SEni"~ ,-"J"I a <6sb'bo 'be "§anbn'íln-.- §orotro, mrro 11 'el 18;15. .LV ~l . 17. ~ ---- --- .. El e t ZZI• • lnstruccion profunda i buena e(lucacion jcneralizadas: no podemos concebir otra más bella e, peranza para la Humanidad.
Col~~~~~:l~~~s :;~os~~~~~t~~~ ~ Pedagojia, Jejisl~cion sobre insLllccion, literatura, historia, matemáticas, canciones.
do In. Sociedllll Didáctica. ~
SOCIEDAD DIDACTICA DE SANTANDER.
HEJISTllO DI> LOS SOI:IOS IXSCI\ITO~.
Número 4~
Marco A. Barroso.
Naeió fn Pamplona el 15 do l10vi mure de 1 .>3.
. Estudi6 humanidades i matemáticas on el C'olC'jio ele San
J 086 de Pamplona ¡ou 105 años do] GO. 1870. ] 871 i ] 8i~. habiondo
desel11lwñndo en los dos últimus el de8tíuo de Pasantobedel
do aqupl Establ!'cimientn.
Pué alumno do la Er.cuola Normal <1(' Santantlor ¡Juranto
17 mI'SI'''. basta ('1 12 do mnrzo oC' 1874. ,lio. C'n quo outUI"O el
DIPLO~I.\ do Ual'~tro <10 Escuola ,u)1crior. Actualll\l'ntrl dosompcl'lo.
1'1 dc>stino ,11' Director do la E~cu('la HUlwriol' tic "aron!' .
en In ciutlad do Yélez.
Socorro, 1? do noviembre de 187;).
L.\ SOCIEDAD nIDACTICA. en Sll so. ion ordinaria
del 5 tle enero de este aiio, uiscntió i aprobó varias
propo 'iciones, de las cuales pnblicamos las dos
siguiente :
N~ 11. Publíquense los llombros (lo los snscritores
al" Pestalozziano" que !JO hayan pagatlo el tlia en
que se concluya la serie respectiva.
NI? 12. La Sociedad didáctica de Santander dedicará
especial atencion al trabajo ele formal' i estimular
la opinion para que la pró 'ilna Asamblea leji lativa
establezca una Escllela normal de Arte o Agricultura
con profesores extralljero "
El secretario,
T. Posada.
LO QUE DEBE SER EL MAESTRO.
( Explieacion de Jos artículos 3G a H del Código do instruccion
pública).
Apénas podria hallarse en las sociedades civilizadas
un asnnto más interesante a su porvenir que la
formacion de buenos Institutores; el :lUaestro va a ser
el padre moral e intelectual ue unn.jellerncion entera,
que será sin duda feliz si él ha srtbiuo educarla, i que
sertí desgraciada, por el contrario, i una ftllsa educacion
i enseiianzal!! inútiles o mal uirijiuas son, en vez
ue preventivos, lluevos auxiliares de la corrupcion.
Hase visto que la tcntJenci<1 .icneral de las maE'as
ignoralltes, e' decir, de las llHlycirlas socinlcs, es la oe
perpetuar la igno!·ancia. lo cunl 110 deue extrañarse
i se con~idern lo imperfecto C¡lle es el criterio humano;
extraiiamos eso sí la oposicion injustificable qne
bacen a la. cducacion !lcl pueblo algunos hombres
criminalmante egoistas i de mezc¡uinos sentimientos
que figuran aún entre los hombres instruiuos de la.
sociedad.
'roca. pnes al Gobierno i a los 110mbres il ustraUOS
i ue elevados i cristianos sentimielltos implIl al'
por cuantos medios sea posible la cuucacion POPll lar,
ba~e natural uel progreso i de la libertad, luebando
para ello sin tregua alguna contra la indiferencia jeneml
de los padre ue familia i contra los peore egoi
tas (lel mllntlo C0l110 lo son lo!'\ anti-itwrucciouisIGS;
i tauto 111Ú':; se ha de lllchar por ,"encer la. ignorancia,
cuanto demo ·trado está por la experiencia que ni en
los países lIIás r lijio. os lIi en aquello en que la leye
l'cnalt' on 111:1' perfecta' e encuentra. la. mnyor
sUllla de hiene ·tar !Ji ele moralidnc1 en los habitallte>:.
Obs(~r\"a..c en electo que la relijion no produce 811
aUlIJirablcs efecto como saneiotl moral ·i 110 hu siclo
debiclnmcllte estudiad" i COIll/I7'Cllllidfl; qlle las penitenciarías
ci,"ik ca tigan IIlÚS que corrijt n, i qlle 10
hacon tal \'('Z in derecho, plle lIO lo ti< ne la sociedad
para eastigar, porque obra mal, a un üHlivitluo
a. quien !JO ha Ul.~1I1(/do a obrar bien; i que la riqueza
uatural de un pafs ignorante qnprln. perditla por
falta ¡Je operarios ftúbilcs, o csi 110, un podcru o meelio
de corrupcion. Dedllcimo., pue~, que la. e cnela
i úlo la e~cuela seriÍ la que, daIH10 a las masas una.
educacion que pueda ser fecumlaoa por la reliJioll
que moraliza. i una instruccion 'lile conduzca nI tra~
bujo honrado e jntelijcnte, plleoe hacer innece,arias
las penitenciarías apartando en tiempo a los hombres
de la senda del crÍmen i encarrilándolos por la via
del trabajo i de la. moralidad, los cnales !Son evidentemente
la base de su venladera felieidal1.
Pero moralmente Lablando, la escuda. es el
l\rae~tro, de moclo que es a é:ste a quien la Rociedad
encarcra la sublime misian de preparar la felicil1ad
de cada. jeneracion que en Sil 8('no se )eYilnte. La
tarea dell\Iae 'tro, si sabe cumplirla, es más importante
que la del Juez, porque. iempre valdrá más
prevenir un crímen que castigar cinco, i porque es
más satisfilctorio hacer amar la virtlld que hacer temer
la sancion legal que los vicios, i uo todos, traen
consigo. L3. in truccion, aunque secundaria respecto
de la educacion, es asimismo de inapreciable \'a~
101' por cuanto ella ayuua tanto a la cducacioll, i por~
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130 EL PES1'ALOZZIANO.
que prepara al hombre para el trabajo, fuente fecunda
de moralidad i únic¡1 del bienestar material.
Siendo, pues, tan intere. ante i sublime la mision
del Maestro, i si se ha dedicado a ella C0l110 ha
debido hacerlo, con la intencion firme de ser 1l1l Maestro
digno de la confianza que en él deposita la sociedad,
debe ser él mismo, m(,ral e intelectualmente, el
modelo que sus alumnos han de imitar en los actos
de su vida. Afirmamos, por lo tanto, que el Institutor
debe ser suficientemente in truido en las materias
que ha. de ensef.íar i en los métodos de ~llsef.íarlas,
condicion que está. encomendada al cUldado de
los funcionarios encargados de su exámen i nom bramiento;
i qu'C debe practicar por conviccion i por
hábito cada una de las virtudes sociales. domésticas i
privadas, como conviene a un hombre que busca por
necesidad especial la perfeccion moral. El Maestro
ha de ser, además, un hombre de maneras afables, i
áun seductoras. si quiere ganar la e timacion de los
padres i el afecto de los lliüos; recordando e o si, que
la firmeza ientereza de carácter inspiran más confianza
que las fórmulas tantas veces vanas de una educacion
forzada.
Siendo la relijion i la política los asuntos que
más preocupan a la humanidad, i las causas má frecuentes
de discordia i de mutuas animadversiones,
deducimos flue en tales asuntos el Maestro debe ser
guiado por reglas especiales, porque su miRion exije
que esté siempre en annollÍll con toJos los hauitantes
del distrito. Debe, por lo tanto, ser en todo ca~o
profundamente relijioso, sill lo cual ni los padres de
familia ni los niños creerian en su moralidad; i i su
iotelijcncia de hombre no le permite acrptar talo
cual práctica de una. relijion cualquiera, debe ab tener
e de atacarla en]o. e cuela i áUll en la reuniones
sociales ordinarias, plle ' de otro modo caaa padre
de familia formaria de él un ma1ísimo cOllcel.to.
En polltica deberá el Maestro mostrarse altamente
interesado en las cuestiones que al adelanto i progreso
del distrito i de su pafs en jeneral se refieran,
sin mezclarse por otra parte en cue tiones de bando
que traerle podrian mil animosidades peljudiciales f1
su nugusta. mi ion de Institutor.
Si un Maestro es tal, que como ciudadano, como
amigo i como Jefe del hogar que debe tener, sirva
de modelo del hombre virtuoso i trabajador, de
tal modo que los padres de familia queda en satisfechos
de que los alumnos le imitasen en todo; i si
además, posee bien las ciencias que necesita saber i
el método de enseñarlas, ese Maestro hará más bien
a la sociedad en que viva, desde el humilde recinto
de su escuela, que la Justicia que castiga crímenes
que él sabe evitar educando, i que la Caridad pública
que socorre la indijencia que él sabe precaver preparando
al hombre para el trabajo.
N. S.
COMPENDIO DE LITERATURA
POR N. ERRANO.
PARTE SEGUNDA.
Elementos de 111 étrica.
CAPITULO 1.
ELYERSO.
80. La métrica es el arte de escribir en verso.
En ella se estullian las reglas para meoir, contar, ri4
mar, i separar los versos; los nombres que reciben
segun su forma las composiciones en verso, i otros
accidentes propios de ellas.
El estudio ele la rnctricn supone hechos los de
Gramática i OrLolojiú, que comprende a la Prosodia.
Entre los diversos caractéres que distinguen el
verso de la prosa, solamente hai dos que le son esenciales
i necesarios; tale son el RITMO i la ,líEDID'\.
Pooemos pues definir el verso del modo siguiente:
la eX]I1'esion dclllensamicnto 1J01' mdio de palaoras
sujetas (t ritmo i medida.
81. No ha ue confunllirse nunca el t'el'.~o con la
poesía, ni al versificador con el poeta, porque una
composicion se llama verso o prosa segun la forma
en que está escrita, i se llama poesía cuando e8 dictada
por el fuego del enLusiasl1l(l, dcl sentimiento i
de la imnjinacion.
82. Ademú , las composiciones poéticas se distinguen
de las de prosa. por estos caractéres: en la
poesía se usan mucho las imújencs i los tropos tle todo
j~nero; el estilo poético es siempre más florioo; en
poe ia se usan la ficciones i las lll entiras, e peciolmente
entre poetas de mediano ingetlio; las composiciones
en verso 8e prestan más q lIe la tic prosa para
la variedad ue construcciones, i trasposiciones, en
verBO se puede cambiar, i 110 en prosa, la e tructura
de alguuas palabras usando las licencias poéticas; la.
poesía usa 111 ucho de la lJ/'osollope!lu, de la hipérúole i
do las otras figuras patéticas.
S3. Los poetas griegos i latinos median ios versos
por PIE~, llamados a i porq e marcaban con el
pié los compa <' rítmico . . (Jada pié cl)lIstaba oe dos,
tres, cuatro, cinco o seis allubas pero de manera qua
siempre se ga taba el mi 1110 tiempo en pronullciar
cada pié; para lograr e, to til timo e combinaban entre
si las sílabas largas, breves i comunes, que tienen
diferente cantidad pro 6dic/l.
Entre los diversos piés mét rícos de los lntino&
citaremos los siguientes como 10'8 más usados:
El eS]lOndeo de dos largas como músát:.
El pirl'iqttio de dos breves, como Déils.
El troqueo de una larga i otra breve, fámtl.
El yalllbo de Ima breve i otra larga, ví,.ós.
El moloso de tres largas, áudíl'í.
El friúraco de tres breve Pridm12s.
El dáctilo de una larga i dos breves, rémZJórlt.
El anapesto de dos breves i una larga. peréúnt.
El baquio de uoa breve i dos largas ég és(lÍs.
El antibaquio de dos largas i una breve, Cántúré.
El crético de larga breve i larga, cústílás.
El allfloraco breve larga i breve como cádéMt.
En castellano se miden los versos talllbien por
l¡iés métricos; pero é tos 110 pueden constar sino de
2 o 3 sílabas, entre las cuales habrá una larga o acentuada.
Resu lta de estos principios que los piés métricos
castellanos han de ser disílabos i trisílabos.
Los antiguos versificadores para medir sus versos
atendian comunmeute al tiempo que se ga taba
en pronunciarlo, lo cual dependía deluúmero de piés,
esto es del valor prosódico i no del número de sílabas.
En castellano i en otros idiomas modernos no
se acostumbra contar sino de dos o de tres sílabas
considerándolas todas de igual valor prosódico; pero
al contarlas debe atenderse a que entre las cuales llaDigitalizado
por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
brá una larga o acruda. Resulta ele estos princi,l)ios
qne los piés métricos castellanos, han u(\ tt~ uer sIempre
nn accnto. . .
4-. Seis figllras se cometen ordmarlamente al
contar la" sílaba' o los piés df' un \'l'rso, que son:
1f! Diptongo que es la contmccion de dos vocales
dentro de una palabra para formar una sola sflaba,
por ejemplo: "La siemprc \'cl'(~e rama".
2? l'Tiptongo que e la rCllll\on de tres vocales
para formf\f una sola sílaba dcntro de tilia. palabra;
por ejrmI'lo :
" Ha sido lViaul'egato" .
3~ Sil/alcfa o reunion de vocales perteneCIentes
a distintas palabras para. formar una sflaba; por
ejemplo:
"Tiempo es que dejes ya la culta Europa
Que tu nativa rustiquez desama,
I dirijas el vuelo a donde te abre
El munJo de Colon tu grande escena"
En estos cuatro versos forman sílabas las ¡;\iguientes
conbinaciones: po-es,-m Eur; lo-a; te-a; de-es.
4f! Sillér(;~is, es la reunion de vocr.lcs de distintas
sflabas dentro de una palabra para formar una 0la.
silaba ; os lo mismo que diptongo artificial, ejemplo:
"I I no hai I pla I ya
Sw ¡ cual I quie I ra & "
" an I tan I de I rca I nos
Vue· I tra Glo I ria I re Icor I dad."
La sinéresis es dema iado dura. cuanuo so ligan
una vocal débil acen tuada i u na 1\l'0[\ como sucede
en cl siguentc ejemplo:
" Es el dia de la guerra i furor"
51! Diércsi.~, figura pro~ódicn. quo e comete
cuando e disuelvc un lliptongo dentro de Ulla palabra
paro. formal' dos 8ilaba~; por t'jemplo:
" Qllé dlllce será vUn'8ndo
por la viviclltc lllalHiÍon
ir nI compas e "clIchuudo
de las harpas de iOIl."
G~ El hiato, figura proRóclic/\ que so comete
cuando hai necesidad de evitar la sinalefa al leer un
verso; por ejelllplo.
" Ai! I a veces me acucrdo suspirando
Dol nn tiguo BU frir :
Amargo es el dolor, pero siquiera
Padecer es vivir! "
85. Los vcrsos ca tellanos están I'lujetos a un
número fijo de dimen"ioncR o sflabas, debiendo obscrvarse
que todas las ilaba tienen igual valor prosódico,
cosa que no suceJia en los idiolllas muertos.
Atendiendo al número de sflabas toman los versos las
siguientes denominaciones: disílaúo" trisílaúos, tctrasílabos,
pentasílabos, hexasílabos, cptasílaóos, octosílabos,
enca.~ílaóos, decasílabos, cltderasílaóos o hCTÓicos,
duoc!ccasílaóos, tridecasílu.óos, tctmdecasllabos O alejandrinos.
Suelcn tambien denominarse versos oe arte 11Ie1to1'
los que ticnen ocho sílaba °m6nos; i versos de
m·ti! mayor lo que tienen más de ocho ílabas.
Vert:Os que terllllDan por sílaba aguda. se consideran
como si tuvieran una sílaba má .
I al contrario, e rebaja una Haba a los yersos
en que la última palabra sea esdrújula.
La tsicruiente compo. icion tiene ver os de todas
la dimensiones.
La pcsadilla.
Ql1é es esto? De vapores la atm6sfera cargada
sobre mi frente pesa: la siento ell derrodor
en raudo remolino roJal' l\1'rcbatada
prons¡Índome las sienes COIl internal dolor.
QlJé es e to? Delirio? ql1e espfritu horrendo
suspenso en los aires, lile eleva tras sí?
Mi estrecha garganta se va comprimiendo;
no veo, no siento, no aliento; Ai Je mí !
Esto es. que el fin de mi existencia toco
e to es, sin duda, que se muere a í ;
la. última idea en el cerebro loco
jirando en e~piral, que e pira eH s(:
Esto e , ai! q tle arrojado en el viento,
a su nada el espíritu va;
i anudado en el último aliento,
nuestro cuerpo arrebata quizá.
Sin duda, eso es: i yo espiro
rodando en el aire a la par,
lanzando el extremo suspiro,
lanzado sin fin a rodar.
sr; voi rodanuo en el viento,
condenado hasta cspirar,
tan horrible movimiento
a. seguir i a no parar.
I, en jiro interminable
rodando sin piedad,
caeré en la inmellsurable
sombría eternidad.
e irá ellrareciendo
el aire tal vez
i yo iré ca.yendo
con más rapidez.
Cual hoja uclta.,
que lleva el viento,
a. eadl\ vuelta
voi más viol ·nto:
casi no siento
como las doi.
Cil'go desmayo,
ya C0l110 el rayo
rápido voi.
Ya no siento
como Jlro:
ya no hui viento
en mi reJor.
No respiro:
veo que e piro:
ya es mi aliento
vago, lento,
violento,
como el último
extertor.
Jesua! Qué es esto? ¿ Donde estoi, Dios mio?
Qué vértigo letal me trastorn6?
Mi fatigado cuerpo, áun tembloroso,
bañado siento de mortal sudor.
Impetuoso i rugiente torbellino
por el vacfo me llevaba en pos,
en remolino rápido rodando,
cual átomos que arrastra el aquiloD.
Hirviente mar de cenagosas hondas
me esperaba al caer: denso vapor
me quitaba el aliento i los. entidos.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1'H)
.,~
Dí al fin cn aquel mar í me, ol'bi6.
La lJól\'cltuado de expías a los compaíleros; i COIIIprendio
COII esto el lno criminal tendido por aquel
empleado contra el hOllor de u hija, qne a la ocaslon
estaba sola. Desesperado ¡furioso tu\'o fuerzas suficiente,
para arrallcar la velltalla i volar a dOllde le
llamaban el honor de su hija, i el amor i el deber de
podre.
1 no se habia engallado. Elltrando a su casa por
ulla vla reservada, encontró a Puulina luchando por
la fuerza, un cnarto de hora en defellsa de su virtud;
el padre ciego de colera, I'e arrojo sobre el mellciolla·
do Alcaldc, al que matú COII su mi'Ola espada. .\ los
gritos de la Incita at:lIdlerOIl los ¡¡jentes de policlU
apostados cerca de la casa, qlllCllPS prendieron a Eva-
1'18tO; i acudieron algllllos vt'cillos pari ntes a quicues
el podre, clltrego a Paulilla, dl>Jaudo así abondollaua
por segulJda vez la hernIOsa estancia de .1 La Flores\;
1," i a su querida hija.
E\'al'isto fut- j tI1.ga do como prófugo ¡como ascsiuo
i sentenciado a ti ailo de trabajo fonados.
La hermosa uiím Cllllsa inoccllte de la desgracia
de su padre i de 1:1 suya propia, quedó l'odalldo sin
amparo al azar de la suene, pero oponiendo siempre
a SllS 17 aiios i u los encantos de Sil herlllosura las vil·tudes
iucontra tables de su COra7.0ll. Quién habia de
pen al' que hasta la hermosura fue e una desgracia
para una mujer del pueblo!
Por cansa de la Revolucion, Ricardo habia ya
abalHlonado el eolejio I habia ido a Smirna, al lado de
Sll padles; i allí supo con profulldo dolor i eOIl OIálil
profunda cólera los t:ontratiempos ocurridos a la familia
Maree!. Renegó entúnces de las leyes que daban
a un .Alcalde los medios ue (h'shonrar a una inocente
niíla como daban los medios para ca tigar a Ull padre
que u'ataba de vengar tall espantosa afrenta; i t:Ol'l'io
a AriJélas a snavizar con su presencia i sus promesas
l11 la balal11,a illdl'fertible de
la Suprema Justicia, veremos alguna mujer pública de
más méritos ante Dioll qlle ulIa hermana de la caridau.
La comparacioll a(>rá odiosa, flerá criminal, será hasta
herética, pero quizá es verdadera.
Quien sabe si nlle~tro modo de juzg'll· las acciones
humana¡:; 110~ haR:l ir demasiado léjos como apolojlRtas
del pueblo; pero 110 podemos aballuollar eata manía
de juzgar el coraZOll ue los hombres no pOI" los resldtados
de Illla virtud que se ostenta, sino pOI· la lucha
más o ménos terrible que haya debido sORtener hasta
decidirse por el bien, por las circullstancias i ocasioIles
contrarias que se lo eSTorbarau, i pOI· los reClln;o,
intelectuales de que dispone la volulltCld para dirijir
el cor;)7.OI1.
1 COIl esto hacemos la l\polojía del cánon judicial
que establece los Jurados de calificacion.
( Conlmuará.) ....
EL RELOJ DE 8TRASBURGO,
La ciudad de Strasbul'g'o se hallaba e/lriquecida
por la multitud de monumentOi5 i obras notables de arte
de extraordinario mérito, diSlJllguiéndose entre ellal>
una magnífica catedral cuya elevadísima torre. mide
sobre 5UO piés de altnra.
Las crónicas aseguran que ántes de la edad cristiana
e.listia en el sitio qlle está aquella catedral COIIl'1truido
un bosque sagrado, el que file más tarde destruido
por 108 romanoa, levalltálldose un templo a
Hércules.
El reloj de dicha catedral, obra de lIabrecht, fué
construido en 1750; en él se observan todas las I'e\'olucj{)
nes del calendario, las ecuaciones solares i IUllarea,
el computo ecleeiástico i otras muchas preciosidades
artísticas. Al dar las lioras se inclinan los (luce
Apóstoles ante el trOIlO del Señor; ol>tel;ta asilTlismo
un gallo como símbolo de yijilancin, el cual cuando la
campana marca las horas, aJita lal! alas i produce un
sonido imitando al dc ella a\'e.
Refieren Iñor Hodolfo Y ('gn. (njcnte». _ •.....• 4
Drl scñtll' 'l'omlls Y tlrgas, (ajcnte) ...•••.. :3
De Varios suscritorcs (2" serie) •• _....... 7
Suma.•..•••••.$ 294
GASTADO:
Vienen del número 16•••••••. 327 80
En Impresiones (número 16).............. 1860
En Gnstos do Ajencia ( id. ) ••• _." _..... 2 60
Suma.......... 349 00
HAN RETIRADO LAS SUSCRICIONES:
]7 • eñor Cnmilo 'rn·ado.. _..... _•.••••.• Sucorro.
] 8 Señor Antonio Villnlobos_ .•• _. _. _.... Rocorro,
PATRIOTICO.
t:3:~ ,!, 2=P ~I
la la la la lo. la la la la la. la la. la la la la la lu la la la ]a la.
Socorro.-Imprenta ele Sandalio Cancino.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Pestalozziano: periódico científico - N. 17", -:-, 1876. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3684709/), el día 2025-07-01.