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Woman - 14/11/23

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  • Año de publicación 14/11/2023
  • Idioma Inglés
  • Publicado por Future Publishing Ltd
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Woman - 14/11/23", -:Future Publishing Ltd, 2023. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3968494/), el día 2025-10-05.

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 39

Por: | Fecha: 15/07/1897

, :fJ3isemanario ~oIíticot jLiterario ~ lRotidoso AÑo l.- SERIE II. 1 Bogotá (REPÚBLICA DE COLOMBU), j ueves 15 ue Julio de 189 7. .... { NÚMERO 39 H:fl3og o t á" -H­DIRECTOR: Eouaroo Espinosa tDuzmán . AD][L'iISTRADOn: Dirección telegráfica: Bacald.-.l.partado de COrreos mímero 259. OFICINA: Calle nueva de Florián, número 360 A Y 360. Teléfono 576. Saldrá á luz todos los jueves y domingos. En Colombia, suscripción adelantada (1 ')0 nú¡ueros). - _. - $ 4 _. Uni\ serie (25 Illhll':!ros). ________ __ ..... __ . 1._ En el Exterior (100 númerOS). _____ .. ___ .•.•. __ •.•. ___ S-- Una serie (25 números)._._ .. ____ .. __ . .... 125 Número suelto, el día de la saliúa del periódko. __ .. _ _ _ . _ 05 Número atrasado. ____ ____ o ___ • ••• __ •• _. _-o ___ •• __ • ___ ••• 10 Comunicadus, columna. _________ o • • _ _ ••• __ o, • __ • _ _ •• _. 20 .. Remilidos, columna_ -._. ____ - - - - . - - - - - - - _. -- - _. _ . _____ 15 _. Anuncios ,fo rmacomún ____ . __________________ . _____ ___ __ 01 No se (levuelven originales. Los señores Agentes tienen derech~. al 10 por 100 de 10 que re­cauden_ Cuanrto se haya contratado la puhlicación de un comunicado, re­mitido, anuncio, etc . , no se devolverá su valor, ni parte de él, aun cuando s u dueño re suelva lo contrario. Toda correspondencia debe dirigirse nI Administrador. WPagos adelantados. ITINERdlUO DE CORREOS PAcíFlco.-Llega los lunes á las 4 p. IU., Y ~ale los martes á as 2 p. tn. Encomienda:. -~IIay CC!\ -:..n cada mes: Ilc-gan el 3 Y ~J 18, Y :t.dt:1I el l o y el 25 i las 6 a. JIl . OCCIDE.NTE. --Llega los lunes á las la a. m' J y sale los mart\!S á las 3 p. m. Encomielldas.-Llega los días 14615 Y 25, Y sale eu los día~ 6 y lo. !:;UDOESTE (Ambalema).-Llega los jueves á las 10 a. lll. , y sal\! los viernes á las 3 p. m. ORll':NTE (s cosas preocupan especialmente al ac­tual R epertorio : la Constitución de 1886, la escolástica y la gramática. ] amás detestaron J u­liana ó Gibbon sus antiguas creencias, como aquel periódico su primcr artículo, llamado El america1ús17Zo en el lenguaje, y escrito por el señor Caro, ó el estudio sobre la Fzlosofía es­colástica del doctor Carrasquilla, publicado en 1881, Ó el discurso del doctor Martínez Silva en el Senado, sobre la inmunidad del doctor N úñez, al igual de ] uárez, en materia de pren­sa. Hoyes otra cosa: diera El Repertorio el tal A me? úallúmo por un párrafo de las leccione~ de historia antiherranista del doctor Camacho Carrizosa; cambiara con gusto toda la antigua colaboración del Rector del Rosario por una página de filosofía moderna escrita por ei doc­tor Grillo; y entregara corriendo todo el curso de derecho público del doctor Martínez Silva á cambio del manifiesto de los Veintiuno. No hay duda: El R epe1 torz'o se contradice, y por lo mis­mo, progresa parejo. El General Ortiz, miembro de los V . ntiu­no, que en materias filosóficas debe estar pro­fundamente reñido con el neo-R epe1'toyz'o, dis­trae sus patr ióticas tristezas, nuevo Silvano, le­yendo, según él mismo refie re, á Santo Tomás, Alberto Magno, Scoto, Suárez, Ll1go, Vásquez y especialmente á Tamburini y Bussembaum, escolásticos todos y partidarios de aquella jerga que escuece y desespera al doctor Martínez Sil­va. Quisiéramos saber qué opina el General del siguiente g uirigay que encontramos en el últi ­mo número de El R epertorio (páginas ro4 Y roS) : "Un poeta ha soñado que las religiones po­drían contribuír por modo eficacÍsimo á la cura­ción de la" sociedades modernas: y este fue su sUeño: ,'io á los sacerdotes de Cristo despojar­se de sus pompas y de sus riquezas, del oro y las piedras preciosas de sus tiaras, de la púrpu­ra de sus mantos, y, como en los días en que el Verbo perfumó con el aliento de su palabra la atmósfera de la ti erra, convertir á los podero­sos en amigos de los débiles y de los pobres. "Para el soñador la visión es irrealizable ; nosotros no la vemos tan lejana. ¿ Acaso el ár­bol envejecido que dio á su hora el fruto, no puede repetir la eflorescencia? "A propósito del pensamiento, si velado en la forma, visible en la intención del poeta, de que la ciencia está llamada á ser dueña absolu­ta de la voluntad humana, recordamos por aso-ciación de ideas lo que escribió el señor Bru­netiere en la Revúta de A mbos Mundos des­pués de visitar el Vaticano. "Impresionado el notable académico francés con los graves asuntos tratados en conversa­ción con la Santidad de León xm, se propuso á su vuelta de Roma exaltar la religión con menos­cabo de la ciencia. Para ello enumera varios ca­sos en que la razón ha tenido que desandar el camino después de haber afirmado que se halla­ba en posesión de la certidumbre: lo cual no es realmente un cargo que deje maltrecha á la ciencia, como pudiera juzgarse ti priorz·. Por el contrario, de lo dicho por el señor Brunetiere aparece evidente la fuerza de la razón, puesto que el espí ritu investigador del sabio, al atre­verse en las oscuridades de lo dcsconocido, se vale de tina luz que así le sirve para avanzar como para retroceder, si reconoce que va extra­viado. La ciencia no se desacredita por estas derrotas parciales (fáillites partielles) de que habla el esc ritor de la revista parisiense. Son ella" resultado natural de sus procedimientos y de su criterio. La ciencia y la libertad se curan las heridas que ellas mis'11as se han causado. 'Las ciencias físicas ó naturales-dice el señor Brulletiére-nos habían prometido supri­mir elmúterio, y no solamente han sido inca­paces de suprimirlo, sino que claramente se comprende que no lo eliminarán nunca. 'Lo incognoscible nos rodea, nos envuelve, nos estrecha sin que podamos úbtener de las leyes de la física ó de los resultados de la fisio­logía ningún medio para descifrarlo. Ni la an­tropología, ni la etnografía, ni la lingüística nos contestarán jamás estas preguntas: ¿qué somos y á dónde vamos? ' 'Si es verdad-agrega en otra parte el se­ñor Bruneticre-que desde hace cien años la ciencia intenta reemplazar á la religión, confié­sese que la primera ha fracasado por el momen­to en su empresa, que ha perdido la partida, y que su derrota puede ser definitiva.' "El señor Brunetiere exagera un poco. Los rrenu inos representantes de la ciencia no han ~firmado tan rotundamente la eliminación del misterio. No debe olvidarse que las ciencias e»perimentales se inquietan apenas por averi­guar las causas primeras, que son las a~tas y misteriosas por excelencia, y quc los cultivado­res de esos ramos del saber aspiran principal­mente á deducir leyes basadas en la observación de fenómenos que, repetidos, las constituyen. "El que no haya realizado la ciencia sus promesas en la labor de un siglo, no parece su­ficiente motivo para que se declar'! que nunca les dará cumplimiento. "Otras son las causas que impedirán al hombre enseñorearse del misterio en absoluto y analizarlo '!n su íntima naturaleza. "Leyes supremas, que están por cima de nuestra comprensión, rigen la inteligencia, la guían hasta los lindes de lo incognoscible, y allí la detienen. El día en que el hombre son­deara los mundos del misterio hasta en los úl­timos escondrijos; el día en que para él no exis­tiese nada por conocer,. ni vacilaciones, ni su~· 1105, ni mentiras, sino la certidumbre, la horn­ble certidumbre de que nos habla Edmundo Schérer, el conocimiento completo del U niver­so visible é invisible, en tal día el hombre, como dios omniscient(y mortal, ¿se sumcrgería en el nirvana ó en el reposo consciente de una sere­nidad nunca turbada? No lo sabemos. "De todas maneras, á los soñadores que de­jamos á la imag inación errar por mundos inex­plorados, nos interesa la existencia del miste­rio. Si los sabios destruyesen el palacio de nues· tras quimeras, edificando en las regiones de la sublime ignorancia, no quedaría más aamino que emigrar á otras esferas celestes, donde la rudeza ele las costumbres 'J lo incipiente de la civilización permitieran la aclimatación de las especies perseguidas en la tierra. "Para entonces ya los inventores de nues­tro planeta habrán descubierto la máquina ó perfeccionado las alas que nos lleven de astro en astro __ . _ .... - _ ... _ . . . _ - - . - - .. - . - - - . "El ~eñor Brunetiere juzga que el culto dt; la ciencia moderna (y ésta debe de ser la opi­nión del autor de Némesis) reemplazará tarde ó temprano al de la religión en el alma de las multitudes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. "Comprendemos que á la ciencia le interese desterrar el fanatismo religioso que con magno empeño se ha opuesto al progreso de los indi­viduos y de las sociedades; mas no encontra­mos justificada la tendencia á destruír todo lazo entre el;hombre y lo incognoscible. El sentimien­to religioso habita el corazón y presta alas al espíritu. Hay que respetar ese sentimiento. por­que sin él se marchitarían muchas alm;:¡s. La fe sostiene la virtud; la fe engrandece las almas sencillas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. _ - - - " No se sabe qué admirar más en las líneas trascritas, si la protectora tolerancia con que se trata á las religiones, inclusive la católica, ó la suficiencia con que se dogmatiza en nombre de "la ciencia," cual no lo hicieran Leverrier ó Pasteur, ó la pepitoria de discordancias y dis­lates. consistentes en decir aquí, verbigracia, que Brunetiere anduvo muy corto respecto de "la ciencia" y más allá que le concedió de­m2siado. Leverrier y Pastf!ur, genios ambos, y ambos católicos y un tanto coléricos. hubieran reñido á El RepiJ1'torio si les hubiera expuesto a]o-una de esas sandeces al salir del Observato­ri~ de París ó del Instituto ; pero como ya aque­llos sabios murieron. y entretanto El Rlpe?'to­rz ·o ha tenido tiempo de contradecirse, es claro que ellos no habrían tenido razón y que nues­tro paisano progresa. En cuanto al furor antigramatical de El Repe1'torio, nos cuentan que hallándose su Di­rector muy atareado en la construcción del es­tribo izquierdo del Puente sobre el abismo, sue­le vengarse de las renuencias de los Veintiuno maldiciendo los geru ndios y el que galicado, pero á todo pecho, á campana herida. de suerte que alcanza á oírlo el doctor U ribe U ribe, ocu­pado tambié,l, del otro lado. en la construcción del estribu derecho. Parece que un día el autor del Diccio1laTio de P,'ovúzcialis1llos regañó así al Director de El Reje1'torio: " Moderación, compañero. La política no se debe mezclar con la religión, ni tampoco con la gramática. Si usted no quiere bien á ciertos aficionados ,í la gram,ítica, no por eso deteste esta última, porque con igual razón se quedará sin sombrero. Los hombres como usted y yo, ino-cnieros de la política, debemos tener de ella co~cepto más amplio y generoso. Vea usted: yo compuse mi Dirciona1'1·o en la cárcel, cuan­do los nacionalistas me seguían un proceso po­lítico por mi participación en la guerra de 1885, Y sin embargo no me dio asco la filología y de­diqué mi libro á D. Rufino J. Cuervo. Si usted detesta la gramática y el latín, después de tán­tas simpatías que les tuvo y sólo por disgustos políticos, la gente deduce que usted es hombre sin principios, no sólo en derecho constitucio­nal, sino en materias lit€rarias. Y no crea tam­poco que su saña y la de otros históricos nos linsonjea; muy y al contrario, pues los liberales ilustrados de la nueva generación gustamos mucho del buen decir, admiramos á Caro y Cuervo, honramos á Marulanda y á Manrique. y quisiéramos escribir como Montalvo. Esta­mos en desacuerdo profundo en política y cn religión con el Redactor de El Tradzúollista, pero en gramática no es así; y si no, fíjese us­ted en mi modo de escribir y en el de Cano, Villegas, A. J. Restrepo y Juan de D. Uribe. Maldiga esa rancia escolástica y ese absolutismo nefando, conviértase á nosotros en filosofía y en ciencia constitucional. pero cuidado con mi Dic­cionario, que esos furores son pueriles y ridícu­los y lo desacreditan ante sus conciudadanos. porque pruf!ban que usted no es. como dicen los bárbaros escolásticos, una sustancia que re­cibe accidentes, sino un conjunto de accidentes sin pizca de sustancia; no cambia de pelaje como los animales del polo, según la tempera­tura del medio ambiente. sino que varía, como el camaleón. á cada instante y al impulso de los afectos ó de las antipatías." Regañó el ingeniero derecho al ingeniero izquierdo, y en ese momento corrió por el abis­mo un gran viento, como aquellos de que habla el Génesis, por lo cual no pudo oírse la réplica ó tal vez excusa de El Reperton·o Colombiano. Ahora bien, dirá alguno: si este periódico, por a ntipatías personales ó por cualquier moti­vo, llega hasta abominar de su criterio filosó­fico y literario. ¿ qué crédito merecerá en mate­rias de política? "E!30GOTA»-.JuZio .15 de .1897. PRUDENCIA Y ENERGIA Hay quien censure, por supuesto, sin razón, la con­ducta del Gobierno porque obra de un modo sereno y reposado en esta hora solemne, de momentos dec:isivos y supremos. Mas no se olvide que la prudencia y la energía deben marchar siempre unidas en política, porque no es po­sible desplegar todo el vigor de la seguncia sin que la prime­ra se conmueva y se resienta. Como el labrador, también el político prueba su habi­lidad y pericia escogiendo el momento preciso y oportuno para entrar al bosque con la segur en la mano y dar en tierra con los árboles, cuyo puesto ocupará la semilla que más tarde se tansforma en fruto abundante y sazonado. El Gobierno no teme, porque tiene conciencia de su fuerza; son" los gobiernos débiles los que de todo se asuso tan y acobardan y en todo creen ver amenazada su auto­ridad." Cuantos contemplan el movimiento político á distancia, corren peligro de engañarse cuando tratan de fijar la línea de conducta que debe seguir el Gobierno en puntos capita· les y de valor trascendental. Si creem05 que los hombres encargados de dirigir la política del partido nacional son expertos y sensatos. debe· mas estar atentos á su voz, por cuanto ellos conocen los acontecimientos en sus más nimios detall es, y por consi­guiente, están menos expuestos al error, y pueden obrar con más aplomo y acierto qUé aquellos que miran aislados los sucesos, sin poder establecer la concatenación y armo­nía correspondientes. Es necesario tener fe en el triunfo de los principios y confianza en las cabezas que por ellos velan noche y día. Q]j.omullt.ca.clos OFICIO DEL SEÑOR PREFECTO DE LA PROVINCIA AL SEÑOR DIRECTOR DE LA POLICÍA NACIONAL República de Colombia.-Depa1'ta11tC1tto de Cml­dinamarca.- Pnfectlwa de la Provincia. Número 3. 559·--Bogotá. le.' de Julio de 1897. SeÍlor Director de la Policía Nacional, M. Giliberr.-Presentt:. Por medio de ofi cio muy respetuoso, va ya para dos meses. poco más ó menos, que me permití dirigirme á usted. insinuándole que con motivo de frascs destempladas y voces desagra­dables procedentes del Paraíso del Teatro Na­cional en dos de las funciones de transformismo dadas allí por el señor Antonio Flórez, se sir­viera usted, si á bien lo tenía, dar las órdenes del caso en el Cuerpo de su mando, á fin de triplicar la escolta que en lo sucesivo debía ase­gurar eficazmente el orden en el interior del Teatro. Esta súplica, hecha á usted á nombre de la cultura social bogotana, y que usted con la mayor amabilidad se sirvió atender por en­tonces, bien ha podido y puede hacerla (sin es­tar encargada de presidir en las funciones tea­trales) cualquiera otra autoridad legalmente constituída, en la seguridad de ser atendida por usted: de la caballerosidad de usted, de su gran generosidad y de su decidida voluntad para todo lo bueno, soy testigo imparcial. A la Prefectura le sería muy grato atender en el acto las indicaciones razonables de la prensa periódica, hechas recientemente sobre el particular; mas ella no dispone hoy por hoy sino de doce agentes de policía costeados por el Departamento, los cuales se hallan frecuen· temen te ausentes, conduciendo á su destino á reos ó sindicados capturados en Bogotá por la Policía Nacional á petición de autoridades ju­diciales de otros Departamentos y enviados por ella, á su vez, á la Prefectura, para ser llevados por cuenta y riesgo de ésta, hasta las poblacio­nes fronterizas de Cundinamarca, desde donde hasta su destino la conducción de los presos corre á cargo del Departamento cuyas autori­dades han solicitado la captura y el envío. y de los Departamcntos del tránsito. El servicio de conducción de presos es muy recargado, porque fácil es comprender que á la capital afluyen prófugos y, en general, delincuentes de toda la República que creen burlarse ó salvarse así de !a implacable acción de la justicia social. Actualmente hay pendien­tes no pocas comisiones de conducción de pre­sos. y se aguarda que los agentes que las for­man regrese:1 á Bogotá para continuar luégo despachando las demás. Por eso, en días pasa­dos, y en obsequio de la pronta administración de justicia, me dirigí á la Gobernación patenti­zándole lo expuesto; y ella, convencida de la verdad de las cosas, hubo de ofrecer que, á pe­sar de la angustiosa situación del Tesoro de­partamental. al alivio y reforma de la cual es-taba consagrando todos sus esfuerzos, dictaría las medidas conducentes para aumentar en lo posible el número actual de la pequeña policía de la Prefectura. y hablando con claridad, un cuerpo de policía de regular número, medianamente or­ganizado y disciplinado, educado, con pleno conocimiento de su noble misión de orden y seguridad social, bien remunerado, bien vesti­do y equipado, acaso poco se compadecería con la forma de gobierno sabiamente central en lo político, y con la tradicional bancarrota fiscal de Cundinamarca, cuyos Presupuestos efecti­vos de Rentas y Gastos en la vigencia eco­nómica actual, ascienden, respectivamente, á $ 1. 1670428-85 y $ 1.67 1,562-95, resultando un déficit de $ 504,134-10, aumentable por los créditos adicionales de imprescindible necesi­dad COil motivo de la epidemia de viruela (104 casos existen actualmente en el hospital de Los Alisos, según informe del Sindico, doctor Mi­chelsen) y de que las partidas apropiadas para gastos de instrucción pública, raciones de de­tenidos y enjuiciados de Bogotá, y otras, son insuficientes (Informe reciente publicado del señor Secretario de Hacienda al señor Gober­nador). De manera que la impotencia fiscal del Departamento, curable ó incurable, no le per­mite por ahora la creación ni siqlliera de un cuerpo regular de policía. El sostenimiento del Cuerpo de Policía Nacional. por ejemplo. ha costado á la Nación, en el bienio de [895 Y 1896, la suma de $ 860.000, así: :Ji) 600,000 señalados en el Pre­supuesto de Gastos respectivo. y $ 260,000 gastados en la misma vigencia y legalizados por la Ley 158 de 1896 (Diario Oficial núme­ro 10,233, de 12 de Enero de 1897). El Prefecto de la Provincia, que actual­mente no está encargado. al menos de un modo expreso, de presidir en las funciones teatráles, no tiene en rf!alidad de verdad mando en el Cuerpo de Policía del cual es usted digno Di­rector, de conformidad con lo que establecen los artículos 2? y 3? del Decreto del Ministerio de Gobierno, de fecha 21 de Enero de 1896, marcado con el número 10, publicado en el Diario Oficial número 9,943, de 8 de Febrero del mismo año, y reformatorio del distinguido con el número 1,000 de 189 J. Dichos artículos dicen así: "Artículo 2? El Cuerpo de Policía creado por el Decreto número 1,000, de 5 de Noviem­bre de 1891, dependerá única y exclusivamente del Ministerio de Gobierno y de él recibirá ór­denes é instrucciones. " Sin embargo, el Gobierno podrá delegar estas funciones, cuando lo crea conveniente, al Gobernador de Cundinamarca ó al Alcalde de la ciudad de Bogotá. Si no han sido delegadas á ninguna de las autoridades mencionadas, és­tas, para pedir comisiones dentro ó fuera de la ciudad, lo harán solicitando previamente la or­den del Ministerio de Gobierno." " Artículo 3? El Director dispondrá que la Policía preste el auxilio que solicitcn las auto­ridades legalmente constituídas cuando pidan la aprehensión ó captt:ra de algunos individuos, ó bien cuando se solicite Sil apoyo para alguna notificación ó citación muy importante, siempre que en este último caso venga la orden por conducto del Ministerio de Gobierno." En el Reglamen to general de la Policía Nacional de Bogotá. expedido por el Ministe­rio de Gobierno en 12 de Diciembre de 1891, en virtud de lo dispuesto por el artículo I? del Decreto número 1.000 del !ll ismo año, se hallan consignadas todas las disposiciones que deter­minan clara y sabiamente, entre otras cosas, la alta misión social y el objeto nobilísimo de la Policía Nacional, su organización, deberes de sus Jefes en general y de los de las ocho Divi­siones que la constituyen. inclusive la Central y la de Seguridad. y en tratándose de la categoría de em­pleados y del número de agentes de la Policía Nacional que deben asegurar el orden en el interior del Teatro. los artículos 188 y 190 del mismo Reglamento prescriben lo siguiente: "Artículo 188. Un Comisario Jefe de Po­licía de Circunscripción ó Mayor de 2~ clase asistirá á las representaciones teatrales, y ten- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. drá á sus órdenes un personal s uficiente, sumi­nistrado por la Dirección Central, para asegu­rar el orden en el in te rior del T eatro yen su vecindad, en caso de que lleg ue á interrum­pirse." "Artículo J90. Al día siguiente de la re­presentación, el Comisario de Policía de servi­cio en el Teat ro, d irigirá al S ubdirector (yen su defecto al Director) antes de las diez de la mañana, un inf0rme en el cual consten: la hora en que se alzó el telón y aquella en que termi­nó la representación; la pieza representada; el nombre de la compañía; los incide ntes á q ue hubiere habido lugar, y la manera como se haya efectuado el servicio de Policía." Conforme á este último artículo y al inciso I5 del artículo 36, de los recientes incidentes habidos en el Paraíso del Teatro. y de que ha­blan los números 3,016 y 3,OI8 de El Te!eg1ra­ma, han debido dar parte á usted los Comisa­rios que hicieran el servicio en las funciones teatrales, al día siguiente de celebradas, antes de las diez de la mañana_ Si así no lo hicieron los Comisarios, mal podía usted adoptar medi­das para corregir irregularidades no llegadas siquiera á su conocimiento. Si los agentes, que también estaban en la obligación de dar cuenta á sus Jefes (artículo 72 del Reglamento) de los incidentes del Pa­raíso del Teátro, no procuraron hacerlos termi­nar, procediendo con los verdaderos alborota­dores (por fortuna pocos) con benevolencia y energía (nunca con debilidad), empleando pri­mero el medio de la persuasión y luégo el de la represión sin contemplaciones, claro está que de esa omisión los culpables son ó pueden ser los agentes ó sus Jefes inmediatos allí pre­sentes. Sábese que la Empresa de Teatro su­ministra cuatro boletas de Paraíso para agen­tes de Seguridad, dos de palco para Comisa­rios y la escolta tiene naturalmente libre en­trada_ Valiosos é indiscutibles son los serViCiOS que el Cuerpo de Policía Nacional presta y ha prestado á la justicia, á la sociedad y al Go­bierno; y aunque lamentables desmanes de agentes de la extinguida División de Seguri­dad llegaron á producir alarmante intranquili­dad en la sociedad, el Gobierno, que vela so­lícito por los grandes intereses de ésta, sin dis­t inción de colores políticos ni de capas sociales, diligente se apresuró á cortar el mal y por ello recibió justos y generales aplausos_ Desde que en ejecución de la Ley 23 de ¡g90, la Administración pasada contrató con el Gobierno francés, por conducto de la Lega­ción de Colombia acreditada ante él, la trasla­ción de usted aquí para organizar y educar la Policía sobre la base de la europea, ardua é in ­grata pero prm'echosa, ha sido la labor de us­ted de largos años: así lo reconocen hcy con razón la sociedad y el Gobierno. Por mi parte, cumplo con el deber de ex­presar á usted, una vez por todas, mis sinceros agradecimientos por la especial deferencia con que usted se ha servido atender, en los asuntos oficiales, las indicaciones de la Prefectura. Con sentimientos de distinguida conside­ración, me es honroso suscribirme de usted, atento servidor, ANTONIO PACHÓN. ~.edX05 11 ~tdx.os 4 de Jn1io.-En este día, que recuerda la inde­pendencia de la República de Venezuela, el señor Gpner~l D. M. A. Silva Gandolphl, EnVIarlo Extraorcllnano y MI­nistro Plenipotenciario de aquel Gobierno ante el de Co­lombia, recibió á sus amigos y los obsequió galantemente en su casa de habitación. 14 de Jl11io.- El honorable señor Franrlin recibió ayer en la Legación francesa, con motivo de la fecha del día clásico de la libertad en su noble país. La Colonia francesa festejó el día con el mismo entu,iasmo que anima á todo hijo rle Francia al recordar las glorias de sus ante­pasados. Enviamos al señor Franrlln nuestro entusiasta sa­ludo con ocasió;; de este aniv~rsario. El doctol' Carlos U d be.- Después de una cor­ta permanencia en Europa, á rlonde fue á buscar alivio para su interesante salud, quebrant~lla por las rudas labo­res de la administración en los Ministerios de Fomento y de Hacienda y en la Gobernación de Cundinamarca, se en­cuentra de nuevo entre nosotros este distinguirlo y merití­simo miembro del nacionalismo. Deseamos que le sea gra­ta su estadía en Bogotá, y enviamos para él y para su esti­mable señora, que 10 acompañó en su viaje, nuestro más afectuoso saludo de bienvenida. « J30 G0 '1~}}-J1.LZio _l 5 de 1 8 9 7. Diferenc ias. - Récordamos, por ahora , que hay en la historia de Roma dos personajes q ue llevan el nom­bre de Casio, los cuales difi eren notablemente del Casio colombiano. Porque Lucio Casio, que es probablemente el homónimo de nuestro compatriota y el ejemplar que trata de imitar, " asp iraba á la monarquía," según se ha dicho en la historia, y "bajo muchas relaciones afectaba seguir sus trad iciones." I gnoramos si el nuéstro es muy darlo á los grandes y suntuosos edificios, que tánto agra­daban al romano. Poco nos dice la Historia respecto de Lucio Casio Longi no, y bien quisiéramos nosotros que el Casio ti\! Co­lombia no se semejara en nada á aquél, mucho menos en el género de nl'lerte; pues todo s sabemos que el desgra­ciado hijo de Ruma" se dejó coger- de los Helvecios- en una emboscada, en la que perecieron él, su lugarteniente, el consular Cayo Pisón y la mayor parte de sus solelados." T e odol'o G ast.-En el espacio de dos meses han fallecido en Bogotá seis miembros de la Colonia alemana, guarismo alarmante que no guarda proporción razonable con el número comparativamente reducido de los ,úbditos de aquella Nación en esta capital. La última vida que en ese campo seg0 la muerte hace pocos días, fue la d ~ Teo­doro Gast, artesano respetable por muchos re5pecl<)S, que ~e hallaba establecido en Colombia hacía largos

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 39

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  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  Restauración y renovación de muebles

Restauración y renovación de muebles

Por: Eva Pascual i Miró | Fecha: 2000

En la decoración de interiores los muebles y objetos desempeñan un papel fundamental. Este libro describe y enseña las diferentes técnicas y los procesos para restaurar y renovar piezas de mobiliario y objetos de madera. Tras un capítulo sobre los materiales y las herramientas básicas se trata el material más importante, la madera: las diferentes especies y las presentaciones más usuales, así como los problemas que la afectan y las soluciones que conviene adoptar. Seguidamente, se muestran los procesos y técnicas más habituales que se emplean para renovar o restaurar una pieza de madera, poniendo especial énfasis en los problemas más usuales. Para finalizar, los dos últimos capítulos muestran, paso a paso, algunas intervenciones sobre diferentes tipos de muebles y objetos: primero se presentan diversos ejercicios de restauración, donde es posible encontrar diferentes soluciones, y a continuación otra serie de ejercicios prácticos de renovación, en donde las soluciones adoptadas pueden servir de fuente de inspiración para desarrollar nuestra creatividad.
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Woman - 14/11/23

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