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 Imagen de referencia Literatura y no ficción
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Literatura y no ficción

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Obras de Manuel Belgrano

Por: Manuel Belgrano | Fecha: 30/03/1909

REPUBLICA DE COLOMBIA ANALBS HE LA ASAMBLEA NACIONAL Serie VIII ~ Bogotá, Marzo 30 de 1909 ~ Nún>ero 15 001VTEN':EDO Igual suerte corri6 la segund,., de~ pnés de u na discusión en que tomaron pal't~. lo~ hono.l'abl~s Págs. Diputados Orduz, Mon tafiu y QUIJano W al hs. Acta de la ~esi6D del día 18 de Marzo de 1909.. ........ ... ..... ... .. 113 Acta de la sesión del día 20 de Marzo de 1909 ....................... 113 Relaoiones de debates .•••••• "'." ............... _ .•••.••• _ ••• 115 Informes de Comisiones y modifioaoiones al proyecto de ley ., so· bre Oompafitas de Seguros" .•• _ ............... , __ • .......... 118 ACTA DE LA SESI6N DEL DtA 18 DE MARZO DE 1909 (Presidenoia del honorable Diputado Válquelil Oobo). I Con el qUQ'J'um reglan:tentario el sefior P~esiden.­te declaró A bierta la se IÓO á las dos y q Ulnee mI­nutos de la tarde. Previamente excusado dejó de concurrir á ella el honorable Diput do Córdoba. Sin observación alguna fue aprobada por la Asamblea el acta de la sesión anterior. El Secretario dio lectura: . A un mensaje del señor Ministro de Gobierno, en el cual participa á la hOllol'able Asamblea que el Podel' Ejecutivo, por Decreto de fecha 17 de JOR corrientes, derogó el que déclRl"aba en estado de sitio la capital de la Repúblic~ dictado el día 13 del presente en ejercicio de]a facultad que le con· fiere el artículo 121 de la Constituci6n Nacional. A un oficio del señor Ministro de Obras Pú­blicas, en el cual se excusa, por motivos de salud, de concurrir en la fecha á la discusión del pi 0- vecto de ley "t\obre Compañías de Seguros," para que fue citado por el señor Presidente de esta honorable Asamblea. A una nota subscrita por el honorable Diputa­do Antonio José Restrepo, por medio de la cual presenta á la Asamblea renuncia irrevocable del cargo de Diputado por el Departamento de Cal. das; y al orden del día de la corporación. II El honorable Diputado Quijano Wallis subs­cribió la siguiente proposición: " Antes de entrar en el orden del día considé­rese 10 siguiente: "Pnblíquense en hoja suelta los dos informes de la Comisi6n á cuyo estudio pasó la renuncia del Excelentísimo señor General Reyes." Explicada esta proposición por su autor, la Asamblea aprobó la primera parte. III Continuó en seguid I l~ discusi6n de la par't;­resolutiva del informe eon que Po} honorable DI· putado Garcia Medin~ devolvió el proyf1cto de ley " sobre Compañías d~ Seguros." . El Secretario dio lectura á un memoria' su bserIto I por el señor Pedro Jaramil1o, en el cual ~olicita ue la honorllhle Asamblea dé BU aprobaCl6n al pro· yecto PD referenci/\; y á otro firmauo . por los se­ñores Alexllnd,.e KOfJpel & C.o, agente de The Norther1t A88u'ranoe Gompany Ltd., en que se ha­cen ohjeniones á la con\"eniencia de t-'sta Ley, leída á moci6n elel houorahle Diputndo Maootfls V ?el señol' Su bsecretul'io tle Hacitmd~ \' Tes'Iro, qUIen según inf,'I'mó .el Seel'etario a~i ~ió á .. 4e (lebnte en l'epresentsmóu del ReñoJ' MIDlstt'O del Ramo. Despué de una diRC~l Ión en 9,"e tomat'on pat' te el señor ubs~cl'ebtJ'll/ dt" HaCIenda y Tesor'() y los houornbles Di pu tart(l~ García Med i !la, A ngu lo Fernando y Montatla par·a. ostene,' la con venie?cia de legislar sobre la materH, y el honorable I?l~U ' tado Quijano Wallis plira hacer'le algunas obJeCIo. nes al proyecto, la A~amblea ap~o?ó la parte re­solutiva del infor'm~ de la ComlsI6n que lo es· tlldió. Siendo las cuatro menos quince minutos de la tarde el señor Presidente levantó la sesión, convo· cando á los honorables Dí putados para ~l sábado próximo, á la hora reglamentariH. El Presidente, A. V ÁZQUEZ OODO El Secretario, (}8'rardo Ar'l'ubla. -fX+- ACTA DE LA SESIÓN DEL DíA 20 DE MARZO DE 1909 (presidenoia del honorable Diputado Válques Cobo). r Con el qUO'I'u'fn requerido el sefior Presiden~p. declaró abierta la sesión á las dos y cuarenta ml­nutos de la tarde. Dejaron de concurrir con px· cusa los honorables Di putados Calderón, Guerrn, Laborde y Jimeno.. . Leída el acta del día antenor, fue aprobada ~ln .. ninguna observación. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL El honorable Diputado Montaña subs~ribió la siguiente proposición, que fue aprobada por la Asamblea, y respecto de la cual los honorables Diputados Matéus y Quijano Wallis hicieron cons· tar sus votos afirmativos: " Altérese el orden del día y considérese lo si­guiente: " La Asamblea Nacional resuelve no aceptar la renuncia que ha presentado el honorable Diputado doctor Antonio José Restrepo, y lo excita á que vuelva á ocupar su puesto en la corporación. Co­muníquese.~' II El honorable Diputado Pulecio hizo uso de la palabra para presentar la siguiente moción, que fue aprobada por ]a Asamblea en la forma regla­mentaria. "Continúe alterado el orden del día y procé­dase á la elección de Dignatarios de la Asamblea para el nuevo período." En consecuencia se procedió á la elección de Presidente de la corporación, Recogidos los votos de los' 39 honorables Dipu­tados que se hallaban pl'esentes, la Presidencia design6 como escrutadores á los honorables Dipu. tados Dávila y Olano, quienes informaron que aquéllos se h;1 bfan repartido así: Por el honorable Diputado Angulo D. Eucli· des ....... : .. - _____ .. . ... _____ . . .. 19 votos. Por el honorable Diputado Mutis Au· relio - - - . . .. . .... _____ . ______ . _ . . 8 Por el honorable Diputado Salazar Víctor Manuel .... ............ .. 6 Por el honorable Diputado Vásquez Co bo . - - ... - - - - . _ .. .... . ....... -_ . _ 2 Por el honorable Diputado Córdoba Jaime ... ____ ..... __ ............... 2 Por el honorable Diputado Cuervo MárquezLuis ________ ........ . ......... 1 Por el honorable Diputado Palecio Gerardo ..... _. ..... . ....... ____ ... 1 Como ninguno de dichos honorables Dipntados hubiese alcanzado la mayoría de votos requerida, el señor Presidente dispuso se procediera á nueva votación, concretándose esta vez á los nombres de los honorables Diputados Angulo y Mutis, que habían obten ido mayor número de votos. Verificada la votación, ]00 escrutadores designa­dos al efecto pOI' la Presidencia, honorables Dipu­tados Tavera Navas y Quijaoo Wallis, dieron cuen· tR. del siguiente resultado: Por el honorable Diputado Angulo ... 19 votos. Por el honorable Diputado Mutis .... 20 - En consecuencia él último fue declarado legal. mente electo Presidente de la corporación. Procedióse en seguida á la elección de primer Vicepresidente, en la cual prestaron el servicio d'e escrutadores Jos honol'~bles Diputados Gutiél'rez Juan de Dios y Jaramillo, quienes informaron que los 40 votos de los honorables Diputados que too maron parte en ella se habían distribuido así: Por el honorable Diputado Quijano W. José María. . . . . . . .. . .... _ ... __ .... _ ..... _ _ 34 votos. P~r el honorable Diputado Rueda Ve nanCIO ...... ..... .................... '... 3 Por el honorable Diputado Aldana Daniel ____ ... __ ... ... . . . . ... . ...... ... . •.. 2 ~or el honorable Diputado Olano An· tonIno __ ...... . . ... ... ... ...... . • . . ..•.. . .. 1 Por el honorable Diputado Del Co-rral Manuel ................... _ _ _ _ ... 1 En tal virtud la Asamblea declaró electo su primer Vicepresidente al honorable Diputado Qui­jano Wallis. En la elección para segundo Vicepresidente practicaron el escrutinio los honorables Diputa. d03 Torres Elicechea y Dossán, q oienes informa· ron del 'siguiente resultado: Por el honorable Diputado Pinto W. José Ma. ría '. ..... .........• .... . . . . . . . .. 13 votos. Por el honorable Diputado Jaramillo Esteban .... ___ ... .. ... ... ... •.. ... . .. ... 8 Por el honorable Diputado Franco Salvador... . •. . ......... _.. .. ...... 5 Y un voto por cada uno de los honorables I)iputa. dos Goenaga José Manuel, Cervantes Edmundo y Cuervo Márquez Luis. De conformidad con la prescripción reglamen­taria la Presidencia dispuso se procediera á nueva votación, debiendo ésta contraerse á los nombres de los honorables Diputados Pinto y J aramillo. Recogidos los votos por el Secretario, la Presi· dencia design6 como escrutadores á los honorables Diputados Goenaga y Martínez, quienes informaron se habían repartido así: Por el honorable Diputado Jaramillo. 21 votos. Por el honorable Diputado Pinto V .. 19 - En consecuencia el primero fue declarado electo segundo Vicepresidente. 111 Acto continuo se dio lectura á un mensaje del Excelentísimo señor Presidente de la República, de la misma fecha, presentado por Su Señuría el Ministro de Gobierno, junto con el proyecto de ley "por la cual se reforma el Decreto Legislativo número 29 de 1905." Los honorables Diputados Quijano Wallis, J a· ramillo, Salazar, Herrera Restrepo y Del Corral subscribieron la siguiente moción, que fue aproba­da unánimemente por la Asamblea: " L¡t Asamblea Nacional Constituyente y Le­gislativa se ha impuesto con gran satisfacción del importante Mensaje del Excelentísimo señor Pre­sidente de la República, que acaba de presentar Su Señoría · el Ministro de Gobierno; acoge con beneplácito los patrióticos conceptos de ese docu­mento, y dará preferente atención á los proyectos de ley que en armonía con él sean sometidos á su Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA A~AMBLEA NACIONAL 115 estudio. Al mismo tiempo deja constancia de que está dispuesta á prestar su apoyo y adhesi6n á los proyectos que como el presentado y los otros de que habla el Mensaje, consultan las necesidades actuales de la República y el bienestar general del pueblo colombiano." En seguida se discuti6 en primer debate el pro· yecto que acababa de presentar el señor Ministro de Gobierno. La Asamblea le dio su aprobaci6n, y la Presidencia lo pasó al estudio de la Comisión de Regimen Político y Municipal, con término de veinticuatro horas. Por últitno, el honorable Diputado Franco, como Presidente de la Comisión que estudia los Presu­puestos Nacionales de Rentas y Gastos de la actual vigencia, hizo uso de la palabra para solicitar de los miembros de ella concurrieran el martes pr6xi mo al Ministerio de Hacienda y Tesoro á fin de ter- • minar el informe con que debe devolverse el pro· yecto de ley respectivo. Siendo las cuatro y quince minutos de la tarde el sefIor Presidente levantó la sesión. El Presidente, A. V ÁZQUEZ COBO El Secretario, Fernando E. Baena. -+x..=+- RELACIONES DE DEBA'rES SESIÓN DEL DíA 10 DE MARZO DE 1909 En discusión el artículo 1.0 del Tratado entre Colombia y Panamá, el honorable Diputado Pé­rez dijo: Setior Presidente: Como miembro de la Oomisión especial de Rela­ciones Exteriores á cuyo estudio fueron someti­dos los Tratado~ entre Colombia y los Estados Uni­dos y entre Colombia y Panamá, subscribí, salvan­do mis opiniones sobre ciertos artículos de dichos Tratados, el informe en que dicha Comisión reco­mienda á ]a Asamblea se dé segundo debate á los proyectos presentados por Su Señoría el Ministro de Relaciones Exteriores. Debo una explicación al país y á la Asa mblea: voy á darla. En asunto tan grave, tan trascendental, es de­ber de todos y cada uno d~ aquellos sobre quienes puede recaer una gran responsabilidad expresar franca, honrada y libremente ·sus opiniones. Los jóvenes, porque principiamos ]a. vida y no hay far­do más pesado que el ae u~a conciencia intranqui­la, y además, porque el porvenir gtlarda, para los que se apartan del camino de la rectitud, retribu­ciones amargas. Los viejos, porque tienen ya reco­rrido casi todo el camino de la existencia, y el fallo dé la historia es inexorable. La separación 'de Panamá de la nacionalidad co­lombiana es un hecho cumplido, un hecho consu­mado, que ha recibido la sanción del mundo ente­ro. Bien sabemos que casi todas las naciones, si-guiendo el ejemplo de los Estados U nidos, se apresuraron á reconocer ]a nueva República; y los colombianos agradecimos, agradeceremos siempre, la noble actitud de la Madre Patria y la de) Ecua­dor' únicas naciones que simpatizaron con Oolom­bia en aquellos momentos de prueba de nuestra vida nacional. Siempre ha sido para mí motivo de reflexión el hecho de que las demás naciones de América no hubieran hecho causa común con Colombia cuando el infortunio vino á herirnos escudado por el dere­cho de la fuerza y teniendo nuestra misma impo­tencia por su mejor aliado. Nos faltaron entonces, señor Presidente, y está bien aprovechar esta dura lección del pasado, para crearlos ó fórtalecerlos, vínculos de solidaridad y mutuo apoyo con las na­ciones hermanas del Continente. La secesión de Panamá, amparada y favorecida por los 'Estados Unidos, debió haber producido, y no produjo, honda conmoción en la América Lati­na. Lo ocurrido con nosotros ayer bien puede re­petirse mañana con cualquiera de las naciones dé­biles del Continente, ninguna de ellas capaz por si sola para oponer resistencias á la tendencia impe­rial de la política de la Casa Blanca. Mis palabras, señor Presidente, no deben tomarse en són de pro­testa por la conducta de aquellas naciones herma­nas, conducta acaso impuesta por el mismo coloso que mutiló nuestro territol'io. Pero si rememoro el incidente es con el próposito de que de él derive mos toda la enseñanza que nos deja. La independencia de Panamá, aunque nosotros nos obstináramos en negarlo, ó en mantener el sta­tu quo, es hecho cumplido. Hay que ver Ja~ cosas como son y no como uno quisiera que fuesen. Nosotros en este asunto no he mos tenido ni tenemos otro contendor que los Es tados Unidos del Norte. En ese pueblo tan grarrde hasta hace algunos afios en todo lo que dice rela ción á los más puros principios de la democracia, proclamados por Jefferson y vulgarizados por mu­chos otros hombres ilustres, se ha venido efectuan­do una revolución imperiali~ta, de cuyo casi absolu­to predominio¡ son prueba las enormes mayorías con que fueron elegidos Roosevelt en 1904 y Taft en 1908. Esos dos hombres, señor Presidente, ~on los exponentes de las tendencias de los Estados Unidos, y tipifican al yanqui nloderno- En donde no había castas se ha formado la odiosa aristocracia del di­nero con todos sus privilegios é inmunidades, y en donde se proclamaran enantes la ciudadanía y los derechos inuividuales para todos los hombres. sin distinción de nacionalidad, se les niega á los hijos de Puerto Rico el derecho de ser oiudadanos; se ejerce el protectorado en Ouba, por más que en la apariencia se le haya dejado volver al Gobierno propio; el BIG STICK descarga su~ golpes sobre las Repúblicas de la América Oentral; se fiscaliza á, Santo Domingo; se interviene en la política inter: na de Venezuela y de Hai tí, aunque ello sea vela­damente, y el Presidente de la Unión declara en documentos oficiales, . como son sus nlensajes á las Cámaras, que la circunstancia de haber adquirido la Zona del Canal no sólo les da el derecho sino les impone el deber de hacer un activo y eficaz servi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 116 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL cío de policía en las costas del mar Caribe. Los he· chos á que aludo, sefior Presidente, así como la conducta misma que los Estados Unido~ han em· pezado á observal' ya con Panamá, el niño mi mado de ayer, y á quien ellos favorecieron en su deserción de la casa paterna, son rlel dominio uni versal. Me refiero á ellos pa1'a poner de relieve, si es que hace falta, cuán estéril e::i nuestra lucha. Porque los Estados U nidos no reconocen, no reco nocerán nunca su violación de la fe pública, de su palabra empeñ~.da. ~os poderosos, sefior Presidente, no reconocen nunca sus yerros: entre sí van á la guerra como ultima ratio j con los débiles imponen su voluntad y su criterio. De ello tenemos nosotros ejemplo do lor050: 10 ocurrido cuando se improbó el Tratado Herrán-Hay. No entro yo á calificar, a posteriori, si fue bueno ó malo el sentimiento que determinó 3quella improbación; pero si se me pidiera mi opi nión diría que no se procede nunca mal cuando es el patriotismo el que dicta nuestros actos. Se pueden cometer errores patdóticos, sefior Presiden te, pero no se puede obrar de mala fe en un asunto y ser patriota en relación con él á un mismo tiempo. He hablado antes de las declaraciones del Jefe del Estado norteamericano acerca de la policía del mar Caribe. A unque no fuera sino por estas declaracio nes yo no podré darle mi voto afirmath-o al artí· culo VI del Tratado entre Colombia y los Estados Unidos. Yo bien me sé que con Tratado ó sin él los americanos tomarán, cuando les convenga, todo lo que necesiten acá en el Sur; pero que esa nueva mutilación se cumpla, si es que ha de cum plirse, valiéndo~e de nuestra inlpotenr.ia y no de nuestra aquiescencia. Pequefia~ causas producen á las veces grandes efectos. Panamá se habría perdido de todoli mo­dos, porque los Estados U nidos, 80 pretexto de cum pli con las estipulaciones del Tratado de 1846, intervinieron en diversas épocas en los distur­bios de Istmo, y Colombia toleró el desembarco de marinos americanos en nuestro territorio. Pero hay en la historia de este asunto algo que me fue refe · rido por persona muy respetable en la gran metró­poli americana. Un incidente desconocido todavía del público y que la historia no podrá recoger sino cuando se conozcan las memorias de un distingui do diplomático colombiano que duerme ya el últi­mo 8uefío. Algún tiempo antes del luctuoso 3 de Noviembre de 1903 se presentó en Washington una Comisión compuesta de varios individuos interesa· dos en la separación de Panamá, y entre los cuales no se contaba uno solo que fuese hijo del anti· guo Departamento colombiano. Aquellos indivi duoe solicitaron del Presidente de la Unión Ame­ricana el apoyo moral y material para llevar ~ cabo la separación de Panamá y el inmecliato reconoci· miento del nuevo Estado que de aquel movimiento surgiría. El Presidente de los Estados Unidos con· testó que estaba al aprobarse un Tratado firmado en Washington entre los Plenipotenciarios de los dos países, Oolombia y los Estados Unidos, y que era preciso esperar el resultado de las discusiones del Senado de Colombia.. Lo que acabo de referir 8e trascendió en el pú­blico, y un periódico de Filadelfia, anticipándose á los acontecimientos, daba en sus columnas la noti· cia de la separación de Panamá, tal y como ocu rrió en Noviembre de 1903, cosa de un mes antes de que sucediera. Y en la relación del referido pe riódico aparecieron los mismos nombres de Jos pro tagonistas en el drama dela secesión; porque aque 110, señor Presidente, se hizo por programa, y la misma relación que an.ticipada se le había dado al público sirvió para informarlo luégo cuando en rea lidad se cumplieron los acontecimientos. Pero volviendo al incidente, los instigadores de la revolución se dirigi~ron al Departam nto de Es­tado é hicieron al Secretario del Ramo, Mr. Hay, la misma petición de ayuda y reconocimiento. No tuvieron con él mejor suerte que con el Pre si dente, y volviéronse á su hotel á esperar una ocasión más propicia. Pocos días después se reci · bió en el Departamento una nota fechada en Bo gotá y en la cual fll Ministro americano tt'anscri­bía un discurso de un Senador, discurso que ofen día á Mr. Hay en sumo grado. La indi nación del Secretario de Estado se tradujo en el acto en el apoyo absoluto al grupo de traficantes sin concien· cia que habla ido ~J Washington con el objeto de conseguirlo. He dicho antes que Panamá se habría perdido de todos modos, pero la vanidad de un hombre vino á ser la última causa determinante. El derecho á usar nuestros puertos que Colom· bia concede á los Estados U nidos es una amenaza para la. soberanía del país. Se concede este derecho á cualesquiera buques enlpleados Hn la Empresa del Canal; es entendido pues que los barcos de gue · rra que los Estados Unidos envien á hacer el sel'· vicio de policía en el mar Oaribe usarán de nues· tros puertos. En este caso concreto la Nación Nor­teamericana tiene el doble ca.rácter de Nación y de empresaria, y el derecho concedido lo es á perpe · tuidad; porque haya ó no haya Canal, ábrase ó nó la vía interoceánica, la Empresa vivirá siempre, y en ese artículo veo yo lo que vulgarmente se llama el clavo del jesuita, del cual pueden colgar cual­quier día los americanos, como en escarpia, la so· beranía de Colombia. Yo he vivido, honorables colegas, durante los úl· timos años en los Estados Unidos; he leído BU pren­sa; he estugiado sus tendencias; he oído las opinio nes de sus tribunos y de sus hombres de saber; me he dado cuenta, en fin, de la conciencia de ese pue· blo, sobre todo en lo que dice relación al caso nuéstro, al caso concreto de la separación de Panamá. La prensa americana, por medio de sus más su· torizados órganos, ha reconocido siempre que los Estados Unidos favorecieron el movimiento sepa­ratista de Panamá, y que tal proceder, viola torio de un pacto solemne, demandaba una reparación á Colombia. En el mismo sentido se han expresado varios Profesores de Derecho Internacional de al· gunas de las Universidades más conocidas y repu· tadas y la generalidad de las gentes de alguna Hus tración. Pero esas opiniones han sido aisladas y emitidas por aquéllos que carecen de influencia para hacer que sus palabras se traduzcan en he Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 117 ._~- ----=--=-----====::-:-.== =-==================== chos. Y los mismos que en la prensa han expresa· dejaron definidos los límites de una vez, sino que do tan justos conceptos, yesos mismos Profesores se dejó esa entrada por donde cabe toda la ambi· y gentes ilustradas que han calificado privadamen- ción de los Estados Unidos? te la conducta de su Gobierno como atentatoria de La Constitución de Panamá declara en su ar- 108 .más elementales principios de justicia y de tículo 3.0 que los límites de la República son los equIdad, cambiarían de criterio y observarían una del Estado de Panamá; pero esa declaración, se­p. olítica muy distinta de la que sus opiniones par- gún el mismo articulo, es en lo que respecta á los tlculares parecieran preconizar si llegaran á ocu· Estados Unidos; á sus relaciones con ese país en par en el Gabinete ó en el Parlamento tribuna des lo relativo á la construcción, conservación, pro d~ la cual su influencia en nuestro favor pudiera tección y sanitación de cualesquiera medios de ser decisiva. tránsito interoceánico. Porque en cuanto á ColoID-Muy laudable ha sido la iJusión que muchos de bia se refiere, el articulo citado tiene un parágrafo nosotros nos hemos forjado de que un cambio de que dice: política ó de Gobierno en los Estados Unidos pu- " Los límites con la República de Colombia se diera dar un giro favorable á nuestra caURn. Pero determinarán por medio de Tratados públicos." bllstame recordar, para desvanecer esa illlsión, que Yo no me hago la ilusión, seilor Presidente, de á ninguno de los ciudadanos que han perseguido que los panameilos han dejado para denpués, y la Presidencia de la Unión, de]a secesión de Pa para ser fijados por arbitramento, los limites de namA á la fecha, l~ pasó jamás por la ment,e la· los altos de As?ave para abajo por un sentimiento idea de defender á Colombia, de poner como capí- de amor propio herido por haber ocupado Colom tulo de su programa la demanda de reparación y bia la región de Juradó. Y no me hago esa ilusión, de justicia para ella. Ni Parker, ni Bryan, ni porque veo claramente que desde que se promulgó Hearst, ni los candidato~ de los partidos socialista la Constitución pallameila, esto es, cuatro afios an y popular tuvieron nada que decir, nada que tes de la ocupación de Juradó, 108 panamefios te­tachar á la conducta de su país para con Colombia nían en mientes algo que solamente el tiempo se en ninguno de los lnuchos discursos pronunciados encargal'á de aclarar y que yo abrigo muy serios por ellos durante las ardientes luchas eleccionarias temores de que no habrá de ser favorable á nues­de 1904 y de 1908, una y otra presenciadas por mí tros intereses. y seguidas con todo interés por eso mismo. Esta será la única vez que hable yo ~obI'e estas Con la aprobación de los Tratados que estudia cuest.ion~s; nada que pueda decirse aquí cambiará esta Asamblea obtendrán los Estados Unidos el el CrIterIO que tengo formado respecto de estos ansiado título á la Zona del Canal, título que no p~c~os. Desd~ el moment,o en que el Plenipoten­puede ser perfecto mientras Colomb- no .. econoz CIano colombIano estampo su firma en esos Tra­ca la independencia de la RepúbJica Panamá; y tados quedó coneu_mado este asunto. L~. Asam : por lo que hace á nuestro país, ojalfl, sea. ésta la úl blea por tanto no tlen~ e~ esto responsabIlIdad; SI tima escena de la tragedia panameila iniciada con hubo error en las negOCIaCIones, eso no es cuenta de el conflicto del melón, y cuy acto culminante ha ella., . _., sido la traición de Esteban Huertas. Por lo demas, seilor PreSIdente, aSIstImos a lo Panamá ha sido fatídic~ para el mundo. Dijé inevitable por ~úl~iples causas, y no es ~a pr.ime ­rase, seilor Presidente, que el lodo de aquel1a gar- ro vez que lo In~vlta?le oc~rre en. la hIstOrIa de ganta americana hubiera sido hecho expresamen los pueblos. El hIstorIador ImparCI~1 dará á cada te para manchar reputaciones. U?O lo suyo cua!ldo al través d~l tl~mpo ,se estu- Dios quiera que sea éste el último acto. El Tra- dlen _estas cuestIOne~ y se llegue al orIgen, ~ la cau tado con Panamá nos deja el peligro de la demar. sa pr~mera de la catas~~ofe. Lanzada la chIspa que cae ión de límites en la región de Juradó, región causo esta co~flagraCIon deplorable, los que d.es · en disputa que corremos el riesgo de perder. Yo p.ués ~e han VIstO en~ueltos en ella no han SIdo no digo que así habrá de suceder irremediable· SIno Jug~etes del destIno. . mente, porque soy optimista y no me anticipo las . Lo repIto, _honorables colegas, nU~8tra lmpoten­catástrofes; pero si quiero dejal' constancia de cla es y ha sld~ el mAs poder?so ahado del coloso mis temores á este respecto. que de~membl'o nuestra PatrIa. La Cancillería colombiana, seilor Presidente, He dICho. tendrá que exhibir mucha habilidad, mucho tacto, suma discreción, para que por esa puerta que ellos han insistido en dejar entreabierta no perdamos una de 108 regiones más ricas del territorio patrio. y toda esa habilidad, todo ese tacto, toda esa dis creción habrán de ser empleados también, sefior Presidente, para conjurar el peligro de las recIa maciones ilegitimas acaso intentadas por los mis mos que especularon con la separación de Panamá. Yo no podré darle, sefior Presidente, mi voto afirma tivo al artículo IX del Tratado con Panamá, que deja para después la fijación de los límites entre los dos países. Si en realidad no tiene impor­tancia la región en disputa, ¿por qué razón no se SESIÓN DEL 18 DE MARZO DE 1909 En discusión la proposición con que termina el Informe acerca del proyecto de ley" sobre Com­pañías de Seguros," el señor Subsecretario de Ha· cienda y Tesoro dijo: La honorable Asamblea citó para este debate á Su Seiloría el Ministro de Hacienda; pero como el tiene algunas ocupaciones más urgentes y no ha tenido tiempo para ponerse al corriente el asunto que se discute, me suplicó que 10 representara en esta corporación, y también porque fui yo quien presentó este proyecto, en mi carácter de Subse- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 118 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL cretario de Hacienda encargado del Ministerio, por orden del Consejo de Ministros, que dispuso se presentara, porque ha recibido manifestaciones sobre que es necesario que en este país se haga 10 que en todos: legislar sobre el asunto de Seguros. Esto es indispensable, y no porque el país es pobre debe dejar de hacer lo que los demás han hecho, pues si nos atuviéramos á esa regla no se podría legislar sobre nada. El país pues está en situación de legislar sobre Seguros; tiene derecho á hacerlo, y debe hacerlo. El Gobierno no tiene grande interés en que esta Ley pase en la forma en que se presentó; sometió á la consideración de la honorable AsaJnblea este proyecto como base, y acogerá gustoso cualquinl' modificación que se haga. No hace de este asunto cuestión de Estado, aunque SÍ lo estudió detenida­mente antes de presentarlo. Decía el honorable Diputado Montafia que no hay legislación sobre compafiías anónimas, y á este respecto debo hacer constar que sí hay inspectoreEt de compafiías anónimas, puesto que actualmente el señor Cordobés MOQre está inspeccionando los bancos y las compafiías de ferrocarriles, cuyos ac· tos de ",isitas se publican en el Diario Oficial. Creo que la honorable Asamblea debe darle voto afirmati vo á la proposición con que termina el in­forme de la Comisión, para entrar á discutir el pro ­yecto en segundo debate, articulo por artículo, con la debida cnlma, puesto que por ahora no tiene otro asunto en qué ocuparse, y así puede salir una buena ley. M~ reservo por tanto dar otras explica ciones sobre este asunto si, como lo espero, se re· suelve darle segundo debate al proyecto. ~~~ La importancia del Seguro es de todos conocida; INFORMES DE COMISIONES 108 intereses que representa esa institución s?n Honorables Diputados: enormes. Las Oompafiías que hacen ese negocIO, I . sea sobre incendios , sobre la vida, marítimos , fiu Me ha to1c ado Infordm aros para segundo debate viales y de transporte, ó de accidentes, etc., poseen respecto a proyecto e ley que sobre Comp~fUas grandes capita.les. Las compafiías más ricas del de Seguros os ha presentado Su Sefioría el Ministro mundo son tal vez las de Seguros. El Seguro se roza de Hacienda y Teso!o. . con la vida nacional en casi todas sus manifesta- Este proyecto satIsface una necesIdad, cual es la ciones, con la vida industrial, la comercial y hasta de ~odear de garantías á los ciudada.nos que se con la social, pues no hay ramo de la vida de una acoJ~n al asegur~ para. ponerse á cubIerto d~ las nación con que el Seguro no esté ligado. pérdIdas totales o parcIales que pueda sufrIr su riqueza en sus diversas manifestaciones, ya se tra Leyes ~omo ésta se han dado en todos los. p~íses te de la vida, que es el más valioso de los capita-sudamerlCaI? os, . que son los que debemos ImItar. les, ya de las propiedades muebles ó inmuebles, No soy partIdarIO de que tomemos ?omo modelo lo etc. Tiene ues el negocio del aseguro un extenso que. ha~en en este asu!l,to en ~Ul opa y Estados campo donde puede ejercitarse la actividad huma t!nldos'ldebe~os SÍ S~g~ll la corrIente de Sur .Ame- na; y si las sociedades que á él se dedican prestan rIca. 00 0n:bIa es el unlco país que no ha legl.s1~do uno de los mayores servicios, como es el de allegar so~r~ Segu os, y tal.vez el Ecuador. H~y leyes les el concurso de muchos para remediar la desgracia trIctlvas ~omo las dictadas por el BraSil, en don~e de uno solo, eliminar de los negocios el azar dán­se excluyo. á las CompafHas de Seguros. extrauJe doles complt'ta seguridad, ó creando un capital y raJ y ~urgleron gran~es Compafiías nacIO!lales que estimulando el ahorro, deben constituirse aólida. se edlCan á ese negOCIO y han pr?gresado ~nmensa mente y dar tolla clase de garantías ?ara el cum mente. En Ve~ezue~a ha suce~ldo lo mismo, a~í plimiento de sus delicados compromisos. c~mo en el Peru, Chile, ~rgentlna y Uru~uay. El Verdad es que en este asunto corresponde á. los ployect~ de ley que he tenl~o el hono~ de pre~entar particulares buscar I,oda clase de garantías, eligien. es más lIberal que cualqUiera de loe de los CItados do las más ricas y honorables Compañías que ha-países. yan de prestarles el servicio; pero también lo es La Ley que va; á discutirse da lugar á q~e las que muchas veces se presentan en el país agentes C0t;Upafiías. e~tranJeras de .Seguros q~e so.n rIcas y que procuran adquirir uegocios para Compafiías serias contlnu~n sus ~egoc~o~ en el pals, SI se aI?re poco solventes ó poco escrupulosas, y haciendo suran á c~mphr las dlS~oslcIOne9 y traen ~~ cap.Ital ofertas que no cumplirán y cuyo cumplimiento no de garantla correspOndl~?te; pero tamblen tlen- se les podrá. exigir, ocasionan grandes pérdidas, y d~ á fomentar la formaClon de Compáfiías colo m lo que es peol', desacreditan el aseguro en sus di­blanas, para que de esas grandes su~as, que ac versas formas; perjuicio grandísimo, porque nos tualmente salen del país en pago de prImas de Se- aleja de esta benéfica institución, única que prote­guros, se quede aquí una parte por lo menos. ge realmente el capital. Estas ligeras considera· Se ha dicho que todas ias primas que se pagan ciones y la luminosa exposición con que Su Sefio­en el país para Compafifas extranjeras vuelven en ría el Ministro de Hacienda y Tesoro acompafió el forma de siniestros, y esto no es rigurosamente proyecto os demuestran la necesidad de dictar le· exacto- Lo prueba el siguiente hecho: esa gran yes sobre tan importante materia. Compafiía representada aquí por el responsable Las Compañías nacionales de seguros están su­sefior Koppel se estableció con un capital de dos mi jetas á la inmediata inspección del Gobierno, quien llones de pesos, y hoy tiene siete millones de libras; puede vigilar de cerca sus operaciones y cerciorar· luego no todas las primas que percibió han sido se de que ellas dan garantías suficientes y propor­devueltas por siniestros. Se quedan muchas por allá, cionadas á sus negocios, puesto que tienen radicadas y con ellas se forman esos grandes capitales. en el país la mayor parte de sus fincas y demás valo· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 119 res que constituyen su capital. Mas no sucede lo mismo con las Oompafifas extranjeras de Seguros, cuyo domicilio está fuéra de nuestro territorio y que hoy no tienen en Colombia quienes las representen legalmente en los asuntos judiciales que puedan ocurrir. Por el artículo 1. o del proyecto se les im pone la justa obligación de mantener en el país un representante legal; pero cree conveniente vues­tra Comisión agregar alguna disposición respecto á los agentes viajeros, á fin de evitar posibles en­gafios, y os presenta una modificación por la cual se impone á dichos agentes el deber de hacerse inscribir y presentar sus títulos para que sean re gistrados ante la autoridad competente. A estas condiciones quedan también sujetos los agentes de las Compafiías nacionales. El artículo 2. 0 del proyecto impone á las Compa pafiías de Seguro extranjeras que no tengan domi­cilio social en Oolombia el deber de invertir en el país un capital efectivo de garantía de $ 100,000. No son discutibles ni la conveniencia de esta ga rantfa ni el derecho que haya para imponerla. No lo es la conveniencia, porque, como ya se ha dicho, en tan delicado asunto que afecta hondamente los negocios y por consiguiente la riqueza pública, no puede el Gobierno prescindir de vigilar por que quienes se acojan al precioso recurso del aseguro tengan la garantía de que depositan sus intereses y su confianza en entidades que tienen capital su· ficiente para respaldar sus compromisos. Es esto lo Que han hecho casi todos los paises, así l"icos y poderosos como pobres y débiles, que se nos han adelantado, como en muchas otras cosas, en la vi ­gilancia del Ramo de Seguros. Además esto con­tribuirá á fomentar en nuestro país la formación de Com pafifas de Begu ros más ó menos ricas, es timulando así á nuestros capitalistas á invertir su dinero en un pingüe ramo de negocios que no apro vecha la Nación, porque ni aquéllos, ni el comercio, ni el público en genera) se han tomado el trabajo de estudiarlo para comprenderlo y beneficiarlo. Tampoco es discutible el derecho que se tenga para pedir esa garantía, porque ella no entrafia in· justicia alguna. A primera vista parece que la hay, puesto que la disposición se refiere á Oompa­flias extranjeras no domiciliadas aquí; pero debe tenerse presente que si la condición no abarca á las nacionales es porque éstas se hallan sujetas á la inspección del Gobierno, como se ha dicho, y porque tienen y deben tener invertido en el país la mayor parte de su capital. De manera que en prin­cipio no hay desigualdad alguna, puesto que no se colocan unas compafifas en peor condición que otras. Que esta condición se impone con derecho, lo prueba el que todos los países la h~n estableci­do, y no tan sencilla como lo exige • el proyecto, porque en casi todos ellos se impone la inversión en el respectivo país de una parte más ó menos considerable del fondo de reserva que debe retirar­se de las primas según los estatutos de cada socie­dad, lo que implica, sin duda, el examen en la in­mediata vigilancia de los negocios de la Compafiía. Puede objetarse que en tratándose de las prime­ras disposiciones que se van á dictar respecto á este asunto no es prudente fijar desde ahora en un mínimum de $ 100,000 la seguridad ó caución que deben dar todas las Compafiías que hayan de que dar comprendidas en esta Ley. Podría esto ocasio nar la perturbación de los negocios en algunos ra mos del seguro, que, aunque temporal, sería per­judicial al público. Atendiendo á esto vuestra Co­misión os propone una modificación al artículo 2. o El plazo de seis meses que fija el artículo 4. o del proyecto para que las Oompafiías constituyan la­garantía parece á vuestra Comisión muy corto, y os propone que el plazo sea de un afio improrro­gable. Los negocios de aseguros marítimos, cuando se hacen en el Exterior, no pueden quedar compren didos en los requisitos que establece el proyecto que se discute; el aseguro tiene que regirse por las leyes del país donde se celebra el contrato. Es esta una consideración que debe tenerse en cuenta al discutirse el artículo 5. o del proyecto, que sefiala la responsabilidad en que incurren los agen­tes ó intermediarios que contribuyan á celebrar en Colombia negociós por cuenta de sociedades que no estén dentro de la ley. El aseguro marítimo exi­ge por su naturaleza la presencia de un agente ó representante donde resida el comerciante cuya mercancía viene asegurada, y que tiene la misión de cerciorarse de la existencia de la avería y pre­senciar el avalúo de ésta, sin lo cual es difícil obte ner el pago del siniestro. Preciso es exceptuar cla­ramente estos agentes del articulo 5.°, pues aunque ellos no intervienen en la celebración de un nego­cio de aseguro en Colombia, podría acontecer que por falta de esta aclaración se les comprendiera en tal disposición; y aunque el comerciante puede ocurrir á otros medios, ellos son más dispendiosos, y en definitiva el perjuicio es para el comerciante, que sufre un retardo en el pago. Igual declarato· ria hay que hacer respecto á las C om paílías ó so­ciedades colombianas ó extranjeras nacionaliza­das que reaeeguren en el Exterior, pues si es cier­to que ellas aseguran en este caso una parte de los riesgos en Compafiías extranjeras que no negocien directamente en el país, también 10 es que esto 10 hacen por su propia cuenta y bajo su responsa ­bilidad. Finalmente cree vuestra Comisión conveniente que se deje al Gobierno abierto el campo para que pueda dictar las medidas que la práctica y la pru· dencia aconsejen para fomentar las sociedades na­cionales, facilitando al comercio el aseguro de las mercancías en sociedades nacionales por aquellos medios que sean justos y que no perjudiquen al comercio. En tal sentido se os propone un artículo nuevo. En mérito de estas consideraciones la Comisión os propone. Dése segundo debate al proyecto de ley "sobre Compañías de Seguros," con las modificaciones que en pliego separado se acompafian. Honorábles Diputados. PABLO G AROfA MEDINA Bogotá, Marzo 8 de 1909. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .J 120 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL MODIFIOAOIONEB y ADIOIONES AL PROYEOTO DE LEY I el mundo civilizado, después. de sus nl"gías gue- "SOBRE COMPAíHAS DE SEGUROS" ITeras, como un pueblo tranqullo y ordenado. Artículo. (Para después del 1. o). Los agentes Concretándome pues á la ~enuncül, ~onsidero que viajeros tendrán la obligación de hacerse inscribir, en 1a.s actuales delIcadas Clrcunstanclll~ de la Re­presentando sus credenciales para el re~istro, si es pú.bhc.a, cuan?o se han pr~seDtado . smtomas de en la capital de la República, en el MInisterio de agItaCIóD, es Inoportuno é IncoDveUlente entrar á Gobierno, y si es en los Departamentos, en las Go· resolver precipitadamente el gravísimo problema bernaciones, donde s~ les dará el pase para que de elegir el suceso)' del Excelentísimo señor General puedan ejercoer BUE! fWlciones.. , Reyes, acontecimieDto polítjco que en todas las Artículo 2· del proyecto, I?0<:hficado aSI : democracias causa honda conmoción y produce pero A,rtículo .. Para el estableCImIento de un,a sucur· turbaciones q u~ á ve(~es conducen á los pueblos sal o. agen~Ia de Oompafiías . d? Seguros, o ~ara el hasta los horrores de la guerra civi1. funCIOnamIento de agentes VIaJeros de las mIsmas, El' . - G 1 R cuando el domicilio social de la Compafiía no esté ~I xce entlsl~o ~enor ,~nera eyes en sus radicado en la República de Colombia, se requiere últ~mos actos de. carácter'pohtlCo, (!omo !ion 10s re­la previa inversión en el país de un capital efecti· latlvos la p"ó~lm~ J'eunIón ?e. un ~ongJ'eso p~~u­vo de garantía hasta de cien mil pesos ($ 100,000) l~r, á la ol'gamzaclóll de ~lnlste.l'lOR de co~c1l1a-oro, á juicio del Gobierno. C1ÓD, etc, etc., y en su ma~lfest8cl0nes pú~hcas y Parágrafo. Como está en el proyecto). I privada.. sobre el propÓSIto firme qu~ tIene de Artículo 4, o del proyecto, modificado así: mantener la concordia política y df:> 'iormular y Concédese el plazo de un afio impron"ogable, etc. desarrollar nn vasto plan económico y fiscal para (Lo demás co~o está en el proyecto). .. mejol'ar nuestra pavoro~a situaci6n econ6mic8, Artículo 5. del proyecto. Agregarle el sIguIente la primera de nuestras necesidades públicas des- Parágrafo' 1 . d I 1 P ará gra· f o. N o que d an compren d·Id o s en es t a d·l S pués. de áa 1c ODse. rv'aóc Ión e a paz, reve a aca- I bl· 1 .. t posición los Agentes encargados de ver~ficar las ta~lento a Opl~l D pu lCli:Y. a sentImIen o averías, ni las Compafiías de Seguros naCIonales y n.aclOoal, alto espíritu de patllotlsffiO y el deseo los nacionalizados que reaseguren en el Exterior. s~ncero de ,desprenderse d.e las .fncultades excep· Artículo nuevo. El Gobierno, al reglamentar la clOnales de tas cuales .fue lnvest,ldo por la .Asam. presente Ley, tomará las disposiciones conducen blea de 1905, por' ClJ'euDstancta excepCIonales tes á fin de que por medio de los Cónsules de la también, para vol~t>r á las práctic8M nOI'mllJes de República en el Exterior se f~cilite al .~omercio el la Rppública dentro .d:- lo límite~ de la libertad aseguro de ~as merc~derfas de ~mportaCI?n en. Coro en el ol'den y la justlCHl. pafiías naCIonales o extranjeras nacIonalIzadas Tan nohlt's propósito y actos, y el de Mup .. emo conforme á esta Ley, valor y de p tr'iótico desprendimiento que revela PABLO GARetA MEDINA la renuncia misma, son cODsideracioneH poderosas Bogot~, 8 de Marzo de 1909. para que la Asamblea no la acepte. ~=x..~ Yo quiero creer que con un cambio acertado de Honorables seilore.i Diputados: Como miembro de la Comisión especial á cuyo estudio pasó el Mensaje del Excelentísimo señor General Reyes por el cual renuncia la Presidencia de la República, tengo el honor de presentaros separadamente el informe reglamentario, por dis­crepar en la forma, que no en el proyecto de reso· lución, del de mis tres respetables colegas de la Comisión. Imposible, además . de inútil, es hacer en los estrechos límites de un informe la relación y ni siquiera el indice de los actos ejecutivos que in­forman la intensa labor del Excelentísimo señor General Reyes durante el ejercicio de la Presiden­cia en el tiempo transcurrido, labor que, por otra parte, es suficientemente conocida en el país y fué ra de él. Baste para mi objeto pregonar una vez más que la concordia, base de su sistema p01ítico, en conservar la cual ha perseverado con fe pa· triótica é incontrastable energía, dio sus naturales y saludables frutos; las asperezas y aun los odios de partido desaparecieron; la paz se ha conserva· do inalterable, y Colombia empezó á resurgir ante rumbo, cuando las olas empiezan á encresparse, siquiera sea superficialmente, el experto timonero pondrá el barco al abrigo de las tetnpestades. Cuando la concordia política se haga extensiva de las personas á los principios, en cuanto éstos puedan ser conciliables, á toda~ las aspiraciones legítimas de orden patriótico, á los derechos de los ciudadanos y á los intereses permanentes y tutelares de la sociedad, como creo que es el actual propó· sito del Excelentísimo señor General Reyes, la paz y la prosperidad de la República se asentarán sobre bases inconmovibles. Por las anteriores consideraciones os presento el siguiente proyecto de resolución: La Asamblea Nacional ConeliÍtuyer.te y Legis­lativa no acepta la renuncia que del elevado cargo de Presidente de la República ha hecho el Exce­lentísimo señor General don Rafael Reyes. Honorables Diputados. J. M. QUIJANO W ALLIS Bogotá, Marzo 1 t de 1909. IMPRENTA. NACIONAL Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Anales de la Asamblea Nacional -Serie VIII N. 15

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Anales de la Asamblea Nacional -Serie VIII N. 15

Por: | Fecha: 30/03/1909

REPUBLICA DE COLOMBIA ANALBS HE LA ASAMBLEA NACIONAL Serie VIII ~ Bogotá, Marzo 30 de 1909 ~ Nún>ero 15 001VTEN':EDO Igual suerte corri6 la segund,., de~ pnés de u na discusión en que tomaron pal't~. lo~ hono.l'abl~s Págs. Diputados Orduz, Mon tafiu y QUIJano W al hs. Acta de la ~esi6D del día 18 de Marzo de 1909.. ........ ... ..... ... .. 113 Acta de la sesión del día 20 de Marzo de 1909 ....................... 113 Relaoiones de debates .•••••• "'." ............... _ .•••.••• _ ••• 115 Informes de Comisiones y modifioaoiones al proyecto de ley ., so· bre Oompafitas de Seguros" .•• _ ............... , __ • .......... 118 ACTA DE LA SESI6N DEL DtA 18 DE MARZO DE 1909 (Presidenoia del honorable Diputado Válquelil Oobo). I Con el qUQ'J'um reglan:tentario el sefior P~esiden.­te declaró A bierta la se IÓO á las dos y q Ulnee mI­nutos de la tarde. Previamente excusado dejó de concurrir á ella el honorable Diput do Córdoba. Sin observación alguna fue aprobada por la Asamblea el acta de la sesión anterior. El Secretario dio lectura: . A un mensaje del señor Ministro de Gobierno, en el cual participa á la hOllol'able Asamblea que el Podel' Ejecutivo, por Decreto de fecha 17 de JOR corrientes, derogó el que déclRl"aba en estado de sitio la capital de la Repúblic~ dictado el día 13 del presente en ejercicio de]a facultad que le con· fiere el artículo 121 de la Constituci6n Nacional. A un oficio del señor Ministro de Obras Pú­blicas, en el cual se excusa, por motivos de salud, de concurrir en la fecha á la discusión del pi 0- vecto de ley "t\obre Compañías de Seguros," para que fue citado por el señor Presidente de esta honorable Asamblea. A una nota subscrita por el honorable Diputa­do Antonio José Restrepo, por medio de la cual presenta á la Asamblea renuncia irrevocable del cargo de Diputado por el Departamento de Cal. das; y al orden del día de la corporación. II El honorable Diputado Quijano Wallis subs­cribió la siguiente proposición: " Antes de entrar en el orden del día considé­rese 10 siguiente: "Pnblíquense en hoja suelta los dos informes de la Comisi6n á cuyo estudio pasó la renuncia del Excelentísimo señor General Reyes." Explicada esta proposición por su autor, la Asamblea aprobó la primera parte. III Continuó en seguid I l~ discusi6n de la par't;­resolutiva del informe eon que Po} honorable DI· putado Garcia Medin~ devolvió el proyf1cto de ley " sobre Compañías d~ Seguros." . El Secretario dio lectura á un memoria' su bserIto I por el señor Pedro Jaramil1o, en el cual ~olicita ue la honorllhle Asamblea dé BU aprobaCl6n al pro· yecto PD referenci/\; y á otro firmauo . por los se­ñores Alexllnd,.e KOfJpel & C.o, agente de The Norther1t A88u'ranoe Gompany Ltd., en que se ha­cen ohjeniones á la con\"eniencia de t-'sta Ley, leída á moci6n elel houorahle Diputndo Maootfls V ?el señol' Su bsecretul'io tle Hacitmd~ \' Tes'Iro, qUIen según inf,'I'mó .el Seel'etario a~i ~ió á .. 4e (lebnte en l'epresentsmóu del ReñoJ' MIDlstt'O del Ramo. Despué de una diRC~l Ión en 9,"e tomat'on pat' te el señor ubs~cl'ebtJ'll/ dt" HaCIenda y Tesor'() y los houornbles Di pu tart(l~ García Med i !la, A ngu lo Fernando y Montatla par·a. ostene,' la con venie?cia de legislar sobre la materH, y el honorable I?l~U ' tado Quijano Wallis plira hacer'le algunas obJeCIo. nes al proyecto, la A~amblea ap~o?ó la parte re­solutiva del infor'm~ de la ComlsI6n que lo es· tlldió. Siendo las cuatro menos quince minutos de la tarde el señor Presidente levantó la sesión, convo· cando á los honorables Dí putados para ~l sábado próximo, á la hora reglamentariH. El Presidente, A. V ÁZQUEZ OODO El Secretario, (}8'rardo Ar'l'ubla. -fX+- ACTA DE LA SESIÓN DEL DíA 20 DE MARZO DE 1909 (presidenoia del honorable Diputado Válques Cobo). r Con el qUO'I'u'fn requerido el sefior Presiden~p. declaró abierta la sesión á las dos y cuarenta ml­nutos de la tarde. Dejaron de concurrir con px· cusa los honorables Di putados Calderón, Guerrn, Laborde y Jimeno.. . Leída el acta del día antenor, fue aprobada ~ln .. ninguna observación. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL El honorable Diputado Montaña subs~ribió la siguiente proposición, que fue aprobada por la Asamblea, y respecto de la cual los honorables Diputados Matéus y Quijano Wallis hicieron cons· tar sus votos afirmativos: " Altérese el orden del día y considérese lo si­guiente: " La Asamblea Nacional resuelve no aceptar la renuncia que ha presentado el honorable Diputado doctor Antonio José Restrepo, y lo excita á que vuelva á ocupar su puesto en la corporación. Co­muníquese.~' II El honorable Diputado Pulecio hizo uso de la palabra para presentar la siguiente moción, que fue aprobada por ]a Asamblea en la forma regla­mentaria. "Continúe alterado el orden del día y procé­dase á la elección de Dignatarios de la Asamblea para el nuevo período." En consecuencia se procedió á la elección de Presidente de la corporación, Recogidos los votos de los' 39 honorables Dipu­tados que se hallaban pl'esentes, la Presidencia design6 como escrutadores á los honorables Dipu. tados Dávila y Olano, quienes informaron que aquéllos se h;1 bfan repartido así: Por el honorable Diputado Angulo D. Eucli· des ....... : .. - _____ .. . ... _____ . . .. 19 votos. Por el honorable Diputado Mutis Au· relio - - - . . .. . .... _____ . ______ . _ . . 8 Por el honorable Diputado Salazar Víctor Manuel .... ............ .. 6 Por el honorable Diputado Vásquez Co bo . - - ... - - - - . _ .. .... . ....... -_ . _ 2 Por el honorable Diputado Córdoba Jaime ... ____ ..... __ ............... 2 Por el honorable Diputado Cuervo MárquezLuis ________ ........ . ......... 1 Por el honorable Diputado Palecio Gerardo ..... _. ..... . ....... ____ ... 1 Como ninguno de dichos honorables Dipntados hubiese alcanzado la mayoría de votos requerida, el señor Presidente dispuso se procediera á nueva votación, concretándose esta vez á los nombres de los honorables Diputados Angulo y Mutis, que habían obten ido mayor número de votos. Verificada la votación, ]00 escrutadores designa­dos al efecto pOI' la Presidencia, honorables Dipu­tados Tavera Navas y Quijaoo Wallis, dieron cuen· tR. del siguiente resultado: Por el honorable Diputado Angulo ... 19 votos. Por el honorable Diputado Mutis .... 20 - En consecuencia él último fue declarado legal. mente electo Presidente de la corporación. Procedióse en seguida á la elección de primer Vicepresidente, en la cual prestaron el servicio d'e escrutadores Jos honol'~bles Diputados Gutiél'rez Juan de Dios y Jaramillo, quienes informaron que los 40 votos de los honorables Diputados que too maron parte en ella se habían distribuido así: Por el honorable Diputado Quijano W. José María. . . . . . . .. . .... _ ... __ .... _ ..... _ _ 34 votos. P~r el honorable Diputado Rueda Ve nanCIO ...... ..... .................... '... 3 Por el honorable Diputado Aldana Daniel ____ ... __ ... ... . . . . ... . ...... ... . •.. 2 ~or el honorable Diputado Olano An· tonIno __ ...... . . ... ... ... ...... . • . . ..•.. . .. 1 Por el honorable Diputado Del Co-rral Manuel ................... _ _ _ _ ... 1 En tal virtud la Asamblea declaró electo su primer Vicepresidente al honorable Diputado Qui­jano Wallis. En la elección para segundo Vicepresidente practicaron el escrutinio los honorables Diputa. d03 Torres Elicechea y Dossán, q oienes informa· ron del 'siguiente resultado: Por el honorable Diputado Pinto W. José Ma. ría '. ..... .........• .... . . . . . . . .. 13 votos. Por el honorable Diputado Jaramillo Esteban .... ___ ... .. ... ... ... •.. ... . .. ... 8 Por el honorable Diputado Franco Salvador... . •. . ......... _.. .. ...... 5 Y un voto por cada uno de los honorables I)iputa. dos Goenaga José Manuel, Cervantes Edmundo y Cuervo Márquez Luis. De conformidad con la prescripción reglamen­taria la Presidencia dispuso se procediera á nueva votación, debiendo ésta contraerse á los nombres de los honorables Diputados Pinto y J aramillo. Recogidos los votos por el Secretario, la Presi· dencia design6 como escrutadores á los honorables Diputados Goenaga y Martínez, quienes informaron se habían repartido así: Por el honorable Diputado Jaramillo. 21 votos. Por el honorable Diputado Pinto V .. 19 - En consecuencia el primero fue declarado electo segundo Vicepresidente. 111 Acto continuo se dio lectura á un mensaje del Excelentísimo señor Presidente de la República, de la misma fecha, presentado por Su Señuría el Ministro de Gobierno, junto con el proyecto de ley "por la cual se reforma el Decreto Legislativo número 29 de 1905." Los honorables Diputados Quijano Wallis, J a· ramillo, Salazar, Herrera Restrepo y Del Corral subscribieron la siguiente moción, que fue aproba­da unánimemente por la Asamblea: " L¡t Asamblea Nacional Constituyente y Le­gislativa se ha impuesto con gran satisfacción del importante Mensaje del Excelentísimo señor Pre­sidente de la República, que acaba de presentar Su Señoría · el Ministro de Gobierno; acoge con beneplácito los patrióticos conceptos de ese docu­mento, y dará preferente atención á los proyectos de ley que en armonía con él sean sometidos á su Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA A~AMBLEA NACIONAL 115 estudio. Al mismo tiempo deja constancia de que está dispuesta á prestar su apoyo y adhesi6n á los proyectos que como el presentado y los otros de que habla el Mensaje, consultan las necesidades actuales de la República y el bienestar general del pueblo colombiano." En seguida se discuti6 en primer debate el pro· yecto que acababa de presentar el señor Ministro de Gobierno. La Asamblea le dio su aprobaci6n, y la Presidencia lo pasó al estudio de la Comisión de Regimen Político y Municipal, con término de veinticuatro horas. Por últitno, el honorable Diputado Franco, como Presidente de la Comisión que estudia los Presu­puestos Nacionales de Rentas y Gastos de la actual vigencia, hizo uso de la palabra para solicitar de los miembros de ella concurrieran el martes pr6xi mo al Ministerio de Hacienda y Tesoro á fin de ter- • minar el informe con que debe devolverse el pro· yecto de ley respectivo. Siendo las cuatro y quince minutos de la tarde el sefIor Presidente levantó la sesión. El Presidente, A. V ÁZQUEZ COBO El Secretario, Fernando E. Baena. -+x..=+- RELACIONES DE DEBA'rES SESIÓN DEL DíA 10 DE MARZO DE 1909 En discusión el artículo 1.0 del Tratado entre Colombia y Panamá, el honorable Diputado Pé­rez dijo: Setior Presidente: Como miembro de la Oomisión especial de Rela­ciones Exteriores á cuyo estudio fueron someti­dos los Tratado~ entre Colombia y los Estados Uni­dos y entre Colombia y Panamá, subscribí, salvan­do mis opiniones sobre ciertos artículos de dichos Tratados, el informe en que dicha Comisión reco­mienda á ]a Asamblea se dé segundo debate á los proyectos presentados por Su Señoría el Ministro de Relaciones Exteriores. Debo una explicación al país y á la Asa mblea: voy á darla. En asunto tan grave, tan trascendental, es de­ber de todos y cada uno d~ aquellos sobre quienes puede recaer una gran responsabilidad expresar franca, honrada y libremente ·sus opiniones. Los jóvenes, porque principiamos ]a. vida y no hay far­do más pesado que el ae u~a conciencia intranqui­la, y además, porque el porvenir gtlarda, para los que se apartan del camino de la rectitud, retribu­ciones amargas. Los viejos, porque tienen ya reco­rrido casi todo el camino de la existencia, y el fallo dé la historia es inexorable. La separación 'de Panamá de la nacionalidad co­lombiana es un hecho cumplido, un hecho consu­mado, que ha recibido la sanción del mundo ente­ro. Bien sabemos que casi todas las naciones, si-guiendo el ejemplo de los Estados U nidos, se apresuraron á reconocer ]a nueva República; y los colombianos agradecimos, agradeceremos siempre, la noble actitud de la Madre Patria y la de) Ecua­dor' únicas naciones que simpatizaron con Oolom­bia en aquellos momentos de prueba de nuestra vida nacional. Siempre ha sido para mí motivo de reflexión el hecho de que las demás naciones de América no hubieran hecho causa común con Colombia cuando el infortunio vino á herirnos escudado por el dere­cho de la fuerza y teniendo nuestra misma impo­tencia por su mejor aliado. Nos faltaron entonces, señor Presidente, y está bien aprovechar esta dura lección del pasado, para crearlos ó fórtalecerlos, vínculos de solidaridad y mutuo apoyo con las na­ciones hermanas del Continente. La secesión de Panamá, amparada y favorecida por los 'Estados Unidos, debió haber producido, y no produjo, honda conmoción en la América Lati­na. Lo ocurrido con nosotros ayer bien puede re­petirse mañana con cualquiera de las naciones dé­biles del Continente, ninguna de ellas capaz por si sola para oponer resistencias á la tendencia impe­rial de la política de la Casa Blanca. Mis palabras, señor Presidente, no deben tomarse en són de pro­testa por la conducta de aquellas naciones herma­nas, conducta acaso impuesta por el mismo coloso que mutiló nuestro territol'io. Pero si rememoro el incidente es con el próposito de que de él derive mos toda la enseñanza que nos deja. La independencia de Panamá, aunque nosotros nos obstináramos en negarlo, ó en mantener el sta­tu quo, es hecho cumplido. Hay que ver Ja~ cosas como son y no como uno quisiera que fuesen. Nosotros en este asunto no he mos tenido ni tenemos otro contendor que los Es tados Unidos del Norte. En ese pueblo tan grarrde hasta hace algunos afios en todo lo que dice rela ción á los más puros principios de la democracia, proclamados por Jefferson y vulgarizados por mu­chos otros hombres ilustres, se ha venido efectuan­do una revolución imperiali~ta, de cuyo casi absolu­to predominio¡ son prueba las enormes mayorías con que fueron elegidos Roosevelt en 1904 y Taft en 1908. Esos dos hombres, señor Presidente, ~on los exponentes de las tendencias de los Estados Unidos, y tipifican al yanqui nloderno- En donde no había castas se ha formado la odiosa aristocracia del di­nero con todos sus privilegios é inmunidades, y en donde se proclamaran enantes la ciudadanía y los derechos inuividuales para todos los hombres. sin distinción de nacionalidad, se les niega á los hijos de Puerto Rico el derecho de ser oiudadanos; se ejerce el protectorado en Ouba, por más que en la apariencia se le haya dejado volver al Gobierno propio; el BIG STICK descarga su~ golpes sobre las Repúblicas de la América Oentral; se fiscaliza á, Santo Domingo; se interviene en la política inter: na de Venezuela y de Hai tí, aunque ello sea vela­damente, y el Presidente de la Unión declara en documentos oficiales, . como son sus nlensajes á las Cámaras, que la circunstancia de haber adquirido la Zona del Canal no sólo les da el derecho sino les impone el deber de hacer un activo y eficaz servi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 116 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL cío de policía en las costas del mar Caribe. Los he· chos á que aludo, sefior Presidente, así como la conducta misma que los Estados Unido~ han em· pezado á observal' ya con Panamá, el niño mi mado de ayer, y á quien ellos favorecieron en su deserción de la casa paterna, son rlel dominio uni versal. Me refiero á ellos pa1'a poner de relieve, si es que hace falta, cuán estéril e::i nuestra lucha. Porque los Estados U nidos no reconocen, no reco nocerán nunca su violación de la fe pública, de su palabra empeñ~.da. ~os poderosos, sefior Presidente, no reconocen nunca sus yerros: entre sí van á la guerra como ultima ratio j con los débiles imponen su voluntad y su criterio. De ello tenemos nosotros ejemplo do lor050: 10 ocurrido cuando se improbó el Tratado Herrán-Hay. No entro yo á calificar, a posteriori, si fue bueno ó malo el sentimiento que determinó 3quella improbación; pero si se me pidiera mi opi nión diría que no se procede nunca mal cuando es el patriotismo el que dicta nuestros actos. Se pueden cometer errores patdóticos, sefior Presiden te, pero no se puede obrar de mala fe en un asunto y ser patriota en relación con él á un mismo tiempo. He hablado antes de las declaraciones del Jefe del Estado norteamericano acerca de la policía del mar Caribe. A unque no fuera sino por estas declaracio nes yo no podré darle mi voto afirmath-o al artí· culo VI del Tratado entre Colombia y los Estados Unidos. Yo bien me sé que con Tratado ó sin él los americanos tomarán, cuando les convenga, todo lo que necesiten acá en el Sur; pero que esa nueva mutilación se cumpla, si es que ha de cum plirse, valiéndo~e de nuestra inlpotenr.ia y no de nuestra aquiescencia. Pequefia~ causas producen á las veces grandes efectos. Panamá se habría perdido de todoli mo­dos, porque los Estados U nidos, 80 pretexto de cum pli con las estipulaciones del Tratado de 1846, intervinieron en diversas épocas en los distur­bios de Istmo, y Colombia toleró el desembarco de marinos americanos en nuestro territorio. Pero hay en la historia de este asunto algo que me fue refe · rido por persona muy respetable en la gran metró­poli americana. Un incidente desconocido todavía del público y que la historia no podrá recoger sino cuando se conozcan las memorias de un distingui do diplomático colombiano que duerme ya el últi­mo 8uefío. Algún tiempo antes del luctuoso 3 de Noviembre de 1903 se presentó en Washington una Comisión compuesta de varios individuos interesa· dos en la separación de Panamá, y entre los cuales no se contaba uno solo que fuese hijo del anti· guo Departamento colombiano. Aquellos indivi duoe solicitaron del Presidente de la Unión Ame­ricana el apoyo moral y material para llevar ~ cabo la separación de Panamá y el inmecliato reconoci· miento del nuevo Estado que de aquel movimiento surgiría. El Presidente de los Estados Unidos con· testó que estaba al aprobarse un Tratado firmado en Washington entre los Plenipotenciarios de los dos países, Oolombia y los Estados Unidos, y que era preciso esperar el resultado de las discusiones del Senado de Colombia.. Lo que acabo de referir 8e trascendió en el pú­blico, y un periódico de Filadelfia, anticipándose á los acontecimientos, daba en sus columnas la noti· cia de la separación de Panamá, tal y como ocu rrió en Noviembre de 1903, cosa de un mes antes de que sucediera. Y en la relación del referido pe riódico aparecieron los mismos nombres de Jos pro tagonistas en el drama dela secesión; porque aque 110, señor Presidente, se hizo por programa, y la misma relación que an.ticipada se le había dado al público sirvió para informarlo luégo cuando en rea lidad se cumplieron los acontecimientos. Pero volviendo al incidente, los instigadores de la revolución se dirigi~ron al Departam nto de Es­tado é hicieron al Secretario del Ramo, Mr. Hay, la misma petición de ayuda y reconocimiento. No tuvieron con él mejor suerte que con el Pre si dente, y volviéronse á su hotel á esperar una ocasión más propicia. Pocos días después se reci · bió en el Departamento una nota fechada en Bo gotá y en la cual fll Ministro americano tt'anscri­bía un discurso de un Senador, discurso que ofen día á Mr. Hay en sumo grado. La indi nación del Secretario de Estado se tradujo en el acto en el apoyo absoluto al grupo de traficantes sin concien· cia que habla ido ~J Washington con el objeto de conseguirlo. He dicho antes que Panamá se habría perdido de todos modos, pero la vanidad de un hombre vino á ser la última causa determinante. El derecho á usar nuestros puertos que Colom· bia concede á los Estados U nidos es una amenaza para la. soberanía del país. Se concede este derecho á cualesquiera buques enlpleados Hn la Empresa del Canal; es entendido pues que los barcos de gue · rra que los Estados Unidos envien á hacer el sel'· vicio de policía en el mar Oaribe usarán de nues· tros puertos. En este caso concreto la Nación Nor­teamericana tiene el doble ca.rácter de Nación y de empresaria, y el derecho concedido lo es á perpe · tuidad; porque haya ó no haya Canal, ábrase ó nó la vía interoceánica, la Empresa vivirá siempre, y en ese artículo veo yo lo que vulgarmente se llama el clavo del jesuita, del cual pueden colgar cual­quier día los americanos, como en escarpia, la so· beranía de Colombia. Yo he vivido, honorables colegas, durante los úl· timos años en los Estados Unidos; he leído BU pren­sa; he estugiado sus tendencias; he oído las opinio nes de sus tribunos y de sus hombres de saber; me he dado cuenta, en fin, de la conciencia de ese pue· blo, sobre todo en lo que dice relación al caso nuéstro, al caso concreto de la separación de Panamá. La prensa americana, por medio de sus más su· torizados órganos, ha reconocido siempre que los Estados Unidos favorecieron el movimiento sepa­ratista de Panamá, y que tal proceder, viola torio de un pacto solemne, demandaba una reparación á Colombia. En el mismo sentido se han expresado varios Profesores de Derecho Internacional de al· gunas de las Universidades más conocidas y repu· tadas y la generalidad de las gentes de alguna Hus tración. Pero esas opiniones han sido aisladas y emitidas por aquéllos que carecen de influencia para hacer que sus palabras se traduzcan en he Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 117 ._~- ----=--=-----====::-:-.== =-==================== chos. Y los mismos que en la prensa han expresa· dejaron definidos los límites de una vez, sino que do tan justos conceptos, yesos mismos Profesores se dejó esa entrada por donde cabe toda la ambi· y gentes ilustradas que han calificado privadamen- ción de los Estados Unidos? te la conducta de su Gobierno como atentatoria de La Constitución de Panamá declara en su ar- 108 .más elementales principios de justicia y de tículo 3.0 que los límites de la República son los equIdad, cambiarían de criterio y observarían una del Estado de Panamá; pero esa declaración, se­p. olítica muy distinta de la que sus opiniones par- gún el mismo articulo, es en lo que respecta á los tlculares parecieran preconizar si llegaran á ocu· Estados Unidos; á sus relaciones con ese país en par en el Gabinete ó en el Parlamento tribuna des lo relativo á la construcción, conservación, pro d~ la cual su influencia en nuestro favor pudiera tección y sanitación de cualesquiera medios de ser decisiva. tránsito interoceánico. Porque en cuanto á ColoID-Muy laudable ha sido la iJusión que muchos de bia se refiere, el articulo citado tiene un parágrafo nosotros nos hemos forjado de que un cambio de que dice: política ó de Gobierno en los Estados Unidos pu- " Los límites con la República de Colombia se diera dar un giro favorable á nuestra caURn. Pero determinarán por medio de Tratados públicos." bllstame recordar, para desvanecer esa illlsión, que Yo no me hago la ilusión, seilor Presidente, de á ninguno de los ciudadanos que han perseguido que los panameilos han dejado para denpués, y la Presidencia de la Unión, de]a secesión de Pa para ser fijados por arbitramento, los limites de namA á la fecha, l~ pasó jamás por la ment,e la· los altos de As?ave para abajo por un sentimiento idea de defender á Colombia, de poner como capí- de amor propio herido por haber ocupado Colom tulo de su programa la demanda de reparación y bia la región de Juradó. Y no me hago esa ilusión, de justicia para ella. Ni Parker, ni Bryan, ni porque veo claramente que desde que se promulgó Hearst, ni los candidato~ de los partidos socialista la Constitución pallameila, esto es, cuatro afios an y popular tuvieron nada que decir, nada que tes de la ocupación de Juradó, 108 panamefios te­tachar á la conducta de su país para con Colombia nían en mientes algo que solamente el tiempo se en ninguno de los lnuchos discursos pronunciados encargal'á de aclarar y que yo abrigo muy serios por ellos durante las ardientes luchas eleccionarias temores de que no habrá de ser favorable á nues­de 1904 y de 1908, una y otra presenciadas por mí tros intereses. y seguidas con todo interés por eso mismo. Esta será la única vez que hable yo ~obI'e estas Con la aprobación de los Tratados que estudia cuest.ion~s; nada que pueda decirse aquí cambiará esta Asamblea obtendrán los Estados Unidos el el CrIterIO que tengo formado respecto de estos ansiado título á la Zona del Canal, título que no p~c~os. Desd~ el moment,o en que el Plenipoten­puede ser perfecto mientras Colomb- no .. econoz CIano colombIano estampo su firma en esos Tra­ca la independencia de la RepúbJica Panamá; y tados quedó coneu_mado este asunto. L~. Asam : por lo que hace á nuestro país, ojalfl, sea. ésta la úl blea por tanto no tlen~ e~ esto responsabIlIdad; SI tima escena de la tragedia panameila iniciada con hubo error en las negOCIaCIones, eso no es cuenta de el conflicto del melón, y cuy acto culminante ha ella., . _., sido la traición de Esteban Huertas. Por lo demas, seilor PreSIdente, aSIstImos a lo Panamá ha sido fatídic~ para el mundo. Dijé inevitable por ~úl~iples causas, y no es ~a pr.ime ­rase, seilor Presidente, que el lodo de aquel1a gar- ro vez que lo In~vlta?le oc~rre en. la hIstOrIa de ganta americana hubiera sido hecho expresamen los pueblos. El hIstorIador ImparCI~1 dará á cada te para manchar reputaciones. U?O lo suyo cua!ldo al través d~l tl~mpo ,se estu- Dios quiera que sea éste el último acto. El Tra- dlen _estas cuestIOne~ y se llegue al orIgen, ~ la cau tado con Panamá nos deja el peligro de la demar. sa pr~mera de la catas~~ofe. Lanzada la chIspa que cae ión de límites en la región de Juradó, región causo esta co~flagraCIon deplorable, los que d.es · en disputa que corremos el riesgo de perder. Yo p.ués ~e han VIstO en~ueltos en ella no han SIdo no digo que así habrá de suceder irremediable· SIno Jug~etes del destIno. . mente, porque soy optimista y no me anticipo las . Lo repIto, _honorables colegas, nU~8tra lmpoten­catástrofes; pero si quiero dejal' constancia de cla es y ha sld~ el mAs poder?so ahado del coloso mis temores á este respecto. que de~membl'o nuestra PatrIa. La Cancillería colombiana, seilor Presidente, He dICho. tendrá que exhibir mucha habilidad, mucho tacto, suma discreción, para que por esa puerta que ellos han insistido en dejar entreabierta no perdamos una de 108 regiones más ricas del territorio patrio. y toda esa habilidad, todo ese tacto, toda esa dis creción habrán de ser empleados también, sefior Presidente, para conjurar el peligro de las recIa maciones ilegitimas acaso intentadas por los mis mos que especularon con la separación de Panamá. Yo no podré darle, sefior Presidente, mi voto afirma tivo al artículo IX del Tratado con Panamá, que deja para después la fijación de los límites entre los dos países. Si en realidad no tiene impor­tancia la región en disputa, ¿por qué razón no se SESIÓN DEL 18 DE MARZO DE 1909 En discusión la proposición con que termina el Informe acerca del proyecto de ley" sobre Com­pañías de Seguros," el señor Subsecretario de Ha· cienda y Tesoro dijo: La honorable Asamblea citó para este debate á Su Seiloría el Ministro de Hacienda; pero como el tiene algunas ocupaciones más urgentes y no ha tenido tiempo para ponerse al corriente el asunto que se discute, me suplicó que 10 representara en esta corporación, y también porque fui yo quien presentó este proyecto, en mi carácter de Subse- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 118 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL cretario de Hacienda encargado del Ministerio, por orden del Consejo de Ministros, que dispuso se presentara, porque ha recibido manifestaciones sobre que es necesario que en este país se haga 10 que en todos: legislar sobre el asunto de Seguros. Esto es indispensable, y no porque el país es pobre debe dejar de hacer lo que los demás han hecho, pues si nos atuviéramos á esa regla no se podría legislar sobre nada. El país pues está en situación de legislar sobre Seguros; tiene derecho á hacerlo, y debe hacerlo. El Gobierno no tiene grande interés en que esta Ley pase en la forma en que se presentó; sometió á la consideración de la honorable AsaJnblea este proyecto como base, y acogerá gustoso cualquinl' modificación que se haga. No hace de este asunto cuestión de Estado, aunque SÍ lo estudió detenida­mente antes de presentarlo. Decía el honorable Diputado Montafia que no hay legislación sobre compafiías anónimas, y á este respecto debo hacer constar que sí hay inspectoreEt de compafiías anónimas, puesto que actualmente el señor Cordobés MOQre está inspeccionando los bancos y las compafiías de ferrocarriles, cuyos ac· tos de ",isitas se publican en el Diario Oficial. Creo que la honorable Asamblea debe darle voto afirmati vo á la proposición con que termina el in­forme de la Comisión, para entrar á discutir el pro ­yecto en segundo debate, articulo por artículo, con la debida cnlma, puesto que por ahora no tiene otro asunto en qué ocuparse, y así puede salir una buena ley. M~ reservo por tanto dar otras explica ciones sobre este asunto si, como lo espero, se re· suelve darle segundo debate al proyecto. ~~~ La importancia del Seguro es de todos conocida; INFORMES DE COMISIONES 108 intereses que representa esa institución s?n Honorables Diputados: enormes. Las Oompafiías que hacen ese negocIO, I . sea sobre incendios , sobre la vida, marítimos , fiu Me ha to1c ado Infordm aros para segundo debate viales y de transporte, ó de accidentes, etc., poseen respecto a proyecto e ley que sobre Comp~fUas grandes capita.les. Las compafiías más ricas del de Seguros os ha presentado Su Sefioría el Ministro mundo son tal vez las de Seguros. El Seguro se roza de Hacienda y Teso!o. . con la vida nacional en casi todas sus manifesta- Este proyecto satIsface una necesIdad, cual es la ciones, con la vida industrial, la comercial y hasta de ~odear de garantías á los ciudada.nos que se con la social, pues no hay ramo de la vida de una acoJ~n al asegur~ para. ponerse á cubIerto d~ las nación con que el Seguro no esté ligado. pérdIdas totales o parcIales que pueda sufrIr su riqueza en sus diversas manifestaciones, ya se tra Leyes ~omo ésta se han dado en todos los. p~íses te de la vida, que es el más valioso de los capita-sudamerlCaI? os, . que son los que debemos ImItar. les, ya de las propiedades muebles ó inmuebles, No soy partIdarIO de que tomemos ?omo modelo lo etc. Tiene ues el negocio del aseguro un extenso que. ha~en en este asu!l,to en ~Ul opa y Estados campo donde puede ejercitarse la actividad huma t!nldos'ldebe~os SÍ S~g~ll la corrIente de Sur .Ame- na; y si las sociedades que á él se dedican prestan rIca. 00 0n:bIa es el unlco país que no ha legl.s1~do uno de los mayores servicios, como es el de allegar so~r~ Segu os, y tal.vez el Ecuador. H~y leyes les el concurso de muchos para remediar la desgracia trIctlvas ~omo las dictadas por el BraSil, en don~e de uno solo, eliminar de los negocios el azar dán­se excluyo. á las CompafHas de Seguros. extrauJe doles complt'ta seguridad, ó creando un capital y raJ y ~urgleron gran~es Compafiías nacIO!lales que estimulando el ahorro, deben constituirse aólida. se edlCan á ese negOCIO y han pr?gresado ~nmensa mente y dar tolla clase de garantías ?ara el cum mente. En Ve~ezue~a ha suce~ldo lo mismo, a~í plimiento de sus delicados compromisos. c~mo en el Peru, Chile, ~rgentlna y Uru~uay. El Verdad es que en este asunto corresponde á. los ployect~ de ley que he tenl~o el hono~ de pre~entar particulares buscar I,oda clase de garantías, eligien. es más lIberal que cualqUiera de loe de los CItados do las más ricas y honorables Compañías que ha-países. yan de prestarles el servicio; pero también lo es La Ley que va; á discutirse da lugar á q~e las que muchas veces se presentan en el país agentes C0t;Upafiías. e~tranJeras de .Seguros q~e so.n rIcas y que procuran adquirir uegocios para Compafiías serias contlnu~n sus ~egoc~o~ en el pals, SI se aI?re poco solventes ó poco escrupulosas, y haciendo suran á c~mphr las dlS~oslcIOne9 y traen ~~ cap.Ital ofertas que no cumplirán y cuyo cumplimiento no de garantla correspOndl~?te; pero tamblen tlen- se les podrá. exigir, ocasionan grandes pérdidas, y d~ á fomentar la formaClon de Compáfiías colo m lo que es peol', desacreditan el aseguro en sus di­blanas, para que de esas grandes su~as, que ac versas formas; perjuicio grandísimo, porque nos tualmente salen del país en pago de prImas de Se- aleja de esta benéfica institución, única que prote­guros, se quede aquí una parte por lo menos. ge realmente el capital. Estas ligeras considera· Se ha dicho que todas ias primas que se pagan ciones y la luminosa exposición con que Su Sefio­en el país para Compafifas extranjeras vuelven en ría el Ministro de Hacienda y Tesoro acompafió el forma de siniestros, y esto no es rigurosamente proyecto os demuestran la necesidad de dictar le· exacto- Lo prueba el siguiente hecho: esa gran yes sobre tan importante materia. Compafiía representada aquí por el responsable Las Compañías nacionales de seguros están su­sefior Koppel se estableció con un capital de dos mi jetas á la inmediata inspección del Gobierno, quien llones de pesos, y hoy tiene siete millones de libras; puede vigilar de cerca sus operaciones y cerciorar· luego no todas las primas que percibió han sido se de que ellas dan garantías suficientes y propor­devueltas por siniestros. Se quedan muchas por allá, cionadas á sus negocios, puesto que tienen radicadas y con ellas se forman esos grandes capitales. en el país la mayor parte de sus fincas y demás valo· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 119 res que constituyen su capital. Mas no sucede lo mismo con las Oompafifas extranjeras de Seguros, cuyo domicilio está fuéra de nuestro territorio y que hoy no tienen en Colombia quienes las representen legalmente en los asuntos judiciales que puedan ocurrir. Por el artículo 1. o del proyecto se les im pone la justa obligación de mantener en el país un representante legal; pero cree conveniente vues­tra Comisión agregar alguna disposición respecto á los agentes viajeros, á fin de evitar posibles en­gafios, y os presenta una modificación por la cual se impone á dichos agentes el deber de hacerse inscribir y presentar sus títulos para que sean re gistrados ante la autoridad competente. A estas condiciones quedan también sujetos los agentes de las Compafiías nacionales. El artículo 2. 0 del proyecto impone á las Compa pafiías de Seguro extranjeras que no tengan domi­cilio social en Oolombia el deber de invertir en el país un capital efectivo de garantía de $ 100,000. No son discutibles ni la conveniencia de esta ga rantfa ni el derecho que haya para imponerla. No lo es la conveniencia, porque, como ya se ha dicho, en tan delicado asunto que afecta hondamente los negocios y por consiguiente la riqueza pública, no puede el Gobierno prescindir de vigilar por que quienes se acojan al precioso recurso del aseguro tengan la garantía de que depositan sus intereses y su confianza en entidades que tienen capital su· ficiente para respaldar sus compromisos. Es esto lo Que han hecho casi todos los paises, así l"icos y poderosos como pobres y débiles, que se nos han adelantado, como en muchas otras cosas, en la vi ­gilancia del Ramo de Seguros. Además esto con­tribuirá á fomentar en nuestro país la formación de Com pafifas de Begu ros más ó menos ricas, es timulando así á nuestros capitalistas á invertir su dinero en un pingüe ramo de negocios que no apro vecha la Nación, porque ni aquéllos, ni el comercio, ni el público en genera) se han tomado el trabajo de estudiarlo para comprenderlo y beneficiarlo. Tampoco es discutible el derecho que se tenga para pedir esa garantía, porque ella no entrafia in· justicia alguna. A primera vista parece que la hay, puesto que la disposición se refiere á Oompa­flias extranjeras no domiciliadas aquí; pero debe tenerse presente que si la condición no abarca á las nacionales es porque éstas se hallan sujetas á la inspección del Gobierno, como se ha dicho, y porque tienen y deben tener invertido en el país la mayor parte de su capital. De manera que en prin­cipio no hay desigualdad alguna, puesto que no se colocan unas compafifas en peor condición que otras. Que esta condición se impone con derecho, lo prueba el que todos los países la h~n estableci­do, y no tan sencilla como lo exige • el proyecto, porque en casi todos ellos se impone la inversión en el respectivo país de una parte más ó menos considerable del fondo de reserva que debe retirar­se de las primas según los estatutos de cada socie­dad, lo que implica, sin duda, el examen en la in­mediata vigilancia de los negocios de la Compafiía. Puede objetarse que en tratándose de las prime­ras disposiciones que se van á dictar respecto á este asunto no es prudente fijar desde ahora en un mínimum de $ 100,000 la seguridad ó caución que deben dar todas las Compafiías que hayan de que dar comprendidas en esta Ley. Podría esto ocasio nar la perturbación de los negocios en algunos ra mos del seguro, que, aunque temporal, sería per­judicial al público. Atendiendo á esto vuestra Co­misión os propone una modificación al artículo 2. o El plazo de seis meses que fija el artículo 4. o del proyecto para que las Oompafiías constituyan la­garantía parece á vuestra Comisión muy corto, y os propone que el plazo sea de un afio improrro­gable. Los negocios de aseguros marítimos, cuando se hacen en el Exterior, no pueden quedar compren didos en los requisitos que establece el proyecto que se discute; el aseguro tiene que regirse por las leyes del país donde se celebra el contrato. Es esta una consideración que debe tenerse en cuenta al discutirse el artículo 5. o del proyecto, que sefiala la responsabilidad en que incurren los agen­tes ó intermediarios que contribuyan á celebrar en Colombia negociós por cuenta de sociedades que no estén dentro de la ley. El aseguro marítimo exi­ge por su naturaleza la presencia de un agente ó representante donde resida el comerciante cuya mercancía viene asegurada, y que tiene la misión de cerciorarse de la existencia de la avería y pre­senciar el avalúo de ésta, sin lo cual es difícil obte ner el pago del siniestro. Preciso es exceptuar cla­ramente estos agentes del articulo 5.°, pues aunque ellos no intervienen en la celebración de un nego­cio de aseguro en Colombia, podría acontecer que por falta de esta aclaración se les comprendiera en tal disposición; y aunque el comerciante puede ocurrir á otros medios, ellos son más dispendiosos, y en definitiva el perjuicio es para el comerciante, que sufre un retardo en el pago. Igual declarato· ria hay que hacer respecto á las C om paílías ó so­ciedades colombianas ó extranjeras nacionaliza­das que reaeeguren en el Exterior, pues si es cier­to que ellas aseguran en este caso una parte de los riesgos en Compafiías extranjeras que no negocien directamente en el país, también 10 es que esto 10 hacen por su propia cuenta y bajo su responsa ­bilidad. Finalmente cree vuestra Comisión conveniente que se deje al Gobierno abierto el campo para que pueda dictar las medidas que la práctica y la pru· dencia aconsejen para fomentar las sociedades na­cionales, facilitando al comercio el aseguro de las mercancías en sociedades nacionales por aquellos medios que sean justos y que no perjudiquen al comercio. En tal sentido se os propone un artículo nuevo. En mérito de estas consideraciones la Comisión os propone. Dése segundo debate al proyecto de ley "sobre Compañías de Seguros," con las modificaciones que en pliego separado se acompafian. Honorábles Diputados. PABLO G AROfA MEDINA Bogotá, Marzo 8 de 1909. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .J 120 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL MODIFIOAOIONEB y ADIOIONES AL PROYEOTO DE LEY I el mundo civilizado, después. de sus nl"gías gue- "SOBRE COMPAíHAS DE SEGUROS" ITeras, como un pueblo tranqullo y ordenado. Artículo. (Para después del 1. o). Los agentes Concretándome pues á la ~enuncül, ~onsidero que viajeros tendrán la obligación de hacerse inscribir, en 1a.s actuales delIcadas Clrcunstanclll~ de la Re­presentando sus credenciales para el re~istro, si es pú.bhc.a, cuan?o se han pr~seDtado . smtomas de en la capital de la República, en el MInisterio de agItaCIóD, es Inoportuno é IncoDveUlente entrar á Gobierno, y si es en los Departamentos, en las Go· resolver precipitadamente el gravísimo problema bernaciones, donde s~ les dará el pase para que de elegir el suceso)' del Excelentísimo señor General puedan ejercoer BUE! fWlciones.. , Reyes, acontecimieDto polítjco que en todas las Artículo 2· del proyecto, I?0<:hficado aSI : democracias causa honda conmoción y produce pero A,rtículo .. Para el estableCImIento de un,a sucur· turbaciones q u~ á ve(~es conducen á los pueblos sal o. agen~Ia de Oompafiías . d? Seguros, o ~ara el hasta los horrores de la guerra civi1. funCIOnamIento de agentes VIaJeros de las mIsmas, El' . - G 1 R cuando el domicilio social de la Compafiía no esté ~I xce entlsl~o ~enor ,~nera eyes en sus radicado en la República de Colombia, se requiere últ~mos actos de. carácter'pohtlCo, (!omo !ion 10s re­la previa inversión en el país de un capital efecti· latlvos la p"ó~lm~ J'eunIón ?e. un ~ongJ'eso p~~u­vo de garantía hasta de cien mil pesos ($ 100,000) l~r, á la ol'gamzaclóll de ~lnlste.l'lOR de co~c1l1a-oro, á juicio del Gobierno. C1ÓD, etc, etc., y en su ma~lfest8cl0nes pú~hcas y Parágrafo. Como está en el proyecto). I privada.. sobre el propÓSIto firme qu~ tIene de Artículo 4, o del proyecto, modificado así: mantener la concordia política y df:> 'iormular y Concédese el plazo de un afio impron"ogable, etc. desarrollar nn vasto plan económico y fiscal para (Lo demás co~o está en el proyecto). .. mejol'ar nuestra pavoro~a situaci6n econ6mic8, Artículo 5. del proyecto. Agregarle el sIguIente la primera de nuestras necesidades públicas des- Parágrafo' 1 . d I 1 P ará gra· f o. N o que d an compren d·Id o s en es t a d·l S pués. de áa 1c ODse. rv'aóc Ión e a paz, reve a aca- I bl· 1 .. t posición los Agentes encargados de ver~ficar las ta~lento a Opl~l D pu lCli:Y. a sentImIen o averías, ni las Compafiías de Seguros naCIonales y n.aclOoal, alto espíritu de patllotlsffiO y el deseo los nacionalizados que reaseguren en el Exterior. s~ncero de ,desprenderse d.e las .fncultades excep· Artículo nuevo. El Gobierno, al reglamentar la clOnales de tas cuales .fue lnvest,ldo por la .Asam. presente Ley, tomará las disposiciones conducen blea de 1905, por' ClJ'euDstancta excepCIonales tes á fin de que por medio de los Cónsules de la también, para vol~t>r á las práctic8M nOI'mllJes de República en el Exterior se f~cilite al .~omercio el la Rppública dentro .d:- lo límite~ de la libertad aseguro de ~as merc~derfas de ~mportaCI?n en. Coro en el ol'den y la justlCHl. pafiías naCIonales o extranjeras nacIonalIzadas Tan nohlt's propósito y actos, y el de Mup .. emo conforme á esta Ley, valor y de p tr'iótico desprendimiento que revela PABLO GARetA MEDINA la renuncia misma, son cODsideracioneH poderosas Bogot~, 8 de Marzo de 1909. para que la Asamblea no la acepte. ~=x..~ Yo quiero creer que con un cambio acertado de Honorables seilore.i Diputados: Como miembro de la Comisión especial á cuyo estudio pasó el Mensaje del Excelentísimo señor General Reyes por el cual renuncia la Presidencia de la República, tengo el honor de presentaros separadamente el informe reglamentario, por dis­crepar en la forma, que no en el proyecto de reso· lución, del de mis tres respetables colegas de la Comisión. Imposible, además . de inútil, es hacer en los estrechos límites de un informe la relación y ni siquiera el indice de los actos ejecutivos que in­forman la intensa labor del Excelentísimo señor General Reyes durante el ejercicio de la Presiden­cia en el tiempo transcurrido, labor que, por otra parte, es suficientemente conocida en el país y fué ra de él. Baste para mi objeto pregonar una vez más que la concordia, base de su sistema p01ítico, en conservar la cual ha perseverado con fe pa· triótica é incontrastable energía, dio sus naturales y saludables frutos; las asperezas y aun los odios de partido desaparecieron; la paz se ha conserva· do inalterable, y Colombia empezó á resurgir ante rumbo, cuando las olas empiezan á encresparse, siquiera sea superficialmente, el experto timonero pondrá el barco al abrigo de las tetnpestades. Cuando la concordia política se haga extensiva de las personas á los principios, en cuanto éstos puedan ser conciliables, á toda~ las aspiraciones legítimas de orden patriótico, á los derechos de los ciudadanos y á los intereses permanentes y tutelares de la sociedad, como creo que es el actual propó· sito del Excelentísimo señor General Reyes, la paz y la prosperidad de la República se asentarán sobre bases inconmovibles. Por las anteriores consideraciones os presento el siguiente proyecto de resolución: La Asamblea Nacional ConeliÍtuyer.te y Legis­lativa no acepta la renuncia que del elevado cargo de Presidente de la República ha hecho el Exce­lentísimo señor General don Rafael Reyes. Honorables Diputados. J. M. QUIJANO W ALLIS Bogotá, Marzo 1 t de 1909. IMPRENTA. NACIONAL Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Anales de la Asamblea Nacional -Serie VIII N. 15

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Anales de la Asamblea Nacional -Serie VIII N. 15

Por: | Fecha: 30/03/1909

REPUBLICA DE COLOMBIA ANALBS HE LA ASAMBLEA NACIONAL Serie VIII ~ Bogotá, Marzo 30 de 1909 ~ Nún>ero 15 001VTEN':EDO Igual suerte corri6 la segund,., de~ pnés de u na discusión en que tomaron pal't~. lo~ hono.l'abl~s Págs. Diputados Orduz, Mon tafiu y QUIJano W al hs. Acta de la ~esi6D del día 18 de Marzo de 1909.. ........ ... ..... ... .. 113 Acta de la sesión del día 20 de Marzo de 1909 ....................... 113 Relaoiones de debates .•••••• "'." ............... _ .•••.••• _ ••• 115 Informes de Comisiones y modifioaoiones al proyecto de ley ., so· bre Oompafitas de Seguros" .•• _ ............... , __ • .......... 118 ACTA DE LA SESI6N DEL DtA 18 DE MARZO DE 1909 (Presidenoia del honorable Diputado Válquelil Oobo). I Con el qUQ'J'um reglan:tentario el sefior P~esiden.­te declaró A bierta la se IÓO á las dos y q Ulnee mI­nutos de la tarde. Previamente excusado dejó de concurrir á ella el honorable Diput do Córdoba. Sin observación alguna fue aprobada por la Asamblea el acta de la sesión anterior. El Secretario dio lectura: . A un mensaje del señor Ministro de Gobierno, en el cual participa á la hOllol'able Asamblea que el Podel' Ejecutivo, por Decreto de fecha 17 de JOR corrientes, derogó el que déclRl"aba en estado de sitio la capital de la Repúblic~ dictado el día 13 del presente en ejercicio de]a facultad que le con· fiere el artículo 121 de la Constituci6n Nacional. A un oficio del señor Ministro de Obras Pú­blicas, en el cual se excusa, por motivos de salud, de concurrir en la fecha á la discusión del pi 0- vecto de ley "t\obre Compañías de Seguros," para que fue citado por el señor Presidente de esta honorable Asamblea. A una nota subscrita por el honorable Diputa­do Antonio José Restrepo, por medio de la cual presenta á la Asamblea renuncia irrevocable del cargo de Diputado por el Departamento de Cal. das; y al orden del día de la corporación. II El honorable Diputado Quijano Wallis subs­cribió la siguiente proposición: " Antes de entrar en el orden del día considé­rese 10 siguiente: "Pnblíquense en hoja suelta los dos informes de la Comisi6n á cuyo estudio pasó la renuncia del Excelentísimo señor General Reyes." Explicada esta proposición por su autor, la Asamblea aprobó la primera parte. III Continuó en seguid I l~ discusi6n de la par't;­resolutiva del informe eon que Po} honorable DI· putado Garcia Medin~ devolvió el proyf1cto de ley " sobre Compañías d~ Seguros." . El Secretario dio lectura á un memoria' su bserIto I por el señor Pedro Jaramil1o, en el cual ~olicita ue la honorllhle Asamblea dé BU aprobaCl6n al pro· yecto PD referenci/\; y á otro firmauo . por los se­ñores Alexllnd,.e KOfJpel & C.o, agente de The Norther1t A88u'ranoe Gompany Ltd., en que se ha­cen ohjeniones á la con\"eniencia de t-'sta Ley, leída á moci6n elel houorahle Diputndo Maootfls V ?el señol' Su bsecretul'io tle Hacitmd~ \' Tes'Iro, qUIen según inf,'I'mó .el Seel'etario a~i ~ió á .. 4e (lebnte en l'epresentsmóu del ReñoJ' MIDlstt'O del Ramo. Despué de una diRC~l Ión en 9,"e tomat'on pat' te el señor ubs~cl'ebtJ'll/ dt" HaCIenda y Tesor'() y los houornbles Di pu tart(l~ García Med i !la, A ngu lo Fernando y Montatla par·a. ostene,' la con venie?cia de legislar sobre la materH, y el honorable I?l~U ' tado Quijano Wallis plira hacer'le algunas obJeCIo. nes al proyecto, la A~amblea ap~o?ó la parte re­solutiva del infor'm~ de la ComlsI6n que lo es· tlldió. Siendo las cuatro menos quince minutos de la tarde el señor Presidente levantó la sesión, convo· cando á los honorables Dí putados para ~l sábado próximo, á la hora reglamentariH. El Presidente, A. V ÁZQUEZ OODO El Secretario, (}8'rardo Ar'l'ubla. -fX+- ACTA DE LA SESIÓN DEL DíA 20 DE MARZO DE 1909 (presidenoia del honorable Diputado Válques Cobo). r Con el qUO'I'u'fn requerido el sefior Presiden~p. declaró abierta la sesión á las dos y cuarenta ml­nutos de la tarde. Dejaron de concurrir con px· cusa los honorables Di putados Calderón, Guerrn, Laborde y Jimeno.. . Leída el acta del día antenor, fue aprobada ~ln .. ninguna observación. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL El honorable Diputado Montaña subs~ribió la siguiente proposición, que fue aprobada por la Asamblea, y respecto de la cual los honorables Diputados Matéus y Quijano Wallis hicieron cons· tar sus votos afirmativos: " Altérese el orden del día y considérese lo si­guiente: " La Asamblea Nacional resuelve no aceptar la renuncia que ha presentado el honorable Diputado doctor Antonio José Restrepo, y lo excita á que vuelva á ocupar su puesto en la corporación. Co­muníquese.~' II El honorable Diputado Pulecio hizo uso de la palabra para presentar la siguiente moción, que fue aprobada por ]a Asamblea en la forma regla­mentaria. "Continúe alterado el orden del día y procé­dase á la elección de Dignatarios de la Asamblea para el nuevo período." En consecuencia se procedió á la elección de Presidente de la corporación, Recogidos los votos de los' 39 honorables Dipu­tados que se hallaban pl'esentes, la Presidencia design6 como escrutadores á los honorables Dipu. tados Dávila y Olano, quienes informaron que aquéllos se h;1 bfan repartido así: Por el honorable Diputado Angulo D. Eucli· des ....... : .. - _____ .. . ... _____ . . .. 19 votos. Por el honorable Diputado Mutis Au· relio - - - . . .. . .... _____ . ______ . _ . . 8 Por el honorable Diputado Salazar Víctor Manuel .... ............ .. 6 Por el honorable Diputado Vásquez Co bo . - - ... - - - - . _ .. .... . ....... -_ . _ 2 Por el honorable Diputado Córdoba Jaime ... ____ ..... __ ............... 2 Por el honorable Diputado Cuervo MárquezLuis ________ ........ . ......... 1 Por el honorable Diputado Palecio Gerardo ..... _. ..... . ....... ____ ... 1 Como ninguno de dichos honorables Dipntados hubiese alcanzado la mayoría de votos requerida, el señor Presidente dispuso se procediera á nueva votación, concretándose esta vez á los nombres de los honorables Diputados Angulo y Mutis, que habían obten ido mayor número de votos. Verificada la votación, ]00 escrutadores designa­dos al efecto pOI' la Presidencia, honorables Dipu­tados Tavera Navas y Quijaoo Wallis, dieron cuen· tR. del siguiente resultado: Por el honorable Diputado Angulo ... 19 votos. Por el honorable Diputado Mutis .... 20 - En consecuencia él último fue declarado legal. mente electo Presidente de la corporación. Procedióse en seguida á la elección de primer Vicepresidente, en la cual prestaron el servicio d'e escrutadores Jos honol'~bles Diputados Gutiél'rez Juan de Dios y Jaramillo, quienes informaron que los 40 votos de los honorables Diputados que too maron parte en ella se habían distribuido así: Por el honorable Diputado Quijano W. José María. . . . . . . .. . .... _ ... __ .... _ ..... _ _ 34 votos. P~r el honorable Diputado Rueda Ve nanCIO ...... ..... .................... '... 3 Por el honorable Diputado Aldana Daniel ____ ... __ ... ... . . . . ... . ...... ... . •.. 2 ~or el honorable Diputado Olano An· tonIno __ ...... . . ... ... ... ...... . • . . ..•.. . .. 1 Por el honorable Diputado Del Co-rral Manuel ................... _ _ _ _ ... 1 En tal virtud la Asamblea declaró electo su primer Vicepresidente al honorable Diputado Qui­jano Wallis. En la elección para segundo Vicepresidente practicaron el escrutinio los honorables Diputa. d03 Torres Elicechea y Dossán, q oienes informa· ron del 'siguiente resultado: Por el honorable Diputado Pinto W. José Ma. ría '. ..... .........• .... . . . . . . . .. 13 votos. Por el honorable Diputado Jaramillo Esteban .... ___ ... .. ... ... ... •.. ... . .. ... 8 Por el honorable Diputado Franco Salvador... . •. . ......... _.. .. ...... 5 Y un voto por cada uno de los honorables I)iputa. dos Goenaga José Manuel, Cervantes Edmundo y Cuervo Márquez Luis. De conformidad con la prescripción reglamen­taria la Presidencia dispuso se procediera á nueva votación, debiendo ésta contraerse á los nombres de los honorables Diputados Pinto y J aramillo. Recogidos los votos por el Secretario, la Presi· dencia design6 como escrutadores á los honorables Diputados Goenaga y Martínez, quienes informaron se habían repartido así: Por el honorable Diputado Jaramillo. 21 votos. Por el honorable Diputado Pinto V .. 19 - En consecuencia el primero fue declarado electo segundo Vicepresidente. 111 Acto continuo se dio lectura á un mensaje del Excelentísimo señor Presidente de la República, de la misma fecha, presentado por Su Señuría el Ministro de Gobierno, junto con el proyecto de ley "por la cual se reforma el Decreto Legislativo número 29 de 1905." Los honorables Diputados Quijano Wallis, J a· ramillo, Salazar, Herrera Restrepo y Del Corral subscribieron la siguiente moción, que fue aproba­da unánimemente por la Asamblea: " L¡t Asamblea Nacional Constituyente y Le­gislativa se ha impuesto con gran satisfacción del importante Mensaje del Excelentísimo señor Pre­sidente de la República, que acaba de presentar Su Señoría · el Ministro de Gobierno; acoge con beneplácito los patrióticos conceptos de ese docu­mento, y dará preferente atención á los proyectos de ley que en armonía con él sean sometidos á su Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA A~AMBLEA NACIONAL 115 estudio. Al mismo tiempo deja constancia de que está dispuesta á prestar su apoyo y adhesi6n á los proyectos que como el presentado y los otros de que habla el Mensaje, consultan las necesidades actuales de la República y el bienestar general del pueblo colombiano." En seguida se discuti6 en primer debate el pro· yecto que acababa de presentar el señor Ministro de Gobierno. La Asamblea le dio su aprobaci6n, y la Presidencia lo pasó al estudio de la Comisión de Regimen Político y Municipal, con término de veinticuatro horas. Por últitno, el honorable Diputado Franco, como Presidente de la Comisión que estudia los Presu­puestos Nacionales de Rentas y Gastos de la actual vigencia, hizo uso de la palabra para solicitar de los miembros de ella concurrieran el martes pr6xi mo al Ministerio de Hacienda y Tesoro á fin de ter- • minar el informe con que debe devolverse el pro· yecto de ley respectivo. Siendo las cuatro y quince minutos de la tarde el sefIor Presidente levantó la sesión. El Presidente, A. V ÁZQUEZ COBO El Secretario, Fernando E. Baena. -+x..=+- RELACIONES DE DEBA'rES SESIÓN DEL DíA 10 DE MARZO DE 1909 En discusión el artículo 1.0 del Tratado entre Colombia y Panamá, el honorable Diputado Pé­rez dijo: Setior Presidente: Como miembro de la Oomisión especial de Rela­ciones Exteriores á cuyo estudio fueron someti­dos los Tratado~ entre Colombia y los Estados Uni­dos y entre Colombia y Panamá, subscribí, salvan­do mis opiniones sobre ciertos artículos de dichos Tratados, el informe en que dicha Comisión reco­mienda á ]a Asamblea se dé segundo debate á los proyectos presentados por Su Señoría el Ministro de Relaciones Exteriores. Debo una explicación al país y á la Asa mblea: voy á darla. En asunto tan grave, tan trascendental, es de­ber de todos y cada uno d~ aquellos sobre quienes puede recaer una gran responsabilidad expresar franca, honrada y libremente ·sus opiniones. Los jóvenes, porque principiamos ]a. vida y no hay far­do más pesado que el ae u~a conciencia intranqui­la, y además, porque el porvenir gtlarda, para los que se apartan del camino de la rectitud, retribu­ciones amargas. Los viejos, porque tienen ya reco­rrido casi todo el camino de la existencia, y el fallo dé la historia es inexorable. La separación 'de Panamá de la nacionalidad co­lombiana es un hecho cumplido, un hecho consu­mado, que ha recibido la sanción del mundo ente­ro. Bien sabemos que casi todas las naciones, si-guiendo el ejemplo de los Estados U nidos, se apresuraron á reconocer ]a nueva República; y los colombianos agradecimos, agradeceremos siempre, la noble actitud de la Madre Patria y la de) Ecua­dor' únicas naciones que simpatizaron con Oolom­bia en aquellos momentos de prueba de nuestra vida nacional. Siempre ha sido para mí motivo de reflexión el hecho de que las demás naciones de América no hubieran hecho causa común con Colombia cuando el infortunio vino á herirnos escudado por el dere­cho de la fuerza y teniendo nuestra misma impo­tencia por su mejor aliado. Nos faltaron entonces, señor Presidente, y está bien aprovechar esta dura lección del pasado, para crearlos ó fórtalecerlos, vínculos de solidaridad y mutuo apoyo con las na­ciones hermanas del Continente. La secesión de Panamá, amparada y favorecida por los 'Estados Unidos, debió haber producido, y no produjo, honda conmoción en la América Lati­na. Lo ocurrido con nosotros ayer bien puede re­petirse mañana con cualquiera de las naciones dé­biles del Continente, ninguna de ellas capaz por si sola para oponer resistencias á la tendencia impe­rial de la política de la Casa Blanca. Mis palabras, señor Presidente, no deben tomarse en són de pro­testa por la conducta de aquellas naciones herma­nas, conducta acaso impuesta por el mismo coloso que mutiló nuestro territol'io. Pero si rememoro el incidente es con el próposito de que de él derive mos toda la enseñanza que nos deja. La independencia de Panamá, aunque nosotros nos obstináramos en negarlo, ó en mantener el sta­tu quo, es hecho cumplido. Hay que ver Ja~ cosas como son y no como uno quisiera que fuesen. Nosotros en este asunto no he mos tenido ni tenemos otro contendor que los Es tados Unidos del Norte. En ese pueblo tan grarrde hasta hace algunos afios en todo lo que dice rela ción á los más puros principios de la democracia, proclamados por Jefferson y vulgarizados por mu­chos otros hombres ilustres, se ha venido efectuan­do una revolución imperiali~ta, de cuyo casi absolu­to predominio¡ son prueba las enormes mayorías con que fueron elegidos Roosevelt en 1904 y Taft en 1908. Esos dos hombres, señor Presidente, ~on los exponentes de las tendencias de los Estados Unidos, y tipifican al yanqui nloderno- En donde no había castas se ha formado la odiosa aristocracia del di­nero con todos sus privilegios é inmunidades, y en donde se proclamaran enantes la ciudadanía y los derechos inuividuales para todos los hombres. sin distinción de nacionalidad, se les niega á los hijos de Puerto Rico el derecho de ser oiudadanos; se ejerce el protectorado en Ouba, por más que en la apariencia se le haya dejado volver al Gobierno propio; el BIG STICK descarga su~ golpes sobre las Repúblicas de la América Oentral; se fiscaliza á, Santo Domingo; se interviene en la política inter: na de Venezuela y de Hai tí, aunque ello sea vela­damente, y el Presidente de la Unión declara en documentos oficiales, . como son sus nlensajes á las Cámaras, que la circunstancia de haber adquirido la Zona del Canal no sólo les da el derecho sino les impone el deber de hacer un activo y eficaz servi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 116 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL cío de policía en las costas del mar Caribe. Los he· chos á que aludo, sefior Presidente, así como la conducta misma que los Estados Unido~ han em· pezado á observal' ya con Panamá, el niño mi mado de ayer, y á quien ellos favorecieron en su deserción de la casa paterna, son rlel dominio uni versal. Me refiero á ellos pa1'a poner de relieve, si es que hace falta, cuán estéril e::i nuestra lucha. Porque los Estados U nidos no reconocen, no reco nocerán nunca su violación de la fe pública, de su palabra empeñ~.da. ~os poderosos, sefior Presidente, no reconocen nunca sus yerros: entre sí van á la guerra como ultima ratio j con los débiles imponen su voluntad y su criterio. De ello tenemos nosotros ejemplo do lor050: 10 ocurrido cuando se improbó el Tratado Herrán-Hay. No entro yo á calificar, a posteriori, si fue bueno ó malo el sentimiento que determinó 3quella improbación; pero si se me pidiera mi opi nión diría que no se procede nunca mal cuando es el patriotismo el que dicta nuestros actos. Se pueden cometer errores patdóticos, sefior Presiden te, pero no se puede obrar de mala fe en un asunto y ser patriota en relación con él á un mismo tiempo. He hablado antes de las declaraciones del Jefe del Estado norteamericano acerca de la policía del mar Caribe. A unque no fuera sino por estas declaracio nes yo no podré darle mi voto afirmath-o al artí· culo VI del Tratado entre Colombia y los Estados Unidos. Yo bien me sé que con Tratado ó sin él los americanos tomarán, cuando les convenga, todo lo que necesiten acá en el Sur; pero que esa nueva mutilación se cumpla, si es que ha de cum plirse, valiéndo~e de nuestra inlpotenr.ia y no de nuestra aquiescencia. Pequefia~ causas producen á las veces grandes efectos. Panamá se habría perdido de todoli mo­dos, porque los Estados U nidos, 80 pretexto de cum pli con las estipulaciones del Tratado de 1846, intervinieron en diversas épocas en los distur­bios de Istmo, y Colombia toleró el desembarco de marinos americanos en nuestro territorio. Pero hay en la historia de este asunto algo que me fue refe · rido por persona muy respetable en la gran metró­poli americana. Un incidente desconocido todavía del público y que la historia no podrá recoger sino cuando se conozcan las memorias de un distingui do diplomático colombiano que duerme ya el últi­mo 8uefío. Algún tiempo antes del luctuoso 3 de Noviembre de 1903 se presentó en Washington una Comisión compuesta de varios individuos interesa· dos en la separación de Panamá, y entre los cuales no se contaba uno solo que fuese hijo del anti· guo Departamento colombiano. Aquellos indivi duoe solicitaron del Presidente de la Unión Ame­ricana el apoyo moral y material para llevar ~ cabo la separación de Panamá y el inmecliato reconoci· miento del nuevo Estado que de aquel movimiento surgiría. El Presidente de los Estados Unidos con· testó que estaba al aprobarse un Tratado firmado en Washington entre los Plenipotenciarios de los dos países, Oolombia y los Estados Unidos, y que era preciso esperar el resultado de las discusiones del Senado de Colombia.. Lo que acabo de referir 8e trascendió en el pú­blico, y un periódico de Filadelfia, anticipándose á los acontecimientos, daba en sus columnas la noti· cia de la separación de Panamá, tal y como ocu rrió en Noviembre de 1903, cosa de un mes antes de que sucediera. Y en la relación del referido pe riódico aparecieron los mismos nombres de Jos pro tagonistas en el drama dela secesión; porque aque 110, señor Presidente, se hizo por programa, y la misma relación que an.ticipada se le había dado al público sirvió para informarlo luégo cuando en rea lidad se cumplieron los acontecimientos. Pero volviendo al incidente, los instigadores de la revolución se dirigi~ron al Departam nto de Es­tado é hicieron al Secretario del Ramo, Mr. Hay, la misma petición de ayuda y reconocimiento. No tuvieron con él mejor suerte que con el Pre si dente, y volviéronse á su hotel á esperar una ocasión más propicia. Pocos días después se reci · bió en el Departamento una nota fechada en Bo gotá y en la cual fll Ministro americano tt'anscri­bía un discurso de un Senador, discurso que ofen día á Mr. Hay en sumo grado. La indi nación del Secretario de Estado se tradujo en el acto en el apoyo absoluto al grupo de traficantes sin concien· cia que habla ido ~J Washington con el objeto de conseguirlo. He dicho antes que Panamá se habría perdido de todos modos, pero la vanidad de un hombre vino á ser la última causa determinante. El derecho á usar nuestros puertos que Colom· bia concede á los Estados U nidos es una amenaza para la. soberanía del país. Se concede este derecho á cualesquiera buques enlpleados Hn la Empresa del Canal; es entendido pues que los barcos de gue · rra que los Estados Unidos envien á hacer el sel'· vicio de policía en el mar Oaribe usarán de nues· tros puertos. En este caso concreto la Nación Nor­teamericana tiene el doble ca.rácter de Nación y de empresaria, y el derecho concedido lo es á perpe · tuidad; porque haya ó no haya Canal, ábrase ó nó la vía interoceánica, la Empresa vivirá siempre, y en ese artículo veo yo lo que vulgarmente se llama el clavo del jesuita, del cual pueden colgar cual­quier día los americanos, como en escarpia, la so· beranía de Colombia. Yo he vivido, honorables colegas, durante los úl· timos años en los Estados Unidos; he leído BU pren­sa; he estugiado sus tendencias; he oído las opinio nes de sus tribunos y de sus hombres de saber; me he dado cuenta, en fin, de la conciencia de ese pue· blo, sobre todo en lo que dice relación al caso nuéstro, al caso concreto de la separación de Panamá. La prensa americana, por medio de sus más su· torizados órganos, ha reconocido siempre que los Estados Unidos favorecieron el movimiento sepa­ratista de Panamá, y que tal proceder, viola torio de un pacto solemne, demandaba una reparación á Colombia. En el mismo sentido se han expresado varios Profesores de Derecho Internacional de al· gunas de las Universidades más conocidas y repu· tadas y la generalidad de las gentes de alguna Hus tración. Pero esas opiniones han sido aisladas y emitidas por aquéllos que carecen de influencia para hacer que sus palabras se traduzcan en he Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 117 ._~- ----=--=-----====::-:-.== =-==================== chos. Y los mismos que en la prensa han expresa· dejaron definidos los límites de una vez, sino que do tan justos conceptos, yesos mismos Profesores se dejó esa entrada por donde cabe toda la ambi· y gentes ilustradas que han calificado privadamen- ción de los Estados Unidos? te la conducta de su Gobierno como atentatoria de La Constitución de Panamá declara en su ar- 108 .más elementales principios de justicia y de tículo 3.0 que los límites de la República son los equIdad, cambiarían de criterio y observarían una del Estado de Panamá; pero esa declaración, se­p. olítica muy distinta de la que sus opiniones par- gún el mismo articulo, es en lo que respecta á los tlculares parecieran preconizar si llegaran á ocu· Estados Unidos; á sus relaciones con ese país en par en el Gabinete ó en el Parlamento tribuna des lo relativo á la construcción, conservación, pro d~ la cual su influencia en nuestro favor pudiera tección y sanitación de cualesquiera medios de ser decisiva. tránsito interoceánico. Porque en cuanto á ColoID-Muy laudable ha sido la iJusión que muchos de bia se refiere, el articulo citado tiene un parágrafo nosotros nos hemos forjado de que un cambio de que dice: política ó de Gobierno en los Estados Unidos pu- " Los límites con la República de Colombia se diera dar un giro favorable á nuestra caURn. Pero determinarán por medio de Tratados públicos." bllstame recordar, para desvanecer esa illlsión, que Yo no me hago la ilusión, seilor Presidente, de á ninguno de los ciudadanos que han perseguido que los panameilos han dejado para denpués, y la Presidencia de la Unión, de]a secesión de Pa para ser fijados por arbitramento, los limites de namA á la fecha, l~ pasó jamás por la ment,e la· los altos de As?ave para abajo por un sentimiento idea de defender á Colombia, de poner como capí- de amor propio herido por haber ocupado Colom tulo de su programa la demanda de reparación y bia la región de Juradó. Y no me hago esa ilusión, de justicia para ella. Ni Parker, ni Bryan, ni porque veo claramente que desde que se promulgó Hearst, ni los candidato~ de los partidos socialista la Constitución pallameila, esto es, cuatro afios an y popular tuvieron nada que decir, nada que tes de la ocupación de Juradó, 108 panamefios te­tachar á la conducta de su país para con Colombia nían en mientes algo que solamente el tiempo se en ninguno de los lnuchos discursos pronunciados encargal'á de aclarar y que yo abrigo muy serios por ellos durante las ardientes luchas eleccionarias temores de que no habrá de ser favorable á nues­de 1904 y de 1908, una y otra presenciadas por mí tros intereses. y seguidas con todo interés por eso mismo. Esta será la única vez que hable yo ~obI'e estas Con la aprobación de los Tratados que estudia cuest.ion~s; nada que pueda decirse aquí cambiará esta Asamblea obtendrán los Estados Unidos el el CrIterIO que tengo formado respecto de estos ansiado título á la Zona del Canal, título que no p~c~os. Desd~ el moment,o en que el Plenipoten­puede ser perfecto mientras Colomb- no .. econoz CIano colombIano estampo su firma en esos Tra­ca la independencia de la RepúbJica Panamá; y tados quedó coneu_mado este asunto. L~. Asam : por lo que hace á nuestro país, ojalfl, sea. ésta la úl blea por tanto no tlen~ e~ esto responsabIlIdad; SI tima escena de la tragedia panameila iniciada con hubo error en las negOCIaCIones, eso no es cuenta de el conflicto del melón, y cuy acto culminante ha ella., . _., sido la traición de Esteban Huertas. Por lo demas, seilor PreSIdente, aSIstImos a lo Panamá ha sido fatídic~ para el mundo. Dijé inevitable por ~úl~iples causas, y no es ~a pr.ime ­rase, seilor Presidente, que el lodo de aquel1a gar- ro vez que lo In~vlta?le oc~rre en. la hIstOrIa de ganta americana hubiera sido hecho expresamen los pueblos. El hIstorIador ImparCI~1 dará á cada te para manchar reputaciones. U?O lo suyo cua!ldo al través d~l tl~mpo ,se estu- Dios quiera que sea éste el último acto. El Tra- dlen _estas cuestIOne~ y se llegue al orIgen, ~ la cau tado con Panamá nos deja el peligro de la demar. sa pr~mera de la catas~~ofe. Lanzada la chIspa que cae ión de límites en la región de Juradó, región causo esta co~flagraCIon deplorable, los que d.es · en disputa que corremos el riesgo de perder. Yo p.ués ~e han VIstO en~ueltos en ella no han SIdo no digo que así habrá de suceder irremediable· SIno Jug~etes del destIno. . mente, porque soy optimista y no me anticipo las . Lo repIto, _honorables colegas, nU~8tra lmpoten­catástrofes; pero si quiero dejal' constancia de cla es y ha sld~ el mAs poder?so ahado del coloso mis temores á este respecto. que de~membl'o nuestra PatrIa. La Cancillería colombiana, seilor Presidente, He dICho. tendrá que exhibir mucha habilidad, mucho tacto, suma discreción, para que por esa puerta que ellos han insistido en dejar entreabierta no perdamos una de 108 regiones más ricas del territorio patrio. y toda esa habilidad, todo ese tacto, toda esa dis creción habrán de ser empleados también, sefior Presidente, para conjurar el peligro de las recIa maciones ilegitimas acaso intentadas por los mis mos que especularon con la separación de Panamá. Yo no podré darle, sefior Presidente, mi voto afirma tivo al artículo IX del Tratado con Panamá, que deja para después la fijación de los límites entre los dos países. Si en realidad no tiene impor­tancia la región en disputa, ¿por qué razón no se SESIÓN DEL 18 DE MARZO DE 1909 En discusión la proposición con que termina el Informe acerca del proyecto de ley" sobre Com­pañías de Seguros," el señor Subsecretario de Ha· cienda y Tesoro dijo: La honorable Asamblea citó para este debate á Su Seiloría el Ministro de Hacienda; pero como el tiene algunas ocupaciones más urgentes y no ha tenido tiempo para ponerse al corriente el asunto que se discute, me suplicó que 10 representara en esta corporación, y también porque fui yo quien presentó este proyecto, en mi carácter de Subse- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 118 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL cretario de Hacienda encargado del Ministerio, por orden del Consejo de Ministros, que dispuso se presentara, porque ha recibido manifestaciones sobre que es necesario que en este país se haga 10 que en todos: legislar sobre el asunto de Seguros. Esto es indispensable, y no porque el país es pobre debe dejar de hacer lo que los demás han hecho, pues si nos atuviéramos á esa regla no se podría legislar sobre nada. El país pues está en situación de legislar sobre Seguros; tiene derecho á hacerlo, y debe hacerlo. El Gobierno no tiene grande interés en que esta Ley pase en la forma en que se presentó; sometió á la consideración de la honorable AsaJnblea este proyecto como base, y acogerá gustoso cualquinl' modificación que se haga. No hace de este asunto cuestión de Estado, aunque SÍ lo estudió detenida­mente antes de presentarlo. Decía el honorable Diputado Montafia que no hay legislación sobre compafiías anónimas, y á este respecto debo hacer constar que sí hay inspectoreEt de compafiías anónimas, puesto que actualmente el señor Cordobés MOQre está inspeccionando los bancos y las compafiías de ferrocarriles, cuyos ac· tos de ",isitas se publican en el Diario Oficial. Creo que la honorable Asamblea debe darle voto afirmati vo á la proposición con que termina el in­forme de la Comisión, para entrar á discutir el pro ­yecto en segundo debate, articulo por artículo, con la debida cnlma, puesto que por ahora no tiene otro asunto en qué ocuparse, y así puede salir una buena ley. M~ reservo por tanto dar otras explica ciones sobre este asunto si, como lo espero, se re· suelve darle segundo debate al proyecto. ~~~ La importancia del Seguro es de todos conocida; INFORMES DE COMISIONES 108 intereses que representa esa institución s?n Honorables Diputados: enormes. Las Oompafiías que hacen ese negocIO, I . sea sobre incendios , sobre la vida, marítimos , fiu Me ha to1c ado Infordm aros para segundo debate viales y de transporte, ó de accidentes, etc., poseen respecto a proyecto e ley que sobre Comp~fUas grandes capita.les. Las compafiías más ricas del de Seguros os ha presentado Su Sefioría el Ministro mundo son tal vez las de Seguros. El Seguro se roza de Hacienda y Teso!o. . con la vida nacional en casi todas sus manifesta- Este proyecto satIsface una necesIdad, cual es la ciones, con la vida industrial, la comercial y hasta de ~odear de garantías á los ciudada.nos que se con la social, pues no hay ramo de la vida de una acoJ~n al asegur~ para. ponerse á cubIerto d~ las nación con que el Seguro no esté ligado. pérdIdas totales o parcIales que pueda sufrIr su riqueza en sus diversas manifestaciones, ya se tra Leyes ~omo ésta se han dado en todos los. p~íses te de la vida, que es el más valioso de los capita-sudamerlCaI? os, . que son los que debemos ImItar. les, ya de las propiedades muebles ó inmuebles, No soy partIdarIO de que tomemos ?omo modelo lo etc. Tiene ues el negocio del aseguro un extenso que. ha~en en este asu!l,to en ~Ul opa y Estados campo donde puede ejercitarse la actividad huma t!nldos'ldebe~os SÍ S~g~ll la corrIente de Sur .Ame- na; y si las sociedades que á él se dedican prestan rIca. 00 0n:bIa es el unlco país que no ha legl.s1~do uno de los mayores servicios, como es el de allegar so~r~ Segu os, y tal.vez el Ecuador. H~y leyes les el concurso de muchos para remediar la desgracia trIctlvas ~omo las dictadas por el BraSil, en don~e de uno solo, eliminar de los negocios el azar dán­se excluyo. á las CompafHas de Seguros. extrauJe doles complt'ta seguridad, ó creando un capital y raJ y ~urgleron gran~es Compafiías nacIO!lales que estimulando el ahorro, deben constituirse aólida. se edlCan á ese negOCIO y han pr?gresado ~nmensa mente y dar tolla clase de garantías ?ara el cum mente. En Ve~ezue~a ha suce~ldo lo mismo, a~í plimiento de sus delicados compromisos. c~mo en el Peru, Chile, ~rgentlna y Uru~uay. El Verdad es que en este asunto corresponde á. los ployect~ de ley que he tenl~o el hono~ de pre~entar particulares buscar I,oda clase de garantías, eligien. es más lIberal que cualqUiera de loe de los CItados do las más ricas y honorables Compañías que ha-países. yan de prestarles el servicio; pero también lo es La Ley que va; á discutirse da lugar á q~e las que muchas veces se presentan en el país agentes C0t;Upafiías. e~tranJeras de .Seguros q~e so.n rIcas y que procuran adquirir uegocios para Compafiías serias contlnu~n sus ~egoc~o~ en el pals, SI se aI?re poco solventes ó poco escrupulosas, y haciendo suran á c~mphr las dlS~oslcIOne9 y traen ~~ cap.Ital ofertas que no cumplirán y cuyo cumplimiento no de garantla correspOndl~?te; pero tamblen tlen- se les podrá. exigir, ocasionan grandes pérdidas, y d~ á fomentar la formaClon de Compáfiías colo m lo que es peol', desacreditan el aseguro en sus di­blanas, para que de esas grandes su~as, que ac versas formas; perjuicio grandísimo, porque nos tualmente salen del país en pago de prImas de Se- aleja de esta benéfica institución, única que prote­guros, se quede aquí una parte por lo menos. ge realmente el capital. Estas ligeras considera· Se ha dicho que todas ias primas que se pagan ciones y la luminosa exposición con que Su Sefio­en el país para Compafifas extranjeras vuelven en ría el Ministro de Hacienda y Tesoro acompafió el forma de siniestros, y esto no es rigurosamente proyecto os demuestran la necesidad de dictar le· exacto- Lo prueba el siguiente hecho: esa gran yes sobre tan importante materia. Compafiía representada aquí por el responsable Las Compañías nacionales de seguros están su­sefior Koppel se estableció con un capital de dos mi jetas á la inmediata inspección del Gobierno, quien llones de pesos, y hoy tiene siete millones de libras; puede vigilar de cerca sus operaciones y cerciorar· luego no todas las primas que percibió han sido se de que ellas dan garantías suficientes y propor­devueltas por siniestros. Se quedan muchas por allá, cionadas á sus negocios, puesto que tienen radicadas y con ellas se forman esos grandes capitales. en el país la mayor parte de sus fincas y demás valo· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL 119 res que constituyen su capital. Mas no sucede lo mismo con las Oompafifas extranjeras de Seguros, cuyo domicilio está fuéra de nuestro territorio y que hoy no tienen en Colombia quienes las representen legalmente en los asuntos judiciales que puedan ocurrir. Por el artículo 1. o del proyecto se les im pone la justa obligación de mantener en el país un representante legal; pero cree conveniente vues­tra Comisión agregar alguna disposición respecto á los agentes viajeros, á fin de evitar posibles en­gafios, y os presenta una modificación por la cual se impone á dichos agentes el deber de hacerse inscribir y presentar sus títulos para que sean re gistrados ante la autoridad competente. A estas condiciones quedan también sujetos los agentes de las Compafiías nacionales. El artículo 2. 0 del proyecto impone á las Compa pafiías de Seguro extranjeras que no tengan domi­cilio social en Oolombia el deber de invertir en el país un capital efectivo de garantía de $ 100,000. No son discutibles ni la conveniencia de esta ga rantfa ni el derecho que haya para imponerla. No lo es la conveniencia, porque, como ya se ha dicho, en tan delicado asunto que afecta hondamente los negocios y por consiguiente la riqueza pública, no puede el Gobierno prescindir de vigilar por que quienes se acojan al precioso recurso del aseguro tengan la garantía de que depositan sus intereses y su confianza en entidades que tienen capital su· ficiente para respaldar sus compromisos. Es esto lo Que han hecho casi todos los paises, así l"icos y poderosos como pobres y débiles, que se nos han adelantado, como en muchas otras cosas, en la vi ­gilancia del Ramo de Seguros. Además esto con­tribuirá á fomentar en nuestro país la formación de Com pafifas de Begu ros más ó menos ricas, es timulando así á nuestros capitalistas á invertir su dinero en un pingüe ramo de negocios que no apro vecha la Nación, porque ni aquéllos, ni el comercio, ni el público en genera) se han tomado el trabajo de estudiarlo para comprenderlo y beneficiarlo. Tampoco es discutible el derecho que se tenga para pedir esa garantía, porque ella no entrafia in· justicia alguna. A primera vista parece que la hay, puesto que la disposición se refiere á Oompa­flias extranjeras no domiciliadas aquí; pero debe tenerse presente que si la condición no abarca á las nacionales es porque éstas se hallan sujetas á la inspección del Gobierno, como se ha dicho, y porque tienen y deben tener invertido en el país la mayor parte de su capital. De manera que en prin­cipio no hay desigualdad alguna, puesto que no se colocan unas compafifas en peor condición que otras. Que esta condición se impone con derecho, lo prueba el que todos los países la h~n estableci­do, y no tan sencilla como lo exige • el proyecto, porque en casi todos ellos se impone la inversión en el respectivo país de una parte más ó menos considerable del fondo de reserva que debe retirar­se de las primas según los estatutos de cada socie­dad, lo que implica, sin duda, el examen en la in­mediata vigilancia de los negocios de la Compafiía. Puede objetarse que en tratándose de las prime­ras disposiciones que se van á dictar respecto á este asunto no es prudente fijar desde ahora en un mínimum de $ 100,000 la seguridad ó caución que deben dar todas las Compafiías que hayan de que dar comprendidas en esta Ley. Podría esto ocasio nar la perturbación de los negocios en algunos ra mos del seguro, que, aunque temporal, sería per­judicial al público. Atendiendo á esto vuestra Co­misión os propone una modificación al artículo 2. o El plazo de seis meses que fija el artículo 4. o del proyecto para que las Oompafiías constituyan la­garantía parece á vuestra Comisión muy corto, y os propone que el plazo sea de un afio improrro­gable. Los negocios de aseguros marítimos, cuando se hacen en el Exterior, no pueden quedar compren didos en los requisitos que establece el proyecto que se discute; el aseguro tiene que regirse por las leyes del país donde se celebra el contrato. Es esta una consideración que debe tenerse en cuenta al discutirse el artículo 5. o del proyecto, que sefiala la responsabilidad en que incurren los agen­tes ó intermediarios que contribuyan á celebrar en Colombia negociós por cuenta de sociedades que no estén dentro de la ley. El aseguro marítimo exi­ge por su naturaleza la presencia de un agente ó representante donde resida el comerciante cuya mercancía viene asegurada, y que tiene la misión de cerciorarse de la existencia de la avería y pre­senciar el avalúo de ésta, sin lo cual es difícil obte ner el pago del siniestro. Preciso es exceptuar cla­ramente estos agentes del articulo 5.°, pues aunque ellos no intervienen en la celebración de un nego­cio de aseguro en Colombia, podría acontecer que por falta de esta aclaración se les comprendiera en tal disposición; y aunque el comerciante puede ocurrir á otros medios, ellos son más dispendiosos, y en definitiva el perjuicio es para el comerciante, que sufre un retardo en el pago. Igual declarato· ria hay que hacer respecto á las C om paílías ó so­ciedades colombianas ó extranjeras nacionaliza­das que reaeeguren en el Exterior, pues si es cier­to que ellas aseguran en este caso una parte de los riesgos en Compafiías extranjeras que no negocien directamente en el país, también 10 es que esto 10 hacen por su propia cuenta y bajo su responsa ­bilidad. Finalmente cree vuestra Comisión conveniente que se deje al Gobierno abierto el campo para que pueda dictar las medidas que la práctica y la pru· dencia aconsejen para fomentar las sociedades na­cionales, facilitando al comercio el aseguro de las mercancías en sociedades nacionales por aquellos medios que sean justos y que no perjudiquen al comercio. En tal sentido se os propone un artículo nuevo. En mérito de estas consideraciones la Comisión os propone. Dése segundo debate al proyecto de ley "sobre Compañías de Seguros," con las modificaciones que en pliego separado se acompafian. Honorábles Diputados. PABLO G AROfA MEDINA Bogotá, Marzo 8 de 1909. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .J 120 ANALES DE LA ASAMBLEA NACIONAL MODIFIOAOIONEB y ADIOIONES AL PROYEOTO DE LEY I el mundo civilizado, después. de sus nl"gías gue- "SOBRE COMPAíHAS DE SEGUROS" ITeras, como un pueblo tranqullo y ordenado. Artículo. (Para después del 1. o). Los agentes Concretándome pues á la ~enuncül, ~onsidero que viajeros tendrán la obligación de hacerse inscribir, en 1a.s actuales delIcadas Clrcunstanclll~ de la Re­presentando sus credenciales para el re~istro, si es pú.bhc.a, cuan?o se han pr~seDtado . smtomas de en la capital de la República, en el MInisterio de agItaCIóD, es Inoportuno é IncoDveUlente entrar á Gobierno, y si es en los Departamentos, en las Go· resolver precipitadamente el gravísimo problema bernaciones, donde s~ les dará el pase para que de elegir el suceso)' del Excelentísimo señor General puedan ejercoer BUE! fWlciones.. , Reyes, acontecimieDto polítjco que en todas las Artículo 2· del proyecto, I?0<:hficado aSI : democracias causa honda conmoción y produce pero A,rtículo .. Para el estableCImIento de un,a sucur· turbaciones q u~ á ve(~es conducen á los pueblos sal o. agen~Ia de Oompafiías . d? Seguros, o ~ara el hasta los horrores de la guerra civi1. funCIOnamIento de agentes VIaJeros de las mIsmas, El' . - G 1 R cuando el domicilio social de la Compafiía no esté ~I xce entlsl~o ~enor ,~nera eyes en sus radicado en la República de Colombia, se requiere últ~mos actos de. carácter'pohtlCo, (!omo !ion 10s re­la previa inversión en el país de un capital efecti· latlvos la p"ó~lm~ J'eunIón ?e. un ~ongJ'eso p~~u­vo de garantía hasta de cien mil pesos ($ 100,000) l~r, á la ol'gamzaclóll de ~lnlste.l'lOR de co~c1l1a-oro, á juicio del Gobierno. C1ÓD, etc, etc., y en su ma~lfest8cl0nes pú~hcas y Parágrafo. Como está en el proyecto). I privada.. sobre el propÓSIto firme qu~ tIene de Artículo 4, o del proyecto, modificado así: mantener la concordia política y df:> 'iormular y Concédese el plazo de un afio impron"ogable, etc. desarrollar nn vasto plan económico y fiscal para (Lo demás co~o está en el proyecto). .. mejol'ar nuestra pavoro~a situaci6n econ6mic8, Artículo 5. del proyecto. Agregarle el sIguIente la primera de nuestras necesidades públicas des- Parágrafo' 1 . d I 1 P ará gra· f o. N o que d an compren d·Id o s en es t a d·l S pués. de áa 1c ODse. rv'aóc Ión e a paz, reve a aca- I bl· 1 .. t posición los Agentes encargados de ver~ficar las ta~lento a Opl~l D pu lCli:Y. a sentImIen o averías, ni las Compafiías de Seguros naCIonales y n.aclOoal, alto espíritu de patllotlsffiO y el deseo los nacionalizados que reaseguren en el Exterior. s~ncero de ,desprenderse d.e las .fncultades excep· Artículo nuevo. El Gobierno, al reglamentar la clOnales de tas cuales .fue lnvest,ldo por la .Asam. presente Ley, tomará las disposiciones conducen blea de 1905, por' ClJ'euDstancta excepCIonales tes á fin de que por medio de los Cónsules de la también, para vol~t>r á las práctic8M nOI'mllJes de República en el Exterior se f~cilite al .~omercio el la Rppública dentro .d:- lo límite~ de la libertad aseguro de ~as merc~derfas de ~mportaCI?n en. Coro en el ol'den y la justlCHl. pafiías naCIonales o extranjeras nacIonalIzadas Tan nohlt's propósito y actos, y el de Mup .. emo conforme á esta Ley, valor y de p tr'iótico desprendimiento que revela PABLO GARetA MEDINA la renuncia misma, son cODsideracioneH poderosas Bogot~, 8 de Marzo de 1909. para que la Asamblea no la acepte. ~=x..~ Yo quiero creer que con un cambio acertado de Honorables seilore.i Diputados: Como miembro de la Comisión especial á cuyo estudio pasó el Mensaje del Excelentísimo señor General Reyes por el cual renuncia la Presidencia de la República, tengo el honor de presentaros separadamente el informe reglamentario, por dis­crepar en la forma, que no en el proyecto de reso· lución, del de mis tres respetables colegas de la Comisión. Imposible, además . de inútil, es hacer en los estrechos límites de un informe la relación y ni siquiera el indice de los actos ejecutivos que in­forman la intensa labor del Excelentísimo señor General Reyes durante el ejercicio de la Presiden­cia en el tiempo transcurrido, labor que, por otra parte, es suficientemente conocida en el país y fué ra de él. Baste para mi objeto pregonar una vez más que la concordia, base de su sistema p01ítico, en conservar la cual ha perseverado con fe pa· triótica é incontrastable energía, dio sus naturales y saludables frutos; las asperezas y aun los odios de partido desaparecieron; la paz se ha conserva· do inalterable, y Colombia empezó á resurgir ante rumbo, cuando las olas empiezan á encresparse, siquiera sea superficialmente, el experto timonero pondrá el barco al abrigo de las tetnpestades. Cuando la concordia política se haga extensiva de las personas á los principios, en cuanto éstos puedan ser conciliables, á toda~ las aspiraciones legítimas de orden patriótico, á los derechos de los ciudadanos y á los intereses permanentes y tutelares de la sociedad, como creo que es el actual propó· sito del Excelentísimo señor General Reyes, la paz y la prosperidad de la República se asentarán sobre bases inconmovibles. Por las anteriores consideraciones os presento el siguiente proyecto de resolución: La Asamblea Nacional ConeliÍtuyer.te y Legis­lativa no acepta la renuncia que del elevado cargo de Presidente de la República ha hecho el Exce­lentísimo señor General don Rafael Reyes. Honorables Diputados. J. M. QUIJANO W ALLIS Bogotá, Marzo 1 t de 1909. IMPRENTA. NACIONAL Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Anales de la Asamblea Nacional -Serie VIII N. 15

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