Seria V Tomo 11
ORG!NO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO
Director y Editor
FRANCISCO J. VRRGARA Y YELASGO
General .l e Ingenieros
Puede muy bie11 suceder que nuestro respeto á todas las convicciones, vmga á parar
etz la indiferetzcia y ttos tu¡i· sm mo~., . t; para defender las tzu!stras
ENRIQUE SIENKIEWICZ
• • • Bogotá, Octubre l. 0 de 1904 • • •
~Oficial@
DECRETO NUMERO 774. DE rgo4
(20 DE SEPTIEMBRE)
por el cual se hacen varios nombramientos. en el Ramo de Guerra
El Presidente de la República
DECRETA
Art. 1.0 Nómbrase en propiedad Comandante del cañonero
llércules, al Sr. D. Lui F. de Castro, con el sueldo
asignado á su empleo.
Art. 2.0 Destinase al Coronrl Tcmí' tocles Pérez S., que
sirve como primer Jefe del B atalldn GL'rardot, acantonado en
Zipaquirá, al mismo puesto en el Batalldn Bolívar, que hace
la guarnición de Tunja, en reemplazo del Coronel Jesús Sanabria,
quien pasará á Honda como Comandante del Batalldn
Cdrdoba.
Art. 3· 0 Nómbrase primer Jefe del mencionado Batalldn
Girardot al Coronel Raflcl Reyes Luna.
Art. 4. 0 Llámase al servicio activo al Coronel Euclides
de Angulo B., y destínasele á ocupar el puesto de primer
Edecán de Honor del Excmo. Sr. Presidente de la República,
qu~ queda vacan te con la promoción del Coronel Reyes
Luna.
Art. 5· 0 Llámase al servicio activo al Sargento Mayor
Juan Caro Narváez, y nómbrasele Ayudante general del Es-
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'- 290 _;
tado Mayor General del Ejército, con destino á prestar sus
servicios en el Ministerio de Guerra.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 20 de Septiembre de 1 go4.
R. REYES
El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO
DECRETO NUMERO 78o DE rgo4
(23 DE SEPTIEMBRE)
por el cual se hacen varios nombramitntos en el Ministerio de Guerra
El Preúdente de la República
DECRETA
Art. 1. 0 Nórnbras á Jos Sres. l'rliguel.José :Molina Cabal
y Rurlesindo Gómez, primero y segundo Adjuntos de la Sección
2.l~ del l\Iinist<•rio de Guerra, para los efectos del articulo
7. 0 del Decreto número 7/~7, de 7 del presente, por el cual se
elimina la J nf ·ndeneia general del Ejército.
Art. 2. 0 r6mhrase al Sl'. Pedro León l\lariño, Adjunto
de Ja Sección 3·a del mismo :Ministerio, con suello de Saro·cnto
l.'rlayor.
Art. 3. 0 t)mbrt ·e en propiedad Portero del l\Iinistcrio
de Guerra al Sr .. losé :María Barrera Sanlacoloma, en la
vacantequ existe de ese puesto.
Comuníquese y publú¡ucsc.
Dado "n Bcwotá, á 23 de Septi mbre de r go4.
R. REYES
El :Mini. tro de nucrra, D. A. DE CASTRO
DECHETO 1 UMERO 781 DE 1904
(23 DE SEPTIEMBRE)
por el cual s•· h:-tce un nombramiento en el Mir¡isterio de Guerra
El Presidente de la Repúblt'ca
OECRRTA
Artlculo único. ómbrase al Dr. Jcnaro Guerrero Ad-junto
dell\Jinisft'rin de Guerra, con el sueldo de Coronel, de-
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biéndosele dar de alta en el Cuartel General del Ejército para
que el Habilitado respectivo lo incluya en las libranzas.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1904.
R. REYES
El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO
RESOLUCION NUI\IERO 171 DE 1904
(23 DE SEPTIEl\-IRE)
que dispone formar el in"entario de l:l. Biblioteca del Ministerio
El Minzstro de Guerra
CONSIDERANDO
Que es necesario organizar convenientemente la Biblioteca
del l\1inisterio para que pr ste el servicio á que está destinada,
RESUELVE
Comisionar al Archin~ro del :Ministerio para que proceda
inmediatamente ~l. formar, por orden alfabético de materias,
todas las obra cxi~·t ntcs en la Biblioteca, debiendo colocar
los volümcnes en los armarios deHtinados al efecto} en
el mi~ mo orden que exprese el Catülogo.
flara la conclusión de este trab{ljo se seüalan al Archi-vero
diez días d término. ·
Comuníqne .
Dada en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1 90!l.
El :Ministro, D. A. DE CASTRO
INVALII)OS
República de Colombia- Jft'nt:'>tert'o de Guerra -Número
IIo-Bogotd, Sep!t"embre 20 d~ 1904
Sr. General Comandante en Jefe del Ejército
Dispone este Despacho que con fecha 30 del presente
mes sean dados de baja todos los inválidos que constituyen
el Depdsito de lnvrllidos, y que con fecha 1.0 de Octubre
próximo sean reinscritos en él únicamente aque1Ios individuos
que por haber estado en servicio del Gobierno hubieren
recibido heridas en campo de batalla, ó contraído enfermedades
en campaña, ó en comisiones militares que real y efec-
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tivamente los hayan dejado inhábiles para el trabajo. Esto
lo comprobarán los aspirantes con certificados ó documentos
que hagan plena prueba á juicio del Estado Mayor General
del Ejército, y previo el examen y reconocimiento médico juramentado,
para cada caso, de tres médicos oficiales de la
guarnición, que al efecto se designarán por esa Comandancia
en Jefe.
Esta providencia se ve en la penosa necesidad de dictarla
este Ministerio, habida consideración á las angustiosas circunstancias
actuales del Erario, que justifican toda medida de
economía á su favor.
El primer Jefe y Habilitado continuarán como tales en
el mencwnado Depdsito de Inválidos.
Soy vuestro atento servidor,
D. A. DE C.lSTRO
COMANDANCIA EN JEFE
DIVISAS MILITARES
RESOLUCION NUMERO 7 DE 1904
(22 DE SEPTIEMBRE)
sobre uniformidad de divisas de Oficiales en el Ejército
El Comandante en Jefe del EJército
CON IDERANDO
Que varios Oficiales del Ejército de la República, patrió ...
ticamente é inspirados por l deseo de servir al Gobierno, solicitan
y aceptan destinos que corresponden á empleos ó grados
inferiores de los que han obtenido;
Que al aceptar tales destinos con ienen tácitamente en
las obligaciones y en todo aque1lo que se relacione con la disciplina
y servicio respectivos;
Que tanto en ]as formaciones y juntas de Oficiales, así
como en los actos del servicio militar, deben hallarse unif rmados
de acuerdo con el destino que desempeñen; y
Que sería extraño ver en las formaciones á Oficiales de
alta graduación comandados por alguno de inferior, ~egún el
uniforme y divisas,
RESUELVE
Sea cual fuere la graduación del Oficial del Ejército, se
uniformará y usará las divisas correspondientes al destino
que desempeñe, sin que esto implique la pérdida de los empleos
que por sus servicios hubieren obtemdo.
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'- 293 _J
Consúltese con el Ministerio de Guerra, y si fuere aprobada,
publíquese para su cumplimiento en la Orden General
y el BoLETÍN MILITAR.
Dado en Bogotá, á 22 de Septiembre de Igo4.
El General Jefe, MANUEL M. CASTRO U.
NOTA-La Resolución que precede fue aprobada por el
Ministerio de Guerra, según oficio número 133 de ese Des-pacho.
• •••
Editorial
INFORME
DEL MINISTRO DE GUERRA AL CONGRESO DE 1904
(Co1ztimmción)
INSTRUCCIÓN CIVIL Y MILITAR
La instrucción eivil á los Cuerpos del Ejército, apart de
ser un mandato del legislador, consignado en el Código ~filitar,
es otra de las necesidades que demandan atención muy
especial, pues ella mejora el espíritu d 1 soldado y lo provee
de conocimientos primarios, que tan útiles le son, tanto den-tro
como fuera del Cuartel. ,
En esta capital, tan lueh·o como lo permitieron las exigencias
de la guerra, se crearon los empleos d e Instructores
civiles, que en cada Cuerpo daban enseñanza primaria á los
individuos de tropa, en los respectivos cuarteles; y aunque
se obtuvieron resultados un tanto satisfactorios, fue prectso
suprimirlos, en obedecimiento al plan de economía que el Gobierno
tiene implantado en fuerza de la angustiosa y dificil
situación del Tesoro. Por esta misma razón, no ha sido posible
crear y mantener dichos empleados en los Batallones que
guarnecen las demás plazas de la República.
Grandes serán las ventajas para el país si logramos esta ..
blecer escuelas de instrucción primaria para nuestro Ejército,
de manera que puedan funcionar satisfactoriamente; para lograr
este fin, no debiéramos omitir esfuerzo ni gasto, y así,
con' endría apropiar los edificios destinados al alojamiento
de las fuerzas, dedicar á la enseñanza. individuos competentes,
suministrar á los Cuerpos los útiles, mobiliario y apara·
tos necesarios, y procurar en lo posible la estabilidad de las
tropas en sus acantonamientos, de manera que un mismo per ..
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Boletín Militar de Colon1bia
'- 294 _)
sonal pudiera recibir instrucción, siquiera por un año continuo.
En cuanto á la Instrucción l\filitar, es más que patente
la necesidad de la institución donde nuestros Oficiales deban
adquirir los conocimientos teóricos y prácticos, que tan necesarios
son para los individuos que abrazan la noble carrera
de las armas. A este respecto, me permito llamaros ]a atención
hacia Jos conceptos que emito en la parte que se refie1e
á. la Escuela l\1ilitar.
Muy conveniente sería para la instrucción científica de la
Oficialidad, enviar á las Escuelas de Guerra establecidas en
Alemania, Francia ú otro país, al~·unos Oficiales subalternos
que pudieran recibir allá la enseñanza de ese Hamo, obteniendo
as.í individuos idóneos que, colocados en los Cuerpos
del Ejército, les llevaran los conocimientos que requieren para
que la fuerza púhJica corresponda ú su institución y á las necesidades
de la H.epública en lo relativo á su defen a exterior
y á la seguridad del orden en el Interior.
1 ro dchemos olvidar la extraordinaria importancia que
l1ay de que nuestros Oficiales aprcndnn á conocer y á apreciar
en su verdadero valor el honor militar, pues así Ja ~ación
en lo por venir no tendrú que lamentar las consecuencias
que le han sobrevenido por el desconocimiento de este
trivial é ineludible deber del militar.
La instrucción de este Ramo, en la capital, ha estado á
cargo del intelig·ente y hábil Gen ral Antonio Lavcrde, secundado
por el distino·uido Oficial chilcuo Sr. Lui. Alberto
Arenas; 1 primero presentó al :Ministerio un He,r]amcnlo de
Táctica 1\Iilitur, · para su csrutlio pníctico fue puesta ú su di -
posición una Compaiiía de infantería.
Para que podüis formaros juicio del valor y condicione•
de la obra ~jccutada por el General Lavcrde, considero oportuno
haceros conocer el Informe que sobre ella rindieron Jos
Jefes Jcl Ejército que para su estudio fueron comisionados, y
que dice así :
u Sr. Ministro
_ La Comisión encargada de emitir concepto sobre el Pro-yecto
de Reglamento para lo ejercicios y maniobras de los
Cuerpos de infantería, presen lado all\finislerio de Guerra por
el General de División Antonio Laverde H.., cree de su deber
manifestar á S. S. las consideraciones y p1 incipios que ]a han
guiado en el estudio de dicho Reglamento, y los motivos de
los cambios que al mismo ha introducido, de acuerdo con el
autor.
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'- 295 _..)
En efecto, la Comisión, sujetándose á las enseñanzas de
los maestros en el arte y de la experiencia de las últimas guerras,
comprendió desde luego que su tarea era doble: investigar
las formaciones tácticas más convenientes para satisfacer
las exigencias del combate moderno; establecer un método
de instrucción que haga familiar á la tropa, en breve tiem·
po, la práctica de esas formaciones. Y esto sin cambiar de un
modo ustancial los Reglamenws vigente., para conseguir
una más rápida asimilación del nuevo por parte de los miem-bros
del Ejército. ·
Para la mejor realización de dicho plan, el Gobierno puso
á disposición del General Laverde una Compañía formada
con sendas Secciones de los diversos Batallones de la guarnición
de la capital, Compañía que ponía en práctica los preceptos
del Reglamento a] estudio, y permitía observar sus condiciones
de rapidez, sencillez, car~íctct· ofcnsiYo y demás características
de la órdenes, formaciones y maniobras de los
Cuerpos de iropa, y facilitaba á la Comisión su tarea de modificar
convenientemente aquellos que en alguna parte ó detalle
no resultaban ser lo que habían parecido en la discusión
de gabinete.
El General Lavcrdc n., conforme Jo expresa en su trabajo,
lo ha redactado teniendo á la vista los Reglamentos similares
de diversos países, de suerte que la selección formada
por él re ulta un trabajo distinto de todos aquellos, en el cual
e eliminan defectos y se IJenan vacíos, seiíalados al autor por
la e. ·periencia de nna larga guerra. Y esa obra, r visada cuidado
. amente por la Comisión, de acu •rdo con el autor, durant
dos meses de' siduo trabajo técnico y práctico, se perfeccionó
cuanto fue dable, de sue;·te que sin exageración puede
considerar e como una ohra nacional, como un verdadero
R glamento para los cj •rcicio. y maniobras de la infantería
colombiana.
A ]a vez, ]a Comí ión estudiaba la nueva edición de la
llamada TáclL'ca de [Jpton, presentada por el Sr. G. R. Lemly,
á la sazón vigente en el país, y por lo mismo ]e fue dable
comparar los dos Reglamentos de un modo completo, adquiriendo
los miembros de la Comisión el convencimiento de la
superioridad del trabajo nacional sobre el extranjero, por todo
punto de vista, y en especia] en cuanto al combate, el más
Importante en nuestros días. El nuevo Reglamento simplifica
el manejo del arma, amplía la instrucción individual, comunica
brío y marcialidad al soldado, tiene como base conservar
reunidos los soldados con sus Jefes natos, para no romper las
agrupaciones fundamentales y legales, base t'mica de toda organización
y táctica dignas de] nombre de t· les, y que no respetaba
el de Upton, aplicable más bien á una caballería.
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•'- 296 _.)
El nuevo Reglamento reduce á lo esencial las maniobras
en orden cerrado, las sujeta al régimen natural de idénticas
preposicion~s en las voces de mando, lo que permite recordar
éstas sin trabajo para la memoria; introduce en todo caso di ..
ferencia clara entre la voz preventiva y la ejecutiva, indispensables
para una buena maniobra, y coloca los Oficiales y Clases
en la condición de cuadros, ó sea mano para la tropa, para
lo cual fueron creados.
Los desgraciados acontecimientos que últimamente han
acaecido á la noble Colombia, no permitieron á la Comisión
practicar el nuevo Reglamento sino hasta la Escuela de Compañía,
inclusive; pero como esta última es la unidad de combate,
es claro que la Escuela de Batallón, unidad táctica, resultará
completa, si la obra llena las necesidades del caso.
Por tales motivos, que no se ocultan al elevado criterio
de S. S., la Comisión cree de su deber solicitar del Gobierno,
por conducto del Ministerio de Guerra, que se declare legal y
se adopte para el Ejército de la República de Colombia el Reglamento
redactado por el General Laverde R., y reformado
por la Comisión, de que hizo parte su autor.
Sr. Ministro:
J. J. ÁRJON* B.-F. J. VERGARA y V.-MARCOS E. SOTO
Luis ALBERTo ARENAS M.-MIGUEL RoDRÍGuEz.""
(Continúa)
---•-+-•..----
~ Doctrinal P?"~
INSTRUCCIÓN DE LA INFANTERIA
PROVECTO DE REGLAMENTO
FARA LOS EJERCICIOS Y MANIOBRAS DE LOS CUERPOS DE INFANTRRfA, PRE- ,
SENTADO AL MINISTERIO DE GUERRA POR EL GENERAL DK DlVISION ANTONIO
LA.VERDE R.
(Con
Para emprender de nuevo la marcha, dará las voces dtjrmlt,
marchen, precedidas, si es necesario, de la indicación de la dirección
que se ha de seguir ó del abrigo á que se ha de llegar; los tiradores
tomarán otra vez los intervalos durante el movimiento.
270. Hasta 6oo metros se harán en lo general pocas paradas,
' fin de acercarse cuanto antes al enemigo.
A medida que se avance, se utilizarán con más esmero los
abrigos.
El fuego á discreción, que debe romperse lo más tarde posi-
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Boletín Militar de Colombia
\...._ 297 _.)
ble, se hará al principio por los tiradores que designe el jefe de la
sección, y dirigiéndose sobre objetos determinados.
Cuando ocurra el caso de concentrar el fuego de la sección
sobre un blanco angosto, el jefe de la sección indicará el punto al
cual se debe apuntar ó dirigir la línea de mira. Este punto, as{ como
el blanco, debe ser indicado con claridad y precisión, empleándose
para ello los términos más breves y sencillos.
Los tiradores seguirán atentamente las indicaciones que se den
sobre el blanco y el punto á que se ha de apuntar, informándose,
si fuere necesario, con los tiradores próximos, en el caso de no comprender
6 de oír mal.
271. De 6oo á 300 metros, se debe ir con más cuidado, por
saltos ó avances sucesivos que no excedan de 6o á 80 pasos, y aprovechando
los menores acddmles que hubiere durante la marcha.
272. De 300 metros en adelante, los saltos de posición en posición
serán más cortos y las precauciones mayores.
273. A los 100 ó 150 pasos de la posición enemiga, y después
de haber hecho un fuego rápido para dominar el del adversario,
dirigido sobre el punto donde convenga dar el asalto, armarán todos
la bayoneta y se arrojarán sobre ella.
El jefe de la sección marchará delante de la tropa, ésta se
concentrará durante la carrera, á fin de que sea mayor el efecto
del choque.
274. Si se supone que tiene buen éxito el ataque, al llegar la
sección á 50 pasos·del enemigo, se retirará éste á la carrera y se
le perseguirá solamente con el fuego, hecho desde la posición que
ocupaba. Se ordenará la tropa con la mayor rapidez posible, y se
ocupará la posición del modo más conveniente para defenderla,
por si el adversario tratare de tomarla de nuevo.
27 5. Si, según la hipótesis establecida desde el principio, es
rechazado el ataque, al llegar á 50 pasos del enemigo, se retirará
la sección á la carrera hasta una posición cercana, que pueda cubrir
toda la tropa ó una parte de ella, desde la cual continuará
retrocediendo toda entera ó por escuadras. Si el terreno es llano y
descubierto, después de haber tomado alguna distancia, se echarán
todos á tierra, y cuando hayan respondido algunos momentos
al fuego, seguirán del mismo modo la retirada. Desde que ésta
empieza, el oficial y las clases impedirán, por cuantos medios estén
á su alcance, que ningún soldado pierda la unión con los demás y
trate de escapar del peligro por la fuga.
276. Para que la sección adquiera el hábito de estos ejercicios,
se repetirán en distintos terrenos y se partirá de puntos diferentes,
suponiendo primero el caso más sencillo, que es aproximarse
á un adversario que no se mueve y se limita á defender pa~ivamentc
su posición. Después se harán diversas hipótesis de combate.
Por ejemplo, el figurado enemigo destacará uno ó dos hombres
que simularán un ataque de flanco, ó se acercará también á la
sección con el objeto de aparentar que son dos destacamentos enemigos
que se encuentran, ó bien se supondrá que se le ataca por
el frente y que otra sección se dirige contra uno de sus flancos.
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Boletín Militar de Colombia
'- 293 _)
277. Se ejercitará igualmente á la sección, durante la marcha,
en rechazar un ataque de caballería, y después del asalto en hacer
frente á una reacción ofensiva.
En el primer supuesto, si es cubierto el suelo ó presenta desigualdades,
se recibirá á los jinetes con el fuego sin que se mueva
la cadena; si es llano ó descubierto, se agruparán los soldados por
escuadras ó toda la sección.
278. También se ejercitará la sección en un combate sostenido
y en la defensa.
En el primer caso, que tiene por objeto entretener al adversario
para dar lugar á la llegada de refuerzos para llamar la atención
por un punto y efectuar por otro el ataque principal, se establecerá
la sección en la línea designada por el oficial, y hará desde
ella el fuego correspondiente, en general el lento, á fin de evitar
que se consuman más municiones de las necesarias.
279. En el segundo, se ocupará. la posición con arreglo al
terreno, la cual podrá organizarse y fortificarse con ayuda de algunas
herramientas de campaña. Se medirán y señalarán las distancias
á los puntos principales por donde se es pera al adversario.
El jefe de la sección dirigirá los fuegos sobre el asaltante en los
momentos en que éste avance á descubierto.
La conducción de estos fuegos estará subordinada á las circunstancias
variables del combate: se interrumpirán cada vez que
el enemigo se oculte, ó se disminuirán cuando no presente sino un
blanco poco vulnerable; también pueden interrumpirse, á fin de
que el jefe de la sección permanezca dueño del fuego de sus tiradores
y habituar á éstos á la más estricta disciplina.
Cuando el adversario esté cerca, la sección pasará de la defensiva
á la ofensiva. Si tuviere que retirarse de la posición, lo hará
del modo arriba indicado.
280. Cuando haya de oponerse una sección á otra, el capitán
dará á conocer el objeto de la operación que ha de realizarse y el
momento en que se ha de empezar. Los jefes de las dos fuerzas
opuestas le explicarán separadamente las disposiciones que piensan
tomar, !as cuales rectificará si fuere preciso; pero ninguno ha
de tener noticia de las del otro, á fin de que se acostumbren á adq_
uirir sot re el terreno los datos necesarios y á obrar por sí mismos,
281. Estas disposiciones han de tener un carácter muy distinto,
segtín se trate de la ofensiva, de la defensiva ó de un combate
sostenido. En cualquiera de estos casos convendrá hacer surgir
circunstancias tales, que obliguen, ya momentánea, ya definitivamente,
á. pasar de una situación á otra, es decir, del ataque á la
defensa, y viceversa.
Con este objeto, el Capitán puede reservar una parte de la
fuerza para aumentar en un momento dado la de uno de los contendientes,
y hacer variar así las condiciones del combate.
282. El capitán vigilará la acción en sus distintos períodos, y
rectificará sobre la marcha los errores que se cometan, si son
leves; pero cuando sean graves, mandará tocar alto para vol er á
la situación anterior y empezar de nuevo el período que hubiere
s' lido mal, después de explicar Jo que debe hacerse.
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'- 299 _)
283. Cuando haya concluído la maniobra, reunirá el capitán
los oficiales y clases para hacer el juicio crítico de la operación.
Aquéllos explicarán brevemente el cometido que se les confió, sus
primeras disposiciones y los cambios hechos en ellas, en vista de
las circunstancias; el capitán hará las observaciones que juzgue
oportunas, encargando que se tengan presentes las faltas cometidas,
para evitarlas en lo sucesivo.
ESCUELA DE LA COMPAÑIA
284. La Escuela de :1a compañía tiene por objeto dar á la
compaiHa los medios de maniobrar y combatir ya aisladamente,
ya en el Batallón.
:anfToDO DE INSTRUCCIÓN
285. Los movimientos de la Escuela de la compañía serán enseñados
en el lugar destinado .á los ejercicios doctrinales, y practicados
luégo en terrenos variados, en condiciones en que el capitá[
l aurneP t ará progresivamente las dificultades.
286. El capitán mandará la compañía á la voz y con señales.
Los jefes de mitad ó sección no repetirán las voces del capitán;
pero si cada subdivisión ha de hacer una cosa distinta, mandarán
á su tropa, en los casos que se indicarán, el movimiento preparatorio
que fuere necesario, emprendiendo el general á la voz de
marchen. del capitán.
(Continúa) ___ .._ __ _
GUERRA RUSOJAPONESA
CRÓNICAS rARA EL "BOLETÍ MILITAR "
Traducimos del diario parisiense Le Temps:
Juho 2 ¡-La intención de r uropatl-ine no puede ser la
de encarnizarse en defender á 'fache-kiao (llave de riuchang);
la dispersión de sus fuerzas, Ja necesidad de proteger puntos
más esenciales (?), se lo prohiben. Hizo buena resistencia y
defendió enérgicamente un terreno que valía la pena (?):
era todo lo que podía e:xigírsele. Si se prescinde de I,..as ventajas
que retiren los japoneses de la conquista de ese terreno,
la situación estratégica ser~ después de la batalla
lo que era antes. Los rusos, más fuertes aquende Tachekiao
que lo eran a11ende la plaza (?), podían presentar ante
ese punto cuatro divisiones. Los japoneses, en tres grupos, se
presentarán á ]a vez soLre Tache-kiao, sobre Simu-tcheng y
sobre Liao-Y ang. Antes de que hayan estahlecido entre esos
ejércitos el acuerdo necesario para hacerlos obrar ofensiva-
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Boletín Militar de Colombia
'- 300 -'
mente, el General Kuropatkine tendrá, sin duda, tiempo para
intervenir y para romper el círculo estratégico, presentando
dondequiera tropas de cobertura y pronunciandoderepente su -
otensiva contra uno de dichos ejércitos.
Julio 28-EI movimiento envolvente es, sin duda ninguna,
el procedimiento favorito de los japoneses; lo aplican
sobre todo en el dominio estratégico, y se obstinan en maniobrar
con su ala derecha, y fingen que pretenden ganar la espalda
del Ejército ruso de Mandchuria, para cortarle su línea
de comunicaciones ... ~··u Se nota que su tendencia es empujar
alternativamente á los rusos con sus alas y cerrar éstas corno
tenazas, practicando sobre el conjunto del enemigo una
extensa tentativa de circunvalación. Por supuesto que como
eia tentativa se cumple en un radio de 200 kilómetros, resulta
meramente ilusoria, y será roto el círculo en el momento en que
se resuelva á obrar el jefe moscovita........ Reservándose su libertad
de acción, se contenta con retirar lentamente sus cuerpos
avanzados para concentrarse en Liao-Yang, centro invariable
y punto de apoyo de todas sus combinaciones, y que
por' lo mismo, crece en importancia cada día; esa plaza desempeña
el papel de una capital de estado en una guerra europea,
y los rusos no pueden dejarse arrojar de allí, so pena
de ver dislocado para siempre su sistema defensivo.
Julio 3 o-La región en que los japoneses han puesto
los pies (Niuchang-), después de su última victoria, reviste un
carácter estratégico especial, que tendrá influencia gTande
en los futuros acontecimientos. En la actu<"ll campaña no se
trata de esas marchas com~actas ni de los ataqu s hrutales
qne informaron el. arte m1litar en el siglo XIX, sino más
bien de una gu rra de maniobra y de arte, inspirada por los
maestros del siglo XVIII, ó copiado sobre la primer manera
de Napoleón (?). Lo mismo que en el cuadrilátero de 1\fantua
aseguraron los franceses la Italia, en el espacio triangular
que tiene su base en el fondo del golfo de Liaotung y su
cima en Tache-kiao, los japoneses se aseguran del Liaotung,
aseguran en firme su empresa contra Puerto Arturo y apoyan
sus ulteriores movimientos contra Mandchuria.
El juego recíproco de los dos ejércitos japoneses, que
consiste en obrar alternativamente de frente y de flanco, para
arrojar á los rusos del valle del Liao, será tanto más fácil
(? !) cuanto el callejón en que los rusos están metidos es una
verdadera ratonera: tienen á los japoneses al frente y á la
izquierda, y á los chinos á la derecha; y decimos los chinos,
por~ue aun cuando quedan allende el río, no es posible prescindlr
de ellos en las actuales circunstancias.
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'- 301 _)
Es claro que el interés de los rusos exigía evitar todo
contacto entre las dos naciones amarillas, y en especial que la
unión se verificara sobre un campo de batalla evacuado por
ellos (rusos). Que el General Kuropatkine apreciaba correctamente
la situación, lo demuestra su tenaz resistencia (? 1)
en Kaiping y en Tache-kiao; razones políticas y razones milit~
res guiaron su conducta. Deseaba conservar su comunicación
con Puerto Arturo, aun cuando no era sino intermitente,
lo cual no será ya posible, perdido lnkeu. A este efecto,
de mucho le servía la flota anclada en Puerto Arturo, la
que le ayudaba á reavituallar la plaza por medio de juncos,
y ejercía acción contra la línea de comunicaciones japonesas
mientras pasaba por el estrecho de Petchili; mas perdió esa
ventaja desde que dicha línea se tornó terrestre con la ocupación
del bajo Liao, región muy rica, muy poblada, reunida
á China por mar y por ferrocarril, ó lo que es lo mismo,
en capacidad de mantener los ejércitos niponeses. Los soldados
del Mikado saben bien de qué se trataba, y de tiempo
atrás se habían preparado para esa explotación, como que el
personal del ferrocarril de Sin-Muitin es en gran parte japonés,
y entre las tropas del General chino Ma hay no pocos
oficiales de dicha nación, disfrazados de chinos, como es natural.
Y como esas tropas están repartidas en multitud de
pueblos, y los soldados no vist en uniforme, los reclutadores
Japoneses hallarán un terreno propicio para cultivar el mi.
crobio Kunguso. ¿Y quirn sabe si andando el tiempo las tropas
regulares - veteranas-chinas no suministren reclutas á
los japoneses? E s tos no hallarí,, n allí ino materia bruta; pero
la hallarían en cantidad inagotable, y el ejército de Oku seria
entonces al g o como una tenia, cuyos anillo~ se extenderían
por todo el imperio dell\ledio.
Estas nubes, graves para el porvenir, hoy pueden ser disueltas
por Kuropatkine á cm1onazos. La 'en taja de la posición
que han ocupado los japoneses no será efectiva sino en
tant.o que puedan maniobrar, y esto no podrán hacerlo, puesto
que ya principió la estación lluviosa, que paraliza Jos movimientos
al dañar los caminos (sic!). Cuanto á ]a China, no
puede auxiliar á los japoneses sino muy poco, y eso en secreto.
En fin, ot ro elemento favorable á los rusos es el tiempo,
como que los japoneses no llegaron al bajo Liao sino dos
meses más tarde de lo que era de esperar (?). El tiempo que
ganaron los rusos les aseguró su concentración (?). En todo
caso, l\1andchuria no es sino un país de marcha, y no hay
duda de que podrán conservarlo el ejército y la flota rusa (sic).
Y cabría preguntar ahora: ¿Qué interés ó importancia
reviste para Colombia el que en su semanario militar se dis-
,. [A REPU LIC
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Boletín Militar de Coloro bia
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cutan á fondo los errores militares y se recuenten las contradicciones
del primer diario político de París? A primera vista
muchos quizás contestarían: ninguno. Pero si entraran
al fondo del asunto, cambiarían de parecer. En efecto, si el
primer periódico de una gran capital incurre en crasos errores,
y diariamente cambia de ideas en el terreno militar, ¿qué
no sucederá si en lugares más humildes y atrasad s intentan
pontificar en milicia los que no conocen del Ejército sino la
fachada de los cuarteles ?
Áquí en Bogotá, en la llamada Atenas de Hispanoamérica,
no sabemos si por gracejo ó por costumbre, hemos visto
proponer en letras de molde qne el ti mpo de servicio se reduzca
á seis meses, para aumentar a i de una manera formidable
el Ejército nacional. ¿Por qué el autor de tan peregrino
hallazgo no comunicará su novísima panacea al hombre de
acero de los yanquis, que intenta convertirlos á to.dos en veteranos
en el menor plazo posible? ¿Imaginará el proponente
que la reunión y movilización de conscriptos se hace con aire,
ó sea no grava el Tesoro público? ¿Cuánto vale reunir y licenciar
2o,ooo hombres (4 x 5,ooo) en cada bienio? ¡,Cómo puede
pretender. e qur el ejército se mantenga perpct naJnf!ntC rechtl.
a? ¿Para qué serviría rntonces '? ¿Ignorará el que tal escribió
que en Europa misma todaYía todas Jm; naciones no
han recortado el se1wicio de tres arios, plazo mínimo hallado
para formar verdaderos soldados, que luéo·o en el h< gar no
olviden lo aprendido en el cuartel? ¡,Supondrá l novel org
·anizador del Ejército de Colomhia que la masa ele los ciudadano~
francc e , b lga ó suizos e · inferior ú la de los de esta
República ? ¿Acaso en Francia la ley para reducir el servicio
á dos años, no fue combatida con · iO'or por todas las
eminencias militare.s? ¿Tendrá idea el pseudo instructor de
lo que es enseñar ú un rüstico campesino el ejercict"o, la correfilfa,
el servicio de plaza y de camparía, el tiro, y rsas mil y
mil menudencias que constituyen al veterano, es d cir, al soldado
que en toda situación de guerra sabe encontrar la manera
de salir airoso'? Evidentemente no l
Es cierto que nadie prestó oídos ~i esta proposición suigeneris;
pero no es posible dejarla pasar sin correctivo; sin llamarla
con su nombre de monumental dislate, para que luégo
no se diga que los militares colombianos 'en servicio .en 1 go4,
asintieron con su silenci á una idea que en el fondo se reduce
á¡terminar con el Ejército nm por franca eliminació11, sino
medtante absurda desorganización.
. Los G.~STOS DE LA G ERRA. El primer semestre de la lu-cha
en el extremo Oriente costará á los contendores una
suma tal, que probablemente no la compensará i:Í ninguno de
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ellos la victoria, por cuanto no sería posible que cobrara indemnización
á la alemana en 1 871 . .
Rusos (400,000 hombres l
:Movilización de fuerzas ... $
Transportes de material.. ..
Sueldos de campaiia .......... .
.D.eterioro de material y
munlClOnes ................................ .
Deterioro de la tlota ........... .
:Municiones de marina ....... .
Torpedos, carbón, &c ....... ..
34.ooo,ooo
I4.ooo,ooo
~2.000,000
27.000,000
4o.ooo,ooo
35·000,000
I .000,000
!63.000,000
Pérdidas de escuadra ........ $ 75.ooo,ooo
Japoneses (35o,ooo)
7.ooo,ooo
1.ooo,ooo
I4.ooo,ooo
I 2.000,000
36.ooo,ooo
2/,.ooo,ooo
3.000,000
97.ooo,ooo
15.000,000
Totales ................ $ 238.ooo,ooo I 1 2.ooo,ooo
· Los gastos de g·uerra se computan hasta fines de Julio,
en tanto que las pérdidas de las escuadras se c. ·tienden hasta
fines de Agosto, de suert quepa rae · ta Jecha ha r que agregar
{t los rusos otros 20 millones y ( los japonf' es 6. l o se
cuentan las pércli lns de los respec.tivos comercios
De las cifras ant ·riores resulta qu la n·uciTa marítima
es costosa en ·xlrcmo: por ejemplo, entre los japones s um
armada de r 3,ooo marinos cue ·ta 30 por 1 oo mús . ba parapetada y sostenida por pocos fusiles y un pedrero,
al mando del Comandante Nicolás Larraondo. Gutiérrez
ocup6 en este mes á Anserma, y tuvo la imprudencia de incendiar
algunas de sus casas para castigar á sus vecinos que se habían
decidido por el Rey, y luégo puso su cuartel en Cali, sin
querer depender del General de la Unión. Rodríguez continuó
sus marchas y se reunió en Palacé al ejército después de la retirada
de Azin
Este se acampó de esta parte del Piendamó cerca de la Hacienda
del Calíbío, de Balcázar, por donde tenía camino franco
para seguir por el puente de piedra de Palacé, correspondiente á
la hacienda de la Pedregosa de la casa de Valencia, á la hacienda
de Calz'bío, en cuya casa fuerte había puesto Sámano su cuartel
general desde el 7 de Enero, dando el mando de la ciudad
al bárbaro Juan José Caicedo, con el fin de que aterrara á los patriotas,
como lo verificó, viéndose é~tos en la necesidad de ocultarse
en los sembrados de las casas. ó en otros lugares secretos.
Este infame asesino, que sacrificó centenares de soldados patriotas
colgados en largas horcas, y haciéndolos alancear con corri.
das y fuegos de los lanceros de á caballo, murió infelizmente lleno
de terrores en su casa de Patía en 181 5.
(Continúa)
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 14", -:-, 1904. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691266/), el día 2025-07-07.
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