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Poder, capitalismo y democracia

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  • Autor
  • Año de publicación 2013
  • Idioma Otros
  • Publicado por Ril editores
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Armando Di Filippo, "Poder, capitalismo y democracia", -:Ril editores, 2013. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2055626/), el día 2025-07-17.

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Imagen de apoyo de  Dietética y nutrición

Dietética y nutrición

Por: Manuel Alejandro López Plana | Fecha: 19/03/1864

PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATOLICA, APOSTOLICA, ROMANA. 'I'IHJYI, 4. 0 PARTE OFICIAL. CIRCULAR. .-Jrr¡uidioccsis de Santafe de flogolá, 12 de mar· zo de 1864.-Scaetaria del Gobierno cr.lo­siúslico.- l\'timcro [¡4. M señor Vicario principal de ...... Es herido de intensísima. pena i penetrado de amargo sentimiento que, como órgano de comunicacion de la autoridad eclesiástica, me dirijo en esta voz al señor Vicario. El señor Presidente del Gobierno Provisorio del Estado Soberano del Táchi ra, en nota de 13 del próximo pasado dirije al sei'íor Cura i Vicario Je San Antonio del Táchit'amplona, doctor JOSE LtlS l\11\0: acontecimiento aciago, c¡ue bien ut crcce ser sentido por un pueblo civilizado, que admira la virtud! Ciudadano Presidente: jamas, l~s heridas que mi eorazon ha recibido en el curso peno· so de la vida, habian encontrado un bal~amo que, con tanta oportunidad, aliviara su anur· gn dt~sconsuclo, como en el dia de ayer, que tuve IJ satisl'accion de rt~cihir de l, como rcprcacntante del Gobierno dr. mi pais, la cs­presion de la mas ardiente caridad i del mas ascndrado patriotismo. Digo de mas a~cn­drado patriotismo, porque la nota oficíul de U, que tengo el hon ot' de contestar, ha sal­vado el honot· nacional, testificando al rnun· do entero, que en nuestra insipiente Repú­blica, tamuien se acatan, respetan i veneran Jos fueros de la hospitalidad i del infortunio. Ayer se hizo la inhumacion del cadáve¡· de aquel VENERABLl! Ponmcs,a quien la Divina Providencia le tenia dc~tinado en nurstro suelo, el irltimo ~silo de los mortales-la tumba! -La concurrencia en los tres días de au velo do i pública exhibieion, fué inmensa; los pueblos circunvecinos quedaron despo­blados porque sus habitantes volaron a tri­butar el irltimo homenaje a los restos de aquel husrns HRON; i tengo la satisl'accion de particíparlc que los moradores de este Distrito, han sido los primeros en correspon­der a Jos deseos del Gobierno, que tan digna­mente representa U: en el rostro de cada uno de mis feligreses se marcaba la vcrdade· ra espresion de su dolor, i sus casas cnbiertas con negros cortinajes hacían del Distrito de San Antonio, un cuadro lúgubre en que solo la muerte ostentaba su poder. ¡Conducta digna de un pueblo agradecido i piadoso! Se ha sentido sí, el que las multiplicadas atenciones d~ ese ilustrado Gobierno, no hu· biesen permitido n su personal la concurren· cia a los funerales de AQUHL, cuya pérdida hoi lamentamos: concurrencia que hu hiera for· mado la mayor lucidez en aquel acto solemne. En cuanto al cumplimiento de mi deucr, como Cura de este Distrito i como venezo- NlllU • .a~. !ano, trate de hacer qnc los honor·es flrncbrrs de aquel husrn& Pni(LADO, fuesen cual ro­rrcspondian a su clerado car~ctt>r. l\o omilírc decir, qur, mi g¡·alilud, está doblemente comprometida para con l.;, qut: tant as atenciones de civilidad i fineza ha loc­cho a la memoria de uno de mis mejorrs amigos, a quien tnve la fortuna de abrig-a¡· en mi poh,·c techo, i acompai1;u·le hasta qu~ el pollo de nuestra querida patria ocnltú sns restos a los ojos de los mortales. Sea la presente nota, ciudadano Presicicn­tr, un testimonio del agradecimiento, qnt· como amig-o de la victima, como católico i como cit11ladano de leucznc:a, le dedica a ese Gobierno, e~ te poure i humilde sacerdote. Camilo Otero. Es, pues, indudable quo el !lustrí­simo señor doctor· LUIS NINO, su­fragáneo do e ta Santa Iglesia l\lc­tropolitana, i, ántcs, uno do los ma~ infatigables i celosos sacerdotes do !:1 Arquidiócesis~ con cuyo carácter pre. t6 a los fieles de ellaina.preciahle. beneficios, consagrando a. su servicio la mayor parte de su vida, ha corona­do su sacrificio muriendo en el destie­rro uor mantener incólumes los sa.­cros~ ntos derechos do la Iglesia; i i el Gobierno liberal de Venczucln, verdaderamente digno do esto nom­bre, cspresa tan honrosos sentimien­tos i deplora la pérdida del virtuosí­simo Prelado, indicando que "el tloble carácter de la Yícma i sus méritos, es preciso que sean honr:!..dos cual me­rece serlo siempre la virtud," con muchísima mayor razon la Iglesia de su Patria debe esprosar, a la vez que su profunda gratitud para con el Go­bierno hospitalario i realmente civi­lizado que ha honrado l:ls veneran­das cenizas del mártir, su justo sen­timi~ nto por tal.~érdida, i dirijir plc­glarJas en sufraJJO del alma del di­funto Prelado. En consecuencia, el señor Vicario ha dispuesto que tn.n pronto como se reciba en cada una de las iglesias la noticia, se den cin. cuenta campanadas pausadas, segui­das de otros tantos dobles, repitién­dolas por nueve días a las seis de la tardo i de la mañana i a las doce del dia, i que se aplique una misa con vi­jilin. con el objeto indicado, a cuyo efecto el sefiot· Vicario lo pondrá en conocimiento de su clero. Su mui respetuoso servidor. M1cun Anas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :EL ILLMO. SR. DR. LUIS NIÑO. Dedicat·emos con gusto nuestra vida a libraros de la muerte riel peca· do, i aun la sacrifica­remos con valor, bÍ ne­cesario fuere, por sos­tener las prerogativas de la Iglesia i los fueros de su jerarquía, imitan· do el ejemplo de nues· tro mui digno i nunca hien llorado antecesor. Pastoral del 1/lmo. Sr. Ni71o, de 1. • de enero de 1857. La promesa contenida en las pala­t ·as que encabezan este escrito, con­agt ·ando a la veneranda memoria del ne las nrofhió, ha tenido su cumplí-liento! ... el sacrificio se ha consu- 1ad !. ...... el n'lllrtir ha volado al iclo !. ... i sn muerte, no solo ha cn-ierto de luto i sumido en el dolot· a a grei que inmediatamente dirijía, wo a todos sus compatl'iotas cato­icos que~~ ellllmo. Señor Dt·. JOSÉ .UIS NI. ·o han visto rle~apnrecer 1110 de los mas infati¡Jables prelados le la Iglesia g1·, nadir a, uno de Jos .1íl5 valerosos adalides de la snnta .a:tsa hoi cncarnizadamcutc comba­ida ; i ese sacrificio ha sido la coro 1a de nna Y ida pura, l::lbOJ·iosa i con­ ·agrada enteramente a Dios i al biCI le la humaniuad. Bonmn cerlamm ·e¡·tari, cursum consumaL'i, (itl em ,;,m:aci. Ln provincia de Tuuja le vió nacc1· •n n seno el 1 O de octubre rlc 1815 · Tunja fué el teatro de su~ fatiga Í le sus vit-tudes ha ta 1856, en que alió ele ella pam ser uuj ido con el roridencia Jo dad de la cspostcwu del Sact·amcnto guiaba, sin que ¡IJ se apccibic e de en las Ct~nrcnta ~Joras, uniéndola ello, al Santuario, pnra hacc1· de él cou la pmncra~ sten_do aq~lCllo un uno de s 1s ejemplares ministros, i man:H.tttal de biCncs 1 una iuente tic un fa1·o resplandeciente que debía ~oraltdad para ~os pne~los que an-rruiat• a m 1ehas almas. En efecto : stosos conen alla a punficar sus al-de iguaria la noche en que debia con- mas i a fortificarse para manchar fcdt·sclc el grado en jurisprudencia, por la senda del deber. i arreglado tocio para aquel acto, es · De Santa no~a paso a Tu11ja i fué perimcnt enemigos de la sa­na doctrinn, rindieron un tributo de respeto al mérito i a la virtud del san­to directot·; basta ~abcr qllC en los cataclismos que conmovieron la Rc­ttblica en 1851 i 1854, aquel plautcl fué re,pctado i siguió su impertur­bable marcha. ¡Que bello cuadro el que presentaba aquella juventud di­rijida pot· tul maestt·o! ya humilde i fervorosa tl'ibntaudo rendidas adora­cionts al Ser Supremo, alimentándose frccueutemente con el pon de Jos · Jljcles; ya prcsentándo e intrépida en los combates literarios, ccgawlo lom·eles en cJ campo ele la discusiou. Ma ·no ~iempt·e e as alegrías estaban cscntas de amargura. En los actos literarios que sostuvo el Colejio en 1852, do jóvenes alumno~. los eiiO­res Sct'jio Camargo i J. M. Pinzon Rico, se hicieron uotablcs pot· lama. u ifcstacion de sus ideas cotólicus, lo que clió por resultado qnc los hom­bres que ocupaban el poder, rodearon el templo, en que tenia lugar el acto litet·ario, con fuerza armarla i condu· jerou a los dos escoJa res i al seilor Nii10como director del Colejio a pagat· el merito de la inofensiva pt·ofcsion ele sns cree u cias. En el Colejio que didjia el Illmo. scilot· ~iito se gozaba de esa paz inal­terable nacida del cumplimiento del deber, de los goces de la amistad pura nacida i alimentada en el seno de la virtud, i el desanollo onlenado de la intellJencia en el conQcimiento de la verdad. Allí se recibían tamuien ya cou la palabra, ya con el ejemplo, leccioues de moral i de virtud de que el director, :engolfado en Dios et·a el modelo. Oh! cuantas veces le vimos anobado, con los ojos elevados al cielo, enajenado de sí, eslrniío a cuanto le rodeaba ! ¡ Cnántas, con· centrado en la contemplacion de las EL CA'I!OLICO. vet·dades eternas i de las perfecciones de Dios, se desataban sus ojos en torrentes de Iagrirnas! ¡Cuantas se le sorprendían los instrumentos con que de diversos modos macet·aba su cuerpo para dar libertad i espansiou al espíritu i adquirir con la mortifi­cacion, esa paz desconocida del mun­do, con la que en pdmera ocasion, había de saludar a sus diocesanos! ¡ Cuántas, al dirij ir la palaht·a a sus alumnos se enardecía ele repente por la llama de amor divino que ardía en su intel'ÍOI', i con esa elocuencia i esa uncion propias solo del que tiene la posesion de la virtud i la conviccion profunda de lo que enseña, comuni­caba su ardot· a los cor·azones qne le rodeabnn, haciéndoles participat• algo de las delicias del cielo e infundién­doles despt·ecio por los caducos place­res de la tierra! Oh! esos momentos no '·olverán . . . pero no, que en el cielo se reproducirán perpetuamente i el mat·tir no ha hecho sino ontici­parsc para allanarnos el camino con sn ejemplo. El scl1or iiío conoció qne \111:1 de las mas poderosas causns que precipitaban a nuestra sociedad a la hot·rot·osa sima cu que hoi se cn­cncnh ·a Jerribado, era la eu eñauza de las doctrinas de Jeremías Bclham, i por esto se con ·l)gró a rcfutorlas, i a falt'l de un testodelcjislaciou comple­to que reemplazara aquel, compuso una obra de lejislacion ci'til i penal lomando de las doctl'ina del inmortal Billmcs, su autor favorito, i de las 1le nuestro malogrado compatriota José Eusebio Caro, para la cccion civil i parte de las de Filanjiel'i para la cri· minal. El celo del apóstol 110 se satisfizo con es o i quiso hacerse lodo para Lodos como dice el Apóstol. J.as ta­reas en el colejio, en el monasterio de Nuestra Seitora de la Concepcion de que era capellan,cn el hospitoldcque era director, en los otros colcjios de uno i otro sexo i en la ciudad enlet·a, no se pueden describir sino diciendo que no solo el dia sino gran pal'te de la noche (algunas veces hasta las dos de la maiíana) era dcdit::ada a ellas; i esas lágrimas que enjugaba, i c~os consuelos que impartía, i esa paz qnc difun1lia en las familias, i ese bálsamo celestial que ft·ccuentemente derra­maba a la cabecera de los modbun­dos, i esas reconciliaciones de los ma­yores i mas inveterados pecadores, que solo en él tenían confianza para revelarle sus miserias i depositar en su seno el secreto de sus grandes cl'i­menes, son hechos que solo allá en la rejion de la inmortalidad, pueden set· apreciados i que entre nosotros pasan desapercibidos. Eu la cátedra del Espíritu Santo det-ramaba la luz e inflam:~ba los corazones; i por ésta razou todos los templos de la ciudad resonaban siempre con su palabra, llegando ocasioue5 de predicat· mu­chos rlias coutinuados como en las mi·iones cu la Iglesia de Santiago, i meses enteros sin intcnupcion algu­na como en el de Maria cnlade San­ta Clara. Pero sn jénin infatigable, ¿ estaba líuicamenle enajenado en las rejioncs del espíritu? Nó, que las miserias de la humanidad no le et·an indiferentes, i pot· esto se apt·e!;•li'Ó a fundar en la iglesia del hospital Ja confratemidad titularla de "El Amot· de Dios" de que habla en sn Pastoral de 1. 0 de enero de 1857, con el objeto de aten­der a los enfermos, a los uiiíos i a los eucorcel:Hlos, dividiendo la asocia­cían en olr:~s tantns secciones i es­parciendo en todo sentido el perfume de la caridad. A!ll, en ese templo qne los progt·csislos actuales tlesli'U­yeron para convertido en PeiJitencia­l'io, se \eiau con frecuencia a los so­cios bajo la dit·eccion de aquel discí­pulo de Vicente ele Paul, ue Ilipólito, de Casiano i de Juan ele Dios, in tt·uit· 111 niño en Jos rudimentos de la Heli­jion, or·nr por el pecaclor, esplicar el Eyaujclio a los mendigos, darles a estos el pan para su alimento corpo .. ral, despues de llcvat· al enfermo el pan sagrat!o para fortiflcal'lo en el vi¡¡jc a la eternidad; produciendo to­do tnn felices resultados, IJlle b leji• .. latura no lnciló en ceder el local i rentas a ton laudable instituto, pues lo hajo la protcccion rlc ' '.El Buen Pastor. " El derecho sagrado e in di<;· putable adquirido en virtncl de ta ce ion, fué ahora violado como lo !J, sido Lodo 11creclto, el edificio fué arrebatado dcspues de las rCJ•tas, · constituye hoi la famosa Pcn itenciaría, de cuya prision hace la pl'incipal par Le el templo. La ciHclad de Tunja, fué ocupad por las fuerzas revolucionarias i sitia da por las de los constitucionalistas"' el 26 de setiembre rle 1854, i se espe raba que ese día presentase una es cena sangrienta, semejante a la qu se preseució en abl'il de 1861. E fuego incesante i nutl'ido aterraba todos los habitantes. De repente la detonaciones se suspenden, el fue¡; cesa con sorpresa jeneral i nadie s puede esplicar el motivo: era que e señor Niño, como Mon~eñot· Alfre Arzobispo de ;Paris, anostrando lo peligros i penetrando por en medio el una lluvia de balas, había llegado a lugar de los sitiados, para persuadir los de la inutilidad de resistir,i volví a dopde los sitiadores recavando ga rantlas para aquellos i consiguiend Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. por fin que tct·minara la joi'Oada, sin los resultados que se tcmian. Así trabajabaen la ciudad. El tiem­po destinado a vacaciones uo er:1 pa­t• a él de descanso. Pasaba a celebrar a Santa Rosa de Vitcrbo la grao so­lemnidad rle la Santi!:>ima Tl'inidacl, i recorría tlcspnes otras poblacioucs para ayudar en torio sentirlo a los tt·abajos del mioistel'io sacerdotal, 1·o, husteciendo su alma cual Pablo i An· tonit~, con la comuoicacion con va­rones animados de su mismo cspil'itn como el docto•· Juau de la Cruz Var­gas, Frai Joaquin Páez i otros. En estos trabajos cvanjélicos se des­lizaban sus clias cuando fué designado para Vicario apo túlico de P:tmplona, sin que el humilde sacerdote aspirara lli remotamente a esta dignidad.­" Miéntt·as que Nos, dice en sn carta pastoral de 7 de mayo de 1856, ocul­to bajo la somlHa i o~curiJad de la vida privada, i ocuparlo en formar el corazou de una parte de la jnvcntud, cstabamos lejos de pensar t¡nc se nos llamase a ocupar un grado distinguí· do en la jcrarr¡uia cclcsi.istica, Dios fija sobre no otros sus miradas, i, le­\ autanrlonos del polvo, i sacándonos del olvido, nos envía a cnj:1ga1· vucs· tras lagl'imas, a con~olat·os i diriji1·os." Si vacila, por humildad, al acepta1· el delicado cncat·go que se le confiaba, se resigna por obecliencia, poniendo su confianza en Dios, i marcha p:~t·a la capital de la Arqni«liúccsis, cl3 de marzo tlc '1856, llegando el 1lia en que otro Pon ti/lec, hijo tamuien de la ciu­tbd de Tnuja, cllllmo. sciio1· Chavez, acababa de cspit·ar. Recibillas la ins­trucciones «le la Delega e ion apostólica ·egrcsa a Tnuja, en llonde acompaita n los oflcios de la gran semana al Ilmo. sci10r llójas, Obispo ele Santa­narta, qne habia ido a despedir e de n ciuda

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El Católico - N. 42

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  • Exclusivo BibloRed
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Seguridad industrial y Administración de la salud

Por: C. Ray Asfahl | Fecha: 2010

La sexta edición de Seguridad industrial y Administración de la salud continúa la tradición de las ediciones anteriores al proporcionar razonamientos de sentido común en relación con las normas de seguridad y salud y las prácticas de trabajo, junto con nuevos desarrollos en el campo. Esta edición también cuenta con más ejemplos, ejercicios e ilustraciones para agregar realismo al proceso de aprendizaje. Aun cuando se ha logrado un gran avance en el campo de la Administración de la seguridad y la salud industrial, el trabajo aún no concluye. Las grúas continúan cayéndose en accidentes dramáticos en zonas concurridas de áreas metropolitanas, provocando la muerte de trabajadores y de transeúntes. La atención se ha desviado a la preocupación por las minúsculas concentraciones de contaminantes y a las aún menores nanopartículas que tienen el potencial de generar nuevos riesgos surgidos de fibras peligrosas. En el clima económico de la profunda recesión reciente
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Yoga Spirit - 01/01/25

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