Foto: Julián Camilo Lerma
Temporada Nacional de Conciertos Banco de la República 2022
JIMMY DANIEL SIERRA
(Colombia)
guitarra
Jueves 22 de septiembre de 2022 · 7:00 p.m.
Cartagena, Centro de Formación de la Cooperación Española
PULEP: PSX123
Jueves 29 de septiembre de 2022 · 6:30 p.m.
Montería, Auditorio Bloque 3 de la
Universidad Pontificia Bolivariana
PULEP: UFR915
SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES
TOME NOTA
Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa y en
el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al
concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.
Si al momento de llegar al concierto este ya ha iniciado, el personal del auditorio
le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las
recomendaciones dadas por los artistas que están en escena. Tenga en cuenta que
en algunos conciertos, debido al programa y a los requerimientos de los artistas, no
estará permitido el ingreso a la sala una vez el concierto haya iniciado.
Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar durante el
concierto con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como
para los artistas.
Un ambiente silencioso es propicio para disfrutar la música. Durante el transcurso
del concierto, por favor mantenga apagados sus equipos electrónicos, incluyendo
teléfonos celulares y alarmas de reloj.
Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes, no está
permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el
concierto.
Los artistas interesados en presentar una propuesta de concierto pueden visitar el
enlace www.banrepcultural.org/servicios/como-presentar-su-propuesta-artistica en
el que encontrarán información pormenorizada acerca de este proceso.
Si desea recibir información sobre la actividad cultural del Banco de la República
ingrese a www.banrepcultural.org/servicios/listas-de-correo y suscríbase a las listas
de correo de su preferencia.
Para remitir al Banco de la República sus solicitudes de información, peticiones,
quejas, reclamos, sugerencias, felicitaciones o denuncias de actos de corrupción,
puede ingresar al siguiente enlace www.banrep.gov.co/atencion-ciudadano
o acercarse a los puntos de atención dispuestos para esto en las diferentes oficinas del
Banco de la República a nivel nacional.
SÍGANOS EN
Sala de Conciertos @Banrepcultural Banrepcultural Banrepcultural
Luis Ángel Arango
1
LA NUEVA CARA DE LA SERIE DE LOS
JÓVENES INTÉRPRETES
¿Cómo apoyar la carrera de los músicos emergentes en Colombia? ¿Qué hacer
para que nuestros jóvenes conozcan, disfruten y entren en contacto directo
con el arte de vanguardia, y puedan estar al mismo nivel? Seguramente estas
fueron algunas de las preguntas que se hizo el Banco de la República previo
a la creación de uno de sus más importantes programas a nivel nacional, la
Serie de los Jóvenes Intérpretes. Esta convocatoria anual, vigente desde 1985,
ha ofrecido a los intérpretes colombianos, de manera ininterrumpida, un
espacio para mostrar y desarrollar sus habilidades artísticas. Durante más de
tres décadas, este programa ha sido la ventana de una gran cantidad de músicos
que hoy siguen triunfando en escenarios nacionales e internacionales.
La Serie de los Jóvenes Intérpretes resulta ser para muchos la primera
experiencia en un escenario profesional, en el cual se enfrentan a un público
conocedor y crítico que valora en alta medida su talento. A partir de 2021
la convocatoria tuvo cambios significativos con el propósito de mantener
una relación más prolongada en el tiempo entre el Banco y los músicos
seleccionados, así como fortalecer sus competencias interpretativas y
ampliar las posibilidades de circulación de estos. Los seleccionados tienen
la oportunidad de permanecer hasta cuatro años en el programa, cada año
participando en diferentes espacios y como parte de diferentes franjas de la
programación musical del Banco. Al final de cada año se hace una evaluación
de los artistas seleccionados para determinar quiénes pueden avanzar a la
siguiente fase del programa.
En 2022 se presenta la primera cohorte de jóvenes que hacen parte de este
nuevo formato, actuando veintitrés músicos en la Sala de Conciertos de la
Biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá, y dieciséis en las diferentes ciudades
en las que el Banco de la República tiene presencia. Este año contaremos con
un amplio abanico de solistas y agrupaciones, así como un repertorio variado
que abarca desde música académica, hasta el jazz y las músicas tradicionales
colombianas. Los invitamos a continuar disfrutando de la música en vivo y
ser testigos del desarrollo del talento joven colombiano que hace parte de la
programación de la Temporada Nacional de Conciertos.
Sección de Música
Subgerencia Cultural
Banco de la República
2
ACERCA DEL INTÉRPRETE
Jimmy Daniel Sierra, guitarra
Jimmy inició sus estudios musicales y de guitarra clásica con su padre, Jimmy
David Sierra. En el primer semestre de 2016 ingresó al Programa Básico de
Estudios Musicales del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia
bajo la tutoría de David Mariño y en 2017 ingresó al pregrado, donde su
formación guitarrística está a cargo de Sonia Díaz. Jimmy ha tomado clases
con Johan Fostier, Francisco Correa, Jean Carlo Espíndola, Alexánder Parra,
Stephen Goss y Carlos Barbosa-Lima, y participó en la ‘Escuela Internacional:
tres perspectivas de la guitarra’, donde tomó clases con Julián Navarro, Enric
Madriguera y Dan Lippel.
Foto: Julián Camilo Lerma
3
Este concierto en Montería cuenta
con el apoyo de la Universidad
Pontificia Bolivariana
El concierto en Cartagena
cuenta con el apoyo de
Durante 2017, formó parte del Ensamble Cóndor, agrupación de música
colombiana con la cual ocuparon el segundo lugar en el XVIII Concurso
Nacional de Duetos y Música Andina Colombiana en el municipio de Cajicá
y con quien se presentó en los auditorios Teresa Cuervo Borda del Museo
Nacional de Colombia, León de Greiff de la Universidad Nacional, Olav Roots
del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia y en el Planetario
de Bogotá, y en el auditorio Hernando Patiño Cruz de Palmira. Ha actuado
en recitales compartidos y como solista en los auditorios Guillermo Uribe
Holguín y León de Greiff en Bogotá.
Jimmy fue seleccionado para participar en la Serie de los Jóvenes Intérpretes
2020 del Banco de la República. Actualmente cursa noveno semestre de
Música Instrumental con énfasis en guitarra clásica en la Universidad Nacional
de Colombia y es integrante de la Orquesta de Guitarras de esta universidad
desde 2016. En 2021 ocupó el segundo lugar en el Octavo Premio Nacional
de Arte Universitario 2021 de la Universidad del Cauca.
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PROGRAMA
Cinco preludios (1940)
No. 1
No. 2
No. 3
No. 4
No. 5
HEITOR VILLA-LOBOS (1887-1959)
Les barricades mystérieuses (1717) FRANÇOIS COUPERIN (1668-1733)
Original para clavecín
Adaptación para guitarra de
Jimmy Daniel Sierra
Capricho 24 de 24 caprichos para violín solo
(1802-1817)
NICCOLÒ PAGANINI (1782-1840)
Adaptación para guitarra de
Jimmy Daniel Sierra
INTERMEDIO
Valses venezolanos (1939)
Tatiana
Andreina
Natalia
Yacambú
ANTONIO LAURO (1917-1986)
Bambuco en mi (1967) ADOLFO MEJÍA (1905-1973)
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NOTAS AL PROGRAMA
Por Daniela Peña
Hoy escucharemos la guitarra en un gran escenario, pero para llegar hasta
acá, esta tuvo que recorrer muchos caminos. Este pequeño instrumento fue
apareciendo en la escena cortesana en el siglo xvi; se publicaron varios libros
en su honor y un personaje de la talla de Fray Juan Bermudo la incluyó en
su Declaración de los instrumentos musicales de 1555. Sin embargo, su lado B
estuvo siempre latente y le fue imposible escapar del bagaje que la unía con el
bajo mundo; con borrachos, malandros y otros personajes incómodos para la
sociedad. Ya en 1611, Sebastián de Covarrubias la mencionó en su Tesoro de
la lengua castellana, aunque no para alabarla, sino para hacer eco a las voces
que la vituperaron por ser todo lo que no era la vihuela: la guitarra se tildaba
de ruidosa y vulgar, pero, a la vez, más joven, más alla mode, más sencilla de
tocar y, si se permite la expresión, más resultona:
Este instrumento [la vihuela] ha sido hasta nuestros tiempos muy estimado, y ha
avido excelentissimos musicos: pero despues que se inventaron las guitarras, son
muy pocos los que se dan el estudio de la viguela. Ha sido una gran perdida, porque
en ella se ponia todo genero de musica punteada, y aora la guitarra no es mas que un
cencerro, tan facil de tañer, especialmente en lo rasgado, que no ay moço de cavallos
que no sea musico de guitarra (Covarrubias, 1611: 74-r).
Por fortuna, esta mala propaganda se ha ido apagando y, actualmente,
aunque persiste, ha perdido fuerza. El programa de hoy lo demuestra y nos
da una degustación de todo lo que puede; de todo lo que es y de todo lo que
no es la guitarra. Un instrumento con un repertorio propio, pero que también
puede tomar prestada y enaltecer música escrita originalmente para otras
fuentes de sonido; un instrumento que acoge a compositores cuyos mundos
son igualmente variopintos y que tienen tantos colores como los que podemos
encontrar en la que alguna vez fue considerada, injustamente, antagonista
del buen gusto. Un instrumento que genera un diálogo entre lo popular y lo
académico sin que nadie haya salido herido.
El bambuco es un vivo ejemplo de que la música —al igual que los
pueblos—, las naciones… todos somos el resultado de varias realidades
interactuando de manera simultánea, sin miedo a encontrarse.
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Heitor Villa-Lobos (1887-1959), que fue, en igual medida, músico
académico y músico popular, tampoco escatimó a la hora de unir mundos. Su
entrenamiento en el conservatorio dialogó incesantemente con su experiencia
en el mundo de los chorões, esos músicos urbanos que tomaron las herencias
africanas, europeas e indias en el Brasil y crearon música que hablaba desde la
improvisación, de la misma forma que desde la tradición escrita.
El percusionista Wilson das Neves dijo que, en la música brasilera, la
percusión es de origen negro, la armonía viene de las élites y ¿la melodía? La
melodía viene de todos1. Parece que Villa-Lobos supo esto desde siempre y
decidió, a lo largo de su carrera musical, homenajear esta multiplicidad sin
ningún temor. Los Cinco preludios fueron compuestos en 1940 para su alumna
y luego esposa Arminda Neves d’Armeida, a quien cariñosamente llamaba
‘Mindinha’. Ella fue quien los tituló luego de que su compañero los dibujara
en la partitura. En estos, hay guiños a los habitantes del campo, a la capoeria,
a la juventud musical en Río de Janeiro, a los indios brasileros y, desde luego,
como es habitual en su obra, a Johann Sebastian Bach. Los Cinco preludios
hablan en muchos idiomas y, desde el amor por su esposa, hablan a todo el
pueblo brasilero, a la comunidad de guitarristas, a los chorões; a las valsas, las
mazurcas, las maxixes; al lenguaje académico en el que conoció a Bach y al
lenguaje que aprendió con João Pernambuco.
Viajemos ahora a los albores del siglo xviii, a la corte de Versalles en
Francia, en donde François Couperin ‘Le grand’ (1668-1733) se desempeñó
como organista, maestro de música de cámara, además de profesor de
composición y acompañamiento del pequeño Duque de Borgoña, nieto de
Luis xiv. El tecladista, que provenía de un largo linaje de músicos, se preocupó
especialmente por la enseñanza del clavecín; publicó un tratado pedagógico
llamado L’art de toucher le clavecin (El arte de tocar el clavecín), en el que
explica minuciosamente la edad recomendada para comenzar a estudiar el
instrumento, la posición del cuerpo, la posición de las manos, las digitaciones
más favorables, entre muchos otros aspectos. Además, publicó cuatro libros,
divididos, a su vez, en lo que el propio compositor llamó ordres (órdenes), es
decir, grupos de piezas en la misma tonalidad.
En el Segundo libro, de 1717, se encuentra la pieza titulada Les barricades
mystérieuses (Las barricadas misteriosas), cuyo título el compositor logró
mantener, hasta hoy, en un misterio. Lo que sí sabemos es que está escrita
en el llamado style brisé o style luthé, que hacía referencia a la manera como
1 Documental As batidas do samba, Paxu (2010).
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los laudistas franceses arpegiaban las cuerdas de su instrumento y que, como
la mayoría de las piezas de estas colecciones, evoca imágenes o retratos, que
el compositor buscaba representar con los dedos, según se consigna en el
prefacio del Primer libro 2.
François Couperin fue un personaje que buscó la unión, primero entre
sonido e imágenes; además, alejándose de las disputas contemporáneas al
buen estilo de la Guitaromanie, buscaba igualmente la unión entre el estilo
francés y el italiano, que desde siglos había enfrentado inoficiosamente a
compositores e intérpretes. También, y aunque no fue el único, buscó la unión
entre los lenguajes hablados por laudistas y clavecinistas, así como hoy lo hace
Jimmy Daniel Sierra, al traducir esta pieza enigmática al lenguaje de la guitarra
moderna.
El Capricho No. 24 de Niccolò Paganini (1782-1840): la obra más
conocida de quien fuera la mayor celebridad del violín en el siglo xix; de
ese personaje cuyo estilo de vida sería envidiado por cualquier rockstar de las
décadas de los setenta y ochenta, y cuya popularidad sobrepasaría de lejos la
de los influencers que tanto dan de qué hablar hoy en día. Esa figura lánguida,
esbelta, enigmática y caótica, ese maestro del espectáculo, que se sabía un
virtuoso y que tenía plena seguridad en sus extravagantes capacidades, nunca
dudó en explotarlas para atraer a su público:
(…) subrayaba la cualidad diabólica de sus conciertos, y apelaba a todos los recursos,
excepto el de aparecer en escena envuelto en una llama azulada. Ofrecía saturnales
más que conciertos. Uno de sus trucos consistía en romper una cuerda en medio
de una composición, y continuar hasta el final con solo tres cuerdas. O bien extraía
un par de tijeras, cortaba tres de las cuerdas y hacía milagros sólo con la cuerda sol
(Schoenberg, 2004, p. 170).
Los espectáculos de Jimmy Hendrix resultarían conservadores al lado de
este genovés que, además, fue un reconocido guitarrista. Se dedicó a extender
las posibilidades del violín hasta niveles extravagantes y el Capricho No. 24 es
una muestra de ello, pues se trata de un catálogo de variaciones, casi a manera
de estudio, cuyo objetivo principal es exprimir la técnica del instrumento y de
su intérprete, llegando a lugares que parecían imposibles hasta ese entonces.
El venezolano Antonio Lauro (1917-1986) habló en múltiples escenarios;
su dedicación a la política y su lucha por la democracia no fueron silenciosas y
2 Pieces de clavecin composées par Monsieur Couperin – Premier livre (Piezas para clavecín compuestas
por el Señor Couperin - Primer libro), 1717.
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esto lo llevó a ser uno de los tantos artistas que tuvieron la desdicha y el honor
de ser llamados presos políticos durante las dictaduras militares que callaban
sin piedad a las voces distintas en Venezuela. Una de sus armas fue, claro está,
la música; esa música que hablaba de nación, que pertenecía igualmente a la
historia más reciente y local, y a la más antigua y foránea; el vals fue uno de
los géneros que mejor hablaba de esta ambigüedad, ya arraigada a la figura de
la guitarra. Sus múltiples acentos lo hacen un ciudadano común en Europa y
Latinoamérica: waltz, vals, valsa, pasillo son algunos de los nombres que se le
han dado a este género que nos evoca, al estilo de Marescot, escenas urbanas
y rurales; festivas e íntimas.
Al igual que la Suite venezolana (pieza que resultó de su tiempo en prisión),
los Valses venezolanos son unas de las piedras angulares en la carrera de Lauro;
de ese estudiante de música que, luego de ser testigo del misticismo que
siempre acompañó las presentaciones de Agustín Barrios ‘Mangoré’, decidió
que la guitarra, y no el piano, sería la guía de su camino musical. 1932 fue el
año en que comenzó esa relación con el instrumento que le ayudaría a hablar
sobre y hacia el pueblo venezolano, al igual que se convertiría en un medio
para homenajear a sus seres queridos: Tatiana, Andreina y Natalia son los
nombres de su sobrina, su hermana y su hija, respectivamente, y Yacambú se
refiere a un paisaje que inserta a Venezuela en la Cordillera de los Andes.
El hijo adoptivo de Cartagena, como llamaron a Adolfo Mejía (1905-
1973), fue un compositor, poeta, pintor y, en general, humanista, que dedicó
su vida al arte. Con un padre orfebre y músico, y una madre que lo impulsó
a una vida de búsquedas estéticas, se insertó en el mundo sonoro desde muy
temprana edad, tocando la guitarra, la flauta y el piano y, más tarde, creando
obras de diversas naturalezas y acercando los dos mundos que no solían ser
aceptados como una pareja en muchos círculos intelectuales colombianos:
la música popular y la música académica. Adolfo Mejía no se consideraba
ni músico popular ni músico académico; simplemente músico. Y fue esta
falta de prejuicios acerca de ambos círculos lo que logró que su obra lograra
permearlos, respetarlos y brindarlos unidos casi siempre, a alumnos y amigos,
como solía hacer.
De su viaje a París y sus estudios con Nadia Boulanger queda el
acercamiento hacia la poética francesa, hacia los llamados compositores
impresionistas, cuya aproximación a los conceptos de melodía y armonía se
evidencia en algunas obras para piano. Un ejemplo de esto es el Bambuco
en mi que, aunque conserva el aire, el ritmo y la forma de la danza citada,
contiene también elementos ajenos a esta; armonías complejas y melodías con
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estructuras no siempre convencionales o que no se escucharían en un contexto
popular. Y, al final, además del matiz francés que dejarían los intercambios
académicos con su maestra, Mejía logra, casi sin esfuerzo, sonorizar lo que
Rafael Pombo dijo alguna vez de este aire nacional con colores indios,
africanos y andaluces:
Porque ha fundido aquel aire
la indiana melancolía
con la africana ardentía
y el guapo andaluz donaire.
Su ritmo vago y traidor
desespera a los maestros;
pero acá nacemos diestros
y con patentes de autor.
Tesoro de pobres es,
y ¡ay! que nadie se lo quita,
mientras su voz lo repita
y lo ejecuten sus pies.
Y si ordenase un tirano
la abolición del bambuco,
pronto vieran cuán caduco
es todo poder humano3.
Referencias
Covarrubias, S. D. (1611). Tesoro de la lengua castellana. Madrid.
Paxu, M. (2010). As batidas do samba, Paxu. [Video]. https://www.youtube.
com/watch?v=-TfS47z-O8M&t=1983s
Poeticuous. (s. f.). Rafael Pombo. El bambuco. https://www.poeticous.com/
rafael-pombo/el-bambuco?locale=it
Schoenberg, H. C. (2004). Los grandes compositores (I) De Claudio Monteverdi
a Hugo Wolf. Barcelona: Ediciones Robinbook.
Daniela Peña es egresada de la Pontificia Universidad Javeriana, en donde
cursó el énfasis de interpretación de guitarra clásica bajo la dirección de
César Augusto Quevedo. En 2015 terminó sus estudios en el énfasis de
investigación de la Maestría en Estudios Musicales de la Universidad
Central, dentro de cuyo marco ha recibido clases de laúd renacentista con
Daniel Zuluaga, Sam Chapman, Ariel Abramovich y Hopkinson Smith.
Actualmente participa continuamente con el Ensamble Barroco de Bogotá
y es candidata al título de Doctora en Historia del Arte y Musicología
del Departamento de Arte y Musicología de la Universidad Autónoma
de Barcelona (UAB) con una tesis sobre las intabulaciones para laúd del
primer libro de Vincenzo Galilei.
3 Fragmento del poema El bambuco de Rafael Pombo. Tomado de: https://www.poeticous.com/
rafael-pombo/el-bambuco?locale=it
Santiago Cañón-Valencia (Colombia), violonchelo
TEMPORADA NACIONAL
DE CONCIERTOS
Banco de la República 2022
Consulte toda la programación en
www.banrepcultural.org/actividad-musical
Citación recomendada (normas APA)
"Programa de mano - Jimmy Daniel Sierra, guitarra (Colombia)", Bogotá (Colombia):-, 2022. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3710686/), el día 2025-05-05.
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