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Imagen de referencia de FILBO 2025

FILBO 2025

Este año, la Feria Internacional del Libro de Bogotá nos invita a explorar la relación entre la literatura y el cuerpo: memorias, dolores, placeres, movimientos, resistencias…

Contenidos de esta colección

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Esos afectos voraces

Por: Laura Quintana | Fecha: 2022

Este es un libro importante, necesario, lleno de poesía y de belleza; de pensamientos que se narran, de ideas que flotan como luciérnagas en la oscuridad del campo. Se trata de una correspondencia entre dos mujeres, entre dos saberes, entre dos miradas. Como ellas mismas escriben, la idea es que  " ese grito se haga compost con la fuerza creadora y desbordada de brujas vencidas, campesinas heréticas, cantadoras indescifrables, tejedoras pacientes, enigmáticos seres llenos de deseo, malabaristas de la cotidianidad, versadas en el recomenzar y en honrar a los muertos; danzadoras en el vacío, cuando todo parece perdido; serpientes y perras generosas, diosas sin reino, rebuscadoras de la hierba que crece en medio de lo agrietado; recicladoras del desperdicio, descreídas del éxito y los ritmos rápidos, amantes del tacto y los tiempos lentos; respetuosas del silencio y sus memorias tumultuosas, de las heridas que sanan aunque no se cierren, de la rabia que se desborda en ganas de cambiar lo que daña, aunque no deje de doler, y de la risa que libera y recompone, en actos sutiles o a veces rebeldes; extrañas, ajenas a este mundo de conquistas y terror, por ahora tal vez extraterrestres, pero muy mundanas, muy de la tierra, de otros territorios posibles también".
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Esos afectos voraces

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Ah el amor...

Por: Héctor Abad Faciolince | Fecha: 2022

Flash recupera «Ah, el amor...», un maravilloso conjunto de ensayos cortos procedentes de Las formas de la pereza, libro hasta ahora inédito en España. Incluye un nuevo texto del autor que demuestra que el amor y su eternidad están más vigentes que nunca. Héctor Abad Faciolince, una de las voces más poderosas de la literatura latinoamericana actual, ahonda en el amor y sus formas para ofrecer un retrato fiel, agudo y ameno del mito romántico y los caminos -si es que existen- a través de los que llegar a él. Como el propio autor señala, no somos ángeles, sino humanos, y todas nuestras acciones están traspasadas por la inevitable imperfección. Para tratar de perdonar y de perdonarse las miserias inherentes a la naturaleza humana, Faciolince conversa con Quevedo, con Lope de Vega, con Tolstói, con Voltaire, con Kant o con san Pablo. En ellos descubre la verdad más pura de todas: el amor, esa trampa de la naturaleza, es y seguirá siendo una mentira en la todos creemos y una trampa en la que todos queremos caer. «Puede que nos convenga estar solos, pero lo cierto es que muy pocos soportan la soledad. Por eso nos casamos y descasamos y volvemos a casar: por una lucha sin fin para evadir la soledad, a través de un matrimonio ideal (si se pudiera), pero si no, al menos a través de un matrimonio real». De El olvido que seremos se dijo: «La más apasionante experiencia de lector de mis últimos años». Mario Vargas Llosa «Un libro tremendo y necesario, de un coraje y una honestidad arrasadores. Por momentos me he preguntado cómo ha tenido la valentía de escribirlo». Javier Cercas «Un libro hermoso, auténtico y conmovedor». Rosa Montero «No sé si un libro puede cambiar la vida, pero sí que puede alterar tu reloj biológico. Me mantuvo en vigilia toda la noche. Es un libro con boca. La boca inolvidable de la gran literatura que ha sobrevivido a la extinción de las palabras». Manuel Rivas
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Imagen de apoyo de  El Pueblo - N. 42

El Pueblo - N. 42

Por: | Fecha: 05/06/1856

? . smtt&lJZiil!i Trimestre 4 o 1 vaie f 2 reales. J ~Iedellin, a de jthtio de i 8a6o_ 1 ~· i1?'l""'C"CBT a1e. *' . e±"4f. emmmnem DE. " EL PUEBLO " a { 1fMiW# ~IÍlfiCJ'O 4 2 vale uu real. - prensa para nutrirse en el camino de la ver- tad como la "{a_culta.d ámplia, absoluta, Jad, ¿a qué fin pues ir a buscar tósis i temas de hacer todo lo que no es injusto." I así en asun!os de pura imajinac1on, que tal vez prosiguiendo, porcad-a una de nuestras con­son lt:vantados del suelo en quo debian vivir, clusiones, que reciben de mal jesto, nos revestido~ de formas engaüosas i arrojados a vuelven una monstruosidad o una blasfemia P.ARAPRE IDE.-TE n¡¡; L\ RF. ·ouc.\ E);' EL PRócsnro lo pública conlemplacion, t:on la iotcncion i que jamas qqisimos sostener. PElÜODO CO);STlTCCIOXAL, la conciencia de cometer una graYe falta i de · Si alguna voz, como esperan1os, llega la U EH LO. lograr auu mintiendo un poco de fuvor? teoría radital a dominar en el golJierno i en Nosotros aceptamo la lucha en todas par- la opimon, nosotros nos persuadirnos de que tes i con todos. No nos cü~ga la c~nfi.anza en ese dia afirmará la Paz su planta sobre esta uuestras fuerzas; pero tenemos 1a fe de las tierra ~ se abrirán para ellas ]os caminos, ideas i con elh nos basta. A los católicos hoi 1nedio cegados, de la liberlnd i el órden. intolernntrs que c¡uiercn orgnniznr una teo~ Veamos: crncia; a los fnn{ticos que desprecian i a n Un gobierno puramente protector: odian el verdadero mérito, miéntras no ple- Un pueblo nbsolutamente librP-: gue a sus estravagancias; a los hipócritas que Una lejislacion reducida a calificar los de· sin fe en el ahna, ni caridad en rl corazon, litos i reprimirlos: · hablan de una rclijion a quien s~s het.:hos . U~~. sistema de perfecta tolerancia política A:\IOS a dnr un consejo a nucst.ros ad- calumnian i envilecen; a los clérigos nmbi- 1 rehJlO~a: vcrsarios; i muéveno·' a ello la sr.guridad 1 ciosos que quieren conYertir el mundo en Una rclijion, o mil re1ijioncs, que predi­en que estamos d(l que han comenzado a des- reino suyo; a los que nos combatan con sin- quen, que trahajen cuanto quieran; pero barrar i de que si hoi encuentran alguna pe- ceridad o con malicia, porque eslén equi,·o- que sean independientes del Gobierno, i quH qurña satisfaccionen 1u conducta q-ue obser- cados o porque quieran medrae-a todos no tengan por tanto que temer de él ni qué ' n, m a tnrde encontrarcín en sus conse- esperamos i a todos confun, c(ln1o wstru·. ' 1] C b. 1 , b . .' , . . mento COHWI'Clal ,Conduce a la nqueZ<:l, n:tda bai tes U(~ :rO terno, no .. ~e u_scaru Y .fJ<\fo mas eierto. it '•1, los anlioqucílc s no tendriarn~s taiE.s puestos nl mas relljiOSO Ul al mas d1gr10, <'S \'erdad e lristc eon:;uelo de YCtH.!er a b lei pur sino al mos, qu;- 81 ICU t:O se 1 • 1 solernnidad, porqur lo poco fceundo de nuestra c.larar guerra_ abwr n .a la JCr~rqma ecles1 s- tierra nos hubiera impedido llegara ese pnnto.Hoi, ttcn, saben ~nempre JltZP.'dr ele la eonductu merceú al laboreo je mina~ i al oro que sacamos, de los hombres a quienes por necesidad ob- nue.· troyu~blo tiene un bieucst~n: [HiV~\do, de que servan lJer-aráo a ser üt]UÍ lo que son en desgracJ!ldamcn,te caree t~ mucnos ue nuestros F ·' V 1' i' . E ~ e t '1' d compalrrolas. El h::ur.hre l la desnndcz no ame­; rancw, en ~.a lü l en ~ .. pu_na · a 0 IC?S ,e nazan por ahora, hacer caer al pueblo ell algu-nombre; pero verdaderos 1 absolutos Incre- nas eslmvagancius sociale::;, que tanto asustan a clu1os de cornzon. los t~r idos i a los rie1 s de otr, s piules. En e] próximo número continuaremos esta ~1 mismo tiempo r1ue el s~r]or Hcslrep~ se em-l · J, ·, 1 , t . , 1· equP- ez pena rn demosl·¡_u· las venlélJHS de 1~1. ugncu!tura m a e na ( cmasHH. 0 es ensa pm a a P .Jn sobre lu minería, pnwba hasta no deJar un da que Je nuestras columnas. el oro de Antioquia hace su felicidnt.l. Téngase INDUSTRIA L. pre. en le que en el tiempo en que él escribió, el producto de las minas no ascendía sino a un mi­llon Joscientos mil pesos anuales·, i IJoi segun eúl­culos probables es de cuatro i medio a cirH.:o mi­llones. Entónres los conoc.imientos eran nulos, i hoi con ienzan a eslar 1 l alcance de todo .. Ahl'i- PARTE HISTóRIC.L g:unos la esperanza de que, cuando la poblaci~n (Conlinuacion.) aumente, cnnndo baya brazos para el lr'abaJo, cunnllo la físit.:1 i la quimica en sus diferentes ra- En 1.0 de fel rero de ~1809 publicó el Dr. José ces prot 'Jiln la industria, la riqueza de Anti(1quia 1\I. Hestrepo en el "Semannrio del r\uevo reino será inrnensn. de Granada,'' un ensa 'O sobre la jeografia de la La riqueza posiliva de un pueblo no se deduce pro' incia de Anlioquia que ha contribuido mucho en nueslra op1nion, como lo pretende el <:'!->CI'itor a hacerla conocr1· . Haee e11 él lu enumeracion me- a qne aludimos, de que sus importaciones sean tódicras cmpre~as; pero dotado de un cankter tenaz i pe1·sererant .. , hijo lrjítimo de sus pr\Ofundas eonri~eione , ha logra' o triunfar ni fin, abriendo 1111 campo ancho i \'asto a las especula­cione~ industriales de e~le jéncro. Las idt'as del scilnr· Monre un poro el iferenll's de las tic! ~enor de noussing·;Htlt, lo han condu­c) Jo a poner en práctic:1. co11 é.\ito ft;l'z, aJ~·uuos pr ccderes mctnlúrJicos, por medio de los cuale~ todo r:l oro conLenido en las JO,quas es e tn1id?· EsU3Jagnas d 'Sechadus t:OI 10 comple!:uurnte inu­til 'S pot' la jeneralidnJ de los mineros, eontienen muchisimo mas oro i plr.ta que lo que se saca del minernl dcspucs de molido i la\:Hio. E! esta­IJleciminnto de fan licion de Tiliribí, comienza va a producir gr~wdcs sumas, i la cueslion mine'í·a ap¡u·ct0 por tanto triunl'antc i Yenc dora ¡Jara nuestro proreeho: ¡Jorque eu efc·<'lo, npesar de los progresos e\iuentcs que el eslablceimirnlo dr. má· quin( s P< ru moler el mineral ha lraido iow's i los amantes. Una mujet· des­der. ltada no tiene permiso pam reírse, poi' consi­gmcnte _no puede hace¡· una sola conquista; pues ]as sonnsns son el arma n.as temible la artillería fulminante de las hermosas. ' Acudid pues; amables lectoras, donde el Sr. .Giadwin: una muJer sin dientes es una ealamidad .ambulante. COLADO ADORES. UEB~ tJIJ l .. IJituado a eaminilr i no sintienlln fatiga, la hiendo vendería un esposo a su mujer i una ma~ hora de h mariana tiene en medio de los bosques dre a su bijo. Beben hasta q 1e .se les aeaba t,,tfo muchísimo atradi\o; pnr::t todos los seres que hu ... lo que t~encn, o que el aguardiente los postra bitnn las st'lv~ls es una hora de regotijo i de fiesta: corno rnnsas inertes: es imposible, sino vieudolas, las ave· cntorwn sus mas alegr·es i e:;quisitas can- comprender esas espantosas orjías. cionc', i hasta h tórtola, cuyo al'rulio melar.có- Eu los tambos de Caramanta nantiene el pa­iico parece ser· la eterna lamenlacion de un amot· ure Joaquiu Naranjo a su co,·ta un individuo, perJido, SI! calla fJOr la m~.ñana, pnra no turbar para que eusdle a los inJios u u poco ·de moral i con ~us ay~'S la alegría ~ni versal .. Por todas ~artes 1 algunas !lociones del cristianismo. 4-provedH> se oyen rmdos, can'os 1 murmullos: los nucos i esta ocaston para hncer a U. una mene10n honro­los monos, hart( ndosc de fmtas sobre las r; mas sa de etite Jigno sacerdf te. La sed de riquezas, de los nrboles, di icrtcn con sus visnJes i postnms €'l espíritu de intriga, la intolerancia i el orgullo cómicas, 1. st como los monos de las ciudades fas- no encuentran cabida en su manso, limpio i puro tidi11n a toda hora con su pclulnncia i sus san- corazon. Vire reducido a un escaso nliwento, pot· dezes. El ejercicio virificante, i el ~ ire e~ rgaclo de reparlir lo poco que ndquicl'e entre los pobres. aromas i de O.\.ÍJeno, le hacen a uno seutir la Imposible encontrar 1111 hou1bre m::-~s desinteresa­vida i le causan un bienestar inesplicau e. do, mas carita ~Yo, de carücler mas bumilue 11i de :\de mas de los monos, que son tal vez indios 'ida mas pura. deJellerados, encQntrc una partida de indios \'CI'- Dejando a los indios seguirnos lil huella pot· daderos en el corredor rle un tnmho, bailando una ladel'a inclinada hasta un picaeho (levado de danzas grotescas. F:·!as habitaciones se compo~ lierra fria; no Jo bastante para producir rl frnile­netl de un gran salon .cuyo piso, elevado tres o jon col!10 e1.1 las e ·~spidt:s an~lin:ts, pero si ya con cuatro "aras sobre la tierra, es de macr~uas ali- una veJehe:on cudeble 1 Cl ílJado el suelo de ca­r. ada:; o de guadua rajada, des<.:.ansaJHJo S(•bre pote. El aire \'igoroso i e$liu111laule de las moulH­postes de madera incorruptW e. El interior del i1as, un ejercicio ue dos leguas pot' serranías, i la ta11~o precienlnha el espectáculo mas Yar;ado i hora un poco ar:wznda pues ya eran lé. ::> once del capi'íehos . Lo· hi,¡os d, las sel\'élS e habi, n en-· dia, dcspt>rtnron e¡¡ mi compailero i yo un fct~ tregado la noche ántrs a una hebe::nn ele chicha mo~o apetito; uno de esos apetito~ que los habi­j teniau todavía los <~;tscos aleL!.TL'S. Eu uno d" lo~ tantcs d0 las ciudades, consolidado n una oflei­rint.: ulles estaba un grupo salt·~ndo como diablos, na o nlmace!l, no conoeen pmas. Nosotros no~ al son de l na ,·ihuela rascada pOI' un indio rna- entregamos como los convalecientes a fantasías i ehueho. En la milacl cuatro indios estaban des- a recuerdos gasti·onómicos. Ya se nos YCnian a la cuarlizando un mono cojido aquella mañuna., i, rncr!wria un pedazo d<~ jamon, con ur~a mediana en un gran fogon, una partida de jndiccitos asa- torldla, i de adehala una botella de v1no de llur­ban lm; manos i las patas de la escnúlida hestin i deos, ya un almuerzo mas humilde co1,npucsto de se iban comil'ndo cc11 soberbio apetito las pai'L~s huevos, carne frita i chocolule, i ya hasla a los q_u~ doraba el fuPgo: en otro úngulo <.los indias' enrneitos i al modesto ajiaco los recordábamos VIeJas (cflo,n(t'as en su dialecto) molía u maiz hin- con ternura. caJas sobre las tablas, i alizabcÍn de Yez en uwndo -Vamos ii ver, le dije a mi compa11ero; ¿qué grandes ollas, uonde hcrvian mezclados con plá- preferiría U.? que se le presentara ahora risueüa, Lano los miembros exiguos i touavía palpitantes carinosa i humanitaria cierta ciuuadana o un de un mico infeliz. Jl(li'el suelo se reian re\'ueltas bucu almuerzo? i desparramadas mantas, nsijas, provisiones, -El almuerzo, respondió sin ,·ar.ilar. ~odyqueras, pieles de bestias salntjes; i no pocos Esta respuesta, nunqu.~ poco ~.alan.te, está mui tndws borrachos estaban tendidos como masas de acuerdo con las prosmcas e:\IJcnctas de nues­inerles, sobre los euales saltaban sin ceremonia tra miserable naturaleza. No sé yo que hubiera ~m~ .multitud ~ie .gatitos j uo-uctones i de perros respondido a Lan embrollada cuestion, pe~·o _esti­wc~ vtles. Los mdws son naturalmente graves i mulndo por :un llambrc ~c,or~dor·. toda~ m1s rdeas lac1turnos pero, estirnulados por· ]a chicha í a] o-u- eran anllpilttcas, revolucwnanas 1 asesmas. Con nas botellas de aguar·diente por añadidura, ta~to peni?~I de .los. poetas etéreos i de los en~unorados los que pelaban la bestia, como el grupo de hai~ prosmcos 1 OJCI'udos, me atrevo a confesar, que lL\ P SEO POR LAS ~IONTAÑAS. ladores, i los chicos que estaban en el fogon, i con hambre no se puede pensar sino en comi<.lu. "SR. CA~ lLO A. ECHEYERRL las clwntra.s que mo1ian maíz, todos h?.blaban, Cuando el cuerpo habla, el alma se abate i se ano· ~r .· 1 · . . . , 1 . t d cantaban i gdlaban fornwndo una algazara in- nada como una esclava del::nd·e de su seüor. El que ... ' quell.l ~ a~r~o. seg~lll e e~~ : SIS cma. ,e f~rnal. . dijo que, h~sla para quc~erse bien, ~e nece~ifclba ~al t~s., rn .''~:: cu\alcs ~nadl an ~~qot ~ue en ar l_I.- A un mdio mui gordo, con la cabeza adornada haher comtdo algo, h .. blo como U'l ltbro. culot~ l~pt e:swncs pet~onales I iutezas de poca con plumas de tu lean, con chcwuala en las nari- Unas veces caminando i otras rodando, pues sus anua. 1' ·11 d 1 .t · d d - '1 1 f ld 11 '1 · E · , lt' f , U .1 · 1 1 b 1 ces, 1gun as e p ata ensartalfus como gan:wn- as1 es e espenaua a a a, egnmos pot· u Ll-n m1 u tma o recta . uectr e a o-o so re os l.ll 1 ..., u R' 1 d d · · 1 · ·o . d · l, . ) ,· . . _, t bl P.¡ • t a en e pescuezo, abundantes cordones de mo a toe aro, on e tienen su manston os clu-e, mloAI'tl ols nor ~-amellJcdnos e.,~ e~Jlt.os el\niedsre chaquiras en la cintura i Lodo él pintarrajado de dadanos deJa gran República. Apénas llegué les rw. es os senor·es os conoet JI' · s · .. . ue \'IS a eu e e- · · , d' ,a 1· 1· · · f· Jt d L 1. . .· t'· . , " d. t'ayas fO.Jils 1 azules, grotesco como tdolo de pago- pe 1 un pocoue Icor cua qmera, 1, a o1 a e o ro 111 • .1~.e 1 ~¡.Pilcl!On ~ ma. ~ 1 s~mpa ta 1 IEC0'?<-'0 e da, me le acerqué i haciéndole· una cruz con el mejor 111c tomé con muchísimo gusto una copa n 1~1 arm. 1.a :on a ~n.c::mt~n ° es PT???rc!onara deJo sobre la cnorn~e panza, le dije: de anis, i, miéntras llegaba el dcseaJo almuerzo, ?Q~t. tod~ _c.~l.lS( d~ s~l\ leiOS,_I, ~(~s an .. Jit~t a co.n los -Compadre, ¡qué barrigon! me aeoslé ~ fm~ar. Eulre el tabaco, ~1 cans.ancio, inlot mes, ·~ clonoctmtentos ptta.cllcoEs lJTDJdLpJens~lb~,.~s --Ese es mal habhr compadre me rec;;pondió el h.ambre l el hcor me pusieron medw achispado p. a~ rat el s .·a .) ecet·se con ven aJas i r ose , 1- · d. d · ' ' ' ~ , 1 · · d , 1 · t f 1' L. 0 · · 1 1 11 ·, . · , . . rn ~gna o, 1 por poco tengo que entrar con e en 1 emp~ze ~ ver pasar ~crea e ~~ o lJe os an as l- ~~~~ ~ 1t S· e 1 ~ll le.r~ando~ fs e\.ar.on n, ~nds. pii~Í destgual batalla, a pesar de que ellos me con si- cos. Cermanse en el a1re bandejitS con empunadas ·)·~·í~ e~ ·tnb· uanj ~uT~. e .05f l~clZcuno\1 ~ros e e deran i respetan algun tanto, por el gran cariílo grandes como calderos, pollos usaJos del tam.afw 1' · n ~'.ti '.JO~ (. t .1 ~ 8, e m. 01 mr.s es a )a.n s~- que le tienen a mi hermano, que siempre bu sido ~? avc::~truc.es, huevos con1o glo~os aer~ostáticos ~ando b~~~~~1te~t~. lnctet.~~ Ctlleo.s que !o lhtlng~l-1 su amig:o i prolector. 1 Jamones del.grandor de pequen.as. colmas. Pot• ton muchtlllllO 1 ~-st~?~~~~erou ~III,sulrea.l~s. ISla- A los wdios decirles gm·dos er¡uívnle a llamarlos fin se presento ese almuet·zo tan funo~a.menle do­ma, e a que _P~1n o 10 e aro, ! es e . mtsmo m~ perezosos, adjdi,·o que les di"gusla sobrcmnncta. seado. E¡·an ya las Llocc: jamas patncw romano rU~l Ctl 1 ~ pe~ te t 1 i~\donde las ~urbldS ag~ar. dt En rslo difieren esencialmente de los chinos para en CUJU me.sa se servian frulas de todas las zonus. a .~1 e )ra tt an a 1 al 0 empanan su cris a ma los cuales la obesidad es uua perfeccion supt~ema. peces de todos los n1.ares i Yinos de touas las co-coi tiel: c. . . I como en el Celeste imperio no se puede ser ele- marcas, se scotó a su opíparo banquete eon mas Ba_c a dws Q.l~~. ~1e l't~stnb~t~ P?rqu~ fu~e,rn a gc ole sin pe~ar siqui~,ra dos quinlal.es, de segm;o plaeel' que nos?h'os a n~cstro almuerzo l'epubli­hacerlfs u~a 11 !ltl, p!~ro .ulr:s ocupactone:s por que su humtlde scrndor, con sus j 01·mas esJru- catlO. Huevos 1 carne fnta, arroz 1 cbocolale, al~ \Jna.par.te, 1 e~ npura.d? 10\}en~o yor otra t.ne lo julas, haria un trislisimo pape] entre las damas m~erzo ~bliga~o en, todos los áng.ul~s del terr~­h~ btan nnpedtdo .. 1\~.ts e~ l.une~ 1.2 del corncnte, de Pckin. tono anlwqueno, fue el que nos sirvieron. Hel­tha d.e anta Domtltla Vll'J~·n 1 d~l palt_'o.n Santo La siluacion a que acluillmenle cstanreducidos naba eso sí lu abundancia: el chocolate en Jugar Don~lllr·o de ~a Calza<~ a. baJO e 1yos .l uspi~lOs puse los antiguos dücfíos de In A m· !'ica da compasion: de :,crvirlo en los po:sillos menguados, microscó­a nn human,ICi~d dolwnle, Jlene nn carr.tel ~le ci·· el con lado con la ciYilizacion europea ¡ con Jos picos i bomeopatieos que se estila jeneraJmenle, garras, calzc .lucr~es alpt.ngntn?,, empun0 mi.bas~ Yicios nfricanos los ha embrutecido i degradado nos lo presentaron en grandes janos. Por poco ton d~ pNegnno, ~' en eon~pnt~Hl de un Mmgo 1 complct; mente. La allivez, el c:an1cter o-uerrero i le s·tlto al pescuezo i le doi un abrazo a un yankce de n,tL perro.s, nm1gos tamLH:n 1 de Jos mas leales, basta su antiguo lenguaje lleno de pog1pa ¡ de viejo, que me pareció sel' et sabio. que habia he­tome el cann~lü de lu r~ont¡m~. , . imüj 'nes hnn desaparecido. Entre los imlios _que eh o esa b aya ~n~ovacion. H.ecurmendo a U. este L~ noche :mles habla llov1do a canta ro .~, 1 el yo conozco i las tribus pintadas por Chateé1Ubl'land guapo dcsculH'Imiento. . canana e taba rcs~)aladizo i .escabroso, como di- i.Coopcr hai nn a')ismo. Estos pobres diablos no . Los hombre~ encr Ltdos, p~re~os?si que llevan cen que es el cammo deJa v1rlud, tan p~co frc- l10ncn ya ninguna idea de patria, ni orgullo de Yu.la sendentana, no pueden 111 s.lqmern.sospc~..;har <;_uentado segurm11?nlf:' por ln.mala rcputacwn que raza, ni relijion propia, ni siquiera recuentos de el placer de. eomer, <.lescnnsar 1 d~rm.tr. despue~ iteoe. Por un cnprtcho peculiar a nuestros elima ·, 1 su pasada grandeza. El hacha de nueslros ¿'yjdos de un trabtlJO prolongado o de un ejertlclO fuer e. despues de un_a ~1ochc de borrasca h maílana ~e propietarios los desaloja constantemente ue sus Los pohrcs sienten estas ~·r~lic_i.ones en to~a su mostraba esplemhda. Los campos que alravcsa- hog·ares, i los va arrinconando como bestias saJ .. plemtud, negadas a los pnnlc.Jlados de la tierra. bamo~, lleno~ de arroyos, de quebradas, de la- vajes al inlet'iOI' de las monlafins, n donde no !le- Hazo~l tenia aquel cocinero laceucnJonio que res­deras 1 de col~ nas, _form~n lo que I~s. frances~s \'an siquiera, como los indios pintados por los pomha a los sátrapas pe~sas que se burlaban de llaman un. P.a1s mm ac~uientado. Hacia('] Occ1- poetas, los huesos de sus padres. la salsa negra ~e su pa1s, que para ei.lContrarla uente se d1 ·1snb:m los p1caehos de los farallones El aauardiente es la maldicion de los indíienas: buena se nc<.:.esllaba ántes haber camtnado dos jnrn~viles, .majcst~osos i sol~mnes como jigan1es el oro 'que s3cnn en los ríos i el p ·oductoJde su !~guas i bailá~osc en el Eu.rotns. . . . de p1e~ ra; 1 a lo lé'JOS aparcewn, tlll'bando el ver- escasa agrien! tura lo consumen todo comprando Un pobre dmblo de Jor~ wgles mlllonar~w, PI­~ e un.lf?rme de las montafin.s, ulancas c:.tscadas ese brebnje homicida. Con solo probar aguardicn-¡ cado~!.}. esplio, abur~tdo. 1 desganado, d.aria con 1.·prcctp1.tados arro. os, qu~ a los ra ·os del sol ma- te pierden la caheza: cuando se apodel'a de ellos muehJSIUJO gu:Lo. tml lrbr?s por semeJante al­twal br liaban como franJas de plata. Estando el demonio de la embriaguez, por coutin~wr be- mu~rzo con semrJai1Le apetllo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. La pln.,~a en que t 1.,1hajrtn ]os an cricanos está ra de l&s unin't: illades del globo, debe ~er igualmente liJe estrm1nrse si se atiende a qnc estos tnnl.Sitan poco, dividida en dos p:.1rles por el rio: en el un !aJo lie- apto i báh!l para ejercer sn profesio¡ con provecho pa- por lugnrcs enfern1izos, i u que c11ancto lo hacen se es-l l · · 1 1 1 l · · E ncu os lra m.JOS 1 cíi e ot1o as lil )tlncwnes. i. - ra ln humanidad, en runlt1r uiera roJ'ion de la tierra a que I)OJlen ménos D las cnusas rrue pueden ]1I:oduc1r,la. '1. 1 l . , J · lo conduzcn su destino. Nosotros pensamos do mui dis- Ca'usas q1u la prod-11cen. Se estájeneraL.mente d.c acuer· P '>léln u:n m!na (e saca 51 v1cndome de le<..:rll- tinto t.notlo i opinamo·: que as1 com,ó nnjurista por mui do en creer que esta enfermodaJ a'taca por con·ecuencia. cismo de los mineros del país. U. sabe que se hábil que ·ea, trasl11dado a ejercer su oficio a un pa.ís .deJa re píracion i absorcion de miasmas o gases pútri­llaman ns1 las minas de labor, en que la ántcv que ren,ga una orgnnizacion suci¿d diferente de (lquella dos producidos por materias vejetalcs i animales cor­qncda ubclÍO el el ni\ el Olll JílS !JUe- jc111e:5 a quienes deba curar. Las leyes físicas que rijen a oll'as ¡lantos de carácter venenoso, cuyas flores i hoJ·as de maniencrse seca. Ticn~ ·1 ;oca ¡1icdra ~~..'' TéHJdc, la organizncíon 1l ti,JJilna, . on en cr1bd un poco ma.:; D b - caen 1· pn d ¡·en en su canees, por nutrir. e con alimen~ i es de nnu esplotaciJn muí f:1C:il. r 1:1 vez qne wlulas que lDs de convencion i util1dad que reglan ~él tos irritantes i por el abuso de frutas ácidas i acidulas. ba~Tan por pena la parte que l1cnen encerrada j11::>ticia en las difrrente · partes de! rt111ndn; pero esto de jugo l1quido o pnlpos0', corno el anon, la chirimo­C') I1 "1 tt incbr, put•dtn echar por allí el no con la uo ir 1piúe r¡1w coda rcjion, enria t.:omarcn de ln superfi- y(l, rl níspero, mnn)ei, sapote, pitias, piñuelas, mangos, mayor facilidad, i 1('' queda seco ei lecho prim·- eic de la ~it~lT~ t«'ngn s11? Jolondns e::¡;cci.ile~ i su enfcr- snndíns, n~elone::o~. N~·ott·os creemos que fuera dr e·tns tivo ¡ In pla\rt donde liL'nen los ranchos, forman-· rnedode$ JUilllJI n.~. _Es r_¡or esto q~e Jos. snb_Ios de o_tra~ causas _lw~ otras que mfluy~n p~dero~•.1111~nte .en_el_ de­do una oran mina mnS lnlOOrli.lllle (IUe b que pll~·tc::; t!a11 rnuchi::.llníl_ J_mportilr11'1~ al esluJIO deteJlldO 1 ~rnvolvun~e~llo del ll1éll_, ya predisponiendo el lllUIVldlt_O t. l.·, . ·t . l 't, 1 1 cuHJaJot>O de la modll:llla topngri.l}ra. par~• adqumrlo, ya hacrendolo aparecer con mas o me- 1 il )aJ~~~. ele _ut~ m.~,n c. ¡¡·., .· . . . _ Ent~c nos.0lros ~1na Yaricdad intinita de: fiebr~s, la di- no:; pr~nlilud. La predispu::,il.:ion en Ja_grn1~ mny~ria de ~n esl~ nl~tld, e ·n:o L.JL .a U. al,rn.n,c_lf~lO,. ll a' senlerw, la:;_aleccJOne~ del COl"IZüfl. !.as a_llct:acloncs de en 'Os vu~nc.en nue.:;tro co_ncepto ?_e. elmfllljQ damn_o d~ haj.tban '' gt.oos mazan~on eros del p,ll~ l e.1 el la .. augre, diVCl':3il:S enfermedades de ln ¡ncll Jn aterra- la:; emanaciones o cxalnc10ncs putndus, del desc:llmgo 1 \'ernno pa;,ado, en pec¡urnos boyos, sacaron mueho úora afeceion c~1ncer sn, formun nn grupo ele dolencins del uso frecuente i peruúcio Q tan comun en nne~tro p,ús, Ol'o; lo qun fué we.·erwiado por los mismos ame- completamente c:::pcciul i earactc í lico. 'Jiem~o es ya de .de licores destilados fuertes como el ron, el brantli, el riennus. Sin embargo, aunque yo soi mui aficio- cptela i_nvesli_gacion de_IJ::; per~o.nas e::t1_tdiosas tli1~ja ~ll uva i t;!l grosero 'cuanto dcstl'llCtor \lg:uardientc actn ~le _las ~íntomas.-:Cunndo, nna persona Y1ene de los v:1ll~>s (le sn\ 0 alealorias ¡ caprich )~as dos i dos no son ca~sas que pet::. 1den a rsa · ca~. un n.o_1uento en e:;tn en e1 penodo de mvn ·ton Jc la enfermeJad <1ne ~ra­JNteralm 'nle, liaran ventr, ~cgnn me han d1- proponct: n nuestros coomprofe:Hll'es como objeto de un tamos, sosve~.:ha que se coltlirma po1· los. sin.lolllas s~- cho, murha .JCnlc de los Estados Unidos p< ra es- !Jello trab·tjo los pnnto.s sig1tientc··: guientcs: · tahlecerln en otras phyas que lwi rio aniba, tam· lllvP~tigaeion fl_l~~6fica de lns I.Jases racionales que de- 1\ltmento co;1s~d-erab.le. rle ralor.en t_otlo ~~.r~le_r~o des· hic•n mui humosas¡ fútiles pnra trabajar ben e tablecer::.e l_Í1Jitrse para la cmacwn de nlg,un~s 1311- pues del e:;calofl:w precursor, resp_li'ae!On dlfictll_iuerte, C'mvieue mucho a los inter·eses mineros de ferrnec1ad0 cs_¡H:~cwJns. n ~::-ta Jl~'rte do la Zona tornda. pub~ n~eleré!do 1 dllt'o ... ~equed_ad Jencré!l en la ptcl, en- Antionnia qne !los Ycncr·1 un't f'uerlc en1igraeion Algun e. t~dw_det~n1do tlulll~no:so oure_]a:::,cau~ils,~n~- cend,H_tliento en bs ~1w_plla:::, O.J05 colorados, pes~n~ez _e~1 't .',. • , , ot ~ , ,. , s.o, tet'ffillHlClon 1 melodo cural1vo de l,a di~enlcna eptde- Jos parpados, avrr:-:1011 a la Jnz, decadencHl 1 deh1!L-de h111!Jbtes como. csl-)S, que no. lkg,l_n nl prus mica. dad c-lrenwdns, fa liga i a11siednd, Std devoradora, ina-eo caiHLld de em grfldos lHoletar~os, ~\DO co~10 Algo sobre el t1.¿1n-lum, mncho i b.neno sobre las fie- prtcncia absolnta, de.~eo de l.JebidDs áciun , dolor incó· t·spec~lfldorcs q lt! lraen un capllal 1 una lll- bres. ' modo en los lon;os, quehrantamie11to en lns coynnturns, du;-;tna. Sob1·e el can.tle, soLre las bidropc~íns i otras m:Jterias dolor de cabeza, alg1mils veces delirio con abatim~enlo Ademas, inlcrrsa mucho al pnís en jencl'al mcz- de t~a~·or o menor inlportun~i-~, entre la, cunle::. el esta- casi total de _las facultades morales., e lar nuesi 1·n pohlacion nerviosa, prielil, descolo- blecmltento de una l.Jueua lujtene J.!Opu.wr calcada sobre De e·tos smtomas en ~delan~e, el o~·de_n de de~élrrollo. rida i littl'ática C'1n esa olra fuerte rttbia, blanca nuesLra· co.l~rubres, nuesll'os u_ os, el ?mple? de m1cs- en ~n eufem~edad es _v:mal!l~, 1 la vanacwn pronene de colorada i ~tH o-uínra. ' ' tra~ prodi!CcJones nat_urales, la u fluen~w a_cttv~ ~e lo d1stwlos accide_nles 1 condiCIOnes, como d~ la ~r1we~ad L , :(l' , :"''l bl . 1 , J>. ,1 . vanados élJentes peculture::: a nuestra latJ.tud 1 po ICJon re- qur la acom.pann, de su mayor o menor I'lten.¡dad 1 de 0 ~ _cm!...,rM os esta ~eH os en .'1°C ,tro, con lativa con re:::pecto al nivel del Océ¡1oo, sobre lo hete- la forma o tipo r¡ne desenvuelva, porq11e puede ser be­esreprwn de. uno, son jOvenes, cas1 todos ~Hie- rf'ojéneo dP. nuestra raza cr, seria obra de un prceio ines- nignct o malig·na, fiebre ·eca,es decir, in sudor critico. o nos mozos, 1 se conoce por sus manera~ l su tinwblc i que contribuiría no poco al mejoramien~o intermitente i con Lrnnspiracion abundante, i en este úl­tn! tO que pertenecen en los Estados Umdos a de nuestr.1 ¡;ucblo i D sn progresos fbicos i morales. timo ca::o puede sufrir cambios numerosos en cuanto a ]o ( ur, en Frnncia se llama bo?!rgeoisie.l\lucho se Que estos trauaJOS si se cou:;iguen srrtn de una natu- su modo de er, porqu-e puede pr<'SeOti:lr·e errática, co­dífcrcnc ian tfe esas }1andadas de Taukecs que rñ1eza ptanmen le cientif1ca i ~1 nlc_ance soto deJos hombres tidiana, tucia~ta, cuartctilla, p~rniows(~ r, como ~eremos , ¡ en Panamá, que me pé r·ccieron fstuprnt.los de lelréls, _u qn~. ~or _e!()' cor~tnn·,_o hable_n ~lu~ecta_r~1ent_e mns adelante,stn e?!ra_r detl'!mdam~~ute. en su exame~ f'~ patnne:- con facha¡ pcrjenio de bandidos. El jefe al¡~ne~l? 1 a Jn::.Jente~ I0 norante~, poco unrorta,sJer~1p1e razon de queesta:su1t\ma t.lamadas {nos, son conocida. · d' t 1¡ ,,, 1 1 ! l 1 . , · seran u!l\es. rJor la mayor parte de las Jentes en cuanto a Sll forma 1 1_. ,'r~c. or ~. 1'· 1.'~rner es uno t_,e .03 l~f 111 )te~ m3s Nosol~o~ desHosos de_poner,al_a1cnnee de todos una de a su cmnciOTJ S.'Jhre la cual sin embargo diremos algn- ' nos l _despabl!ttdos _que conozco. :::lu CU~I P? es estas cue;:;twnes de ntihdad pubiH:a, empreuderuos lata- nn cosa. Yolvafllos a las señales que hacen conocer la he· todo muscul:1s. 1 ncrv10s, sn corazon. enerJia 1_ su rea de escribir en leng11aJe sencillo i vulgar, obre uua l.Jre en cuestion. caheza ambtewn. 11 :--· •·"' frente 1 sus cavtl;l- de \as enfermedades mas comnnes en Antwqllin, ponión- (Contin11¡ará.) ciones conslantc ... r ., elan un hombre Íl telijenle, dole ptH' tí lulo arbitrariO: Fiebre de Cá,uca i :;us vorieda· c=-z:::t=~~~~~~'!!!!'!!~"!!!!~~~~~~~~~~ i s organizaeion fí&ica <'S de nrero.Ha traba- de . Dccimo:, que este Ülulo es arbitr[l,rio porque no ig­jado r 1 ucho t ¡ mpo en California, i creo qne nora~1o~ que esta fi':3hre con los carac1cres. que vAmos u "u , ídJ ha sido una 1 uchn pPrpelua. Muchos han descnbnr se pr~senll.l en muc_lws pn_rtcs del muJ?do; pP­:.. t ¡ b t, l t 1 l t ro COillO <'sr.nbu.lo:; para la 3enC'ralid~td <.le las ¡entes le ue 8Cl' OS O S UCU OS qt~~ CDCUell re por. e e an e, du!TIO" el llOillbrc conque es IUUS Yulaarmenle conocida pnra que no \'aya 111Ul JejOS en el ct mmo de Ja entre no:::otros. 0 í'ortun:L Po.r ahora no ha!}lamos con los sabios quienes a pnn- Por la noebc leen n S 1nkespcmc. Se Cl hclcsan to nJn r.ncootrurian e::. te trabajo do u u alt'aso i f.Joure­con In bella pl mundo. que Jos principios jenernles del arte de cnrar tienen una aplicacion universal. porque la or-­ganizacion del hombre es en todas parle la misma, Segua c:,te principio un méJico educado en cualcrnie-narwmente adquirid~ en lns orillas de nquel rio, de ca- E. LÚ en prensa i se publicará en un voJúmcn rácler remitente 0 inLcrmitcnlc por lo mas cornun, ira- de 160 a 200 pájinas, con Y arios mapas. ra vez continna: e~ la et,fennedad pnrecc J'rovenie de cuu J..os su:scritorcs a "t~ llurblo ", la obtenddn sa:> \ttrinda::. i poeo conocidas, annq11e su n.:ttm·alcza ee- p:ra is. La ¡mblicncion no tendrá Ju 0 crar hasta den­vela lllta altera('ion o etwennmienlo de la sangre qne pel'- v Lllrba la fllnl'ion circulaloria i. tr;JsJorna profundarucnte lro de 4. meses. el Ri::-!n:na nrn'ioso. ContcntémcriOs con esta deiinicion Precio de cada ejemplar 60 ccnta\'OS. Descuen· a falta de ol_ra lllGJOl'; pe1·o teug(lmos o11tenJido que Jo tos por 'ff!Cl!Jú7'. • • qne de ella d1gamos ~o a¡.di<.:a intogramen!e a cnfcrmcda- A<.J,·eriimos c¡ue los suscntores a qmenes nos des ident~< ;a~ por n índole r.on~uncs a t~w~hos ru,nlos referimos, son Jos qu~ sién~lolo al presente .tri­de ln Hcpubl~ca. .. El valle de Put1a, la prm mc1a de Casn-1 meslrc, lo sean todav¡a al t1empo de la pubbca· llDre, el fL'tT.I[Ol'l? r~c~r~ido por el Magdul~llll: n:tt~chos cion ue la obra. lugan1s del Choco e mfJmtos otros en las provmclü 11lenen todas las condiciones ('Srndalcs para producir esta. dolen­cia en todas sus n1ricdudcs. Nombres i (Tecuencia-Se ln llama fiebre de Canea, calentura de Canea, i en ocasione peste, feios, tabardi­llo & Jr; uws adelante darewos cJ nombre de sus vnrie­di1dcs. Pnodc prodncir:sc en tod

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El Pueblo - N. 42

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Ciudad Presidio

Por: Santiago Gamboa | Fecha: 2023

"Ciudad Presidio es una clara demostración de que el derecho a la lectura y la escritura es, ante todo, pura potencia de afirmación de la vida, puro combate cuerpo a cuerpo contra la muerte". Mario Mendoza Este es el libro más personal de Santiago Gamboa. Escrito durante casi tres años, contiene una serie de reflexiones honestas y cautivantes en las que el autor revela aspectos de su vida y su oficio, sus lecturas y su biblioteca, así como algunas de sus opiniones más lúcidas sobre arte, literatura y la realidad del país. En el centro de todo aparecen dos preguntas: ¿qué es escribir?, y, fundamentalmente, ¿por qué se escribe? Para tratar de responder a ello, Gamboa nos embarca en un recorrido fascinante por las ciudades en las que ha vivido, como París, Bogotá, Delhi, Madrid o Roma, y por muchas otras como Washington, Ciudad de México o Seúl; por hoteles y bares legendarios -como el hotel Ambos Mundos de La Habana, que Hemingway solía frecuentar-, y por la obra de algunos de los autores que lo han acompañado a lo largo de su trayectoria -Michel Houellebecq, Paul Bowles, Roberto Bolaño, Arthur Rimbaud, Marguerite Duras, Juan Goytisolo, Karen Blixen y Virginia Woolf, entre otros-. De este viaje literario, íntimo, por momentos confesional, salimos con la certeza de que la palabra será siempre un refugio, y el impulso creador, un modo de supervivencia. La crítica ha dicho: "El talento de Gamboa para cultivar la intriga y la extravagante energía de sus historias hacen que su lectura sea compulsiva". Times Literary Supplement "Su obra mezcla la poesía con una violencia extraordinariamente cruda y unaironía extraordinariamente ácida. [...] Lo que más me gusta de sus novelas es la mezcla de géneros y estilos". Pierre Lemaitre Sobre Colombian Psycho: "Esta es la historia de un país donde las víctimas se acaban convirtiendo en victimarios. Y duele". Pilar Manzanares, Esquire "Gamboa nos muestra un fresco de la violencia de su país, machacado por décadas de guerra y con muchas heridas abiertas. [...] Un envite literario de primer orden en una novela con un poderoso lenguaje". Juan Carlos Galindo, El País Sobre Perder es cuestión de método: "El acierto de Gamboa es haber contado este relato amargo mediante una trama apasionante y un tono narrativo lleno de humor que roza hábilmente lo grotesco. Los diálogos son trepidantes. Los personajes gozan de auténtico estatuto de seres vivientes". José Manuel Fajardo, El Mundo
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Los abismos (Premio Alfaguara de novela 2021)

Por: Pilar Quintana | Fecha: 2021

PREMIO ALFAGUARA DE NOVELA 2021 Y UNO DE LOS 50 MEJORES LIBROS DE 2021 SEGÚN BABELIA Una novela sobre el fin de la infancia y sus fantasmas «Cómo resumir todo lo que me fascinó de Pilar Quintana. El brutal lirismo. Su caminar contra lo esperado. Esa tensión afiladísima, poética y nada complaciente.» Sara Mesa Claudia vive con sus padres en un apartamento invadido por plantas que se estiran para tocarla. Como todas las familias, la suya contiene una crisis, y solo hará falta que algo o alguien llegue a detonarla. Cada quien tiene un punto de quiebre en la infancia, y Claudia, la protagonista de esta historia, narra, desde la expectación y la mirada aguda de cuando fue una niña, los hechos que abrieron las grietas por donde se colaron los peores temores, aquellos que son irreversibles y empujan al borde del precipicio. Los abismos es un relato estremecedor en el que una hija asume las revelaciones de su madre y los silencios de su padre para empezar a construir su propio mundo. Tras el éxito de La perra, con esta novela, Pilar Quintana consolida el importante lugar que ha conquistado en las letras hispanoamericanas. «Los abismos se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria de su vida familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres. Con el telón de fondo de un mundo femenino de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar, la autora ha creado una historia poderosa narrada desde una aparente ingenuidad que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista. Con una prosa sutil y luminosa en la que la naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura, y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad.» Delactadeljurado Lacrítica hadicho: «Pilar Quintana está acostumbrada a enfrentarse a sus abismos. No le dan miedo los precipicios. Mira al vacío y sonríe, consciente de que ha ganado, de que lo logró cuando dijo basta, al articular un quiero y postular un puedo». Miguel Ángel Santamarina, Zenda «¿A qué abismos se asoma una niña todavía atónita ante los misterios de la familia y del mundo? Su piso es una selva, su hogar un supermercado, su país unas montañas cubiertas de niebla que oculta precipicios. Así el lector se abisma en los abismos de Pilar Quintana». Héctor Abad Faciolince «Con una voz poderosa e inquietante, Pilar Quintana explora los miedos de la infancia junto a las fragilidades y violencias de los adultos. Entre la lucidez, la inocencia, el suspense y los laberintos del deseo, traza un mapa inolvidable del desgarrador camino hacia la libertad». Irene Vallejo «Quintana firma una novela sobre mujeres condenadas a vidas incumplidas que esquiva la simpleza confiriendo opacidad a su protagonista [y] apuesta por un tono amable, casi naíf, que no obstante arrincona y carga de dolor la mirada de la narradora». Carlos Pardo, Babelia «Aquí valen todos las definiciones de abismo. Porque la escritora habla de esa profundidad grande, imponente y peligrosa, esa realidad inmaterial inmensa e insondable que puede ser un precipicio. Ese infierno que también puede suponer ser madre». Lula Gómez, Público «De este libro se sale distinto. Hay aquí una mirada sobre la maternidad, la crueldad y lo inexorable de la naturaleza -en el paisaje selvático, tan hermoso como brutal de la costa colombiana- que resulta inolvidable». Mariana Enriquez
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Lo que no tiene nombre

Por: Piedad Bonnett | Fecha: 2018

¿Hasta dónde puede llegar la literatura? En este libro dedicado a la vida y la muerte de su hijo Daniel, Piedad Bonnett alcanza con las palabras los lugares más extremos de la existencia. La naturalidad y la extrañeza conviven en sus páginas igual que en su mirada conviven la sequedad de la inteligencia y el latido más intenso de la emoción. Buscar respuestas es sólo un modo de hacerse preguntas, de negociar con las preguntas, de saber cuántas preguntas caben en una obsesión. La crítica ha dicho... «Yo he aprendido con este libro despiadado de Piedad, que no hay consuelo. Y que sin embargo vale la pena escribir que no hay consolación. ¿Por qué vale la pena? Creo que vale la pena de decirse, de escribirse, porque es verdad.» Héctor Abad Faciolince «¿Hasta dónde puede llegar la literatura? En este libro dedicado a la vida y la muerte de su hijo Daniel, Piedad Bonnett alcanza con las palabras los lugares más extremos de la existencia. La naturalidad y la extrañeza conviven en sus páginas igual que en su mirada conviven la sequedad de la inteligencia y el latido más intenso de la emoción. Buscar respuestas es un modo de hacerse preguntas. También es una forma de seguir cuidando al hijo más allá de la muerte. La gran literatura convierte la historia personal en una experiencia humana colectiva. Por eso este libro habla de la fragilidad de cualquier vida y de la necesidad de seguir viviendo.» Luis García Montero «El dolor de la madre es aquí, por desgracia y también por milagro, tan infinito como el oficio de la escritora. Su doliente serenidad para nombrar lo innombrable, para narrar la peor de las pérdidas, provoca una admiración que es, a partes iguales, de índole personal y estética. "El pensamiento no se acalla", leemos. Tampoco la literatura, capaz de llegar allí donde la vida nos silencia. Lúcida ante cada palabra que pronuncia en estas páginas de terrible belleza, ante la delicadeza de su herida, Piedad Bonnett nos incorpora conmovedoramente a su familia.» Andrés Neuman «Un testimonio demoledor del hecho más doloroso que una mujer puede imaginar para su vida, escrito con la pluma pesada y pudorosa que sólo puede tener quien se sabe vencida por los demonios pero aún nos mira desde los ojos de sus ángeles. Me da terror y me angustia sentir que este libro es bello, pero eso es: un libro de una belleza notable, ahogada y triste, muda de música, pero tan real como la vida misma.» Pablo Ramos «La vida, la muerte y la literatura se mezclan de una manera dramática en este extraordinario testimonio en el que Piedad Bonnett vuelca su verdad más íntima y su destreza creativa.» Mario Vargas Llosa «Un libro abrasador, valiente hasta la violencia, extraordinario. Piedad Bonnett escribe desde el abismo e ilumina las sombras con un texto penetrante e imprescindible.» Rosa Montero
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