Las invasiones biológicas se consideran la segunda causa de pérdida de la biodiversidad en el mundo, contando
entre otras pruebas con el hecho de que las especies invasoras compiten exitosamente con las nativas y en la
mayoría de los casos impactan negativamente los ecosistemas invadidos. Varios estudios se han centrado en
determinar las características que tienen las especies para invadir y los impactos ecológicos que ocasionan, sin
embargo existen pocos estudios sobre cómo la transformación de las coberturas vegetales facilitan la colonización
de especies tolerantes al déficit de recursos y si esta característica puede impulsar su potencial invasor. Para
determinar la susceptibilidad a la invasión de un ecosistema seco como el valle del rio Magdalena, se analizó el
cambio de las coberturas vegetales actualmente dominadas por especies con potencial invasor: Acacia farnesiana
(Pela), Leucaena leucocephala (Leucaena) y Prosospis juliflora (Trupillo) durante ~70 años. Los resultados
muestran que las áreas colonizadas por estas especies presentan mayor dinámica en la transformación de las
coberturas a partir de la persistencia de la cobertura en el tiempo. En contraste las áreas de bosque, donde no
se registraron especies con potencial invasor, sólo presentó un periodo de transformación y más de 50 años de
recuperación. Estos resultados dejan en evidencia cómo los ecosistemas con alto historial de transformación y
disturbio facilitan los procesos de invasión.
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