
La experiencia estética y su poder formativo
La experiencia estética, elaborada con la teoría de los "ámbitos", el encuentro, los niveles de realidad y de conducta, presenta un poder formativo sorprendente porque nos permite ver la vida de forma profunda y penetrante, dinámica y relacional. Esta visión nueva nos capacita para comprender la condición relacional de la obra de arte — superando, así, el subjetivismo sin caer en el objetivismo— , determinar con precisión el tipo peculiar de realidad que presentan el arte y la literatura.