BoGoTÁ, SEPTIEMBRE 1.• DE 1900
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Or;runo tl •1 "" i•:tistct·io de
f;;ncrr;t y del aqé ·cHo
.Son co!.Jbor.\dores de t!:niero~. Mienli>ro de varias s,.
cíeclade~ Cit:ntific· ,¡
:L\JU:t\1.1:. l..G 7
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' 0 . ~;1}{] t:1 ~;1;1~D JTIL 0 -· J) ~l 11®©·0
(.\Gus 1 o 23)
s0brc ho l\ orcs al Sr .. ~cner. 1 Pró,:;pcro PitJZÓn
El f7icepresidJnt <> ¿_, la R .:públic!i, erzcargadJ d.•! Poder Ejc.:utivo
(.0 SIDFRANDO
1.o Qu~ la paz públi "a ha ~· cb r e stablecid· en d Norte de la
R e púbii c.:~., debido muy e~peci;dmen te á ios e .--fucrzos y servicios
tdd Sr. G~q ~ral Pr\~ ;ipero Pnl/',Ón;
2.o Q.K la campana dirigi,h por el cit:tdoGeneralen el Norte
de l.a Ke¡>ttblica p!!ede comp tr.\.rse con las mas gloriosas de nuestra
Ma6na G 1erra, y b.1st.lrn por sí ~ola par,t fundar la más esclarecida
r ·put.lción mi lit tr, por la graveJctd de los peligros arrostra<.
ios) pur el acierto en lo• movimientos, por la t.:rHcidad y bravura
del adver ario, por Ja grandiosidad <.le los episodio~, por l,1 trascendencia
de los resnlt.ulo~·, pur el amor y respeto que el General
Pinzón supo gr.llljear.:e en su propio Ejército, y por la aJmiraci<:in
que logrú despertar en t 1 contrario;
3· Q.;e el Ger,eral 1 inz..o11 agreg1. á sus timbr.:s milit,ucs sus
eximi ·ts v11ruJes ~í vi-.:a ,, JcmostraJas en más de una ocasión en los
altos p11esto:' pu biico:' <1ue h ,t ·lt. ~ empcí1ado;
4. 11 Que el Gener .. d ?inz í11 h.a puesto muy en alto las glorias
de la pnna;
5.0 Q ae á más de s...:r un deseo, es un deber inelu:Iible del
Gobierno recibir Jigna y solemnemente al General Pinzón,
VJII-1/
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258 80LETIN MiLITAR
~
DEC RET A.
Art. I .o E J Gobie r no r econoce la importancia de los servicio s
que ha prestado el Sr. General Pró pero Pinzón, y lo recomien da
á la Nación como modelo de cumplido pa t riota y b~nemérito ciudadano.
Art . 2.o El Gobierno ofrecerá al General Pinzón una medalla
de oro en que se conmemore sus grandes hechos, y como muestra,
aunque insignificante, de su admiración y gratitud.
Art. 3 . 0 El Gobierno solicitará del próximo Congreso la expedición
de una ley en que se premien debidamente los ingentes
servicios del General Pinzón.
Art. 4 ·° Créase ur;.a Junta de ciudadanos encargada de disponer
lo que sea necesario para el recibimiento del General Pinzón
en la capital de la Rep1:íblica, compuesta de ]os Sres. Dr. Antonio
J. Cadavid A., Dr. Jo é Vicente Concha, D. Roberto Gómez Saíz,
D. Bernardo Pizano E., D . .Enrique U maña S., D. Jorge V élez,
Dr. Guillermo Martínez Silva, D. Justo Vargas, D. Carlos Pardo,
D. Federico Montoya y D. Rafael Arrazola.
Art. 5. 0 El Nlini!>tro de Guerra queda encargado de hacer
cumplir el presente Decreto y de atender á los gastos que él demande.
Art. 6. 0 Un ejem piar auténtico de este Decreto será presentado
oportunamente al Sr. General Pinzón por el comisionado á
quien designe para el efecto el Excmo. Sr. Vicepresidente de la
.República, encargado del Poder Ejecutivo.
Dado en Bogotá, á 23 de Agosto de 1900.
JOSE MANUEL MARROQUIN
El Ministro de Gobierno, encargado del Despacho de Guerra,
Guu.LéRMO QuiNTERO C.-El Ministro de Relaciones Exteriores,
CARLOS lVlARrÍNEz SILVA.-El .i\llinistro de Instrucción Pública,
encargado del Despacho de Hacienda, MIGUEL ABADÍA
MENDEz.-.El Sub·t:cretario del 'Tesoro, encargado del De pacho,
IGNACIO R. Pif~EROS.
--·-.....--
DEL GENERAL PRÓSPERO PINZÓN
La Comandancia en ]eje del Ejército
Teniendo en cuenta que próximamente llegará á esta capital
el benemerito Sr. C::reneral Prospero Pinzón, quien viene á encargarse
del Nli nisterio de Guerra, á fin de recibirle con los honores
que á su jerarquía y méritos corresponde,
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80tETIN MILITAR
~
RESUELVE
25S»
1.o Enviar una Comisión del Ejército permanente á la ciu·dad
de Ubaté, primera que pisará el Sr. General Próspero Pinzón
en territorio cundinamargués, donde la dirección de la guerra está
á cargo de esta Comandancia en Jefe, para g u e le haga los honores
de ordenanza como á Jefe de Jas fuerzas legitimistas de la República.
2.0 Enviar á la ciudad de Zipaquirá una Comisión de Oficiales
Generales, formada por militares en servicio activo y por
militares en uso de .Letras de Cuartel, á .fin de que presenten al
Sr. General Próspero Pinzón saludo de bienvenida en nombre de
la Institución militar de Colombia, la cual espera días de verdadero
nrogreso y gloria bajo la acertada dirección que indudablemente
habrá de imprimirle guerrero tan experto.
3· e En Bogotá saldrá á recibir al lV1inistro de Guerra titular
el Cuartel General dd Ejercito, siendo obligatoria la asistencia .á
este acto para todos su miembros.
La Columna de honor que haga en .Bogotá los honores militares
durante el desfile del cortejo, maniobrará á las órdenes del
General Comandante General de la I .a División del Ejército permanente,
ecundado por los Ayudantes que él designe. Dicha columna
será formada por e1 Batallón Artillería con sus piezas de
servicio, la Policía Nacional y los Escuadrones U rdaneta y Usaquen.
4. 0 Para desempeñar las Comisiones arriba mencionadas se
nombra el siguiente personal:
Comisión de Ubaté
Generales Rafael Ortiz, Eliseo Arbeláez, Eduardo Briceñoy
Emiliano Caicedo; Coroneles !\1anuel M. Leal, Jesús Peralta y
Francisco Acebedo ; Tenientes Coroneles Arturo Acebedo y
Maximiliano Gutiérrez R.; Sargentos Mayores Jesús Peña R.,
Antonio Nariño y Julián Cabrera; Capitán José E. Ucrós; un
pelotón del Escuadrón U rdaneta.
C?misión de Zipaquirá
Generales Jaime Córdoba, Roberto rv1orales, Aquilino Aparicio,
Arturo Dousdebés> Víctor Calderón, Daniel Villa ; una
Banda de Mú~ica.
Bogotá, Agosto 23 de 1900.
JORGE MOYA V ASQUEZ
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26() 80LETIH • MILITAR
~
D~ LA PATRIA
(Concluye)
El cnnrt.f'l pnPtle ;..· <1t·h~· ~t~l· la ('.'<~n:•l:t el~ la. :r twión C!'lpaiiola
d ... :-.:clp hoy: bta·tw::; ~olclado~, buetJOs ciutLlllauo.· . gste t!S
corolario C\'Íclt•tJtl'.
1\las t•l bnc·11 sold:uln 110 p11P1le ~nt·~·it-, no, <~on lcl~ proc~pdi·
mie11tos l'll bog·;t. Htt'tlllo la priJtH·r. t tn .ttt•ri;.t tan tlíwtil .Y tan
~XCl'lt•llll', <'P ra llh• 11 el :1 y ~ 11 . TP ¡d i 111 e· d l' l'l't:i hi l' 1 a f11 l'lll a <¡ lll~ <:011 ·
Yt•ttga, ¡ qné dol ·• r 110 apt·o\"c>dt .tt· tiP.Iltpo, ju •• t•utltd, ('tta.li•la•le:s!
l~ul'C)IIl' el p:t .· o dc•l í•indadntw por hts tilas p,..; lt11,\" Hl;..!.O n:-:i <'OtilO el
(}(•stile por u u ln~;ll' que mnlt .. sta :d 11 p111:o !1~ .·l'lpaís \'t•a <'lt t>l etwttt-1 ;tlgo
flt l'Pilltllt~Wt.'llCÍ:t .· carct>la1 ias, tliiP le ha1·t·ll hnsc~a•· In.· uat•clios
(h• t~lutlir l'l en111pli · uit•~tto dt>l ndts alto cl••h,.r llt• elltclncLwí .t; y
eu el .·en·ieio, clut·<>zas ,Y fot'lllll i islllos b , lltlío~\ no poclt•IIIO" t'~pe·
t•ar fntllert y lilwral simp:t1Lt, q11P Clll-!'·'lldru sc·tttllliÍ I' Illos do
corclifvl'IIICII la illstitncióll eta geuuiua
rl'pn•sPI I t:u:iún tlP la pntri:t.
S {,Jo p11~de (~OliSl':,!tl ir:::;~ t "111'1 iia tt':tllsfnrmac~ · 611 llW(lht 11te
la rpf'onna. • tt sn t•.·t"tu:ia . la edtw:wiótl dt•l soldado: gitnnasios
hieu pro,·istos tlP a par;t t : s; e ·ettt'l:t.' a111 pi ias y eo11 el i. ·ct't>ción
tlit·i;.ridas y dot:td lleilla hibliott•c·;t; dueh't.:, a~nl, limptt•;r.a, ltigic•ll«'; j11nto eon
este, in.·trnc:ción tt·úric:a. c·ott o ·plie;H:iún l!ahlacla p• ,. t>l oOciaJ,
emplE>:llldo t~m <-ts \'ctriado.· ;.· algo 111á~ Pspil itualcs y útiles qne
los rPg-lam llltario~. 'omplt>tnt•ntallclu todo ello en el c·r~mpallll'llto,
lt',io.· de la eindacl, (>) t-jPn~ieio t':u~io11al. l'Oil \· ari;~utes ~~iniciati\'
a., la \'ida milit;u· Ht'llt.;illa, y Pll ~-;n llll~lll ;l. ~t'll <' illez, t't.'~m~ ij:-
ula y fr:ttl'l'llal. Dnnclt> t••to .·e· Ita ht>dw, ,\' e11 la::4 g·uarniei,Hil'S
donde feliZlllt'lltH OClltT<", c-J ,·nJdado p< S l• ;t p(WO ,\' ti H baja IIIU·
clto· ellaa..·lío 110 in\' Hclo su espír·itn. <·1 ('ll c·lltn·ti<·llc
y ~t>tllle<', ptH'H llil1 {)tle ('orporal é inklt-etualutt·tJte trah:1ja !IH'tln~.
E .l eamhitl es el qnt~ mayor(':-> tnoth·o~ tit·u.- par.l :~hurrir~(~ de
la \'ida qne se le impoue, y el que mús ew0o.s \'a a~nntL hwdo
contra el servicio.
Sn in. trncci6n prilctica. es nHlimcttt.aria. n~arrot-ntla y mo.
lestn; PU ~1 políg-ouo, eomo ('JI <•1 e,1:npn dt> tll:llliohras, {) t'll los
Catnplt10Pl1to~, él[H.~IIH:-. :-;j :se lt~ <·~tÍII\lll:l p:tt•a qlll' H<'H'('ÍPIIte l-lll
a_fieión al tilo, y por lo t:111to ft las arn1as (]IIP lll:liiPja; su t·.·pír:
tn <~01110 ~ns <~jo~, 110 Yt'll por todas } 1 arl•·~ sino l'l }ll'llOSO
Ren·ieio de ePutine!a ú du \'ig;ilt~ale~ 110 sit.·¡:~pre hig-
iélll<~o~; t'} dt 1'0 J" Sll g·t'll·
tnalla qr10 lltl'lHlintit>lltO
.,e t'llS:lll ~!te eo11 l:h nos;¡~ d••l olieio \'t>Jd;ldt•t:llll('lttt.~ útllt·~. <·on
t.al .·, enú 1 ll•>eiÓil dt~ 16 .• gt·a !Hlt•s prngTt> ·o· que <'11 todo n
ha. alt·:tllZdio pilr:t t•l
(':ph·itll, y }l:tr:t ('} ent•rpo 1lí~ ntll !ho~ la adqni.-iei{.u de t•llf\·r·
1 wda ;tlllt'lltt~tti ndolt•.' COll h:thiiHl.l(l ~ll
libcrt;ul callt~j.'r:l, y halh:seu t•n d cuartelt·'c.~lllt'lltos tlc atraccióll
y de tt"L !t:rj<,.
f.J t olH a, S11hre .~ut· i lll}H'rin. :lln<'ll te• w·c('¡::;;q·i:l n 1 paí~. es
capital phra ]a institnei·)n arrlliHln <'ll ~ns fill4'~ ~ut•rrPros . .l\Ie·
diaut'~ el ah,ulilouo ó 1'1 dt·seollciPrto dt· la c.•dth·BO:S Hoitludol-1, ~t>íhtl t>Yidt•tttt~ dl· fllle lo d(•JitiÍs HtHla
fnera. 1le qnieiu, 110 ¡.:;o g·:.uwll eantpnfias, Hlll~"s bit·n ~e ¡,ipnlt:>tl;
y eon des(ts~res militare~ IP~ pue )lnJ ~e nrt·ttin:lll ;t' ~twtunheu.
El pt>ns·uuh~nto de V m del' Oolt~, eonto sit>lllpn·, t•s Yt•rdalltplos pl'r.;t·\·~·ratltt·M <¡lle llit•rall y t->11-
saueheu la imagi uaciull tlel jo ve u, i utla uwt,do su alma. y rol.HlS·
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~62 80LETIN MILITAR
~
':teciendo sus miembros, regocijando su áuimo con horizoutes y
-e~perauzas con que jamás soñó.
A~í lo enteuclieron y practicaron, felizmrute para ello~,
puehlos que hí)y alcanzan Ja meta tle sn prospel'i•lad y gloria.
No hemos de voh·er sobre lo becho en Alemania á raíz ele ~us
cruentos desastre~; veamos lo ocurl'ido en Fraucia y en Italia.,
paísP~ similares al nué!-\tro por origen, clima. .v te111leucias.
'.rras t>l arranq ne oficia 1 á raíz del desastrf', ht labor, afio
tras afio, de lo· de abajo. Uua nota. bibliográfica de las ohrillas
.Y li br~>jos pu bhcatlos para la. edncacióu del soldado, sAr{t llemo~
tradón más •loeneute que cuanto nosotrm~ pudiéramos
d(•cir conómie:t~: su preeio o ciJa eutre 0~~0 j' 1
fl'auco. IútS obras alcanzan ·iempr·e varias edi~ioue.·, ~den .:taR obrilla~, infinidad de Cahiers v de
()a¡·nets JH!.l'a vulgarizar el tiro, la hipología, la eRgTirna, la gim ..
ua~i; , los n•g-hl.llHm to~, la forti ticaeíón tle ca ru pafia, el ~ervicio
ttle ~ ·plora,·ióu, t>tc. ete., to1lo en edieiotit" ecouómicas.
Uon:agl'ado~ e~ pecialrnet te á la educacióu moral .V militar
aeJ soldado y \l . la. cla, · <:'~", eu couiicione · ignalrnente ecouóm
icas:
Edw•a.tion m.ilitaire, 1Va CO'mpagn.ie Catéchisme rlu .~oldat,
Oon eils a u.r carl1 f' de tna batterie ,¿ la l'l'ille df' l'arrivée des
recruN~, L'edttc(ttion moTal rlu. ow; officie~·, L'educntion moral du,
..soltlat, De:~ t ltt~one · dan. le . ., clwmbre.'i, ,líanuel pu.triotique d1t ci ·
toyen et du. oldat, J[(lyens á employer pour m.aintenir ct n:let'CJ'
en campagne le tnot·al ile .·oldrtts, Conseils d un fut>u· conscrit.
Le jetuw cnncrit. La vie 'núlitaire, Chnnts m.ilitai1·es, Chansons
• Cono •iclo son: el Qngc;.tivo libro de La y¡Q~:!, Tu seras SQldat (1 o euicioncs ';
el de Bignt, Lt Petit Pmnqr.is (25 ediciones); Le Livre de in. Patrie ( 9 eclicione, ); His·
toire de Frrwce rles Pt tits E1!la11ls ele Kcrgomard; h nrdieute co.ección de la Liga de
p,,tri( t ·. · Chn.nt Pntriotiques, Chanls du soldat ( 1 ~ edicione._), Nouverwx Chauts du
soldat (79 ediciom.s); ftfarclt.•s Pt s m¡prie' (31 c.lil'Í~>nPs ; r .,t(or!d. me Jlfilitaire á
.l'u~a/!e des Nablessimenls d'instruclion publi iJ'II', p01 Dérigny. Tt;ng .~e en <'ucuta 1p1e
t;mto las edif'ione• de la cas.t Col~>n C'nt!l · •. o.; dt• l,t Lig-a dt! Po~tl'iot.l!>, on de 30 á
-t-0.000 t•jemp an·s cad.t urH. [,a Bib/iQl/,pr¡ue de Sonuwirs et R<'cits Militaires tambi(
n llcvn publicados en colt>cció11 más d,, luO cu deruo._, E tct cot~cci6n, CtllllO otros
muchns librillo., de car;;jl'ter ¡l\lpular. ostentan ilu. tracion .,.. por der11ás llamativ•t·.
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80LETIN MILITAR
~
263
de ro'u,te et refrain.~ du bit'oua.c, En 'marche, Chansons de route.
A éstos deben agrt>garse los mPt·a.mente pl'of'esionales de gim·
naxia., P~grima, eq ni tación, higiene lluma11a y dél caballo tit·o
1 d fi . . ' ' e emcntos e l~wa y de c~iencia, para el mejor eonouimiento d~
las armas,, do la fortificación y del caballo, y preparatorios para
ascencler a cabos, sargento~, etc.
De carácter histórico existen nna infinietite Bibliotheque de l'a rmée [rnn9a ise. (hu la sol·
t>, él. lo:s entph~a 1o.'e u Francia, acaso porqne
la uece~i{lad de hacer patria y fortalt.·c~rla era. enestión mfts
apl'emiante y capita.l. Uomo cou~ecu~nd:t tle nn ,·ia.je ~l Italia
s I, Educac16n moral del
'old,"lo. La olHa es una verdd._d ... ra joya, y en su génct.o está,á 1~ al.tura de _las. d~
Nicolo ~I. 1 rselli, vertidas tamb1én al castellano por el c1tado Com.lnd-wte de 1nf¡in
terít, prnfesor de la Esl!uela Superior de Guerra.
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2G! BOLETI~ ~11LITAR
~
\icl u m hre ú ofreeen los bol'izon te::; geogt·áficos, militares y marítimos
d~
il hel p:w,..e
('he Apcnnin pa1 te, il mar circoncla é 1' Aire.
Cualquiera de e.·os catt'ci. •tHI", librillo~, cnnwt.~ ú opú~cnJo~,
encierran prJJIIOl'O, a~ t.'tls<·fíauz:.:t~, l"t• tH·IIIo~ ,Y 11ohlt•H e~tiJnulos.
Al>rarnos uno, el de ühapni.·, por {-jPmplo, y n•amo ... cf
sumario:'· Ncce~ülad tlc d<·s< nollar la t'dnt.·aeión utonil; 1~1 regimiento
e~ una familia; Del st•J'\·icio mi lita¡· ; La p,,tt ia; Dola
di cipliua; Del ¡·e~Jwto mtlitar; Lii. hl s •l•·rto; La Patrie~; El n~·y; El
c•jérl'i tt~, di ·ei pli 11( , ol1 ·n;.
Sdlidarid:u.l; Ho11or lllil1L r, y ,tln r, ;dHII'g'Ht'ÍÚil, c. ~pÍI it11 tlt~ ¡.;;;¡.
m·itkio; L: HatHleJ·a; El jur,ll.ll':Jto; St>lltÍIIIÍl'lltO n·!igio. ••; El
P.Olcladu 1:10d ·lo; I.n \ida ci il clt•:-o¡liH~, dc.·l ,· t·n·icio tnil!tnr;
U u poco 4.h .. g·l'ogTafi;t j(•J"nr la patriH qtt~•tida.
IJa Retuilla qne ese pn·cio:o tt•sm tl :tlllOith>taa t'll ul ( ... iét t·ito Re
dt'IT. 111:1 do:-;pttés tu t·l ~t:.tiO de.~ la Na<·· {111, Pll en ,ro rq~·.~:~.) t!n'N"
y fnH·tifica {t- d e sp<'cho dt~ olra:s te.~ tde ii<:J;t.· nalsana~ p ;1 n1 t'l
iutet·é · coiPcti\·o. Porqtll' l;t~ •11. c·fi :Lttí'.,t.· r ·eihidas t·ll t·l cjt'r·
cito, lo· c. .. j •mplo · Yisto t'll la :ttl~tt·t.t \'1 la 111i lit r. no pic·nlcu
jalllils Sh fut>rza íntima ·' .-uu \ • '11 t•l cürazon del suldado .
• •
ranea, pu 14, est:í la da, y f(u·il y agrndahlo t:~ la tnr<'n.
Flaca la c.•u:eilitllZ;t c. .. lf·lllt-'llt;tl, dc.•:.,veueijll tru de.· rl'parn e ion y tll' "· l í 111 u lo·,, do11rd ::\ dt·ro, si11 < lharac:ts ui ·allicl:~dt•s tlel
carúetPr lliWlOllrto, muy eierto PS qne para lograr pró:·qwro~ re~:wltadn.,
a~í en el onlen po~i ti , ... o como en el abl-lol utameu te moral_,
no l>.t,' ta eon la. eclncaeión que el soltlado pueda, recibir duraute
~n cor·ta permanencia, en filas. Si la ::)OCi ·d~.d tle doiHle
un ejéreito ~e nutre 110 atienl alma
del citHhHlano eu el culto l'al ~Iar ~ elli, coufortHPH c.->n l'Sto e011 .l\larcell:
tdn, \Tillama r tin y L lutiraratP, s~~. cnmplt·n por twHlo I'i~· lno:so~
,, El ('.iéreito r•·tl Pjn. la ' t) e Í(·Ilad y el tit•:npo en (}!H..), · i,·e."
Pero aqní, dolltl e <· i11 tene¡· CtHtStituído el E ·t a llo }lfilitar
h('mo: Ot'g" r,a d •1 E ~ t a do, b; e u
pn<·a (•o sa t•~' l'll , -pnl<:,d t>l eon~a;.{rar algu 11 n atPueiú n {¡ f o nuar
el alma d e.l .. ·oldació11 Je conbate es, pue , 1ns.eparable de l2
noción de guerra.
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266 80LETIN MILITAR
'-'Y"'-"'
Del encuentro de dos partidos que buscan en el combate un
resultado decisivo para el c.le5enlace de la lucha resulta una batalla;
para é;;te no e el carácter de wdas las acciones que constituyen
la trama de una guerr.J.
El encuentro general de las ma as principales va precedido
comúnmente de n urnero5o ciH>LJ u es de pequeñas fraccione. de
tropa, l que también ocurre e >mo consecuencia después de los
grandes comb,t tes decisivos. L-ls de:;t.
s,)bre el campo de bat.dL.t la victoria depende principalmente
del número y valor de las tropaq, de u buena dirección., del tiempo
y h >ra del emp<:i1o., de Lt s fuerzas de que se Jicponga y de una
multitud de circunstanci a s que constituyen la par te azarosa de la
guernt.
La proporción entre las fuerzas de loe; contenJores ejerce influencia
considerable sobre el rcf'ultado del combate: poner en línea
fuerzas superiores en el punto decisivo, es el principio fundamental
de la dirección de los ejércitos.
Las formas del terreno también pueden contribuír á fc1cili tar
la victoria á uno de los do· partidos, haciéndola más difícil para el
otro.
Sin embargo, en primera línea lo que habrá de tenerse en
cuenta es el valor de las tropas y su buena dirección. La hi::;toria
militar prese:1ta numero. o s tjemplos de que un soldado eminente
con tro¡n aguerrid,ts, a ...: ostumbrc~d;¡s á triunf..tr, haya vencido á un
advers·ario dos y aun tres veces superior en nt'ímero.
Es claro, se entiende, que además será preciso que eljefe que
persigue la victoria no ~e vea abandonado por la fortuna; y la fortuna
se complace en no otorgar sus favores sino á la audacia y á la
intrepidez.
Los resultados de la victoria son, ante todo, resultados de carácter
moral, aun cuando de ordinario también son mayores las
pérdidas del vencido en muerto: y herido , y lo son siempre en
prisioneros y troft!os ( 11 m .t~, banderas, etc .). ~ l efecto principal de
la victoria consiste en la de moralización, la indisciplina y el des.
orden que engendra en el vencido L1 conciencia de la derrota. En-
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2G8 BOLETIN fíllliTAR
~
tre más d¿cisiva haywl sido la vi··toria, mayores . erán esto últimos
resultados y más puede esperar el vencedor con una persecución
tenaz, que no deje al venciJo tiempo de re tablecer el vrden en sus
filas, akanz;.¡r la completa disolución del ejército enemigo. Es de
noté.lrse, sí, que en las m a yo res catá ·tr::>fes mili tares el vencido ha
qued.ado en el crma de prisioneros: Bor bat:-dla campal se entiende una gran lucha en la que todos
los cuu pos de tropá~ e han cli ·pue. to nH.:túdicamente sobre frentes
regulare antes de la pugna; y es antítesis de la bata lla d e e;zcuentro,
que resu1t·1 de ts'l choq e inesperado p:ra les lidia(.ore · , y por
lo m · m o no presenta tanto urJen y regulan dad.
Un combate parc.:al es una de 1 ·s e~cena<; más 6 meno~ i ndependiente
· de un comb..! te n ás COlb 1 ier
rebeliones, á la guerra de guerrillas, en todas las partes del m un do
en donde ejércitos organizados (ó regulares) luchan contra adversHios
quP. rara vez e lanz.an á campo raso.
L1.s pequeñas guerras no se denominan así á c;-..u ~ a de la <>scab
s.obre la cual ge ejt'cuten. La lucha reciente entre el Japón y la
Chuta fue, desde el punto de vista puramente milit,lr, u11a pequeña
guerra, bien que ambos adversarios 1 de un l.:ido, y flt t" rZ .JS q• .. H.·, dd otro, bie.1 que numéricamente
considerables, no poJJvimien t os al comen-
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270 . BOLETIII MrLtTAR
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zar las operaciones, se persigue por las dos potencias, porque cada
una tiene su plan de campaña. La que toma primero esta iniciativa
puede, por consecuencia, echar por tierra todo el plan de operaciones
acordado teóricamente por el adversario. Pero, en guerras
civileo;;, bien que la prontitud en abrir operaciones sea más ó menos
obligatoria para el ejército regular, no h.ay las mism."s razonea
para precipitar los acontecimientos. Los adversarios no tienen plan
complicado de movilizaci.ón cuya ejecución pueda ser detenida por
un golpe súbito. No se trata de tomar una iniciativa que, salvo en
algunos raros ca!:os, no es disputada al principio. El punto principal
que debe perseguir e no e· el de que no haya retard\)S en abrir
operaciones, sino evitar las dilaciones una vez que las operaciones
han comenzado. Un triunfo efímero cuesta caro si se obtiene al
precio de un período ulterior de enojosa inac ·ión. Porque es principio
importante en la dirección de estas guerras que el ejército
regul.ar debe forzar al adversario á que subordine á los suyos sus
movimientos, y á que se dé cu~..nctt de su absoluta inferioridad
moral.
Toda dilación ¡,e considera co·no una debilidad; toda demora
permite al enemigo rehacen•e . .Es, pues, condición esencial de buen
éxito, no comenzar las operaciones sino cuando se han reunido
fuerzas sufi ientes p .. ua drrigir vigorosamente la campaía y cuando
esas fuerzas están com pletamen tt organizadas y eq ui pa,l2.s según
la empresa á qu<:: se la destine, cualquiera yue sea.
Lord Wolseley ha dicho: "Si en cualqui<::r momento de las
operaciones os veis obligado á derenero algún tiempo para hacer
venir provisiones, dais ocasión á que el enemigo recob:-e valor y á
que se olvide de la ventaja que ya habíais obtenido sobre él: se
imagin:1 que es el temor el que os detiene."
Una vez que la guerra ha comenz~do, una dilación produce
la conser.uencia de dar tiempo al enemigo para organizar sus fuerzas
de combate, y no tard ... rá n sacar partido de ello. Antes de
abrir hostilidades eso~ adversario~ no saben á anenudo darse cuenta
del peligro que le· amenazél, y no to siempre á combatir con
él, en donJeq uiera que lo encuentre. N o se trata solamente de conservar
la iniciativa, sino de obligar al enemigo á persuadirse de que
lleva siempre la desventaja en todo encuentto, y de que la uperioridad
de las tropas ale cionadas ~·veteranas es evidente. Pero conviene
r<:n.>rd ... r que la ofen iva estratégica no es incompatible con el
emple o d.: Ll defen iva en el campo Je b,tlalla . ..t-n muchas campaña~
recientes las fuerzas rc.gulares e11 el momento del corP bate se
dej . ron ataca r. A~í sucedto en la guerr-t del Zulú, que es un buen
eje 1 plo de e . t e pri nci p i o. La columna del Coronel \V ood en K.arnbul;
i, y la e 1lumn t <.le Lord Chelm~ford, que marchaban en auxilio
de .t.ko we, estc1 ban ambas en tcrntorio Zulú; elias obligaron á los
zulúe · á cornb.ttir ó á reconocer su superioridad; pe-ro en Ginghilowo
como en Ka m bula fueron los zulues lvs que tomaron la
oíc:nsiva, no los ing!ese ; lo mismo pa::.ó en Uiundi.
V l. Efcto d r. una aann dc.e siva sobre los indecisos en las filas del
adv~-rsario y sobre aquellos quc vactfan en juntarse al enemigo- Hay
un h echo muy importante que diferencia los adversarios de las gue .. 1
rras civiles de lo que cornl-,aten en 1 ,s grandes campa-'-tS. Las primeras
aumentan y disminuyen en razón del electo moral producido,
y sin que á ello contribuyan las pérdiuas sufridas en el combate o
las ocaciones de conflicto. Los ejércitos irregulares cuentan siempre
en sus filas muchos indecisos. Hay siempre masas de guerreros
prontos á engrosar lrls fila del enemigo en caso de victoria. Aun
en el terreno mismo del combate una gran parte de Ja fuerza adversa
e compone generalmente de si m pies espectadores; pero éstos
serán los mn ardientes en 1~ persecucion, si el ejército regular sufre
un desa. tre, v tom:.trán parte, probablemente, en el próximo
combate si este ejercí to sufre -;¡Jgú n revés. U na ofc:nsi va vigorosa
tiene por objeto retraer de la lucha á los que vacilan en tomar las
armas, y dism in uír, en consecuencia, los electivo· del enemigo. Un
plan atrevi <.lo de campaí a tiende á reducir al Inínimum las fuerzas
del enemigo y á impt- dir que los que no <;&t ' n comprometidos aumenten
la fuerzas de los amotinados.
V l L &ra nde Í71lf rr' Ú~n prod uet: o! en emigo uua aui{¡n atnvid~,
y r ts uelta - Los anales de las gu e rr2s civile pt ueban bien á las daas
la impresión casi decisiva que prodt...cen Jos procedimientos a~.-tivos
y resueltos. Cada página de la historia militar de la do •1.ina-
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272 BOLETIN MILITAI
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G:ton inglesa en la India es u:1a prueba de elio. Desde Clive hasta
la época presente el atrevimiento y la impetumidad, más bien que
la sup'-rioridad numérica, h .n asegurado la victoria. El espíritu de
ufcnsiva que animaba igualmente á jefes y á subordinados ha dado
.J triunf; á las armas inglesas.
En ninguna expedición este espíritu de ofensiva se ha mosHado
de modo más con tante, ni ha hecho sentir de modo más
trrc · istible su influencia como en la ublevació¡;1 de la India, campaña
en la cual, ~or causa de u superioridad numérica y de circunstJncias
particulares, el enemigo era formidable.
Durante esta gran lucha las operaciones á campo ra o consistieron,
de un modo casi uniforme, en una serie de combate. en los
e u a les pequeñas col u m nas inglesas atacaban y batían siern pre fuer.
z :ts muy superiores del enemigo. Los golpe- se sucedían sin intenupción,
y nunca se daba tiempo á los rebeldes para rehacerse. Cler-o
que hubo que combatir mucho porque la resistencia no f •. tlró. Al
principio los u blevados combatían siempre valcrosametJ te, algunas
veces hasta con de esperación. No era la superioridad Jel armamento
inglés lo que acababa con el enemigo: comparadus con las
tropas ingle as los rebelde- estab;-1 n bion armado . .Fue el esp í ritu
de ofensiva, de qq~ se sentían animados los j e fes ingle ... e~ y · us soldados,
lo que les procuró, en la peripecia~ de una campaña :-ingularme
nte activa, e a larga serie de victori;-¡~. La lucha memorable
de Sir H. Ro ·e en las Provincia. centrales del A<;ia fue notable
por la intrepidez y la energía indom:1b'es con que condujo las operaciones.
Los rehelJes no tuvieron ni repoc;o, ni tiempo de re::,pi rar.
'"rodv triunfo se complt!tabl hasta con cguir éxiro a~ . oluto.
La campai'1a del Gwalior no f•Je .. ó lo un triunfo de e~t;ratt · gia y de
táctica, sino también de r<:!;;olución. Los a iáticos no compr ndían
semejante vigor.
S >lamente cuando el ataq es .. consiJ,.ra a impo iblt pudo el
enemigo conserv a r sus p:lsicione" . Lo mi _ mo pa5o gen ralmenve
en las campaí1as de los rusos en el A i ,, central. Energía y atre-.
·imiento, tal era su pal«bra de orden. Su ma :1era de proceda con is-Í
.l má bien en intimidar al enemigo con una vigorosa of<:!n . iva,
t:¡\1 ·en enviar co:ttra él fuerte. col•m·1as. Ahí c. tán loe; re::,ultados.
E 1 l re:-tigio e:; t Hi > en esta _ guerra;-. E 1 j · f~ que rec 111>ce e tos
. r ' n cipios y obra <:!ll confl>rmidaJ ·on ellos, es el vu11::eJor incon'
t~ ··ablc:.
V 1I l. Es ir~disp ens7hl p: r ' rrui t 'ltl z ·n .zt " el éxit?-Pero el -ea:
r e tl de vencer á t le s aJv e rs<.ri ; nr> e :> tri b ! snL-tmente en el atrevimient
,Jcl at.tque. En roda g tttrra, para qut la victoria sea comple-a,
es m _ ne~tcr terminarla con la per ecuci6n. Un golpe único procur
rá á menudo imp, ,rtantes resultados, y una suce -ión d ... golpe-s
paraliza al enemigo. Lo guerrc:>ros de m ntonera no comprenden
.!cino, de dos
piezas de su batería y de una partida de voluntarios' á caballo.
Desembarcó á algunas millas de Arrah y marchó contra el enemigo.
Los rebeldes se reunieron en buen número para cerrarle el
paso; la pequeña columna inglesa los atacó sin vacilación. El combate
fue reñido, casi desesperado. La fiera actitud de la pequeña
columna inglesa desconcertó á los rebeldes. Este vigoroso combate
quebrantó toda resistencia y le abrió camino á la columna. La
intrepidez de los asaltantes produjo tal efecto sobre las fuerzas
enemigas, que los ingleses no encontraron ya resistencia, bien
que estuviesen todavía á algunas millas de Arrah. La guarnición
fue salvada sin más lucha. E ta fue una brillante hazaña, no tanto
en razón de la ejecución, por cierto h ábil, cuanto desde el punto
de vista de la concepción. Marchar á su encue ntro é intimidados
con una tenaz energía, tal es el procedimiento que hay que emplear
con los asiáticos.
3.0 Bello ejemplo de una grande hazaña militar, realizada
por una fuerza insignificante, comparada con la del adversario, es
el ataque efectuado por el Duque de Aumale contra la Smala de
Abel el Kader en 1843. Smala es el nombre que se da en Argel
á una colonia nómade, á un conjunto de familias, y también algunas
veces á tribus enteras que cambian de lugar para vivir ó ponerse
en seguridad. Con la Smala marchan los camellos y los re-
~ Valiéndose del bluff (terrenos pedregosos que forman parapetos naturales en A.sia)
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BOLETIN MILITAR
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2T5
baños que forman su principal riqueza. El General en Jefe supo
la posición aproximativa de la Smala, es decir, mucho más a11á
de la cadena de puestos defensivos que señalaban entonces el límite
de la autoridad francesa, y resolvió atacarla por un movimiento
combinado. La columna del Duque de Aumale contab3 6oo jinetes
y 300 infantes. Las tropas montadas, lanzadas á vanguardia
de la infantería, menos móvil, cayeron repentinamente sobre
la gran Smala, justamente en el momento en que se instalaba en
un nuevo campamento, de>pués de uno de esos cambios periódicos
de lugar. Resultó que Abel el Kader estaba ausente; pero s,ooo
hombres de tropas regulares del Emir estaban presentes. El Duque
intentó un golpe atrevido. Sin esperar '>U infantería, sin tener en
cuenta la gran superioridad numérica del enemigo, atacó con sus
escuadrones aprovechándose de la confusión en la cual se encontraba
la Smala y de la circunstancia de que su aparición sobre el
campamento era inopinada. La victoria fue completa. El enemigo
fue totalmente dispersado. Tomó numerosos prisioneros, lo miimo
que un inmenso botín de camellos, carneros y otros ganados. Los
estandartes y el tesoro del Gran Jefe nómade cayeron en las manos
de un débil cuerpo de caballería francesa. El revés más decisivo
que experimentó Abel el Kader durante sus años de lucha contra
los conquistadores de Argelia, le fue infligido en un combate que,
por decirlo así, se redujo á un encuentro casual con algunos pelotones
de caballería.
Estos ejemplos de triunfos notables obtenidos por columnas
débiles comparadas á los efectivos enemigos, se han citado no sólo
para demostrar lo que cuerpos pequeños de tropas regulares pueden
ejecutar en estas guerras pequeñas, sino para comprobar también
cuánto vale la influencia moral, asunto que era el objeto principal
de este capítulo. Estos ejemplos nos enseñan el gran principio de
que el vigor y la decisión son la base de una dirección eficaz en
esta clase de operaciones.-Continúa.
'cccct~-;-:.-+
Jm~m1DJJRIL~~
DEL GENERAL PABLO MORILLO
(Continúa del núme I 32, del 30 de Diciembre de I 8 99 )
A la mañana siguiente el ejército entró á la villa de Onra,
en dontle inmediatamente le pasé revista con toclo el aparato
posible.
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276 BOLETIN MILITAR
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A pesar de la marcha forzada y de varios encuentros con
el enemigo, las tropas desplegaron un estado de ánimo bastante
imponente para desmentir las falsas noticias que un terror
pánico había divulgado.
Había corrido la uoticia de nuestra completa derrota, cou
otras mil imposturas, y nuestras pérdidas se habían exagerado
fabulosamente. Los habitantes tornaron á sus hogares cou
alegría é hicieron muchos sacrificios en favor de las tropas,
cuya brillante situación hacía renacer en ellos sus esperanzas.
El ejército reunido acampó en Cura hasta. el 25: entonces
señalé los acantonamientos de los diferentes cuerpos. Los batallones
de Navarra se encaminaron á Valencia, el de la Unión
hacia Turmero, el de Castilla hacia la Victoria, y los Húsares
á la Quinta. Los Batallones de Pat·dos de Caracas y de milicias
de Valencia permanecieron en Cura; el batallón de la Unión
marchó tres días después á Valencia.
Acababa de ser informado de que el enemigo se replegaba
sobre Calabozo, y tomé todas estas medidas con el deliberado
propósito de que mis tropas descansasen, y sobre todo para esperar
las que comandaba el Coro'Jel Calzada. Yo suponía que
éstas se encontraban á inmediaciones de San Carlos, y les había
dado orden de que se me unie. en eu Valeucia.
Me trasladé, pues, á esta última ciudad, dejando á órdenes
del Brigadier de, la Torre la guarnición de Cura formada por las
cuatro compañías de Burgos y el batalló1 de Castilla, porque,
según las últimas noticias, el enemigo, acampado en San Pablo,
amenazaba á Ortiz.
Este período de obs rvación no fue largo, puesto que el 5
el enemigo desfiló por el lado de Ortiz, siempre á presencia de
nuestros puestos avanzados.
El Brigadier de la Torre abandonó la ciudad, y se replegó
primero á la Victoria, y después á las posiciones de Las
Oocuizas, tanto por razón de la inferioriflad de sus fuerzas,
como para cumplir mi órdenes. Había pre í to este caso, y
dado, en con ecuencia, mi~ instruccione .
Nuestras tropas dejaron en la ciudad res, fuerza mucho mayor que la nuestra,
puesto que los lanceros del Rey, el sexto escuadrón de artillería
y los húsares no habían podido reunírsenos. Los bravos
rlragones deJa Unión, que ape.nas c~utaba1_1 en sus filas cl?scientos
jinetes, cargaron con .Intrepulez sin calcular la n~ferioridad
de su número, y pus1eron en derrota á cuantos quisieron
oponérseles, persiguiendo á los rebeldes, sin darles
cuartel ha ta una legua más allá de Maracay.
La~ fuerzas enemigas que se habían estacionado en este
pueblo pretendieron entonces sa ... car partido del desorden Y
fatiga con que los nnéstros ha.b1an llevado á cabo la acoi?ethla
y alieron á su encuentro en el momento en que volv1an
gTnpas; pero á pesar de tamaña. ventaja, su audacia, quedó
bien ca t.igada. Los dragones volvieron á cargar con el ~mpetu
que acababan de ostentar, y obtuvieron un triunfo brillante,
digno ele tanto valor.
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278 BOLETIN MILITAR
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Resultado, la caballería enemiga quedó becba pedazos, y
sus desbandados jinetes hnyeron en todas direcciones. La pérdida
de los rebeldes fue de ciento y tantos homures, cuarenta
y dos cajas de parque, más de dos mil caballos y mulas y la. totalidad
de sus equipajes.
La conducta de los dragones de la Unión es digna de los
mayores elogios, sobre todo si se tiene en cuenta que habían
venido desde las orillas del Apure á marchas forzadas y sin remudar
monturas. Además, antes del primer ataque recorrieron
á galope dos leguas y casi dos más salvaron con igual ligereza
en persecución de los enemigos; tales marchas debieron agotar
sus fuerzas, y sin embargo lograron consumar de una manera
tan completa la derrota del resto de las huestes enemigas.
La infantería no tuvo nada que hacer en esta jornada: toda
la gloria recayó sobre los bravos dragones de la Uuión, sostenidos
por el ·escuadrón de guías y por algunos jinetes de vanguardia.
El ejército hizo una corta parada en Maracay hasta las
cuatro de la tarde, y entonces, á pesar de una fuerte lluvia,
tomó la ruta de Cagua.
El rebelde Bolívar, quien durante· el combate de Maracay
se ocupaba en la loca .tentativa de forzar el paso de Las Cocuizas,
que defendían las guerrillas de1 Brigadier la Torre, á
la noticia de la derrota de su caballería, retrogradó precipitadamente
hasta La Victoria, de donde salió con igual precipitud
para la villa de Cura.
El ~jército realista llegó á Oagua el 15 por la mañana,
después de penosa marcha, y en la tarde del mismo día emprendió
la persecución de los rebeldes, á quienes yo me prometía
dar alcance en Cura. :Mntrámos á esta pol>lación á la
una de la mafiana, formados en tres columnas de ataque; pero
mis esperanza fueron frustradas: no había en la plaza sino un
destacamento de 200 6 300 hombres de caballería, que después
de cruzar algunos tiros con nuestra vanguardia, huyó á favor
de la oscuridad de la noche.
En Cura supe que el enemigo había emprendido su retirada
(lurante el día y parte de la nocho, por el camino de La
Puerta, dirigiéndo.e hacia la llanura. Calculé que aún lepodríamos
picar la retaguardia, y en acometimiento de ella envié
nuestra vanguardia: el re to de la tropa pasó {t. acampar en
una sabaua. Esta operación se retard.ó por el mal estado de los
caminos, llenos de lodazales y de pendientes.
Ell6, al despuntar el día, nuestra vanguardia acometía·
á todas las fuerzas enemigas que había encontraflo en el paso
de Bocacbica, arr~jándolas un poco más lejos, in darles tiempo
de retirarse en buen orden.
Al primer golpe de vista los rebeldes se dieron cuenta de
la inferioridad numérica de nnestra vanguardia respecto de la
de ellos, y se decidieron á sostener el ataque, sin (luda con el
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propósito de poner en salvo sus enfermos, sus bag~tjes y los
muchos emigrantes que los acompañaban.
En efecto, no sólo impidieron el avance de nuestras tropas,
sino qne hasta lograron qne sn caballería volviese á vadear
mm queb 'rada y ~e apo(lerase de algunas casas que que·
daban sobre uuestro flanco. Yo pretendía dar algunas horas de
reposo á las fatigas de la tropa, y aguardar á los rezagados en
la ciutlacl de Cura: dos días de nna marcha forzada y penosa
hacían indispensables estas medida·; pero el ruiflo de la fusile·
ría, que aumentaba á cada instante, me decidió á partir apresuradamente,
dPjando á Jas tropas orden de que me siguiesen
con tolla celeridad. En el camino encontré varios postas del Brigadier
Morales, quien sin hact>rme perder toda esperanza de
trinufo, me pedía con instancia urgente socorro. Por esto di
orden á lc:ts tropas de que acti vaseu su marcha, y muy luégo
que tirasen las mochilas y siguieran á la carrera.
Llegué al campo de batalla en el instante más crítico:
nuestra caballería, tras varias cargas brillantes fue menos
feliz en la última. En el momento de acometer, un fuego muy
vivo de los rebeldes contuvo el ímpetu de su carga, y reanimó
el arrojo de la caballería enemiga.
Fácil es apreciar las consecuencias de esta indecisión ; el
enemigo se aprovechó de ella. para rechazar nuestra caballería
y obligar á la infantería de vanguardia, falta ya de municiones,
á batirse en guerrillas y en retirada
Ni mi voz, ni los esfuerzos recLas
ó sohr • lo parapetos, ])Hra impe,
1ir ln. entracla en una ¡)laza
á lo itiadore.'.
AURU .\1 AI. enct r al ene-migo
cou la nperioridad del
u (tmE'ro.
ABRUPTO. Terreno cortado,
q nebrado, e:carpado.
ABSOLUTA. adj. Bntre solda<
lo , licencia ab. olutn.
An. Tli..NERSE. v. r. Privarse
de alguna co~a..
AB~OLU LÓN ••• f. cción de
abRol 'y r. 1 n •ft>cto.
ARSOLVEH .. \""', a. Dar por libre
sen·ar con
cuidado al enemigo ocultáu<
lo e á. >U "i ta.
ACELERAR. Ejecutar alguna
co a con má pre 'tcza que
la orjo del fusil y de la lauza.
.AFILIAI{.S.E. v. a. Alistarse
eu cualquier cuel'po del ejército.
AFLOJAR. C(~jar, ceder, perder
terreno, entibiarse el entusiasmo.
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6 VOCABULARIO l4ILITAR
AFLUENCIA. Afiuent e e S
toda corriente de agua que
desemboca eu otra 1nayor ó
mirada. como tál ( \?éa.se ctten·
ca). El sitio donde dicha corriente
afluye se lhuna confluencia,
y ella no se denomi-ua
continente sino afluente.
AFtHLADO. El que disfruta
de fuero.
AFORA.DO DE GUERRA. El
que disfruta de fuero militar.
AFRONTAR. Aceptar combate;
dar ó hacer frente al enemigo.
AFUERAS. Extramuros. 1
Eu fortificación el ruedo ó terreno
que la rodea dentro del
alcance del ca.ílón.
AFUSTE. S. m. l\:foutaje de
los pedreros, morteros y carronadas.
Nombre geuérico de
todo aparato óarmazón eu que
se sienta 6 asegura un arma
de fuego: en las portátiles se
llama caña. y en la piezas de
artill ·ría cureiia.
A.GARR.Ol'AR. Apretar el ramaje
de una fagina, dejar al
enemigo incapaz de 11liciativa
y movimiento e pontáneo.
AGO'l'AR. Consumir, gastar
fuerzas y recursos.
AG-UAJAa. Úlcera que aparece
en la cuartilla, tloulez d 1
corvejón y parte po ·terior de
la rodilla del caballo.
AGI EGADO. s. m. El militar
que, destine n ando de
la confianza del agraYiado, 6
con circun ·tancias en que éste
uo pueda defender. e. Comete
e ·te delito el que hiere á otro
con ventaja, de ca o pensado,
por la e. palda, con arma estando
el contrario sin ellas,
esperándole en un punto eleterminado
en donde uo pueda
defenderse, 6 cogiéndole descuidado.
ALFANA. Caballo de guerra.
ALFAQUI.-~. Banco de arena
en la de embocadura de un
río.
AI~FÉREZ. adj. Oficial subalterno
de caballería, inferior al
tenieut cou quien comparte
el trabajo y cuidado en todo lo
concerniente {l la, compañía.
ALI•'OLÍ. s. m. Almacén de
sal: también se llama así al
granero, alhúntliga. ó pó ·ito
donde e guar
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