A:No In Bogotá, Febrero 8 de 1899 NUM. Ss
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ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO
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DtUCTOJt AD-HONOREM, FRANCISCO J. VERSARA y V.
Coro.:1e l, Miembro de la ~o o iedad Colombiana de Ingenieros
~~~~ ~~ ~~~~~~~~~~ ~ 9~~~~~~~~~~~~~~2~~~~~~~~~~~~~R~~~~ ~~~~ ~o
Son colaboJ·ado1·es natos de este pet·i6dico todo8 lo8 Jeje& y
OjidaleR del Ején:ito de la República.
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SECCION DOCTBIN AL
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(Versión libre para el BoleiÍ7~ Militar)
PARTE PRIMERA-ORDENES MILITARES
CAPÍTULO I-MANDO Y SERVICIO
1.0 Derecho al mando. En caso de muerte, renuncia, remoción
ó ausencia temporal, todo titular de un mando militar es reemplazado
provisoriamente por el oficial más antiguo en el mayor de los
grados que comprendía ese mando. A grado igual los oficiales del
ejército activo tienen el mando sobre los de las milicias ó levas recientes.
Los oficiales extranjeros no pueden ejercer, ni aun provisoriamente,
el mando en jefe de un ej ército, ó de una división. No
pueden mandar en una plaza fuerte .ino á falta de oficiales nacionales.
El oficial extranjero conserva el mando de una tropa si es
superior en grado. En un destacamento, á grado igual, el mando
recaerá siempre en el más antiguo oficial nacional.
Para el mando par interim en fracciones constituídas con fuerzas
extranjeras y para el mando provisorio de destacamentos compuestos
de tropas de esa fuerzas, todos los oficiales concurren para
ejercerlo llegado el caso, in distinción de origen, ni a:tender sino á
la igualdad de grado y á la antigüedad. Los cficiales nacionales ó
naturalizados tales, que sirven en tropas extranjeras amigas, se asimilan
en todas circunstancias á los oficiales extranjeros.
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18 BOLETÍN MILIT.A.B.
Cuando tropas de caballería se anexan á un cuerpo ó destacamento
de infantería, aun á grado igual, el mando del total corresponde
al jefe de la infantería, y aquél no asume el mando sino
cuando es superior en grado. A la inversa sucederá con una tropa
de infantería anexada á un cuerpo ó destacamento de caballería.
Cuando á un oficial se encarga de dirigir una expedición 6 de
un reconocimiento sin que se le entregue el mando de la tropa, el
jefe de ésta y sus subalternos deben dar, de acuerdo con el primero,
las disposiciones que convengan para asegurar el éxito de la operación.
Cuando por causa de una comisión militar un oficial tiene el
mando de una tropa en una operación ó en un puesto, no puede
extender su autoridad á la administración ni á la disciplina interior
de dicha tropa.
2.0 Del orden que ha de observarse para mandar el urvicio. La
orden del servicio en los cuerpos de un ejército, en las di visiones
de un cuerpo de ejército, en las brigadas de una división, se regula
según su rango ó número en el orden de batalla.
Tres son los turnos de servicio. El primer turno comprende
todo destacamento que se aleja del grueso de la fuerza, sea en marcha
ó en reposo, y por lo tanto puede corresponderle combatir en
primer término. 1. 0 a) En marcha: vanguardia, flanqueadores y
retaguardia; b) en reposo ó Pstación, las avanzadas; 2.0 Los otros
puestos exteriores; 3.0 Los destacamentos á quienes se encomienden
trabajos de guerra, obras de fortificación y apertura de comunicaciones
ejecutadas por tropas armadas; 4. 0 Destacamentos que
han de proteger esos trabajos.
El segundo turno comprende todo destaqamento que presta sus
servicios á proximidad del grueso de la fuerza, y por consiguiente
no presupone combate antes que para éste: 1.0 (Tuardias de policía,
almacenes, hospitales, edificio;; públicos, ordenanzas. Generalmente
estos servicios los presta la fracción que está de servicio en el
día; 2.0 Las guardias de honor, los trabajos que se ejecutan sin armas;
3.0 Los destacamentos que asisten á las ejecuciones capitales.
El tercer turno comprende todo lo que en general constituye
las fatigas interiores: distribución de víveres, lin,pieza, imaginarias,
etc. La guardia de brigada constituye un servicio aparte,
que se cuenta antes de las fatigas interiores.
Cuando deban formarse destacamentos que han de funcionar
como tales por muchos día , u mando y composición se arregla
por turno especial, determinado de antemano por el Jefe de Estado
Mayor.
3.0 Orden en que se manda el servicio. El servtcto de primer
turno se presta por fracciones constituídas y mandadas jerárquicamente:
toda fracción á la cual toca un primer turno no presta
ningún otro servicio, salvo el de sus naturales fatigas interiores,
pero se hace cargo en seguida del servicio de segundo turno que le
correspondierª normalmente mientras prestaba el primero, salvo
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BOLETfN MILITAR 19
que ést~ haya durado accidentalmente más de treinta horas. El
servicio de segundo turno se presta de ordinario por fracción constituída,
de la cual, sin embargo, no se mueven si11o los hombres
necesarios para prestarlo: si la fracción es insuficiente, se la completa
con hombres de la fracción siguiente, en el orden de batalla.
4 .° Caso de ausc:ncia ó enfermedad. Si el oficial que debe mandar
la fracción de servicio está ausente ó enfermo, le reemplaza
otro oficial de la corupañía, e cuadrón 6 batería; la misma regla
rige con respecto á las clases de tropa, que si no han de ser jefes
de puesto pueden ser reemplazados así: los sargentos por cabosJ los
cabos por oldados de primera clase .
Se dice que un se. vicio es exterior cuando para prestarlo la
tropa nombrada franquea los límites del acantonamiento ó vivac;
igualmt-nte se supone que un servicio interior está prestado cuando
la tropa designada Hega al puesto que debe ocupar, ó si se trata
de un trabajo 6 fatiga interior, cuand..> ha principiado ese trabajo ó
fatiga.
Cuando un oficial ó individuo de tropa no puede prestar un
servicio por enfermedad, su turno pasa; pero si está ausente y
llega, entra á desempeñarlo ; todo oficial encargado del mando de
u·1 batallón ó regimiento de caballería, Ínterin dure el mando
estará exceptuado de cualquier otro servicio.
5. 0 Servicio á pie en la cabalürfa. El servicio á pie en la cabaJlería
será prestado de preferencia por los hombres des mentados
(sin bagaje). 'rodo jinete á quien se nombre así servicio deposita
entretanto en tnanos del Brigada la montura y los objetos de equi po
que no ha de usar por el momento. El Brigada confía tal
depósito al cuidado de un soldado franco que será responsable de
e1los ; pero si tenl'inado el servicio el dueño no vuelve á su puesto
en filas, los objetos mencionados pasan al parque respectivo.
6.0 Eft!Ctivo. Los oficiales generales estarán al corriente del
efectivo de la fuerza que mandan por medio de la situación sumaria
de presentes sobre las armas con las mutaciones del día, que
en dicho espacio de tiempo deben presentarles los subalternos en el
orden jerárquico.
CAPÍTULO U-ORDENES
7. 0 Ord~nes generales ó particulares. ToJas las órdenes deben
numerarse: habrá una serie numérica para las órdenes generales
y otra para las órdenes particulares. Todo jefe de fuerza está obligado
á hacer llevar un registro con índice alf?bético para la inscripción
de las 6rdenes respectivas.
La orden general se da para todo el ejército, é indtca : 1 . 0 las
medidas referentes á los movimientos del conjunta, dará aviso en el acto á los superiores, y previene
de lo hecho á las tropas vecinas y á la avanzada . Cuando el santo
se pierde en las avanzadas ó se teme que un desertor lo haya entregado
al enemigo, el jefe de ayuéllas lo cambia, y advierte lo sucedido
á los cuerp0s vecinos y al general de quien depende.
CAPÍTULO III-COMU IC CIÓ... DE ÓRDENES
Ir. De las órdenes y de su comunictuicm. En toda operación de
guerra, chica ó grande, la expedición y comunicación racional de
las órden~s del caso reviste grandísima importancia . Para. cvordinar
loi esfuerzos es preci o que !as tropas reciban en tiempo oportuno
la impulsión del jefe, puesto que el exito depende de la unidad
de acción en los esfuerzos de todos; pero esta cohesión, garantÍa
del exito, no puede existir, como se comprende, ino cuando
las órdenes son completas y llegan á tiempo de ser ejecutadas á
manos de quienes deben cumplirlas.
12. Reglas gnural,·s . Toda orden contendrá Ja indicación
completa del día, hora y lugar en que e expide ; y si este último
es muy pequeño ó poco conocido, se mencionará, ademá , el del
poblado m á cer ano. Las respuestas 0 a<: uses de recibo deberán
mencionar el número de erie y re~u11ir la orden recibid <Í fin
de mostrar al uperior que fue bien comprendida. Con el objeto
n tcdicho cad una de esta piezas se dividirá en pat:ágrafos, numerados:
el primero contendra el acu e de recibo; el cgundo recl:
lmará la aclaracione del e so, si hubiue lugar; el ter ero \'lo
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BOLEn.'ÍN MI!LITAR
siguientes indicarán las medidas tomadas en consecuencia, arma
por arma y servicio por servicio. Los emplazamientos de las tropas
se ilustran con un croquis. En cada pieza no se trata sino de
un solo asunto. En ningún caso se emplearán expresiones vagas,
como destacamento, numeroso, d er echa, d elante, reemplazándolas por
las precisas correspondientes, como compañía, escuadra, Este, Norte,
aguas arriba, orilla izquierda, etc.: los hechos no se coloran sino
que se fotografían. Indicar, además, los números de los cuerpos, los
caminos seguidos por las tropas, la hora á que se verificaron Jos
acontecimientos de que se da cuenta y nunca mencionar inconvenientes
sin señalarles el remedio posible.
Al dar cuenta de cualquier asunto á un superior, debe añadirse
si se espera ó nó su decisión, á fin de evitar las contraórdenes
que enervan á las tropas. Recordar siempre la máxima: orden,
contraorden, desorden.
r 3· Ejecución de las t rdenes. U na orden militar no exige obediencia
pasiva sino c:uando es dada por un superior que está prein
ocurrir en la guerra y aun en las maniobras; el solo medio de obviar
tales tropiezos está en habituar á los subordinados á no vacilar
en tomar la iniciativa, para afrontar las circunstancias inesperadas,
asumiendo la responsabilldad del caso: en ]a guerra lo punible no
es obrar, sino permanecer con los brazos cruzados, siempre que la
iniciativa no co sista en ejecutar mo\'imientos contrarios al conjunto
de la operación que se practica.
Las órdenes no se pueden cumplir cuando al dictarlas no se
tuvo en cuenta el tiempo necesario para transmitirlas y para ejecutarlas,
ósea las relaciones del tiempo y espacio que no es dado
violentar al hombre.
J 4· De la comunicacit n de las órdenes. Nunca se abandonará
un lugar sin hacerlo saber á los subalternos inmediatos: es preciso
que el comandantt.: de una tropa, sea General, Coronel, Capitán,
conozca el sitio en donde están todos los comandantes de
unidades que con la suya forman grupo, y esto en todo tiempo y
terreno, sea en marcha, r eposo ó combate, pues de lo contrario las
órdenes no llegarían á tiempo á su destino. Todo jefe que se ausente
deberá dejar á alguien encargado de ejecutar las órdenes que
se reciban entre tanto, ó hacer cumplir las que se dieron.
15. Ordenes p eriódicas. Las órdenes p ·ódicas se darán á
hora fija: todos los d ías cada jefe de servicio, tle cuerp0, de de tacamento,
envía al lugar de reunion un delegado que debe conocer
la colocación de las tropas que representa. El parte principiará
con la lectura que hará cada delegado de los acontecimientos ocurridos
durante las vci nticuatro últimas horas en su fuerza, de
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BOLET1N MILI'l'AR 23·
s.uerte que los asistentes, tomando notas de Jo que han oído, queden
enterados de lo sucedido en los cuerpos ó destacamentos circunvecinos.
Después de colacionar así las órdenes se dará la hora é indicará
el sitio donde estará el Cuartel general, señalando la hora del
próximo parte. A estos partes colectivos asistí rán los jefes de servicio,
de la artillería, los zapadores, la intendencia, la gendarmería,
]as ambulancias, la caja militar, los correo y telégrafos y un delegado
del comandante del convoy .
U na vez por todas se prevendrá á los cuerpos de tropa de
que !Í á las ocho de la noche no les han llegado las órdenes para
la mañana siguiente, tomarán las armas, ensillarán y cargarán á
las cinco, las seis, las siete de la mañéina, hora esta última á la
cual los re'pectivo ayudantes mayores se presentarán en el Cuartel
general de la Brigada ó Ele la Divi ión.
Las órdenes urgentes se enviarán siempre por diversos conductos:
muchas veces de diez ayudante así enviados, á lo más
uno llegará oportunamente á su destino. En estos casos debe también
in formarse á los jefe de los cuerpo colat(>rales sobre su tarea
recíproca, para asegurar el concierto de )as operaciones.
16. De la sencillez en , las órdenes. El jefe superior de una
fuerza no dará sino i;rdenes de conjunto, cuya ejecución corre ponde
á los respectivos comandantes de los grupos in feriore . La misión
de un superior consiste en dar órdenes á un inferior, con
suma claridad, y en vigilar su ejecución, pero en é ta no intervendrá
sino cuando las di posiciones adoptadas por el inferior pueden
comprometer el objeto que se desea alcanzar.
17. Lugar que ocupará t:l j.fe superior. El comandante de
toda tropa en movimiento marchará con la '·anguardia; n '" el
combate, así que se determine el punto del ataque principal, se
situará un poco atrá , en un lugar culminante, hacia el e ntro,
con las tropas de segunda y tercera línea en la mano, para que, sucesivamente,
pueda lanzarlas sobre la puntos convenientes .
CAPÍTULO IV-CID!PLIMIENTO DE LAS ÓRDENES
18 . La ejecución de las ordenes debe vigilarse atentamtntc. El
oficial enviado á comunicar una orden permanecerá en el sitio
donde cumplió su consigna para que se de cuenta de su ejecuci<)n.
Despues de expedida una orden e enviará otro oficial para que se
asegure de que los movimientos rdenados están n vía de ejecución.
En un combate toda tropa al fuego enviará parte de su si tuaión
r.ada treinta minuto ; las tropas aun no empeñada se po ndrán
igualmente en relación, cada media hora, con las que está n
delante deelJs : relación clasificada de
los casos de enfermedad que ocasionan exención del servicio, aplazamiento
é invalidez; manera como debe practicarse el reconocimiento
por los cirujanos de cuerpo, respecto á conscriptos ó voluntarios que
ingresen á los cuerpos ; y, por último, un estudio sobre el servicio de
rancho, determinando la cantidad y calidad de alimentos, tanto en guarnición
como en campaña.
En Bolivia existe el Colegio Militar, que cuenta cuarenta y cuatro
plazas, bajo la dirección de un Director, un Subdirector y cuatro profesores
. En el afio pasado salieron de dicho instituto siete oficiales, que
hoy se encuentran incorporad ..., s e-n las fuerzas al servicio de la Nación,
y uno de ellos es Ayudante de campo del señor Presidente constitucional.
La expedición del Reglamento del Colegio data de 1891.
En el afio pasa .io han debido terminar el cuarto afio de estudios
obligatorios ocho alumnos que habían entrado á formar en las filas del
Ejército.
Como detalle administrativo importante es de apuntarse el de que
en la Sección de Inspección del Estado Mayor se lleva con el día la
contabilidad general de todo el movimiento de fondos del Ejército, de
modo que el Ministerio, sin recurrir á la dirección del Tesoro nacional,
conoce la situación de cada una de las partidas del Presupu!!sto.
Los parques militares de la República son los de Oruro, Potosí
y Tarija.
Re,pecto de los ascensos, encontramos que "la Sección de las Ordenanzas
militares,, que se relaciona con ellos, contiene prescripciones
terminantes para concederlos desde la clase de soldado hasta la de General
; allí s detallan m in uciosamen te las cond icioncs necesarias para
optar á ascensos en todos los grados de la carrera. Estas disposiciones
son las más acertadas, á fin de establecer una profesión honrosa en la
que se adquiera un título como recompensa al mérito, y no por simple
acto de favor. Así lo ha comprendido el Gobierno, y de su parte ac ha
esforzado por estimular al Ejúcito, restringiendo los ascensos y concediéndolos
únicamente cuando se han cumplido )as rigurosas prueba é
intervalos de tiempo que la ley exige, Jo cual ha sido muy satisfactorio
hacer constar en la Orden general respectiva para conocimiento de
todo el Ejército."
El Ejército de línea de Bolivia consta de los siguientes cuerpos
Batallón Sucre, I.0 de línea (de infantería) .. .
Batallón Arce, 2.0 de línea (de infantería) ....... .
Escuadrón Bolívar, 1 ° de línea (caballería) .... .. .
E cuadrón J unín, 2. 0 de línea (caballería) ...... .
Regimiento Artillería de Montaña, con dos baterías,
Total ..•......•....••
2 so plazas.
250
140
140
200
980 hombres
Piquete Hú1t1ru de In Gttardin del Pre idente, con 35 plazas, elevado
á 50, apenas sería base de un Escuadrón.
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DOLE1.'Í« MlLITJlR 31
COLUMNAS DE GUARNICIÓN
Son nueve, á saber :
Columna de Sucre, con ... . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . 100 plaza¡ .
Jd. de Murillo de la Paz, con .... . . . .. . • . . . . . . . J 70
Id. de Cochabamba, con .. . . . . . . . . . . . . . . . . • • • . . I 20
Id. de Zapadores de Potosí, con....... . • . . . • . . . 1 10
Id. de Oruro , con . • • . . . • . . • . . • . . . . . • • . . . . . . . . . I oo
Id . de Tarija, con ... . . • . . .. . . . . • . . . . • • • • . . . . . . So
Id. de Santacruz, con . . . • . . . • . • . • . .. .. . . • . . . . . . . . . 5+
Id. del Beni, con .. . . . . . . ... • . . . . • . . . . .. . . . . . . . . Zf
Id . de U ryuni, con . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . . • • . . z 5
Total ... . . . .... . .. . . • . . . .. . •• .• 783 hombres
Además, existe la columna de Policía de La Paz, con so hombres.
Respecto de la clisciplina y moralidad del Ejército hemos de seguir
con marcado interés los com:cptos que á puntos de tanta trascendencia
consagra en su Memoria de Guerra el Ministro señor Joaquín Eusebio
Herrero.
El aseg11ra en aquel documento que el Ejército de Bolivia es la garantía
de !a integridad nacional y el más firme baluarte del orden y de
la paz.
Terminaremos esta ligera reseña copiando las palabras dtl sefior
Ministro, conceptos que nos revelan bien claramente la importancia y
valor moral que en aquel país se da á la honrosa carrera de las armas
Dicen así :
"Se procura la educación del soldado mediante las escuela'
regimentarías que se encuentran implantadas en todos los cuerpos, haciéndole
comprender que su primer sentimiento debe ser el del honor y
amor á su parria, respeto á las instituciones y subordinación á sus Jefes.
"El Ministerio ha mantenido con toda entereza, siempre firme é
inalterable, la disciplina en los cuarteles, reprimiendo cualquier abuso,
y cuando ha 5ido preciso, sometiendo al delincuente al Tribunal respectivo,
para que la justicia se pronuncie con la sanción legal que le corresponde
.
"Satisface hoy la moralidad y disciplina que diatinguc al Ejército,
en la que rivalizan jefes, oficiales y tropa, siendo prueba concluyente
de este aserto la confraternidad del Ejército y pueblo, sin que se
haya mostrado el más mínimo choque ; el estado de los cuarteles, en
los que nadie se desdefia penetrar ; el porte respetuoso de loa soldados
y la cultura de los jefes y oficiales.
"Un hecho reciente patentiza esta verdad, y es la marcha que el
Batallón J •0 y el Regimiento de artillería de montafia empccndieron de
esta capital á Oruro, así como el regreso de ésta y la marcha del Escuadrón
Bolívar á esta capital (Sucre) ; todos estos cuerpos, por diferentes
y largas rutas, distantes unas de otras, librados tan sólo al comando de
sus jefes, no ~e han dejado sentir en su trayecto sino por el contento de
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32 DOLETfN MIL IT A.R
todos los vecindarios que tocaban á su paso. ¡ Cuánta diferencia de
tiempos no muy lejanos, en que tan sólo el anuncio de la marcha de un
cuerpo equivalfc1 á dar la voz de alarma á los pueblos que veían el paso
de las tropas como la aproximación de un verdadero flagelo .•••
''La estabilidad de los cuerpos en una sola localidad enerva al
soldado. A este respecto abrigo la convicción de que las guarniciones
no deben durar más de un año en cada una de las poblaciones, pues el
soldado debe habituarse á todos los climas, á la variedad de alimentos,
y no crear afeccio11es que surgen de las largas 6 continuadas permanencias
en una misma localidad. Atentas estas razones, á más de otras de
carácter nacional, se han movilizado todos los cuerpos ya citados. El
Ministerio abriga el propósito de movilizar también las columnas, cambiándolas
de guarnición."
La situación económica de Bolivia no es halagüeña ; de modo que
para tratar de equiparar su Ejército en armamento con los de otras naciones,
y sobre todo con los elementos del progreso moderno, necesita
hacer fuertes é imprevistos gastos. El patriotismo ha acudido á suplir
las deficiencias económicas, y son muchas las contribuciones voluntarias
con que los particulares han ayudado á que el Ejército obtenga cuanto
necesita.
Concéde5e actualmente en Bolivia gran importancia al e~tudio de
las fronteras, no menos que al de los puntos militares estratégicos que
puedan servir de base á la defensa del territorio.
VARIEDADES
ASO:SNSOS
I
-No es propio de un alma varonil esperar su suerte solamente del
favor ó del capricho de otro hombre: debe confiar á un tenaz . trabajo
labrarsc una suerte digna de clla.-/7 nttvcnargun.
-Es bien extraño, por cierto, que á nadie se califique de maestro
en un oficio antes de que ejecute obras que acrediten su capacidad, y
que en el oficio militar, el de mayor importancia, con frecuencia se dé
el grado de oficial á personas que no han dado prueba ninguna de su
capacidad en la materia.-MMtecucul/i.
-El a~censo en el ejército debe ser el premio de la capacidad reconocida,
y no únicamente recompensa de servicios prcstados.-Fettt¡
uüreJ.
-El ascenso, que es una recompensa y una ventaja material para
el que lo rec1be, es al mismo tiempo una carga y un dcp6sito, por lo
cual desastres y sangre inútilmente derramaJa son la consecuencia de las
falcas de los oficiales, y por lo tanto de los errores del que manda cuando
los elige sin acierto.-General Morand.
-El vigor, el mérito y la capacidad comprobados, son los únicos
título~ que deben tenerse en cuenta para elevar un h.ombre al puesto de
jefe de soldados.-Empcrador León.
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 85", -:-, 1899. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3691002/), el día 2025-08-24.
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