Foto: Julián Camilo Lerma
Temporada Nacional de Conciertos Banco de la República 2022
JIMMY DANIEL SIERRA
(Colombia)
guitarra
Miércoles 27 de abril de 2022 · 6:30 p.m.
Sincelejo, Salón de reuniones del
Parque Comercial Guacarí
PULEP: VEX756
Jueves 28 de abril de 2022 · 6:30 p.m.
Montería, Auditorio Bloque 3 de la
Universidad Pontificia Bolivariana
PULEP: UFR915
SERIE DE LOS JÓVENES INTÉRPRETES
TOME NOTA
Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en los avisos de prensa y en
el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al
concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.
Si al momento de llegar al concierto este ya ha iniciado, el personal del auditorio
le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las
recomendaciones dadas por los artistas que están en escena. Tenga en cuenta que
en algunos conciertos, debido al programa y a los requerimientos de los artistas, no
estará permitido el ingreso a la sala una vez el concierto haya iniciado.
Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o fumar durante el
concierto con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como
para los artistas.
Un ambiente silencioso es propicio para disfrutar la música. Durante el transcurso
del concierto, por favor mantenga apagados sus equipos electrónicos, incluyendo
teléfonos celulares y alarmas de reloj.
Por respeto a los derechos de autor de los compositores e intérpretes, no está
permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el
concierto.
Los artistas interesados en presentar una propuesta de concierto pueden visitar el
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el que encontrarán información pormenorizada acerca de este proceso.
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ingrese a www.banrepcultural.org/servicios/listas-de-correo y suscríbase a las listas
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o acercarse a los puntos de atención dispuestos para esto en las diferentes oficinas del
Banco de la República a nivel nacional.
SÍGANOS EN
Sala de Conciertos @Banrepcultural Banrepcultural Banrepcultural
Luis Ángel Arango
1
ACERCA DEL INTÉRPRETE
Jimmy Daniel Sierra, guitarra
Jimmy inició sus estudios musicales y de guitarra
clásica con su padre, Jimmy David Sierra. En el primer
semestre de 2016 ingresó al Programa Básico de Estudios
Musicales del Conservatorio de la Universidad Nacional
de Colombia bajo la tutoría de David Mariño y en 2017
ingresó al pregrado, donde su formación guitarrística
se encuentra a cargo de Sonia Díaz. Jimmy ha tomado
clases con Johan Fostier, Francisco Correa, Jean Carlo
Espíndola, Alexánder Parra, Stephen Goss y Carlos
Barbosa-Lima, y participó en la ‘Escuela Internacional:
tres perspectivas de la guitarra’, donde tomó clases con
Julián Navarro, Enric Madriguera y Dan Lippel.
Durante 2017, Jimmy formó parte del Ensamble
Cóndor, agrupación de música colombiana con la cual
ocuparon el segundo lugar en el XVIII Concurso Nacional
de Duetos y Música Andina Colombiana en el municipio
de Cajicá y con quien se presentó en los auditorios
Teresa Cuervo Borda del Museo Nacional de Colombia, León de Greiff de la
Universidad Nacional, Hernando Patiño Cruz de la ciudad de Palmira, Olav
Roots del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia y en el
Planetario de Bogotá. Ha actuado en recitales compartidos y como solista en
los auditorios Guillermo Uribe Holguín y León de Greiff en Bogotá.
Jimmy fue seleccionado para participar en la Serie de los Jóvenes Intérpretes
2020 del Banco de la República. Actualmente cursa noveno semestre de
Música Instrumental con énfasis en guitarra clásica en la Universidad Nacional
de Colombia y es integrante de la Orquesta de Guitarras de esta universidad
desde 2016. En 2021 ocupó el segundo lugar en el Octavo Premio Nacional
de Arte Universitario 2021 de la Universidad del Cauca.
Este concierto en Montería cuenta con el apoyo
de la Universidad Pontificia Bolivariana
El concierto en Sincelejo cuenta con el apoyo
del Parque Comercial Guacarí
Foto: Julián Camilo Lerma
2
PROGRAMA
Fantasía y variaciones brillantes,
Op. 30 (1821)
Introducción
Tema
Variación I
Variación II
Variación III
Variación IV
FERNANDO SOR (1778-1839)
Versión en arreglo de Jimmy Daniel Sierra
(n. 2000)
Les barricades mystérieuses (1717) FRANÇOIS COUPERIN (1668-1733)
Original para clavecín
Adaptación para guitarra de
Jimmy Daniel Sierra
Valses venezolanos (1939)
Tatiana
Andreina
Natalia
Yacambú
ANTONIO LAURO (1917-1986)
Bambuco en mi (1967) ADOLFO MEJÍA (1905-1973)
INTERMEDIO
Cinco preludios (1940)
No. 1
No. 2
No. 3
No. 4
No. 5
HEITOR VILLA-LOBOS (1887-1959)
Capricho 24 de 24 caprichos para violín solo
(1802-1817)
NICCOLÒ PAGANINI (1782-1840)
Adaptación para guitarra de
Jimmy Daniel Sierra
3
NOTAS AL PROGRAMA
Por Daniela Peña
Hoy escucharemos la guitarra en un gran escenario, pero para llegar hasta
acá, esta tuvo que recorrer muchos caminos. Este pequeño instrumento fue
apareciendo en la escena cortesana en el siglo xvi; se publicaron varios libros
en su honor y un personaje de la talla de Fray Juan Bermudo la incluyó en
su Declaración de los instrumentos musicales de 1555. Sin embargo, su lado B
estuvo siempre latente y le fue imposible escapar del bagaje que la unía con el
bajo mundo; con borrachos, malandros y otros personajes incómodos para la
sociedad. Ya en 1611, Sebastián de Covarrubias la mencionó en su Tesoro de
la lengua castellana, aunque no para alabarla, sino para hacer eco a las voces
que la vituperaron por ser todo lo que no era la vihuela: ruidosa y vulgar,
pero, a la vez, más joven, más alla mode, más sencilla de tocar y, si se permite
la expresión, más resultona:
Este instrumento [la vihuela] ha sido hasta nuestros tiempos muy estimado, y
ha avido excelentissimos musicos: pero despues que se inventaron las guitarras,
son muy pocos los que se dan el estudio de la viguela. Ha sido una gran perdida,
porque en ella se ponia todo genero de musica punteada, y aora la guitarra no
es mas que un cencerro, tan facil de tañer, especialmente en lo rasgado, que no
ay moço de cavallos que no sea musico de guitarra (Covarrubias, 1611: 74-r).
Por fortuna, esta mala propaganda se ha ido apagando y, actualmente,
aunque persiste, ha perdido fuerza. El programa de hoy lo demuestra y nos
da una degustación de todo lo que puede; de todo lo que es y de todo lo que
no es la guitarra. Un instrumento con un repertorio propio, pero que también
puede tomar prestada y enaltecer música escrita originalmente para otras
fuentes de sonido; un instrumento que acoge a compositores cuyos mundos
son igualmente variopintos y que tienen tantos colores como los que podemos
encontrar en la que alguna vez fue considerada, injustamente, antagonista
del buen gusto. Un instrumento que genera un diálogo entre lo popular y lo
académico sin que nadie haya salido herido.
O, por lo menos, fuertemente herido, pues para 1828, momento en
que el español Fernando Sor (1778-1839) compuso su Op. 30, la Fantaisie
et Variations brillantes [sur deux airs favoris connus] (Fantasía y variaciones
brillantes [sobre dos aires favoritos conocidos]), el mundo de la guitarra en
4
Europa se encontraba en un verdadero frenesí. Las disputas eran frecuentes
y, al año siguiente, Charles de Marescot lo demostraría con la publicación
de su libro titulado Guitaromanie, como también se le llamó a este periodo
romántico de furor guitarrístico. En él, el autor incluyó algunas piezas para
guitarra, acompañadas de imágenes que ilustraban el mundo musical en el que
vivían quienes se dedicaron a este ecléctico instrumento:
La Guitaromanie: Discusion entre les carulistes et les molinistes (1829)
Charles de Marescot
Acá, dos bandos: carulistas y molinistas1, defendiendo y atacando,
respectivamente, la noble causa de portar las uñas largas en la mano derecha.
Pero lo que realmente logra la publicación de Marescot es representar cuán
importante era el instrumento de seis cuerdas en la vida pública y privada de
las ciudades en la primera mitad del siglo xix. Era, por ejemplo, el encargado
de crear la banda sonora de los bailes de los grandes salones:
La guitaromanie: La contredanse (1829)
Charles de Marescot
1 Carulistas a favor de Ferdinando Carulli (1770-1841) y Molinistas a favor de Francesco Molino
(1768-1847).
5
Acompañaba, además, la vida musical nocturna e, incluso, formaba parte
de los rincones más íntimos del hogar:
La guitaromanie: La sérénade (1829)
Charles de Marescot
La guitaromanie: Les délassemens de l’hiver (1829)
Charles de Marescot
No es difícil entender entonces que un otrora militar español, quien tuvo
que huir de su país a causa de las implicaciones políticas de la era napoleónica,
causara furor en París, uno de los centros artísticos —y políticos— que más
músicos extranjeros acogió. Fernando Sor fue conocido por su aporte a la
literatura de la guitarra, pero su obra excede en creces lo que compuso para
este instrumento en el que se destacó, además, como intérprete. La pieza que
escucharemos hoy fue dedicada a otro de los músicos que edificó el repertorio
romántico de la guitarra: Dionisio Aguado, y nos presenta uno de los géneros
más explorados y reescritos en la historia de la música: la fantasía. Este género
longevo, de múltiples personalidades, ha deambulado desde el siglo xvi;
imposible de reducir a una única forma, y guiado por una ley transversal: la
alternancia de elementos contrastantes, la lucha caótica de la cual beberían
géneros como la sonata, la cantata, el concierto y la sinfonía. Al interior, un
tema con variaciones, otro género reconocido especialmente en el siglo xviii,
pero con célebres antepasados que, también desde el siglo xvi, deleitaron en
cortes y cámaras, con diferentes alias, como las diferencias y los bassi ostinati.
Viajemos ahora a los albores del siglo xviii, a Francia, a la corte de
Versalles, en donde François Couperin ‘Le grand’ (1668-1733) se
desempeñó como organista, maestro de música de cámara, además de profesor
de composición y acompañamiento del pequeño Duque de Borgoña, nieto de
Luis xiv. El tecladista, que provenía de un largo linaje de músicos, se preocupó
especialmente por la enseñanza del clavecín; publicó un tratado pedagógico
llamado L’art de toucher le clavecin (El arte de tocar el clavecín), en el que
explica minuciosamente la edad recomendada para comenzar a estudiar el
instrumento, la posición del cuerpo, la posición de las manos, las digitaciones
más favorables, entre muchos otros aspectos. Además, publicó cuatro libros,
6
divididos, a su vez, en lo que el propio compositor llamó ordres (órdenes), es
decir, grupos de piezas en la misma tonalidad.
En el Segundo libro, de 1717, se encuentra la pieza titulada Les barricades
mystérieuses (Las barricadas misteriosas), cuyo título el compositor logró
mantener, hasta hoy, en un misterio. Lo que sí sabemos es que está escrita
en el llamado style brisé o style luthé, que hacía referencia a la manera como
los laudistas franceses arpegiaban las cuerdas de su instrumento y que, como
la mayoría de las piezas de estas colecciones, evoca imágenes o retratos, que
el compositor buscaba representar con los dedos, según se consigna en el
prefacio del Primer libro 2.
François Couperin fue un personaje que buscó la unión; la unión entre
sonidos e imágenes; además, alejándose de las disputas contemporáneas al
buen estilo de la Guitaromanie, buscaba igualmente la unión entre el estilo
francés y el italiano, que desde siglos había enfrentado inoficiosamente a
compositores e intérpretes. También, y aunque no fue el único, buscó la unión
entre los lenguajes hablados por laudistas y clavecinistas, así como hoy lo hace
Jimmy Daniel Sierra, al traducir esta pieza enigmática al lenguaje de la guitarra
moderna.
Al igual que Sor, el venezolano Antonio Lauro (1917-1986) habló en
múltiples escenarios; su dedicación a la política y su lucha por la democracia
no fueron silenciosas y esto lo llevó a ser uno de los tantos artistas que tuvieron
la desdicha y el honor de ser llamados presos políticos durante las dictaduras
militares que callaban sin piedad a las voces distintas en Venezuela. Una de
sus armas fue, claro está, la música; esa música que hablaba de nación, que
pertenecía igualmente a la historia más reciente y local, y a la más antigua y
foránea; el vals fue uno de los géneros que mejor hablaba de esta ambigüedad,
ya arraigada a la figura de la guitarra. Sus múltiples acentos lo hacen un
ciudadano común en Europa y Latinoamérica: waltz, vals, valsa, pasillo son
algunos de los nombres que se le han dado a este género que nos evoca, al
estilo de Marescot, escenas urbanas y rurales; festivas e íntimas.
Al igual que la Suite venezolana (pieza que resultó de su tiempo en prisión),
los Valses venezolanos son unas de las piedras angulares en la carrera de Lauro;
de ese estudiante de música que, luego de ser testigo del misticismo que
siempre acompañó las presentaciones de Agustín Barrios ‘Mangoré’, decidió
que la guitarra, y no el piano, sería la guía de su camino musical. 1932 fue el
año en que comenzó esa relación con el instrumento que le ayudaría a hablar
2 Pieces de clavecin composées par Monsieur Couperin – Premier livre (Piezas para clavecín compuestas
por el Señor Couperin - Primer libro) , 1717.
7
sobre y hacia el pueblo venezolano, al igual que se convertiría en un medio
para homenajear a sus seres queridos: Tatiana, Andreina y Natalia son los
nombres de su sobrina, su hermana y su hija, respectivamente, y Yacambú se
refiere a un paisaje que inserta a Venezuela en la Cordillera de los Andes.
El hijo adoptivo de Cartagena, como llamaron a Adolfo Mejía (1905-
1973), fue un compositor, poeta, pintor y, en general, humanista, que dedicó
su vida al arte. Con un padre orfebre y músico, y una madre que lo impulsó
a una vida de búsquedas estéticas, se insertó en el mundo sonoro desde muy
temprana edad, tocando la guitarra, la flauta y el piano y, más tarde, creando
obras de diversas naturalezas y acercando los dos mundos que no solían ser
aceptados como una pareja en muchos círculos intelectuales colombianos:
la música popular y la música académica. Adolfo Mejía no se consideraba
ni músico popular ni músico académico; simplemente músico. Y fue esta
falta de prejuicios acerca de ambos círculos lo que logró que su obra lograra
permearlos, respetarlos y brindarlos unidos casi siempre, a alumnos y amigos,
como solía hacer.
De su viaje a París y sus estudios con Nadia Boulanger queda el
acercamiento hacia la poética francesa, hacia los llamados compositores
impresionistas, cuya aproximación a los conceptos de melodía y armonía se
evidencia en algunas obras para piano. Un ejemplo de esto es el Bambuco
en mi que, aunque conserva el aire, el ritmo y la forma de la danza citada,
contiene también elementos ajenos a esta; armonías complejas y melodías con
estructuras no siempre convencionales o que no se escucharían en un contexto
popular. Y, al final, además del matiz francés que dejarían los intercambios
académicos con su maestra, Mejía logra, casi sin esfuerzo, sonorizar lo que
Rafael Pombo dijo alguna vez de este aire nacional con colores indios,
africanos y andaluces:
Porque ha fundido aquel aire
la indiana melancolía
con la africana ardentía
y el guapo andaluz donaire.
Su ritmo vago y traidor
desespera a los maestros;
pero acá nacemos diestros
y con patentes de autor.
Tesoro de pobres es,
y ¡ay! que nadie se lo quita,
mientras su voz lo repita
y lo ejecuten sus pies.
Y si ordenase un tirano
la abolición del bambuco,
pronto vieran cuán caduco
es todo poder humano3.
3 Fragmento del poema El bambuco de Rafael Pombo. Tomado de: https://www.poeticous.com/
rafael-pombo/el-bambuco?locale=it
8
El bambuco es un vivo ejemplo de que la música —al igual que
los pueblos—, las naciones… todos somos el resultado de varias
realidades interactuando de manera simultánea, sin miedo a encontrarse.
Heitor Villa-Lobos (1887-1959), que fue, en igual medida, músico
académico y músico popular, tampoco escatimó a la hora de unir mundos. Su
entrenamiento en el conservatorio dialogó incesantemente con su experiencia
en el mundo de los chorões, esos músicos urbanos que tomaron las herencias
africanas, europeas e indias en el Brasil y crearon música que hablaba desde la
improvisación, de la misma forma que desde la tradición escrita.
El percusionista Wilson das Neves dijo que, en la música brasilera, la
percusión es de origen negro, la armonía viene de las élites y ¿la melodía? La
melodía viene de todos4. Parece que Villa-Lobos supo esto desde siempre y
decidió, a lo largo de su carrera musical, homenajear esta multiplicidad sin
ningún temor. Los Cinco preludios fueron compuestos en 1940 para su alumna
y luego esposa Arminda Neves d’Armeida, a quien cariñosamente llamaba
‘Mindinha’. Ella fue quien los tituló luego de que su compañero los dibujara
en la partitura. En estos, hay guiños a los habitantes del campo, a la capoeria,
a la juventud musical en Río de Janeiro, a los indios brasileros y, desde luego,
como es habitual en su obra, a Johann Sebastian Bach. Los Cinco preludios
hablan en muchos idiomas y, desde el amor por su esposa, hablan a todo el
pueblo brasilero, a la comunidad de guitarristas, a los chorões; a las valsas, las
mazurcas, las maxixes; al lenguaje académico en el que conoció a Bach y al
lenguaje que aprendió con João Pernambuco.
Para finalizar, el Capricho No. 24 de Niccolò Paganini (1782-1840): la
obra más conocida de quien fuera la mayor celebridad del violín en el siglo
xix; de ese personaje cuyo estilo de vida sería envidiado por cualquier rockstar
de las décadas de los setenta y ochenta, y cuya popularidad sobrepasaría de
lejos la de los influencers que tanto dan de qué hablar hoy en día. Esa figura
lánguida, esbelta, enigmática y caótica, ese maestro del espectáculo, que se
sabía un virtuoso y que tenía plena seguridad en sus extravagantes capacidades,
nunca dudó en explotarlas para atraer a su público:
(…) subrayaba la cualidad diabólica de sus conciertos, y apelaba a todos los recursos,
excepto el de aparecer en escena envuelto en una llama azulada. Ofrecía saturnales
más que conciertos. Uno de sus trucos consistía en romper una cuerda en medio
4 Documental As batidas do samba, Paxu (2010): https://www.youtube.com/watch?v=-TfS47z-
O8M&t=1983s
9
de una composición, y continuar hasta el final con solo tres cuerdas. O bien extraía
un par de tijeras, cortaba tres de las cuerdas y hacía milagros sólo con la cuerda sol
(Schönberg, 2004, p. 170).
Los espectáculos de Jimmy Hendrix resultarían conservadores al lado de
este genovés que, además, fue un reconocido guitarrista. Se dedicó a extender
las posibilidades del violín hasta niveles extravagantes y el Capricho No. 24 es
una muestra de ello, pues se trata de un catálogo de variaciones, casi a manera
de estudio, cuyo objetivo principal es exprimir la técnica del instrumento y de
su intérprete, llegando a lugares que parecían imposibles hasta ese entonces.
Referencias
Covarrubias, S. D. (1611). Tesoro de la lengua castellana. Madrid.
Marescot, C.d. (1829). La Guitaromanie. París. https://s9.imslp.org/files/
imglnks/usimg/1/13/IMSLP491678-PMLP796083-La_Guitaromanie_
(Charles_de_Marescot)_fac_Marieh.pdf
Paxu, M. (2010). As batidas do samba, Paxu. [Video]. https://www.youtube.
com/watch?v=-TfS47z-O8M&t=1983s
Poeticuous. (s. f.). Rafael Pombo. El bambuco. https://www.poeticous.com/
rafael-pombo/el-bambuco?locale=it
Schonberg, H. C. (2004). Los grandes compositores (I) De Claudio Monteverdi a
Hugo Wolf. Barcelona: Ediciones Robinbook. https://www.youtube.com/
watch?v=-TfS47z-O8M&t=1983s
Daniela Peña es egresada de la Pontificia Universidad Javeriana, en donde
cursó el Énfasis de interpretación de guitarra clásica junto al maestro
César Augusto Quevedo. En 2015 terminó sus estudios en el énfasis de
investigación de la Maestría en Estudios musicales de la Universidad
Central (UC), dentro de cuyo marco ha recibido clase de laúd renacentista
con los maestros Daniel Zuluaga, Sam Chapman, Ariel Abramovich y
Hopkinson Smith. Actualmente es profesora de la asignatura de historia
de la música en el pregrado en estudios musicales de la UC, y participa
en el ensamble de la maestría en estudios musicales de dicha institución.
Foto: Hans Morren
TEMPORADA NACIONAL DE CONCIERTOS
Banco de la República 2022
¡Junio en Sincelejo y Montería!
Concierto de
Cappella Pratensis (Países Bajos)
ensamble vocal
Este concierto se realiza también en Bogotá
Consulte toda la programación en
www.banrepcultural.org/actividad-musical
Citación recomendada (normas APA)
"Programa de mano - Jimmy Daniel Sierra, guitarra (Colombia)", Bogotá (Colombia):-, 2022. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3710448/), el día 2025-05-01.
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