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Colección institucional

Hemeroteca Digital Histórica

En esta colección encontrará publicaciones colombianas y extranjeras, editadas entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XX. Estas obras ofrecen una gran riqueza documental, derivada de piezas únicas y grupos de publicaciones de diversas ciudades, que abordan acontecimientos políticos, económicos y culturales específicos, como el proceso de Independencia nacional.

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    • 15 de Julio de 2019
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Voz del Sur

Por: Ramón Sinisterra |

Durante el periodo presidencial de José Ignacio de Márquez, en 1839, estalló la llamada Guerra de los Supremos, una guerra civil iniciada debido a la decisión del Congreso de suprimir los conventos menores de Pasto. Pese a que la medida contaba con la aprobación de las autoridades eclesiásticas, fue interpretada como un golpe a la religión católica, situación que desató la insubordinación frente al gobierno. Esta rebelión fue aprovechada por los caudillos locales, quienes se encontraban en desacuerdo con las medidas centralistas y abogaban por un modelo federalista que les ofreciera un margen de autonomía más amplio. El periódico la “Voz del Sur” impreso en la ciudad de Cali por Benito Zizero tenía un carácter marcadamente político, se proponía defender al gobierno de Márquez de los ataques de la oposición con el fin de sostener las instituciones y el orden en el nombre de la patria.
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Voz del Sur

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La Mujer - N. 18

Por: | Fecha: 20/06/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 LA MUJER. REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITA8, liMO L.\ DIR Y.CC10~ lll! L.\ SHÑOJtA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. ~-0 18. t JUÉVE::i, JUSIO ~O m; 1879. ~ PR'KCIO 30 "· ESTUDIOS HISTORICOS ROUH.g I..A ~!UJJ:t;H. Ji~N LA CIVILIZACION . • CAPÍ'l'ULO OCT.\ VO. LA MUJEH. nRil~G:\ . ( 00:-iTJ.NU.\CIO.N). 1 VIl DISTI:\GUIÉRO:\SE tambi1m algun:\S Pit:ígora11 tenia más de setenta nftos cuando se ca.'><Í con una de sus discípu. las llarna.dn. 1'cano y de elln tuvo un hijo y cuatro hijl\ll. A la. muerto del fil(lllofo', la qua acaeci6 cuando él tenia noventa afios, Trano se hizo cargo de la ctítodm de filosofín que regentaba Pit{~orn.s. Teano decía que las muje­res debían ejercer sus habilidades á la medida de ellas, y que pocas eran las que touian ioteligencin. ,.uficiente para dcuicnrse tí la filosofía. Pregnntúndole 1 J::riogns en el arto do 1:\ pintura. Citan lo!! uo.nb1·os do 'l'ur.un:Tf:. lHF.SE, CA. Lll'SO, AW1Tt!NES y AlilS1'ARETE, las cuales fl()recicron poco mfl~ ó méuo!l ciuco siglos lÍntcs de .Je-ucristo. Sin embargo, nuuquo ¡;us nombres han so. brovivido, no sabemos cuáles fueron sus oh~L'! y niognn pormenor podemos dar acerca de su vicia y de lo que ojo. cutaron. VTJI una vez una de sus amigas rlutÍ debería Muchas mujoros 50 di~tinguicron en hacer para distinguirse en el mundo, Grecia como filósofas y amantes de las ella la contcs¡ó: .• Hilnr y cqidar de ciencias y In literatura. vuestra casa y familia." Lo 1 · · .1 Dícese que una. do sus hijas, llamada J ·e eas caona esel gncgbos re~urt'lr'aEo ·~os mLau. D.UIO, Ee hizo notable por sua estudios r n nom ro de A.SO. fil 'ti , 11 f ' p· · rl.mera d 1 b f , 1 . oeo cos, y a e a uo que ttugoras p e aque uom re ue a muJer 66 ta · h'b' d del sabio ma'ÍB famottO de la anti .. edad con .. sus comen. nos, P!o 1 ten o que Pitágoras do Samoa. (1) gu • se hlcJeseu públicos. Asduóque DOIIM (1) Piügoru floreció 590 aiioe ántca do JOI'Uoriato, y 10 puode decir que faé el pri­mer aabio que ae ocu~ en claaiticar científi­camente lu matemaüoaa, la aritmót;ca, la geometría y la utronomia. Este filóeot fuó adorado como un di01, dice Figuier, y aaa doctrinu fonnaron el punto de panida de innumerables aectaa filo86ficas, á.peear de que no dejó ninguna doctrina eacrita de 1u flloao­fía y de sus crooncias, que se pudieae citar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .--------------------~--------------·------------------------;1 126 LA MUJER. rehus6 todos los ofrecimientos que le hicieron y el oro que le prometían en cambio de los manuscritos, prefiriendo vivir en la pobreia ántes que faltar ~ la voluntad de !!U padre. La segunda TEANO, de que hablan los historiadores griegos, fué tambien fil6sofa y poetisa, y adamas sacerdotisa en un templo de Aténas. Una vez, ha. hiendo Alcibíades vencido á los ate. nienses, este general fué maldecido ptt blicamente por todos los sacerdotes de Aténas. Teano, sin embargo, rebus6 maldecir al general espartano, asegu. rando que su deber como sacerdotisa era pedir á los dioses por el bien de todo el género humano, y que por con. siguiente faltaría ú sus votos s1 malde. cía á cualquiera que fuese. Había en Aténas una mujer hija de noble familia, llamada HIPAUQUIA, que rehus6 casarse con los pretendían. tes que le presentaban, por haberse prendado del fil6sofo cínico Cra.tes, ju. rando que s6lo con él se ca¡¡aria y de lo contrario se daria.la muerte. (1) Los parientes de Hiparquú.t suplicaron ú Orates que procurase hablarla. claro para desilusionarla. Orates cumpli6 con decirla que no tenia más bienes, ni más fortuna que lo que llevaba sobre el cuerpo, que su vida era errante, y que la mujer que se casara con él, de. beria asociart lograron apaciguar t'i los indios le hacían, resolvió emb..'\rcarse paro que se ulz.'\rou, y hacerse dueüos de la E'lgañn., lo cual verificó en Marzo de isla. en li\1 totalidad. Como no es nueS-11496, venciendo no pocas contrariada.. tro 6nimo relatar todos los acontecí- des. mieutos de la conquista, que aunque Emple6 Colon varias aemo.nas en re­intere,; antísimos, no hacen parte del correr el mar de lo.s Antillas, y no plan du nuestra na.rracion, no mencio- ántes de cumplirse dos meses despues uar,!mo!l pormenores y solo dirémos de de su salida de la l~bela pudo en­paso, •tue en casi todas las acciones contmrse ya en alta. mar. notables y hechos de armas, nuestro Era. una. tranquila noche de Mayo, héroe tom6 una parte activísima., tanto en que brillantísimas estrellas ilumi. que Colon confesaba que á Ojeda le na.ban h1. b6veda celeste con un fulgor debía el buen éxito de much.a.u de ellas. y una claridad que s6lo se ve en los A pe!iar de sus buenas intenciones y tr6picos, y al traves de la pura atm6s-l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -------·~ ---- ·~ 128 L A M U J E R . fera marítima. Entre las constelacio. envía ~o á su ca.pitan é inferior á po. nes casi desconocidas en Europa. veíase ner ~~robra aquella accion que consi. en el confin del horizonte, por el lado dera.q~ her6ica y digna de lo~ mayores del Sur, la de la cruz de ]Jfayo, la. del elogi< ~. 6. pesar de ser él la víctima. Navío y la del Centa:two (que encie. Caon1 :b6 no se consideraba prisionero rra la maravilla a.stron6mica de dos de Co on, sino de Ojeda, y :í él sola. soles que giran el uao en torno del ment acataba. Cua.ndo éste lo iba á otro), y gran número de luceros á visi~ lo recibía con respetuosocarifio, cuál mas espléndido y brillante. Una y le ~~día que le ensefiase su idioma brisa suave y saturada de olores mari. para. pouerle hablar, en tnnto que á nos henchia )as velas de las dos em. Colon volvía la espalda con marcada barcaciones que formaban la escuadra desat ucion. ,. de Colon, y parecían blancos espec. Ca nahó, dotado de una clara inte. tros deslizándose sobre las azules on. ligen ia, a. prendió en breve el custella. das y dejando en pos de sí un reguero no y 1 o hablaba con alguna correccion: de luz fosf6rica. mién as que permaneció en tierra so. Conforme fué avanzando la noche portó las penalidades del cautiverio )os pasajeros que iban en las carave. con v lor, pero no fué su resigno.cion las se retiraron á sus hamac::.s, y sobre sufici nte para continuar igualmente la cubierta de los bajeles, al rrome. satisÍI cho cuando se vió en un buque, diar la noche no queda.ba sino e vigía, y pri ado ya no solamente del séquito y embozado en su capa un hombre de in Jios que le bacian la corte, sino de pequefía estatura, aire marino y hast~ de la suave atmó¡,fera. de su país adema.n altivo y desembarazado, que nata~ Una tristeza. profunda, un des. se paseaba de un extremo :.í otro de la. alíen o completo se apoderó de él, y ca.ravela. haciendo sonar la espada. al esto ~ vino acompañado de una fiebre caminar. lcnts que le devoraba noche y dia, Repentinamente se present6 sobre pa.de iendo mortales imsomuios y de. la puente del navío un indio casi des. lirio~ que acababan de agotar sus fuer. nudo, y acercándose al embozado dijo zas. !\.la.rmáronse los españoles con el en espafiol incorrecto: 1 peli~ o que hnbia. de perder al caci. -Don Alonso !. .. hermano mio lla. que ~ ás famoso de Indias, 1Í quien llc. ma. ú vos ! 1 vaba ú los Reyes como una curiosi. ' . O jeda (pues era. él ) preguntó con du.d 'i una muestra de lo que eran los in te res si el enfermo l1nbia e m peorado. Jefe~ que bahiau vencido. Procuraron -Sí.. morirá pronto: no ver¡Í la todo~ ú porfía l'acm·le de su!l crueles luz de) dia.. medi a.ciones, y describí:1nle las gran. -Pobre, pobre Caonab6, ,·amos dez~ do E-;paña y las cosas maravillo. pronto 1 dijo Ojeda, y bajó precipita. sas q e vería en la. corte de los Reyes da.mente por una. esca.lerillu. de ma.uo mús poderosos dtll mundo; pero en á la. cala del buque, en donde yadr~ vano nada disipaba el profundo aba. con sus compañeros el antiguo cacique timi• ~to del salvaje y el tedio que de Maguana. aum ~taba por horas y por momentos, Caonab6, cautivo durante dos afios, á roe ~ ida. quo se aleJaba de su isl~. no ha.bia. dejado ni por un momento DettÍ rose Colon a.lgun tiempo en Gua. de ser digno del título del cacique más dalu e, y en esta isla tuvo lugar un importante de Haití: soportó su in. acon ~cimiento que pudiera haber de. justo cautiverio con tranquilidad apa. renté y sin exhalar nunca una. queja • 1 ps haitianos nunca roaintior.on la p~r­ni pedir ningun favor. El orgulloso fidia e Ojeda, sino qu~, ~~ contr:mo.!.Ia mJs­sa. lvaJ· e desdefiaba al Almirante t. quien m a J. "acaona perdono_ a los espanol~, su . . a atroz onducta; ocho anos despues muno en m traba. con desprecio, porque no le ha. 1 una ]J rca esta ilustro guerrera, victima do los bia tomado preso personalmente, sino: enem ~os de su raza. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVI::>TA QülXCENAL. 1:!9 vuelto ~lguna esperanza. al corazon vueltos en breve á sus islas. El indio de Caouabó: fué éste In admiracion no puede vivir entre los hijos de 'I'u. que su Jesgraciadn. Ritunriou produjo rey sin morirse pronto. Vuestro Dios en 1\Ua. mujer, espo~a del cacique de r.o!l mira tnal y nuestros Z(,"'nes nos hao aquella. isla, hru.ta el punto de querer abandonado: ellos tienen celos del' acompañarle para cuidar du él y con. vuClitro que es muy tn 1~s poderoso, y ha solarle, rehusando volver á tierra. su. pue!:to en vue!>tras manos por armas plicando humildemente que la dejaran truenos y relámpagos, miént.ra.s que los seguir viaje basta. España con Caooa. zemr., no conocen sino las flechas, los b6. C1eyenrlo que tan i:.iolíc.:ita compa.. dartlos y las macanas. Eo e~ta lucha fiera. distraería. de su pcsndumbre al entro el poderío de vuestro Dios y los cacique, acogieron con gusto el ofrecí. celos de loa nuestros, no~otros, pobres miento de la india; pero todo esfuerzo indios, morirémos toJos. Aunque .yo fué inútil: la. ruelaucolía. y la bouda te perdono, Alonso de Ojeda., todo el nostalgia. dol cautivo fué aumentando mal que me has hecho, no !'é si los diariamente, h:u.ta ponerle 11.1 borde mio<> harán otro tanto. D,icra.s sumamente impresionado con las pala- -¡.A.ca50 me llevarían mañana á bms l'iltillla.t. do Caouo.b6, y cuando llc- Haití 1 ~6 al airo libre notó que empezaba. á -R~ uo, poro... nacer un nuevo Jin, y que á . medida -Entónces tni rnal no tiene reme. que perdían su brillo la!> estrell~'l una dio, l:>Orqne no <¡uiero llegar á tu tie. capa dorntla. inundaba todo el ámbito rra smo volverme ú In min, t~ ir á co. del mar, y momentos despues el ¡¡ol se roer 1:~ fruta. que so da eu el cielo de levantaba esplénd ido JiObre las olas los mios. inquietas del Océano, en cuyo confin -E~cuchl\, Ca.onabó.. .. estaba España, lo. patria. querida, y en -No, no me interrutupas: me que. ella la madre y la mujer amada . .... . dan ya pocos momentos de vida ..... y - [ ántes de irme quiero recomendarte á • • CUADRO VI-DOS AÑOS EN ESPAÑA-14117. m1s par1entes y á aquella bija de prínci. pe que me acompaña, abandonando 1 por mí su tierm: pido que sean de. l.J!I. ciudad de B1írgos está edificada ----- - - - ----- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- --------- 130 LA MUJER. en la falda. de una colina algo esca.r. El palacio arzobispal esta.ba. situado pada, en cuya cumbre veíase en aquc. ent6nces "n donde mismo se encuentra lla. época un antiguo castillo, que en su hoy, en la plaza mayor, que siendo orígen fué la. residencia de los condes, pequeña y de forma irregular, parece 1 y luego de los reyes de Castilla. Más mio méuos grande con motivo de los ¡ abajo se alzan, á diferentes alturas, los altos edificios que la circundan, pues 1 edificios religiosos que engrandecen la en ella se encuentran, adema!l del me u. , ciudad, y por último al pié de ella corre ciooado palacio, la casa de .A.yunta. el río Arlanzo. que Fe pierde á lo léjos miento, una galería de arcos y la magní­al traves de un poblado y rico valle, fica. catedral, una de las más bellas de cubierto de sementero.s, y lo que es mús España. raro en Espafia, de muchos y frondosos Desde uno de los halcones de la an. árboles que crecen cou lozanía, merced tesala en que aguardaba, Ojeda pudo á la humedad de las numerosas fuentes contemplar á su gusto el esplendoroso y riachuelos que vienen á buscar el templo. Fué edificado en elsiylo XIII, lecho del río. y ú pesar de que las vecinas casas de Como á media legua de distancia babitacion se empatan ca.~~i dentro del elevábase, sobre nna. colina, el convento edificio, su aspecto es majestuoso é de frailes cartujos de Miraflóres, y más imponente . .A.l frente tiene dos altísi. cerca, pero en otra direccion, veíase la mas y labradas torres, exornadas con rica abadía de las Huelgas, en donde esculturas del gu<>to más puro del arte moraban grao número de monjas, P.er. gótico, formando ub verdadero bosque tenecientes á las mús nobles fam1lias de estatuas, labores afiligranadas y io. españolas, bajo la autoridad de una llaje de piedrn. La parte de atrAA lo abadesa que mandaba como soberana forma un crucero de cinco torrecillas en un dilatado distrito. rematadas en .finísimas puntas de bie. Un día de verano de 1496, y cuando rro, y el conjunto es de una maravil1osa el sol meridiano quemaba como fuego, perfeccion arquitectónica. Todo el edi. lo~ árboles se inclinaban agobiados por ficio se labr6 con piedra blanca é igual. el calor, los pájaros se ocultaban tras Las numerosas y ojivadas ventanas es. de la~~ ramas, en silencio, y todo en la tán cerradas con vidrios de colores de naturaleza callaba, vióse venir por el gran valor y hermosura. Sin contar las empolvado camino que conduce ú Va. capillas de los lados, el cuerpo de este lladolid, y entrar á Búrgos por una de templo mide 100 varas de largo y 84 sus almenadas puertas, á dos viajeros de anchura, y se levauta como un cerro fatigados, amo y criado, siendb el amo en medio de la ciudad. nada ménos que nuestro amigo Alonso Aunque absorto en la contemplacion de O jeda, que acudía ú verse con el de aquel edificio, cuya maravillosa mag. Obispo de Búrgos, don Juan Rodríguez nificencia le hacia mayor impresion de Fonseca.. por lo mismo que babia pasado dos afios Siguiendo por las tortuosas y angos- y medio en el fondo de los bosques vírge. tas calles de la ciudad, sombreadas por nes del Nuevo Mundo, O jeda. aauarda.ba altos edificios y torres de ostentosa ar. con impaciencia la hora de 1a entre. quitecturn, Ojeda se desmont6 en una vista con el nuevo Obispo de Búrgos, posada, y en tanto que cambiaba ves. causándole júbilo la entrada del ugier tido, mandó anunciar su llegada al que le anunció que Su Señoría Ilus. Obispo, quien sin tardanza contestó que trísima le aguardaba en su despacho. le vería aquella tarde, despues de la Recibióle el prelado sin levantarse born de la siesta.. Sin embargo, oyendo de su dorado sitial, pero con aire ama. s6lo su impaciencia nuestro héroe, lle. ble le hizo primero muchas preguntas gó anticipadamente al palacio arzobis- acerca de sus aventuras en la Espa­pal, y fuéle preciso aguardar largo rato fiola, y despues pidióle informes de la en la antesala. úntes de ser recibido. conducta de Colon y de sus hermanos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 131 -~ en el gobierno de la. isla. Notando que Comprendió su falta de respeto para el j6ven contestaba coo. reserva y pru. con el Obi~:~po, y bajando los ojos, Oje. deocia, y aunque no acusaba al padre da volvi6 á tomar asiento. Boyle, ni á Marga.rit, ni al visitador -No sabeis, continu6 Fonseca, que .Aguado, enemigos de Colon, elogiaba el primer deber del hombre es refre. en todo al genovés, el Obispo repeo. nar la zaña 1 Por ventura no habeis tinamente le cortó la palabra con im. oido referir lo que dijo el sabio rey paciencia. y dijo : Alonso (vuestro tocayo) hablando de -Segun veo, Alonso, siempre dis. la ira 1 cult>ais o.l AIUtiraote ! ... Pero yo sé -No recuerdo ... dec1ros que de él hemos tenido tantas 1 -Dijo estas palabras, cuyo espíritu y tan bien fundada.'! quejas, que ni at~n deberíais imitar: "Quien sa.be refrenar la Reina, nuestra. señora, tiene buena la cólera tÍ la. ira, este es señor de su vo. opmion de esos Colones. lnotad; quien es tal es más fuerte quel -Sin embargo, respondi6 Ojeda fria. que vence en batallas e prende por 1 mente, me han asegurado que los royas fuerza los castillos." le recibieron ú su regreso con suma -Yo, señor, soy soldado y no sa. amabilidad, y ni siquiera le l1an hecho bio .... una Rúla reconvencioo. -Bien, pues, nos hemos !!alido de la -Eso dicen los amigos del genovés, cuestion, repuso el Obispo, y no puedo oont~stó el Obispo, pero no es exacto, perder tiempo en sermones. los reyes estiÍu descontentos, y ya han -Ni yo vine con la inteucion de perdido mucha de la estimacion qu~ le oírlos, contest6 Ojeda. tenían. -Decid me ahora, Ji~ y llanamente, -Eso no me sorprende ! exclamó el qué opinion teoeis del Almirante Cris. j6 veo con ironía l tóbal Colon 1 -l No 011 sorprende 1 -i Puedo hablaros con sinceridad y -N o, porque es proverbial la ingrl\- sin dobleces 1 titud de los Reyes. -Como Á. vuestro confesor. -Reportaos, imprudente mancebo: -Creo, señor, que es el hombre más t C6o..o os atreveis á hablar de esa ma.. snuio del siglo y ademns el ruús huma. nera de Sus Majestades l no, bondadoso y noble. -Digo lo que pienso. -No podríais decir mús de nuestros -Pero no piensus lo que dices, l ya ~oberanos : exclamó el Obispo con dis. se os hn. olvidado que lo que se picn8a gusto. es lo último que se dice? -E~ la verdad, respondió el jó,·en. -PooS&ba que platicaba con un ca. -¿Y no os causa. compnsion gastar ballero, y que por consiguiente pouia 1 e~e entusiasmo y admiractOn en un ex. l sin riesgo manifestar mi pensamiento. tranjero, en un italiano de bajo nací. -Pero 110 recordtíba.is, RÍo duda, que miento 1 es felonía hMtu. pensar mal de nuestros -Lo que sieuto, dijo Ojeda con los soberanos, y mayor falta aún es la de ojos encendidos, el! no tener palabras hablar de ellos con poco respeto. para. expresar todo lo que pienso ue él -Soffor, yo hablé de los reyes en ge. y lo que él merece ! nera.l . pero si os disgusta mi parla, -Qué poco mundo teneis, amigo ! fúcil es salir de vuestra presencia y repu!!O el Obispo, levantándose y cami. tambien de Búrgos y de Espafía. nando de un lado ú otro de la estancia., Y al decir esto con ímpetu púsose y añadió como para sí, i cuúl es la. po-en pié el ardoroso j6ven. tencia. que tiene este hombre para ha. -Refrenad, refrenad vuestras vio. cerse amar de cuantos le tratan de lencia.s, mancebo, dijo Fonseca miran. cereal... un miserable italiano, cuyo do al j6ven con la sonrisa en los labios, carácter debe tener todos los defectos pero con una mirada falsa y cruel. de su raza ! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 132 LA Al oir las murmuradas palabra!> de su interlocutor, la móvil fisonomía. de Ojeda cambió de expresion, y dijo con mal encubierta ironía: -Sin d\tda, ~;efior Obispo, los defec. tos de los italianos deben ser tenidos por virtudes en nuestra. tierra, puesto que :í Colon no le conozco defectos y sí cualida.de'l. -¡Vive Dios: excbm~ Fon!'leca con disgusto i. querríais asegurarme que 1 Colon es un ángel? -N o tanto, &ofíor, puesto que es hu. mano, pero sí !lé asegurares que siem. pre y en todo tiempo se manifelftÓ m{LS generoso, más digno y más noble que todos nosotros. pero t ngo lo. ~~lab;a. pronta y me de. sazono on fa.cth?ad. 1 -V lveré ú ctto.ro'1 o.l mismo sabio l rey A fouso, repuso Fonsec~, cuyas máxim leía no h8. mucho rato, entre las cu le~ laay esta : "ca. bien ansí 1 c;íntaro quebrado se conoce ueno, otro sí el seso del home ido por la palabra.'' No dignis nunca, mn,ncebo (este es consejo de amigo) palabras que ofendan, porque por ell s r;;e nvista el fondo del pensa­miento del hombre. . Sin embargo, cteo q e vos no refl.exionuis en las con­secuen ias de lo que me queríais decir, y todo olvidaré si contestais con fran. mis pret,runtaf;. pito, contest6 Ojeda, quo no que ... Sonriose el Obispo con aire desprc. ciativo y dijo sentí10dose otra vez fren­te á Ojeda: -.Sois muy jóveu, Alonso, sois muy guntn. , jóven aún . . lo siet:to mucho porque vos hic es defecto que O'> harií impropio para Colon? ta. de excusa!! ... Ahora otra pre. Recordais el convenio que con ántc~ de que partiérais con muchos cargos. -N recuerdo comenio alguno ... -Qué cargo!', seiior Obispo! -E tónces diré promesa,- promesa -El mando de ciertas empresn.s im- de estu iar con el Almirante el arte . port:~.utes. 1 náutic que no puede uegarse que lo -Por ventura Su Señoría. llustrísi. conoce ' fondo, y examinn.r los planos ma ha olvidado que si soy jóveu (no es 1 y cart s marítimas de su doscubri­culpn. mia. !) mi valor es tanto que sin miento jactancia digo que nadie me sobrepuja. -E jamas 1M sefialó. -Y a lo sé, Alonso. ~!e han informa. era precil'o que Colon os las c.lo acerca de vuestra conducta heroica exprofoso para poderlas ver? en el fuerte de Haoto Tomas y el in. llevaba siempre eocerraJas en domable valor que despleg:ístei~, .,en a.rc:t~ q e jamns dejn.bn. ú nuet;tra. dis. otrns muchas acciones, pero... posicio -Pero qul-, señor 1 -U per,oon. viva y pronta no hace -Deciaque ndemns de osn.c; cualida. caso d esos itupedimeotos. des necesito, pa.rn ciertas empre~as que -~e or Obi'>po, ¡ qutÍ sih'1lifican vues. he imaginado, un hombre que tenga. m(u; trns pa. l>ras ! ... Acaso me tornais por prudencio. que valor físico, m;is perspi- uu vil sp1a! cacia. que pujanza, ¿no sabeis que el -¿ uién os habla de cspíns 1 Es fú­hombre astuto es dueño del mundo y cil, sin 'altar :í ninguna ley del honor, de las voluntades de los homhres? de~cuh r ~ecretos que no~ quieren ocul- --Si por astucia Su Jluc;trísima eu- t..'\r. C ndo se os dió un destino que tiende perfidia, exclamó Ojeda, ese os veni ancho :'1 vuestra. edad, no fué hombre efectivamente no soy yo, bus. sólo pa que fuéro.i11 á pasar el tiempo ca.d otro, señor... ·admira do a.l genovés, sino para. quo , --Otra vez os salís de vuestras ca- con él prendiémis lo suficiente para sillas l dijo Fonseca. Acordaos con seguir 'n él en loe descubrimientos de quién ba.bla.is ... i creeis acaso, añadió, otras t' rras y ottos mares. que yo pudiera induciros á obrar mall -N era. preciso ver sus cartas y sus -Perdou, señor, respondió el j6vcn, ra. aprender el arte de descu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL . 13:1 brir nuevos parajes por aquellos lado.q, -Por Dios y María Snntísima, se. contestó Ojeda, uua ,·ez que él mostró ñor Obispo, exclamó Ojeda, decidme el camino : yo me comprometería ú nde. quó ha sido de ella. : la.ntar e11os descubrimientos, y con un Sonrióse con cruel expresion b'onsc. buen piloto, como Juan de la Cosa, no ca, y despues de mirar un momento al tendría inconveniente en atravesar el '¡ atribulado jóven, respondió fríamente : Océano cun.lquier dia. -Puesto que rehusais cumplir mis 1 , -Bravo : exclamó el Obispo con ani. l deseos, no me crereis; ve ro por mi macion, al fin nos eateuderemos : parte yo no o.~ puedo decir uada. -Digo á Su Ilustrísima. que lo po. Bnjó Ojeda la cabeza. en silencio pre. dría. hacer. · sa el alma de mil dolorosos seutimien. -Y que sin duda lo haríais. tos. pues bien conocía el carácter do -Al contrario, señor: el Almiran. J."onseca, y sabia que si él no era. en te obtuvo de los reyes un privilegio sns manos un instrumouto ciego, nunca para. Reguir t!l no má~ lo!> descubrimien. obtendría nada.. tos empezados. Nadie t~ne, pues, de. -Qu,; pedís de mí, f:eiíor! dijo, le. recho de ir contra su voluntnd á las vnntando la mirada y fij:índola turba. tierras y á los mares que Dios le pcrmi. da y triste en su interlocutor. ti6 descubrir. -N o pido sino para vos u u gran -¿ Ec; decir, .Alonso, que aún pcnsais bien y futura fama: que c;caheccis, que Colon obra por inspiracion divina 1 sin conocimiento de Colon, una expedí. -Creo que obodcci6 al principio al cion ú las Indias, en la que obtendreis dedo de Dios que le señalah:\ lo que riqueza y gloria, con lo cual creo logra. deberia hacer para premiarle su con!!. rcis cuanto podais dcsenr e u el mundo. tanoia y abnegacion, sus estudios y des. -Pero, ¡no et~ cierto que se lo ha di. velos de tantos años, - pero una ve..: que cho al Almir~~onte que no hay buques lle•ó á. cabo aquella gloriosísima. cam. ni dineros pára volver (i sus descubri. pafia y puso en via la conversion de micntos, c6mo podría haber una. y otra los iufiefo!l, creo que ya Nuestro Sofior, cosa para mí, pobre aventurero? aunque le protege, no le inspirs. -E..c; verdad que el tesoro ostú ex. -Vuestm tontA admiracion, Alonso, hansto; los· gastos en la.s guerras de ~;erá causa de truncar vuestra. carrera Italia. son fuertes y se necesita po­y aun las esperanzas más gratas que ner en la 1nar una enorme flotilla pnra podríais abrigar. conducir 20,000 personas b Flóndcs -Qué quereis decir, Eeñor? como sf.quito de la Infanta Juana que -Qua me vertÍ en el ca.c;o de retira. casa con el Archiduque de Austria, y ros mi proteccion. lle~ar li la vuelta á la novia del -SeiJor Obispo, bien sabe su llus. príncipe de Asturias, la P.rinces.'\ Mar. trísima que du.mnte todo este tiempo ¡garita. Así, seria impostblo. se lo ha le he obedecido ciegamente, y si por. dicho á Colon, poner 6 su disposicion manecí más de dos años ausente de Es. los H navíos que pide para la pr6ximu pafia fué porque confiaba en vuestra expeclicion. palabra ... y en vuestras promesas. -J<~ntóuces i cómo me ofrecíais re. -Os oquivocai!i, yo nunca he dado cul'!los que uo hay? palabra que me puad& comprometer, -Prr.ra él no los hay, repuso lo'onseca., ni hago promesas ligeras ... (}¡ dije, pero para vos encontrnria, yo os lo ase. que si á vuestro regreso de Intlins estalla guro, dos 6 tres cara. velas q\lc fletaría satisfecho de vuestra. conducta y os sin tardanza. . . y deducidos Jos S,'8Stos creía capaz de secundarme en ciertas que yo tendría qne hacer personal meo. empre~U, oa darla noticia del lugar en te, la mitad de los tesoros que trnjerais donde 1e halla la novicia do& María, de aquellas tierras serian para vos. Con ai acaao no se babia logrado que profe. oro y fama, atni60, ¿ quti será l11 qut no aara Úl*- se eooaigue en este muntlo 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 -Es decir, exclam6 Ojeda., que á mi 1 que n se abra si es de oro la ganzúa." 1 regreso me junlis que obtendría la -P ro ... mano de mi señora doña M:aría 1 -N hablemos más por ahora, dtjo 1 -Yo no puedo jurarlo ¡las cosas el Obi o, os dejo basta mañana para 1 humanas son tan variables! pero :'in tes 1 que m diteis mi propuesta. 1 de partir os veríais con ella, os lo ac;e. Oje la ~>e despidi6 ofreciendo volver 1 guro, y á vuestro regreso si trajierais 1 al sig~. ente dia a la misma. hora. bastantes riquezas, con ollas pienso que no os seria difícil ablandar á los reyes, S. A. DE S. 1 Y• sabeio el "frnn ' " no !>a y pue,t• ( G'o tinuará ). LA murmnracion es el vehículo de la 1 No a muestra de ser perfecto el que calumnia, esto es innegable : la calumnia goza e notar las imperfecciones ajenas. espiraria en los inmundos labios del im- El bo bre (b:ise dicho) goza en oboervar 1 postor ~i mil y mil voces malignas ó im- lo bue o que halla en sí, ó lo malo que prudentes no tornaran ú. su cargo el co- halla los demas, y á falta de lo pri­mentarla y repetirla. Si un granizo baja mero, e ceba en lo segundo. de la escabrosa y nevada cima de los Al- 1' K teruais lo que sólo puede matnr el pes, arrastra en pos de sí multitud de enerp decia Jt>sucristo. 'l'emed sí lo que copos, 1Í éstos so adhieren otros muchos, al l puede oar muerte al alma .... " La murmu­pnso que van rodando de peña en peña, y raoion la mah\ : es un arma do tres filos así os como so forma el alud qu(\ destruye 1 que h' re a un roía m o tiempo al murmura­un edificio; de igual modo la calumnia va 1 dor, a oyente y ó. la víutima. pasando de b.>ca. en bot.:a y viene á forrua.r Sen irnos que nos roben una joya, pero u u conj u oto de falsedades que destruyen al fin, el que nos la hurta podrá. restituirla la reputacion más bien sentada. ó por o ménos 1·&>arcir su valor el día que Esto dobcriu inspirarnos el <.dio que tle arr pienta. merece la ruurmuracion, soplo infernal El ue nos roba la boom, por mucho que apaga en nuc:.tros corazones la viva que l gn llore y se desdiga, nnnca podrá llama de la caridad, esa vittnd sin la cual resti irno~la, porque mil y mil ecos fntí­no podemos glorinrno::1 de ser discípulos dicos c.tciu repitiendo ~:~us palabn'l> ~· el do Jc:.ucristo. Mal puede serlo el que no vien de la maledicencia los esparce á lo tiene amor al prójimo, y atento ú obser- léjos. ¿Cómo tecogcrlas? ¡ Impm.ible 1 var la paja que afea el ojo de su vecino, , no repara. en la enorme viga q\1e ciega ell MlOA&LA SILVA. suyo prop1o. (De El Ero d, Córdova.) ----·-- LA AMISTAD C POR .MADAMA~ 4i~aducido del !~ances palla "La Ahora bien! decidme i qué a.p6stol el s estuvo jamás tan lleno de caridad co- bolla mo éste l Él sobre este OOI'UOn aa.gra- él u do, aprendi6 á amar de tal manera que T jsJ!" POI! una aeiíor,ita. o, - por limitado que fuese,- re­de amor como si oontuvieee en fuente inagotable. bien en nosotros produce la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCEN 1\.L. 135 amistad oristiana este resultado. Nos pamos de sm penas, porque esto no 1 iatiama. en amor hácia todas las ntmM, expresaría. lo que ellas nos hacen su.l ¡ y hace que la. fuerza de In. tornnra frir 1 sino que las sentimos en el alma, 1 venza al egoísmo de la naturaleza. y que nos ho m;ís pesadas que las .Ba~tn. tener una amiga para que la nuestms. humanidad entera. no'i interese. Sí: Preferimo'l ~u adelantamiento espi. porque la amistad que se contrajera á ritual á todos os dernas bienes que le St\ mútua felicidad, que olvidase los deseamos. O! ~crvad bien esto, queri. intereses de la gloria de DioR, y que 1 dth jóvenes, I ~rque es doncie más cla. no los colocase tío tes de 13. misma ami. • rameute se v el sello de la a-rnist,J.cl ga querida....... esa amistad no seria c1•istiwta. ya la amistad de la. cual noR dej6 J e. Una. tierna f!.rnistad se forma muy ú . sus el ejemplo, la amist.'l.d que Él menudo por 1 dulce simpatía delco. bendicu...... 1 razon y de las inclinaciones, por la se. Juan amó al Salvador y fué amado mejanzo. del arácter ó de los senti. de Él más quP les de71Ul$; y por eso mieotos, y á eces ta.rubieu por la de su vida. no fué eu adelante sino uua. llas circunsta cías. Sobre todo en la. larg~\ cadena de ternura. y abne:,ra- primero. juve~ tud se relaciona una fá. ciou. cilmeute; y Il uchas veces sucede esto N o solamente compadece uno á las 1 sin que la a01 ga que se escoge reuna personas que no tienen amigos. sino Itas coodicion~ ~ necesarias, y sin que el ({Ue cuesta trabajo creer en su cari- ¡ cimiento de 1 estimacioo dé solidez dad ...... Si hubieran amado lo hubie. al afucto: qu cu tiene poca experien. ra.n sido tambien! 1 cia se entul!i* ma sin dificultad con N u hablo, porsupuesto, de aquellos aparitmcias e~ gaíiusa:~. que ya no tienena.migos ...... ay! ese ¡ Se puede ~segurar, sin temor de es el !iUpremo dolor que Dios euvia á equivocarse, Jue esas relaciones no las alma!! á quieues r¡uiere acabar de durarnn si la. ;virtud no es verdadera. purificar l...... Hablo solamente de No: por e tiruables que sean dos 1 aquellos que jcwutJJ los tuvieron! amigas bajo o ros puntos de vista; por , 'l'al vez ellos aman,- reduciéndose nl intachables q e sean su carácter, su círculo de su familia,- ÍL su modo y coutlucta y s moro.lida.d,- si no po. como por instiuto 6 costumbre! ... ... ~teen ln Fa, la ~~c:peranza y la Cnridad, Pero este círculo limitado no suti~face su mutuo nfe< o Do formará nunca lo ú las ulrnns que Dios atrae á liÍ, y que, 1 que entende ~os aquí por amistad; á ejemplo d~ Jesus, sienten la l'!l:lCe:-;i. porque para. llos dibcÍpulos de Jesu. do.rl de amar ú alguua alma mtís que lí. cristo, h\ tínic digna de este nombre las det;.las...... es aquella qu no comienza en la ti e. ¡ Cómo no habría. de mejorarnos la rra sino para perpetuarse en el cielo! amistad, pnesto que ell:~ viene de Diot~ El único m Úo sólido que puede for. y conduce ú Dio11l marso entre e tas dos almns, 6 las cua. ¡Qué Do baria una. por una amiga les cada día a crea más á la. eternidad, verda.Jeramente cri.stia na, es decir, es el de las e nvicciooes religiosas; y digna. de estimMion por su virtud, su si úmbos no p ¡ofe~an las mismas creen. piedad, bU humildad y su dulzura~ cías y no des ¡an la misma patria ce. Qué sacrificio nos parecería. difícil,- lestial, no poc frún jamo.s armonizar en. Riempre que no fuera. ofendiendo ú tre sí. Dios,-y qué privacion se nos haría Jamas será (ligno. del bello nombre penosa l de Amistad a ueila que no aspit'e sino Su tranquilidad, la. paz de su alma., á la corta dtJ tacion de la existencia nos es miís querida que la propia, y su humana., y q e no tieudn. á procurar felicidad cien vecea preferible á la para el alma ue se ama el goce inefa. nuestra. -N o basta. decir que partici. ble de la. biem ~enturada Inmortalidad! 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -- - - -- - - --------- -- - -------ilt----------- ----. 136 LA MUJE lt . - ------i----- J6venes que aspmus ~la felicidad'\ No más amor propio; una todo de escoger una amiga., tratad de que , lo cecl ~ gustosamente á la amiga que recaiga. vucstrn. eleccion sob1e una ¡ pretie e á sí mismo.. verdadera c¡·istiana, y tendreis ent6u. No P16s celos,- ni aun los' que oca. ces el mayor de los tesoros. Oh: qué siona. ~sa ternura tan vo.liosa. para nos. socorro tan celestial habreis recibido otras, ~ porque lo que ella ama lo del cielo!. .... . porque ella tam bien amaro tambien; y lo que la hace fe. amará á vuestra alma. y deseará sal- liz lo seamos á expensas del suíri­varla. ruient nvoluutarío que esto pudiera Una a.miga cristiana es como el Áp. causa pos! gel de la guarda, bajo una apariencia La mistad cristiana es la perfec­viaible. Vuestras faltas la entristecen, cion d~ la Caridad. Ella emana del vuestros merecimientos y vittudes la coraz~¡n de Jesus y reproduce sobre la regocijan, no halaga jamas vuestras tierra la imúgen conmovedora de la malas inclinaciones, y facilita el des. union 'perfecta é indisoluble que existe arrollo de vuestros nobles sentimien. entro as tres Personas divinas. tos.-Y vos tambien porleis serie útil, Y B í como desde el seno de la San­con el simple hecho de decirle la ver- tísims Trinidad se derrama. sobre nos. dad tao francamente como ella os la otros el océano del amor de Dios, así dice...... tam bi ~u la amistad cristiana derrama Cuán simultáneamente, cuán uní. sin ce ar en torno suyo el tesoro ina. das, marchareis por la senda escarpa- gotab o de su Caridad. da del deber ! Cuán recíprocamente Ell dice: "¿Por qué no he de ha. os animareis, os ayudareis y os levan. cer p r todos lo que hago tan fácil y tareis despues de cada tropezon 1 Y gusto ~mente por 'Uin.a? Por qué no cu,nta influencia tendrá sobre el co- he de emprender por la Caridad aque. razon del Señor esta piadosa union de llo qu p, - con más placer y, por consi. vuestras almas en la. oraciou l...... guien e, con m~nos mérito,- ampren- Nuestro Señor mismo lo ht~ declaro. do co tinuamente por la amistad?" do con estas palabras: y est~ refie:x.ion la hace lanzarse más " Y en v~rc'lcJAl os digo que si das de y ruiís toMs los dias hácia la conquista vosot1·os se convinieren sobre la tierra, de la. irtud. det~ cosa quepi8., aumentándose el fervor sobre sí la amistad cristiana 1 • de ca a. una de ellas con el ejemplo Y esto no debe sorprendernos, por- 1d e su Jlmiga.. que donde se encuentra. una. amistad Qu recibiéndoos jwntas, amandoos de esta clase, se encuentran ta.mbien junta , y sirvi6ndoosjuntas, merezcan todas las virtudes...... entra. -siempre unidas ! - :5. esa Man. No hay egoísmo, porque lo ha des- sion ienaventurada donde juntas os terrado de éstos dos corazones el ca.. gozar n por los siglos de los siglos!. ... ri.fio desinteresado que se profesan; Así Sl ~· ·------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 137 HECHOS CURIOSOS E:N LA CIENCIA ASTH.ONÓMICA, (CONTI~UACION). V Sin embargo la distancia á que nos ha-ÜiltNTO no'\'enta y ocho millones de le- llamas de Júpiter impide que se haya es- 1 guas distante del sol encontramos al mnn- tu diado bien aquel gigantesco planeta. do _más ,gr~nde de nuestro sistema plane- Es preciso aguardar á que se inventen tano, Juptter; á pesar de la distancia que nuevos telescopios que tengan mayores al-nos separa ¡,e ve á la simple vista como canees para que nos hablen con ruás por-un astro de primera magnitud. Es 338 mt:nores del astro tocayo del príncipe de veces más grande que In tierra. Su cir- los diose~:; paganos. ounferencia mide en torno del ecuador El aute-}Jenúltimo planeta conocido que 112,440 leguas. A la distancia en que se gira en torno del sol es Satut·no. Y si ad­enouentm del sol, éste poco alcanzará á mirábamos las cuatro lunas de Júpiter, calentarle, así probablemente tendrá den- ¿qué dü-emos del aoompaiiamiento de és­tro de sí mismo su propio calor, pues de te que lleva en torno suyo 8 satélites, y lo contrario el frio no seria soportable pa- ademas un anillo de luz que le rodea á to­ra séres organizados como nosotros. El da hora como un inmenso y luminoso cin­aiio de J(¡piter, es decir, su traslacion en tnron? Dista Saturno del sol 364.850,000 torno del sol, dura cerea de 12 años de los loguu:; por lérmiuo medio. Su año consta nuestros, ó con más exactitud 11 años 10 de 20 años nuestros con un pico de 167 meses, 14 dias y 19 horas. No so sabe si clias. Es 75 "ecos mtís grande que nuestro Júpiter se halla aún en un estado cuasi globo. líquido, segun pient;An algunos. Anchas El anillo luminoso de que hablamos es­bandas semi-trasparentes, en nnas partes tá dividido en tres compartimientos dis­olaras, en otras oscuras, cubren el ash·o y tintos, y los 8 satélites llllOS más grandes, lo di'iden en varias zonas, ademas véuse otros 01ás pequeños, unos cerca, otros lé­mauchas de formas indecisas al traves de jos, están en continuo moYiloiento y pre­aquellas zonas, las cuales no se sabe si sentan al habitante de Saturno (si lo tie­son nubes ó una atmósfera muy Ol>posa. no) los cspootáculos más curiosos, aor- Estando á tanta di11tancin. del foco de prcndent('l¡ y extraordinarios que se pue­luz, la divina Providencia le ht\ dado den iruaginnr. cuatro satélites que lo acompañan sin Como Ja luz del sol no es mny intensa coear iluminando sus noches con bellas ]u. á la. distancia en que se encuentra &tur­cos; unas veces los ven todos juntos 80_ · no, sin duda á toda hora, dia y noche se bre el horizonte, otros separadamente pe- verá el cinturon de luz que rodea aquel ¡ ro nunca deja de haber alguno vel~ndo globo ...... 8!) aturde en verdnd la imagi-con él. Todos ellos, salvo uno son más uacion cuando se piensa en todas las ma­grandos que la luna, y el más 'grande es ravillas que presentará Saturno al espec-t má11 voluminoso que el planeta Mercurio. tndo~, y cut¡n misericordiosa es la Provi-~ Adamas aquellos satélites exhiben dife- deno1a que sabe dar á cada mundo un rentes colores: "l_lno tiene un tinte azulo- carácter diferente! so, dos parecen azulosos gri<>o~os y el cuar- S. A. S. to es amarilloso. 1 (Continuará). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ¿SE PODRA ENGAÑAR AL DIABLO? I,EYENDA 1'.\.NT_\,RTICA. :simo ~>1 sacristau, ~peló eotónccs :í los ~ST.Uros en el siglo X en España. santos,¡ mandó decir misas, visitó las Ro10a. en Leo u y en las Asturia'l el ro y reliqui~~ miÍR milagro~as de lo& al red e. O.rdofio ~II, nombrado el maw, que ha. dores, ; tzo votos y mas votos; pero el bta dernbado del trono á su 11aricnte Pedrill continuaba. peor y )lOOr; ya no don Sancho, rey <}UO por su aordum llo. "0 leva taba ue su lecho y In ficure le 1 h. · 0 devora'1 va en a 1stona el nombre del Ora&J, L> a. • Este ex.rey don Sancho estaba. hidrúpi. En este aprieto oy6 hablar el sacris. co, por lo que lo viuo bien el tellOr que tan de la sorptcndente curacion del rey 1 ir tí buscar asilo en la corte de Abdorra. don S~ ocho, y resol ví6 pasar ú C6r. tnao, rey de Córuova, pues allí el buen u ova á toda costa y buscar iÍ los fa m o. sarraceno lo hizo curar de sus dolencias ~os cu ~dores del .det~tronado príncipe, y le ofreció prestar ejércitos para. rocu. Juzganl o que sena más fiicil curnr á pernr su trono perdido. Mucho se habló u u poiJ e pechero que á un personaje en España de la curucion de don Sao. como a9uel. cho y de la ~.abidurÍt\ de los físicos m u. Cua 1do maese Pedro llegó ú Córdova sulmanes que le dovolvia.u la 6nlud eucon r6 á toda la ciudad nlborotadu • 1 on tanto que los espnñoles lo hnbian porqu se ngunrdnba. la llegada do unos desahuciado. J~stos rumores llortn.rou n ombaj ore11 que rna.udaua., de~>de Con~;. oidos de maeso Pedro, el sacrisE'l.u 1nn. 1 tan ti u pla ol Emperador gric..;o, lJI\r:\ yor de la Iglc.-;in parroquial do una 1 ratifica su alianza cou el sai·raceuo. ciudad fronteri?..a de los Estadob Rarra. Abdernamnu, orgullol>o con aquella se. cenos. :Maese Pedro tenia un hijo uui. ñal de amistad de la corte imperial, co, fruto de liU matrimonio con una. mnnd6 que fneson ú recibir fí. los cm. mujer á quien amó mucho, y que !1ahin. baja Jo res hasta. Jncn, y sus tropnll, muerto recomeudúutlole no olvidase mag~í 'cnmetlto t~tnvindus y nruU\da11, nun~a que ello. hubiara dado bu vida le~ h1c ~ron los hoooros .por toJo el, ca. y mus por tener á Pedrillo sano y cou. mwo e o una pompa onentnl. Apcuns lento, y as( le suplicaba. que en memo. llega ro á CSrdo' a los condujeron ú un ria de ella cuidase ul nifío como su pabell( n eu ul jnnlin del palacio, en mejor tesoro. donde ·estahn A lxlemuuan EtJntado so. Maese Pedro había cumplido durante hre un trono cubierto de joyas, rodeatlo algunos anos religiosamente con la re. de su milia, de ~;us 'lCe bello sitio en medio de un ameno brados con sedas y bordados que re pro. bosque en las orilln.s del río. Abderra. sentaban flores, frutas y aves, tan á lo ma.n mand6, pues, buscar artífices en vivo que parecían naturales. (1) todo el mundo_ civilizado, tan lueg_o {l) Véase Coodo-Historio.' do 1a domina-como ella. ma.nifes_t6 su deseo. En pn- cion de los árabes en España. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 LA MUJER. En medio de la. muchedumbre de la j donde estaban los restos de la. madre guardia del rey (que constaba. de 12,000 de Pedrillo. hombres en los afueras del alcázar y Al.\tes de entrar á la iglesia, cuya 4,000 en la. parte interior), las escln. llave llevaba maquinalmente en la vas, los siervos y siervas, los u•asi1·es, mano, habiéndola. bajado de un clavo alcatibes y hombres doctos y poetas, los en que estaba en su casa, volvió la vis. ' cazado~'i y halconeros, trabajo insigne ta. hácia el cielo : babia cerrado la no. costó á maese Pedro dar con los médi. che enteramente y estaba cubierto de cos que buscaba; pero al fin logró ha. negrísimas nubes revueltas por el vien. blarles. Ellos le recibieron bien, escu. to: de repente un rayo atravesó el charon atentamente la descripcion de ámbito y un trueno fuerte y sonoro re. los síntomas de h1. enfenuedad do Pe. pE>rcutió por todas partes é hizo estre. dritlo, y aunque le dijeron que no res. mecer hasta los cimientos el edificio, poudian de la curacion, le dieron unos contra el cual se babia recostado. polvos y gotas para. que las administrase -Ah l exclamó maese Pedro en voz sin tardanza al enfermo, asegurándolo alta. Dios puede hacer mil maravillas que si aquello no daba la. salud á éste, pero 1:0 quiere salvarme á mi hijo! no había esperanza en lo humano. Daría mi alma. al Diablo porque no se Ma.es., Pedro, mús que corrió voló de muriera! Ya. que Dios no ha querido regreso á su tierra, lleno de espern.nzas, o irme, yo invocaría ahora. al Diablo 1 li pesar de qn~ los mismos médicos no Una voz hueca y cavernosa le res. las tenit~.n. pondi6 casi á sus piés, y una sombra. II más negra que la noche se paró frente á él. PedriUo estaba agomzando cuando -1 Darías tu alma al Diablo, Pedro? llegó el sacrista u, por lo que no fué decía la voz. posible que tragase los remedios que Este estaba demasiado aterrado para éste traía.. Estaba frío, perfilado, tenia responder, y lo que hizo fué cubrirse los ojo~ cerrados y ni á su padre co. la cara con ambas manos, temblar de noció. piés á cabeza, en tanto que un sudor El dolor del pobre sacristan no tuvo frio le resbalaba por todo el cuerpo, y nombre, pues amaba al niño, no como hacia esfuerzos inauditos pnra huir. padre, sino como una madre ; tal pa.- ¡ -N o temas, maese Pedro, repuso la recia como si todo el amor de su voz, que yo no vengo sino~ proponerte difunta mujer, unido al suyo propio, un negocio en cambio de la. salud y le llenara. el corazon. Desesperado, lo. ¡ bienandanza. de tu hijo. co, se &alió de la. estancia de su hijo y -i :M e ofreces la salud de mi hijo l de la casa, para no estar presente 1 articuló al fin el sacristan. cuando el niño muriese, pues se sen tia -Ofrezco ponértelo nuevecito: gor. tan desesperado que estnba á punto de do y robusto, alentado y contento. renegar y maldecir. Empozaba 6. oscu. -¿Volvería yo 6. ver á mi Pedrillo recer ; la noche era tempestuosa. y un como estaba ahora un año 1 viento rócio é intermitente azotaba las -Mucho mejor; colorado como una hojas de los árboles y las rega.lxl. por el amapola, fuerte como un herrero y sano suelo. El sa.cristan se dirigió natural. como el que m6.s. mente htícia la. iglesia á buscar allí -Qué se necesita. hacer para ello? consuelo; llevaba el alma repleta de pronto, pronto, dímelo, fantasma, es. ira., de violenta. pasion, y aentia. que no pectro 6 demonio 1 podia resignarse á la pérdida de su hijo. ¡ . Ya le babia pasado el susto á maese Para. llegar á la iglesia era preciso atra- Pedro, y tmtaba de distinguir entre las vesar un rincon del cementerio, pero 1 sombras al que le hablaba, pero en no la parte en que yacía. su difunta vano: era. algo denso pero traspa.rente, mujer, pues le repugnaba pasar por rente, pues se vew. al traves negro pero Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 141 como iluminado por una aureola bri.l tempestad y el huracan habían pasado llanto y fulgurosa. como un sueño. -Andemos con calma., respondi6 el El primer pensamiento de maelle fantasma.; los negocios deben ser ne- Pedro, fué que se babia. quedado dor. gocios. mido o.l pié del muro de la iglesia, pero -Ah! pero miéntra.s tanto se estará sintiendo el anillo de metal que le muriendo mi hijo ! apretaba el dedo, se acordó del pacto -Efectivamente, repuso la sombra; con el diablo y corri6 á eu casa á ver está ya en las últimas. si éste hn.bia cumplido. -Habla, pues, demonio, que yo haré Encontró n las comadres rodeando lo que quieras si me cumples 1 la cama de Pedrillo, el que se babia -Dame tu alma .... no piuo otra cosa. incorporado preguntando por su padre. -.Mi alma ! -El remedio del ámbe hizo el mi. -Sí. !agro, grit6 una vieja saliendo n ha. - Vírgen Santísima! San Antonio l blarle á maese Pedro. San Bias ! &n.... -C6mo así ? -Cállate, mentecato, repuso el fan. -Porque cuando pensábamos que tasma, que si te pones á invocar á los ya estaba en el último estertor do la santos me tendré que ir .... Ya no tiene muerte, yo le eché uuas gotas de la Pedrillo sino algunos instantes de vida; medicina, y en el acto abri6 los ojos, resuélvete 6 me voy.... di6 un suspiro, se sentó y hélo allí Las tíltimas palabras las oyó Pedro bueno y sano. como m(LS léjos, y temiendo perder la -Nada de eso, repuso otra; - el ocasion de salvarle la vida á su hijo, muchacho no alcanzó á tragar nada; cxclam6 angustiado : e~ta.ba trabado y no pasaba ya : el mi- -No te vayas, que haré lo que quie. , lagro lo hizo San Blas, á quien yo se ra.s si me devuelves ú mi !ladrillo. lo encomendé. -Júrame, pues, que uo volverás á -No, que fué San Cirilo, :1 quien frecuentar bs iglesias, ni los sacra. 1 lo puse una vela., exclam6 otra. montos; que no rezarás uunca y que --San Vicente de Saragoza nunca me dedicarás tu alma hasta el último 1 me deja desairada, repuso la cuarta! 1 t.lia de tu vida, y en cambio, Pedrillo -Ni á mí el bendito San llcrmene-qucdará sano: pero si no cumples con g-ildo t esto, me llevo fi tu hijo en cuerpo y 1 En fiu, cada cual achacaba la cura. alma. E~cogc, poro pronto, que yn. ol cien á diferente patrocinio; sólo maese niño va á espirar y veo al ún~ol de la Pedro sabia ú qué atenerse, y en sus muerte que se cierne sobre la- cas:l. adentros le daba las gracias al diablo Un trueno fortísimo, acompañado que 1e había devuelto á su hijo. de uu relámpago claro y refulgente Al día siguiente mandó las llaves estalló cntónce~. de la iglesia al Cura diciendo que re- -J úra. l gritó la Yoz que son6 más nunciaba. al oficio de sacristan, poro fuerte que el trueno. ¡ .J úra pronto! u o ~a.biendo qué hacer para ganar su -J úro: dijo maese Peol'o; juro uo vida se daba, ú todcs les diablos, pues entrar en las igle'lias y dedicarte mi eu su familia de padre á hijo todos alma ! habían sido sacristanes, y se habían -Ahora somos amigos, dijo la som. criado sólo para estar en la iglesia, 1 bra acorcándosc, y agarrándole una encender las volas, barrer el suelo, mano al sacrista.n, le puso en el dedo regafía.r á los muchachos mal criados, pulgar un anillo de acero, desapare. ayud&r ~ misa y dar latigazos á los i ciando en seguida. Maese Pedro cayó porros intrusos. Aquella mafíana ya. i al suelo sin sentido .... Al cabo de po. lle babia costado caro su hábito de rezar cos momentos volvió en sí: la noche ' apéoas abria los ojos, pues al quererse estaba. clara y apacible; las nubes, la. santigt1ar el anillo del diablo le dió 'l'OMO 11. 18 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---------------------------------------------'--------+-..----.....¡1 1 142 L A :.\1 U J E R . tal apreton que tuvo que renunciar á bau mal, ménos Pedrillo que trataba ello; y lo mismo le sucedía cada vez de consolarle, y preguntfíbale sin ce- ¡ que pasaba por frente de algunos de sar qué tenia y por qué estaba tan 1 los santos, que en aquel ent6nces ador- demudado y mclanc6lico. 1 naban la.~ calles, si se quitaba el som- Para evitar las importunas pregun-brero como lo tenia de costumbre. Si ta.s de Pedrillo y l:~s miradas hosti- l pasaba por su calle alguna a.dminis. les de sus conciudadanos, maese Pe­tracion tenia. que ocultarse en el últi- dro resolvió dejar á su hijo reco­mo rincon de su casa, porqne no podía mondado en un convento benedictino, arrodillarse sin que el anillo endemo. y tomando servicio con un militar que nia.do le diera tales mordiscos que le iba á guerrear ú Tierra Santa, dej6 la dejaba frio. Adema.s, sen tia. su alma Ec;paña y se ech6 ú aoda.rpor tienas ex­helada, su corazon de piedra para todo trafías en su compafíía; pero cada. día lo religioso, y lo único que conservaba estaba más triste y desesperado de su 1 de su antiguo sér ora el amor entraña. suerte, y al ñu volvió á su país natal ble á su hijo, á quien cada día quería sin haber podido resolver este proble. más y más. Pasaba las horas y los dias ma, '' i Se podrá engañar al diablo ? " 1 retirado de toda. sociedad, meditabun- Pedrillo en tanto había. crecido, y 1 do, taciturno, cnllado, revolviendo en siendo de buen carácter, los frailes le la cabeza esta idea : " Estoy eodemo. babiao enseñado muchos latines y otras niado; mi alma se irú al infierno, en cosas, segun le dijo á su padre, á quien tanto que la. de Pedrillo, que es un ~-olvió á suplicar que le confiara la muchacho ejemplar, se irá derechito a.l causa de la melancolía que le devora. cielo, en donde lo aguarda la bendita l>a. Maese Pedro entónces, en un rapto de su madre. i Qué xaqué yo, pues, con de desesperacion, refiri6 á su hijo el haber vendido mi alma por poco tiem- pacto que babia hecho con el diablo, y po en esta. tierra para no separarme la situacion desesperada en que ~e en. de Pedrillo, si por toda la eternidad contraba, pues cada hora le conducía vivirémos ausentes 1 El diablo me más cerca de la tumba, y cada instante engañó, lo confieso; en e] trato salí le repugnaba más la idea de irse al in­perdiendo por entero, ¿será posible en- fiero o, por razones que todos compren­gañar el diablo á mi vez?'' derún. Afligióse naturalmente Pcdrillo Inspir6le ent6nces Belsebutb esta con ~>emejante del'gracia, pero no par­otra idea: "¿Por qué no procuraré que di6 )a esperanza de salvar de alguna PedrilJo se corrompa, so vuelva criwi- n.anera. ;Í ~;u padre; a~>í pidi6le liccn­nal y ent6nces ambos nos irémos juntos cia. para irse á viajar cou unos mi~;io. á la morada de Sato.nÍIS? " Pero este neros que onvial>un á tierra de infieles pensamiento culpable no pudo abrí- para convurtirios, quizá á su regreso gario mucho t iompo. pues comprendió debían pasar por Roma y visitar los 1 que su hijo seda desgraciado en este más famoso'> santuario¡¡ de la cristian­mundo J. en el otro, y e~o no lo podía dad. Allí, Jijo Pedr.illo, de se~uro en­sufrir el. Además, el muchacho era contraria algunos sabios teologos á un santito, obediente, religio::;o, no sa- quienes consultaría acerca de la ma. lía. de la iglesia, en doude ayudaba on nera de engañar al diablo,- si acaso sus faenas ni nuevo sacristan, y s6lo aquello era posible, lo cual no era raro, pensaba on rezar y en aprender cuanto segun rezaban las vidas de algunos san- , le enseñaban. Naturalmente la con. tos, que él había leido en el convento. ducta extraña de maese Pedro llam6 Y en do y viniendo días, mc~;es y años, la atencion do su hijo y de todos sus se pasó mucho tiempo, y maese Pedro conocidos ; decíase que cuando babia más y m(ls encorvado y viejo babia estado en tierra de infieles en busca perdido casi la esperanza de vohor á del remedio pa.ra el nifío le habían ho- ver á su hijo, á quien, pensaba, ~egura­chiz: ado ; así todos le huían y le mira- mente ba.brian muerto los infieles sin -------~ -- -- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ----- REVISTA QUINCENAL. 148 haber logrado salvarlo el alma. al que 1 -Te ofrezco en cambio la. de un la ha.bia perdido en su ob:sequio. criminal que van á ajusticiar en la ciu. Un dia, sin embargo, se le preseut6 , dad vecioa, respondi6 maese Pedro, si. un peregrino, tostada la ctít.iz por los guiando las instrucci~nes del ~olita,rio. soles do oriente y arrugada In frent~ y 1 -Esa la tengo perd1~a por cterto! ex. las mejillas· por los sufrimientos de clam6 el demonio, y bten me pesa; Y!l los viajes: era Pedrillo. Así como su 1 en vísperas de ser ahorcado un buen frat. padre babia viajado en busca de un le lo h3. convertido. y está tan arrapen. remedio para darle á él su salud, así tido que se irá derecho al purga.to~io,:­el hijo ta.mLien babia buscado elmedi- cosn. ctue me duele, -porque ese cnmt. cameoto quedeberia.Ralvarleelnlma tÍ ual era hombre activo y me ayudaba. maese Pedro. Mas el medicamento era l en la grande obrn. del reclutamiento tan terrible que Pedrillo oo quería al para mantener mi ejército infernal. principio decirle eu qné consistía. -No te pueuo entregar el alma, Pero instado por su padre, al fin le respondi6 Pedro, pero sí al hombre refirió sus viajes y le habló de los mu. vívo i lo quieres así ? . chos sabio!!, qa,ntos, ermitaños y soli. -De mil amores, repuso elJ?rÍnctpe tarios que había visitado para consul. Jel mal; porque tengo segundad de tarlea el C3.So de su padre, y cómo al que si se encuentra uua. vez mús lib1e, fin un solitario, cuyos milauros asom. olvidará su conversiou, echarú al viento bra.ban, le babia dicho: "Dfle ú Pedro su arrepentimiento y volver~ ú mis que invoque otra. vez tÍ su compadre brazos : puedes darlo el amllo que el diablo y le pregunte si recibiría , otra. alma en cambio de la. suya,-ase. llevas e u ese dedo, el cual no es po. gurándole C}lle en luga.r de In. propia sible za.fnrse sin mí consentimiento, y le entregaría la. de un gran criminal agur!- Mi compañía contigo quedad que esttÍ ú punto de convertirse." deshecha., y buen provecho te haga el - HaceJ esto, padre mio, nfiadi6 dia en que me entregues á mi antiguo Pedrillo, y en seguida os diré lo que conmilitou. hay que hacer, siguiendo las instruc. Entónces Pedrillo, con las lúgrimas ciones del santo ermitaño. en los ojos, lo dijo ú su padre que lo Aunque le horrorizaba mucho á maese que le restaba por decir ora para él Pedro lo. idea de tener otm conferencia muy duro, pero que el ermitaño le ha. con el diablo, como Pedrillo le apuraba, bia dicho que si s~ quería Falvar, era diciéndole que el asunto urgÍa y que preciso que murie.~ ahorcado en lugar jamas se volveria á presentar otra del criminal. orortunida.d, el pobre anciano se fué -No te aflijas, hijo mio, repuso el a cementerio aquella mir;ma noche é antiguo sacristan, que doy por bien invoc6 al rey de los infiernos. empleada la soga. en mi garganta si -Ah! contestó la voz estridente y con ella conquisto el cielo y tu com. dura que él!recordaba, i qué me quie. pañía y la de tu madre por toda una. res, Pedro? eternidad ¡ y tengo que estar muy Y al mismo tiempo vió la sombm agradecido á Dios, Nuestro Señor, que negra ú pocos pasos. ha permitido que se me conmute la -Deseo saber si te conviene, res. pena de unn eternidad de dolor y d~­pondió Pedro temblando, cambiar mi esperacion por unos momentos de an. alma por otra. gustia física. Pero me ocurre una cosa, -Segun sea ella: tú ya. estás cer· i aunque sea lícito engañar al diablo, cano del sepulcro, y en breve te llevaré lo será igualmente arrancarle á Dios á mi palacio, lo cual no siento, pues una alma que había reconquistado? no has servido para nada, y durante tu -Esa idea la. tuve yo, repuso Pedri. larga y estéril vida. no me has conse. Uo,- pero el solitario me instruyó guido ninguna otra alma.. tambien acerca. del cómo babia de o.ca. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 144 LA MUJER. bar de engañar á aquel demonio: cum. asechanzas á los peregrinos, pero en plid, vos, señor, con vuestro pacto, que vano: Pedrillo era un santo y lo pro. yo trataré de cumplir con el mio. tegia.n los ángeles así como á su corn. Dos días despues maese Pedro en. pañero. Convirtieron á centenares de trabo. disfrazado de fraile en la prision infieles, pero quiso su mala suerte que del criminal, que se llamaba Alejo,- cayeran e u manos de unos musulmanes le ponia en el dedo el anillo de la es. muy mal humorados que les llevaron clavitud del diablo y le daba sus ves. delante del Califa. de Bagdad, quien tido$ para. q\te se saliera de la prision. ·los condenó al martirio y á la muerte. Tres días despues Pedrillo reclama. Cuando Alejo estaba en el 1Htimo tran. ba el cadá'"er de su padr!:', ahorcado en ce, se present6 el diablo á reclamar el el lugar del bandido, y le hacia sepul. alma de su esclavo, pero no lo pudo ta.r en terreno sagrado. conseguir, pues J1abia perdido el anillo Efectivamente, como lo babia anun. de siervo que llevaba, y al mismo ciado el diablo, ap1~na.s sali6 Alejo de tiempo una lcgion de ángeles cercaron la cárcel cuando volvi6 á busc..'tr á sus á los mártires, qnienes fueron llevados antiguos compañeros de francachelas y directamente al cielo, en donde San picardías, y empezaba ya á entrar do Pedro les nbri6 las puertas y los reci. lleno por el camino de la perdicion, hi6 con mil agasajos, en tanto que el cuando Pedrillo lo busc6 camorra, le. diablo se quedaba alicuido y aullando llo.m6 á duelo, en el cual le postr6 y en los límites de sus dominios infer. logr6 cortarle la mano y el brazo en nales. Lo cual prueba que mmca se que llevaba el anillo del diablo ; en debe perder la esperanza en Dios, y seguida lo llev6 á su casa, y fué tanto aunque ])arezca que estamos conde. lo que lo cuid6 y le babl6 de cosas nndos á unn servidumbre eterna del santas, que le obligó á convertirse, á diablo, el Omnipotente siempre susci. vestir el sayal del peregrino y ámbos ta algun espíritu benéfico que trabaje tomaron el camino de Barbería con el en nuestra salva.cion, y aunque sea á objeto de convertir infieles. última hora nos lleve á las altas regio. ,furioso el diablo, creyendo que se nes celestiales. le escapaba su presa, persiguió con mil ---.. ·---- ANALES DE UN PASEO. •• INTRODUCCION. S. A. de S. El árbol plantado en medio de una poblacion se seca pronto y deja caer sua hojas ; naí 6fl el hombre privado de amigo~;. (Oráculo escandinavo). -Sola no iré jautas! ..... La vida en un 1 mejnnte régimen, aunque lo recete el mis­desierto y sin sociedad e¡¡ tan insoporta- mo Hipócrates. ble, que prefiero continuar enferma, ex- Sus parientes y amigos se miraron unos clamó Alicia con energía. ~ á otros como para recordarse que cuando -Pero...... Alicia. tomaba una resolucion, y á peear -No b!ly razon que valga contra mi de su carácter bondadoso y suave, nadie repugnancia, ni quiero someterme á se- podía hacerla cambiar de idea. * En 1872 se empozó á publicar esta novela en El Tradicionista, pero por circunstan­ciaa independientes de nuestrn voluntad no se concluyó entóncea. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ______R _E_ v_ I S T A Q U I N C E N A L . 145 1 -Hija mia, la dijo entónc~ su ti11, ya )lt.untcJo AL\".\Rl!:7., hermano de Adria-no eres unG niña y deberias ceder ñ la na, radicado en N .. *; jóven de veinti­rnzon. cuatro aüoo, de alguna instrucrion, muy -Así lo haria, no lo dude usted, si me bucuns cualidades y hast.'\ntes tt~lentos na­pareciese justo¡ y ndemas me duele que turnios ¡ se ompoiion todos en destermrmo cuando -A dónde tc quieren de:.torrar, hija saben quo mi único consuelo y solnz es 1 mia? preguntó don G1·cg•trio desde sn verles en torno mio. m~a de tresillo. AucrA llr.nJt:otA babia sido uM do lru; -A tie1Ta caliento, tio. ¡Como si yo muchachas más bonitas de la ciudad do fucm capaz de irme y dejar í• todos us­N•••, capital do uno de los Estados del tedc.i! N orto do Colombia. Bu esto se presentó otro pen-onajo que, Cuando ltl introducimos por prirnern atrn,·o.>ando el !ll\loo con nire desembnrn­, ·oz á nuOtitros lectores era ya viuda : poro 1.ndo y gallardo, faé t¡ a.alndar á .Alicia siendo aún jóven y bella, y adema:; rica, primero, sin olvidar el decir de&PIJCS una era el objeto de esmeradas atenciones y palabra amable á cada uno do lo!! concu­hasta de las lisonjas de todos. Su e:~poso rreotc,¡. babia muerto haoia poco mns do un aiio, Llnmábase MÁ~})fl) AKANOA, hombl·e de de~;pues de siete ú ocho de matrimonio, treinta & treinta y cuatro años, cuyo dejándola dos niños y una niñita ¡ d~grn- aspecto eleaante y culto indicaba la cos­oiadamento, breves meses despu~ de la ¡ tumbrc de ~ternnr cou pen;onM do bu e­pérdida de su esposo, tuvo el dolor de na sociedad. Máximo oro pnriente leja­ver morir á su hija, causándole &to tAnto no do Alicia y primo de do? Greg~­p0l; llr1 que liU aolud sufrió mucho ; y do rio. Educado desdo su m's tierna ~1- aquí el empeño cariñoso de sus pnriente.t iiez en Bo!!Otá, terminó sus c. tud101 y nmigo~; en distraerla y tenerla contenta. universitario~ con brilhntísimos exá- 1 Lo mát~ íntimo de sos relo.oiones ee ho.- menes, deopuc.i de loo oualoa rogresó á llnba reunido aquella uoche en sn sala, -y N••• con la intenoion de establecerse do­se oon1ponin do: fiuitivamente en esa ciudad; pero en bre- DoliA CATALINA, sn tin, que babia sido ve tiempo cambió do propó11ito, y dejando pnra ella una madre ; mujer sencilla y bon- ~.;u provincia y el país, pal'tió pt\ra una de dadol>ll, muy bella en su jnventnd y que las repúblicas sur-americanas, bu&!Jando aun conser\'aba restos de hermosura : fortunn léjos de su patria. Se dedi~ó á la Dos G ur:ooiuo, esposo de esta seiiora carrera do la11 letras, dirigiendo vanos pe­y administrador de los bienes de Alicia ; riódicos en dos ó trúi ciudades im¡¡ortan­homb_ re de ~incuonta años, jovial, franco tes de Hispano- América, y formándose u~a y do tdeas hberales; repntacion muy bien ganada como escn- ~~l'lTA IInEou, hermana menor do tor segun las ideas conserndoras. Algu­Ahcla; muchacha de diez y ocho aüoe, naa ecmanns ántes de que empiece nu011trn mimada, ,·olontarioea, rebosando en vida, relacion, había , ·uelto á N u•, descoso de salnd y freacura ; permanecer allí si encontraba una colo- ADtUANA ALVARJ:Z, amiga íntima de oacion ventajosa. Alicia, hija de un español casado en Ve- Un ob.qervadar habria notado quo des­nozuela, mujer de talento é instrnccion, do que so presentó Máximo en el salon, y do edncac1on europea esmerada, 06posa los ojos de Alicia se animaron, subiendo de un alto funcionario en el Gobierno del á sus p1nidas mejillas lln ligero color do Estado ; ro>:lll. Buroi.owi, primo de don Grogorio, -Acérquese usted acá, Mliximo, le dijo gran jngador de tresillo y comensal india- Pepita con francaamabilidad, mostrándole pensable en laa tertulias de N•n ; este un Miento á ro lado ¡ y venga á persuadir era olfartotwn do la ciudad, como el Fí- á Aliciaque e.ipreoisoquemire por su sa­garo del " Barbero," y el encargado de lud. Ejercito usted su elocuencia en e.;ta organizar toda fiesta, paseo ú entierro. empresa. JuSTINA, parienta pobre, soltera de mds -Con mucho gusto, contestó, pero dí-de cuarenta aiios, fea y perfectamente in- gamo usted de qué manera podré compla! s!gnificante, pero prudente y sin proteo- corla empleando mi débil elocuencia en swncs ; tan grata empresa. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 146 LA MUJER. -Es el caso, que hnu aconsejado n Ali-1 crerti 11s d que se ha empeñado en ha­cia que se nnsonte por algunos días de cornos e er que no puede vivir sin to. N•••, y ella rehusa obedecot-. 1 dos noso os ? -Y tiene razon 1 exclamó él; no seré -¿ Y ú pesar de tan lisonjera con fe­yo quien se encargue de persuadirla do sion, In uiertJn obligar á que partl\? lo contrario. ¿ J>or qué nos quieren pri>ar -Sí, ñor, dijo Pepita, que se habiJ de su amable sociedad? puesto ty séria desde que él no q11Ís" -Gracias, Máximo, dijo Alicia: usted ver que ofrecía u u asiento cerca de ella. ha sido la primera persona que me ha dicen qu ésta es nna medida indispeusa­tratado cm1 piedad, oponiéndose á mi ble para ue }lneda recuperar su salud. destierro. -En 'nces acompañémosla en suco- Duranto estl\ conversncion, Máximo ha- rreda tí. otro clima. bia permanecido en pié frente á lru¡ seño- -C'o1 riente ! exclamó Alioia, la ides ras, sin querer ocupar el nsiento que Pe- vale uu otosí! Si me acompaiian todos pita le Qfrecia. u¡;tedes, ré á donde me lo m!\uden. Fue- -No es piedad, sino interes propio, ra de eh nz!ls, la propuesta de Mtl:óruo contestó: Alicia, uotod sabe, aüadió en 1 es muy uena y no tiono ningnn inconve­voz baja, sentándose en un mburete de- niente. es convido á todos á mi bacieu­tras de ella; usted !inbe lo que pienso. da de B ena-Vism, que, como saben, se -Pero, repuso en alta voz, no so me l encuent1 á pocas horas de esta ciudatJ, y ha dicho por qué la quieren desterrar. cuyo cli a ~ muy ardiente. -Le han ordenado los médicos que D13sp1 s do discutir largamente el pro. cambie de temperamento, le contestaron. yecto, f é aceptado por todos con mooho -Poro yo no quiero irme sola al campo. gusto; o nviniendo en que tres dias des- Me fastidiaré tanto l pues se ncontrariau muy de maiiata á -¡, Creerá usted, ?ttnximo, exclamó caballo la puerta de la casi\ de Ahaia. doiitl Cataliua, que esfaba al extremo de la sala, organizando su partida de tresillo S. A. S. con don Uregori.o, Manricio y Justina; ti1marú). LA EMBRIAG ( CO~CLUSIO~). II consejo lo dirige ol grande Aozo-bispo d Cambt·uy con rc:;pecto de los nmyos, No hay di a en que no leamos on algunos de ¿qué d emos cuando se trnttt. de oec1gcr nucetros libros de devocion las siguientes pa- aquel q será nuestro guia, nuestro cotsc­labrns do San Paulina de Nola, ú otras por jero y e el cual morará nuestra honra y la el estilo : de los h os que Dios nos dará? Dioen q1e ú. "Es preciso que la autoridad resida en nadie si e la o:-tperiencin ajena; que las 'DU­vueetro matido y que toda vuestra casa apren- jeree, al rntarse de matrimonio, jamas e yen da con vueatro ejemplo el respeto y el honor consejo. que le son debidos. Vos misma os vereis tan- Esto ria. cierto si todas fueran casquva­to más respetad!\ y honrada cuanto rnós le nas, frí las y sin conciencia, pero¿ oÓIXl.l no ha.gais honrar y respetar á él." so han encontrar nlgunas que compr~tdan i Pero si enlrogais vuestra mano, vuestro que no ben admitir los afectos do curtos honor y vuestro porvenir & un hombt·e de ma- hombre en el santuario do su corazon? ?!lo las costumbres, n uno que no temo lt Dios y direis q el amor es ciego y sordo, que una cada dia infringe sos mandamientos,¿ pensais vez que a penetrado en un corazon fcmelino que esto es cumplir con vuestro deber cu et~te se entro ·za allí con tal imperio que no ror­mundo? No, mil veces no ! mito qu se raciocine; que este huésped 4iene " No tengais ningun amigo, dioe Fenelon, la facul de cambiar .¡ las personas d1 tal qne no tema'- Dios, y al que no sirvan do go- suerte q e parece oomo si hubiesen olviCn qne no dehen aApimr á cusarse,ty vel social ,¡que han bajado los hombree, lle­buscan la dicha en su vrovia dignidad. Asi, VMloa por sus pasiones, que no puedan ellos pues, no nutren su nlwa con ridículaa ilusio- lle¡;ar hasta nosotros 11ino levantáudose taru­nes, no aguardan nna feli asesina­do por 11ua compn.ñeros de estudio porque re­husó ontrnr en Jos planes de la sociednd se­creta Nihilista de ~uol lugar. Parece t\no el tudiante escribió a sus padres inforuullldo­lea do catos hechos y auplicúndolcoi quo lo sacaran de allí porque temia por su vida. El padre so fué inmediatamentB S. FE DE ERRATAS. composicion titulada "A I>ORILA," ció en el número 17 de La Mtl¡jer, tran las siguientes enatas : 103, II parte, línea primera dice me, id. id. línea 21 dice bienes, Imprenta d" "El Dicu ·"

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La Mujer - N. 18

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La Mujer - N. 24

Por: | Fecha: 20/09/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL E XCLUSIVAMI!:NT E REDACTADA POR SEÑORAS Y SI!:ÑORITA$, BAJ'O LA 'OIB.:&CCION DE LA S.E~ORA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 24. )- SÁBADO, SETIEMBRE 20 DE 1870. ~PRECIO 30 C$. ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA :h!UJER EN LA OIVILIZAOION. CAPÍTULO NOVENO. LA MUJER RO?IfANA . (CONTINUACION) . EL uornbre Je mujer que registran castigar á todo ser viviente que no sea en ~cguida. los anale~; de la infante Ro- patriota ántes que todo. El rey de roa, es el de ÜAMIL.\, la hermana de los Roma, n pesar de que Horacio babia trec; hermanos Horacios, y novia de uno salvado la ciudad, piem~a que el crimen de los Curacios, - los primeros romanos debe sieru pre ser castigado, y lo condena y los segundos albanos. Estando eu á muerte ; pero las stíplicas del pueblo guerra Roma con Alba, se reRolvi6 y del padre del asesino, impiden que que en lugar de entrnr en batalla los se Jleye á cabo la sentencia, y el rey ej ércitos beligerante!', lo5 tres Hora.cios al fin perdona al Horacio. y lo~ tres Curacios entabla.Feo un coro. bate, quedando los venceuorcs de esta VIII lucha parcial por duefios del campo. Do~ mujeres tuvieron parte en la Despues de morir dos de los romanos, formaciou de la República romana, - la Jos tres albanos fueron vencidos, uno tí primera. con sus enmones, su ambician uno, por el últiruo Roracio que babia y su carácter sar:guinario, Tul ia, la sobrevivido. Los vecinos de Alba se hija de Servio Tulio, la que, fastidiada sometieron, y el Horacio volvi6 triuo- con la larga vida de su padre, hace faote ;\ Roma. A las puertas de la ciu- asesinar ú su esposo, que no quiere dad se encuentra con su hermat1a Ca- cometer crímenes; se ca~;a. con Tarquino, mila, la cual, al ver entre los despojos el asesino, obliga á éste á matar á su de los vencidos el vestido que ella mis. padre, y por último pasa por encima ma. había. tejido¡ regalado á su prome. del cadáver do Servio Tnlio, para ir á ti do, prorumpi en lamentá.ciones y felicitar ú Tarquino en el Senado por sus dirigi6 palabras tan duras á su hermano, hechos, proclamándole Rey de Roma. quo éste, enfurecido, la atraviesa con La conducta de esta mujer inhumana, su espada., jurando que así se debe y la de su esposo Tarquino, denominado l --------~---. _ ¡ - -----~ Tm~o 11. 34 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '1 r • 270 LA MUJER. el Soberbio en la. historia, ma.dur6 en ría, los cuales se anotaban lo más con. la. mente popular el deseo de echar por cisamente posible en ciertas tablas que tierra el trono, y establecer una. Rep1i. guardaban para. el caso. blica á iroitacion de las de Grecia. Así, "La vida doméstica de los romanos, bastaron las lágrimas y el suicidio de dice el profesor inglés Schmitz, era la LUCRECJA, que no pudo sobrevivir á más sencilla posible: se parecía á la los insultos del hijo de Tarquino, para de los antiguos ántes de la Edad media. que se levantaran vengadores del honor Así, las virtudes de la mujer consistían de la mujer virtuosa, los cuales, ayuda. en su industria doméstica. Describen dos por el pueblo, ante el cual expu. los antiguos historiadores á la.'l prioce. sieron el cadáver, depusieron á Ta.t. sas virtuosas trabajando é hilu.ndo con quino, y la monarquía qued6 disuelta. sus sirvientas, eu tanto que la tradicion Por esto dijimos arriba que dos muja. desaprueba la conducta de Jas hijas de res, una por sus crímenes, y otra por los últimos reyes, que se habían entre. sus virtudes, tuvieron gran parte el:lla gado á una vida de goces y de lujo." fundacion de la República romana. Durante largos años la historia de Lucrecia es cierto que se suicid6, y Roma no registra sino combates con e&to entre los cristianos es u u crímeu, los pueblos vecinos, y hechos de insigne pero uo se la puede tachar á ella de valor de parte de unos y otros. Eutre criminal, puesto que no conocía la luz las accioues heroicas de aquella época, del cristianismo, habiendo vivido 510 se refiere la de una j6ven ÜLELIA, que años úntes de Cristo, y no tenia noticia habiendo sido llevada en rehenes por del verdadero Dios. el rey etrusco Porsena, logr6 huir, Durante siglos se celebraba. en Roma atravesando el Tíuer á nado con sus el día de la cxpulsion de Tarquino el compañeras. Los romano~<, fieles fi sus 24 de Febrero. La República que se tratados, la. volvieron á entregar. Por. proclamó ese día dur6 s1n interrupcioo sena ent6nces la trat9 con las mayores hasta 27 años úntes de la Era cristiana, consideraciones y la permitió dar li. es decir, cerca de iJOO años. bertad á las compafíeras que quisiera. Los romanos eran ent6nces hombres Ella escogi6 á la mús jóven, porque esa, rudos y sin oiogun pulimento, su lengua dijo, necesitaba más que las demas del era áspera. é inflexible como su ca. hogar paterno. Los romanos levantaron rácter ; así, pues, no teniao ninguna una estatua ecuestre en honor de Ole­literatura¡ el arte de escribir uo se lia eu la vía t~ac¡·a. usaba sino para documentos públicos S. A. DE S. y para ~acordar los hechos de su hi!lto. (Continuct?'á}. A LUISA. Hay, Luisa, en la vítla dulces horas, Veladas por el :~ola de un arcúngel, En que o.l abrigo de tau dulce s ombra Gozo. el alma de cncautos inefablol!. Y tal fué aquella en que tus dulces versos Viuiot·on tu cariño á revelarme, En mi alma grabando tu ¡·ecuerdo Por el recuerdo que de mf guardaste. Gracias, oh Luisa 1 Casi siempre basta A decidir el alma un sólo instante Que deja en ella una indeleble marca, Si e. cual la tuya, soñadora, nmante. 1965. Ay 1 no merezco la ilusion hermosa Que en un momento tan fugaz formaste, Mus soy feliz viviendo en tu memoria Bajo esa dulce auuquo mentida imágen. Ámame, Luisa, quo mi alma enfe1ma, Y cual la tuya, soñadora, amante, Ha menester, como del sol la tien-a, Esas dulces y eternns realidades. Que amor, afectos, religion y patria En lenguaje comun anclen llamarse, Y que son comprendidns y adoradas Sólo de almas á. la tuya igu::tles. H . .ANTolOtA:acm DE V. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- ----------- -------------- -------- ----- REVISTA QUINCENAL. 271 LOS DESCUBRIDORES. CUADROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS-SIGLO XV. ( CONTINU.-\CION). ALONSO DE OJEDA. L.c\. lectura. de aquella ca.rta. rMg6 el nos hemos de hacer famosos por nues. cora.zon del duro aventurero v le hizo tros descubrimientos y aventuras. trizas, sufriendo ta.11to al ver por tierra -Dejad me, Juan de la Cosa, respon. todas las ilusiones de su vida que pon. cli6le Ojeda con de~alieuto, dejac'lrue s6 sériamente eu seguir el ejemplo de buscar la paz on un claustro, que Dios Marí&. y de su madre y hacerse fraile lo debe de querer así puesto que hasta (en este siglo de incredulidad hubiera ahora nunca me ha concedido uno solo pensado darse un tiro). Resolvi6 re. de mis deseos,- veamos si yo nací para pentiuamente salir á la calle y asilarse fraile. eu el primer convento que hallara {L -Para. fraile vos, Ojeda 1 esa seria su paso,- pero ántes de tomar esta re. una profa.naoiou del hábito. solucion era preciso avisar al Ca.pitan -De los arrepentidos se vale Dios. del buque (en que tenia ajustado su -Pero vos nacísteis para soldado y pasaje á Espafía) que desistía del viaje. no parR monje. Momentos despues caminaba Ojeda -"Fraile que fué soldado, sale mús por la. ardiente calle de Santo Dornin. acertado,''-dice el refran, repuso Oje. go, con el sombrero c.'l.lado b:\sta los da .... .A.dernas, afíadi6, yo no tengo con ojos, y sufriendo indecibles torturas, qué atender ú ningnn gasto, y mi úni. tambalea.ba. como un ébrio siu saber mo está ta.u sin fuerzas que creo que casi la direécion que tomaba, euando ya no serviré para IlUda. fué á golpearse contra otro homdre que -Lo 11uico que os pido, contest6 iba en 11entido inverso y que le devol. Juan (que sabia que la oposiciou afir. vi6 eL golpe con una souoru impreca- maba wús las resoluciones de Ojeda ), cion. es que no tomeis ninguna ro.solucion Volvió ~u 11f nuestro héroe, y levan. sin consultarme primero, como li. vues. tando le11 ojos al sonido de la ,.·oz del tra mejor amigo, quien tiene deseo y ofendido, reconoci6 ú su antiguo amigo voluntad de haceros partícipe de lo el piloto Juan de la Cesa. Este, vién. poco que tiene, y que os estima verda. dole ta.u desconcertado y triste le llev6 deraroeute. á su posada, y cou tierna solicitud le Despidi6se Ojeda del piloto, si no oblig6 li. referirle su vida. y trabajos más consolado, por lo ménos no tan desde que se habían separado años án. afligido, pues no hay en el mundo ma. tes. Concluy6 Ojeda. su rela.cion por yor alivio ú las pena~ que et1contrar confesarle la iutencion que tenia de álguien que simpatice con ollas¡ y hacerse fraile, y así acabar con una la amistad verdadera y desiuteresa.Ja existencia. tan repleta d.e desengaños del bueno de la Cosa le consoló más de y contratiempos, siquiera. alabando ú lo que hubiera podido bacer el predica. Dios y rescatando sus pecados y faltas dor mús elocuente del universo . .A.de. con una vida ejemplar. mas, el dolor de nuestro héroe no era -¡Vive Dios que no será así, Alou- irremediable, pues hacia mucho tiempo so! exclam6 ol piloto, y me ha.beis de que guardaba en su corazon un amor acomp~fiar en los viajes que pienso siu esperanza de verle ooronado jamas: hacer por estos mares, y entre los dos así una barrera más ante aquello que_! \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 272 LA MUJER. --------------------------------------------------------~- miraba como perdido en realidad, no yores ventajas pecunw.nas, pues era era. suficiente causa. para echarse á homl>ra de recur,oR y buscaba en lao morir y abandonar la. vida militan. Indias más bien gloria, que oro: era te, para. ent regarse á la contempla. éste el elegante cortesano Jon Diego tiva que no le cuadraba.. ReRolvió, sin Nicuesa, el rival en gallardía y a.gili. embargo, aplaw.r y no abandonar la dad de nuestro Alonso de Ojeda. en idea. de entrar á la vida monástica. aquellas fiestas que tuvieron lugar en Entretanto, puesto que su madre tam. honor del padre Las c~sas. El rey, que poco le necesitaba, y babia muerto para era tan astuto y mafioso, no vaciló en. el mundo, permanecería en las Indias, tro los dos, aceptando no solaiDente al aguardando alguna. ocasion propicia. denodado Ojeda sino al corte)lauo Ni. para servir en los descubrimientos y cue~a, para lo cual dividi6 las tierras conquistas de las tierras nueva!!. que babia ofrecido al primero en dos Estando en e¡: te estado de ánimo, sin partes: tocándole á éste desde el Cabo saber qué partido tomar, lleg6 á Santo do la \. ela. basta el Golfo de Urabá, y Domingo la voz de que el rey don Fer. al segundo desde allí bas>ta el Cabo de nnndo deseaba que las conquistas de Gracias á Dios. Cada uno de los Go. los españoles en Tierra Firme se hicie. bernadores debería comprometerse á ran permanentes, planteando una ó fabricar dos fortalezas en sus tierras y más colonias en las costas en que se gozar durante diez años de las ganan. habían man1festado los naturales mtlti cías que pudiesen producir sus domi. valerosos y guerrero!!, para dar así el nios, dundo á la corona una. décima ejemplo y obligar :í. que se sometiesen parte de ellas en el primer afio, una las demas trilms. Para. llevar á cabo novena en el ~;egundo, una. octava en el!ta cmprean era preciso que se pre· el tercero, una. sétima. en el cu~~.rto y sentara un jefe denodado y audaz y el quinto el resto del tiempo contra. acle mas suficientemente conocedor para. ta.do. dar garantías á la empresa.. Ocurrió. Nicuesa tenia fletados ya sei1> ber. sele entónccs á Ojeda qne, uniendo los mosos navíos, bien tripulados y reple. cortos recursos que Labia. ganado Juan tos de pel'trechos y municiono.s, en los de la Cosa en sus anteriores viajes de que partió paru las Indias cn!ii inme. descubrimiento, á la. fama adquirida diatamente despues de haber firmado por él como valiente,-seria fácil hacer los tratados con el rey,- llegando á la un contrato ventajo~o con ol Gobiorno E~ pa.ñolu. pocos dia'll tíntes de h s fiestas e•pañol. que hemos mencionado y en donde se Prol>úsole y a.ccpt6 Juan de la Cofia manifestó tan alegre, galante y cor. la mis1on de ir ¡¡ E;paiía á n rreglar el tesuno. ¡ negocio en la Corte. Di61e una carta Juan de la Cosa tardó algunos dia.s para su antiguo prol~:~ctor el Obispo de má!> en Cádiz, y sólo alcanzó á fletar Bú1•gos, y carta blauca para hacet· el tres navío.; no ruás, y é~;tos no muy bien tratado mtís ventajoso po~ible, seguro , provistos, llevando 200 hombres de de ser bien aceptado por él, pues tenia tropa, con lo cual llegó á Haití algu. en su amigo una confianza ilimita.cln. nas> semanas del;pues de N icuesa, como Efectivamente, Juau de la. Cosa arre. lo veremos más adelunt'e. gló en breves días el contrato con el rey don Fernaudo que recordaba. lo que sabia de Jas proezas de Ojeda. Pero sucedió que miéntras se pouian en limpio los documentos para firmar. los, se presentó en 1\la.drid otro preten. diente mucho mús rico, más poderoso y bajo los auspicios de grandes protec. cienes cortesanas,- ademas ofrecí¡¡. roa. III Habíanse terminado las fiestas de que hemos hablado ántes, pero aún quedaban rezagos de alegría. y pereza. para volver al trabajo y á los oficios de la vida diaria,- como siempre su. cede cuando se ha pasado a.lgun tiempo en la ocupacion de divertiree y en el -- ---------- - ------~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 273 olvido ele los negocios sérios. Así aún -Dejaos de disputas inútiles Piza. procuraban los jóvenes y los ociosos rro, y vos tambieo, Cortés. ~;ed pruden. l reunirse cuando podían para bailar, te con un homi.Jre gue pierde,- dijo jugar y beber, aunque la plata, ó mús l Alonso de Ojecla, - pues uien veis que 1 bien el oro, escaseaba ya porque los ga. el mal humor del uno viene de su nanciosos trataban de ocultarse y go. snerte adversa, como la mia,-y las zar de la fortuna en secreto, temiendo amables chauzonetas de Hernan de que los despo~esionasen de ella. que ha ganado. Una noche de aquellas se habían --¡Qué me importa ganar eso mi!ie-reuuido seis hombres de la clnse de rabie pnffado de oro! exclatn6 el man. aventureros ostentosos, todos ellos ga. cebo con altanería, tirando sobre la. llardos, galantes y llenos de vida y es. mesa con desden sus ganancias, y reti. peranzas en lo porvenir. Veíanse reu· rándose. nidos en torno de una mesa. e u que ¡¡ 1 En ese momento se presentó en lt\ la. luz de varios can·:Jiles jugahan con estancia el astrólogo, lo que cambió el naipe.'! y con dados, disputándose y giro del pensamiento de todos los ju. chauceándose alegremeate, perdiendo gadores, que suspendieron el juego y ganando puñados de oro, con aquella para interpelarlo. indiferencia por lo uno y por lo otro, -Ea! miser Codro! exclamó otro de que nace del espíritu aventurero del los j6venes llamado Vasco Núñez de car:~cter espa.ñoll igual en todas épocas. Balboa,- que se pasa. la noche, y nos -Mucho tarda el astrólogo! dijo dejnis a.guardanuo 1 uno de los jugadores, mirando hácia el -Señor astrólogo, dijo otro, i. aca. patio interior de la casa, en el cual se bareis vuestras cuentas ántes de que veía pa!!ar y repasar, á la luz de la luna, se acabe nue«tra paciencia? un bulto negro de anchos ropajes, que -Hace tres horas que estamos aquí, 15e paseaba lentamente mirando las es. excla.m6 Ojeda, y tres horas hlí que no trallas. dejo de perder ..... mi longaminidad y -Juro á Dios l respondi6 otro, que mi dinero. si Misar Cod_ro me p~edice algo malo, -No os impacienteis, señores, rel!­yo me sabr~ vengar de la suerte con pondi6 el astr6logo- acercándose ú una usura. mesa retirada y haciendo unas rayas . -~o digais despr~p6sitos, Francisco s?bre una tab~a neg~a co~ un pedazo de Ptzarro, repuso un J6ven de poco rnás tiza,- no os tmpactentets, que dama. de veinte años, natural de Extrema. ¡;iado pronto conocereis vuestra suerte. dura, y pariente suyo, á quien llamaban Esto lo dijo el astr6logo ita.liuno con Heroon Cortés. voz tan hueca y solemne que caus6 la -Por qué han de ser desprop6sitos? mayor hilaridad entre los aturdidos -Porque en medio de toda esa fa. jóvenes, que tal vez procuraban de chenda. y afectacion de incredulidad, aquel modo ocultar la verdadera. apre. los h?rÓScopos de los brujos os hacen honsion supersticiosa, qne era natural rnás impresion que á todos los demas. en los tiempos en que vivian. Dije -Yo tal, Hernan, gritó el otro con que todos ¡;e rieron, pero me equivo. aceqto colérico, y os eqnivocais medio qué, porque uno de ellos, que había. á medio 1 ..... Dari~;~. mi alma al diablo guardado silencio durante la anterior si...... escena., no s6lo no se rió sino que miró á -Por qué tan energúmeno, Francis. sus compañeros con marcado ditto de chanzas. Almagro, y era. soldado aventurero, sin Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r;- ---=-~-==-~ ..::::_-_-.:: :_=-.- - l 1 27 4 L A 1\1 U J E R . - ¡ familia ni hogar, como Pizarro, aun. tendreis grandísima f:~.ma ......... pero que violento en sus pasioneN era muy tambien será llleñalada con sangre, con querido de cunntoR le trata.bau, por su crímenes y grandes desgracias. carácter natural roen te condesccndien. -¡Tendré gloria y riquezas~ te y su buen corazon; sus inferiores y --8í, ilimitadas .... subalternos lo adoraban por su gene. -¡ Llbgaré á avanzada edad~ rosidad y buenas acciones para. con -Morireis asesinado por un parien· ellos. te que vengará en vos la. saugre de Al cabo de un rato el nstr6logo se vuestro mejor amigo .... pues ley es de adelantó hácia el grupo de jugadores, la naturale?..a. que la crueldad se paga y dijo con el acento suave de su idio. con crueldad, y la perfidia con la pet. ma y con voz triste y grave : fidia. -Ya estoy iisto, caballeros, decid me Conmovido, ti pe~ar de su natural cada uno de vosotros qué desea que le audacia, con las palabras del italiano, prediga. 1 Pi1.arro no se atrevió á preguntar otra -Esas tenemos! exclam6 impetuo. cosa, y dando un paso atras se fué á samente Hernan Cortés, -lo que de. unir á Almagro, que continuaba reti. seamos que nos predigais ¡por Baco l rado en el rincon mús oscuro de la es. (como dí ces vos), es nuestra futura suer. ta.ucia.. te, la que ha de estar repleta de gloria, -Puesto que les habei!i profetizado dinero y felicidad! tanta gloáo. á Pizarro y á Cortés, que -Felicidad! repuso misar Codro,- ahora uo mús empiezau su carrera de vos Hernan Cortés la obtendreis algu. aventureros, dijo Alonso de O jeda, i qué nas veces h los ojos del mundo .... pero di reís de m~ que estoy hecho ú couquis. dudo •¡ue en vuestro corazon la ballcis ta.s y tí guerras 1 jama'!. -A vos! exclam6 el astrólogo, mi. -Eso va de mi cuenta .... ¿y obten. rándole con atencion, vuestra suerte dré riquezas? está embrollada, y uo be podido leer -Muchas; inmeusa.s! claramente en ella ... Así, sólo diré que -¡Y gloria l la Virgen os protege ... pero os advierto -Grande, estupenda, os inmorta.li. l que os guardeis del veneno de las fle. zareis, pero.... cbas de los indios y sobre todo del -Pero t qué 1 ·hambre. -Pero esa gloria será manchada. con -Vos tambien ! exclnm6 O jeda. Ec;o sangre inocente y con perfidias ..... y ya me lo han dicho líntes, pero no temo sombreada por amargos desengañoa. la muerte; lo que quiero 1iaber ahora -¡Vive Dios! Con tal de que gane es si obtendré gloria, y lo demas uo gloria y fama en el mundo, lo que venga ! me importa, ni me fijo en otra cosa. desp~e!J me importa poc? ... 1 Decidme, 1 N o espero_ te~er dicha alguna: en est~ añad16 el futuro conqmstador de Mé. 1 mundo, anad16 con acento tnste,- DI jico, viviré muchos affos 1 la quiero ni la bnsco : pero tengo sed -Morireis no muy viejo; casi en la de gloria y do fama: miseria,- á pesar del esplendor de -Pobre j6ven, pobre joven!. .... no vuestra fortm1a,- calumniado, triste y he visto lo que deseais en vuestro ho. colmado de sinsabores. r6scopo, -contestó el astrólogo. -Explicad me.... -¡Vive Dios l exclam6 el impetuoso -Baata,- respondi6 ásperamente el Ojeda. Sois en verdad, miser Codro, astr6logo, no puedo deciros más. asaz injusto, t por qué preferís ú los Y volviéndose ú Franci!lco Pizarro 1 otros1 1 repuso : -Yo preferir ! ...... Ah ! mozo igno. -Vuestra suerte, caballero, serú mute y vano, i acaso porque leo eo las~ tambien brillante, vuef>tro nombre l.lará 1 estrellas puedo influir en sus fallos ~ eco eu estas Indias, y en Eutopa ob. Ojeda no contest6 sino que se apart6 ---·- - - -- ----~- .- .- -------- ·- - __¡ -~- f ';.> Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- ----.- - --- - --- - REVISTA QUINCEN 275 harto mohíno, en tanto que ~dela.ntán. -¿En uun dose Nicuesa dijo con cierta indiferen. boa. pregunt6 Bal. cía, que sin duda no sen tia : -Si,- veni acá; repuso el astró. -Ahora t6came á mí, DJiser Codro, loge á iracundo tlcento al notar la sonrisa con en el pinácul que le miraba Ojeda, su rival siempre peranza.s de basta e u la mala. fortuna. i Con que gran riesgo qu distribuísteü; toda. la gloria. de que dis. evitar. pouílli~ entre Pizarro y Cortés, y nada -¡Qué rie go será aq-qél? i C6mo ha quedado para mí1 evitarlo 1 -Para uosotro1>, a.ñadi6 Ojeda., pue!l -Desconfia. do do la.s palabras de bien habeis visto lo mal que he sirJo falsos amigos lo evitareis. tratado por el señor astrólogo. -i Qué m sucederá si olvido ese -Ea, miserCodro! exclam6 Nicuesa, consejo? despachad! Y no esteis pensando que -:Morireis tomo vuestras predicciones, pues basta -¡Traidor ahora. no he couocido el miedo ni de -No digo las cosas de este mundo ni lns del otro. dirán. mo traidor. o! Vive Dios! ue lo serás, sino que lo -Contentaos cou saber, don Diego Todos calla. n durante algunos mo. no pregunta. nada don gro 1 dijo el astr6logo, :ste, que permanecía lé. de Nicuesa., que no debeis emptender rueotos. ninguna expedicion bajo la sefial de la -i Por qu espada : si nsí lo biciéreis, vue~;tra suer- Diego de Al te será ruús negra que la de todos lotot volviéndose á que estún aquí, y vuestro fiu quedará jos de los de en misterio para el mundo. -Aguarda q\16 acRbárais con los -Misterioso estais: expli~dme qué ID6.s impacie es primero, respondi6 es eso del signo de la espada y en d6n- adelantándose el iuterpelado. .Ahora de ls. veré. decla.radme horóscopo, si ú bien lo -La verei'l en el cielo. preferiría que onda. me -t Y qué debo hacer pa.rn evitar mi e ser desagradable. suerte? uerte, Diego de Alma. -Quedaros en tierra. ~ro, será bril nte, ganareis caudales -i Y si mi honor me lo irupide? 10mensos y g n famtl y poderío. -Yo no sé si u o eso : que vereis en -Me colo: · s, sefíor a.str6logo ! res. el cielo una e.Jpacla suspendida sobre pondi6 el sold do aventurero mirando vuestra cabeza., así como V asco N t'ífíez en torno su y con aire triunfante, y de Ba.lbotl. tiene su vida. fincada. en una ¡ por cierto qu no e'lperaba tanto favor estrella. de la fortuna Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , ----------- 2i6 I,A ;yuJER. -Pero .. .. repuso el italiano. 1 cues& o~tentnba en la bahía. Aquel -Ah! siemp1e bn.bfaiR de acabar por f;entimiento Je OO\'idia y crnulacion un perol iutern;,mpió Almagro,- con. fué creciendo en el corazou de nuestro tinund.... impre.«ionablc héroe hasta el punto de -Pero á pesar de todo no podreis que la vista de Nicuesn. le era. insopor. evitn.r una muerte alevo~a. y diré como table; y cuando so veía en la necesi. á Pizarro: desconfiad del pa.rioote más dad de e$tar á su lado buscaba. siempre ccrl;ano del que sea vuestro mejor ami. nlgun pretexto paro. refiir con él, -si o go,-quien os quitará lavida,-nuoque poderlo cono;eguir nunca, porque Ni. no podrá Lorrar la glorio. que adqu¡.j cue!'.t, educado en la corte, era. tan ce. rireis. remonioso y culto en sus modale11 y A pe~ar de la tingida mofa con que lenguaje, que era imposible di~putar nquellos aturdidos n\"entureros recibie. , con él sin manifestar un propó:;ito de. ron las predicciones de loe; hados invo. liberado de ofenderle. cado!! por el astrólogo, C'lda uno guar. Juan de la Cosa, quo notó aquella dó el recuerdo de ellns, y afiadirémos debilidad en el flnirno de ~;u amigo y que lo más extraño e!l que todas se cofrade, se esforza.ha. en volverle á la cumplieron con ruás ó méno, exnctitucl razon y le arrancó ll\ promesa de hacer en los subsiguientes año!!. A~í Jfanan todo esfuerzo pa.rn. evitar molestias, Corté8 conqui~tó el imperio de .\It~jico, miéntras qne concluían los preparati. y dcspue!< de una vida, al parecer bri. vos necesarios tíntes de embarcarse de. llanto, murió en España olvidado ror fioitivnmeate eu busca de las tierras la corte y humillado por los fn>oritoR que habían de colonizar. del Emperador Cárlos V. Pizm'To y -A.migo Juan, dijo Ojerla. un dia, A~mav1·o, quienes en't6nces npéons se entrando repentinamente á la posada conoculn, despues se unieron para. ha. del piloto,-vengo á pediros un servi. cen;e dueños del Perú, y úmhos murie. cío muy importante. ron 6 manos de los partidarios y pn. -Bien snbei!ll, Alonso,- contest6 el rient~s del otro. BalOOa, el descuhri. otro tomándole la mano con cariño,­dor del mar del Sur, pereció por ha. que cuanw tengo lo he puesto á vues. berse confiado á un pérfido, ~nvidioso trn disposicioo, -n.~i', no me ba quedado de su gloria ó hidalguía . .~.Yic'UfRa, de~. un maravedí que pneda. llamar 1nio pues de pac;ar muchos trabajos, r;j n ob. «Íno nuestro. i Qué deseai&, )IUes, que tener (ama ni gloril\, desnpnreció en el hn~ yo t mar cou sus compañero~. ~ea conocerla tendrá ~ue Re. contestó al fin. guirooc; en el desarrollo de oue~tta hi&- -Cinco mil ca~>tolln.nos : .... excla.m6 toria.. Juan de la Cosa, cinco mil castellanos! IV repitió ¿ estais en vne!!tra rnzoo, O jeda.? -Pcosaiq, repu~;o ú.te, que el Bachi. A ios pocos días de aquella escena con ller Enciso me los facilitarie. l • el a<;tr6lo~ro, llegó ni P•lcrto de Santo Domingo Juan de la Co!'n con su B.o. tilln, mal tripulada y peor a provi~io. onda. Grande fué la humillacion y de. ¡,agrado de O jeda cuando not6 la tri!> te figura que hacían lns tres carabelas pe. queñns que babia llevado Juan de la Cosa pn.rn la expedicion, al iado de los sei)j soberbios navíos que su riva.l Ni. * )f:lrtin FemÁ~dol'. de Enciso, abopdo, había ganatfo en I!U profet~ion UM corta suma qno puso a la dieposcion do O jeda, para com­prar el armamento do nn navío que adqui­rieron loe npedicionarios, en el que había de embarcal'8e despuee el bachiller, llevendo á la naciente colonia mayores provisiones y armnmento. O jeda lo ofreció ademaR de una parto en las gannncias, hcerlo Alcalde Ma­yor en la proyectada colonia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 277 -Ni él, ni nadie en la. Española, ble realizar un proyecto tan descabe. contestó el piloto, pre<>ta.ria tan crecida lindo como el de reunir esa gran suma. ~>uma. Ademas, t-1 Bachiller tiene ya Sabiéndolo él fué que, para evitar gastado todo su haber en el armamento, vuestra iLJcurable manía de reñir, segu. y aún dudo que jamas haya reunido ramente iovent6 el tan singular tro. tamaña. Auma. piezo. -¡ Será posible, exclam6 Ojeda con -Es decir, exclam6 Ojeda., que por ímpetu, que pase yo por la. humillacion falta de unos puñados de oro me veré de confesar que no soy capaz de reunir en la necesidad de no llevar á cabo el uua suma como aquélla 1 ardiente deseo de .... -No adivino, Oapitan, respondió -De vengaros en el hidalgo Nicue. Juan de la Cosa con seriedad, para qué sa de una ofensa imaginaria! dijo el podreis necesitar una. suma tan crecida piloto interrumpiéndole. No, querido de dinero, cuando ya tenemos hechos Alonso, desconozco en este asunto vues. todos los gastos para la expedicion, y tra caballerosidad, y hay más nobleza en hreves dias nos darémos á la vela. muchas veces en abstenerse de reñir Y como Ojeda no contestára sino que que en acometer con denuedo. Ademns, continuaba como arrobado en una do. os aseguro que estas disputas acerca de lorofla meditacion, el buen anciano re. los límites se pueden zanjar ~>in difi. pmo : cultad ... -i Por ventura, Alonso, ha beis fal. -No, no! exclamó Ojeda, yo no tado á vuestra palabra y habei~ vuelto puedo echar pié atrns ! Mi reconcilia. á jugar? cion con Nicuesa es imposible! -Yo o o falto jamas á mi palabra, -i Creeis en mi amistad, Alonso?... Juan de la Cosa, exclam6 el otro fijan. en mi cariño, en mi deseo de que con. do su mirada. con viveza en su com. quisteis fama y gloria? pañero. --Seria un ingrato si no confiara en -Entónces, ¿para qué necesitais esa 1 vos, J uau de la Cosa ! suma 1 -Eut6nces entregad me vuestro ho. -He desafiado á Nicuc~a á singular nor, dadme permiso para arreglar, sin cornhate ! que sufra vuestra reputacion en lo -¡Vos! Y por qué? mínimo, estos asuntos, pues temo que -Bien sabeis que no podemos ave. vuestros locos ímpetus nos pongan en nirnoP acerca de los lí1nite.~ de uues. ridículo en Santo Domingo, y sean al tras respectivas eoc:omicndas, y como 1 fin causantes de nuestra ruina. don Diego es m{lS p!lrlauchin que yo, Al principio Ojeda se manifest6 re. 11ietnpre me vence en parla, aunque hacio, y no quería ceder en nada de dudo que suceda igual con la e~pada sus locas pretensiones, pero al fin, coru. en la mano. prendiendo la verdad de las palabrns -Repito, respondió de la Cosa, que de ~ou veterano amigo, convino en que yo considerahn todo e~o concluido, y era fácil arreglar aqttellns desaveoen. aún así no atino para qu<( necesitnis 1 cías. Juan de la Cosa fué para Ojeda eso::~ cinco mil castellanos. no súlo un au1igo abnegado y sincero, -Os lo diró. Esta mañana vohí ú sino que se erigi6 en su consejero, y mandarle desafiar, y él ha aceptndo, l cor1 frecuencia ejercía en el ánimo pero con la condiciou de que uno y ardiente y violento de Alonso una otro depositemos en manos del Alcalde influencia provecho~a, moderando sus Mayor de esta. ciudad cinco mil caste. arranques e impidiéndole cometer a.c. llanos de oro, con el objeto de que el tos peligrosos para él y para los demas. vencedor saque alguna ventaja de la Sin dificultad logr6 Juan de la Cosa rifia, que él califica de innecesaria. su deseo, y resolvi6se que el límite de -En lo quQ tiene razoo Nicue.c;a,- las mútuas gobernaciones seria el rio repuso el piloto. Ademas, será imposi. Darien, y que la isla de Jamaica, que - - --- -------~ TOllO ll. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----- - ----- 278 LA ---11----- - --- l les babia sefia.lado el rey comoindivi~a grnr el ewbr.que de su gente para sacar de ella las provisiones uece. omhres) con caballos y arma. saria<~, lie consideraría adjudicada en mento y que zarpara la flota, quedán. partes iguales para que no hubiese dose é en tierra en manqs de los algun. di~putas. cile11, ue cobrahao por lo pronto 500 Sin embargo, cuando el virey tuvo ducad s en nombre del acreedor mús noticia de aquellos arreglo11, reclamó la aprena ante. isla de Jamaica como perteneciente á Aro nazábanlecon meterle en lacár. su gohernacion, y mand6 en el acto al cel y acer frAcasar la expedicion por Ca.pitan Juan de Esquibel para que en ter sin qno Nicuesa. tuviera á quién permaneciel'e en Jnmaica con f!etenta apela cuando Re present6 eu el juz. hombres de n.rma~>, y 6rden de impedir gado n notan o público, que habie:udo tí todo trance el de~;ernbarque de las oído lJtnr de la apretada situacion gente'l de Ojeda 6 de Nicneba. de aq el interesante j6ven, á quien, Eotretauto habíanFe concluido Jos es 1er ad, s61o conocía de vif'ta, quiso prepn.rntivos de viaje. EllO de No. pagar por él la sn111a que le pero quil'o la ~;uerte que una ligera in. tiempo corrió al puerto: I!O em. disposicion ¡:;e lo impidiera. Afortn. n el primer bote que ball6 á nado fué Corté~ con este contratiempo, temeroso de qnc le dieran al.·an. pues si hubiera acompafindo iÍ nuestro ce su demas acreedores), y en b~eve héroe en e~ta experlicion, probable. lleg6 Ml flota, que le agn!lrdaba 1¡ la mente Sil vida no hubiera tomado e\ f'alida de la había, dando IHl ni1Ímo giro que le llev6 á ser conquistador de! adioR legremente á una.<~ playas redijo un ~:ahio attr6. había ga.c;tado en lujo y boato todo el loro ue si emprendía viaje baj> Ru dinero 11acado de Esp11ña, y por con~i. , inflnj , sin remedio me perdería; )ero guiente contraído deudas de conside. yo co 'ío m(LS en Dios Nuestro Stñor, racion entre los prestAmistas de la que e las predicciones de sus cr~tu. Espnfi'ola. De hecho sus acreedores le ' ras y n el influjo bueno 6 malo <.e lo notificaron que de ninguna manera le que hizo. permitirían embarcarse,11i ántes no Ra. . . ') ¡ t1.s f.a c1. a &Wl acreenct.a s, cosa para él dt'- nu.ara . I fícil, 6 más bien imposible. Tuvo, pues, "Viajes de ¡08 compaiien1 de ¡_~•e-~udir á mil mnftas y estratagemas---ti - por W. Irvin,q. S. A. DE S . ----"· ~- --- ------ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -- --------- -- ---------- REVISTA QUINCENAL. 279 A LA VÍRGEN DE LAS MERCEDES. SAAL'VR por siempre, celestial Señora, Mas lu. garos en donde ella pueda ser vitsta y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - -----------~ 280 LA MUJER. mente, al mil:mo tiempo que la ador. bellecerla.. i Vos a.rriesgais, pues, el nais en el exterior, le enseñareis, en verla. idólatra. de su cuerpo y de su lo que dependa de vos, todos los re. belleza? porque ella. es bella efectiva­cursos del talento, de la palabra y mente, y si no lo fuese, formaríais, ann del cora.zon, para que pueda atraer ó al ménos alimentaríais e u ella una más poderosamente á los admiradores; ilusion cruel que la baria ridícula á 6 eu otros términos, vais ñ inspirarle el los ojos del mundo y le prepararíais gusto, tal vez la pasion de\ tocador, y mucho~ disguntos y pesadumbre<;. lo que es peor todavía, e\ arte de la i Sa.beis, señora, á dónde conducen coquetería. Y o sé muy bien que en el el gusto desenfrenado de los afeites, mundo esto no preocupa., que todo se el esmero inmoderado del tocador y la hace como si fuera muy natural, y sin ambicion de estar mejor puesta que lM que se critique siquiera ta.\ cosa. Este dema.R? Al principio lleva á una necia es un hábito adquirido ya, una vía que admiracion de sí misma., á uua tonta. parece indispensable, uuR.cosa.recibida preocupacion de su persona en lo que y que no sorprende. El uso y la mo- tiene ella de más superficial, que no ~;e da ciegan la. conciencia 6 la hacen ca. ocupa ya sino de su cuerpo, y de aque. llar, y las mujeres que 'Practican mejor, llo que sirve para adornarlo, bacien­et< decir, con mejor éxito este lnanejo, do de él unn. especie de ídolo á quien pasan por las más ta.leotosas, y liobre adora y á quien quisiera que todos río­todo, por \as mejores madres. diesen homenaje. Esta preocupacion Ahora, comparad lo que vais á em- iucesn.nte de la. belleza del cuerpo prender bajo este respecto, con lo obra en detrimento del espíritu y del que babeis hecho basta el presente, corazon. Una mujer que no piensa sino de una. manera. tan loable para l>rc,;er- en su vestido, y que ama. los adornos var ~ vuestra. bija. de estos defectos é sobre todo, no tiene talento sino en los inspirarlo, a.l contrario, el gusto por la. sentidos, ni corazon sino en la. cabeza. sencillez y \a honestidad. Vais á hacer Luego con la ruina del al m a y de la todo lo contrario de lo que babeis he- inteligencia, viene la. de la fortuna. cho basta. hoy. y vuestras nuevas reco- Hoy, sobre todo, los vestidos de las mondaciones tenderán ñ destruir las mujeres, por las proporciones exagera­antiguas. Antes de presentar ú vuestra das que l1a. tomado, y el lujo acce~orio hija en e\ mundo le decíais : "Nada ! de que ollas se cargan, e~ horriblemente conviene m:í'l á una j6veu como un toca. di~ una palinodia do ella, sobre todo cuando la voz de su completa.. N o es de temer que el se. ma.Jre parece empujarla allO Las j6- gundo método convenga mejor á la j6- venes, por sí mismas, tienen ya bastan­ven que el primero, y que, con las i ns- te inclina.cion á adornarse, á aderezarse, pi raciones y los consejos de su madre, y se necesita poca co~a para apasionn.r­no adquiera pronto un gusto dema.sia- las bajo este respecto. do vivo y una propension por )os ador-j Peto no es esto todo. Al entrar en nos y por todo lo que sirva. para em- el mundo, eJia. desciende á una especie Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :: ' ¡ ¡,, 1 •• ---~-- ------ REVISTA QUINCENAL. 281 ------- ---- ------------ de arena en donde encontrará por con- hrá asalto en los medioR de ngradar; curren tes, por rivCi.les, si no por ene- por consiguiente, ll"alto en loR ador~o:; migac;, á todas aquellas que han apare. y recursos de la coquetería, lucha.~ In­cido allí, ántes que ella,-ó que llegn.n ce~antes, y se emplearán todas las ar­al mismo tiempo; la!) cuales evideoto- mas conocitiM en es.tos ca~;os par~ ven­mente vienen á buscar la misma cosa., Ct!r. Habrá victonas y defecc1ones, tienden al mismo objeto, y quieren ob- triunfos y doloreq, c6lera.c; y despechos, tener el mil!LOO premio 6 uno semejan. envidias, celos, resentimientos, ven­te. Todas, en una palabra, y para ha- gaoza.~, . y todas las pasioncillas que blar francamente, solicitan un marido, aquello produce, y todo, porque una es l y se esfuerzan eu ~;er agradables para 1 más hermosa., más rodeada y más nota­encontrarlo y ganarlo; así es que ha- ble que otn~ l GALERÍA DE MUJERES VIRTUOSAS Y NOTABLES. ( CO~J.'INUACION) . PARTE TERCERA. MUJERES BIENHECifORAS DE LA SOCIEDAD. VI dios religiosos, manifestando deseos ~e hacerse monja, ú pesar de ~ue sen~1a que más la convenía uno. vtda act~va y no contemplativa. La. Revoluc1on MUntRES UlSIONER.\!i, impidió llevar á cabo liUS proyecto~, • HAY varios modos de ser misionera: puesto que se dispersaron las comum­puede serlo una persona. entre salvajes dades y se cerraron los conventos. Ha. 6 en las ciudades demasiado populosas- bieudo perdido ú sn madre en 1793, en que la corrupcion de las costumbres Felipa fué n vivir en Orenoble con una ha hecho olvidar el cristianismo, - y monja. exclaustrada, y cutre la~< dos se en los dit.tritos alejados del centro de dedicaron á socorrer 6 lo~ pre5os polí­la civilizac~on , y á donde n~ llega sino ticos, ayudar en S\~ miuiste~i? á los moy amorttguada lo. doctrtno. del Sal- sacerdotes (e¡ u e tentan que n vu ocul­vador. to~) . y enseñar la doctrina ú los I_~iños A todas t~es clases de misionerl\ll dol pueblo, que crecían en nt~d10 .de pertenece el 10teresante tipo de mujer aquellas e'icena.s do sangre, y s1n DIO­que vamos á presentar hoy á nuestras guua. enseñanza religiosa. S'! ,·a.lor _ú. lector~. toda pruebo., su persev~rancu~ y act.1- Nnc1da madama Duchesne en vísperas vidad eran incansables. E~ta extstencu~o de la Re,·olucion francesa, en Grenoble dur6 hasta 1801, cuando, merced á la su fatnilia bacía parte de la clase ta~ cooperacion de sus parientes ricos, re­respetable de fabricantes y abogados construy6 el convento de la Visitacion, que han tenido siempre grande influen- donde se htlbia educado. E~ta tarea fué cia en la política, y formaban la clase úrdua, porque con dificultad lograba media, 6 tiers Etát, que tanto papel reunir á las u1onjas dispersa~> en dife­hizo en la Revolucion. rentes partes de :b'rancia, y aun en paí- . Felipa-Rolla Duchesne desde mu;r ses extranjeros. Al fin acogi6 ~on gusto ntña manifest6 un carácter sério dec1- la idea de reunir la comunidad de la d!do y perseverante; Nu.nca pudo de. Visitacion con la Sociedad recien fun. d1carse á los estudtoa hgeros y á las dada en Amiens por madama Barat. artes de adorno, y apénas lleg6 á tener En las reglas de la Sociedad del Co1'8o­una opinion propia., se dedic6 á esttt- zon de Jesus la madre Duchesne en· \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA MUJER. j cootr6 todo lo que había ansiado siem. era un granero de tabla$, casi en 1 pre, puesto que en ellos se combina el r•linal', en domle viviau el ~hispo y espíritu evangélico y la religion, con cinco sacerdotes, más como mendigos l . la actividad que demanda. la enseñanz•L qne como lo demandaba su categoría. ¡de la juventud de toda!! las clases de la El pobre Obispo tenia n veces que sociedtul. l alhergar en ,;u dormitorio á loll cerdos, 1 Sin ernbn.rgo, la Madre Ducbesnc y estaba tan pohre, dice la Madre 1 ~ 1 encontraha que no era suficiente para Ducbesne, que uo teuia con qué pagar ¡ 1 su actividad y de;;eo de hn.cer el bien el pasaje en el bote que atravesaba el 1 1 aquella. mision comparativamente fácil, río, ¡do~ céutimos! Pero aun aquel de enseñar á las clases civilizada<> de lugar era. demasiado civilizado para las Francia: quería abandonar !as como. mi~;ioneras, y se fueron á eRtal,lecer en dirlade!! y la cultura para irse ú algnn un pohlachou,eo las orillas del Missouri, país salvaje, en donde purliem cooquis. lhLmado San CárloH. Eu la miserable tar alllla del Corazou de Jesus á bacht~. Como ellas teuian que hacerlo fundar nn convento. todo, desde cocinar, cuidar de las se. Al fin, el 21 de Marzo de 1818 la mentoras y atendar á su¡¡ deberes de Madre Duchesue, cou tres 6 cuatro roaegtras, viviau ptL.sando y repasando compañerM, se hicieron á la vela desde por un pa.tio en donde el frío era in. Bordea.ux. A su llegada. á Nueva Or. teuso. Atlemas, los '•es ti dos se habían lean!! se fueron á a.lhergar en un con. acabado, aa( como el calzado, y presen. vento de monjas Ursulinas. La corrup. taban, dice la Madre Duchesne, un ciou en aquella ci~.:dad era espantosa. aspecto mi~>era.bilíbimo. Pero uada de L~s mujeres de raza blanca no pensaban esto resfri6 su celo y constante buen sino en ponerse joyas, en renegar, en humor, y todo lo haciA.n cantando y fumar como soldados, ni tenían la me. &!abando á Dios. Al principio s6lo 1 nor nocion de lo que era una religion, po!;eÍa la comumdad no plato de lata, ni de obedecer á cualqt1iera autoridad. en el cual coruian por turuos, y corno En cuanto tí los miembros de la razn oo tenían con qué comprar mús, se negra, é!\tos esta han m(LS salvajes que contentaban con su miseria. cuando orrnban por los desiertos afri- j En tanto la. influencia moral sobre caiJos. Pero su mision no era en Nueva ¡ las poblaciones adyacentes progresaba Orleans Rino eu San Luis. Esta ciudad de una manera prorligiosa. Se aumen. no contaba. entónces sino 1,000 almas. taron las discípulas que tecian recur. El centro religioso de aquel distrito so¡¡ para pagar uua pension, y la escuela Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ¡- REVISTA QUINCENAL. 283 ---------------------------------------- gratil!l para lCl~ pobres era crecidísima tentí~:;ilna., cuando llegó el iuvierno y ya. ena 1820. Ella.'l no ~>e contentahao con él un frío iuteoso. La. ninguna co. con enseñar ¡Í la.¡ niña~: toda. mujer modidad de las habitaciones y los es. blanc:a., negra ó inrlia, jóven ó vieja, casos alimentos (á veces no tenían más que dieseaba. instruirse, hallaba amable alimento sino ahnyama~ úmca.menle), acogio fundar quien era. muy dura semejante oxi!iteu. otro establecimiento en San Landry, y cía á los 70 años; al-Í, al onho ~e un año, 1 en fleguida otro en Silo Miguel, en las pues, la obligaron los Padres Jesuitas orilla::> del Missi~>sippí. Sin embargo, ú volver á Sau Cárlos. "Yo no puedo aquel progreso em interrumpido cou pensar sino en mis indios," escribía .... frecuf6ucia por la. fiebre amarilla, que ''Me parece que nl dejar á mÍR indios llevalaasu terror :í tocfaslns pohlacioues, abandoné mi elemento natural," aña. y desJ..>nes, desde 1830, el cólera produjo día. el rni,c;mo efecto. Tuvo el gu~to de ver, ántes de su L<~ Madre Duchesne trahajó sin ele~- muerte, ú los 84 afios de edad, e:;table. can~o como Superiora de todos tlquellos cimieotol' del Sa.grado Corazon eu Nue. estabtecimientoH basta 1840, cuando va. York, Moot real, Halifax, Ifiladelfia, logr6 r¡ue otra tomara el gobierno de Búfalo, De ~roit, Saudrich y .A.Jhany. ellos para realizar el de~>eo que bahía Muri6 eu Noviembre de 1852, dc"pues tenidu toda. HU vida: el de vil.i tar \as de haber pasado 34 años en América. •uÍI;Íol:.les que tenian los Jesuitas entro Despues de su mue••te se han fundado los indios serni!!alvajes qut~ viviau en estahlecirnieu tos e u toda la An.érica el fondo de S\111 uosques. del Sur; en el Perú, Chile y Bolivia se La .Madre DuchePne bnLia cumplido cuentan 5 conventos O\tl Sagrudo Corll­seteuta años cuando empreudió este zon. y por junto 31 casas de educacion. viaje, cou tres hermauas y uu negro 1,200 wonja'i, más de :3,000 etlucaudas fiel. Uucho:~ trabajos tu\'Íeroo que ~>U- ncomodadas, y de 4 IÍ 5,000 buérft\nas, frir ciur11.nte el viaje, pero dict. y ocho á quienes se educa de balde. milla, tintes de llegar al primer pueblo, i Los paclrec; de familia de Colombia el de los Patta.watomis, 150 indio-.. es. no peusar:íu hacer el bien 1Í la Repú. pléndtdamente vestidos cou plum~tjes, blica mandando traer ú alguuas de eo;. salieror. íÍ recibirla.~;, á cauallo, en cor. tns misioneras eutrc uo~otros? Ojaltí se celes ricament~ eujneztHJo¡;, lle\'ando fijen eu e¡;to. Sólo se oecele¡;uir aquí uua ca~a capaz y el dinero ronlas IÍ IM ca~a,; de los .T!!suitas, ma. ¡;nficiente para. pagar el viaje á unas nife¡;túudoles el mayor re'>peto, y alll tres 6 cuatro mouja~ del Sagrado Cora. tuvierou que he~ar á toda..<; la!i mujeres, zou,y teodr,amos l'eguridad de que muy y dar la mano á todo~ los hombres. que pronto esta Sociedad prosperaria entro oran 700. El pueblo ¡;e llamaba. Boc¡ue. nosotros. Ella~;, adema.'!, OO!I traeriau ron-de-Azú(·ar. 1 uuevos mét~dos do eu&eñanza. y luz á .. Eu breve la;'! !llonja.s aprendieron el n.uest.ro<~ estaLI~cimientos de educR. ' Id toma lo sul:ic1ente pata enseñar la 1 ClOD. Nada IIH~JOI' pa.rn. maestra que doctrina, así, coml) la costura, el arte una francesa; eutre otras nail cunudos. cípulns, de tal manera que, rara vez, Entretauto los J esui taa enseñaban los 1 "e verá l:!otre las educandas en los co. ¡ rudimentos de agricultura y otras cieo. 1 legios franceses esa pereza, ese deseo , l cia!l útiles á loshombresdt~la. poblacioo. de no aprepder que se nota desgracia. Progresaba. grandemeute la uueva co.] da.mente o otro nuestras niñll8 de la j lonia, y la. Madre Duch:: osta.~ = _al~a ":i~d~1d. ~ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 28-! LA MUJER. NecesitamoR, pue~. u o colegio del vemos á iniciar esta idea, ojalú que ella Sagrado Cornzon en Bogot;Í. Nos atre. fructifique. S. A. DE S. HECHOS CURIOSOS }<;N I .u\.. CIENCIA ASTROXÓ~l.ICA, ( CO~CLUSIOX ). VIII 1 ya no se verán de la. misma forma las . . constelaciones. Pero para esto ~e nece. EL sistema ~ideml <¡Uiere rlectr el sita qne pac;en mileR de millones de espacio en que ruedan otros soJeq acom. , años dice Humboldt habluudo de la pafiadoll e u su ~u rso por planeta..'!. Hay • 1 Cru; austral. . pues, dos espec1es de luceros: los plan e. Entre aquella. enorme multitud de taR, nuestros hermanos, Y las ~strellas soles los hay gemelo~, que giran en tor. fijM, las cuales, como hemos d~cbo, S?n no el uno del otro, y los hay triple'!. soles que fie hallan ~ mús 6 menos di~- Adem&s, cada uno de esos soles tiene tancia de nucstru t1erra: La estrella un color diferente. Aún (\ la simple mú'! cercana de nuestro s1stemn. plane. vista vemos que Sirio tiene una luz tario e!! la llamad~ AJ,F.\, que perte. blanca, que Aldebarán y ott~!l poseen nece ú la coMtel~~¡on del Centauro, Y rayos rojizos. Otras vemos, s1 la'! cxa. 11e eucueutm tnn lt•Jos, que su_luz ga.stn. miuawos cou cuidat.lo, que su:; rnyoló tres aíl.os en llegar has.ta. uo~~otros. Ya son verdosos, azulo~o' y amnrillo~os. sabemos que la luz vlaJn 11 mzon de i Ue d6nde proviene e11te fen6meno 1 77,000 leguas por ~egundo, i cuánta Unos dicen que consiste eu la !<Ítua. di~tancia lt~~obrá, pne", entre aquel lu. sion mús 6 méno'! enc.'\ndecente de cero y nosotro~ l Des pues del ,pln.net.a aquellos l'iOie11, de la. naturalez~ d~ sus V éous, !a estrella que "?~os mas lum~- gases, &c. Sirio debe haber va nado DO"-'\ en el cielo, es Smo. i. Y !iabels de color, puesto que los antiguo" do. cuúuto tiempo hnco que part~eron ef. Tampoco pensamos que se vnelo más alH de los pianetas, más lé. puede aprender cosa alguna. ~61o con jos que los sole~ del,¡istema sideral y leerla.: para aprender es preciso estu. so fije siempre en Dros, el Creador de diar. tanta.s maravillas. Adema.s de comunicar á uue;trasl S. A. DE S. lectoras superficialmente algunos he-1 F 1 N. ANALES DE UN PASEO. DIA TERCERO. {CO!ol"'l'INU.\CION). -Amor pasajero, eontiunó clioiendo ' -Y oulin fácil ea engnñnne! exolnmó Máximo, que corre cl1·iesgo dll degenerar Adriana. en antipatía, y del que no hablo pol'que -Como en todo lo humano, replicó no lo conozoo, sino del profnndo y perdn- Máximo ; y en materia de sentimientos rabie que siento por m;ted y }lnra el que os difícil zi veces distinguir lo real de lo le pido asperam:a... imnginnJ·io. A este propó~ito les referiré La voz de Máximo te•ubl.i nl pronnu- una fantástica histori" que servirá parn ciar estas palabra~;; pero Alioin no oou- entretenerles miéntras regresamos ú la testó, llino qne dl'tuvo su caballo, y diri- casa. giéndo€e ti. .\drinna, qne liO babia quedado De comun acuerdo pnsiet·on los caballos atras, dijo : á paso lento1 y )fáximo oomenzó así : -Venga, Adrinnn, á di:.ontir con Mí•xi-mo, qne ascgum que una. verdadera sim- LA VtOLETA. pRtía es signo de amor ; yo no soy do este 1 parecer. . -Ni afir1no ni niego, contestó Adria- Un fortísimo viento1 nuncio y conduc­na, miéntras Máximo no defina lo que os tor de una terriblo tempestad que só amor... aproximaba con aparato tenebro!Jo, tuvo -" J.}l amor es un egoísmo entre dM," alarmados á loo hRbitl\ntes de Santa Marta segun la frase tan oit&d4 do Madama de desde ln noobe aute1•ior ; y aunque al Stael, dijo él. nclara.r el dia el tempoml parecía haberse -Y la aimpatfa? alejado un tanto de ln costa, el sombrío -Dos egolsmos amalgntnadi•!J. oortinajo de negras nubas permaneoia -¿Pero no puede haber fnlsaa eimpa- amenazador en el hol'izoute. tías así como hay amores falsos? pregun- Paquita se levantó aquella mañana con tó Alicia. una impaciencia extruiia en ella, y una -Ciertnr.nente, puesto que sostengo que desazon, nna tristez& íntima lo. perturba­la simpatía en su apogeo no es sino amor. ron el alma, saoi.ndola de sn habitual a pa­- Lo difícil, dijo Hauricio, eB desou- tía, qne era. en ella efecto de lo voluble brir lo fwso do lo verdadero eu eai08 sen~ de las ideaa y pooa fuerza de volnotnd, timiexri05. que le daban uu carácter ínnlterablo y TO)IO !l. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --------- --· ---.-, -, 1 1 286 i nmnao. St,JCedió qne habiéndola de.,pe•·-1 has que llora& así ? Ingrata ! Tal "·ez no 1 tado á media noche el eotrépito do unn te merecería yo Ingrimo~ tan tiet'llM! t fuerte rtífaga de Titmt•l nl penetrar en ell Y al decir e~oto l!e alejó con dio>gu:-to. 1 ! tmoho baloon de su o.poséutu, y en donde Enjugóse Paquito. lO>. ojos y le dt-tnvo, l tenin una Qolecoion de plantnl:l ¡·nrn11, so pO'!Jiénd•.le la mano sobre el brazo y di- 1 extremeoió y se lleuó de inquietud, pen-1 rigiéndole una mil'ndn, mimda irresistible sando sin duda en el rier,:go que oorrinn que disipó al punto el mul humor del jó- 1 sus flores favoritas, sobre todo 1,1nn deli- ¡·von. Eutónces tomó llegremt.nte la mnno oodtsimo. violeta que hnbio. logrndo ver que elln le ofrecía, 6 iban ,¡ entrar al sn- 1 arraigada y loznnn, h pesar de lo a•·doroso 1 Ion en que estabn reunida lu familia, 1 del clima. La mnñann anterior bnbia vi:.to cuando al volver lt111 ojos hticia la bahla, ! nbrir con intima ternura la primera flor, Paquita no~ó qne llegttba Ycloz, dejando que, como una mnriposilla perfum!1dn, ca- ah'U'> 811 huella de buruo ea el aire y de parcia 611 aroma en contorno. No hablaba e~puma en el ngna, 1111 bet'mObo vapor con nunca do su predilecta planta, cuidndosl\- la bandera inglesa desplt•g11da. U u ángulo • menta abrigada á la sombra con celosos del COITedor In babia impt:dido Yerlo ún-~ mimos; y cuando Teodom, su futuro es- te:> 1 ni percibirlo se conmovió, y dejando 1 poso, Re atrevía á tnnnifestarse envidio~o eotrnrl\ Teodoro, volvió nl hnlc:on, y aco-do los cuidados que prodigaba tl la viole- dándose en ln barnudn, ~;ignió cou la vistn 1 ta, rocibin aqueHas pnlabn1~ con un nde- y con marcadí:simo interllll los movimieu-¡' 1 man tan grave que le oblignlA\ á callnr. tos del buque. A pÓIIM le,·antada, salió nl bnlcon y l -Grncins ñ 11ios ! e).chunó r.on omo- j tendió la visto.l)Ol' el mar que Fe divi~ulin cion contenida; pMÓ mi aprehensinn; ya de:;de allí, y al ,·er las m1bos negras ti lolno huy cuidndu! Comprendo t¡ne er>tre 1 léjos y oir el ronco golpear de las olns· en rl y yo se acabó tamuiuu e~a t>xtraña 11im- 11 la playa, permaneció suspon~ nlgun<>l> patín quemo hncin sufrir, pne..to tpto ano- 1 ~ moMentos: y, como si le oostasP. un es- clíe me alnrrné $in m u ti vo. Oracil\::i ill>ios ! ¡ fnerzo, apnt1ó las mirados de aquel cspoc- Hoy ya mc considero libre y contenta! ... táoolo y las fijó con distrnccion en 'arias\ Y dejando el bulcon, entró en el apo­~ metlodoras que, desprendidns de la. partld, sento e u donde estubo reunida la familia, 1 yacían por el &uelo; mus no ~e movió y noeruándoso 1í su novio, le dijo al oído J pnrn nl:r.nrlas, ~iuo Jlllrn correr búoir~ el con 1ma dnlcí~ima ~>onrilla: sitio ¡¡ombrendo que guardaba su vi~>leta. -Te nnnucio IJIIO yn o:~t.oy dispuesta ú 11 Alllt>gt\l" aHí l'e delu\·o llena do nfliccion: que se nrrcglu llll&tru tnf\tt•imoxlio 11ara la únicn tnza caidn y rota á i111pulso del <:uando quicms. ,·ieuto, e11\ su favori&a, Hl o.mncln violeto., 'J'codnt'() ll• (lOutempló e:~;ta:;iado, eou- 1 que hunehndn y marchita ~ll"'.t.tboo r.n11 t~tñndnle: ro..tot. con los de la vorcelnna l~t't·hos vo- -Al fin, Paquita ruia! ¿Era cierto, pne.l;, dnzos. La vobre niña exbnlV.. uua téuue lo que yo ueuin por cbnnzCI'O dolor••l'a exclamaoion, y .. e urrodílló violt-ta cucerroba cu realidad un euoan~- para l"<'COI!,t!r nqnella 11rescntidn ruitJI\. ruiento mi<..terio!>o qnc te impedía amorro~? 1 -l>io:; mit•: decía, un nüo ha. durMlo... -Tal ve7 ••• cont<'!ohí ella,'! un ligero un a.Jio no tolisl temblor ngit:. dll~t ltibios al tratar d~t son-1 1' Y oou delicadeza la tomó ou llli! manos 1·eu· cou uiro ah:gro. No hables m:ís de y la •e1ubró de nuev(} ~ ot1·n Wll; pero mi pobre violeta, 11.uadió: y~ wnrió; do- l nl notar que no tenia vida ni hcum eana, jánwsla en paz. .... Ahora to doy licencia ¡4 SO !e llf¡mnron )os ojos do lágrima*. pnrn que vayas Ú liDUDCiUl' UlÍ tdtimatllm f -Aal debia ser, añadió: ~tal dt.tbia ser. al consejo de familia. -Te ooupai! eu JCQ&gel' los re:ik>e del Y al decir eeto corrió á enocrrane en 1 nauf111gio? pregun~ á esta linzot Teo- su estucia. doro, que acababa de entrar al ool~u •in - ser vi~>to, y towindolft de lM nl4W\III 1\Ü._ 1 dió; haa llorado? p01· qué t , ,~ ll:lla 66 voh·ió in \"Oliii!W.I'i.amoolle báeia la pLu~ta marchita J deooid1~. 1 -m '·e u daLnl des¡leduó-nul!O~ 16 "io­l lotl\, cont.innó 'l'oodora. ~ 'l':wll(l ln tuna-ll 1 ¡ Pttta eaa noche 10 diapuco la renion de lo mt\s diatioguido de la sociedad de 1 Snntnmada en na blile, que no dejó de ser muy concuni.do por haber 11ido improvi- 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l ¡¡=--=-~-~ - - _1 -- ~ - --~ i 1 _..,_. __ -----------...--- ( Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - -~- - --,¡ ~~:. CODÜDDÓ do ..... Jo aooh<, qDI- -J 0>= ,..¡¡,_;..,.)o ~DO -~n l tánd01108 la ,olnotad de retiramos;. o u es- espirita 001111) el de ulted.... tao nriable 1 trlll Of'marotes. Yo estsb& en pié 10b1·e -u.ted, l'llJnita, me aouaa de mudnble! oabie~, separado de los otro~ compllñe- ¿ Mudable yo, a6a.di6, cuando u.ted dejó rH, ~ando una ráfag" de viento y un perecer la plantita qae d11bia llerl'itle de golpe de mar hicieron iuolinar el buque, recuerdo? tanto que pordi el equilibrio y osi rodando -La violeta no murió 1)()r onlpa wia 1 huta el borde, del que ov pude &irme ademu, dijo ella con cierto airo de despe­porqUla ol golpe me dejó aturdido, d6 ma- oho, U!ltbd me babÜl dicho quo cuando me nern qee resbalé }>Or enoilna y vi delante ol,idara yo lo Mhria .... de mí el abismo de la.s olas rngieutcs qae -Hay 001a1 singulares ou la , ·ida ! re-me salpioabin., .. plicó Rioardo, tomándole la numo para -Señorita Paquita, á usted le tOOA bfti- bailar la galopa fiual. Y como ella gnar­lar l exclamó el que lo hacia frente; y la dara lileocio, pro.siguió un momento des­pobre aiña hubo de moverse maquinal- pues: mente, oon los ojo~ bajoe, y el oorazon -Pero oonfieao á nated franeameute palpitáudole oon tal violencia que ngitaba que, lri ayer peDI&ba 01>0 profunda pena loa eooajell 'l'!e la,cubrian el pecho. Cuan- que babria de verl~ por la últ.iau Tez, hoy do reg-reeó a 811 pnesto Ricardo le hizo no me eauaa esto n1ngun dolor. Lo pasado distt"&idamente la re"ereaoia del euo, sin fnd Wllneiio : sueño engañador que, necio reparar en 811 emoeion. de mi, tonad por realidad. Deepnea de la - Noe interrumpioroo onando •llted tempestad viene la oalma, añadió, ¿ crfMlrá meaoi011aba h. peligroaa eituaoioD ea que uSted que ol peli¡ro inminente en que'me ae vii,•¿ oayó al mar~ bailé, y el angotti&do grito de mi alma, --Tal cn~í que iba á .. mi suerte ; maa pronunciando un nombre eo el momooto JIOr fottupa c:aí sobre algo) tan duro qae snpn~mo, fué lo &uficiente para ouranue, me de100ynnté, y mir,ndolo bien, vi que y curarme ndioalmente? eran las banOM de nna lancha que, eegun Paquita, anmameote agit.aa, no pudo ' 18 ua, babian dej .. do pendiente del cOl- contestarle una palahra. taclo del buque, y ~ bftllaba aufioiente- Cuando Hioardo la hnbo llevado 4 11n · meDte baja para recibirme. Á 11( perrua. asiento, lB dijo al h&Dt&l'fl& á su lado, ántefl atof iaonastatlo largo rato, ha1t.a que la de qne otru pci'60Daa Re acercaran ~ .. llu-via quo recibia me hi2o ,ohlfl' en mf, -¿)le pei'Ulite uated decirla oigo que 4 tJ&!ilpo que, cillmado el ol•je, pude aúu Die qa.da por a6adir? levautanr.e y reonperar la oubiena, en la - Bable uded. qne 1'1 mo b'IIICilbAo alariu&doft mía oom- -Si, Paquita 1 a,-r llegaba JO lleno ~eñ)& ~& viaje. de deepeollo y dólor, pero ya p:u;ó ese .,...-Á El& mmna ho~. dijo aomo laablaa- seotimieDto: olvid&r4, como usted, reouer­ao ec.migo miSIQO P•qu!ta, af, Á tU mléma doe que loe dos DO QlÁíto &&heb'IOII cuálee hon{nt~a ráfaga ~e viento de.troaó mis 1011, v qne doy por MpaJta.dos en el foodo flor<;~ 1 dee~zn mi taíi pMdihllta. del iuar para eiernpre .... Había Algo de .Bu;tj me lo decria el e"OJUOD. •wded u la vadioion du loa au\igaoa que do Sjó la roiradD oou iDW. eon crefq !ue,Mk&Ddo Al mar dtiltdcs el monte "1 eD Yfll t.ja y '6oii atouciort de tA1icad., se curCLMD de una paaion. ó r lo pt'Cigtmtó: perecí&~~ . LIL nn1ert.e ea aag;.da, y el -¿lq-cc) ai&ed qqe br*ra a)«'tlD& de CODtMipJarlá de oeroa D06 purifica y hace tu ..a u Tu de Ylólela qae -ía • .,¡t§ de deilllpe.reóer las pu.ionet~ \eri'Oiitr~. Teodoro ~ por .eeiil'gO 111110? 11 ISEiri feliz.... Se lo deseo COD toda mi al m•. f-'Si: uoa aól•pUbta .... v._ ~ó Adioe, l'aqnita, aiiad¡¡¡ le\'antlindoee al l a~oo 1 • • • a¡Jrt~arle la uu1no y d&~~pedirse ; ooofíe -l(icardo ! distraido 'RiGardo! le gk.. dted en mi ami&tad, y no tema Uflted que ta'l'6u et1 étiC ineta!lle, toca llinat.M biúlar. jatá&K ll-«oo á tUI'bar 10 trauquilidád .. .. CnU~do •olvió á bel1ai8i al 1 lldo de Alitcll d&~tlarae '111 apoeento, ¡,..¡&do l'IA1¡áita ooatiouo: . .. el 'tiailej ·Feqalta• ñió á ver •u violo&a . .A - ¡. AO&IIO no acli•ina Uttect eo epi~ pelal'dentwbeloporMlnnoaqaeUa~Janta, peusnbo. yo con angustia cuando 111e ví al daidáda con 1antóf •mero, la •OODtzló 1 1 borde do la etenaidácl ! eateráDílll~ IUI'Ohita ; Ja beíó, J mléatru L ~- --· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1.--- - --- -,..- 289 ·¡ 1 1 R Jo; Y 1 S T A Q U 1 N C E ~ A J •. las lligrima11 ltovian de sus ojos, nrraucó la ftoreoilla moribunda do su 11000 tallo y la guardó en un libro. Doe meses despues era la o.~posa de Tcodoro. Ricardo fué por fin l. establccen~e en Paria, y el que deseara conocerlo le hubiera encontrado en el balunrte de lOA Italianos por las tardes, ln11 noches de invierno en los bailes do la Ópera, y durante el verouo en una quinta de Asnii:t·ea. · -Pero, dijo Adriana, ~icndo qne se callaba Máximo, ¿todavía vive allí YUCS· tro Ricardo ? - 1¡ Y l,.epita no sentía nado eeo día ? -Ese mismo diR t-eía y conversaba en medio de un numerO!JO concurso de amiga¡¡ y amigo~. en una CA.'IIo de campo, en loe alrededoreA de Santa Marta; pero no he sl\bido si alguna aombra atravellu bonloodeouiiU!Oar al pur, ~oot&ltnt danal~ rtre Daoa un ftPrd plu,douzquo IG nh'!' et l'aurort>, Danaleo~ yruz t>nh·l'\\a d'ao etro otobro 4u mi~n. i-;i ;;~ü~ ~·¡;,;¡~~~e.;;¡,~;,., eó éi~i; ~;¡~¿~·;.;~~~N: (.'e~~ arlrrea, cea rochfn,- adru, ctrrt _. .... L4MUTI•&. Qllieo -~ r< freur ¡,. .a. r lft íra. hte t'l .,._ 6or de '"' •olnntoo que enaangrentaron el doagr&ciado 11uelo frances. 8in embargo, wlió ileso y sin Aquel dia los hnéspedee se separaron. herida alguna despues de aquella campaña, Don Gregorio con M nurioio, Bartolomé Y el y hnbiendo terminado lo guerra con Prusia mayordomo partieron muy de mañana con pensaba. volver á au querido l'aris, cuando t1 objeto de visitar unn lojana dehesa, que 11e declaró la insurreooion comunero. Ri- se deseaba ensanchar, qnem:mdo y rutando cardo "ntó nne'l'amente plaza como vo- las cercanas faldna del monte. La. señoras hmtario en defensa del Gobierno de Ver- permanecieron en Bella-Vil.ta con lláxi-aallea. rnc, que n.> quiso dejarlo.~~ solas. En el mes de Ahrál de ese año se ba- Cuando el sol empezó á declinar para liaba do centinela avanzndo, no léjos do ocnltar!le tl-ns de Jo., corroa del Occidente, un fuerte, entóuce8 en poder do loa insu- Alicia, con doiio. Cat.nliuo, Adriaun y Julin­neotos, ocnpando nn lugnr muy bello por un, acompnñadaa por lUximo, bajaron li cierto, entre algonos arbu~toa y al pió do la orillll del rio. l'epita babia estado todn nnas murallas cubiertas de Uln!!gOol. De aquel día taciturna y de mal genio, y así repente percibi6 el grato perfume de la no qniao aoompañnrl:lS, diciendo que pro­violeta, primer anuncio do la primavera feria queda~ en la en.-;.'\ oon los niñoe. en Ii:nropa, donde creco silvestre eD todo AlitJia deseaba llevar ti ua huésped«~! el sitio campe¡;tre. Mil rccoerdoe de rn ju- un sitio muy ameno, que hnbia descubierto vontud le aaaltaron, uuos dolorOIJ()'t y otros en una de sus anterioroa 'l'enidaa n la bn­tieruos, pero todos amRblea y bien nnidos <:ienda, por lo que dejnndn los caballos en en aquella& circuuKtnuciB~~. Olvidó iume- 111 CM& del mavordnn1o, toronrou el cami~ diotamonte los pcligr011 quo le rodeaban, y no público, orillando el l'io ltasta cierta buaoó con la vi~tn el sitio en que debian d1&tancin en que ,\licia guió, metiénd<'IO ballar&e las violetas, y dh·iiÓ á }lOOOl; pa- por una estrecha senda, en el frouddao 608 las anchas hojas que cub1·ian la perfu- bosqne que conwnzaba á la~t tn'rgenea del mada flor. Se a-vauz6 hócia ellas, se in- rio. Una densa sombra cubt·ia la vereda clinó, y al ir á coger la m1ís corcaua dca- que ecgnian, y á eutrámbos lados innume­oubrió incautamente una parte de eu cuet·- rabies bejucos y gualdas crbcian Abra­po: un soldado eneruígo vió el oulto desde zando Jos troncoa ~ los al'bOles, y tre­el fuerte, y di~oparando su certero rifle le pando hasta las wtis Alta.'l ramas caían en atravesó el corazon .... Algonaa horas doa- festones elegantes caai basta el suelo: en­pues le encontraron muerto eutre las vio- tro ell06 Máximo les hizo notar el sooorri­letaa que aún embalsatnab:Ul el aire. do bejuoo llamado tami, que tiene la cu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----·,---· -·----- - - --'------ - ---- 1 290 L A M U J E R . 1 riosu vropiednd de vertor en gran capti- mente iluminada pot· el sol, ya colllo hu­dad una agna fresca ¡;¡ se corta en dos pe- pulsada por ajena voluntad, ostt·ellundo:¡e dazos. Aunque no babia muchr¡¡¡ matorra- contra las piedt·as de la ribera¡ ora agita­les debnjo de los árb0les, tÍ causa de la da, ora tranquHa, triste ó tenebt·osa1 mu­tnpida sombra que dabnn, 11Í se presenta· giente ó alegre, pero jamas igual ni se- ' han ob:;tácnlos qne les impedían á veces ' renn. el pe.so, como gruesos trouqo:s atravesados, Alicia contemplaba el paisaie con los ojos rarnns desprendidas y nitos peñascos cu- húmedos de e111ocion1y pensaba con amar­biortos de musgos; peN nada de esto les , gura en que tul vez jatnas volvería á verlo impidió pasar, y nllaunhaunlegremente los 1 como cntónces. Su vida se le presentaba obst.rículos, saltando p01· encimn de los es- 1 euigm:\tica, su pensamiento era un remo­torbos con mucho brio, si no con gnmde lino semejando los tJUe veia en el ngnn : agilidad. lo encubría 1~ blanca espuma licua de mo- A! fiu llegaron 6 uu ~;itio en donde pn- vimieuto, así como las agitaciones de su recia enteramente bonado el sendero, que- ónirno eran disiUllll:u.lus por la somisa que d>indoso indeci¡¡os ¡ ¡.¡ero Alicia, orientán- solía desplegar su~ labio~. Sn pasada vida dose, exclamó alborozada: ~e compouia de una sério do desengaños; - Yn lo hallé ! su porvenir un impo~ible, oscura y vaga su Y pasando por detras de una roca llamó esperanza, confundiendo n veces lo pasado á suR compañero~, y undnudo corto tt-echo cuu lo preseJlle, los ¡·ecuerdos con las no­se eucontl'arou en un prer;ioso sitio. tunle:1 tumultuosas porcopciones. Así, su~ J!}l rio ancho y correntoso formaba uuu pensamientos eran un confuso torbellino 1 lnrga stirie de saltos y remolinos, y so di- eu qtte t.odo se mezcl~bn dolorosamentQ, á vidia en seguida en dos brar.os que r.>dorde~ escarpados no los sneiios ; y pvr encima de todo esto presentll,ban ca~i Yegetacirrn, miéntmli que predominaba en ella nn indeciso seuti­on e1 iuieriot· creuiur~ altos y frondosotl llliertto de punzante dicha, eu cuyo goce {n·boles. En éontorno ol ¡Jni~a.je ern pío- babia algo como ~·emordimiento. tot.·esco y ngreste, y eu la orilla en que es- :1\l,~ximo, seutndo no léjos de ella, la tt1ban, alg1,1nas rocas de:>prendidas y trou- ntiraba qe soslayo miéntl-as tiraba al rio cos caidus les ofrecian cómodos asientos n podazos de boj~s y do ramufi que arrancaba la fresca SOmbra de los árboles. doJ tirbol n CUJO pié estaba bentado, y las Alicia, Adriana y Máximo se sentaron miraba bajar dundo vueltus por In corrien­en las rocns de la márgeo con los piés col- te. En a~.tuel momPnto no pcnl!abtl ni e,n g()udo encima de la espumosa corriente ; lo porvenir ni en lo pasado: senti~t. que la doña Catalina y J uliu~:u se situaron m lis preserrcia de Alicin lo hacia vivir y morir léjos del río sobre un tronco cuido. ul JUÍI>HlO tiempo: so intpregnabnl por de- La cadena azulosa de In serranía del ch·Io así, de lo presente, y con mul disinlu­freute, los nrb~rles que los cobijabnn cun ludo ahiur.o procurnbu leer en ln tio~onomía su follaje, los diversos ru1uorea del boSfJUe de la que amab11 cuáles eran lps penso.­aniruado por el continuo HJOvimieuto de mientas que lú leniun abs01·ta. vida animal, el ruido del ngna que se es- Doña Cah1lina descanl!uba tranquila en h-ellaba y remolineaba entre las peñas de su o.sienttJ, nr~as tan bien y eres tan linda I vanta y se cierne sobro el cuerpo material hliéutras que yo me ~;iento :i tn lado tan hncióndonos comprender ln eteried"d en lo insigoificaute y vulg'lr! j i!in1itndo de nue~tt'nS as1Jirnoioues; m o- -Tod" lo exagoras1 contestó Alicia montos pnsajot·os pet·o inolvidable~, chya 1 suspirando, y añadió: creo que todo se duracion querríamos prolongar lo mtís po- remediaría fácilmente t~i yo .... sible. Pero como la tarde tocara tí su fin, -Si tú hicieras qué? preguntó Pepitn y doñu ()ataliua lo advirtiera con ~:oqJre.>a, viendo que no continuaba. hubiet·on de re.>ignnr:.o á cambint· los en- -Si lo rechazara con dureza, biliendo cuntos de la unturalezn por el cnciet·ro de bU amor propio, y mauifestáudOUIO dura é la casa. iudifereute. Don Gregorio y ~;ns oompaiiet·os acaba- -Así lo pieu~as ? bao de regresar de :m oorrcrí~, y los an- -Sí, pero te advietto que ul manejarme coutrar:m prc~idiondo 1~ de.>en~>illada de llt!Í tú no lo volverías á ver probu!Jleu1eute sus caballos, al;uuto gravo segun parecía. uuncn; so iría para siempre, y eso es lo Los uiüos jnguban cu el conedor, poro que me ha detcuido .... creí que con dul­Pepitn no snlió á encontrat·los ni pnrecin :r.ura y t:ícticn lograríamos que cambiase en el interim· de la 011sa. Alicia, un tanto 1 do seutimicoto; peru be vi~to qno, siendo alarmado, la buscó, ball:índnla al fiu oculta su carácter tnu tcouz, e:.tu es iuútil, ¡, cuñl detras de lo cottiua de ~;u cama, y auegtlda camino quieres que signmos? en llanto. -Yrefil'ro su desgracia, dijo impetuo- -¿ Qué tioues, hija mia? le prcguutó sameute. Prefiero saber que bUÜu, IÍ verlo cat·iiíosumeute. ' feliz cou tu cariño! Ella no coutc.stú sino que redoblat·ou Alicia no pllllO ropriruü· un movimiento las lágrimas; pe1·u nmuida por :>Us iua. de di· gu~;to al oir talo¡, pulnbrall, e¡ u e re ve· tallCÍt\l; dijo: lubnn el profundo egui»mo de aqnclla niña -No puedo fingir contigo .... e~toy muy tau mimn<.l11 por ella. tl'iillto. Dumute la con versaoion anterior habían -Triste? , por c¡ué '? cntmdo los 11iüos al cuarto, y ~;iondo ya de Alicia h4 hizo c::~a prcguut•l con omba- uuche, Aliciu lus de:svi~>flÓ y ncOblÓ, Juióu­ra. zo, pues bRbio. tanto •:omo Pepita, y qnizti 1 t.ras qnc Pepita be limpiaba los ojo:s pnm nuejor c¡ue ella, cl muli vu ele e'" tri.,tozu. burrur b huella deau¡¡lúgrÍmtui, ycuuoluido i•epilli la abrazó d~eio. la Jibert~ individual ante el trabajo y la cien­cia, sino el libertinaje y la independencia para. manejarse :í. 1111 anotjo. Si acaso tenemos 11oticia11 bien exactas acer­ca de lo que suceda en aquel Congrceo, ten­dremos particular cuid~ en dar cuenta de ello á nuestras Jectoru. 11 Cada dia parece que se presentan en todu partes del mundo mujeres que aspiran á ob­teuer grados universitarios, ya como docto rae en medicina, ya en los altos ramos de cien­cias riCdagógicas. Hasta en Bueno1:1 Airea se han dedicado ¡,¡ estudios profesionales, para seguir la carre1·a de medicina, y Jo ha hecho así uua señorita paraguaya, con la intencioa do graduarse y voh·or al interior do au palt á recetar á. las poblaciones que carecen dt ese cons••elo en sus sufrimientos físicoa. Actualmente tenemos entre nosotros i una señorita Gálvez, que despues de bril lnntes ea­tudios de medicina en Europa, hoy se ha he­cho notable on Bogotá, no solamente por su ciencia,-que ha sorprenñ'do á los profeao­rcs en la materia, - sino por la caridad qne ejerce con Jos pobres y sn bondad con loa desgraciados. La obra de la mujer ~s muy import:mte en el mundo; no falta sino que la comprcndamoe bien. Eu todas direcciones so ven n1nrchar mujereR, Hermanas de la Calidad, de varias advocacionet~, que bu11can los lugares más salvajes, los sitios más recónditos del mundo para llevar á ellos la luz del Evangelio Junto con la ciencia y la caridad, bija del cnstia­nismo. Aquellas santas mujeres no ceso.n de trabajar, tanto en las lejanas misiones como en loa centros civilizados, en tanto que en F•·o.ncia los que pretenden ser adoradore11 de la libertad y amantes de IM luces, la11 persi­gnen, ln11 calumnian y tratan de arrancarles b .. ta el poder de hacer el bien. Poro es prcci11o no desmayar, ¡ adelanto ! marchemos 11in ooear por el camino del bien, y si encontramos obstáculos y barreras sopá­moslna vem:or sin darnos jamas por vencidas. Al fin de todo eatll la recompensa con que Dios premiará á la que ha sabido lrabajar en lae buenas obras que cada una do nosotras, en sna diferentes esferas, y segun sus fuerzaa, puede llevar á cabo. No sola.mento en lu misiones, en los hospitales, en laa escuelu, al lado de loe enfermoe y de loa niños, en. contrarcmos tareas que puedan ser útiles á lB humanidad ; no, en todas partce h11y tra­bajo parll las mujeres do buena voluntad, qno lo buscan por amor de Dios ; fí ltanoe sólo entender cnil es el que la Providencia nos haseñal3do. S. A. DE S.

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La Mujer - N. 24

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La Mujer - N. 15

Por: | Fecha: 05/05/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER, 1 REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS 1 Y SEÑORITAS, BAJO LA DIRECCION DE LA SEÑORA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 15. ~ LÚNES, MAYO G DE 1879. ~ PRECIO 30 cs. ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA MUJER EN LA CIVILIZACION. CAPÍTULO OCTAVO. LA .MUJER GRIEGA. I la figura de un carnero, - llegó á Colcos. El raptor de Europa, el caballo ala- DICE la Escritura que" Javan, hijo de do de Beleronte, la Quimera, la expe­Jafet, pobl6 las islas vecinas á las cos- dicion de los Argonautas á la. C6lquide tas occtdentales de la Asia Menor, y sus con la nave de Jason." Todo esto en­descendientes sin duda pasaron fácil- cierra la historia de las primeras haza­mente á las co~tas europeas." Segun his. , fias de los Griegos, pero naturalmente toriadores eruditos la raza jafética se desfiguradas por muchas exageraciones babia propagado· principalmente por y a.b-;urdos. el Norte del Mar Negro. No hay duda Los primeros monarcas dominaron que lo~ primeros civilir.adores de Gre. despóticamente, pero respetaban la o pi­cía llevaron todos los conocimientos ar. nion pública de tal suerte que jamas tfsticos y científicos de Egipto, junto se emprendía ninguna cosa sin reunir con la Religiou de aquel país. una asamblea. de notables que se lla. Dana.o, emigrado egipcio, fundó el mabau de .Anfictiones. N o tenían leyes reino de ARGOS; Cécrope, ta.mbien escritas y éstas consistían en versos egipcio, fué rey de ATÉNAS ; Cadmos que aprendía el pueblo de memoria, y fundó ú TÉBAS y llev6 de Fenicia las de vez en cuando se promulgaban en artes y las ciencias. "Las necesidades y las plazas públicas al s6n de una cítara. ' el lujo, añade Cantú, pusieron en bre- Su vestido consistía en pieles con el ve á lCis pueblos griegos en correspon- pelo por fuera. prendidos con espinas. dencia entre sí y con las poblaciones No combatían sino á pié, los caballos distantes; y aun parece que sus pri- eran para ellos incómodos en caso de meras excursione:;, no tu vieran más o b. peligro, porque no habiéndose in ven­jeto que establecer relaciones de co- tado los estribos no se sentían seguros mercio. Bajo el velo de la fábula se re- á caballo. N o fué sino muchos siglos cuerda la expedicion de Hele (Heles- despues que se ocurrió esta iuvencion, pont.o) de Frigio,- que en una na. ve, con cosa que ahora nos parece tan na. - - - - ---------~------------------:---- TOMO II. 7 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA :MUJER. l tura.l! Entre los Griegos el hurto no reyes desde m fundaciou (1499 años imprimin. not'l. deinfamia,yscconside- A. de J. C.), pero éstos se abolieron ' raba casi como una señal de habilidad. 361 ail'os áutes de J. C. 1 Los Grie~os dividían el tiempo por ARCADIA, pueblo de pastores, viri6 Jos juegos Olímpicos, que '!;C celebra- ¡ bajo 25 reyes consecutivos, siendo el ban cada. cinco años y duraban 5 di a~, primero Pela..c;go, - que reinó 1521 años con-5 diversos juegos, á saber: el a~al- ántes de J. C. Dícese que habiendo in­to, el tiro, el disco, el dardo y la carre- 1 vadido los espartanos á Arcadia 1 102 1 ra. Los vencedores eran muy honrados años :íutes de la éra. cristiana, estando y los premiaban con una corona de ausente la poblacion masculina, ]as olivo silvestre. • La carrera se verifi- mujeres se l~vantarou en arruas y los caba en una oxtension que se lln.maba rechazaron. 681 años A. de J. C. esta. estadio, equivalente á la s.• parte de blecieron allí una repúblicJ. que dur6 una milla. En estas 6estM p1íblicus hasta que cayó bajo el dominio de Ro­exhibían sus lw.bilída.des lo~ poetas y ma IJ6 afios A. de J. C. los escritores, Jos artistas y ]os fil6eo. La ciudad de CoRINTO fué fundada. fos, á quienes tambien premiaban. J 520 años A. de J. C., en un sitio tan 1 l Despues de atnr bajo la. pro­Hepúblicas, y todos los ciudadanos li- teccion do Aténas, Tébas y Esparta, bres tenian parte en e] gobierno. Des- fué creciendo en importancia hasta que graciadamente desde eutónces se hicie- lleg6 á su apogeo, bajo el reinado de ron m6t~ frecuentes lns guerras con los Filipo, y de~pues de Alejandro, llama. vecinos y lasa..c;onada~ entre los cimlada- do el Gmmle oo la historia, el fan.osí­nos. De aquí ref.lu} t6 e¡ u e se desarrolló si m o couqui~Statlor IJIIl' ~e hizo dne:ño, el espíritu público y la.s leyes se forta. no solanwutc ele Grecia eutera,sino de lecieron, }lero el individuo era inmola. Asia m~>no r, E...,i pto, Riria, Persin, la do siempre, !'i se creía preCÍ!;O para el India, ,\"c. r rnuriiÍ :l2:1 años .A. de J. c. bien del Estado. ATÉNAS aboli!Sla dignidad real109!:! años A. de Cristo. 1'ÉBAS prod~m6 lu. réptíblica 1120 A. de J. O. ESPARTA conserv6 siempre sn~ reyes basta que la subyug6 Roma lH años A. de J. C.: es decir, durante 1300 años,- segun las trndicioue¡., - aunque en realidad no se sabe la época verda­dera de la fundacion ele a1¡uel ~eiuo. J[ESENIA, país que poseyó 100 ciu­dades florecientes,-que fueron arnti­nadas en sus guerras con Esparta.,- tuvo * En 1859, un rico poloponc!lo, quiso revi­vir aquellos juegos y dió una gran suma pam quo so instruyer:m de nuevo bajo los au~pi­oios de la Reiua do Grecia. II A pc!;:tr de las f.amlas que llcn;m las p:ígiMs de las antignn.s crónicas do Grecia, <"01110 no a· en la cual cedía á los espafíoles todo~-1 do una larga temporada en Cádiz, ocu. los territorios situados en un espacio 6 pado en asuntos de su señor el duque línea imaginaria que trazó, permitieu. de llledinaceli,'seguu decía. · do que en direccion contraria descu. Inmediatamente obedeció al llama. briesen los portugueses, y dejando á miento, y lo hizo con gusto porque las demas naciones libertad para. apo. Font:eca le ltabia protegido desde niffo, dorarse de los territorios que demora. tn .... rced á la amistad que le unia. á su sen fuera de aquel meridiano. 1 tío el mquisidor fray Alonso de O jeda. Comprendiendo los Reyes Cat6licos Encontró al Arcedeano en el sa1on cuán interesante era esta. nueva con. de su despacho, solo y escribiendo en quista, quisieron asegurar la regulati. una mesa Cllbierta de papelet:. dad y 6rdec de todos los negocios roln.. -Entrad, Alomo, dijo el eclesiásti-tivos á ella, y npmbmron un empleado co, os aguardaba. especial que lol' tuviera cxclusivamen. -Me nece!;itab~~ su reverencia? pre. te á S\t cargo. El empleo recayó en el guntó el j6ven adelantándose. Arcedea.no de Sevilla, don J uau Rodrf. -Bf, -y hace di as que tenia en vos guez de Fonseca. hombre de muy mal puesta la mirada ; bien sa.beis cuánto carácter, pérfido y vengativo, - tanto os aprecio Alon~illo. que, con motivo de una ligera desa.ve. Este se inclin6 sin contestar. neucia con Colon acerca del armameu. ¡ -No os babi~ visto, continu6 Fon­to de los navíos para el segundo viaje seca, desde aquel día en que causlisteis de descubrimiento, le cobró tal odio tanta admiracion á cuantos os vieron que le dur6 el resto de ~;u vida y fué 1 e u la torre de la Giralda; dísteis prue. parte en hacer pasar trances muy du. ba de una. audacia ex.traordinaria, de ros y mil amarguras al gran descu- ~ la que imaginé sacaríais partido pidién­bridor. dome colocacion en esta. expedicion ; El Arcedeano tenia su despacho por que se prepara para acompafiar á Colon aquel tiempo en Sevilla., y_ su casa se l en su segundo viaje. 1 1 babia convertido en una especie de -No babia pensado, respondi6 Oje. corte en la que se daba ínfulas de dig. da, hacer parte de ella. l _____ _ -- --~~----- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVIS'l'A QUINCENAL. 57 -Ocurrióseme, respondió el Arce. , miento de personas como vuestra reve. deano, que teniendo ya i cuántos afios ?.. rencin. -Veintiuno. -Creíais acaso, mancebo incauto, -Que teniendo veintiun afios es- que una doncella recatada como ella tariais fatigado de la vic.la ociosa. como hubiera jamas aceptado vuestros locos paje del duque de Medioaceli. proyectos? -Señor, yo no soy paje ha. mucho -t Cuáles eian 1 preguntó el jóven tiempo, sino soldado. con arrogancia. -Entónces con más razon debíais -Olvidais acaso que la Santa Inqui-de haber pensado en pasar ú Indias 1 sicion vela. siempre sobre sus ovejas y con tantos jóvenes que lo hao pedido las defiende por todos los medios po­como un favor, aunque ha sido preciso sibles?. .. Vuestros billetes, pagados á rechazar á muchos. precio de oro á la t1·ota conventos que -No le pido á su re>erencia nin. los llevaba. á In. doña María, pasaban gun favor, y por consiguiente I!O hay primero por otros ojos, y lo mismo sus motivo para decirme que se me re- couteRtacioncs. chaztl.ria,- repuso Ojeda con altanería. -Estoy perdic.lo! dijo Ojeda bajan- -Al contrario, decía que á muchos do la cabeza con desaliento. ha sido preciso rechazar, pero á vos no. -Así parece; y no se os ha dejado -Hasta ahora nada he pedido. un momento sólo desde que vuestros -¿ 'l'emíais acaso no ser aceptado? 1 sacrílegos proyectos han sido conocí. -Eso no,- puesto que otros que dos: sin cesar os sigue un famihar del ménos valen tienen empleos en la ex. Santo Oficio. pedicion. -Vive Dios! exclamó el j6vcn i es- -¡ Eutúnces! to es demasiado i. .. -N o quiero c.lejar á Espnfia. Sonriúse el Arcedeano y repuso: ~Ha.cois mal, Alonso. -Estais perdido; pero si no deseais -¿Por qué! • veros dentro do pocos días reducido á -Porque aquí correis peligros. un ca.labozo, hay un medio. -¿Peligros? -¿Cuál! -sí, y muy EÍ'rios. -El de dejar ú Espafia. -¿Qué sabe acaso su reverencia? -Imposible miéutras viva! PuOR si -Mucho ... entre otras cosas, se cuál (¡ mí se me persigue así ¿qué no harán es el objeto de vuestra adoracion. con María sumida. en un convento? -¿Vos, señor Arccdeano ? -¿Y de qué le servireis vos eucar- -Yo,- contestó sonriendo el ecle. celado 1 eiástico,- yo y muchos otros. -Sufriré por ella y eso me conso- -¡ Ésta es sin duda. equivocacion l la.rá. -N o tal, y doña María la hija ocul. -Esta, Alonso, es una niüena inú-ta del rey don Fernando... · til para. úrubos. Pero si seguís mi con- -Basta, señor! exclamó Ojeda, su. se jo y os vais en la expedicion de Co-maruente agitado: basta... Ion os daré un buen empleo ... -Diré algo mns, Alonso, como ami. -Abandonarla yo y huir como un go y estimador vuestro; vuestros ojos cobarde i interrumpió O jeda; eso no se han levantado demasiado y ese lu. lo baria jamas: cero no es para vos, puesto que lo han -¿Acaso podríais proteg.,rla L. !m. reservado para el cielo. prudente mancebo! lo que harÍAis se. -Ah ! exclamó Ojeda dolorosamen- ria proporcionarla penas y sufrimien-to i quién me ha vendido ? tos sin cuento, persecuciones, enfados -Nosotros todo lo sabemos. y disgustos sin número á la que decís -Ah l volvió á exclamar Ojeda, ya que ndorais ..... Ademas ella misma, es demasiado tarde para llevar á cabo añadió Fonseca abriendo un cajon dell mis deseos, si han llegado al conoci- escritorio, ella os manda que os alejeis. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -. 58 LA liUJER. -- 1 • --- y al decir esto sacó un cuadro e nro. -Dadme una. pluma, señor Arcedea. liado y un papel escrito. no, d1jo entónces Ojecla conmovido y -¡ Ella me manda? profundamente triste. -Sí. .. leed e~e papel. "Parto, ·• e>:cribió," me alejaré, pues. O jeda leyó eotónces lo sigtúeute : to que n!'Í me lo ordeoa.is, pero mi vida " Todo ba sido descubierto, y si y mi esperanza quedan con vos." " no partís tengo de bace1 mis votos -Firmad, dijo el eclesiástico al " inmediatamente, y contra toda mi jóven. " voluntad. He obtenido licencia de Y cuando éste hubo hecho lo que le " permanecer algun tiempo miís en el mandó, recibió el papel, leyó la:-~ pala­" noviciado si partís de España; por hras escritas por Ojeda, y doblándole " ende os suplico que aprovecheis la cuidadosamente le guardó en una arca. " primera coyuntura que se o~ preseu. que cerró; y luego se dirigió al jóven " te para. dejar esta tierra. Se me per. que ú la lu~ de una ventana contero­" mite sin embargo en\·iaros un recuer. piaba la pequeíia imágen pintada al ct do, que e!; esa imiígen de la Santísima 6teo, regalo de María y cuyas facciones " Vírgen, que os remito para que os tenían algo de las ele su adorada, y le '' proteja en vuestras aventuras. Per. dijo : "tenecia á mi madre que la obtuvo -Ahora, amigo,hablemoscomohom. '' de mi abuelo materno y es muy mi- bre!; racionales y vamos al asunto del '' lagrosa: ninguno que la posea podrá momento. Supongo que ya no tendreis '' ser herido mortalmente en los com- inconveniente para l1acer ]Jarte de la '' bates, ni morir de muerte repentina, expedicion de Cristóbal Colon. •· y ademas Re me ha dicho que el que -No; poco me importa á donde '' la posee conoce la muerte de la per- 1 vaya. Pue8to que mi patria eHtá pla. '' SOU3. que Re la ha regalado porque }e gada de espÍas, pueStO que nO be ¡>Utlde ' '' sucede alguna desgracia ... por ella. l ya ni pensar sin pedir licencia al 'l'ri. '' conoció mi abuela la muerte de su 1 ~oal de la Santa ... · '' marido en un encuentro con los mo. -Silencio, mancebo, no seais im. "ros. No puedo escribiros más largo ... prudente 1 exclamó Fonseca, manifes­" Alonso, sed feliz, y aunque roe man. ta.ndo cierta turbacion muy agena de " dau que os olvide y que os diga quo su carácter, pues bien conocía el su. " me olvideis no puedo hacerlo. premo poder de la. lnquisicion y lo pe- MARÍA." ligroso que era bnulnr y hasta oir lm. -Ah 1 exclamó el mancebo con co. raje, la. wauda.n que me olvide .. pero al ménos no lograrún que yo lo haga. ! Y al decir esto tornó á leer el bille. te de su amada. -Devolvedme ese papel, Alonso. -El papel es mio, - nadie me lo puede quitar, exclamó el jóven con violencia. -Oh! mocedad, mocedad bien vana 1 dijo Fonseca. con desdeñoso acento i no habeis leido la posdata? Ojeda le abrió otra vez y vió que decía más abajo de la firma : " Os suplico que no guardeis este " papel sino que me lo devolvais con " una palabra al pié, que indique que " me oboedeceis." bla.r de ella. sin profundo respeto. -'l'eneis razon, señor; repuso el jó. ven ; és preciso ser prudentes, añadió con amorgura,- así: ¿ quereis darme una plaza. de soldado, de marinero, no importa de qué en la flota que se pre. para..~ -No, Alonso! no os daré plaza de soldado ni de marinero. -Entónces para. qué eran tantos ofrecimientos? respondió el otro amos­tazado. -Porque de ninguna manera. os de. jaria partir sino como Ca.pitan de un navío. -Capitan yo! -Sí. Sé que en casa del duque de :Medinaceli hacían estudiar el arte náu. tico, pues él cuida de la educacion de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUI~CENAL. los que le sirven,- y se me ha iufor. de confesar la \"Ordad si le encontr{Í. rondo de I"JUe no érais de los ménos rais los defectos contrario~ de lo que aprovechados. 1 pcusais ! 1 -Efectivamente, contestó Ojeda, -Yo no nací para e~pía, se1ior, y á pero unn. cosa, es manejar unn. pequcu:~ eso precio no quiero favores t emba.rcncion en las orillas del mu.r, y j -No pretendo que vayais cm la coro. 1 otro. atra.veHnr los Océanos.' pniiía de Colon como espía, sino como -Irá á vuestro lado uno de los pilo. atni~o. ' tos m;l.'l afamado~ de España. -Ah; el>a es otra. co~a.. Ojedn miró al eclesiástico cuya fama -Es decir, como amigo do úmbos. de astuto y suspicaz era muy conocida ~ ecesito que me infonnon acerca de y dijo cou tiorprendido acento: l lns virtudes 6 defecto~ de Coloo y sn. -Tao tos f:>,·ores á mí !. .. esto me l>or con ~eguridad si es digno de todos confunde, lia fijado su mimdn mande, salvo quo esto mauchc en lo l en Ojcd:~. 8C sonrió corr aire de mofa ~~ mínimo mi honor .. ~. intcrpttllniehulolo elijo : -llahlais, mancebo, con tt 11 hidalgo, '-E-:1 decir c¡uo tenois la convicciou y podreis coufinr en quo uada so os de quo Golon os un Lombre portento~o. pedid c¡ue otro hidalgo uo pueda lm-¡ 1 que uo t icuo defecto~, que u o po~cc cerio si u sonrojo. un iitomo do ott¿ullo ni do ¡;ohorl>ia ; ... . .. ... .. . .. ......... ... ..... .. .... . ... ...... . 1 que es íntegro, honmdo y cst•Í repleto El 2;, de Setiembre tras ro- pujará ri sus sufrimientos. La:~ olo,; van á dillns In mujer od(¡ltera y vuestra voz des- 1 separarte do ella, yn te accrcnrún, - van á nt·mó n sus verdugos. Volved al rebaiio desuniros,- ya os reunintn. 'J'n madre, tu Obt..'\ oveja extraviada. Vuestro hombro ll.'>tá triste madre, desoladt\ en la tibora, onvi­acol! tnmbmdo al peso de la culpa. Oh ! ditwá tus peligros, uoudocirú tu valor. que paro tidoraros este howbro viYa un Hasta el podet· material parocc limitado, dia ; prc,::,l~dmc á mí el valor, vol vl•tllo ,¡ poro ¿quién oncadeun h ~as teis amigos sobre la tierra, y sé cuán almas heroicas las austeridudes do la bueno fuísteis pa.ra con ellos! soledad y de la penitencia. Pero el de. ¡Poro en eso podré yo imitaros 1 seo de ama.ro11 con todas b fuerzas lo Yo he visto en vuestro Evangelio tengo tno vivo como lo tienen vuestros miÍximM austeras, que me repite la mismos santos. " Imita.cion de Cristo," con una fuerza Así, pues, Fi realmente roo probibis aterradora do comentarios. los afectos humanO!;, y si no c¡uereis Algunos rle vuestros santos tomaron ver en wí fin o la. Caridad general para 1 tnn á la letr:l. la probibicion de los' con el prójimo, haré lo posible por so. 1 afectos humanos que renunciaron á to- focar eso:; afectos tan caros, y os suplí. dos. Arrancaron de sus cornzones has. caré que todo mo lo cerceneis, aun ta. la raíz de los sentimientos natura. cuando con esta sola idea se estremesca les, y se privaron de los goces do la mi pobre cora;¿on. familia y df':l la.c;dulzuras de la amistad. Con involuntario temblor escucho lo Vos mi;;roo babeis dicho: que me vais á decir,- resuelta., eso si, " El qne t\m:\ ú padre ó á madre á obedeceros, cuésteme lo que me cos- . " m(LS que á mí, no es digno de mí; y tare .......................................... .. 1 " el que ama á hijo 6 ú bija más que á Dios, que nos dotó con una alma in. " mí, no es diguo de mí." teligeute y que nos hizo para amarlo . á ÉL - la Belleza por excelencia, - no (S. Mateo, cap. X, vers. 37.) puede jamas prohibirnos una espe- No ignoro que hay palabras dirigí. cial simpatía por aquellas alroa.s en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 63 las cuales encontramos algunos rasgos No! lo que dió motivo á este arrebato suyos. de felicidad fué la 'resurreccion del Ademas, es a.rBar ú Dios el dejarnos hijo que parecía mnerto, y no una ter­atr< ler por lo bueno, lo justo y lo bello nura ciega y parcial. que ÉL, -en la abundn.ucia de sus do- La prueba de que los justos son los nes,- ha desarrollado en algunos cora-l verdaderos preferidos, es que á ellos zoues. En ellos su imágen uos parece se les promete el cielo, miéntras que ú más bella, porque está más libre del ¡los pecadores se les amenaza con el contacto humano : le rendimos borne- infierno ! oaje á ÉL, estimando á estas alma.c; Pero a., á uu tiempo individua~ dual ?! social, y con tal motit;o ella ha he- ~ so.ctal! y por c~t? ha hec?o. parte de las c~IO.pal'ie de las iustitudonc.• n:ligiusas !J u~stttucJO~es rehg~o~as y CJ~ll~ d.~ la Iu­cn ·!les de los pueblos de la aJitigiicdad - ura, la Chma, el Egtpto ! 1.~ Grecl',, y ~e De la ]1igiene de los Indios y los Chinos. t~~ods dios pueblos conoctdos de lu anti-guo a . La higiene, que ha sido reducida tan sólo Las instituciones higiénicas de Manou, á ser un sistema de consenacion in di vi- uno de los primeros legisladores de la In­dual, es adamas instrumento de consona- día, van á darnos un ejemplo importante cion social. de esta apropiacion de la higiene al fin IIa tenido siempre por objeto determinar sooial. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 64 LA l\1UJE La antigua sociedad de la India, q11e individ o quo el régimen, el ejercicio y luchaba no ha mucho bajo la mano pode- • las cos umbres profe,¡ionales. ¿Quién no rosa de la Inglnterrt\, fué organizada, como sabe q e:-t el reino auimnl dos individuos e: •nuy sabido, bajo el sistema de castas. criado!'; el uno en un sitio fértil y el se- ~stas ·cnst..~, que tienen onda una su 1 gundo n otro estéril, crecerán compleu­fuucion especial, eran cuatro, distribuidas mente ' ifcreutes, y mi~ntras que el uno por jerarquías. será gr nde y rollizo el otro perwanecerá La primera, de Bmminos, tenia el deber 1 flaco, t· quítico y pequeüo? l do ofrecer sacrificios, estudiar los libros ¿No es á causa de la alimentnoion qne sagrados de los Vedas y enseñarlos; en fin, lse ene ntt-a una diferencia tan completa la mayor parte del poder estaba en sns entre e Inglés y el hlandés? No es taru-manos. bien p infiueuoir. de diferentes costum- La segunda, do los Ksatryas, e~taba en- bres q e &e nota una. fisonomía especial cargada de las funciones militares. en tod hombre segun su proft>.sion '? La tercera, de los Vaissias, debia ejer- Elr imcn fué, pues, tenido en cuenta cer el comercio, la industria, y sobre todo en la I dia, y el prescrito por Mauou al cultivar lo. tierra y criar los ganados. efecto convirtió en un debor riguroso. Lo. cuatta, en fin, de los Soudras, tenia El que altabn á sus leyes incurría en cas­I sólo un dober, servir á las otrus castas y tigos t Tibies. 1 sobro todo á los braminos. Sin bargo, la influenoia de la nlimen- Estns cuatro castas se reputaban puras; tao ion del régimen no }>nede ser eficaz pero existían otras muchas que l1abinn un- lo. condioion de ser porsi~Steute y cido de la union de los miembros do una ruada po1· alianzas extrañas; así caqta superior con ob·a inferior, ó se ha- el legislador determinó esorupu-bian formado de una mezcla de ésw con losame te las con¡¡ecnencias de un paren­algunas do las razas iudígeuns de la India, tosco ,. cioso, y la importancia d~ la he- ' que no pcl"lcneciau á la gran familia aria- rencio. ajo el punto de viJ.ta social ó indi­na y so conse1·vaba~ en estado do guerra viduo.l, tanto de la;; cuo.lido.des!ísica.c; COp:lO y salvajismo: é¡;tas se conaidero.bnn estig- de las orales. matiz.'\das de imp1Lreza natural, y no par- .Así é como en la India la higiene ticipabau de uingun deber social. e instrumento de conservacion so- Atii, on esto sistema de organi7.acion so- cuando des pues del budilimo la cial (cuyo ongen y principio no tenemos ividual y social se convirtió ou por qué investigar) cado. casta tuvo el de- 10, esta creencia trasformó la fun-bcr de ejccutur bu funciou, y conserYarse inl de las clases superiores, y la pura en ¡¡u di~tincion original y eu el ór- que está siempre ligada & la fun-dou do la jOli\IIIUÍa establecida. La hi- ·inl, ~Sufrió uun hllbfonno.ciou pa-gicne fué, pn~s, considerada como uno do ralela, tutis bien, la higiene do:;apareció, los Üu:~trnmeutos de sn conservucion, y porque el resultado que tuvo el mititioismo tuvo quo reglamentar las prácticas mate- fué ha er salir al hombro de la &Jera de rinles, es decir, el modo de aliruentar.;e, el las ley naturale.>. ejercicio, &c., &o., de lo cual debía re- A pé as hay un pnso de la India á la sultar In distinoion que es tan nec&arin á Chilla, si In ley china quiso 1·eglnmentar las castas. Bajo esta inspiracion fué que y dcte inar cuidadol:>aruente la higiene se redactó el Uódigo higiénico de Manou. de la pecie, fuó porque la organizaciou Despue.> de haber determinado con cui-1 políti y socio.l era la imágen de la fami­do. do l:ls bases de la alimentacion comuu, llia y rE osaba sobre ella . ..1!:1 mah'imonio, y haher demostrado claramente la nece- en &í pueblo es de grnndísima impor­l! idnd do purificarse con las abluciones tan tancia. necesarias, á riCBgo de enfermarse, en esos A e e ret.pecto dice Oonfucio que no climas. t.'ln ardientes, el legislador indo se deben se las jóven8!1 en cinco C8SOS : preocu¡Jn con sumo cuidado con todo lo 1.0 cu do son de una familia que des­que ¡modo mantener las Cll6tas putas y cuida s deberes de la piedad; 2.0 cuan­ast- gurar á las primeras 11na gran superio- do no y órden en su casa, y son 606pe­ridnd ffsica y moral. chosas as oostumbrO!I d.e la familia; 3.0 P\Jirque, nada hay más propio pará rea- cuand ésta tiene algunas manchas infa­liz: ar una olistincion física de ~ta y de mant ; 4.0 cuando hay en ellas enfer- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ------....-- REVISTA QUINCEN~L. 65 1---- - --- medades hereditarios; 5.0 cuando las eda. y sus faenas, n la ejec11cion de la obra des sun de-sproporcionadas. . social. El c1uupo qne :;e nos ha reservado uos Así, esta ej{ ucion no os po!Sible sino á impide examinar, aunque $00 lijernmente, condicion de q e el bomhre pueda coro­las instituciones higiénicns de Licurgo y prender aquel dcal superior, unirse á él Roma, apropiadas al deber y á las fuucio- por la YOlunta , y cumplir, !!egUD su Íti.­nes militares. Tampoco ''eremos lo.s de cultad y ampli ud, los actos quo tienden Moi.scs y Mahoma, fund•dns, aquellas eu :i realizarlo. la consen'acion y el ai~lamiento de la raza, Le importa, pues, conser;ar:se sano para las otras e u 1>U funcion de propaganda ex- obrar; luchar enérgicamente contl'll los terior. Pero crcemo¡;¡ poder asegurar qne, males físicos y la degradacion qne llevan entre todos los pueblos de b autigiiedad, consigo la mi¡¡~ ria y los exce;;os; desarro­en la China y en la India, como ou Egip- llar, en fin, st organibmo y comunicarlo to, en la Grecia y en Roma, en la:; institu- la direccion m s favorable IÍ la ejecucion ciones de l\Ioises y en la~ de Mahoma, la de sus fuuciou ~ · higiene ha tenido siempre dos fines: el Esta es efec "nnuente la triple eondi­de la consen'acion individual y t>ocial, y cíon de su acct ~n lib1·e, y en ·vista de esta el de la apropiacion del (ll'branisniO n su cooperncion \'0 untaría, y para hacerla po­funeion especial. :iible y eficaz, ~s que la higiene, que en Sin dnda OJSte fin ha variado do pueblo otro tiempo fu iustrumeuto de desigual­en pueblo, de raza en raza, do oi vilizacion dad, debo en 1 [s sociedades modernas ins­en civilizo.cion; pero siempre y en todas pirarse cou el !spíritu de igualdad y solí­partes, ou Uorua, como en Esparta ó ett daridad unive sal que la convertirá en Porsia, la higiene ha hecho parte de las triple instmmc pto de con:;ervacion, rege­instituci<) DOS oi viles y religiosa<¡ de los pue- ~ neracion J pro reso. blos, y eu doude quiera. ha sido conside- La higiene cbe, pues, ser nl mismo rada. como parto do la fuucion social ; y tiempo, conser 11dora, regeneradora y pro­lo que es evidente en lns sociedades nuti- gt·e.;ista, y deb tener por objeto C!On~er­guas os Yerdadero tumbien en las mo- var el orgauh;r o humano, elevarlo cuun­derMs. do se ha degra ado, y perfeccionado para Bu efecto, la historia prnebn do una , que ejecuto los deberes del hombre. manera incfntablo que la humanidad tien- . Los principi s de la higiene conserva­de sin ce>al' hócia uu ideal de jtu.ticin y 1 dora se compo en: 1.0 de la ley del or­verdad, al cotü se acerca mri.s y más, te- gnui:;mo vivie te; 2.0 del conocimiento niendo la misio u de realizarlo. Ella prue- j de los ageutCB ~no la ~ermiten d&;nno­ba, ademas, que cadt\ nacion y cada pueblo liarse libreme to ; 3. 0 del eouooimiento son, nunqno ~n diverso:> grados do la CB- de los agentes ue pueden impresionar el cala social (s1.:gun sus tendencias e.;pecia- organismo do pa manera incómoda y tur­les), miembros activos de C!lta. fuuoiou su- bar el úrdeu la. armonía de sus fun­perior: que en cada nacion, todo individuo cienes. toma parte, en la ruedida do su actividad (Contillllat'Ú). ----- GALERÍA DE MUJERES VIR irUOSAS Y NO'L'ABLES. (CONTINUACION). PARTE SEGUNDA. continuamente llamando la atcncion del MUJERES DE SOCIEDAD. mundociviliza o,scaporsusactossingu- III llarmente bárb ros, sea por sus injustas SOFÍA SWETCIII!m. • guerras con su ·ocina la TUl'quía ; así no fuo11: algu.nos años que los rusos están dejará de ser ú pl estudiar un tauto la bis- . • .Hace algunos años publicamos en ~n pe- t~r~a. de una n cion semi-Mrb~ra, .semi-! nó~1co de Bogotá, no recordamos cual, un crnhzada, sem -europ~ y sem1-onental. artiCulo acerca de esta misma dama rusa el Los rusos so dependientes de aquellas qllfl se nos ha perdido. ' tribus salvajes uyo Dios era un sable á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -- -- ~-- -------........ LA MUJER. quien rendian culto de ndoracion ; que se 'Esta famost\ Zarina, cuya gloria iguala ' vestian con el cuero de sus enemigos muer- la de Isabel de Inglaterra, tuYO una vida tos en las batallas, y brindaban en sus orá- 1 tan desarreglada y escandalosa como po­neos. Siu embargo, merced á los esfuerzos oos hombres malos la han tenidrJ, y des­de una mujer, Oiga, Snr.ta de la Iglesia pues de una carrem de crímenes, de san-l griega, aquel pueblo esclavo, tle convirtió grey de despotismo, al fin murió llena de al cristianismo, si cristianismo podía ser lo 1 años y de delitos, de resultas de un ban­, que esos btírbaros practicaban, en medio qnete demasiado opíparo, en 179G, dejando : de los m:ís horrendos crímenes. K o haLia 1 el trono á su hijo Pablo, á quien siempre l' Jefe ó Hey que no muriese aaesinado, ni 1 babia tenido mala voluntad y aun odio,­babia delito, des6rden, exceso y abomina- tanto que éste tuvo frecuentemente temor cion que· no tuYiese carta de natnrali?.acion de que su madre lo mandase asesinar. en aquel paío, azot~do por su triste y he- ¿Quién creyera que eu una corte tan lado clima, y poblado por unas hordas do corrompida, rodeada de ejemplos tan in­hombres sin ley ni Dios. La lectura de la morules y escandalosos, naciera una de las historia rusa produce vértigo y causa es- mujeres más noblemente virtuosas que se pauto. La~ mujeres no eran las máuo~ han hecho notar en este siglo ? Sin ero­salvajes é inhumanas, y pocas son las his- bargo así fué, y la hiju de uno de los Se­torias en que, como en la de ltusia, se cretarios privados de Catalina ll (des­tropieza :i cada paso con el uombre de cendiente de una noble familia moscovita), alguna de ellas. Varoniles, npasionadas, se crió allí amnnte do ll\ virtud, de las 1 amantes del mando y del poder, rara vez, grandes ideas y de los elevados sentimien­doopues de haber sido regentes, abando- ~ tos, en tallto que la sociedad de su patria naban el tnando ,¡ sus hijos. La influen- se hundía en el fango del vicio, y la so-cia civilizadora de la mujer rusa se bnce berana reinante hacia alarde r.e una con­notar muy pvco allí ; ella marcha ,¡ nivel dncta más parecida á la do Luis X\' (do con el hombre por medio de una charca Francia) qne á la de oualt1uiera otra mu­do sangt·o y un camiuo Jo crímenes. }Jn jcr por mala que hubiese 11ido. el trono mrn fué la ZariM qne no diese Sofía Sogmonof (despuos Swetchine) , tual ejem¡,lo y no tuviese malas costum- nació en MoscnYa el 22 de Noviembre de 1 broo : lo. corrupciou oriental reinaba entre 1782, y su padre, al notar su viveza sin­los noble), ) el embrutecimiento bP<>tinl guiar y grande inteligencia, se propuso entro lo~ ~:o-iervos. Allí no ha habido nunca educarla lo mejor posible y C\tlti,·ar su 1Jueblo, sino déspotas y :siervos, que natu- naciente talento, inspirándola. gu!;to por 1 ralmente se odiaban y se hacían mútua- las artes y amor llOr las letras. A los doce mente una guerra sorda : en los últimos años Sofía conocía, ademas del ruso, el años ha mejorado un tanto la po:.icion de fron~, el inglés, el italinno y el aletuan, la plebe, voro aquello es m:í:~ aparente y estudiaba con provecho el latiu, 131 grie-qtte real. go y el hebreo.- Sin embargo, su padre, Podro I, llamado el grande, porque como buen ,cortesano de Catnlina II, - la lo fnó efooti vamonte como legislador y admiradora do Diderot y Volt.aire,- ol­como Zar, et·a uno de los hombres más vidó entre tantos estudios enseñarla otra criminales, corrompidos y brutales que re- religion que no fuera. lu que \•eía en las gistrnn los anotes del mundo. A su muerte pomposas ceremonias en la iglesia griega, reino su mnJer, Catalina I, la quo habio poro no la hizo estudiar lo que deberia sido vivandera de sus ejércitos, y mujer creer. Ella no sentia tampoco la falta do de un soldado ántes de ser elevada al un 'elemento tan necesa .. io en la. vida trono: naturalmente una mujer criada do nnn mujer, y aunque no era. inct·édula en medio de los ejércitos de l'edro no po- era enteramente indüerente á la Religíon, día dar buen ejetUplo en ~:ou elevada po- contentándose ~:on estudiar á lo~ filósofos sicion. La emperatriz Ann, que reinó do la antigüedad y loer frecuentemente desplles, tampoco tuvo 11na conducta los grandes escritores teológicos, oomo moral, y otro tanto sucedió con Isabel, para admirar su estilo y el arte con que ; que permaneció sobre el trono ilegíti- habían compu81lto sus obras, y no para 1 maw.ente más de diez y nueve años. Se- buscar allí la idea de Dios y admirar y guid;ameqte se presenta Catalina II, á adorarle en sus obras. 1 quiem tambien llamó !JMIICl.e su pueblo. .Al cumplir diez y seis años, fué nom- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA 67 brada dnma do honor de la emperatri;rlel centro~ círculo e.o;cogido de los ?t!nría, mujer do Pablo, y on ella halló per,onnje.'l de mis cntegorín en le hn­nquelln vit1u0tln princesn, tan diferente de thin acogido á la corte de l'nhlo. Poco án­. laa antcrinr011 empomtrices, snpo nprccinr tes do 1!1 dosast sa mue>rto del Zar (que el car,¡ttcr e>lovudo de nuestra heroína murio a~ellinad ), ol General Rwotchine y dispensarla sus favores. Ademas esa perdió el favor del soberano y tuvo c1ue corto en que el duro despotismo do Pa- alcj¡n·¡;e de Sao 1 etor~>bur,go. Entóucc'J su blo pe:;a}¡n on primer lugar sobre su con- e~tudiosí:siruaesp sa,aprovochtínquclticm­sorte, - que aufrin ~>iu quejarse -In ensoñó po pnm empe1.ar pn concienzudo ~tudio del lt\s }J(lnnlídndes de l11 vida y la triJ,tesuerto cri&li1mismo, de du~> l>llCtn..,, pro<_;rcso y Ullll'­quo llovnn los graudc.s on las posiciouCI! eh a al trn \"CZ de los siglo:;, con el objeto do más l1rillnntc. ; ¡u;j la.'> vanidad e,; duloro- esco~or entro to las la ... ~cct~ unn Hcligion sas do Rllucllas existencias la hicieron com- c¡uo fuera enter. mente do bU gu:sto y ucor· prender que nllí no &-taba In dic!Jn. do con ~;us idea y elevado }JCnsamieuto. Sofía, ~~ posar do su tipo mo:;covita, tnn ,\lontlibala en e t.'l. ·via el Conde do Mnis­controrio ú. la hollczn europea, tuvo mu- tro, aunque olla o aceptaba aún RUS ideas ehos prctcndiontos tt MI mono, no sola- que lo pMccian emasiadu C:"~:llgorndns co­mento con muti,•o do lu. alta poRicion mo partidnrio d la teooro.cia y do loll jo­que ocupahn en la cortQ, sino pot· l:l ¡t>uitns. Aquellos e.stuuios fueron int~n-nm .. gracia do sns modales, su agmdablo con- pidoa por los ~ contccimiuutos poltticos. vorsacion y di~tincion iuuata. Entre to- En 1811, cuand• se anunciaba la iuvusion dos, su padro favorcci,j á un amigo sn)·o, do Xapoloon, el Geuernl Swctohine (que el Geuoml ::iwctcbinc, hombro do mtís do Labia rehusado 1 o:. empleos filiO lo ofrecia cuarenta aiios, poro do ~mn ,-alimento cu el nuu,-o cmp 11-ador Alejandro) pidió la corto y dusérias cualidades. Sofíu, 'lue y obtuvo un em ploo militar en el ejército tenia pooo uu~ do diez y ~;ioto años, aco- dcíoni!Ol" del ;, elo patrio. Eu Uluto su gió con gusto al elegido de ~>U padro, con mujer, uuiondo sus fuorms tí las do la tanta más n1zon cuanto r¡ue él lo ofreció cmpemtriz roin nto, fundahl~ una socio­' lno jamas la liO}JI\I'UI'Í!\ de una hcrllll\ll!\ dad do l'Ot.:Orr }JanL lu11 VÍC.:tiiUll'J dO ln monor que toniu, y á l¡uien olla.nwalm tie>r- guor111. J~n tv!n 1 cargo ;\lntlnma Swet.chi­namonto J>Ol' huuórsola recomcuuado '"' '¡ uu dosplcgcí nu t>in::tnlar aptitud Jl'~ra re­madre al morir. git· la:; inlitilu9'one:1 do L(mofict,ncia, y No hacia nuwho qno so balti., m~>:lflo ,¡ pesar do ~;n ~a. ud delicada, oru unérgica, cuanilo muriti su patln• reventiuanwnle, ·' 1 activa, prmlent( y nlme~dn lu\¡¡18 el ex­esto la produjo \1111\ imprcsion tan voho- cel'\1, l•Or lo uunJ la idolntro'blln los poloros, mente que decidió do ln \idn do liu ~p í - la ohodcciau cie¡;nmculo 105 empleados y ritu y do ~>11 alma. " Ella no habi pcusndo la rospctnhnn tddu~;. DIIIICil en Dios," dico &u biógrufo, el Con- lJun vez con luida In guerra con X apo­de do :E'allonx, " pero esta primcrn solo- looo, umclalu:\ :S•vctchínc, aguijoumda por dad del alm11, osh ucccsidaJ do un npoyo el 1l\$t o c.lc t ... u · litjlitlas ido.'\8 svLro l·eli­mor:\ 1 (qno ha~;ta C'lttúnco.¡ hu!Ji:1 cucon- ¡.;iou, ~o propus rotirnr¡;o sóla ~~ uun quiu­tradu ou ~~~ padro), ou cuya perdida no la, - tiiu udmiti visitns do nadie, .... y lle­habio ponsndo, l11 obligó ñ clovo.r sus mi- van do con !ligo 1 n grnu colcccJion do libros radas al cielo; 11u primom oracion surgió do controversia cligioSII, ent.rcgnrso c.:uor­de su primor dolor, y 110 teuiendo 1t <¡uién po y alnm á till c:;tudios tcol¡jgic.:os y filo­decir Pauro 111io 1 exclamó : Dios mio ! " ~óficos . Pero n ,;olnmcnte llllvÓ para es- Desdo IUJUt•l momcuto so propuso bus- tudiar lo,; autor• s defensores del cristia­car consuelo cu unn Heligion ; h griC!,'tl l uismo en todo, 1 n:; mmos, siuo un11 colee­no le cm 11iwptítica y no llenat.a su: aspi- ciou do filó:;o~ :; nlcmnucs y franocses raciones ospirituale~, y qnko buscar la cuctoigos del e ..-.tiani~>mo. Quoria estudiar tl-rdad cu otra parto: pero aquel JiCn~a- la c.:ua¡;tiou baj toda• sus faces. miento quedó eu ombrion en su monte y Esta. época do la vida do modawa no fué aiuo aiios doopues que pudo llovlll'- Swetohino es s amonto intor06llntc, pues lo á, cabo. 1 • , jamas podrá el catolicismo glorian;o c~n Como tm mnr1d0 ocupaba una alta po-~ una convoroion tan verdadera y tan hn­bicion en la corto, la sciiora Swctchiuo era llanto. Sin cm rgo, Javier de .:\Inistro no ~--~- --- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ---------- - ----------------- 68 LA )!UJER. , --- ---------- aprobaba aquel método, él pensaba quo " pos cuando Dios hablaba oficn?.mente li para dC~;cllbrir la t•et·dad y para ser ilumi· " los hombres patentizando claramente á nada por la [Jfacta ella debería do hnberln " &us elegidos su pred&tinaeion. Qué ca m­buscado más bien en la oraeion quo en el " bios en los corazones, cntínta lnz habin El!>tudio. Pero él olvidaba que son muy " allí para las cO$a.S divinas 1 En medio , diferentes las organizaciones mel'idionales," de los abismos de la ignorancia humana, de las razas del Norte ; las primeras obrnn '1 qué obras las de uquellos cristianos ~ue siempre por ímpetus y se dejan llevar por 1" todo lo abandonaban por sn creenCia ! 1 la inspiracion ; las segundas son hijas de 1" Los más duros sacrificios no los satis­la rcflexlCü y no se dejan dominar sino " fnctan y ~:>e dejaban conducir al marti-l por un verdadero convencimiento. Des- i" rio con una alegría increible ahora. Des­pues de un estudio detenido de cuantns "pues de haber puesto la mano á la gran­obras se habían escrito acerca de la reli- " de obra, no vol vinu á mirat hñcia ab-as; gion ccistnna. y anali7.ado obra por obra, " todos sol! afectos, todos llUS haberes eran 1 copiando, traduciendo y llenando cuader- " para ellos secundarios. Lá tierra se con­' uos~obreroadernos do extractos yrefiexio- "vertia eu nn lugar do destierro, tan con- 1 nes, al fin se declaró cat.)lica, apostólica, " centrada tenían su alma en el pansa­romana. El diat·io de su conversion, es una " mieuto del cielo que el resto era para obra on Oltn.Jno importante y deb~ria po- "ella iudiíezeutc." net-se en }'rimer grado entre las manos de 1 aquellos que desean sincernmente buscar la urdad. Nada instruye tanto como el contemplar la lucha de n:.:a alma que bus- " En lo!:! momeutos en que mi tllma está 1 CJ. la luz :on ahinco, la desea ardiente- " dispuesta á todo, cuando los pactos hu­monte y al fin la encuentra alborozada y " manos dosul)areccn á mis ojos, encuen­llena de mtima satisfaccion. " tro cierta ¡¡atisfaccion en escuchar la Permíhscnos copiar aquí algunos pá- " voz de mi conciencia, y sacrificarlo todo rrafos de -.~ta obra que encontraruos citados " en aras do la verdad. Entónces com­en la vidt. do madama Swetchinc escrita " prendo mejor la importancia de mis es­por el Conde de Falloux. " tudios, y la llccesidad do recorrer aque- " E:;te Diario, dice, es un verdadero 1 '' Ua via b"embrada do espinas que n1e " monumento de mis vacilaciones, de la " propuse tieguir. Dios mio ! ¿podré vaci­" iucreible movilidad de mi espíritu, y 1" lar entre los moYimiontos que son la " sobro t.>do es uua prueba irrecusable de " pura oxpresiou do mi almo. entregada á « los c.~fr.erzos prodigiosos que 'hice para " sí misma en la rueditaoion y la soledad? 41 ponuaJ.eeer en la rcligiou en cuyo ~;cuo " ¿ )JOdrti ,-acilur entre 01;tas inspiracivnes 11 n'\cÍ c<.n la lJlejor buena fe posible." "y las impresiones nacidas en medio de " los sillones y las distracciones del ruun­" do qne enturbian el e.!ipíritu? " "En tl curso de lo. historia se ve fre­" cuentemoute que el barco de San I'odro " cstñ &xpttCbto á grandes peligros, pero So cotÜpreuderá mejor e.;;tn ,·acilacion, "npéna~ el católico ompieza ;t temblar y esto tcJUor do abjurar ln 1·eligiou griego. " luvaut~ los ojos arrasados de lágrimas que mnnifie3ta á cada pnso madama Swet- 1 11 nl cielo para pedirle proteooiou y pre- chine eu su diario, cuando so ~;opa que el 11 " gnntarle qué suerte correrán sus espe- l~mperndor Alejandro llc,·ó de Alemania " ranza!l, cuando cesa la tempe:;tad y se tt Rusia un espíritu vacilante, y .¡u e desea­" restablece la seguridad. 1!:1 ::leiíor podría 1 ba encontrar la verdad en otra parte que " decirno~ entóuces: Hombres de poca no fuese en la religion de sus padres ; sus "fe, ¿por qué dudais ?" consejeros y co11:esanos temían aquellos seotímien!oa y temblaban ante un cambio; así los católiCo. eran mal mirados en ln 1 corte, y m~ nnturalmente los que se atre- 1 " Cuando so estudian los primeros si- vian á. ~jar h religion griega por la ro- " glos del cristianismo no se puede ménos 1 mana. Sin embargo Sofía Swctcbine ab­" IIJUe admirar su fervor, en aqnollos tiom- juró, pero lo hizo en secreto y ~in que lo ----- -----------~--~------------ --~---- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 69 supiesen sino sus más íntimos amigos. A de- Madama Swetchiue viajó en Italia, y mns, el Emperador babia manifestado á sus juicios críticos de las artes, de la bis­madama Swtchine particular aprecio, y toria y los monumentos de aquel país re ve­aquella estimacion causó envidia á muchos lan sn distinguido y claro talento. A su y mala voluntad entre los nHis de los cor- 1 regreso á Paris penetró auu más íntilll(\­tesauos. Ella, sin embargo, no estaba sa- mente en el seno do la alta sociedad del tisfecha con aquel modo de ser y buscaba 1 barrio de San Gerroau. Aunque su salud algun motivo para hacer pública su nueva siempre mala la impedía frecuentar par­fe, cuando una circunstancia imprevista sonalmeute los salones aristocráticos, los le dió pió para llenar sn deseo. Esta fué 1 miembros de ello. la visitaban en su casa una órden ó ukase del Emperador dcste- y la consultaban en lns cuestiones mús n-nudo á los Jesuitas por las numerosas úrduas de su e¡¡:istencia. Su caridad era conversiones al catolicismo que hal>iau he- inagotable, y tenia organizadas sus limos­cho en Rusia. Natmalmente se dirá que nns con una mnostría, un arte y nn cono­aquel disfavor del Zar dehi'l impedir, mús cimiento del cornzou huma.no qne prodn­bien que alentar, á la nueva convertida en oia el mayor bien entre los pobres á quie­la declaracion de su fe; pero las almas nes socorría. El padre Lacordaire decia valientes y generosas enl!ucutran en laa q11e olla tenia palabras celestiales para ali­contrariedades de la vida un alimento á viar á los desgraciados. " Elln tenia el don su ánimo, y así sucedió con la noble rusa, de la sérenidad, dccia una de sus pancgi­cuando el catolicismo se encoutt-aba des- ristas, y era el antfdoto de todos los males amparado y sin apoyo en Rusia, eutónces de esto siglo ; era indulgente con el error se declaró mietubro do aquella religiou. y aun cou el mal, porque estaba exenta de Aunque la alta posiciou del general él enteramente." Swetchine, y el favot· que disfrutaba su Su influencia benéfica era todopodero­mujer en el ánimo del Emperador, impe- sa en la via del bien ; sus consejos la dio. que sus solapados enemigos la hiele- prudencia misma ; su celo por los po­mu una guerra franca, 1imbos esposos no- bres y desgt-aciados infatigable ; su amor tarou quo su vida eu San Potet'Sburgr1 al estudio no la impedía dedicar diaria­seria en adelante penosn, y resolvieron mente algunas horas á los est.nblecimion­abaudonar su patria y radicarse en alguna tos do caridad y t¡ visitar cada vez que otra naciou europea. 1~1 Zar manifestó podía lo-s mendigos y los enfermos en sus pena por la sepamcion do su corte de casas miserables. aquella virtuosa mujer, y desde entúnces "Duscar á Dios (dice su Liúgrnfo), en- . hru;tn 1>11 muerte (li)25) ooutiunú con eUa contrario y amarlo fué toda la vida do • una interesante correspouc.lencin epistolar, madama Swetchine." que de.,~mcindamcute so ha perc.l.ido. La c1~i da do los Borbones del trono fran- CuaiH.lo matlnllla :::iwetchine llegó á Pn- ces hizo en aquella ~eñoro. rusa, ya conna­ri!!, á finos del año de 1816, se encon- ¡ turalizada con Francia, una impresion tan tró rodeada do un círculo do auügos, grande que jamas lo olvidó. Ella amaba puesto que durante h' revolucion y el y respetaba porsonalmeuto ,¡ los prínci­subsiguiente imperio gran número de no- pes, á quienes babia conocido y admi­bles emigrados habían }¡alindo acogida y rado en la corte ruso. durn~te su dc:;tic­ho: spitalidad en la corto de Rusia en gene- rro, - y a domas teruia las consccueucins ral, y pnrticulurmeutc en cns:1. del señor ue uua rcvolucion que exaltaba las mnbas de ;:3ogmonof, su padre, y en la del gene- y S.."\Cá~a de raíz rL In. sociedad. ral Swet.;hinc. Ademas, iba recomendada Consejera del Conde do Montalombert, ' , por el Couc.l.e de Mai&tre, por su fama del padre Lncordairo (á quien ella corri­como mnjer de sociedad y de talento, y en gió de su mano el manuscrito de la vida breve supo captarse el cariño de cuantos do Santo Domingo), del padre Ravignan, la trataron. El círculo do sus amigos se del abate Dupanloup (despues el famoso componía de personajes como Chatean- Obispo de Orleaus) y de otros muchos briand, Montmorency, Cuvior, Abel de eclClSiá.sticos y literatos, los reunia ft·ccueu­Remuso. t, Villcmain, la dnqueaa de Dúras, tementc en una capilla que tenia cu :>u llumboldt, La. Fayetto, &c., figuras todas casa, y en donde los unos deciou misa ó de primer ót·den en el mundo y la ci vili- predicaban y los otros escuchaban. Mucho lizaciou, las ciencias y la literatura. se ha hablado de la congregacion de Ro- TOMO Il. 9 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ----~-------- -------··~ 70 LA MUJE ~. yes que logró Napoleon reunir en torno l encont aba en sus obras ó ~iscursos y suyo en Alemania- ante quienes represen- siomp~ ~ le acataban sus consejos y obede. tuba el famoso trágico Talma, - pero c:.t.a cian s~ ~ indicaciones. rcunion de hombres ' 'irtuosos predicando Lo3 ~!timos años de la vida de nuestra delante de persona~ como Chateaubl'iand, rusa ft' eron de grandes !!ufrimien~s. Pa­Lamartine, Donoso Cortés, de Broglie, decia ~ ~1a enfermedad del cornzon y no de Maistre, y de tantos reyes de la in te- ' podi:\ livit\t·se sino :í. costa de mil sacrifi­ligencia nos parece un espectácnlo mucho cios y e un retiro casi exclusivo al campo, rutís imponente y 1·espetable. léjos d ~ los pooos amigos que su salud le La revolucion dcl año do 48 turbó com- 1 pel'nlÍÍ a recibir, ademas su amor al estu­pletamente la paz do aquella tranquila so-l dio, al trabajo intelectual fué aumentando ciedad ; 1:J. parte política q no tomó entóu- 1 con la ~dad, y el privarse de ello la hacia ces Laruartine, la muerte de Chnteaubriand, sufrir [.uucho. lo. dispersion do los nobles del barrio de Des ues de muchos diss do una lenta San Germo.o, que temían siempre una agonía soportada con la entereza de una nueva ¡·ovolncion de 8!>, -los acontecí- cristia a, la sumision do una santa y el l micntos políticos que se sucedían, sin que compqftamiento de una mujct· do bueno. sa hubieran podido prever, la muerte do 1 soeied d : sin quejarse nunca, sin moles­bUS mejores all)igns, la de su hija adO}lth·a, tar jnl' a11 á sns enfermeras, ni tenet· un la del o.ncialio general Swetchino (en sólo Cl ~>richo ni la menor exigencia, el 10 1850) á los!)~ años de edad, que ho.bio. de Sot e•nbre do 1857 madama Swetchine gozado hru;ta entónces de buena salud: la dejó d existir, en PariR, rodeada de algo­de Donoso Corté11 (en 1853), la guerra ' nos u e sus ~;obriuus y de sus uumerosos entre l!'rancin y Rusia (en 1855) : todos cuan te sinceros amigos. Basta decir que aquellos golpes seguidos In afligieron tanto JJacor , aire, Mont.alembort, Augusto Kico­quo ya no quiso vivit· sino en la soledad, las, el ~ríncipe de Broglio y otros perso­entregada á Dio~ u o oHÍs y al deseo de ir á no.jes elmiswo jaez pronunciaron su ora­reunirse eu In oho. vida ai loa sé1·cs que ciou f uobrc, llorando nquolla in·oparnble tanto babia amauo en ésta. Sin embargo, pérdi< la para la sociedad. Le faltaba poco 11i madama Swetcbino se retiraba mtís y mátl d dos meses }lO.ra Clll\lplir 75 añ<>t~. roús del contacto cou el mundo, no por Sus obras y cartas bo.n ~ido coleccior a­eso dejaba de tomar interes en el moví- das p< el Conde de Falloux en varios miento intelectual y sobre todo religioso. volún: enes, mmquo desgraciadamente se Corounicábase frecuentemente por llledio perdÍ( on JUil(;hus ue sus mo.ou::.critos y do cartas con todos los hombres de buenas no pu ~ieron cn<:ontmrse dcspucs de su influencias que babia en la l:iociednd pa- muert ri:;ionse, daba francamcuto su opiuion, re- S. A. DE S. fu taba con toda sinceridad los errores que 1 ' CUADROS DE COS'~UMBRiS. MIS SOBRINO ~ Y YO. (CONTINUACIO ~). II 'pnes ~e h y 10 pretenden averiguamos la vida; brc1ins del udero. }iotando que uo wty do otro modo suceue con lrL mujer rnc veía, 6 o quoria hacerme caso, pnpin, aunque sen una sn.nta.: 'lo~ quiso que me oyera, y empecé á gritar mtrido~. por lo general, :o hallaban soln.<~ y estn.ban 6 adolr-<'~úll­moda muy desagmdnble, y es la ben- 1 do completa lihortau; nna.s se bnbum dita costumbre do que todas Ja.s m u. recostado sobro ios canapés; otras, s~n­cl. mcha.<; vayan comprometidas desde tndns en círculo, forrnnbnn grupos dis­liU! i casas á bailo.r cinco, seis, doce, tintos, seg110 su edad y carácter .. Cerca quince piezas Con todos los pepitos co. del ¡;Ítio en que yo roe hallaba Vl n. tres uocidos suyos; y cunndo uno ~e pre. niiia.c;, todas conocida.; mías: .Ah tea, sentn le ofrecen la lij.~ iUlt\ pieza ó In una de la.c; bijns de Hilarion y bo~mn- 1 d(ocimn octnva por favor; ó si nó, la n:~ do Quinto Cursio; Aspasia. m1 bO­roitnd de la pieza que vnn ú bailo.r cou briun y Ariadot\ Chacon, hija do un fulmtito. Pero cuando uno llega tarde l amigo mio ; esta niííitn tendría apéMs y ha pasado la primero. efervescencia, 1 quince o.ños y cm muy bonita. ti pe!:ar &e consiguen parejas de segunda mano del disfraz que la afeaba. Cuando me con un buen descuento. senté en mi observatorio bostezaban -Cómo exagem usted, mi amigo l á trio. -No, señor, no lo crea; aboro cuan. -Hace una hora que estún los 11om-do entremos verú si lo que be dicho os bres en el comedor! dijo una de ellas. cierto. -No, hijita mía, te equivocas .... Llegamos á ln C:t.!la de Don Toribio. nosotras volvimos de~do lns once Y Se veínn las ventanas iluminadas por medin, y ya dieron los tres cuartos dentro y se oía el vago rumor de rnu., po.rn la una. cbns voces. El por ton estaba abierto, -Vaya. un comer l. .. y t.~bí la e~Jem co,n mi jóveu amigo, -Y lo que es peor, un beber L. Es- Qwnto Curc10. Noté que los corrcdo. cucho. como se ríen! res (6 galerías como dicen ahora) esta. En efecto, &e oían distintamente las ba.n desiertos : en el salon babia. o.p6- voces y los palmoteos que producía na.s un murmullo va~o y poco animado, el sexo feo en el comedor. miéntro.s que en el mterior de la casal Mis amigas pcrmtmecieron en silcn­se oían gritos, voces confnsns y risas. cio bostew.ndo. Mi compafiero me dijo: -Han convidado pocos jóvenes co. 4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 74 LA MUJER . l nocidos mios, dijo la niñn de quiuce 1" el tiempo es dinero." Yo digo : " el años. novio es dinero 6 un equivalente." 1 -¡Qué tal te parece Arturito? pre- -Ay! hija de mi alma, qué equivo. f guntú Aspasia. cada. estás! Snbe Dios si tu don Uli. -Me })arece que te galnnteaba., ses no te permitirá, cuando ya seas su Ariadna. espo~a., que uses nada de eso. Pero su- -A mí! exclamó ésta ; tal vez ... pe- pongamos que tengas ricos muebles y 1 ro devéras no me gusta. cal-la, que uses joyas costosas y vestidos 1 -)lírenla. qué remílga.dn. cí la, den1-iére, ¡qué puede >aler ese -¿ Y á cuál prefieres ! preguntó boato comparado con el desasociego Alitea.. interior de una vida entera? De qué -¡No te he dicho que Lindoro me servirá la va.nid~d alimentada por el quiere y yo le corre~poncio ! lujo, si en cambio te consumen las pe- -Todndn! nas, te marchitan las lágrimas y te hu- -Sí, pero no podemos pensar en milla la posicion do \loa existencia matrimonio: ... él es pobre ... mit~ntras ¡ dedicada al ingrato dios dinero! Yo, que don Ulises tú sabes que os rico, por mi parte, proferiria una honrada de bueoa po!:iciou y me hn. dicho que pobreza. con ol amor oo el corazon y la ~>i quiero ir ú Europa. me dará gulitO... sonrisa en los labios. -No me lo digas: contestó Alitea. Al decir esto la llamó su madre des-i Aquel viejo ridículo, viudo ya dos de la pieza vecina., y la preciosa jóven veces, ó no se s..'l.be de cuántas mujeres, se alejó del grupo. lleno de manías y con un géoio ... Ese -Lucesitn es muy romántica, dijo Oli tu novio? Alitea. Ariadna no contestó nada y -Y por qué no 1 ¡ X o es rico, no tic. la oí suspirar. nes reuta.s y haciendas ? E~as cualida. En ese momento ¡:e oyó el rumor de des son soberanas. Me ofreció un piano los hombres que salían del comedor, y de colal Qué te parece 1 Mo regal61 al punto cambiaron las fisonomías de tamhicn... todas las sof'íorna del sn.lon; oa.ua una -Una. mwieca 1 de ellas se sentó, se endorez6, so arre- -~ o: un aderezo de perlas y dia- gl6 al descuido el peinado descompues-mautc! l como el de la mujer del mi- to, la cinta aja.da, el traje arrugado, y nistro de • .., ! todas las miradas J:O dirig-ieron con ruás -¿Y quién te ha. cnseiíndo oso, crin. 6 ménos in teros húcia la puerta ; un tum 1 C.."tcl:unó con suave voz una. se- buen ob:ervndor que hubiera podido iíorita, tnu bonita como bondadoso ora estudiar cada una de esas fisonomías, su aspecto, y cuyos mOCinados de baile. No dudamos que esta mo­da se aclimate entre nosotros fácilmente, pues !Amemos varias familias de sapos de di­ferentes formas que no será qui:eá difícil de atar con una cadenita de oro al blanco brazo de alguna hermosa dama. Digo el brazo do CllllliiO pliega prohib ga en se mm augu~>t la envi cuente zapatit como 1 Pero Imprrao por Zwrt.oclo A. cariñosamente y la dieron tan da. educacion como á sus pro. ·as. S. A. VE S. ( Continua?·tí). on moti\'O de la abundanciB dd m~tt•rlal Loy o muy poco d•·l "'l'all•mnn de l::nriqo~." En óximo número~ pubhtnr« lo que tnlt" ~n é•te. dama porqno nuestros sapos crecen n esto$ climas, y serán demasiado para poderlos lle,·ar entre flores y co mucho murieron en Inglaterra tlos á consecu~:ncia do los trajes ;~pre-m\ de ellas cayó entre un rio, al mucho á la orilla; sn compañera ayudarla, pero se enredaron en las los vestidos, en tnnto que lo npreta­sto de ellos no las dejaban libert.nd veJse. Miéntros mtis esfuerzos ha.­sali r, más se envolvían en las telas, e se fueron al fondo dol agua y las entero mente muertas, ñ pesar in ndomos ; polo­• n plegadas por del ras y por dela~te¡ con bandas y sin ollaR. Para sahr n odog los trajes son cortos, os decir, ninguna; para baile 6 tet·tulia usan 1 larga y :ulom11d;\ como si fneseu nns. ¡Pobres mnjcres! ...... Cuando son oschn·oR, si no de 1111 marido, de a y do su vnnidad l .Pobres mujeres ! tan cll aqueMos gironcs Coi>lOl

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La Mujer - N. 15

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La Mujer - N. 12

Por: | Fecha: 15/03/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -1 r.uz Y li'l~ T>AN li'Ul!~RZ \. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL IZXCl.USIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, DUO L.\ DlHt:<:CIIJ:'i" lll. 1,\ Sl>~ORA SOLEDAD ACOST A DE SAMPER. ~ l'm:cto :lO C$. ESTUDIOS HISTORICOS !:iOH ltN LA :MUJl.;tas griegos, que son mtís ú méno~ verfdicos. Los fenicio;:; ú r.muouos, como l01; lln- L:1. (.poca de la fundnciou do CartaCTo ma ln E~critura, fueron los fundadores es incierta, pero .se cretJ quo serin edi. del comercio mn.rítitno :Nacion pací. ficadn pO<.'O m(\S ú ménos como nueve fica é indul-ltriosn: ¡;e cree que e m 1 si¡,clos tíntos de nncstm .~m. oriundo. <111 b A muía lt'eliz. Los fm1i. U un. u iota del rey llo Tiro, lln.tnnda cios 110 po1.ian.su gloria eu las conquis. DiJo, viuda de un !:iumo Sac.:ordoto Jo tu!! ú tna11o armada, corno todos los do. la ciudnd, era mujer auirnosa y do as pueblos de In nutigucdad, sino que, inlhwucia en la corto,- nsí, pam sus. trabajadores y nmnntc.s de la. paz, rt:l- traerse al poder de su hermano, Pi~­corrinu el mar Mediterráneo con sus mnlcon, roy do Fcuicin, que pretcn<.ha otas, y fuudnbnn colonias en donde npodomrsc do sus tesoros (quo oran uiern que encontrnbnu una plaza pro. muy crecidos), se ernharc6 en ,·n.rios un. ia parn su comercio; fueron sus imi. víos morenotes surtns en el puerto y tadorcs los \' onecit~nos de la. EJ:""Ld .l\lé. huy~í de su patria. itl y los I uglcscs de la érn moderna. Y eudo por las orillas de h costa de pesar de quo los fenicios emn lnLo. Africa. en busca do un puerto seguro, iosos v tr:tbn ja~lorel:l, la. situacion do lo. llog<í á u u sitio muy do su ngn~ súbditos, mandó )evaiJtar una pira bul'car la paz con la'l naciones que tra. de leña bien seca en la mitad de lu. l taban de hacerle la guerra, (¡ co~ta de plaza, y subiendo á ella. ordenó q\le le sn dignidad y de su p:~.triotismo. pegaran fuego, ~crificándose en aras Habiendo sido vencidos completa­de su patriotismo y de sus recuerdos mente los ejércitos cartagineses por ' conyugales. .. lvs romanos, aquella ciudad oyó at6ni. Despues de In. trágica muerte de ta. y horrorizada. de boca de sus Yen­Dido, los Cartagineses resolvieron no cedores la órden tie aba.ndon:J.r en masa reemplazar aquella gloriosa reina con la ciudad, y considerarse súbditos de , rey alguno, y constituyeron una re:pú- Roma. La desesperaciou se apoderó en­blica, que duró 700 años, la cual no tué tónces de aquel pueblo desgraciado y destruida sino 14:5 años ánteo de Jesu- hombres, mujeres y niños juraron mo. cristo, por los Romanos. rir más bien dentro de aquellos muros Los Cartagineses continuaron, como queridos, úotes de oLedecer á uua 6r. lo demandaLa el c'l.ráctcr de su raza, den tan cruel. AproYechándose del des. entregados al comercio y fundaron m u l. cuido de los romanos que pen•,uon uo titud de colonias. Se apoderaron de m u. era temible un pneulo desarmado, los cbas de las islas del Meditenáneo, de cartagineses lograrou en pocos días fa. gran parte de las costas de Africa y de bricar arma!l y fortmcar:-o, dando las las principales provincias de R;pnña. mujeres sus joyas para hacer lanzas, y Su conquiota. más gloriosa. fué esta, aun- fU pelo (que sin duda lo tendrían lar­quecou motÍ\'O chos de In. guerra, bmr de oadth·cres la ciudad entera, al ·• pero ojal:i que lo:; trlioscs te inspi­fin ca pi tu!.~ el grueso rln la pol•lacion- "reu un terrible castigo para ese co- 50,0110 hombres que habiun quedado vi- "barde traidor:" Eu seguida seiialaudo vos-loscual<'sentre!!&Udosu~armassn- ú Asdruhal que procurnlm ocultarso á lierondP-1 limbito de la ciudad. Siu em- sus ojos, n.iiadirí: "Yod á ese aleve, bargo .Asdrubal, su mujer, su hijo3 y "que 1Í un tiempo es la deshonra de la ~00 personas m:ís de uno y otro sexo y " patria y rlc su fnu1ilia, yo le maldigo: de toclaR celarle,:. no quisieron rendirse ".Ar¡uel fuego nos hará cenizas á todos, siuo que se encerraron cu el templo de "cu t:wto que l-1, vil guarrero, ornará E<:cula pi o,- que estaba situado sohre ''el Ct\rro triunfal de sn Yencedor, y u u a altura y defendido por u u precipi- " st1frir~ b. pena que merece su i u fa. cio,- re~uelto., todo« :í morir allí íiutes "mial" que entregar~c. ¿Cuál seria JliWl', la Cuando hubo ne3h:1do de hablar ma. sorprcc;a do aquellos lH!roés, así como t6 uno (.uno. y cou su propia mano, ú la del ejt{rcito cuemigl), cunntlo vieron MIS hijos y los tiró enJtnetlio de las lla- 1 repentiamncate al Ueuoral Asrlrnbal mas, y despuec; se ti m dla misma den-¡ preci pi ta.rse por las gradas que pouinu tro d"l teml'l.o incenoí.?do: todas las 1 eu couauuicacion el templo cou la ciu- demas persoua.Sliicit!ro~o tanto, dad, y llevando en la mauo una rama sin quo se sah·a.se un~-SQia. . ~ de oh\·~ implorare) penlon del vence- Así la historia de la~b}i~;a:catt .. 't9 dor ! E ta cob:udía de S\1 jefe no sirvi6 gincsa empieza con Ul • cena de in-do ejemplo á los demns. siuo que al ccntlio y ncnba lo mismo, E;i-endo en¡ wntrorio, parecía como si la f:tlta de,ámhas el principal actor de o.quel dro. valor de Asdrubnl huhinrn in~pirado ma Ufla lacroicn mujor~ l>ido y la mu­mayor :tUdaPia tÍ los si t Írl.dos. Levantó. jet• de A~Jru ba.l, cuyo nomurn igno. se uull voz general oe rcproltncion y ramos. 1 vió,u ú In mujer do Asdrnhnl adclnn- 1 Eo;tn Hsp:~ntosn ea sobre la.s ruill{lS de un mundo incrédulo. Cuidad de que lfl.fi prácticas religio • .Madres, enseñad á vuestras }Jijas que sas no se lleven ií cab~ . a.bandoJ:?ando , la primera de las ciencias 5ls saher los deberes de la. fa~uha. Que J?'mas olJcdecer. Jesus lo enseñ6 ast, puesto las dulzu:as de la ."1dl!' de Mana. os 1 ,1110 'ÉL f.stnha B1tmi-so en la rnsrt pa. hagan olv1dar las obhga.ctonesde Marta lc:rna. La mujer es n los ojos del marido Tinguna. fuerza puede resistir á la indiferente 6 infiel, la personificacion palanca de la. j é, cuando ~e tiene yJOr de la Relip;ion que ella profesa y él n6. punto de npoyo la car-id(J.(l. Toda ma. Sus buenas acciones, piensa él, son dro de familia debe poseer este ins. producto do la religion de su mujer. trument<> para trabajar con él. ~i os amable y cuidadosa, lo. religion es así; si es dura y oxil{ente, descui. 1 . . . , . dada y atrabiliaria, echa la culpa á " La far!nha.. (dtc_e San Agusho) es la religion. Si es tierna y abnegada, como una tglesta pn vadn en donde. ~os bendice la santa moml quo ai\Í la en. padres so~ los sacerdotes .Y. los hlJ~S señó ; si es imperiosr1 y malgeni~da, l o~ fiolos. Madres de famth~ ~o olvt. odia las enseñanzas r¡uo la han nutndo. dms uunca. vuestra sagrada mtston. Cuántas muj eres no han perdido á sus No tcmai.s 1!' ?átira :. s_ed firmes on padre<>, maridos y hermanos por sus vue t ros pnn01p10s rehg10s~s; oponed imprudoncias, cuando dCEeaban ganar. como defensa, una conductaJDtacbable le¡; para Dios 1 Cutíntas mujeres no han {¡ lns burlas de los incrédulos. sido infieles ú su misiou, porque han carecido del sentimiento do dignidad 1 " 1 lo.y un tiempo para r·dlnr y otro para J¡nhlar " (Eclesia..stcs) dice In I<:s. Los escollos de la umjer son: debi. c1 ituru. ;:\o es necesari~ }¡abiar couti. lidad á destiemJIO, y firmeza cuando nnnmeuto de vuestra te ; pero ostad 110 deberia tenerla. Ella necesita una siempre pn:paradas paro contestar li luz muy seguro para navegar por me. los que os p1dc~ cuan~ do vuestras es. dio de esos do~; e.~collos : todo puede pcranzns colosuales, dtcc el Ap6stol. darla el triunfo, J>ero tambien todos son peligros en torno suyo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE:NAL. LOS DESCUBRIDORES. (CO~TI~U.ACIO~) . .A L O ~ S O D E O .J E D A . CUAORO 11- 14~2- CRISTOBAL COLON. )lldlÍ::l.n distinguido durnutC los pn.sados II año" y dado lustro :í la E-.;paña. LA corto de los reyes católicos era Todos los nobles crnu guerreros y completntnl.lnte diferente <.le la de f:U. no hahia un hijodalgo que no lle\"Ú•e antece or Enrique IV; y MÍ corno la espada al cinto, ilustrada por proeza:; anterior había sido vnnrl y corrompida, y netos de honor en las populares guc. esta cm todo lo contrario, bajo el seve. rras entre moros y cristianos. ro, nuuque amable Jomiuio, de la reina J>if~tica han congregados 11111 el Con­lsn. bol, b cual, dice Prescott, poseía ~~~ do do Bena.veuto; don Fadriquc de rara combioacion do vi ¡·tu dos femeniles Toledo, conde do Alba; los condes de que la hacian amar, y uua energía 'iril Ureña, de Féria, y de Cifuéntes; don que producía ~luda.ble terror en el Luis de Portocarrero, señor de Palma; culp~tblo. Isabellle,aba ú cabo sus pro. ol coude de Hrlro,- .Adelantado deUas. pÓAito. siempre, y á }a.., veces con ta.nto tilla, - los duqu•·s de Allmquerque; Je peligro personal y mayor y múc; firme de. H.tjar y de .1\ a jura, todos á cual más decisiou que su t!Sposo, qnc ménos fran. fa111oso en los anales de la guerra, los co, lograba con maña Jo que ella. ejecu. cuales con un lujo ostentoso confun. tab:\ á las claras y sin rodeos, si peu!>nha. diau I1V1 telas rocatnadns de oro y pla. que su deber la. llemha tí ello. Ambos ta Jo sus vestidos, con los Lumilues h{i. reyru¡ oran parcos y frugales, no !'ola. bitos de los frailes c¡uo nllí C!;tnban, mcntt) en sus ,·estiJos,sino tatnbieo on siendo éstos, á la 'ordad, mucho más su ntodo de >i vir, pues creían quo el podoro.o>: en aquella corto que los mng. respeto <¡ue se gana con la virtud y el untes Je m(~-.-; alto rango. Entre ellos müito personal, es muoho mayor que estaba uno de los confesores de la reí. el que n:tce de la pou•pa cxtorior y boa. na., fray Fernando de '!'ala vera, nom. t.o do ttnR. corte; bit>n qut~ cuando era lorndo arzobispo do Grnuad1L, que aguar. preciso ofuscar y mara\"illar al vulgo, daba irupacíente olfiu de a<¡uella.confc. ellos sabían pre!'entarso t~n público con rcncio.; e~ae fraile cm el que mJ'í .. habin. solemne manificencia y ostentosas ce- i o fluido In' 'ecos :íntcs para. que dos. remooins. pidiesen de la corte ~~ Uoloo, porque le El dia en que Cristóbal Colon obtu. conr;idort\ba ca¡;i loco, y hnbíalo dicho vo ln audiencia á que hnbin sido lln. á su real penitente 'luo :u¡uel cosm6. mado, l1\ nntesa.la de los reyes estn.ba. grafo ava.uzaba. doctrinas sobrado au. replctn de los principalct~ nobles y mag. Jaccq y de todo punto contrarias á untes de España, quienes aguarda.hau cuanto habian ru;e~urv.do los Santos el ror,ultado de la confereucin. que tenia Padres. Así no podu~ ménos fray Por­lugar en otro salon entre los reyes y el nnndo que manifestar~e descontento y "sublime aventurero.'' basta herido en su amor propio, al con. };ra por cierto un espectáculo digno sidera.r que Colon, al fin, había logrado de describirse aquella antesala en que ser recibido por los reye¡¡, quienes Rin se veían los nobles, los literatos, los duda le ayudarian on su descabellada sacerdotes y los guerreros, que tanto se empresa desestimando ~;us consejo~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 270 LA )! U J E R. El nuevo Arzouisp; co~er~n.ua en 1 tesa no~ at;nindo~ stmtuosamente y He­voz baja con otros dos frailes de la ór. • nos de orgullo y afectacion palaciega. den de ~auto Domingo; prior el uuo Llama La soure todo In ntencion etlcon­del mona.~terio de Han Pablo de ~evi. traste con la pen;oua que tenia jluto, lln, fray AlonRo de Ojedn. miembro a.c. que era el munclano Denn de la Catodralj tivo de la Iuqui~icion, y el otro uombrií. Jo Sevilla, Juan Rodríguez de Fonseca, base fray Tomas de Torquemada el fa. cuyo lujo personal y ligereza de con. moso inquisidor de fatal memoria. Ra. ducta eran proverbiales en la corte ; yaba ent6uces éste en los 70 años, pero teuíanleademas todos por hombre vano, no babia desmayado un scílo din en su cruet y maligno, cual lo manifest6 con actividad para perseguir á los hercges profe~arle á Colon una enemistad cter. do los reinos de Castilla y Aragon, tt.nn. na .~ inmerecida. dando á la hoguera á miles de judíos, Cerca de é::;tol:l estaba un grupo de mahometano~ y sectarios de Lutero. • cortesnnos que se entretenían oyendo Fray Tomas fué en un tiempo confe- conversar (¡ un hombre de ménos de ¡:;or de In. reina y aún poseía grande in. cuarenta años, uién parecido y de biza­flujo en su ánimo. Acababa Je llegar rro porte, cuyos chiste<1 y anécdotas te­á la ciudad nue\'amente conquistada, nian fama de ~alada!' y picantes; Ha­con el objeto de felicitar ::í. los reyes y mábase Pedro ~I:írtir, era italiano; ofrecerles sus servicios en la converl:lion vástago de tma familia noble de Milan, de lo~ nuevos súbditos moriscos. quien rlespues de haber hecho sérios Estos tres frailes platicaban entre sí, estudios en Homa, pns6 á ];};pafia, pa.­maltrataudo la reputacion do Colon, y trocinado é iutrodncido eu la corte de criticando con medias palabras la uuen:t Isabel por el embajador castellano. opinion que do él tenia la. reina. Pero La reina, que tenia no golpe de vista calláron~>e repentinamente al notar que muy penetrante para conocer los hom. se acercaba fray Diego de Deza, tutor Lres, le iostú para quo se dedicase á las del príncipe .Juao, que babia protegido letras y dejac;e In carrera de las armas á las claras á Colon en un ion del prior que pretendía seguir, - poro él le su­del couvonto ele la. R:'Luida, frt~y Juno plico que le J)ermitiese tomar parte eu Pérez de Marche un. y Jel cur:-~ de los las guerras de Granada. Múrtir hizo to­Pnlncíos, que fut~ panegirista decidido das lnt1 campañfl.s clurn.uie cinco afios, del del'cubridor, hn.5ta ol fin de sus dins. hallándose en los principale¡; combates )lás l<{jos ha !Jiu. otros dos sacerdote~, CJUC se libraron contra los moros en la. el uno, fray fl'rancisco Xim<~ner.. era el vega de Granada, por lo que más acle-a futuro C:ndenal Cisnéros, el ltombre lante purlo dar fe como testigo ocular de E»tado do miís tnlento!i de cuantos 1 de lo que allí sucedió. • Celeur6.ndo. ha tenido España; ent<Íuces, como de~- le Jos chistes, y admirando el U\leuto de pues, se haci1~ notable por la humildnd su compntriota, vcí:tse allí otro italiano y severo acctísmo de su ,·ida. lo que de nombre Lucio Marineo Hiculo, tal!l­producin imprcsioo a.l lado de los cor- bieu letrado. Tenia encargo de enseñar el latín y la traduccion de los clásicos, á los jóvenes cortesanos los que, por .'l. Sin cmuar~o apén:I.B en.yó en manos do Torqncmada se fijó su en.r~ctcr, y se hizo una potonl"ia contm la bl!regía. Sl'gun la mayor parte de los lústo­riadorc~', dnr:mtc su ministerio perecieron Olí. la hoguera 10,000 personas, y mils de 100,000 sufrieron ,·arios tormentos Y fueron eoudcna­t. loR á pcnlrr su honor, sus· bienes y su dig­nidad. • Do~:~¡mcs do la conclusion de las ;utrras do Gran~a, Pedro Mártir se ordenó y sirvió en la. cnrrern. diplomática, desempeñando va­ria~ misiones delicadas. Habiendo vuelto á España fué nombrado Den.n de la Catedral de Grauada, y dedicó los últimos años do su vida á escribir obrns imporW.ntcs acerca del des­cubrimiento del Xuevo }.fundo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. It 1~ V 1 S 'l' A Q U I N C E X A L .. 27 1 Ma:-in~ )-.-J-e_A_u_t_o_u-io~do Lcbrija, sa- 1 -X o; contestó el intcrpclmlo, -soy bio erudito. clemasiado fra.uco pal'a compoucr ·rn.is- De los que estaban uu nquul grupo ÚI'W"- no ern.n los IUIOCta y escri. -Cumplia la;; órdenes de rais scüo. tor de tnúito; el portu~ues .Arins Bar- re~ los duques do .Alba. bosa, profe,or ele la Universiclud do -¡Y qué eran? ¿.L\caso alguu diS-Salamauca, llamado rí ln corte por In curso en ,·.erso ? • reina. parn consultarlo acerca do In me- -Una pastoral para representarla jor orgo.niznciou de nquel plantel de delante del pe.:obre del palacio ducal. educncion . .Ademtb un n.ucinno do m:ís -¿ Córno es eso? preguutnrou nlgu • .de 70 niios, do aspucto vonemble, de vez no,; ¡ ncnso estamos en ~n' idnd ! en cuando torciaba en In. couvenmciou -No,- pero como uo pudimos cele. y era escuchado con res poto: lln.wál•ase brnr el uac1miento de ::\u estro Sefior, Alonso de Paleucia y crn crouibta de la cou toda la. solemnidad del caso, en el corona.do.<;de el tiompo do Enrique H". • pnsado Diciembre, p(lr estor e u guerra, Paleucin. :;e dirigb de tiempo en mi sefíom, la duquesa, ha •¡Herido 'luc tiempo 1í otro anciano, ntín do mayor no por eso dejémos de componer, aun. edad que él. qno permn necia. en medio c¡ne tarde, el pesebre, -y con más boa. de todos callado y meditabundo; era to y magnificencia que otms veces. 1 Al>MCJI Gato, r¡uo hnhio. logrn.do ha. -Bien, dijo el amable Palencia, yo cetse amar de torio:> los reyes, desde In. gusto mucho tle vuestro~ vonos, mi época de ,T uan II, y toda vín ú los 80 querido Juan, repetid nos algutaos do aüos cscribin. versos que se cousidera. ellos. bao de mérito. -Pero. señor, no me ntrevoria. á ello De improviso ootr6 uu j6veu al sn. debute de esta tan escogida compnfiín. lou y se acercó nl g•·upo duque lmhln. -No os cuideis de dio, repuso l'a. mos: iba vestido cou cierta olegaucin leucia, figuraos quo cstais on un bos. sencilla y lluvnbn lo~; coloros del du. que y quo la tmcina es el úrbol más que de Alba: no llega ha. :í los 24 afios fuerte de las selvas, por consiguiente y t~nio., aunque jmurail, uu porte me. m6s enhiesto y vnlio o que nosotros lanc6lico y sJrio, frente alta y serena, los árbole:; menores. Por oudo, obliga. ojos g•nndcs, negros y rn¡;gndos, labios do cstais {i cndoctrinarnos. expresivos animados por mou1cntos con -~o me haré de rogar, scfior, pues uua sonrisa !!rn\·e y tierna, y con todo vuestra cortosm me ese 1M iza, y para esto un aspecto reposado y digno, que salir del J>nSO pronto, escuchad estas domostruha su 11acirniento hidnlgo. rl'dondillas, que pongo eu boca de uno -J uau de la. Encinnl eli:clnm6 uno de mis pastores. de los cirouustnntos, en. l ¡y por qu{o Y c:ou soltura repitió UIJ'JUllus quo vcnis tau tardo 1 Hace unn l1oru que cUlpiezau así: os CS}lOr&Lamos. -¿Por veuturo, prugunt<'Í otro, cs. l talJais ocnp:tclo proparanclo algun mis. trrin, pnm colchrnr In entrad!\ do los cristianos á Grauada ! Cata, Gil, qne las mniínnns En ol campo hay gran frescor, Y tiene muy mal sahor La sombra de )a¡¡ cabaiíns. t Hnbia sc:;uidv lu fo¡-tnnn del m:.Llogrn•lo C Alfonso, y á h muerto de ést.os•! 110¡,¡ al par- 'uando hubo acabado runchos cxcln. tido do Isabel. Et~clitor muy fecuudo, que maron : ndcmas do rnucltos volúmenes tlo tu1 .amor le tiene :í lns co. iil\:o. buenas. E .. to dijo trabando su ha. zo con el del j•íven u o anciano cabnlle. ro, dou Gutierre de Cárdenas, J.idalgo de clnm nlcnrnia, y que gozaba do la privanza de los reyes. Era-comouclador Jo Leou y muy aficionado ú la. poo.c,ín y á lo!i letrados. Van ali,·i::ml1o lns ropas Y buscando los frcscorc::., Do son h;; mejoro;; homs Las oochüs y los alhores ; En este tiempo que digo, Comeuzo.rún lllÍ!i tunares. Dcl>pues de que hubieron folicitndo t<>dos :í Bncinn don Gutierre ~ dirigi6 lí tm mozo que había permanecido tn. citurno y C:'lllado y dijo sonriendo: -¡En •p•é piensa don Pedro do U rrca que tnn negro humor manifiesta 1 ¡no os provoca tambieo recitar note ost.'l nnmblo concurrencia alguna d~ lastro. vas que luü>eis compuesto on esto~ clins en c¡nc la espada ha perma.ner.iecid, Pedro, ob.c:en·ó don ~ligue! de lJrroa. Sll hermano. (tambicn nficio. lnn•lo 1'i las letras) decid. aquellas co. l l'l:ls c¡uo recitabais á algunas <, ltís n unen o 1 vi tia n~ E::.tos amnt!!O~ dulwn'~. 1 Porque en la mucha :firmc7..a 1 l:5e tnuestr:tu lo., amadores. Elo~üíronle aquella scutit!n. contpo-¡ sicion todos con siorero aplauso. y ca­Ja c::ualle Jijo alguna Ji•¡oujn. en de­ruostracion de que estimaba el mérito do las copln~. -Por cierto itan, quo pen!.nba que todo le e m permitido tí fuer de \·alieo. te y de gozar de b nruistnd do los re. ycs, qnieoe:s les tlistinguian particu. larmente. Y cuando toda. la. gente Ocupados de calores -Eso no es del ca~o, don Gonzalo, dijo el poeta, -ni os de hidalgos pro. clamar ante el ptíblico el nombre de la reina de nuestro corazoo,- v sor­prende que vos, señor, que 1-a.bei:; cuan sagrado es el nombro de la persona adorada, me lo pregunteis. Todos se fijaron en el que despues 1 se hizo tan famoso en Italia bajo el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVIS'l'A QUINCENAL. --------- nombre «lel l cm CH·.rto aquel ~entunt~n- llamara aparte, eu nombro del Arzo. to de Gonz.\lo, temu. nc:e cnt.ónces Uonzalo do ~ur. Fcrunudo, por lo cual lo llamnbnu (L do ha en tod:a la fuerza de In l•dad Htr~- tero,. ,.171 ,(e f:.,pmia. nil, de gnllo.ala apo. turn, de formns ~~- métricas y te u in lo;¡ rnotln les míÍs no t. les é hidnl:.ro r uu podian -.or-sc cu. nqu~lln corte; adP.t!llas, siendo muy ndtcto a In o;;tentacion, uo solamente en el vestido, sino en todo lo que toc.'lba á su per~o. na, l-U casa .ern la. mejor j>ltcsta y ndor. nada •lcl TeJIDO. Llnm íbanlc ou la CJrtc r.l21rincipe le [o., caballa~s, y ~rn cfcc. tivamente el hombro mus Htlttmto y mús gallu.t~ y mnJ;oíllco dú nquolla épo. r~'\, en que torio Iudnlgo era guorrew y todo guorre:ro un héroe . .,. S. A. DE S. ( ()onli mull'ú ). hordc mismo dd Luquo <¡uo dcbin llevar á 1-'láudes it la princesa Juana,- ú coutrnor rontrirnoniocou el nrchhluquc Felipe,- y vol­viu embnrcnd' en un hoto quo uo pudo 01 ri­mar á la plnyn, -los monuoros dijcrou. que RCJ;a preciso levantar Cll brnzoo {L hL rema y ú sos danr\ls para ponerlas en tiorrn. Oy61ca Uon7-"Llo de Córboba, que estaba en la plnya ricamente ntaviado con uu vestido completo d. terciopelo cam1csí recamado de oro, ): mo­~ it:ll!loso entro las olas del mar bnsta la cmtu­ra, 11ln hncor alto en su trnjt", lc\'nntó ú 1 ~abe! • Véase ti Vida del nrnn <'n¡lit3u," vor en sus. brnzos, con todo el. respeto deb.Hlo á on Mnnuol J ooé Qoini.n m. uua rcmn, y lu ¡mso san~ ) sahn en hcrrn. ,.. Jlé aquí una auécdutu c¡uc rcfioro I'rcs- I:Hto hccl10 do gnl:mtcna ro~ucrdn el d~ In ott c¡uc no 1 .. odomos nm1stir zí 1.1 tcnt.1cion CSJ'U del inglé:., \\'nltcr Hnlcwh_y 1 1 rmn L l e t~nscril1i 1·ln pur ser c•aral'l• ri¡¡til;r~ .t. aiJHCI Isabel dl c.lcJ!ltiCS­icrupo. Hto, P1nrMA Y SI:UUl\11.\, }'ara 1111 lfultlwlo Som r l t:•¡utpo .:lia.í.s nec~m·iu, - CHARADA. Mueble preciso y de utili.Zac:l Bn totla ct~sa, es mi TOT.\1.. Sr.GU:OODA y TI- RCJ.\, Gnm !Jellt1·,,Z Jluy rClwmfJrlldu Bu la antl'gíir.daU1' ¡_. ...,¡ ruaClOtl ele w prteücaa ele la h•~m • ~ro 1 hl•l rla cn>dn que ""IN a~ deo'"' pu dm ou efimzmente rombahdOfi. Entro todas l~t~ en mas quo so oponon {i In propa~nciou du la. higicrw, y que o torili:.-.an y hacen impotente11lns prcs. clipciouc!l fialuclahlPs rlo uua <'Ícucill CllllllOlltCIIICUte Útil, SO lm C'OJ, idPrntl<• siempre la mi. crin y In ignornnci1L coro o )aS lllfÍS Octhas )' CUt~I.-ICI\..t;, truye uno sobro !1!1 cu los departa­mentos pobres, y osh\ diferencia es todavía mnyor ~;ufilltlo se C'~tUpaTan en. tro sí los rlifercutes harrias de Parí·. De esto ~e puedo inducir, comr. lo demuestra el informnnte de la Comi. t.ioo de inveshgacioo, que In exprec:iou numérica de las ventajas que tie:ne en Paris la comodidad sobre la pobreza, en la prolongacion de In vida, es poco 1 ,{.-; Ó ménO• f)e :JO, <~ n lo ffif~DOS JO por 100. Ahora si se cornpn.rn, aclamas, como lo !Jn ho~.:ho en Alemauirl. ].fr. Cnsper, de Bcrlin, h mortnli1lad de las clases exclnsi,·nmoute pobre .• , es doci r. lns que vi' éu do nn salnrio in,uficicntc, de caridad 6 de limosna, y la de la.s cla•e,, nri-trre ~. !l3S 6::1. t.84 .:ICG. -~ 62;. 4~&. S3S. :1:6. m. 1 Quién podr!i negar, t'll efecto, que In inuornucin ) la rni~;eria, fuontc do malos in n(mero y uado con gnnrismos La ignomncia y la pohrcza conducen i1 rccuc:ables que l:r. wucrte no toca mús fatalmente á la enfet m edad y la muer­que :1nn individuo sobro 46 cu los de. te. l\lereceu por esto fijar la atencion pnrtamento::; ricos, miéntras que dos. del sabio y del hombro de estado, y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V 1 S '1' A Q U T X C E N A L . '27.)-1 todos los r.nicrnbros de la familia hn. mana ost 1.n igualmente intere<>ados en las medid~ qne pueclnn mejorar ó pre­parar :m dcsaoaric"ou. A"í, la f.listorin demuestra que estos dos nwte~ destructores, {jliC la Jmma. uida!l llc\·o eu }JOS de sí, como un C"­clM ·o arrn3tro su cadonn, uo son uocc. ~arios en las sociedades humanas, y pueden ;:er eficazmente combatidos. Ori~iuar:ia'l (la ignorancia y ln mi. !'ería) eu ¡,u principio, or mi parte no olvidaré al priuci. piar este pequtJiio trabajo, quo él tiene por objeto vulgari7.n.r los principios de uua ciencia cwiueutemeutc útil, y que ucce.;,ariamente cst:'l dedicada al bie. ucstnr y :'i la comodidad 1le lus pohlacio. nos. La miseria y los dolores do la pro. sonte l-poca deben solicitar nuestros c~fuer;r.os humanitarios. Los historiadorc~. los noveli:.tas y los poetas ponía u e u otro tiempo sus obras 1 bajo alguna prote•:ciou brillautc, y cm. pc~abau por u u elogio pom po~o do In.; 1 ,. i rtucles de sus protectores. 1'odo t m. bajo Jo ltigiene. lo declaro aquí, dobo empezar por inspirar á totloR el dc~co de fraternizar, de cuidar y cousa¡;mrso á los !lemas; porqno la posibilidad de \i~ir e~ la iutroducciou obligada io~ tÍ toda~ ... , 1 do cllu,-no pueden dedicar frecuente- Uua esmu1a, cu fiu, á In cual podemos ' mento su espíritu. como dcLiou\u, iÍ todas roncun ir, puesto c¡ue npénas 1 nquelll\ grnude obra clol uxúruon ele dura un din, y no hny t¡\Jc pn.¡;nr una 1 sus faltas y el arreglo de su conciencia. sola uoche fuera do uuestra casn. 1 No todas lns sotioras puodcu, aunque Yn lnn tenido lugar dos de esto> sea cnda nuo, nbaudonar su casn, sus '' I!etiros" en el /Jividivi, hnjo la di­quohnccrcs y su<; obligaciones Jlarn rcccion del doctor Znldún. N o uos lle. encerrarse en un Retiro durnute llUC\C g6 á t.icmpo In noticia de la rcuuion dins . .Algunas, en fin, no lo hacen por. del primero, pero a;Í tuvimos el .gusto que su salurl no "C lo permito, 6 porque do n~istir al segundo, qu" tu\'O lugar Sll& deudos y allegndos no las dejan. el miércoles 1:.! del presente mes de Pero este inconveniente lol•asupc1ado )larzo. el sciior doctor Javier Zn.lthín. (hijo del Allí encoutr:unos n:presontado. la doctor r'rancisco J. L::aldun). digno "ll- flor y nntn de la sociedad l¡ogot:ma: ccrJoto. que ha poco 1 cgrosó de Euro. ricas y pobres,- felice!; y desgraciadas; pn, liU donde se ordenó. m doctor Z:tl. uiiíns adole.sceutcs, «¡Ue apéna'! empie­ch1n hn. fundndo, e u el edilicio del Di. zau ú vivir; ancianas, I}Ue bajnn ya la 'idhi, una e~ct¡ela, como él llamn nque- 1 tírida cuesta de la existencia; viudas, llo, on donde un di a de cado. rnes reune casadas, solteras .... de todo hnbia en scfioms pnra enseñarles á vi,·ir bien, aquella concurrencia. Rcspirábase en para (¡ue puedan morir bien; e~ decir, este recinto una atmósfera. de devocion, que o.llí aprenden li prncticar el ver- recogimiento, dulzura, tranquilidad, 1 dlldoro cristianismo, el catolicismo, alojamiento del mundo, y aquella paz Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -~---R_E_'\_"~"_I S T A Q lJ 1 N C E N A L.:. 2i7 1 de los monasterio~, que ueno tnnto! Hcy muy podero~o, el cual no se can­encanto pnr.l alguuac; alm.l". sal).'\ de hacer obms de C3ridad y de La~ pl:ítieac;, reflexiones r comojos rnisencordia. "Gua \ cz yendo de enza que ofmos niH. estaban al Íllcance de se uucontró entre las umlczas Je no todos los entendimientos; se reprondian bosttue á mm ni1ia abaudon:ula, clt•5nud:• , los dufnctos, se afeaban los pce;:lllos, se y cubierta con una cspnuto~a h!pra. Ella 1 rciiian las mañas perjucliciales, y SI! ignoraba su pro<'edenciu, no ~;abia quién pre~eutalm la. virtud cristiana y la pie. era. ni por lJUÚ la l.ahian :lhaodoundo 1 dad sicrnpro bellas. s.iempre Pncunta. tau cruelmeute. El blonnrc.L se llenó uoms,-y lo que o.i mlí'. siempre f!icilos, de compn.'-ion, hizo recoger ri hl des­cuando el corazon c~tá di,;puesto .í so- gmciada. In He\'Ó 6 :-u palacio, en don-guir con fé y deci,..iou la ley ele Ciislo. do la trataron como si fuese una priu. " Hay muchas señoras (decia el sa. cesa real, mnudando que le cul'a!>en la cerclote) CJIIC piensan que lo. ucvociou lepra. Pero su enfenuoJnd parecía. in­consilite 011 rezar mucho, muchísimo, curahle, y así lo dcclnnnon cuantos 1 ltncer nO\ unas si o trégua, oír multitud llh~dico:; la \'ierou. Entóncus aún m{IS Jo mim · t.liariamente, auJar arrit.n j' 1 la:-.timado el Rey, publicó un et.licto abajo cou una. librt:rÍa entera debajo ofreciendo la witncl de ~>U reino ií quien del bro.;.:o; y de iglesin. en iglesia per. lograra curarla. Puro fné en vano; los se¡.(ui r á lt1s padres confeso re;;, ya COII-Il;n}¡ios congregados no pntlimou ni ali. sult:'Índoles síu tiuo ui criterio, woh!s- viarh~ siquiera de fiUS dolencias. Se tiiudolos cou escrúpulos y af:uws IJUO :í pr~entó úlguien, Riu umhnrgo, que unJa couJucen, yn eoYi1índoles regalos, n.:,uguró que la uiiia Fih sahnria si la recados, y proporcion.íudole., mi 1 dis. daban un b:uio de s.'\ngrc huiDa na. Lle­gustos. Pcr.._, esto no es piedad,-uo lo no do caridad, el Hoy ]Jromulgli otro pensois, -esto o- ociosidad y nada m(IS. edicto, aún m{IS grnudioso, c~ue revela­L.~ mujer r¡uo abamlona ~u ca,;.'\ y sus ba uua generosidad iunud1ta, en el IHJOS eu rnauos do las criadas durante cual ofrecía dar toJos los tesoros de horas eutorns; la c¡ne por orar eu las 6\l reiuo, todn" laR ri,¡ueznsdo sus arcns igl?sins no cumplo con sus dohere!: do ronlus :\ ac¡nél que ttnbícrn salvar la gu1as y mnt•strus, esas pecan iufiuita. vida do In mísera htu~rfaun. Pero no se uHmtu lniÍs que la~ que por atender nl halló un solo hombru qtw f11use tnn buen manojo Je la.s por ·ovas do su generoso. Afligido el Hú)', y rllSuclto cas:1, no rc¿rm sino muy poco." 1Í poner todo.; los metlios }~'lrn curar á Pero '1 qui~iémmos rofurir palabra !'lll protegida, llamó á su prcsoucin á su por palnbm los concepto!; del sacerdote prirno~éuito, al }JCrcdero de su monar. no ncabnrinmos. Así, r.uc.:, bastará de- quín, y le pidi6 quo diera 8U sangre ~ir quo cuscñnuzas uulísimas y cousc. paro salvar tí la infeliz nbnndonada. JOS sumamente provechosos tlmn ol "Ilnré \ uestra "olunt:~d," con tostó el fondo do aquellas confereucinl!: en e. JH'Íucipe, y con llnn abnegacion uunca ñ'rlozas sohru la manera de emplear (•ll' ist.a, con una caridad Í11nuuitn, se dejó 1 di a, explie!ludo cuúles dehorinn ser lns l sacar todo. su sangro ha.qi;L 111orir por locturns, .las 1unistades, las ocuj>nciouus ltaccrle el bien. LtL uiñ:l, b.tñnda en 11 do In IIIUJot crislit\ua; coo::;ejo;; ncercn nquulla. ¡¡angrc, sanó uu el aclo. El do ln lnauct·n de conducir:;c eu h caloa Rey, no contento toda\ fa cou lo que 1 Y en el templo de Dios; de coufcsarsc, ltauia hecho en fa~or de ! IL pobre des. de rezar ; todo aquello mezclado cou valiJa, la dió suutuosas J¡uhitacionos agradnlJlcs parábolas tomadas do difo- cu su propio pnlacio, la proporcionó rentcs obras teol6gica.s. Entre otras¡ mncstros que la eosefiaron toda suerte muchas anécdotas y parábolas, recor- de arte:; y que educaron su mente, la damos ésta que nos llam6 particular-~ colm6 de bienes, y por tíltimo la hizo mente la atencion: heredera de todos sus dollliuios. Al ' "Reinaba uua vez en Oriente un crecer aquella niiia, quo debería haber Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 2i8 L .\ M l1 .T E R . ! vh ido prostcrnnda dehuato de su pro. tlo repente muerta :í los piés tlol Rey .... tector, SO llcn6 tic fatuidad y de orgullo, i e6mo no morir do QS)l3DtO y coustrer. cobr6 odio al quo t.antos bienes le habin uncion al presentarse, ttlll ngobiadn p•or hecJJO, y ¡ quú peusais que hizo 1 'l'u\·o un cúmulo de cnllloocs, dolnnta lectoras qull el dia que :;epa ·a butDnno, dijo: "X o ha. y siuo un c.nsti. e u el Hctiro mensual, es el mejor ew. go hastnutomentc terrible parn eila, y picado del mes; y ncouscj:~rinroo~ á es el que 'o y á inrlicaros : ntndlc lns todas las bogotanas e¡ u o ubs leen, que 1 mnuos ntms, presentadla delante del procuren hacer u u esfuerzo, y que trn­Rcy y obligndla {¡ quo levnntnudo la tcu, siquiera ~ca algunas \'BCOS en el cabeza fije sus miradas en la faz nimda níio, den istir ú esta ~:.icuela de L'CTd0-¡1 do su lHmefactor." Todos comprondic. tlcrn <'1'Í 'tianisaw. L!!S nsogurnrnos que ron Jo qllt.l Hdin U•¡Ucl ~uplicio, ) lo. 110 Jes pesaní. llovnrou clelunte del i\louarra para IJIIO Peunítn;;c~;os clar IIadre, t>D sn ~eiior, eu doctorZalrh~n por los (lsiue!7.0S que está nqucl que l1abin :-acrificn.do hasta la haciendo para guiarnos por ol buen v1da de su tíuico hijo para liahnrln, cnrniuo. cuaudo llcnn de vergnenza, do rc•nor. dimientos y do indecible ptnor, cny6 H. A. lH: S. HOMBRES CÉLEBRES. ('uut(n(,•s ora tn:lnco; Hso11o <·orc:o. (}rrMllon tenin. en su nstnuio dos cuer. hado; C•ITI(Ut.J'Il8 tutJrto, Jl,•ttltor: n era 'os negros. sordo; Sca'M'Cin tullido; ~Moisés y Jllal·l C.:anwcos murió en un hospital eu la !urbe tartnruudos: Dclill,•, Níltun, «'1 última rui;:;cria. El Tnsso y el .Ariosto n~ntem~tico in~Jés Sau?ldason y i!gus. fueron pob~ísiu1os ; ~~.il~on tenia que tm Tktn-1y c1ogos; Byron y JI nltcr enseiiar latm para. v1vu; el famoso Scott escaros ("ulgo cLnpiucs). crítico Otway muri6 ~~hambre, y el Ghateaubriandamaba losgntos; By. poeta Cbatterton so sutctd6 porque es. ron y lValler ScoU los perros; el poeta taba en la últimn miscrin.. Ben Jonson 1 iu9lés Gm('pN las liebres; el literato se hizo albañil, lo cual le ;roportába CH?'los Xodit r idolatrnbn los loros; más que sus dramas. -----~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. QUIXUEX.AL. :.!iU EL T ALISMAN DE E_NRIQUE. ~O V EL.\.. PRIMERA PARTE. PP~l PfPJJ-.JJ- ?f J!~JlfPf.Jlf· (C'ONTil>'UAOIO!\). JI cubrio. :\ media.; el pecho, y dejo.ba des. cubierto el brazo m{¡s helio, delicado El apo!'eoto de doña Cecilia e.-;tnba y blanco del mundo. ricamente aderezado, puesto que la E"taba lnuguidamentc reclill:ldn. en chacra pertenecía iÍ uno do los Stlñorcs uu estrado ú di van, que guarnecía todo ml\s rico::~ de Lima, y en ella pasaba uo lado del apoRento, qued:'índole al temporadas con Sil familia, In que, co- frente la ca10a, colgnda t!u cortinas do mo todos lo~ habit:wtos do In ciudad seda, y á su lado una elegante mesn. de lo"' Reyes" nmaha las comotlidadus que :,ervia rlc altar. Al pi(. de unn. Vír. y el lujo, "mí u c11ando sal icso ~~ goznr de gen del C:!mwu, to~camente pintada los placores del r·ampo .. Al frente llol por los indios artistas de Quito, H)Ín e aposento hnbia 1111n galerín ancha, con un pequeño Cristo, curiosntneute lnl•rn­vnraudas, que dnba In 'uoltn ú toda ltL do, tle oro y Jllatn, siendo la cmz y ln 1 casa, adorunda con pint lll'll!; al frt~sco, y peaih clc madera con mcrustacioncs do amueblada con gmndes silloucs y nn. e 1roy y uiicar; más abajo, al pié del chns hamacas rlc e ¡,arto pintn.lo. Ln 1 'risto, se veía una pilitn do agua hcn. alcoba ero. gmndo y nórcn, y competían dita, de concha de perla, engastada en en elln los ricos adornos de oro y pln- plata, y \ario~ otros ohjctos artísticos ta, con cuadros y magnífico C'spejos, y que completaban el adorno del precio. el mármol del suelo refre caba la nt. o nltnrcillo. m6sfern nlgo Mdiento del 'emuo, que -¿ C<ímo pns6 su merced la noche t ont6nces e t..'lba en toda su fuerza. l'e- pre •unt6 la criada, entmudo. cilin presentaba el tipo m á perfecJo -.Mal, Munon a. de una belleza onternmento Jimefia; -Estas nuseucins do nu amo ln hn. era alta, dolgndn, p.,luln, y sus ojos ceo mucho dnfio, pero pronto estar 1 grandAs, negros y molauc61icos, sus nr. de regrO<;o- son las diez l le mando quendas COJilS y l1rguíRimns pe tniias traer el chocolate! formaban un ngradublo contraste con -~o quiero tomar undn hnst.n que su ttJI. ulnncn y 51Hl'ill palidez. ~obro él 110 vcugn. 1 su frente so purtinu los otulcuntes en. -¡ Y si tarda en 1 legar 1 bello~ oscuros, cnyeudo ,~n gruC~;IUI tren. -Aguardar,<. zas f'Obrc ul cuello y cspnldns c)l'!;CU- Y al decir esto dejó cncr de nuevo biertas t•n arpwl momento, y t¡llcl paro- In caheza sobre un almolmeniin en letra. -Sí, precio~ns; pónlo.s ce c~o:. tlo. góticas? dijo Cecilia levaut.íodo~e y roro~ al pi.~ rlcl Cristo. nwstranclo lru, letrns. J;;uoe&emomento !'C o~cS ¡mrnr unen. -In }¡,)e ~;?gno VÍILCCS : ";enceras hallo :í In puerta exterior'\ i! ht quinta.. por esta c:e11al." Ct•cilin lcnmtó la e:tb~1.a y parecía. -¡ Y ('~o qué si¡:;t•ilicn ! como si ln !tu hiera tocnJo una pi la. gnl. -Que Coustuntwo ol O 1 ande vió ese vúnica : un brillante color do rosa mote escrito sobro una cru1. de fue"o inundó sus mejillas. y pon'ic~ncioso un en el cielo, y h:\Uilmdo invocado 'i'a pi(. co11 In mirada. brillante y nnim:ula, ClW:t. venció :í !iUS Ct•omigos, y se con. se cuvoh·icí en un chal .Jo sccln de color virtic~ al cristiauis1110. de púrpura que tenia. al lado, y se di ri. -Y :;iempre ,·cnccriamos (i nuestro<: gi6 hiícia In ~ralería; pero no tuvo tiem- enemigos. estoy .. cgurn, dijo Cecilia, si po paro. S.'llir fuera porque un ln puer. siempre in\"oct'íscmos con todo comzon t:~. so encontró con un jóvcn que In ttl que murió por nosotros cu la cru:.:. nbrnz¡) tiernamente. y 1.Jll st•guida le -Hay n11a tradiciou en uue-tra fa. di<~ 'lll hermoso ramillute Jo escogido, milia 'mn rmw. pnra ser prot .. gido por él? mtíudolc 1a mauo con ternura, no mo - Así dice lo. tradictOu. vuelvas {. .tejar li1~la. porqne no puedo ¡ -(Es decir que {L mí 110 tne prote-vi, ·ir siu tf! gcrá ! -~fo parece eu realidf\d, mi< 'ecilin - Como no: si uo eres.¡,. 111i mi:smt\ ndorndn, sucíio. cilio. mi Cristo está muy ndornttrio, -¡Un snelio tP iutrano¡uilizn ' tiono muchas flores. -Sí, porque Ot'a. tnu tnsto ... -Tu Cristo L.. ¿No me lo rogalas. -Cuént.'lmelo. to, pues 1 Líen mio. -N o puedo expricarlo. .. Me veía -I.10 que es mio es tuyo, ciertnmcn. ~in tí en unn. ciudad extmfin, y roleadn te.. Este Cristo era do wis antcpnsa- de personas dcsconocidas•1ue me cecian dos y mi yXldre le tenia entro lns mn. que no te vohcrin. {i ver ja.mns. nos cuando murió. -Ingrata ... y en tnnto yo tne stñaba Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l- U B \r 1 S 'l' A Q lJ I X U E N_ A L . 2t-i 1 conti~o en E-;paün, al lado do mi mn.] Cecilia no dijo unJa; yn el capricho dro! Emmos tan felices. tn.n felices l que había tenido do pronto, lo hnbia como no lo son los humanos, 11ino los pa.<;ndo y no deseaba nbsolnta.montc 1 úngclca on el ciolo... que Eurique so le 11cparnrn si u uecesi. -Lnfelicidutl, la. felicidad l Yo In ho dad; poro temiendo •¡He tllla juzgara comprendido on estos quince Jias, tlijo tontn y sin fijez:l. en :.u pensnmiouto, C'ocilin, ¡por qut! diriíu los viejos t¡Uo iucliuó In cabezn, y le dejó escribir b no la hay cu la ,·ida l carla pttra .;u amigo. -Porquo ¡msa tÍ su Indo mucl.as ' 'c. Do repente notó mu sombro or •¡ué 1 -¿Y qué diligonciu e~:~ o a tau ur. - J'orquu el Callao (ht.í UlU.} lf.jo~>, y gente ¡ bl viajo to fr~tigaria mucho; aucmas co. -~uer de mi hijo «tuo le tengo de rroria!:l ol riesgo Jo ser doscul>iorta .. rn i Jitar en los ejórci tos roal(•S que ce m. -C.:uiíuto lo siento l... e¡; u u cnpri. bato u ú los iusurgcutcs do t 'hilo, que cl10, lH'l'O serin uqucllo, tau :tgradr~Llo Ro han levllntado coutra uuostw f-'eiiot· ú tui \'Í¡;ta... el He\·. LOrcguntó Ce. L nuestro vinjc, y visitaría el buque m1 oilin. ue uos !tontos de ombarcnr. Celebro -No mi soiloritn, un mozo do ln no huyns teuido cstn idea, pou¡uc ou chtJ.CI'(t mo acompañará IÍ pié, ou tanto/ rcalidn1l yo dobo ir al C'allao, ¡mm clu. cpw ir(. acalmllo, ou la mula que sirvo ir n.ojor ol cnmnroto 1¡uo OCUjJfLrt~mos, paro. tmor lnc; provi'>ionos de Lima. to- \ur c¡nt< so necesita llevar para dnr te das las semanas. lgurm coutodidad. Enrique lo. emregó In. cart.'\ nl cabo -.Ahom mismo escribiré tÍ un amigo, do un momento, y la' icja, dcspuc.J do rindió, prcgunt!ludolo para CIIIÍodo se haber saludado con fingida humildad, a fijado el 'iajo u el Marqué~, y con sa.li6 del llposento. Encoutr6sc oou i\ItL­so yo estaré en el Callao cuando se nuoln en el corredor, la quo le Jijo mbarqnc. con ciertA exprc::;ion do alarma: ;;,; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 282 I~ A )J U ,J 'E R . -¡, gs cierto semi .roeofa quo aquella mnln. que estún ensillando os para su tnerced ~ -Sí, ¡,y eso qué te importa! -Le contOt;tn.r~ e 011 otra pregunta, ¿ n qué se vn á Lirna ! -A una. diligencia urgente. -Estoy por nvisnrlo á mis amos do Io quo su merced dijo esta mnfiau:l., ~ impedir quo se vaya? -¡ Qué dije esta rnnñnno, hnbladt•ra? -Ln. muln opinwn que tenia. de mi señorita. -Toma ai t•ros JJ•}Cia !. . . Y o no me ocupo sino dí! asuntos propios ... -i Y gnardará ol socroto do lo que le conté! -¿ Aca'3o no to lo ofrouí !. .. c·uontn con mi prudencia. -¡Me lo jura! -.Jurar yo 1 Jesus crodo ! .... C!lo so queda para loE< desalmados.... .. llMt \ mañaua, Mnnougn l uiindicí alcjúudo o. I.a crindita vncil6 durrí"to un mo. mento, y quiso ontrnr . 'l'po onto do sn ama para SUJllicarln ~·· QO pmmi tie~;e In partida de la. nmt\ do llnvos,­pero miéntras titubeaba, In' icjn hnbia montado y ~ 18 órdo­ninio ... 'l'odo ol peroounl do In Cort.e se ha nes del Senaqo. cambiado miéntrns oouvcnuibamos. -Pero yo no quiero salir e» úiprc, y Catalina no coutestó, 11ino quo, hizo ve- si he de sor esclnYa en Italia ro ero v1 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QU I XCENAL. 287 - 1 "' Permitid, al enviar desdo e"la distancia "No; lu ilusiou seria una demencia; mar-rni bumtldo nfrcnrln1Í vucstra.l_obrn, que di§!'n chamoa en dcrochurn por la mi~>ma ,.¡a, y cualc!l eon los .,•otos Ql\C- 1mb"' parn que 80 vol~· 1 emos ii. ,·cr los nj1smos hmTr.rcs ! llevo tí cabo vuest'\:.l uoblo cmpiesa. •• :::in dutln. no so hn empco·wdo do In misma •• Pnm dcfc•nder út ilmcntcla•t"C'¡iginn',C\'n- mtmQ{rt..Y lns formns n.o 8011 tan 'iolcntns. lra los pcligr• ne In nmcnazan, es Jll'éctso l'cro 11~ la Oomtnlll e<.~r:"'lM n ttcHtras iglcsi-q sDbr<'poncrnur 11 proornpacionc11 y :i loll y ns<'sinllbn.IÍ ) í)S I':J.l'<'t'dotea m hittnnnmcntc, cnsnmiento, l{ÓIJlanos, y no hnscnr lt• in11pi- ltoy • 1:1 en nombre do lllR leyes ~·aci on sino cu laJé. llnlx•is compreutlido nrl- 1mi¡;os tlc la fe pretenden lit ¡;nr a l mism<1 fiu. rnirnhlemQnto ORt•l, y por eRo cR que in\ ot'llis ;, l'ot' venturo no tleclnrnn qu• en In e' o se la fe, y sólo á cllu pedís arrnM para cnrnhnt"t· verán eseuelns sin Uios cu donde se obligará á vucetroo ntht"l!nnos. Estas armas sólo 1Í que so manden á todos los niúns '! ~o so consiAtcn en J., ora don, In caridad, el celo ;y hijll atrevido A decir quo hu;tnt IÍ qu un frnn­todus esas santas obras en lat> e nalca ya el '•·s s n rdigioso, sea sacerrlot , SC.'\ ~;ristinoo undo no cree. Pero, en el órden di,;no, l.L paro verse privado do tod s us rlercdtos y uerw so consigno por medio de In do bilidnd, rcduddo al estado do 1lot ? l· No quieren >'•esto quo ¿ qu~ imporLn que senil! débxlc tlmbien prolhnJir quo los n i m broa do una l si Dios está l'on vosotros ? comuuidnd pmctiqaen ero comun unn 'idn do '' Er. os msp1rn, no lo dudeis, y os dá vn- 1 enitencia y de orarion? ¡,X o nos nnunciau lor ('0 modio do ceto dcsqnisiamiento tmivcr- yn r¡uo con su,. decretos npagntlin hastn las ul, cuando las mujorcs tioncn coraznncs vi- iurtJtcs miemns del succrdvd-u os hallais \ OS. La tdas ! historitl do la Iglesia os ofl'cco, parn loa ti cm- ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2.8 LA MU .J E R. p011 que se parecen á los actuales, ojumplos propios pam sostener ,·ucstro 'nl111". So oh i­dlt dcma11iado In patie t.·m memorable que lmn tenido lns mujer('s rn la victoria del eris­tinnismu "ohrc ••l mundo J'ng.l!lo y háJIJaro. Ha sido ol •lo una ca•lcrm intcnninablo :> sin interrupcion de <'Tistiauas que lucharon sin cesnr dnrnute seis si~loR. " lo'recm•nterncntc Ir• Iglt•sin, •1110 teuia que ocnlturso <'n In~ tnmuu~ do 1n1s mfa1 tires, y 1 no podía enviar sus miniHtros d loa enfermos. J IÍ loa pobrCR y á lo!! conf, sorcs de In fo ; cuando no podin distribuir la ttanta 'lncaris­U 1 cutre -u~ fieles ú reunir á los niiios p1uu ns iínrlcs la doct1ina. ¡, ::;:1bcis quó hado? Envinb.'l á los mujeres, In• que, con el nom­bre de:siertJa~, de-empeñaban csoa; ministerios. •• ]~stas mujcre~. merced 1Í su sexo, hndon llo que cm prohibido á lo!! sa••erliotcs : iM­truian, prcpnr¡¡han y reunían á los 11cles: si eran rkns mantcni:m á lns pohrcs y si crun pobn'S los Hervían .... Bllns no !lO <\Spnntahnn •·on muln, uinguu ol•stáculo ln11 dNctaia .... 00 00 Adcmns de lo:; scntimicutos do fo qur. guin­bnn nquellas 'ri~tinuuo;, wdnvia rod« adns por ltu1 liJIScrias del pagani11mo, vosotrn!l, seno­rus, 110 rouHagrull á cu.eiiar IÍ los niiioR b ohrcs arroj1ulos de los asilos. f'umulo los ministros •le Dio,. cnrezc.an \le nlimtutos olllll! les ofrecerán u un. parto do los Sil.) oa ; si Ron enviados á las "árr:olcs, ellas les llc,·u­rán loa consuelos de la. fe, renovando )a nb-negada consagnden do 1 s cris días funestos llennon In santa aquellos mismot~ de quienes e hnbi::m reClbido. J~n fin, «•n tn faltan á sus dtbll:-e~. ellas llc hnsta el fin, '•mt,-snndo In fe. p rn ella la hb~tt.ttl y l1 juatid don h•net· p:wtos c·ou ol IJLd, " Eu vuestra ('aatn, sciiorn, v esns rcsolncioucs, y he nllmia· dos palaLrns IJI!C dan á vuostr dadcrn signilicacion, y dcmue obro de Dios. ·• Decís. duquesa. que los Iglesia J odrinn )>tnll:lr qno ser vonerse á nnn obra fundnd&üa pero añadís valientemente: •· no ci os npoynis en nuestra verdadero Hcinn. Yor migos de la fe, si 111 iuvn<'ltÍA ·• ~e dice que un Ouispo d lnha (¡ la mntlro de • an Agua ~.:on,·crsion, asc~urdndolo q111 lágdruns no podrin pcrocm·. de .\f: ica se atruvu tÍ duc11 o en clondo 111111 hijnti so u tnu ' nr.nimas no puedo perder la Vi os. " gstos son roía votos, Ojal ti pudieran C'lllnplirse! que nais omcion s JHI dnn • al••o ñ t~u saut.'l obrn ! 'l, Permitid, seuoro, que o ¡1resion de rJH ¡u fundo r('s¡ C,\m.os. Ar:obt Xosotras nuadimos con a• país en doudo so llovnn á ohrns ,¡.., fe y caridad no I'U Jo'rallCÍil SO COIIII'!CII (QII 11 tumbien la ¡uHcion hu,·n.1 1 más l'crfecro r¡ue en ningu mundo. Ojalá r¡no pudiórnn to do nuestra dcsgracind.1 1 • 1 JS DEL TOMO l.

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La Mujer - N. 12

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La Mujer - N. 14

Por: | Fecha: 20/04/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE D AN FUERZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL EXCLUSIV A MENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑOR I TAS, BAJ'O LA DffiECCION DE LA SEÑORA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 11. r LÚNES, ABRIL 20 DE 1879. ~ PRECIO 30 cs. ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA MUJER EN LA OIVILIZACION. CJ.1'ÍTULO SÉTIMO. LA SUZI.A.NA P.A.NTEA. I belicoso 6 independiente. Su capital Como se ha visto hasta ahora, entre era llamada l::luza, cuyas ruinas han las mujeres hebreas, persas, sirias, me. desaparecido enteramente, pero dicen das, trácias, escitas, asirias, lidias, ca. los historiadores que aquella ciudad, padócias, cartagines~s y egipcias no como la de Babilonia, encerraba edi. hemos citado casi sino á mujeres es. ficios magníficos, y sus reyes no deja. clavas, sometidas á la voluntad del ban de ser poderosos y respetados por ruiW, Bin otro aliciente en la vida que los vecinos. el Je uo de"agradat· á los hombres. Cuando el famoso rey de Persia, Ciro, Cua.udo la mujor no presenta ese tipo se paseaba victorioso por toda el Asia de hulllillacion y dulzura, la oncontm. Menor, conquistando y venciendo los m o~ valiente, inspirada. por alguna pa. pueblos más ricos¡ poderosos del muo. sion, heroica ó sauguiuaria, cruel y do civilizado, cay en manos de aquel odiosa, pero nunca la verémos digna conquistador todo el tesoro de Aura. do su misiou, ni virtuosa en el sentido date, rey de Suzia.na. Entre los despo. que damos á esa palabra: la virtud, jos y botín tomado, los generales de como la comprendemos hoy, era deseo. Ciro escogieron los objetos que creye­nocida. eu la antiguedad. rou más dignos del Rey, y le presen. Hay, sin embargo, uu ejemplo entro taron una soberbia tienda de campa. b.s mujeres antigua!', que se a.cer,a lo¡ ña, dos mujeres músicas, algunas joyas más posible á lo que se llama. el tipo do gran valor y la mujer más bella quo de la mujer virtuosa : este es el de babiau visto : Pantea, la esposa de P A..~'PEA., conocida en la historia con el .A.bradate. Ciro no quiso ver á Pan tea, nombre de la suziana. temeroso de prendarse do ella, cuando En el camino que conducía de Babi. s6lo quería pensar en la guerra.; ado. lonia. á la Persia se encontraba (VI si. mas, aunque era permitido quitarles glos A.. de J . C.) una. provincia llama. sus mujeres á los vencidos, - las que da Suziana habitada por un pueblo pasaban con sus tiernas pi'(J[>ÍCd.(ulcs á TOMO ll. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 30 LA MUJER. manos del vencedor,- parece que á " .J enofoote,- dice Saint-Mnrc Gi­Ciro repugnaba este procedimiento in- " ra.ndin _,..ha querido pintarnos n Pan. justo y mandó que guardasen á In pri. " teo. como el tipo de la fit.lelidacl con. siooera con los mejores miramientos. " yugal, nsí como nos presenta á Oiro Jenofoute refiere con muchos pormc. "como el modelo del rey perfecto .. Jc. no res bs aventuras de Pan tea en la " nofonte • • tenia acerca de In educa. corte de Ciro, el respeto que in!Clpiró " cion de b mujer las ideas de la e¡;. al guerrero y la. digmdad de la suzia. " cuela de S6cratea. N o es dcci r que na. Agradecida Pantea de los buenos " estos filósofos quisieran que ln mujer procedimientos de Ciro para con ella.,¡" saliese nunca del seno de la familia, pidió al Rey permiso para tener una " para preseuk'l.rse en el mundo, -bino entrevista con RU esposo, y referirlo " que, presintiendo la sociedad c¡uc ha cutíl babia sido lo. generosidad del con- " creado el cristianismo, - descnbau quistador. Este concedió lo que pedia., " que la mujer fuese siempre la corn­y aquellos dos e!'posos, que parece que " pañera del hombre, y no su esclava,­se amaban como esroscs cristianos; lle. " dándole i[Jtwl¡\nten. se le prescnt6 con unas riquí~irnns armas cubtertas de pedrerías, que ella babia mandado fa. bricar con sus mejore:; joyas,- pues, dijo que para. ella no habin. dicha igual como lo. de ver á su esposo mejor ataviado r¡uo todos, JlUCsto que le consideraba como el mtí digno de los mortales. "¡Dioses iumortales l exclamó él le. \&nt.ando las m:~.no~.- permitid que me mnmfieste hov di~oo de la amtstad de Ciro y digno Jo sor e po~o de Pan tea l" Dc:sgmcintlamcnte Abradate eucon­tr6 la muerte uu aquel campo de bata. lln, on donJ\1 combatió como un héroe. Pauteo. lúzo llevar &u cadáver á un lu­gar solitario, y oo c¡ueriendo sobrevi. vir á su espo,o, ¡;e dió la muerte allí misn&o, suplicando que b. enterrasen con .Abradn.tc, envuelta en el mismo velo, y que á ámbos cubriese una ROla lof'n. Porsupuosto Ciro hizo levantar sobre aquellos esposos modelo una mng. níficn tumba. In que tampoco se sabe ou Mude Re halla, salvo que existió en las orillas del1·io Pactolo. • Aunque la' historia de estas unciones asiáticas y africanas registm los uom. bres de otms muchas mujeres, y refiero su vida y su~ acciones; coruo c{~tas no nos enseüan ::oi oo crímenes y hechos des. naturalizados y crueles, que pruebau el estado de loca corrupciou á que ha. bia. llegado eM. ci vilizacion c¡uo Fe u cs. moro naba: u o lu~mos querido mnnc·hn r las páginas de esta obra narrando ¡;us crímenes, y patentizando y dnnllo luz sobro un abiRmo, cuya fealdad cle~\ane. ce y aflije profundamente. Callarémos pues, los hechos y vida de AtO&>a, -h. mujer do Cambíso, rey de Per:formar­se en uua parte de Dios. ' jeres se pierden por el lujo, los place­res y las malas lecturas : los malos libros son invenciones infernales. Si Cuando totlo nos abandona uemos todo !t Dios. llego.is á encontrar alguno tiradlo como si fuera un carbon encendido. No juz­gueis sin pruebas, sed bondadosas con abando- todos. N o os contenteis con ser buenas, sed amables, y que esta. amabilidad, á un tiempo enérgica y condescendiente, sea. inspirada por Jesucristo. N o 'eamos sino á Dios, uo amemos siuo á ÉL, aunque ~ndo de drn.l de Sevilla, la cual con nlgunns Ht- mármoles y sombreado por muchos ua. riaciones, no todas de buen gusto, es ni 1 ranjos olorosos; desde él se >eía levan. más ni ménos que la mezquita musul. tarse en todo su esplendor la famosa mana, uno de los monumentos más es. ¡ torre de la Giralda, que antiguamen. pléndidos que nos ha legado la Edad te hacia parte de la mezquita, pero que Média. Fué edificada por un a\·quitec. está hoy enteramente separada del edi. to árabe llamn.do Geber; mide de lar. 1 ficio de la Catedral. La torre es de go m(u¡ de 13.j varas ca.ste1la.on~, de forma cuadrada, lleva. por lado u u poco anoburo. mús de noventa y de altura más do 1G varas, y se compone de dos 42 varas. 'fieue 9 puert"s, 82 altares parte~ superpuestas: la inferior es de en los cuales se decinu en el siglo XV, construccion arábiga y la superior fué .?00 misas diarias ; la custodia. pel'laba. edificada por los cristianos para poner 20 arrobas de plata; tenia 25 campa- l campanas. En el Siglo XV no tenia nas, (la mayor de ellas pesaba 100 aún el globo dorado que hoy corona el quintales); 2ú2lúmpams de plata, en edificio y que brilla corno ft.ego á la. las cuales ardían 800 arrobas de aceite, luz del sol, llevando encima una aórea y otras tantas de cera se gastahau por estatua de la Jt'é, de bronce, que ir6. afio; el cirio pascual pesaba 82 arrobas. uica10ente sirve de veleta.. Entre los muchos tesoros que eut6uces 1 . En la época á que aludimos estaban encerraba. la catedral mostraban las construyendo el último balconcillo en famosas tablas Alfonsinas; -que son la parte más elevada del segundo cuer. de plata, oro y piedras preciOS.'\S; la bo ue construccÍon, Ú más de 100 :va. llave de plata que presentaron al rey ras del suelo, ,al cual sube por mm. Fernando, el Santo, cuando éste se hizo 1 pas suaves, sin escaleras; por manera dueño de Sevilla; un San Leandro de que podria llegarse hasta la parte mús plata y u u San Isidro del mismo metal, elevada ú caballo 6 en coche, si la puar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 33 t11. de entrada no fuera. tau pequeiín. • vicio. Era ta 1 enemi.~~ Jel lujo do los Desde aquella altura se nbarca. en su vestidos y de as ntidosns fiestas, que totalidad Ju. herulo&í;;ima ciuJad ~;itun. una. ,·ez le e~ ribi6 á su confe~><>r, Fray da en bs orillas Jel Guadalqui,·ir, ro. Herunuestido hice de seda y con tres mar. 1493, porque cstab.'l allí en aquellos "cos de oro, el w(¡.:; llano que pude: días la reina I>abel con u un. parte de " e,tn fuó to~a mi fiesta ... Los 'csti. su corte, íÍ donde había. iclo <·a~;i de in. " doR do los l ombre~, que fueron muy cógnito :í !;olaz:\rse y ú cumplir la pro. ·· costo!;OS, no lo:! mandí-, mús,estorb\-se. mo~a que había hecho á uu santo do "le~ cuanto pude, ynmouestc que no Re tnl devocion, cuyo santuario e~tt\.b:l. un '· hiciesen. D , los torol:i sentí lo que vos la cn.tedml de esa ciudad. " decí", a.uuq e no alcanct- tanto; mas Acababan de p .'.\ .S/\r las maguífictl'l " luego allí p puse, con toda determi. fiestas y regocijos que tU\·ieron lugar '· naciou, de nunca ,·erlos en toda mi en toda E~paiía en celebracion del re. " vida, ni se ~ cu que se corran, y no groso de Crist6bal Colon de su viajo de " digo dofen~erlos, porque esto no era descubrimiento. quien, corno lo babia "para mí ú SI las." • uuuucindo, "olvin al cabo Jo pocos me. Hao;ta nquel tiempo Isabel habia sido s~ con l:t noticia. dol feliz l-xito de su muy feliz e 1 cuanto emprendia, y arriesgtlda. eruprc~a . t tal parecía q e b Provi,leucia. se coro- No olJstnute su ~loria y poderío I-n. placiese en p ewiar su virtud y gran. bella UatMica odiaba la o. tentacion dcscualidade•'· ¡;embrando en ~;u camino 1 y jtltnas se luunifostuba. altiva r onru. cuantas dich ~ poditl apetecer. Sin em. llosa, sino que por el COntrarÍO cada ~OZ bn.rgo, CO fue Zl\ de aquella misteri011a que ~e lo pcr;nitian la~; circunst.an. ley de comper sncioucs, que todos ten e. cin'i p_rocurnba sepamn;o de ln pom¡>!l moa 9uc st!fr•r cu este mundo, Isabel y vaut~Jndes de la cone ¡ cosa r1ue rara ucabu 11u v1d llena su alma de deseo. voz lograbn, y 'da~ e sicmpn.l forzuda gauoR y hond penas, y sus hijos fue. tí arra trnr con sigo u u séquit(1 numero. ron uuo iÍ u o sufriendo desgracias y so de dAmas y de caballeros do ~;u ser. rnuertes vrc~~atums; la l1ija rnayor de la reina, la i ffauta Isabel, que fué dos • Pnnlco qno h n•ina l11al10l 11, tuvo una veces reina Portugal, vic'Í morir (r. su vez el capricho do subir en cocho huta lll primer cspo~ ó los pocos mese!\ de 6U cuml1re do In Uimldo, lo cua.lllc\ 6 li cabo sin matrimomo, ·y o u seguida rnuri6 ella dilicnltad. ' t llahicmlo 11ulitlo clcl p~>qneiio puerto Jo bre\"C tiempo despues de ltabcr contrai. Ptlos el 3 de Agosto del aiio anterior, al cabo do segundas upcia!. : el infante don dt~ es dins c.le nnvegadon, descubrió entro Juno, único h1 jo va ron que tuvieron los el 11 Y el 12 de Octubre la ticrm del Xuc\'o Hoyes C.'\t61i os, heredero de aquellos M mdo, que t:l creyó hasta 811 mucr1e qM era imperios, fe eció tristemente á los 20 8(110 una parto do lus ludias orientales. Ln primera isla (•n que tocó 116 llnmnlm Ouauani aiios sin doja sucesion ; la infanta. Ca. e lengua indígena, JK'rO f'-olon la llan:ó san talina, como su hermana. Isabel, viú ~alvador. Dcepues ~e dejaren Haití 39 espa- morir nl prí cipe de Gale~, su primer 11 les, Colon regreso á Europa, <'fandoae a la esposo, y cas ind06o con el hermano de velu el 22 de E~ero de 1493, y teniendo que tocar por nc~·csrdad en Portugal. llegó el 13 d Marzo ni¡Juerto do P3loe, gastando en este p!lrtcntoso y audaz dcscubri~niento apénaa 7 IDflles y JO diaiJ. el Orden de Snn Ger6nimo,'' osé do Siguen%&. Obra citada boa. en an " Tesoro de pro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 34 LA MU.JER. éste, \'ÍÓ~e en se~ida di,·orciada, vili- tar su faz bajo el velo que la cubría.. pendiada é insultada por el que fuú Así pas6 largo mto hastA que las da­Enrique VIII de Ioglnterra. Juana, ln mas hubieron participado de la cola­IÍnica. de lns hijas de la reina que rei- rion que les ofrecieron, cuando de nó, fué la madre de Cárlos V, conocida l n~peote la reina. fij6 su vista en la. se­en la hi!ltoria con el apodo de la l.oca, n.ü velada figura de la doncella, é in­la cual¡¡as6 su vida oucarcelada y mal 1 mcdiatamoute mandó que la llevasen mirada por no esposo que la odiaba, y 1 á su presencia, porque quería hablarla. á quien ella. amaba localDente. La niña se acerc6 humilde y con los ojos bajos. II -Marín, dijo la. reino. con amable sonrisa,- se lllO ocurre que no has par- Una m:~.iínna, despucs ele oír misa ticipado de la colaciou,- y al decir en la Catedml, la re ion lsa.bel salió 1 cato, con sus reales manos le ofreció del templo por la sacristía, y acompn- una naranja. ñada por su s équito se dirigió al patio María puso una rodilla en tierra de los nar(wjos, en el que los can6oi- , para recibir con respeto tao gran favor, gos l1ab'an preparado uno. colacion y entóoces la reina se inclinó un tanto que olla E'e hubia. dignado aceptar. Ri- y la dijo a.l oído, en voz tan baja que ca.s alfombras y cojines cubrían el sue- ninóuno de los que estaban cerca al­lo embaldosado de mármol, bajo lasom- cauza.ron .i oír estas palabrn.s: bra. de los naranjos y nl fresco de ln. -¡Lo has pensa.do ? fuente. 'l'ouu~ asiento ln reina. en el -Señora., coutest6 la jóvon levan-lugar que le habían aderezado, y por taodo los'ojos con exprcsion Jo espan­especial fa ... or permitió que las dama.s to, tened piedad! que la acompaüabau hiciuruu otro tau-1 -Piedad 1 repuso la soberuna con to, formando J!rupos nllí y aquí bajo ¡ !:overo acento, no ~e tmt.A de eso, sino los árboles . .Miéntras que la reina pla. l de sa.ber cuúl claustro escojes. ticaba, rodeada de los canónigos y al- -Ninguno ... dijo con voz ahogada gunos de los letrados que siempre la. la niña. acompaiiaban, las damas lllás j6vencfl -Ninguno : exclam6 la roioa casi camLiabanJntlabra:s y miradas con sus en alta voz, y afiadi6 bajnnuola otra galanes al escuido de la reina, pue!l vez ¡estás on tu juicio l ella era muy rl~ida. y severa y uo per- -sei'iom, mi señora, tel'ga vuesa. mitin. ninguna lagere:ta en su prescuciB majestad picdud de mi desamparo 1 y en rm corto. -Tu desamparo! ... 'Escuchn., ingra- Separada do todos los ¡_{rupos, eo pi~ ta, te quiero hacer fdiz, y si yo -pu­y sola. debajo de un :írbol distante, es- diera dispcoer de mis hijas no tendrían taba. uua hcrmoshimn doncella de diez otra suerte: es la única que lleva al y ocho niios, poco tnlis {¡ ménos, blanca ciclo sin tropiozo! y pálid~L, que tijaba su!! grandes y me- -:No me aleje Su Majestad do su lanc6licos ojos azules on torno suyo lado! insistió la nifia. con tristeza y timidez ; vot.íbale ol os- -Ba.sta ya do réplicas, - dijo la rei­belto cuerpo un vestido to.n exajern- na con mucha severidad, - recibirás damente ámplio y t>Oncillo, de color en breve mis órdenes. tan oscuro, que mús parecía el de uon Dicho esto so incorpor6, y la don- ! monja que el de una dama de la corte cella, levantándose de los piés de la de los reyes más }loderosos do la. cris- reina, se oncamin6 de nuevo hácia. el tiandad. He le conocía. un sincero deseo árbol que le babia dado sombra, y cu- 1 de no llamar la atcncion de nadie, yas ramas caían casi hasta el suelo por pero particularmente temblaba cuando el lado de a tras. Recostóse, 6 mtís bien creía que la reina dirigía sus mimdaa apoy6 su espalda contra. el tronco, cu- 1 ~~la, y entónces procuraba ocul- brióse ·enteramente con el ,·elo, y per- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. It E Y I S T ~ 35 ma. ... ~ció al~n n tiempo coufus:o, anona. convento? pr guutó Alonso con acen. dada y profundamente afl:gid~. (O desconsola o. De repente oy6 detras dul cortinaje - Sí. de verdurtt ma. vo1., para ella lA. mli.'> -¡ C'uándo dulce del mundo -1 L ~ mis -~laría., decta nn tono tan bajo, que -¡ J l , ' llegaba apénas. á Hl OH.Io colllo ell'\Hn o~ -)le lo a,c . . do la. brisa entre las ho¡as,- .Jlnría, nn1 -¡ Y á dur le ~ JUSto ciClo! señom, mi esperanza, .:.~i vida i por -So roo h perP1Ítido escoger entre s¡ué se aflige tanto la re tJ~ de mi co. el de Carmeli as de 'Sta ciudad, ó el razon 1 do C1diz do l mismt~ ·eligion. Ella, sin variar de postura, teuüen. -i '{ por ál os ha~ ic; decidido? do llamar la atencion, contestó . -He dich c1uo ¡){lr un. runo ¿qué -Alonso ... se ha descubierto l ~ti( m o impor ta ! lo pueden Bo ar al que -la reina sabe que me amais, y qt q\1iernn, yo os correspondo,- y me notific6, des. -Escoged de ayer, que siendo yo hija. de tan alto -¡ Por 4'1.1 personaje era preciso vivir oculta en -Porque 1 un convento el resto de mi vida.. y me atrever -i La. reina os dijo eso 1 preguntó sacaros do él Alonso de Ojeda, siempre escondido 1 nieute. detra.s del árbol. 1 -Jesus, J ronoz<'o bien por fuorn, ri escalar sus muros, y i no tuvierais inconvn. -Sí; y roo repiti6 lo que tantas -i Por qu veces me han dicho, - que no puedo ir -seria un ·mposi L 1 contrn. la. promesa que hizo mi madre -No tal, sú lo '' <" 3igo. de dedicarme á la Vírgeu Sa.ntísimn. 1 - - Seria un sacrilegto por todos los días de mi vida. -i Y no 1 es peor su ntros en un -Pero no lo hizo con vuestro con- convento con ira vuestro g u~.o? sentimiento, María.! , -No lo p seis, Alonso, los muros -Eso no,- pero mi ma.cire prome-1 son muy alto altísimos ... ti6 en mi nombre. -¿ Qu~ m importa. la altura de los -Vive Dios 1 exclam6 el jóven casi muros? . . . )1 ía, añadi6 ¿me querríais en alta voz i por qué no a.pelais al rey dar esa na.ra a? que tiene el deber de protegeros? -Sí, cont t6 ella., pasándosela por -Calmaos, Alonso, responrli6la don- entro las rn s del ñrhol, y con ella cella. asustada, ¡ os podrían oír~ y aña- e.~e lienzo bo dado por mí: éstA eert\ di6: ¡,decís que apele á la misericor. tal vez la últi a. que hablareis conmigo, dia. del rey! Alon!;O, per no me clvideis, no me -..~í. olvideis ... -~[én os piedad a.tín tiene él q\10 la Y al decir sto no pudo retener las reina! Hgrirons. - Eso es imposible : -Oh: exc m6 el mancebo con do. -E~cucbadme, - noa. vez me atreví loroso acent ¡ jamas, María, jamas á suplicarle que no lle\'ara á cabo la miéntras viv ! Pero no perda.is las es. intencion de sumirme en un conveoto, peran¿as: ju dme no tomar el velo y él me coutest6 réciameute que me ántes de n.vis rmelo, pues nada. en el mandaba con toda la autoridad que él mundo me a ellrar1í si vos me amais ! tenia sobre mí, que obedeciese siempre 1 -Sí A lo o, confío en vos y juro, en todo y por todo á la reina, á quien por lo más sa rado de nuestra. religion, él babia ofrecido, cuando ella. descubri6 resistir á cu quier violencia. si tengo mi nacimie.nto,. deja~ á su albedrío mi 1 el. convencí ieuto de que perma.ne. suerte 'l ~l extstenc1a. enteramente. ce1s consta~ . . . -i 1 a la fuerza os llevarán á un Iban aqu1 s dos J6venes en su tler. ~~-------- ( Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. " f j 36 L A M U J E R .~ 1 na plátic:1. cuado María. sinti6 que ál- lgt_m_o-fPd·-.e- l_o_s_q_u_e_ a_q_u_í_aoda_m_ o_s_s_e_p_u_e_ 1 guíen se aoercaba, díjoselo rápidamen. 1 de e CúRar por vigilante y cauto que te ú Alonso, y é!ite en el acto se alej de los árboles. 1 deja~ a solicitud que tenia Marta., pam · III que ~~dais tomar la parte mejor, que ese~~ 6 María, lo cual os hace ver y . 1 -Bella doncella., dijo la persona que se1.1ti estas tribulaciones ... se acerca.J.,a ·,í María (y que era nadl\ - eñor, dijo María ioterrnmpién. méuos que Hernabdo del Pu!gar, el' dole, preferiría más bien ser desgra. ' cronir;ta, el cual cotno l•emos diC~lO án-1 ciada á mi modo que feliz al vuestro! tes era muy considera.do y a.teudtdo en 1 Soy j ven, teugo vida, curiosidad ... lo. corte)- la reina, mi ~eñora. toe ba - h! pobre uiñn, pobre niña, dijo encomendado, continu6, tener con vos 1 el cr oista., es verdad que sois j6ven . .. una corta plática acerca de un asunto poro í os puedo certificar que si el que os interesa. mozo tuviera b experiencia del viejo, -i Qué asunto 1 preguntó María, si ses~ tu\·iese, huiría del mundo tero­nada ~atisfecba con b snfrida inte. pran< y de las cosas dél, pero la moce­rrupciou. . dac.l 1 zana, ignorante de sí misma, tie­L _, -El asunto de vuestro porvenir, y ne W:~ fuertes los combates de la carne, l ruanii't,,tn.ros el deseo que tienen las que o pudiendo resistir, es enlazada. 1 personas que se interesan por vos de é me ·da en l:l.s necesid~des que des. que tomeis el estado monji!¡ el mús pues o puede cuando quiere salir de hermoso y propio par3. una doncella ella~. • como vos, que desprecia las vanic.ladcs - ero, seííor, si l1e de sufrir, esa del mundo y J>ÍOnlln. en el cielo. cuen 1\ es mi3. y de n:1.die m:ís 1 Adetn:J.s -Hablais, señor, con sociego por le te pgo mala. voluntad al encerra. cierto ! pues no podeis pcn!'ar ya na- n}ien o. turalruente !tino en la otra. vidn, puesto - ~ijn mia, $Í es cierto que en un que ya ésta se os acaba, pero yo. . . mouv terio estareis encerrada i no lo -La. empezais, interrumpí•) el an. est:íu a.cá en el mundo bs hueons ruu. cia.no,- es cierto, - pero hija mía, por jere!i ... Y si os repl•gna estar ~ugeta lo mismo lo que se quiero es 1 ibraros ¿u o 1 m:\nrlií pi os q11e lo fuéramos to­do las penas que en el siglo so pa~ao. c.los! ll<;n suma, añadi•Í el buen ancinno -Yo no quiero que me libreo de bajat ~o h voz ¿o·; parece poca la su­ollas: dijo la nifia con ímpetu. Quiero gecio de u un. corte y sus eti•¡uotas y conocer el mundo ántes de verme on- sus l ~a- mt\nos, rcvcroncias y ce remo. cerrada. para siempre en un moua.S- tnas. torio. h: sc11or ¿ y creis que mw. mon- -Ah: e>o d~ci~, doña )ir..r(a, porque ja go .. di! ~~~ libortnc.ll no t:abeis qué es lo que os convi~ne, - -~o, - pero sí de una paz tlo ánimo y as( es que otros, mús sabios y conoce. comp et:\. dores en la materia, se encargar:ín do -Pero 1Í mí me han rlicho, seííor libraros de las act~chauzas del mundo y •Ion ~ crnnudo, que cuando vue~tra hi­sus miserias. ja., q ~ e teuin. para ello vocacioo, (lo María escuchaba. con la ~.;nbeza in- c¡uo ~ muy diferente) so hizo monja, clioada. y en silencio. no e tnbais muy contento, y pública- -¿ Y qué os diré do los trabn.jos)n- meo ~ lo lamentasteis. numerables con que ol cuerpo sufre en erdad, verdad, que la hora que el mundo l Conviene saberlo, dice San yo y u madre ln vimos apartarse de A!rustin. " i Quién es el que anda en noso os y encerrarse en clausura se et mundo que no está obligado á los • ' ~ase "Carta de llernando del rulgar á. casos inopinados? Do todo lo cual nin. su fij monja." ------------------------------------ 1· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ---- - --------- RE VI S 1' A Q'u IN O E N 1\. L . 37 nos conmovieron las entrañas, sintien- de·segnro dar un paso falso; y i c6mo do aquel rungimiento que la carne se podrá volv~r. si apénas tiene sufi. suele dar e espíritu. Pero despues que cieute a.ncbur ~ ln. viga para los piés1 la razon, usando de ~'U oficio nos hizo El perfumado ~liento de la primavera pensar c6mo en esa angostura del tem. llevaba hasta ~sa altura el murmullo plo gozaba. de la a.nchurn del para.íso, de los espectJ1 ~ores, con riesgo do cau. ent6nces nos esforzamos en vencer las sar vértigo 6 ¡..turdimiento a.l encum. sujestiones mundanas, y gozamos de la brado manee~ p, pero no fué así : des. clara victoria que suele gozar el ánimo : pues de ha be r recorrido con la vista y más, ent6nces tomé la. pluma. y le es. cuanto tenia ~or delante, y mirado por cribí lo mismo que os estoy diciendo. • último a.l a.ug ~stinrlo grupo en el patio De repecte los dos interlocutores de los nara.uj s, se sostuvo dul)l.nte un oyeron un grito de admiracion y de sebrundo en un pié, y, levantando el otro, sorpresa, que sa.li6 instintivamente de gir6 sobre sí ~ismo y regresó hácia la todos los pechos de las personas reuní. torre. Oua.nd le vieron acercarse á das en el patio. Tanto María. como Pul. aquel lugar, todos respiraron,- pero ~r salieron de debajo del árbol, y vien. aún no babia. oncluido sus pruebas el do que todos tenia.n la vista fija en la. animoso Ojed , porque, en lugar de de. torre de la. Giralda., ámbos alzaron á jnr aquel siti( peligroso, apoyó ltn pié mirar. i Cuál seria. el espanto de María contra el m u~ p de !u torre, tiró a.l aire ent6nces cuando vi6 á Alonso de O jeda la naranja qu llevnb:~. en l:l. mano, la. en la. cumbre de la torre, que acababa recibió de nl ~vo, y en seguida. salt6 de saltar por encima de la baranda del por encima d ln bnro.nda. del balcon. último balconcillo, y poniendo los piés cilio, saludó e ~11 u u lienzo que llevaba sobre una. viga, que proyectaba do la. en la otra ro no, y desapareció á la pared exterior de la torre como unas vist-a de todo , Jllltliéudose jactar de siete varas (la que babia servido para haber proJnc ~o en cuantos le mira. subir material en la construcciou que bao la impro ~on mús angustiosa po. entónces hacían para recibir In. veleta), sible. · caminó con completa compostura y se. En tanto ?. ~rín habin. permanecido renidad hMU\ la punta de ella; alll en el mismo s tío, rígida. como una es. mir6 para abajo é hizo una reverencia tntun, sin mo ~ miento y sin vida, con respetuosa á 1:~ reiua y á su corte. De· los espantndo ojos fijos en Ojeda, los túvose un momento como p:~.rn nJnnra.r labios cntre:1J3iertos, los pnfios apre. el soberbio pn.isn.je que se extendía á tados: aguan p. mio cou i nd~Jci ble :wsin sus piés, cual un inmenso mapa anima. ver perder el ~quilibrio al sér que wás do: viendo bañadas por la luz del sol amaba sobre p. tierra y Yolverse peda.. laa lejanas ca.mpifias sombra. das de zos sobre las p!1.ldosa.s del suelo; pero castillos y de torres de arquitectura cuando lo vió aozarse sano y snlvo por morisca, reotos de los alcázares de encima del b lcon, la. conmocion fué los antiguos soberanos, alamedas de tal en su org~ pismo, que perdi6 el sen­frondosos árboles y huertas, jardines, tido y cayó d ~plomada, sin ncordn.r!Je agrupadas casas y caseríos; m:Ls cerca, que en la cor p á nadie le es permitido enmedio de la. ciudad brillaban las !manifestar ta ú las clara.'! sus sentl­flechas, cruces 7 veletas de cien cam. mieutos. pana ríos de las 1gleslas y ht: rmita.s. El cronista que babia permanecido Todos miraban n.sombrados al osado ú su lado, gra.c ~ó la inconveniencia. del j6ven y aguardaban verle ca.er, y ui á inoportuno dE ·mayo de ~Ia.ría., y no ,;e respirar se a.trevia.n, i c6mo, se pregun. atrevia á ped auxilio de los demas taba.n, c6mo podrá volveral muro de la para la. post ¡¡.da doncella, ni acudir torre~ Si procura volverse de espaldas personalment á socorrerla . . * Véase la " Carta de Pulgar," ántes Citada. • VéaRe la vi a de Ojeda po1· W. Irviug. - TO~O II. ,J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 38 LA MUJE;R. Este embarazo por parte dela.nciano la du ña. fué á buscar quien las acom. 1 no duró mucho, porque la reina, á quien pafia ~. pues dos damas bien nacidas nada se le escapaba, XlO babia perdido no po ~ian salir á In calle sin custodia, de vista á María ; y cuando la vió des. un pB ~ ecillo, con la. librea. del duque fallecer, con quebra.nt<1 de la compos. de M dinaceli, se acercó á la desconso. l tura que exigía de sus damas y caba- l lada oncella y entregándole un papel lloros, llamó á una dueffa. favorita, y 1 al de [cuido, la dijo al oído ántes de en tono severo dijo, seffnlando á Mana: retirarse : -Levánta. á aquella postrada don. l - ~o parte de Alonso de O jeda! colla y díle, de nuestra. parte, que Ma ía volvió la. espalda. á la dueña, su carácter sin entereza. y su corazon que} p.blaba con dos escuderos y pa­demasiado sensible, DO le permiten 1 DÍa~ ~dos de la corte, que salían de la permanecer á nuestro lado. N o vol ve. Sacri tía, y leyó con turbados ojos el rá con nos al Alcázar hoy, sino que la pape que decía de esta manera.: conducirás inmediatamente al monas. "]~ que me vísteis hacer, Mana, 1 , terio que encuentres más cercano, y " bo~ en la Giralda, fué para probaros allí aguardará nuestras últimas 6r. " qu~ nada. me arredra., que no hay ' denes. 1" m u o quo DO pueda escalar sin a.tur. Dicho esto dicíla señal de retirada, y " dir pe, ni riesgo que me atemorice salió del patio acompañada de su sé. " si e toy pensando en vos. quito, quedando en él solamente la " ( !oufiad en mí, tened valor y cons. dueña y María, quien levantando la ca- " tan ia." beza. se incorp<>r6, é impuer;ta de la ór. ALONSO. den de la.. rema no pudo ménos que 1 Contimu;,J·n ). prorrumpa en llanto. Miéntras que 1 S. A. DE S. A LA SEÑORITA ROSAl RANCO ACOSTA. Rosa del paraíso Llena de los aromas Que Dios para sus ángeles Unicamente di6. Qué triste es hoy Rosita. Mi canto ! al saludarte Siento que falta. al pecho La savia. del calor. i Qué le dará la. arena Reseca del desierto Al árool que fecundan Las aguas de la mar ? Qué quiere del inviern<1 La alegre primavera.? i Qué pide á los crepáscul06 La lumbre matinal ? ' ~n torno de las hadas ~ue en m;igicos vergeles ~n ullan de sus sueffos !-a espléudida vitiion, ~asuena como un eco pe lúgubres salmodias ¡.;os cánticos de una alma ~ue vive del dolor. Brillen serenos límpidos J;OS soles de tu cuna ~in que su disco empañe ¡..a luz crepuscular, ~ arrullen tus oídos ~agníficos acentos ~in que se mezcle en ellos ~i canto funeral. ~GBIPINA MONTES DEL V .U. LE. ·------------~--------------------~~------------------------~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCEN L. 39 SECCION RELIGIOSA, LA HERMANA DE LA CARIDAD EN EL SIGLO XIX. ~mposicion que obtuuo el pt;cmio de pces{a en la Jj radcmia lj'qonec8ól, POR ERNESTINA DROUET. ,.l.~ramndre. 'BUS vertiendo lágrimas, J esus en _la m. -Ah! eso entre nosotros muy rara digenoia..-Sí: sus primeros.~erm?~s y vez sucede .... sus primeros pesares, sus p1c~ dcbrlcs -¿Pero c6mo mirais s~n repugnan­y sus ~equeñas manos, ~oust1tuyen el cia. alguna á _!liños de~pOJados de e~­Jesus m!'! o para la sa?tn ~ írgen. P?ede cantos infanhles, mactlentos, ll?arcbl­ser 9ue en la. noche, mchnacb baJO la t:o;~ envuelto" en un <>rose ro veshdo l clandad de un cirio, ate!4tigue tu dolor :_A todos amo y :u ellos está Dios; al eco de las b6,·eda~ St\ntas, Y e lo ve cada uno representa la imágen deJe­basta el Señor esl.a. oraciou : " Ln. voz sus. cada uno lleva en ¡;Í algu11o de ios de la inocencia. con~ueve un c.orazo~ rasgos de nuestro Salvador; 1\mo su f6 de padre, y las lágnmns el el mño pt- en el uno cu el otro su candor, éste me den el perdon para su 01adr e." lo recuerda en su obediencia., aquél en La puer~ se cer~ó si~ ruido tdguno. su bondad y su paciencia¡ tal nifio en Todo es qmetud y stlenc10, e!! de noche, su humildad y todos en su pobre~;a. é hace frío I inocencia. LA ESCUEr.A. De sus ojos brotaban tiernas lágrimas; -1 A d6nde vas, hijo mio l el cielo iluminaba su frente dulcemen- -A la e¡cuela, t:eñora. te. Yo escuchaba su voz y los latidos -De guién 1 de su corazon, y le. dije por fin: -De las Hermanas. -Gracias á vos, Hermana, entre- -:5encilla y dulce palabra: veo un horizonte inmenso i el respeto -Mi abuelo, que todo lo sabe, me á la in!e.ncia por el amor de Dios. Hallo ha. dicho con frecuencia que la igno- en vuestras pale.bras una claridad nue. ,ancia es hoy una. ~rande enfermedad ; va ; es una gran leccian la que hoy be yo se leer y escribu. recibido. --- ---·---------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,---- ------ ---------fl REVISTA QUINCE:N AL. 41 Yo me sentí dulcemente estrechada en los brazos de la santa. -Al pié el árbol santo todos los corazones se 1 aunen ! -Hermana. puedo amaros y veros al­gunas veces ? _ _.. __ HECHOS CURIOSOS (Continuará). EN LA CIENCIA ASTRONÓMICA, ( CONTINUACION ). III mucho, y su ~rillo y dimensiones muy variable ; á eces llegan á verse tan i Quién no habrá reparado, e u lns no. grandes comq estrellas de primera mag. ches en que no brilla la luna., que de nitud y otr31 parecen puntos a.pénas repente parece como que una. estrella visibles en 1~ oscuridad. Tambien va. se desprendiera. del cielo para. caer so. rian en el e olor, con frecuencia. son bre la. tierra 1 Aquel fen6rueno es más blancos y tali bien amarillos, rojizos y frecuente en los meses de Agosto y de verdosos. Noviembre. Un astr6nomo de .Nápoles Ahora. veá ·~os como explican los sa. coni6, durante una sola noche, en Agos- bios este cur pso fen6meno: to de 1839, como mil meteoros, y otro Se ha dich que á cierta distancia en Francia. en 1836, vi6 en una hora en torno de~ sol hay una zona coro­caer basta 316. Porsupuesto que para puesta de m~ eoros, que debe de ser ver tantó era. preciso poseer telesco. más gruesa et algunas partes y más del­píos, y estar en un observatorio propio gada en otro~; y así, cuando la Tierra, para el caso. en su curso a ual, se encuentra con las Como el 10 de Agosto, dice Guille. partes más es pesas del dicho anillo, los min, es cnando se nota particularmen. meteoros se nfla.man al atravesar la te este íen6meno, los cat6licos de Ir. atm6sfera t rrestre, y por eso los landa, que celebran la. fiesta de San vemos. Lorenllo ese dia, llaman aquellos me- Pocos son ps meteoros que caen so­teoros la.8 lágrirtULB del mártir ; en bre la tierra la mayor parte no hacen Francia c.licen que es la lluvia de San sino atravesa nuestra atm6sfera para Lorenzo. continuar ro~ [Ando por el espacio o es- En Noviembre tambien vénse gran pues. Hay v rías especies de mateo­cantidad de meteoros, y cuando Hum. ros: los llan ados bólidos 6 aerolitas boldt estuvo, en 1799, en Venezuela, que parecen ménos activos y duran observ6, estando en Cumaná, durante más tiempo ~bre el horizonte, cayen. la. noche del 12 al 13 de Noviembre, do en seguid en forma. de piedras fe­que el cielo se cubri6 literalmente de rruginosas, r ás 6 ménos grandes, en respla.nd?res continuos, pr~ducidos por. varios punto de nuestro globo. A ve­una lluvia de meteoros. D1ce que pa. ces al inflam rse estallan, se oye una recia.n fuegos artificiales ; y otro tanto detonacion ce mo una descarga de fusi­observaron en la misma noche en las lería., y cae~ sobre el suelo multitltd costas de Labrador, en la Groenlandia., de piedras e~ r.andecentes de varios ta­en la Guayana1 en el Brasil y en Ale. mafíos y figu tas manía. Los quími ps y mineralogistas ha~ Hay ailos en que estos meteoros son examinado ~ ~tenidamente los aeroh­numerosí. simos, y otros en que escasean tas, pero has ~ ahora no han encontra- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,-:---- ---------------------~------------------------ 1 42 LA MUJER. , do ninguna sustancia diferente de las mineml6gico, los demas planetas son que se hallan en la tierra, lo cual pro- ' idénticos al nuestro. b~ria que, por lo ménos bajo el aspecto (Continuará). S. A. DoE S. EL TALISMAN DE f-:NRIQUE. NOVELA. PRIMERA PARTE. PPfíf PJ?.PJl-'Jf ¡..¡. fl~f'J?.PJ?.f'i-· (CONTINUACION). -Como señ<í Josefa está sola con sefiora! exclamó la vieja santiguán· una. negra y duerme del otro lado de la dose. casa no habrá oído. Enrique la. agarró por un brazo y sa. -¿Y las demas personas, pues 1 cudiéndola decía con desesperacion: -Todas se fueron para Lima, cuan. -Entrégame á mi esposa! entréga. do se fué la señorita ayer mafiaua. mela. ó te mato, vieja bellaca! -i Se fué la señorita? preguntó En. -Déjeme su mercod hablar! Suél. rique mús y más sorprendido. teme !. .. -Sí, la señorita Cecilia,¿ no mandó -Habla i en dónde está tu sefiora.? su merced por ella? -¿Acaso uo mandó su merced por -Yo mandar por ella!... ella ayer ? -Así dijeron los hombres que se la -Yo mandar por ella! Dime, des. llevaron. gra.ci11.da., ¿ á quién podria yo confiar -Mientes, mientes! gritó Enrique mi tesoro? fuera de sí, y presa de una angustia -Lo único que sé es que así dijeron horrible. los que trajeron au caballo ensillado -Qué se yo .. . dijo el hombre de mal para la. señorita, y otro para la mucha. humor, déjeme su merced dormir que cha. necesito mi sueño. -Y ella les creyó!!... Y al decir esas palabras el hombre -Pues ... me dijo Manuela que ha. entornó la ventana, dejando á Enrique bian traido un papelito escrito por el cnsí demente cerca de la casa cerrada. ... caballero, en el cual le anunciaba á mi Precípít6se contra la puerta dando ta. sefiorita que la esperaba en el Callao, y les gritos de desesperacion, que la ama que se fuera con esos caballeros que de llaves tuvo á bien levantarse é ir á eran sus ami~os. Decíale que no babia abrirle la puerta ántes de que la. echa.- tiempo para 1r por ella personalmente, se abajo. porque el buque que partía para. Es- -¡-Don Enrique! exclamó ella con paña 11e daba á la vela inmedia.tamen. fingida sorpresa, levantando en alto la te y no podía desamparar el punto. luz que traía en la mano. -Y ella creyó semejante absurdo! ... -Mujer! gritó el jóven corriendo al exclamaba Enrique con angustia. interior con ta.l ímpetu que apagó la -Sí, sefior ... y al momento reunie­luz ¡mujer! i en dónde está Cecilia.l ron alguna.'> mudas de ropa, un Cristo --Jesus credo! Jesus, María y José! y otrascosillas y se pusieron en marcha. Santa Bárbara bendita.! Madre mía y -Dios mio! Dios mio! decía Enri. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RE VI S-T-A=Q--=-U-- 1-N C-E- N AL- . ---~------4-"T3- -,, que casi demente: partió, parti6 y no que re_p_e_t-id_a_s_ le_s_e_n-·a_n_f_a-ta-1-es, pero 11 tengo ú quién apelar!. .. Pero, grit6 en que si no sucedía e~o podría vi~ir mu­seguida, tú me engañas, ella esti.Í. en la cbos uños sin volver <Í experimentar ol casa, quizás enferma : tal voz muerta! ataque. Y corriendo desalado por los aposentos Apt{nas pudo levantarse, Enriq\le co-llamaba: Cecilia, Cecilia! rrió ú Lima y al Callao para averiguar La vieja trémula volvi6 á encender las intenciones que tuviera el ma.rqttés, la vela en una cera que ardía en su al. y poner cuanto le fuera posible de su coba, y alumbrándolo á su amo las va. parte para recuperar á su arrebatada cías habitaciones do su señora, tratan. esposa, 6 morir en la demanda. do de consolarle. . Sin embargo lo que deseaba no era -Cecilia! Cecilia! gritaba Enrique fácil. El marqnés, al tiempo de partir, pasando de una á otra cou loca deses- l.abia recomendado á sus amigos que peracion, -hasta que persuadiéndose impidiesen, á todo trance, á Enrique de que efectivamente su esposa no se que saliese de Lima, y así no fué 11ino al hallaba en la casa, y comprendiendo cabo de algunos meses que el jóven lo­al fin, que babia caído en poder de su gr6 burlar la vigilancia de sus ene­tío, por cuyo motivo él y su hijo se ha.- migos y tomar el camino de Méjico en bian burlado de él á tiempo de embar- ~u persecucion. IV carse, vi6 clara y patente su lllesventu. ra, y abrumado por el dolor cayó en tierra golpeándose la cabeza do mane-ra que perdi6 el sentido y quedó tendí- Preciso será quo domos aquí algu-do y yerto. nas explicaciones más claras para que 1 • N o obstante su egoísmo, su traicion nuestro relato no sea demasiado oscuro y crueldad, la vieja no pudo ménos que y pesado, y d1gamos, auuqne si u meo­conmoverse, y arrodillándose delante cionar nombres propios, quiénes eran del postrado cuerpo de Enrique pro- los parientes de Cecilia. Esta niña., he­curo volverle en sí, basta que, viendo redera de una gran fortuna, quedó, co­que no se movía y permanecía inani- roo al principio le oímos decir á Ma­mado, temerosa :le que la culpasen si nuela, á cargo del Marqués de F., su resultaba muerto salió corriendo á pe- tío y su tutor. El caballero era ambi­dir socorro. En el patio se eocootr6 cioso, amigo de la ostentacion y en ex­con el sirviente de Enrique, que se ha- 1 tremo envanecido por su rango y su tí­bia quedado a.tras, y explicándole lo tulo; pero en renlidad, aunque no po­que babia. sucedido lo mand6 al cerca- demos decir que fuese un hombre co­no pueblo de Huacho en busca de mé- teramente perverso, puesto que no ha. dico, si lo babia. Entre tanto se pasa- cía el mal por el gusto db hacerlo, y ron horas, y Enrique no volvía en sí. sí era capaz de ejecutar buenas accio­Por fortuna se encontró ttn médico en nes, &i aquello le reportaba algun bien Huacho que lleg6 al fin, y examinándo- á él ó á su familia, tampoco vacilaba le detenidamente declar6 que, aunque 1 jn.mas en ejecutar malas obras por los parecía muerto, no lo estaba, sino pri- , mismos motivos. Cuando se persuadió vado totalmente de sentido, en fuerza de que su sobrina no quería aceptar la de una afeccion violenta al cora.zon, mano de su hijo mayor, y viéndosearrui- 1 cuyos efectos semejaban á la muerte. nado y sin suficientes recursos para ~os- Despues de muchas aplicaciones, al tener el boato- que era una de las néce­cabo de horas se logró que el paciente sidadcsdesu vida-hizo el propósito de recuperase la vida: el médico le ad- no permitir que la fortuna de su sobrina . virti6 que aunque le babia salvado por saliese de sus manos y con esta. seguri­ent6nces, quedaría siempre propenso 1 dad se propas6 á disponer, no solamente 1 . á esos accidentes, que le darian cuan. de las rentas de Cecilia, sino tambien do tuviese alguna fuerte emocion, de parte de su capital. Puede, pues, el, 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 44 LA MUJER. lector comprender cuál seria la. rabia. chanclo que ella había sido la. causa de del Marqués cuando descubri6 que su la.s desgracias de su señora, hizo -voto sobrina pensaba. sériamente en casarse de dedicarle su vida, más que como con un pobrete, el cual, por lo mismo, una. esclava, como una. tierna madre. necesitaría de toda la fortuna de Ceci. lia y le exijiria cuentas claras de la V tutela. No sabiendo c6mo salir del pa. so, pidi6 y obtuvo 11n empleo en Méjico, Dejémos correr el tiempo. Cerc3. de con la intencion de sacar á su sobrina dos año!J despues de los acontecimien­de Lima, y llevársela consigo lo más tos que hemos narrado arriba, en una léjos posible; pero en esto aconteci6 hermo!'a. mañana de Mayo, cuando la la fuga de Cecilia y su subsiguiente primavera sonreía y el sol lucia bri. matrimonio; lo que determin6 al ~lar. liante en el cielo azul y sereno, un na. qués á suplir los recursos legales que vío recien llegado de la Habana entra.. le fahaba.n, oon todo género de vías de ba. al puerto de Cádiz, y media. hora hecho, aunque fuesen criminales, para .despues, entre otros pasajeros, verémos hacerse dueño de la. fortuna de su pu. desembarcar á nuestro amigo don En­pila. Ignorando el paradero de ésta., rique, el que, contando apénas veinte hizo correr la voz de que partiría. pron. y dos años parecía. de mucha. más edad. to pnra Méjico. esperanzado en que los Caminaba s6lo, triste y abatido y no novios cometerían alguna. impruden. ma.niíest6 señales de contento al vol. cia.; lo que tambien se le hubiera frus. ver ú su patria, que babia dejado en la trado si la charla. de Manuela. y la in. infancia, sino cuando se sinti6 apreta. teresa.da. curiosidad de la ama. de llaves do entre los brazos de una señora de no hubiera coincidido para daño de los alguna. edad que abrazándole decía : dos novios. ~Hijo, hijo de mi vida.; No creía Como habrá advertido el lector, la. posible volverte á ver .. . seikl Josefa se le préRent6 al Marqués Despuesdeaquellas palabras de bien cuando babia perdido la esperan~ta. de venida. y tiernos abrazos entre madre conseguir su objeto, y, merced á una é hijo, la señora hizo acercar un coche fuerte propina, dijo en d6nde se halla. abierto, que la aguardaba. á pocos pasos, ban los novios pr6fugos, y c6mo babia y subiendo á él con Enrique mand6 oído la conversa.cion entre Enrique y que los condujeran á la Quinta. Rod6 Cecilia, en que éste pensaba dejarla el carruaje por la. orilla. de las fortín­sola para ir al Callao á presencia.r el caciones y pasando ú San Fernando y viaje del :Marqués. Fácilmente a.rre-1 Santa María, se dirigi6 a.l travez de los glaron todo el plan, que ya. conocemos, campos búcia la. Quinta., que demoraba. para hacer l!alir de la chama á Cecilia á dos horas de distancia de Cátliz. y ponerse voluntariamente en marcha,· -¿ C6mo sigue mi tio? pregunt6 al no descubriendo el engaiio sino cuando ca.bo de algunos momentos Enrique, se ball6 en el navío en medio de su procurado salir do sus tristes medita. cruel familia, en tanto que Enrique la ciones. veía embarcarse de léjos sin saber que -Mal, muy m~l de salud, pero tu era ella ... Al encontrarse s6la. en me. llegada le hará indudablemente gran dio del Oceáno, rodeada de enemigos, provecho. ¡Deseaba. ta.nt.o tenerte á su y separada, segun le decían, para siem. lado 1 pre de su es:poso, ¡,u dolor no tnvo H- -Me alegro en el alma; así tendró mites, y su t10 tuvo esperanza de que a.lgun aliciente en la. vida, ya. que di. muriera, pero no sucedi6 así ; pocas cba. no exi!'te para. mí ! son las personas que mueren de pena. -Ni para. nadie, hijo mio ! Recupero la. mísera Cecilia su salud, -No pensaba yo tal ahora. doR años 1 merced i los cuidados constantes y ab. -Pero ... si este asunto no te causa negacion de Manuela, la. cual sospe- demasiada. pena,- quisiera saber si has Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE 45 perdido enteramente las esperanzas de 1 invadidos p las guenillas de los in. balltlrla... surgen tes, Marqués babia partido, ~Es decir que usted no recibi6 mi ma dijeron con toda su familia ; carta en la que le refería c6mo y dón. yo seguí tr s do él ú riesgo de ser de la hnbia encontrado 1 fusilado lJO uno ú otro bando revo. -La encontraste!. ... i Y ent6nces lucionn.rio, ero la vida de los des. cómo vienes sólo? graciados 11 a un talisman consigo y -Sí, la hallé, ¡Dios santo !. .. Pero ram vez se é amenazada por verdade. en el triste cementerio de una. iglesia ros peligro T..legué sano y salvo {i de Vera-Cruz. la capital :Méjico, y en breve roe r -Había muerto!... presenté en 1 tlespacbo del Marqués, -Mire usted, madre mia, el disefio á quien tuv la fortuna de en~ontrnr de l:l tumba, que con mil trabajos hice sólo. El se mutó a.l verme, y yo, te. levantar á mi esposa. idolatrada. Esto miendo qu se me escapase, cerré la es todo lo que me queda de elb! puerta de l estancia, y en voz baja y Y sacando de una cartera un papel términos br vos le pedí cuenta de mi lo desdobló y mostró ú su madre, aña. esposa, y a oacé 10atarlo en el sitio diendo con profunda tristeza: si no me da su palabra de devolvér. 1 -Oh ! madre mía, ¡por qué no me mela inme tameuto. Aterrado cou dejó usteu morir niño l Cuánta!! amar. mi nqpecto dijo IJalbucieute: guras me hubiera evitado! -No pu o devolvérl'ela porque no 1 -Ingrnto l... est:í aquí. -Perdóname usted, perJóueme !.. . . · -Miente rsted! grité fren6tico. per·o he sufrido tanto, tanto, que e u -Caball o l dijo con algunn. digni. realidad no sé lo que digo .... Ademar; ciad, se lo a guro, níitulió, cibí una carta tuya, fecho.da e u tia, puesto Ver..l-Cruz hará poco mús de un afio, y preguutt-. en seguido. otrn.s varias pero tan cortas -Con un y couf,rs:u; que solamente lo. que me una crindu s anunciaba tn regre'lo pude compren. -i Jura der . .. y desue eut6nces he vivido en verdad 1 •lej6 usted á Ceci. familin. est:¡ &t!UÍ? mujer do rni confianza y yB: )lauucb. ·ted •J.UC lo que dice es Cúdiz e:~perando coa á usía tu llegada . . -Sí, cont st•Í con solemniuad. -¡Es decir que usted no ~upo 4'\e, -Bieu es ¡: ueme u~tell por escrito habiendo logrado descubrir que el .Mar. ol uombre d la mujer con quien JejS qut!s de F. y su familia habiau desem. W!ted ú Ccci ia, y la.<; seüas de la. casá, l barcado en Vera-Crull no llegué ú este y ademas e. iéndame usted un llnlvo­puerto sino para saber que pocos uias conducto pa poder regresar íÍ y úntes ha.bian seguido para la ciudad de Cruz sin l'Íe o de ser aprebado. Méjico? Des pues de permanecer largos me~es detenidos en Vera-Cruz, con roo. tivo de la inseguridad de los caminos, (t'o1¿fi 1 'a I'CÍ ). ~-~----- ------~--------------~---------- ~ ~~--- TQ)IO U. S. A. m; S. 6 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46 LA MUJER. CUADROS DE COSTUMBRES. MIS SOBRINOS Y YO. AHORA ocho 6 nueve afíos publica- tio de seis ó siete sobriooo, criados, ves. mos en un periódico de esta. capital tido~; y educados completamente á la. algunos artículos de COHtumbr~ con un mod11. actual. Vivo con rois hermanas seudónimo masculino. Creemo~ que és. en una casita propia, anticuada, como tos vendrán todavía al caso en la socie. sus dueños, sita en las alturas de Egip. dad y no desagradarán á nuestras lec. ¡ to, muy Mj os do todo barrio elegante; toras. Esto, por lo méuos, nos han di. pero en cambio, desde la ventana da cho algunos de nuestros amigos, co.¡ mi cuarto diviso un panorama tan bello nocedore~ do estas produc-ciones, y á 1 ~obre la &abana, que á mañana y tarde instancias, y por oonsejo do ellos, las exclamo con fray Luis de Leon : damos hoy á fa ~tampa. l '' ¡ Qoe descansada vida S. A. DE S. l La ?el que huyo ~el mundanal núdo, Y stgno la eaoondtda -- 1 SPnáa por donde han ido I Los pocos sabios que en el mundo han sirio! .............................................. Bueno será que áutes de empezar la Vivir quiero conmig", narracion que en ~>eguida se leerá, le Gozar quíoro del bion quo debo al cielo hable al lector de mí, si é1 me lo per. A eolas, sin testigo, mi te. Le diré en primer lugar que no Libre de amor, de celfl, pertenezco á la actual genera.cion, y De iglo, )as COStumbres de} bros favoritos, envolverme eu mi capa., dia no dejan de e,,candalizaruos un tan. fumar y conversar con los pocos ami. to. Mi hermano Rttfino v1ve muy or:u. gos que me h!\n quedado del tiempo de pado de su~ 11egor.ios durante el dia; y antaño. ¡ Quantwn¡, 'YIWiCilus áb illo! como delesta. la ·sociedad de moda., por Muy cambiados están loR tiempos ; 1 la noche robnsa acompafíar á visitas 6 á ¡felices aquellos eu que yo podia ci. tertulias á sus hijas, yendo por¡su lado ta.r mis auto1·es latinos más queridos, ti reunirse con sus amigos y jugar tre. sin temor de que no me comprendie. lilillo (asinus asinu'Yit fricat, 6 corno sen ! Pero reanudemos la. frase : soy dij~ramos en e~'~pañol vulgar: "cada puas, un pobre viejo, soltaron y hasta oveja con su pareja.,'') y en tan ama. l ridículo delante de las gentes de este ble compañía olvida. que su interesante 1 ytiempo: mi familia. se compone de dos prole necesita de sus consojoi>. Su se. '·, hermanas, viejas tambien, solteras y ñora., mi cuñada Pacbita, es una. perso. por consiguiente beatas, que detestan na de carácter angelical, y á tal punto por instinto toda. innove.cion1 y un her. suave y blando, que se deja dominar mano casado, 'ni rico ni pobre en rea. completamente por su familia : ade. 1 dad, pero que me ha hecho el feliz mas, como siempre e&tá enferma, sus ----------------'-------------' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 47 bijas asisten á toda funcion (á ménos sados tan extrnñott, que poco bá ni que sea al teatro) sin mejor compañía una loe&. los hu hiera usado, y mucho que la de los petimetres de ~;us herma- ménos una mujer en su juicio; lo que nos, niños de diez y ~is á diez y nue. prueba que las mujeres sensatas del ve afios. diu ~>on más locas que lag locas de mi Una tarde, eRtando yo en casa de mi tiempo. cuñada conversando sa.brosaQlente con -Esto de usar peluca, las dije, es ella., y fumándonos á duo un par de lo que más me extrafia. exquisitos cigarros, nos vinieron á in. -Eso mismo les vivo yo predicando, terrumpir mis do& sobrinas mayores, contestó la ma.dre, con más ra.zon ~uan. Casandra y Aspasia. Estaban las po- toque cuesta un platal cada un de esas brea niñas muy afligidas porque ¡;u¡¡ casta:ilas. amables hermanitos Radamanto y Pa.- Un gesto de de>den pleg6 los labios linuro, y hasta el menor, Séneca (mi de mis sobrinas al oír aquella. herejía ahijado) le.s notificaban que, habiendo de lesa. moda., y Casandra contestó: sido invitados ú una cena en el Club -Esta moda es muy bonita, y ade. Americano, no podrían disponer aquella mas muy c6Uloda, y luce tanto! noche de la preciosa escolta que ellos -Por otra parte, añadi6 Aspa.sia, debían procurarlas. que tiene el genio mónos sufrido, en Las muchachas se mostraban muy lo que cuest.:~. no nos metemos¡ y así afligidas con aquel suceso, porque ca. como no le critico á mamú su pafíolon, balmeute en esa. noche deb1a.n asistir ni á usted su capa, creo que somos nos. á una tertulia, 6 té, como se dice ahora, otras libres de UEar lo que mandan de en casa de la señora de don Toribio Europa.. de N***', una. de sus amigas, pa.m la Pachita bajó los ojos y sa.li6 del cual babian preparado hermosos veati. cuarto avergonzada, sintiéndose bumi­dos imitando los últimos figurines lle- Hada. y como ignorante delante de sus ga.dos pot· el paquete, que por cierto hijas. representaban á dos fa.moaas actrices -Ahora. que estamos solos, querido de los teatros de París. ¿ Y cómo no tío, dijo Casandra con aire amable, te. Uor:u la prrdida. de aquella ocasion de nemos un emveüo con usted; si qui. lucir~:;e l Me mostraron los vestidos : sieru ayudarnos ... el uno era color de sapo, con fluecos, -En lo que gusten, contesté con za.­cinta. s, lazos y recogidos, y con enagua,¡; lamería.: la.s mujeres son las que man. unas corta!! y otra¡; largas, de un color dan; nol!otros obedecemos.... cuando m:i~; S\ll'Ío y apagado ¡ el otro era roa. nos conviene. tizado y con las mismas zamndajas, -Se trata de esto: Paliuuro ofre. vuel ta'3 y revueltas de calatnaco azul y ció llevarnos esta noche hasta. la puer. colorado, tela que me record6 viva. ta de 1::~. casa de don Toribio, pero no mente mi último capote de estudiante, puede volver ú traernos . .. i t¡l ustod eu que fundé todo el orgullo de mis quisiera. acompañarnos al regreso? juveniles año~:. Con estos disfraces de- -Yo! ... bian llevar unos 1.apatitos con tacones --.Sí, usted ... como á la una 6 dof, de cuatro pulgadas de altura. que las de la mañana. obligarían á caminar en las puntas de -iLuogo es baile? los piés é inclinada¡; para adelante, lo -No; un sencillísimo té: si ÍtJera que, con las colai y los peinados, en baile no podriamo& salir ántes de las figura de copete, les daba. cierto aire seis 6 ¡¡iete de la mafiana. de pájaros bobos, Dada. tnvidia.ble. Me -Eso me convendría más, porque olvtda.ba. mencionar laa pelucaa de for. ent6nces iría de mattanita. 'misa. y de m& á la bacant.ú, segun me dije~on se pasada. las traería. á su caea. Pero eso llaqsa.bi. aqullo, eoi»puecsWI de rir:os, de presentt.rse ' eBJ,B horaa eo un salo u trenzas, cacbumboa, eepeluoo. y preu. doa~e nadie le conoce á ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 48 LA MUJER. -No babia necesidad de que usted 1 oído nuestras parejas, y por tal cual er·· ·ara l me contestaron afanadas. coqueteo inocente y "sin consecuen. Yí pintarse eu sus fisonomías el te. cías," como dicen los franceses, ponen rr~r más grande al pensar que yo po. el grito en el cielo. dna. presentarme delante de sus ami. -Decididamente, dije con ironía, gas, con mi aspecto de vejete, y recia. es preciso suprimir ese mueble imHil marias como sobrinas: comprendí aquel que llaman madre. 1 sentimiento en sus ademanes y añadí -No! exclam6 Casandra: no digo prontamente: eso: pero sí es mny justo que Re to. -Pero no tengan ustedes cuidado, meo la. pena de quedarse en casa, tan. que no iré. to más cua11to que hacen muv mal pa. -No irá :... ~ pel entre las gentes de toño. En la ' -No, hijas mine;: busquen elegantes casa es otra cosa: nadie las impide que las acompafioo, que yo no soy para mandar en las criadas, cuidarnos cuan. el caso, y ademas de esto me hace daño do estamos enfermas, ver la ropa y la trasnocharme. Tampoco me parece con. cocina, &c. A eso no me opongo abso. veniente que vaynn á estarse así, solas, lutamente, y ademas, creo que no sé en una casa que su mamá no frecuenta, qué haríamos sin las mamás. segun. me ha dicho: por lo ménos ella -Pero lo que no permitimos, añ"- debena acompañarlas. dió Aspasia, es que se erij:1.n en nues. -Ella ! si no la han convidado ! tras consejeras y quieran mezclarse en - No la. han con,·i':lado l y á uste. coso.s de la buena sociedad, que ellas des sí ! no entienden. - .A nosot ras es diferente .... -Pues, señoritas, dije yo ya indigna. -¡Y ~ pesar de semejante desaire do,. sepan ustedes qne se equivocan persisten ustedes en ir 1 mucho, si creen que Pacbita, ]a exoe. -No se con!lidera como desaire de. lente mamii de ustedes, no entiende lo jar de convidar á las madres : es moda que son Jos usos de la buena sociedad : ingles~. en mi tiempo, cuando éramos j6venes - Lmda moda, por cierto ! ella y yo, mi cufiada era el espejo en -E~ verdad : es una. excelente in. que se miraban todas las que querían novaciou. Lns viejas sirven siempre de manejarse con compostura: era un mo. estorbo on una tertulia, té 6 baile: delo, y la. citaban siempre como el ocupn.n llll l11aa.r necesario en el salon ejemplo que debían seguir las scñori. y qna puodc ~tilizarse paro gentes que tas elegantes y de buen tono. se dejan de convidar porque no caben. -E<>o soria en su tiempo, contesta. Ademll.S '1¡;tpd no tiene idea de lo que ron desdefio~amente; esa época. pns6 molestan ]a~; madres en un baile: á y h juveotuu es la que gobierna hoy. todo trance quieren ver cuanto pa.«a, y -i Y :>U mamá las obedece 1 como nadie las dirige la pa.labm, tie. -Pues ... Le contaré cómo la obli. neo ln. irnpertineucia de sentirse por gamos una vez ú que nos diera gus. e:;o. Y luego al tiempo de ir ú la mesa, to. Cuando estaba. aquí la compaf'Iía. lo;¡ dueño<;-de casa no pueden conse. dramática de la Rcnntn-al, quieimos ir gui t' que los jóvenes se apresuren á lle. una noche al teatro: daban una pieza vatb.s al comedor, y una vez allí es que nos habían ponderado como intere. , ¡)leciso seryirlas primero .. . . Siempre santísima; pero no se quién le dijo á tienon In i udelica.deza de cansarse pron. mamá que el drama era inmoral, y nos to, y desde las cinco de lo. mañana em. declaró que de ninguna manera con. piczau con <'l .sonsc>nete, repitiendo: sen tiria en que fuésemos. Le contesta. " ''árnouos l " cada vez que por casua. moa qne se equivocaba, porque al con. lida.c.J: llM ~o acerca á ellas. tmrio, Arturito y Enrique nos habian -.Por otrn. 11:1-rte, e.fiadi6la otra her. dicho que la pieza era excelente, puea mau:a, quÍ!ereo saber qué nos dicen al aehabiarepr918ntadocongiandeaplau. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .-----~~~-RE v r si; Q u r N e E~ A ;:-----49-1 so en París, en un teatro que llama.n ¡ ra.do con air~ insolente, me volvieron del Palaci,o Real. Pero en esta ocasion la espalda, acercándose á las mucbn­niugun argumento pudo convencer á cha1.1 las ofr cieron la mano con una mn.má, y por la primera vez la. encon- familiaridad tan poco respetuosa, que tramos ineKora.ble. l me provoca a administrarles un buen -¡ Y oo fueron 1 castigo. -Imposible hubiera sido... -¿ C6mo e va, Casandrita 1 dijeron, -Me alegro mucho. i que tal As ¡asía.~ Y sin pedir licencia, -Al contrario, replicó sonriéndose se sentaron ~n el canapé al lado de mi interlocutora; imposible hubiera entrambas. sido deja.r de ir. Viendo que mamá no -Bien, e atico! cedia, no quise discutir más, pero roan- -Perfect mente, Arturito 1 contes-damos buscar el palco y comprar las taron ellas e ~n aire amable y despeja­boletas. Por la noche nos vestimos Ca- do, i y usted s como están ? sandra y yo y nos presentamo:; en el -Nosotrq ... pas 'Tiud, pas mal! cuarto de mamá, quien se preparaba -Por fin, tpregunt6 el Arturito, ha-para acostarse. ciendo moli~ ete con el bastoncito de -A d6nde van t exclamó al vernos. mimbre, i t~ ~dremos el gusto de verlas -Al teatro, contestamos abrochán- esta noche e ~ el tá, que dan don Tori-donos los guantes. bio y su sefí~ ra para celebrar el oum- 1 1 -Pero niñas, repuso i no les babia pleaños de 1 niñita! dicho que de ningun modo permitiría -No sé ~ ~é baremos ... no tenemos que fuesen? quién nos ac mpafíe do regreso .. . pues -Y uos volvió á recitar la letanía nuestros he pnaoos estaríÍn ocupados. con que nos había obsequiado por la -Vaya. \l a bicoca: contestó hacien­matiaua. . .Nada le contesté, pero lln. 1 do dengues E que hnhian llamado chc~­mando ú una criada mandé decir á Pa- tico, y que e a el hijo de una tendera. linuro y ú Rada manto que estábamos 1 de la plaza e mercado. i Y no saben listas para s~lir. ustedes que stos brazos están siempre -¡Y qué hizo su mamá? IÁ 11u disposic ~u 1 -Usted sabe que lo único que papá j Viendo qt ~ mis sobrinas parecían ha prohibido es que vayamos al teatro indecisas y o conte3to.ron unda, me sin mamá; así viendo alla. que estába.. acerqué al gtJ 1po y dirigiéndome ií ellas mos decididas á ir con ó 8¿,~,. su consen. dije : timiento, y temerosa. de tener un dis- -i Cómo o han de tener una perso. gusto con papá, -se >Ístió ú toda prisa na. de ?'e8'}>etq que laR acompañe á su y nos acompañó. casa. do regr~ ocle la tettulia! tNo me Yo estaba. aterrado, ntmdido, abo- ven ustedes quí? ¿Estoy acaso pinta­chorcado, oyendo aquellas convereacio~ do en la. par d 1 ncs de mis caras sobrina!!, é interior. -Pero, ti , como usted nos babia mente daba gracias nl cielo porque Pa. notificado qt ~ no podía trasnocbo.rse .. . chita hubiera preferido casarse mlis -Eso dijE pero no soy rio para no 1 bien con mi hermano que conmigo, poder volver ~e atrns. Díganme á qué como en un tiempo le propuse yo. horas quiere que vaya por ustedes y Bendecía al cielo, que me habia libra- cumpliré. - do de tener una familia q11e educar en Convenim ¡¡ en la hora; y saliendo Ol!tos tiempos. al momento ~o casa de mi hermano, En ese momento ~>en tí las piBadas de tomé el cam · ~o de la mia, abochorna­varias botit&s que caminaban menudi- ldo y apesara o. Pensaba. en lo que era to, y, vi entrar á mis amables sobrinos la juventud e mi tiempo y en la coro­con dos pepjto8 amigos suyos. Loa pri- j postura y me ~les sefforiles de las ni. meros se acercaron á saludarme, pero ftas, aeí co~c en la respetuosa galan­los segundos, despues de haberme mi-l te ría. de los , ~vene11, tan diferente de -----..,.....-------~~-...,........,.... --------~~----------- ---- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -..----------- •1 )0 LA MUJER . la del dia, y roe iba diciendo con Jorge niñas. Cuando llegan las señoras de Manrique: edad :'i preseutan;e en ltu: salas de sus casas, los amigos de sus l1ijas las equi­vocan con los muebles, y olvidan salu- ¿ Qu~ se hicieron lne damns, Sua tocados, su.s ''eaiit.los, Sus olores'? ¿,Qué se hillieron las llamns De los fuegos encendidos De amadores'? 1 darlas, porque no las conocen, bien que 1 en esto no tienen mucha culpa los j6- l venes, pues todos los que se llamu.n 1" á la moda " son miopes y no alean- Se me present6 (haciendo contraste ¡' zn.o á ver sino aquello que les agrada; con lo que era mi cuñada cuando lu- d6n moderno tambien y desconocido cin. como reina de la sociedad bogo-• en· mi tiempo. Ent6oces veíamos por tana.) esa pobre señora que es hoy' parejo lo feo y lo bonito, lo agradable como cero á la izquierda en su fa- y lo desagradable. Así, saludábamos milia, irrespetada y relegada al últi- primero ú las ancia.nns y despues á las roo rincou de la casa de su esposo, niñas de la casa : ahora " hemos caro­como retrato viejo. Viva la libertad 11 biado todo eso," como decía Moliere, y Ahora los hijos son todos libres des- el corazon ya no está donde se encon­de que abandonan las escuelas, ¡ qué traba ántes; y lo peor del cuento es digo 1 desde á u tes de entrar en ellas ... , que no se sabe en qué region se le debe loe~ padres no tienen ra::on de e;nistir: buscar. El espíritu de anarquía no está la madre, principalmente, debería mo- solamente entre los que se quieren ti­rir temprano : sn existencia es un 1 tu lar pueblo soberano, haciendo y des. uso anticun.do y ridículo que debería 1 haciendo gobernantes: ha invadido la abolirse; no se le encuentra más des-; familia; y la de mi hermano Rufino tino ya, á la o.ltura á que han llegado no es lo. única en que está establecido nuestras costumbres, que el de cuidar el gobierno 6 desgobierno, de los l1ijos la casa y nyudar á vestir, (l enrizar,¡ sobio los padres. peinar y componer la.s pelucas de las (Concluirá}. RBNATO. ---... ·---- CURlOSIDADES. CAPRICHOS DE L0:-:5 l\IÚBICO~. OLUCK no podia componer si uo 11e. poder componer. Riendo y disputando va.ba su clavicordio en medio de u o pra. con sus n.migos fué que escribi6 sus me­do. Necesitaba el espacio, el cielo sobre jores partituras. su cabeza, el calor del F.ol y .... ea preci. MOZA.RT necesitaba est.1.r solo, pa.. so confesarlo, una 6 dos botellas de seándose por el campo, sea á pié 6 en champafia para inspirar su musa. coche, para que le vinieran sus ruo.s poé- PAISHJLLO nada hacia si no estaba. ticas ideas, las que despues escribía á acostatlo largo á largo sobre su cama. toda prisa al volver á ~u aposento. HA.YDN se. vestía de l1rnpio y aun RoSSINI, como Cimarosa, gustaba. de con lujo, se ponía. un anillo, regalado e~tar rodeado de amigos, eo cualquier por el Emperador de Alemania, y sen- parte, en una. fonda, en el campo, en tándose delante de una mesa, aobre la. medio del ruido de un ensayo, en la. cual hubiera papel muy grueso, tinta Ópera., á média. noche, 'J'!'T la m&ffa.Da, y plumas de lo mejor que se encontra. á medio di&. Su fecundidad era prodi. ra, escribía sus composiciones con la gioaa.. Una vez que eacribia un (fuo, mayor pulcritud y cuidado. metido en la. cama, en medio del in- CUUROSA necesita.b& oir en ttl c~n. •!arman~s. las recibida.; por el loa Gobcmador 18 de aquella colonia han h~ que llet:"o ult•mamento )1011 por cierto mucho cho todo lo po ible para civilizar á la11 t ri­peores. En FRASCIA hablan de inundacione11 bru~ de negros Juo meran en lo1.1 alredoderca. tenibiCfl, y pérdida do millont•H de árbole11 El Rey do los "rulus, era el máa sah·ajft de en loA hn t:s1• \:lA, En IT.~LtA, qno todnH laR m nchnch1111 de sn corto. se c:J­~ n ol mea de Febrero, ao desenc-adenó 1111 11nrnn con loa ~ orrcros viejos IJUO ya no nd­vendahal tan espantoeo on toda11 lu oo&tne ¡ mitia en au eje•c:ito por inutilca. {Es prohi­qne en~ Vene~ia el ~~r J.>(n~tro h:u~La Ja pllt~ ~ihido en nqu la .na!.'ion c¡uo lo~ guerreros za de San Marcos e munrlo mnchoR pl\laciOII JÓvenC!I t~>ngnn lllll)er.) ),na negntn.; ruhu&a­y 011!'111· En alguna& dndarl~>ll el viento y la r~n obodoccl' á s•t ltoy,_y cnlónccs é.;to, io-ll_ nvliL ornn talcR, qnn c·:'lyllron loR c:unpan:1• ch¡;nrodo, la:; h 911T.!IHI11ll' en nHtBtl. Cunn-noa, y en do11 iglesia11 la11 mi u as roahron á de• lo supo fll r. m11rlo1' do la colonil\ man-los uccrdotea que docian misa. JJOf; nanfra- 1IÓ suplicar al uol Octiwayo que tratara de gipll han 1ido tales, qno pocns buques han co•mbior do col duda. .fo~l tirauv enfureci•lo podido resistir al catucli11mo y al :mub.'\to de le reepondiv qtH aún no habia derramado IIU· los elementos eufnrocir'los. ftc!ontc sangre, segun lns costumbres de 1111 .Al mi1mo tiempo el Vesuhio 11a manifesta- nncion, pero qu' en odelaulc t<1ni!\ iotoncicn ba s:;itado, y el viento llevó lus <'(mizas quo ilc hncor correr s;w~ro 1l torrentes; adcmas arrOJI\ba 1111 cráter huta Horma. En IAIJ!Ilnos •·vwn ti no ro ru)Cia In intcn·cnt·ion de los pal'tOII, arlemaa, eo einucronli¡;ciUs temblores ~uglefloo en 1111 ~ obierno, le adverlÍI& que con­de t1erra. tal'a conque lej nria~>ontir todo ol peso do11n l::n EePAI\A ROban alnrmudo t(llnbicn por- jnlllll rolern. In tdh&tatnonto puso mnnoa á la que r'tltirntlmente han notado una ~nm recm.l obm, y pcrsi.:;• y ruandó al!csin,tr á los mi­def! cencio. de lepra 6 lázaro Cll Ahcanto. Los sioncros ctiRti~ os que hllcia mucho tiempo médicos, ain I!Dlbargo, han trft~lo do calmar 1 cataban eBtablc<1d011 en sus rlominios; atacaba los á ni moa, nac¡;urando quo eu t~nfer.nedad continuamente Jas guarniciones iuglosaa, y ol no es contag!oaa, sino hereditaria. Poro Jo ! de Euoro ú lti.lo so dcclnr6 definitivamente cierto os qUil cuando esta t.nfermcdn(l qun 80 la ~1crm enLro gloses y ~ulus. llunndo el :!2 habia acabarlo rnsi por <'moploto en Í~uropa du E11cro los i Jo;¡es lmtabc&n de 'refonnr ha vuelto á mostrar 11u tcrrihlo fa¡, ni mie~ lae guarnirion y poners!l rlefinitivumenttl mo ticnapo que la Jlt'&to en Ru11iu nlJ;O de en estado rlo rl íen r:n, d horriLie Rey negro muy extraño debe do haber eu la ~tmosfera atnc6 con 20,00 salvajes mh, nna columna ae nuestro planeta. Dioose que en HuRia no iugl~>aa, á poc· lcc;uay 1lo !\atnl, y la des­ha progreaado la }"CCItc, con moth·o dnl in. trnyó complota.: ente, rnuricndo en ella. 500 tCIIIO frio que ha reinado en Rnropa durnntc soldados y cr.r~ de 70 ofici31os, salvándo­lo• ulLimor; mes·~ del invierno; poro se to11e &o t&J?énns un pocbs Jlor miln¡;ro. Eat~ que 8(1 declare de una maucm violenta con nolic1a ha p ~nc:ldo unn ,·ordadera cone- Jos primoroli catorcR iio la priloavera. temnciou en glatcrrn, on donde, como to-¡ n .toa sabeo, eól loe hijos do los nobles 6 de . • . l11e fanlilias h algas siguen la carrera mi- L oa penodtooB do l NOL.It"Enn A no hablan litar. de otra cosa que uo sea de la ct~pantosa C3- Miles de pe t.Áat~ofu oenrrida en la colonia. de Natal, y cll T nglatcrra cou 88CSIDBW do un destacam~to entero de in. como volnntari glcsea por millarea do Zulus, negros cruelos vcngár la mue onal! so han prestllltado r:n andablo cntus1asmo á servir on el cjórcito del Cabo, y e do Jos valientes militan:s Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA 1\IUJER. ueeinados tan bárbaramente. Entre lo~ vo. cihió en andit>nC'Ía solemne ú tod011 los dele­luntnrios partió, á fine¡¡ dn }'ehrero, el J>rín- :;ados de 13 prensa C3tólit:\ del momio, n-pro­cipo Luis Napoloon, el Ílnico hijo do Napo- ¡ sentada por 1,:102 periódicos, los cuales em­leon III. Antlls\f"c embarcal'lje dejó una car- pican !5,000 cscritore11. En contestncion al ta, on fonua do proclama, manifostando su diRcurso que le dirigió en esta ocasion Mon­valor y 1111 genet-osidad. Bien conoce él á sus señor Tripeli, Lcon Xlii contestó en latín compab·iotaA, loa franceses, ~ue nnrla al'Otlll dando las gracin11 lí la prcnM. católica y ma­tanto como á. un Jefe militar. r.os periócli- nifest:mdo lo útil que cm. t.1dn la que se ocupa cos legitimistas dicen que el prínt·ipc Na po- I en combatir diariurnont<> contra el atcismo y la lcon tit>no ruzon de ir á la Buena Bsptra.ua. revolndon. Reeomt·ndú ii todos la sumision El Timu de J,óndres publica un artíl·ulo cu l ú bs enseñanzas de la lglesin, la moderncion el cual asegura que el Rt>y uegro C..tiwn)'O no en las polémicas, la concordia entre los pe­tiene tanta culpa en la m~ncionacla c:atn!lltro- rivdico3 católicos, la dignidad en las argu­fc, como loa comerciantes ingleses, los ctules, rncntaciones y la dcfen11a á toda costa de los J>C118ando sólo en el amor al lucro, )' olvi- principios cristianos, que son loa cimientos dando wdo patriotismo, hnn vendido milla- del órden social y In paz de los pueblos y la rc11 de fusiles de aguja á. los znlus. Al prin- civilizacion. ci1•io Cllle tráfico era público, y últimamente por !lOntrnbando, dando así armas á loa ene­migot~ de an raza, y causando grandes des­. grar:ius, }lUCB si do selíuro Inglaterra. trinn­! nd por fin, no &et·á smo a. cof!ta do muchos sacrificios. Los negros bien ntmndus y enva­lentnnndos con este triunfo (IÍ peRat· duque mordieron el polvo miles do ellos) induda­uh mente prolongarán lllUChO ia lucha. IV Esto probuá una vez más, que en una na­cion loa pecados y los ,·icios de lo& unos caen sobro las cabczna de loa demas, y pagan jus­tos por pe<."adorcs. III El aniversario de la cxaltacion al trono pontificio ele Loon XIII fné culcbmdu cu Hu­ma. ( 18 ele Febr<>ro ) con toda solcmmidnd. "J<;lntwvo Pontífice, dio.:o El ¡lJtwdo Catú­liro, vcmludoramento inspirado por el Es­píritu Sttnto se lm olov:ulo m:ís do lo que so pensaba. Bl comprendi<í quo la march:~ de loa nNnteciroicntos, permitida ú msnd11da por I>iuR para llevar ñ cabo su plan divino, ne­ccsit~ L:l do nplicar loa miRmOII Jlrincipioa de diversa mauera. Cuando ))íos cambia. sus trnlmjndores es iucludablomonto porjó á t~ns sucesores un potler espiritual c¡u'l Y<' no le pueden disputar y una milicia perfectamente obediente ...• El actunl Papa no ecni ménos ¡;rande dclanto de In posteli­dllrl. Lo que ha hecho durante el presente año do su pontificado demuestra la tijeu do 111111 intenciones, la trnn•¡uilirlad de HU alma. y In "levacion y profundit ad clo sus fines." PoC08 cliae deilpues del aniversario de su advenimiento al Pontificado, Lcon Xlli re- Continúan las negociaciones entre el Vati­cano y el Imperio .A.lemnn. Algo inquieto Bismnrk con el no npagndo francesismo de las provincias do Alsacia y Lorcna, -arran­cadas li la madre patria en la última guerrn,­v temeroso scgm11utc:ntc do pordcrllls al fin, rc:;olvi~ admiuistnu·lcs un remedio supremo, mandando constituir la Als:tcia-Loruna en un Est-ldo independiente, gobernado por un Príncipe alcmKn. El anive!'fl:uio XXXI do la República de 1818 fué celebrado en Paris con un banquete presidido por Luis lilanc, y con la pnblica­cion de los díscnl'l!Oll ~cmngó~¡..¡cos de ~edru Rollin. En aquellos m1srnoa d1att aparcc16 un poema nuevo de Víctor llugo titulado ''La piedttd suprema." I.o t¡uu trata de probar allí el nutor c11 que son mh di¡;noa de lásti­ma los tiranos que lu víctimas y perseguidos. Cuando pensamos en la lt·ntitud con ~ue se tml•ajn aqul en las obras dtl lipografta uo pu'e 1Je,·un á ··nbo lna pnhlicaciones en Eutopa. Con rnoth·o tlo los desastres del Cabo de Dnen:1 I::s¡.>ernnza 111 Gobierno in­¡; les mandó publicar lns memorias del últi­mo Gobernador clo av¡uclln provincia. El ma­nuscrito llegó ñ manos do loR impresores ( ~lacrnillan > d 12 do Febrero; el 13 se em­pezó ú. trabajar en ello y ol 18 :i IRs once y média do la nocc, :lO cjemphu·es con 400 pá­ginns y 3 grnhados, todo P•'Tfoctnmcnte co­t ·regido y r<~visado, aunque uo tiO pudo en­cuadernar, fttm·on cnli'<'I·Pdos á. los principa­les oficiales de tloa bntnllones que se embar­caban con dircccion tÍ A frica esa misma no­che. I.a civiliz:1cion bajo esta ío.z es muy dignn de bendecirse y admirarse, y si todos los in,·ento~ nue,·os no 11irvieran sino para hacer el bien á la humnnidad, por cierto que pensaríamos que Dios los ayuda. Pero en cambio de e:.ta asombrosa aciívidad, aquelbs maravillosas :trt1~s 11e emplean las mús 'l'"eces para bacer el mnl, mús bien que para el bien. S . .A.. DE s. ltlllll:CIO l>Ot Etataclu J., l::l.c:oH!r. . .

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La Mujer - N. 14

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La Mujer - N. 2

Por: | Fecha: 18/09/1878

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y ll'B J>.AN FUEUZA. LA MUJER, REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, BA.JO l,A llUil:CCION l>E L.\ Sl:SiOR., SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. ===~===------~--~--~ DO~HSOO, ::;t;TIE)IBRB lo DE bh. ESTUDIOS HISTÓRICOS SOHHl•i LA :\.IUJ:E:lt gN LA CIVII-'1~.\.0IU~. HISTURL\. AN'I'JGUA. I:>."TUODCCCIOX. 1 cbo mtís antiguo quo lo que uos lmbio. t•nscüado In historin hasta hoy, noso- E::;1' \do tal runtwm ligada b histo. tros nos conteutaromos con In 'pulnbm ria de nuestra actunl ci\ilizacion con in pirud11 de Moisés, y SCgliÍrernos en lns CÍ\ili:-.. tcioucs de In. autigiíedad, á O::>to las S::mtas Escritums. pesar clo su Ji verso carlicter y tt>udPu. L'ontarcmos,1mcs, dic11 goncmciones cías, c¡uo el 1{\Hl pretenda hacer mm elttro Aclan y ~oé, y desde 01¡uol u~u­ro ciín, por hrcvo •III•! sea, do uua 11:1r- fmgio del ~éuero humnuo hustn la ora te do ltL historia europea, r.ecesita 1'111- cristiana, 2348 m1os. 1 pezar Jcliucando el cuadro Je la his. Las historias que so precian de ser torin do la antiguedad. lns mM antl!!Ua..., del mundo (fuero. del .Adcmns, como no nos dirigimos ú Antisuo Testamento), son lus índicas personas muy instruida.<~, sino 6 lns que y clunas; J>ero tanto t~stns como las tlcscnn aprender In hi~toria. Je las pn. \'Íojns leycuun- egipcins, pcrus y grio. sndns gene rociones, om¡)cl.aremos nucs- gas;, do tal modo cstáu plngndas de f{¡. tm nnrrucion con uu igero diseiíu de bulas y errores cronoló~ricos, que os los IV'outccimieutos que dcL~n guar. imposiLlo separar la lllt.llltirn do la dnrso tlU la IIH'IUOrin para compn:ntlor pon~ ventad t¡uc en cllns se cncucntrn. In situnciou que touia la mujer en In :No se puede dar cn~tlito tí las nuti. m(LS rcmotn. antigüedad. Es necesnrio guns historias, sino f'OIIlO diez y sois couocor el teatro de Jos :suce~os áutcs siglos tíntc;:; de .Jesucristo, y nuu entón. do cutrnr on mataría, pues lo.~ acoutc. ces encontraremos mús errores quo da. oimicutos domésticos, por decirlo nsí, tos cierto::. Sin embargo, aquí hallamos forman el fondo de la historia !lntigun. 'islumbres de probnbilidad, porque .Aunque algunos escritores modernos coinciden en varios hechos con Jo;; han tJUerido probar con razonamientos, acontecimientos narrados en el Anti. yn. que no han podido rresontnr docu. guo '!'estamento. montos para ello, 11ue e mundo es mu.l Los primeros anales tlo In nntigiic. TOllO l, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2G r. A M U .TER. dál~ griegn son contemporáneos de la famosa ciudnd de Troy.1 ene hajo las ép do .\.broham. cuando un eriipcio nrmas uuidn..,. do los gri(' "os, d :lfUC~ ó rCr .. ·io, llnmnclo !naco. :\trn\c 6 el de uu lnrgo sitio de diez aiío;:o, sitio tnnt', 'f lloganclo ú la penínc:ula grio0 1l f.mlO~o por hnhcr Hielo cantad o 'flOr él fundÓ una colonia en la Arg61ida,) poet1.. griego llomom t n sus l"oemns Sth doSClllldieut(',;; so ostablccicrou cu l-picos, la. llíutlo y la Odista, J' por la _.\rc:ulia y l1 Tesalia. Al c~bo ele \~ir;:ilio en la l)nr.ida. nlguuos aiiog varios rnicmhros tlo c.ta 1070 aiio!'i ánlt.:s do .rc!!ucristo Até­colouia fenicia pasaron á Italia y fun. tHIS depono !ltlS r('ycs y funrln. 1 n Hc­dnton lns primeras colonia>'~ en ln.tuo, llamndos arc1Mnie.s. Grecia como en Italia lo fenicios que Cien ahos de puc apare cu Hcrmcro allí se cstablccieron procuro ron cí vi. el poeta. y Hesíodo el primer bis ·)ría. lizar la.'! tnbus de Fahajcs que pobla- dor grie<.;o, quien drocribe no ~ola. bnu e os paí,cs, y les ooc:otinrou el mente los hechos y sucesos, sin o las culto tiC los dto~c5 C'!Ípcios, como el costmnl)re~ de su siglo. do Hnturuo, ,Ttípitcr, ~eptuuo, .Minor. Eu tnnto qu•· eu .Judea Atalia usur. vn, V únus, Juno, &c. pa el trouo, des pues de la di vitnon de II Eo t..•mto que sucedían cutre Jos he. breos los ncontc.:imieutoc; narrados on lo.'> libros de Josué, los Juche y los Rl'­yes, on Cli\'OS anales se encuentran IO'to) funda ln ci~.:dnd de Homa. P.:lco más 6 m;':nos b.ícia 737 el etió. pico Sabar<>n se apodero de ~.:ipto: wmde Seunquerib In J u den ; e u Asi. ria ~arda.u:íp.tlo ptclic•e tnorir 6utcs que entregarse, y coucluyo el imperio asirio con su rolllndo. Ne.honn. ;,!)!) o.ño" tintetl d'-' .T cc.ucri~to N e. bu. codono"or inv. ele la J ndcn, pone sitio ú .Toruc:alem de truyo el templo en 5 7 • y e 11 \ll. ií las diez tribus cau­tivas 6. Bo.bilouia. Entre tanto reir.au en Rom:1 siete rcyc: con ecuti\'os, los cualn:; mueren C.."'"i todos nsesinados. Grecia gime bajo las cmoles leyes de Dracon, üorecon los siete Sabios, y a parece l1~ pootlaa m{LS afamada de la antigüetlad: Safo. III Al principto del siglo V ántes do Jesucristo apnreci6 cu Grecia el gran ,. Otro."' dicen quo esto sncOll)lltl 1--C cJistiD!!ltÍuron 110 1.0- ll(¡mico que su onscfin. n11u hoy 1lia, lauwntc los genc:-a.lcs quo hemos dta-l descubre !1~ c·iencia goouu'trir.a y lns do, ~;;ino filc)sofos, pautas ~~ lailltorin.du. 1 tabln3 pitag(,ricas. &1'. J>oeo tlc~pucs 1 res conao Jlur6tlot '· TucidídP!l, ES<¡ui lo, 1 »e ),nce ¡•ouoCIH' cu In Or w sola ius., tie'llpo pare~.;o que tlnt.'l.n In colonias pi racion. hebreas que se i'undnt·on en Eo;pníia y El resto del mundo era entro ümto de donde prodencn las prinripale pre::a de uu:1 nuarquín completa: en familias judaicns que de puc se dis. Afnc.1. en b Indin) en In. Chiun to. pcre.'lrou ]lOr Europa Jns las m•cioncs 'i' inn más ó m nos Fatiga< os en I:ornn con la tirnma cu guerm abierta con sus 'ccina , y de sus roye.::, lo T1rq\tino, los cxpul. los \icios, f:Ín la cidltzt ion, ,;efiorca. ,.,;1n 510 año l'intcs do Jesuc:rtsto, y se bao el alma hum!lnn en todas )l.'lrtcs. funda m a HpúLhca que dut'll. run in. Los pueblos lucl..abnn coutrn los tirn­t- errup ion m 1 de 'iOO nños. nos que trntnbau de oprimirle , desa. Qumce si lo úntc de In \erúda de parecinn de la J¡az de la tiorm los im. Je ucri~;to los f,~nirios hn.Linn ostablc. pcrio", las rcligtoncs y las RCCtas: to. ciclo colonia<; on 1<: puñn y fundado In. dos, sumidos en lns tinieblas do la íg. :ciudad de C.1diz. E u seguida lo rodios, norancin, huscabnn b 'ordnd y no In los mmio11 y otras unciones hn.binn for. hnllaban. Jlauia eu el espíritu bumnuo ruado i'O Espnfia estnblccimiout..oR co- la osp'"'ctntin1 ~cnornl do una T0\11la.. 1 morcialos; pero los cartagiuc!li'S se cion quo deberia. aparocor algun din., 1 señorearon de las t'I}SUW do tal mn.ner<~, pero que uo ¡;e enront1nba, y murhos 1 que nu el siglo V fíutC!I de Jesucristo morian en tiuichlns y d~eqperados. 1 la .Andalucía los pot·teneoio. comple. Sólo en ln Judea ¡,e rouocin el verdn. 1 t:J.meote. dero Dios: los demas pueblos sufrían 1 A mcdidn que so adelanta en el es. v Jlomban su ignorancia -eu: poderla tudio do los r.ig-los, éstos, miéntrns más remediar. 1 modernos, se hacen mtís interesantes. Pero en toda lo. antigüednd no bay K A.. DE S. ninguno que aventn.je al ciglo Y. En ól Roma. es testigo do cien combate.e entre los plebeyos y los patricios, y la (Continua1·á). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA :\IUJER. CUADROS Y RELACIONES NOVELESCAS D 1·~ L .\. :u 1 B '1' O H I A D E A .M l~ H 1 .., A . ( CO~CI.Ul:liO~). SEBASTIAN CABOT. 1quítica y cnant\, el l;Uelo cstrril y lleno ( l~r¡imcr¡ ilcscubrido~ tle l¡;icrrn-J.'irmc ), de hondos pantanos y enterrad eros. . • ' ¡ A::;í, reFol.-iorou COiltiuuar ¡;u naje, y sE o u N ° A PARTE· haciendo rumLo húoia ol Norte. al !'e-r" .. .u:ltlcA. gundo día. encontraron otra co~ta, In JI cunl sí ern Tierra-firnw; siguieron por la orilla por algunos •lías sin encontrar Al clarear el dia 24 de .Tunio de nndn importante; desembarcando aquí 149i ln.s tripulaciones do los 11a~íos.- y allú al fin dict·ou con alguno~ caseríos •¡110 hnbinu ~alido tic Bristol algunas do indígenas, los quo ~;e manifestaron scmnnns (mtec;, comandados pot· ,Juan entcmnwnte snhnjes y asustadizos: L!abot y su hijo Scbast ia n,- \ iorou al ver ú los E u ropt>us llttían unQs des. J)Or priwera 'ez l:iOiialos do t it!rra, la ¡Ja.voridos, y otros procumlmn mu.nife::;. que resultó ser de tri:;to condiciou, )" tarse uelico:-;os, JwcÍl'tHlo uso de sus flnnqueadn por altos murallones pefins- urmas y flcchns. Pero Cal,ot qui~o evi. cosos y e1:carpndos riscos. Pero Jcspucs tnr todo conflicto, y so rcomharc6 !iin do cou. ulmdns las c.·utas marinos que hacerles caso, continunndo su 'injll. lleHl.ban, no podia ser sino una tierra :::ieba;;tian temn segundad do :.cr con uo conocida por lo~ europeos, y por su padre el descubridor de unn nueva conc;iguiente el descubrimiento do t•lla tiorm y de hnbcr tocado el continente les pertenecía. por prime m \'Oz loscuro}1cos. Poro c•1tín -'I'M·ra-1wova! Terra ?awv'! ex. difer~ntc no era el aspecto de aquellas clam6 f'obastinn en italiauo, y n lhoro. regiones quu touinu delante,- crizo.dus zado so arrojó ú los brnzos Jc su pudre. de tristes y escarpudas rocas y cuuiertas -.Así' parece, hijo mio, eout~·stó l'l cou u un ,·cgotacJOu negruRca,-de las nnt:inno runJÍuo; pero fóltanos saucr si dc~cripciouüs fiel .Nuevo ..\Inndo, des. es TJcrm-firmc 6 alguua isla. <.ubietto por l'oloul Eu lugar Je os. -De todos modos, padre mio, hemos hcltas palmeras 'oían J>Cfias y riscos trmnfndo, dijo el j6ven; y no hemos de do:;uudos;- eu ., oz de vistosas flores y \'Oher IÍ Joglnterm sin hnbor dcscu. risueños y auimndo paisaje , cucou. Li rto el continente indiano. tmh.1n espinos y terrenos bnjo y ano. En brt ve encontraron u u puerto bien gndizo!:; y los tnstcs y solitarios bosques re g-unnb.do que, si bien pnrccin poco pcnnauecinu siléucio os y sin eco, por. profundo, estaba nbrigndo por nlta11 que las poquísimas n'cs •jUc los lzaLi. 1 rocas y buena tierra en contorno; nsí, tahan eran mudas, y su plumnje imi. rcsoh ioron auclar allí para exnmiuar taha la mt.dancóliw ti ntn dol pnís en su couquistn. que ruorabau. El cielo llu los trópicos, .Juau IJubot .A. los pGcos días de recorrer nquello. do-templados del polo, q11e á toda hora twrm encontraron que cm uua isla so sentían ¡enetrnntes y lzelados,:í pesa.r np.ucntmncnte inhabitada. y sin uingun de ~er la ~.:poca de ve muo; y por últi. halngo; la vegemcion de ello. ura rn- roo, cuán diferentes uo ernn los salva- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 29 jes que habitaban lo.s lllll'\OS tiorrns Linu nrrullndo con cuentos y tradicio. del N orto, de los a.mnbles ) ratHloro~o~ UP.S on los que hacían gmn papel los ÍlllifgPn:u; que con tnnto nm~r y hospi. horri!.lr•s s{ores moradores eu el polo tnlid:-ul hahian recibido {¡ t olon -:.·sus ele! ~orto, Mcia donde Ec diriginn. compaüeros: E"tos naturales, que per. Los C'ahot trntaron de probar :L los rna. tenccinn ó la raza de los e quimales, riueros que todo aquel era un tejido de eran pequeño~. ~nleSO!l, nsquero.-.:os y fnbulOtin'i ~npcrsticioncs, y si u hacerles ferocc•,; cubríanso los C\Wrpos l'l)n ves. 1 <;aso continuaron :su explomcion. tilcutes piole, que quitaban {i los uui. La:. niel•lns :;o voh inn cada tnomcnto rn:des 'JUC cazaban, dcspuo de hnber"C mÚ!' clen~as, el frio era intenso, y en. comido la, carne eruela lle los lohos, coutrahan sin cesar trozos de hielo qtw osos y focas. ?IIiraban :Í los blnnt•os, uo !'Ohrcnndnhn.u en las olns d<'l mar ngi. con In tierua y re,petuOR.'I. eurio-,irlad tMlo y crnhra...-ecido; las costas habiau de lo::; bnl•Ítnnte' de Guahanl- y den.ns de np!!recido. y en torno suyo no ...-cínn, isln~ que ,·isitnm ('olou, sino con odio no diré ciclo y nt,'1.In, sino agua y una torpe y brutnl; y e u lugar de ofrccorlc¡; nicbltL to.n <'"pesa, tan negro y tnu só. suhcítos OXljUi,itn.~ ft·utns y hermosas lida, •¡ue nin~una h11. podia ntraH a 1 flon;s, lus nmcuazabnu r•on ~::-11" ar111as El dc~couteuto de In tTlf bcto u uuos y t.uíau otros 10jos ele Pilos cs1nn. crocÍl'tHlo ~~ medida q1 }JronuuC1:1. tndos. l'ero nuuque ln conc¡ui<-ta do hnn las ~eiialc;; del p o m o' croo país tnu rnifomble pt~.r...,rir•s(• inútil, dcspuc" de qucjarso r 1 JO, p pucsk• que no eucontrnban la menor ron 6. umnuumr en e 1 :1. y o'L feílnl do 1Íqucza minaml 6 'egotal, los decer con dificultad) r 1 nr q Cnuot e onorgullccían con su de.,cu. Jet dabnn; pero los en del polo, y fuélc ¡ore et 1 tomo do lns un\ os .. Aclomas los alimen. l c:una10to y ocultnrs ·1 1 le ll(l de tos cwpozabnn (; escnEcnr, y los anima. jaud:> el !JiauJo sup1 no ' Sebu tt n les mnnnos que h:t.hiun logrado pescar ·g,to ncnlrÚ de CX'l!'!Jlü • 1 1 IJ o hasta t.mt6uce~, ya uo ornu nbuu·lautcs; tiundn triJmlnciou, y 1 ror. al J ven así los ruariuoro~. aunque habían fre. quo di~o la órden rl \ h 1 un r 1 cuoutado In." costas de lslnuJia., maní . .gion ménos peligrosa ; puru !as fh íostaron ú sus capitanes que deseaban cns fueron vanas y out6nces p1l:,aron 6 1 voh erse, porque u u imíerno por aquc. mnouaznrle. Sobastinn habin resi!'tido llas regiones de~couocidns y pobladas ' las súplicas con entereza y con Jcs. de rocuonlos de fantústiC:l.s leyendas, dmloso silencio, pero cuando se pro. les causaba ..:1 mayor terror y espanto. uunció el motín levantó la voz para .A.üa.dian que desde su infancia les hn. maudR!' castigar ú los sublevados. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 30 l. A li U J E R. Nadie le ohedoci6. nciter61n 6rdeu: volverFobro sus p:t os mfts f:C inC'linaba todos })OrmanoCJcron ium6\ilcs y si. al Norte y más ~C:C nlcjahan rleEmop~ lcucio s. Al caho do dos d1as bnjú (·1 \·icnto y -¡No me obedcceb? oxclnmó So. les sobrC\·iuo uua ealmn tan complot ba.stio.n licuo de ira. •Jill! el mar p:u ec11t u u t•spcjo, y ni ln. f;,! miraron uuos á otro~ pero uo se ua6s Lgern l,risa mo\'ia las vela!'>, que tilO\ icmn. golpeaban flojas coutm los pnlo\> ; pero -: ~\ \ ue~tro peligro lo pr1.!gu11to al mi-mo tiempo 1(•3 rodeó una niebla por 1íltima \'ez' repuso H{'bnstinu, des- tan espe~a, osc111a y teu~.:bro~a. que ~;e 1 enminando la espada, que lleHIU·• nl perdieron de Yista no solamente los ciuto; y sacando una pistola que tema buques unos ú otros, siuo ]¡n~ta dcnuo eugauchcula en la cintura la arruó. de ellos uo ~e veía á cortA distancia. -Podcis, Cnpitan, matar uuo 6 m'Í~; Pusábanc;e las horas y los dia~. y la de uo<:otro!'>, dijo el jc:fe de los nmou. posicion de lo .l>uqucs descubridores nndos; })ero ncordáo" e¡ u e somoo:: mucho era siempn· In mi'ima; el nlnrma babia y ~~~ el momento podremos haccrnoslllo,;ado {1 su l'olmo, porque In::< provi. dueiios Je 'u ostra persona. ioues thsminu\nu, d agua fresca e m. -J\ h! n•plicó ~c\iastinn lmcicudo pezaua á faltar y el frio so aumeotabs u u esfuerzo para :;enmarSil, ¡os negnis 1por rnomeutos. A pcsn1· do e¡ u e no to. rotuudnruuute ti obedeced r-; o 8l'rtí, uiu uingnn mundo en In nn.vo, Sebas. 1 pues, eul pn mía si no ~o lleva ntlt•lrmle tinn, que coruprur11lia mejor que los esta glonosa cxvediciou! .. ~01'\ iolmc Jumas el peligro en c¡uc se hallah:lD, t()dos de tclltigos de que be sido ohlign.. no desamparaba la cubierta tí ninguna 1 do u .'lhandounr el cnmiuo tí la ludia . ham. Pero e\,1ndolnnterouuucíoat mn.udo;- Una. noche, estando reclinado contra yn no SO}' vuc'>tro c~apnnu; puede mnn. uno de los costAdos del cutre-puente, daros ol que elijai:s,-niiadi6 (;ll\ai. y oou In cabeza npoynda Eohro lns ma. nnndo ln <:spada. guardando In pistoln nos, mirando húcia fucrn, notó que la y lHljnmlo ul camarote ú dar cuenta li niebla estaba Pu movimit•uto, lo que sn parlro cln lo fiucedido. probaba que huhia nlguun Lri"'a, aun. l' m;it~ron e en comnnic·tr.iou lns rm. qne no se :::enti:\ todavía In conmociou ves iumef!i:t tam~ute, y tliéronlo clnum. del aire 11i en la uHtr ni en las velns 1 do nl oficud. l!rus experto q~t~ llc\aban dPl buque. ~e111~hn dcutro y fuera d_c 1 t>n In oxpedicwn. el qno dw 6rJon de In nnve un nleuc10 &e¡Hilcrnl,-la tn­dnr ln 'uoltn r. Europa sobre In marcha. pulacíon entero ee hubin retirnd~ bajo 1 j A poco se lovam6 un \ ieuto furio o cuLICrta en bus a do nlgun nur:Igo, y que Lnt16 los buques sobro la ucre • salvos el t1mouoro quo pcrmauecrn me. padns olas con un ímpetu in i~ual, y dio donnido en m.a ]lUCStO y :::oba:.tinn nlmit~mo tiempo In oscnridnd ) el frío en el suyo, la quietud ora túntn. que ero u talo·, que todos temblaban y se él mi•mo empezó ú soutir ln influencia cstJ em<'ciun t.nuto de frío como de mi e. do elln, y dojúndo"C caor sobre una do l~u wcdio de estos co••tratiompos, \'eln. curollndn, t•crr6 IM ojos y -"e que. el C:1pitau improvisado Jodaní IJIIO dó profundnmcuto downdo, como no lo haLin. pcrditio el r umbo¡ no Fa hin eu ha hin succdiJo hncin. mueLo tiempo. tl6udo so halla ha, y proponia que ofrc. \'arias visiones pasaron por s.r fnutal'Ín, eieFeo tlo uuc\O ú Sebastinu el mando ,·agas é informes, hasta que empez6 ú de la descaminada flota. pero ninguno soñnr con que ostnbn en el c:mnl de Sombra crecía y tomaba for. cnrgo de 1!6ude J!lO\'(lnin el ruido ex. rnns rlccididns; iluminada todll olla tmiio •JUC Seba ... tinn ItaLia oido en suc. por Lt luz ele la luna, creyó reconocer 6 iíos y qu<: semejaba una lojnua tempes. s11 prima Bontriz, 'cstidn. como estaba brl de t1nenos: caus:íbnln. uua lnrguí. en el hanr¡netu do Xoche-lml'ml, con ~imn. hilera de roras do iliolo que so trajo de rtLSo azul cln.ro y cuhif'rta toda levnntnbau á corta tlist:mcia, como mm ell1\ do encajes blnucos y brillantísirnn tropa do espectros gigm:tcs~·os y de pedrería ..... :\Indo de admirncion, y castillos resplandecientes :í la. luz del tambion de asomhro ante llt¡nella vi~;ion sol, y quo parecian formados con mon. ¡:obrcnnturnl, y fijos lo:> ojos en olla, In ton~s de 6pn.lo,., diamantes y ?.al1ros, vi6 crecer y crecer hasta tomar propor. cub~ertos todos con una e~pc.qu C:\pa de cioncs gig.mtcscas (. medida quo se uio,·o tan hlnnca y tan pum quo ofus. a.cercalla.. caba. la .. i~ta .. Al pit~ de e tns rocas Al fin comprendió con pn,·or f¡uo lo cristnlinns se rOID)•Ia el mnr cou furia., que vl!Ín uo ern sueiio tino una realidad: causando estruendo. que ln.~ niohl:tc; lmbian huído dojnnclo Du1anto los primeros tlinll do In. na. de~pojnrlo l'l ciclo; que u u ,-ionto h.~r;. \'{•.;nciou tle re~ reno, los nwríuos tm ic. tanto fuorto movía el huqne, y qne ron c¡nn ostar liÍcmprtl alertn ¡mm pro. aqnelln. tigurn gig:wtesc11, qno al prin. setvMse de los choo¡ue'i dt• los trozos cipio bnbia. tomado por la sombra do ele hh•lo que coutinunmenlt· rodeaban Beatriz, cm nnda méuo~ que unn ouor. los buques, cuyas formas funt Lsticas y mo roca de hielo que scmejalla forma cs:trañns ndmtraban y ~;orprcndinn . .AL y figura de mujor, In cu'll se diri0..jn nuuas scmcjnb:m inwen os cau1 tos do y>recipitaclruuonto hií.cio. el buque. fmtns y cnnastilla.sde flor ,otras imi. m peligro ern inminente, y si nquol lnbau e tatuas. pir:ímidc.c;, catedmles y témpano choca.hn contra lac; tablns de la montatin.s novadas. Pero,¡ poco estos fe. na,·e, do seguro In harin astillas: ju?.. . n6menos polares fueron dcsnpn.rcciou. g6 q11c no debin }'order tiempo, y ohi. rlo, y al fin, uua \'CZ fJUtl huhicron JH~r­dando sus rcycnns con la tripulaeion, tlido •lo vi-tn. el n•cien descuhierto con. he levantt~ d:mdo una gran vo:t, y :uro. tinonlo (eo'lta conocida huy t'OII el uom. jtíndoso ~obrl' el dormido timonero le hrc do L·1bra.dor) y ¡ nsado cen.":\ de tiró ú un Indo; y haciendo que el buque 'l'orrn-~ova, uo \Ohunou á \'Cr más virase de bordo trató de desviarlo del témpanos de hielo. peligro que ya se venia encima, pero Eu Noviembre de aquel niío regre. no tan presto qnc lograra hacerse sufi. sarou ú Bri,;tol lo" t 'nbot, pudiéndose cientorueutQ n uu lado con tiempo, por jactar de haber sido en reahdad los lo que sufri6 un choque tan violento, '?,rimeros de~cubridorcs conocidos del que estuvo tt Jmnto do hundirse, con lo Vontinentc Xorte-.\mericauo. cual desperto todn la. descnitlndn. tri. Rccihióles el Hoy, si no con tánto pulacion ... .Merced tí In maestría y po. a. plauso como los soberanos católicos :í Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J, .A Al U J I~ R . Colon, sí con cou idemcion y aprecio, Sin emhargo, el rey do lnglnterm uo nombrando tí Scl.nstian l'iloto mnyor do prctencWí colonizar, pero m siquiera. la Corona de Inglaterra, y controlando tomar po:-esion del numo Continente; con l-1 otro v¡a.jo do rlcllcubrimicnto en 'y viendo Cnbot que sus osf•1crzos no busca do una \"in m(LS corta tí las costas tenia u uin~uu resultado en uquc•lln indianas do úathny. Corte, á priuci pi os de 1517 ofrcc16 sus" En elsuhsiguiente Diciembre, y pnra ~ervicio~ ~ FerJmndo el Cat61ico y {í el día de Pascua, .luan Cabot innt6 lí Q,¡rlo;, ,~. E tnndo íi scnicio de E~¡mi'la su cnrn {i muchos de los' eciuos impor- dcscubri6 la que fué llamnola lhhía de tantos do Bristol, pnra que concurnc- Hud:-on, hnstn los ti7 grndos, audacia son á una fiostn mús solcmuo y rum- que o. un hoy dia so considera como muy hosn que aquella eon cuya narracion meritoria. El buhiorn so~uido por princtpin o-te rclnto, puesto que cm aquella vin cu buscn del p~so tí lns I u. en houor Jel tno.trirnouio do Schnstiau dia~, pero la cohardía do su tri pulaciou cou Beatriz, r¡uion domiiJntln ya por el 110 ~e lo perlllili6 uuncn, y tll\o sicm. amor <¡uc hnhiu col,raJo :'í su primo, :;e pro que regrosar si u hnbor logrado sus convoncit~ du <¡tro ol rlusc.ulnidor Jo iuteutos. Tierrn-fi rme cm 1111 l•o111uru " de mfLs La vida ele Sclmstian Unhot fu,: sicm. · nH~rito y lll1Ís admimblu C]UO toJos los pro tan laboriosa y rosputahlo, •¡nu ¡;u elogiados h(rocs y guerreros.'' opinion hacia uutoridnd un todo loto. 1 caute á cue:stioucs ural'Ítima~. Lltímau. La segunda ('XJI<'dicion, comandada le lo;; hi:~orin.dorcs el a,·a~l .. Yut'('[/ mle. por S.•unstian Oahot, dice Bancroft Duseu~no el ustro;ho •.le h.nra, alu~rlo (historiador do Jos E~tados U nidos), Je ~~usm. cutre el Co!¡tJm·uto Y In .N u e. tm·o lugar on 14!J9. ~ali6 de Bristol v~ ~embla, y prefurm IÍ todo lns cxpe. en 1\layo, 6 la t:nbezn de !100 hombres, dlCJ~ue~ :ht•c~s. . . ( y tomauJo la nu do I hmdia, nrrib6 á ~ uest ro he roo '1: ~o hns~n ~nn cdnd las costas de Labrador- fí, grados do muy at"auzada.. .M uno en _1.,5:3, Y en la longitud,- e u doude el frío ora tan ~rora postrera su peu an:t~ut? torn6 6 intenso que fué preciso voher pnrn el as _uxcur-JOncs Y dcsc~l >~nmontos do :"S' ur, d cs' cu1 J n· end o on aque 1 · · 1 su JUventud; así, In ultunn ¡¡ ,Jabm 'lllJO toe ns . , f , ')'' 1 1•· 1 las costas do lo que es hoy Caoadú, q!te pro.nuncw uo:' .erra., lePI'a . Nuom Escocia y mucha p Irte dellitornl '· efectivamente 'Cll _yn sm d~tdn In de losEstndos Umdo;dc ~orte.América t1erm celesual promouda ií los JUStos. hastn la Jt'lor1du. ___ S. A. IJE S. ,. .. ,__ PÁGINAS SUELTAS. A MI CORAZON. ¡ 8ill'nr.io, rora:on! ,· }·o t•• l" nrdC1w! JJ~pCt'Oks mágieos de tul ! Y yo svy In moll!culn del viento, Oon Vhla y pena 1micnto ! Con él s:syi(Í adornrte Como m 1 el gus;millo Los rayos de In luz! Voy lOmo en ntll•IOn por los t!Op;lCIOS, Bu~cánuotc al tru,•es de c~os palacios Que tienes sobHl el sol ; Y en lus r~gias cascado.~ de diamo.utes, l.,luc hordnn los colnjcs 1le la aUI'Ont, Y r¡nc do tu alba h1z ci•Jslumbrnclom Tcimt••s dc ~tellos sou ~ Y tc si¡;o á U-n' cs de e>es JlalSnJCS <_!no de oran lns 'ushs l1•jnmas Y H rgn tic limp1dos t•elnjc.'l! Lo t r faros do b u.>cbcl ~u o á rodar en io cterr.o prc.;c :pit.IR, Y ni trnv1•~ do ~~~~ coro,; to puse s l'enor do hu! altm.t~ iufiuitaA! Ut•bil, isnotn, míset.•, iuvisiblc, .\h ! yoNoy•·lgusauodol,ti 11n! ::li hny e11 mi sér nu soplo do tu uli.-nto, Aplaca clrnnl '}Ue mí dvlor encierra! Yo floy el futi¡;ado pcrc.;riuo, :::.1sifo sin llc-canso m r~p so ! Oh, l>ios de mi de-tino ! Abajo está el abismo ten bro c , So m dcj s rodar! Qno )O quiero lnl¡'carte culos niLums, gn ol rayo y la ldz. de tu l,simd '• ::lmtic:Cudomo c:ml'adn De las KOrubrru; y el harr o t rrc1tol ! \"o~ de 1111 alma Q•l•' sucun, l'le;arin nuuc11 oída \y! en su propia pequen z h inscnsnt • dt• m1s lujo, F.l ímico tesoro ... !lo mis hijos cpso adoro l'oll férvida [IDSÍOII ! '1 Íl el Dios do lo iuv¡~;iblt' , Do! débil v tlcl huéñuuo l'ú el Oios de J •• s estrella , So nb:mdonc;; sus huellas, Tuyo es su porvenir 1 l'u sombra sea la antorcha, Que alumbre su camino Y olvídate del pobre pcrc¡;nno, Olvídate do mí ! 1678. .AI'IRTPDl \ } f O:NTES DEL YALLE. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 34 l.. :A .M U .J E R . GALERÍA DE MUJERES VIRTUOSAS Y XO'I'AHLE:-:. U~A galerín de mujeres coutcmpo. no hay uua sola que se hayn atrevido ráno."\5 cutornmcutc 'irtuo-a-, cuvo :í irritar,e contra In ¡ll·iuce~n Isnhcl. ejemplo sea digno do o:cguir~e en todu bcrmaua de Luis XVI. Ero proci-o que c~rcuustnucia de lu 'ida, t•s quiz 1 no el trilmnnl que la juzgara y coudcnnra f"<:tudio di~'llo do la atcnciou de uue,3. fuc!'e compuesto Jo "ólo fieras con fa7. t.l'li'l lectoras. umnana para que ¡;emcjautc mujer fe J-:n la surio do rl'rtmtos ft>mt•uino.::; \'iera seutcuciada á muerte. que{¡ t!ontinuaciou ,;o \l:'rá, uo 1 emo' El notuhre de I-abel ha ~ido falJJo¡;o admitido sino ú mujews cristiana;; de entre la" fatnilias reales europeas: ade. todas Haciouos, enyas 'u·tudes sean tau mas de :u1uelln,; grande reinas tau 1 clarm. como b luz del :;ol, •, . cn'•l 'a n!- Cl)llOt·idas J>Or totloi!, como las JE.abell'R putncion 110 haya t;ido 1nnnclwclrL con tlu Espaiirt é Inglaterra, n:-Í como la do. ul m:ís leve soplo do maludicenc1a. Husia, qnc reinaron en su propio nom. Sin cmloarco, la~ prunt·t·ns •¡lll' prcscn. hrc, hau sido elevndas al t.muo, en ea. tnrctllOS }lOI'tcllúCOII 110 ,_(,)t, :'Í la Cntu. hdad de reiwu; COU~ortPS, IUIIdtaK f~n. gor ín. do mujo1 es vi rtuo ·ns e u l oda la he le", v :iin, Ctírlos .\llluucl. [,a se~nnlia, Isnbt>l, nacida el ;')de :\lay(J de 1 iG 1, no había l <'lllll}llido ~iuto ai'los cuaudo llegó lÍ Francia )[aria Autoiíeta, la e;;pOSl~ tlul futuro Luis X'11. _\.pénae fO viero11 In~ Jos princc~as, ctmndo se c·ohraron mutuamente nn lh'Uticular cari1iO, y lu aust rinca tomó lmjo su proteccion (Í la francesa. Empezaremos <' tOli e t utlios acerca de lns mnjcrt' 'irtno ns del tiempo do ln Hcl\oluc10n fmutr a, con In dda do una priuct· dlobrc • n los anales de ¡,, hh.tOJin dl· i.L mujut·, uo cu el punto do 'ista tlu la sangm rr>cd S tic llio~. si11o f!Ol'IJli!J ntpwlla 11111j• 1' rc!utÍcÍ t'l\ ;,;í (,,Jns lno virtudes domt'stica , nsí t'omo t.odus los sacritieios du la houdnd tu{i¡; c..omplet.'l. de In lti(LS porfcl'tn abnc¿nciou y du uua cabnl hollczll du alma. En el c.ouciorto do Yoces rcvolucio. unrias y \ i<•lontus c¡un . o lovnutaron contra la rualc-,.a en Fmncia, contra la aristocracia y coutm todo lo que lmbin ton ido algun prh ilegio únte:;. Eu su primera. uitier. haltel tenia un carácter tao violento, indómito Y altanero, que t;Us institutrices con diti. niltad lograban domnrla. Sin emhnrgo, al llegar á la adolcc:ccncin caruhió uorn. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HEYlbTA QGI.""OENAL. pletmnúnte "U moco do f;Cf; merced n T al 1, "H·mn.na Jl<'r somnua y din por la i nstntction religto. quCI la dieron " día, dejando cotTCt' su pluma nntn. y el Jmlwr hecho su pnu1ern cornuuwn ·• mlmcnte. refiertJ \IIW vidn erlifie<¡nto, al lado do ~S::t canneli. ·• y exhibe uuo de los cnractéres m(L.S tann. Lui~;n (que vinn rotir.•tla en 110 ·• ;,n.tumlo". uHÍS rectos Y má;;; iudc. monn'>t<>rio\ Isnbel ~;e com uti..l eu una " pendientes que jnmns h!Í.) nn honrado niña :.u1:~.bÍe. bondndo a. v de uernos •' una familia real." Su cualid:Hl m:L.S !ioutimieutos. "En lo Sl!CO ~ho,rlico una sobresaliente era. h\ hencvoleucin, y de sus p:uA~~irista'>, "'se l''l'OCllJ.MlM aunque "" <'c;píritu Jlro,.'lioo, como el m:Ís del cumphmiento de flllS de!Jercs tlcJ J!oy, brilJnba por IHI uatura}id:vl y quo dt! los derechos <¡IIC ~~~ 1lahan en dignidnd, 110 dl•jt~ jamas lle mnnifes. ~ ln corte r,u uacimicblo y,,) re:;peto du tnnm en todas l'll"l'lln~tnncias !:l'reuo y que In rotlenban.'' noble, como lo 'Cl ctotJs despue~ e~ El pueblo francos se ncostumbr6 medio de eo:couas tnn nuguutio~as como deo;dc In niñez de 1 abe] ú ver (en las Jlo.ns mujeres hnu tenido la de"gracin, fie..,tns, banquete' póhlicos y e>pectf.. no solamente de presenciar, ~:;iuo tutn­culos ten.trnles) ~ic111pro ni Indo Jo In bien de tonu\r tmn pa1lP eu t>lln-:. d.e~lumhmJora y n.ajcstuosn Mar'Ía .An. ~iendo tnll~- niña, I.uj¡¡ XYl q11iso toíh•ta. 1:~ ,Ji:;tinguida y modPsta figma cnsarln ¡·oun'n prÍul'i¡m irnliano, y di'S· d~ la pnnce:m, geucmlmente 'cstida pues )fnrí:l. A lltoiiet·• •le~enl.m unirla dP hlauco, y cnyo!' n:mlcs ojos se nni. con su lwrm:mo el eu1perndor .Jo'"{ 1 I mal.mo con una ~onri n nug<'licnl é ino. dP 1\ u-;trin ; pero 1 nbel dosdeiiaba las ceute como su nlma, ni uotnr loe; triuu. nlinm:a~; terrestres ,. nspirabn secrctn. fos de popularitbd de yuc disfrutaba mente á concluir bU existencia en un '-sn r¡uPrida cniindn. clnustro. Sin embnf6o, como ~o u hcr. Isabel no vi\·ia RÍno pnrn. nmnr á su mnno y sn cuiínda )ll('(hloctn uo •¡ui. l f1Lrnilin, á ;nts amign~ y ú lo pol•n'q; sioron cou'-entir t•u ello, n·--olvió 110 jamnl:! p(•nsn.u:l en ~>"Í mi~mn y ¡¡Ólo go. ~cpa.mrse jamas de t'llo~ y se qnl:'rl6 zaha. con las ale!:("rÍn" y t'l contento de ('!1 In co1 tP, "'D rloudc In suerte la tonia los domas. Ern In. prÓtertom uata da destinn.dn In pnltun clol1mrtirio. todos los ll!fortnundos, á qmeuf' rara El matrimonio dt su hormnna (.'Jo. voz dcjah:~. de nuxilinr, atonsejnr y so. tilde la aflrgió mucho, y desde ent6n. ronor; uo coutúutA cou proteger ú lo'~ ce 'i\'in frecucntl:'nH•ntc 111tirndn del l'ohres de sn pn.trin, trnb:1.jnha tambien hrillo y pompas do! gmn munclo, hnhi. JnCc'l:Utntnmoute, eu nuion el(• :\[ntÍn tando tllll\ peqm iía c¡uiuw qno lt•nin Antoñota y do la reina de i\'apolos. en M.mtrcuil. .Allí pa.'lnbn los dins {'IJ. ¡mm que 1!0 envinse u r • catar cnstin. trc nda :'i su. d<'\Orioms, al estudio do uos <.-anti,os en Argel. 'J'emn. dos ami. 1 h: torin, del cual pnrticipabn ... 11 hor. gns, 6. quienes do tú (siendo ellns pobres) m wo ol coudo •i<' Pro\ enza (de•pucs con ins ecouomín.s quo hizo dumnt~ trC!; Lm XYIJI , al nrto de In pintum, niios. rlc la pension que In pasn.ba.n cu m~ que gu!;tnba mucho, :'i b. costura y su cn.lidMI dt""l hermaua del roy, y jawn'l bordndos lllll) curiosos C)IIO solin bncor dejó ele pmte:::(•rln~ lllÍl~nt•a' rptc por. ¡mm regalarlos fí los pol•rcs 6 Cll\·inr., mn.ncc1erou ú su lado, y do) comuni.,los :í sus nmigas; y orlem:~s so ocupa hu c;uso cou dln.s cuo.I,do F.o ausentaron. <'U rn11.nclnr "Ocon cr iÍ los meubterosos, El twiior .Fcuillt•t dt 1 'om·hes ha te. y tenia cierta e: horas dol dia en las cun. nido la paciencia de reunir y publicar le<; dnba nudiencia ú todos ellos. E~tn. todns las cartas 1}110 hn. potiiJo recoger época de tranquilidad ) JlRZ de Ruim4) do esta princesa, y en la introdnccion no rlur6 mucho tiempo: en breve la que P.srribi6 para aquel objeto, dico dcsgmc:in. vino :1 tocar con ~>u ruano da las ¡mcrtn de la mi cricordia compartif>rn con aquella sus dolorc~. divina. empa¡)ándoso por d cirio u sí no que Onda d1n so nublaba m(LS t>l hori- !Jacm, por una rnm fatalirlarl te <'Oll- 7.0nto político de Frnne,in, y preparo. vertia en malo en el cri ol de la opi. baso lenta )•f'ro progrcsi vnmento In nion pública. El pueblo olcsnudo, ha m. tempc tnd rcvolut 10naria, que debería brient.o, mi~emble, azuzado ]lOr los que acabar por di'! pcdnzar nqucl trono que tcninn misiou de derrocar In monnr. hnbin permanecido fi rm•l por más de 'luín, ciego de furor, malrlccia {¡ Jo¡; mil nfios. L 1 id en de libertad y ftln. reyes y {¡ Jor noblel'. creyendo qu•• crnn sofismo huru:mitario imndinn tocÍas las la culpa de éstos todor. los wfort u. capas dP. In sociedad: desdo el rnü;mo nios de s11 snertfa, l.nis XVJ luwa ul último artesano ele calumniada, vili;wndiada y ll(•tHl de ~m rci no, todos ostnbnn imh11idos en 1 :uoargm·a y de t rir;te?.n, l1a hin JH•rdido el deseo de en m l1iar {¡ f odo t rnucc el su hri llo y In f I'<'!':Ctl. flor dP s11 j m en. órd.~n soc;aJ. Las socicd::uh:l'l r-:ecretas tnd; así aquella (¡nc hnhin stdo PI tondiorcl1l nua red (•Jl todn Fmucia. y ídolo de Ir~ Yero:ítil multitud, 6ú 'l'ia se ltizo de mocln portonl'cor á alguna abandonada por sus amigos c)lto iban logia mus6nicn; y no solamente entre :í buscar nn tierra cxtrnnjcrn la segu. los hombres sucedía esto, sino r¡uc casi ridacl; odiada por cl pueblo, y mirndn todas las mujeres de la nlta sociedad mal por In clase média, no tenia of ro hacinn nlnrdo clo frocn~ntar lns socic. const1elo ~ino la. nmistad y dulc•c sim. dndcs secrctn . La nmiE,ra íntima de la patín de Isabel. Ella se npoynba eu el reina, In priHCl a dc I.amballc, ero tierno cariño de la princesa, ) tlitn. (han ?11aC tm do una login, " lo cunl .:iempre oerenn y resignada, se apoya. por cierto uo la ahó dcspues de In l1a en la. FE, que era lo que In da! a nun furia de nqucl Jltleblo por quien hnbin tranquilidad que paroc1n impos1blc ~n trabajado. circun"tancias tnu terrible •· Ah La princesa Jsahtl, con su perspica. decin frecuentemente, f'S pru.áso con. cin fomoninn, no quiso eutmr por ln formnn;e á su snutn \'oluntnu' Si J>ios moda; prc entia (¡ue todo aquello no t}utcre H:ngnrsc on nosotro!l ¡ qné po­erm snlnclablc para su fnrnilin J mucho drcmos hacer. pue toque ÉL e el amo? rnéuos l10nro o pam su reli ion; as' •• La conciencia de J nbel crn tan no simp!ltiznlm con nqudln.s ideas ''pum (dice Imbí'rt de ~nint Amnnd) nUP\'ns, si no ¡¡ne ni coutrnriQ; u o podía " quo no temía ol sufrimiento ni In oi1la.s "111 cstrcrnec•'l'~>fl. ¡ ¡.;,n l\caso un "muerte. :'llt~'ntrns más se accn·aha In preseutimicuto! Poro ya •tuo on unda '' hom Jc las catfist ro fe~, tná crl'cin su podía c·nmLiar In situncion social. :wu ... valor. Dccia las co,·as uuís sul.limos dia al quo tc•do lo puede. y rudohlnbn. ·• cou la mayor nnturalitlntl. ' .... 'o 11111o sus oraciones y lcnautnbn. al ciclo su "el martirio, cscribin t'll 17!11 fi uua voz pidioudo amp:ITo y protoccion co11. •· de sus :uniga!':; l•l'I'O líicnto <¡llo FÍ tra todo Jo •1uo se preparaba. !'oro h " esa es mi suerte. l>ios mu ,Jnrá In T'roviJoncia hahiu decretado ya ('llúlcs ·• fuer7~'1. necesaria. Él es tan bue11o l" dchcrinu ser lns víctimas que sufriorou Más adelante dice que la ceOIJStteln el • • . " . ,. pen!'ar que tánt.os sufrimientos sobro lu 'caso l.n prmtcsn tlc. I.nmb."'!lo .por tierra la harinn tener méuos Jmrgato. I.csrurc, y '' Cnrtn d ~lnnn .Antoucta 11 11u • • hcnnana .Maria Crís 111n."-2D de Abril de no. Adema!:, como t\1\ lCSO In persun. 1781. cion de que todas las desgracias y en-¡ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. H E \~ T S '1' A !J U 1 X C E N .A L . ,_ •JI lamídndes qno sufría FrnncirL crnu "so tiene en todo tiempo y no da castigo ju to e u' iado por la Pro' ideo. ·• una fuerza quo sin ella no ten­cía. se mcliunba ro\crl.llltc y bcsal..a el "•Iríamos.'' 16tieo que \a azotaba, sin quejarse ni Durante el mem01, ble 5 do O tu. rebelarse jamns. hre, cuanJo el }JUehlo ast>~iun.ba {¡ los Isnbel ora una segunda madre p:ua desgraciados {/U(Lrtlias del r p. I ahcl los hijo" de Mnñn .Antonob, y cuando no pe1dió la cabeza, y con ~i~ramos formar una gal01ía do lns rodeaban. mujeres 'JUC ~e han di"tinguido on el No sc~lo hnhiun nhnndowHlo la corto 1uundo por sus pasio11c~ y fr('llC~Í nuti. do Luic; XVr y hasta sus propicclacles humanitario, de seguro cncoutrnria. en Francia muchos de los 1niumhros 1m os una larga sl-rie dP <'IHlrp,límcnns ¡ do In :tltn aristoc't'acin, siuo c¡nu tan1- nr1 los anales de las rc~oluciotJCS on bien habían huido clPI poligro •¡uo Paris, no solamente en In do 8!1, sino , aml)oazah:~ á todos, haRta Slh u1fis ('1'1'- en todas las que han tenido lugnr en canos l'ariontes y los hermanos y las aquclln ciudad desde ent6nce ... tiar: del Hoy. Cuando parlitm ~stns, En París la familia real tmo que María A utoiicta su¡Jiic6 tí la prin- npurnr mil n.margurns, ¡;o},rcsaltos y cesa lsa.bcl rpw so alojara t:unhwn y constante aprel1ensiou . .Al fin so dP. pu-iera en saho su ndn; Luis X\'1 cret6 y llcyo 14 efecto la fuo:oa ú \aren­la ordeuó, en su cnlidnd de rey y de ne", cuya termiunciou todo conocen. hennauo, tJUO no tnrdnra en expatriar- A su regreso. en mecho de una turba se, miéutnu; que l111bicsc tiemvo; pero curio .. n y euojnda. ls.'lbcl con en ó ella resisti6 ú In~ súplicns de In u un siempre su dignidnd . .N 1 cntóuccs ni y á las órdenes del otro) juró pcrma. des¡me~ se mnnifc t6 mmc.'l abnlidn ni necor hasta d fiu al lado del trono llorosa.; todo lo sufría por amor do b:uuholcante. Dios, y nceptnb.'l los insultos v impro- A pesar de su moJo de sor amnhlo y pcrios del pueblo con la humiJdr.d que bondadoso, Isabel tenia un ~.:nr.íctcr manda el Divino Maestro y la re i;;­rocto y finnc, y thsgust6hnnln sobrema. nncion do una verdadcm cristiana: nora los tfnniuos medios que hahiro dln llólo pensaba en su hcmmno y su adoptado su hermano en el gnlncrno fnmilin. y oh·idaba siempre su por¡¡onn. que tenia el deber de d..Ccnd•~r 1111 ~u Adcmas ¡ co~a rarn: en medio d1l nquoll 1 jl!'ofesi.ou de l'Py .. . ".Al. l oscrihin. h cntaclismo socüd on c¡uo elln y sus "princesa :~ una do sus nmigns, IH) pnrieutos cr:m el punto d<' mira du ·• J,cmos sabido aprv\tlchn mos de In- todos }o¡:; odios. comorvaln sielllJll'O 1 '' eircuostnnci:~s propicias¡ 110 hemos 11n aire do vi,·e/.:\ y coutcnto, y su pa. " tenido eoergín; er.1 preciso afrontar triotismo era inquebrnntahlo y firmo. '' los peligros, y sin dwln hubiératnos C1:nndo :alido vencedores.'' Entro tanto.\larín. gos im·at.lian el Sllelo p!ítrio, léjo. do Antofieta escribin tí In dtu.p1esa do Po. alegrarse al pcn"ar que nquélJos iban liguac: "Yo frecuentemente derramo en aux1lio de su causa, cscribin t\ una " ardientes lágrimas, y otro tanto su- de llns nmÍQ"as: '' cede á mi hija; pero fcli?.mento ]>ara "Husia, Prusia. Suocin y .Alemania •· nosotros la screnidnd do Isa.bcl nos " van á caer sobre la Frnucia; Espafia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 38 '• 110 sabe nún lo que lmrli; luglntcrrn de ro Saiut Panloux, l"iondo el peligro, " tampoco; ¡,ero no tengas euitlnclo. se nntepoue d1cienrlo: "nmign mia, nuestro país nrlr¡uirir -.No es In Hciua, sino la :princesa '' una J.:loria m(Ís y e~o sed todo. 'l'rcs. haloel! '' ci1·ntos mil ).!U:miias uacionalcs, pcr. El ¡mehlo eonlintía su mu rcha si u •· fectalllcnlt' or~anizados ,. nntnml. hacerla nada. " monte Hdicntes. defimHle;, las fron. -¡ PoH¡uu d(·~cngaiiarlcs! ll hcrmnuo, sino al notar el mente en peligro, coartada su libor. irre<:peto é imolencia cm¡ que trataban tnd, y todo c'to en uomhre de t•sa il su rey. J!:lffi l'lln la perr,ona m;is ~a­misma libertad que estaba en todas gradn del nmudo. En tJ<:to v16 le\ an. las bocas, ¡ uo manifestaba ncnso el rnús tar,;e, al pnrec·or con malns intenciones, grnude amor ú su patria y nobleza de una bayouet:t. contra el pecho del Rey, sentimientos al expresarse así? que rodeado ele aquel puohlo potma. Quisir-rnrnos extendemos mucho m:'Ís mJcin imp(L'";do eu 111cdio de torlo~>, cou al trotnr de esbozar la vida rlo In priu. el norro frigio on ln c.'lbeza. CI'Stt. Isnltol, y pintar, hasta cu sus por. :_l!aballPro, dijo l ~nltcl dirigién. menores, In conducta de la honnnnn dof:o con nparontP t t'Hil<¡nilicl!t.d al hom. eh: Luis XYI uuraute aquello~ neingos bre de la hayonotn: 111irad que po. dins do nlllnrga prueba; puro ol <'S}Il\- driai!'; causar nlguu uniio 1'011 Iu pnntn cio el vuela nacional, en tauteO qllt' <'1 JHmhlo ~acri. al lnclo de su real hcrmauo, eu t'l tllO- ficaha fl Rus sun·iclonlS c•n la.~ Tullerías monto en que su pre,entn. unn tropa ,. de~pednzaha, Tompia y qu')tnaha todo do energúmenos que al verla gritan: lo que :-o encontraba t•u el pal,lcio. De -La Hcina: la Roiun! y aiíadicodo la A,.amblca Luis y HU familia pa5arou, los epítetos má.<; borrjblcs se precipi. ya enteramente pre O!!, tí habitar el tan sobre olla. 1 antjguo edificio quo kthin pertenecido Ln princesa dn. no paso ado1ante aí In. úrduu de los 'l'etn plarios. Aquella con el mayor denuedo; pero su ese u. úrdcu hnbin. sido suprimida por uno Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lt E V 1 S '1' ~\ ll U 1 ~ C E N A L. :m de los nutepa ado!; el o Luis XV 1, y por en quo aquel proce<;o y prohablo cou­t. ho ,.¡n duda el inocente tu' o quo ex- rlcuncion ú muerte del Her, t:cn il imi. piar tambiCu ol <,;aclificio fh·l jo·fc do tncion de lo que hahin. :c;ucedido en caballero ... hospitalarios, condenado a luglatorra cou U"rlos I. :-crm un des­In ho!:!ncm por 1•\:lipc el Hermoso cua. crhlito paro In Fraucin. tro ~iglo::; ántes. "Oh, Dios mio! docia ellu. Mejor En los primeros dias do su prisiou huhicrn ~ido que- pereciéramos todos {¡ )!aria Autoueta habitaba. cou los ui. manos do al..~un furio~o. porque tlc oso ños v In princt.·~a Isabel un npo !'nto no tcUtlria In culpa el pn1s entero¡ pero on éomun, y so comuuÍC:1bnu libre. si el Hcy 1nuoro condenado por una mente cou el Hey, ú quién hnhinu dndo ~\~arnhlen cou~tituiJn en Curorpo Jo. otro separado. Adema", la 1•rincc¡,a de gislnti\o, el hecho ~ tcrrihle, porque Lamhalle y otro.s dnmns do la cortQ uo ~olamcnte !'Or:í un de acierto, 1nno partieipnbau de In misma )JJ'i ion. J 'a- un ng1avio 1le que ~e har.í responsable bel trutnba do distraer lL los miíos In [<'rancia entera como uar:ion." dándolos ~,.linha nngm:tin, la Reiua, r¡ue couoda elmuu. historia ~· gt.lografía. Asf sucedía frc. do .Y co111premlia lns pa!lionc~ polítiCl\s C'twntemeuto 'liiO lo~ cntolPs c:.rc·tJlt.•. ole los enemigos de la tnonan¡uía, por. ro,; ;;o)inu oir )a¡¡ voces de tu¡uellm; rli1~ rlcsolc un principio In espurauw. ui1ios inoccutcs quo su \lllia11 con la de X o n-.í Isabel: alma mtÍs pura ,Y m:ís su tia c:unnndo l1inmos rt•ligiusos. ¡·;'ludida, no podi~ comprender que los Un dio. de StJtiumbre, estandt• todn hornhrc~ fne:-en tau crueles, ni, segun In. familia rcuuidn. en el nposouto dul elln, tnu imrtolítico~. Hey, oyeron eu los afueras do In pri. Al fin un din. aquellas dos mujeres sion murhos gritos y voco!l do compa. oyeron gritar al pregonero público de. ,!;Udas .• \lguu mi¡:nnhro de t•lla fu ncer. bajo do sus vont.nnas la Lentcncia y c6 ú la H:utanrL ou ul momento ou que coudonnciou del Rey {¡ In muerto de afuero. Jnostmbnn unu cnhozn an. gmllotiua ¡Quién no iJI\hr.l leido con ~rienta y mutilada. : Em In do In. cntornecimieuto la rclaciuu do ln des. Jlrincosa do l.mabnllll: Aquella des. pedida de aquel desgraciado, de su espo. grnchda :uuign do la. Hcina Jaabin sido a, de sus hijos y do !'u hern1amd En separada do In familia. rt>.ll alguno tnuto que lo:; ccntiue)n<: do vista OJ pía. dias úutcs, sin dudn C'On el ohjuto .-lo h.lD nquol cuadro du.c;garrndor oon mn. asesinarla; poro aun no había llc.,ndo li¡;un curiosidad y sin manifestar mi­la hom tlol ltcy, do Marín A utoiicttl, sericordia . pero o.:ormmos el ,·clo so. do Isabel y del })cJHu hre todo LUJ u ello. Ya no lo •lucdabn, pues, á Jo. hija IJOSJlUO." do la muerte de Luis XVI do ..\ lnrín TuJulla siuo uun urnign y uu {21 do Eucm Jo 17f1~) tocnb.J. &u turno cousuolo: la prinr.osa Isabel, on cuyos á María AutOJictu. Empczó~c por se. brazos se arrujó llomudo, cunfuudil•nt.lo 1 p:trar ni Dclfiu de su lllat.lre: :Hp!CI cm ~us lá~ri111M t·ou las suyns. ol prirner cslabou tlo la. cadena '!tiC Esto no bnstaLJll ltijn y do su herrnn. excepto e u lns horus do lns comidas; y nt1 y In suruierou e u una prisiun apu rte. al llegar el mes Jo Diciembre (o ini. Dumutc su proceso tuYo que cscuchn.r cinrso el proceso contra ol Jtoy, le IM acu~acioues lli:'Ís horribles y mous­sepll. mrou }JOr cotnpleto tic su farnilin. truosas que ~e pueden im outar, y por Ademas do la pena t¡uo no¡uollo cau- tíltimo .se dó condenudtl ú muerto co­sa. ba á los domns CD.utivos, en' lo pri- mo una. criminal. Pocas horas án,os de mero •tu e pensó ln. princesa Isabel. ser conducida al suplicio, ~lnrh J\ uto. ttue no jlerJia do \'Ísta. In. patria, fué 1 toficta escribió (. su cuñnda la SÍ):,rtticute Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4(1 LA )1 G .J EH. carta, fechndn en In Cou crjoríu el 16 de O ·tubre do 1 i!l'{, {¡ h1 cuntro y mé. din do lu 10 lihun : " A \ OJ;, hermana mi , es a quien escribo 11or última 'G<:. Acnbo de 'iOr sentcuciadn 1 muerte, pero 110 ú unn muerte 'orgouzosa ¡ <.: •a no lo es mo.~s que p:un lo~ nimiunlc ; yo ólo estoy cu ,¡n. par. ir á reunirme con 'ue:;tro hcnnanl). Siendo como t'l. inocente, e pero mo!ltmr la mi ma firnH!ZI\ que él •ln e tos momentos. gstoy trauqmla como mw t: ,tí cwmdo su cou icucin nn. da teme; sólo me onu a profund:~ pena el tl'l10r •¡uo ttbautlo!lal' a mis queriuos hijo~. Vos saboi~> quo yo sólo ~::xistin parn ellos ; y á 'o~, huonn y tiCmn hcrmnnn mia, á \'O!I que por" ucstra ntntshcl todo lo hnhois ¡_mcntiea.lo, 2Í ti u de nstnr con no-,ot•os, 1'11 qué posiciou os dejo!.. " 1~ UL eart 1 no lleg6 jnmns ú mnno!l do Jsahel, quo RO 1 abia •1uodudo c11 la prisiou, •ocmplnzrmdo tí :\In ría Auto­iíeta al lado do su hijn, y illt'rtc c¡ue hnbia corddo In Heinn, aquelbs do mujerc }' 1 aLau una 'tda trnnqmla dentro de los muros del 'fom­JIIC. I abel tratnha de OCll)l:\r ~su ~;ohrt­na para di tmerln. do sus tristes medita. cioncs, dáudoln le Clones sobro wuclms m Ltorins é inculdudola sus Jlropios entirui('uto do bondad, rcli~io:;tdnd y, sohro todo, dQ amor p1tl'io. Hnt6nccs fur •¡uc compu o y •ccitnbn con la btja do Mn.nn Ántoiiotn ade1·a n:uln <)liO tú 110 h11yns previsto y m·doondo e u In et()rnid 1 l. l~o;to mo h.1sta, llios mio, esto Ju lmstn. Yo nd01o tus clccr('tos eternos é irnpeu trnhlcs: 100 soowto ,¡ ellos con tod(¡ mi curnzon, por tuumor. Yo lo quie­ro todo, lo nc4'pto todo, te hn9o sncJ ificio do trldo, uniéndolo el de Jcsucnsto, mi divino ::lnh·alor. Yo lo pido en su uombro y por ~us múitos, la paciencia en mis trabajos y la su­rnisJon J><:rf ctn1 qno es dcLida u todo lo que qncnus y pcrmll:lis. Así sea.'' Así trascurrieron muchos me: es, " va los amigos de Isahcl }lensabnn fJU-¡, el Tribunal Hc,oluciOunrio lrtbia ohi. dn•lo á In berrnaun de Lui:s XV J, cuando una uochc, estnudo· lus dos pr1sioncrn.s ncostnda..:: y donnida". oyeron que lla. mnhan ú t:u puerta. };m el 9 de :!\lnj o de 1 i9-!. Visti6se prontamente la prin. cesn y ~alió ii pre..,uutnr qué ~>U ofrccin. -Ciudadaua, Ía contcst ,,on de de nfucm, hrtja al momento, que te nccc. si tamo-. -¡Y :ni sol1rina tnmbien? -~o se tmt tde ella, ui tn impot·ta: h(.ja pronto, so!a. La uiñn (tenia •JUÍuce ai'íos) Fe arrojó en lo~ hra .... os de su tin, suplicándoliL (¡11o uo la abauuona~c I'Omo Sil nwdro, ;Í quien uo bnhia \l. cito (i 'cr. , Elln uo sabia :m triste fiu: -Déj:une hajnr, h~ contosti'Í lf;al,el; f!ll C<;tp moi.uonto, JJO lo 1ludus, 'oh eré á subir. L:t niiia la ucjó salir, )' jamas se "iohicron á Yer eu t•stc mundo .. Entre tanto 1 abel se preseut6 nntc el TriLuual dcl1'crrm·, quien ln juzg6 y conden6 ú muerte por crímonPS imn.. ginarios. C'ou el oLjcto do humilladn la condujeron al cadalso (el }() du .Mn. yo) siu niuguna dio;tincion .le run o, en un ca!To, con 2a condenados más. Durante aquel vi a jo ftíuobrc, una mar. quesa, Crussol de 'G7,M:, compnficrn de martirio, In manifcsf6 gmn r~rcto y consideraciones. A lile •nr ul JlÍt: do la guillotinn, hnhel lo. di6 las grncins, diciéndola que lo tínico quc la quedaba ya en el rnuudo ora11 es':ts pocas jlnla. bra." de gratitud. 1 -All.llCiiora l cxclnm1Í In murqucsn,l si &u Al tcza U calmo hicicra 1"1 honor do darme nu abru:w, yo tuoririn con. tonta. -De mil amores y con tocio •ni cora. zon: ropu~o la pri nce!la, á quien Holta. bnn los brazos, (1ue hnhin lll'vndontndos ha.!ltn entúncos. Al momento ordenaron :'Í In marque. saque subiera al cadalso para ser gui­llotinada; y con el objeto de rc,loblnr la crueldad pam con la princesa, la oLligaron tí pre::cnciar la_ cjccu~ion de 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REY l STA QU I NCENAL. J J totios sus compañeros. Ln. snntn lllujer ]lOro en lo-: largos dins del ,·crnno no outrotautonopordi6unmomontonque. sontia. ttíuto e3ta. pri,•acion, &c." lla di2ni4lad y scnmiclnd í¡uo In distiu. Lo que m(.:; la atormentaba. crn. oír guiau en todo ticrnpo, y cuando In. llo. ú lo léjos lo. voz de su hot mnnito, único g6 ,u vez, subió al co.dahn con In. mis. pariente qtte la hahia quedado, quien ma compostura y porte vertladeramcntu 'ivia bajo la tutela del hombro m(lS real con que desde uifia subía las J!rn. cruel quo hn dado Fra.nC'ia, el zapatero da, del peristilo del pal~io de Yer. Simou, cantándole éste canciones indo. :>allcs. ceutes contrn su pndrc y ~;u madre. _\nto aquolla ~ctima, la mns Jlllrn, Al fin la Convcuciou se npiud6 do la la m:ís inocente y In mú~ R:mta de cuan. de~~racinda princesa, y en 17~!6 la pu!:o tas pcreci!-)ron en la. Hovolucion, el l on libertad, pues ya dcspucs de hn.hcr puohlo había. cntnudL•cido, rcspotnuilo :;acri11c..'ldo :'i sus padres, la Hcvolnciou ou ella la pcr~ouificacion de In virtud pa rl1ria R:ll:inda de sangre y do vongn.u. modesta, y tal vez rccordn111lo nl~;unos za. Corno :íutes hornos diclw, hL hijn. do aquellos euorgl.m•Jnos '1110 ella ha. de TJuis XTJ i!!norabn. r¡uo hubicsou Lia lll\(:ho nlnc.:hns c.:ariduclcs y sido muy a.s2~innc..lo iÍ ~~~madre y :Í 1::11 tia. ¡\ 1 !'a. misericonlio!:a ruiéutras qnu la clojaron uor t>l sacrificio de ln.scr\"trllUn.t•xclnm6: en paz : uaio era sin du1ln. to¡· Cln gncctn oticial del Oo1ici'Oo) cu. iudis¡.tm~able parn llenar In medida tro la li!Cs tl ¡n uua rovo IIClonano e • Y 1o :s noL l es, durnnto los st· glos en quo orca · ellos tuvieron el poder on sus mn. "Jlna l~:>abcl Capelo. d" treinta. a tOS nos~ . Y nhora Fmncir,, como nncion, d·· rilad.- nacida < n V l'r alles, lu ¡·. segun lo proveía l1\ princesa, csttí pa­lllawr. d l ttliimo lircmo,- condenada gando a aso los horrores do lrL rf'J't:J.O PRI:M CHO. de los que u.~aban on Bogotá lns 1c.'ltnS l.A LLttGAU~ ;. 1,A vu.L.\ I>J: • • • hasta el :uio lle 40, con el ehusco uom. hre de >-omhrero de huevo frito, porque Era el 1 1 tiC .Agosto do 18·1... imitalk'ln esta figura. J.as fiestas populares cpw r,c cele. J.-a otra dama, t¡Ue teuiu 1¡110 ser hmn toJos los nfios on In villn de • ~ 41 mm·ho mús j6vcn, sicwlo ¡;u hija, no debían empezar nl din siguiente. era. tamJ•OCO de muy tiorun cclnd. Sin En el JuomOttto cu c¡ue echnlmu el embargo, su fisouosnín, nllltquo 111ar. tíltimo uudo :í bts :JtnJurns do la rcrca chita, era tan dulce y simpática tpte qtJt' rotlualm In. pln:t.a, y 1:u doude ofrecía un agradul1lo eontln~to coti lo. JmJ,ia.n du jug:u1:u los toros; al dar de sn eompaiir.rn. Vl·stin trajo do 111011- lo.s oampa.na!l do In torre el 1íltilllo tar azul cclo~tP, co1tntlo lÍ In modn do toque clu nmciotHll'l, y cunudo ul 1íltimo entónce<~, y IJe.,a\¡n el !'OulLrcro t:ou u u rayo dol sol iluminaba, como 11u faro, plnmnjo de color retuwhnuto. la mús nlta cresta do In cadena d9 Dos cab:1lleros lns ¡;eguinu: ,]e nllos cerros quo ccr(·au el valle; on nqucl el uno era jóvcn y gallarrlo, }1Cro cuyo momento, repito, los pocos curio"OS sombrero ladeado sobn· el ojo, bigotes que hn bion 'lucdndo en In plaz..1. vi e. 1 retorcidos y mirada entro audaz y hur. i ron ntravesr.r JlOr clln un grupo do lo;:¡a, le daban cierto nirc impertincu. l¡lorsoua.s á cnbnllo que les llam6 lo. te que causaha uun impreswn dc..c:a. nteucion. grndnble {¡ prime m 'ist."l.. Lloml1n zet- Adclnute iban dos scfiorns: una de 11Wt"7'08 de cuero de leou, n•lucioutes ollas tt~n S.'ltisfnctorinrnentc \ iejn y espuela.-. y estribos do cobro, rtuma ,Jo fea, que huhicrn n•m!ltado ni eusto mis. ~oda de li6tns de eolorC!l \ibtoso«, som. mo. 'l'cnio. In nariz nuc.hn y chata, el brero de finí.,;imn I~Jn y d(}lgntlos guan. labio iuforior muy nbultndo y nlgo tes de cabt itilln. Montaba m1 hermoso cntdo, descubriendo los dicntec; de nbn. caballo. propio pum recorrer lns cnl!N! jo desigunlos y nmnrillos, los ojo" dis. Je una ciudad, pero malísimo para purojos, ln tPz arr ugndo. y lo dcnms camino c¡ucurndo; nsí so m:uiÍÍéstahn arrc'lcsndo.) torcido, con lu afiadidum e.-;tropcadísirno, y tloblnudo lns patns do 1111 gesto hn hit un 1 tan pcnJ.gri no. á cada m:stuutc, requería r¡ue el jtneto que lntbicrn hecho ruir al tri!>-to .Joro. le hundic10e la;; cspuol:w sin trlÍCtJrÍtor·. tníns . .o\lontalm IIIHI. lnu•suL 11111lo. ele dia po.ro. quo nparcutn:so algun hrío y J>nSO ¡ vestir~ n.nchns cw•gual', muy cor. animaciou; maniobra q\IP 1'1 jóvcu t ra. tas y snl picadas du lodo, lns •rue infla. tnun de di:,imulur com orsaudo nsidun. das por lll vi cuto qno 110 t euia saliua. mente con un cnbnllcro do cdtul pro. porwomouklsfonnalmu hiíl'iaatras uun vecta que llevn.bn al lado. Em t tu el especie de tnO\iblc promontorio que tipo del hacendado salKulerv, RrmÍ-CYt'l!­cuhrin. el nuca do ln mula. Tnpnlm jun. y serui.ciudndnuo. :-:;us facciouos sus espaldas uua capa do color carmo. toscas y tostadas por el sol, pero frou. lita, muy grande, sohrepncsta al paiio. cns y campechanas, la rzuma de hayc. Ion, que la arropa La la cabeza; coro. ton, zamarros do cuero fuerte, ~r turno;: CS"poro 41~ In ~n.tl­saba sencHier. y rest>etabilidad, en cion sen'i propia pn.ra uifias do h cdnd manifiesto contmc:tc con su nlmibnrn- de mi hijl\ 1 do. vero superficial I'Oillpniiero. -Niñas de la edad do Co.sandm! Dctras d~ los cnhnlleros segttia un dijo ac~rcándosc dou 'l'eodoro. ¡ Rer. sirviemc de roza indígena y hsonomía mnn:1, no ,)esbarres! .N6 está tan ticr. socarrona, montado ou unn fiaca mula un que dignmos la. uiñn ... de nlquiler, porta.dorn del fiambre pnra. -Por supuc;¡to! repuso el j6vcu di­el vinjc en nlforjn de fiquo, y atarea- rigiéndose n doiia. .Ter6nimn, piordn da en remolcar ú dums peuns el triste ust~d cuidado. lflÍ señora. caballo de ln cocinera, quien, montada Y ni d~cir esto pic6 el caballo y á horcajadas en una rulln. llmu:ra, con. volvió In cspaldn parn ocult.nr Ja risa tusn y afligida po1· los seudos porrazos que c,;tu ,·o IÍ punto de soltnr; mo,·i­quc precisamente )l!lbin sufrido du. llllCUtO rt> el dintel -Entre, éntre busltí, sotioritn. de de la puerta con los brnzos cn liC despedía do )as tiOiíoros, y doro: éntrn pronto. al dcscubrireo doj6 \'or mm fi onornío. -J>oro c6rno he do meterme {¡en. en n•n)idad )¡¡>nno.,.'\: ojol! hdllnutcli., bnllo en esa pior.a, si lo quo \ oo l'.S una nariz recta, diontos blancos, tez pá. snln amueblada con canapés y me ns • !ida y algo mnrchita: conjunto que -.No te afanes por tnu poca cosn l iudic.'l.ba. sor per.;o11n uo ''ulgnr, lJien g1·itó don 'J'oodoro; :l!JUÍ so outrncn l,L que l•) dcslu~tmra cierta cxpresiou do sala tí caballo sin l1ttCt>r tnulindros. Ir>atca.(ln. irouíu, que se hizo notnlJIC ni <~uiso obedecer l;acunura; mns In de~pedirsc rou lmrlusco n•spcto di- mnl:\ que montaba era rcsaLiada, y cieudo: nsnst:ítHioce con In pir:í.tnidrl c¡uo ha- -Siento mucho liOparurme de uste. hian formado los aniCJ·os eu la mitnd des por n.horn, mis s('ñom:;; dospuPs, de la sala con el almofrej, IM petacas cunndo hnyao descnnsndo, tondró el y los haúlcs, oo resisti6 y cmpez6 á gusto de volver á ponerme á sus piés dar vueltns y vueltas y 6 hacor nde­y enseñar (í. Ja sciiorita la cnncion mando querer uriucar. Yisto ' to por nueva. de que la hablé. don 'l'eodoro ech6 pié {í twrm. -Espero, le ohsorv6 lA. foísimn do. -Hola, tia :.\{aríu: gritú 6 la. vieja, .ña. Jer6oima, con t'OZ ronca 6 cbi. saque una silla prouto paro dcsmont Ll ~~------------------------------------------------------------ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 4·1 _ L J\ 1 U J E R tí ( ·~c:andrn aquí no mús, úntes de que blore'; d H ndn, cuando habiendo sa. esta mula no~ hagn alguna mala par. lido de repente nl pntto se me col6 tidn. uo \iento en esta omjn que . ]J'l. \"Íejn. no se IDO\iÚ, sino (¡\10 cru. -Yoy :'i snc\lllirla }Jara que se le zf'indo~e do hrazos elijo amostnzndn y ~alga! exclamó clon 'l'codoro con aire con aire do di~nidarl: :unennznclor. -.\1 el llatno Pasion de los Cionfllc- -D0jemolios tengn dc~atando el C(JllÍpajo y ncomodríndo-en su seno) me... noc: ántcs de que llegue la noche~ -Ménos charla Y mús ncti\idad: -i Quo bi fuí acomodada en Rlis exclamó don TeodÓro intcrrumpién. mocedades 1 C6mo n6; cnaudo vi'"ia el doln; y entrando en la sala sacó una difunto Pancracio (que Dios teu;;n en E'illota y desmontó á dofín. ,Ter6nirnn. y su seno) lo ern ... IÍ Casandrn. -E--o uo es lo <¡uo la pregunto, - \r camos ahora, doíin Pasion de la.s mujer: Gjcn lucos... -Sí, sí, In coutnní totlo: desde el -De los .Cionfue!:;os, y no . dia en iouc:a ustcJ rcsonganne toda Vírey )lcndinueta, y ust.tíhamos aguar. la noche? lEs u:.tcd la quo cuida la dando al sci'íor Cum e u la puerta de casa 1 la igle.~ia. cuando ... -¡Que si soy dueiiado lncnsn.1 No, Yn pam entóuces todos haHan per-seiior, uo lo so~: . aunquo bien podrin Jido la pacioncin y empc;r.nron (¡ gri. serlo 1 tnr en coro: -Así es, r·omo tnmlllen mínos im- -Lns llnves! lns llaVl'"• por Diosl pcrti ncn te l - .. \xe ~la ría pn. ísimn i Snu Pnhlo: -Puos .. y aunque altorn mo \0.'\11 repnso la vit•jn. lo r¡uo es In. geuto j '¡n'tlbt• y Yinja, mi jamiliu fu(. rnuy en- mozn, que 1odo lo r¡uicro ,¡ un tiem. 1 1 t•opotadn. y !':cíiorona por allú 011 ti cm- po: Y ¡:;n.cautio con ¡~:1chorrn ios le dé )n glorio. y se lo mujer 1 la gritaron. lleve ú g07~'lr de clln prot•to' res¡ ou. -, U n11. 'el a:... M ucl.ísiums que ¡,, •lió la 'icj11, a.tnndo ol renl en \111!\ 1 ]Jo puosto, y ua(b, pareen muerto: .Me punta ted, dijo 1 crnpucrna, sin c¡ucrcr ayudar en co a don Te•odoro sacudiéndola.; bu que us. nlguon. ted nltora mismo una vcln, y si no verá En tanto que nuestros' iajoros dos!l. lo que la pnosa. tan el almoircj, timdo, como una ha. - 1 ticll ~1 cahalloro c¡uo le duelo llon:L 1ol'a arriba, tlll la 111itncl do lo. una muuln y que l'Oil IJII•~ le pn<;arí? saln, abren lm; petacns. sacan el finrn­contcst<~ la \·iejn 1·on scrcuidad. Yo brP, y In ad.1lorid L cocinen\ procnrn tengo un remedio m11y lmcno, que ni encender la lumbr.¡ en h cl<'sruantc. difutrto Pancracio lo cur6 do un dolor lndn. cocina. llorando y r;oplnndo JlOr que le a"'nrr6, allú cu el dcmpo rlc In turnos; miéutrn<> que los peones \'nn guerrn quo llamnbau do In pmda~. ú soltnr las bestins tí la vecina manaa cia . '!'omn. usted unn in(-u?ulia de :r el criado do don 'l'codoro so toma ni gnllin:1 y .. · ;lcscHido t!Cntlos trngos tic la botella ~e •ptcd6 don Teodoro mir:íwlola do <¡110 llovn. el amo en las alí'orjaR, y hito <'11 hito, y !jaenudo do pronto la doria .Tm<Ínima y U.Lsnnclrn procurnn holsn. tl1ll Jincro dijo: instalarse lo mejor posihlc, \eamos -\'ea. m o si h vioja es pcrvcrs..'\ ó q uil-ncs e ron los dajcros y .\ qué \o. solamente sorda. uinn ú "' • .A 1 ver In. bol;;~ nuá Pasiou so acercó con lns mnnos puc!ltns como cornet..'ls. iutcrnrmpicndo In rolnciou y In receta. 0LGA. 1 -¡ Vo u~tctlestn moucda! prcguutól el tio arccc Hcr muy cierto que su desgracia, rnás bien que su fortnno, le hn captado al He y las siropntíus del¡meult~ I!Bpn­iiol. Alfonso XIJ segnin en extremo afligido, y había ordenado ()110 1.1 oleo La en que murió la Reina (la rnisrnn en que él hnhia nacido), pennnnc('icsc en el mismo Estado en que olln la dejó olmorir, Adernu, el Yiudo so ocupa parn distmcr 811 pesndumLrc, en cxarulnar los )llanos quo hn m mdndn lo pri'Sentcn, <'On el objeto do hnror coustntir una iglesia uuI'IJ sohomuu, cunmlo ya nudnn en In corto l>usoríudolo novia, y In• iutdgaH van viento cn po¡•u. Otm grun rnrA)n dédmoa: Pnb•o sooornno! pues el •!)leí o dé rt:y uo deja de tener sus urunr¡;urns. El c.alor que 8C ha sentido en Y.:uropa y en los J~stados Uuidos, en el mes do Julio, ha sido tau cxcepcionul IJUC, en todu ¡mrtes, en los cnmpos, en ln11 cnllc:c, en los cmuinos rea­les, cnlnn muertas ó exánimes ¡>ersonns heri­das do insolncion ¡ - los hospitales y cnsns d11 aHilo e~tabnn llenos do tniurmoR do aquolla ten;h)o enfermedad. Otro tanto succdtn IÍ los c~ballos, que son siempre las YÍctimns cn los ,·enmos f nertes. La situacion de la China ern cnda din más espantosa por In folla tlo lluvins, por lo que se hnbinn perdido las cosochns. Ha!! la media­dos no Junio habían muerto yn de hnmurc cinro millont!B de personas; oon l'Stc lllotivo, el t::rnpcrndor, alo.m1ado, y no üucontrando otro remedio al mal, ha rnnndado que f>O ex­pulso drl Celeste Imperio á tres millones de chinos, escogiendo, naturalmente, para ser desterrados, á sus súbditos peores y rnri! in­felices. J<:sta noticia no lla si<1o dQI gusto de los Estnrlos Unidos do ~orto América, hnrin cuya~ costns se del)(\n di1igir loe desterrado!', y el Gobicruo hn dado órden p:1ra que Be les impidB desembarcar ollí. l'rubnblernente en nuestras costas no serrín tan cscropulusos, y en loreve tendremos aquí, como en el Pmú, un semillero de chinos, que trncráu efl. l·:s un umalgnrna rlo t01I•>R los estilo~;. tTna lrnru\n '! Es cierto qnc so u n..tt,·os, mtty rlie:;- h 1lnnstra la tí la J,uis .X 1 \" c-urutHl una gnll'riu tros en todas las artes que no piclcn r·ntenrli- ele cristal o~ tJUC se npoya ROhro tres arcos do mi11nto sino paciencia, y muy cutcndidoH y b ¡.;dnrl )f úlin. A h izqnicrd:t. so lev11nta una laboriosos; pero tarnbicn 8011 dosnyo JlÓrfidos, torre cnnclrnngular, tenninndn por una es pe­crueles, vcn¡;ati,·os, inclinados li la cm brin. eio dí' pabcllon; ñ la derecha ~l pnnto do ¡me~, qno 1111 u nevo peligro nnw nrncnaza: pe- vi;¡ta •lo las inclnstrias aprcudida>< en Europa, li¡;rn iuruiucutc y cercano, del cual sen• irn- ni olo· lns strn1 ERt:ulos ocupa mm snliln curu.lrndn, In 1-:1 tifo hncia estragos en Consl.nntinopla y qu~ encierra nlgmrns pi•'le" y efectos nnturn­ao hnbia ndncii:Hlo de los hospitales de sangre le!t, coleccione.~ palt,oniofógic.as, botánicas, Once llermnna:; de In Q;J.tidnd hal.tinn muerto, roincroló~icas y ornitológicas. LA HEI'ÚnLt­\' Íctimns de su abne~ndon cri ti.mn, en tamo CA •\nom.TIN.\ exhibe, ndernas do muebles r¡no otrns salian de Frnnci:l á tomar el (IUc.>to de •onclcro di.' roso, cuadros do encina blancn, 1 var:mtc de las santa,; heruínaR, l'c10 nntaruos •¡•ro clcrntwstmn la nada ticno doorncno ni div<'r- cinn tlrl I'J:uú s~ ,·en cofres y harrlcR rlu hic- i ti ln¡;nr cu Loiruln:s ro labm•ln y hal>ia sirio la reina de toda rcuuion. Su retro-~ tl()rd.uio con scrlns y lanas de lrlil colores. ga to f!C YCÍ 1 011 las \'Cnt lllll8 de lns tieudns Jnris preciso rlcteuen;c delnnto ole In de GUA TOlA­tic molta, y en la!; crónicas de las fiestas aris- '"' parn ndmirar la cncnnL1dorn coleccion do tocrñticns 1111 nombre so encuentra ti ~:oda pn- florc11 artificiales, hcchns con Jtlumas de coli­so. Dícese que ndcmas dc tener el cuerpo n11Ís brí, en ya tlelicade7.a es ins rn:Í8 elegante, es In de lm:os d~J cinta, grandes pmnerus ti• m pos de b crea<'IOn del mundo y y P~"1llt>ii s, nm:hC's y nngo tos, y niialfil: ,¡ ,¡ tnh nJÍBmo, pne<~tO quo los \'Cstidos que ·• l11t> cintas que lle' u una tuuj<•r bttn wstidu rn:i hnn ¡;ust do h:m sid(> los <'~"llnpucstos en- 1 u lrian alt-nnzar parn JI ncr dh·isns :i un rc­t rnm ute do plunus. Uno de l1aih-, sobrl• ¡;irnier1to .. nt<>ro.'' Adcnm11, Jlcv'ln • n ¡, s tra­to h, <'l'lll 11 nhrig<• para tmlir, fnh•·ic:Hiu c.m jc' luj. sos galonc~ clonul¡¡s, plat.~adnt~, rcal­súltl plum:u; s, l'llll fleccllll IÍ Ullfl \' otro Jallo, I:ICgun Q) res do clq;ant s. c:u:ictcr· del vcstielo. • En utrn p.•rto atlmir:m 1111:1 pnlouosa. sin La:! forma'! rmís ele moda Rnn lus siguien-costums, hecha en RU totalidad de posamti- tes: la Jlnlonesa "11 todas sus formas; las 11tria. Más ¡¡_:jo~ luce 1111 vestido de 1111 lUJO cña•¡tultUJ ce'• clwlecoll ,¡ la I.uis XY, v las oriLiltnl, de 11<Íl0 C\IOilbi«dC a7.abache, forman- prim:Ua$; f'ifl QUil J'Ol' ~60 llC.'\11 1n11J VÍRta~ do ele; mt<'s dibujos s< brc roso amarillo; y á liS chnquc:t:u; lnrga11 con dclant41 bien ceñido, su Indo nuo ch.: novin, do mso hln11co, con un aunque 110 vemos In necesidad do exagerar la d lnntfil h cho de delic:1dí imas flores de aza- moda ha~ta el punto de no poder caminar. lmr, tan JI rfcctarucr.to imitn bs del n.1turnl, L11<> man:ps coutinúau bastante ajustadas que nquel adomo no pnrcrc recargado, anuo ,. ul::;o eortoUI, parn poder hwir los mito,¡rs do un buen ¡;os tu exqui~itr•. Tar~os que so están \'olvicudo :i usar, a.;Í como J:nu-c las curiosidael 11 Jo In nxllOsicinn, Ull las ántllrOill'$ macbos {'(111 hebilla. pl!lnr¡uero ha sacadv 1Í liwir unn guC'dro preguutnrémos: ¿en

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La Mujer - N. 2

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La Mujer - N. 16

Por: | Fecha: 20/05/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,, 1'. ,. i 1 LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER. REVISTA QUINCENAL EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, BAlO LA DIRECCION DE LA SEXORA SOLEDAD ACQSTA DE SAMPER. N.o 16. r MÁR'fES, M:A.YO 20 DE 1879. ~ PRECIO 30 cs. - · =-==--==~====== ESTUDIOS HISTORICOS SOBRE LA 1\!UJEH. EN LA CIVILIZACION. CAPÍTULO OCTAVO. L.A MUJER GRIEGA. ( CONTINU.AClON). III IV DURANTE toJo. la primera parte de 1 En Grecia la poblacion se componía la historia de Grecia las mujeres no de dos clases enteramente distintas: hacen ninguu papel allí diguo de ruen. 1 los ciudadanos libres y los escla·vos. cionarse. Los últimos, llamados ilcta.s en Espar. Cinco siglos á o tes de nuestrn. Era, 1 ta., eran dcsgTaciadísimos y sus amos poco más ó ménos, fué que empez6 la tenían sobre ellos derecho de vida y magna y prolongada guerra. de Grecia de muerte. "Estos esclavos (dice el con Persia, en la cual, merced al amor ya citado autor de la 'Sociedad Domés. patrio, y al heroísmo griego, los pe- ¡ tica ') eran tenidos por muy inferiores queños pueblos de la Grecia supieron á los animales domésticos. Podían ser superar ú las grand•.s fuerzas y pode- insultados impunemente, y nunca se río asiático de los Persas. Tanto duran. les administraba justicia, cualesquiera te aquella guerra., que tom6 el nombre que fuesen sus motivos de queja.." Plu. de !Jleda en la historia, como despues tarco, hablando de la legisla.cion de de el fa, algunas mujeres griegas se hi. 1 Esparta, dice que babia una 6rden l!a. cieron notables, no s6lo por su heroís. mada secreta, que era esta: Los amos roo y valor, sino por sus obras litera. que tenían la. vigilancia de los jóvenes, rías é instruccion artística y filosófica. 1 de cuando en cuando escogían á los que Esta fué la Edml de oro de Grecia. les parecian más avisados y los envia.. Pero ántes de enumerar pers{)nal. bao al campo, uno por aquí, otro por mente á ca.da una. de esas mujeres no. allí, con dagas y lo que necesitaban tables procurarémos estudiar la posi. para su manutencion solamente. Estos cion que las griegas ocupaban en la. j6venes diseminados por el campo se sociedad, y la inftuencia que podia.n te. escondían de dia en algun lugar oculto, ner en RU n.acion. donde descansaban, luego á boca. de TOMO II. 10 • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 78 noche salían á espiar los caminos y gen caritativas que las recogían y mataban al primer ilota que encontra. cría n. bao. Esto para ejercitar el valor y la U vez que la niña er3 l'l.ceptada. astucia de los jóvenas! por 1 padre de familia, inmediata. Sin embargo, si la suerte de los es. roen se la consignaba al interior de clavos en Aténas era. ménos cruel, la. la e '.l., 6 gineseo, en donde la cria. de la mujer no era. por cierto muy sua. bao parada enteramente de la socia. ve, y se la con~:ideraba como esclava y dad asculina, sí se intentaba educarla. propiedad del hombre. ue fuese honrada madre de fami. Procurarémos extendernos un poco su casa. Era. prohibido que las m(LS acerca de la posioion de la mujer muje es saliesen sino tlD casos determi. griega en In. sociedad, en atenciou á nn.ilo ~por las costumbres del país: por que los modernos fil6sofo11 han dicho ejem lo con el objeto de asistir á alguna frecuentementtl que el ideal :le la. ~>uer. cere~ onia en el templo, 6 á algun re. te que debería tener la mujer de gocijl público 6 de familia; pero esto nuestra época es la de la mujer griega. no d eria hacerse si no tba.n acompa.. Apénas nacia una niña en casa de ñada por un séquito de esclavas y es. un ciudadano de A.ténas, cuando anun. clav . Si á pesar de todo esto se las ciaban este acontecimiento poniendo acus a. de babor faltado á alguno de encima de la. puerta de entrada una. sus d bares, los .Magistrados las decre. tirilla de lana. tejida, dmbolo de lo ta.ba. una multa. en dinero, y la. Reo. que debería ocupar á la reoieu nacida tenci se et~cribia en una. tabla que He durante su vida. • Olvidaba advertir oolg a en el pa!'eo p\íblico más cer. que este anuncio del sexo de la recien cano á su casa. nacida no se hacia sino des pues de que Se encargaban de las huérfanas los el nifío 6 la nifía era aceptada como parí tes más oercanot=~, que tenían el •mya. por el padre. Envuelta en sus debe' de casarse con ellas. En el ajuar mantillas, apénas oacia, la. ponían á los del novia ponían una sarten, símbolo piés del padre: si éste la alzaba era de 1 cuidados domésticos : los novios prueba de que aceptaba. á su hija con debi u comer bellotas en un mismo los deberes que le imponía. la. paterni. plat en el banquete nupcial. dad,- pero si no le hacia callo, y des. L mujeres do alta categoría pasa. viaba. los ojos de la infeliz, manifestaba ba.n na. vida ociosa y desocupada, pues con esto quo la criatura estaba conde. no 1 eosefiab:tu ninguna cor~a, y les nada á muerte, 6 por lo méoos al ex. era rohibido hn~;ta. opinar sobre cua. trafían1iento perpétuo de la. casa pater. lesq iera matetia; jamas recibiau vi. na. Esta. conducta la observaban fre. eítaA masculinas ui se asomaban á Ja,¡, cuentcmeute los griegos cuando se ven nas; no podian usar sino vestidos considernb:~o demasiado pobres para que o tuviese u borda.do6, y para prohi. mantener muchos hijos y educarlos, 6 birl mejor se promulg6 una ley man. cuando creían que ya te01n.n los sufi. dan que sólo la..'i mujeres de vida cien tes. Natnra.lnHmte las roujeres et~m los podían llevar. Una cosa, sin ' ln.s que corrían mayor ries~o de no emb rgo, les era permitido en union de ser aceptadas por el padro de fa. las o ras mujeres: pintarse el rostro, milia: entónces Stl las tiraba por una las e jas,lo11 labios y echarse polvos do. roca nbajo para que se matasen 6 se rado sobre los cabellos para parecer ru. las llevaba á un desierto para que m u. bia.a adema&, era moda en una época ser riese u de ha.m bre 6 presa de las fieras, a~ta de cuerpo, y ent6nces unas y otras 6 cuando ménos las exponían en algnn d1er n en usar eleva~os tacon?s en sus portal, eu donde algunas veces babia za.p s. Cuando sahau de dla lleva. ban grandes y pequefíos paraguas, y * El varonao anunciaba con una. corona cub an~>e la cara con un velo traspa. de olivo : síruboh• de la agricultUl'a. ren ; si era de noche, sus esclavas las Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 79 alumbraban con antorchas de variados colores para distinguirse de las muje­res de mala vida. Hasta que la mujer casada tenia el primer hijo era considerada como es­clava, y ni aun podía pasar de un a:po­sento á otro sin el permiso de su ma­rido. Pero una. vez que daba ú luz su primer hijo gozaba de mayor libertad en su hogar. Lns mujeres que vivían m:is holga­damente eran las de mala reputacion moral, y así como las primeras debían ser completamente ignorantes, las se­gundas todo lo aprendían, y podían de­dicarse á lo que mejor les inclinase. Atendidas, visitadas y obsequiadas por los horubres, estas mujeres tenían una. vida. muy feliz cuando La.bian recibido una educacion esme't'a.da. Cultivaban con acierto las ciencias, las artes y la literatura, y formaban una fa.lange uu­merosísima en Aténas, pero de éstas nos ocuparémos despues con mayores pormenores. Las mujeres plebeyas eran en reali­dad las m's privilegiadas entre las griegas, puesto que, unida ú la liber­tad ele sa.lir sin trabas á la calle, vi­vían en su ca~a. á su gusto ocupadas en sus faenas caseras, y si en realidad sus esposos y padres ejercían sobre su suer­te uua influencia ilimitada, por lo mé. nos los Magista.dos no se ocupaban de ellas, ni dictaban leyes que las tirani­zasen y pusiesen en vergüenza. pública. S. A. DE S. ( Oontinua.?·á ). FRAGMENTO DEL EVANGELIO DE SAN MATEO, CAPÍTULO VIII, DEDICADO Á NUESTRO SANTÍSIMO PADRE PIO IX. Sin temor á los vientos, prcsuror.a Atravesando va la mar undosa Muy léjos de la orilla UM frá0'ÍI barquilla. En ella van humildes pescadores, Que si no son señores De castillos, ni tierras, r.i mesnadas, Sut1 alma" abrasadas En casto amor y caridad ardiente, Consagran al Señor Omnipotente, Al b!aestro divino Que de inmortalidad mut'stra el camino. ¡ Callad! tranquilo duerme Y su serena fuz pinta el sosiego ; Le. paz, el santo amor, su sueño velan, Y en sus sienes destellan Fúlgidos rayos de divino fuego ; Mecen su sueño blando Loa remos y la brisa. murmurando. De pronto el Noto fuerte, Rebramando e.menua con la muerte, Y la revuelta y acrecida espuma, Como á ligera pluma, El esquife levanta al cielo mismo Para deapnes hundí rae en el abismo ; Oual funenria tea El rt.yo entre las nnbea centellea, 1:' el discípulo amado, Oreyéndoae perdido Exclamt. de pavor aobrec_ogido: 1 ¡ Señor 1 ¡ Señor l j piedad que perecemos 1 Sólo á lí nos voh·Nnos Henchiilos do lc01or y de esperanza; 1 Sólo tú la bonan,;a 1 1'ornarás ó. los vientos irritados, Que, fuertes y bravíos, concitados En nuestro mal pelean ; ¡ ~lirad que nuestras fuerzas ya flaquean 1 Ent6nCI's el ~iior alza la frente, Y con su diestra ruano, Extendida del Sur al Occidente, Su espíritu les muestra soberano. Y súbito el furor de la tormenta TÓI"Pase en calma ; las terribles olas Al último confin del orbe ahuyenta Con au soplo el Señor, y el barco leve Al suspiro del céfiro se mueve. De admiJ'llocion y pasmo poseídos Fueron los pescadores Cuii.Ddo vieron calmarse los horrores, Aplacarao los viento&. Y volver á. la paz loe elementos, Aunque la nave del Apóstol Santo Por el fiero huracan es combatida, Jamas perecerá: con el quebranto Será hostigada, pero no vencida, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80 LA MUJER. Y tú, gran Pio ~no~ Mártir de la ambicion y el despotismo, A.nuque es excelso trono, Tú que al catolicismo Añauiste un floron, y á la hermosura 1 Dll la Sant4 y la Pura, Recibe mi tributo y el respeto Del acendrado amor. Sobre tu frente, Hermosa y venerable Del génio y la virtud incomparable Lució noble auréola. j Oh, Parca inexorable, Que caminas incierta, j Oh, que tu mano yerta, Respete el hilo de oro Del que es hoy nuestro bien, nuestro tesoro 1 .Mis plegat·ias escucha, máa en vano, El tiempo es inhumano, Y con su ráudo vuelo Le arrebata por siempre de este suelo. RAFA'ELA DELGADO DE LAPLANA.. (De El Eco de Có1·doba). LOS DESCUBRIDORES. CUADROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS-SIGLO XV. (CONTINUACION). ALONSO DE OJEDA. CUADRO V - 1494- H A 1 T 1 • minio de cinco caciques diferentes y I rivales elltre sí. LA isla de Haití, como la llamaban Magníficos bosques cubrían casi por ~~ los indígenas, 6 Espa:ñola, como la bau. entero la isla y daban riquísimas ma­tizó Colon, 6 Santo Domingo, como la deras y frutos de diversidad de espe. denominaron en seguida los franceses, cies. Abría.nse aquí y allí anchos cla. es, despues de la de Cuba, la más gran. ros entre las selvas para dar lugar á los de del archipiélago de las Antillas. caseríos de los naturales y á las semen. ~1ide en su conjunto 6,000 leguas cua. toras de maí~, yuca, platanares y otros dradas, y en su centro ,se levanta una alimentos favoritos de los indígenas. cadena de monta.fias cuyas ramificacio. 1 Sin embargo en el centro de los cerros nes se extienden hasta la. costa., dejando más elevados el paisaje era. agreste y entre sus contrafuertes y estribos ame. salvaje, áspero y estéril, y en la cumbre nos valles, hermosas hondonadas, quie. de ellos la vegetaoiou era triste, elsue­bras y precipicios. Los cerros van dis. lo pedregoso y árido y el clima írio y minuyendo al acercarse á las orillas del destemplado,- pero en compensacion mar hasta convertirse en ligeras coli- hallábanse algunas minas de oro en nas en unas partes, y en otras en lla. aquellos recónditos lugares, cosa que nuras regadas por gran número de halagaba má8 á los espa:ñoles que )a 11 caudalosos rios y riachuelos, en cuyas vista. del paraíso terrenal, si en él no arenas los compafieros ue Colon encon- hubieran hallado el maldito metal. J traban rastros de mineral de oro. En La vegeta.cion en las orillas del mar 1 el siglo XV la bella isla estaba pobla. era hermosísima en torno de preciosas 1 ua por una raza de indígenas que, se. y abrigadas bahías, puertos y ense-gun los cronic;tas del tiempo, eran bien nadas, sombreadas por bosques de pal­conformados, de carácter suave, hoapi- meras y frondosos árboles y arbustos, talariosybondadososbastaladebilidad. rodeando caseríos a¡entados en la ori- J Formaban cinco naciones bajo el do- lla del mar tranquilo y trasparente, y . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , ,-.;·~.:_----------- -·~----------11---- - ~·----------- R E V 1 S T A Q U 1 N C E N 1~ L . 81 so_b...:r:.e..._e_l_c_u_a_l _p_are_c _i_óle_s_á_lo_s_e_s-pañoles 1m ala volunt~l con que los demas mira. que jaUlas se desencadenarían las tem. ban al iudígepa, -la cual ~;e confirmó pestades que tan frecuentemente visi. m(u; entre ellbs cuando 1t los pocos dias tan la. eguraron que habian muer- car una ciudad y cultivar los fértiles j to todos eNos víctiwas de sus malos terrenos que !'le extendían Mcia el mar 1 instintos: qua de su orgullo y con- r las riberas de los ríos. Colon tom6 ducta desordenada, se originó entre pose"' ion de 11.quel si tío promediando ellos una completa desmoraliz.a.cion, el mes de I?~iciembre de 149~, y le y cualnninaal4Js feroce"~, unos habinn puso el nomb re de la reina, su pro. muerto en riilas particulares, otros ñ tectora. Inm ~dia.tamento empezaron manos de los inJ1geuas ultrajados on con brío los t abajos de levantar mu­sus intere~;ea y en sus familias¡ y chas casas, ed ficar el templo y limpiar por ultimo, loa domas guerreando con- el terreno pa a semeuturas. C~mo to­tra el cacique más poderoso de In Jos trabajaba! en sus respec•1vas ca­i• la. Este Labi:L 'bajado de las mont.aJJas, sas :y daban 1 lguuas l1oras del dia ' en donde teni:uus dominios, y atacando edificar la igll>sia, ésta en breva estu­á los intru808, los haLia matado á to. vo concluida y el 6 del siguiente dos, no obstante el defenderlos á mano Enero, dia de la Epifanía, el padreBoy. ai'IlUlda Guacanagarí, cacique de aquo. le, ayudado d1a los 12 eclesiásticos l}Ue llas tierr..,, el cual había protegido ú con él habiap pasado á Ioclias, dijo los espatlolea con una abnegacion dig. ll misa en el pr mer templo cristiano le­na de un cristiano, y un cariño y una vanta.do on e Nuevo Mundo. hospitalidad poco 6 nada. agradecida Una vez qt ~ Colon plante6 la colo-por ellos. nia y vió que parc'bftba pt4.peramente, En el primer momento los cornpañe- pensó enviar l inteno,· del país algo­ros de Colon no quisieron creer en la nos de sus má~ audace é inteligentes lealiad del cacique GuacaDagarí; pero capitanes ú qt e dCS!Cubriesen y diesen en vista de la. lrerida que éste babia re. noticia de lo< ue allí babia: entre ellos eibído en el combate contra el cacique á Alonso de Ojeda, que ya se babia he­de laa montaiias, de las l~rima.s que cbo notable pior su valor y espíri*u em­derram6 y pro,estaa de fidelidad que prendedor. l~ando los exploradoree hiao, Colon lo &hsolvió de toda parti. volvieron 8 ~ !sabela con buenaa noti. cipacion en la c\eltruccion de la inci- cias, no aolam~ute de la belleza, ferti. piente colonia espalola, y le devolvió lidad y riquet¡a del país, sino Ymbien ou coaliaua y .,.;.tad, A ~r de 1& de la bueD& Et que lea habiau Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------------ ------- - ---------------- 82 LA MUJER. hecho los indígenas, Colon resol vi6 ero- tos que producía la tierra y preferían prender personalmente un paseo mili- comer las averiadas y escasas provi­tar por el interior de la i~;)a cou el siones, restos de las que habían trai­objeto de mandar edificar una íortale- do de E hombros le pendía un rico carcaj ba. de arribar do Espafia con provi. enga'!tado en oro con flechas igual. siones y pertrechos. Por último Ma.r. mente lujo~as; su maca.na, con ser la garít y los más amotinados se apode- más fuerte y pesada de todas, tenia in. raron de a.lguuos buques surto<> en el crustaciones del mismo metal para att­puerto, y se hicieron á la vela con di. mentar el peso; arreos que decían reccion á Espaiia., dejando la tropa ar. bien á su porte reposado y á la fiereza mada sin Jefe, diseminada en la. isla y de su mirada, que infundia temor en entregada. á toda clase de des6rdenes. todos los suyos, méoos en su mujer fa. vorita, é inseparable compafiera, p~~.r. Il ticipante de sus glorias y pel ióros. Lla. mábase Anacaona, "' y su nombre se El eacique más valeroso y potente pronunciaba con respeto y temor en de la. Española (el que babia desba.ra.. toda la isla, por su audacia y valentía, tado á los colonos del fuerte de la Na. causando la admiracion de los guerra. tividad) se llamaba Ca.onab6, y era ros rle su marido que la creían invul. sefior de la. rica provincia de Maguana. nerable. Era mujer de raro ingénio, Hijo de un Jefe Caribe y por consi. muy hermosa, mús blanca que los que guiente de génio altivo, inteligente, la rodeaban, puesto que nunca se pin. perspicaz y de gran valor, era induda. taba el cuerpo, que ora elegante y bien blemente el llamado á ponerse á la formado. Engalanábase con armas de cabeza. de los indígenas, que le raspe. guerrero: vestía llD delantal de visto. taban, admiraban y temiao. La erec. f'as plumas, iguales á las de su penacho cion del fuerte de Santo Tomas, en las y brazaletes; sartales de pepl\5 rojas tierras más inmediat.as á sus habitacio. mezcladas con brillantes plumajes la nes, babia indignado al cacique, pero adornaban el pecho, la espalda y rodea. no babia apelado ú las 1umas miéntras bau los tobillos. el ejército de Ma.rgarít tuvo algu. Despues de una. corta alocucion, en na apariencia de disciplina. Preparó. la. que Caona.bo dabclo cuenta de sus se, sin embargo, en secreto, aguardando propósitos é intenciones acerca del fuer. una oca.sion para caer sobre el fuerte, te de Santo Tomas, y dadas sus órdenes y acabar con los 98pafioles cuando e~- j do cómo babia de ejecutarse ol ataque, tuviesen m:is desmoralizados, como lo 1 el jefe indio emprendió marcha. por las babia hecho tintes contra la Navidad, 1 veredas más ocultas en la profundidad con ta.n buen resultado. Al fin le llegó de los bosques, con ánimo de asaltar el la noticia. de la desercion de Marga. 1 fuerte cuaudo ménos lo esperaran, per. rít, y juzgando que el fuerte de Santo suadido de que el jóveo O jeda, que lo Tomas estaria mal defendido, determi. comandaba, no tendria noticia alguna. n6 desbaratarle completamente de un 1 de la aproximacion de tan formidable golpe. Reuni6 diez mil guerreros ar. hueste. mados con fiecbas, macanas y lanzas - Poco ántes de avistar la fortaleza. terminada.> en espinas de pescado, - maod6 C<.~onab6 que so detuviera la cubiertos los cuerpos con pintura. roja vanguardia íi orillas del l'Ío, para des. y negra, las cabezas coronadas de plu. cansar, á fiu de llegar frescos al ataque, mas brillantes, lo qu& les dE.ba. un as. 6 tal vez para dar tiempo de que Ana. pacto en verdad aterrador y horrible ca.ooa. recorriese las a.pifiadas filas de á la. vista. del hombre civilizado. guerreros, hablara á cada uno por su Ca.ona.bó era jóven, de crecida. esta. * P 1 b . .6 b jl d L 11 d to . fi mí a a raque s1gm ca a 01· e oro. a ca-tura Y ga ar o aspec · su sono a, cica era poetiza y componía cantos guerreros un tanto feroz causaba terror, porque en conmemoracion de los hechos do sus he­todo él, desde la. raíz del cabello hasta roicos antepasados. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- - -------------. 8-! LA liUJER. nombre, y distribuyera., entre los que de su morral. Cuando se lo permitían en otras ocasiones se babinn manifes- las circunstancias, lo descubría y lo tado más valientes, algtmas flechas de fijaba en el tronco de algun úrbol para su propio carcaj, recordándoles 6. todos invocar la proteccion de la que babia que ella jamas hn.bia presenciado uua erigido en patrona suya y consagrádola. derrota, y siempre en todo combate ha- todos sus pensamientos de afecto reve. bia. sido vencedora. rente: la. pedia su amparo en toda riiia L es dejarémos aquí entre tanto para 6 batalla. y se consideraba seguro aun en pasar al campamento español y descu. las m{IS peligrosas empresas." brir si por ventura Ojeda· tenia. noticia 1 Al vigilante Ojeda no pudo ocultúr­del peligro que le amenazaba. sele el inusitado movimiento de los 1 guerreros de Caoua b6, y comprendien- III do el peligro en que se hallaba, se apartó por \lD momento del lado de sus La fortaleza de Sauto Tomas estaba advertidos compañeros de arruas, subió bellamente sitnada.en una altura y ro- ú la torre, é hincándose al pié de la -deada. casi por completo -del rio Ya.ni- Vírgen, invocaba en una ferviente ora­que, de corriente fuerte y ruidosa en cion la protecciou del cielo, y al mis. aquel sitio, rompiéndose contra muchas mo tiempo levantábase en su mente el piedras de ja y los lejanos ojos levantados y fijos en su Vírgen, montes. En ar¡uella. .torre tenia. Ojeda implorando el socorro de la divioiJad, &u habita.cion, cuyos muebles se com- no porque tuviese miedo, sentimiento poniao. en resúroen de un lecho forrua. para él desconocido, !>Íno porque tenia do por dos tablas sobre troncos de ÍLr- una. gran fe y seguridad que todo estaba bol, uu banco igual, relucientes arruas en manos de Dios, y que sin su ayuda colgadas del muro toscamente emba. no había saJvacion; su corazon abrigaba n·ado, y en lug:n preferente de la es- aquella fe que todo lo vence, todo lo ta.ncia un crucifijo de madera. y la pe- da; que infunde brío ú los m(IS débiles queña. Vírgen J>Íntado. al óleo, que re- y á los más valientes acrecienta su cibi6 del Arcedeano Fon~eca,eu nombre energía y su pujanza,- tenia fe en de María. Desde que Ojeda tuvo en su Dios, en la intercesion de lo. Vírgen, poTEL'CCTOJ.L h truirooa 1 no~ea verdad? y al mia. mo · ompo distraer nuestro espíritu, F'RECUE:STEllE:STEnos han pre8\Jntado sac dole de la triste prosa de la vida ¿qué regla debemos segutr las mujeres rea 1 para. elevarle ' regionea en que en nuestras lecturas ~ y por cierto la el a 6e solace y deacano;e de la.s fae. cuestion es cosa. mucho más gro~ do naB errcstrea. lO que ' primera vista parece. ro para guatar de la. lectura y -------------------------~~~----------------------------------__, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 87 am'ar la buena literatura, es preciso llos libros que hemos leido acerca. - de tener el espíritu educado y preparado 1 este tema ninguno nos inspira más el terreno para recibir la simiente. Es confianza y nos satisface como el ti tu­decir, haber recibido alguna. educaciou. ¡la.do "Mujeres sabias y mujeres estu-diosas," obra de Monseñor Dupa.uloup, - Obispo de Orlea.ns, muerto última­" La educacion se divide en doR par. tes (dice madamll. Gatti de Gamond) la educacion mora.l, es decir, el desarro­llo del alma, y la. educacion intelec­tual, es decir, la cultura. del espíritu. Estas dos se unen estrechamente, por­que la conciencia., que es el instinto del alma, no es sino el buen sentido que es el instinto del espíritu. El sen­timiento y la razon exigen, pues, un cultivo simultáneo pa.ra que haya. edu­cacion. "Culti\'ad el espíritu á expensas del sentimiento y formareis un juicio fa.l­Reado; cultiva:! el alma sin cuidarse del espíritu, y el sentimiento no servi­rá sino para det~camino.r la. ra.zon du­rante todo el curso de la vida." mente.,. Estractarémos en este artículo, pues, todo aquello que nos parezca mús dig- 1 no de atencion con respecto á nues­tras mujeres, y adecuado á nuestras costumbres, intercalando algunas ob­¡; ervaciones propias del asunto y desa­rrollando las ideas qtte más nos convie­nen en Colombia. Dirigiéndose el Obispo de Orlcaus á aquellos hombres que son enemigos de la instruccion en la mujer y que la quieren siempre ignorante, dice: " El retra.to trazado por Salomon no es de la mujer que sólo se ocupa de las cosas vulgareR y materiales, sino el de la mujer inteligente; y si sus hijos - se levantan para procltunarla. glorloSi1 • • • • 1 y bien ~venturada., es porque tiene el N os dmgtmos, pues, á las muJeres ! pensauuento levan lado 60bre las cosas que han recibido alguna educacion es- de la vida; prevee el por\'enir, atien. colar y que, terminadas aquellas ta.- de al cuidado do las almas, y e!.tá en reas, desean instruirse positivamente, todo á la altura de los más nobles de­- ya qne en la mayor parte de los co- 1 bares y sérios pensamientos; en una Jegios la enseñanza, no pasa de los pri- • palabra es la digna é iutehgunte coro­meros elementos de la educacion. pañera de un esp~so que e;.ttí sent.a.do En realidad, la verdadera educacion ú las puertas de la ciudad, sobre los del espíritu entre nosotros no empieza 1 primtJros escaños de la justicia. sino cuando ya se han despedido los ... " Despues del Evangelio, la. m u. maeetros, y cuando las lecciones no son jer ba ~ido levantada y ha tomado no. obligatorias. Una vez que el camino blo pue.c;to en la soctedncl humana. que lleva 6. la 1ustruccion es nuestro, ·• Lo que yo ruego, lo que yo deseo y que podemos escoger las lecturas que ' es, qne censuras ridículas, nombres más nos agradan, ese es el momento groseros y néciRs burlas, no la obliguen j propio para. buscar los libros que nos á det~cender del alto podest.a.l e~ que convengan y fijarnos un sistema. de es- la colocó el Evangelio y la entreguen l tudio que desarrollo nuestras faculta. á la. frivolidad y n.l materialismo de la ¡• des naturales. 1 vida.. Tenemos á mano varias obra.s que " Comprended biea lo que deseo; lo ' tratan de esta. materia, pues nunca nos que anhelo no son mujeres ¡;a. bias, si no atreveríamos á da.r consejos sin. a.po- ·- lo que es preciso 6. sus hijos y á sus 1 ya.rnoa en terreno firm.e,- e~ dec1r, ~n • La traduccion española. de la obra del ! la. palabra. de personas 1natnudas y d1g- Obispo que tenemos á ):1 mano es de doña 1 1 nas de toda. confianza.; pero entre todos Mana de la Peña. : 1 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 88 LA M U .T E~ R. maridos- mujeres inteligentos, juicio. . .. " En la. mayor parte de los libros sas, pensadoras, instntidas en todo lo en q 1e se habla do la mujer, de su des. qtlO es útil ~oabor como madre~;, como ttno, de su virtud y de su mérito, léjos 11 no:Jns ele casa. y como mujeres da socio. de e msidera.rlo. crcadn á la, imáge1~ de {!ad, sin desdeñar jaro!\!> 1M lahorcs Dio 1 inteligtnte, liln·e, lt.ES.PONSABLE • manuales ; que sepan trabajar ocupan. DE S B ACCIONES DELANTE DEL CREA-j 1 Jo ~>tl inteligencia y cultivar su alma DOR, la hacen propiedad del hombre, outera. creacla para rl s61o, y sin más fin que "La mayor desgracia del hombre, él. l!ln estos libro¡; la mujer es un sér 1 lo que más ha de temer, Oh trope~nr deslumbrador que 110 ndora sin r~s-con una mujer ligera, frívola, perezosa, peto ¡ y en el fondo un 11ér inferior, desoc u~da, ignorante, desabrida, ami. cuya existcnciB no tiene mtí.o objeto ~n de los placeres y de las divefljione.;, que !31 placer y In frivolidad del bom­mcapu de todo estudio, de toda aten. bre, dependiente, ante todo, de éste, cion perseverante, y, por consiguiente, que ~s su único duofio, su l~slador, iniJabilitada de poder tomar una parte su J 1ez ; eoteramoutc como 111 no tu. activa y real en la educacion de sus vier ella alma, inteligencia ein líber. hijos y en los negocios de la. casa de tad oral, como 11i nada fuera para tsu marido." ella ios, y como ei no le hubiera dado nec~ idades á liU alma, facultades, as. . pira< · ones y, en una palabra, derechoa Está, pu~s, sentado, con la auton. y del es. f;e declama, con razon, con­dtul, del Ob_tspo .de Orleans, fun.dada en tra. }¡a frivolidad de la mujer y el deseo e l }.vn~geho lDIS~o, qno la muJer para de aHrad~tr, que parece en ella innato, ser mUJer cumphdora de 6Us deberes pero tan s61o so debe á la falsa educa. y ad ec u:u.l~ para. ser. buenn cspo~a. y ciou quo recibe ... " , b.ueu:~. t~r.~ re, t'~ prec1so que liOa wte. " JEl deseo de agradar, la ligereza de l l{)ertfc l' 'ti!Bl?'!Ltda . cará !ter¿ uo la. n.liroentan por ventura, oose ándola cou1o único término de su oxis ucia el hn.cerAO querer de1 hom. 'MIÍs léjos añade : bre ? i Qué extra!Io, pues, que cifro " Dios no dá inútiles dones ; en todas toda su a m bicion en ol bien parei:er? ... su ~ obras hny una rn?.on, hay uu fin ; " : aro. los pagano11 la mujer es un si la compatiorn del hombro os uuR 6ér a radnble, pa~i...-o, aubalterno, crea. criatura rnzonable, ~;i, como el hombre, dos 1\monte para su regalo: pero el ha sido creada á imógen y somujauza cris lani~ruo pien~a y obra de otra ma. do Dios, si ha recibido como .él d:!l uem ~ la virtud cristiana en el hombre Creador la sublime iuteligeocin, es y en la mujer ha de ser voluntaria, para utilizarla. • uobh , activa, inteligente .. . " Tanto mú~_;, cuanto quo todos los . . ' E!; 1Hil á los maridos sin virtud, donua recibidos de Dios hRn de I:HJrvir ten mujeres sin valor 6 va.lieudo tan y ser cultivados. La E~crituro. lo de- poc como ellos; y por lo mismo in. claro. así; las almas, corno la. tierra, ca es de interveUlr contra sus des. cuando so la deja yermo., aolo produc.n órde es. plantas silvestres, spi tUI8 et tribtdo8, y " a mujer superior se impone nl llios uo ha hecho, como la del hombro, mari o sin darse cuenta de ello tal el alma de la mujer para ser ustéril, vez; pero lo hace sufrir la influencia ligará v enfermw tierra. de su recto juicio y le impide entre. ' ' TÓJavía m~; toda. criatura inte. garsta á .us capricboe. H~ aquí por qué ligoote dará cuenta ~ Dios de esos do. los Dlaridos vici0101 necesitan mujeres nes ; cado. uno, en el dia del juicio, ign ~ntes. ser6 tratado segun lo recibido y el " a naturaleza habla en alta voz; empleo y fmto de ello. la. n turaleza. humana pido ser inatrui. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 RE V I S '1' A Q U l X C E N • dn. y elevada en todas sus facultades. cion . . No ha:r que hacerse ilusiones: He do decirlo: yo no he encontrado los principios ·rígidos y las OQU¡>II.CÍones nado. peor que la restriccion de la!i fa- frívolas, la de ocion y uno. \'Í().a sinl­cultades intelectuales y el Jesprucio plemente mat ~rial y rnundt\nn., eogen­do las exigencias del espíritu; hambre dran 6. esas m ~·eres sin rocuq;os pro­y sed sin ~tisfa.cer. ¡De ahí ese de~eo- pi os, casi sien re insoportitbles á sus que es un tormento de saber, que á maridos y au á sus propios llijos. falta de la. verdad y ciencia fe nutre "Pero dejad ú la mujer algun!\8 horas de falsedades y desvaríos; de ahí esas al dia de tra.l) jo intelectual, en que pasiones buenas y generosa.'! en 6\l orí- las facultade!1 ~el alrua se e(¡uilibreu; gen, que se desvían de la verdad y la en las que todp se ordene en su Cl;píri­virtud; de ahí e~>as tortuosas senda¡¡ tu; en las que descanse su fatigado en­que atraen á la ignorancia, que no sabe teudimiento, )' su buen flentido y reo­juzgar, escoger, ni contenerse: con. titud de mi s tomarán su lugar, In vergi di,-umpent vos dice el sant.:> es- exaltacion ce erá y la paz peol'trará critor;! cu :m alma. tónces levantará la. ca- " 1 De ahí el secreto de tant!\8 caidas, bezn. y compr nderá que esa vida. de de tantos escándalos, 6 por lo mroos. itJteligencia ú la cual aspira, y de la de tantos y tao misen~bles frivolidades jque su untura za necesita, uo le está entre laR mujeres J. nobrndn. Ent ces caed de rodillas ... " Hay en los deberes que impone 1 aceptando la v ·da y su~; delJercs, ado­una. famiha muchfsimo fastidio, y mu- raurlo la volut tl\d de Dios, y é~;te será cbo can¡;Ancio eu las obligaciones de el precioso fruto de un trabajo que po­ama de casa y en 1~ mil detallec: ma- dr~ sustituir á la oracion tranquilizan­teriale;;, tantns veces repetidos L Dónde do su espíritu y sati~faciendo en la encontmrn la mujer consuelo? ¿Quién tuujur una de sus más uobles y justas puede dar legítimo empleo a& su imn- aspiraciones." ginacion, cMi siempre apasionada ? i Quito ofrecerá justa satisfaccion (¡ su 1 iotetlgencia y permitirá á la mujer N otadlo bie , esto dice un Obispo, juzgarse algo mús que una sirrienta? una do las lu brerns de la Religion " Preciso llas probaría que en Marte la vegetacion, que giran con aparente calma sobre en lugar de ser verde, como en nuestro nuestras cabezas! planeta, sería roja., lo ouai debe de pro. S. A. DE S. ducir un efecto muy original á los ( Oontinua1·6 ). CUADROS DE COSTUMBRES. MIS SOBRINOS Y YO. ( CONCLUSION). -Mi m á Teodorico, dijo Ariadna -Lo oí en casa ... Se lo refirieron tí i no te parece muy sereno despues de mamá con todqs sus pormenores cuan. aquella aventura que dicen tuvo lugar do yo estaba. preaente. en los Estados Unidos entre él y una Hé aquí las consecuencias, pensé, de yankee de las finas 1 ese hablar tan sin tino ni criterio de. -Qué aventura 1 lante de las niñas más inocentes. N os -Luego no la. sabes? admiramos deepues al ver que las m(Í.B -N o, dijeron las otras, cuéntanosla ... candorosas jóvenes se ocupan en cosa.a -Escuchen ustedes... que no les convienen ni son propias Y ent6ncesla. nifiita refiri6, con com. de su edad. i A quién deberiamos cul. pleta impavidez, cierta historia que par sino á los padres, que son tan in. hubiera escandalizado á cualquier per. cautos é imprudentes 1 sona de experienci3. Todavía. estaban hablando de la es. -¿Quién le contó á usted eso? pre. candalosa. historia de Teodorico, cua.n. guntaron las otras. do un antiguo amigo nuestro, Bajaceto, ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCEN L. 91 se dirigió á Artemisa, y sentándose á :í. don Ulises o le gusta que vayas, su lado le dijo con un tono que me añac.lió con ac oto triste. chocó: -i Qué tLe importa 1 -Artemisita, un favor •.. un favor... -Mucho... Mnmá quiere que me -Cuál? caso con él. -Tenga la bondad de tocar aquellos -'N, Aria~ na.!. .. imposible! valses que idolatro. --Sí, mi eh ito, y tendré que ha. -"Los guardias de la. reina?" cerio ... -No. "Los auspiros de un que. -No pued ser¡ esa seria una cruel. rubio." dad~ CMarte an jóven, tan nifiita.l -Con mucho gusto. -Tú sabes que somos pobres, que -Y los bailamos 1 hay en cn.sa n chos muchachos .. . -¿No me pide usted que los toque, -Bah! i Yi basta. ahora no han vi. pues? vido sin que 1 ~s falte nada? -Es verdad ... Voy á conducirla á us. -Es 'ferd que así parece; pero ted al piano. Artemisa se levantó y so con cuúntos acrificíos 1 Nos hemos alejaron platicando. acostumbrado á ciertas comodidades, á N o té que si bien no podía decirse q u o ciertas nccesi ndes sin la.'> cuales ya el jóven estaba. enteramente ébrio, sin no podemos v ·r ... ¿Qué podré hacer embargo se conocía que "!labia tomado en este caso, cuando se presenta tan más licor del que su cabeza podía so. buena ocasion de mejorar mi suorte? portar, y por momentos sus palabras -Qué pod •ás hacer/ ... Amarme y no eran bien claras. esperar!. .. ArtemiS& empezó á tocar, y él vol. Ariadna no le contestó, pero oí que viéndose se acercó á Aliteo. y le ofre. su respiracio so agitaba. ció la. mano para qne bailasen aquella -Lindoro, Lindoro l gritó desde el piozn. otro lado del sa.lon la. alegre voz de Inmediatamente despuea lo. sala. pre. una risueña. coqueta dama. El j6ven sentó un aspecto muy animado : un se puso en pi , pero ántes de dejar á torbellino de carreras, ya de dos en Ariadua la d · o : dos, ya. de todos los bailadores al mis. - N o, Ari na demasiado querida; mo tiempo; de rifas, exclamaciones,, no pienses e semejante matrimonio palabras sueltas. . todo esto acom. tan despropo iooa.Jo .. la vida es lar. paliado por los acordes del piano. Y o ga y el porvc ir puede aer muy dife. contemplaba. admirAdo aquellos nue. ¡reo te .. vo& bailes, y notando con cólera y dis. -Éste no e quiere verdaderamen. gusto la manera con que algunos de te, murmuró :.t. nifio. escondiémlose de. los jóvenes se apoderaban de sus pare. tras de la cor ina para ocultar alguna jas, con ademanes copiados probable. lágrima. mente de lo~; bailes á I!Ue ellos babiao 1 '\Iiéntras e Lindoro babia estable. asietido en "Mabille •· ó en "Chatean cido una nl 'TO converFacion con la de Fleurfi" de Pari11. sefiora que lo babia llamado, olvidan. De repente me llamó la atencion do completa 1ente ;\ la abandonada una conveT88.cion que en voz baja tenia 1 Ariadoa, y e ba. tao entretenido, que lugar de tras de la cortina : era Ariad. ni una vez d · igicSla mirada hácia ella. na. que conversaba con Liodoro : sea. El valse h ia. concluido, Artemisa que no hubiese querido bailar ó que 1 no volvi6 á s asiento y Alitea se sen. no la hubieran sacado, ella. permanecía t6 en otra p te. Viendo un lugar va. en su asiento, y á su lado Liodoro. cío cerca de riadna, Bajaceto se fué -No vuelvas á. casa., Lindoro, le á sentar á su ado. decía.. ·1 -Dígame una. cosa, la. dijo, estoy -Ingrata., i por qué l tan aturdido .. i Con quién bailé esta -No quiero tener pesadumbres .. . pieza ? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA MUJER. -C6mo! Usted no sabe? l ofrece. No comprendo por qué hemos -No fué con Alitea.? conservado en medio de nuestra de- -Porsupuesto que no. ¡N o se acuer- cantada. civilizacion tan bárbara cos. 1 ' rla que usted mismo la llevó al piano tumbre. para que tocara.1 Al fin logré que mis sobrinas repa- 1 -Cierto ! V ea usted, me equi vo- rasen en mí y, segun inferí, temerosas qué ... Ahora caigo en la. cuenta ... no de qU'e yo entrase á reclama.rlas, salie. podía bailar con ella. y oírla tocar al ron del salon y se apresuraron á bus­mismo tiempo ... tiene usted ra?:on. car sus capas y saene?·os. Al momento .Ambos permanecieron ca.lladoa. Ba- bajamos la escalera sin despedirnos de jaceto estaba peor de la cabeza con el nadie, pues nos íbamos á la francesa. baile y no podia hablar . .A.ria.dM. not6 ¡Cuál seria mi cousternacion, cuan­su poco juicio y levantándo~e se fué do hubimos llegado al zaguan, al descu­de allí; él ta.mbien sa.li6 de la pieza y hrir que la puerta estaba cerrarla. y fué tí buscar á sus amigos en el come- que el duefio de casa tenia la llave es. dor. Eran ya más de las dos de la ma. condida., habiendo dispuesto por sí y fiana, y creí que mis sobrinas uo po. ante sí que aquella noche sus huéspe­drinn exigir que las esperara por más des no saldrían de su casa hasta que & 1 tiempo; así, traté de llamar la atencion él se le antojara. Notifiqué ú mis so­tí Casandra, gue no estaba. léjos, pero briuas que permanecieran en el corre­Do pude conseguirlCl, porque un ele- dor, miéntras que yo intrigaba para. gante dandy se le babia. acerct~.Jo, llc- conseguir que DOS abriesen. Busqué á vando junto un sirviente que tenia en mi amigo Quinto Curcio, y éste, des­los brazos un azafate lleno de copitas pues de mil sliplicas ú idas y venidas, de vino, y le decía de esta manera : consigui6 la. llave y en breves momeo- -Señorita: 1 tendrá usted la bon- tos nos vimos libres en la. calle. dad de aceptar una. copita rle vino 1 -Es una. curiosa moda, por no decir -Mil. gracias, Enrique, me hace ridícula y vulgar costumbre, ésta. de daño... encerrar la gente así, les decin yo á -Daño: imposible... es un vi nito 1 mis sobrinas. Pues, señor, si los convi. suave, excelente. dados están contentos no se irán tero. -Todo vico me hace daño. pra.no, aunque estén las puertas a.bier- -Esas preocupaciones ...... pruebe tas; sucediendo lo contrario ú muchas usted. 1 personac;,la.s que a.pénas se encuentran -Mil gracias, no puedo. encerrauas se "jenten ya disgustadas -Le aseguro á usted que no le harú 1 y se quieren ir, t\Unque no lo hubiesen daño. 1 pensado úntcs. -Imposible. Mi linterna. dc<;apa.reció en la. bara- -Me desairaría usted, Casa.ndra. 1 hunda del corredor, donde la h~bia No puedo creerlo. Por mi palabra., dejado; sospecho que fwH caer en ma­aiíadi6, que le sentará muy bien. 1 nos de los infieles,- quienes bajo la Casa.ndra tomó un poquito ó fiugi6 forma de criados esperaban á sus amos tomarlo ; y el lindo r.a.ballerito siguió 1 en la escalera, unos dormidos y otros cumpliendo su noble misi.on en torno más despiertos de lo que convenía. A de la. sala entablando el mismo diálo. consecuencia de esto tuvimos que re. go, poco rnás 6 ménos, con todas las Se- signa ro os ú emprender la marcha por iíoras. las calles oscurísimas, y casi por ins-i Qué objeto se propondrán algunas tinto llegamos ú la puerta. de la casa 1 personas cuando quieren obligar ú que de mi hermano Rufino, sin novedad. l se coma sin tregua y se beba sin me- Un cuarto de hora permanecímos gol­dida? " N o le hace dafio 1 "-esa es la peando en aquella. casa, pues los sir. fórmula consagrada., y si no acepta es vientes dormían el sueño de los justos, uu desaire que se quiere hacer al que y mis amables sobrinos se habían lle. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ------------- REVISTA QUINCENAL. 93 vado la segunda. llave, como lo tenia.n incauto transeunte. Y si todo ciudada. de costumbre, todas las noches cuando no es libre para hacer su gusto iporqué se iban al Club. no lo ha de ser el Alcalde y la pseudo- Al fin logré que abrieran ; y cuando 1 policía para dormir tranquiles, sin ocu. vi que Casandra y Aspa¡¡ia entraban 1 parse en nimiedades como la de cuidar en su casa di un gran su~piro de alivio de la comodidad y seguridad del tran. y descanso, y con el corazon ligero y seunte? Podemos matarnos con toda contento, continué mi viaje húcia las libertad sin que nadie se atreva á im. alturas de Egipto. pedirlo. Eran las cuatro de la mañana, el frío 1 Ocho dias despues me levanté de mi era intenso y la oscuridad ídem. Al lecho de dolor, donde roe babia clava· cruzar una calle sentí que me resbala. do un agudísimo reumatismo que se ba y descendía hácia uu precipicio que me declaró con motivo del frío, la tras. divisé repentinamente delante de mí; nochada, la caída y demas males que procuré salvarlo, pero me faltaron las sufrí aquella noche. fuerzas y, al intentar dar un salto, caí Hoy recibí un parte do matrimonio rodando encima de un monton do pie- concebido en estos términos: dras. Adoloriuo y furioso, me levanté del JILISES foRERO fondo del hoyo en que babia caído, y despues de haber gastado una. caja de 1 y fósforos logré encontrar mi sombrero y mi baston, que habían quedado bo- l ARIADNA CHAOON, nitatbente empatados en el lodo. saludan á ustocl atenhunente -Viva la libertad ! decía. yo, casi e u Y le part ¡ ci:po.,, ;.;n. lHn.trimonio. alta voz, sobáodomo una espinilla he. rída.. Viva la libertad ! Aquí la tene. Se había. consumauo el sacrificio 1 mos do sobra; cada. cual es dueño de poner trampas en la calle p:\ra. coger a.l RENATO. SECCION RELIGIOSA. ~.L."'l.'II<'ICAü.lON DEL DOl\11NGO. ' UN Dtnum qne con gu~to cumplimos,¡ un trabajo do organizacion y reconl$truc. nos aparta un momeotP de nuestras obli- cion del edificio social. gaciones dorué::.ticas, para. dejar oír nucs-1 Como cri8tianBs y colombianas tenemos tra voz á nuestras compc.ñerus del hognr, \In puesto en o~a reorganizucion moral, y y ojalá nuestro débil acento encuentro! gu:;tol>aB, y aun dispuestas á. sacrificarnos, si eco en los corazones generosos de las hijas 1 necesario fuero, cumplirémos este deber á de Colombia. la medida do nuestras foorzas. No dejamos Aunque léjos del movimiento que agita do comprender quo, en tan inmensa labor, á nuestra patria, y extrañas á los aconte- nuestros deseos son superiores á nuestros cimientos del dominio público, hemos coro- medios y recursos : pero nuestra concion­prendido que se opera al1·ededor nuestro cío. queda satisfecha si hacemos algo, por poco que sea, y conservamos la voluntad * Esto artículo debia do haberse publicado siempre dispuesta para hacer más. ántes, poro circuostanci~s ii_~d~pendientes de Despues do elevar nuestras almas & nuestra voluntad nos lo 1mpHlieron. Diofl hemos considerado nuestro pasado y LA REDACCION. nue:;tro presente ; nunca en aquél nos TOllO li. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 9.{ LA MUJE ~. faltó la Fe, como no nos falta hoy, é ilu- que la ~1adre que cuseña á sus hijos á nú minadas por osta antorcha, compañera de beber r el manantial inagotable del más la Espcx3.Dzn y do la Caridad, nos hcmo .• puro d lus nmores, el amor de Dios, no detenido con pcnn y con dolor profundo, debo ~ pcrar uuís tal'dc una caricia de en la santificacion del dia de•iicado al amor ~ ial, nmor que, mal cimentado, bo­Seüor. rrará f cilmeute otro afecto que halague La matrona cristiana ha protestadosiem- sus pa~ ones. pre contra la costumbre que ha domina- La i gratitud es nn sentimiento bajo y 1 do en estos países, por la cm~l los vicios ruin, ~ opio apénas de corazones peque- 1 do los hombres han convertido en blas(e- ños y~ partndos de toda ley moral,) la 1 múl lo que la religion manda que sea san- socied~ ~ castiga con su mirada llena de tificw;ion, y ya que la hijf\ de Dios, con desden; al que desgraciadamente ohida el su ejemplo y sus súplicas no pudo apar- booefic o que otro le hizo. En ¡)roporcion tar á los séres predilectos do su corazou á los l neflciod recibidos, es la gratitud do camino tan contrario á la ml'lral: con que se irnos ó al ménos eu la proporcion sacrificio heroico, cristiano, aumentó su do la ll bleza del alma del agraciado. Es­obligncion para con Dios. Así, ¡mos, mién- tos sen ialiontos, para cuya exposioion no tras un padre entretenido en los asuntos hemos enido sino quo seguir la voz de del mundo faltó para con su Dios, la hija uuestr~ corazon, nos enseñan los deberes interponia su oracion como nube entre la contra\ os para con Dios á quien lo de­mirada de Dios y la falta de su padre; hemos ~1 ser y todo cuanto somos, y todo miéntras que el hermano iba loco, tms cuanto esperamos; lói reconocemos mal­placeres engañosos y hacia del dia sagra- dad en ~1 hombre que desagradece los bOr­do inmunda bacanal, la hermana hiriendo vicius equeiios que le presta otro hombre, el pecho pedía á Dios con súplica sencilla, con n yor razon rcconocctuo:o maldad apartara su castigo del hermano engañado gran dí m a en el que desconoce los seni­y derramara sobre él los dones de su luz ; cios qu ~ Dios le hnco ti cada momento. en tanto que el e.;poso, en los azares de la El e lombinno ha perdido mucho de la suert& robaba ó despilfarraba una fortnna, delicaq ~za de tales l!entimientos á cansa la matrona cristiana corría á Jesn11, anega- de la v da dura y áspera de los campos da en llanto, y le pedía que apartara su de bat~ la. A nosotras nos ti>Ca enseñarle faz del cuadro del esposo delincuente y de nue o los caminos de la gratitud y el lo!! fijara en la compañera afligida; que 1 amor; nuestr'l omision á este respecto, le diera á las lágrimas múll Ynlor que IÍ 1 miéntr !l no :sea P"l' ignorancia del dcbe1·, las falti\S y que lavara con ellas las man- será u crímcu. ,\!:ii lo creemos, así lo de-chas con que el c.-,poso so tiiic en elloda- cimos. 1 zal del vecado ; miénlras que el hijo se . Si e u pro hemo~ visto con satisfaccion, y apartaba mÚ!I do la verdad y le'\'antaba' á vece con rnhor, el cumplimiento' ee­altare,¡ al vioio y llenaba de escarnio ó. la 1 tricto o los dl•bcrc:~ religiot;os con los virtud, el ruego de:.consolado de la n1adre que la familias extranjera,; nos aleccio­a] c;u¡zubn, cun el perdon 9el hijo, el pro- nao, y ~n •:vnducta nos ha hecho ver ~:u mio do ~u confiun:ro en 1<)1. No lo duda- ellas, o el.trnujeras, sino hermanas, Li­mos, la oracivu de In mujf'lr salvaba ó.los jas do ' gmu comunidad cristiana. E¡¡to hombres y la glorificaba ú. ella, y á mu- prucb~ que uo no~ mueve un ient.imieuto chas Mónicas Dios las premió con Agus- 1 fanátic , sino ttn sentimiento mornl. tines. Gui ~as por la caridad y teniendo en Mas hoy vemos, con dolor que desgarra miran s que todo el bien de nuestras coro­el alma, que mal comprendidos sus debe- pañera , suplicamos como amigas, eum­res JlOl' algunas soiioras, se hacen parlici- plamm todas nuestra obligaoion do san­pes do opiniones que ultrajan su dignidad, tificar l domingo, y á la estimucion partí­so retiran cadn dia más de los altares, y cnlar 11 r-egaremos el cariño fraternal de con su ejemplo dañan las familias. Las cristia ps. Esto seró. muy poco, por lo madres mismas fomentan esos desórdenes, mismo lo suplicamos. No olvidemos que porque quien olvida sus deberes para con nunca e será excusable ó. una mujer de­DiOll Padre, el más amoroso, enseña á ol- jar de dorar á Dios. A pesar de esto, para vidall' tambien á una madre terrenal, su- evitar xplioaciones posteriores, diremos jeta 4 la flaquezas de la humanidad ; por- que n ~stras reflexiones no se refieren á -------------------------· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 95 las matronas y señoritas que, por moti- preciso que las mujeres todns no oh·iden vos que Dios considera, no pueden cum- jnmns que "SANTTFICAR LAS FIESTAS" es pli:· obligacion tan ejemplar, edificante y mandamiento de la Ley de Dios. moral, como es el de asistir al sacrificio incruento do la misa dominical. Pero es MAUG4RITA Y LuonEOIA. ----~·- EL TALISMAN DE ENRIQUE. NOVELA. SEGUNDA PARTE. Pf.Y.JAY:.]{ rft J1Pff'F f~}- PP: Ff.PJJ· ( CONTINUACION). Piile, il marchnit.-A u bruit do son pns grnvo et sombre, 11 voynit ~~ chnque arbre, hélas ! se drcsser l'ombro Des jours que no sont plus! On l'n el Pad:11uemo por M. <.'c•tLrtnry, p(lr el C'Hul ~e pcrruitiria quo laR miJjcrcR pudiesen votnr tm las clccciouCII públit·as. El Diputu,lo expliró córnu, en aque­llos htgarel!l t·n tlollllo so permito t¡nc laR mu­jeres voten., <'1 F.atado ndehmt:1 runa y cR nHÍII moral y di¡;t•o; que· 1:. influencia mornl dolaR mnjet·cK er:a imocu"''• Y• por consiguiente no era justo 1)1\lP. ellas 'arel'icr~u do u u vehículo para mauifl!:'slar su opiuion púlJiicamcntc. Dc~>put:s tle una litrg:~ discusion, ul fin Re negó el pro ycdu por 217 votos contra 1 O;i. Sin c::nbnr¡:-o, dÍt~,¡u qut•, no muy tarde, cuan­do el terre11n c~té 111cjur prcp::r~dn, y h in­fluencia bl•w.:lit:'a do la mujer eo haga 81llltir bajo ant~vic iC!ij mejorc11, aquella. lo y, •¡uc no pasó ahora. se lle,•ar;i ti cubo ain diticult:u.l. Al miamoo tiempo 1:1e trata muy Nériarncnte de rdorronll' en luglatcrra la euu<."aldi, descora- Oatlzolique), ha sido vivo, incesante y con­zonado con el giro un ti-republicano ~u e ha- tinuo de la parto de los numerosos Atlvert1a.. luan tomado los ne~ocios públicos en Jtulia, rios de las congreb"Ucioncs religiosas, no mé­hubia resuelto expatrian;(', Y nmnit>udo por noR acti\"a, contiuua y valiente ha sido la IIUscricion la RUma de 30.000,000 «Ir froueoa defens~ orgauiuda en favor do Jos derechos ae prcparabn ti pasar á la ~ueva Oninca con tan injustamente vioh~tlos :í. voces, de las aso- 3,000 jóvenes pertenec:icntcs á In .Túven. Tta- l'iaciones que eAtán en cnuaa. La lucha cm­lia y cHtablecer allí una colonio. con el notu- peiíada hace tanto tiompo hn. dado lugar por hre «

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La Mujer - N. 16

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