AN'OIV Bogotá, Abril 2.8 de 1900 NUM.149
--~·~--
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO
DIUCTOit AD•KONOUM, FRANGISGO J. VERGARA y V.
Genel'al, Miembro de la Sociedad Colombiana de Inaenieros
Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefes y
Oficiales del Ejército de la República
'IC A
:OEOP.Er:t'lO N'O'Ml:l~ O .. :CE 1900
(lU DE Al3IUL)
por el cual . e confiere un asceuso y ~e honra la memoria ele un servidor público
El Pre irlente de la R epúb lica
CONSIDERANDO
l.o Qne ay(.)r fallecí' en Bucaramanga <'1 Sr. General Jnan
B. Carreño, Jefe de g ·tatlo 1\Iayor lel Ejército de Santander,
víctima de enfermedatl producida por las fatig-as de la campaña;
2.o Que en la actual rebelióu fue uno de lo primeros en
ofrecer sus servicios á la cau a de la Legitimidad, organizó
fuerzas y desempeñó papel importante en la.' jornada de Piedecuesta,
.Bncaramanga y I.1o, Helechales, en la~ cuales contribuyó
eficazmente al trinufo d la· arma nacionales;
3.o Que el General Juan B. Carreiio t1 'empeñó elevados
empleos en todos lo" ramos de la Aumini tración pública, y
repetidas veces ocupó pne to en las A1:umblea de Santander
y en el Congre o de la Hepúulica;
4.o Que con la armas eu la mano concurrió cou valentía á
la defensa de las instituciones en las anteriores guerras civiles,
DECRETA
Art. l. o Declárase asceuuido á General n Jefe en el Ejército
de Colombia a.l General de División Juan B. Oarreño, y
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498 BOLETÍN MILIT A.R
dé8o cuenta de este ascenso al próximo Congreso para los fines
legales consiguientes.
Art. 2.0 Laméutas~ la prematura muerte del General t'arreño,
y preséntase al Ejército su memoria como ejemplo digno
de imitación por quienes a piran á m recer bien de la patria;
Art. 3.o La guarnicióu de Bogotá hará al finado los honores
corre~pondientes á un General eu Jefe que muere sin mando,
llevará luto por nu ve dia , y la Baudas tocarán tres retretas
fúnebres en la Plaza de Bolívar.
Art. 4. 0 El suddo qne n vida correspondía al General
Juan B. Oarrefio como Jefe de E tado ~1ayor de Ejército en
campaña en Santander, al tenor de lo di puesto en los artículos
1.0 y 2. 0 del Decreto de 12 d .1. farzo último, e continuará pagando
á la familia del General Carr .ño, re¡>artido por partes
iguales entre la señora vindé y la hija del finado.
Art. 5.° Copia. auténtica de e ." te J)ecreto será enviada á
los deudo del Gen ral Juan B. Oarr fio.
Dado en Tena, Cundin marca, á 17 de Abril de 1900.
MANUEL A. S OLE 1E ... TE
El Hinietro de Guerra, .JOSÉ S J.: TOS
~:ElOP.lilfJ.'JO Nt1~EP.O .... ~:a 1900
(16 DE ABRIL)
por el cual ae reorgaaiza el Cuerpo del Ej ército de Antioquia que marchó •1 Norte
de la Reptíblica
El Presidente de la República
DECRETA
Art. 1.0 Las dos Di vi ione del Ejército de Antioquia que
marcllaron al orte de la República á órdene, del Sr. heneral
Ricardo Lesm , quedarán refundida en una sola ])i isióu que,
con el nombre de Divisió'n, Antioqueña, será incorporada en el
~egundo Ejército de Reserva.
Art. 2.o Nóml.>rase Comandante General y Jefe de Estado
Mayor de la Divisi6n Antioy_ueña, á los Generales Luciauo Estrada
y Bonifacio Vélez, respectivamente.
Art. 3.° Compondrán el Cuartel general de dicha División,
como Ayudantes, Adjuntos, etc., lo individuos pertenecientes
hoy al Ouartel general del citado Cuerpo de Ejército y á los
Cuarteles generales de las do Divi iones de que en la actualidad
consta, todos en sus respectivos grados.
Art. 4.0 Los cuerpos que componían las dos Divisiones
quedarán incorporados en la nueva División, con el mismo
personal de Jefes, Oficiales y tropa que hoy tienen y con sus
mismas denominaciones.
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BOLET.fN MILITAR 499
Art. 5.o N óm brase al Sr. General Ricardo Les mes Inspec·
tor General de los tres Ejércitos de Reser·va creados basta hoy.
Comuníquese y pnblíque,e.
Dado en Tena, Cundinamarca, á 16 de Abril de 1900.
:MANUEL A. SANCLE:l\'IENTE
El Ministro de Guerra, JOSÉ SA~TTOS
•••
D30RE~O N't1MlC~O 7 DE 1900
(.ABRIL 17)
aclaratorio y reformatorio de las disposiciones anteriores sobre pasaportes,
salvoconductos y exenciones militares
El Jefe Civil y Milita~· de Oundinamarca
Teniendo n cuenta que Yaria, autoridad y algunos particnlare
llan licitado de f-,·tc J cfatura que e reform n alguna
de la& dispo icion • dictada r ·~pecto de pa. Hportc., alvocon<
lucto y exeucione · mili tares, con el fin de que queden
claramente determinados el valor y , lca.nce de tale documentos,
DECRETA.:
Art. 1.0 J.,os pa aporte que e expidan por esta Jefatura
6 por otras Oficiuas del Departamento, como Pr fecturas ó
Alcaldías, solamente ervirán para un iaje continuo, ida y re.
greso inmediato, y por u11a ol?, vez .
.Art. 2. 0 o be expedirá pasaporte {L indidrluos particulares
que uo presenten u exeuciou militar; ) en ningún ca o á
aquelloa que · an uo .:tile~ al Gobieruo.
§. Los extranjero· 110 n ce ·itc u xención militar; pero por
lo demás quedan sujeto á lo clis¡,ue" to en este Decreto.
Art. 3. 0 Tampoco se expedirá p saporte alguno mientra
no se compruebe con el ¡·ecil>o del caso haber cubielto los derechos
corresporuli ntes, lo cuales se pagarán única y exclusi.
vmnente en la re peetiva Oficina de Hacienda departamental.
.Art. 4.o El valor de todo pa aporte será de do pesos por
cada persona y uno por cada bestia.
Art. 5. 0 No habrá pasaportes echoso
:POdrá ser detenido y registrado, aun cuando esté provisto de
pasaporte.
Art. 7. 0 Unicamente los vivanderos y sus bagajes tienen
erecho á pasaporte gratis.
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500 BOLETlN MILITAR
Art. 8. 0 Sólo se considerarán como vivauclerls para los
efectos del a.rtícule anterior, lm; individuos que iendo dueños
ele víveres, conduzcan y expendan é ·to personalntente en los
mercados, en cantic.la<.l no mayor de cinco cargas.
Art. 9.0 Lo individuo provi tos de pasaporte no podrán
ser conscripto cuando sean vivanderos~ 6 si careciendo de este
carácter están pro vi tos, además, de la re pecti va exención
militar.
Art. 10. Toda autoridarga.nización.
Empleo táctico-La, am trctlladora son eminentemente
apta , 11 ólo p· ra la < ci: le ) tlef lh a,, •le artillería.
Det rmiu, d:. la. di · :. uch, la pnnt da . e hacía. con pr ci ·ión.
En un ca o olo . e hizo fu ego { grande di ·t., ncia , cerca
<1 2,500 motrm~, mpl •:u1do el t.ir·o ~tlt'VO p ·ua bat1r la ciudad
de Sautingo qu .· taha oculta por t~ l t )rreuo. f.J a. el vación se
dio cou el cua trn ·tor para batir 1 ·ampo; ant él, 1 adver ario
timw que replcgc r e; lm~ d fen:orcH d nn~ trincher< tuvieron
que suspeJI(l•r el fuego para cubrir.-e, y toda la ametrallado·
ras pudieron ohteuer esto · re ul tado a 250 m •tro de lo. atrincheramiento
. Ningúu ataque d h iufantería 6 llidad n~o y á p qu fia c..li ·tancia, la
Yen taja e te t'Ú ~ i mprc por parte <1 ~ la. am tralladoru .
Para toce ario qu uo falten la municiones,
p .. ro es de todo ¡mnt infnudado el suponer que las ametralladora
· hacen un con ' tuno •xag- rado.
En la campaña d antiaho, eomprendi, icion . no pu<1i ron .. peritH ntar. e como ,e
deReal><, p r el autor cr •e qu mpl •ada Hu. •natro pi zas de
e ta m. n ~ra hul>i ra podido re istir contra fuerz, su¡ eriore
del eu •migo.
i la am tr. liad ra marchan acompañadas por la iufant
ría 6 la cahétll ría, ú e tas arm. del> encargar e el r •conocimi
nto del t rreno. Ig·u. lmeute, en caso de ellcoutrar al
enemigo, Hi la c. b: llería .·e retira para dt•ja.r campo libre al
fnt>g'O ele laR amet.ra1lndora.·, aquélla ¡wdrá rehacerse á cnbi •r-to
y preparar.· para la carga.. .
hn el muw ba~tnntc probable de qtw ~1 en migo tuviese que
eer per · gnido, .. •rá n b:clrÚll aYauzar 1~. ametrnlladora , y e colocarán
en nna po, ición {t prop<'!Rito para romp r d impro'dso y con
en rgía l fuego. ohlig·ando e l enemigo á r tirarse 6 preparando
el ata(]ne <1 la infant ria.
]Ja. am trall:ulm·a no han t nido oca ión rle er exp(>riment.
n.da. en nn <:oml>nte de rec011 cimiento 6 de Yanguardia,
pm~o ha11 po Rer mny sereno y e.·tar mny al corriente ele las intenciones
del General y Í<'Zc s. D .. . ~ pués 1lo a ' Í durHnte algún ti mpo, pero hacia
las cuatro lo.' e pañol s atacaron ~alero"ameute la po iciones
perdida , y mp zó, por parte de lo americanos, un Yivo fuego
de fusilería, y al mismo tiempo se d jó sentir el característico
ruido de las Gatliug, quo tanto animaba las tropa .
Las am trallaIían
podado manten rse n Ru. po. icionea. in la aLuda de la am -
tralladoras. Por e u. ecne11 ·ia, la eficacia d estas armas en la
de~ nsiva inmcu a, corno n el ca o anterior, y uo hay u cesidad
d vol ver {t d mm~trm lo.
En la r ci nt camp. ñn. d 1 Sn<1áu, n ]. batalla d Omdnrman,
e tiene un (•j .. mplo auálogo tlel rupl o de la a m -
trallador. n una acción camp. 1. La acción fue al principio
defen iva por part de lo. anglo- gipcios; fueron atacc do repetida
v e por los d •rvisc ·, que ~l\·anzaban eu rua a irregnlare
· con ardor fanútico, p ro que no poclíau 11 gar á pon rse en
contacto porque l fu go d la.· ametralladoras l\laxim era extraonlinariamente
mortíf•ro. Reellazmlo el ataque rle lo dervi
e , l irdar l itchuer inició un contra-a alto, y la 'il-Iaxim
fueron empleada. en la. ofeu ·i a. En é ·ta, como en la faz prec -
dente, su fu g , ·egún te tigo oculare .. , fu mortífero en grado
sumo.
En las op racione d guerra en los alrededores de Santiago
·e emplear n la· Gatlin~ en la defen a de la lluea de
asedio. Se e locaron en una trinchera, en medio de la otras
tropas, y cubiertas de modo que ólo á pequeña di tancia. e
podían distinguir su 1 c. s. A aquélla~ se le agregaron c1o ·
ametralladoras automáticas Oolt, montadas en trípodes, y nu
cañón de dinamita. Este último no era un arma bastante perfecta
para asegurar la preci ión del tiro, pero disparaba pro
yectiles que contenían 2 kg. de gelatina explosiva, y que
en un radio de acción, no permite reunirfa .
Otro principio es a igu 'r la ametr, lladoras como arma
anxiliar jado á Jo' oficiales
que las mandaban. Rara v z recibían órle, y haced el mejor u o po 'il>le de ,·nestras piezas." Este
sistema a.11ería (Rough Riiiers), y no
fue u de ninguna utilidad, no di parando uu tiro ha~ta que se
reunieron á la Gatling.
Por último qued~ el 'istema. de or·ganiz. r la. am tralladoras
n nniclaat •ría (lo la, atliuCJ". Lo. re~ ultado obt nido
c.lemo tn ron la bondad d l principio. E ·ta. idee fnc expne ta
por pri m ra. 'Tez, hace < !gano anos por a.tlin,g, in \·en tor reH tácnlo para crear una cuarta..
Le instrucción necesaria vara operar la ametralladoras,
el empleo táctico de esta armas, su tremen•la eficacia cuando
sean bien empleadae, requieren un e¡¡tuncia y hac r su
empleo má r. ciona.l, y de este modo serán para el Ejército un
nuevo instrumento )t.
~~
~
~ x.•
Terar mDmento
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510 BOLETfi( MILITAR
CuARTO MOMENTO-La caballería, dnpués de proteger el avance de J&.
infantería, Je retira rápidamente fuera del alcance eficaz de nuntro fuego:
medio euuadrón e?Jemigo u dirige al trote hacia JU ala derecha; fa infantería
del contrari1 continúa marchando con lentitud, adelantatrdo máJ y máJ
JU ala derecha.
El jefe del batallón reconoce que el enemigo es inferior en número,
y resuelve tornar la ofensiva.
SeñafeJ: para todos, alto!
)Jisposidón: cuarta compañía, íntegra en tiradores, replegando su
ala derecha; ugunda compañía, zoo pasos á retaguardia del ala izquierda
de la cuarta~· primera compañia, 200 pasos atrás del centro de la cuarta,
y tercera compañía, tras el ala derecha de la misma cuarta.
,¿· Jé.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • * • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • t4·a
~ 200 pasos
·.
e u arto momento
QutNTO MOMENTO-La caballería carga en forrajero! la1 doJ alaJ de
la cuarta compañía. La infimtería enemiga aprovecha tJe momento para
afianzar ctJ• rapidez á corta dútancia y acelerar JU futgo.
1
_,
+
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~00
~®~ I.e.
~
+ Quint~ momento
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181181®
181181® 3· a
~~181
+
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BOLETÍN MILIT .A.R 511
Seña/u: cuarta compañía, formar en columna (el ataque se dirige
sobre ambas alas), y luégo (para todos), lentamente en retirada!
SExTo MOMENTo-La caballería no puede romper niuguno de loJ grutJoJ
y u retira con pérdidaJ; la infantería enemiga rifuerza d1 nutflo JtJJ
tiradorn.
SeñaleJ: para todos, alto!
Disposición: debe atacarse el centro enemigo. A la señal (para
todos) afiancen! Ja primera compañía á la carrera avanza sobre el centro
de nuestra línea de tiradores; lc.s compañíaJ tercera y cuarta refuerzan
con un pelotón en tiradores las alas de la cuarta, y siguen con las otras
1 so pasos á retaguardia.
Seña/u: cuarta compañía, fuego rápido!
SÉPTlMu MOMENTo-E/ aavenario tiene ahora compañía y media en
tiradores; media cDmpañía en orden cerrt!d{) traJ JU centro y medio tJCUIIdrón
unos 100 paltJS á retaguardit: de cada ala.
Señaln: para todos, avancen! (se ejecuta lo indicado).
t t t
••• • ••• JO!Y.:)IIOIIOl • ~IOIIOl • JO!lOIIOCJO! •••••• . . . . . . ~~~~. -~~. -~~~~. . . . . . 'K.. ..:X 4 . a I. a 4 . a 'K.. .·:X · ..... · · ... · .·
t t
Séptimo momento
OCTAVO MOMENTo-La infantería enemig4 retrocede de prúa anU el
ataque dicho; JU caballería avanza y carga para desempeñar la infantería,
atacando las alas de nuestra cadena.
Señalo: para todos, olt1! Formar las columnas!
1
1
Q0®®QQOO
~
I.a
Octaf/o momento
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512 BOLETÍN MILITAR
" • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • l. a 4 . n
1\ 1\
Noveno momento
NovENO MOMENTO--La caballería
enemigo es rechaza-
• da, pero la infantería ha ga-
• 11ado tiempfJ y ejecuta JU retirada
en buen orden.
Señales: para todos, en tiradores,
ava?tcen.'
Disposición: primera y
cuartacompaiiías fntegramen·
te en tiradores.
DÉciMO MOMENTo-La in-,. • • • • • • • • • • • • • • • • • .• • • • • •* • • • • .• .•
fantería enemiga co1Jti11Úa su
retirado perseguida vivamen·
te por el fuego de nuestroJ ti·
radfJreJ,· la caballería Je reú11e
de nuevo y u maJJtiene cercana
al ala izquierda dt aquélla.
Señales: para todos, alto!
Disposición : primera y
cuarta compañíaJ, menos los
tiradores, reunión; ugunda y
ttrcera, reuni6n.
DécimD momento
UNDÉCIMO MOMENTo-Bajo l,z protección de JU caballería, que permanece
á pie firme nifrente de nuntro flanco derecho, la infantería adversa
gana Jfl línea de retirada.
IUsposlción: El batallón continúa su primitivo movimiento, línea
por línea; uguttda y tercera compt~ñías, á retaguardia, y cuando han caminado
400 pasos, alto; los pelotones de tiradores se despliegan; primera
y cuarta compañías, en retirada desde que las otras han tomado
posiciones.
• • • • • • • • • • • • • :11: • • • • • • • • • :11: • • • • • •
~ • • :11: • • • • • • • • • . •.• ... •.• ... •.• . . . .
V V V
4·a l. a
~~0 181181~
§il!BI~ 181181181
1811810 181181181
V V
Undécimo momento
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BO:UETfN MILITAR 513
DuoDÉCIMO MOMENTo-La caballería enemiga sigue á su infantería.
Señales: para todos, alto!
nlsposicl6n: primera compañía de retaguardia.
El batallón se forma en columnas de compañía, sobre la tercera, á
dobles intervalos de despliegue. Luégo continúa su retirada.
SOBRE EL EJÉRCI'rO ALEMÁN
(Continuación)
lnspuciones de tiro
Examinemos ahora en qué consisten las inspecciones de tir0,
que merecen una atención particular, tanto á causa de la manera
verdadera:nente práctica con que se organizan, como por la extrema
importancia que se les concede. Los jefes de regimiento en la línea
y los de brigada en la ~uardia * son los que pa. an esta · inspecciones
y dan cuenta de los resultados á la autoridad . uperior. El programa
de la inspeción de tiro se redacta en el Ministerio de Guerra,
y cambia todos los años según el punto de vi sta particular de de el
cual se propone examinar el e stado de la instruc ión. El iVliniitro
confía habitualmente á la escuela de tiro * la formación de
este programa. Después lo aprueba y hace litografiar un número
suficiente de ejemplares para que se lt!s pueJa di tribuír á todos
los batallones del ejército, con los modelos de los informes que deberán
llenar.
Todos estos estados se envían entonces á los cuerpos bajo sobres
cerrados, y se conservan rigurosam ente secrdos hasta el mismo
día de la inspección. Solom ente sobre el tt·rrtno mismo del tiro se
da co1tocimitnto de ellos á los capitanes de compañía. Se limitan á indicar
la clase de los blancos que deben emplearse, con tiempo suficiente
para que todo el material necesario esté dispuesto en el
momento deseado.
Es preciso reconocer que este sistema está perfectamente
concebido para impedir toda tentativa de preparación especial para
la inspección, y para obligar á todos á ocuparse siempre con el mismo
cuidado de todas las partes de la instrucción. Al mismo tiempo
deja al Ministro libertad completa d'! variar su programa dentro de
los límites del reglamento, y le permite juzgar de las tropas según
• E ta diferencia estriba sencillamente en las facilid a d •s que ofrece In coneentraci6n,
generalmente mayor, d e las tr opas de la gnudia en sus guarniciones. Y
aun en la líne,, el comandante generr parte
del Gobierno prusiano, la cual parece habc.;r dado hasta aqJÍ excelentes
resultados. Se ha procurado por todos los medios posibles
animar y adelantar la educación de los caballos, tratando de propagar
en todas partes las buenas razas, que se confía poder utilizar
en el ejército. Hé aquí en pocas palabrc:is el sistema en vigor:
Además de las yeguadas particulares, se ha juzgado ventajoso
crear tres pertenecientes al Estado, organizadas en grande escala,
tales como la de Trakenen (Prusia oriental), NeustaGt (en la
Doss) y Graditz (cerca de Torga u, en la Sajonia prusiana); esta última
para los caballos de pura sangre, y las otras dos para los
. cruzados.
Cada una de estas ganaderías, que dependen del M:nisterio
de Agricultura, no recibe un céntimo del Estado, pero posee la
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BOLETÍN MILIT .A.R 517
propiedad de cierta extensi~n de tierras que cultiva y administra
por sí misma, y cuyo~ rendimientos deben bastar para su conservación.
Las yeguas del establecimiento, en partidas de una ~entena
de cabezas, pastan en inmensas praderas bajo el cuidado de
guarda~ á caballo.
La misión de estas ganaderías es únicamente la de producir
buenos caballos sementales para proveer cierto número de d~pósitoi
p~rmanentu, que contiene cada uno de 8o á 100 bestias distribuídas
en todo el territorio. De allí se les conduce, durante la estación
de la monta, es decir, de Enero á Mayo, á las diferentes estaciones
de umentales para cubrir las yeguas que les presentan. Estas
estaciones, muy numerosas (de ellas hay próximamente 120 en la
sola provincia de la Pru ia oriental, qu~ contiene cuatro depósitos),
están servidas cada una por tres ó cuatro sementales. El precio de
la monta varía de 6 á 300 marcos * (7.50 pesetas á 37 5 pesetas),
pero su término medio sólo es d e 9 i 12. Esta es la renta más
segura de los depó i to. de ca ballos padres que no tienen, como las
yeguas, tierras á su di s po ic i ó n. Los caballos padres vuelven al depósito
no bien terminada Ja monta.-(Continúa)
--··· - -
DEL TIRO DE LA ARTILLERIA EN CAMPAÑA
segfín las Ler;on1 d'artillerie de E. Girardin.
(Conclusión)
f/1- Tiro fusant~ repentino
o) Circunstancias en que puule emplearu sin inconveniente-El
tiro fusante rept: nti no, ó sea reglado por la sola observación de
los disparos de:: shrapnd, se usa en los casos en que es imposible ó
por lo menos dificil distinguir los puntos de caída de bs granadas,
como en un terreno pantanoso: lucha con una artillería que ocupa
una cresta que tenga una depresión detrás y un barranco delante,
bombardeo con tiro indirPcto de un pueblo de que no se ve sino
el campanario; tiro de campaña á distancias excepcionales, por lo
cual el estallido de las granadas no se ve sino en malas condiciones.
El reglaje del tiro con shrapnd~s es más lento que el verificado
con granadas, exige espoletas que funcionen con toda precisión
y presupone un gran consumo de municiones. Los disparos fusantes
producen un globo de humo denso, blanco y distinto, que es
visible á las mayores distancias, pero que para ser utilizado en el
reglaje dd tiro debe producirse al ras d el suelo y destacarse sobre
• Et\te fíltimo precio só lo se p!iga cuando se trata de ementales de elección, á
lo~ que se les lleva las yeguas á sus mi mos depósitos.
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518 BOLETÍN MILITAR
los blancos verticales que se encuentran en ]a guerra y de ordinario
tienen poca altura. Por eso, en la práctica, este tiro da numerosos
diiparos dudosos, y los tanteos necesarios para poner en
concordancia el alza con el cohete, aun en espoletas muy buenas,
y la graduación casi incesante de nuevas mechas y la necesidad de
ser frecuentes los disparos dudosus que hay que repetir, hacen un
tanto lento este procedimiento de reglaje.
Primer procedimiento: reglaje por el a/za-Sábese que en el
tiro directo con granada percutante la explosión media á la altura
tipo se produce } 0 de segundo más acá del punto de encuentro de
la tr.:~yectoria con el suelo, de donde que, si sin cambiar el alza, se
aumenta en -1
2
0 * la duración del cohete, 5e obtienen explosiones
fusantes muy próximas al suelo, que pueden considerarse como
puntos de intersección de las trayectorias con el terreno, procediendo
entonces al reglaje como si se tratara del tiro percutante.
Así que se obtiene la trayectoria media conveniente basta,
pues, disminuír la duración en 1
2
0- para volver la explosión á la
altura tipo . En el curso del reglaje se hacen variar paralelamente
el alza y la duración, esforzándose por mantener el punto medio
de explosión á escasa altura, obrando sobre la duración como en
el método normal.
Gracias á la carga por pieza, nunca resulta más de un cohete
graduado para cierta distancia.
U na vez encontrada el alza conveniente, no se la vuelve á
tocar, y se regla la altura de la explosión obrando sobre la duración
del cohete. Como se ve, el procedimiento es sencillo, permite
tomar siempre la distancia como base del reglaje, pasar sin dificultad
de un reglaje por percusión á otro por explosión y viceversa,
y utilizar todos los disparos percutantes visibles por casualidad.
Segundo procedimiento: reglaje por tl tiempo-En este reglaje
se enmarca el blanco entre dos tiros fusantes al ras del suelo y
cuya duración (en trayecto) difiera cierto número de décimos de
segundo que corresponda á la profundidad del marco deseado, ó
en otros términos, se busca una tenaza en duración en vez de hacerlo
en milímetros de alza, para deducir de ella la duración que
conviene á la posición del blanco y á la alza correspondiente.
En este caso, del reglaje se deduce la duración, y obtenida no
se la toca, buscando la explosión más conveniente en el tiro de conjunto,
obrando tan solo sobre el alza.
Sea .AB dos explosiones fusantes próximas al suelo, corta la
una, larga la otra, obtenidas con duraciones de cohetes que difieren
rr de segundo y la alza correspondiente. La posición más
probable del blanco dentro del marco obtenido es la mitad e del
espa~io AB; y como además sabemos que la trayectoria media
más favorable para la eficacia del tiro fusante, es la que pasa por
.. El aumento en t!l ca ñón ele 8o mil\metros de montaña debe ser tres clécimas.
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BOLETÍN MILITAR 519
el pie del blanco, si la explosión media se produce /o más acá
(tiro directo con granada), tendremos que será la duración lo
que puede dar la explosión en E (antes) y hacer que el proyectil
describa la trayectoria media EC que se desea obtener.
Esto sentado, si se designa por N la duración del disparo fu!
ante corto A y por N' la del largo B, la que debe corresponder á
la explosión en C, es decir, al ras del suelo, será igual á la media
N+N' --- entre las dos duraciones extremas, y la conveniente para
2
l .. " d l bl N+ N' S a posiclon e anco
2
1 r
Cuanto al alza de la trayectoria media EC, será la media de
las correspondientes á los dis paros extremos A y B: se principia
por adoptarla como alza de ensayo, y de pués se regla la altura de
la explosión obrando sobre el ángulo del tiro.
Si al tiempo de verific a r los límites de la tenaz a, se obtiene
una contradicción liq uid :.~ d a po r u os fu ante· largos y dos cortos,
hay probabilidad de c ~ tar en p o e ión del tiempo que corresponde
al pie del blanco: en tal ca o e le Ji minuye simplemente en 1
3
0 y
se toma como alza de ensayo la del tiempo que dio la contradicción.
En el tiro en atrincheramiento , la tenaza de duración se
toma correspondiendo á una diferencia de alza de dos tenazas de
las tablas de tiro (8 desvíos probables). Durante el reglaje, con frecuencia
hay que establecer la concordancia entre el alza y la duración,
modificando ésta sin tocar aquélla, á fin de obtener las
explosiones poco más ó menos al nivel del centro del blanco. A
causa de la lejanía del blanco y de la rigidez admisible de la trayectoria,
las variacione ~ de alza así introducidas desplazan sensiblemente
la explosión sobre una vertical.
Debe recordarse que en estas variaciones, las ~xplosionts siguen
la boca de la pieza, es decir, suben ó bajan con ella, pero esto
no debe hacerse al aca o, sino lo más metódicamente posible, basándose
en el principio de que la altura tipo corr~sponde á un número
de milímetros de a lza fácil <.le determinar consultando las
tablas.
Cuando se pn::senta un <.li s paro dudoso cuyo globo de humo
o rebasa sensiblemente la parte ~uperior del blanco, vale más tirar
un segundo y aun un tercer proyectil en las mismas condiciones,
que modificar precipitadamente el alza: en razón misma de ]a disper
ión de los casco.' , :>e obtendrá nece ariamente un disparo fus
ante cuyo gl o bo d e humo se proyecte sobre el blanco. ·
*- Dos décimos para el cañón de montañ:t.
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520 BOLETÍN MILITAR
f/111-Tiro progrtsivo
p) El tiro progresivo, que pudiera llamarse tiro oscilatorio,
consiste en a ·pergiar con proyectile fusantes una extensión de terreno
más ó menos profunda, pero bien determinada, que abarque
el blanco ó sitio sospechoso, haciendo variar progresivamente el
alza y de un modo paralelo la duración del cohete, primero en un
sentido y despué~ en el inverso.
Este tiro se aplica en los casos en que la tenaza normal (roo
metros) no puede conseguirse por una ú otra razon, en especial de
las que provienen de di (icultades de observación, ó cuan Jo conviene
.sacrificar todo reglaje á la rapitlt z m rompe ·r el Juego Jusante. Cuando
el objetivo está completamente oculto por una cresta, por ejemplo
una batería atrincherada que 110 se revela sino por los fogonazos
de sus disparo , se regla el tiro sobre la cresta de la trinchera
y luégo se ejecuta el tiro progre ~ ivo del caso.
El tiro progrcsi vo se ejecuta por series de tantos disparos
cuantas piezas com prencla la batería, ora tiro por tiro, ora por
descargas. U na primera serie se di para con el alza correspondiente
al límite corto del enmarcamicnto ó es pacio que debe batirse, y se
regla la altura de la explo ión y la din.~ cción. Las series siguientes
se disparan sucesivamente, dando sendos saltos de 100 ó de 200
metros, según la di tancia, en el tiro de campaña, ó de una tenaza
en el de trincheras, haciendo variar el alza (ó el ángulo de tiro) y,
paralelamente, el tiempo.
Como regla general, se dan tantos saltos cuantas tenazas menos
una encierra el marco (que debe batirse), para no tener que
tirar sobre el límite máximo; en eguida se retrocede hasta el
punto de partida y se repite la operación sucesivamente.
Sábese que la profundidad eficazmente batida por una serie de
granadas mide unos 300 metros á 2,500 metros, de los cuales roo
antes y 200 más allá de la trayectoria media. En consecuencia, si
se procede por saltos de I oo metro , el mismo espacio resulta batido
dos veces seguidas, y si se dan de á 200 las zonas se recubren parcialmente,
de iuerte que ninguna porción del terreno sospechoso
escap"" á los efi ctos del tiro fusante.
La observación de los efectos producidos, y á ser posible el
sentido de los disparos fusantes bajos, permitirá de ordinario, al
Jefe de la batería, restringir á lo preci o la profundidad de terreno
que debe batir; y aun puede, .acrificando sí una parte de la
eficacia del fuego, hacer bajar momentáneamente el tiro fusante
de la sección guía, aumentando la duración en -1
'J0 , á fin de obtener
mayor número de tiros observables.
El tiro progresivo, que debe ejecutarse con rapidez, cunsume
gran cantidad de municiones, y por eso hay interés en restringir
el espacio por batir.
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DOLETiN MILI~AR 5~1
También puede ejecutarse este tiro tscalrm~?ndo las alzas y el
titmpo en la misma batería, á fin de batir con la misma descarga
toda la zona sospechosa: si d objetivo tiene gran frente, se desplaza
transversalmente el tiro en las descargas siguientes.
1 X- Tiro de grupo
q) Sobre el campo de batalla el tiro de una pieza aislada es
excepción; los cañones se reúnen por grupos para combatir. El
tiro de grupo que bate un mismo objetivo, comprende dos casos
principales: L 0
, el frente es extenso y puede repartirse entre las
diversas baterías; 2. 0
, á lo menos en su parte visible, el blanco
tiene un frente restringido y no puede repartirse entre las baterías
como objetivo de reglaje.
Empero, sea de ello lo que fuere, el jefe del grupo dará á las
baterías las indicacione siguientes: L 0
, posición que deben ocupar;
2.0
, blanco que les corresponde batir; 3. 0 , clase de tiro que
deben ejecutar, agregando los demás informes que sean del caso
como distancia, proyectiles que se emplearán, et ., y vigilará que
sus órdenes se cumplan con la mayor regularidad posible. A este
respecto pueden sentarse las reglas siguientes:
I . 0 Prohibir el tiro por sobre tropas amigas situadas á menos
sao metros adelante de las baterías, salvo que el terreno permita
reducir esa distancia.
2.° Considerar como peligroso para la tropas amigas el terreno
comprendido en una zona de 500 metros adelante del blanco.
3.0 Darse cuenta del tiro de cada batería ocupando una posición
conveniente.
4.0 Dejar á los Comandantes de baterías la responsabilidad
del reglaje del tiro, cuidando sí de hacer que se verifique cualquier
alza que le parezca sospechosa.
5. 0 Designar la batería mejor situada como guía encargada
más especialmente del reglaje.
Objetivo de frente extenso --Cada batería regula su propio tiro,
sea fijo ó movible el blanco, pero á manera de auxilio el jefe del
grupo comunica á las otras, como alza probable del blanco, la hallada
por la batería-guía, que aquéllas verificarán antes de adoptarla,
si difiere en más de 100 metros de la que habían encontrado.
Objetivo de frente reducido-El reglaje lo ejecuta la sola batería-
guía, para evitar confusión en los puntos de caída, y las otrás
sólo disparan proyectiles fusantes entre tanto, cuidando sí que no
estallen bajas para no confundir ~la batería-guía. Contra trincheras,
las otras baterías permanecen mudas mientras la guía regla
el tiro.
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522 BOLET1N MILITAR
TRADUCCIÓN Y EXTRACTO DE "EL TIRO DE LA ARTILLERÍA EN CAMPAÑA,''
PO~t EL MAYOR H. ROHNE (PRUSIANO)
'.I'lro de grnnada contra blancos fijos
1) Tiro contra un blanco-infantería (r.8o metros de alto por 12 metros
de largo)
1
,,.too + ·1 t.:wo ' - 5 J,a5o ? 6 I,a5o-
1
1,375 + 10 1,37.'í + 11 1,875 ! 12 1,37.5-
Mandatos del Com:'lndante de la batería
1) Con granada, cargtun l Sobre el centro de la infantería/ .A
1,200 metros.' Fuego por el ala dertcha.l
2) Con la kurbel (nivel de puntería).
Apreciación del procedimiento-Como el fuego se dirige siempre
sobre el c:entro del blanco, salvo orden en contrario, bastaba
mandar 1sobre la infantería! para no alargar sin necesidad el
mandato.
El empleo de la kurbel al segundo disparo está justificado,
pue to que aquél no se pudo observar, el tercero fue tirado con el
mismo ángulo de elevación y la cuarta pieza podía estar ya apuntada
con el kurbel, y por tanto éste podía emplearse en dicho cuarto
disparo, lo que permitÍa aumentar la rapidez del fuego.
El procedimiento empleado para determinar la tenaza-límite
de la distancia de los disparos (disparos 1.0 á 6. 0 ) es correcto y
con forme á las reglas de tiro: no se tienen en cuenta los disparos
2. 0 y s.u, cuya observación fue dudosa.
Direccion de/fuego después de determinar la tenaza-El aumento
de 25 metros después de los disparo 6. 0 y 7. 0 observados
cortos, está conforme á las reglas de tiro (distancia menor de 25
metros y blanco de I .80 metros de altura), y el mismo aumento
queda justificado tras el r4. La mitad de lo . disparos 8 á 14 se
observaron muy cortos, de donde el que fuera justa la conclusión
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BOLET.fN MILITAR 523
de que el punto de impacto medio se hal1aba al pie del blanco, ó
ea I 6 metros adelante del punto deseado, siendo 32 el espacio peligroso.
El aumento de 25 metros desplazaba el punto de impacto
medio + 1.4 (horizontal de 9 metros atrás del punto de impacto
buscado), lo que tenía que dar un % mayor de disparos que hirieran
el blanco de lleno. En estas condiciones el Comandante de la
batería pudo mandar tras el I 5 disparo: "' Consérvese la distancia."
Como el blanco presentaba longitud escasa, no había para qué
pensar en repartir el fuego.
2) Tiro contra una hatería
- - -
l.• PIEZA 2." PIEZA 3." I'Ir: ZA 1.• PIEZA 5.• I'IEZA 6. a PIEZA
Mandatos del Capitán
1) ¡Carguen con granada! sobre la 3.• pieza. ¡A I,Soo metros!
¡Fuego por el ala derecha!
2 y 3) ¡ Con la kurbel á 1,400 y 1,5 oo metros!
4) Conservar la distancia de I ,47 5 metros. ¡Repartan el
fuego!
Apreciación de la dirección del tiro-Las voces de mando son
las reglamentarias y adecuadas al fin que se persigue en el tiro.
La determinación de la tenaza de los límite& de la distancia (disparos
1 á s), C'"Stá hecha de acuerdo con las reglas. Tras el segundo
disparo la distancia ie disminuyó 400 metros en vez de 200, en
obedecimiento á lo prescrito en el reglamento, "si el primer disp-
uo es observado más allá dd blanco (detrás de éste), la distancia
se disminuirá en el acto y la corrección se hará bastante enérgica
para que pueda contarse con que el siguiente disparo sí cae adelante
del blanco," procedimiento perfectamente justo y arreglado
á lo que enseña la experiencia en el particular.
La continuación del tiro da 3 grupo& de disparos cortos
( I ,550, 1,57 5, I,6oo); el Capitán creyó mal hecha la observación
del tercer disparo y lanzó el 14 charol blanco, pero ya
sea por la mala calidad de este material ó por otros motivos, la idea
no ha prosperado.
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526 BOLETÍN MILITAR
No apartándose mucho del tipo especial de ros, sin aumento
sensible de peso, tal vez se lograra lo apetecido, alterando su hechura
en algunos detalles, trocando la superficie desarrollable que
hoy presenta la imperial por una p "ximamente semi~ elisoidal, semejante
á la superior del cráneo, que colocando todos los puntos
de esta cubierta á igual distancia de la cabeza, haga imposible el
contacto, y agregando en la parte posterior y lateral una cot;otera
de forma tronco-cónica, de tres ó cuatro centímetros de altura,
las generatrices se desvíen cuarenta v cinco grados, próximamente,
de su eje. La supresión de todo adorno metálico es de creer que
permitiría hacer estos cambios sin notable sobrepeso.
La gorra de cuartel sin visera ni cogotera no se sujeta á la
cabeza ni tiene en su ab0no más que la facilidad con que se pliega
y puede guardarse en cualquier parte. Un casquete de lana de sección
semi-elíptica, con visera y cogotera de paño, ó una gorra sin
visera y de plato grande, disfrutarían de las buenas condiciones de
la gorra de cuartel y subsanarían en algo las faltas de que ésta
adolece, por la posibilidad de inclinarlas en uno ú otro sentido,
según indiquen la dirección del sol, del agua ó del viento.
Con tituirán el vestido de la cabeza según lo dicho:
Un capaccte de fieltro gri , con imperial de cuero de forma
elipsoidal, visera y cogotera y sin ningún metal ni adorno.
Una gorra de paño que no tenga visera de cuero, pero pudiendo
tenerla de paño ó suplirla por su hechura.
111- Equipo
El equipo de nuestras tropas de infantería es bastante lógico,
dadas las bases de que se ha partido para su disposición, pero tal
vez estas bases sean provechosamente modificables.
La colocación de la mochila (morral) apoyándose sobre los
omoplatos é insistiendo sobre la región dorsal, no es conveniente,
y no es necesario detenerse mucho para comprender el flaco de esta
disposición.
Cuando el hombre, estando en pie, no soporta carga alguna,
la vertical del centro de gravedad pasa por dentro del polígono de
la base de sustentación dibujado pvr el contorno exterior de los
pies y las rectas que los unen, y el equilibrio es perfecto. Al colocarle
un peso cualquiera, es claro que si el centro de gravedad de
este p(:SO no coincide con el del cuerpo, será preciso un esfuerzo
muscular para traer la vertical del centro de gravedad del sistema
á la posición de equilibrio ó para resistir el empuje que tienda á
variar la base de sustentación. Dada la distribución actual del
equipo, se comprende que coloc;.¡,das la mochila, la cartuchera y la
manta á la espalda, con más cuatro paquetes de cartuchos sobre
la mochila, el peso de los cartuchos colocados en la parte anterior
del cinturón no basta á contrarrestarlo, y de aquí la inclinación
del tronco hacia adelante, mantenida por la tensión muscular,
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BOLETÍN l'diLITAR • 527
cuando el hombre permanece quieto y la imposibilidad de ejecutar
muchos movimientos sin violento esfuerzo y sin riesgo de
caída cuando marcha.
Para sostener la mochila en la posición indicada, se emplean
dos correas laterales que arranquen de la parte superior é interior
que está en contacto con la espalda y terminan en la parte inferior
rodeando el hombro; si el soldado cede á las fuerzas que solicitan
los hombros hacia atrás, disminuye el volumen de la cavidad
torácica, y de ello resulta dificultad en la respiración y naturalmente
gran fatiga; si, por el contrario, reobra contra ella, es merced
á una tensión conitnua y no menos violenta de los músculos
angulares del omoplato. En todos los casos estas correas perj u dican
grandemente los m o vi mi en tos del" brazo en su articulación
escápula-humeral, y lo mismo que las de la cartuchera y toda otra
que tenga por objeto sostener un peso, á no ser bastante anchas,
lo hacen soportar á una reducida superficie, dando lugar á excesiva
ompresión.
· Para remediar este mal se propone el sustituírlas por un co].
eto de lona en el que se in:>erten, por medio de correas cortas y
(>asadores, todos los pesos que haya de llevar el soldado. Con esto
e conseguiría que aumentando considerablemente la superficie de
, ontacto, la pre:>ÍÓn en cada unidad tuera mucho menor y )a mo).
estia otro tanto más pequeña. Es decir, que repartiéndose en
rnayor espacio estos pesos, no fuera necesario, para conseguir la
imprescindible fijeza, ejercer compresiones locales, como la que se
fla citado en el brazo ó la que producen el ceñidor y los tirantes
~e la cartuchera en la cintura, en el hombro y en toda la extcns
ión de su longitud. Ciñéndose al cuerpo este coleto y estando
invariablemente unidas á él todas las partes de la carga, no sufrirá
¿sta ninguno de los balanceos ni desviaciones, que tan inesperadas
resultantes producen al ejecutar algunos movimient<;>s, haciendo
finalmente las veces de unas correas cuya anchura fuera la máxinna
que permite el cuerpo sin tener la contra de ser duras y siendo
nnucho más ligeras.
Para ponerse el equipo se tiene que emplear algún tiempo,
s1iendo siempre necesaria Ja ayuda de un extraño y un minucioso
c .uidado para que cada efecto quede en el sitio que debe ocupar,
s1iendo muy frecuente que la pérdida de alguna de las partes que
ho componen afecte á la seguridad de las demás. Con el coleto
macla de esto sucedería, puesto que preparado siempre y llevando
e:n sí todos cuantos objetos no deban separarse del soldado, no
t:ardaría éste más tiempo en hallarse equipado que el necesario
p>ara pasar los brazos por las escotaduras de las mangas y abrochar
leos botones que los sujetan por su parte anterior, operación cuya
bJrevedad no hace falta encarecer, pudiendo en certísimo espac:
io pasar de la situación de no llevar sobre sí ningún objeto del
ecquipo á la de tenerlos todos convenientemente colocados.
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528 BOLETíN MILITAR
Por la configuración humana, la espalda es una de las partes
más distantes en sentido horizontal de la vertical del centro de
gravedad. Siendo así que la situación más favorable de una carga
es aquella en que su centro de gravedad diste menos de esta vertical,
la curvatura sacro-coxígea brinda una cavidad que permite
colocar un peso acercándose á ella todo lo posible. La proximidad
absoluta al centro de gravedad de esta región permitirá mayores
desviaciones del tronco, sin riesgo de perder el equilibrio y mayor
libertad en todos los movimientos. Siendo causa su estructura de
que la presión que sobre ella se ejerza, no se transmita á órganos
importantes, entorpeciendo sus funciones.
Si á más de esto se. logra que el peso de la parte de equipo
colocado á la espalda, sea contrabalanceado por otro colocado en
la parte anterior de la cintura, se habrá conseguido que coincidiendo
el centro de gravedad de la carga con el del hombre, no se
varíe la situación de este punto después de cargado, y por lo tanto
no se le obligue á un esfuerzo para que no se alteren las leyes sabiamente
dispuestas del humano equilibrio; esfuerzo que no siendo
de provecho para el transporte, debe amenguarse en cuanto se pueda,
con el fin de no distraer cantidad alguna de fuerza del objeto á
que se deben aplicar todas.
En esta carga hay que distinguir los efectos del equipo que
forman el peso útil y el vehículo, ó sea lo5 medios de colocarlos
sobre el soldado, que no teniendo otra aplicación que encerrar y
sujetar á los primeros, constituye un peso muerto. El trabajo desarrollado
será tanto más fructuoso culnto más se disminuya el
peso muerto; por eso, á vuelta de conseguir mayor ligereza, deben
sacrificarse en el vehículo otras condiciones menos importantes.
Esta razón es la que mueve á emplear la lona como principal
materia para la construcción de estos efectos, no usando el
cuero sino en donde convenga mayor resistencia.
Para terminar con la colocación del equipo, se propone en
concordancia con lo expuesto:
1.0 ~le la mochila-morral con tapa de cuero se sitúe en la
parte inferior del dorso.
2.0 Que los cartuchos se distribuyan en dos canana5 de 30
cartuchos, sujetas en la parte anterior de la cintura.
3·0 Que los 4-0 cartucho que restan de la dotación se coloquen
en cargadores rápidos del si tema Krnka, en cartucheras á
la circasiana, de un solo paquete, en las regiones laterales del pecho.
4.0 Que la m;mta se lleve rodeada á la mochila ó arrollada
como bandolera, yendo cubierta con un rectángulo de tela impermeable.
5. 0 ~e en la parte superior de la espalda se sujete una pala,
pequeña, de acero, cuyo mango sería la bayoneta.
6.0 Que esta bayoneta vaya al costado izquierdo y la bota al
derecho.
(Continúa) NAZARIO CALONJE
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IV N. 149", -:-, 1900. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691065/), el día 2025-06-06.
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