Bogotá, Julio de 1899 NUM. 107
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ORGA~O DEL 11 ']~ TERIO E GUERRA Y DEL EJEI CITO
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DJRf.CTOR AD·HONORU.t, FRANCISCO J. VERGARA y V.
Coronel, Miembro de la Soc1edad Colombin ello pudieran clcbrar e, )brc u mini tro de ve tuél.rio,
cqui po, drog á la 'S gu rr i ion e· de la Co ·t, thíntic ; y
Jo. Hacer que los Ayudante de J. uperintcndcncia coadyuven
1 estricto cumplimiento de ta anteriorc prc cripcionc .
Comunique e.
El 1inistro JORGE HOL UÍ
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D 11~ L .. \ l o L 2.1 B J A •• O
T
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No existe, Jo repetimo , nada tan trágico y conmovedor para
el pecho de un oldado, como el ca tigo impue to " un renegado de
su patria que en vida se llamó r eli pe olan y en 1 8o 6 era el oficial
que mandaba el fuerte de Ma ac, baj la administraci6n de
Je~ rson .
Entonces e acu " de traición á la República, al Vicepresidente
de la U nit5n, el Coronel Burr, y entre los procesados de una
cau a célebre, de ruidosa notoriedad, en u día, figuró r olan . Los
Tribunales ab olvieron en brev " los principale procesado, por no
haber encontrado merito para dictar un fallo condenatorio; pero
Nolan, que pa aba por uno de lo caudillos de la proyectada revolución,
continuó largo tiempo en la c á rcel como reo de alta traición
á la patria, lo cual exa peró su carácter turbulento é irascible.
Por fín e mpareció ante el tr bunal q Je debía juzgarle. El
Presidente le preguntó i tenía algo que decir en u defcn a, y olan,
dominado por la ira, levantó la faz, alzó la mano ha ta la mesa
del juez, y danJo sobre ella un terrible puñetazo, exclamó:
1 Malditos uan l'Js Estados Unidos y su bandera/ ¡ !?/ue el demonio
arrastre á los infi~rnos á quienu los gobiernan! ¡Ojala qza
nunca volviera á v erlos ni á oír su nombre 1
Era el 23 de Septiembre de 1807 . El Tribunal militar ante
esa feroz bla~fcmia, hija horrible de una oberbia atánica sufrió
extraño é inmenso dolor . Jamás se había vi to de vergüenza y escándalo
como aquél, y en un momento lo miembro del Con ~jo,
convertido por la patria en ribunal de honor, se pu ieron de
acuerdo sobre el fallo que debían dictar .
La pena debía ser proporcionada á la enormidad del crimen.
El Teniente Felip e N olan es culpable del delito de traición á
la patria, y esta Ü condena á qu~ nunca mas en la vida oiga el nombre
de los Estados Unidos, ni palabra alguna qu e u re/a don e ctJn , /los .
" lgualmt•nte le condena á no pisar jamas su suelo, ni á ver su
estrellada bandera.
'' J¡ aun copia de e ta ent ncia e podrá ar al delincuente,
porque en ella va el nombre de la patria, de que ha renegado y
maldecido.
Mientra e leía la entencia, lo juece tenían el ro tro pálido,
y en lo lívid o labios de 1ol n ~ e dibujaba una forzada onrisa
de desden. Momento de puc principi ba á cumplir e lo mandado
por el · rribunal militar: d autilu, uno de lo buqut· de
la m rina de guerr ameri ana e le}aba trabajo amente de 1
o. t , cu 1 i a bord llevara enorme argc : llevaba un s lu do
que habta ffi ' \ldc ido a 1< p4 tria, y de ;HJcs 1<· tramar una revuelta,
enn gr ·cid u crimen malJici ndo la b:u dcra que juro amar y
defender mi ntr tuviera vida.
Al partir, el Capitán del bu u·, Ñlit hcel, recibió un pliego
lacrad , con rd n de abrirl n alta mar: en el, aden1á de la
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ntcncia dd Con ej de Gu erra, apr bad a por J dfer on e cn-
>ntraban la iguic1 te in truc ionc , firmad por el ccretario
l'vlarina :
omará usted 1 precauci ne nece~aria para e\ it r la fuga
olan. Por ninn, qu e no intiera extraíla en ación cuand recordaba al
prisionero in patria.
El anuncio á que nos referimos al principio de e tzs línea decía:
~ bre la ribera derecha del río,
en donde h. y depo. it de leña para lo vapore . E tán colocada
la ca ·as obre una barranca col rada dd mi m terreno qu ntes
m an ion: mo , , a lit k entra al .1 Iagd.tlcna l. qut"brnda Col r d
por dondt e va .í lo ntonc eptentrionale de.: la Pr 'incia del
Socorro. E te itio, l11maJ nte L. >r. p r 1 indio , fue el
Cuartel l·ncral d on·¿aJo Jimcnez de uc ad en u descubri-miento,
y e uno de lo má mcm rabie de aquella ép ca.
A cosa de do le u e ve la embocadura del no pón
en el l\1agd lena, p r dond ubieron lo primeros de cubridor
de e ta comar a . 'f endr ttquí el Opón J csenta ' och nta vara
de ancho, o poco má ó menos, como d Sena por l n ; si se
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toma como compá para medir la anchur del 11agdalcna, e halla
que puede caher aproximativamente ei ú ocho veces. quí
comienza el grupo ó archipi lago de la i la Bruja, 1 llamadas,
sin duda por alguna leyenda mi terio a que la tr dicion no no ha
conser ado. ., ta parte del 1agdalena se ve claramente de de el
alto de Gacha , frente al ocorro · y la tli rancia en línea recta
de e ta capital, de una de las Provincia m' indu trio as y más
poblada de la T ueva Granada, á este punto dd Magdalena, no
llega á veinte legucts .
ada ocurre digno de notar e ha ta la embocadura del Carare;
toda esta porción dd ÑlagdaJena e de .. poblada . Desde aquí
comienza la zona en donde crecen las agu , planta que producen
con abundancia el marfi 1 vegetal y que tan semej nte on á
las palmas. Aún ignoran los botánicos los verdaderos
de esta preciosa protlucción vegetal, y no existe el análi i , ni des cripción
completa de la flor. Dí llegará en que se culrive en la
T ueva Granada la botánica con tanto ardor como la poe ta, y en tonces
tendremos las floras de cada provincia como hoy tenemos
amenos parnasos.
Por dondequiera que hay una prominencia de t:erra, aparece
1 terreno rojo diluviano . De él e t ' n compue to los peñonc de
arbacoa , que ahora e presentan á nue tra vista y que tan celebres
son en la historia de la guerra de la Ind pendencia, por la victoria
que el bizarro Maíz con iguiu obre las fuerzas e pañolas
que subían el 1agdalena.
Poc má de dos leguas antes de llegar á San Bart lomé, subiendo
el río, este e divide en do bra-z.o , el uno más recto, llamado
río viejo, el otro que dicen la vuelta de Acuña, el cual es mu ho
más largo, pero como hay más agua, tienen que eguirl la embarcacione
mayores. El abrir má~ la embocadura del otro brazo, dirigir
m yor caudal de aguas por el, e una de la obra má indi -
pensable que habrán de empn:nder e cu ndo se tr te con empeño
de mejorar la nav gacion del 1agdalena.
La falta de población en 1 part alta del río que estamos
describiend , hace q e el preci de lo vívere·, cu.mdo llegan á
encontrar e, ea m.l ~ de la tnitad más crecido que en el jo 1agd
lena, á pe ar que ni la fecundidad de u orilla , ni la abund ncia
de tierras cultivada disminuyen. Par el vi· jero aro tumbrad
"' navegar en lo ríos de Europa e un m tivo de a ombro el
ver cuán pocas ernbarcacione e ene u ntran na\ cgantl en e. te
río. M u y raro b te y una que tr can a ligera, es cuanto se observa
en el cur o de esta naveg ci "'n, por entre una elva virg n,
cuyos árboles secul res están anunciando u m ravillo a antigücd
d . En B rrancabermej contó últimamente un viajero I,)OO
capas ó círculos e ncentricos ' un ceib recicn cort tia . Aun
u poniendo d s períodos an ualcs de a cen ion de l vi en la
epoca de 1 lluvia , debe dedu ·ir e un vida d · m.:t de etecientos
ños para este arbol, que no es de lo rnas gruesos.
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BOL~1.' N MtLIT..ó..lt
Por la vuelta de cuñ, la márgene del río tán material
mente entapizad de planta y árbolc , de modo que se navega
por ntre do: muro d venlura. I!..l no f. rma un ángulo y vuelve
al :. rcpenttnament':!, ha ta encontrarse con el otro brazo y cerrar
1 tqángulo .
. A poca di tan. ia de aqut se ve San Bartolom pequeña poblactón
solo acce 1ble a los champanes, por e tar ituada en una
vuelta apartada del no. Tiene meno de tre ci nto habitante .
U na 1 gua tna arriba, obre la orill izquierda, aparece el peñón
del rvlagdalena, y luego otro, en la orilla derecha. La marcha de
lo vapores, sobre todo i van muy recargados de mercancía , e
retarda mucho .por tet~er que vencer la corrí nte del no, que en
parte pa a de c1nco mtlla por hora. El vapor no avanza más de
una legua por hora en la ocho ó diez hora de marcha util que
e e u en tan en d Jí .
El pueblo de Garrapatas, á la margen izquierda del río, ofrece
luego un a pecto risueño, e tendiJo como · e halla en la ribera del
río con u huerto y palmeras. o lejos del mi mo lado e tá el
peñón de 1 iacuango, de 20 a 25 metros de altura, y compue to de
roca arenbca e trari ficada, que parece u byacente al terreno diluviano.
1 río corre aqut de . á E., casi perpendicularmente a su
cur o ordinario.
un legua má abaj de Ango tura e tá el peñón del Ermitail
, á la rilla izquierda d 1 río, d~ roca arenisca en estratos
alternati o de conglomerado ordinario y delgado.
En la ango tura el no corre de S r ... por entre rocas que
1 obligan .' torcer u ur o, que ante e . S. El río tiene aquí
cien o ctenta varas de ancho; el Baron de Humbnldt ob ervó que
la córriente era mucho m' fuerte en la isl,s que en 1 medio del
río, pero como n excede de tres vara por egundo, atribuye e ta
cort ctlerid d, en e ca cir unstancia , á la acumulacion de la
aguas al N ortc del e tre ho, en la i la q e levaman el nivel de
la agua , impidiendo un des güe r pido. !)e manera que i estas
i las f~ltaran, la corriente sena tan r pid que embarazaría la navegaCJon.
L pendiente del río 1agdalena, de de Honda ha ta 1 mar,
e ele ccrc de cuatro vara; por legua, miencr que 1 Amazona y
el , rinoco no tienen mu ha v~ces ietc vara d inclín ción en
cien legua . . . ,
Nan: ituado del t do de arnba de la conRuencta d ·lo no
are y .. lagdal~na, e una pobla ion de nove ientas alma , llamada
á er un lugar¡, pot.t nteJ por cr ~ql~Í donde p~rm~necen los
arg mcntos que e dingen a la Provt neta de n ttOtfUla, u na de
la má con umidora } pr.odu tor le la uev~ ranad pero
tod vía hoy es un puebl de 1 o· mon t. y se e n idera mal an()
por 1 ~ ci~naga que 1{ rodean. Lo Vl\crc qu e c.:ncue tran s n
caro:;, ex cpt, lo phtanos. NaJa ocurre de notable en t och
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leguas que separan á are de Buenavista, puesto que el vapor no
recorre el brazuelo cultivado del 'I igre.
La temperatura de] C:tgua del [Vlagdal na e ~ á la uperficie, de
25° á 26° centígrado ; pero di minuye ha ta 21 cuando el río crece.
N are está ciento setenta metro m á elevado que las boca del Magdalena,
es decir, doscientas varas granadinas.
La cantidad de materia sólida en u pen ión en las agt.ta de
este río varía con la e tacione . A la vista no parece m á · con iderable
que la que acarrea el Rhin, que e el río europeo que más
semejanza tiene con el Magdalena por el caudal de u agua . Aquel
río IJeva cada veinticuatro horas al mar 145,981 pie cúbicos de
materias edimentaria .
Arriba de B uenavi ta, por la derecha, entra al lVl.agdalena el
río egr , luego se encuentra sobre la ribera derecha el pueblo de
Guarumo, y varia quiebras notablrs del terreno diluviano que
demandan un estudio especial.
El vapor concluye su iaje frente á la bodega de Conejo, ante
de que el Magdalena forme los raudales de La Vuelta, uarinó,
Quitapalanca, Lambeplatos, etc. etc., que tan temibles han hecho
la subida de este corto trecho ha ta Honda. Los pa ajero on conducidos
en un champán h:. ta la Bodega, á cargo cle la compañía,
en dos días, que con quince que ga ta por lo general el vapor de -
de B rranquill , hacen diez y siete. El co to de e ta navegación
es de cien pe o , poco m á ó meno . En general la mesa de los vapores
es abundante, pero el trato ma ó menos bueno depende en
mucha parte del carácter del Capitán.
JOAQUÍ ACOST A
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El que haya vivido en el ejército, que haya sufrido y combatido
en medio de e o hombre dd puebl , abe apre iar u valor,
su brío, 1 g ner o de u in tint , la re ignación, Ja abnegación
que bullen bajo la ruda orreza del labrador y del obrero.
Cuántos, entre ello , con uq poco de cultura intelectual, revelarían
capacidade de esa qu una ola cla e de la sociedad pretende
acaparar --Mic:hcltt.
BOGOTA-IMPRENTA NACIONAL
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 107", -:-, 1899. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691024/), el día 2025-05-03.
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