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BOGOTA, JUNIO 15 DE 1901 SERIE II-TOMO I -Jr. o 24
B lLETIN ~fiLITAR DE COLO~IBIA
Organo del Ministerio d.e
Guerra y del Ejército
Son cola orl\dOrAs de este periódico loa
Jefes 7 Oticiales del Ejército
Dtrec~or ad honorem
F. J. VERGARA Y V.
General de Ingenieros. Miembro 4e
•a.rlG& ~ocled14dea Ci~nUtlcaa
1 DECRETO NUMERO 627 (BIS) DE z9or
{1.0 mt Jt.:NIO)
por el cua l se d icta 11na di::;po~ición e p.!cial s " bre prestación y pago del servicl~
de transp Jrt c s concernientes al Ejército
El r~:cepresidente de /.1 R epúbl.ca, ~ncargado del Poder .Ejtcul v1,
CONSID ERANDO
Que el estaclo actual d e p rturbación del orden p \b. ko da
<:abida á las dis posi c ion e s d e l artículo 1538 del Código Fi )cal en •
sus numet·ales 2.0
, 8.0 y g.0
;
Q t e imp rta sobremane ra facilitar el transporte del ec¡uipo,
armame nto y dernis elementos conc rnicntes al Ej~rcitv, y en consecuencia
procurar también la mayor expedición en el pago de
tales servicios,
DECRE:.TA
A tículo único. Mientras subsi ta el estado de guerra y no se
dicte di po· ici6n contraria en la prestación y pé',go del servido de
transportes arriba indicado, será suficiente formalidad la cuente&
presentada por el interesado, visada por el empleado competen•e
que co:1trat6 el flete ó transporte, acompañada del respectivo recibo.
En Bogotá será pagado el servicio inme•liatamente por la
Habilitación del Cuartel General del Ejército, previa visación de
la cuenta en la Sección 2: del Ministerio de G..terra y ordenaci6n
del Ministerio del Ramo ; fuera de la capital, en la oficina pagadora
que designe el mismo Ministerio 6 la autoridad competente.,.
mediante formalidades análogas.
TOJIO 1-47
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1.30 Bolet{n llftlt"tar
Las dudas que puedan presentarse en eJ cumplimiento de este
,Pecr:eto, serán consultadas con el Ministerio de Guerra.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 1.0 de Junio de 1901. ' ,
JOSE MANUEL MARROQtJlN
El ~1ini~tro de Guerra, RA~IÓN GoNZÁLEZ V ALKNCIA.
,
DECRETO l'Y.UMERO 632 (BIS) DE I90I
(5 DE JUNIO}
por el cual se organiza accidentalmente una División
El vícepresidente de la RepúU/ca, encargado del Poder .E'jecuNvo,
Yistas las disposiciones de la Comandancia en Jefe del Ejército,
DECRETA
Art. 1.0 Organízase accidentalmente una División, que 11evará
el nomure de f\le.·ra, compuesta de los Batallones Caldas y P;a.
niio, de la 1.~ División; Guardz"a de Bogotá, de la 4:; y PlJádo Mora/
u, de la 5 .a
Art. 2.0 El personal del Cuartel general de esta Divisién lo
formnr·án los siguientes Jefes y Oficiales :
Curr.andante gene1·al, General Flderico Tobar, á quien se le
reconoct: el grado de General de Divistón y se le llama al servicio
activo;
J ·fe d Estado ~1ayor, General Miguel W. Angula, á qui~n
ae pr"mucv accidentalmente del puesto de prim r ]<:fe del .Data.:
Uón Caldas ;
Primero · Ayudantes generales, Coroneles Arquimcd s Fernánd(
z, I• la\'io Venega~, Cecilia Zarnudio, A,·elino Riv res, José
• Ignaciu O oriJ y Daniel Umaña, á qui ncs se les llama al ~cn·icio
activo;
Ség-undo Ayudante general, arg nto Mayor An~elmo Díaz,
i quien !:.e promu ·ve de las fuerzas organi.2adas en La Me. a;
gund > Adjunto, Teniente Abraham Aparicio, á quien se le
llama al ... ·n·icio activo.
HaLilitado, Sr-. Valentín Olaya, asimilado á Sargento _Mayor
para los ('fcctos fiscales.
El l\1édico de esta Divi ión será el Dr. Miguel del Valle, nombrado
por Decreto anterior Médico de la región del río Bogotá,
clesde La t\.1t!~a hasta Anapoima.
Practicante. Martín del Valle, asimilado á Sargento Mayor
para lc.s fectos fiscales.
Art. 3.0 Lhímase al servicio activo al Coronel Inocencia Cifuentes,
y n0rnbra~ele temporalmente primer J fe del Batallón Caldas.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 5 de Junio de 1901. , ,
]OSE MANUEL MARROQUIN
~l Ministro de Guerra, RAKÓN GoNzÁLxz VALENciA.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Boletfn Jl,f·ilitar
DECRE70 Nl/MERO 646 DE I90I
(5 DE JUNIO)
por el cual se hace una promoción
El V. 'cepresúlenle de la Repttblz'ca, encargado del Poder Ejecutivo,
DECRETA
Artículo único. Promuéves~ al General Francisco Sarmiento
del puesto de primer Ayudante general del Cuartel general del
Ejército, al de Jefe de Estado Mayor de la s.• División.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, á 5 de Junio de 1901.
JOSÉ MANUEL MARROQUÍN
El Ministro de Guerra, RAliÓ:-l Go~zÁLEZ VALENCIA.
DECRETO NÚMERO 647 DE I90I
(5 DE JUNIO)
sobre honores á la memoria del Sr. General Pantaleón Gonzálcz O.
El Vicepresidente de la Repi'tblt'ca, encargado del Poder Ejecul.vtt,
CO~SIDERANDO
Que ha muerto en l\1anizales el distinguido General Pantaled
González 0 ., Comandante general de la División Marulanda;
Que durante su larga carrera pública prestó notables y desinteresad
s s e rvicios al país ;
Que este gaiJardo hijo de Antioquia, por sus grandes virtudes
cívicas, d e ja alt os ejemplos qué imitar como patriota, como soldado
y como industrial ; y
Que es d e ber de Jos Gobiernos honrar la memoria de los
hombres que han consagrado su vida al servicio de la Patria,
DECRETA
Art. 1.0 El Gobierno de Ja República lamenta el fallecimiento
del General de División Sr. Pantaleón Gonzálcz 0., y recomienda
su vida á la gratitud nacional como modelo digno de ser imitado.
Art. 2. 0 Todos los miembros del Ejército Nacional llevarán
luto por cinco días.
Art. 3. 0 Durante tres días consecutivos las Bandas marciales
residentes en la capital tocarán retretas fúnebres en el atrio del
Capitolio Nacional.
Art. 4. 0 Por la Comandancia en Jefe del Ejército se decretarán
las prescripciones que en estos casos fija el Código Militar, para
tributarle los demás honores de ordenaiUa.
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132 B olett11 il'lititar
Art. 5. 0 Un ejemplar auténtico del presente Decreto será
puesto en manos de los deudos del finado.
Publíquese.
Dado en Bogotá, á 5 de Junio de 1901.
JOSÉ MANUEL MARROQUÍN
El Ministro de Guerra, RAMÓN GoNzÁLEZ VALENCIA.
EL ESPIRITU M/.1./TAR EN U.NA NACION
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL P ADRR DIDÓN F.N LA DISTRIBUCIÓN DE PREIIICS
DE LAS ESCUELAS DE AU!ERTO EL GRANDE Y LAPLACE, RL 19 DE JULIO
DE 1898, EN PARfs
(Traducido para el Bo!dln M/;'tar •)
Señoras y caballeros:
¿Entre la pro. peridad de una nación, de toda nación, y el espfritu
militar, existe un lazo indi oluble, una relac.6n esencial? En
términos más precisos: una nación, cualquiera que sea la faz de su
(!XÍStencia á que haya llegado, á tra\'éS del tiempO y del - pacio,
¿ puede prescindir de tal espíritu, sin m noscaLo de ~u vitalidad y
de ~u cquiliLrio orgánico, pc.ra E!! umplimiento de su papel en la
obra <.le la ci\'ilización uni\· rsa1 y de ~u propio destino y para la
misma segundad de su xistcncia '?
· Si la cuestión que he crddo deber atordar en un dfa como
hoy, ante tal auditorio y en presencia del Gen ral Jamont, os parece
in~ólita y rara, no excu~aré mi procedimit mo, ¡;ero trataré de
Justificarlo eu pocas palabras.
Y clt.sde luego, señore , tal cuestión está ligada estrechamente
al complicado problema de la educación nacional presente.
En efecto, resuelta negativamente, el maestro no ti ne que culti,-
ar el espíritu militar de la juventt.Jd confiada á su cuidado; y
aband nado este espíritu á sí mi~mo, degener<'lrá, se agotará
como un terreno sin abono. Al contrario, resuelta afirmativamente,
el deber de todo maestro patriota, de todos aquellos que forman
los futuros ciudadanos, es fomentar este espíritu, dirigirlo, darle
el más vigoroso y varonil impulso.
La hora de considerar semejante problema no fue nunca más
oportuna. Ciertos espíritus han pretendido establecer, de ma-
• Esta es la mejor re-spuesta que puede darse á lo~ que influidos por la
lectura. de autores franceses de cierta escuela, han atacado más ó menos veladamente
al ejército, oh·idan\lo la historia de gloria y sacrifici<1S que con su sanlre
ha escrito en los últimos tiempos para beneficio del país. N. del D.
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1.14
Cuanto al espíritu militar, señores, puede y debe ser estudiado
en sí mismo ó en su manifestación esencial, que ··s el ejét~cito,
6 también en su resultado, que es la fuerza material humana .n su
más alta expresión. Implica y supone un conjunto de cualidades
intelectuales, morales y fbicas.
Esencialmente arreglado para la acción, y para la acción en
su forma más vehemente, si se quiere violenta, y eso hasta la
mu rte, há menester una inteligencia clara, práctica, que \'aya derecho
al objeto ; oblig-ado á veces á reducir por la fuerza coactiva,
y-preciso será decir la palabra-brutal, las YOluntades rebeldes
y los obstáculo contra los cuales toda acción ,.il ne á chocar,
el espíntu militar s todo espíritu de fuerza y de vigor ; esta
~s su cualidad propia, él sabe r(;sistil~ y atacar; calcular con prudencia
y procPder con audacia.
Para un hombre dotad de tal espídtu, la energía de] alma y
4e 1a voluntad se trasfunden hasta en el cuerpo, el que se torna
capa!. de prodigiosa n·sistencia, en lucha con el tralJajo y la fatiga:
á tnenudo adquiere el valor físico del animal de combate,
ro conserva siempre el Yalor impasible del alma. El d e saber
mand r, llevar y manejar res, unirlos La jo ~u impubión ¡
pero al arte de mando debe juntar la obediencia. El ·s la <: ncaraación
de la di. ciplina; él la impone y sab so ortat la. Du · virtudes
soberanas lü animan, lo encadenan, lo ·nnublt: e<: n : la justicia
y el sacrificio hasta la muerte. ¡La justicia. él no vive -Ínu pa1·a esta
J e r, dt•fencler y propagar su r inad ; el acrifi io hasta la
lhu rte: está pronto á dar su sangre al primer llélrnami nto ue la
11aci6n. A decir verdad, él realiza la última palabra u ' la más santa
e las fi1 sofía , la tínica que mer ce cultivarse: apr nder to-s
los días á morir. ( T'Íi..1os aplausos).
E píritu militar, ejército y fuerza están en correlacióP n cesana.
O se desarrollan ó declinan juntos. Todo puel>lo que qui 1~c ser
fuerte debe pr ocupar e ele su jército, y el que quit're un jérc1to
deroso, compacto, invencilJ) , debe velar por la cultUI·a del espíritu
militar.
De ahí resulta, señores, que preguntar si una nación puede,
importa n qué momento de su historia, librarse de spíritu militar,
equivale á averiguar si ella puede vivir ~in ejército, y por
con~igui ·nte, á preguntar si puede prescindir de la fu rza.
Colocada la pregunta así, y reducida á una fórmula más alta,
me parece, señores, que ella se simplifica y aclara, y que trae soluciones
á. la vez má.s vastas. más radicales y más indiscutibles.
Y desde luego, señores, no es posible poner e~to en duda, que
la fuerza, y la fuerza armada, la fuerza coercitiva, e un elemento
esencial á toda nación, constitutivo de toda patria. Ni se concibe
siquiera un pais sin este elemento. Más bien podría prescindir de
literatura y de arte, ha!:.ta de ciencia y de filosofía, pero no de
fuerza.
Toda nación está constituída por cierto número ele elementos
pimordiales, esenciales.
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B ole tbt Afilitar
origen, hasta que sus aguas hayan adquirido, detrás ele esta muralla
móvil, suficiente .fuerza para vencerlo ó compensarlo.
Un ion·enle al e~ nHuír en u rio suele e trcchar, m:b bien
que en-:>anchar, el !t•clw d..:: é.:>t<.; ; p r.J en cambio icmpre k aumenta
la pendiente y la velocidad. 1 ..,í se dice in ver .a mt.:nte, que
la pend ente di minuye agua arriba <.lt~ la confluencia. u~~ \><.los mocl
s, los matl'nalc que el tcrralfe aca1·n a, no sólo Jc,··tn t'l leclzo
del ri '• sin.J T;J.:! p...te l..! . l cn.tu ·p ~..:~..:r s~t curso y e:.ta' lecct· el 11! 11-;.t'eg
á la vnlla op:.h.:sta, cqui ·alienJu el torrente en e!>te cas :i u.1 d 'que
oblicuo.
La emlocadura ó descmlocadura de un río en el mar df'p nde
de la forma y el tcrn.!l10 de la cc,fi,z y de la fuerzé:t rl les lllll eas.
Así, u:1a veces se f nnan rías, otra brazos, que se 1 aman ddtas
(pur la semejanza con la fvrma de e.· ~1. letra gTi ·ga), <) aljar¡'ucs,
p ¡- n.:cuerdo ~iraLe. Y, pur hatJ r de t uo, algunus ríos, t 11 ngor,
no tienen embocad:tra, put:sto que se pierden, antes el lit o·ar al
mar, en ntstos panl!ldos absvrbL:nte , qu· ~ por su al>undant c\'c poració:
l pueden tr r~c1biL:n<.l > nu '\·a~ aguas ·in de lJorclarsc.
En el o .... ~ano, la alfas mareas dc·ti ~ncn la CCHTi<:nle . 1 \. ntrar;
la repelen, la obligan á. kvar~e y forman larras d¡¡ agua, pt r di -
tinciót1 de las barras a'e arena, ó el ·pó~itos \'ariablc · del tundo, que
rat-a •e z salen á la sup ¡·.icic. En d l\1 e clitetTáneo, d nu : no hay
m· reas ni lucha, se forman /./ s y t 'rreros, peligr ~ también
mien ras se stán formanclu y antes ele salir á. fiut· de ag-u<~.
Al es/u. zr."o se le pudría llamar ddf,z n .,gativo. E~ un lago de
agua dulce 6 salada, que forman las t.'IJtbc caduras d algun ríos
cuand se 'nsanchan d ·" r· ~pente antes de llegar al m4 r. La mLocadura
del \mazona (Or llana ti n ~ 40 kilómetros de largo,
y puede ser mirada como t'sluar/o. En la · taciún ele las lluvias el
río se p• ·cipita en el .Atlántico · n tal fu rza, que sobre na diftancia
de 2 o leguas, egún die n, en línea r ·cta, ~u· agua · no se
mezclan con las del Océano.
Poc g- 'ÓI gvs han tratado con la sagacidad que t 1 ya itado
Elie de Beaumont, e t > que él llama aparato //lora/, ·s dt· ir, los
fenómenvs y acc,dtnlcs Je · ta línea, tan e, ·tem.a cumo int ·re~ante
y variada, "n que se pont'n en contacto las t."erras y lv.., mares.
Pur lo dem:l.s, ~ ría d ·sviarnu de nuestro propó~ito, n·clucido
m .ramenle á. indicar algunas idea. genet·ales y mod tTa., t car,
ni siquiera de pasada, lo que concitrne á la geografíafí~"ra dtl mar.
E te ramo de la ci ·ncia, que en ~stus últimos ti_ m pus ha rcciLido
grandr.::: impulso dt ~1aury y otros vano , trata nada mcnus que
de la circulación de la atmósfera y d 1 O éano; de la temperatura
y de la profun idacl de la aguas; de las ~ales del mar; de sus
clim~s; de sus habitantes; de todos los fenómenos vtsil>lcs en su
supe:rficie ú ocultos en us abismos.
Sólo transcribiremos, para concluír, los siguientes párrafos de
Boué : "El estudio del mar es tan importante para la geodesia y
ge•,Iogía, como el conocimiento exacto de los continentes, si no más;
hasta ahora apenas está bosquejado, y quedará reservado á la
ingeniosa perseverancia de nuestt·os descendientes."
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B ole tfn Milita,
bu jo g~omllri'co de una pot ci6n extensa de terreno, sin pormenores
ni p~queños detalles, mientras que plano indica lo contrario.
Un arquitecto en un plaNo de un edificio, un ingeniero en el dP. una
plaza fuerte, aprecian hasta los milímetros: el mapa de E paña
(en tanto que no se e ncluya el que está en obra) da erron..:s de
alguno kilómetros. Cuando el map,r, como suced en algunos
países y sucederá en el nué tro, e~ 1 conjunto de la top ·grafla
minuciosa de todas las pro\'Íncias ó r gionc s; cuando está dibujado
en papel de gran magnitud, que pvr comodidad ~e corta n
much s trozos ú hojas de n·gular tamaño, entonces St; dice mapa
topo.rrrd.fic·o, e n lo cual se da :í entender que es más perft:cto, má~
detalla:lo. (V. Dice. mil., art. To¡;ografia).
El estudio y la ejecución pnktica de la topografía ti ne hoy
gran desarnJ!lo y recibe continuas mejoras y adelantos. Los antiguos
m.:rudos, algo laboriosos; y en la guerra impracticables, se
abr vian cada día y e perft:cciunan. 1 ·Iuy recientemente la aplicaciún
ing ni osa de la fv/or con,igui«~nte,de acon.:.ejar al oficial de fila C}Ue t n materia
d e lopogn~(ttl, si quiere instru rse cvn fruto, no se nn de · n
V luminoso trata S, ni en }o ' enojoSOS pruc dimientos de ah !a
treinta añ s. 1 agri:n ·n or ó al ingcnÍL:nJ civil 1 s int( re a f}Ue
una h en::dau tcn;a un metro mis ó nwno .n capacidad ) n declive;
per al milita1· en e mpaña, 1 J que le impot·ta es n ialm nte
es abat·car ele u a oj ada, n la d,·m·'ll ·onu minuci ~as ino la
form ·l y t\..licve gctt ·ral, la natural ·;.a y e.lrurfura del /ernno.
La lopogra.fí mr/,Jar ó de 1·ccol.'u/m.in/o ti n ~ ¡u"..! r forzosa-mcnL
rá >i,Ja, ·.·p ·Jita, irregular, incontplt. ta: no admite el· ()rclina
·io pro: ·dimientu geométricos y tanlu , ni volumin o in trum
t d preci5ión, cumu no !:i a alguno que pueda llevar e n 1
boLill . L renular ·s no di~pon ·r lt: ninguno, y suplirlo e n el
t)Jl 1 p:1so, ·on la Luena voluntad.
L · procc:v.u:lallu~nto de zm plano se re uc • á mc.dir
ángulo ' y m dir, ó rná. uien aprca'ar y 7)a/uar distancias.
ll1t:d·r una Hnea ó di ~ tancia, propiamcnt ", es aplicar sobre
ella la uni.lad material dt• 11/l'tHda, como la Yara ó el m =-tro ; calcular,
apreciar, Yaluar, 5 det rminarla con más ó meno apr·oximaci0n
p r cualquJer otro procedimiento que no e.·ija sobre ella
a uella aplicación mat rial y repetida. Apreciar, pues, ¿¿1m:da1
z:•taccesiblts, <:sto es, que no se puede ó se quiere medir, e mo son
casi todas en campaña, constituye un ramo preferente de la educación
militar. Si bien se mir~, muchos problemas de lácf.ca y de
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Bolet{n Milt.lar
Kuerra estriban, como repetidamente hemos dicho, en el cálculo
de tiempo y de distancia. .
Hoy, como no sólo en la guerra, sino en todos los actos de
la vida, se Lusca simplificación y brevedad, el oficial deseo o de
cumplir pued e hacerse topógrafo con poco esfuerzo y corto gasto.
Un p e queño manual, de los muchos que se publican con el nombre
ya vulgar de laquzmdría, pronto le instruye ; y en cualquier tienda
de instrumentos matemáticos encontrará por poco ¡..>recio ingeniosos
aparatos ópticos, ó de otro género, que llevan adjunta la explicación
del uso para valuar dútancias z"tzaccesz"tles.
Unos hilos de araña, unas ligerísimas rayas hechas en Jos
cristales 6 lentes de esos anteojos comunes, llamados de larga
vista, bastan para darles el carácter de instrumentos ~spcciales para
valuar distancias sin medirlas, y constituír Jo que en la cicnc1a se
conoce con el nombre italiano de esladia (rtadia), ó con el más retumbante
y griego de ülémelro (itles, lejos; mdron, medida).
La combinacion de prismas y cristales produce también igual
efecto, como en los conocidos anteojos de Lugeol, Rochon, Porro
y otros varios.
Sin necC' idad de anteojo hay para valuar dislandas gran variedad
de instrumentos y aparatos sencillísimos, á cuyo solo aspecto
es innecesaria la explicación. Tales son los de Steinheil, Groetaers,
]aspar, Rott rmund, etc. Má perfectos 6 complicados:
N...>lan, Podio, G oulicr, Gautier, Klockner, Mariage, Labuez, Gaumct,
Caillol, Bau e r·nfeind, Az mar, Kok ·andisk, Bous on, Paschwitz,
S tubendorf, Gastaldi, Plebani. Esta larga lista prueba el interé
creciente que toma ste ramo de estadías y telémetros.
El má_ sencill o d e t d o , con el nombre algo prcsuntuo o de
Nautó me tro h.1 o r ·1, s ll e va, no en el b lsillo, sino "'ntre Jos botones
d e la l e vita como un lente. Brújulas topográficas hay no mucho
mayor ~ s qu e un r loj ; y á. vece s tamuien hacen . ervicio a otras,
d 1 tamaño d e media peseta, que se llevan colgadas como dije en
la cad na.
Una plancheta, que es lo más Yoluminoso, se ha llegado á plegar
y r e du ir tan inge niosamente, que cab con holgura en la maleta.
La escua d ra llamada de rejlexz(m (muy u ada por Jos agrimensores),
cuando tiene dos espejos no llega al volumen de una pequeña
caja d e rapé; aunque t nga .seis, es una cajita rectang-ular, que
no pasa d e un decímetro de largo y dos centímetros de ancho y
alto- Conllizúa.
------o~.- ----
PRINCIPIOS GENERALES DE ESTRATEGIA
Y DE TACTICA EN LAS PEQUERAS GUERRAS
por el Mayor C. E. Callwcll, del Ejército inglés
TJlADUCCJ6N DE ISIDORO ·LA VERDE AMA V A-CtmlimJa
XV-De qué manera u pueden evitar las ~mboscadas del ~n~migo.
E s i'mposz"ble librarse de ~/las en ciertos lea/ros de guerra.-El medio de
ev:tar las emboscadas del enemigo es uno de los objetos del serYicio
de seg-uridad considerado en el anterior capítulo. En terreno
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742
bien descubierto, los centinelas á cabal1o ó Jas patrullas pueden
hacerse marchar adelante y deben descubrir las emboscadas •
pero en terreno montañoso, la co~a es frecuentemente im[Josible.
Esto fue lo que aconteció durante las expediciones en la Cafrería.
en el Achín, en el Ashantí, en el Dahomey y en Birmania. Por
más precauciones que se tomaron, no se pudieron evitar las descargas
á quemarropa hechas de entre el bosque; este es el proceuimiento
que el enemigo en estos teatros de guerra considera
con justa razón como el mejor medio de causar pérd1das á las
tropas regulares. En presencia de semejante táctica de parte
del enemigo, toda la columna debe estar constantemente alerta.
dispue ta á tomar la ofensiva en cualquiera dirección en el momento
propicio.
XVI-Instrucciones dadas por Sir F. Roberts para luchar en Birtrzall/
a contra las emboscadas.-En las instrucciones dadas por ir F ..
Robens á las columnas que pacificaban la Birmania, se encuentra
el pasaje siguiente: "Para luchar contra las emboscadas que toman
h::tbitualmente la forma de fuego por compañías seguida de
la huída del adversario, emboscadas que es imposible descubrir
y evitar en la mal za muy densa por medio de explm·adores de
flanco, Su Excelencia el Comandante en ]t:~fe recvmienda el siguiente
medio: "Suponiendo, por ejemplo, que el ent·migo haya
hecho fuego sobre la derecha, una fracción de la columna debe
estar pronta á lanzarse sobre la vía á una distancia de 100 yardas
ó á una aproximada, ó bien hasta 1 claro más inmediato del
bosque. La fracción vuelve entonc(S á la derecha y describe una
curva de manera de cortar la retirada del enemigo. A retaguardia
de la columna una fracción debe también p netrar por la derecha
al bos ue y proceder del mismo modo. Cada fracción debe permanecer.
compacta, y se prohibe 1 fu .go individual, á m ·nos que
los 1 unto de mira stén bien despejados.'' Era segur.:>, es preciso
recordarlo, que los Birmanos tomarían la huída. Pero razas más
guerreras, quizá no podrían man "jarse de este modo, si no ~e conoce
el núm ·ro del enemigo embv cado, porque é te podría caer
en mayor número sobre una de las fracciones de prendidas ó obre
el cunvov.
XVii-Ejemplos de emboscadas enemigas en pequc;1as guerras.Antcs
de dar término á este capítulo sobre las sorpresas y las emboscadas,
asunto que no se ha considerado en las obras de táctica
con la importancia que merece, se pueden citar algunos
ejemplos de emboscadas afortunadas, puestas por el enemigo en
guerras pequeñas. Se podría dar ejemplos numerosos. porque
en estas pequeñas guerras el enemigo sobresale en esta táctica.
Recientemente se han presentado algunos casos notables •n el
Africa Occidental, durante las pequeñas expediciones e ·1 lancha
contra pequeños potentados. Y en la expedición contra los Yonnis
• U11 tr:l.tado intere .ant! y muy completo, intitularlo La guerra d~ sorJrtsas
y de em~oscadas, se p.1blü:ó en 1884 por el Ca?itán Quinteau, del Estado
)layor General francés.
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Bolet{1l llft.litar 743
cerca de Sierra Leona, en 1891, el enemigo mostró mucha habilidad
en la construcción de empalizadas disimuladas y en la creación
de obstáculos destinados á mantener la tropa algún tiempo bajo
sus fuegos.
El caso que sigue es un ejempb interesante de la astucia que
desplegan algunas veces estos guerreros irregulares para atraer
las trepas á una trampa.
Al principio de la ocupación francesa de Argelia, un escuadrón
de ob ervación alcan~ó á ver en una vasta llanura á algunos
árabe que an·eaban rebaños por delante. Los jinete , cn:·yendo
que esta era una presa fácil, cargaron al enemigo ; pero cayeron
en una emboscada preparada con haiJilidad. Fueron recibidos con
el fuego muy nutrido de una banda de beduinos ocultos en los matorralc
-, y se habrían ncontrado - n muy apurada situación sin la
oportuna 11 gada de ott·o escuadrón que pudo librarlos. *
Un hecho análogo se verificó en la campaña de Tunisia, en
1885. Un destacamento de caballería france a cayó sobre un rebaño
d. camellos guardado por algunos árab s, quienes al punto
montaron á caballo y arrojaron á los camellos á una especie de
desfiladct·o. Los jinetes los persiguieron, y cayeron en una mboscada,
y sufrieron fuertes pérdidas.
Algunas emboscadas muy fructuosas tendieron los antirrepublicanos
de la Vendh, y los guerrilleros e pañolcs en la guerra
de la Península. En pequeñas guerras más recientes, los Moros,
los Khiviens y otros adversarios dieron pru bas de grande habilidad
en este género de hostilidades, aun n ten·eno que no e
prestata á tales operaciones. Ciertamente hay que temer á Jos
gu('rreros irr guiares, á causa de -sta aptitud para ocultarse y por
su tend ncia á pon rs n ac · ho de adv r arios que no desconfían.
Los anales militares ll> prueban. Ha. ta cuando ellos no tienen
int nción de librar combate, como n Birmania, logran ocasionar
pérdidas y embrar el desorden. El t.'·jemplo más de bulto
de una mboscada reciente nos lo p1~oporciona el desastroso encuentro
de Sh kan, er1 el cual fu d struído todo un ejército.
Probablemente nunca se tendrán detalles completos y auténticos
sobre la destrucción del ejército de Hi +s Bajá; pero los
di\'ersos infot·mes recogido han permitido formar una idea general
de se acontecimiento. Habiendo sabido por Jos espías la dirección
que debía tomar la columna egipcia, el Mahdí condujo el
grueso de su ejército á un valle que debía atra ,·esar esta columna,
y ocultó á su hombres en bosques situados á ambos lados del camino
y en una d . presión con bosque que cortaba la línea de marcha
de los Eg-ipcios. Destinó otras fracciones para atacar las retaguardia
. Todos los Madi~ tas permanecí ron tranquilos hasta
que los cuadros de Hicks Bajá hubieron llegado á la depresión
del Losque. Entonces se precipitaron por todos lados. Las tropas,
• A pesar ue lo rudimentario del proceuimiento, nuestra historia militar
moclerna r gistra no pocos ca os de sorprt:sas u e esta especie, en los cuales nunca
cae una. tropa sino por de::.cuidos en el servicio de seguridacl y de explor4cir'•n.
N. del D.
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744 Bolelfts Mt'litar
ya un tanto desmoralizadas, fueron acometidas de pánico en presencia
de este ataque aterrador. Todo quedó terminado en algunos
minutos. El hecho más resaltante de este combate es la manera
como una gran reunión de guerreros indisciplinados pudo apostarse
y sostenerse en silencio y oculta hasta el momento de la
acción •.
Se pueden citar, para terminar, los ejemplos siguientes de
emboscadas dispuestas en circunstancias muy diversas y en teatros
de guerra totalmente diferentes.
En 1840 el General ruso Gvlosojef, que marchaba á la cabeza
de una columna como de 5,500 hombres contra las guerrillas
de Chechuag-a t, cayó en una trampa diestramente dispuesta,
y sufrió grandes pérdidas, bien que por último obtuvo la victoria.
El en migo tendió de una manera muy hábil un::t emboscada á
lo largo de las orillas del pequeño río Valevik y én los bosques
circunvecinos. Las tropas rusas marchaban confiadamente y sin
precauciones. El enemigo rompió sobre ellas un fuego nutrido.
Por fin, tras una lucha cuerpo á. cuerpo, las tropas rusas quedaron
victoriosas, pero no sin dejar gran número de heridos y de
muertos entre las manos de un adversario cuyos efectivos ran insignificantes.
En 1883 los Franceses estaban bloqueados en el Hano1, su
establecimiento n el Tonkín. Se resolvió practicar un reconocimiento,
y una columna que contaba 4CO hombres y ti-es piezas, salió
e m este propó ito. A cierta distancia 1 camino atra vcsal.;a un
río por un puente, y adelante del puente se encontraban algunos
pueblos y sitios cerrados. La vanguardia habfa ya atra v ~adu el
pu ·nte, y las piezas se encontraban sobre éJ, cuando se rompit!ron
los fuegos por todos lad<. s, más allá d "1 río. La sorpre~a fu e mpleta;
la vanguardia se batió ~n retirada ·n de,ordcn; p ro las
pieza , que no podían dar media vuelta en el punto en donde se
encontraban, tuvieron que pasar •1 pu Jnte y volv r sobre la rivera
opuesta. Una pi Z:l cayó entre el barro, y en los esfu rzos enérgic
por salvarla, esfuerzos que por otra parte fu ron fructuosos,
el Capitán de buque, Rivi re, Gob .rnador francés, y muchos otros,
perecieron. La guerra del Tonkín, de 1884 á 85, comenzó con este
desastre.
• Este combate de Shekan s conocido también con el nombre de desa..;tte
de K:ts:?hill; se ft·ctuc) el 5 de Noviembre de 1883. A causa de este desastre
el Mayor Gcn,..ral Gordon vol vi<) a Khartum (18 de Febrero de 1884) f ar.\ tomar
el ';obit.>rno general del ~udán y luchar contra l<:t influencia creciente dd Mahtlí.
( U..rtor~a d, la rampana del Sudáu, por el e, roncl H. E. Colvíllc, vol. 1, páginas
12 y siguiente ).
Hicks Btji, qu hacía anteriormente parte del Ejército indio, no tenia sino
11,000 desdichados soldados egipcios qut! marchaban contra su voluntad; 6,000
camellos y cabtllos !'.egui.ln la columna. El Mahdí, qHe disponia de 4o,ocoguerreros,
se apoderó de 36 piezas krupps, , nordenfelts y cañones de monteo ña; to·
dac; las municiones y animales del convoy cayeron igualmente en sus manos.
(T.i.e Egiptiat~ Síam os tado
fuera de u fera. dt.! influ n ia hL·tórica para juzgar l s actos
d ap >1 ón ele t~ el d ble punt de vi ta dt:: sus capaci ad s ci\'
Ílc y militan
P01· st s moti · L 1· t. b .... ry cr l,; que un S\Jlo individuo
no pu de intenta¡· escribí· tal hombr ·. Rccuérdes , < n ef ·ct , qt e
M tternich~. ju z nada imparcial en el asun o, dijo <.U~ Napoleón
había nacid admini ·trad >t·, leo·i lad )t· y con ui tad( r. Lord Rose
lJC•r y ag-n:cra : " y hum l re de E a do."
Para an· lizar y ccl ~br ar lns extraordinarias cualidades, en el
campo militar, d l conqui tad ¡· e 1 79') á 1 S 12, d 1 def nsor del
suelo francé n 1813 y 18 I 4, se necesita un maestro con urna o
en el arte ele la o·u 1·ra ; p 't"O no menos interesante s el ·studio
de Napoleón como l mbre: carát.tc¡· 5.Ímpl , según unos; complexo,
s gún otros; es d ecir, según que quienes lo estudian son sus
amigu ó sus enemigos.
Dice el estadi ta ing-lés que lo· últimos años de Napoleón permanecen
oscu1·o para el público en general. De Marzo de 1818,
época de la partida de Gourg-aud, á l'v1ayo de 1821, no :e sabe
del Emperador sino lo que ·qu isieron e cribir los ~ istoriadores de
ese tiempo. Esa laguna en la vida de Napoleón es la que intenta
colmar el jefe del liberalismo inglés.
La literatura sobre Santa Elena es con~idero.ble, sin dl!da alguna;
pero son tales las contradicciones que encierra, que es difícil,
si no imposible, descub1·ír en ella la verdad.
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Bolet11z Jfilitar
24. Secáones de todas armas operando msladamentt-La protección
dt:; una :,x ·ió ó destacamento aislado, exigini 1 e ncurso
simultáneo de todo· 1 s ót·ganos dd scn·icio de seguridad.
1~ 1 tle.
El raccio 1ami(·nto de la caballería en dos grupos d<>stinndos
rcsp ·cti vn.rn ntc :1 cadt1 una el. estas el _ mi ·iones, se cletermina1 á
por t!1 j · · • de l; _ . . ci 'n ó d ·1 clestacarn .nto.
2 ;. C,o/iw¿,z z de CtÓ zl!eJ ía opc1 a11dcJ a/ /adamen/e-Una columna
de catn llerí¿ ·n ma.r-~hn, \,! cubt- · con Jos mL·mos ( lernt·nto de
prot .cci•)n q ' las d m~t~. La fuerza de la vanguardia y de la rct
· ·uanl ia s sub rdirn. únicarnt:ntc á la situación trl.ctica y á la m .. -
tural<:za del tcrr 'no .
1 ,
CAPITULO !V-SERVJCI !>~ SEGUl'ID.\D EN ESTACIO. ·-PUESTOS AVANZADOS
2-. l?eglas 'rentr !es-Los puestos avanzados están enc;u·gados
de as<·gurar la pi-otee ·ión inmediata de las tropas n estación
6 en n•p >so.
En principio se e nnp nen d infantería y CG..ballería.
L1. i 1fant<'I·ía ocupa los puntos del terreno donde imp rte resi
·tir en crl ·o 1 ataque.
L:t. ca ball da obc;erva, á cierta distancia, adebnt de los puntos
ocupado por la infantería, principalmente ~n el día. A ·t·gura
también la unión de los div rsos elemento' de los puestos avanzad
s y la tr·an ·mi i )n rápida d .. lo informes obtí nidos.
S )lo se emp a ar-tillería en Jo~ puestos avanzados cuando se
trata de con rvar al~uno puntc,s importante , sobre todo cuanca
n e ario con cn·ar la pos sión de un desfilad ro.
L·ts tropa d ... la tres armas que componen los puestos avanr;.
ado._, St, subordinan á un ~olo mando.
iervlo ~ste en·ic.:io muy penoso, en razón de su permanencia
durante la noche, no s deb rá empl ar más que el efectivo strictamcnt
· n cesario en cac..la caso particular.
L!l.s dispo. iciones de conjunto varían con la fu rza y establecimiento
de las t1·opa , los proyecto. dd Gen(•ral en Jefe, el alejamiento
del enemigo y )a naturaleza del terreno.
E'1 muchos caso , ba ·tai·á, para la Sl~guridad de las tropas,
ocupar ' ,·ig-ilar, por Jcstacamentos ó puestos aislados, los caminos
que conducen adonde está el enemigo.
En C1tros casos las tropas de los puestos avanzados formarán
un cordón de vigilancia más cerrado, comprendiendo diferentes
elementos escalonados en el sentido de la profundidad en vista del
combate.
En cualquiera circunstancia, el juicio y la reflexión del que
manda, será el mejor guía para elegir los medios más apropiados
á satisfacer la misión de los puestos avanzados.
Hasta donde sea posible, el emplazamiento de Jos puestos
avanzados se escogerá de manera que las tropas estable~idas en
e o
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año V Serie II Tomo I N. 24", -:-, 1901. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691123/), el día 2025-10-24.
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