrar.
reanimarlos, t pero qué podio. hacer ella 1 Oít~fnse voces humanas ú algunos pa.
con hoja.'! y frutas secas 1 y tuvo el im- 1
1
sos d~~ di~tancia, y madama Oodin, di.
ponderable dolor de asiHtir á su agonía ri~;>rietldo hácia. ese punto su ansiosa
y recibir su último suspiro. 1 mtracl.a, apercibió, con una felicidad
Sola ya, absolutamente 8ola al laJo' que fjícilmeute compreuderán nuestros
de siete cadáveres, la seiíom Godin lecto 'Cs, que ya no estaba. Hola en ese l quedóse como anonadada, casi espiran. desierto inmenso. Dos inclios, de pié so.
to tambien, durante cuarenta y ocbo 1 hrc u1~a. canoa, disentían ruidohamente ,
homs,devorada por una. sed intolerable ~;obre lo q111) tlcbinu hacer: quedarse 6¡
que consumía sus fuerzas y ameua1mbn. tlcjar c:;as playas abandonadas. Isnbol,
causarle la muerte. Arrnstróse como a.ccrcj¡mloso Í1 ellos, los :mplidí que la.'
pudo á Ja.., orillas del rio para. beber, y coudl.l,jcscn lí ln. misio u do Andoas, y 1
en seguida emprendió de nuo>o marcha, se Yió acogi,Jn. favorahlcmeuce: promo- 1
llevando consigo, para precaver 1ms piC-s tiérot¡¡la cout.lucir lo m(~-; pronto posi. l
ensangrentados, los zapatos ele loR que. ltlo n'l lugar que ella. les intlico.La, y 1
ridos muertos que permanecían sin se.
1
cumplieron fiehne11te su promesa.
pulturo.. Un1~ \ez que l111hicrou llegado ií An.
Durante varias semanas vagó por tloas, la pobre viajera - aloutatla por la
entre las malezas y las o;,pinosa.s zarzas aspcrl~nza Jo ver á su marido dentro t.le
de aquellas soledades, lluua de espanto pocos t.lias, y lleno. do gratitut.l }JOr el
y perseguida nuu do día por una. espe- l'Crvioio que de estos indios ha.hia reci.
cie tle continua pc•adilla que le hacia bido, quiso manifestarlo re~alándoles
oir en tollo sonido los ayes tlo un mo- lo único c1ue teuia: un collar do oro
rihundo. Frecuentemente encoutraba que lleval1n. al cuello, y que npreciab(l.
pantanos profuuclos, que pasaba ú ries. ¡>or sor un:~ joya. de familia. Los indios
go Je Ahogarse, agarr:Lnuose de las m. n. recibieron con mu~trnR Ju aEombro
mas do los árholes, lastimándose con y nlegría, tUt\ravillaJos por sn brillo,
ellas las manos y la c.am. Iuuumerahlcs pero t~ o lo cousorvaron mucho tiempo;
hormigas atravesaban los seurleros qm! lo cMnbiarou algunos días ch:spucs por
pisaba y la llenaban de pica, Juras lo.i otro regalo d\llUéuos valor pero do wás
piés, y m(~ do una vez 'ioso en pdi¡.:ro npari1~ncia. .
de encontrarse cou alguna fiora. l~l'1C Ist\~cl Oorlin estaba, pucR, t'U salvo, y
pa.ís ora nu verJa.dero infierno, en Jou. sus dramáticas aventuras ihan á con.
do la señora. Gollin no encontraba alma cluir. Le faltaban todavía, es verdad,
viviente, y por dondo va~ab:\ con los algnuos ccuteuares de leguas que atrn. •
vestidos doopedaz:\dos, sufriendo las ago. vesar11 pero venció to1las las dilicu 1 tarles 1
nía.s del hambre y de la sed, y sin otra con le1 rusiguaciou y ouorgía <¡ue la ca.
perspectiva que la muerte. ractelrizaban, y logró embarcarse y ha.
Una m.aííana la iufoliz mujer cami. jar U:l rio hajo la protcccion de las
naba por el bosque á la clariJad del sol a.utoriidades JlOrtugue~;as, hasta llegar á 1
naciente, cuanJo oyó ti alguua distancia la Gu~ynna.. .MariJo y mujer pudieron,
una. especie de mugido sordo, tan monó. al fi111, reunirse despues de muchos años
tono cuanto inexplicable. Al principio jde aUI&enciay de recíproco sufrimiento.
sinti6 el secreto.tcrrorquo causa la. idea. La. dilcha que sontirio.u on esta reuniou
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REVISTA QUINCENAL. 261
nos la podemos imaginar pero de ni u. vez se le oyó á ella misma la narracion
guna manera describir. de ese viaje d'e Riobamba á Cayena.
Emharoáronso ámbospara Francia el No se sabe en qué año muri6 b inte-
26 de Mayo de 177:3 y so establecieron resanto peruana, pero por mucho tiempara
nunca m(IS dejarla, en sus tierras po se conserv6 su recuerdo en la prodel
Berry, no léjos de Bourges. Su in- viucin .. Existían de olla dos especies do 1
tencion era pasar los 1íltimos años de reliquias, á saber: uo vestido do algo- 1
su vida eu el reposo de una existencia l:íncuaudo
cumpliú In edad en quo debería tos, y cu sus venas c.:orria t·on gnJU
recibir su l•ercu<:ia, é~>tn ya uo esisfin profusion sangre imlígeua, en uuion e dcdic:~.bnn :í las cien. ter no le permitía nunca !!Ozar de sue
eias liberales. Sin embar~o, César Leuin favore~. Su génio ntmbil ia.rio y sos mou::~
a vaniJañ inmen!la. y lo atonnontn. dnlcs ¡;occes y vulgares, que ocultaba
ha un insaciable deseo df' lucir, a~í fu( en públil'o bajo una cap:l. de fingi, Jn nrque
so propuso darno á conocer :í todo banidad, causaron inuumombles dis.
trance. Bien tlirigido en ~u nilier., Cé. gnstos en su O\HlVI\ familia; el suegro
f'n.r Sántos hubiera sit.lo probablemente quiS{) irle á la mano y le hizo algunos
un hombre útil á la socieJnd, pero co- observaciones acerca do sus modales;
mo absolutamente nrulie tenia influen. (J so vengó tratando mal á su mujer
ci:\ sobre rl, desde que pudo pensar en primero en privado y de¡;pnes eu pÚHil
porvenir 1:\ nmbicion so dc~pert6 en ltlico . .En fin, de diHlate en dislate, Cé.
fill alrna y la política subllllerD:\ fné para ~M rompió con su suegro, que le quitó
1
él IITl campo abierto á sus a~piraciones. el destino primero y dospncs á Rll hija.
¡A pt~uas cumplidos veinte nños Jn Cé- Auu1¡ne ~e parado de su mujer, de quien ¡;ar babia obtenido un empleo en el go. no habia tenido familia, <..:ésar logró
bicrno del .E~tatlo, y sin duela hubiera atrapar algunos reale9 cou los cuales
podido llegar basta ser PrcsiJeute fle .se fu1! {¡~~~~ropa, en donde vivió alguo
la Rcptíblica, si Sil mal cnr:'icter, espíri. tit>mpo uo se sahi:\ CtÍmo, en ,·alidntl de
tn rlominaute y orgullo indoruahle, no aventurero, en pésima compafiía, en b
le huhieran cerrado las puertas do lo~ C\1:~1 . se¡.,•un parece, apruudió 110 pocos
puestiJB públicoR, p:na llcg:~r á los eua. ardides y ar¡{ucias pam gauar ,Jiuero.
les e.'l pn•ciso ser hun1ildo, ,J6cil y frc- En sn viaje de regre~o dió eou German ,
cueute1nento bajo. Pero c;,~sar uo sa. que vol vi:~ otra vez á Ml prürin, y eles.
bia dt•blegarse á h vnluntnd njena, ,¡e aqncl ·momento tl! incauto j.;ven c~1-
Htl por dignidad ~;ino por mal eAr:íc- yú en las redes del astuto c,:sar, 'JUÍOD
te1·, y so hiz·) tln anlip(!tico para con ~e propu:-;o que lo scrvi ri:~ en :vlebu!t!
w;; copartidario~, que lo fué preciso Ut' iustmmouto para hact•r fortuna. 1 1
abauolnuar la cn.rror:~ netivr~ eu la po- Umno para h:\CI'Tse t.luciío do la vo.
lítica. ~·oruu~ en las fi lns ole los PTIC- hmt:••l de 1•er:;onas como ( h!rtllan, b
1uigos del partido en d Jnando en ;up1el ¡uiuH:ra diligencia •JlW hay enin. :í (',:¡:ar. A~í, pues, dcs, - (\(sar, r¡ue l'llCOutní C'l c:l.lniuo
cu lucve ::r.lmnololHÍ e~e ¡nrtido tn.ul- muy addaut:ulo en In \Ía tic la corrupbil'n,
tanto m!Í'i t•uauto t¡Ut~ se lo pro- cion, no tnvo Jnucho que trahajar p:un.
porcionab:\ uu eulaco :'í p~'tlir de boc:~., s•unirl•: cada tlia m(LS en los vicio!-:, cl l
con u11a ni1ia virtuo:>a y rit~'l que !le hn.- rlcse n~dito y los ~a::;tos m:Í.\ el'eawlalo.
bia Cll:\lllOraolo dt~ ,q sin sahor por qnt~. ~os . Un:\ \C~ malgastada la burcncia,
y á qnicn !'Uf' parlres dieron ~usto ton- ('t~sar us cgnro~ á Ucrman qnc era prc.
1
tamt•utP. La uovia era hij:\ do un alto o'ISO cou:;cgnir 'linew á totlo trance,
funcionario p1íblico, 1111icn ofrPÓ•Í dn r • ¡pero c•Ímo! l>otia ~ arcim cs1:-~ht tau
:Í Sáutos un buen destino en el u.,. ' nrrHinrula 1'0010 l'll hijo; ¡.1(:; hermana!~.
¡ l.icrr.o ¡;j volvÍ:\ á pa~aTSl' á }:\o; filas y !ill hcnua1u1 menor (instigado por ~~~- 1
de los que mandaltn.n. ~:lnto~ 110 tenia las) reh11~:\ha11 prc:;tarlo cosa algmm, 1
m(Ls principio:~ que lo.~ que le aconse. t~ltlto más cuanto que entre todos man.
jahau l>ll'l interese;;, y no tuvo crnhara. teuiau :í su madre, c¡uien h~hiu vcndizo
en volver Fo!tre f:US pa.' . iO~, renegar' do adclantn.oln. su rcula. viajera prna
dt~ ~ns nuevos amigos y casar~e p:~.ra \darle e-;e dinero á Gormnu. Las A hugozar
de h fortntta ole sn mujer y de mada.." oo se hahian casado á pe::;nr del
bs rt'otas del destino c¡ue le daban. 1 elote que bcredaban,-la fama. t.lc ncr- 1
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REVI STA Q U I N C ENA L 263
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man, el caría.cter do doña. NnrciAn. y lo j cion entre l~IS mujeres, encanto qne los
mucho que hauiau coqueteado aquella,.., hombros tmllliau la JOtLla l e nqua y la
niñas con cuantos j,h·eucs M les habiau mordaciJaJ de la couversacion de Sán. ¡
acorcado, - im¡)i!lió que Re presentase tos, y proctn~~ba.u propicia.rlo recihicn.
1
1 ni o ~un protcoditmte sério. do con ateuc1ion á los tlos amigos Íulio-i
S:íntos euhíuce.-; le descubriú á fin parnblcs.
l. :uoigo un gran ~ecreto, y cm el :ntc de De:;puos de los billews falsos, do los 1
f:,hricar hilletes de banco, falsoR, y co. engai'ios en el juego y otras malas ar- 1
l mo Gcrman le couteatasc que OS!~ via no tes por el m·i~mo estilo, Sáotos inveu. ,'
l ln totuaria él, uo tanto porque aque. t1í la fab rica cion de documentos falsos.
j llo fuese crímcn, cuanto porque era. Esto cm má1¡ s1! rio y F:e necesitaba mu- 1 ! HHIJ peligrosa., y le podiau dc¡¡cuurir. cha. mai1a, ¡pero al fin y al cabo logró
, S:íntos le mauifest,) e otónces que cm tambien uio!ll ro ele esta manera, el cua.l
posil>lc encontrar algunos polJrctes ~;in compartía cou Gerruan. Sin crul>&rgo,
conciencia que }o¡; ayuda.seu, ele mane- estaba u sol11ro un volean; la. falsificaro
tantcs in- do tranco vitat· ol cataclismo, y c.;to
Jagacioucs descubrieron á dos u tUertos- pensamiento tenia muy preocupado á
cl1·- hambro que so encargaron do cir. :5áutos.
e-u lar los bí llctct; que entro German
y Hántos fahrieaban. Esto rccnrso uo
i t~s tluní: á los pot·os día.-; so doscubri1)
el eugniío y la policía se puso ou c:un.
pafia. Los dos falsarios abaudonarou la
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EL MCEf: OOTt-; CAT6LICO.
1 ciuclad por a lguuos dias miéntras 'lue AL cal•o •le sois años d~t nnseoci:~ Jo
pasaba la tt•~n¡x•..;tnd. La policí:~ no lo- su patria y clcl l:'ello de su fatnilia, vulgní
poner 1:~ ma.uo sino soJ,ro uno Jo vió á lo. capil,al el hijo do doii:L Pas tolos
'JIIe !Jnhiau circulado los Lí llctcs, - rn, Alber to. Uomo hemos vi!-itO, llSte 1
' poro co111o ~~te en rcaliJn•l no c·ouucia j.íven habia nhm¡-.aclo b ca.rrcru ecle.
1 á lo:> rpw lo habían ocupado, lu. inung:\. ¡.¡iÍi.~ticn por 'locacion, y nu~rcl~d al doec
·iou uo JI:ISÚ de :~.hí y uauil: supo qui(. tor Ahumadb, !:11 pariente, SQ ho.bia or.
nes crau los doliumwutcs. dcua.do l'll el &J,uioario Jc Paris.
H:íutos era muy hábil para cngniíar No h:í lltlliCho leíamos las biguientes
PU ,.¡ jnego, y t'.ícihncnte cnsciící á su línea.~ que tlr:u:;críbimo~ aquí, pw·~to 1
amigo á ha<·cr lo tnislllo, tanto más t¡uc mejor q(te uosotros piutnn la vocacmt.
uto IJUC para cs~a c}a.<;e Utl cng'liiOS cíon nc Alberto:
¡;Ícrnprc se uecesi~tu dos colllpnñt ros "El adoleflcentc que quiero coma.
1
dtl t·oufiauza. Con est:u; y somcjauleR grarsc á IJios cumple con uu cruel sa.
tra.mpas y ar¡;ucias, Uorwan lograba critlcio. A la t~Jad en r¡uc llC doso.rrolla 1
1
Yivir, uo cliré que bien neogiJo por bs cu su espírit1~ la concienciado la liber- '
1 pertionus que se ro.-;petan, pero !>Í tole- t..'\11, y entm <~ornzon la uucesitltt.d de lo:; '
j ra•lo por la socicJad. L.\ SOGI EUAD tic. afectos y el fmtusínsmo, nspirncioue;;
1 nc por <'Íc rto sobre 1-'Í mucho~; crímenes, gcncro!'as q111e ha<' en hurvi r PHS f.>enti.
)' llliO de }OS nlQt; JigUO:i de ca.~tigo (:S
1 mÍelltOS, Cll li,IJIIClJa o.Jn,Jt•J auoJu 1uadre, á la Gonris.'\
mas, la bellc:tn indi~putahlc que po~cia 1 ele sus horm~wo~, :Í las l:OUVcJ'}aciotu.-s
1 UorUI:ln cm uua earta do rccoml'ucla- de fil l'-' amigo , rouuutta_á los J~ilSCOS, tÍ
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1 264 L A M U J E R .
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; las dü:tracoioncs, ú las doradas esperan-! pr(lctica.s do dcvocion con que pen~abn.
' zas del porvenir, ú la dicha de Her es- Dolóres que prohah<\ su amqr ú Dios,
poso y padre! 11Ias aún, en uuestro si- baci6nuola comprender que EL nos ha
1 glo díceole que lie rá odi::tdo, despreciado puesto en este mundo para cumplir
si se dedica á Dios, tal >ez perseguido, con deberes te r restres ; que no es pro- l pobre siempre, ignorado; que no cono- cisamente necesario alejarse de la ~o-~
cerá del mundo sino sus crímenes, sus ciedad y escandaliza.rse con las eosas de
l vergüeuzns, sus miserias, sus dolores, ella para ser •erd:vlem sierva de Dios,
porque solamente RO le n.ccrcar{ln los y que hay m~s mérito en ser virtuosa
culpables, los infames y los desgra-1 mezclándose con la socieclarl, que on
ciados ! huir de ella en todo tiempo como do
"Si u embargo, el jú.,..en se encara cou una peste.
e,:tasuerte lo. dos tenemos que llenar nuCl;tra misio11, l
¿Acaso no Re descorazonar(¡ con la lu- y c1no cuando uo vuJemos l1acer otro
cha incesante c1ne tcmJr{¡ qno sosteuer i!Jieu 10Ús lJalpnlJlo, delJcmo~ prNiicar
eontm sí lllismo, couLra ~>U deiJilidaJ con t•l bueu ejemplo. A~í eorno el :u·ehnmnua.
y su~ pasiones? i Unnrcl:l.r:í por¡ ro pierde el moho y so hace wiis briw•
utura. la plcuilnJ do su inteligcucin. lhuto cou el uso, así Pl n.lma ~>O vigo- 1
en modio ele o:,tuclios alJsLmc-tos y tll'
1
riza y udquiorc mn.yor ml-rito si logra- 1
ac¡uc>llos prolJlomas tn.n ~mvcs, convir- tnOf; comurcic..'l.rnos con nuestros setUHti.:
ucloso, por decirlo así, l'll el legisla- jautos. "' Jl:u toda. ¡;ociNlnd ho.y varios
clor y el juez do laR concit'uc.:ia."> lnnnn- cír1·ulos, ú ltnO de los cuales 1 encmos
nas! ¡,No pordcr:í. la f:Crouidnc.l Je sil que pertenecer (deeia Alberto :1 sus
n.lnH\ u.utl1 la!i nnclcs rcvdacioncs de hermnuas). y si con nnostra presencia
los 1nistcrios del comzou ,¡,~¡ hombn•, evit:uuos el menor ma.l, si el respeto
o.~c abislllo sin fomlo. en clonde ¡Hieden que nuestra persona iu~pira ilnpidP
1·eutlin;o toda~ las porvcn;iJadcs ~.iu llu- una pa.lahm mal smumte, una w:dedi-u:
n·lo jamas!'' ce oc in, el más le\ o esC'áudalo. ¡ no os ,.
cierto que no tlebemos excusnrno~ eu
cumplir con esP tlcbcr? ''
.Alberto volvicí :í. b c:asn ele su madro De acptí rcsultcí que la presencia ucl '
v llcvr) cou:.. igo una atmoí;;fem do paz y joh·eu sacerdote, cu l ugar do lto,~H el
de .~rd..:n c¡Hc en hre'u coml.Jió en mil- ia!'tiJio y la Sl'r iedad :\ In cal'a, do su
c·bo la tristeza que ~e ceruiu. sobre la madre, introc.Jujo 1111 airo' ivif1co.ntc cu
famili:l. Jo cloiin Pasto tu. que \ ivia c-on clln, ro m pi.~ la monot<'HÍa de un ,.¡,ir
, 11nn vieJa mon!Ston:1 y siu inttwion amenn. é inRtrncti vn del jc'í- lllauifPstarnos fatigados con la cnl'ga
ven SI\Ccrdoto, que comprendió qno s6lo c¡uc Er, nos ltn. impuesto.
alg-uu intercs intelectual podría vol- L:L ríoit'a persou:\ qne no ca.mbicí ha.
verla. la couauimiclad pcnlidn. en uu,~ jo la influencia de Alberto, fué Lui!';.
pasion asola {¡ las exageradas reconcentrado, y guardaba en su alma
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~------REVISTA QUINCENA~ 205
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y ou su corazou el dardo oc11lto qnc mi- pouieudo versos! No faltaba mús para
naba sus fuerzas morales y le hacia ponerse en riuículo.
3.})tlfecer cada dia ménos agradable, lle. -Luis se chancea, responcli6 Do16.
1 vando á todas partes un aire tan grave, res ; él tiene mucho que hacer para
J y conservando hasta en la intimidad de ocuparse de literatura.
1 su hogar doméstico una reserva tan exa. -Así es, tlijo él; pero lean esos ver'
gcrada, que ou realidad nadie, nadie sos y díganme qué le;; parecen, pues
absolutamente le conocía ni superficial. son do un amigo mio. 1
1 monte. Luis parecía entregado en cuer- -Los leí úntes de venir, respoodi6
po y alma ú los negocios mercantiles, Silvia tirando léjos el papel. N o me
parn.los eunles había manifestado apti. gustan los poetas lloriqueado res como
tucles tan sobre~alientcs, que el comer. ese fulano ioc6goito, que no quiero co.
ciaote con cplicu t rabajabn, al principio, noccr. Ademas, son malos versos, segnn
acAbó po1· hacerlo su socio; así, en po- dijo don César, el amigo de Oerroan,
CO$ nñp::; I1uis pudo llevar á su easa Ri que estaha eu cn.sa cuando llevaron el
noellujo,sílacotUoclirlarlyeldc!>ahogo, periómaR, ella era. arrehatn..
y con ose objeto hizo imprimir unos rlom y hermosa., y él insignificante y
H!rsos en un pllriúdico q u u llevó á su lleno de ideas rancias y atrnl'atlas. Ella
ca~oc. y lo tlió á una de sus hermana~ 08taba montaaa á la modero<•, él perto.
que couversalr:1. con 8ilvie suya dúsde el dia t:~n que Silvia se hnbia
Labia u manifestado rehacios á su yugo. burlad~> de ellos.
1 Poro Silvia se equivocó por esta vez: 1 Gcrllllan era. muy parecido á Silvia,
j sus desdenes y ¡;us hurlas, si no mata. i y frecuentemente Luis ~;e extrernecia
ron la pasion en Luis, tuvieron por re. do horror al ver la Honrilla de la mujer
sultado el qni tarlo por entero la espe. amada atravesar por la ajada y pcrroozade
hacerse amar, y por cousecuen. versa fill!onomía de su hermano, cuando
cia du alejarlo de su lado. al pa.salr por la calle lo veia rodeado de
Los hijos Je dofia Pastora poseian amigos, contando anl-cdotas escandalo.
una facult:l.J que podia hn.cerloll pro. sa.s y dostlorando roput.aciones con su
fundamento dtJ:;graciados: cmn tercos amigo Bánto~. I>obre Luis l su mal era
en t<>lt dolor ! Este su.
bia uaciclo ¡ara ntua.r :í :-5ihia, y deuia friruionto 111iuaha. el e~;píritu y dcbili-
1 nmarb hast~ la muerte. luelirHÍ la ra .. taba el cuerpo do Luis: estaba Rolo.
bt>:.:n, :J.COJII• el triste papel IJliC í-1 mis.l
m o se hnhin dado, y l'outiuuoí cargando! f:i. A. m: f:i.
In cruz de h existencia ou ~:;ill•ncio, si o
exhalar uuu c1ueja, si u confiarse ;í na. ( O'unclu h~í ).
-----·
REVISTA DE EU:ROPA.
SR ti•·no noticia ya qno en l•'liA!'il'l.\ han
~anantc, a in comentario ninguno, mo. La teoría ua clara. Todo malvado et1 un
la Jlrotcsta que elovarnn cntónco8 al Gobierno, 8ér mal equilibrado; 8118 malc:>s instintos no
quejándose dt• la atrocidad do aquella tiranía, . son aino el cfodto de la herencia de sos anteJos
señoreA .Tulio Ferry, Gaml.etta y Julio pasados, agraviado por laa circnnatanciaa, y
Gr•'·vy, lll'htnlce miNnloros •lel Gobierno re- do lo cual no es responsable. Aaí, pnt-s,
publicano ..... Nosotros tampoco haremoll co- merece más bion nuestra compllllion que no
mcntarin llinguno, pues ol curioso loct.or es nucetra cólcm. So le debe tenor lástima, y si
muy capa7. uo hacerlo por sí mismo. se puede, procurar curarlo, colocándolo en un
En tanto c¡uo 110 ocupan en Francia en ex- lugar en donde no haga daño. Pero absolutapulsar
á los Jcsuitllll, y so prepara el Gobior~ monto noc11 ponuitido que lo odiemos, y dentro
u o para hace no dueiio do los bienes de laR de poco se prob,ibiri qne110 le caatigne. ¿ Córll•
tnas órdenes rclígiostiR, so leo en el Piyaro: rno rasti¡,"ttr á \1111 iov:ilido ? .... Nada diriamoR
"Jo:ncontráhansc en los ron turnos do lar; cata- 11i estas tcoría11 no tuviornn otro resultado quo
duncs do los ferrocarriles (en d verano pa~ el despertar 11n .. com¡uu;ion faJan, poro tiene
H:ulo en l'ariR ), multitud !lo cncnntndorcH y gravetl eunHilCUienci:\8. Jlo la indulgencia, aun
jóvenes frailecillos ricamcuto ataviudoa. El respecto al crímou, vamoe á caer en la ingrnmanto
y la capucha eran do pafio finísimo, las titud hácia la 1Virtud. La costumbre do cunrn.
mgas anchas estaiJan aformdas en raso, un templar las acojone& mÁs detestables sin hocnrdon
de ac1l:\ rodeaba la tlolicada cintura; rror nos lhJVa •¡ mirat·ln!t virtuosas sin entunsaloau
guanlt•s tle Huecia, lolancos, y Jlcvahnn 11iasmo. La fil ~ll!ufía do quo hllLio toos lleva
un sombruro alt>ll J>Ucstu do nn ltulu sobro sn lógicanl('nto allí. Si el cri111inaluo es rcapou-
1 pdu eret~pn; Blltl piés no ct~tal.an tlcsfignradutl salolo do los in tintos qno In h:1ccn obrar mal,
l'OII II•SCaK t!¡uulalias sino <¡110 ~:al~aban media el hombro bc111élico no licuo ~ran mérito ou
do scIJUCit•ria atra· no es muclw 811 mérito, tmupoco so lo debemos
vcsnban l11s l'allcK con paso nércu llovuudu 1!11 a~ra•lc~cr. Varnos hasta el fiu, veamos hasta
1111:\ 111ann un I!:IIJUitn do vinjc, y c11 la ntm •IÚtulo 11011 puede llcv;lr la Jú;;ica de esta filoun;\
sombrilla tricolor. 'l'othJR los miruLau aofía mcdical. !\os o¡uicro hacer comprender
paRar y ~~~~ ¡onovocal,a dclt'lll'r 080>1 adorabl<·tl filiO esa suloli• 10 aLuu¡;.1ciou, esos actos ady
jtj\'CIIL'B Utt¡mdtúto~r, nuÍR hien t•A, las t nah•s lmn :ult•Jtl!ulo para ,·cstiJo valioso de nucl1tr.1 cxilltcnl'iB: fortuna, salud loto viajo 1111 trnjc twtni-mun:istico," y vitla '! ~ Xn .~rÁ, p11011, la vit-tud al¡;o como
Esto es In que llamnu voetido 1>trryrino. uua lll:tlllt\? l~a JuanÍII do la abncgacion, la
'l'mloR los ano!! distrib•l)'ll 1'11 l'ari11 la A<':l- manÍ ti do dar <·uant'l tenemos á loa domas,
dl·ntia fmnccaa ur.a sérin •lu premios á las así cnnw cxis~e la mnnía do quitarlo cuanto
¡oor11ona11 mus virtuosaR .Jo •¡no ao ticuo noti- ticnt·n los prójimos. ¿l'arR ~tau, en donde
So hablaba rnucbo en San Pclcr~;bnrgo do loa solcl:ldos británicos han sufrido irrc1.arauna
ha11aüa en el juego do Sanscattetc entro blos pénlilhS, sin que jamas pueda ol Oudos
príncipes rusos, en el cual uuo do ellos bierno inglél! ganar allí gmnclcs vontaj:~s.
perdió y el otro ganó en una noche la suma Las con\'ersionoK al Catolicis1oo en Inglado
ócho 1nilloJies do mulos. Uuamlo el per- torra sigucu vioul llJuorlQ s11 c11poso, l'attcsposo
la repudio porque uo la podia sufrir. toa so ~:~uicidó t1obru t1U tuwba para no t>ouroDiccso
que ella, para vengarse, tuvo parto en vivirle.
el asesino.to do su marido. Ounndo mnrió su PAULl~A--Conocid;\ como la esposa do 1
hijo Alejandro, ella se apoderó del Gobierno Séneca, célebre filósofo romano. Qniso mo- 1
do l\lacedonia, dcspues do babet· mandado rir tambion con I!U cspotto cuando éste fuó
mat.'lr :í. todos loa que reclamaban el trono, y j condenado á mnerte po1· Neron. 1
á sus priucipalos partidarios. Pero rodeada
por lm! soldados de Caaandor on Pidna, tuvo 1 (Oolllimumí.)
Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 47", -:-, 1880. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088376/), el día 2025-05-10.