Antiguos sonidos, jóvenes voces
Por Daniela Peña Jaramillo*
La Serie de los jóvenes intérpretes del Banco de la República tiene muchas facetas; podríamos decir que es uno de los escenarios más anhelados por los estudiantes de diferentes programas de música en el país, pero también tendríamos que agregar que, injusta y lamentablemente, es un espacio cuya importancia debería ser mucho mayor y que podría albergar muchos más espectadores de los que normalmente encontramos en la Sala. Se trata de un lugar que tendría que ser ansiado, no solo por quién añora actuar en este escenario, sino por un público mucho más amplio.
Las razones de la poca asistencia pueden ser muchas: el clima, el transporte, el horario, la falta de un nombre taquillero en el programa. Todas estas pueden ser válidas, pero ¿qué tal si pensamos en aquella persona que, en 1766, no se sintió suficientemente motivada para asistir al recital del pequeño Wolfgang junto a su hermana Nanerl, simplemente porque eran jóvenes, poco conocidos y, tal vez, la nieve se había encargado de entorpecer los caminos de la ciudad? En Bogotá no hay nieve, pero tenemos la lluvia; sin embargo, esta no debería ser una excusa para desaprovechar estos encuentros, estos lugares en donde jóvenes como el violinista José Miguel Rico deciden enfrentarse a aquellos compositores que escribieron la historia de la música con su obra y la regalaron a un público atemporal para que doscientos, trescientos, cuatrocientos años después, pudiera seguir disfrutando de ella.
En ocasiones no nos damos cuenta, no logramos apreciar lo poderoso que es ver a jóvenes debutantes interpretando música que se escribió hace cientos de años; reviviendo lo que otros compusieron para sus contemporáneos. Música que, tal vez, nunca pensaron que sobreviviría al paso del tiempo, ni que se convertiría en una llave para entender lo que, entonces, solía ser un presente ordinario, pero que luego se transformaría en un pasado maravilloso, lleno de misterios que solo la música lograría develar. Damos por sentado que un joven elija enfrentarse a la música del pasado para compartirla con el público en una de las salas de concierto más importantes del país; que, como José Miguel Rico, no se amedrante frente a lo que impone releer y hacer vivas piezas del calibre que pudimos escuchar el jueves 5 de mayo en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá.
El público fue íntimo y cálido; amigos, familiares, colegas, todos celebramos la manera como el intérprete se enfrentó a los grandes nombres de la historia de la música y los compartió con el público, desde un inmenso respeto por la Sala, por la música y por quienes estábamos escuchándola. El violinista se atrevió a dialogar con figuras como Niccolò Paganini, Piotr Ilich Tchaikovsky, Wolfgang Amadeus Mozart y Camille Saint-Saëns: se atrevió a leer, no solo diferentes épocas de la historia, sino las diferentes edades con que contaban los compositores al momento de escribir estas piezas; se atrevió a traducir los diferentes estados de madurez técnica, musical, espiritual y emocional de estos personajes. Pero, sobre todo, se atrevió a ser él y cerró, no como se esperaría, con la ‘pirotecnia paganiana’, sino con un bambuco del colombiano ‘Lucas’ Saboya, que recogió toda la emoción que se había acumulado a lo largo del concierto.
El concierto comenzó con los 38 años de Tchaikovsky y la manera en que tradujo los diferentes estados de la melancolía que deja el abandono de un lugar querido, una melancolía que solo puede entender quien lleva ya algunas décadas en el mundo y con varios sufrimientos a cuestas, como es el caso de este internacional ruso. Después, la primera década del pequeño Wolfgang y la libertad sin límites que solo un niño puede expresar; las cadencias inconclusas, el instrumento solista que se vuelve acompañante, todo, sin ningún tipo de inhibición o de imposición técnica.
Luego del intermedio, lo que todos esperaban: la juventud de Paganini; sus veinte años y la sensación de infinitud que los acompaña; el despliegue técnico y la teatralidad a la cual poco se resisten y que, sin quererlo, quieren calcar. José Miguel no copió ningún movimiento, no emuló o buscó imitar. Tocó a su manera y eligió los entornos sonoros y técnicos adecuados para hacerlo; no quiso ser Paganini, pero respetó su música, así como este hizo con la música de Johann Sebastian Bach en su Capricho en si menor. Finalmente, la festividad ibérica y los aires de zarzuela que Saint-Saëns logró capturar en la Introducción y rondó caprichoso; con un aura decimonónica y folclórica que iría organizando el escenario para el El arenoso, ese bambuco que, tocado en piano y violín recordó a los grandes salones del XIX en donde este ritmo era interpretado por ensambles que buscaban dialogar con el antiguo continente. Un diálogo que José Miguel Rico recuperó, revitalizó y presentó a su público; un diálogo atemporal entre la infancia, la madurez y la juventud de la música, sus creadores y sus nuevas voces, que nos invita a visitar y ser parte de estos espacios que albergan siglos y siglos de sonidos e historias.
Reseña acerca del concierto que ofreció el joven violinista José Miguel Rico (Colombia) el jueves 5 de mayo en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango en Bogotá como parte de la Temporada Nacional de Conciertos 2022.
* Daniela Peña Jaramillo es egresada de la Pontificia Universidad Javeriana, en donde cursó el énfasis de interpretación de guitarra clásica bajo la dirección de César Augusto Quevedo. En 2015 terminó sus estudios en el énfasis de investigación de la Maestría en Estudios Musicales de la Universidad Central, dentro de cuyo marco ha recibido clases de laúd renacentista con Daniel Zuluaga, Sam Chapman, Ariel Abramovich y Hopkinson Smith. Actualmente participa continuamente con el Ensamble Barroco de Bogotá y es candidata al título de Doctora en Historia del Arte y Musicología del Departamento de Arte y Musicología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) con una tesis sobre las intabulaciones para laúd del primer libro de Vincenzo Galilei.
Citación recomendada (normas APA)
Daniela Peña Jaramillo, "Reseña concierto José Miguel Rico: Antiguos sonidos, jóvenes voces", -:-, 2022. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3710517/), el día 2025-05-06.
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