ANO lll Bogotá, F cbrero 16 de 1 899 NUM. 86
- - ... ·~--
ORGANO DEL MJ ISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO
--... ·~--
DlR~CTOR AJ>-HONO RZM, FRANCISCO J. VERGARA y V.
Coronel, Miembro de la Socie d a d Colombi:.\na de Ingenieros
n2 ll ~~ ~~ ~A2~~~~ ~ 2~ ~ P~A~AA~Al AA~A~A9QA~~AAA~ AA~AAAA~AA A AA~ AAAAA A D
Son colaborado,·es natos de este periódico todo& los Jefes y
Ojiciale. del Ejército de la Repúblicg.
o•• ~~ ~~~~~~~~~~~~b~~~~~~~6~ ~ ~~~~~~~~~~~~~~~~~b~~~~~~~~~~~~~ ~b ~~~~ Q
OFICIAL
- -···--
:Et!lSOLUOION NUMlilli-0 e
que deroga la de este Despacho fechada el 6 de Abril de 1889
Ministerio dtJ Guerro.-Sección l.•-Bogotá, 10 de Febrero de I 899.
Visto el orden de jerarquía militar señalado en el inciso
2. 0 , artículo 152 del Código del Ramo, y siendo de
la esencia de toda jerarquía, por una parte el n1ando del
Superior, y por otra la sujeción ó subordinación del inferior,
ella exige, para que sea efectiva la autoridad que le
vaya anexa en los asuntos del servicio, la facultad de imponer
apreu1ios ó sanciones que eviten ó repriman los desacatos
ó desobedecimientos. Y puesto que los Ayudantes
generales de Estado Mayor son superiores no sólo de Jos
propios subalternos de la Oficina, sino tambié n de los Jefes
y deu1ás miembros descendentes de los Batallones de- .
pendientes del respectivo Estado Mayor, es claro que pueden
imponerles castigo,:, correccionales, siempre que no
sufra alteración el orden de proceden~ia en los grados.
En tal virtud, un Coronel primer Ayudante general
de Estado Mayor puede, por ejemplo, castigar al prin1er
Jefe de un Cuerpo cuando no tenga éste el grado de Ge-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
34 BOLETÍN MILITAR
neraJ, y lo mismo sucede con respecto á los [miembros de
un Estado Mayor que esté subordinado.
Por lo expuesto, se revoca la Resolución de este Despacho,
fechada el 6 de Abril de 1889.
Comuníquese y publíquese.
El Ministro, JORGE HOLGUIN
P-ESOL'C'OION N'C'MEitO 9
que dispone dar instrucción sobre Geografía militar é Historia militar
de Colombia, á los Oficia!es francos de la guarnición de Bogotá
Ministerio de Guerra-Sección l. •-Bogotá, 1 o de Febrero de I 898
CONSIDERANDO:
~e com el fin de divulgar entre la Oficialidad del
Ejército instrucción sobre Geografía militaré Historia militar
de Colombia, necesaria para el incremento de Ja profesión
de las armas, se abrieron en la Escuela Militar las
clases de esas dos especialirlades ;
~e los estudios en la Escuela Militar fueron suspendidos
temporaln1.ente, y lo e~ in aún, para darle luégo al
plantel mejor organización ; y
~e mientras perm· nece cerrada dicha Escuela puede,
con poco costo para el Tesoro, continuarse dando instrucción
á la Oficialidad en los dos ramos mencionados,
SE RESUELVE :
El Director ad honorem del Boletín Militar dará diariamente,
durante una hora por lo menos, de~de el 20 del
presente n1.es, en el local de la Dirección, conferencias alternadas
sobre Geografía n'lilitar é Historia militar de Colombia,
á todos los Oficiales inferiores de esta guarnición
que se hallen francos del servic1o, quienes tendrán obligación
de asistir á e1Jas, salvo que presenten al Director una
excusa legítima.
Los Jefes d Estado Mayor y Jos Jefes de los Cuerpos,
enviarán diarian1ente al Director del Boletín Ja lista
de la Oficialidad franca, con el fin de que él pueda anotar
las faltas de asistencia ~in excusa, y avisarlas á dichos Jefes
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
:BOLE~'Í.N MILIT-'.R 35
para la imposición del correspondiente castigo, que consistirá
en n1ultas ó arrestos.
Asígnasele al Director ad Jzonorem del Boletín Militar,
como ren1uneración por Jas dos conferencias indicadas, la
suma de ciento setenta pesos n1ensuales ($ 170 ) .
Comuníquese y publíq u ese.
El Ministro, JORGE HOLGUIN
SECCION DOCTBIN AL ___ ._
LA ~DUOAOION MILI~AR
POR EL CORO.~: EL R. HENRY
Del Ejército francés
El sacrificio absoluto en aras de la patria, es el resorte más
enérgico para sostener el alma de los COI]l batientes : transforma
las naturalezas más vulgare , les inspira ó aumenta las otras virtudes
militares, y las hace capaces de ejecutar hechos heroicos.
La gran superioridad moral de los soldados de la antigua
Roma tuvo su fuente en el amor á la patria, porque el romano
temblaba de horror ante la idea de la servidumbre de los extranjeros;
amaba y defendía con entusiasmo á su patria, á Roma, que
á sus ojos representaba el santuario de la grandeza y de la libertad.
El amor á la patria engendra la disciplina en los corazones y
en las voluntades ; esa nobilísima pasión apaga el espíritu de partido,
los celos mezquinos, y convierte el ejército en foco de los sentimientos
heroicos, en ciudadela del honor nacional ; levanta los
espíritus que de falJecen, y somete los más altivos al yugo de la
disciplina, haciendoles aceptar las más duras necesidades de la
guerra.
Nunca será sobrado el esfuerzo que se haga en las filas del
ejército para levantar tn ellas el patriotismo y hacerles sentir su
importancia, por medio de lecturas bien escogidas, con relatos y
conversaciones, que tánto influyen en el ánimo sencillo y recto
del soldado, y para mostrarle cómo obligacione., deberes y hasta
los menores actos de la vida militar, se refieren siempre á ese principio
superior.
Después del patriotismo, las principales cualidades individuales
que más interesa desarrollar en el soldado, por medio del hábito
y de una existencia laboriosa y bien regulada, son las siguientes:_
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
86 BOLETÍN MILITAR
La frugalidad y la sobriedad, resultado de una larga costumbre
de sencillez y moderación en la comida y en la bebida. Poca
será la severidad con que "!n los batallones se combata la tendencia
á la embriaguez, que: nada excusa en individuos cuya vida está
perfectamente regulada ; no puede explicarse, en verdad, cómo en
ciertos cuerpos este vicio degradante llega á mirarse con indulgencia
casi sistemática. Si no se quiere que el ejército se haga indigno
de la patria el día del peligro, la embriaguez será considerada
siempre como circunstancia agravantísima en toda falta contra
la disciplina.
La probidad, que cvnsiste en el respeto absoluto de la propiedad
de los particulares y de la del Estado, es la fidelidad á las
leyes civiles, á las costumbres de las gentes honradas y á los dictados
de la conciencia. Esta virtud es más bien hereditaria : el
soldado la adquiere principalmente en el seno de la familia, y forma
la base de mayor solidez del respeto á la autoridad, del amor
del deber y del honor, por lo cual debe mirársela como la primera
de las condiciones que ha de tener el soldado que se asciende
á clase;
El valor, que es la principal de las virtudes activas del soldado,
procede siempre de un temperamento enérgico, resistente, desarrollado
con el hábito de las fatigas y del peligro, y por una sana
educación moral. .Es esa virtud la que el día del combate impulsa
al soldado hacia adelante, le hace afrontar el peligro sin vacilaciones,
y rete m pla el corazón del centinela y del explorador ; es el
valor el resorte que hace sufrir las fatigas, el frío, el hambre y todas
las miserias de la guerra .
El valor es una fuerza misteriosa que, distendiendo sin cesar
el alma del guerrero, como si fuera un resorte de acero, le permite
oponer á todo obstáculo una reacción ofensiva, cuya intensidad
crece en razón directa de la resistencia que encuentra en su camino.
El valor orgánico es inquebrantable y nunca palidece ante
el peligro; el valor que se funda en el amor propio ó la 11rmeza
de la razón, puede flaquear en su día. La bravura resulta del valor
y del coraje naturales desarrollados por la educación, afirmados
por la experiencia y convertidos en sólida costumbre en el veterano
cuya alma jamás se encuentra en flaqueza; el veterano sabrá
siempre y en todo lugar portarse conforme se lo mandan el deber
y el honor.
Los elementos cuyo conjunto constituye esta virtud, son muy
generales en nuestro ejercí to, tan capaz dPl arrojo como de la resignación
; pero esas prec:iosas aptitudc::s son irregulares y necesitan
ser excitadas por la emulación y las recompensas, desarrolladas y
equilibradas por una educación viril y una fuerte disciplina. Una
bravura á toda prueba siempre es rara ; el sentimiento del miedo
es más común de lo que se cree, y e propaga con deplorable facilidad.
Especialmente en los momentos dificiles, cuando los hom-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DOLETÍN MILITAR 37
bres están abrumados por la fatiga 6 Jos reveses, surgen esos ti pos
siniestros de desalentadores, fanfarrones de la ví pera, que sin fe,
sin vigor, transmiten las noticia peore imaginables, lo creen todo
perdido y acaban por perder una fuerza, i no se les trata con toda
la severidad que permiten las leyes militares . Contra ese trabajo
de descomposición moral toca reaccionar á los jefes, mostrandose
siempre iguales de carácter ó por medio de una actitud energica.
Son esos los momento en que los que m~ndan, i tienen el corazón
en su puesto, deberán recalentar el brío extinguido, recorrer las
filas, improvisar atrevidos golpe .. de mano, recompensar ostentosamente
los actos de intrepidez, castigar los de cobardía, y dar á todos
el ejemplo de inquebrantable ecuanimidad.
Nuestro soldado es de tal m0do impresionable y sensible ? 1
elogio ó la reprensión, que toda fuerza, aun de mediana calidad, se
torna valiente y se bate con decisión, con tal que sea dirigida por
un jefe hábil y caballeresco en su temperamento, en tanto que
cuerpos veteranos, compuestos de soldados endurecido en la guern.,
se desorganizarán rápidamente y no servirán para nada con un
jefe debil que no les inspire confianza y estimación .
La mi ión del soldado en la guerra moderna, como centinela,
correo, tirador ó guerrillero, implica cierta latitud de accion, en la
que debe mostra r sangre fría y portarse con la má grande energía
en terreno útil al bien común, haciendo el ·nnyor daño posible al
enemigo y no abandonando su pue to ino en la última extremidad.
Por e to la iniciativa del soldado consiste sobre tod en la
manera inteligente como ejecuta la orden colectiva ó individual
recibida, y aplique ante el enemigo la instrucción que se le dio en
tiempo de paz. En una palabra la iniciativa no e indi pensable al
soldado, y debe en todo caso subor1inarse á una exacta disciplina,
pero es en cambio necesarí i m a á la Jase , en e pecial en las tropas
de caballería y de zapadores.
La in trucción de Ja tropa ha alcanzado en la guerra moderna
una importancia de primer orden. El empleo de fu ile p~rfeccionado,
la nece idad de tirar á grande di~tancias, ]a rapide7. de las
movilizaciones y movimiento, el delicado servicio dt: &eguridad y
reconocimiento, entrañan la obligación de dar al oldado una in -
trucción técnica completa en un tiempo relativamente corto. El
oficio militar di ta 11'\ucho de Pr un oficio de perezo os; en el no
deben ejecutarse sino trabajos utiles, y el soldado necesita e tar en
la faena tanto tiempo como un obrero laborío o. E preci o aco -
tumbrar y endurecer el cuerpo á la marcha, á la fatiga, mediante
ejercicios prolongados ; auicstrar su ojo, , mano e inteligencia,
para que emplee con habilidad las arma que e le confían; toda
u aptitude [í~ica }' m01·ale deben er desarrolh_lda en vista de
la di ciplina y de la guerra. Ni un in. tan te del dtá ha de cor, er
de ocupado: un ejercicio físico era de can o para un e tudio te6-
rico ó práctico; el e píritu se forman\ por medio de lectura mili-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
38 :BOLETÍN MILIT A.R
tares y conferencias mora,es los domingosJ de suerte que en lo futuro
pueda considerarse como mal i nHruído y peor mandado el
batallón cuyos soldados se encuentren en la calle ó en el patio ó
las cuadras del cuartel, sin otra ocupación que matar el tiempo.
No debe olvidarse que hoy el ejército debe ser la suprema
concentración de las fuerzas vivas y del poderío mora) de toda la
nación contra los enemigos de ésta, por cuanto es la intensidad de
la voluntad nacional y del patriotismo, la medida de la resistencia
moral que una sociedad civilizada puede oponer á la desorganización
y al peligro exterior.
--~·~--
(PRINCJPlOS FUNDAMENTALES DE LOS REGLAMENTOS DE MANIOBRAS DB LAS
Dl\'ERSAS ARMAS)
:(Continuación)
CAPÍTULO l. 0 -ÓRDENES, FORMACIONES Y MANIOBRAS
I-Ordenes
1.0 Divididas 1~ armas en unidades tácticas y en unidades de
combate, que se juntan para formar las unidades estratégicas, ante
todo hay que averiguar qué disposiciones se deben adoptar para
yuxtaponer esos elementos, en primer término las unidades tácticas,
según las diversas situaciones en que pueden encontrarse, es
decir, en combate, reposo y marcha, puesto que á la táctica reglamentaria
incumbe determinar cuál es el modo ó manera más adecuado
para moverse, descansar ó combatir.
2.0 El punto de partida para llegar á esa determinación es
complexo. Desde luego que las dos grandes condiciones generales,
fuerza y seguridad, deben sati~facerse en cada una de aquellas tres
situaciones y en la medida conveniente á cada una, pero también
es claro que la movilidad, buscada en la subdivisión del ~jérci to en
grupos tácticos distintos, no puede comprometers~ de un modo
sensible, so pena de no poder emplear ventajosamente las dichas
unidades en todas las situaciones, ya que éstas á veces cambian
con extraordinaria rapidez.
De lo que antecede resulta que el orden se basa en el arreglo
de los grupos, unos con respecto á los otros, en vista del despliegue
máximo de su fuerza ó de su seguridad, pero dejando á las
unidades su libertad de movimiento en todo sentido. En otros términos,
la fuerza y seguridad dependerán de un arreglo tál, que
pennita á los hombres, ora presentar el menor blanco posible al
enemigo, ora prestarse mutuo apoyo y causar el mayor daño que
se pueda al adversario. Cuanto á la movilidad, dependerá del nú-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
:BOLETiN MILI'l.'AR 39
mero de las subdivisione y de los e pacios libres que se dejen
entre elJa .
Por lo demás, á ningún mihtar se ocultará que según que se
trate de moverse, rep ~ar ó combatir, un de las tre condiciones
fundamentales primará sobre la otras dos : en la marc-ha, la movilidad;
en el reposo, la segurid d, y en el combate, la fuerza.
3.0 Empero, el resultado que e p...,rsigue no se obtendría si
las di posiciones adoptadas no e hicieran efectivas mediante una
cierta regularidad de formas, sometiéndola para ello á regla que
aseguren á un tiempo la con er ación de esas formas durante el
tiempo c-onveniente y el fácil paso de una á otra. A lo dicho se
agre~a que esa regularidad d~ formas es la garantía del buen orden
y de la rapidez. nece ario en esa diversas tran formaciones, por
cuanto impiden la confu.>ión, facilitan el mando y contribuyen poderosamente
á mantener la disciplina.
Los Gobiernos, por medio de reglamento , fijan á un tiempo
las situaciones de los grupo tácticos, unos con respecto á otros,
en cada caso particular, y los lí r>1ite de la regularidad que debe
exigirse á cada uno de ello por la di p sición que adoptan para
los individuos que las componen . Esos reglamentos, que existen
desde remota antigüedad, han variado c0n el e píritu de lo pueblos
y el perfeccionamiento de las arma ; pero á de pecho de tales
variantes, hay en ello algo de inmutable que no e dado modificar,
so pena de cometer errores que se pagan cruelmente en los campo
de batalla.
4.0 La táctica reglamentaria tiene, pues, ~u aritmética ó sistema
de numeración especial, por decirlo así, sin cuyo conocimiento
no puede un oficial dominar fácil y rápidamente los reglamentos
oficiale sobre la materia. En efecto, el mencionado si tema de
numeración es esencialmente binario por cuanto todo ejército se
compone dt! hombre , á pie 6 montado , con armas de mano ó
arrojadizas, sean é ta portátiles ó nó, v los hombres no pueden
concebirse sino unos al lado de otro , formando fila, ó unos detrás
de otros, formando hilera, en ambo ca o alineados " obre una
misma línea, que en el segundo será perpendicular á la primera.
FR.E q E se llama el terreno á que da el rostro una tropa di puesta
por filas é hiler s ; COSTAD:>, el que se extiende: al hdo d recho ó
izquierdo de las hileras extrema de la unidad; y RETAGUARDIA,
el dilatado á e palda de la última hilera. Las hileras e enumeran,
ora de un co tado (de ordinario á partir del derecho) al otro, ora
del centro hacia ambos c-ostados ó vicevers ; las fiJa se cuentan
del fi·ente á la retaguardia . En fin, considerado cada hombre en
particular, us costado se denominan flancos, palabra que de ordinario
se s•Jstituye á co tado, ampliando u significación.
5. 0 Para satisfacer la condición de movilidad, e -dejan espacio
libres entre lo diversos grupos: los que e hallan entre los costados
ó flancos de dos unidad.. e llaman intrrvabs, }' dist'lnci1S los que
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOLETÍ N MILITAR
promedian entre dos unidades situadas una delante de otra, y en lo
general se cuentan de la primera fila de la primera á la primera
de la segunda unidad . En ambos casos se expresan, ora en pa¡
os, ora en metros, é igualando ya las distancias, ya los intervalos
, se obtendrá la regularidad para el conjunto. También se da el
nombre de linea de batalla al lado hacia el cual da la cara el conjunto
de las tropas. Como se comprende, el frente puede aumen- ·
tarse poniendo el mayor número ó la totalidad de las unidades
unas aliado de las otras, es decir, prolongando la línea de batalla,
ó bien puede disminuírse estableciéndolas unas detrás de otras.
6 .o Tres cosas ayudarán, además, á mantener la regularidad
mencionada, pero su exageración en los ejercicios de tiempo de
paz produce mayores inconvenientes que ventajas : 1.0 El alineomiento
de las filas, que en las tropas que lo establecen rápidamente
y por sí mismas denota cierta práctica en el oficio y un
buen espíritu de disciplina; 2. 0 La igualdad en el frente y profundidad
ocupado por las unidades, que no podrá conseguirse sino
manteniendo las unidades en su efecti,·o normal; y 3.0 El paralelismo
de los frentes de las unidades que están unas tras btras, y en
su mayor parte dependerá de la configuración general del terreno
ocupado por la fuerza.
7 .0 En resumen, tres condiciones caracterizan los órdenes:
1 . 0 El arreglo de los soldados por filas é hileras en cada grupo escogido
como unidad; 2 . 0 La disposición regular de los grupos
sobre el terreno, considerados unos con respecto á otros ; 3 .0 La
igualdad de distancias y también de los intervalos que separan
entre sí grupos de la misma especie.
8 .0 De lo dicho resulta que los órdenes no son en realidad
sino dos : el d~/gado y el profund?, puesto que las unidades, como
los hombres, no pueden concebirse sino unas al lado cie las otra ó
unas detrás de las otras; pero como las necesidades de la guerra
obligan á hacer otras combinaciones con los grupos tácticos, de
ahí otros tres órdenes que se denominan disperso, mixto y en
cuadros, si este último no se refunde en alguno de los otros cuatro,
como parece natural hacerlo-( Continúa)
--~--
DEL SOLDADO COLOMBlANO
I-La División Torres en Bomboná
El General Pedro León Torres, de quien Páez decía que tenía
un \alor que daba miedo, compañero de Piar en la jornada de
San Félix, mandaba la Di vi ión de vanguardia ( l/nrgns y Bo7otá)
en el ej "rcito con que el Libertador libró la batalla de Cariaco ó
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOLETfN MILITAR 4:1
Bomboná (7 de Abril de r822), la más inútil carnicería de la
Magna Guerra.
Ese día sangriento el General Torres recibió orden de Bolívar
de atacar una altura ocupada por el jefe español D . Basilio
García, «sin que almuerce la tropa," según las palabras del Libertador.
Por desgracia Torr(>s entendió lo contrario, y puso sus
soldados á vivaquear. Vuelve Bolívar á inspeccionar la marcha de
la operación mandada, y encuentra la División de Torres ranchando
tranquila, en vez de hallarla empeñada en tremendo 2taque;
y de tal rnodo se irritó con un hecho que ponía en peligro
la jornada, que dijo á Torres?. en presencia de sus ayudantes :
ce Entrégue usted el mando al Coronel Barreta, que cumplirá mejor
que usted ]as órdenes que se le dan cuando son peligrosas ."
Torres, enrojecido de vergüenza y de ira, dio su espada á Barreta,
y agarrando con violencia un fusil de algún soldado que estaba
cerca, contestó: <rfumes al sepulcro de Cristo. U na segunda puerca, más baja y
más estrecha todavía que la primera, nos da acceso á una capillita
de dos metros de largo, á lo más, cuya parte derecha está ocupada
por un cornisamento de mármol blanco, de forma moderna, que
cubre la piedra sobre la cual se depositó el cu("rpo de Jesucristo,
en la gruta cuya puerta guardaba el Angel; porque cada tumba
era en aquel tiempo una gruta cuya entrada se tapaba. Los judíos
tornaron de los fenicios esta forma de sepulturas.
No podemos arrodillarnos sino de tres en tres delante de la
sagrada rumba ; al besar el mármol, roto en la mirad, las lágrimas
corren por nuestras pupilas. La fe, adormecida en nuestros
corazones, se reanima : todo lo que nos rodea es divino, y tnmsporta
nuestra alma hacia las regiones celestes; ; inefable momento,
que nadie olvidará l Veintisiete lámparas arden constantemente
encima de este altar di vino, en el cual todos los días se renuevan
las flores : nueve lámparas son de los latinos, nueve de los
griegos y uueve de los armenios. No hablo de los muchos cirios
que enciende allí la piedad de los peregrinos ; los griegos son los
que tienen el monopolio del comercio de ceras, y de tal modo S<:JStienen
esta prerrogativa, que con gran trabajo pudimos separar
por algunos instantes al sacristán griego, cuya presencia turbaba
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOLE'l'ÍN MILITAR 47
nuestro recogimiento: hubo que hablar militarmente. Antes de
retirarnos pedímos que se dijese una misa por nuestra intención
en el Santo Sepulcro, y basta expresar tal deseo para yue Jos religio¡
os lo acojan con la más benévola condescendencia.-( Continl4a)
--·-
VARIEDADES
ASO!lNSOS
-En paz como en guerra, la antigüedad, el valor material 6 el favor,
si son los únicos elementos de juicio, podrán elevar al puesto de
jefe á un oficial incapaz de mandar un batallón.-General Morand.
-Vauvenargues: espíritu superior, desconocido en su tiempo, sin
protectores, no tuvo otra recomcnddción para ascender que sus servicios
y su mérito, y fue olvidado.-De Sai111-Maurite.
-Cuántos disgustos y enojos se evitarían )()s hombres si ninguno
osara buscar la gloria por otro camino que el del mérito!-Yauvmargaes
-Nuestros mejores protectores debieran ser nuestros talentos.
Yauvmnrgau
-La eq uicati va distribución de grados y aseemos es la piedra angular
del edificio militar.-General 1"roclut.
-Que el buan oficial recuerde que la aptitud es el derecho, y que
á pesar de to :lo, el derecho triunfa siempre.-General de Brack.
-Nada suple en el ejército la ausencia de una buena é inflexible
ley de ascensos.-General de Preva/.
-Cuando en un país es más ventajoso hacer la corte ó la antesala
que cumplir con el deber, todo está perdido.-Monteu¡aie11.
-El ascenso no justificado por derechos ó méritos de tal modo
evidentes que nadie los niegue, no puede producir otro resultado que
despertar ambiciones ilegítimas en unos, y excitar y propagar en los
más el desaliento ó el odio á los mandatarios-General D' Autlto11ard.
-El ascenso por elección es la muerte de la disciplina, y será funest(
simo en tiempos revueltos, por cuanto puede servir de instrumento
á los facciosos-De Cltaf/JÓray.
-Demasiado número de nulidades llegan á la cumbre en la carrera
militar-Mariscal Bugeaad.
-Con frecuencia antigüedad no es sinónimo de capacidad : tal
oficial que pudiera ser un buen capitán de compañía, quizá será un pésimo
jefe de batallón -General CIMretón.
-El procedimiento que sirva para apreciar el coeficiente proporcional
que diferencia á los miembros del ejército, debe ser una ta:-ifa
de pruebas y trabajos bien regulada por la ley-General Lnhure.
-Entre nosotros existe el concurso en la base misma del aseen·
so, es decir, á la salida de la escuela militar ; pero es lamentable que
se detenga allí mismo, porque con él se detiene, preciso es reconocerlo,
el amor al trabajo y el gusto por el estudio-General ClznrtiÓtl.
-Desde 181 5 el favoritismo preside la distribución de los altos
puestos, y de debilidad en debilidad se ha rebajado el mando, llegándose
hasta lo censurable-General Ámbtrt.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
4:8 BOLETÍN MILITA&
Alemania aumenta su ejército de un modo f urmidable. En 1893
elevó en 7o,ooo hombres el efectivo de tiempo de paz, para formar 1 7 3
medios batallones de infantería, 6o baterías, 6 batallones de arciller(a á
pie y 7 batallones de tren. En I 897 convirtió esos medios batallones en
86 batallones, con lo cual aumentó el ejército de primera Ifnea en 8o,ooo
hombres.
Hoy, conforme al nuevo proyecto del Emperador, que á la fecha
habrá recibido la sanción legal, el ejército prusiano contará r 1, 500 infantes.
1,200 jinetes y unos 9,ooo artilleros más que el afio pas1do.
En virtud de lo dicho, al terminar el siglo el ejército permanente
alemán comprenderá:
62 S batallones (de 573 hombres, término medio), 482 escuadrones,
574 baterías (de campaña), 38 batallones de artillería, 26 batallones de
zapadores, .z6 batallones de requisiciones y víveres, y 2 3 batallones
de tren. __ ...,._. __ _
A VISO OFICIAL
INVENer A!i,IO
DE LOS BIENES DEJADOS POR BL SOLDADO TELÉSFORO PARRA, DEL BATALLÓN
COLOMBIA NÚMERO 1 1
En la ciudad de Panamá, á los trece días del mes de Diciembre de
mil ochocientos noventa y ocho, se presentó en el cuartel del Batallón
Colomhia número 1 1, el señor Coronel José M. Guerrero G., con el carácter
de primera autoridad militar de la guarnición de Panamá, y en
asocio de los testigos señores Jgnacio Molino A., Leonidas Martíncz y
Pedro P. Pacheco, con el objeto de inventariar los objetos que pertenecieron
al soldado Telésforo Parra, de la 1.• Compañía. del aludido Cuerpo,
muerto el día anterior por la noche en el Hospital de esta ciudad;
individuo que, según su libreta militar, era natural de Cucaita, en el
Departamento de Boyacá.
Re s ultó no tener más bienes que la suma de dos fJ1:Sos sesenta centavos
($ z-6o), Yalor del sobrante de sus raciones en seis días y del líqui.:
lo en doce d(as del presente mes, existente en la Habilitación, así:
Sobrante.: de raciones en seis d1as, á $ 0-30 diarios . ..... $ I So
Liquido en doce días. . • . . . • . . . . . . . . • . . . . . . . . • . . • . • o So
Suma ...••...••...... $ :a 6o
En fe de lo cual se firman· tres ejempl~res al:cenor de laJpresente
diligencia.
El Coronel, encargado de la Jefatura Militar, J. M. GuBRJt.EllO G.
Testigo, Ignacio Molino .d.-Testigo, Leo!liátu Martí11ez.-Tcstigo,
P. P. Patluco.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 86", -:-, 1899. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691003/), el día 2025-08-24.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.