No III Bogotá Marzo I 1 de I 899 NUM. 90
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ORG :ro DEL MJ 1 TEHIO DE El A Y DEL EJERCIT ___ ,. . .,_ __ _
DJRT.CTOR. AD-HO OR!:M~ FRAtiCISGO J. VERGARA y V.
Coronol, Miembro de la Socieda d Colombia na de Ingenie ros
~22~2 - ~ ~9 ~2 ~2 9~2~~ - ~ ~~ ~~~ ~~ ~2~~?~~222~~99~~~~~2~~~ ~ ~
Son colaboradores natos de este peri6dico todos los Jefes y
Oficiales del EJército de la República
c~~~~~ o~~~~ ~~~~o~~ob~~ ~~6~~ ~ ~~6~o~~6G~~~~~~~~ob~~~~~~ ~~ ~~~~n
OFICIAL
··· - -
R~públtca de Colombia - Minist,:rio de Guerra- Numero 76 - B/)gota,
24 d11 Febrero de I 899.
eñor General Comanrlante en Jefe del .Ejército.
erv1o disponer, con re pecto á la instrucci ... n civil de 1
Cuerpos acantonados en e ta ciud d, que las da es superiore
•que e den en todo ellos e ten unicamentc á carg del oronel
In tructor; y que n e retirada la tr pa de la in·trucción du
·rantc la hora de clase , mientras el re pectivo Instructor no haya
·terminado cada un de dicha da e;.
y vuestro atento · ervidor, JORGE HOLGUIN
POR EL E OR GOBERN. DOR DE ROLIV.\R E , ' LOS PARQUES
DE CARTACE A
Ln la ciudad de Cartagena, a lo t r c ~ dí~s del mes de Febre.
r Ut; 1 99, pre en te el seilor G-obe rn a dor dd 1 >t:partamen l con el
objeto de practicnr la visita de que trata el artículo 1 q del Decr t
númer 307. de 1897, reglamentario de lo PArque, se procedio
~ la confrornaci ón dt: 1 e ·i ten' ia d<.:l Parq u ·on vi ta dd e u -
.dro anterior, h.-llándo e todo dt: conforrnid d.
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98 BOLETÍN MILITAB
El señor Gobernador visó los documentos que componen la
cuenta del mes de Enero próximo pasado, á que se refiere la mencionada
visita.
Para constancia firman la presente diligencia
El Gobernador del Departamento, JuAN V. AYCARDI-E
Guarda-parque, José L. Cabo.
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SECCI N DOCTBIN AL
No es nuestro ánimo tratar detenidamente de los antecedentes,
desarrollo y consecuencias de un hecho bien conocido en n uestra
historia: la defección del Batallón Numancia de las filas realistas
para pasarse á Jvs patriotas en la epoca en que San Martín
guerreaba en el Perú; y mucho menos narrar con todos sus detalles
el célebre episodio de Chancay, transformado de ordinario por
los escritores, de tal suerte, que hasta nos pintan á ]os realistas batiendo
medallas en honor de los héroes republicanos. Oueremos
ola mente hablar de la marcha más admirable que con~emos e.n
los fa tos militares del mundo, ejecutada por soldados de Venezuela
y de Colombia.
Esta marcha prodigiosa, casi ha pasado inadvertida para Jo
historiadores: O'Leary no la menciona en sus Memorias; B ulnes.
tampoco la conoce; Restrepo en su Historia se limita á )as siguientes
línea : "Reunido marcha el Batallón á recibir órdenes de San
Martín, prestando á éste un auxilio muy oportuno'; Mitre, tan
cuidadoso de ordinario, escribe: '' ~t:n su movimiento de retroceso,.
·valde dejó como á 10 kilómetros á retaguardia el BataJlón Numanc.
ia, el que aprovechando la ocasión, dio el grito de insurrecciuu
e la noche del 2 (Diciembre de 1820), e Incorporóse al df
iguiente al ejercito patriota, ofreciendo á la causa de la Inde~n
denci.a americana un contingente de 650 bayonetas," y esto apoyado
en las memorias de Cambo y de Al varado.
l:.n la hoja de servicios de Heres se lee: ce lo cual (el pase de
u JUJn,·ia) ejecutó haciendolo caminar 24 leguas en un día, desde
el rapi he viejo á la hacienda de Palpo, y de e ta á Retes, donde
e unió á las tropas dd General R. Alvarado, dd ejercito Je a
' artín, co.1 tod el personal y material d .:!l batallón.'
Y 24 le~lla españolas en 24 horas de marcha, una colt mna d
; o:> hombre , si n dejar un re¿agatl , a l través de ardientt> arenal e.,
e hecho que no tiene par, in duda alguna, y revela una resi tencia
tal en una tropa, que de de luego le da derecho á que f' la califique
de la primera infantería del mundo, si á esa cualidad se reúne como
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BOLETÍ~ ULf;. AH 99
en el Numanúa, la del valor llevado á sus últimos límites en el
combate.
Las marchas que citan Jos tratadistas como el colmo de las
marchas forzadas, on: el ejército ü ancés en su avance sobre Piasencía,
en 1796, caminó 64 kilómetros en 36 hora ; la Di vi ion de ugereau,
en el mismo año, 104 kilómetro en igual tiempo; en 1 8os,
lo granaderos de udinot, 6o kilómetros en un dta; el cuerpo de
Jack on, en la guerra de Sece ión, 72 kilómetro en 36 horas; el
1 r cuerpo oru iano en Agosto de 1870, recorrio 38i kilómetro en
un d1a; el IX cuerpo del mí mo ejercito, en Diciembre de e e año,
82 kilometro en 36 horas. Ahora bien: el Numancia caminó ~~oventa)'
uis l.:ilomt'tros en vei11ticuatro horas! Las tropa extranjeras
citada realizaron e o movimientos llamados admirables, tomándose
tiempo para descansar y comer, en tanto que la nué tra sostuvo la
marcha picada por la caballería enemiga, sin un momento de reposo,
en 24 hora · e decir, á má de 6o metro por mi;nrto. De
Bogotá á uaduas, á pie en un dta, sería ya una hazaña homérica
y t:so que no se cuentan sino 85 kilómetros de camino.
Verdad que la preparación de e~e cuerpo, \' eterano cual ninguno,
fue digna de tan estupenda prueba. Formóse e] Nunumcia
en Barinas (Venezuela), en 1815, principalmente con americanos
condenados al ervicio por patriotas, y había hecho en aquellas
regiones diversas campañ~s cuando arribó á tierra firme la expedición
de Morillo, quien informó al rey la disciplina y buen estado
del cuerpo, por Jo cual el monarca dispuso pasara al Perú en
reemplazo de las trvpas españolas que el Jefe penin ular detuvo para
hacer la guerra en Margarita. Empero, antes cie que viniera tal
orden Morillo había resuelto enviarlo á Santafe, por Casanare,
plan que se modificó luego, por lo que el cuerpo retrogradó hacia
Pamplona para eguir por la cordillera á la capital, á donde 1legó '
los ocho me e de campaña . De Bogotá pa ó luégo á Popayán, y
guarnecía c50ta ciudad cuando e le mandó seguir á Lima por tierra:
cl6 de Febrero de 1819 emprendio el viaje, y haciendo marchas
continuas y peno as, llego á Lima 1 6 de Julio del mismo año.
La ruta de este movimiento fue por uito, Cuenca, Loja y
Trujillo; en Guayabamba pa o la línea equinoccial, y de de
Riobamba tomó la a pen ima cordillera, que no dejó ino en Piura,
ya población del Peru. i\tiá~ fácil y corta habna ido la marcha
por Guayaquil, 1o que no se hi¿o por estar entonces inundad la
comarca, · aunqut: n da e habrh. perdido on demorarla unos dta,
mientr bajab n la agua , !'e re ohiú 1() q ac: queda dicho, ''porque
en la política del gt .. bierno e p ñol e taba de truír una tropa que p 1·
u bra,·ura, u Jisciplin., y su cn!dit en todo Costafirmc, d ría •·ce -
1
o conrinu , componiéndo e corno <.: componí:t de amt:ricano (1)
{ 1) San Ma.rlm tlijo í Hcrcs en oficio del día 4 t~ntr · otr:t. cosas : " Yo sé que el
nemigo ha su riüo una pérctiua irrcpar:tbl·, porque los bravo de Numtmcia no encontrarán
mucho rivale en su ejército .• • . Por tau grandes motivos, felicito : U. S. con
todo el interés que ·oy cnpaz de senlir, cuanclo contemplo el destino de la Ammórica y
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lOO BOLE'.l'ÍN M.lLI'l'.d.R
ó porque en el orgu11o de Morillo le dictaba er el primero que hacía
ejecutar tal marcha." Desde l3arina á Lima cuentan dnco
mil kilom ·Jros, p~r el ununuia recorrio otro mil má con sus
marcha y e ntramarcha en diver o sentido:>, recorrio todos los
c1ima y terreno imaginables, en un palabra, cuanto puede imaginarse
de malo y dif1ciJ, á pi~, y sólo perdio 100 hombre en e a
omérica y in igual con-ería. Es el primer batallón que en los
iempo moderno ha hecho esa marcha y ce probablemente será el
último que la haga, porque su hazañ~ hizo conocer como intransitables
para un ejér ito esos camino , que ólo cuand se quiera hae
r mo.·ir hon,bres se deben mandar que los transiten, ó bien cuando
se trata de aquéllo que, conociendo el sacrificio que han de
hacer, con ien tan en pa 'arlos. ,
Y el Numancia al pasarse á los patriotas llegó desnudo y
.descalzo, porque hacía un mes que formaba la vanguardia del ejército
español en operaciones y había dejado en Lima todo su
equipo y \'estuario r
En la madrugada del 2 de Diciembre se sublevó el Numancia,
aseguró el Jefe y los O !iciales e paño les, y en el acto emprendió
la marcha prodigiosa, penosa por el clima y el terreno que
travesó, larga y expuesta, porque la caballería realista, informada
: ronto de Jo sucedido, se puso en persecución del batallón, que,
n 24 horas, tuvo que ce marchar in comer, beber, dormir, ni de -
.... an ar, y tomando posición y medidas para defenderse,' y el 3 á la
una de la tarde entraba á la hacienda de Retes donde estaba la
-vano-uardia patriota. ce Es fal o que el E~cuadrón de Granaderos
á caballo (patriota) hubiera protegido el movimiento del Numant.:
ia como 1 dice ~an iartín . ... E todo tan falso lo que dice
an 'larttn, que cuand me reuní á Alvarado, me recibió con
8oo hombres en ala y prontos á combatir; y en esta formación
archar n conmigo mucho trecho" (Here ). !varado cre1a en
una celad de lo e paño le . T aturalmente á Rete la tropa ce llegó
, n tal c:;tado Je fatiga que Jos oldados no podían tnoverse de un
lugar,' Conforme a la situacion re pectiva la fuerza que e pre-entó
á !varado ascendta á 2 5 ficiales y 671 i ndi \ itluos de
.. tr pa.
¡ Lá tin1a, y grande, que no haya llegado"' nuc tras manos una
elación circunstanciada, hora por hora, crita por alguno de lo
actores del mayor t: ' fu r¿O fí ico hecho or un Batallón, que regí
tran lo analc de la guerra 1 El dí 4, tan luego como San
iartín recibio en Supe cJ avi o de lo ucedid , 11 mó al 'umnncin
ce Fiel á la Patri " · lo declaro el m á an ti o-u o en el jérci to
,ibertador del Pcru, rec nociéndolP., • dem.t , e u cará tt::r de co-b
tra5C«:n tlenda que · e l u ·ne e t • s u.:es · ; y á Bolí,·. r en nota del 2.6 de 1 rz
anifc tó que al a 1 ir l. :amp - p m Jibcrta r al Perú "enum ·ré entre mi princip les
re unos 1 s r.ll clcl br v > L-. tallón .1 Tumrmr.in~ que el Virrey ele Lima e tim. ba eomo
n ele la primeras column:ts de s 1 c}.: rcito."
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BOLETÍN MILITAR 10 .
lombiano, y le confió, para toda la guerra, la única bandera que
usaba aquel Ejército. ¿ No con endría perpetuar esta gloriosa tradición,
dando á uno de nuestro Batallones el nombre de Numancia,
ya que en otro recordamos la bravura del e pañol Vaiencey?
--···--
(Conclusión)
La acritud en los boletine y la publicación en periodicos
serios de Jo contratos celebrados por los beligerantes, para adqu!rir
arma , municione , estuario, equipo, menaje, mulas, ca a1los,.
ganados, "tverc~, etc., como olemne protesta del despilfarro ; lo
neutrale r pre~entando aventuras quijote · as, pero más amarga
que la de Tantalo ; lo tnontañeses con lo rezagados de lo ejercitos,
pescando in an?uelo; Jos hombres que ayer no más se distingu•
n por u buenas condicione , excelente carácter, entusia:;tas
por la libertad individual y Ja pro peridad, de firmes propósit
para ayudar en la paz al eograndecimiento de la patria, vueltos
rudo con la vida de: e cenitas y de cosos de que la lucha e prolongue,
como me-dio eficaz para hacer fortuna ; los desertore , en
u vergon7osa fuga, violando en pueblos i ndefen os el hogar sagrado;
la contribuciones para gratificar á lo vencedores y enciclos,
que son en Colo m hia el c.< sálvese quien pueda," apagando
en hombres orgullosos el e píritu y haciéndoles perder la dignidad,
pue to que, di culpándose, piden perdón como esca o f.'lvor. El
caudillo, embriagado con el humo de u vi toria~, en marcha
triunfal, hiere con la punta de u espada á tcdo el que e le opone
al pa o, y á la vez promulga, entre cortinas de carmesí, la folicidtui
de su patria, que el mi mo convirti "' en escombr s, trayendo!
por toda gloria, no la cruz del altar divino, sino el llambre y la
mi eria, y re ibicndo, á pesar de todo, las coronas de laurel que
m trona ilustres y damas distinguidas le di ciernen, á la par de Jo
presidiario , que elevado por la guerra á la categona de buenos
ciudadano , reciben tambien de znano blanca la escarapela, com
divi a de l1onor y título que los rescata de l s panópticos .
Pero no es esto todo: apenas hubo de terminar e la lucha
(v lláme e como e quiera el vencedor), u escalafon militar aparece
con tal número de Generales, Jefe y ficiale , que e cede
al de lo individuo de tropa que pa aron li ta en el campamento,
y como para e e tiempo lgún grup de lo que nada hicieron resulta
tÜ ht roicns virtudu militorrs, tle grandes y podt•rouls injlunzcias,
y tJt./,crscles á éstos, por su vasta in truccion d~ cflmpt~iía y conocimient
profundos n1 In tácticc- t•xpt·rinuntal, 1 victoria obtenidas,
re ulta q u~ lo uno e ponen bravo porque n lo hacen
Pre idente , Mini tro de E tado, miembro de lo Con ejo legL
ut L
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102 BOLETÍN MILITAR
lativos, empleados diplomáticos ó consulares, y las otros destruyen
lo que ello dicen haber ayudado á con eguir. Y como al vencedor
no le es fácil en la paz colocar á tántos que formaron en la
guerra, y mucho menos á estos Napoleones, capaces de emprender
expediciones, sin peligro d~ que llam'ls M1scovitas los detengan, de
ahí viene tal de composición, que no pueden entenderse jamás,
abrigan de nuevo bárbaros deseo , y convirtiendose resueltamente
en poderosos antagoni tas del Gobierno ó del caudillo revolucionario,
según el caso, dan origen á multitud de intriga , que perjudican
en las regiones oficiales la marcha progresiva del paí ,
les viene el desprestigio, y no pudiendo sostenerse á la altura á que
por ca ualidad los elevó la guerra, pterden el equilibrio y se caen
de la eminencia, llevándose de calle reputaciones que tratan de
debilitar, sembrando odios profundos entre los más distinguidos
Jefes, y forjando extravagantes teorías para justificar la imbecilidad
de sus cómplices; acaban hasta con las más triviales nociones
del patriotismo. ¡ Líbrenos Dios de tales hombres, que son
más funestos que la guerra que someramente hemos deta1lado!
1 I
QueJarnos mudos, con la cara apoyada en las mano , cual
otra Magdalena arrepentida, sin trabajar por el afianzamiento de
la paz que nos trae obligaciones, pero también derechos y garantías,
por estar de por medio los que llamándose amigos del Gobierno
por una parte, blasonan por lo bajo y con reserva el nombre
de los próxi .nos caudillos revol\Jcionario , para aprovecharse
de tan propicia oca ión y celebrar por patriotismo contratos de
vestuarios y equipos para el ejercito-de las zalamena de los
que, creyendose candidatos para recolectar empre titos, se asemeian
á la sierpe que no muerde al padre para matar al hijo--de los
aficionados á ervi r destinos en las carnicena~ oficiales -de los
acuciosos en llevar la alta y baja de las caballenas - de los fabricantes
de e pediente por aju tamiento militare de batallones que
no han e .i tdo in o en cartulina-y por otra, de lo que recorren
las poblacione en olicitud d e dinero para comprar armas y organizar
cuerp de V'Jiuntarios que solo figuran en la cabeza del estafador
e la astucia Jel intrigante y adulador, que para repre entar
su pap 1, entra aga1.apado cotno vil e · p1a p )f cu. lquiera puerta,
y á la sombra de lo ejercí tos se liga con lo entregados á desorganizado
pillaje- de los que alrgan al vencedor como meritos,
ervicios, r. tiga y sufritniento ) u estadía permanente en las
esquina r tiendas de las plazas públicas, siendo voceros de la
calumnia y de la mentira, etc., sena renegar de la patria y
hasta de la vergü e nza- ve tir con pluma de paloma al tigre que
nos asecha-besar la mano que nos abofetea apurar en copa de
..oro la cicuta que hundió en la fo a al fil6sofo atenien e -sonreír
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BOLETiN MILITAR 10
- nte el verdugo que con pulso firme y mano diestra pica la mano
al gallar:lo Cordobes para regocijarse despué en la agonías
de u muerte- acariciar al buitre que roe la entraña de Prome'
teo encadenado, y olvidar en un iu tante la dolorosa y larga e perienda
que el caudillaje nos ha dejado, cuando con rapidez mara-illo_
a y p12rn hacernos filices ha o scurecido con el humo de la
ólvora el cielo de la Patria.
Tocale al sacerdocio, en primer lugar, prevenir con hidalguía
las calamid~des de la guerra, convocando á hora determinada á us
feligreses para predicarle de de la cátedra agrad~ la verdad evangélk.
a, que e la voz de Dio , que imprime esperanza , que es sólo
consuelo y Jnagnificencia, radiante luz para descubrir la verdad y
amar al prójimo en ez de acuchillarlo en matanzas fratricidas,
que no on el mandato divino.
El orador que suavemente logra ser el mediador entre el choque
de caracteres y ·opiniones distintas, y por persuasión llega al
corazón de los energúmenos y le hace de istir de us plan e revolucionarios,
en realidad de verdad que ha obtenido para el pobre
pueblo el mayor de lo beneficio , para esa raza de mártires, que
sin careta, ca co romano ni tejido de acero en el pecho, pelea in,
con ciente, defendiendo una bandera que no conoce, pero que sí
, arranca Ja victoria al enemigo y e ac-rifica como león, obedecieno
un bárbaro mandato.
A la mujer, nombre santo y ublime que ejerce en el mundo
:podero a influencia y que es grada conducente á la grandeza humana,
tócale investigar con petseverante solicitud, en dónde está
la cabeza de la erpiente revolucionaria para adormecerla y hacerla
deponer de u fiereza hasta apagar u ira - puede conciliar
l ánimo en Jo partido · político · , con la facilidad que el alvaje
aman a las culebras con lo sonido dulce de u flauta ;' por \ir-ud
y habilidad descomponer lo plane de una in urrección armada
y c ombatirla, adquiriendo mcritos y renombre entre la herolnas
de la hurnanid~d é inmortalizandose, como la madre y e po-a
de Coriolano, quien teniendo ca i ocupada militarment"' la
ciudad de Roma, ha to el mandato agrado de la que lo acaricio
l' ntimamPnte en el pecho y de u amable compañera, para ~nvainar
u e pada, ocultar u ca co guerrero y abandonar el campo. igan
la colombi na ' e te noble y ublime jemplo y no habremos
lvado.
al Gobierno que, corno Repre ~ntante del Poder Legi laivo
de la Nacion le ha ta olo cumplir la Con titucion, que e el
ibro e oro de la Rcpublica', y la ley e crita, para alvar el orden
y el poder adquirido por la voluntad de lo pueblo , robu teciendo
el sentimiento de la paz que nos ha ofrecido la República cris~
ian ue hemos o tenido en la e fera de nue tra fuerzas, con mayor
mpeño, ·de de que en Santa Ro a de Oso > el4 de Mar¿o de
1879, oímos la de carga que tan cobardemente y de la manera m a
"gnominiosa, asesinó al gallardo e inculpable joven Mc-Ewen, á
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104: BOLETÍN MILITAR
quien no pudimos salvar del patíbulo en aquel funesto día, porque
los que rodeaban al Jefe del Gobierno ?ntioqueño entonces, le pedían
ese sacrificio, no por adhe ión á su causa vencedora el día
anterior en Oro bajo, sino porque les era preciso, en aqueJla época
de lujo y corrupción, castigar la dignidad del que los esperó en
plena plaza, con el bastón de la autoridad en la mano, para que así
re altara más el valor de la víctima y la cobardía del verdugo, que
exclamaba como Breno, el feroz galo: ¡Ay de los vencidos!
Noble misión la del Ejército: consagrar u in trucción y disciplina
al ostenimiento del Gobierno legítimamente constituído
en el paí , y someter, en caso necesario, á los perturbadore del
orden ocia!.
RICARDO ACEBEDO
Bogotá, Febrero de 1899 .
. ......
eis año de iatigas y de peligros señaJaban la guerra sostenida
por !a heroica nacion española contra Napoleón Bonaparte,
uando la a1da de e te usurpador devolvió al fin su libertad á
E~ paila. Entonces me tra ladé á las orillas del Garona, en las playas
de Cadiz de pu s d 01 r, de boca misma de u Majestad,.
los deseos que manifestó por la pacificación de la cornarcas americanas,
comi ion cuyo mando se dignó confiarme, a pesar de mi
reiterada excusas y de mi tenaz resistencia.
i lientras que el ejt!rcito victorioso, que con tánta gloria había
contri bu ído al restablecimiento de la paz en Europa, volvía á
su patria á gozar de su triunfo<>, me vi obligado a partir para
Cádtz á la cabeza de mi Divi ion. ·ta era entonce fuerte de
12,000 hombres, de los que ro,ooo eran de infantería; el re tose
formaba de tropa de artillería, de ingenierra v de caballena. El
General nrile de empeñaba la, funciones de J fe de mi E~tado
Mayor.
En Febrero de 1815 hicimos vela á }as Provincia~ del Nuevo.~.
lundo, que e encontraban en e tado de guerr ; y cu ndo
nue tros compañeros de armas comenzaban al fin á aborear n
el reposo la perdida de u glorio~a fatiga&, nosotro 1 bamos a
comenzar de nuevo una lucha mucho m,~s peligrosa, mucho má~
cruel que la que h ta en once habtamo o tenido.
Desembarcamos felizmente, en los primeros dta de Abril,
en las r.ostas orientales de umana, en donde e nos pre·ent< el
cuerpo de ejercito que, á orden ~ dd bravo Coronel .Nlorale , acababa
de desbaratar el cuerpo principal de disid~ntes de U rica, de Ma-turín
y de Tlliria. tas tropas, que e compontan de varios mi le
de indio , de negros y de me tiL.o > contaban con alguno ccn tenare
de blanco , y hab1an ido, en todo el cur·o de la ampaña,
el terror de lo insurgente .
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:BOLE'l'ÍN MILITAR 1
Nos pre entámos, y fuimos acogidos como hermanos, com
miembros de una misma nación, sujetos á un mismo rey, y animados
por identicos sentimientos.
Mi primer cuidado fue recoger los informes más exactos sobr
los acontecimientos pasados, las personas y la situación de las provincias.
Supe, con espanto, que la hidra de la discordia había desolado
á Venezuela; que el odio, las venganzas y los re entimientos
de pttrtido causaban reacciones y hacían correr la sangre á torrente
; por ultimo, que se seguía, con d mayor encarnizamiento, b
gurrra á muert¿; guerra bárbara, escandalo amen te proclamada po
los disidente , en terminas que inspira la más viva indignación
V ~d aquí este vergonzoso monumento de sus fu rore :
'' E.l- .~ lBRE DE~ P .. BL DE YE~ZUEL
"La proposiciones que igüen se hacen para e"Tlprender una
expedicivn por tierra, con e) fin de librar á mi pat ria de] yugo infame
que sobre ella pesa : las cumpliré con e ·actitud y fidelidad
porque la dicta la ju:;ticia, y deben producir algo muy importante
'' 1 •0 Podrán hacer parte de la expcdicion todos lo criollo" _,
extranjeros que se presenten; con ervaJ·án sus grados; aquellos que
aún no han servido, obtendrán grados corre pendientes á los empleos
civiles que han ocupado, y en el curso de la campaña cada cua?
tendrá un aseen o proporcional á su valor y á sus talentos militare :
ce 2.° Como el fin principal de e ta guerra es destruír en f7en~
zuela la raza maldita de los españrJit•s de Europa, in exceptuar á
Jos hijos de Las Canaria·, todos los e pañales quedan excluídos de
e ta expedici - n, por buenos patriotas que parezcan, porque ninguno
ae ello debe quedar con vida. Por ningun pretexto ni ex<:epcion
se admitiran, como aliados los españoles ; los oficiale ingleses
no podrán ser recibidos ino con el con entimient0 de 1
mayoría de lo!) oficiales nacido en el paí ;
ce J.0 La propiedad de los españoles de Europa comprendid.
en d territorio libertado, se dividirá en cuatro partes: una para
lo oficiales que hagan parte de la expedición, y que hayan a ü~tido
al primer hecho de armas; el reparto se hará por partes iguak
sin atencion al grado. La egunda cuarta parte pertenecerá 2 loo:o
oldados, indistintamente. El re to pa ·ará al Estado. En los ca < ~
dudosos, la mayorta de los oficiales presente decidirá el punto.
ce 4. 0 Los oficiales que se nos agreguen despucs de la primer«
accion podr.án, con el consentimiento de los demás oficiale , s
admitido en el reparto de las pr_opied de que e consigan lu 'go;
"s.o La propiedades de los hijos del pats se respetaran no
entrarán en este reparto. i el Gobierno lo juzga traidores á 1
patria, la confl acion de u biene e hará Íntegramen e á fav
del Estado;
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06 BOLETÍN :DIILITA.R
c.c 6.0 Para llenar cumplidamente estas condiciones, los bienes
e repartirán inmediatamente en cada ciud.ad á dende lleguen las
tropas repu bJicanas, sin más demorz que la que ocasione la persecución
del enemigo. Los muebles que no se puedan llevar ni separar
fácilmente, se venderán en pública subasta;
" El Estado se apoderará de los hatos y de toda especie de víveres.
Si resultaren ser de los españoles europeos, la mitad de su
justo valor ingresará á las cajas del Ejercito ;
c.c. 7.o Las armas y municiones que se tomen al enemigo, se
entregarán al Estado por una suma módica, que se repartirá conforme
al artículo 3.0 El Estado se encarga de aperar las caballerías,
re ervándose la propiedad de los caballos. Las armas y municiones
que se tomen en el combate, pertenecerán exclu~i va m en te
al Estado ;
"8.0 Si á un oficial ó soldado se le juzga digno de recom.
ensa en dinero por alguna acción distinguida, entre todos se
hará el gasto. Fuera de este caso único, no se hará desembolso;
ce 9. 0 Para tener derecho á una recompensa ó á un grado,
baJtará presentar U1l número de cabezas de españoles de EuroJ>.a ó de
insulares de las Canarias. Al soldado que presente veinte cabezas,
se le nombrará Alférez en servicio; treinta cabeza le valdrán
el grado de Teniente ; cincuenta, el de Capitán, etc. etc. ;
"10.0 Al soldado se le pagará todos los meses. El siguiente
':uadro demostrará el estipendio que se le concede :
ce Coronel, 230 pesos; Comandante, 150; Mayor, 100;
ce Compañía de fusileros : Capitán, 66 pesos ; Teniente, 44;
Abanderado, 30; argento 1.0
, 18 y 6 reales; Sargento 2.o, 15
pesos ; Cabo, 1 r y 2 reales ; Tambor, 1 1 y 2 reales ; Soldado,
y 4 reales ;
c.c Compañía de Artillería : Capitán, 8o pesos ; Teniente, so;
ubteniente, 38 ; Sargento 1.0
, 22 y 4 reales; Sargento 2.0
, 16
y 7 :-eale ; 'rambor, 13 y 3 reales ; Soldado, 9 y 3 reales.
'' 1 1.0 Además del sueldo se pagará á lo soldado· una ración
diaria, dos á los Teniente~, tres á los Ca pi tan~s, cuatro á los
Mayore , y á los Tenientes Coroneles cinco. Cada ración sera
de una libra de carne, de una libra de pan y un cuarto de ron ó
de guarapo, cuando se encuentre.
No rA--Lo Oficiales o tendran derecho á )a racione sino
_uand la abundancia reine en los almacenes.
"12.° Cada Oficial podrá tomar á su servicio un hombre de
u Compañia, pero sin que esto exima al soldado de ir al campo
e batalla.
"13." A buena cuenta e dará una anticipación módica á
quien tenga que entrar en campa11a.
"I 4. 0 El Oficial ó el oldado que falte al deber de la su-
01 1nación será severamente ca tigado. El que en un combate
uelva la espalda al enemigo, ó dirija á sus compañeros de armas
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BOLETfN MiLiTAR 107
palabras de desaliento, puede ser ajusticiado sobr el campo mismo,
por orden de un Oficial, si nó será juzgado por un Consejo de
Guerra.
" 15. 0 U na vez fuera de la ciudad, todo lo Oficiale y oli)
ados erán mantenidos y pagados. Los medio de tran porte se
les suministrarán por tierra y por agua.
''Carta gen a de I odias, I 6 de Enero de r8t 3, 3· 0 de la Independencia.
ANTOt 10 NICOLÁS BRICENO
ceLo abajo firmados, habiendo leído las anteriore proposiciones,
las aceptamos, y firmamos el presente para conformar nos en
un todo s-egun está escrito, en fe de Jo cua1 ponemos por nuestra
propia voJuntad y de nuestro puño y Jetra nuestra firma : .Antonio
Rodrigo, Capitán de carabineros- ]ose D¿braine- Luis Marqués,
T:eniente de caballería-Jorge H. D ~ lfm- B. Enríqucz, Teniente
de cazadores-Juan Silvestre Choquea - Francisco de Paula Novas."
El terrible derecho de represalia autorizaba al partido español
a consumar, algún tiempo después, identicos rigore . El se conentó
con responder, por medio de un manifiesto, del cual apenas
doy un extracto :
Los Ayuntamientos, Diputaciones y Con ejos creen de su
deber recordar al mundo la tiran.ía más odiosa que haya existido
nunca, en Jo¡ momentos en que la rechazan con indignación, por
'respeto á la humanidad.
'El traidor, e1 bárbaro (Páez), después de reunir algunos recursos
de antafe, marchó, contra su patria, precedido del espanto
de una guerra á muerte que hac1a con todo rigor.
'La dominación de este mon truo ha durado once tneses, y
estos once meses han hecho retroceder gran numero de años la
prosperidad de su patria. Cada d1a e ha eñalado por a e inatos,
v iolencia , rapiña· y acrilegios : la ola voluntad, el imple deseo
11na seilal del tirano, eran la únicas J yes in vi Jable de enezuela.
Los yuntamicnto , Diputaciones y Con ejos, no creen tener nece
idad de recordar la orden infame del8 de Febrero de 1814 que
condenó á muerte ochocientos españoles europeos. E to de didiados
fueron ejecutados el 14, 15 y r6, y u solo crimen era el
Jugar de su nacimiento. Nonagenario , enfermos, hombres cuya
virtude habían sido honra de nuestras comarca , hombres a los
cuale nuc tra patria debia eñalados servicios, fueron a esinados
públicamente· la sangre mas pura fue vertida por la manos más
criminales, y el más cruel de tódo lo de ~ potas se torno en el verdugo
de lo rnortale m á pacífico . '
Desde el primer m mento me fue fáciJ apreciar bajo qué
forma debía presentarse mi ejercito, para hacer renacer la confianza
que había desaparecido en esto pai es de de largo tiempo hacía.
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108 BOLETíN MILITAR
Las órdenes más enérgicas y mas formales se dieron á las tropas
para establecer y conservar la más severa disciplina, á fin de que
lo~ pueblos viesen en elJas un ejército de amigos.
U na gran parte de los principales rebeldes se escaparon del
continente y se refugiaron en la isla de la Margarita. Allí sostenían
un simulacro de gobierno, y esperaban en aquel punto volver
á adueñarse de la fortuna.
Además, otras partidas pequeñas, debiles restos de la última
campaña, permanecían refugiadas en las montañas ó en los vastos
desiertos que ~ rman el interior de Venezu(>la. En seguida juzgué
que era indispensable disipar lo má pronto posible la reunión de
Margarita, y me encamine hacia allí con todas las fuerzas europeas
que me acompañaban, y con el ejército victorioso que había
encontrado en América. Persuadido de que la mayor fuerza y de
que el aparato militar más imponente debían necesariamente desconcertar
la resistencia y economizar el derramamiento de sangre,
me presente delante de la Isla el 7 de Abril de 1815, y hube de
ver cumplidos mis desigrios pacíficos. Desembarqué: el olvido del
pasado fue mi p1·omesa, y por única condición exigí que los disidentes
depusieran las arma , y me entregasen el n•.J mero reducido
de jefes que huÍ:l.n por las montaña . Vease mi proclama:
"Habitantes de Margarita:
ce La lealtad que acabáis de manifestar por nue tro muy amado
Monarca y Señor D. Fernando v n, y la bondad de este príncipe,
deb~n tranquilizaros por vuestra suerte futura. 1 Desechad
todo temor! Entregaos al gozo má sincero. Hoy es el daa má~
feliz de 'uestra vida. Perseguid y entregad al Gobierno á los miserables
á quienes no seducía sino su ambición personal, sin fijarse
para 11ada en vuestra desgracia.
" Deponed las armas; descansad de vuestras fatigas, y ocupa~
s, en paz, del cuidado de vuestras familtas.
ce Pampatar, 9 de Abril de 1815.
''El General en Jefe, PABLO MORILLO,
l\1e oh ide sinceramente ha ta de los a esinatos cometidos
sobre la inocente tripulación de un navío mercante e pañol. A
nadie se exceptuó de esta amnisua. Varios jetes de la Revolución
que se encontraban en la isla de Margarita, e me presentaron; á
todos hice gracia de la vida, aun al mismo Arismendi, ese cruel y
feroz Ari mendi, que, manchado con todos Jos crímenes, y siempre
ávido de sangre española, un año antes había dado muerte á ochocientos
españoles, con el mayor refinamiento de crueldad. o sabía
que él obligó, en La Guaira, á quinientos e pañoles á que trajesen
leña de los tnontcs, y que, por órdene de él, todos eso desdichados
fueron quemado en la mi ma hoguera que habían preparado
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BOLE'l'fN l\1ILITAR 09
on su prop!a mano . Ninguno de estos crunenes me era desconocido,
y sin emb rgo, e te Arismendi quedó en su patria, en el
Ayuntamiento; se le re petaron u casa y sus bienes; ha talo traté
con distinción; lo htce sentar á mi mesa; en una palabra, no omit1
nada para m a ni (estar pu blicamentc y de modo categórico, mi intcncione
y la voluntad derfectamente. n seguida
hará que lo recluta imiten e] movimiento, sin voces de mand
ni en conjunto, sino cada uno por u cuenta, corrigiendo Jos defectos
en los que lo presenten y sin detener·e en los que lo hicieren
bien.- (G?ntinuará)
---· ...... ·- -
AME~IO.A MILITAPw
HONDURAS
(Continu, ción)
Con el fin de atender á la in truccion primaria de las miliciaE
de primc.:ra categona, el obierno ha nombrado in itutore de-partamentale
, y ha creado ecciones militare · ha encomendad
en lo pueblo la in truccion a J s empleado locales, lo que re ·-
ben a 'uda dc lo ficiale u ordene .
La in truccion rudimentaria e limita 1 mantenimiento de J
disciplina, ' lo conocimientos ma elemcntalc a erca de la actitude
y po ici ne del oldad , y a lo airo y m rcha .
e han reimpn: lo te ·to adoptados d año atrá' obre
..-ráctica de rrillt:t·í y de lnfanttría o sea la Instruc i<)n del rt
cluta· In tJ" ción de ccd6n · y Con.p tí.· Reglam<.:nto para h.
tropa de artillería y t~ rn bié n u na obra bre 1 ior 1 mili c;~r. Re -
pecto de la in truL ion técnica, hay <.lo profc.:: on: contratado· po1
el Gobierno: uno para el arma de aniJlena, con obliga i nc referentes
á la Ingeniería militar, y otro para e1 arn1a de infanten
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BOLETÍN MILIT A.R.
Dich profes0res prestan sus servicios en la ciudad de Teguc-igalpa.
Estos profesores, acostumbrados al excesivo rigor y á la disciplina
tan ajustada que rige en las naciones de Europa, han tenido
al rincipio mucha dificultades y tropiezo para dictar us enseñanza
. El Gobierno e esfuerza, por u parte, '!n ven.:er e o
b táculos, á fin de allanarles el camino. U no de los encargos m á
tmportantes que el Gobierno ha c-orfiado á dichos profesores, es el
de formar textos elementales, adecuado á las peculiaridades del
aís, y en consonancia con los recurso pecuniarios del .E tado.
pina el. actual Ministro de Guerra que la in truccion militar no
podrá fundarse ni divulgarse convenientemente, sino estableciendo
un centro modelo (Escuela de Cabos y Sargentos), a la que se
de tine gran consagración y suficientes recurso . De aquí podrá
lir la imiente c·entífica, que fructifique en todos los ámbitos del
oaís. la vulgarización de la ciencia militar .
Las guarniciones pennanentes se han sostenido y han prestado
sus servicios con regularidad y exactitud. La Se retaría de Guera
vigila y ordena todo lo relativo al mejor servicio de la tropa.
Los Instructore militares prestan sus servicio en las guarnicione
dando enseñanza sobre el manejo del arma en buen ó mal
e tado, equipos y prendas militares .
A cargo de los Mayores de Plaza está el reg1men interior de
io cuarteles, lo relativo á la seguridad y clefen a, al personal militar,
á los bienes nacionales depositados en lo almacenes, á la saubridad,
etc. Durante el año de 1897 el e~ tado sanitario tue en lo
general bueno.
Deserc:iones de 1 tropa, ocurren m u y poca~, y e ha notado
ue e tas e verifican casi sie,npre por los milici no de Jos Dis.
ritos fronterizo al Salvador, en los Departamentos de Intibuca,
Gracia y Copan, especi lmente los de Ocotepeque, Guarita, Can-lclaria
y ama ca.
Con motivo cle 1 revolución del I 3 de Ab ·il e elevaron las
iue-rzt del Estado, de modo que, p.1ra el 3r de Julio de 1897, la
fuerLa efectiva era de 1,941 plaza .
Por Acuerdo cle 19 de eptiemhre de I 894 se e tablecio una
Escuela de Arte y Oficio anexa á la guarniciun de J uticalp .
Por Acuerd de 8 de Octubre de I 896 se aprobu el contrato del
Profc or Carlos Hart1ing, como l)irc.~cro, de la Banda marcial. El
uevo Director h 1. formul do un reglame-nto que mereció la a pro-ación
del obicrno.
Funcionan con regularidad las bandas militare de Cholua,
Amapala, S.1nta Rosa y Comayagua.
·rambién ha habiJo una banua recluLida en Y uscarán, o te.
iua. en su mayor parte a esfuerzos de la l 1lunicipalidaJ.
'I amhien e. i-sten) p r di~posición del G bierno (Acucrd de
9 dt: O tubrc de I8<-J6), d os pequeJ-ta bandas en Gracia y
1ta Rosa.
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Citación recomendada (normas APA)
Manuel Alejandro López Plana, "Dietética y nutrición /", -:Ediciones de la U, 2019. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3609527/), el día 2025-10-03.
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