República de Colombia
SERIE 1 }
.- CONDICION ES
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DIRECCI6N
por telégrafo: "Propatria."
Oficina, calle 9.", numero 2I5
Blanco y Azul
Gran telegrama
El Sr. General Ramón González
Valencia dirigió de P~mpIona,
con fecha 9 de los cornentes,
al Sr. General Reyes, un
expresi va teleg~ama en que lo
felicita con motIvo de]a declaratoria
del Gran Consejo Electoral,
y en que, o~e.de~iendo al
principio de la legitImIdad, con
sus atributos esenciales, que
asegura ha~er si.do y continuar
siendo su mvarlable norma de
conducta, le ofrece su patriótica
cooperación en la obra de la paz
y el engrandecimiento elel país.
El Sr. General Reyes, en telegrama
del 10, contesta al prestigioso
Jefe santandereano que
agradece su felicitación y que
acepta la valiosa oferta que le
hace para secundarlo en la ardua
" difícil empresa que ~e
cur llevar á cabo en su cahda.
.c ciudadano electo p~ra la'
p' r .era Magistratura de la RepúLlica.
Aplaude ca.lurosamente
el proceder del hldalgn caudillo
que de ese modo sab~ sacrificar
á la sagrada causa de la
Patria conveniencias y gimpatías
personales, confía en que él y
los conRervadores de Santander
harán lo que los patrióticos y
prácticos conservadore.s de Antioquia,
que se han u~l1do para
servir mejor á la NaCIón, moralizando
así el Partido y dándole
gran vigor, y termina manifestando
que en la s~tua?ión de
miseria y desorgamzaclón, rayana
en anarquía, que aflige
hoy á Colombia, se ha impuesto
el imprescindible deber, que espera
saber cumplir, de no trepidar
un momento en la labor
de reconstruÍr y encauzar el
país por los senderos del trabajo,
del orden y de la moralidad,
secundado por los hombres de
buena voluntad, y ahogando
con firmeza iJlquebrantable todo
conato subversivo y cualquier
movimiento revolucionario.
Los telegramas que dejamos
extractados rehabilitan y confortan
el patriotismo, tan que-brantad,
o á consecuencia de la5i
recriminaciones odiosas de las
diarias injurias y de las graves
calumnias que la Prensa de partido
puso en juego durante el
candente debate electoral que
acaba de terminar. Es por eso
elemental deber de ·los conservadores
inspirarse en las levantadas
miras <¡ue rebosan en esos
documentos, oír) atender. c(.n el
interés que lasolemnidad del momt>
nto im pone, la voz autorizada
de los J efes que, procediendo de
consuno, desean salvar á Colombia
de la ruina y Jisolución que'
la amenazan de muerte; que
llaman á la conoi.1iación con la
sinceridad que corresponde .... mplear
á los hombres serios y posith'ament.
e meritorios, y que,
estamos seguros, no eludirán
ningún esfuerzo, ningún género
de sacrificios por llegar al buen
éxito apetecido en los impor-
. tan tes fines que se buscan, con
los cuales, hoy por hoy, sólo
debe aspirarse al cum plimiento
de la natural ley de. la
propia conservación, pero que
no muy tarde, cuando acabeinos
de reedificar lo que la guerra
demolió, deben buscar algo
mús sólido, trascendental y
duradero: ú la reorganización
fiscal de la República, á su
tranquilidad interior, al arreglo
de su deuda extranjera y á su
consiguiente progreso y engrandecimiento.
El telegrama del Sr. General
González Valencia y los demás
de su especie que el General
Reyes ha recibido de distintas
poblaciones de los Departamentos,
unidos á la muy loable actitud
de 01 vido, reconciliación y
. concordia asumidas por el candidato
presidencial vencido en
el escrutinio de 4 de Julio, actitud
que honra y engrandece
al hombre tanto como todos
los merecimientos que pud.
iera haber contraído en su larga
vida pública, nos reve~an
bien á las claras que el Partido
Conservador no está dispuesto
á suicidarse, que aún existen fe,
abneg-ación y cordura en los
caudillos que lo dirigen, y que
pronto irá á dar princi pio una
nueva éra fecunda en beneficios
de toda especie, en que esa comunidad
política se exhibirá totalmente
regenerada de su mala
vida anterior, curada en firme
de los funestos males que han
minado y corroídb su organis ..
mo, y resuelta á recuperar el
glorioso puesto que le corresponde
en nuestra historia, y el
terreno que tan lastimosamente
le hR n hecho perder sus faltas
en el aprecio público y en la
conciencia naciona1.
Las ambiciones individuales
van á tener una tregua de seis
años, y es forzoso que Re calmen
y acallen en sus manifestaciones,
pues de lo contrario iremos
á parar en Un abismo tan profundo,
que no habrá poder en lo
humano que de él sea cf:l.paz de
sacarnos y de volvernos siquiera
á la incipiente é irregular vida
de nacionalidad que hoy tenemos.
En el fondo de todo corazón
colombiano debe hoy jurarse
odio implacable á la política de
oficio, á.la que nos corrompe y
divide, á ese hábito nefando que
nos ha hecho perder la fe en
los principios, la esperanza en
un porvenir mejor; á esa monomanía
aguda y contagiosa
qut' nos ha hecho olvidar los
hAbitas de trabajo, que ha convertido
en inútil, cuando no dañosa
á'los intereses generales,
la- labor de nuestros Cuerpos
legislativos, y que no ha permitido
á ninguno de nuestros
gobernantes desempeñar con
calma y provecho sus funciones
constitücionales y legales.
De 1886 á esta parte hemos
tenido que sufrir el flagelo demoledor
de dos de nuestras más
desastrosas guerras civiles: en
ellas uno.s por ambición y otros
por odios y venganzas, unos por
intolerancia y otros por libertinaje
y maldad, todos hemos
contraído alguna responsabilidad,
á todos nos corresp(.nde
alguna culpa j pero el juego yituperable
de nuestra política,
sus artimañas inmorales. sus
ruindades y pequeñeces, han
desempeñado el principal papel
en aquellos deplorables conflictos,
y si no los han directamente
producido, sí los han criminosamente
fomentado, por acciones
ú omisiones ajenas al
patriotismo y lesivas casi siempre
de nuestras más preciosas
garantías.
Es imposible, en consecuencia,
seguir creyendo en la impenitencia
final del Partido Consenador,
mientrasen sus filas militen
hombres como Rafael Reyes,
Ramón González Valencia,
Marceliano V élez, Pedro N el Ospina
y tantos otros, que á pesar
de ajenas desvergüenzas políticas
más ó menos profundas,
dejan oír francas y espontáneas
manifestaciones de orden y concordia
al rededor del futuro
Jefe del Poder Ejecutivo, á
quien ofrecen rodear y secundar
en la delicada labor que la
mayoría de los sufr~gios de sus
Bogotd, .1ulio 16 de 1904
tOt:: ... ~__ ~ ...... __
{ NUMERO 17
conciudadanos ha tenido á bien
confiarle.
Oiga y obedezca el país aquellas
manifestaciones, óigalasy
obedézcalas la levantisca Prensa
de la capital, tan hondamente
invadida por el microbio de esa
política de que 110S quejamos;
persistan los hombres del conservatismo
en sus saludables
propósitos, que deben consti.'
tuÍr como )a consigna evangélica
del momento presente; traduzcan
en actos provechosos á
la administración en el próximo
Congreso a.quellos brotes generosos
de la. inspiración patriótica,
y Colom bia podrá abrigar
así la seguridad de salvarse, teniéndo
por expe'rto piloto al
Gineral Reyes, á ese noble hijo
á quien tanto han desvelado las
calamidades de la Patria, y que
para remediarlas ha convenido
en echarse encima el enorme
peso de un gobierno que desde
su origen tendrá que entrar luchando
con dificultades casi insuperables,
y haciendo frente tÍ
la solución de problemas que ya
son de vida ó muerte para la
Administración ptí.blica.
Cesen, en consecuencia, los
oposicionistli;s ele ayer en su tarea
ingrata. El vencedor los
llama á formar con él, á ayudar
á la Nación que agoniza, á compactar
resueltamente las fraccionadas
filas, y á levantar del suelo
la abatida bandera. El es el
Jefe y el amigo, y debemos seguirlo;
pero tampoco olvidemos
que es el mandatario resuelto,
valiente y enérgico, que
en cualquier evento, por grave
que sea, sabrá cumplir con su
deber con aquellos que, sordos
á todo patriotismo é indiferentes
á todo ruego generoso, quieran
continuar y continúen siendo
sus gratuitos é irreconcilia-bles
e-n-em-i-g-os,._ . ... _-~-
POR LA HONRA
Con especial complacencia reproducimos
á continuación la valiente
carta dirigida por el Sr. Dr.
D.Enrique RestrJpo García al Sr.
Director de El Nuevo T-iempo,
publicada el día 13 de los con'lentes.
BL .... NCO y AZUL se honra al
prohijar, como lo hace, la dignísima
defensa del Sr. Dr. Restrepo
García.
Bogotá, Julio 9 de I904-
Sr. Di:ecfor de El NU(1JO Titmpo S. M.
SeñOr y amigo de t,oda mi consideración
:
De acuerch, con su galante ofrecimiento
verbal, en respuesta á una
petición mía. dirijo á usted la pre-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Blanco 1/ Azul
sente cart.a~ que puede ser la primera
de una serie, ó que será única,
según lo que marquen los tiempos y
aconsejen las circunstancias
Extrai'iarán quizá algunos que perteneciendo
yo á lo quese llamó aquí
Part~cio Conservador, me TaIga de
-Un periodico liberal para. 'publicár
algo tie lo mucho que podría decir.
A ello me han impulsado 'ÓO¡; cCHlsi-den\
cio"~s : ante todo, la actitud serena,
rli¡;creta , y .digna _ en qu~ usted
ha sabido mantener su Diario, en
'me'ilib 'gel desenfreno escarllialoso
cen que el periodismo hQgC!ltan6, en
Jo-general, hos ha estado asfix,1anoo
'durante ' vários meslts; 1 en seguidll,
"porque ' no habi~ndo sído yo ' re.yista
liario, eran más salientes las arri't'.úlzas
y los denuestos que la misfua
lectura sugería, que los conceptos
eientificamenteaprovechahles. No
pasarán de seis, si es que á -ese número
llegan, los escritos serenos en
que se ~iera espíritu patriótico y que'
se planteara en el terr.eno de lo an¡.l tracto.
El pa~s-ha sido testigo de la tarea,
tan persi¡,t~;nte como infecunda, oe
insulta!', en la forma -más procaz, á
cuantos pudieran oponerse, en cualquier
sentido,á.l,ps in,tereses del escritor;
á c:uantos no oTeran por evidente
)0 sostenido é'n cada uno d'e
esos pactos de ingenios fehricitan-
'. ni veü~ta, no quiero hacer úso hoy
. 9'e periódicos que se hayan caracte'
Í'izada en ninglino oe los dos sentit?
dbs. ,En mí no ha de Ter usted, ni
~ n8die. áun 'Político que sedesfo-ga,
, sial> ,á uiú colomhiano que razl;)T1a ,I?~ j
' tes; y no ha faltado quien gastesll
tiempo"su dinero y tal vez hasta su
rel)utación de hombre r.uerrlo, en insultar,
deprimir, deaacreditar yaniquilar,
si posihlethuhiera sirlo, á. los
inocentes candida.tos, sohre todo al
Ceneral Reyes. Esa tarea ' hahda tenido
explicación antes d'el' 2 de Fe· blicamente en uso ,de un derecho
.. q.u~ aquí no ,~e Ie,s tjisputa niá los
'Rue yo, pudiera y debiera llal)1ar los
f()r..a]idos' de la prensa. ,
', y me -Talgo de esa expresión, que
1fco'tisrdero benigna, pOl"que, verdaderamente,
lo ,'que en Colombia suee-·
de, á 'este respepto, es por demás
'pe~egrino y tal vez único' en la redondez
del planeta. El qlle tiene, una
, -plu~a én la mano, ya sea aquélla de
, oro, así sea oe ganso, se considera
'in'vestido oel augusto 'carácter de
'. ~acerdote d'e la prensa; dotado 'de
. l!oilá clase de conocimientos; ' inhibidonde
toda especie de responsabili,
~htles; desliga'd'o de toda noción ,da
'. 'J'les'peto; ' 11 utorizado ' par.a ' acol)1eter
' tol\a clase de aV~llturas, hom'bre .exeepciomd,
'en qQien se encar,llan la
;Y ri h? ra~ez, el patriotism~, todas las
vntuiies y toCias las - sabIdurías; .en-
. tiado, en uQa palabra, dbl cielo, para
que, ' sÍn ma,ncharsus blancas alas,
r~dima y 'Ievan'te álús que estamos
sumergidos en el cieno. Actitud más
'que odiosa" cómica, Sr. Director.
duando uno está, como lo estamos
aquí todos, en los secretos qué tratan
de ocultarse tras de los bastioo-
• res del periodismo.
Hace ya cinco meses que yo y
éinco companeros fuimos colocados
. por crueldades de la ley en un verc'dadero
potro de tormento. El Gran
Consejo Electoral, que en épocas
pasadas' p~día seda cueva de los s-ie-te
durmientes, vino á ser, en la pre~
ente. el pararrayo en que habrían
de estallar todas las tormentas, y el
blanco á donde habrían de converger
toous los furores y en donde habríaQ
de desatarse todas la~r ir,trigl\s. Pnes-t,
as en situación tan d ificil y a~an}sa,
'mis compañeros y yo esper.ábamos
Con ansiedad la luminosa colabora-ción
y la eficaz ayuda de nuestros
compatriotas. En esta tierra de políticos,
de doctores ! de sabios, la
luz debería llegarnos á torrentes, y
los consejos opurtunos y discretos
no¡J ayudarían á salir airosos en nues-tro
cOlnetido. Bien pronto perdimos
tOda esp,eranza ,á estos respectos, y
nos convencimos de que ,al llevarnos
al Gran Consejo, nos hahían arroja.
do á la cueva de los leones. No se ha
ejercido, es cierto, sobre noso'tros,
la coacción del puñal y del ~artote,
que es la 'úhical que para' m'tlchos pa-
- rece ser presión indebida. Pero el
orero. antes oe que en las Asárnhleas
Electorales se ' eligiese á Id~ cn'ncli'dli.
tós; pero tiesflUés, cuahrlo ya 'no !;e
trataoa sino de escrutarlos por una
Córporación que no tenía para qué
consiclerar las con,ticiolles personales
oe los ~andidát()s. sino el número de
votos oon que h,ubieran sido favore·
Ci008, las filípicas contra ellos eran
t?n incontiucentes como los panegírICos.
Ahora he visto con ({'olorosa !lorpresa
que á nosotros se nos colocó
en ' púesto tan difícil porque ,oi~ ,que
éramos ' honradds ,é indorfuptiole~;
pero resulta que esa honradez . 'era
conoicional, estaba .sujeta á los resultados
final~s, y deberla depender de
la manera como I'e diera gusto á lás
canden.tes pasionp.s 'de pa rtido.' Hasta
meoiado.s de Julio, más ' ó menOi!,
éramo:; I~s seis miemhros ~iel G~an
Consejo los hombres más honorablefl,
más íntegros, más ilustraelos,
mis culminantes ent.re nuestros conciueladanos.
Por suspicacia de la pasión
y del odio, coménzó á palidecer
el brillo ele nuestra estrella á fines
del mencionado mes. A principios
del ' corriente, ya algunos de no!\otros
hemos quenado oespojados de tonas
las hellas condiciones. que se nos dieron
p1'Qviswnalmente abora cinco me.
ses, y hemos quedado clasificados
entre los perjuros, 108 corrompioos y
los traidores. A tal extremo ha llega·
du esto, Sr. Direct~r, que me he visto
en la necesidad oe acusar allte el
Juez 1.0 superior del Distrito Juriicial
de Cundinamarca á los Sres. Jerónimo
Atgáez y Juan B. Pérez y
Soto, por calumniadores.
y que lo que estos señores me han
atribuído . es una calumnia, lo juro
por lo más sagrado que haya en el
cielo y en la tÍerra; y si dijere men·
tira en lo que afirmo, picio que la
sangre de Cri'sto caiga vengadora 'so·
bre mis hijos y sohre mí. Puede suceder
que lús dos mencionados calumniadores
queden impunes en la
tierra, pero yo los emplazo para ante
el Tribunal de Dios. En la hora de .
su ffillerte verán que no es cosa bala_
dí arrebatarle la honra á un hombre
de bitm, y que es preferihle ser ladrón
de dineros, que, en rigor, pue·
den restituirse, que ladrón de ht>nms,
'pues éstas quedan perdurablemente
marchitas.
Yo bien.se, y .11. nadie se le oculta,
que si el resulta.io en el Gran Consejo
huoier,a sido diferente. hoy se me
tributarían elogios hiperbóUcos. que
yo habría guardado en mi rhemoria
> ti erl1 pos d~ i n'r4IJli-z ttecór\iac1ón: Ü
que e.'IC1'uta elige, lPue¡¡ eso. ' y ~ !larla
menos que esn, era' lo que se ,}neten'
día que hicieran' esa¡¡ seis emimencias
que com ponían el Gran Consejo; no
se trataha, al par.ecer, oe hac~r un
escrutinio, que era la obligaeiólI qt1e
. nos imponía la ley, sino tie hacer una
elección, que era 1'1 tarea que n"s imp(,
nían las pasiones clesenfrenaclas y
1011 intereses en ham hrecidos. A IIIOSotro¡;
f'e nos designó porque liíz· que
r~spe~,aríamt)s la ley y nuestras conCIencias;
pero ¡¡e nos arrastra por
10s suelos, porque no interpr etárn\)s
la Ip.y con el criterio de ; los oomhatielltef,
y porque no sujetárnos la vOz
de , nuestrail cunqiellcias á io que (nos
'gritah31!, clm . rle¡¡temp'lados rugidos,
las cOllciencias óe los empeñados en
la lucha.
No creo que , haya habido colorn-
, hiano¡¡, nique In¡¡ haya ~n lo porve·
nir, c%('aoos en situación tan oífícil
é inext.ricable como la que no¡¡¡ tocó
en suerte por las ' ti raníag de la ley.
Hahiéndose divirlitio" los vlJtos en dos
guaris-f'nos casi iguales. las es: ,eranzas
tuvieron asidp-yo y crecieron desme.
dioa.mente. Por ,amoas partes compr.
enri,ió¡:e que df\ unos pocos votos
depi'lIldería la fin~11 victoria; y el ímpetiu
Of\ ItH\ cornnatientes tuvo como
pri !lcí pul ohjetivo echar ahajo,oe
cualquier 'manera,los poco~ votos :que
se necesitaran' pura on'tener el ' triuo.
. fo. Contentarlolo' a f;odos era imposiole;
la ley imponíru perentorial~ente
,la o'blógaoión de dar ,una soll,leión al
prohlt)ma' propuesto; era, pu,es, i nde
f-ecLihle el desagr~do de aJguna oe las
d08 fmccionf's. Pero nunca creímds
que eSe desagrario, por otra parte
muy natural, degenerara en la rahio-f
sa inquina en que ha o~generacio, ni
mucho m.enos pensamus que nuestras
petsonilfl, puestas como !queoa meho,
en situación t,an dificultosa, fueran
if1respetadas hasta el punto en que lo
han sido. '
Mucho se haol6 tamhién del acatamiento
que oeberían merecer las
decisiones del Gran Consejo y de lo
inape/ahle de 8US fallos; pero ahora
se ha visto que esas man i testaciones
no eran tampoco ,sinceras y (Iue se
hacían para el caso de que Jos resultados
favorecieran al que tal clij-era, y
si no, (JO; no faltarían luégo pretextos
para ¡¡acarles el cUP,rpo á promesas
tan solemnes.
Fácil e¡¡ hahlar, en la tranquilidad
of un hufete ocioso, de la inmundicia
de Padilla; para ello , no se necesita
sino una pluma audaz, ligera y
llena oe prejuicios; otra cosa es oecidir,
cOl1torrn,e á derecho y conforme
á conciencia, un intrincado puno
to legal y un oeoatido punto de he.
cho, tenienoo sobre sí el peso de
toda una nación en agitaci6n extraorrdiflaria.
El Gobierno ha ciictaflo un Decreto
en [ue prohíbe discutir por medio
ele 'la t'rensa, en són de ataque y desconocilnierlto,
el fallo rlel Gran Con.
sejo. Pero en ese Decreto entiendo
yo que no t5e ' cierran las puertas que
llevan al Porler Judicial. Si hay quien
juzgue que ~omos criminales por la
decisión tomada, acúsenús y vénzanos
en juicio; pa ra ' ello, repito, todo
el mt.lOoo tiene las ' manos libres.
•
Suspendo por hoy, Sr. Director,
para no ahusar de su hospitalidad y
de la paciencia de los lectores. Puede
que otro día vuel'Va J á ¡rt1ponerme la
penosa tarea de bah lar de estos .asuntos,
que han venioo á ser para mí in- '
I
' país entero ha visto rlurante cinco
meses, no sé si con inrleferencia ó
con estppor, porq'.le ignoro hasta
dónde llega llU corrupcción, que sobre
nosotros se ha ejercido, de una
manera cons.ante y despiadada. una
cOlcción moral sin precedentes. que
yo recuerde. Estuoios se hicieron, es
cierto, d'el asunto, bastante superficiales
en su mayor parte, dicho sea
en honQr de la verdad; pero en esos
r '¿"ldil , d~ o.rigen parcial y atrabi-en
la misma célula en que guardo los
improperio~, y esa célula es la misma
en que se arrinconan las cosas inútiles
.y aquellas en que no se cree.
. deciblemente .()di()~os.
Mucho se ha, hablado aquí, y con
sobra de justicia, contra aquella fórmula
inmoral, tan practicada en otros I Soy oeI ISr.' Director atento servi
dor y agradecido amigo q. b.s, m.
ENRIQUE RESTREPO GARCIA.
'Telegr.amas
Pamplona, 6 de Julio de 1904
Dr. Esteban Jaramillo, Minis.tro de G.bierno
Con retardo de cinco días me fue
honrpso :ecibir ~I telegI:a~a ~en que
Su Señona se dIgna darme cuenta
de .que he _ sido elegido Vicepresidente
de la Repáblica, y en que expresa
sus patrióticos votbs 'por mi
norma de 'conducta en el delicado
puesto á que he sido exaltado sin
merecimientos ningunos. Confío ,en
que el Supremo Dispensador tle' tod.
o bien, c~alesquiera que sean las
CIrcunstancIas en ql:le pueda encontrarme,
habrá de, mantenerme firme
en la línea del deber. ' Mis ,más rendidas
gracias por la ,,{elic,itación de
Su Señoría y por su atento saludo,
á que correspondo cordialmente.
Servidor afectísimo..
. ' R. GONZÁÚZ \ VALENCIA
RepúbNca de Colombz'a-Mint"steri'o
de ' Guetra - (j1!gentíSt'mo-Te!e_
gra';ta número 822-Bogotá, 1- de
Julto de'9 0 1-.
General Ramon González Valencia
Pamplona
Con yiva cómplacencia apresúrome
á 'comunicarJe que ,el I Gran Cen¡;~o
Electoral, en esta fe.cha, haroeclarado
á usted electo Vicepre¡¡idente oe la
Repú,olic~ par~ el pr6xi fl'\O pe'rfudo
()on~t,ltuClonal, Junto con el Sr. General
~afael Reyes, quien:fue, elegido
PreSIdente ... Hónrorne corno el primero
en fellettarlo por el altísimo y
merecido hOllor que le ha hecho la
Nación, y felicito tambiéo 'á ésta 'por
el acierto en elegirlo, para su bien en
lo foturo,
. 'Amig-o . m.oy adicto,
A. V ÁSQu~z GOBO
Pamplona, 11 de Julio de ' 1904
General Alfredo V ás<¡ uez Cobo, Ministro
de Guerta
'A 'mi regreso á esta ciudad, tuve
á mucho honor ' im ponerme en el'
atento telegrama fle Su Señoría,' fecha
4, en que se sirve comunicarme
la elección de Preside.nte y Vicepresidente
de la República, r" -larada
en persona del Sr. Gener~ '1' ~s y
del suscrito, respectivame. 'i,Las
finas expresiones de Su Sei :/', en
cuanto á mí se refieren, son ,Hl lCtremo
abrumadoras y aumel4J '~n la
deuda oe gratitud que me COi ·plaz<
, co en reconocer.
Afectísimo amigo y cOmp.1 tri6ta,
R. GONZÁLEZ VALENCIA
Panamá
Ex.; 'fRATADo ANTE EL SENAO,
Reproclucimo~ á continuaci6n, por
creerlo de suma importancia en 'mo!
nent.os en que se va á tratar el asunto
en oocumentos oficiales. el concepto
de un liberal connotado, sobre
la conoucta del último ' Congreso en
el asunto del Canal oe Panamá:
" Al tratar err eJ' Senlldú él ultimatum
de los Estados Unidos, contenido
en la nota ' elel R~presentalltle de
esa Nación, ne fecha 8 de Agosto de
1903, se conforml:. la mayoría con la
idea ilusoria de que esa gran Potencia
obraría con justicia y equidad, y
creyeron con car:dor infar,ltil que nada
tenía que témer Colombia en
cuanto á. su integridad ~ soheranÍa.
En esta ilusión se adormecieron, negándose
ha~ta á oír al Ministro de
RelaCiones Exteriores, quien,al fin
de la' última sesión que , se. dedicó á
este neg~eiado, solicitó encarecidamente
se aplazara la rliscusión para
el di,a siguitmte. El' Senado con-vÍno
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
...
Reotiftoaoi6n '
RepúUI(a de ColoTjlóia-Minúltrio de G'ooierllo
Dirmión Gmeral de Correos'y Tel;grafosSe~
ción de " Telégrafos-Número 3,246-
8 de Julio.
Sr. Director de El C(JrrtD Nacitl1,al-L. C.
En "-;ista del escrito que contiene el periódico
de usted de ayer, con el título de
Seguridad Telegráfica, el Sr. Director General
de Correos y Telégrafos dirigió inmediatamente
telegrama al Sr. Telegrafista
de Honda averiguando lo ocurrido, q~¡en
há'dado la respuesta que á usted transcnbo:
: Ofin'al-Honda, 7 de Julio de I904
r ¡rector general, &c.
Refiriéndome á su telegrama de la fecha,
tengo honor informarle: telegrama de esta
fecha 27 de Junio dirigido para Dr. Vélez,
firmado Botero,' fue devuelto á su introductor
con el porte consignado, dQscientos 'noventa
y un pesos ($ 291), porque 'como era
ofensivo para Asamblea Departamental
Mágdalena y otras autoridades, no podía
. darle curso 6 transmitirlo sin contrariar lo
dispuesto e~ artículo 5.° Sanatz, Luis Zea L ... ' a, Lús
Felipe Torres y Rafl\cl tkr < •
En el . Servici0 de ,a,l·idact ,e
María Auxiliadora, l'HllpUe ·to
de un departamento p 1'2. 'h(J'fnbres
y
Citación recomendada (normas APA)
"Blanco y Azul - Serie I N. 18", -:-, 1904. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2094843/), el día 2025-07-01.
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