Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Saltar el buscador

Esta ingresando al contenido principal

  • Tesis

Alegato presentado ante la Corte Suprema de Justicia: por la parte de los señores Diego e Ignacio Rivas, en el pleito que les han promovido los señores Tomás Leiva i Hermanos

CONTENIDO DE LIBRE ACCESO

Este contenido es de libre acceso. Solo haz clic en el siguiente botón.

Ir a este contenido
  • Autor
  • Año de publicación 1850
  • Idioma Español
  • Publicado por Bogotá: Imprenta de Morales
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
José María; Rivas Rubio, "Alegato presentado ante la Corte Suprema de Justicia: por la parte de los señores Diego e Ignacio Rivas, en el pleito que les han promovido los señores Tomás Leiva i Hermanos", Colombia:Bogotá: Imprenta de Morales, 1850. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2079986/), el día 2025-11-05.

Contenidos relacionados

Imagen de apoyo de  Bogotá contada

Bogotá contada

Por: Antonio (editor) García Ángel | Fecha: 1926

R EVISl'A QUINCENAL ILUSTRAD A Serie 1 Pasto, Fchn ¡·o de 1926. Números 3 y 4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ooooooooooooooooooaoooooooooo o o 1 : ........................... ·¡ 1 o : : o 1 i T A JET AS i 1 o • : o o : • o o : DE ! o o i • o o : o g • DUEL. t 8 o : : o o : : o o : CON : o n : : o o : : o 1 ! SOB ES i 1 a · i: o o : o o • a . : o o : • o o ~ o g ~ $ , e· ento i 8 o : : o o : o o : ~2maeén de : o o : ~ o o : • o o : u 1 s~~v. o i 8 o : ¡ o o A o t) • ••••• • ••••••••••• ~~· ···~~··· ·~···~·: o o o 8oooooaoooooooo ooooooooo oS Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BRACHT HERMANOS · PASTO Túq uerres---.Ba rbacoas LOS. MAS IMPORTANTES INTRODUCTORES DE · FERRETERIA DEL DEPARTAMENTO ESPE81ALISTAS en Loza esmaltada y Herramientas _garantizadas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~===========================~· E. N A V A ~ "R E T E PASTO 1 REPUBLICA DE COLOMBIA .. ' ' ME~e~Nei~S Francesas, lnglesa.s, Alemanas e Italianas. Especialidad en articulas finos para sef'Joras, caballeros ·y niños. ·;===========================· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Desea · usted surtirse de los mejores articulos pHra su escrit ¡··o? Solicite.) os en los almacenes de HermO enes Zarama y Cí~. y se proveerá de los siguientes: Sobres par-a cartas, en colores blanco, azul y verde; papel volante para copias; papel carbón; cintas para má:. quiuas de escribir; papel secante; registradores de correspon­dencia; parforadores para id.; ·libros «DIARIO», «MAYOR» y ((CAJA»; libros auxiliare.s; tinta «ST AFORD»; lápice~; papel para oficios, con y sin raya; plumas y mangos para id.; papel en bloks, con y sin raya; Libros copiadores; papel y sobres de luto; secantes para copiadores; tarjetas, blan­cas y de luto; papel de esquela. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E8]~~~~~~~~~·~~~~~~~~ ~~ P"R6-XIMAMENTE ~ se inaugurará la nue11a tempora- ~ da de Cine en el · ~ TEATRO lf1PERIAL. ~ Asombrosas representaciones que ~llamarán extraordinariamente la ~ atención del público. ~ LO NAS BELLO -EN SfRIES. ~ ~ El misterio del silencio, en 6 noc hes. •• ~ Las huellas m1steriosas, en 5 noches. ~ La vuelta al mundo en 18 d/as, la ~ más grandiosa serie de la ~ U/'1/IJERSAL ·FIL!1S C0!1PA!YY. ~ La mejor cinta que se 11era en Pasto ~ Prepararse para admirar cosas verda- ~ ~ deramente nunca vistas ni soñadas. ~ ~ El Teatro instruye, moraliza, divierte (§ ~ y forma parte de la felicidad humana. [§ ~ EDITORI AL DE DfAZ DEL CASTILLO Y CÍA . (§ ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. de Dia.z deJ easti11o y eia. además de estar dotada del equipo tipográfico más moderno que hasta hoy se ha introducido al De-partamento, y de que sus maquinarias son movi­das por fuerza eléctrica, cuenta con un selecto gru­po de obreros que por su consagración al trabajo, su puntualidad y esmero en las obras que se les confían y su habilidad para toda clase de trabajos ti­pográficos como libros, folletos, revistas, periódicos, programas, tarjetas, etc. etc., les permiten satisfacer plenamente a su numerosa clientela. Horas de trabajo: de 8 a 11 a. m., de 12 a 5 p. m. y de 6 a 12m. Su tarifa es la más baja de la plaza. No admite competencia. Se despachan obras por correo, previo el envío de su valor. Local: Plaza principal-Calle 8a-Cuadra 6a Apartado de Correos No 4--Por Telégrafo: Díazcomp. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. MA :::: 1 1 .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ••• ·-· ••• ~~ ~ ••• · -· ~-!.!. ••••• 11_!_. !.._• •• ·-~.!.·-~-· ••• _•!..•!_• ••••••••• ~· 4!. •.!..• !..•• •..!....~ ·-· •• ~· •••••• !_~·-· ••••• ···~:::: ::~·:.::::,::;:;:.:.··: : tH!U3EU3 · ·3E3~ · 3 · :r3 · EH3. t'H3ta~íH3~_ · t!tlt3\!':H3ct~f3 EJ E3S'f~m.mm&Il31S3t3w~w~~ ..... Qmt: PJ V " ' ill-,¡¡ V V • 111J o.r¡¡o . ·. e¡¡ • rv VWilli\ -¡¡rv-v-lJ"V]g""'\9"1¡,~ ~EJl: ¡g' PROPIETARIOS · ~ .¡ POR TELEORAFO . ...J.II!!.Jel_ w• =mm€3 :" ·. <:· rn .·· ·-~ .... ~ .·. Zlt· ··-:·Si-:· ..,_~~t: ·. ,, ': ]~Euu, eu·.ns,e~.t3lt3St:: ~ tl~~"t3 rJ~.t3 m: .. · ..... ,-' ...... · .... .. ~ ... ~ ... ; ... ~ . ~ ....... ....... \ -.. . -.. -................ ~ ..... -.•.... -, ............... '' ................... . Mal americanismo - « O»- En el asunto de l ag ravio qu e el E­cuad or crey') recib ir de Col )tllb ia p or la apro ba ción d e l tr at ado d e l imites con el Perú , ya V!:\ renaci end o la ca lma, van disipánd ose las nub es que amon­tonó la precipitación, y la atmósfera casi serena deja claros los contornos de la verdad. La impaciencia es mala consejera y no puede darse la mano con la diplomacia: mejor se hermana con la imprudencia, y juntas siembran ponzoña en el corazón y suspicacia en la mente. Está fuera de duda que el Ecua­dor no ha tenido ni tiene motivo de queja contra Colombia, nación que como la que más en el continente americano, ha puesto escrupuloso es­mero en cumplir sus compromisos internacionales. No es cierto que el Ecuador nos haya cedido región algu­na en el Putumayo ni en otra parte. Pretendía, es verdad, Jlamarse dueño de territorios determinados; pero nos­otros hacíamos lo mismo. Por consi­guiente, con igual razón podríamos decir que cedimos al país hermano los extensos lotes de el Pun, San Miguel y Sucumbías. Pero esto es ilógico. El tratado de 1916 fue la transacción de nuestro pleito de límites. No se trató de averiguar ni definir cuál de los dos era el verdadero dueño de los terre­nos disputados. Presisamente, para evitar los males que podía acarrear la investigación, se dió oído a la concor-dia y voluntariamente se Ileg6 a de­satar la disputa o litigio pendie11tes, ajustando el tratado de 1916. Este, pues, terminó íntegramente la cuestión debatida, y por lo mismo, toda dife­rencia de límites debe resolverse de modo exclusivo en conformidad con las estipulaciones que allí se consig­naron. Los tratados anteriores que al asunto territorial se referían, quedaron, por esto, implícitameute derogados. La prueba la hallamos en el preámbulo del tratado de 1916, que a la letra di­ce: «La República de Colombia y la República del Ecuador, con el propó­sito de resolver definitivamente toda controversia relativa a sus derechos territoriales, y con el fin de estrechar de ese modo sus relaciones de amistad y atender a sus conveniencias y mu­tuos intereses, han resuelto fijar su común frontera por medio de un trata· do público ........ El artículo 1 o determina que «la línea de frontera entre la República de Colombia y la República del Ecuador queda acordada, convenida y fijada» en los términos que allí se expresan, sin condición ni reserva de ninguna clase. Por consiguiente, cada uno de los dos Estados tiene soberanía terri· torial plena dentro de la raya fron­teriza y puede disponer de suelo sin consultar a nadie. Esto ha hecho Co­lombia en ejercicio de su soberanía. El resentimiento del Ecuador y la ruptu­ra de relaciones diplomáticas es, pues, un efecto sin causa, algo absurdo en el estado actual de las cosas. Ya se empiezan a conocer estos errores, y un Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 50 COLOMBIA re,nordimiento secreto se deja adivi­nar en los colores de la vergüenza. Pero, por desgracia, los medios que se quieren emplear para corregir lo pasa­do no son adecuados para conseguir el fin. Casi podría decirse que son con­traproducentes. Se tiene 1.1 'impresión de hombre abochornado que, para sa­lir a la calle, no acierta .con la puerta y quiere hacerlo a iravés del muro. No otra cosa puede pensarse al leer la no­ticia de que el Ecuador ha solicitado la intervención de los Estados Unidos en el asunto, reconociéndoles así la hegemonía a que éllos aspiran en nuestro Continente. ¡Mal americanis­mo! Y lo mejor de todo está en que el conflicto colombo-ecuatoriano no existe, no puede existir, por falta de materia. H. Zúñiga CORONEL OABINO GUTIERREZ Nació en Bogotá año de 1803 y murió en Buenaventura en 1861. En clase de pífano empezo su ca­rrera el Coronel Oabino Outiérrez en febrero de 1814, y 2-scendió por escala rigurosa hasta obtener esfe alto empleo de la milicia en 1851. Hizn la campaña del nnrtc de la Nueva Granada en 1815; la de Casa­nare y la dtl centro en 1818 y 1819; la riel Sur de Colombia, contra los peruanos en 1828 y 1829; la de Pasto y la del Norte, en sostenimiento del Gobierno legítimo en 1839 y 1840, y la de la costa en 1842, comportándo­se siempre digna y valerosamente. Combatió en Cachirí a las órde­nes de Robira y Santanter; y hecho prisionero en ese combate, fué 1 esca­tado en los Llanos, en la acción de U­pica, para volver a combatir en Chire, Pantano de Vargas-y Boyacá, en el año de 1819. A órdenes del General Flórez pe­leó también en el Portete de Tc1rqui, el 27 de febrero de 1820. Por mucho tiempo estuvo separa .. do del servicio, hasta que Jlamado a él por el Gobierno en 1838, fué a com­batir en la campaña de 1839 y 1840 en Buesaco, La Laguna, Egidas de Pasto, Cruz del Barranco, Chaguarbamba e Huilquipamba; en Aretuca y Tescua, y en los tiroteos de Oiba, San Gil y San Lorenzo. Gutiérrez se distinguió por su va­lor, subordinación, lealtad y disciplina en las campañas, y por sus maneras caballerosas en el trato social. Era de mediana estatura, sin faltarte la gra­cia y donaire que se adquiere en la vida militar. Su fisonomía de propor­cionadas facciones y !lena de anima­ción era simpática para todos. En la última revolución general se hallaba empleado por el Gobierno en Panamá, y por enfermo se separó con licencias. Llega al puerto de Buenaventura a mediados del 61, cuando el Estado del Cauca estaba en armas. Julio Arbole­da imperaba en él, y los partidarios del General Mosquera se hallaba en aquel puerto) asediados y reducidos a la mayor extremidad. Le instan, le su .. plican a Gutiérrez que tome parte en la contienda y se ponga a la cabeza ele las fuerzas para sostener la causa fe la entidad de cada ciudadano; algo más noble, algo más significativo, algo más bello se da a en­tender con esas palabras, nada menos que la educación religiosa del individuo. Por esto se expresaba sencillamente Di­derot: cBuena almohada es la de la ra- *****~******~*****~*.~ zón, pero la cabeza descanza mejor en la religión y las leyes». Después de ésta serie de afirmacio­nes enunciadas que descansan sobre in­controvertibles principios de naturaleza, es preciso hacer constar que el deber que pesa sobre la conciencia del educa­dor de formar religiosamente al discípu­lo es de suyo tremendo y de admirable valía, como que del educador depende, al decir verdad, nada menos que la feli­cidad del niño en el porvenir. El educa­dor debe por lo mismo parar su consi- * / . . )¡( *'""''*****¡ ******* ~~~-.e~~~· (" -.. 1 'o 1'11 ,. .... ) ~ -.... -.. Ql .... .... , ~l ' l •·J ,., ) '\l ~ ::::) C!) o "'tl "' ~ (l) Q o ~ ....... o o ~ t::: :t ....... ~ (l,J 'i::: Cll ~ (\. .§ <* ~ =%'- cturna para Obrero:. El R. P. Alejandro Or­tiz López S. 0., en bellas y sentidas frases ensal. ó a lii mujer e hizo ver el gran bien que se hará a Pa . to con la fundé du11 <..k L iL h , E-;rueli1. Su dis­curso 1< ' in~ett(lrnns en otro lu~<1r. En la tarde de los días lunes, martes y miércoles, grandes fiestas po­pulares, l'll las cuales se· !1izo derro­che de al gría y buen gusto. En la noche del martes se puso en escena el bellísimo drama «Como Jos Muertos», con el cual la Sociedad Alvarez Lleras obsequió a su Majes­tad. Luis Eraso Sarasti no pudo ha­cerlo mejor pues llenó su cometido a satisfacción; María Rosero,hizo una Blanca insuperable e Inés Astorquiza una Teresa toda al.egría y franqueza; Hinestrosa, Córdoba y Salas no pu­dieron menos de lucir sus dotes de verdaderos artistas. Así terminó este cúmulo de fes­tivales, que han dejado recuerdos innlvid<1bles en el espíritu de nues­tra suciedau. Defensa sin Ataque -«0»- Al rededor de los artículos publi­cados en esta Revista, que motivaron la hoja suelta «Aclaracion» que dí yo y la otra «Defendiendo a Pasto» sus­crita por varios respetables ciudada­nos, todavía hay algo más que adver­tir. Uno de los puntos principales es el de que, según se me ha dicho, esa alarma fue fomentada por distintos fines del que en realidad entrafiaba la última de las hojas citadas, cosa que no me atrevería a creer si con tanta insistencia no se repitiera. Sinembar­go, pasemos por alto esa enojosa ma­teria; y ya que muchos se han con­vencido de la verdad de mi buena in­tención, porque, no por decires, sinó por propia percepción y lectura de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL 63 los artículos, se han dado cuenta de que ninguna injuria he irrogado, ana­licemos en tanto la hoja «Defendien­do a Pasto», la industria duerme o quizá sin hipér­bole muere. Los obrerdS viven apu­rando la amarga hiel de la inacción debido a la absorcion de la industria extranjera» .. :. «Por la notable falta de Fuera de la-primera parte, en la espíritu de sociabilidad (entre los ca-que se tacha de novel la pluma del pitalistas) no vernos levantarse pujan­escritor, tacha que acepto de buen tes y arrolladoras las chimeneas de las grado porque no presumo tener ab- fábricas y empresas aumentativas de solutamente ninguna gloria en las le-tras- y en la que se dice del mismo los r:audales y sostén de millares de que aun no acaba de conocer las ca- brazos, hoy sin trabajo y por ende Jles de la ciudad, a la que en segui- sin pan» .... «La mercadería vendrá más da voy a contestar, el fondo, las ideas barata a los comerciantes y los agri­de la segunda parte de la hoja en cultores podrán dar salida a la roa­cuestión, son en un todo el mismo ,~<:> ;;..~{~~~~ "~00~· ~ Especialidad en artículos de lujo. Mer- ~ * cadería en general, almacén de ~ ~ Diógcnes Martínez y M. * ·~~*~oo~~~~~~w~~~~ De última novedad Para señoras: Sombreros, telas de seda, casimires, marrocain de lana, gabardinas, calzonarios, medias de seda, sacos de se­da, guantes, de hilo y de gamuza, aretes¡ calzado; Para caballeros: Camisas, cuellos, casi­mires, gabardinas, sombreros finos, tirantes, calcetines, ternos interiores, casinetes, para­guas y otros artículos, donde E lías Ordóñez V. (Plaza principal). ~25ill.S"m25~ Casimires para señ.oras y caballe- [N ros. Telas de fantasía. Guantes de ~ puño y de fleco. Donde Diógenes Martínez y M. ~m2ru-2!i2rf}J Sr. D. JUUO ROSERO C. En la mañana del 12 de enero, fue sor­prendida nuestra scciedad con la ines­perada noticia de la trágica muerte del distinguido joven, cuyo retrato exorna esta página. El joven Rasero, deja un recuerdo imperecedero en esta ciudad y su muerte llena de luto al corazón de sus sinceros amigos. COLOMBIA la ­menta su prematura y trágica desapa­rición y envía a su inconsolable madre y atribuladas hermanas, el testimonio de su profundo pesar. El Reve1·endo Padre Ramón María ·Jurado .El Reverendo Padre Ramón Jura­do, ftgura colosal entre los varios Pre­pósitos que ha tenido la Congrega­ción de San Felipe Neri, fue el pre­claro varón de virtudes excelsas, que por muchos lustros tuvo Pasto, como vocero del progreso intelectual y mo- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 72 COLOMBIA ral, de toda la sociedad que en ese entorícés se levantó para honra y or­gullo de muchas · generaciones en el porvenir. El Padre Jurado, nacido para las luchas y persecuciones, y el mejor hombre de esos tiempos, tuvo la idea feliz y altamente regeneradora, de fun­dar un colegio en asocio del hábil maestro don Benigno Orbegozo, para que la juventud se form~ra en virtud y Sr. D. Angel María López, asiduo y laborioso artesano de nuestra sociedad, quien acaba de recibir con gran lucimiento i a satisfacción de sus maestros, en la capital del Ecuador, el DIPLOMA DE PRIMERA CLASE que lo habilita para ejercer con la debida maestría, el arte de sastrería. Felicita­mos a este acucioso hijo de Pasto y le deseamos coseche muchos triunfos en este utilísimo arte. en ciencia, único blasón distintivo del verdadero pedestal de la educación. En ese semillero de prohombres que han venido a figurar en los altos pues­tos públicos civiles y eclesiásticos, tuvo el Padre Jurado su mayor parte; puesto que fue el propulsor y el alma viviente de ese templo augustq de ver­Jadera ciencia. En esa falange de hom­bres culminantes en todos los ramos del saber humano, .he vi to historia­dores, juristas, filósofos, poetas y hom­bres de estado, y generales y políticos, todos hombres distinguidos en cada uno de los ramos sociale~. El Padre Jurado, no sólamente ,fundó colegios, sino también escuelas de p: imera en­señanza, donde los pobres aprendie­ran a leer y e, cribir el nombre de Dios. El Padre Jurado fue el transfor­mador y regenerador de la sociedad · de Pasto. Sociologo por intuición, se fu~ deíecho a la juvLntud, pre erván­dola de la ignor2ncia y del vicio, ver­daderos factores de bdrbarie y crimi­nalidad en las naciones. No basta en la enseñanza la Pedagogía y el lustre del profesorado; es necesario la ense­ñanza religiosa cun el ejemplo y la virtud, base fundamental del conmple­mento de la formación del hombre. El Padre Jurado, como profundo conocedor del corazón humano, alec­cionó su colegio con la piedad y la práctica de Sacram ntos, móviles dis­positivos a engendrar en el corazón, verdadera ciencia fundada en la vir­tud. El dón de gentes tan araigado en el Padre Jurado, le sirvió de térmóme­tro para medir la savia cuantitativa de cada cual. Como corolario de este principio, trataba a cada uno de sus educandos según su carácter y consti­tución geniales. Jamás humilló la po­breza y la miseria de las últimas cla­ses sociales; cabalmente, con estos desheredados de la fortuna, es donde . se veía al Maestro cristiano, modelar las almas a lo bueno y levantar los es­píritus a las más altas regiones de lo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V 1 S T A Q U fN C E N A L 73 bello. En las conferencias, en las sa­batinas, llevaba hermosas estampas para premiar el aprovechamiento y la buena conducta de sus alumnos. To­dos, buenos o malos, recibían premios y castigos; pero jamás el reproc!le del insulto contra la debilidad humana o contra el desliz de los primeros años de la infancia. Su tarea como edl!tca­cionista, mirados los tiempos que pa­saron, e.~ altamente encomíastica, aún juzgado con el lente de la Pedagogía moderna. Ese aforismo de que la le­tra con sangre. entra, lo aminoró en la práctica, dejando tan solo lo necesa­rio para hacerse obedecer en cualquie­ra circunstancia. La disciplina, eje de todo establecimiento, fue el objeto principal del Padre Jurado al fundar su colegio. El principio de autoridad, era congénito en el Pacre jurado: man­daba y era obedecido al punto. El se­ñor Orbegozo no le iba en zaga en autoridad al Padre jurado; pero cuan­do quería flaquear este principio, allí estaba el Padre Jurado para hacerlo obedecer. El Padre jurado no era el santurrón resquemado por los soles de la ignorancia y la estulticia; era todo un varón ceñido con la coraza de la ciencia y la virtud. Dotado de un ·ta­lento y memoria colosales, su instruc­ción era asombrosa; daba cuenta de todos los clásicos antiguos y moder­nos, y en el género epistolar, era un modelo perfecto en el arte del bien de­cir. Su correspond'encia en la capital y con las demás de las Repúblicas her­manas, era copiosísi'lla y siempre de gran interés. Hombre cosmopolita, siempre estaba al tánto de lo que pa­saba en Europa o en América. Polí-tico y con protuberancias para todo lo que dice un hombre de Estado y buen financista, se adelantaba al acon­tecimiento de Jos hechos políticos na-cionales, tál era el vasto conocimien­to que tenía de todos nuestros hom­bres públicos. En sus viajes y des­tierros a las Repúblicas suramerica- Sr· O. José Rafael Astorquiza quien coronó con gran lucimiento sus estudios militares, en la Escuela de Cadetes de Bogotá, obteniendo el títu­lo de SUBTENIENTE. El señor Astor­quiza ha sido designado al Regimiento "Junin" de Popayán. Van para el joven militar nuestras efusivas felicitaciones, lo mismo que para su honorable familia. H. F. E nas, aprendió del buen v1v1r, a reSJ.'e­tar a sus hermanos, y a tratarlos con respeto sin ofenderlos. En Lima no pudo ocultar su nombre, ni sus me­recimientos. Durante el tiempo que permanecio en esa Capital, fué el orador de renombre para las grandes festividades patrias o religiosas. El P. jurado en esos tiempos estaba en Ja . plenitud de su vida, y el modesto sacerdote filipense de Pasto, era en Ja Capital del Rimac, el primer ora­dor de entre los mu:Y buenos perua- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 74 COLOMBIA nos y extranjeros. Todavía en este lugar, cuando estaba en el ocaso de la vida, era el primero entre los ora­dores del Oratorio de ese tiempo. El P. Jurado fue el alma de la Congregación de. esta Ca pita l. A él se debe su robusta organización moral y material de que goza la Congregación de San Felipe Neri de Pasto. Como fué Prepósito CéiSl vitalicio, tuvo tiem­po para hacer germ:nar sus dotes de gobierno como Padre y como 1 lerma­no del O rato: io. Entre las Jlluc!Jas virtudes qne poseía en alto grado, descollaba en él, la inmensa caridad para con el rrójimn. La candad, dis­tintivo de los justo~. ua la hermana gemela <1e1 P. Juradn. Mae:tro y Pt~­dre de e:ta s()cieJad, donde . qtnera que había un dulor, allí estaba el Pc~­dre para curarlo y el Maestro para santifkarlo. En la vida LJU~ lkvo e11 el conoci111iento prá ,: tico de los hom­bres, a ninguno le daría mi voh1, !)i­no al P Jurado, como un dechado ejemplar de las huellas de Jesus de Nazareth. Cuando yo admiraba en ese santo varón, Ja plenitud de ora­ción a que había llegado, decía para mis adentros, este señor ha hecho pacto con Dios para vivir entre los hombres! La vida íntima de este va­rón de Dios, no es de este lugar. Creo no muy tarde, otras pi u mas me­jores que Ja mía, harán en breve la biografía del P. Jurado. Una cosa voy a dejar como contancia de lo qur. se hizo con el mártir del P. Jurado, en la operación que se siguió a su muerte. Todos saben que en el últi­mo momento de su vida, fué necesa­rio hacerle una operación, para sal­varle la vida. Los muy ilustres proto­médicos, doctores Ulpiano Hi'nes~rosa y Buenaventur"a Paz L., se opoman a la operacion, fundándose en razones de mucho peso para éllo; solamente el operador, que no es de este lugar, creía a ciencia cierta, que había que operarlo inmediatamente. Yo que pre-sencié el acto, me pareció bárbaro y ;.¡jeno a todo procedimiento científico. Desde que ví que por la incisión IP. manaba sangre, en lugar de otra sus­tancia, que era la deseada, dí por ter-min. ada la vida del P. Jurado. De aquí para adelante, el P. Jurado se despren­dió de la tierra para conversar con Dios, como lo había hecho siempre con El durante toda su vida. Y <:;nton.­ccs fué cuando, sus ojos al cielo le­van! ados, oraba por lo' médicos, y tan snlo por los médicos oraba. Alexo Co1jt.! ~c~~833~~~~~~3~~~ ~ A !os [nstitutores ée la Pro= G=: ~ ~ n.J vine a de Obando [M ~ i\iuy élgradecido con los gene- ~ 1usus conceptos con los cuales ~ llle honran en el desempeño del K1 puesto de Inspector Escolar del ~ Sur, en los años de 1923 y 1924, ~ con el cual me favoreció el Go­g] bierno Departameetal, como he % vis'to publicados en hoja suelta rn ~ primero y en "Ilustración Nari- ~ ñense" desqués, presento a cada ~ uno de los que han firmado la l{] manifestación, la expresión de ~ mi gratitud sincera y mi deseo ~ porque el talento que los distin- ~ gue, junto con el interés y entu- ~ ~~ siasmo que saben desplegar en la ~ ~ enseñanza, los coloque en el puesto de honor que al maestro corresponde y les haga más !le­M] vadera el duro pero fecundo y M] fructífero trabajo en bien de la m (M niñez, futura grandeza de Colom- m 1'\.1 bia, m . ~ . Túqberres, enero 15 de 1926. ~ ru Antoníq ]osé f1eneses rn ~S25"2.S2S"2.S2SCS2!i2525mS"2.S2SCS2(;P Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL 75 Con los ojos alma · del A jorge Buendfa Carnaval! ¡Carnaval! El día más alegre del año, el mas abundante en sorpresas, el r¡1ás corto porque se come de todo, se bebe de todo, se ríe de todo, porque se suprimen las torturas de la etiqueta, porque es fácil codearse con todo el mundo; porque se can­ta, se bromea, se hace cabriolas sin ser mo-lestado por las Leyes; porque, en fin ....... . hay libertad de disfrazarse ............ Carnavall Día en que se hace a un lado el espíritu para dejar paso a la bestia sedienta d~ placeres. La ciudad parece que se ha remozado, está risueña y alegre, con la alegría loca di­simuladora de las grandes miserias. Por doquiera en parques, playas, paseos, calles palacios, kioscos; se hostentan los colores chillones de las fiestas populares; hay una verdadera lluvia de flores, de cinta~, de con­ffetis, de dulces, las músicas y los gritos de la muchedumbre alborozada, que más por gritos son aullidos de gozo hienden los aires con estrépito ensordecedor; el suelo tiembla al paso de centenares de vehículos engalanq.­dos; hombres y mujeres corren de aqui pa-ra allá, como enloquecidos por la dicha ....... . Todo es buen humor, risa de mascarada, apetito de escanciar de un sorbo la copa de la alegría. Epicuro se quedaría espantado a la vista de un carnq,val moderno. ¡Cómo los hombres le sacan demasiado jugo a la filo­sofía porcina! En la gran plaza de Armas, a donde confluyen las más ricas arterias del comer­cio de la ciudad, la fiesta ha tomado caracte­res de bacanal civilizada. Allí hay millares de expectadores que, desde los balcones re­cargados de adornos fantásticos aplauden la locura caramelesca y la animan con vítores, cuando no la burlan con silbos destempla­dos. Solo en un balcón reina la bonanza, de las horas tranquilas porque le ocupan dos almas buenas, incontaminadas de la locura ~onveQcional, de la peor de las locuras si­muladas; t.ma pequena de grandes ojos de cielo y bqcles de oro reco~tada en el ante- . ooooooao oooa O Tirantes President. Piel negra O O para adorno donde O O Diógenes Martlnez y M. O 00000000000000 Sr. D. Jorge Buendía N. inteligente pedagogo, Director de la Escuela Normal de Institutores de Na­riño, quien pronunció un elocuente discurso e·n la entrega de la Bandera a Su Majestad Romelia l. pecho, y un anciano, ciego desde hace 40 años de barba musgosa y plateada, medio recatada en la sombra que hace un pliegue de la colgadura de Damasco. Sólo ellos si­tuados para su dicha en los linderos d~ la vida, pueden conservar la serenidad en me­dio de la inmensa batahola. Sólo ellos, el buen abuelo que se ha quedado guardando la casa, acompañado de la última de sus nietecitas, rumiando sus viejos recuerdos y ella, embobada en los expectáculos de la or­gia, son relativamente felices, mientras papá, mamá y las nietecitas que ya pueden dar gol­pe en el mundo social, se han ído a correr el carnaval, a tener su parte activa en la tra­dicional juerga del año nuevo. -¿Qué más ves? c!uenta, cuenta, Celi­mita, dice el anciano con cierto dejo de tris­teza! Es un diálogo interrumpido que el viejo quiere reanudar a cada momento pero Celi· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 76 CÓLOMBIA )tlita no responde y sigue batiendo sus ma- das .... ahora pasa una como un elefante blart-necitas de ángel porque es todo ojos y to- co, ........ como el de mi libro de lectura ....... . do oidos sólo para lo que ocurre en la pla- mueve la trompa ........ y lleva una señorita za. Y a ella se le figura todo tan bonito y montada a la gineta .......... Asi no se monta · todo le arranca exclamaciones de jubilo, que verdad papá? por nada del mundo quiere perder el menor -No, que nJ, esa es una locura ........ detalle de la fiesta. -¡Ah! ¡viva! ¡vival... ....... se han atascado -¿Mira bien, Celimita, continua el an- los coches ....... .los caballos caracolean ........ se ciano en voz más alta, mira bien, así mira- quieren caer ....... .los payasos y las ............ ; se ·ba yo a tu edad, cuando tenía los ojos tan ·dice payasas abuelito? ·abiertos y tan llenos de luz como los tuyos; -Si, di como quieras. pero rto grites asi, como una locuela, y so- -Pues bien ........ están bailando continua-bre todo cuenta lo que ves, que debe ser in- mente y habiendo contorciones ........ a una pa-teresante. yasa se les resbaló la media ........ Cómo se -¡Ah! ¡SIL ......... después de la carroza en ríen todos de ella ........ ¡Ahl la indecente se figura de cisne de hace un rato ........ han pa- dejó resbalar la otra media y sigue brin-sado muchas otras como barcos .......... como cando ........ casas, chozas ........ muy lindas, muy diverti- ¿Eso es malo, verdad papá? -~~~~~-~~~~~~-~®~®~~~®55®®·~- Señor don JOSE RAFAEL ZARAMA cultó y amable caballero de nuestra alta sociedad, quien marchó a la ciudad de lpiales a encargarse de la Prefectura de la Provincia de Obando por de-signación del Gobierno Departamental. ' Nuestras felicitaciones al Gobierno Departamental, por el acertado nom· bramiento y al seffor Zarama 1e deseamos muchos triunfos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL 77 -Sí es malo no se debe ver ........ Celimi­ta calla un momento; se le ha ido la atención tras de mil objetos más que dejan pasmada. rHay tantas cosas que ver! y el vocabulario no le alcanza para describirlas tan al vivo como ellas las siente. Sobre todo la atraen las máscaras infantiles. ¡Si es tan divertido el espectáculo de Jos niños que se disfra­zan de hombres estropeados por los nego­cios y de las nifias que fingen aire de mu­jer averiada por los afeites! -Si vieras abuelito, dice saltando la · pequeña. si vieras a unos niñitos desnu-dos ........ con alas, como angelitos ........ pero tie-nen los ojos vendados y es'tán apuntado a todas partes con un arco ........ y en un morra-lito llevan muchas flechas. ¿Por qué están vendados papá? -Porque así es el juego de las flechas nenita ........ Celimita se oculta otra vez. N~ se explica por qué ha de ser el juego de Cupido ....... . -Y qué, ¿se desatascaron los coches? pregunta el abuelo por preguntar algo. -¡Ah! eso es impo~ible ........ replica al punto Celimita, hay muchos ........ muchísi-mos ........ no los alcanzo a contar ........ y vienen muchos más por el bulevar ¡Callal... ..... se ca­yó un pobre payaso en medio de las patas de los caballos ........ creo que le han hecho da-fio ........ los demás payasos le levantan y em-piezan a mantearlo ........ ¡Qué malos son! ¿ver-dad, papá? -Sí, muy malos; mejor dicho, locos. -Oh! que aglomeración de carruajes de autos y todos tan lindos ........ pero no va~ a poder pasar en toda la tarde ........ alli se están!... ..... -Y ¿Qué hacen entre tanto los que van dentro? -Gritan y hqcen muecas ........ y algunos que están vestidos de marineros, brindan con las botellas ........ No se debe beber así ¿ver-dad abuelito?........ ' -No, que es mala educación. -¡Ah! por fin se ponen en marcha ....... . las capotas de los carruajes las han cambia-do por palios. De ramas florecidas ........ los caballos van con gualdrapas finas ........ el fre-no que tascan parecen de plata ......... Lcs han dorado los cascos ........ ¡Oh! qué gusto abue-lito, unas mascaritas nos están enviand'o ser-pentinas ........ coge tú los cabos ........ pronto pa- 00000000000000 O Sefiora: · O Q Use calzonarios de punto, resultan O O •••• más económicos, durables y cómo- •••• dos. Almacén de O 0 Diógenes Martínez y M. O 00000000.000000 25252.5i!i~2.5'2525252.5~ Agradecimiento ~ Ignacio Moncayo y · sus hijas, rn Julio C. Moncayo C. y señora, R} José María Monea yo Candia, jo- b1 sé Félix:Benavides F. y señora, ~ ~ presentan el ~testimonio de~ ~ su · ~~ rendido~.agradecimiento a todas y cada~una de las personas que ; en esta capital: y !fuera de ella, tuvieron la amabilidad de acom- ~ pafiarles : en su reci~nte duelo. m ~ Pasto, enero de 1926 ~ ~S25'525C2S25'252SC~ pá ........ se vuelan ........ son diez .......... Ah! viva. viva! nos están arrojando cartuchos de dulces ......... . En este momento se interrumpe la sere­nidad del pacifico balcón. Celimita recoge los cartuchos de dulces y se entrelaza el cuerpo con las arrancadizas serpentinas. Es la gloria. El abut!lo ríe bonachonamente y aplaude. -Para tí papá dice la nena, depositando en las manos temblorosas del anciano, un pu­ñado de dulces; luego le entrelaza las pier­nas. los brazos, el arrugado cuello todo el cuerpo con las tiras despedazadas de la ser­pentina. ¡Oh! si tuviera una careta para po­nerle a papái... ..... El abuelo sigue viendo y protesta débilmente: -No, no, todo para tí, nenita ........ Yo no quiero nada ........ he visto tanto ........ no seas tontina ........ que me vas a ser daño ....... . ¡Déjame, déjame, abuelito manda im­periosa la ni:'ia, hoy es carnaval... ..... y tú tam­bién debes divertirte! Y salta y ·aplaude la pequet1a, al contemplar la facha del anciano todo engalanado de papeles brillantes. Ya está jugando carnaval. ¡Y qué carnaval! Me­jor no le tiene alla abajo. ¡Viva el abuelito, que está hecho como las mojigangas que se cruzan en la calle! ¡Viva, viva viva!.. ..... . -¡Cambia la voz, abuelito!... ..... La he cambiado muchas veces ........ es-ta que uso ya no puedo cambiar ........ ha-te mucho tiempo se me anudó la gar-ganta ....... . Celimita no se da por vencida! ¡Cambia la voz!.. ...... ¡Cambia la voz!... ..... ¡Eso es bonito!... ..... Y en su loco afán de re­medar la farsa, no advierte la pobrecilla que de los ojos sin ~ de papaíto se desprenden Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 78 COLOMBIA dos gruesas lágrim¡1s, enturbiadas por 70 afies de amarguras. -Basta, nenita, ya hemos jugado bastan­te carnaval, anda, anda, mira lo que ocurre en la plaza y cuéntame ........ .. -¡Hola! El pequeño Eduardo que asista conmigo al gimnacio, en un aeroplano chirri­quitín ........ muy orondo ........ con antiojos gran­des como aviadorl... ..... y apenas mira el muy pícaro ...... .. -Pero ........ ¿Qué ocurre? Parece que esto se va a hundir ........ ¿ Qué alboroto es ese? -¡Toma va a pasar la reina del carna-vaii... ..... ¡Oh!... ..... parece el cielo ........ ¡Qué bo-nito es ........ cu~lquiera diría que es tan bonita como las damas de los almanaques de píldo-ras ........ cuajada de pedrería ........ y sonríe a todos ...... .. La pequeí'ía guarda silencio, anonadada ante el último esplendor de la fiesta. ¡Si yo fuera reina! .. ..... piensa tal vez, con la melan­colía de los pensamientos imposibles ........ El abuelo ha llamado entre tanto, repetidas ve­ces a la nurse o norsa, como dicen los tontos una iglesia seca y alta como un roble de ca­ra de piedra, para que retire a la la niña del balcón y lo repite también a él, a un sitio más confortable. Celimita ofrece resistencia, porque to­davía hay mucho que ver, pero la maldita aya, inflexible como su idioma y como su cuerpo, la retira dulcemente y con la última mirada al paso de la reina que se aleJa y a la multltnd que baila enardecida, se c1erran tras de ella las puertas del único balcón apacible de la plaza. -Ahora, dice el anciano, una vez arre­llanado en la poltrona de su gabinete, voy a ver yo, voy a contarte lo que ocurre en la plaza y tú has visto toda la tarde Celimita hace un mohín de asco y suspira ......... ¡Valien­te parada! quiera ver desde el gabinete, a donde ni siquierd lle~a el ruido de la fiesta y ciego ........ ¡Dios mío! ¿Por qué han de ser tan necios los abuelos? -Sí, ya veo, prosigue el anciano, con aire de perorador, como cuando era mozo y arengaba en el Congreso; ya veo; una ca­ravana de Píerrots trashumantes con otra caravana de Colombinas apócrifas, se de­tienen a cada paso para representar la eter­na historia de los labios sonreidos que be­san al gomoso millonario, y las manos .de dedos afilados como puñales que se deJan besar en la sombra por los labios embadur- *~*~ * ~*00*~*~*~*~*~* * Franelas: crespa y llana. Bufandas de ~ ~- Seda. Camisas y corbatas. donde ~ ~ Diógenes Martínez y M. ~ ~~*~*~~*~*~*~*~**®~ nados de harina del histrión desgraciado y hay llantos fingidos a la luna, y carcajadas argentinas al sol que ya se oculta horroriza­do, y otras risotadas a la tierra entre hijos de estómago satisfecho. Y se entienden per­fectamente los de la farándula que prodigan la mueca en el hemiciclo de la plaza y los de la farándula que gastan la broma desde los abigarrados vent~®®®®®~~~~~~~ ·~~:> + * Sombreros de lujo para señoras de ~ ~ viaje,para caballeros. Almacén de' * ~ Oiógenes fv\artínez y M. * ·~®~~~~~®~~~®~· R. P. Luis 11. Guzmán El Ilustrísimo Señor Obispo en su regreso de la Ciudad Eterna, co· mo una prueba de cariño a esta su querida urbe, ha traído los restos mor­tales que existían en Buenaventura del eximio sacerdote cuyo nombre encabeza estas líneas. Sea esta la ocasión propicia para agradecer al Ilustrísimo señor don Antonio María Pueyo de Val esa demostración de cariño hacia nuestra querida tierra y para presentar a sus deudos nuestro sentimiento de pesar. R. P. Reina/do Herbrand ~ En la madrugada del 29 de diciem· bre de 1925, entregó su alma al Se­ñor este meritísimo Sacerdote cuya vida fué un cofre de eximias virtudes. Durante sus años de sacerdocio desempeñó con grande acierto distin­tos puestos en los cuales mostró su incansable celo por el bien de las al­mas. La Comunidad de Madres Fran· ciscanas pierde una unidad útil, un Padre bondadoso y un dirigente infa­tiaable, por lo cual le enviamos nues­tra demostración de condolencia. Viajeros La señora Deidamia Pérez v. de Cor!és siguió a Barbacoas con sus hi­jas Mirian y Deidamia, acompañadas de su l1ermano don Alberto. Les de­searr. os viaje feliz y pronto retorno. Para Caracas siguió el sábado el R. P. Guillermo Ibanguren, S. ]. des· pués de haber permanecido cinco años años entre nosotros. Su acendrada vir tud y su grande ilustración y saber especialmente en las matemáticas, 1~ grangearon las más grandes simpatías de parte de sus discípulos y conoci­dos. Le deseamos un viaje sin con .. tratiempos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80 COLOMBIA De "El Placer'' Curiosidades acaba de regresar el señor don llde­fonso Díaz del Castillo, algo resta­blecido de salud, pero no de una ma­nera satisfactoria. Para tan ilustre se­ñor ~nviamos nuestro atento saludo. Por nuestra Banda Mucho nos ha llamado la aten­ción el ver como nuestra laureada Banda militar no luce aun su nuevo uniforme como lo ha hecho todo el Ejército acantonado en esta pl.aza. Nos han informado que los mustcos na­cionales ya lo tienen, pero que por un rasgo .de íntima fraternidad no quie­ren usarlo hasta hacerlo con sus de­más compañeros. Esta acción es muy laudable y debe ser notoria entre sus jefes y ante el Gobie~n.o De~ar!amen­tal, a quien nos perm1t1mos tn muarle ponga pronto remedio tn este punto. Felícítacion Cómo dejar pasar este número de nuestra Revista que contiene un re­guero de infinitas alegrías, sin enví~r una voz de éirlauso para el buen amt­go señor don Guillermo ~dmundo Ch~­ves O., iniciador p1tnctpal del movi­miento estudiantil que acaba de coro­nar con verdadero lucimiento la met::t de su ideal. E! ha sido sin duda algu­na, el factor principal del triunfo de la juventud fedt>rada, a él se deben los lauros de la victoria, su entusiasmo a traspasado los límites de la gloria y ha guiado a la juventud, con la an!or­cha luminosa de su pluma, a la c1ma de su -ideal y ensueños. Reciba pues, nuestra enhorabuena por ese ardor de juventud que embriaga su espíritu al­tamentete noble y generoso. ·~~~00~~~~~~~~~· $ Tela especial para camisas de hom- * bre. Tuallas. Gabardinas. Pafíueleras. ~ * Almadén de fY * Diógenes Martínez y M. * ·~~~~~~~~~~~~~· Mucho llamó la atención en el concurso de disfraces, la imitación que del arriero antioqueño hicieron los se­ñores Ciro Alberto y Gerardo Salas, Luis Chaves, Alfredo Martínez y Angel Bastidas. A tan entusiastas imitado­res los felicitamos calurosamente. En honor del 1/ustrlsimo señor Obispo. Con un lleno selecto y numeroso se efectuó el 29 del pasado en el suntuoso Salón de Actos del Colegio de San Francisco Javier, la velada con que, tanto sus dignos profesores como sus aventajados discípulos, dieron el saludo de bienvenida al Ilustrísimo y Reverendísmo señor Obispo doctor don Antonio María Pueyo de Val. Bien conocida es de esta socie­dt~ d Id pompa y galanura que revisten todos lus actos llevado a cabo por los in12litos hijos de Loyola y, como t d, resultr'-. éste, en el cual se puso en L' ·cena el sainete intitulado «Don Pan­chico » jo(oso y chbpeante, que arran­có una lluvia de aplausos de la respe­table y nutrida concurrencia que lo presenciaba. Todos sus actores cum­plieron a satisfacción su cometido. El coro del Colegio no hay para qué pon­derarlo; su teputación y el mérito de su fama son bien conocidos. Las poe­sías declamadas por los señores Eduardo Villota y Arcesio Dorado, no pudieron menos de.~ traer con. ve.rdade­ro interés la atenc10n del pubhco. El señor Gonzalo Rojas demostró sus ha­bilidades en el divino arte con la in­terpretación de la Rapsodia Húngara Nc; 11 del inmortal Listz. Van pues nuestras sinceras felici­taciones a los Reverendos Padres je­suitas, eternos sembradores del bien, y a los que tomafün parte en ese tan simpático festival. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V 1 S T A QU 1 N C E N A L 81 Azahares En días pasados, contrajeron ma­trimonio el señor Baudilio Rendón con la bella y gentil señorita Ines Ruiz O. A tan simpática pareja les deseamos un porvenir venturoso. Por la facultad de Ingeniería Gracias a la constante labor del digno Rector de la Universidad, dicha facultad comenzará nuevamente sus labores, pues acaban de llegar a es­ta ciudad los profesores quienes se podrán al frente de las cátedras de esta facultad. Enviamos nuestro cor­dial saludo de bienvenida para los ilustres huéspedes nuestras felicita-4 ciones y par a el doctor Angel Martínez Segura por su acuciosidad en el de­sempeño de su cargo. Teatro Imperial Digna sobremanera ha sido la la­bor desplegada por el señor don Ra­fael Villota Chaves, en el levantamien­to del Teatro Imperial, que desde hace algún tiempo viene prestando inpor­tantísi m o servicios para los ratos de solaz de esta sociedad, especialmente ahora con motivo de las fiestas para la coronación de la Reina de los Es­tudiantes. Sea esta la ocasión para fe­licitar a tan laborioso empresario. PARA VIAJES Y PASEOS Ocupe siempre los elegantes autos de la Agencia de Juan ]osé Gavilanes y se convencerá de las ventajas que estos ofrecen por su suavidad, comodidad y seguridad, cualidades indispensables para sentir una agradable sensación. Su tarifa es sumamente baja y proximamente será publicada. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~~~~~~~~~g~~~~~~~~~ ~ ~ ~ ~ 1 De~fín l\llaPtinez 1 ~ Ofrece a su distinguida clientela, con notable ~~ ~ reduccion de precios, los ~.. siguientes artículos ~ ~ Casimires negros y de color .Gabardinas inglesas. ~ ~ de lana, en variados colores. Sombreros de fieltro ~ ~ italianos y americanos. Calzado americano Walk-Over. ~ ~ Paraguas finos. M~dias de sed1 y d~ algodón para hom- ~ ~ bre y seiiora. Colores secos y en aceite para pintura. ~ 150<1 Sapolí11. Y el acreditado Papel para Cigarrillos, ~ 11..m. 3~~~~~~3~33m~a~rc~a ~S~er~rr3an3o.3 ~~333~~~~3 ~~ · ~ 1 Manuel M. Navarrete 1 ~ Comisiones=Representaciones ~ ~ Dirección telegráfica: Nav. ~ ~ Apartado de Correos número 170 ~ ~ Código LIEBER, 5 letras ~~ ~ Pasto ~ ~ Repú/íca de Colombia ~ ~ ~ ~~~~~~~~!~~~~~~~~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. El Original y Legitimo DESINFECTANTE VETERINARIO Espec·fico ''MacO UGALL '' En laLas de 1 galon, y t galon, y ~ litre, y 1 litre. DESINFECTANTE ORDINARIO Flúido ''C anitario p L'' Latas do 1 galon, ~ galon, 2 y J libra. L~ttas tle 5 g de primera línea entre las meJores marcas. ESTA MANEJADO por un experto, lo que prome• N te muchas garantías a lus pasajeros. Para que usted se !!; convensa de lo afirmado, no tiene sino que solicitar el ELEGANTE CARRO que está frente a la FARMACIA MODERNA del Dr. B. PAZ L., (t't11ica botica de primera clase). Sí rvasc tomar nota de la siguiente TARIFA Tiempo por hora .......................... $ 4,00 oro CARRERAS Dentro de la ciudad ...................... "" 0,50 oro 1· L:jido, I andia o y 1 ~1lmita...... 1, O VIA .. ES Catambuco hasta la carr 'kr .. t...... ·· ,00 oro Dentro de 1? población............. .... [),Oú Páran1o ... :............................ .... . ... .. . 7,00 Compartidero de Yacuanqucr ...... H,OO Tangua y Yacuanquer.................. 1 ),00 Puente Pedro Nel OspitJ .. t............ 15,00 T ' . ',)(),00 uquerres ..................................... .. Chambú ........ .... ................ ..... ...... ... 4-0,0ú lpialcs ............................................. l'O.OO La: Lajas y Tukán ........... .... ...... 70,00 ~Para contratar su viaje y pa5e05, acérquese a arreglar en 1 a FAl\\ACIA 1\~00EI{NA del Doctor B. PAZ L. · ~- ). Pasto, marzo de 1926. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~(ijliJ(ijtijliJ(ijliJ(ijli).~(ijli)~~~tiJ~~ ~ ~ ~ - ~ ~LUIS ESCRUCE lA~ ~ e Hijos ~ ~ ~ ~ Gasa est bleeida ~ ~ ~ ~ en 1805 ~ ~ ~ ~ i\partado de Correos Níunero 36 ~ ~ ~ ~ IM ORTADORES, E PORl':\DORES Y ~ • ~ COMISIONI 'f.~S ~ ~ ~ ~ umaco, olombia ~ ~ ~ ; Acaba de recíbir un variado e ; ~ interesante surtido de , ~ ~ ~ ~ mercaderías de pri- ~ ~ ~ ~ mera calidad. ~ ~ Pcccios los más baratos de la plaza. ~ ~ . ~ · ~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. oOooooooooooOoooooooa oo ooao o o o o § fu.me siempre los § 1 famos·as e impondera- § o o g bies ci.,garrillos g o o o o 1 "IDEALES" : o o ! de · las fábricas ·de 8 o o 1 H6iiMAZA HEiiMAN65 g o o ! CALI 8 o . o g ·- g O O . g ~gente en NaPiño § O ·O g Alberto J. Martinez o o o 0 Pasto 0 g o o ooooooooo.oooocoooooooaooo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. " ~IWirM:alrM:~rM:::arlOfl&:tiJl.\\1alt'RI-" 1 COMPAÑIA COLOMBIANA ~ 1 DE SEGUROS ~ iJ FUNDADA EL 187 4 1 1 Bogotá--eojombia ~ Le fue incorporada la ~ 1 Compañía Genera 1 de Se,.guros ¡ § · Capital autorizado $ 750.000,00 § 1 Capital paga

Compartir este contenido

Colombia: revista mensual ilustrada - N. 3 y 4

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  "Yo, maestra", Sandra Báez y los estudios de las emociones

"Yo, maestra", Sandra Báez y los estudios de las emociones

Por: | Fecha: 09/05/1926

La Universidad de Nariño No es de ahora, sino de ayer la intención de suprimir este Plan­tel famoso. Grandes servicios ha prestado y seguirá prestando, si manos cariñosas y amigas arriman buenas intenciones para sostener erguida esa techumbre, a cuya sombra tántas gr.nerélciones han nutrido de saber su espíritu. La Facultad de Filosofía y Letras era la piedra angular de su firmeza. Error fue, y muy grande, el remo­verla. Con esto, los cimientos flaquearon y las grietas aparecie­ron amenazantes. Aun es tiempo de precaver su ruina. No importa el extravío. El viandante que ye­rra el camino verdadero, retrocede sin titubear, y devora con ardor la distancia, para compens(lr con la diligencia la tardanza de la im­precaución. He aquí el remedio. Valor para desandar la mala sen­da, restableciendo aquella Facul­tad y reparando lo que debió hacerse con las energías que han de d plegar e en el porvenir. Lo dicho es una verdad de tomo y lomo. Nadie la discute. Es la opinión pública que así lo siente. Hay un cuasi--plebiscito al respecto. Y no podía ser de otra manera. Los hechos han sido la llama que nos han convencido del error quemándonos las manos. La instrucción secundaria dejó de ser gratuita en el Departamento. Los hijos de los pobres no pttdie­l~ on comprar el pan del entendi­miento en otros planteles. DeJaron de formarse profesores de la tic .. rra. La Universidad no fue digna sucesora del Colegio Académico,' porque, a última hora, repudió la herencia gloriosa, por pereza y flojedad de espíritu. El número de alumnos que concurren a las clases et: el signo fatal de la decadencia. En la Fa­cultad de Comercio casi no hay alumnos; en la de Ingeniería, los dedos de las manos son muy nu­merosos para contarlos; y en la de Derecho, hay muchos Bamados al santuario de las leyes, pero son pocos, muy pocos los escogidos qúe salen de allí COI1 un diploma en la muna a administrar justicia. Un doctorado en la Universidad de Nariño es como l1n aguacero en Lima. Por qué?-No es c~lpa tíni Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 COLOMBIA camente de ese Establecimiento. Quizás no tenga ninguna. ~ a raíz del mal está en otra parte : alcanza a la sociedad misma. El diploma no es estímulo de las ambiciones juveniles, porque· puede 11nn ~rí juez sin ser abogado, y 1\!bg is,ra­do sin ser bachiller. Esto influyl-', sin duda, de modo decisivo en i.a decadencia de ! Instituto encargado de formar abogados. Los reme­dios?- Solamentc son tres, muy f á e il es d e a p 1 i e a r: l (1 m n r al i d éHi y honradez; 2" moraliclacl y honra­dez; 3" moralidad y honradez. Pasto y sus . ías de comunicación Pasto carece en abs(duto de cn­rrderas qúe la pongan en comunic'a­ciún co n las flmecit~ntes poblaciones del Norte, con los ricos pueblos del Occidente y CPn los del Oriente; y aunque existen caminos entre eso~i lu­gares, la mayor parte de ellos so n antiguas sendas Cl>lóniale:; que hoy no s atisfacen en maner;1 alguna, ni corresponden :11 estado ;tctual de civi­Jií ·ación, de progreso y del interc am­b io comercial que reclaman nuestra ciudad y los pueblos cercanos a ella. Si rendimos culto a la vcrdnd y al patriotismo. el cual no es sinn el profundo y desinteresado amor que d t ­bemos tener a l suelo que nos v1ó na­cer, no hablemos núnca ponderando :a excelencia de los caminos que tiene Pa~to, porque carece de ellos. N u estro patriotismo ha de consistir en lo suce­sivo, en hablar diariamente obre ~r. Or. don Laureano nümez, actPal J\iinistr o de Ohréls Públicas , a quien el Dep~ rtamento debe el empu­je magno de la obra del ferrocarril y cuyo recuerdo queclar{t grabado con c(lracteres de oro 'en los an<1les de la h1storia n~u iCJense. cuántns kilómetros de carretera se han con,'truido para el Norte, ( ccictentc y Oriente; en rt;cl JllléH todns, Consejos, Asambleas, Gobiernos Departamenta­les y los particular 2s, con tesón y energí:~, !as ~- u mas que el Congreso Nacional ha destinéldo J1élrJ nuestras obras públicas y para llllcer 'efectivas las carreteréls a 1 Norte y Oriente, a fin de \¡ue el csfuerzn d1 les hiios cte Narit1o no se convierta c>n una bur la amarg;¡ o en un hofet()n que cau~e afrenta; en pedir inslstentemente a las Asambleas de Nariño que aumenten a dos mil pesos mcnsu(lles, por In me­nos, la suma de. tinada para constru ír la carretera del Occidente, con el pro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REV1STA MENSUAL 141 pósito de que ella sea una pronta rea­lidad y no un sueño, por la exigua su­ma mensual apropiada, porque en ver­dad causa hondo malestar toda demora indefinida en la construcción de las obras públicas, con mucha mayor ra­zc'lll de las carreteras, las cuales son verdaderas arterias como las del cora­zón y organismo del cuerpo humano; y en fin, hemos de poner en lo sucesivo todo nuestro patriotismo en aprove­ch; lr inmediatamente esos dineros pa­ra la ejecución de esas tres grandes c:Jrreteré\s, venciendo todo obstáculo, porque quien deja las cosas al tiempo, todo lo pierde. 1 Iablar de dificultades en materia d ~ nhras púhlic;¡ cuando hay dinero, p;na jttstificar el retardo en la cons­truccjt'ln de ellas, no es disculpa seri:-t ni patri6tic;¡, en los ílctuales tiempos en los que el vértigo impone tremencia celeridad. Por eso se ha ponderado tanto en el mundo al portador del men­s; lje a García. Los títulos que tiene Pasto en su pasado, presente y porvenir exigen en sus hijos una gran cruzada para hon­ré\ rla y colmarla de bienes. Grande es el sacrificio de la madre que ha des­garrado sus enfrailas por los pedazos de su corazón. Y así, en esa gran cru­zada, la estimación personal a par del bienestar inaplazable de la ciudad, de­cidirán sobre la construcción de las tres carreteras, con admirable y patrió­tico acierto, de tal manera, que corres­pondan a la dignidad y decoro de la madre a quien se venera; pues si en las obras particulares repugna lo he­ciJo incorrectamente, en las públicas, sea cuales fueren y de la clase que fue­ren, debemos sujetarnos al axioma inglés de que «lo que merece ser he­cho debe ser bien llecho, de lo contra­rio, es mejor no :1acerlu ». No tiene perdón un error o nota de mal gusto en la ejecución de una obra pública, porque las construcciones de esta cla­s , son la exhibición eterna de la cul-tura o del atrazo de cada pueblo. Con ellas se conquista glorias o se carga con el estigma; ellas ostentan el es­fuerzo talvez de muchas generaciones, de mandatarios vtgorosos y de ingen­tes sumas de dinero, que al ser mal empleadas se pierden para nunca volver. · Veamos qué hay en la actualidad sobre las tres carreteras de que nos ocupamos. Carretera de Occidente ­( Pasto - Sandon;i - Tambo). Con acier­to digno de toda é!labanza. la Asam­blea efe 1925 expidió la Ordcn;¡nza 4 del mismo año por la ct~fll ordena construír esta carretera, y destine) la suma de ~ 400,00 mensuales y la ren­ta de pisadurél. Lé\ CJohern;1ci(1n dict: . Entre selectos números de música se puso en e ·cena . «El Puñal del Seductor ». La i nt erprc tación ad­mirable de la pieza, cte.! conocido es­critor colombiano Nicolás Balcázar, es­tuvo a una altura insuperable. Alli vi­mos lucir sus dotes de verdaderos ar­tistas a los señores Rafael Pérez Ch., quiCf! desempeñó el papel de Guillermo con singular maestrí(l, Albert o Ortiz, hizo un Roberto indomable y rle corazón fracturado por las pasiones; Ricardo representado en José B. Daste, un mu­chacho noble y sincero; Luis Delgado G., Medardo Delgado y Luis Ortiz, unos actores sobremanera aptos en el desempeño de sus papeles. La señora Rosa Gómez de !barra no pudo hacer­Jo mejor, por segunda vez lució en las tablas sus dotes de artista dejando en el publico que la admiraba una impre­sión agradable. Paulina Brando con su mágico violín acompañada en la inmortal «fan­tasía de Rigoleto» de Katerer Hermano por ese otro pequefio artista de Gon­zalito Rojas, volvió a enloquecer al público con el prodigio de su arte in­coúlparable aplaudido siempre con frenesí. Gonzalo Rojas, se nos reveló como una gran promesa. Para todos, el calor de nuestras felicitaciones. El día 2, después de la solemne mísa celebrada en San Felipe y real- 7ada con J;¡ sabia palabra del Reve­rendo Padre Alejando Ortiz; un pik­nic ofrecido gentilmente por el señor Director de la Sociedad «Ricaurte » cerró bellamente el programa labora­do por los miembros de ella. Duran­te el pic-nic el señor Enrique Eraso Ricaurte pronunció un bellísimo dis­curso entusiasmando a los socios a Parqu e del e ente-nario Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RI!VIST A MENSUAL 145 permanecer siempre unidos uJn el laz0 indisoluble de la fraternidad. Su 1\'\a­jestad doña Romelia 1, quiso · inem­bargo, obsequiar a su pueblo con una püblica función d~ cine, que se verifi­có en la plaza del Ce11 tenario entre e 1 derroche del entusiasmo más puro. Con esto finéllizó la «F iesta del Trabajo» celebrélda por vez primera entre nosotros-fiesta de con <.lgraciu­nes para la labor fe e u nd 1 y silencios:! de nuestro obrerismo denudado, que ha constituido en todo ti~mpu el 11lás firme baluarte de la Madre Patria. Para la Sociedad «l~icaurte» pa­trocinadora de los festivales la voz ferviente de nuestro apLIUso y de nues­tra congratulación. El Presidente Ospina -:o:- La I~epública de Columbia en lo que tiene de existencia, poco ha ade­lantado en la marcha del progre o, debido a las guerras civiles y a la po­ca preparación de sus gobernantes. El papel moneda de las emisiones pJsa­das, mató la riqueza pública, y casi ahogó la República en su indepen­dencia. Colombia siempre ha sido ri­ca, y sus entradas numero a·; sin em­bargo, todos los al1os lla tenido défi­cit en sus rentas. Los Presidentes que la hi.in gobernado, unos han sido sa­bios, otros generosos, otros poetas, pe­ro financistas casi ninguno. Los Con­gresos se han contentéldo en dictar leyes muy teóricas y legi ~Ja:- sobre un presupuesto muy fantástico. Los Pre­sidentes poco se han preocupado de revisar qué hacen las Asambleas y qué hacen los Concejos. Los Congre­sos les hán dado mucha libertad a las Asambleas, y éstas, el poder absoluto a los Concejos; siendo éstos pupilos, deben estar siempre con su Curador o el que haga sus veces. Me refiero a Excelentísimo General PEDRO NEf-:- OSPINA t ruestra I~evista como un tributo de admiración hacia c:;k prcclan.l hijo de o­lombia cn~alana sus páginas con su retrato, haciendo prese11te ante su Solio Presiden­cial la gratitud que todo el pueblo de :'-Jari­i\ o guardará por el empci\o desplegado en prn de su engrandecimiento. deseando vi­vamente que el termino de su gobierno sea una cnsctia de rcvalnaciún no . olo para es­te D!.!partal.ncnto sino para Colombia 1nisn~a. los Concejos de los Distritos, y no a lo' de esta capital. En lus Di ·tritos hay Concejales, que apenas pueden signar-e, y por cu:1·iguiente cometen errores mayúsctJI )S cuando los guían ci12rtus gamonales d~ pueblo. Las Asamblea~. nunca dehen dejar a los Concejos de put..:hlo que s' gobiernen por si mismos. t:: ·tos cometen atrope­llos contra todo tl~rccho, y se quedan sm castigo, sold111ente por que son Concejales. En los impuestos predica­les, los Concejos de pueblo, cometen barbarismos que IJ autoridad departa- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 146 COLOMBIA 1' mental deberían castigar con la desti­tución de esos empleados. Muchos disparates se han dicho contra la administración del General Ospina. Yo que no soy Ospinista, ni Abadista, porque tengo mi nombre, voy a hablar de Ospina como se me­rece, y ni a mentir que es muy feo en público. El General Ospina ha sido el mejor hombre preparado para la Presidencia de la República; él ha te­nido que 1 lenar los blancos de los otros Presidentes. Ospina "'ió la Ha­cienda Pública en bancarrota; se dió cuenta que todo estaba en un desor­den completo; y entonces trató de re­mendar los zurcidos de los que le ha­bían precedido en el Gobierno; no emitiendo cédulas sin respaldo, ni creando impuestos doloroso~. Su fin principal se fue directo a unificar los Bancos, cerrándoles la puerta a la usu­ra, planta congénita de ellos. Para ésto creó el Banco de la Repú­blica, pero con respaldo, e hizo que solamente éste pudiera emitir cedulas, cuando lo juzgue necesario y confor­me a ley; con esta medida, los demás Río Caquetá (Puisetje) Banco sallaron, suspirarou, pero · al fin se sujetaron. Otra medida fue la ba­ja del interés. Por ignorancia unas ve­ces y otras por mala fe, la rata subía al 14, al 18 y 20 tantos por ciento; el Presidente de la Misión Alemana, co­rrigió este error con razones, y se alar­mó de la rata del lO o 12 por ci~nto, siendo así que en Europa no pasaba del seis o del ocho. Llamo aquí la atención a ciertos decretos dados en Colombia, que deben corregirse, por­que no hay razón para éllo. Los hom­bres honrados, Jos Bancos, el comer­cio en general, ahora no patrocinan al 18 por ciento. Otra medida del señor Os pi na fue la Contraloda; esta oficina es el mejor fiscal del Gobierno; ahora con la creación de esta oficina, se ve como entran las cuentas y como salen; si e ~· to no es honradez; entonces hay que borrar todo el diccionario y ha-cerlo al revés. Otra medida fue la re­glamentación de la Aduana de Ba­rranquilla; bastó ésto, para que la Aduana produjera millones. Esta Aduana, antes era una casa de orates; a hora es la norma de la rectitud de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RE 'ISTA MENSUAL 147 cuentas, y se puede apreciar en claro c~~nta es la importación y la exporta~ c1on de la Republica. En .la Administración Ospina, se h? quendo cacarear mucho de la pro­bidad de sus Ministros; se los ha sen­tado en el banquillo de la vindicta pli?lica; se los ha vapulado con el L!lrt de la ignominia, y a pesar de todo esto, estos hombres püblicos han sa­lido ile~os de yeculado, de estafa y d,e r~tena. Osptna ha ocupado en su (;obterno a todos los hombres sin dis­tinción de clases; teniendo el ac~erdo Y la previsión de si son aptos o no para su Gobierno. Ospina ha sido un verdadero repúblico; le ha bastado su conocimiento práctico de los hombres pa~a hacer un Gobierno próspero y fel1z de sus asociados. El empuje de los ferrocarriles ha sido muy notorio; una muestra de éllo es la construc­ción del Ferrocarril Pasto-Tu maco ~u e. en las administraciones pasada~ pmas se ha pensado en éllo. La as­pi ración de Pasto debe ser la cons­trucción de su Ferrocarril al Norte· con esta idea llevada a cabo, Pasto t~ndrá mercados en las ciudades del Valle donde expender todo sus artículos d~ f~cil exporta ión. Bueno está que se stga el Fer~ocarril a Tumaco; pero el que ~e convtene a Pasto, es su prolon­g. a 10~1 hasta Popay;in, esto lo ve un ,t.cgo, cuánto mas el que tiene ojo . (1) 1gucn las voces destempladas contra lns artículos que vienen del Ecuadnr· y la razón de la sin razón, es porqu~ son baratos; ésto es un adefesio racio­ci. nar de ese modo; ;11 pueblo le con­\ telle en todo sentido que le entren ar­tkulu::; baratos; lo demás es cgoismo y . (1) La aspiración suprema de los nClri­nen~ es es y debe ser la construcción del Fc­n ?carril.de Pasto a Tumaco. por Túqucrres e Ipra.ks, sm perjuicio de adelantar, como sea P.lls tblc, el del Pacífico a la frontera ecuahl­rraua y construir el ramal de Pasto al Putu­ma ·o como e ·tá mandado por Ley. . deJa D. nada más. Que el comercio sufre es otra razón callejera; ahora nuestro co­mercio está supeditado por casas ex­tranjeras millonarias establecidas en est~ lugar; de manera que la causa, meJor es la competencia comercial ex­tranjera. Ospina ha sabido de cosas fisca­les y financieras; la República tiene cré?ito en el exterior y los empleados estan pagados al orden del día. Antes pasaban meses y aün años para ser pagados; ahora los obreros de lo judi­cial, reciben su salario completo a los treinta días. El Gobierno de Ospina ha sido muy paternal con sus servido­res; los ha buscado de todos los mati­ces y los ha hecho partícipes del pre­supuesto nacional. Todos no han po­dido entrar en su reino, porque la co­sa pl!blic3 no alcanza para más. Aho­ra viene Abadía Méndez, para que en­tren a su reino los que se han queda­do del otro lado del puente. No soy profeta; pero ya veremos si en su ad­ministración tendremos !o que hemos tenido con Ospina. Ultimamente, este Presidente ha querido hacernos ferro­carril viribus et armis; de manera que nuestro Departamento debe ser muy grato con el General Ospina. Hay que dejarse de ilusiones: Ospina ha sido el mejor hombre preparado para la Pre­sidencia; lástima que se le acabe su administración; con unos cuatro años m~ís, la República habría sido próspe­ra y feliz. Alexo \orfú Toda pcrson;t, oficina o casa co­mercia 1 debe t(•ner un sello de caucho de los f.tbricadus por los sucesores de M. Telésforo Reyes. Agente en PilSto, EFRAiN ERASO HJDALGO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 148 COLOMBIA Desenlace trágico lJara -it. 0. --f. --:o:- Sólo tu eres mi inspiración al relatar esta historia origen de una vida que se fue cual se esfuman las ondas en el río. No es lo que vengo a contaros una tor­tura de mi antigua vida, ni mucho menos un melancólico ingenio. Es solamente un cxp~nsivo desbordar del corazón, que me tmpuso en el mustio silencio de mi alcoba una perceptibilidad incomprensi­ble. Cada uno de mis pensamientos ma­nan del fondo de mi cerebro como una lírica floración; mis ideas afluyen a mi mente al fulgor de tu divinos ojos ne­gros donde juegan esquivos y burlones l0s amores; tu dulce mirar imprime en mi alma apasionada una no ~e qué emosión; tus ardientes labios rojos que niegan crueles los besos a qu~: incitan remerlw­ran en mi espíritu insulsos recuerdos que torturan mi e:istencia; esa luz. color de ro ·a alegría que ilumina tu blancura v esas marws virginales con cuyo albor ini­pot~ cn respeto a los abrazos, ir.undan mi ser transpmtándolo al parafso io-noto don­Llc la vida de dos seres que se aman se · tran funna en una sola vida y dundc un solo pensamiento de existencia posible alienta y conforta esa nueva vida. En fin; esos tu~ cabellos negros que encrespa­dos con el ademán de la polca moderna rizotcan al conjuro gracia! del armiño blanco de tu rostro cincelan en mi alma el amor hacia la mujer amada convirtien­do la queja en un suspiro de alegría y el ¡ay! Llolorosu en un brote Lliáfano de vida y felicidad. fue una noch tibia y serena del mes de agosto, una de esas noches más bc­ll:. is y apacibles, bris·ts ligeras juguetea­bJn c·1rgadas de purísimo~ aromas· en el alto .firmamento ar~renteaba ·u blaJ~queci­no d1sco la campanera de las melancolías la mus~ia y pálida I!Jil'l teñida de pllrpurc~ y d~ lllevc; l_a~ estréllas en ompetencia lun111nr acancJaban la tierra con la tenue luz de 1111 sólo reflejo, dando así una pin­ccladJ de plata al r~dedur de. la Cíllll­piln. Prolongados y altns p:llmares se me­cían dulcemente al suave impulso de los aire-. El nnjcstuoso arroyuelo paseaba en su lecho us perezo ·as y turbia· aguas: ningún acento se oía, a no ser el mujido Vista panorán1ica de la Laguna·de Cun1bal Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVÍSiA MENSUAL 149 del ganado preso en sus pe ebres, o el es­trindente graznido de las aves nocturna o el unisono chasquido de las hoja~ secas al ser abatidas por el viento. fnés, joven de 15 diciembres viste un traje sencillo de luto sin otro adorno que un corbatín y un cinturón a medio bordar. Elegante de· cuerpo, delgada con expre­sión desalentada, su rostro lleno de una inefable melancolía como si en su vida le faltara algo que hiciera su dicha o co­mo si sintiera la inútil sacudida de la tierra que quisiera sepultar en lo más pro­fundo de sus candentes entrañas sus ju­veniles ilusiones; rodeada de sus dos hermanas menores una mayor ·que otra se acercaron a mi lado y nos recostamos en aquella noche clara de luna llena. no­che preñada de recuerdos imborrables y de. garradores junto al tronco de un co­po o carbonero (árbol de montaña) que a manera de un centinela se erguía impo­nente ·obre la uspid de la colina con­tigua a la casa en que habitaban. Allí, entre el rubor de una amistad intima y sincera hablaba m o~ de los años pasados y ungíamos con el facin:dor óleo de los sueños los años venideros, con un interés cuyos pálido ~ tintes vagamente recuerdo. Recostada mi cabeza sobre su pecho cruza~amos entre los úos fraces de fraternal cariño. · En mi manos tenía una novela de un antiguo escritor cuyo nombre no co­nocí, porque sus primeras paginas esta­ban deterioradas por el uso, pero que titulaba «La Huerfanita de la Selva ». Inés interrumpiendo nue tra conver­- ación me preguntó. ¿Qué leías Luis? Mira .. La Huerfanita de la Selva,. ins­pirada novela del hogar; le respondí. No conozco esa obra agregómc con la altanería propia de u temperamento. ¿Gustas darme el placer de oír la lectu­ra de un capítulo?. De mil amores le contesté. Acto se­guido empecé la lectura en el capítulo XII de la obra con la conocida erudición de quién pretende dárselas de renombra­do lector y con la pausa que el caso re­quería. Cortos minutos después le dirigí una mirada como para averiguu.r en los cri ~­tales de sus ojos la emosión que en su orazón producía la lectura del pasaje. Note en élla cierta exprcs10n rara qu(! me hizo pen ' élr y sin darme cuenta de lo que hacía cerré desapercido el libro. ¿No prosigues? -- ¡Ah sí! El pasaje era ir1teresante e in .. fundía sentimiento en el alma por lo tier­no de! lenguaje y el triste relato del ~u­ceso. En el mencionado capítulo se des­cribía la muerte del padre de Lucia, pro­tagonista de la novela, y el modo como los tiernos huerfanitos que dejaba en el mundo rodearon, con sus corazones lace­rados de dolor, el lecho de muerte de su padre momentos antes de expirar y co!lH) al día siguiente cuando sus parientes sa­caban el féretro de su casa el menorcito de ellos dirigiéndose al sacerdote le di­jo con tierna y desgarradora voz. ¡Padre no se lleve a papá y yo le da ... ré mi ovejita negra! Aún el recuerdo de su lectura me illl• presiona, pues aquella triste historia era. por demás conmovedora y el escritor al r~ferirla le había impreso todo el s~nti-miento de su alma delicada. En meJio del relato mis oídos aper· cibieron un suspiro que brotó del pecho de una de aquella tres hermanas geme­las de la vida pero in notificarme continué. Estando ya para finalizar sentí u11 desvanecimiento de espíritu como si pre­sintiera algo grave que había de terminar con la trajedía de una vida; del fondo de mi pecho se desgarró un hondo e im­perceptible ¡ay! de conmiseración hacia los huérfanos. Como atraído por un po­tente imán torné a mirar a Inés, que du­rante todo el tiempo había permanecido callada y ¡oh sorpresa impremedit 1da! Su ojos centellaron clavando en mí una mirada e cudriñadora como para decirme algo. Su rostro tomó una expresión te­meraria. Por su frente surcaba el mbor de inusitada enfermedad. Era ya la nuvil virgencita de la triste campiña prc 'J de mortal angustia. Agobiada por el vértigo implacable se eclio sobre mis brazos. No se lo que sentí en e os momentos de desespera­ción; era un hermiti mo raro Jo que em­bargaba mi espíritu. Al in bnte sus dos hermanas me­nore aterrorizadas por el fatal e inespe­rado accidente corrieron en bus a de me ... dicinas y me quedé sólo con élla aperci· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. COLOMBIA biendo, sin balbucir palabra, uno a uno los fuertes latidos de su corazón los cua­les preludiaban un desenlace fatai. Procuré reanimarla, levanté su rubia cabecita sobre mi pecho, pero todo en vano: el relato o más bien la lectura de aquella triste y desgarradora historia ha­bía c~avado en su corazón el puñal fa­tri~ 1da de la inconmiseración; era que aquella descripción recordaba la muerte del único ser que le quedaba en la tierra. ¡Su padre! cuya muerte lloraba aún, como lo hizo sin darse talvez cuen­ta ,~ de su desgracia futura en un muzgo · o día de abril, cuando en compañía de sus hermanos y hermanas lloraban tambicn sobre el lecho de muerte la separación del único ser que las hacía felicc en la tierra. El mal era incurable y en vano en liJe­dio de mi delirio intente hacer· mío ' ~C · mal para salvar aquella vida flor de un ho ­gar triturado por el hado inclemente de la horfandad. En su aire grandioso e imponc11lc ya no había majestad, sus miradas melan­cólicas como la luz de la luna que alum­braba no tenían esa e/presión a u ti' a­dora y sus ardiente<; labios rojos tostJ­dos por la fiebre no guardaban · la em o­sión de los besos con los cuaJe, tan::1s veces sofil:. Momentos después llegaron precipi­tadamente laceradas de angu . tia · us dos hermanas y una de sus tías bajo cuya tu­tela quedaron después de la muerte d~ su padre. Le llamaron. No re::spondió. Presas por la desesperación le de­cían. ¡lnes! ¡lnés! mira, somos nosotr~1 ....... tus hcnnanas ...... rcanimatc ........ valllü · ·1 la casa ........ nosotras te llevarenio '"' ...... . Como si nada ........ : 1o contestaua. Le instarnos tomara un poco de etcr pero en vano su cuerpo permaneda inmú­\' il. Instantes después . se incorporó y ' . ·llalando un profundo y prolongado ~us-piro balbuceó entre el ddirio de la muer­te l'Crcana estas interrumpidas palabras ·uyo. débiles y tiernos ac ntos rcpercuk11 en mi mente. Luis ........ Luis ........ me ...... mata ........ k 1 1< ll! .... .... quc historia ........ tan tremenda ..... . 1 \i ! ........ J\ \i!. .... .. . Padrc tan querido!. ...... . ¡t\dios! ....... . Las estrellas como apesaradas ante cuadro tan de garrad r escondieron sus reflejos y la luna que había llegado a la m1tad del ciclo, como adolorida por la crueldad de la parca ocultó sus pálidos rayos tms una densa nube, mientras nos­otro~ or{tbamos por élla. U 11 gra 111 ido aterrador rezonó en mis oídos. El ave negra de Erraín quiso tam­hté:' ~angar la herida de aquel desenlace, que tcrlllinó en la lragcdia de una vida. MARBET LA 1\'\UERTE DE LA tiUERFANA Como un altar blanco cubterto de flores se alzaba la mesa; y allí colocada. lendida a lo largo, cnlrc cualro tc1blas y entre cuatro velas, cruzadas las manos rígida· y bellas cerrada- por siempre l¡¡s pestaña- negras, en tll~diu de un corro de gente enlutada estaba la muerta. Cubría su cuerpo aquel floreado ve ·tido de seda que en la cabalgata lució por Valencia lllOntada ;¡ la grupa con su novio Paco, (ruzando entre aplauso la alegre Alameda. ¡Quién pensara entonces que el rico vestido de flores sangrientas, que el inmaculado pañuelo de encaje, las agujas tic oro, la fina peineta y las arracadas, serian ll11.Htétja de la ribereña! . ................... Clavaron el féretro; lo- mozos, en hombros, lo sacaron fuera .... Y ba.io la- rama' de los naranjales, y al blando murmurio de pardas acequias, íhase alejando la fúnebre caja con rumbo al regazo de la madre tierra, entre los adioses de los pajarillo-, entre los saludo- de las cañas secas, el valro perfun1e de los limoneros y el hondo silencio de toda la huerta. V. SERRANO CLAVERO De , Blanco ' Negro'" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Rf!'VISTA MENSUAL l5f DOCTOR MAX CHAVES Comistonado por la Contraloría de la República para organizar las Auditorías del folima, Valle y Cauca. Escritor correcto, graduado en finanza y diplo­ma ·ia en la Universidad Columbia de Ne\'V York y quién presentó el proyec-to sobre e! ferrocarril de Nariño al Congreso de Mejoras Nacionales. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 152 COLOMBIA o or para Na iño Engalanamos nuestras calumnas 'con el t'tltimo retrato del doctor J\\ax Cllaves, porque queremos dar a conocer a nue tros lccto[Qs a uno ele los jóvenes m:'t~ capacitados y que honra a Pa:t l. ~ll pats nataL e encuentra actualnH:nte en la ci-udad de CDli, comu ComLionadu de la Contraloría para establecer la Aullltoria Secciona! en esa cilldad, de pu '· de IJ:¡­ber organizado la Auditoría del Tuliitta; y segú11 el informe que ha rendido de sus tr:lbajlr, se comprende la con, tan~ia, diciencia y con agración en el cumpli­miento de sus deberes; y por es le le­licitamos calurosamente. La estrechez de nuc ·tra I~evi:::t 'l J10 nos 1 ermite reproducir su inf\lrtlle lleno de detalle· y apreci· e ir ncs sobre la· mejoras que deben implantar ·e L'Il l'Se próspero Departamento del \'alle. Cu.uJ­do vi itó la Aduana de Buenaventur:l v en ·ió su informe al Contralor, 1 conte~tt) entre otra co a : El su crito a~radecc a ush: d debidamente el interé qc' t nu en relacióí1 con los asuntos de la Adl!li­llistracion pública. en cu. nto compet ' a las unciones fbcaliza iora • de este Dc­p, lrtdmento. So: de u. ted atento y ~~.:gLL­ro servidor, Alforz ~o Pala u . Cuando encontró qur no se hahí:t can lado la hipoteca del mu lll k Pttc­naventura a favor d.:! Ban .... o del f\t~ílt ·o, por 400.000,00 y que • 1 :1 izo e o a~ e 1m, ll\'iando h l'~Critura canceldda, el Con­tralor entre. otra~ cosas le dice: ,,l·:stc Despacho expre. a a u~ te 1 su , <~radeci­miento por el e lo qu' ..,e toma en ltl::i ~pachó un e.'· preso al campamc>nto de Tacines, ord - nando el avance ele los 300 l10mbre. que allí e taban, de manera que en las pri­meras horas del día e tuvieran reunidas las tropas republiC'mas. Pero a llls cinco y media de la tarde, lo pa. tus o , reforza­dos por los indios, atacaron simultú­neamente por Aranda, por el camino real de El Calvario y por las alturas orientales que dominan la ciudad. Nariiio dividió sus soldados en tres columnas para aten­der debidamente a estos tres puntos. 1:1 pcrson, lmente tomó el mando del centro, o upado por lo Granaderos de Cundina­mnrca, · el ala derecha estaba sostenida por .Mansa/ve y su batallón Socorro; y la izquierda por el Cauca y el re to del ejército. Sin hacer un solo disparo, ambo.s contrincantes avanzaron dispuestos a de­cidir u horrible desafío con ar na blanca. NarÍ!io con us Granadrros cargó con tanto denuedo, que los pastusos tuvieron que descender rápidamente hasta la te­jerías del Calvario, donde se hicieron fuertes larO'O rato, logrando matar el ca­hallo del Jefe que así los acosaba. No tu­vieron los demás jefes patriotas que pe­leaban en las alturas igual suerte que Na­riiio, . ino al contrario, pues se vieron acorralados por sus agresores; luchaban cuerpo a cuerpo, y la lanza pastusa cau- O =o:o=o=o=o= o=o=o=o:o=o =: o:=o:o:o=o=o=o=o=o=o=o : : : : : : : : : : : :: :: : 1 : : : : : : : l. Manuel M. Navarrete 8 g eGMI516NE5 --"REP"RESENTACI6f.JES º O Dirección teleg ráfica: NAV. P. Apartado de corr eos número 70 ~ Có digo LI EBER, 5 letras. P. PAS TO P. o República d e Colombia rt :o:o :o= ... :o: "':a: ""' :o:o:o::o::o:,.. =o=o=M=o =o=o=o···· -w. 1 • . tll . Q .¡,- . g 'A . . . .. •• .w. . .w. . . . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 156 COLOMBIA saba estragos de consideración en los in­dependientes. Al fin, después de luchar desesperadamente y ya casi cte noche, el batallón Socorro pudo s21irse del mortí­fero círculo de hierro que lo desangraba, y muy de prisa emprendió la retirada con dirección a Tacines. A fuerza de mu­cha sangre consiguieron hacer otro tanto los patriotas que peleaban en el ala iL­quierda. Nariño después de haber hecho inútiles esfuerzos por pasar más acá del Calvario, también se había visto precisa­do a retroceder, aunque con muc11a pau­sa; de modo que cuando subió a la ( ruz, ya no encontró sino cadáveres. Lo cual se explica, porque mientras hacía su arro­jo avanzar demasiadamentc, por el cPn­tro atacando a los pastusos; las alas de­rechas e izquierda uel ejército patriota, que circundados por aquellos, no podían descender hasta El Calvario, nada su­pieron de Nariíio, y éste no regresó sino cuando se habían retirado sus conmili­tones: hasta creyeron éstos, con muclto fundamento, que había sido prisionero o muerto. La mayor parte de los pastusos ha­bían marchado en persecuciún de las dos divisiones patriotas derrotadas, camino de los Tacines. Nariño, pues, tenía ene­migos por el frente y por la espalda. Comprendieron los Granaderos la peli­grosa situación en que se encontraban, y por esto, a favor de las sombras de la no­che, uno a uno fueron desertando del la­do de su General. Al fin el jefe republi­cano se encontró con que solamente le acompañaban cinco individuos entre ofi­ciales y soldados, por lo cual se vio obli­gado a retirarse por el camino viejo, ha­cía tiempo abandonado, y ya casi intran­sitable, pues los aguaceros de los días ant~~riores habían formado derrumbos y pantanos. Verdaderamedte sólo un de­rrotado era oapaz de aventurarse por aquellos indescriptibles parajes. «Tenía­mos que andar con la mayor precaución ~dice un testigo ocular- , sin alzar la voz, porque a cierta distancia y encima de nuestras cabezas, sentíamos el ruido que hacían los pastusos que andaban por por allí diseminados». , ................................... ...................................... . ••••e••••••••••• '"'''''''''''''''''' ''''''"''''''''''''' • '•••• •••••••• '''' , ........................ ,,,,,,,,,,, ,., ................... ... ............ , DiseuPso prOflUI'lciado por el Vicepr~side11te de la Sociedc1d "AiltOf1iO "Ricaurte," do11 Pliqio Gámez R, el 30 de abril de 19.26, coq ocasió11 de la fiesta del Trabajo. Seiíor Presidente ele la ~ ocictléld, scr'íMr.· : La Comi,j¡) n Or~(lninulora dr la Fiesta del Obrttro, · nnmbrada por t•l Di recto1 io de llllt'St u1 l11 st i tu e i <'>11, se h:1 dignado d~::signarme p;1ra qtlt.! CtHl t:S­tas palabras inicie los festejos con que vamos a solemnizarlíl. Semejante honrosísi rno e m· argo me < hl iga n..:L~· el ohrern, individuo que hoy, 111atianr~ y siemrre e.:; el é'luténtico ges­tor del adel ;mtn y que en sociedades, como la de 11UtSira cara tierra, no per­: igue m<ís que su prugreso, ése, digo, merecía ·u día y a eso tiende esta fies­ta que ahora se inaugura y que luégo ha de ser alto exponente de amor y de esperanza. Demos rr.ndidas gracias al cuerpo administtativo de NMiño, a la hono­rable Asamblea Departamental, al ho­norable Consejo Municipal y a laGo· be1nación, que han acogido nuestro en­tusiasmo y llan contribuído a declarar día de asueto remunerado para los obreros el 1 o de mayo. Bien por ellos, que tienen el sentido de la justicia y de la oportunidad. Este noble ejemplo será secundado, no lo dudamos, mñs tarde, por los Empresarios e Industria­les de Nariño. En cuanto a nosotros, los que de uno o de otro modo hemos contribuído y seguiremos contribuyendo a la or­ganización y grernializacic'>n del obre­rismo 1e Nariño, no~ place manifestar nue tro agradecimiento a todas y a cada t,tna de las personas) in di viduale~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 158 COLOMBIA o colectivas, que nos han ayudado y nos ayudarán en semejante benéfica y ardua labor. Pronto, muy en breve, debido a los esfuerzos de nuestro ex-Presidente, Gonzalo David Ricaurte, se reunirá en esta capital ra primera Confederación departamental obrera, y de ella ha de resultar un gran bien para el artesano y para toda la sociedad, secundado, como lo será, por el Directorio de la Institución. Festejemos, pues, en la medida de nuestro entusiasmo y de nuestra fe, el Día del Trabajo; despertemos el amor y la comprensión del obrero y preparémonos para sostener de manera airosa las luchas que son nece<;arias para el engrandecimiento de la socie­dad en que vivimos y a la que, gradas a la Providencia, se acerca acelerada­mente ese mago del progreso que se llama Ferrocarril: redención de un pue­blo y por tanto redención del obreris­mo y sus dirigentes. *~ ~)~ *> <~..-: -~, ~ 00 :~·) i~ ·>:· ~~ t:!:~ EL CUENTO DE COLOMBIA ARTE Y VIUA Para upafría" la Revista de ideas .... La acallada penumbra de aquel cuar­tito blanco se había tornado azul. La luz velada uavemente, tenía una tonalidad de confidencia; y nuestro recogimiento, ponía una dulzura inefable en aquel silen­cio de crepúsculo. Siempre, casi siempre, pasaba así, cuando alguna emoción secreta apagaba siquiera por momentos el rumureo fugaz de nuestra charlas veleidosas. La can­ción de un piano preludiaba La Azuce­wt del Trovador divinamente atormenta­da de recuerdo. Era un piano distante, que en veces emocionaba nuestras confi­dencia con toda la amargura de sus ajen­jos de alma .... El aria del amor, intriga­ha nuestros pensamientos, sutilizados tanto, que por un instante sólo quedó en­tr no otros un místico silencio, apenas perfumado por la melodía quejumbrosa y sutil entre el aire azul de nuestros "!pez so aorillado de emoción y de olvido. Allí, &~~~~5~~~~~~~~~~~~~~·~~~~~~~~~~~~~~~~~ ~ ~~~~~~:»el pet!o?ol~n~s~,~~a ro- ~~ ~ mola que usan los hombres y hacen todo lo que en otros tiempo se con - ~ sideraba exclusivamente masculino. El señor Obispo Collins Denny en una conferencia de la iglesia metodista de Carolina del Norte, U. S. A., reco- ~ mendó a todos los hombres presentes que se dejaran crecer el bigote co- ;·u ~ mo último distintivo que le ha dejado al hombre la mujer de la actualidad. ~ «USEN BIGOTES» hermanos míos «USENLOS» que eso es todo lo que nos han dejado las mujeres». m g] El consejo es bueno, pero quién se quiere dejar el labio superior sin ~ ah•itar, cuando UNA NAVAJA «DURHAM DUPLES» lo deja en estado de pureza y limpieza como el de un niño? Use usted Navaja «DUPLEX·. ~ Agente de la DURHAM DUPLEX, m ~ JOSE PELIX PAREDES ~ ~ Calle Real - Plaza Principal Pasto. ~ ~ ~sa se. 5'25'22i2S'2S"a5"2sasascsa 5'25'25'25"25'25'22.~.~~5'2!~~{) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA MENSUAL 159 se hablaba del amor, del arte y de la vi­ua; se declamaban ver o de 'adentcs; . e comentaba a D' Annuncio; y e be­bía té, un exéntrico té, entre exectacio­ne. para los traficante de la vulgaridad y el oro y cvocacione imposibles de un París de ensueño, donde la vida pasaría COIIlO al magico desfile de una fiesta pa-gana. ' Esa noche, estaba con nosotros el "Jvbestro". Un compañero lo presentó un día en nuestro cenáculo casi con un discurso de apoteosis. Era un artista del color, un vagabundo aristocrático que paseaba su é'1nima inquieta en busc3. de motivos entre el derroche l'lore ·tal de nut>strc1.· selvas vírgenes. Pronto intima­mos; era un pintor italiano, y eso baf-­taha para que ocupara un puesto en nul'stras predilecciones. Por eso, a pes:1r de los hilos dt plata qtre .élntificaban su l'Xpresic'n1 profunda, en pocos días fue tillO de los nm'stro. , un loco mús c11 nuestrat-i aui<1S de arte, n quit'll llami'lha­mos c()n sutil ironía cariñosa ''El Maes­tro" .... Casi nunca primaba en nues!réls rllarla~ dímer;¡s; oía y sonre!a levemen­te, ('nigm:HicrtlncnL, con llllél sonri~;a nrn­W'dora, r:lll~da, impenetrable .... Te11ía pa­rr~ nosotros el secreto encanto ele un des­conocido, que un díél cualquiera se iría para siempre llevándose con el recuerdo todo el calor de nue, tras emotividades. Aquella noche, con todo, se hallaba tocado de urn rare.1a inalcanzable; una vaga inquietud que , e difundía por sus ojos como una emanación espiritual y triste Lo sentíamos mfls nuestro y m<ís alejado ;\1 mismo tiempo. La canción de la Patria a travez de ese riano incognocido que se nq•·cjaba a la di tancia, debió profundi­zar en aquella vida algún recuerdo. El p le ni lu ni o empaña ha de ni ev los crista­ks enlre·tbiertos y la melodía borrosa del Trovador, nos sumía a nosotros también en un abatimiento armónico y edante .... ** * Yo tllC atreví por fin a romper el i­Jcnrio. Hablaba del simholi mo en el a111or y en la vida. Cl ¡¡Maestro" era un simbolista, un enorme simbolista. S<1bía c•xpresar las más complejas ideas en sím­bolos de belleza soberana. Un dfa, nos enseñe') un lienzo que guardaba con un fervor devoto. Se titulaba "Crepúsculo''; Sr. O. GuiHcrmo EJmundo Chaves, joven poeta, escritor de vuelo y uno oe nuestros colaboradores. y nada tan sugerente, tan ('motivo y tan intenso, como e e crepúsC11io de expre­sión y de alma. l::.ra ll!!a efigie de mu­jer, una mujer no joven ya, pero talvez mordida aún por una v.1nidad de imperio. Sí, esto lo decía el desdén de sus labios túmidos y tri·stcs, inro111p.1 rahlemente tristes .... y en sus ojos, el crl'púsculo ele su j uve11tud y de su vida, aleteaba co­mo una so111bra de dolor y de angustia; la amargura, la infinita amargur:1 lle sen­tirse marchitar ya sin amor irrcmisibl '­mente .... "Crepúsculo", era para mí todo un cuadro de revelaci(>n; un signo que me hacía presentir toda la mil naria intensi­dad del ' 1 Maestro"; un índice en. alma­dar de la inalcanzable sutileza de esa al­ma que se emboscaba tras la elocuente austeridad de sus ojos callados .... Alberto Rey, el más loco de la fa­rándula, había ap.oyado mis conceptos; y luego de una pausa, principió a recitar Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. i60 COLO!v\BIÁ a media voz, como si tradujera nuestro lejano sentimiento. Amor de amor. ... Jejania .... - Misterio y evocación .... El "Maestro" tan silencioso y tan inmóvil, apoyó con la cabeza levemen­te. - Sf, dijo con voz casi impercepti­ble, el amor es sólo misterio y lejanía .... Luego, con voz mas firme, y como haciendo eco a nuestra espectativa ­asombrados como estábamos de oírle opinar en asuntos imposibles para sus temas habituales- prosiguió: - Sí.. .. todo en la vida del amor se tige por una sucesión inacabada de mo­tivos. La verdadera emoción, la más es­piritual y de perennidad más pura, es aquella que sólo tuvo un motivo remo­tfsimo en el mundo de las cosas. Yo por eso, siempre he amado mas, el perfume de la mujer que pasa, que la mujer mis­ma .... Aspiró 1ill "kamel'' largamente. -Señor don ftor~ntino GaJvez oc~pués de una larga y peno­sa enfermedad , sufrida con la m{¡s cri~tiana re ignación, rindió tributo a la muerte este honrad(), laborio­so y ahnegaclo caballero, padre de' un hogar modelo, constnnte lucha­dor del trab~jo y e>jemplo de todos cuantos ligados con el lazo (!e su amistad supieron ver en él, al ami­go sincero, al compañero no tanto en las aleP"rías sinú más hirn en las adver. i~indas . En su hogar, en la sociedad y en el corazt'ln de sus amigos deja una huella imbo­rrable que no se (.'xtinguirú núncn. COLO.\~BI/\ registra con rro­fundo pr, .ar !;1 dcstlpariri<'ln de este no hlc ciudadano y envía a su e. po­sa e hijos su vo¿ el e condolem in. - El amor .... no es sino un capricho .... un capricho del arte instintivo que se guarda sin conciencia; y como todo ar­te, su sentido perfecto está en la inde­cisión, en la media sombra, en lo inal­cansable, en lo difu o .... Yo· sólo he te­nido una cmocion así; y sin embargo, creo que con su recuerdo viviré siempre en una gloriosa plenitud de ensueíío, co­mo si su motivo lejanísimo ya, fuera la fuente perenne de todas mis exaltacio­nes .... Se hizo una pausa. - Maestro, dijo Alberto, sólo nos falta vuestra historia. Las nuestras las conocéis porque las habéis vivido con nosotros, día a día ....... aquí, hemos com-partido todas nuestras emociones como de un pan místico. Maestro! es nece­sario que nos habléis de vos mismo y de vuestra vida, pero no en la forma impersonal que usáis siempre, si­no como ·ella es en realidad, con una re· cordación mas verdadera y más humana .... El piano recomenzaba su romanza. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA Mt:NSUAL 161 El instante era propicIo. Nuestro ojos se fijaron en el rostro del Maestro 1¡lia­Llo por una palidez cxtraíla. 1 Jundió su lI1allO nerviosa y blanca el1 la selva de sus cabellos oscuros; y quedamente princi­pió hablar, tan c¡uedamente, como si su voz viniera de muy lejos .... - Vivíamos en el viejo J lotel Cos­mopolita, unos cllantos cOlllpaíleros, di~­cipulos y adoradores de un célehre mal' '­tro de Florcncia- la ciudad del arte V de las flores. Era un macstro l11odernis-­ta, dc una e' cu la pidúnica de :UO'cs­tiól1 y de contrastes; un verdadero J11aI~o para ugcrir ideas y para crear motivos. Yo 110 soñaba entonces, sino en el arte yen la gloria; en la gloria triunfal de mis poe­Illas de cOlor,en que cada detalle tuviera la 'ugestión de ulla idea y la arlllonía IUl1linosa de un verso .... En el Estudio, conocí a un compa­Ilcro raro yexéntrico como ninguno; un 'eilor de su espíritu y de su neurosis él quien nUllca nos atrevíamos a hablarle. Trabajaba alejado de todos, indiferente a nuestras labore' e ind ifereute a todo lo que 110 fuera la realización de sus secre­tas obras. Pcrtenecía a la escuela del co­lor novísima; y todo su arte, toda la i.? celsitud de su arte con istía, en trazar de un rasgo 010, el perfil purísimo de una mano de mujer, perfecta .... Era una mano de milagro; una ma~ no cadencio a y humilde; una IllallO te­Iluemente viva, que se tendía como en 1111 gesto de suprema súplica .... Era una mano divinamente pálida; un alba mano 'Llave que hacía pre 'entir suavidades de lirio y decadencias de alma .... algo igno­rado. algo inefable, un algo incognocido se difulI1inaba de su expresión aUO"lIsta­plena de un calor de vida tal, como que si-para exi tir se hubiera modelado en la vida ferviente y devota de mil genera­cioncs ..... Una celesteemanaCÍón la ampa­raba como un nimbo, la '3antificaba, la hacía vivir con una vida ultraterrena e impalpable .... Era una mano que se ofre­cía llena de misericordia y de piedad; él veces parccía extenderse como para un adiós supremo o como para una ca­ricia temblorosa .... y en veces, también, se extenuaba en el lienzo palidísimo co­mo la mano de una muerta .... Vivía y sen­tía y vibraba; era C0l110 una lla­ma ...• vibraba atormentadamente, cual si Señor don Ramón Molina M. Honrado y laborioso artesano, quién acaba de marchar para Santa Librada (Huila) a desempeñar el cargo de profe­sor de cantería en la Escuela de Artes y Oficios de esa ciudad. El Sr. Molina deja entre sus di cípulos y amigos un recuer­do grato, pues debido a su constancia y esmero en los trabajos que se le confia­ron, se han podido llevar a efecto varias obras, tales como el Palacio Gobierno, el Colegio cle San Francisco Javier, etc. etc. edificios que honran sus hábiles ma­nos y ornamenta este pedazo de sueio colombiano. A l despedirlo le deseamos que en su nuevo cargo alcance frutos opi­mos en su reputación siempre honorífica para la tierra que se honra en contarlo como uno de sus mejores hijos de la cla­se trabajadora. ~~'<,-~ · ~*<.-x)",}~<:}~ · ::;,,~,~ ,:~~~~ alargase en veces para arrancar un co­razón en flor de vicia .... No se adinaba en el1a el signo de h(!ndición;, era la mano pura de ulla virgen ..... Era una mano ma­cerada y pálida, pero que también can­taba la canción de la sangre, de tina san­( Yrc de estreJJ1ecimiento y de martirios que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '162 COLOMBIA la animaba y la hacía vivir como a gui­pes dP Ju~.: .... Era uua m no .... Oh! cómo era esa m:lno .... Y así como todas las to­nalidades del color, se funden en un solo prodigio de luz, así todas las expresio­nes y todas la sugerencias, y toLlo· los motivos, vibraban en la actitud úni.ca de aquella mano sabia .... La evocación extraña de esa mano, habfa sido tan intensa, que por un ins­tante, no ·otros la vimos aletear con un aleteo de nieve tra · los cristale · empa­rrados t.le luna y lejanía .... El Maestro prosigió como en una cadencía meliflua. Yo vivía callat.lamente, locamente, bajo h sugesti<'>n perenne de esa nnno. Era para mí, t;omo una mano encantada que me fa ·cinab1. de infinito; y cuant.lo el compañero, sobre el lienzo virgen se preparaba para el trazo suprenh>, yo temblaba a su ladu emocionadam~ntc co­mo si fuera un niño .... Un día, que estábamos solos, excla­mé sin paLier evitarlo: "Esa mano? .... ". Y él, como si termitnra un pensamiento oculto, murmuró sin mirarme: --''Qué triste que esta hoy, l a nn­uo d' la hermana tnía!.. .. ' '. o~sde entonces, la vida para lllÍ fue el sueño de e a nnno. Era lu(:ur;t, er,t fiebre, y era pasión.... o era ~·a la llll­no · era la tnu,(cr dunadl'r.t de es t tlltnu, la que se me a¡nrecía en todas sus excil­tacioncs de \'id:t v entimiento. Mil ve­ces intenté reconstruir Lt efigie oñatla y amadísinn; pues, para mf, la vida había perdido todo ·u sentido fuera de la mu­jer, esa i~nota mujer a quien un áía tal­vez encontraría .... Cuánto tiempu pa é asf? No lo sé, ni podría saberlo .... Vivía como en un p ·traíso artificial, donde sólo florecía la Nisión de esa tnan consoladora y leve. Un1 tarde, el artista enigmático en­fermó, y no volvió a bajar por muchos uías al Estudio. Una añoranza incompreD ible princi­pió a apoJerarse t.le mi espíritu. Para mi vida sutilizada tanto, la visión cotit.liana Lic cs:t mano, constituía mi eucarístico pan. como para el amante la luz eterni­zada de la visión querida. Como celando a una mujer, celaba el cuarto del artista, buscando a todas horas la ocasión propicia de poder mi­rar, siquiera un a vez más la mano. rotturadora t.le esa mujer lejana. Era una fa::>cin ación de encanto, era un capricho, era un LieliriD fatal que destruía en mi, la idea de la vida y de las cosas. U;1 día al atardecer -salió el artis­t: t, convaleciente ya; y por una iltadver­lem: i:l dejo olvidad t la llave .... Yo pene­tr~ en el cuarto emocionat.lo: la mano estaba allí, con el diseño más pu­ro, má:s raro y más perfecto, perenniza­d. t en un cuadro estucado de oro. Emer­gía de un misterio de color y de luz y pare ·í t extcuJérseme cotn > busc1ndo d c,1lor de mis manos dcsolad.ts y triste· .... No s0, cuánto tiempo estuve lo ·o, in ·vnciente \' frenético, acarici~\ndol:t e 11 el alm :t, coti lo· ojo· .· con los labios .... La pieza estaba ya en sumbras. Utt ~O­llozo se e:.,tremeció a mi lado. Volví la cabeza. Era el artista que contemplúndo­m ... , lloraba .... -Lo compr~ndo - tli.io-No es verdad que é o basta? .... Era la tllano de una no- 00000000 OQOOOoOOOOOOOOOOOOOO o o g Julio César Santacruz 8 o o a( eomerciante y eomisionista o g Se encarga de toda clase de comisiones en Tit- 8 0 querres. Dispone de amplias bodegas, ofrece 0 O prontitud y esmero en sus servicios. O o o OOOOOOOOOOQOOOOQOOOOOOOOOOOOO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA MENSUAL 163 viamfa .... La pobrecita se me fue hace tiem­pos .... se la llevaron una tarde, dejándo­me tan sólo el recuerdo imposible de sus manos .... Oh .... Usted, y sólo usted h.1 po­dido comprenderme!. ... Y frente a esa mano, que entre la sombra del crepúsculo era como una hoja lllucrta, estrechamente a brazados, lloramos largo tiempo, como dos huérfanos ante el cadáver de una madre .... ** * Nunca más upimos del "Maestro". 'e fue, después de aquella noche memo­rable; se fue como había llegado, impenetrable y sólo, dejándonos en cam io de sus manos que nos negaron el supremo adiós, el recuerdo de aquella otra mano, enigmática y abia, como una vaga flor de símbolo, embrujada de vida y de misterio. Pasto, abril de 1926. GUILLERMO EOMUNDO CHAVES ''La Defensa'' Importante diario católico de 1\1cdellín. 12 páginas de escogida y selecta lectura. Su lectura es interesante para todos. Solicite ahora mismo una suscripción al Agente en esta ciudad, N1C6LA5 A. P6~TILLA Santa Teresa de Jcsus Eres amor, Teresa, por tm~jer, eres amor por sanare castcllaiH' 1 eres amor, Tere ·a, por cristiana y por amor lanzástete a vencer. Viste a Jesús crucificado perecer, e imaginando u conqui ta llana, tu amor ardiente, en duda soberana lanzó el reto: «morir o padecer». Jesús sonrío, sintiendo dentro ele sí de tu pasión el dardo tan certero y díjote: ¿en amor vencerme a mí? y a su lado clavóte en el madero. De entonces vives sin vivir en tí, gimiendo: «muero, porque nunca muero». FEDIJA El Papa obsequia una Cus­todia a una población en la Diócesis de Pasto. R conocimiento de un home­naje nariñense a Su Santidad Roma, abril 20.-Su Santidad ha en­viado a Monseñor Giobbe, Nuncio Apos­tólico en Colombia, una Cu ·todia de pla­ta sólida como obsequio a la población de Desio, en la Diócesis de Pasto, fun­dada a iniciativa del Obispo y de los fie-tt?~~' 2525~~25252.52.52.5'252.52.5~25~'25~ 2.5 '252.525 ~2525252.5-;:J 5252525'2.5252525~ ~ Moda al día m [}! Corbatas y corbatín<" . Casimires para señoras y caballeros. Medias y ru ru calcetines marca «MONITO" . Telas de seda en veinte col res. Sombre- 1n m ros fieltros y de seda para señoras, de viaje y de esterilla para caballe- m n1 ros. Cuellos de piel negros, cafés y gris. Bufanda de seda. Ternos Jer- 1.11 ~ sey para niños. Camisas y ternos interiores para caballeros. Guantes de ~ m última moda. Carteras en diferentes tamaños y colore para señoras y ca- % 1'\.1 balleros. Piel de arminio. Termos a uno caurenta cada uno. Fleco de se- tn ~ da negro y blanco para ataudes. Colgantes de seda para trajes. Telas % rt1 metálicas, de seda y de paja para sombreros de lujo. Blusones de seda 1n ~ a cuatro cincuenta. Calzado. Material fotográfico. Mercadería en general. m ~ ESPECIALIDAD EN ARTICULOS DE GRAN LUJO. ~ nJ Almacén de ln % . DIOGENES MARTINEZ Y M. ~ ~~22~22~~~~~~~~~2·~~~~~~~2~~~22~2R~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 164 COLOMBIA les como homena.ie al Papa, quien nació en Dcsio. El ob::.cqtdo va acompañado tle una caria en que Su Santidad elogia la lealtau de esa diócesis a la Igle sia. UNITED PI~ESS De «El Diario del Pacífico". FE/1/NISNO En tr€s Cuadros y eu vepso fJO}' DIEGO .MEDINACELI (Conclusión) URUE. TINA - Para que no andes tijera stno con paso gallardo que tanto agrada y recrea. Viene en seguida la falda pantalón de ra o o seda, O bien la falda - apretada, moda- rayana en demencia. PANTOLINA-Aquí me ocurre una duua, que parece de conciencia; ¿Cómo podré yo escaparme al acosarme una be-tia? ¿Podré cómoJa sentarnH.: y atravezar la acequias? URGE, TI. 1A- Si este traje te lo viste· nunca salgas-por doquiera, y cuando ·algas, procura- Jtn encontrarte con las fieras ........ Viene ahora el rico peinado y la hermosa sombrereta, Debes formar un casquete Con tu blonda cabellera. PANTOLINA-Ahl yo la tuve abundant ; tne lo han robado las penas! URGFNTJ A--Fácil cosa reponerla; ~ hace el casquete de cerda~ Luego le agregas cabello de alguna mujer de aldea. Los polvos y los colores t'l fuilc!Lc k cumplctncntan. 1 lol)' diver~idad de formas de graciosas umhrcrcta:". La que cuadr:~ a tu se111blantc es una copa chinclca, a t11odo de solid 'O o bonete de la iglesia. llav otras Jllllnumcntales y tilltciJas de cornamenta. -E CENA 11 Los mi ·mos y Ambro, iu. A ,\\BIWSIO-Urgcntina, yo padcsco krribks, atroces penas; lloran chilan sin con·uclo - e ·as bendita chicuela •. ll!WENTI 1A - Allá se encuentra Simplic1a, para que me las atienda. i\,\IBIWSIO eii.ora es un deber suyo; s~ lo dió la Providencia. l RGENTI!'\A - ¡Busca a implicia, te digo! t\ \\BRO 10-Hija en casa no e encuentra; LIWENTINA-¿Oonde se ha ido la ociosa? A.\\BRO Iu-A dar tambien conferencia·. IWEi\TI. ·A ¿Conferencias?­A ,\iBRü 10-Cumo lo oye·! IWEi\"1 1. A ¿Hace visto esta lindeza? ¿En qué -alón y en qué plaza? ,\o\\BROSIO-En el parque y alameda. URGE TI ·\- ¿Y de que da sus di. cursus? i\ ,\\BRO. 10 - Los qu~; tu le ha:; cnseiladol RGE TI A-¿ Yo! enseiiar a cocineras? A .\tBROSto Con el ejemplo, sctiora. ~~~3~~~~~3~~33~~~~~~~~~~~3~3333333~ ~ Acérquese y encontrará usted % ~ . ~ ~ Un buen surtido de calzado para hombre ' sefioras y lllllüS; m ta gabardinas; casinlires; telas\ de seda y de lana; sombreros para m % seiioras y niñas; echarpes; velos de seda; guantes· cu~!los de ~ ;:a piel; corbatas; media5 de seda para S ii.ora y de hilo para hom- m ~ bres; camisetas; toallas; casinetes; bayetillas; vestidos, ~amisc- G;l ~ tas y gorros para nifios, y toda clase de materiales para fotó- ~ gJ grafos, donde ~ % francisco 6rdóñez M. ~ ~ Plaza Princi pa 1. m ~52S25'2525'252.52525"25?5CS'25'2S2S2S2 5'25'2~. :,C5"252.5"25C5i:!525"25'2525"25"25'25"252526<' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA MENSUAL 165 RGE TINA-Si ni hablar-puede la be tia! AMHRO to- Vestida de última moda, como ella dice francesa, mas bien parcc0 repollo, tigura carnavalezca. Un acróbata le ha dicho, 4ue será ~u compañera, hoy en la ascención del globo a las regiones etérea • ¿Oyes llorar a las nii'ias? ¿Nn 1iene piedad por ellas? UtWE Tr A Este señor se ha propuesto mortificar mi paciencia! Vase Ambrosio. - ESCENA lll- Los mi.mo.- P,\:'\TOLINA - Hora que tenemos tiempo \'que nadie nos inquieta dimt' ¿cual color conviene a mis pestaiias y ceja.? ' IWE TINA · Ningunél como Pelicast:11io, color de tu cabellera. PANTOU A-¿Y a la palidez ele labios? lJIWENTtNA-EI bermellon de Venecia. PANTOII A- ¿Y a la blancura del rostro? URGENTI ' A El suave carmín de Creta. PA ·rouNA-Y para mostrar mis dientes, de una graciosa manera? · URGE TINA-Estar riéndote siempre que algunas gentes te vean PA TOLINA-Quiero tener lunarcitn en la mejilla derecha. IWE TINA-Bajo la nariz conviene tener otro; que bien sienta! -ESCENA IV-Los mismos. Ambrosio llega trayendo rn c:tda brazo una nii'ia. AAtBrw 10-Urgentina! ¡Pantolina! Aquí dejo las chicuelas; son huerfanitas de padres que abandonadas las dejan en la aurora de la vida, en auras de primavera! Hombre infeliz- el que toma por mujer una mwiecal (entrega una niña a Urgentina y otra a Panto­tina) - Millón de veces maldigo de la mujer las escuelas, dó el culto de egolatría y sensualismo se enseña! Millín de veces,-bendigo-de la mujer las escuetas, dó la doctrina c.istiana-del Padre Astete-se ensei1a! (hace ademán; de marchars~ y le detiene el doctor Pertinaz.) -ESENA V-Los mismos y-Pertinaz­PERTtNAZ- Ambrosio te necesito por Dios detén-tu carrera. AMBRo 10 - Pertinaz, me urge la marcha: ¡por Cristo,- no me detengas! (Urgentina y Pantolina, se l:ialrn en silen io, llevando la niñas) -E CENA VI-Ambrosio- y Pertinaz­PERTINAZ- Cálmate-te hallo nervioso­A 1RIWSIO-Doctor Pertinaz, atiL'nda. Busqué esposa de mi agrado, elegante, dulce y bella, educada en los colegios-d, Hamburgo París y Berna; do recibió los diplomas de una doctora perfecta. Sentíme-felíz -dichoso con esta-preciosa prenda. Más, cuál fué mi desengar'ío, al encontrarla muñeca­lujosamente vestida y parlante a la france~a! -Busqué una segunda madre, Una dulce-compañera, que en la trabajosa vida luz, paz y con · uelo fuera. Un hombre pobre y honrado ­y cristiano a toda prueba, ¿no quiere tener e posa que el arte de-vivir sepa? Pues, ¿donr1e encontrar esposa fuerte, valiente y discreta-que el huso-y fogón maneje_­de igual suerte que la ciencia, piedad, oficio y modestia? ¿Donde encontrar-mujer fuerte, que a la Patria y a la Iglesia prepare los paladines-que les dará-gloria eterna? PERTINAZ- Todo lo que dice. y hablas­a pedir de boca, encuentras, sin ir á los viejos-mundos - en las cristianas escuelas. Hoy ve reunidos los hombres en paz-amable quisiera-para decir claris verbis que el socialismo - se arregla, con la enseñanza de A tete­Y. moral de Villanueva. Con Doméstica Economía­de Doña- Tal- de Silveria; con el Temporal y Eterno­y la Urbanidad Carrei'ia. No se rían, señorita , porque la co a es muy seria~ no las quieren artificiosns sino francas y sinceras. Si las niñas son hermo as 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 166 COLOMBIA ¿Para que al color apelan? Si las niñas son piadosas, ¿Porqué insultan la modestia? ¿Porqué ríen las muchachas? ¡Han perdido la verguenza! La culpa tienen los padres, que virtud no les enseñan! ¡Ríen tambien los señores! ¡Ríen su infamia-y afrenta!!! ¡Cuidadito guapetonas! Con levantarnos querellas! Las queremos naturales, no mentirosa -belleza 'l Si este - famoso sainete levanta- una polvareda; ¡Yo haré calmar los microbios Con segunda regadera! -Cae el telón - FIN Primera Comunión El domingo 2 del presente se cele­bró en el Liceo de la Merced el memo­rable acto anual de la primera Comu­nión. El acto revistió solemnidad, un gru­po de almas inocentes se habían prepa­rado para recibir por primera vez en sus tiernos pechos a jesús-Hostia y alegres y risueñas esperaban impacientes que lle­gare el momento dichoso de abrazarse a su Amante Divino, en compañía de su Angel de la Guarda, simbolizado en un grupo de artísticos angelitos que les ha­cían la corte. La concurrencia fue selecta y nume­rosa, los padres, he1 manos y parientes de aquellos tiernos pimpollos se habían da:. do cita para acompañar a sus hijas en aquel acto que guarda imborrables re­membranzas. Ofició la misa el Muy Ilustre Canó­nigo Elías Garreta, quien al llegar al Evangelio con unción divina hizo en bre­ves y sentidas · fraces la apoteosis de la fiesta, invitando a la concurrencia a recor­dar aquel día, en que se cumplió en nos­otros tan celeste unión. La Banda Militar dió mayor real­ce al acto con sus clásicas interpreta­ciones. Para éllos va la enhorabuena. Nuestra felicitacion para ese grupo de almas inocentes, que tuvieron la inmensa dicha de recibir por primera vez en su pe­cho a tan fiel compañero, como lo es Je­sús Sacramentado. De una manera espe­cial felicitamos a las Reverendas Madres Franciscanas a cuyo cuidado está dicho plantel, por el infatigable ce! que des­pliegan en beneficio de la juventud feme­nina encomendada a sus desvelos. Obito En la madrugada del 17 del mes pa­sado, rindio tributo a la madre tierra, la distinguiqa matrona que h~ce poco r~s­pondía al nombre de la senara Leontsa M. v. de Guerrero, después de haher so­portado con admirable entereza la fatal enfermedad que la llevó al sepulcro. Da­ma de acrisoladas virtudes cristianas su­po hacer de su ca a un hogar modelo de virtudes. ·~® ~~~~~ (.;.; ~ ·~~~~ ~~:) <:!~~-~~ ~~~"· ~~. 0~~~e.~ ·--~~~e.~~.: ~ . :. - ,.~ ~ ~· ~~~<';_~ ~*>~*"~~ ' ~;. ~~~~®~~~~*®~~~~® ~-- ~0. ·~. • ~ $$ . ~~ ~ ~ ANGEL Ma LO PEZ ~ ~ * * DIPLOMADO EN QUITO. ~ ~ ** ~~ *~ *~ * * Saluda atentamente a su numerosa y distinguida clien- ~ ~ ~ tela, y se romplace en anunciarle, que a abierto su ~ ~ ® ~ Taller de Sastreria en los bajos de la Casa Nuicipal. * * * * ~~! * -·~®005~~00~~0~5~®~~~D®~~-*~-~ • ~®~~~~~ ~~*~~~~~~~*~~~*~~ . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ~\ENSUAL 167 Al recordar es stas páginas, el gran­de vacío que dejó en nuestra sociedad, cnviamo a su atribulados hijos, herma­no y demás deudos nuestro sincero pe­sar de condolencia. Viajeros De los Estados Unidos ha regresa­do a u ·uclo natal, el señor don Rubén J\\ontezuma, en compañía de su esposa la eñora Victoria Andrade de Montezu­ma y de la señorita Lola M nt~zuma. Atentamente 1 s saludamo . MANUEL J. DIAZ Acaba de recibir un variado surtido de semillas de legumbres, Jc la famosa casa Vilmarín de París. Es sei1al de distiución vestirse en el taller de Angel María López Primogénito El hogar formado por los di tingui­do cspo ·os doctor Federico Puertas y s 'ñora Elvira Rasero de Puertas, ha sido regocijado con la llegada de su primo­génito. Al enviarles nuestra felicitación de ·eamos para el recién nacido, un cú­mulo de dicha y bienestar. Después de una rápida enfermedad dejó de existir el di tinguido joven Alonso Rasero y C. A sus atribulados padres, hermanos y en es­pecial para el Reverendo Padre Juan Bautista Rasero y C., les presentamos el testimonio de nue tro pesar. Fiesta con la solemnidad característica d ~ todo los actos que celebra la Compañia de Je­sús, se efectuó el pa ado 2 de mayo la fic ta de an Pedro Canisio, canonizado recientcm ntc por Su Santidad Pío X l. Ensalzó las glorias d 1 Santo, nuestro amadísimo Prelado doctor Antonio María Pueyo de Val, y con su santa unción nos describió la hermosura del acto de la ca­nonización del Santo en Roma. El Reve­rendo Padre Peregrino Santacruz, ofició el Santo Sacrificio y el coro del Colegí , interpretó con admirable maestría la co­nocida misa de Haller. Van nuc tras efu-sivas fclicitñciones para los Reverendos Padres Jesuitas. lloy lloy Grandiosa rcprisc de la Musa de Marmol. La gcnt.e de uen gusto, sólo viste en el taller de Angel María Lópcz Para Cali marcharon los señores Roberto Patiño Valencia y su hijo Eduardo, quien va a encargarsé de la Oficina Telegráfica de Santander (Cauca). Les deseamos feliz viaje y completo éxito. Nueva N i ña Un nuevo retoño alegra el hogar del señor Juan María No()'uera y señora Ma­riana Villota de Nog11era. Los felici­tamos. Despedida Eduardo Pat.iiío Valencia ·e despide de sus amigos y espera ór­denes en Santander (Cauca). Pasto, mayo 1" de 1926. Triunfa el Municit io El Tribunal Secciona! de lo Conten­cioso Administrativo acaba de fallar en favor del Municipio de Pasto la deman­da de nulidad de las Resoluciones del Concejo donde se declaraba que el señor Fernando Medina estaba obligado a pa­gar el canon respectivo de arrendamien­to de las aguas del acueducto público, empleadas por la empre a de baños. El alegato del señor Personero y la senten­cia del Magistrado doctor José Maria Moncayo Candia, son pieza de mérito jurídico indiscutible. Allí se agota la ma­teria. Es el primer juicio sobre aguas que triunfa el Di ·trito, de entre los propues­tos por particulare ~ en este año. Ya se ve que triunfará en los demás. Con esto puede asegurar e que después de poco la ciudad tendrá agnas puras para us moradores, pues la victoria del Munici­pio al respecto significa la higienización de las a()'uas y la cxtricción de una de las causa principales de la fiebre tifoi­dea. Reciban nuestro sincero parabién el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 168 COLOMBIA Magistrado doctor Moncayo, el Honora­ble Concejo y el señor Personero. Obsequio Con sumo placer hemos sido informa­dos de que el Comandante del Regimien­to Boyacá acantonado en esta Plaza, Co­ronel Jesús Sanabria, ha ordenado al se­ñor Director de la Banda Militar, dé los primeros sábados de cada mes, una retre­ta frente al edificio que ocupa el Club Union, como un rasgo de simpatías ha­cia el primer centro cultural de nuestra sociedad. En cumplimiento de dicha or­den el 1" del que cursa, se dió la prime­ra retreta y después de ella los músicos fueron atendidos con exquisita galanura Nümero suelto por una gran parte de sus miembros en especial por su digno Presidente señor don Manuel María Navarrete, quién en nombre de dicha lnstitucion ofreció a nuestra Banda, atriles de hierro para cam­biarlos con los de madera que ahora usan. Enviamos nuestra enhorabuena al señor Navarrete y por su conducto a todos los miembros de es:1 Corporación, por la oferta hecha a la Banda y ojalá que pron­to la veamos convertida en una rea­lidad. 00000000000000 Editorial de Díaz del Castillo y Cía. Nútnero a trazado .......................................... .. ..................... . $ 0,10 " 0,20 , 1,00 Suscripción de 12 números, déntro y fuera de la ciudad Suscripción de 12 números, fuera de la República ...... TARIFA DB AVISOS 1,20 Una página.................. $ 1,50 Avisos intercalados entre los Media página.............. , 0,75 artículos, 1 centavo por palabro. Cuarto de página....... , 0,40 Página exterior, carátula$ 2,00. \ La colaboración literaria será solicitada. 1 Se admite colaboración gráfica de interés general. El autor es el único responsable de los conceptos C[UC emita en sus csc1 itos, para ello se exige la firma responsable 1 Las suscripciones se reparten dos !1oras antes del voceo. \ . Para todo lo relacionado con la Revista, dirigirse al Director. ' \_/légrafo ·::;~Apartad~/ N' 4 _) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ./ - B~B~BB~~~.B~~~~~B~~ 1I M. . ENITEZI COMERCIANTE Y COMISIONISTA I ~ Agencias y Representaciones ~ I TU~!~~=~~~~~BIA I ~ Casilla nunlcro 39 ~ f)O(1 l5O

Compartir este contenido

Colombia: revista mensual ilustrada - N. 7

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

¡Disfruta más de la BDB!

Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.

Afíliate

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

Compartir este contenido

Alegato presentado ante la Corte Suprema de Justicia: por la parte de los señores Diego e Ignacio Rivas, en el pleito que les han promovido los señores Tomás Leiva i Hermanos

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

¿Eliminar esta reseña?