COI~OJ\1B 1.A.
E5ta Gaceta 5ale }05 domingo5. Se 5U5Cf\be a
ella en las administraciones de correos de las capitales
de provincia. La suscripc~io~ anual vale
diez pesos, cinco la del semestre 1 veinte reales la
del trimestre.
El editor dirijira los numeros por lo~ cur1·,.os
a los suscriptOrt?S i a )os de ~sta ciudad cuy s ~uscripciones
·se reciben en la tienda nlimero 1. ~ calle
primera del comercio, se les llevaran a sus casa.s
de habitacion. En la misma \tienda se venden los
números sudtos· a dos reales.
N. 0 455 BOGOTA, DOM!NGO 7 DE MARZO DE 1830. TRIMESTRE 36-:
CONGRESO CONSTITUYENTE.
Continuacion de la seslon del 20 de enero
en que se instaló el congreso.
Despues de haberse · retirado el escme.
señor Libertador presid~nte .. acozupañado de
una comisitJn del ccng!"eso, se leyó el mensaje
~e S. E. En seguida el señer presidente del
cuerpo nombró una com:sion, co,.pnesta de
Jos señores Borrero, Aranda, Arc\nzazu, Larn~
a. i Garcia del Rio, para que 1·e1lachse un
proyect? de contes~acion, al.mensaje del escmu.
señor Ltbertador; 1 puesta a votacion del con~
rcso, por no existir reglamento que determinase
si el presidente podia nombrarla, se
-a probo: con esto concluyó- la sesioo ..
El presidente del congreso Antonio José
de Sucre, el vicepresidente José Maria obispo
de Santamarta, diputado por la misma, doctor
Felis Restrepo diputado por Antioquia~ el
di puta do por Antioquia Juan d~ Dios At'anzaz11,
A!ejanaqu in Sua -
res con 5, el señor José Ignacio rtlarques con
2, i los señores Vicente Piñues, 'njel L:istra,
i Juan Garcia del Rio con 1. Como niuguno
obtuviera la pluralidad absoluta se iba á con
traer nueva votacion sobre los señores Barbosa
i Rculriguez; pero se suspendio por ha?er
pedido el señor Posa.das se declarase previamente
si podia ser electo un estranjero que
no tuviese carta de naturaleza, cuya moc1on
fué apoyada por varios señores, sin ll~garse a votar por haberla modificado el señor Tobar
en estos términos: '' Que se proceda a nueva
votacion, como si nos.e hubiera hecho," la
cual fué tambieo apoyada i votada por la
afirinativa. Practicada la nueva votacion
resulto de este modo: el señor jeneral José
Domingo Espinar, con 2.3 votos, el señor
Antonio Barhosa con 13, el señor Jos:ªº• habia sido esc~sado
de concurnr á las sesiones'del congreso, i que
el llamado á llenar su falta era el segundo
suplente señor Manuel l\'laria Quijano. Sobre
esta ultima comunicacion se acordo,se oficiase
por s·ecretaria al seilor Quijano, para que se
_presentara a pr~star el juramento¡ i sobre );i~
oemas que se acusase el recibo i quedasen sobre
la mesa, hasta que nombradas las comisioDes
se pasáran a las que correspondan.
Se procedio en seguida á du lectura al artículo
t. 0 del reglamento interior, que ya se
babia tomado en conside1:acion por la C<•misi, :u
del congresQ, i el scnGr de Francisco )-] artin
propuso, que se sup1·imie1·a este articulo, por
haberse prestado ya el jurament" a que se
contraia; cuya proposicion, apoyada i puesta á
votacion fué aprobada.
En este estado hizo presente el señor Cana.-.
hal qne se invertia el or1Jen, pues no se babia
dado lectura a todo el proyecto, antes de proce.
derse a su discusian; i aunque el señor Tobar
se opuso,manifesta,ndo ql'le no babia necesidad,
en su concepto de nueva lectura, como no
fuese apoyado, se puso a votdcion la solicitud
del señor Canabal i resulto p or Ja afirmativa.
En consecuencia se leyo todo el proyecto,
i puesto en seguida ·a disC'usioo el artículo 2.0
propuso el señor Tobar que se suprimiese, por·
que su contesto estaba espteso en el dec1·eto
de convocatoria; i aunque fué apoyado por
el señor Rodrigues, se pu.so á votacion i resulto
por la negativa, c¡uedando por comsiguiente
aprobado el arficulo, que dice así: ''Artículo 1.º
La persona de los diputados es inviolable- pot
el tiempo que duren las sesiones, i el que
gastasen en venir i volver á sus casas; i ninguno
de ellos sera responsable, ni ahora, ni nunca,
por la maoifcstacion de sus ideas, cualesquiera
que sean, en las discusiones del congreso."
Aquí fué interrumpida la discusion del
reglamento por la lectura del proyecto de
contestacion al mensaje de S. E. el Libertador
presidente, que se bahia encargado á una comision
especial. Este proyecto se leyó en su
totaliJad i puesto luego a discusion por articulos,
resultaron aprobados el primero. segundo
i tercero; pero habiendose tratarlo de variar
algunas palabras, propuso el señor Tobar,
apoyado por otros señores, que solo debian
discutirse i aprobarse los pensamientos i no las
pálabras, pues al señor presidente correspondia
correjir la redaccion. El señor G"'rda del Rio
se opuso á esta idea, i el señor Vergara hizo
la mocion de que no siendo po!ihle formar
juicio ex:t.cto del proyecto con una sola lectura,
quedase pendiente hasta la proxima sesioo, en
cuyo tiempo podian impogerse de él los señores
diputados. Esta mocion fué apoyada por
varios señores, i votada por Ja afirmativa.
Cuntinuose la lectura del reglamento i se
aprobarGn los artículos 3.º 4.º 5.0 6.0 7.º i 8.0
en estos términos: " Articulo 2. 0 El diputado
que fuere acusado legalmente de delito ')Ue
merezca castigarse con pena corporal o mfamante,
con arreglo a las leyes comunes, ser~
primeramente suspenso. conviniendo en ello
las dos terceras partes de los inifmbros presentes,
i despues se pondra su persona a disposicion
del tribunal competente.
Art. 3. o Ningun representante dejará de
asistir a las sesiones, sin impedimento lejitimo,
del cual instruira al presidente.
Art. 4. o Ningnn representante podra aus~ntarse
por mas de tres dias de la capital, sin
espresa licencia del congreso; ni á distancia
de mas de tres leguas, sin permiso del presidente.
Art. 5. Q El .congreso tendra un ¡>residente,
un vicepresidente, dos secretarios, 1 los amanuenses,
taquigrafos i porleros -celadures q•1e
el presidente juzgue necesarios.
Art. 6. o El :presidente -i vicepresidente se
nombraran precisamente de entre los miem bros
del cuerpo que se hallen presentes , p or
escrutinio i en uña sola sesion.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
GACETA DE COLOMBA.
~!!!!!!!l!!!Sllll!l!l!ll!iimll!!llBl!!l!ll"'9!!!!!!!~!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!~~~~~~~~~~!!!!!!!!!!!!~!!!!!!!!!~!!!!!!!!!!!!!!!!!~~-~!!!!!~!!1!!!!!!!!!!!!38'!S;llllll':llS1I
J ... o comunico á VS. para su intelijencia i
Art. ... . e> Para ser electos presidente i vice · dcmas fines que convengan.
preside~te . 3e ne~esiia la inayoria absoluta de
loa .-otos de los nuembros presentes. •
Manif~stó ~l señor presidente, que babia
ttombrado para componer la comision q~e ~ebe
tédactar bs basas i el proyecto de constituc1on;
i1 saber al señor Vergara; por el departamento
de Cu~dinamarcá: al señor Borrero por el
dél Canea: al señor Aranda, por el de Venecuela1
al s-efior Cucaloo, por el d~l Istmo~ al
setior Carreña por el del Sulia: al señor Lar·
. rea, por el del EcuadoT: al señor Gual, por
el de Maturin: al señor Canabal por el del
1\'Ia~dalena: al señor Cuevas por el de Bo:r:
ica: al señor Valdivieso, por el. d~l As~a1:
al señor lcasa1 por el de Guayaqu1l: t al senor
liriceño 1''leodes, por- el del O?noco. •
1 seguidamente levant-0 la sesion.--Él pres1-
dt?nte del congreso Antonio José de Sucre.
Juan Garcia del Río, diputado secreta'rio.-Simon
Burgos sectetario.
-~
Répúblí~a Je ColombÚJ,--Secretaria del
tongresa con·stituyente-Bogotá febrero 2.o
de i83o.--Señor ministro de Estado en el
departamento del f nterior.
SÍ!.Ñon.
Desde 1lle se instaló el coo~reso co.nsLÍlU:·
y_eI_ltf!, se i-a ocupado e~ ex amrn~r vanas pet
m ooes de los puehlos 1 de los cmdad·anos de
Colombia, que se !e. hatt. diriji~o, Y.ª .directam
ente, ya por el m1mstenodel mterior. 'todas
t é pasaron a la comision que fue n_om?rad~
p :lra pres entar las basas de la consbtuc1on, a
ftn de que con conocimiento de las ~eces!dades
·locales i de la opínion púulica, pudiesen dictarse
instituciones adecuadas á la nacion colombiana.
Sometidos al ex.amen i deliberacion del con-.
greso los trabajos de la comisioo, se han acerdado
fas basas constitucionales; que tengo el
honor de acompañar ~ VS. en copia.
El congreso creyó desde lue~o corr~sp~f!der
A los votos del pueblo comitente 1 d1S1par
para siempre los temores i sospechas que se
habian diftiodido, de que iba i estatuirse una
forma monárquica i una · constitucion iliberal,
enviando a los departamentos del Norte una
coni.iaion de su seno, encargada de llevar l;ls
basas aprobadas, i de inspirar ~ aquellos ciu•
cJadanos la confianza que debieran tener en
las delibcra<:Íones del congreso constituyente .
Empero, de clia en día, se bau acumulad_o los
m otivos que hacen deplorar la presente s1tuacion
de Colombia. Empleadas las viasde hecho
pélr.a romper la integri-dad del~ R~públ ic~, el
congreso se ha ocupado esclus1va i detem dame~
te se n ombro una coruision especial que ,
en vista de todos los documentos peticion arios
é instructivos de las opiniones diverjentes, informase
i propusiese al congreso las medidas
que estimase oportunas para contener el pro gi
·eso de t amaños males. así como para impedir
la ím!t llcion ele semejantes procedimientos
por 1 os pueblos q ue se han mantenido dentro
gotá á 2 de marzo de 1830-20 .
SIMON BOLJ'f/AR.--- F.l ministro secret.ario
del interior. Alejandro Osario.
CIRCULAR.
República de Colomhia.--Ministerío de
Estado en el departamento de la guerra.Bogotá
a 13 defebre•o de 1830.-20-Alseñor
comendante jeneral del departamento ·de .....
Habiendose copsnltado al gobierno para su
resolucion la duda ocurrida sobre el paraje en
donde deban prestar sus declarnciones fos
primeros i se~undos comandantes,cuando sean
tt'stigos en las causas de la. competen cia de la
jurisdiccion ordinaria, pues que por Ja rea)
orden de 12 de octuhre de 805,. se dispone que
lo hagan en casa de los capitanes jenerales como
presidentes de las audiencias, cuya calidad no
está declarada á los actuales comandantes jenerales
de departamento; ha resuelto S. E.
el Libertador por punto jeneral, q ne los primeros
i segundos comandantes, si em pre que
sirvan de testigos en dichas causas, dén sGs
declaraciones ante el juez com petente en
el local de las cortes superiores de justicia
donde las haya, que á falta de estas en las
capitales de p rovincia se verifique ·aquel acto
en la ,sala del despacho de los gohernadores;
que en las cabeceras de cantoa. sea en la casa
consistorial, i ultimamente que en las parro41uias,
declaren los citados primeros i seguados
comandantes en la casa del despacho
de los- jueces parroq,~iales.
Dios guarde a VS.-- Pedro A. Herran.
OTRA.
Repúblíca de Colombia.-- Ministerio de
Estado en el tf epartammto de la guerra.Seccion
central.-Bogotá a 1 8 d.e febrero de
1 830.- -.Al señor éomandante jeneral del
departamento de ....
No estando en armonía con el actu~l sistema
politic.o de la Refública.;, lé!- disposicion de la
ordenanza jenera del e1ercit_o, $obre que en
los juicios militares, se r~c1ban a_ los reos. ó
acusados sus declaracíones 1 confesiones, ba10
de juramento·; S. E. el _Libertador presidente,.
. ha tenido a bien prevenir: que e~ .ª~elante se
exijan sin esta formali, i44 314
Id. de las cartas selladas á la mano. 21
4
, 314.
Der.echo de certificados. .8
Id .• de encomiendas • • • 121845
Protlucto de las estafetas de Me-dellin
i Sipaquira. •
Derecho oe apartado.
DA.TA·.
Cartas sobrantes d·e pago en el
5,384 1¡4
480
53,b33
821.
160
l ,597 ,,._
3,502 3¡4
5,5.h l/~
2,4.00
presente mes. • • • •
Correspond. franca de ufi cin ;l.
G ast.$ ordin.0 s i est.º' r tan distiutos modos, nos la baria sentir el
.empeño qtle han tenido en destruirla todos
los que ban tratado de elevarse entre nosotros
it costa de n uest ros mas caros iutereses. Nosotros
oo hablamos del Libertador, como del
.jenel.'al Sitnuo BJ\ivar; hablamos de él como
d.el may()l" enemigo que ha t~nido la dominacian
españ .. la en este hemisferio, como del mas
firme apoyo que ha tenido la voluntad nacional,
i del que comtantemente ha invocado su
·represent.acion contra el p@der .ilimitado que
los pueblos le han dado, como del mas celoso
p «umovednr, i el vínculo mas fuerte de la
u .1ion que nos ha salvado, i como del jénio .
que la P N videncia puso al frente de la empresa
mas grandiosa que ha visto el mur:idu.
Tampoco hablamos del · Liber_tador como del
jefe que ha de presidir constantemeBte nues'
tros destinos: esto seria insllltar a la nacion, i
ya hemos dicho otra vez1 que no nos toca
n1ezcl arnos en resolver la cuestioo, de si sera
n 1as eficaz su iuflo.encia eslémdo al frente del
gobierno, .O siendo el primer súbdit9 de la
a utoridad, como fo cree el mismu Libertador.
Lo que ·si nos toca es reconocer este intluj6
acreditado en veinte años de revolucion; i
proclamado por·Colombia i por el mundo todo;
·influjo que si nos fué necesario para independizaruos,
nos ha de ser mucho mas rrecioso
para matehar con paso firme en el difici camino
~e 1a Jibertad i de la consolidacion. Por esto
es que nos empeñamos en sostenerlo, i en destruir
bs calunnias con que sus enemigos pro<
urao debilitarlo.
Tenemos lasatisfaccion,de que cuantas veces
hemos tratado m; pr\)ha.r la ~\sedad co~ que
se le sup('tne al Libertador la msaoa amb1c1on
de cambiar sus ~ervicios fl la patria, i su
~loria por el mando de sus conciudadanos, nos
hemos contraid~ esclusivam.~nte a hechos, i
á hechos que estan a la vista de todos, i cuya
fuerza puede mui fácilmente comparars·e, con
la de las suposiciones i sarcaa:mos que le prodigan
sus detractores.
Mas cuando detendemos la influencia del
Libertador como un principio de vida para la
República, hemos estado mui léjos de quererlo
pintar como incapaz de error: esto seria hacerlo
un Dios; i el Libertador es un hombre, i un
lrombre empeñado en la empresa·mas ardua,
arrebatado por el torrente de las circunstancias,
abandonádo en las mas tfüiciles a los
recursos de su jénio, i precisado a decidir por
si solo entre la libertad i la vida de su patria,
cr1e han sido los deseos únicos de su- corazon,
i que tanlas veces se han presentado como
ineconsiliables. ¿Que tendra pues de estraño
que haya incurrido en errores? ¿No
ha erndo todo el mundo? Volvamos la vista
a los gobiernos mejor cimentados, ;dos que se
Lan establecido en las diferentes secciones de
América, á los que han existido entl'e nosotros,
a nuestros congresos, i aun nuestras opiaiones
ir.dividoafes,tao contrari.-s de UD tiempo a otro,
para conocer la imposibilidad en que ha estado
el Libertador de dejar de errar. El ha tenido
<¡tle combatir oon los hombres i con las cosas,
i era imposible del todo acertar desde el principio
con el medio que debía guardarse, para
no comprometer nuestra libertad en benelicio
de nuestra existencia, o de buscar solo aquella
ccn nesgo de dejar de ser. Habrá sin duda
ett3do; pero sus errores i sus acierk>s no han
tenido otros objetos que hacernos independientes
i libres, i el error habrá estado en la
mas o riieoos preferencia que haya podido dar
en su calculo ~ cualquiera de tan interesantes
fi 1es.
Mas no es de haber.se en¡añado que se le
-acusa: de mala fé, de imbecilidad,de ~spirar a
la tirania, son las acu.saciooes que se le hacen,
aio c¡ue baste ' detener a sos .detractores, ni
la u1stencia de tres re pública~ ni su constancia
en buscar la voluntad naci•111.al,, ai el haber
siclo el mismo Lib.ertaior ~l má7or ob$tlculo
GACETA DE COLOMBIA~
á la t.irania de su patria. Por nuestra parte,
guiados solamente p •>r la justicia i animados
del deseo por el bien nacional, ~hemos ya publicado
los hechos que desmienten tan atroces
calunc.ias; por lo que ahora nos contraeremos
á dos sucesos en q ue mas se ha tratado de
deai~rar al L íbertado1-;-su conducta en la
.revolucion del año de 26, i la que observo con
respecto a la convencion de Ocaña.
Fijemos la considcracion en aquel aifo ominoso,
eo que la Republica hizo el mas grande
retraceso que podia esperimentar, i en que
por la primera vez se l'ió a la fuerza armada
apoderarse de la a1i1toridad publica: recordemos
la· grande alarm~ con que la nacion vio
.tamaño escandalo, para poder sentir toda la
impresion que él baria en el animo del Libertador,
que veía derribado de un golpe el
edificio construido sobre tantos sacrificios del
pueblo. Pero si se ara aproximarse, no precisamente al lugar
de la convencion, sino al del peligro que amenazaba
la revolucioo de Cartajena; asi como
tambien saben muchos, por sus cartas a los
diputados sus amigos, que en nada pensó
menos que en influir en las opinione~ de aquel
congreso. Per~ ~ea de esto lo que fuere, i
lle!ese la supus1c1
Citación recomendada (normas APA)
"La Espada de Holofernes - N. 7", -:-, 1830. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3684009/), el día 2025-06-28.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.