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Buena Lectura - N. 26

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  • Año de publicación 01/12/1911
  • Idioma Español
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Buena Lectura - N. 26", -:-, 1911. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3683813/), el día 2025-10-06.

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Buena Lectura - N. 26

Por: | Fecha: 01/12/1911

Mede11ítt-Co1otttbia-1Q de Diciembre de 1911 BUENA LECTURA PROPIEDAD DE L .l 'J'IPOGR&Fi tl DEL EXTERNADO ~ot. t• serie 2~ { DIRE TOR, RAMON MEJIA O. } Número 26 BUE.NA LECTURA La liga del silencie contra el suicidio. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. . 4 i~ . W. ,.E DEZ . V ARIE.DADES _____ .. - ·-· . - L st líneas un recuerdo de quien i qu i . re mucho · mír t~mbi n una lec·ci ón d~ qui n e interesa por tí más todavía. Er s rico .v noble .Y te ha dado ios un claro tal ento· p ro cree, Manolo, qu nin)';o·una d e. ta co. as hacen la vida m: f'eUz ni m " ~ bu ena. 6l o tu e raz6n po. d r á. proporcionarte la dicha . i lo con r­va como ha ta ahora, genero o , bueno. ijo un poeta, que era e l mismo ti mpo pen. ador profundo : Rn mí L n(To la fuC'nt d • alearía, i mprf' la ht\' ..... ¡Yo n lo abía: ábclo pues desdo hora, y no lo olvi­de nunca. As] no endrán que .n eñn l'· te lo deseno·años: con pen s y 1 "0 Tima . la pr fuuda verdad que to cuento te nseña rif'ndo . .lt;'t CO'IY"z6n qu · nrula rJ, · . ea n 1' t em e. e.. el ol o q u po. e e 1 rt rl icllfl. II o 6 i leí e t ·uent Mal a - kachtí. aht- 1 aclní sa.nl·-ftí , aok--ft1 hil'Í\ í l·ó 1-ó. ('Jl Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • • f. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 59 ENA LEC'I RA V ? ...... 0 'J't\.Dd c6mo er Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -Porque 1li de eo oba ni temo pcr­ler i·ta. -tPero dónde en uentra tu dicha~ >regunt6 el Vi ir, qu no co prendió a rofund&. r pu ta del i jo. -D ntro de mí mi mo. El i ir alboroz d arr jó á lv >i Jel pastor un aco d equí 1 >idi6 una cami a. El anciano brió nriendo eJ a le piel que le cubría loh ort r a nesperadal ¡Oh desengaño cruel. . . 1 El hombre feliz no tenía cami ~ J ••• LU1 ÜOLOM . l1r ~· yo. , Er u hubo un ilu vio n Bret ña: no 1 diluvio u ni ver al, in o el u e fué xpre o ara lo br tone . Formaba eutonce · rt d l tie· L'l'a firm el monte de u Mibuel, y ún ~ á au: e encontrab , á 1 ori- 11 dedel río Bone non, la parro uia an Vio 1, ue e tá hora ' ci n bra-zad bajo l agua, enl bahía de Can cale. Amel, hijo d aúl, guardaba lo3 rebaño del oñor ~an inol. u udo hubo cumplido inticinco años., tomó ~or e po a á nhor, la Rubta,qu fn aba n lo diez y eh . e amaban mucho. Ella era bue­na y linda. El a.lt0 y fuerte no te­mía al trab jo: er el ue llev ba á la virgen de la igl ia en la fiesta del mes de ~oto . L V u·gen de S n Vinol ra to­da d ¡lctta, y era rica, porque toda la gentes de la comarca reían ro i­mir sus pecados con el liuo, el tribo y lalan que le depo itaban á lo pi s. eng~ñaba.n: no e redimen lo pe­cado 100 cou el arrep ntimiento. .. A. m el y. Penhor tu vi ren un hij - to, y se amaron mucho má junto á 597 la cun . Cuando cumpli el n1no nueve día ,Benhor lo tomó en br zos y e irigió l altar de la Virgen. ír lo buena Virgen, dijo: le h mos puesto Raúi: el nombre de u a uelo. ír lo bien para que le uo­nozca 1 ía que tenga nece ida e tí. o abe i fué por causa de lo. p cados d la parroquia de San Vinol, ó por cau a de las otra pa­rroquia · pero he ahí que una noche de in m en a desgracia, el río hinchó u agua como la leche hirviendo que r bosa lo borde del vaso. El viento soplaba tempe tuoso;la lluvia caía á torrentes; la tierra temblaba febricitante. Toda la llanura se cubrí' de agua, y á la mañana i­guiente pareció que no se e bord .. ba el río sino el mar. Ll g b é te ombrío, agitado é üa undo. H b.ía roto las barrera pue.:>t ' su cólera por 1 mano e Dio . Ll g ba, pero ya no se 11· ma­ba 1 mar sino 1 diluvio. L?s inunda o. se refugiaron en la gle 1a an V1nol, que e taba i-tuad en llu ar lto. m 1 y Pen-hor ermaueci ron á 1 u rta d u ca a, edifi.c da á m· yor altura que la gle ia. . ua do ~1 agu. lleg á llos, ubt ron al pnmor 1so con Raulito. Y uaudo 1 agua lo igui' aHí, tt· - p ~·?n ;obre el t cho· El agu lo si­gulo aun. -E poso mío, ijo Ponhor, v . mos á tnorir todos juntos. - o, re pondió Amel. -i u e qué? exclamó ell J Pen-sará al .. ndonarnos -.r o, repitió el tor. El agua lJ egaba. A el, de 1 n el caballete, greg : -Coge á nue tro Raulito· voy á. a' u­d: rle ú. tr pa~· obre í· p~ndrá tu p1es sobr 1 hombro y te tendrá firm . -·J lJ. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !). fi u alzar al uu1 , y n tou · s no sorpr n }if, f!U 1 osa.ra, tant .P uho1 la nHt l' , s a ín. á 'l e u mauu 1 t•ri : ¡ adas por la 1nu rt , y el pa 11·, so asía á la madre; -¡Oh! i,jo la Virgen cotnnovi d,t y gozosa á la vi t o ·t raci ·t 11:1 do corazo11cs . ¡ ios ~1a hecho bo 11 a~ (!OS s 011 la tierra! ou uu liouso le ..;u ror aje · r 'llnd pus , 1 pa r n la madr . (t la nut lr 011 ol hijo: tr' nmor , q u u o tio11 u ·iuo un solo nombr · la fan~ilia. JUPlTElt Y L 0\'EJA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E l ~ e · l linero e rnill ( U de otra te de' ez en cuando LE ']) 60il. te alo-ún tiemp procuraron luchar; pe­ro el vapor fu' el más fu rte y poco á poco . uno d pu ~ d otro, tuvieron ue cerrar su pu rta por falta de tra­bajo . · e Ya no se veían llegar las recua . ) las molineras t:..tvieron que vend r u cruce d oro. Ya no abía mo catel ni bail . or má que el ai r e opla r a la a pa que aban inmó' ile . La oledad fu/ grande y !a ruina de tan florecí nte indu tria completa. Y luégo uceáió que un día 1 ) untamient mandó de­rribar to a aqu lla choza , y e plan­taron en aquel terreno viña :r oliva­re . uerta tuve que explicarle desde fuera el objeto de mi visita y mientras estuve hablando con "1, el escuálido gato me bufaba cual si yo fuera el demonio. lo aco iban amonton' n o e del nte d la puerta y 1 hermoso o rano ru io se e p rda por todo lado en el sue­lo ... cEI tío ornill abría lo ojo cuan­to podía cogía trigo en su Yi jama no y decía r:endo ~lorando á la par: <; E trigo Dio mío e trio- .... ¡ Y buen trigo .... · j m que Jo mire. » Lue­go v 1 vi' ndo e hacia no otro : e: • h . Bien bía yo que volvería á mí». «La alegría de todo ra inmen a y los entimicnto de cariño á d li­cado y la admiración e de en ,·ol vie­ron en tal grado que querí mo 11 - vario n triunfo ha ta e l pueblo e: o no hijo mío · antes qu nada es pre ci o q · d' de comer ' mi pollino pue hac mucho tiempo qu no ha tenido na a entre lo dient >. La lágrima a omaron á nue tros ojo i ndo á aqu 1 pobr nciano ir d t:~ lado á otro, mov r ' di trd) i - nte tra a?riendo lo saco , vigilando 1 muela mtentra que el gran e apia .. taba ) 1 pol illo e pegaba al techo. c:llay que b cer ju ticia al ueblo e? tero, p~ de d .aqu 1 día jamá dejó stn tr baJO al nc1ano molin ro. . c:Má. Jard una mañana, l tío Cor­ntll muno, la a pa de nue tro úl­timo molino dejaron d ~>·irar para siem­prP. C' iuerto Corntlle nadie le suc dió. . «· u' verdad eñor qu~ todo t~en fin en e t mundo. Ha p'" a do 1 ttempo de lo molino de viento omo el de otra mucha co as que no ob - tante 1? , ~and crvicio pre tado e hac~p 1nuhle y de innece aria con er­vacton » Alfonso Daudet. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4 BUB A LECTU A La ago ía e D. Quijote UÍ-er io tne le h, cí · lanzar al· ri­, . y 1 sf 1nitt .. era un· o a e. 'tra­ñ <1ue le e tvba agiganttvndo ol ieu­tre. o· . 1; del . . la CO · cuerdo S O R BLANCA ~ Viene de la pagina 57 4- númev·o 25] Sor Blanca, convaleciente aún de la fiebre e carla tina que habí contraí ­do á la cal>ec ra de ~u nf rmo , hu­bo de trasladar á Parí call de Bac para tomar part en el r tiro que pr · cede á la i tn pi pero en ca o tadora e r - moo ia del oto anual. 1 verla la superioras tan desmejorada, temieron eriamente por u alud . Yá la v r­dad que no falt ban íntoma ora­ves para creer que algún mal OC\.tlto minaba ordamcnt aquel orga-­nismo ya de suyo d~bil, y qu á pesar de todo se entreo·aba á ocupa· cion s ·cesivas sin con id raci6n al­g ·una á su c~ca ·as u ·rz, , la cuale , las más de las veces, no estaba ni con mucho á la altura de su aliento . Lo médico que para ello se consultaron fueron sin duda d este paree r y or­denaron á la · nfenn un r poso com­pleto. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. El l de ca pronunció us ,,oto por di i.:::a ta pal bra ra: Ecce veuiout FacÜl11l tate ·m tuam,. * * * Junto á la carret ra ele Orlean Parí y á un legua de e t Capital di ví ·ase medio oculto entre lo bo que y dominando la l!anura el villorrio d 1 Hay. Grandio ament ngar z ado entr 1 flore y lo árbole e ntenJ.rios de su jardines el di 'llinuto pue l)lecillo li­nea ~us ca itas bb.nca dominadas acá y llá ora por 1 v tu to e m pana rio d 1 parroquia or por 1 techumbr~ e alguno edificios de sombría tejas lbergue de ci rto stablecimiento:> Ut= importanci . En efecto: e u di versa épocas se fundaron aquí in tituciones para reco­g r nfermo y huérfanos, p ra ins­truir á la infancia, dar ocupación á las jóvene trabajo á los obreros y prospe­ridad á todos. Dos de lo má importan­te pertenecen ' la hiias de an Vicen­te de Paúl. La una e un a ilo para hermana vieja 6 enfermas. Arboles gigantescos cobijan con su sombra venerada á las que fueron P.n otro tiempo generosas é infatigables combatient . Vinieron los año , hizo la nfermedad us e tra­go y aquella mano ante tan dili­gentes, se ven ahor conden a al re po o. Piado amente rc~ignadas, ntre­tienen las 1 rga horas de su vi a monó­tona p sando eternament la cu nt . de u ro ·io bajo el obscuro follaje ó contemplando con aire melancólico y fatigado por las labore de antaño el pintore co palomar de la rei a Blan - ca ... . .. . . r~a otra ca a presenta u car' ct r compl t · . h.:nt opue to: es un \'asto edi­fici<;> ~un al~ededores claros y ale0 re , pat10 espacto o rod ado de numerosos departamentos comunes á todos. La pu ~ta ~e la capilla de par ce bajo un corttnaJe de parra qu e~·tiend n en toda dir ccione us fre co pámpano . Por los frondoso=> p, ~ o óyese la e s~ cada voz de algunos ancianos disputan- LEU'I o do sobre política, mientr qu en lo banco , alguna mujere muy arropa da hacen jigote de la fama de un compañera ausent ~ ó sueltan un chi te obr\; la comida de la ví pera. Al otro lado del muro e oye un delicio o cla moreo d voces infantil s sobre el qu e de tacan mil bullicio as carcajadas. e tiempo en tiempo pasa una toca, como una isión serena v rebosante de paz. T 1 s presenta hoy"' muy diferen­te por cierto de diez años antes en que todo esto no era ino un dédalo de corre· llore o m bríos de e m palizada llena de bríza: en fin, un viejo establecimien­to que se iba desmoronando paulatina-m nte de5i rto y casi olvidado: . ..... . Este debía de ser e~ verdadero cam­po de acción de sor Blanca. Aunqu venida á Hay para descansar diósele despúec; el cargo de ecónoma para que fuera l brazo derecho fle la superiora y la provi encia d toda la casa tran - formando aquellas ruinas en un edifi ­cio de nueva planta que por su esbel­tez y proporcione , llegará á ser el me jor monumento fruto de u hermosa inteligencia admirable energía é inal­terable fidelidad. * * * Como ya hemo dicho la fu rza de sor Blanca se agotaban por momen­to . u alma ardiente sufría de un mo­do clu e l al trcpesar con la d biJidad fí-ica d\,; su organismo, y e ta lucha con-tinua entr us aliento y la falta d nergf r tardaba u cura. R signó e sin embargo. á alguno meses de inac­ción tanto m· s cuanto qu 1 hacía por completo uec ario el forta lecer su a. u el. ToJo 1 era nuevo on este «Es tablecimiento antr eno­veva, ::. ' por tanto ttcce itaba despl - g r w . .~. !> ~actividad ya qu la faH de xpen Ut.l era cau d que fuer n p ra dla ut' aíficile lo nuevos car­bos que ,:,e 1 habían confiado. :Iuy enojoso e tr bajar en un n gocio que no se conoce bien lod vía; y i por algo e hace pe ado cu lqui r c~!ll io d id e por la nuev dapta-lOn que su pone. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ' } ) UENA LECTURA f t n h n, por decirlo a i, esto"' dos r . privilccriado~ másque una alma· • a i uno mi mo cr su espíritu, u co­ja~ óu y su volun ad. Y bien se lo pa-gó sor Bl~nca,, pue~ olvidada de sí, y r con el des1nteres mas completo, cuidóá su Superiora con todo el cariño y soli. citud de su exquisito coraz6n. No deja. ba la cabecera del lecho de la enferma sino para desempeñar las funciones ' de su cargo que, como era natural, iba tomando cada vez mayor amplitud. Preocupada sin cesar del bue~ aspecto de la casa procuró por todos los me­dio mejorarla; y después d~ hacer e bi u cargo de las reparaciones que debían emprenderse, desp!egó tal celo que apenas si dejó huella alguna de los antiguos edificios. En la dirección, que corrió toda po~ su cuenta, mostró un sentido práctko muy superior á cuanto podría esperar­~ e; y el resultado fué que, echadas al suelo muchas paredes y pedazos de edi­ficio antiguo, desew barazó la fachada dejando en frente de ella un anchís1mo patio, que le dió el aspecto risueño que ahora pre enta. El 4:Establecimieto de Santa Geno· veva,» fundado á mediados del iglo pasado, comprende hoy día dos casa de retiro, una !:? nfermería, el orfelinato con 60 camas, la casa la cuna y la es­cuela para niños de la población. Sor !anca lo ha agrandado de un modo considerable,y materialmente lo ha aca­bado, dándol todo el desarrollo que p rmitían las ircu tancia de tiempo y lug-ar. · e ada carga. sobre todo si e tiene n cuenta lo · módicos rccur os de qu dispu o o bien terminado los trabajo de mejora y regularizado los s rvici , oncibió la idea de un lavadero mod lo. on e te medio, d ' · ito indu ­d blc, podría a cgurar la ubsi t n­cia á varias muj res d(; la comarca. í que pu. o a 1 punt 111ano á la obra, y al cabo de mu) poco ti mpo quedó ro-an i~ad l servicio, cabi 'ndole 1 n ti .. facci6n d v r coronada u obra el ' .·ito má li onj ro . de lo alto de lt terraza de cú-br Ull panorama inmen o ......... En primer t 'rm' no tierras de labor y par-u e ; má lejo la inmensa brum~ cer­niéndo e sobre un in men o horm1 gue­ro humano agugeada acá y allá por inumerable chimenea y cúpulas de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BUE _di cio que h rido por lo~ r yo del ol,d pid n d lumbr dor reflejo ; por último) en l onfín d 1 horizont y sfumándo e trá una t nue gaza d niebla, la o-randio a abadía de Iontmar-tre el mont alerien á u fren t q u e mue tra como ceñido por g·ruesa faj de acero. 7 de u II Jorge cj crc" < La cartas Je or Blanca no pro porcionan mil detalle" obre 1 modo d empl ar u tiempo n el Hay. o e ya la olo la au tera r ligiosa la iuda in­molada al pi de la cruz com0 \ íctima d propiciación sino u alma consa-rad del to o á la gloriti de Dio ..... . u nuevo cargo la obliga á at nd<'r con ref renda á lo queh cere mate· riale ea cuale fu ren . Enredillo n gocios contencio o gestion s) tod esto e reflej en su corre pondencia . adie e traña, sin embargo que do­mine en ello un cierto personali mo pue hay que ~acerse cargo d que es­cribe á su propia madre. ( Oontinua'rá) LA CONCIE Cl I Jorge d Chavern habia terminado la e rrera de Derecho. u f mili le ha­bis. legado un nombre sin mancha; pero u padre ma~istrado de provincia ca­recía de fortun por h ber preferido e - sar e por amor ' e ar e con un dote. acía mucho tiempo que había muer· to la m dre de Jorge, en cuanto al Conde de Cha ern e u de e con n­ci6 de que iba á morir ~6 á J r ·e y le dijo: r. L nc ib . 'venía d u d cho al de Cbave1·ny. cri- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. o BU~1N.& LECTURA n p "lid o estaba 1 pansante, tan tr ña era u mi rad que el boo-ado reguntó bru e ment : a Está usted enferm ? - o, señor - e ntestó Jorge con voz temblor a . alió 1 infeliz á las nce con objet de almorz r· pero l fu imposible pro­bar bocado. Entonces e u o á di \agar por los muelle con la cabeza rdi ndo per e­g ·uido pO!.' la ob tinad i e del robo. ¿ Pero 1 era aca o? ... o. e trataba única.mente de un empréstito ignorado, y nada má . ogería treinta mil francos, 1 baria su deuda y probaría fortuna con l s cinco mil franco re tant . una v z le decía en el fondo del alm : anarás al juego, reembolsará l cantid d u traída. te alv rá 1 ir vacile III cortina de la ventanas y el sol inunda , el despacho de Jorge. ada. ha cambia do; sól se cuenta con un ladrón más. P r la noche en l Círculo paga 0 deuda de la íspera. · á media noche em­pieza " tallar y al ra r 1 1 ha cuando al del e tablecimient brio de gozo, lle consig· cincuenta mil franco._ que ha ganado al juego. A l s diez de 1 mañan , los trein­ta illete vueh·en á estar en la caja. To· d ha terminado y nada h y que temer nada má que el recuerdo de lo ocuni­do. Durante todo el día estu o nervio­o y decía para i: -1 i Mr. L nce hubi e vuelt de pronto. · i se hubi e descubierto el ro-bo e taba yo perdido par iempre. IV Han tra currido veinte ños. il1r. Lance ha muerto y· Jorge de Ch ern. e ha ca ado cJ pu s de haber in r ad en la magistratura. E tá f tic do por el trabajo. ticn 1 cabeza cana . h de 1 residir en bre' e un i ta en los tribunales de P: 1 í . u mujer vi e toda ía, .r ca 1 an la delicia de aquel matrimonio un hija . un hijo, que como Jorge , com u abuelo tá destin do á 1 m o-istr tur . Ch vern. · e completamente feli''· L vi ta no ofrcc nin, ín a unto ínter nte. Cha"V rny e amina lo un­tos que 1 han pre entad . - n lo. que ólo se t ·a a de cuatro robos .Y d ma estafa. in embarg-o entre los primero fi­gura un proceso que le llama 1 rofund - mente 1 at nción. Cu ndo ha recorrido cll gajo e 1 · anta obres ltado. ~ se lleva la mano t'i la cabez . Cree haber leído mal y reanuda u lectura. 1 no e ha equivocado. L 'á la última po teridad precedido de las aclamacione de todos lo' pueblos, v cargado con los tributo de todo los siglos. ¿Y cuáles son en América esos ge­nios privilegiados en cuya alabanza no d tenemo con placer para sabo­rear su virtude , y á quiene exalta­roo á porfía m.?nos para cumplir con los deberes sagrados de la justicia, que para abandonarnos dulc mente á l'>s tra portes inefables de la gratitud? En· tre otros, hay uno que vino al mundo el día 3 de Febrero óe 1795 y á quien al recibir las agua d 1 bauti mo en la Iglesia parroquial d Cumaná el 2 > del mi mo me , le pu i ron por nom-bre Antonio José, hijo legítimo de don 1 Vicente Sucre, Teniente de Iafante-. ría, y de doña María Manuela Alea- . lá. RELIGIÓN Y PATRIA son :los ideas y ·entimientos comprendidos ~n el • primer mandamiento de la ley divina .. Amarás á tu Dio con toda tu alma con todo tu corazón, con todas tu~ fuerzas, hé aquí la RELIGIÓN. Ama­rás á tu projimo como á ti mismo; una , aplicación de ese precepto es el amor á la PATRIA, no siendo ésta un ser abs­trato, sino la reunión de todos los con­ciudadanos. Pues bien, en la vida, aúnque corta, del Gran Mariscal de Ayacucho, predomina la inspiración de esas ideas y sentimientos. La reli­giótl que le recibió en la :una le acom­pañó toda su vida : sus dogmas eran u fe, su culto era su culto. Procuraba obedecer todos sus mandatos y conso· larse con sus gracias en sus miste­riosos y fecundos símbolos-los sacra­mentos. Ejemplos ve:teraLles y e·­presi vos dejó en Bolivia con sus actos de religi6n serios y respetuosos, con s~ piedad digna y evangélica. Nos detenemos en estas manifestaciones del sentimiento religioso, porque cuan­do son sinceras, revelan siempre un coraz6n bien puesto y sometido á la rigurosa disciplina del deber. Ellas han sido comunes á los guerreros de la Inclependecia y conviene observar la influencia que su fe ha tenido en sus preclaros hechos, en u heroísmo épico y en ese amor constante-á prue­ba de toda adver ~ idad-á la patria que fundaron con su valor y con su san­gre. Generación previlegiada, carac­teres varoniles, 1idiadores h rcúleos, almas tem piadas al fuego de !os com· bate , y no ob:stante, los vemos con u frente inclinada ante el dogma, re­verente á la Iglesia, amantes de u ulto v dócile discípulos de la verdad católica. Contemple la generación pre· en te eso dechados y no desdeñe tri­llar la ·en a que ellos han trillado. Ob erve cuidado. amente como han ba· jado todo á la tumba, pobres de bie· 1: • d_ fortuna : que u victorias no irvi ron de pr texto para conquistar Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. AL CT A opulencia infamante: que dejaro~ la espada el día Jel triunfo para cultl~ar la tierra con u manos,y que su desln-erés brilla,en general,casi t~nto como sus proezas. Apr~nda de Boh var, ~ · .. re, Monagas, Rtvas,. Sal6m, Bermu­iez y otros tantos dtgno de v n(!ra­: ión profunia que la moral abnega.da y pura que forma el verdadero patno­tismo, no se a prende en la ag:ad.a~te escuela utilitaria,sino en lo pnnc1p10 de la religión cat61ica que ellos p~o ­fesaron con fidelidad; qu no on 111- conciliables las funciones del rcpu.!>li­cano y del guerrero con las pr~ct1ca del catolici mo; que, al co~t.r:no, es fácil al creyente de sa rel~g10n santa combatir y venc~r en la manana e.n.Jl:l­nín, Carabobo y yacucho, y d1~1g1r por la noche en el cuartel humtldes preces á MARIA, en la fdrr.nula cons:- grada por ia Iglesia. (1) , . Es innegable la benefica tnftuen­cia Je la religión en el temple del ~1- ma acerada de eso caract re tan en r­< ricos. Sucre la profesó d sde su in­fancia y re piró en el hogar . un_a .at-· m6sfera empapada n us pnnctptos. El no tuvo ni otra FHo ofía ni otra escuela. Y bastaba é a in duda, para hacerle conocer y amar la libertad d 1 hombre, en la cual se funda la moral; la inviolabilidad del derecho que de­pende de Dios; la nece icad de una pa­tria para asegu~ar~o, Y. so~re todo e! espíritu de sacnficw, tndtspensable a la misión que el cielo !e confiara. en unión de dignos companero , de tnde­pendizar la América. Muy joven se hallaba aún cuando el primer grito de patria re onó en Caracas. Pre tóle oído simpático el ro­busto y gallardo man.ceb?~ y con Jot s especiales de organ1zac1on y mando muy breTe formó una de e a colum­nas rápida de caballería, que como los Escitas en tiempo de Alejandro, su­pieron quebrantar y de hacer los ba­tallones disciplinado~ de la Iberia La guerra devorando con fu ego debastador toda la extensión de Vene-zuela hizo de ella. un inm oso campo de batalla. En Occidente en el ~~o ­tro, cnOriente, ond quiera,. e ~ldla­ba, y el nombre d P .. TRIA ~1no a er un ídolo al cu l debta sa<:~tficar en hecatombe una atriarca1 que era C muy raros dueno de e clavo que lo trataron con dureza, excitaron contra í la r probación unánime de lo., habi­tant s del paí . I~a familia e jornalero libr S no est b n mejor ve tida , alimenta­das .r t ·rg. das que la familia suje­ta la servidumbre. El esclavo tenía ,1 derecho de cambiar d amo) cuando e te ... no 1a de su gusto· los amos reco­~ 0c1an y .r e p ~aban e te derecho, que 1 auto:tdad I?~otegía iempre; se 1 reconoc• tambtcn el derecho de t n .. peculio propio, del cual di poní á u voluntad,y que r gularmente d tin ba á libertarse á í mi mo ó á la p r - n d su familia . Esta fu nt de ma numisión y la humanid d lo du - ño de sclavo que les concedían 1 li­bertad había hecho qu al ptincipi te este iglo la población libre de ( nn·n ! africana fuera en la Provinci , éxtu pla de la que permanecía en la serví dumbr . o ob tante todo e to, la e el vi tud era siempre una injusticia a ·ran­te; una lepra ocial qu no debía 0 con - entir e y mucho menos cuando 1 po­b. lación se alzaba airada contra us n­tlguos reyes, á nombre de la lib r tad . Luég9 que el r. ESTRE'PO 11 rrÓ á n tioquia, en medio aún d lo af~ ne que in1po.nían. !o peligro iumi nent s d la sltuacton se entendió - bre esto con l Dictador Corral en u­ya al m ardi nt y gen rosa e~conir' eco el el vaüo pensamiento de la, ar 1 feo borrón de la esclavitu por m lio d un i tema prud nt y gr Jual. l~l r. RESTREPO redactó 1 proy to t • '~ y de manumisi6n que pr n1.Ó al Dictador; este juzgó qu un acto ten grav y trascendental no debía r im­pue to por la Dictadura, ino di cutic.l y acordado por el Cuerpo leo-i lali, d~~ Esta~o. e aguardó pue o la r u ­nton de e te qu fu convocado p r.L da~le cuenta d 1~ cto::; d 1 Dicl dor, q!lten con un l~m1no o me aje pr u to 1 proyecto a la Legi latura. . omponiase aquel Cuerpo ie e in .... Dlp;tta~o , que lo ran lo Sres. Pbr Jo e M1guel de la Call Pre id nl nt<;>nio rbol da (de opa y' n ) pre tdente, Dr. Jo é F'lix d slrc po, Pedro rrubla y Jo ' Antonio il - nítez. . La magnitud y novedad d~ cw . .1an te act , t u traño á las Idea .,. preocupacione dominante enloucc ·~t e te pa( como en todo 1 dewá de la Améric3: d bi roo orpr nd 1 mbarazar a la A amblea y • todo ' que: se ocupc.ban en la uerte d J E . tacto. Pero. 1 ~scendien l . qu por su aber, patnotl mo y prob1dad, ejercí el autor d 1 proyecto y 1 Dictador qu lo apoyaba, tr' t f' 1e toda la~ o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 4 BUENA LECTUR.A confianzas, t~mores y dificultades. El proyecto fué aprobado definitivameate 1 20 de bri1 de 1814 y estuvo en vi­gor hasta que en 1 16 fué ocupado el Estado por el ejército español. La ley declar6 libres los partos de las esclavas; impuso á los amos la o­bligación de mantener á los libertos hasta diez y seis años, y á éstos la de prestar sus servicios á los amos basta la misma edad, dispuso que los que tu­vieran herederos forzosos dejaran li­bre por su testamento la décima parte de sus esclavos, y la cuarta los que no tuvieran tales herederos; estableció pa· ra la manumisión sucesiva una contri­bución anual de 2 pesos por cada es­clavo varón y uno por cada mujer; pro­hibió la exportación y la importación de e cJavos, y el que los hijos de éstos fueran separados de sus padres. Esta ley trascendental no tuvo por cntonce partidarios celosos en ningún otro punto de la Confederación. En hil había dado la 1 i bertad á los qu n lo ucesivo nacieran de e clavos; per como allí eran 'sto muy pocos, aquel acto no imponía grandes sacri­ficio , ni podía dar 0 rand s resultados· r m' que otra co a una manife ta­ión de principios que xigía 1 nuevo ord n d cosa . : gún lo a!eguran lo r . Ver- ,.ttr y carpetta autores del JJicczo. nario BioOr, u resultado . Entre tantos hombres cele­bres que concurrí .ron á esta Asamblea mereció el Señor R2STREPO el alto ho­nor de ser su primer Presiden te. El má importante de lo trabajos de nuestro legislador en aqu 1 Congre­so fué el proyecto de ley obre manu­misión de esclavos, basado sobre el que había redactado ¡;ara el Colegio Elec­toral de Antioquia· ese proyecto f u' aprobado con pocas modificaciones. 1 importante y bello discur o con que o - tuvo aquel acto es un documen+ que pasará con aplauso de gen ración n generación. A e a glorio a ley deben las tres Repúblicas que formaron la an­tigua Colombia la dicha y la honra de verse libres de la afrenta d que la esclavitud manchó u suelo. o a ha expedido en el paí acto ninguno de tan profunda y dur dera tra cendencia como esa ley. Olvid' ran la con titu-cion s, la 1 ye y discur o qu á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 .. UEN.N LBCTURA han entusiasmado á los habitantes de te paí y los historiadores de ·los si­o lo futuros recordarán con aprobación }' logio esta 1ey redentora y el nombre ilustre de su autor. Cr ada por la Constitución de Cú­cu1. a la lt corte de Justicia de Colom­bia compuesta de tres ~Iajistrados, el nt:;reso constituyente nombró para esta plazas á los res. Jo é Félix RES­TRF. PO , Eguel Peña y Vicente Azu~ro todos tres sujetos de gran reputació~ m jurisconsultos, firmes y lavorio­o . Di tinguíase el Sr. RESTREPO de us compañeros en la aita majistratura por el carácter; eran los Dres. Peña y zucro de índole ardiente y exaltada un tanto intolerantes y dominadores, propensos por lo mismo á disputar y á apasionarse; circunstancia que tuvo in­fluencia no pequeña en el desbarate de la gran República. Estos dos Majistra­dos no muy bien avenidos entre sí te­nían gran deferencia y quizá si~cero afecto por su plácido compañero. Era 1 alma del Sr. RE5TREPO inaccesible a.l influjo de las pasiones violentas; st mpre calmado y sereno, discutía con lu1zura y en las contiendas ardientes ;Jesaba fríamente en la balanza de la ju ticia las razones de una y otra par­í , y resol vía la cu e tión como un pro· blema de geometría. El puesto je juez ra seguramente el más co~forme con 1 carácter, doctrina y propen~iones d te íntegro sujeto; el cual, tet1Íen-do omo norma habitual en todos su actos la justzcia, buscarla y aplicarla en todos lo negocio era en é!, no só­lo el cumplimiento de un deber ino una propensi6n 1u.tural y con'stan­t .. otado de firme;-a tranquila y re­ft x1va, que no podtan conmover ni el hal ·o ni el peligro no se veía nunca emba ~ ~ado par~ s n;c nciar por consi­d rac1ones extranas a lo esencial de la cuec::ti ón. ~a Alta Corte de ]a antigua Co-mbta, .com_Puesta de aquellos Magis· trados, tnspuaba general y merecida c?n~an z~ ~e.l,abori sidad,ciencia y rec· htuo . D1ctd1eronse en ella gravísimas cue tion es sin •que su bien adquirida · . pl1taci6n fuera puesta en duda. No es posible entrar en este escrito á re- . ferir ?echos particulares; no obstante! menc10narem?s alguno que dé idea de: la firmeza stempre desapasionada dt : nuestro Juez. Formose causa al General José María Córdoba, el héroe mimado de Ayacu<:h? .Y de cien batalla más, por el hom~c1d:o de un subalterno.La pren­sa t<;>l!JO su defensa alegando la incul. pa bthdad del hecho; y ia simpatía pú­blica abogaba ardientemente por su ab olución; el joven y valeroso General era particularmente querido de nue tro modesto Catón. El negocio fué llevado á la Alta Corte Marc:al y absuelto el acusado: sólo el voto del Sr. RESTRE­PO le fue adverso. Muy poco despué el General, llevando la espada al cin. to, invitó cariñosamente á su Jue1; á dar una vuelta por la Agua- ueva paseo entonces sasi siempre desierto· los que los vieron solos por allí, temie­ren un acto de violencia· pero si u ra­zón. El valiente joven había querido S?l~mente mostrar que no tenía resen­tlmtento alguno contra este bomhre justo y que miraba su voto en el Tri­bunal como un acto concienzudo de su rectitud. La discusión del desafuero del ejé~cito en los negocios civiles y en los delitos comunes; la ocupación por el abogado de los puestos polftico que en la época de la guerra desempeñaban casi exclusivamente los militare · la preponderancia que en lo negocio pé­b! i~os adquirían con la paz el elemento ctvt~,y algunas otras causas, habían pro­ducido un antagon1 mo peligro o entre militares y civiles de representación. La fijación de la capital de la Repúbh­ca en Bogotá repugnaba á lo venezo­lanos, que se consideraban como amen· guados;y esto había hecho nacer en lo ánimos apasionados un entimiento d rivalidad entre granadinos y venezo­lanos, que amena?.aban la unión. Continuará PENSAMIENTO Hay circunstancia en que e pue­de callar la Verdad y no publicarla· pero no hay ninguna en h cual e pue~ da disfraZCJ.rla y mentir. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Buena Lectura - N. 26

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La cabaña del tío Tom : novela escrita en ingles / por M. Harriett Beecher Stowee ; i traducida al Castellano por A. A. Orihuela

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