~ SKRIR ill-TOMO ¡¡ • Afto VI-NtrMmRO 8.• f
i Boletin Militar de Colombia 1
l ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉil.GITO ~ i
¡~ -- - -- - ---- : ·-· -··· ····-----~!
¡ DIRECToR, Francisco J. Vergara y V el asco ¡
l General de Ingenieros ¡
l Son colaboradores de este periódico los J efes y Of1ciales del Ejército ¡
l ¡
¡ Pv•d• muvbj:&¡¡:~:~iaq~~:~~d;;,o ;~·~~~~~!~~:r~d~ft~~:ro1~~\':t~f:O~ parar e11 la ¡ l EsRtQUE StE!>IKtE,vlCZ 1
-·¡-··········································································· ·························-··················¡···
¡ + + Bogotá, 24 de Agosto de 1902 + 1
===- Oficial --
DECRETO NUMERO 1147 DE 1902
(AGOSTO L 0
)
por el cual se confiere un ascenso
El Vú:epreszaente de la Replt!lzca, encargado del Poder E.JecuHvo,
DECRETA
Artículo único. Ac;ciénclese á Capit1.n al Teniente Rito Rodríguez,
px su valero..;o e )mportamiento en el combate de La /Iema,
ocurrid) el 2 r de Julio del presente año.
Comuníquese y publfquese.
Dado en Bogotá, á r. 0 ele Agosto de 1902.
]OSE MA. 'UEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES F~<:R. ·J\~vEz
DECRETO NUMERO r 149 DE 1902
(AGOSTO 1 . 0
)
por el cu~l se traspasa una pensión
EL Vzeeprwaente de la Repltblzca, encargado del Poder Ejecutivo,
DECRETA
Artículo único. El medio sueldo de que disfrutaba la Srita.
Hersilia Carreño, hija del finado General Juan B. Carreño, en virtud
de lo dispuesto por el Decreto de 19 de Abril ele 1900, continuará
gozándolo la viuda del expresado General, Sra. María del
TOMO II-14
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'- 226 _)
Carmen ·s. de Carreño, por haber contraído matrimonio la Srita.
Hersilia ya mencionada.
Comuníquese y publíquese.
Da.do en Bogotá, á 1.0 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ
DECRETO NUMERO 1 1 so DE 1902
(AGOSTO 1 . 0
)
por el cual se hace un nombramiento
El Vicepresz'denle de la Repúblü:a, mcargado del Poder E;ecuti'vt~,
DECRETA
Artículo único. Nómbrase al Dr. Próspero Cervantes Síndico
suplente del Hospital Militar de La Mesa.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 1. 0 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁ:Nl)EZ
DECRETO NUMERO 1 163 DE 1902
(AGOSTO 2)
por el cual se reconoctn dos grados
El Vt."cepresidenle de la República, encargado del Poder EjecuHv~,
DECRETA
Artículo único. Recon6cense los siguic ntes grados á que han
sido ascendidos los Jefes que á. continuación ce expresan, por el
General Mariano Ospina Chaparro, Ccmandante en Jefe del Ejército
de Oriente de Cundinamarca :
El de General de Brigada al Coronel Ernesto Ca margo L., y
ele Coronel al Teniente Coronel Heliodoro Moyano.
§. Dése cuenta de estos ascensos al Honorable Senado en su~
próximas sesiones, para los efectos constitucionales.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FxRNÁND.Ez
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Boletín Militar de Colombia
\._ 2?.7 _J
DECRETO NUMERO 1164 DE 1902
(AGOSTO 2)
por el cual se hace un nombramiento
El Vt'ctprest'dente dt la Repúblz'ca, encargado del Poder .Ejecult1J~,.
DECJ.ETA
Artículo único. Nómbrase Jefe de las guerrillas de El Choclt~~
Pasea y Tibacuy, organizadas en la Provincia de Sumapaz, al Sr.
Coronel Angel María Borray, con dependencia de la Columna da.
Arbdáez. ·
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIX
El Ministro de Guerra, An.IsTIDES FERNÁN:uu
DECRETO NUMERO 1 165 DE 190?.
(AGOSTO 2)
por el cual se reconoce un grado
El Vtcepresz'dmle de la Repúblz'ca, mcargado del Poder Ejecult1J#,.
DECRETA
Artículo único. Reconócese el grado de Sargento Mayor i
que fue ascendido el Capitán Ambrosio Díaz por el General Ramón
González Valencia, en su carácter de Comandante en Jefe
del Ejército en operaciones sobre la región oriental de Cundina-.
marca, por su valero o comportamiento en el combate de San M
guel.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDJ:s FERN.ÁNDEZ
DECRETO NUMERO 1 166 DE 1902
(AGOSTO 2)
por el cual se hace un nombramiento
El Vtápresüimle de la República, encargado dd Poder EjuuHott,.
DECRETA
Artículo único. N'ómbrase al Sr. Enrique Rash Silva Auditor.
de Guerra del Ejército del Atlántico, con la asimilación que le señala
el Decreto respectivo.
f '
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 190?..
JOSE MANUEL MARROQUDl
El Ministro de Guerra, ARISTIDIS F:IlNÁlmie
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Boletín Militar de Colombia
'- 228 _)
DECRETO NUMERO r 171 DE 1902
(AGOSTO 2)
por el cual se dictan varias providencias
El Vicepresidente d1 la Repúblú:a, encargado del Poder Ejecutzvo,
DECRETA
Art. 1. 0 Declárase en uso de Letras de Cuartel al Coronel
José María Amézquita, Ayudante del Estado Mayor de la 2.• División
del Ejército de Occidente, y nómbrase en su reemplazo al
Teniente Coronel Manuel J. Rojas.
Art. 2.0 Promuévese al Sargento Mayor Gregorio Tobón del
puesto de 2.0 Jefe del Batallón 2. 0 de Tiradores, á prestar sus servicios
á Honda, en el puesto que le designe el Gobernador Militar
de aquella Plaza, y nómbrase para reemplazar al Sargento Mayor
Tobón en el citado B~tallón 2. 0 de Tiradores, al Sargento Mayor
NeftaH Luque.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁ TDEZ
DECRETO NUMERO 1 r 72 DE 1902
(AGOSTO 2)
por el cual se aclara el numeral 4. 0 del artículo único del Decreto número IIo8
de 24 de Julio del presente alío
El Ví'cepresidmle de la Repltblú:a , encargado del Poder .Ejeculz'vo,
DECRETA
Artículo único. El Ejército á que se refiere la atribución 4.•
del Decreto número 1108 de 24 de Julio del año en curso, y al
cual confiere la facultad d¿ nombrar Jefes y Oficiales para los distintos
Cuerpos del Ejército, debe llamarse Ejército Nacional, y no
Central, como allf se expresa.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 2 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
'El Ministro de Guerra, ArusTIDES FERNÁNDU
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'- 229 --'
DECRETO NUMERO 1183 DE 190~
(AGOSTO 6)
por el cual se hacen dos nombramientos, se concede una autorizaci6n y se hacen
varias asimilaciones
El Vz'cepreszdenle de la Repúblz'ca, encargado del Poder Ejecult'v6,
DECRETA
Art. 1.0 Nómbrase á los Sres. Miguel Rey M. y Moisés A.
Pavón, Médico Jefe y Síndico Médico Ayudante, respectivamente,
del Hospital Militar de Cáqueza.
Art. 2. 0 Autorízase al Prefecto de la Provincia de Oriente
para que de acuerdo con el Médico Jefe y el Sindico nombrados,
reglamente el Hospital en la forma que estime conveniente, nombre
los demás empleados, que serán un Ayudante del Síndico, tres
Hermanas de la Caridad y los Asistentes necesarios, y para que
ordene los gastos que demande el Establecimiento por personal y
material.
Art. 3. 0 El pago de estos gastos se hará por el Administrador
de Hacienda de la Provincia, por medio de libranzas que presentará
el Síndico, previa la ordenación respectiva del Prefecto.
Art. 4. 0 Los empleados del Hospital gozarán de las siguientes
asimilaciones :
El Médico Jefe, la de General de División; el Síndico, la de
General de Brigada; el Ayudante de éste, la de Coronel; las
Hermanas, la Superiora 6 Celadora, la de Capitán; las demás, la
de Teniente, y los Asistentes, la de Subteniente.
Art. 5. 0 Los empleados de que trata el artículo 1.0 del pre.
sente Decreto, devengarán sus sueldos desde el 19 de Julio último,
por estar prestando sus servicios desde esa fecha.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902.
]OSE MANUEL MARROQUIM
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ
DECRETO NUMERO r 184 DE 190~
(AGOSTO 6)
por el cual se hacen dos promociones
El Vz'ceprmaenlt dt la Repúblt'ca, encargado del Poder F;¡'eculi-.,,
DJ:CRJ:TA.
Artículo único. Hácense las siguientes promociones :
Al General Calixto Leiva, del puesto de Ayudante general del
Ministerio de Guerra al de Comandante general de la División
Fernández número 1.0
; y
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\._ 230 _¡
Al General Florentino Cubillos, del que desempeñaba como
mandante general de la expresada División, al de Jefe organiador
de fuerzas en la Provincia de Ubaté.
§. Estas promociones surtirán sus efectos desde el 24 de Julio
.próximo pasado.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARlSTIDES FERNÁNDEZ
DECRETO NUMERO 1185 DE 1902
(AGOST06)
por el cual se hacen unas promociones
El Vicepresz.dmte de la Repúblzca, mcargado del Poder EjecuHvo,
DECRETA
Art. 1.0 Promuévese al General Elías de Páramo del puesto
·41ue ocupa en el 2.° Cuerpo de Ejército de Boyacá, al Cuerpo de
Inválidos de esta ciudad.
Art. 2.0 Nómbrase al Sr. General Felipe Molano Inspector
~eneral del 2.° Cuerpo de Ejército de Boyacá, en reemplazo del
General PÁramo.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL :MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FER1Á ·nEz
DECRETO NUMERO r 192 DE 190~
(AGOSTO 6)
por el cual se hace una promoción
El Vzeepresidente de la Rtpública, encargado del Poder F:Jecultvo,
D:I.CRRTA
Artículo único. Promuévese al Capellán de la 5."' División del
"Ejército de Santander, Dr. Juan Jerónimo L6pez Ayala, al mismo
puesto en el Ejército del Cauca.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ
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Boletín Militar de Colombia
L 231 J
DECRETO NUMERO r 193 DE 1902
( AGOSTO 6)
por el cual se incorpora una fuerza en otra y se hace un nombramiento
El Vú:eprw'denle de la República, encargado del Poder Ejecutivo,
DECRETA
~ ...., .. .,., Art. I .0 Incorpórase al Ejército que comanda el General Antonio
Rea Díaz, las fuerzas al mando de los Generales Jenaro é
Isaac Mendieta, Demetrio Mora, Daniel Rubio París é Isaías Gamboa.
Art. 2.° Facúltase al General Roa Díaz para hacer la reorganización
que e time conveniente en estas fuerzas.
Art. 3. 0 Nómbrase Auditor de Guerra del expresado Ejército
al Sr. Coronel Ignacio Amat, con la asignación que le señala el
Decreto número 55 I del presente año.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ
DECRE1 O NUMERO 1 194 DE rgo:l
(AGOSTO 6)
por el cual se hace una promoción
El Vtúpresz'denle de la Rep!'tlhca, mcargado del Poder ~·ecutzvo,
DECRXTA
Artículo único. Promuévese al General Félix Navarro del
puesto de Comandante general de la División 11-lanuel Casabz'anca,
al de Comandante general de la División que actualmente se or ..
,ganiza en Honda, con destino á la campaña de la Costa Atlántica.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 6 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ArusTIDES FxRN.ÁNDEZ
DECRETO NUMERO r 197 DE 1902
(AGOSTO 8)
por el cual se aprueban unos ascensos
El Vz'ctpresidenle de la Repúblz'ca, encargado del Pcdtr E.Jecult'vl,
D:JC-.:JTA
Art. 1.0 Apruébanse los ascensos conferidos por el Sr. Genetal
Manuel María Castro U., Comandante ~n Jefe del Ejército de
Tequendama, á los siguientes señores :
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A General de División al General de Brigada Numa P. Noguera;
A General efectivo de Brigada al Coronel Martín Antía.
§. Dése cuenta de estos ascensos al Honorable Senado en sus
próximas sesiones, para los efectos constitucionales.
Art. 2. 0 Apruébase igualmente el ascenso conferido por el
mismo General en jefe al Teniente Leopoldo Pardo á Capitán.
Art. J. 0 Reconócese al Sr. Carlos Sampedro el grado de Coronel,
con el cual ha venido prestando sus servicios en la presente
guerra.
Comuníquese y publfquese.
Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDxz
DECRETO NUMERO 1 198 DE 1902
(AGOSTO 8)
por el se cual se hace un nombramiento y se confiere una autorización
El Viúpnsidenle de la Reptíblz'ca, encargado del Poder Ejccult''vo,
DECRETA
Artículo único. Nómbrase al Sr. General Luis D. Céspedes
Comandante general de la División Manutl Casabianca, acantonada
en la región del Colegio.
§. Autorízase al expresado General Céspedes para hacer los
nombrami ntos de Jefes y Oficiales subalternos que falt en en la
División, sometiéndolos á la aprobación del Ministerio <.le Guerra.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902.
jOSE :MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEz
DECRETO NUMERO 1200 DE 190~
(AGOSTO 8)
por el cual se declara en uso de licencia indefinida á varios Oficiales y se con.
fieren unos ascensos
Zl Vzcepresiáenll d1 la Rtpúblzca, encargado del P1der Ejecult'D(J,
DECRXTA
Art. 1.0 Declárase en uso de licencia indefinida al Subteniente
Félix Castro y al Teniente Joaquín Al faro, del Batallón 1.0 de
Artillería, por mala conducta.
Art. 2.0 Para reemplazar estos Oficiales en los puestos que
ocupaban en el Batallón mencionado, hácense los siguientes as ..
censos:
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'- 233 _J
De Teniente al Subteniente Luis Ortega.
De Subteniente á los Sargentos primeros José María Galindo
y Jesús Medina.
mes.
Estas novedades se efectuarán con fecha 1 .• del presente
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 8 de Agosto de 1902.
. JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ
INFORME
DEL INTENDENTE GENERAL DEL EJÉRCITO
(Continúa)
PROYECTOS de contratos pasados á la Sección 2. • del Ministerio de Guerra.
Fechas Artículos Cantidad Contratistas Valor
Vienen ................. $ 687,253 20
Marzo 17. Maleleras.. ...... 1,000 Mercedes A. de
V élez......... ... 6,000
- 17. Frazadas............ 2,000 Francisco de C.
Mesa............. 49,000
- 17 Frenos............. 36 Cristóbal Sala-
- 1 7· Sillas ............. ..
- 17. Galápago aperado
- 17. Macho .............. .
- 17. Cometas ......... ..
- 17. Peinillas ........... .
- 17. Taburetes ........ ..
- 17. Bayetones y telas
para íd ........... .
- 17. Confección de tol-dos
............... ..
- 18 Alpargatas (dnas.)
- 18. Galápago ..........
zar .............. .
3 Sixto Guerrero .. .
J o s é Domingo
Vargas ........
1 Jesús A. Garcfa.
15 Octavio Monroy.
365 Flavio Angulo ...
6 José L. Camacho
Romero y Cubi-des
........... .
40 Enriqueta González
B .........
222 Antonio Gonzá-lez
.............. .
Ildefonso Ramí-
2,000 ...
soo
1,275
12,775
250
5,4IO ...
640 •••
6,380
rez............... 500
Pasan .................. $ 773,435 20
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'- 234 _J
J'echas Artículos
Marzo 18. Varios objetos
- 20. Correajes, roo, y
sillas .............. .
- 20. Esperma, arrobas
- 20. Factura de drogas
- 20. Enjalmas, lazos y
cinchas ......•.....
- 20. Correajes .......... .
- 20. Confección toldos
- 20. Sillas .............. ..
- •o. Ccnfección de ba-yetones,
bande-rolas,
&c ....... ..
- 20. Alpargatas, dnas.
- 20. Enjalmas ......... ..
- ~o. Galápago aperado
- 20. Confección toldos
- 20. Cinchas, baticolas
- 20. Cornetas .......... .
- 20. Correajes .......... .
- 20. Cargas de estera.
- 20. Enjalmas, &c. &c.
Cantidad Contratistas
Vienen ................. $
Juan M. M. Gi-libert
.......... ..
2 Hipólito Bolívar.
3 Nicolás Pineda ..
Abraham Apa-ricio
............ .
Pedro Pachón ...
400 Arsenio Zamudio
50 Enriqueta Gon-zález
B ....... ..
5 Manuel Puyo ... ..
Enriqueta Gon-zález
B ........ .
70 Antonio J. Ra-mírez
........... .
ro Fidel Segura ... ..
1 Víctor Ospina .. .
50 Enriqueta G o n-zález
B ........ .
roo José N. Muñoz .. .
4 Pedro Mayorga.
200 Aurelio M e r i-zalde
.......... .
19 Honorato Landí-nez
............ .
María Parra ..... .
- 20. Cargas costales.. 3,103 Honorato Landí-
- 20. Polainas, pares .. .
- 26. Drogas ............. .
- 24. Galápagos, 2, y si-llas~
.............. .
- 24. Alfombras, estri-bos,
&c .......... ..
-29. Mula ............... ..
- 29. V arios artículos de
comercio ......... .
nez ............ ..
20 Lorenzo García
Abraham A fanador
..........
4 N urna P. Nogue-ra
.............. .
Francisco Posa-da
.............. .
J. Eugenio Ucrós
Gonzalo Ferninnández
.........
Valor
773,435 20
18,765
1,773
990
1,493 10
562 20
12,800
~00
900
559
2,100
150
700
800
1,250
400
2,500
3,037 so
480 ...
3,665 so
1,000 .••
2,000
4,500
s,soo
Pasan .................. $ 843,11 I
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Boletín Militar de Colombia
'-- 235 _)
Fechas Artículos Catidand Contratistas Valor
Vienen .................. $ 843,111
Marzo 3 r. Dril, pieza~ ...... 300 Claudia Angel... 61,800
-31. Bayetones, confec-ción
............... lOO Enriqueta Gon-zález
B ......... 500
- 3 1. Pasto, cargas ...... 34 Salomón Gonzá-lez
.............. 250
- 31. Frazadas pescanas 500 Antonio Lemos .. 10,500
- 31. Alpargatas, dnas. 141 Antonio Gonzá-lez
.............. 4,230
- 3 r. Peinillas ............ 54 Zalamea Hnos ... 2,700
- 31. Macho ...... : ........ 1 Fermfn Moreno .. 200
- 3 r. Galápago ........... 1 Luis M. Boa da ... 750
- 3 r. Cargas costales .... 462 Ignacio Guillén ... 3,234
- 31. Galápago aperado Alfredo Bonnito
H ................ 3,000
- 3 I. Galápago aperado Alberto Uribe B. 2,000
- 3 r. Varios artículos ... Do migo Rodrí-guez
............ 1,160
-31. Corroscas .......... 300 Rafael Gómez M 1,6so
- 3 1. Galápago .......... 1 Germán BraTo U. 1,200
- 3 r. Correajes ........... 150 Benito Navarro .. 5,025
- 31. Binóculo ............ Carlos Garcfa ... 6oo
- 31. Alpargatas (doce-nas)
·· ............. IOO Antonio Gonzá-lez
Q ........... 2,800
-3 I. Paño azul (metros) 120 ]orce Góm ez B .. 3,360
- 3 1. Varios artículos de
equipo ............ Vida! Pachón .... 9,990
Suman los contratos del mes ........... $ 958,o6o
CONTRATOS T DOCUMENTOS REVISADOS Y DEVUELTOS AL MINISTERIO
DE GUERRA
Fecha Contratistas
Marzo 1.0 Anselmo Pine-da
................. .
- 3. Santiago Rosillo .. .
- 3. Manuel Gutiérrez F.
- 4· Juan A. Uricoechea
- 4· Liborio Moure ..... .
- 5. Teodoro Dupuy ... .
- 5. Belisario Castro .. .
- 5. l. de Broc ......... .
Cantidad Artículos
Arrendamiento de una casa.
Viseras y cartón.
3 Bestias.
326 Id.
1 ,ooo Yardas de paño.
24 Bestias.
Varias docenas de cohetes.
r6 Reses.
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Marzo 5. Nicanor Castillo
- 5. Juan N. Acosta ... .
- 5. Liborio Moure ..... .
- 6. Tomás Morales .... .
- 6. Joaquín Rojas (Jus-tiniano
Gutiérrez)
- 6. Francisco M. Restrepo
(por FranCisco
Londoño) ..
- 7· Julián Restrepo (J.
H. Parish) ..... ..
- 7· Miguel Fonseca ... .
- 7. Eduardo Villa ..... .
- 7. Pantale6n Cortés .. .
- 7. Res trepo y Cardo-na
(Domingo Bo-lívar)
.............. .
- 7. Aurelio Barragán ..
- ¡. Aristides Rojas
. (Presbítero) .... ..
- 8. Luis Peña S ........ .
- 8. Enrique Fernández
- 10. Julio Uricoechea ..
- 10. Juan de D. Galvis
(Galvis Hnos.) ...
- 1 1. Leonardo Cárdenas
P. (Pedro E.
Mora) .......... ..
- 11. Grcgorio Arteaga
- 1 1. Luis V. Castillo ...
- 12. Justo A. Guerrero
- 12. Enrique Hoy os
(Adolfo Triana).
- 12. Compañía Colombiana
de Transportes
(Ignacio
Neira) ............ .
- 12. Franci co M. Rest
r e p o (Andrés
Orozco) ......... ..
- 13. Restrepo J. y Cardona
(Elías Gon-zález)
............ ..
- 13. Francisco M. Restrepo
(Anerés
Orozco) ......... ..
- 14. Roberto James T.
5 Id.
Id.
Arrendamiento de una casa ~
5 Bestias.
12 Reses.
27 Mulas.
10 Mulas.
35 Bestias.
32 Reses.
1 Caballo.
3 Mulas.
Res.
4 Bestias.
Varios efectos.
Gastos hechos por el peticionario.
16 Bestias.
1 I 3 Id.
87 Novillos.
10 Mulas.
7 Reses.
20 Mulas y monturas.
4 Bestias y un galápago.
Fletes de buques.
2 Bestias.
29 Id.
8 Id.
4 Reses.
Conlznú11
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'- 237 _J
Doctrinal
EL FERROCARRIL INTERCONTINENT AL
EN COLOMBIA
(Continúa)
Abundan en los terrenos bajos la lima y la guanábana, fruta
de un árbol que crece como el chirimoyo y es tan grande como
una sandía mediana, verde, con escamas como las de anana, pero
menos marcadas y de un gusto exqui ito. El árbol del totuma es
abundante, y de sus brazos, y aun del mismo tronco, cuelga el
fruto, de forma esférica, corteza delgada, que seca es dura y elástica
y sirve para hacer vasijas, platos y cucharas : se cree que la
totuma, untada de arcilla húmeda para protegerla del calor, sugirió
á los primeros habitantes la idea de fabricar la loza de barro,
porque en algunas vasijas antiguas se han encontrado huellas 6
impresiones de vegetales, y se supone que de éstos recibieron su
forma.
Un arbusto de tallo tierno, sin espinas y de rápido crecimiento,
llamado lechero por la savia láctea que brota al cortarlo, se emplea
bastante para setos: nos suministró muchas estacas. Durante
nuestros trabajos en esta región andina, una planta desconocida
infectaba el aire con su mal olor. Los cocuyos son numerosos: los
hemos visto con frecuencia desde Quito, en toda la comarca. En
las aguas del Patía vimos peces, mas no en ningún otro río, aun
cuando dtcen que también los hay en las aguas de la cuenca de
Quito. A la legión de los in se ctos se incorporó en el val e la mosca
dragón. Hay arañas y escorpione s, pero no en abundancia; uno
de los últimos picó á un arrie ro en un dedo, sin hacerle más daño
que el de una avispa. Mayor alboroto causó un gran sapo que saltó
sobre el pecho del caporal del campo, que dormía medio desnudo.
Abundan las lagartijas, especialmente las pequeñas, que son
muy bonitas; no se consid eran como plaga; no recordamos haberlas
visto en las hoyas altas. En los arroyos vimos una especie de
anguila que corre con presteza, rápida como una ardilla, sobre las
cercas, y en el agua sobre las piernas traseras, batiendo al mismo
tiempo la cola, para mantenerse recta. Observámos una gran variedad
de palomas, gallinazas y colibríes ; vimos tordillos, pinzones,
acantas y un a ve pequeña con copete y cola tan larga como
hermosa, que se mecía gallarda en los aires.
El condor vuela entre 8,ooo y 15,000 pies (2,400 á 4,6oo ros.)
sobre el mar; nada lo invita á subir á mayor altura; pero á menudo
desciende más en busca de presa. Su movimiento lento, igual,
calmado, demuestra que sin esfuerzo gira, sube y baja; es un espectáculo
encantador, es la poesía del movimiento. Para posarse
sobre las rocas se precipita hacia ellas, plegadas las alas, y en el
momento en que parece que va á. estrellarse, las abre, se levanta
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Boletín Militar de Colombia
'- 238 -'
como si le diera impulso la aproximación al suelo, y flota exactamente
sobre el lugar deseado, en el cual se apoya sin saltos ni oScilaciones,
á plomo, en el momento en que cesa el vuelo. Abundan
los insectos y parásitos, y entre ellos el diablo del coloradito,
el rey de todos, que no obstante ser un átomo, pero átomo pestilente,
nos ha marcado íntegro el cuerpo.
El Comandante Militar del Cauca nos ha dispensado cortés
atención mientras hemos permanecido en los alrededores de Popayán.
Como lo hemos anunciado por cable, Mr. Bourgers envió
su renuncia desde Cali, la que le fue aceptada, para consumarse
el 20 de Diciembre, debiendo encargarse, mientras tanto, de la
Sección, Mr. W. J. O'Connell. El Topógrafo ayudante ha recibido
las instrucciones del caso para estudiar el trazo de la línea.
de Cali hacia el Norte, hasta encontrarse con nosotros, verificadolo
cual, podrá hacerse el de aquí á Cali.
Mr. Bourgers ha sido fiel y diligente en el desempeño de sus.
deberes. No conozco la causa de su retirada; pero como debe
respetarse la autonomía del hombre, por este motivo su renuncia
le fue aceptada sin reparo.
CAPITULO VII:-DE POPAYÁN Á CAL1
Li hoya ó cuenca hidrog-ráfica del Sur del Cauca, cuyo eje se
dirige hacia el :Mediodía, tiene su compañera en la del río de
aquel nombre, que lo hace al Septentrión. El río Cauca nace en
el flanco del cerro Canelo, en donde se desprende también de la
Cordillera Oriental la Sierra del Roble, y de pués de corr r paralelamente
á é ta, describiendo con ella un cuarto de círculo del S
al W., tuerce á la derecha y adquiere una dirección corre pondiente
á la del Patía, unos 30° al NE. por el pie de la base de la
Cordillera Occidental. No sólo las corrientes de las aguas centrales
y sus relaciones con las adyacentes del Patía tienen sus correlativos
en la del Cauca, sino que hasta la hendedura secundaria
por donde á aquél fluyen los ríos Las Palmas y Guachicono, tiene
su homóloga en el valle del Cauca y se puede seguir con la mirada,
desde la escarpada colina que domina la llanura en la vía de
Popayán hacia Tunía, separada aquella del Palo por un relieve secundario
que limita el valle propiamente dicho, y que se extiende
por 125 millas (200 ks.) hasta las cercanías de Cartago hacia
el Norte.
La porción meridional de la 1->lanicie al E. del río Cauca, s
extiende con un promedio de 15 millas (24 ks.) de anchura y másde
50 millas (So ks.) de largo de la Sierra del Roble al río del
Palo, inclinada hncia el NW., honda111ente excavada por muchos
arroyos.
Los tropiezos del viaje, el tiempo y dinero de que disponíamos,
y el plan mismo de nuestro trabajo, concurrieron á impedirnos
practicar un extenso reconocimiento previo del terreno, por lo
cual tuvimos que adivinar la topografía del país con auxilio de los
mapas existentes y el dicho de los habitantes, que por cierto nO>
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Boletín Militar de Colombia
\.._ 239 _J
tenían siquiera la idea de lo que es un terreno adecuado para
la construcción de un ferrocarril. De Quito á Popayán el campo
de las alternativas posibles quedaba restringido, si se exceptúa el
valle del Chota, en parte por las dificultades físicas, y en parte por
las económicas, lo cual simplificaba mucho nuestro trabajo.
Aquí era más amplio el campo, y por lo mismo menos fácil la
tarea. Examinando el país desde las alturas de Popayán, tres zonas
se nos presentaban para el trazo de la línea: una la del río
Cauca; otra, la diagonal al través de la llanura hacia el Duende,
para caer al río por el Piendamó, pequeño afluente suyo; y otra,
por la vía de Jimena al vecindario de Tunía, para de allí descender
al Cauca cerca de Gelima, por los valles del Tunía y el Ovejas.
Por entonces esta última parecía la más improbable. Elegímos ra
zona intermedia, porque además de sus condiciones aparentes, no5
brindaba la oportunidad de observar más .ó menos las otras en
nuestra marcha hacia el Norte.
Empezámos obra el 30 de Diciembre de 1891. Pronto advertímos
que la línea por la zona del río era fácil y el terreno despejado,
á juzgar por lo que veíamos á ratos y por inferencias, aunque
relativamente despoblada. La marcha nos revelaba además la
existencia de cierta depresión marcada con ondulaciones y descensos,
al pie de las colinas de la tercera alternativa, decididamente
favorable para la línea, y sin otros tropiezos que los cañones del
Palacé y el Piendamó, que se presentan como obstáculos formidables.
Las divisorias de las aguas, hacia el Cauca mantenían su altura
con notable uniformidad, en tanto que las corrientes, como
era natural, se hundían más y más, á la vez que los valles se deprimían
rumbo del Norte. M. O'Connell, que venía de Cali y nos
encontró en Gelima, siguió de allí hacia arriba por la divisoria al
\V. del Ovejas, y por la tercera alternativa llegó á la aldea de Tunía
cuando nosotros por la SC'gunda nos aproximábamo al río Ca ji.
bío. Entonces nos pusimos en comunicación con él, y convinimos la
manera de pintar ]as dos líneas en la ruta central, lo que en decto
conseguimos el 7 de Enero de 1892, obteniendo así un trazo compuesto
de la z: y la 3: alternativas, antes indicadas.
LA CIENCIA MILITAR EN EL ATENEO
CONFERENCIAS DEL CORONEL MARVÁ (ESPAÑOL)
(Concluye)
La envuelta de dicho globo no se ha querido barnizar, á causa
de la efímera duración que tienen en España estas capas; en
su lugar se ha empleado la capa de caucho entre dos telas.
El tipo de cable ahora en uso, no está definitivamente adop~
tado; en la actualidad se estudian las condiciones del cable pru·
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Boletín Militar de Colombia
siano, articulado en trozos de 100 metros, y las del austriaco, que
es continuo y tiene conductor telefónico en el alma.
Este globo-cometa da 6o kilogramos de fuerza ascensional,
según resulta de los datos sig-uientes :
7-40 m'. á I kilogramo de fuerza ascensional......... 7-40 kg. IEnvolventes, cámara de aire, timón l
y válvula.............................. 257
Globo. Cordaje................................... 8o l
l ~~~~:~~~~. d~. i~· ·b~~~i~iú~; ·~i~~~~ ·; 20
630 kg.
cola.................................... 23J
Cable (500 metros)............................... 100
Aeronautas, :.l á 7 5 kilogramos.................. I 50
Lastre y aparatos................................... 50
Fuerza ascensional excedente .......................... ..
GENERADORES Y CILINDROS DE CAMPAÑA
6o kg.
Generadores móvzles de ht'drógeno.-La imposibilidad de montar
en campaña generadores fijos de hidrógeno, ha obligado á estudiar
su aligeramiento para darles condiciones de transportación.
Dz'versos tipos.-Con el indispen able auxiliar de la fotografía,
explica el Coronel 1-b.rvá los sistemas lón de generador sencillo
y doble; el sistema del mismo autor para maniobra á mano; el
propio sistema modificado por la casa Surcouf, de París, y en fin,
el generador Renard, sin secador, adopta:!o en el Ejército francés.
Estos tipos contienen los mismos elementos citados al tratar
de los generadores fijos, bien que modificados en su forma y dimensione
, para reunirlos del mejor modo posible sobre carros de
cuatro ruedas. Todos los generadore tran portables son de circulación
continua y se fundan en la descomposición del agua por
medio de las limaduras de hierro ó de zinc y del ácido sulfúrico.
Incottvmimtes de los generadores móvz'les.-Las primeras materias
nece arias para producir el hidrógeno que un globo de campaña
exige, representan un peso de 15 tonelada , número excesivo
que aumenta el bulto de los parques aerostáticos en proporciones
inadmisibles. Si además se tiene en cuenta el gran caudal de agua
que requieren las reacciones químicas, y la dificultad de apurarlas
en campaña, con el consiguiente desperdicio de los productos elementales,
se comprenderá cuán graves son los defectos inherentes
á esta clase de ~eneradores.
Transporte de hzdrógmo m álzndros.-Huyendo de aquellos inconvenientes,
se ha pensado en renunciar al acarreo de la materia
bruta, transportando en cambio la materia útil, ó sea el hidrógeno,
en vasos cilíndricos donde éste puede almacenarse á gran presión.
Las ventajas de este sistema son evidentes: el hidrógeno utilizado
es mucho más puro, como producido con reposo y esmero
en aparatos permanentes; la inflación es más fácil y rápida, y el
peso muerto á transportar resulta considerablemente disminuido.
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Boletín I\1ilitar de Colombia
Ct'lindros.-Por tales ventajas, el sistema de conducción del
gas en cilindros metálicos está ya universalmente aceptado. La
importancia de este nuevo elemento justifica la amplitud con que
lo estudió el conferenciante.
Forma y dzinenúones.-Su forma es la de un cilindro terminado
en casquetes, uno de los cuales contiene la válvula para la salida
del gas. Sus dimensiones son:
Longitud............... 1 m. á 2,40 m.
Diámetro exterior... 140 mm. á 250 mm.
Espesores . . . . . . . . . . . . 5 mm. ro mm. (según el diámetro).
Peso . . . . . . . . . . . . . .. . . . . 40 l·g. á So kg.
C1pacidad t.n litros. ro á 46.
Gas que contienen... 6 á 8 m: 1
• (á r 50 atmósferas).
J\lhT. L.-Debe conciliar las antagónicas condiciones de resistencia
y poco peso. El estado actual de la metalurgia permite fabricarlos
de una pieza y por mbutición, con acero excelente, de
gran tenacidad y mucha elasticidad para disminuír las probabilidades
de explosión.
Los tipos ensayados en el Laboratorio de Ingenieros del
Ejército, han dado los siguientes mímeros :
Límite
T os Espesor CaJ.acidatl Peso de Fractura
elasticidad
------------
Mann.;sma n .... IO 42 84,3 3IO 450
Rhienischeu ... 7 46,8 66 302 4IO
Brunon .......... 7 "
, 365 475
La carga de fractura resulta mayor de 55 kilogramos por
mm2
, y el alargamiento es ele rg por roo.
Clase de pruebas que sudm t.:ng/rse.-Suele fijarse á 300 atmósfera
el límite de elasticidad, y la carga de fractura á 400 y
aun más. Los tubos trabajan, como es natural, á presiones menores,
que varían de I 20 á I 50 atmósferas. Los tubos franceses trabajan
á 200 atmósferas, pero este número se considera exa~erado.
Cz"Hndros para el parque de Guadalajara.-Tienen las condicio-nes
siguientes :
Longitud entre las tangentes á las semiesferas, 1m,50.
Diámetro exterior, 22 centímetros.
Espesor, 7 milímetros.
Tolerancias, 10 por 10 para espesores; 5 por 100 para pesos.
En las pruebas á que se han de someter para su recepción, se
estipula que á :l50 atmósferas no pre!lenten deformación permanente,
y que en el ensayo por aplastamiento, las paredes interiores
TOKO 11-16
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queden á 18 milímetros de distancia, doblándose las paredes sin
presen tar resquebrajaduras, cosa difícil de conseguir en los metales
duros.
Válvula de áerre.-Hállase atornillada en uno de los casquetes
del cilindro. Cuando se abre la espita, el gas sale á chorro muy
fino. Sin las figuras explicativas de este mccani~mo no es posible
dar una idea de su funcionamiento .
ComjJrtsión del gas .-Esta operación no se practica en campaña
ino en los talleres del Parque perrranente donde se dispone
de los aparatos necesarios al efecto. Sirven para to ciertas Lombas
especialts de gran potencia. El Parque de Guadalajara dispone
de una máquina modelo Thirion, cuyos detalles dio el docto
maestro.
Al material relacionado hay que añadir los juegos de colectores,
mangas, llaves y demás acce~otios que fueron también descritos.
'.fí·amporle de los rzb"11dros.-La última parte de la conferencia
versó acerca de los medios empleados en los Ejércitos de Europa
para 1 transporte de los cilin ros.
Tram¡orle f 'or rancs.-Los vehículos d dicados á este objeto
son de cuatro ruedas; ~u 1 ng-itud depende de la que tengan los
cilindros, y su talla y lenll.i<'n ob .decen al nímero de cilindros
que deben conducir. E_tos ~e dispon ~ n aco tados y al tre bolillo
por tongadas horizontales y con la válvulas tedas á un mi mo
lado, que es la tras ra del carruc1je. Dicllas váh ulas están en comunicación
con tubos de pcc Ut ño cJj ..< metro. los cual e , á su \ z, se
conectan á un tubo colector más gru ~o, donde . i~te una L quilla
para empalmar la manga que directam nte ha de llevar al globo
el gas Cúiltcnido l n los cilindros. E t s <. arro son gcneralmt:nte
de un solo cuerpo, pero también puedl n n. tarde dos ¡artes articuladas:
avantrén y retrotrén, .como suctde e n el carro alemán.
Lo. pequcñ s tubos de comxi'n ti · nen la ncc saria cunatura
ara llt nar su omctido, <'urvé'tura que en algín caso (carros
alemane:) C:S la de una spiral, forma que rt p nde á la conYcniencia
de dar á los tubo la mayor la tir·idad posible, como lo
exi~e la violencia con que sale el gas.
Datos rtla//vos á los dt7•ersos I}hútos.-Las disposiciones tomadas
por Jos Parques aero~táticcs de Eur r arara la cvnducción de
los cilindr s d hidr 'gc no, son, en ese 1cia:
I11glalerra.-Carros con 15 ciiindros. Peso del carro 11 no,
1,8oo kilcgramos. Cada cilindro e ntier.e 7,76 m' de gas, á 101 atmósferas,
y r e~a 65 kilogramos.
Alrmam·a .-20 cilindros por carro, 15 en el retrotrén y 5 en
e l avantrén. Cada cilidro contiene 7 m 3 de gas, á 200 atmósferas.
Ilaha.-30 cilindros por carro, con 7,30 m 3 de gas cada uno,
á 120 a tmó~feras, con peso de 40 kilcgramos.
Frauda.-8 c1lindros de 3,50 metros de longitud por carro, á
35 m 3 de gas, á 200 atmósferas.
E spmia.-23 cilindros por carro, con un total de 136 m 3 de
gas, á 150 atmósferas.
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Transporte á lomo. -Este m'odo de conducción ha sido intentado,
aunque con éxito escaso. Los italianos pusiéronlo en práctica
en su campaña de Africa. Los cilindros, en número total de 8o, se
repartían entre 20 camellos, transportando así el gas necesario
para un globo de 300 m3
•
ESCUELA DEL SOLDADO A CABALLO
POR CARLOS FERNÁNDEZ Y JULIO DEL CANTO
(Concluye)
IÓ4. Desmontar á ll'erra.-E tando la lanza terciada, correr el
puño derecho hacia abajo, levantar la lanza con el brazo á toda
su extensión, introducir verticalmente el regatón entre el antebrazo
izquierdo y el cuello del caballo, dejar deslizarse el asta hasta
que el reg-atón toque el suelo, tomar las riendas como sin lanza y
envolver las crines en el pulgar, mant nicndo mi e ntras tanto la
lanza apoyada en el cuello del caballo; tomar el asta, las crines y
las rie ndas como para montar; proceder como en el número 128.
Una vez el jinett en tierra, soltar las riendas y crines de la mano
izquierda, que sólo toma ·1 asta poniéndola vertical; colocar con la
mano der:..cha las cuatro riendas estiradas sobre el cuello del caballo,
cerca de la silla; dar el paso á la izquierda, levantando cinco
centímetros el regatón del suelo, tomar las riendas de la brida
con la mano dc r cha, girar á la izquierda y tomar la posición de
atención, explicada en el número 162.
165. Para m ontar y desmontar, la separación de los números
pares é impares se ej e cuta tal como sin lanza, mant nit:nclo ésta
en la posición para conducir el caLallo al terreno, durante la ejecución
de los tres pasos al frente. Las voc~..:s de mando no tien n
diferencias; los movimientos sólo tienen las c. ·plicadas en los números
163 y 164.
r66. Alr,·wslo-LANZA.
I) Estando la lanza en la posición de afiancen ó de lt'rcim, la
mano derecha la levantará hasta que el regatón salga de su alojamiento,
y en seguida inclinará la moharra hacia el frente y hacia
la izquierda, colocando la mano cómodamente apoyada en el
muslo derecho; la moharra quedará sobre la oreja izquierda del
caballo, y á una altura suficiente para no molestarlo ; el regatón
no quedará muy abierto á la derecha, porque se correrá el riesgo
de herir al caballo vecino.
167. Tercien-LANZA. (Estando al muslo).
I) La mano derecha coloca la lanza verticalmente, haciendo
entrar el regatón en su alojamiento. La correa portalanza queda
al frente.
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B oletín Militar de Colombia
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r68. Afiancen -LANZA. (Es ta ndo t e r ciada).
I) D e jar cae r la lanza sobre e l nacimi e nto del homb ro de recho,
c orriendo esta ma no á toda la extensión del b razo .
r6g . Te rcie n-LANZA. (Estando afianzada).
I ) Corre r la mano derecha hasta la altur a del ho m b ro, coloca
ndo al mismo tiempo la lanza perpend ic ul armente .
170 . Al brazo-LANZA. (Estan do te r ciada).
I ) In cl ina r la la nza haci a la izqu ierda, tomando e l asta con
esa m ano, cuyos dedos se entreabren sin soltar las riendas ; introduc
ir el brazo derecho en e l portalanza.
2) Enderezar la lanza empujándqla á la derecha con la mano
i zq u ierda, de mo do qu~ quede sujeta del portarregatón y del portalanza,
que se coloca en e l pltegue del codo, doblando e l anteb
razo derecho sobre . e l cuerpo.
17 r. Tercz'en-LAL JZA. (Estando al brazo) .
1) Separar del cuerpo el antebrazo derecho, llevar la mano
arriba, y de atrás hacia adelante. tomar el asta; inclinar la lanza
á la i zquierda para apoyarla en la mano de la brida, como e n
i gual tiempo del número 170, sacando inmediatamente después el
a ntebrazo derecho de entre el portalanza .
2) Tomar el asta con la mano derecha y llevar la lanza á la
posición de terciada .
172. A la esp«.lda-LANZA. (Estando terciada).
I) C mo el primer tiempo del número I 70.
2) Tornar la lanza con la mano derecha más abajo de la izq
uierda-cuidando que no se salga el po ·talanza,-lcvantarla para
inclinar la m barra hacia atrás y á la iz uien.la del caballo; soltar
la lanza que r¡ueda sujeta del portalanza colocado debajo del sob
aco; la moharra queda colocada por el flanco izquierdo dd cab
allo, dirigida al suelo, y el regalón por sobre el hombro derecho
d el jinete, dirigido arriba y á la derecha.
Esta posición es excepcional, destinada á usar el sable in me d
ia tamente de pués del choque de la carga, en los casos que fuere
necesario.
173. Tercien-LANZA . (Estando á la espa lda).
I) La mano de r ech a toma la lanza por encima d el h ombro,
é im p r imi éndo le un movimiento a d ela nte, la pone ver tica l, intr oduciénd
o la e n el p o r tarrega tón y c olocándola in mediatame n te d esp ués
en la p osición de l prime r ti e mpo del número 170.
2) Como e n ig ual ti e mpo del núm e ro 171.
1 74· Ca/m-LANZA. (Estando terciada).
I) Sacar la lanza d e l portarregatón, levantándola con la
mano derecha; bajar la moharra hacia el frente, colocar el asta
debajo d el sobaco, doblando el codo. La lanza queda horizontal,
firmemente apoyada al cuerpo ; el puño afirmado en las costillas,
con el dorso hacia abajo; el codo se une al cuerpo.
1 7 5. Tercien- LANZA,_,_(Estando calada).
r) Levantar la moharra para poner la lanza vertical y en la
posición de tercien.
1 76. La esgrima de la lanza se ejecuta como está prescrito á
pie, tomando los jinetes la colocación del número 47, con seis pa-
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sos de distancia, teniendo presente que en un picadero cerrado,
s.ólo se dirigen los golpes hacia adentro.
Cuando los jinetes se ejercitan en el maniquí 6 en la cabeza
móvil, dirigirán los golpes tanto á la derecha como i la izquierda.
177. En la carga, la lanza .:>e cala en el momento de emprender
el galope. Una vez terminado el movimiento, el jinete endereza
la lanza y la tercia.
En la carga en línea de batalla, los jinetes armados de lanza
y que tienen Oficiales delante, colocan la lanza con la moharra inclinada
un poco hacia arriba; de igual modo proceden los jinetes
de segunda fila.
:MANEJO Y EMPLEO DE LA CARABINA
178. En el manejo de la carabina á. caballo no se exige uniformidad
en los movimientos, pero éstos deben ser rápidos y ejecutados
con limpieza y seguridad; se tratará de mover el cuerpo
y la mano de la brida, lo menos que sea posible.
r 79· La cara !Ji na se encontrará en el porta mosquetón ama.
rrada por la garganta con doble vuelta de la correa de vizcachera
destinada á este fin; el cañón queda hacia afuera del cuerpo del
caballo; el portarnosquelón se alargará ó acortará. lo suficiente
para que la culata de la caralJina se encuentre á la altura del borren
delantero de la silla ; Jos pasadores no estarán corridos más
arriba de la mitad del largo total del portarnosquetón.
r8o. Al muslo-ARMAS. (Estando al portamosquetón).
I) Afirmar con la mano izquierda, ~in soltar las riendas, la
culata contra la silla; de ·he billar con la mano derecha la correa
de vizca lwra ; tomar la carabina con e ta mano, el pulgar por
encima del aparato d cierre, los cuatro dedos restantes por debajo
del almacén, el dorso hacia la silla; retirar la mano izquierda¡
levantar el arma para sacarla del portamosquetón; bajar la culata
por la izquierda para poner la carabina vertical; afirmar la
cantonera en el muslo derecho, de manera que aquélla siga la
forma de éste; mantener el arma con una pequeña inclinación
adelante y á la derecha ; la mano derecha qu da afirmada sobre
la perilla del cerrojo; la uña de la culata se dirige á la vizcachcra
izquierda.
181. Al prwlamosqutlón-ARMAS. (E tando al muslo).
I) Levantar la carabina con la mano derecha; inclinar el
cañón hacia abajo por la d recha; introducir el arma verticalmente
en el portamosquetón, de modo que quede el cañón hacia
afuera; sostener la culata con la mano izquierda; soltar el arma
con la mano derecha, que pasa á tomar la correa de vizcachera, la
cual se envuelve dos veces en la garganta, hebillándola después¡
colocar la mano en su lugar.
182. A la espalda-AR11AS. (Estando al muslo).
r) Levantar horizontalmente la carabina, el cañón hacia
atrás, por encima de la cabeza; doblar el brazo derecho para que
el portacarabina se introduzca por delante de la cabeza, inclinan-
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Boletín Militar de Colombia
do el puño derecho hacia atrás; bajar en seguida la mano hasta
que el portacarabina se afirme en el hombro izquierdo; soltar la
carabina introduciendo acto continuo todo el brazo derecho entre
la correa y el arma; servirse de la mano derecha para inclinar la
culata hacia atrás, de manera que quede atravesada la carauina.
sobre la espalda, Jo má! cómodamente posible.
183. Almuslo-AR~1AS. (Estando á la espalda).
I) Con la mano derecha llevar la culata un poco adelante¡
doblando el brazo, sacarlo de entre la correa y el arma; tomar la
carabina con la mano derecha, de atrás hacia adelante, por encima
del aparato de cierre ; levantar horizonlalmente la carabina
hasta que salga por encima de la cabeza; bajar la culata por la
derecha y poner el arma en la posición de al muslo.
184. Enganchm-AR'f:..fAS. (E tando al muslo).
I) Dejar caer la carabina obre la mano izquierda, que entreabre
Jos dedos sin soltar la riendas; vol ver al mi,mo tiempo el
arma, de modo que la anilla quede hacia arriba; sostenerla con
la mano izquierda, afirmando la C:Jlata en el m u lo derecho; tomar
el ganch con la mano derecha; abrocharlo, de arriba hacia abajo,
en la anilla; tomar nue\•amente el arma y llevarla al muslo.
185. Dr:senganclzen-ARMA ·. (Eslando enganchada).
I) Dejar caer la carabina como para enganchar; de abrochar
con la mano derecha el g:mcho, botándolo después hacia atrás¡
llevar el arma al muslo.
186. Carrr1UJ1-ARMA . (Estando al muslo).
I) Dejar caer la carabina sobre la mano izquierda, cuyos dedos
se entr abren; apoyar la culata sobre 1 muslo dere ho; proceder
como en la instrucción á pie· volver el arma al mu lo.
187. El ll'ro.-Estamlo la carabina cargada. y al muslo para
apuntar, se introducen las cuatro riendas en el antebrazo izquierdo,
despué de haber girado ,¡ caballo á medio derecha, y se procede
exactrtmente como n la instrucción á pi , cargando un poco el
peso del cuerpo en los e tribos; el cañón se dirige por el lado izquierdo
del cuerpo del caballo, es decir, en dirección <.lel frente
-:¡ue se t nía antes de ef ctuar el medio giro. Si el caballo se mueve,
el jinete sostiene la cara.:>ina con la mano izquierda, y se sirve
de la mano derecha para tomar las riendas y dirigirlo.
Los movimientos de retirar el arma y dar fuego se ejecutan
como á pie.
Terminado el tiro, el jinete ajusta las riendas, pone el arma
al muslo y deshact: el medio derecha.
El tiro se efectuará también con el arma enganchada y aun
con el sable colgando de la dragona; se ejercitarán los jinetes en
soltar la carabina enganchada, con el cañón hacia abajo, después
de hacer fueg-o, empuñar el sable y ejecutar algunos golpes.
188. Todos los movimientos explicados se efectuarán á los tres
aires de marcha, salvo el tiro, que sólo se ejecuta á pie firme.
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' PERSECUCION
189. La persec ución es la preparación ecuestre del com bate;
provoca la emulación entre los jinetes, afirma su asiento y los o blig
a á usar de todos lo: medios d~ conducción. Sirve para demostrar
q ue en el combate á caballo, con valor ig-ual, la ventaja debe p roteger
al jinete que tenga su caba1lo mejor adiestrado y que se pa
conducirlo con mayor perfección .
El Instructor formará dos secciones y las colocará una enfrente
de la otra y á seis pasos d t las pi s tas cortas; cada jinete tendrá
en la mano der cha una varilla de tiza blanca.
Igo. Al mando: n ·rs('CllclÚII, el jin te de la derecha de cada
sección sale al frente al trote y e dirige contra el adversario hasta
encontrarse con él : cntonct s e mpieza la persccuci()ll. El fin que se
propone cada jinete es tocar d h om' ro ,·:r¡u/erdo de su adY ersario, señalándolo
con la varilla d e ti ;~a . Aplicará, para la r e alización de
"' esto, las vu Ita. , rrH'di~S\'ut.!lta . , me dias vue ltas sobre la c:;paldas,
&c., obrando con cel rielad. La. pers ~ cu c ión cc~a cuand uno de
los combatientes ha sido tocad en el hombro izquierdo. El Instructor
dará con este fin la \'OZ de;: ALTO. Los do ~ jinetes toman
entonces el pa o, y son reemplazados 1 or los otros dos que siguen .
El Instrudor e,·ita d las qu c rt·llas ó di · cusioncs que pudieran
producirse por fe ctu del amor propio. Si durante la persecució n
un caballo se escapa al g·al o p • no e.·i(;>·irá el In tructor que se le
ponga inmediatamente al trote.
Las paradas brusca ele las riendas y b aplicación fuera de
lugar de las espuelas, s rán te rminantemcnt~ pr hiuidas.
El In tructor establee ·n' pre mi o s para los jinetes victoriosos .
Estos premios pu eden c un _ i~ t ir "n e.-l! ncionc de ci erto::. s ervicios,
permisos extraordinarios, &:c.
-EL SERVICIO OBLIOATORIO EN LA ARGEN TIN A
LEY NUMERO 403 1
El S enado y Cámara de Dipulados de la J.\adún Argmlt'na 1·eum'do s
m Co?Zgru o, &>c. ,
SANCIO:\'Ar\' co.r FUEl'ZA DE LEY
(Continúa)
TITUL O IV
DE LA GUAR DIA NACIONAL
Art. 23. L a Guardia Nacional la forman :
1. 0 Los J e fe s y O fic ial es d e la G uardia Nacio na l, nombr ados
por los Gobie rnos d t: Provinci a, en las suy as r especth·as, y por el
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Poder Ejecutivo Nacional en la capital de la República y Territorios
nacionales.
2. 0 Las clases.
3. 0 Los hombres pertenecientes á las doce clases de veintio-cho
años cumplidos á cuarenta años igualmente cumplidos. J
Art. 24. Las fuerzas que constituyen la Guardia Nacional tendrán
una organización táctica análoga á la del Ejército de línea;
pero cada Gobierno de Provincia en la suya respectiva, y el Gobierno
nacional en la capital de la República y Territorios nacionales,
correrán con todo lo relativo á su instrucción, la que será
dada en la forma que reglamente el Poder Ejecutivo.
Art. 25. Los Jefes y Oficiales de la Guardia Nacional serán
nombrados por los Gobiernos de Provincia, en las suyas re pectivas,
y por el Poder hjecutivo Nacional en la capital federal y Territorios
nacionales, de acuerdo con las condiciones que r glamentan
la presente Ley.
Art. 26. Los Oficiales de la Reserva que en razón de haber
cumplido veintiocho años fueren autorizados para continuar sus servicios
en la Guardia Nacional, no pueden ~er obligados á servir en
ésta en un grado inferior al de su empleo en la Re erva; pero si
rehusaren prestar sus servicios como tales en la Guardia Nacional,
entonces se les obligará á servir como simples ~oldadus en la clase
que por su edad les corre ponda.
Art. 27. Los Jefes y Oficiales en retiro dd Ejército permanente,
que fueren aún aptos para 1 servicio, e tán autorizarlos para
aceptar los empleos de u categoría, ó mayor, que les fuen n ofrecidos
en la Guardia Naci n;¡l, in que ésto puedan dar! d .rccho
á tro rn olumento, de parte de la 'ación, que el Ptiro CJUt ' gozan.
Art. 28. ~.n la capital de la República y t rritt ríos f dcrales
el Poder Ej ecutivo NacionCll, y en las Pro\'incias c;us Gubit rn .) ~, establecerán
Academias MJ!itares, á que concurrirán, obligatoriamente,
los jefes y Oficiales de la Guardia ·acional. La instrucción
en esas Academias se dará de acu e n.lo con la reglamentación que
dicte el Poder Ejecutivo.
Art. 29. Los Sargentos y Cabos de Rese rva d e l Ej~rcito de
línea, pasarán n su jerarquía á la Guardia Nacional.
Art. 30. Los hombres que con tituyen la Guardia Nq.cional están
obligado , durante Jos duce años que forman parte d la misma,
á efectuar cuatro períodos de instrucción en campamentos, ó
maniobras de campaña de una duración má.·ima de quince dfas
cada uno, en la forma que reglamente el Poder Ejecuti •o.
Para los efectos de esta instrucción, el G1 bierno nacional prestará
todo su concurso á los Gobiernos de Provincia, y podrá, si
las ventajas de la in trucción ó necesidades de las maniobras
lo c.~igieren, sacar de sus Provincias respectivas algunas unidades
6 la totalirlad de los efectivos de la Guardia Nacional convocados
á instrucción.
Art. 31. Los Gobiernos dt" Provincia nombrarán un Inspector
General de milicias encargado de la dirección inmediata de la instrucción
de la Guardia Nacional y Guardia Territorial.
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'- 249 _;
Será obligación de ese funcionario : pasar informe al Ministerio
de Guerra sobre el resultado del enrolamiento; organización
de los Cuerpos ; nómina de los Jefes y Oficiales; estado y resultado
de la instrucción, &c.
Art. 32. El Poder Ejecutivo Nacional determinará la forma de
proveer el armamento, vestuario y sostén de la Guardia Nacional
cuando la convocare á períodos de instrucción.
TITULO V
DE LA GUARDIA TERRITORIAL
Art. 33· La Guardia Territorial la forman:
1.0 Los Jefes y Oficiales de- la Guardia Territorial nombrados
por los Gobiernos de Provincia, en las suyas respectivas, y por
el Poder Ejecutivo en la capital de la República y Territorios nacionales.
2.0 Las clases, procedentes (en sus grados) de la Guardia Nacional,
y para completar las que faltaren, los individuos que atisfagan
las condiciones que determine el Poder Ejecutivo para la
capital y Territorios nacionales.
3. 0 Los hombres pertenecientes á las cinco clases de cuarenta
á cuar nta y cinco años cumplidos.
Art. 34· La fuerzas que con tituyen la Guardia Territorial tendrán
una organización táctica análoga á la de la Guardia Nacional.
Art. 35. Los hombre que constituyen la Guardia Territorial
están oblig-ados, durante los cinco años que forman parte de la
misma, á efectuar anualmente un senicio de instrucción durante
cuatro domingos consecutivo:, á fin de recibir in trucción, especialmente
de tiro, en la forma que dicte el Poder Ejecutivo.
TITULO VI
ENROLA:\IIENTO
Art. 36. Para los efectos de la ejecución de la presente Ley'
todo ciudadano argentino, desde la edad de diecinueve años cumplidos
á los cuarenta y cinco años, está obligado á enrolarse:
1.0 En el Ejército de línea los comprendidos entre los diecinueve
y veintioho años cumplidos. El enrolamiento de éstos depende
exclusivamente del Poder Ejecutivo Nacional, y será fcctuado
en la forma que éste determine.
2.0 En la Guardia Nacional los comprendidos entre Jos veintiocho
y cuarenta años cumplidos, y en la Guardia Territorial los
comprendidos entre los cuarenta y cuarenta y cinco años cumplidos,
efectuándose este enrolamiento en las Provincias por los Gobernadores
de las suyas respectivas, y en la capital federal y territorios
nacionales por el Poder Ejecutivo Nacional. Para uno y
otro caso, en la forma que el Poder Ejecutivo reglamente en cumplimiento
de la presente Ley.
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\.._ 250 -'
Art. 37. Cada ciudadano al enrolarse está obligado á presentar
los documentos legal es que comprueben su edad; de lo contrario,
ésta será fijada de oficio por las autoridades indicadas en el
artículo 36, que antecede, mediante los documentos é informaciones
obtenidas y que sean suficientes á juicio de dichas autoridades.
Art. 38. La declaración de edad es obligatorio hacerla en
nombre de los au entes del Distrito, partido, &c., por sus padres ó
tutores, ó dirigirla por escrito al Ministerio de Guerra ó Inspectores
de Milicias, respectivamente; y por lvs ausentes fuera del
país, en los Con uladus de la República. En todos los casos, dentro
del término fijado por la presente Ley.
Art. 39· Los registros permanecerán abiertos durante todo el
año, para la in cripción de los ciudadanos.
Art. 40. La edad á que hace referencia el artículo 36 se
entiende que es la de veintiocho años cumplidos el año anterior al
de su pase á la Guardia l·acional, y cuarenta años cumplidos l año
anterior al de su pase á la Guardia T rritorial.
Art. 41. En jecución dd artículo 36 del presente título, el
Poder Ejecutivo procederá á efectuar un enrolamiento gener.al en
toda la Rt'púlJlica, dentr de los tres meses si~ui~>ntes á la promul .•
gación de la presente Ley .
. Art. 42. Un nut.::vo nrolamiu1to general será efectuado cada
cinco años de pué ; además, el Pod~::r Ejecutivo podrá decr tar
enrolamientus parciales cuando lo e~ ime necesario. Unos y otros
en la forma que r glamente el Poder Ejecutivo.
Art. 43· Ninguna omisión ó error en el enrolamiento podrá.
justifi~ar la falta de cumplimiento de la obligación del servicio.
Los que lo eludieren por esta razón, erán obligados á prestarlo
en cualquier murnento en que se compru ·be el defecto.
TI'IULO VII
JEFES Y OFlCJ.\LES m: l'ESERVA
Jerarquía
Art. 44. La jerarquía de los Jefes y Oficiales de Reserva se
compone de Subteniente, Teniente 2.0
, Teniente 1.0
, Capilán,
Mayor.
Rtclulmm~nlo
Art. 45. Los Jefes y Oficiales de Reserva para completar les
cuadros de Jefes y Oficiales nece arios á la movilizaGión del Ejército
de línea, serán reclutados de la manera siguiente: Subtenientes
ó a~ i milados:
a) Los alumnos del Colegio Militar que hayan rendido satisfactoriamente
el examen dt! primer año.
b) Los Suboficiales procedentes del Ejército permanente.
e) Los voluntarios, aspirantes á. Oficiales de Reserva, de
acuerdo con las reglas fijadas en el artículo 46 siguiente.
Conlimi•
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--Historia===
AUTOBIOGRAFIA DE HIPÓLITO lVlORA
CORONEL DE COL0~1BI A
(Continúa)
Así lo hicimos, dándole antes las gracias. Partímos, y como
á poca di tancia hay una cuesta muy pendiente, nos cogió la no~
che en P-l alto; por la falta de costumbre de andar á pie, nos cansámos.
Llegámos á Pamplona á las nueve de la noche, bastante
estropead ,s; las señora de este lugar salieron á encontrarnos y á
ofrecernos sus scnicios, pues ya tPnían noticia de nuestra 11 gada.
Nos tenían una ca a li ta para alojamiento; p ro como no podíamos
d:::.poner de nuc. tras personas sin con. ultar con el Coronel
Hcrnández si nos permitía aceptar la oferta, les dimos las gracias,
manik~tánJolcs nuestra gratitucl.
El Dr. ~amper se dirigió al Coronel y le preg-untó si habría inconvcni
' nte l n ac ptar lo ue se no ofrecía. En el momento le contestó
que no tenía ninguno, pero que antes deseaba que entráramos
á su casa. En la puerta de ésta no hallábamos á la azón. Entrámos
y permanecimos un rato en la sala ; en seguida nos condujeron al
comedor, en donde había una mesa provi ta d-.; muy bueno licores;
pero nosotros anhcll Hernán-dez
un snstancioso desayuno y una botella de brandy. Estábamos
principiando á tormarlo, cuando se presentaron las señoras con otro
espléndido desayuno, una botella de brandy y dos de vino. A las
10 de la mañana mandó el Coronel un abundante almuerzo, y en
seguida llegó el otro. Comprendiendo todo que el Coronel estaba
tomándose la molestia de hacer gastos en nosotros, resolvió el
General Posada mandarle una carta en que le daba las gracias en
nombre de todos, por su fina atención, y le participaba que nos había:
t puesto cocinera. En virtud de esa carta, él suspendió el envío
de alimentos. En este punto permanecimos unos días, hasta que nos
mandó llamar á su Despacho el Dr. E trada, Gobernador del Estado,
con el objeto de mandarnos para Piedecuesta. Nos hizo extender
un pasaporte falso, el cual teníamos que presentar en todas
~('.#t..
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las poblaciones. El Dr. José María Samper y el General Posada
pidieron el confinamiento para Venezuela ; aquel día partieron
ellos para esa República, y nosotros para nuestro destino. Pasámos
por Mutiscua, teatro de nuestra desgracia, y nos detuvimos
un momento mientra~ fuimos al cementerio á visitar la tumba de
nuestro sentido Jefe Ospina. Este digno Coronel fue asesinado
aquel infortunado día; y digo asesinado, porque él salió en derrota,
sin poder servirse de sus armas por falta de municiones; se
ocultó en un rancho, y á éste llegaron las fuerzas enemigas y le
hicieron fuego.
Luégo continuámos nuestra marcha y llegámos á Piedecuesta;
allí salió á recibirnos una compañía de soldados, la que nos rodeó
y encerró en las filas para conducirnos al Cabildo. Al llegar á dicha
Oficina nos preguntaron : ¿ Qué armas traen ustedes? A lo
cual contestámos: ¿ Qué armas puede traer un prisionero, cuando
en el instante que cae, lo primero que hace el que lo coge es
esculcarle lo bolsillos, so pretexto de buscarle elementos de guerra?
Nos pidieron en seguida el pasaporte; mas como el que llevábamos
era falso, y de antemano habían mandado un pliego
al Prefecto para que tan pronto como llegáramos nos redujeran
á prisión, así lo hicieron. Varias señoras y caballeros se dirigieron
al Prefecto á interesarse para que nos dejara salir al hotel, comprometiéndose
á responder por nosotros, en caso que hubiera alguna
novedad.
El Prefecto, qu~ era un joven muy bueno, convino, y mél;nifestó,
además, que el hotel quedaría como lugar de prisión; que
podíamo salir á la hora que quisiéramos, con solo la condición
de presentarnos todos los días á las dos de la tarde.
Como este compromiso era para nosotros fácil de cumplir,
le dimos las gracias y nos dirigímos al hotel. Al!( nos esperaban
con una abundante comida todos los caballeros y señoras que se
interesaban por nosotros ; en pocos momentos se llenó de gente la
casa. Después, entre las familias que fueron á visitarnos se acordó
que cada una se llevara para su casa á uno de nosotros, y una vez
así convenido, abandonámos el hotel. A mí me tocó irme para la
casa de las Sras. J\Iantillas.
A los pocos días llegaron todos los otro. presos que tenían
por el páramo ele Mogorontoque, entre los cuales venían los Sres.
General Leonardo Canal, Dr. Valdcrrama y Dr. Domingo o~pina
Camacho. A la llegada de estos caballeros, hacía cuatro días
que me habían puesto preso en la cárcel, y el día que los remitieron
para la capital de la República, fui incorporado entre ellos.
Llegámos al Socorro: fuimos recibidos allí por las señoras, quienes
se interesaban para que las dejaran entrar, lo cual no pudieron
conseguir ; p"'ro sí se les permitió que mandaran todo lo que
quisieran, en materia de alimentos, con excepción de licor. Obtenido
este permiso, principiaron á llegarnos canastadas de toda
clase de comestibles, con abundancia tal, que no ob~tante er nosotros
en número considerable, simpre quedaban sobrantes.
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'- 253 _;
Para mej or regul arizar esto, se h iz o la l ista de los presos y se
r esol vió fuésemos r epartid os entre las familias, para que .nos alimentaran;
cosa que se cumplió durante el términ o de 28 d ías q ue
p e r manecim os a ll í.
Del Socorro nos trajeron para Bogotá; y como se había fija do
itinerario para saber á qué punto habíamos de llegar, a un
cuando fuera de noche, en cada lugar éramos recibido~ por las se ñoras
de la población, quienes vertían lágrimas al vernos tan estropeados,
y nos proporcionaban en seguida abundante comida que
de antemano habían preparado .
Nuestra marcha siempre era muy penosa por tener que hacerla
a pie, con excepción del General Canal, que venía herido, y
del Dr. Domingo O::.pina Camacho, á quienes les concedieron licencia
de hacerlo á caballo.
Llegámos á Ubaté un día por la tarde; nos tuvieron parados
en el camellón más de una hora, durante la cual cayó un fuerte
aguacero ; y como no se nos permitió separarnos del punto donde
estábamos, cuando nos llevaron para el salón de la escuela, nos hallábamos
completamente mojados, y así pcrmanecimo~ hasta el día
siguiente, en que nos traje ron para Zipaquirá. Estando en la calle
para 'lesfilar, nos dijo el Coronel Martínez, jefe de la escolta :
"Caballeros: se tiene noticia de que muy cerca de aquí hay una
guerrilla que tiene por mira salir á rescatarlos; mas tengan ustedes
en cuenta que si esto sucede, al primer tiro que se oiga, esta
fuerza que va custodiándolos no hará fuego sobre la guerrilla,
. ha ta tanto que no quede uno de ustedes." Dicho esto, ordenó e l
de~file.
Llegámos á Zipaquirá, donde se nos hizo espléndido recibimiento:
los balcones y la~ ventanas staban muy bien adornados
por las señoritas; las señoras llevaban en la cabeza elegantes lazos
azules . Al atravesar las calles se ofan repetidos vivas á los prisioneros
de Mutiscua. Llegámos á la plaza : en ésta nos hicieron
dar dos vueltas, cual si estuviésemos ejecutando un despejo; luégo
nos condujeron á la iglesia, donde permanecimos ocho días, custodiados
por una guardia que no respetaba ef sagrado recinto, pues
profería palabras abominables como en cualquier campamento.
Nosotros, al contrario de aquella gente, estuvimos con mucho resp
eto en aquel lugar, pues considerábamos q ue estábamos en la
casa del Señor.
Co mo las seño ras nos ll ev aron camas y a limentos , d e nada
carecíamos : ún ic am ente nos fal taba la lib ertad.
P or e l place r d e mortific arnos, redoblaban de noche la guardia
que nos custodiaba, ele vando su núm ero á 50 centin e las, d e ma ..
nera que hasta este núm e ro se pasaba durante toda la noche, en
voz alta, con el fin de no dejarnos dormir.
Nos lle varon al cabo para Bogotá. Cuando nos tenían formados
en la plaza para emprender la marcha, las señoras nos rodearon, y
derramaron lágrimas por nuestra partida. Alguno dijo : "No
lloren, que pronto vuelven si no mueren." ·
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Boletín Militar de Colombi~
'- 254 _)
La escolta, por molestarnos más en la marcha, no nos permitió
venir á pie : tenían preparados unos grandes carros con esforzadas
yuntas de bueyes, y en dichos carros nos colocaron en número
de ocho en cada uno, y como al correr los bueyes nuestro estropeo
era más fuerte, con este fin los picaban con frecuencia.
Llegado que hubimos á Chapinero, nos encerraron en la iglesia.
Aquel día tuvimos el ~usto de ver á nuestras queridas familias,
que habían salido á encontrarnos. Al siguiente nos condujeron
para Bogotá, en medio de una gran fila de soldados de infantería
cubierta por un Escuadrón de caballería. Lleg:imos á la Plaza. de
Bolívar, en donde no podíamos caminar, á causa de la multiud de
curio os que la ocupaban. Fuimos conducidos al edificio del Seminario.
En é te estuve diez día , mientras mi esposa buscó un fiador
que le exigieron para ponerme en libertad.
Salí para mi casa con gran contento y con propósito de cumplir
el juramento que muchos habíamos hecho, de ingresar de nuevo
en las filas con ervadoras, dondequiera que éstas volvieran á
hallarse en actividad.
Concluye
---::=:=-~- Variedades ~-
PEREGRIN ACION DE ALPHA
1
POR :r.IA. "UEL A• 'CIZAR
(Continú::t)
La mayor, autora de la respuesta citada, no tendría nueve
años; y era de ver la sulicitucl y gravedad con que procuraba manten
r en orden á sus hcrrnanilos é impedirles que se apro,·imaran
demasiado á los instrumentos, ac rca de los cuales daba en voz
baja explicaciones peregrinas á sus curiosos subordinados. Una
moneda tirada en medio del grupo lo hi.w retirar alborotado y
presuroso, y las ri as, di ·putas y proyectos de compras de aquello
pobres relegados á la solitaria montaña, sin otro guardador que la
Providencia de Dios, resonaban todavía cuando empezámos á bajar
la cuesta del lado de Onzaga.
Este pueblo se halla situado á la margen derecha del río de
su nombre, entre las quiebra de los cerros que lo estrechan por
todas partes. Es de regular extensión, y los viernes lo animan los
tratantes de Soatá, que traen al mercado los abundosos frutos de
aquella comarca fertilísirna. A 2,000 metros de altura sobre el mar,
Onzaga pertenece á la región andina por su temperatura (20° centígrados),
sus producciones y los colores firmes y trajes de bayeta
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Boletín Militar de Colombia
'- 255 _;
de los habitantes. No faltan buenos cotos, ni tampoco el desaseo
general, de que es monumento elocuente la iglesia, desenladrillada
en parte, agujereado el techo, y los altares mutilados, pacíficamente
poseídos por los murciélagos.
"El templo armoniza con lo de afuera," me decía á mí mismo,
y no tardé en convencerme de lo completo de esta armonía,
pues reparé en el altar mayor una santa con su competente coto,
homenaje oportuní imo á los u os del país.
-" Hé aquí una delicada galantería del Cura," dije á mi
compañero, indicándole la é cuálida y mal ata\·iada anta.
-"Sí, por cierto, pero no comprendo qué alu ión contendrá
este otro grupo interesante," me contestó mostrándo 11e muy serio
un altar en que se hallaba San Antonio con la vi ·ta al techo, y á
su izquierda un jud 'o de .sos f o te y am e nazadores que sacan en
las proct~iones de Semana Santa; tal parecía que el ciudadano de
la Judea insultaba iracundo a 1 tél umaturgo vecino, 1 cual lo desdeñaba
soberanamente, ó implora a el auxilio de lo ... \Jto para que
lo libertara del terrible invasor u e su al tar. Véase qué dignidad,
qué decoro traen al culto cristiano las estatuas ridículas, specialmente
cuando la casualiuad ó las procesiones las juntan en grupos
por el estilo de éste !
Encierra el cantón San Gil ocho distritos parroquiales, contándose
43,700 habitantes esparcidos en 6o 1 guas cuadradas de
territorio, de las cuales 15 permancc n yermas y el"spoblaclas.
Nacieron en el último año 1,335 niño. , y los 'arones e. ·ccdieron en
65. Para la instrucción de estas oleadas de nuevas generaciones
no hay sino 7 escuelas públicas concurridas p r 284 niños, y 3 privadas
á r¡ue asi s ten 3 7 niñas. Pinchote , put.:ulo con s ide ra ll , cuyo
Cura blasona de patriota, ti ne una cu la c on c/nco niños. El
Valle, cabecera de un di~trito con 4,300 habitantes, no tie, e ni
rastro de escuela; ele man ra que 6lo d 6 p or 100 ele lo niños
en edad de educarse aprenden á leer y á escribir lenta y malamente;
abandono tanto más d plorable , cu "' nto lo natir s ele: este
cantón manifiestan vireza. de inte lige ncia, y son de tan buena índole,
que en 1 tran curso de 12 meses no huuo más de 22 delincuentes
juzgados por heridas y hurtos miserables, número insignificante
comparado con el total de la poulación.
Al Este de Onzaga se encuentra el camino que conduce á
Soatá, distante 5J leguas. Comienza llano, atra vcsando tierras fértiles
regadas por un arroyo claro y bullicioso, donde á poco andar
se toma la cuesta de una serranía cubierta de al ·gre bosque. Más
de dos leguas mide del pie á la cumbre, y conforme se va subiendo,
disminuyen los ruidos de las aguas, vientos y a ves, ha ta entrar
en un silencio total cuando se pisa el terreno de los arbustos resinosos,
de los musgos y gramíneas. El aire leve y perfumado se
respira fácilmente, la circulación de la sangre se anima, y se siente
el indefinible bienestar físico que experimenta el viajero al entrar
en las regiones andinas, y le hace volver los ojos complacido
hacia los países calientes que abandona. Llégase á la cumbre es-
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.Boletí n Militar de Colombia
'- 25 6 _J
t r echa y breve, y de repente se descubre la grande abra de cerros
qu e tumultuosamente se hunden hasta lo p rofundo de la cortadura
por donde corre el C hicamocha encajonado entre poderosos estratos
calizos, más all á de los cuales tornan á levantarse los cerros
unos tras otros, recostándose finalmente contra las cimas nevadas
del Cocuy, que brillan á diez leguas de distancia directa. En vez
de las gramíneas, los helechos y arbustos aromáticos que cubren
la mitad superior de la falda occidental de esta serranía, sombrean
e l opuesto lado innumerables robles de abundante follaje, á cuyos
pies ninguna planta crece, hallándose entapizado el suelo por una
alfombra de hojas secas que deja libre á la vista lo interior del
bosque, formando paisajes notablemente bellos en dL posición y
colorido. Así se camina durante legua y media, y se llega á. los
llanitos y laderas inferiores que desde arriba se veían en miniatura,
revestidos de labranzas y fertilizados por aguas Yiva~ que en
todas direcciones corren buscando el Chicamocha. Síguc e una
serie de colinas n que los sauces, las sementeras y las casitas de
campo presentan cuadros de imponderable amenidad y frescura:
son los alrededores de Soatá. La imaginación se complace en representarse
esta villa digna de los paisajes que la circundan; y
rara vez la realidad destruye tan completamente lo imaginado.
Casas de teja y pajizas interpoladas, mal construídas y que anuncian
en lo exterior un desaseo sin rival en lo interior; gentes enruanadas
y embayetadas, cuyos cuerpos han entablado divorcio perpetuo
con los baños; hombres que se afeitan por trimestres; ninguna
policía y menos hospitalidad: tal es Soatá. para el forastero,
que viéndose alll, vuelve involuntariamente los ojos á los verdes
bosques y á los campos risueños que ha dejado, para entrar en un
poblado en que la moderna cultura no ha hecho mella, y en que
si no fuera por el Dr. Calderón, hombre superior á los que le rodean,
sería tratado como inva or enemigo, y no hallaría un techo
que lo abrigase ni un fogón que para él se encendiera.
Conlzida
---- o?:.llio ----
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año VI Serie III Tomo II N. 8", -:-, 1902. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691185/), el día 2025-05-08.
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