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Manizales - Centro # 217

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  • Autor
  • Año de publicación 1989
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Carlos Pineda Núñez, "Manizales - Centro # 217", Manizales (Colombia):-, 1989. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2078824/), el día 2025-05-06.

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30 días de acuarela

Por: | Fecha: 09/04/1859

• AÑO II. • UAI. 51. B.evista quincenal para los Estados. mé~ri"o decimal," _que tan grande aceptacion ha ¿De qué e ha hablatlo .)n e to quince dias cu tentdo por su clar~dad, s~ncille?; i precision, se Bogotá? En priln Pt' lu o-ar i rn u i e peciallnen te de oc u pa en la red ac 1 on de otras varia~ obrita. üti­la revolncion de 'antander, que todo , todos con- les par, la in truccion de los niiio ... Ya ha publi­Jen n: uno· por principio, i lo rnas porque una re - cado su. " Leccione de tnoral cri~liana," totna­' rol ucion, cualquiera que ""ea,ju~tá o inju "'ta ,ea da "'11 su n ayor parte de la. que escribió en que triunfe o que pierda diríjala quien la dirijier e , fr, nces l\Iichelot, i poniendo esta tnatcrin, con e u na fu en te de n1ales ,rara l pueblo en tero. ~ celen te tnétodo, al alea nce de t odas las edades . Esto ~\ridenle: véase pues, si V< rno. errados < .. Parece estraíio que no haya existido hasta los que no qu e r en10"' la re\·olucion, obretotln ahora entre no~otros un texto de tnoral apropó­aquellos que' ivitno · Je nue tro trabajo, i de. ea- ~ito para la" escuelas prirnarias, pero así es, por­mas el progre.-o jeneral d 1 pais; progreso, cuyo que Pl tratado que e~cribió nue .. tro cotnpatriota resultado corn pi ejo se re u rne en el de la 1 ~tras. , l señor l~ rb eleo n Pinzan, aunque cscelente, Ps Bajo e te a pecto~ pue~, no . e estrafará que no- de:nasiaclo estenso para los principiantes; i el sotro eamos eterno i decididos defen"'orcs Je la compendio que publicó hace ya mas de veinte paz. Por fortuna hai esperanza de que la revo- año"' el granadino Rafa el lVIaria \ 'ázq uez, no es lucion de antander se disipe pronto, que si no bastante conciso i llano para el rnisrno objeto. No fuere a t, i aquella triunfara sobre el gobiernP.la recordan1os que en )a r ueya Granada se haya conflagracion jeneral en la Confederncion -.;ería rublinado a1gun otro libro sobre e ta importante inevitable, s gun el ~entir de la jente previsora. rnateria. '' Dios sal ve la [{epú blica!" I..Ja · l ~c ciones del señor Belver reunen todas ~ De qu é otras cosa se ha l1a blado ? De los él o- las e i rcu nstanc ia que las hacen aceptabl e ~ en las cuente~ "ertnones del pacl1·e Paul en San Cárlos: escuelas, i por lo rnismo nos ntrev(:ltno a reco­no ha habido ca~i quien no haya asi._tido a ellos, tn endarla .. a los directores de los e tablecirnientos i quien no haya salido encantado de la uulzura de de ducacion de árnbos sexos, i a los padres de ~ su ,. o z, J a a fa b i J id a d de .. u s n1 a n era , 1 a fu e r z a de fa n1 i Ji a en j en era l. su Plocuencia i P.} juicio de. u di cur. o. Este jó- r ue tro periódico se cree en el deber de hac e r ven je ... uita es compatriota nuestro, cuenta cunn- esta ju:ta i C!'pont5nea recon1endaeiun, porque, do rnas treinta año .. , i es, en nuestro concepto,un si· ~ ntlo él destjnado especialrnente al bello sexo, personaje que honra en surno grado al clero gra - cuya tnision es la de inculcar en los niños las pri­nadino. rnera nociones de la tnoral i fonnar desde t e m- Han n1uerto muchos sacerdot ~ en e tos dias; i pl'ano sns corazones, nu est ras lectoras d ebe n ver esto ha dado no poco pábulo a la con\rer:iacion de con aprecio el trabaj o n1ui útil de que lPs damos nuestra ,..:ociednd: que,e:;ca sa por cierto ele a"'unto~ cu e nta. con qué alime ntarla, echa. tnano de los ac onteci - El tnistno ~efior o]ve r, consagrado hace nlu­mientos n1as naturales de la vida pública, i nun cho ti Ptnpo a la honrosa i noble prof<>sion cle ins­privada, sin de, prender - e de ello~ ha .. ta no hab er- titulor con oc<~ prricticanH·~nte, a fuPrza de obser­les daJo rnil i tnil jiro , i atribnídole ~mil i n1i l \·acion, el 1n ejo r ... i~t e tna para Ja enseñanza en causas, que, por su diversidad, son una tnn, ab- s toJos f-'lls ratnos, i se ha dedicado a 11enar los surdas que otras. ~ va cios que se notan en los texto jeneralmente l\1Iucho han con1padecido la~ ~eñoras sobreto· < adoptados, lo grando mui buen éx ito en u Acade­clo la muerte del señor "\Tic en le .Herrera, jó~:en a n1 ia. Sabernos que tiene r edactad a u na Gran1ática quien la pren~a de án1bos partidos, los partes :nis- de la Jeno-ua castellana, senciiJí itna, i adecuada mos de sus ene1nigo., han colocado en la catego- por lo rnisrno para las pritneras lecciones. Cono­ría de los séres superiores con1o hombre pri- cetnos de e~te trabajo un tratado especial, que es vado, con1o héroe, corno poeta, corno intelijente el'' 1\nálisis lójico de la proposicion," que nos e in ·truido. Se sacrjficó con denuedo en las aras parece intnejorable. del deber, en defensa de la idea a que habia con- Ta1nbien tiene redactado un escelentc ''l\1étouo sagrado su vida entera : la Confederacion ha per- de e ·c ritura" quP contiene todas las reglas nece­dido, pues, un ciudadano de prirncr órden : su sarias para aprender en poco tien1po, i sin esfuer­jóven viuda i sus huérfanos, han hecho derra- zo a l1ac er una Jetra clara i elegante. mar mares de lágrimas por su suerte. I~a Pro\'i- I-Ietnos r ec ibido d e l autor la novelita titula-dencia los amparará. , da: \ TIENE POR ~tÍ 1 CARGA coN usTED, que apare­En cuanto a producciones litPrarias, nos cotn­placemos en decir que nos ha faltado tiempo pa­ra leer despacio las que se han publicado recien­temente: su abundancia es una prueba positiva de que progresarnos. He aquí las que ma~ han llarnado nue tra atencion : El señor José Belver, director ue la Academia ele la Paz, i autor de la '( Esposicion del sisten1a ció la sernana pa ada en la imprenta dellYuc/eo Liberal. F's orijinal de un bogotano cuyo notn­bre ignoratnos i versa sobre costumbres nacio­nales. 1\.ntes ele c. poner nuestro juicio sobre esta obri­ta, que apé nas hetnos repasado Jijeramente, nos adelantcnnos, como redactores de ]a Biblioteca de Seño ~rit ~7s , a hacer algunas observaciones en favor d '! las da1nas de Bogotá,de las que pudiera juzgarse • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 106 BIBLIOTEC1\ DE sETTORI"r 1\ . mal en l os Estados de ]a Confederncion i fuera de nuestro mns querido poeta, i que· fueron publica- ' ' 5 d 1 " l\I . ' ellos por la lectura de dicha novel a. 1 las hace- dos en el nutnPro 1 c. e ... ' osaJco. mos 'porque el asunto de ~u crítica son "111u- " Anda siempre a trotccito jere de saya de gró, qu e llevan c1iadas con ricos < 1 ulzanJo el traje l\ anuela, tapetes a la igle siii :" i porque a lo último se lee: ~ Por mo~lrar una arantlda "E, ta es la hi~toria de Bogotá.'' I un dobladillo de ojito. Cree1nos por otra parte que en la citada novela " A trote largo Aniceta hai algunas exajeraciones, cotno es la Je hallar-- e < Recorre media ciudad; las señoras en los altozanos n las dos de la rnaña- ' 1 va diciendo : 1nira<.l na, i otras muchas que no citamo. por no herir ~ Este encaje de a peseta! el decoro de nuestras lectoras. ~ " Corre lnes cual cervatillo rfampoco aprobamos la burlona crítica que se · A quien persiguen cien canes , le hace en la novela al predicador de Begotá ''que I les dice a los ga lan E· .. : imprime sus sertnones," pues, cuando 1nénos, nos S l\Jiirad este dobladilJo! parece falta de caridad. ~ " Pierde Juana la chaYeta; Repetimos que es nuestro objeto en estas líneas ( r, mas ancha que un paraguas, evitar un juicio equivocado sobre lns señoras \ T a n1 o strando unas enáguas de Bogotá, que es lo misrno que decir sobre su so- ~ Con ramos de cadeneta. · ciedad entera; i sobretodo hoi, qu e se mandan de ) " Atropellando corrillos, los Estados tantos niños i niñas a recibir su edu- ~ 1 con un aire salvaje, cacion en la capital. ~ O,tenta Chepa un encaje En otra ocasion nos oouparflmos detenidamen- , Que le costó a tres cuartillos. te sobre el mérito lite : ario de la obrita en e u es- " Diez mil veces pasa el caño tion. Por lo detnas el público la juzgará: si e te, Rufa, ¡ se esceue en el uso; único juez competente en m ·1 teria tan delicada ~ Porque en sus enáguas puso como la que se ha emprendido en esta obra, la > Todas las barbas de un paño. aprueba, el autor, estirnulaclo, seguirá con ma > ce iñas, no n1 as trotecito, brío en sus trabaj os : si no, sabrá que nece ita 2 Andar despacio es n 1 ejor; darles otro rumbo, sin desrnay ar por eso ; i en 1 1 vale mas el pudor ámbos casos ganará la literatura nacional. En Que un dobladillo idente ! ~ Dean don Gazpar Arins ~1aldonado, que hacia de abajo el marque r no lo quere1nos! Viva nues- ~ sobrestante. Un espectáculo con1o este conmovió tro an1ado l)a ... tor! no tnas per ecuciones a la ) e~ traordinariatnente a toJo el pueblo que, aparte Presidente! A la casa del PresidPnte! .gritaban autoridad ec!P"iJslica, an1aba tiernamente a su otros, sí ! fu ego ! fu ego ! . . . • . • . I los oleajes de 1 bueno i j e n ero , o P re 1a do. pueblo crecian por rnomentos, i se dü ijian a la Este, por su parte, tan pronto como tuvo noti­casa del Presidente, oyéndo 'e un sordo ru1nor en cía del escándalo del Pre~idente i de la actitud )a plaza. i sus inrr1ediaciones. atnenazante que babia tomado el pueblo, que -I cuál era la causa de tan estraño alboroto arnaguba atacar el rnistno palacio, corrió desalado, en aquellos tiempos Üe octaviana paz? i atrav~'esando con dificultad por entre los espesos -~ué habia cle ser! que el Presidente se opo- grupos, exhortó al pueblo con ~nerjía, con emo­nia tenazmente a que se hici{:\se el altozano de la cion, i aun con lágrimas en los OJos, a que se cal­iglesia, porque dizque afeaba la plaza e impeditt mase, i al fin logró persuaditle a que se retirase el paso de su carroza cuando iba de paseo por la de allí. l{eprendió severamente a los eclesiásti­calle de 1ne1·cade'res, despues llarnada la calle real, c0s, afeándoles su celo indiscreto que tan graves i posteriormente cr,¿/le del comercio. . ~ males puJo haber OL' a:sionado, i lleno su corazon Era don " 'a n eh o J ir o n hombre dí se o l o i J e á o· ri o de n m a r gura, 5 e re ti r ó t a 1 n bien a su e a'"' a, i de a 11 í o . jenio, i ya llovia sobre n•ojado, pues las di~encio- tnarchó a pocos di as a la \li lla de Le1va, donde nes i contjendas entre él i el arzobi po venian tnu1·ió, cual otro l\1osquera, injustatnente perse­< lesde muí a tras. J.:ralo entónces el americano don gai ,.lo por su implacable enen1igo. Bernardino Almanza, cuyo primer cuidado, apé- ~ De e:ste modo cel:>Ó una tormenta que pudo ha­nas ocupó la sede vacante, fué procurar con e•n- > ber aparejado tna les de grano e trascendencia. peño la continua~ion i conclusivo de la obra de fa I ahora; volviendo a nuestro asunto pr~nci~al i al Catedral pritnitiva suspendida hacia muchos años intt~Iesante grupo de que no ... hen1os cast olvidado, por la quiebra que' en 160,000 pesos hicieron el es de notar~e. que el espil·i~u. de caridad i dulz~ra rematador i sus fiadores. lVIuertc) en una ~acería que caractenzaba a las 1n1 Ione-- de estos pa1se8 por los páramos de U .. n1e el arzobispo Zapata, no potlia jmpedir que aun los mi tnos empleados que tanto irnpulso había dado a la fábrica, esta que servian en ellas, corno ausiliares de sus tra­habia quedado in statu quo hasta la llt»o-ada del bajos, corneticsen repetidos i bárbaros abusos de señor Alrnanza. o ~ que en \·an0 se q uej aban an1argamente Jos após- A poco tiempo, con1o he dicho, de haber en- toles del evanje_lio; i para l.o~ c_uales !l~ hallaban trado en el ejercicio de sus funciones, cornenzo a hutnano ren1ed1o. La cod1c1a 1 ambtcion de los dietar prov id encías para continuar e 1 trabajo, i ad rni n istrad ·)res i mayordomos .de. las ha~iend~s visitaba diariatnente la fábrica, esti1nulando con de las tnision , el desenfreno 1 v1da setn1salva¡e su presencia i dulces palahras a los obreros. a que e~ taban ~abit~ados los encomende:os, due· Concluida la única torre que entónces tenia lá > ños de tierras 1 fundadores de pueblos, 1 en fin, Catedral, etnprendió la tan disputada ob~a del al- ~ todo linaje de intereses persqnales i de bajas pa- - ' ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lú sion es bacian p unto n 1énos qu e impos i ble l a re- ~ ra da a e · t as 1~e l a c ie ne s tr ad ic i o nal e un barniz d e duc c i o n, d i gátno ·]o a s í, no ya solo d e las t ribus S x aJ e r acion g u c l as h ace p e rde r rnu c ho, p e r o qu e e r r ant e s , sin o el e l os 1n i , 1n os e r i s ti anos . no e '"' d e l t o d o in\' e r os í mi l. ] •, t e pro e eJ e r duro i atentator i o no ha e i a in o I r o fu é este , e o n1 o h e di e h o, e 1 ti ni e o a a 1 t o e n en c en de r tnas i n1as e l od i o, i arr a igar el r<-- n co r i qu e la mad r e de helrna tu vo q u e s p e r i rn E~ ntar ant ipatía de Jos indios cont l' a l os b1anco~, i tnui la c ru e luad de l os q u e se lla tnaba n c i v il izad o r e s. espl'Cia (m e nte contr a los O l T ' jid o res d e los nu e - Estando y·a c r cid a l a li n d a m e tiza , f u é so rpr e n­vos pueblos i s us d e p e ndi e nt e· . ¡ C uántas v eces el ida nu e van1e n te la ranc h ería una n oc h e , a fa vo r no f u é oríjcn d e san g r iento c onfli c tos, d e v i o l e n- ~ de las t inieb l a ", di. per::,o o ase ina dos l o s indíje-i as i d e pr e dac i on e s la conducta. irreg ular i ej a- 1 nas, nr r eb a tada.. algu n as t u u je r <:'s , i r o bad os sus t o ria de es ! o s! Ya e ra qu e l o s d es pojaban d e u~ p ocos ut e n s i l i os i p la ntac i o n s . A l a b andonar los t i e rras e in c ipi e ntes l abranza , ya que los enga- blancos e l campo de s u g l o r io sas fa zaña s , qu e da­ñaban en s us tratos, ~ya finalrn e nt e qu ~ le s arr e - r o n t e ndidos e n e l ·u el o v ari os c u e r pos, e ntr e e l1 o s bata b a n a v i va f n e r z a sus r: u Cl l i e h a s, ( n o t n b r e i n · 1 os de d os es paño 1 .) s ; i e u anuo la l u z de 1 di a vino d í j e na e o n qu e d e s i g n a n in d i s ti n tan 1 P n te a toda s a i l u 1 n in a r este- e u a el ro <.le d es o 1 a e i on , se vi ó a la las jóve n es). Oc as i o n hubo ~ i n o una so la, e n q ue , n1adr e de . heJrna e .... ánixne , c u b ie rt a ue s an g re i áveri gu and o d o n de ran c haban al g un as fatn i lia s o acfi b ill a da d e h er i da •••• parc ialid a d t s , iba J e n oc b e i e n i j i l o una parti d a En l o · prirneros tnome nt os d e terr o r i sorpresa d ~ blan c o s i, c a ye n ' lo r e p e n tin a 1n e n te so bre e 1l o s, Shelrna ha b ia hu i do, pe r seg ui d a tal vez por Jos l o s rn;ltaban ~in cotnpu ·-i o n, l Ps d e . .; p ojaba n, i ~e S carni ce r o s en e tnigos de su raza, i, se parada de ] levaban sus 1nu je r e s i :sus hij os para s e r v irs e de u rnadrt.) , que ta rnbi e u h ui a , n o pudo r e unirse con e ll os , o pa r a \-e nd e r l os , a vec e s hasta por e l ínfi - ~ ella en el r e~ t o d e Ja n oc h e ; p e ro al alba del si­lH O p r ecio cie d i e ? p e sos . g uiente dia, c uand o ya t o d o e~t aba en calrna, voi- R efi e r e; n las t radici o n t? de aqu e ilas cosnarcas vió e n su busca, i a p oc a dist a nc ia d e l lu g a¡· de q u e en ti <:'rnpo d e un C o rrej i do r C a yze do e co- su ranch e r í a la h a lló t e ndi da e n e l s u e lú, en el tn e ti e ron 1n il viu !e n c in , e n G uanap a lo i otr o s pu e - estado q u e hetnos d ic h o. La p ér dida de san g re b l os, al ~jando a s í d e la vida ~o c ial a muchas fa - qu e bro t aba de ~ u s l1e ri das la habia e stenuado In il i as cl e a q u e 11 o s d ó e i 1 e s in d ¡ j e n a s ; i a u n s e hasta el p u n t o J e d u d a r s i y i v i a , p e ro la bue n a cn e n ta qu e P 1 adrn i n i:strador u o n ~ l o n~o d e V á r- hija, 11 oro a i afl ij ida, la l e v a ntó co mo pudo i la ga~ , c o n la tr opa que e nt ó nc e s l latnauan de es col t a, c o n d ujo , c as i arrastra ndo ha s ta la o rilla de un ria­i qu e no serv i a .· ino para hacer daño, ma t ó en u n a chuelo , e n c u yas tur h ia ag u ns la\' Ó sus heridas, i soJa n o c he tnas d e 300 indi o s de án1 b o s s e xo.... donde la dejó a la so m bra de uno arbustos, para E t as d e p r e daciones t e n ian por pretes t o, con1o i r en olici tu d de aus ili o. H a1ló e n e f e cto un cora­en 1n u c h os otros lugares, el qu e no se p2gaba zon co n1 p as iv o , qu e tarn L ie n l os hai aun entre los su s u e l do a l os Co tTt-!jidore s i <.l e rnas e tnpl e ado. , a]vajes, i f ué e l m is mo qu e ya h e m o s vi to figu­i qu e este era ta n exig uo qu e n o l es bastaba pa r a r ar e n !os g.:upo agres t e s que c o n brocha gorda ate nd er a s u s ub .. ist e n c ia. he dibuj a do- e l co n d u c tor d e la curiara que nau- Aquí ti e n e uste d , p u es , esplic a do e l oríjen de fr agó co n e l 1nis io n e r o , i qu e andaba tambien fu­S h e lma i d e In. desgrac.ia de s u rua cl r e . P o r poca ji t iv o p o r a q u ellos co n t orn o s. p e r spica c ia q u e u t ed tenga, y a hab 1 á a d iv inado Sea dich o <.l e paso, si ya no lo he apuntado, q u e e ta m uje t· f u é . t ri s te víc ti ma de esas abo rni- que es t a s vi o le ncias traían de v e z en cuando jus­na b l es i nva i one., en tnas de unn oc a sion . l ~ n tas r e p re ~ alia de parte de Jo s indíj e nas, que na­efec t o , sie n do jóven t o dav í a, cayó e n p o der d e los t u r a1 m e n te a ns iaban v e ng ar tantas injurias; i de ra paces español e s <"]U e habitaban é n la hacienda aqu í l a f runa de fe r o cidad qu e s e daba a esta tri­d e G r a v o i su in tn e dincio n e s, i arrebatada, e n l a b u , va li e nt e , p e ro d o tada <.l e b u e nos instintos, i o sc uri dad de l a noch e , d e sp u es cle habe r v i ... t o que n o e r a antr opófa g a, ni adoraba ídolos mate­a e "Tn ados crue l :n e nte a su~ parientes, fué cond u- riaJes, c irc un s tan c ia s que po r sí solas son ya un c i cl a a la ca ·a d e l liviano Corr ejidor donde est e l a gran d e eJojio s u yo . E -- d e cree rs e que i a los tn a n tu y· o p r is ion e r n e n su s t' r r a 11 o d u r a n t e e in e o P s fu e r z o de 1 os D ) i s i o n er o s s e hu bi e s e unid o un - d i a . P u do f u g a r de allí con otro indíjenas i vol - tr .. t o bl an d o i cariño so de parte de l o s otros blan­vió e n bu "' ca. d e sus ran c h e r í a ·, pero olo h a lla - · os q u e e n aqu e ll as c o tnarc as s e ha b ían e stable­r o n los tr i "' t e s v e stij ios d e ellas , pues habían sido ciclo, la completa r ed u ccio n de n1 i les d e hombres i ncencJjadns i saqu e adas. e r r a n tes en ellas h abri a s i do cosa ll a na i hacerle- P oco ti e tnpo d esp u e s naijió una niña, a q e i e n ra, i obra ta l vez t!e pocos afio s . pu so p o r n ornb r c Sheltn a, que en s u i d ioma qn i e - I nfa rne er a es ta raza d e fieras q u e no de cris­r e d eci r , in f el i z, cu i tada, tníse r a .•••• porqu e , en t iano, in te rrurnpí ~yo , in p ode r co nt e n e rme. A efect o , e ra h ija d e l a d e. grac i a ; p e r o ¡ cuánto Ps t a co n d u c ta h ostil de l o s c o nqu is tadores de'ben d eb ió e ll a celeb r a r en l o suces iv o esa d esgracia atr i b u ir ... e las cuatro quintas partes d e l odio que qn e ] e p1·oporc i o nó u na h ija. clPjenerada de ~u ra - contra ellos ab ri g aban l o s abo ríjenes. Ciertatnen­z n, d t,tad· de blandos in s tintos, de inte Jijencia i t e , in sali r d ~ Jr, his t or ia d e nu e stros propios ho­dul ce cat· á c te r, i q u e fué s u apoyo su prot e ctor, g arE' ., da lás t irn a v e r có m o despues del recibi­s u g u in ! L a luz de s u razon; dé bi I i (.l nervada tll Ítl n to je n e r oso , ama b l e , i a un g alante, que hi­po r n a t u r alc.aza , no <:staba sinernbargo tarfl ofus- cier o n los c h ibc ba a la je n te de 4_ue'"' ada, el zipa c ada qu e no co n oc iese i np rec i ase es t e b i e n , g r a n- reinante fué t rai do ran .e nt e ase~ inado en su casa d e aun p a ra un es túpi d o sa l vaje . - de rec r e o p o r r o barlo; i su sucesor murió en la . N un ca S é sepa ró la niña del lado d e s u rnadre , pr i,... i o n, d o nde se vió cargado de cadenas durante i cuando ll e gó el dia de nuevas d e s g t·acias, des- l a r go s años. pl egó e se esp íritu i e s a fuerza moral, cuya pintu- 1 aun en nuestros días, ayer puede decir&e ¿no • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 131 J3I .J • 1 9 han ·id o ata cada~ al g una ~ tri bu i no D n si vas de 1 { 1\. q u í e :s de a d ver ti rs e que e 1 p n d re I~ é 1 i x p u d o Opon por vengar a tonta~ i ~loe~ la~ violehcia ~ di -- tinguir 1_>e r f~ ctan1ente las cicatrico~ , P.orque en­comettda por al o· u nos 1nd 10 a1 ·lados dt1 otra ~ tre e tos 1 nd ÍJ~nas no acostu rn bran ptn tar ' e el parcialidad e di tintas contra la ... per ona que e cuerpo con color c~ s e. travagantes, sino los j e fes i habian e · tabl cid o e n las ~ lva , del ~a l'are ? Que p e rsonas principal s, conlo e:-n s ~ña l de distincion; ' ·a tribus "O ll f, ci]es de r t"ld u cir por tn \dio pa- i pura eYitar las picaduras el~ los m osq uitos, de e í fi e o ", 1 o probó ha-.; la J a e \Ti den e i a i e o n h e eh os q u e tan lo a b u n dan las in nt P di a e iones de aquellos repetido ~ , el ilustre i nun c n. bien latncn taJo com- rí os, se untan lijeratnente la piel con un aceite patriota nu es tro doctor "é ~p ede . in co loro i trasparente, pero de un o1o r mui agra- Pero pido a u t e d perdon por haberlo int e rrum- d?ble, que e .. tra en de cier ta paltna, i e u ya efica-p ido en lo rn eJ·o r d e l cu ento i le rueoo prosiaa ~u c1a es tal que les basta renovar la operac1on cada ) b o d d l. relacion. os o tr es rn ese .. , para preservarse e os Insectos, -El ju()"o continuó el anciano de cierta plantas i e to aun .cuando s~ ~añen en el ag~~· . d . 0d ' , . 1 . Detern11nado el VIaJe al valle Je 1 ere b~nto por e '1rtu es ~ ee r las que aquellos 1n c l Jena~ cono- . b h d "fl 1 cían, i de que se proy·eyero n heln1a i su an1i go, ti e rra, pue. por agua presenta. a tnu c as • cu-r tl 1 1 · 1 .. 0 1 1 l Id d r t tad es, se h1c1eron lo s preparallvos para la trasla- ~~ .'ca 0 a as 1 .erHf¡a~ le ~ 1~ 0 Jre Ja a a, .e 1 " a- cio n de la tullida . Construyose una espPcie de na1on la. an g re tia o tta ec1eron, aunque n1u1 e n- b b 1 b . · d ,. b 1 tamente. Era pr ec i~ o buscar ante todo un refujio . ar a<:?a con pa os, . ej~COS 1 ramas e ar o es, seguro, i no creyendo prud ente volver a la anti- 1 cubr•en~lol~ .con hojas e e pa ma, colocaron en uua ranchería con oc ida del en e rni l'To i abando- e lla a la Jnval~ua, de pues d e ~aberla sacado con ~ada ya totalr:.ente de l os dema indíj~na~, e r e - no P? CO trabajo, rr es para salir; d~ la Jue~a era solvió por indicacion d e Juan (q u e a í llarnaren1o pr~ci ·o t 1 r epl ar 1 por. adroca, agl arran odse e a guna 1 .s ·1· · , ll ... d ) ra1c e o 1e ec 10s, 1 ar un argo ro eo, con pe t- a n u e~ t ro a u - ¡ 1 a r , 1 q u e as 1 se runo · "p u e .. d b 1 t b t · d t b 1 t d · r 1 d gro e r es a ar : an o ru1 a es a a a en ra a conducir a la. enterrna a a ca ver na que que a _ . . . d ·t · · 11 b" d b" t por un en maranado 1 es pe o bosque, p1edras 1 ~· crt a, 1 que e 1~ !a esc uhl elr o en lsut ~urr_~- tronco que no era fácil remover. ra as : lugar a propos tto p o r a lar . e a aongo u e ' , . . l · .• · · f d 1 1 d 1 I-I e aqu1 r ep rodu c rda, aunque mas tntere ante a IDU'aua CUl'lOSa 1 u era e a ·nnce e Clla - · y· ·· · · · ' ru · d" · 1 1 por su natural eza , la e cena de Pablo 1 trJlnia quiera per~ecuct o ~,. tan esco n l. J o 1 lsllnu a( o qu e el tierno i sensible Bernardin de aint-Pierre estaba por la espe .. 1s1ma tnal e za 1 grue os troncos . t 1 1 'bl · d. q ue ocultaban su entrada. ~os pul a con co o r '.ls an apac1 es;. 1 . tgo mdas . . . . Int e resan t e p orq u e las d os figuras principales e Gran trabaJO 1 fat1ga .l e s costo _Jle,~ arla hasta aqu e l grande idilio s o n dos niños, alrnas inocen-aqu el antro qu_e en otro t1 e mpo hab1~ st~o proba- t es que se atnan sin saber por qué, que estra­blerraen~ e guarada de. fiera , s~gun lo tndJcaban los viados en l os bo'3ques de u n a isla, no comprenden huesos 1 otros despOJOS d.e al)unal es, de qu e e~ta- su desgracia, ni conocen el peligro, ni sienten mas ~a lleno, aunque ya cu}ltertos po•~ , u.na capa de ~ v erse -olos en el d sierto que pudi e ran sentirlo ta ~ rra. Ent_re estos hallo el P?dre .B_el u~ una tnan- dos t ortol illas amantes que en cualquiera parte d1bula de ttgre que se conoc1 habla ~tuo rota tal hacen su nido, que donde quiera hallan dulces ' vez en algun cornbate con otra fi e ra, 1 que se ha- sus caricias i bel lo su arnor. Pero en Ja escena bi~ soldado nat~ra~mente ; cu ~· iosidad que tuvo patéti ca de que hablamos, mui anterior a ]a cutdado de recoJer 1 llevar cons1go para su tnuseo otra ¡ que 110 tiene de con1 un con ella sino / . ( ) rustJco. las decoraciones, se llevaba como en triunfo a la Restablecióse al fin por entero, pero con gran desgracia personificada ; a la futura cristiana, do 1 o r de he 1 m a se vi ó qu e u pobre madr e no <.1 os ve e es m á rti t•, porqu e lo fu é en 1 a vid a i en 1 a podía hacet· uso de las piernas i que estaba con1 - mu ert e ; •.•. a la nueva catecúm e na que, saliendo pletamente tullida. En efecto, cuando el padre de las tini eblas d e los ojos i d e las tinieblas del I~,étix, saliendo con sus an1igns a la claridad dF·d al rna, a la luz del sol i a la luz de la fé~ era en ese sol la exatninó mas de. pacio, r eparó las rnu chas 1non1 ento una e .. pecie de imaje n d e aquella pobre cicatric es d~ que estaba cubierta, todas de able per egu ida que jirnió tan largo ti e mpo en las ca­u otra arnta cortante : una de ellas le bajaba des- tacurnbas de Rotna para sal1r d esp ues triunfante de el carrillo izqni erdu ha ta cerca del hornbro, al Capitolio a coronarse r eina dt·d univ e rso! que contribuía a hacer rnas horrorosa ~u fi~o:1o- ~ S·~ria ciertarnente un espectáculo contnovedor 111ía, de~figurándola enterarnente el r os tro; otra ~ i digno del pincel del g ran p oe ta cle la natural~­tenia en las espaldas; dos en la cad e ra derecha, za v·er esa eatna rústi ca , adornada con flores sil­que pro bablemente habian sido la cau.:;a d e su v e~t r es , andando con1o u na sa nta procesion por inhabilitacion para continuar huy·e ndo; i final- el silencioso d e s ierto , i haci~nuo alto a cada paso mente ••••. no puede J~ e n sa rse ~n esto sin ~o - para d escansar, para abrir una senda, p<1ra de pe­rror! ••••.• una. vez ca1da por tterra, la habtan jar e l carnino d<~ los estorvoc;; que s~ pres e ntaban ... desjarretado bárbaran1ente!.. • • Ya la levantaban en hombro· Shehna i su hertna- .... o es pos1ble conc e bir cómo aqu e lla mujer no, rnar chanclo tlelante de ellos el.tni 'io n :-.ro con babia podido sobre\'ivir a tanto daño hecho e n su un gran borclon '.) n ~rma de cruz, 1 deteniendo ·e cuerpo, pues, aunque nin gu na de las h e ridas era de tr ec ho e n trecho, como esforzado gastado r, mui profunda, la sola emision de sangre durante para se parar las cn reda c~ e ra .. qu e se.apostaba n en una noche entera habria sido ~ufici e nt e para con- el catnino, tni én tra s r e ~ttaba a rn e~ha voz un .sal­cluir con el hornbre nuts robusto. Estando Jra, mo, o un himno de .a~eton de gractas; ya deJaba pues, instalada allí, Shelma i su hern1ano, que tal este'" u papel <.le guHl 1 c o nductor para reernplazar pudiera llamarse con razon, le llevaban los ali- a Sheltna o a Juan,to~nando sob~·e ~~ .. hon1?.ros In. mentos i la cuidaban con filial esmero. posada carga, qu e a el le par ees a liJ ra, nHentrns • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 110 el que quedaba libre ntarchaba adelante para ? llos seres afortunados, poniéndoles un nombre preparar el camino. ~ cristiano. Llegan en fin a su d~stino, jadeando Je fatiga, l\1iéntras esta escena divina pasaba en el nue-sedientos, cubiertos de sudor, las rnanos i piés vo 1\~ r eb into, otra cnteratnente diferente tenia !u­desgarrados por las espina i estacas del catnino. gar en 'l'ocaría. Concertando los ofendidos indí­Al oir Jos prirneros murtnullos del arroyuelo cris- jenas. u terrible venganza, llena la medida de talino que circunda su valle querido, todos los de ; sus sufritnientos, agotada su paciencia, se reunen la comitiva se miran con placer. Hace alto por tnas de quinientos hornbres de guerra i resuelven última vez el carro triunfal; sus conductores co- atacar simultáuearnente todos los puntos donde rren anhelosos a apagar Ja sed, i vuelven u su hai blancos establecidos. Armanse con sus terri­puesto, trayendo agua en una cuenca para la po- bies maza.s i 1nacanas, con ílechas envenenadas, bre tullida, que, con las tnanos puestas sobre los hondas i dernas instrutnentos de n1uerte que roa­ojos, parece deslumbrada por la intensidad de la nejan con destreza, i al grito de guerra caen siji­luz del sol. losan1ente en alta noche sobre los desapercibidos Algunos de Jos pocos indíjenas que vi\'en allí españoles. Invaden los térn1inos de Ja hacienda con el P. Felix, o que vienen a visitarlo, salen a de Tocaría, i atacan las habitaciones con empu­su encuentro con demoslt aciones de al egr ía, i je furibundo. La sorpresa, ]a oscuridad, la alga­quedan sorprendidos a la vista de aqu e l espectá- zara ponen en confusion a su habitantes, que al culo, cuya cau a ignoran. Los rnismos loros i principio quieren huir, pero hallándose rodeados guacama:yas que el P. Felix habia domesticado por todas partes i atacauos con furia salvaje, se parecen saludarlos i darles la bienvenida con su ven forzados a resistir i tlefender su vida a todo inocente algazara. Prepárase alojan1iento conve- trance. Re.·isten en efecto, i la mortandad es gran­niente para al nuevo hu é sped ; Shelma se queda ~ de ~ntre los indíjenas; pero esto tnistno, léjos de allí establecida definitivamente con su madre, acobardarlos, aumenta su furor, i haciendo un con Juan i algunos otros ind íjen as ; i las cosas esfuerzo, el últitno que ha de decidir finalmente vuelven a seguir su curso ordinario. de su suerte, arrollan a sus enemigos. La sangre Los dejart-»mos descansar algunos dias, durante corr e por todas partes, los alaridos ensordecen a los cuales el P. Felix hace los preparatiyos para ~ los cotnbatientes, los golpes resuenan por donde la gran fiesta en que l1an de recibir el bautismo ? quiera, i por último, una inmensa Jla1na que se solemnemente todos los individuos de su naciente ~ eleva en los aires, voraz, destructora, vienP, a ilu­colonia. In"'trúyelos con bondad i con paciencia, tninar con rojos resp)andores aquel campo funesto exhórtalos fraternalrnente a amarse los unos a )os de n1uerte i desolacion. Las casas i sementeras otros, como una consecuencia del an1or de Dios ; son consumidas en breve tiempo por el fuego, i inculcal~s el amor a] trabajo, la resignac ion, el no quedan sino los ve ' tijios de ellas : todo perece, perdon de las injurias, el respeto a ]a propiedad. hon1bres, tnujeres, niños, anin1ales •••• ~nséñales, en una palabra, el decálovo, i ]es ha- La venganza de los naturales queda consuma­ce comprender los funtla1nentos de la fe i las ver- da, pero no está satisfecha. Su cólera se ensaña dades cristianas en agradables pláticas fan1iliares, mas i mas, i alguno notnbra el punto de la Saba­gue ellos escuchan atentos i aun con marcada neta .• •• ernocion. Dispérsanse al mornento en partidas, i una de Llega, en fin, el 24 de junio, di a de an Juan ellas se dirije a la ranchería del P. Feli¡x, punto Bautista, i creyendo a los catecúmenos. uficiente- a donde deben completar su obra de esterrninio. mente instruidos i preparados, determina derramar Carninan precipitadan1ente a la luz de las e .. tre­sobre ellos en aqu e l dia las aguas sagradas d e l llas, i ántes de que el sol esté sobre el horizonte bautisn1o i hacerlos entrar de esta manera en el llegan a la entrada del bosquecillo. Penetran en grernio de la lo-le ia. El di a e anunciaba sereno ~ilencio, i cuando están cerca de la capilla, al gr:i­i brillante; tras una aurora tibia i perfutnada el to conocido, todo lo invaden, todo lo destruyen •• sol con1enz:1ba a levantar e a . altos d e entre la el fuego rechina por todas partes i el humo de las tierra, bañando en fu (~go las inm e nsa· llanuras, resinas aromática que allí se queman, se confan· Jo .. bos (¡ue " i Jas lejanísirnas cumbres accidenta- de con el hun1o del incendio •••• les Je los párau.os de Chita ; toc.lo era 1 uz i si len- En el motnento en que invad ian el reciñto sa­cio, los vi e ntos callaban, el éter diáfano i de un grado, el 111i ·ionero completaba su obra santa, azul osruro no re\'elab a la exi~tencia de ningun derramando sobre la cabeza de helma, adornada otro cue1 po cele5te, ni era empañado por el n1as con ' U túnica blanca i con guirnaldas de azahares, leve vapor. las aguas r eJ eneradoras, que le abrian las puertas Al rayar el alba el misionero se pone en ora - del cielo. El apóstol no .. e intitnida: a los gritos cion, pide a Dios Ja gracia i el pertlon de toJo, de los alvajes no responde sino alzando la voz sus p )cado "" , llora i bendice su santa voluntad; gravenaente para irnplorar la mi. ericordia i el au­lnego prepara el rústico altar, i lleno de una san- ~ilio divino , i con. erva su puesto al pié del altar .... ta a1Pgría va a llarnar a sus hijos, i con ellos ton)a Continúa ituperturbab1e la ceremonia, i al ver­flores :-,ÍivestrPs i adorna la }lurnilde ro, el ascenso, In en tnetlio de la angustia i el dolor . Los recien pe nsion, la ac reencia por sunHnistros ••••• ¡ c ien bautizados , todo ind ('fen, os, corren a re uni rse' a g angas p or el e&ttlo ; para los ott os , eJ balazo, su padre. o lamen te Juan, el int r épido J ua n, que e u ando no la rnu erle, u na pierna de rn e nos , i za­ya e l1amaba a ' í, arrebata una eno rn1e n HlZa patero a tu za¡Jr1 to. de manos del prirn e ro que e acerca , i blnndién No v a n105 tan léjos. Vino el jeneral S an tander dola en los aires, e cha por ti erra in sentido una ( 1832 ) a e n carga r~ e d el vi rei na to que Jla tn an la dozena de enemigos ; pero , abrurnac.lo por el n ú- l:> r e~ id en c ia, o e l Pod er Ejt .. cu ti \ro ; Ja re rol u e ion mero, recibe h..ericlas rnortales i espira a pocos de U rdane ta se h a bía olvidado, i ta nto que se e ... - momentos. , t aba ~ya elabo rando la de Sardá ; por co n s i g ui ~nte En medio de esta ~sc ena rá pida i confus a , un ) no cstrañará usted q ue nuestro capitan haya vuel­cuerpo que se desliza por el su elo vi ene a autn n- to i que h a bien u o s ido rev o lu cion ari o, esté, en e 1 tar el grupo de los rnártires •••• Es )a tullida, ) punto a que tocamos <.le esta narrac ion, 1Ja n1atlo al que, haciendo un esfuerzo su pretno, se arras tra .. . . ~ ser v i c io i !t. ego ascendido a sarj e nto-may o r; por­se arrastra como un in 'ecto i vie ne a rno rir tatn- ~ qu e la lista nulitar se escribe con lá piz, se borra bien al pié d e l altar i al ludo d e l mi ionero i de con caucho i el hueco si e rnpre queda para escri­su hija.. • • bir e] mismo nombre, cuando Dios fuere servido El fuego ll ega rujiendo i d evora cuanto encucn- de llamar al poder al partido caido, o de inspirar · tra, pero cuando toca a los cuerpos de los cri tia- al b orrado Ja o pinion del que tnande. nos ya no encuentra sino cadá\·e res .•••. Todos 1 nda, pues, tiene de particular que uno de los habian espirado rodeados d e l 1nisione ro, i al pié pritneros dorningos cl el año de 1833, se vi era en del crucifijo que éste habia arrebahdo del altar ~ la esquina donde á ntes se paraba e l ca pitan, al en los mornentos de la agonía.... , apuesto i bi en parec iJo c01nandante , de grande En la tarde de aquel dia, fllnesto i dichoso a un uniforme, e nlazado entre cordones de oro, con mismo tiempo, el viento cle l urde. .. hacia los mon- charreteras quiteñas de valor considerable, soro­tones de cenizas en el vall e , i, arre batándolos con- brero e lástico de alta pluma carmesí, espada con sigo, parecia quere r d escubrir los restos de nues- borla de oro; franjas, g alon es, cruces, cintas i tros amigos; pero solo hacia brillar tal cual chis- ~ c o nd ecoraci o nes n1il, cuya factura puede pasar pa fujitiva, de los trozos de madera ence ndid os por la cle una ti enda de mercería o quincalla. todavía. Ajitando despues las palmeras i tama- 1\lli madre salió a la puerta de la ti enda i su rindos que rodeaban la espirante hogu era, les mirada se encontró con la d e l cotnandante, reco­arrancaba con rnelancólico chirrido las hojas tos- naciendo en él al capitan de ]as botas , d el fre­tadas i ennegrecidas por el fuego.... CELTA. cuente saludo de interes i ele la carta cuya con-testacion fu é escrita pero no remitida a su J estino, • quedánuose como las producciones de nuestros Una mujer del pueblo. hombres públicos que quieren pasar por esctito- ( Contin1..1acion.) res, si ernpre en borrador, aún despues de publi- . Hagamos con aquellos acontecimientos lo que cadas E sa carta la tengo guardada i espero tna­el Congreso, pasar sobre el los la e ponja del ol- nifestárseJa, si usted me ofre ciere la oca ion -lVli vido legal, i solo tomPmos en cuenta la parte madre palideció i se quitó prontatnente de la ligada al asunto de esta relacion. puerta, mi pad1e Jo notó porque hablaban en l\li padre, como gu,ardia nacional, concurrió a aquellos mome ntos, i Ja turbacion es indisimula­Ja jornada de e; El Santuario," i allí quedó herido ble cuando se habla; al canzaba él su ntuleta para en un~ pie~na, que le atravesa~on c.~m una bal.a ~ s?lir a ver el o~jelo que causaba aque lla impr~­de fustl.; m1 n1aclre fué a traerlo 1 lo h1zo conductr < s1on en su muJer, pero el comandante se hab1a en un guando, cuyo movimie nto, por suave que < <.lado pt isa a ahorrarle este trabajo i se presentó fuera, le arrancaba gritos de dolor en todo el trán- ~ e n la puerta saludando con afabilidad i recordando sito : las tres leguas de camino que separaban a las prendas de r econocimiento que habian exis­mi padre de su casa, fueron un mar de dolore~ ti<.lo entre ellos. atravesado para llegar a ella. l bien maestro: ¿qué ha sido de usted desde Tres meses de inaccion, de p e nalidades, de bo- que no nos vemos ? . tica, de cirujanos, de gastos adicionales, fueron En una cama, gastando el fruto de mt tra­bastantes para consurnir todos nuestros recursos, bajo de mucho tiempo, con una pierna hecha pe­i cuando mi padre pudo volver al asi ento de su dazos, sin poder trabajar i sufriendo horrible­trabajo, era ya tiempo de ernpezar a vender la nlente; todo esto gracias a los que hicieron revo­herramienta, que usted sabe que es el últirno toque lucion. de la escacez en el haber ele un artesano. Así sucede, mafl tro: estos bochinches no Nadie volvió a recordar a mi padre , que , su- dejan mas que d esengaños, i los que nos maneja-friendo todavía de la herida, volvió a trabajar con mas bien siempre salimos perdiendo. . ahinco para recuperar lo destruido con el gol pe Tiene usted razon •••• est~ de ?naneJarse uno terrible que descargó la fortuna disfrazada de pa- es tan difícil •.••. saberse maneJar es s~b e rs~ con­triotismo, en la pobre pero algun tanto desahogada ducir a la fortuna por todos los. carn1nos, 1 para posicion que babia alcanzado con tanto trabajo. eso es necesario un carácter tnut •••• un caracter El Gobierno se restableció, todo volvió a su que no admite calificacion. . ~ 6stado anorrnal, escepto las familias pobres donde Sí, tnaestro, eso es. Ya y e usted, }ro so1 ape­sienta de lleno el azote de las revoluciones, por- 1 nas teniente-coronel, i otros ••.••. que nadA han que, las consecuencias se distribuyen cruelrnente , hecho ••.• • ' • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' - • 112 -1 Ti te\ olucion siquiera ••..• son coronel0s i aún zna . ••••• ¡ vay, una r epública injus t a i por dernas ingrata ! - 1\ í es este n1undo, ¿ no ve como le pagan a u ted sus s(lrvicio ? -Ha! no: en cuanto a tnis servicios es cosa distinta, porqu e yo no hice revolucion i ninguna recotnpensa merezco ; doitne sí por rnui contento de que no se n ote inconsPcu encia en lo c¡ue

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 51

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Manizales - Centro # 217

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