Año II Bogotá., Octubre 26 de 1898. Número 73
BOLETIN MILITAR
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO
--··~
Director, ALEJANDRO POSADA
Son colaboradores natos de este periódico todos los ]efes
y Oficiales del Ejército de la República.
DE LA ARTILLERIA. DE CAMPAÑA
EN COMBINACIÓN CON LAS OTRAS ARMAS
(Continuación).
El despliegue de una división no se hace tan rápidanlcnte
como sería de desear, y en el caso en que no se pueda
emplear n1ás que un solo camino, esta operación exige
cuando n1enos una y tnedia hora, cuando se hace sobre la
cabeza detrás de su vanguardia con todos sus eletnentos de
combate; por consiguiente, en todo este tiempo no debe
estar inactiva la artillería, antes al contrario, debe emplearlo
en su lucha decisiva, continuándola hasta el fin sin interrupción,
cuando el ataque decisivo de la infantería empiece.
Desplegadas ya todas las fuerzas, la infantería empleará
media hora en un terreno llano y á descubierto en recorrer
el espacio que tiene que franquear; pero en muchos casos
siempre se consigue, con la ayuda de los accidentes del terreno,
hacer el despliegue lo más á vanguardia posible, en
cuyo caso no tardará la infantería tuás que un cuarto en
recorrer el espacio necesario para trasladarse á la posición
de combate; por consiguiente, la artillería debe tener en
cuenta estos tiempos, además del que ella necesite, para
trasladarse de su primera á su segunda posición, de ponerse
en batería, regular el tiro, etc., etc.; además, hay que considerar
que pur efecto de la n1archa en escalones que debe
adoptar la artillería para trasladarse de su primera á su se-
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218 BOLETÍN MILITAR
gunda posición, por estar sometida al fuego del canon, no
llegará toda á la vez á esta segunda posición; se ve pues,
por todo esto, que la artillería de cuerpo no puede perder
ni ún momento en entrar en acción, si ha de prestar todo ·
el efecto útil que hay derecho de exigirle.
La distancia media entre la segunda posición de las
baterías y el punto principal de ataque es de 1,500 metros
á 1 ,8oo metros si se quiere obtener por lo menos un 2 5
por roo de efecto útil de nuestras fuerzas de 8,7 contra
cañones sin armones: no debe ser menor de 1,500 metros,
porque si se quiere trasladar á distancias menores que este
número, se hallaría ya á bastante distancia de sus tropas
para ser sustenida oportunamente y con eficacia, en el caso
en que el enemigo hiciera una salida brusca y tomara la
ofensiva. Además, en esta fase del combc:tte, el fuego de
masas de la infantería es ya algún tanto eficaz á distancias
menores de I ,JOO para que la artillería pueda soportarlo á
descubierto durante algunas horas sin necesidad; y corre,
por lo tanto, el riesgo de quedar en el estado de no poderse.
mover ni combatir en los períodos ulteriores de la acción.
El terreno á menudo obliga á tomar mayores distancias;
pero también permite, con alguna frecuencia, aproximarse á
cubierto á menor distancia.
Si la artillería del ataque no ha podido c~locarse de
improviso á esta distancia, á consecuencia de la obligación
que tiene de separar el fuego de la artillería enemiga de las.
columnas de marcha del grueso, ó porque las fuerzas necesarias
para sostener las baterías no han estado bastante
próximas, la posición tomada entonces debe considerarse
como provisional, que deberá abandonarse tan pronto como
sea posible, para tomar la principal que está entre I ,Joo
y I, 8 oo metros.
El fuego en este momento debe ser pausado y lento,
los shrapnels se emplearán con ventaja contra la artillería
enemiga, una vez conocida la distancia. Terminado por
completo el despliegue del grueso, el momento deJ ataque
decisivo de la inb.ntería llega bien pronto; si aún no se ha
conseguido hacer callar las baterías enemigas, se empleará un
. fuego rápido de shrapnels contra ellas; esto las acallará, por
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BOL.ITÍN MILITAR 219
lo menos, por algunos instantes. En último lugar, el blanco
capital que hay que batir con la mayor eficacia posible es el
punto principal del ataque, sin dejar de tener hostigada
y en jaque el mayor tiempo posible con un fuego muy
vivo, ó bien de granada ordinaria, ó bien de granada metralla,
la artillería enemiga.
En principio, el ataque principal de la infantería no
debe empezar sin una preparación completa por el fuego de
la artillería. En este momento se presenta una crisis bien
importante para aquella arma, crisis de que la artillería
está llamada á sacarla á todo trance con tod-es sus fuerzas.
La consideración de cubrirse, para la conservación de hombres
y ganado, debe p{)sponerse al mejor efecto útil que
conviene producir. Esta ayuda debe consistir en que la artillería
marchará al enemigo franca y resueltan1ente al lado
de su infantería, así es que la cuestión en este caso no debe
plantearse de esta manera: ¿la artíllería en una posición á
retaguardia no puede ofrecer el n1ismo apoyo que asegura
en una posición más avanzada? sino de la manera siguiente:
¿el apoyo completo que la artillería ofrece en una posición
á retaguardia, no lo podría ofrecer aún mejor más á vanguardia?
Esto no quiere decir que á. la artillería debe sometérsela
absolutamente y sin necesidad al fuego eficaz de la fusilería
del enemigo; pero, en general, hoy día es muy raro
que la artillería consiga un éxito feliz y completo sin experimentar
pérdidas de consideración, debidas al fuego del
fusil enemigo. En general, la segunda posición principal de
la artillería debe estar lo suficientemente avanzada para que
todo lo que se oponga al asalto de la infantería pueda ser
cañoneado de una manera eficaz, hasta el mon1ento en que
esta infantería llegue á la posición decisiva de los fuegos rápidos,
á las más cortas distancias; desde este mon1ento hasta
la irrupción completa de la posición, la infantería se basta
á sí misma.
Las razones por las cuales se sienta como principio
general que la artillería debe combatir muy cerca relativamente
al enemigo, son las siguientes: 1." El orden abierto
con que hoy día combate la infantería; tanto que las pri-
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220 BOLETÍN l'dlLITAR
meras subdivisiones no son más que meras líneas de tiradores,
y por lo mismo muy poco densas; hace sentir en sumo
grado la necesidad de sólidos puntos de apoyos. 2.0 El
efecto moral que da á la infantería el ver que la artillería
marcha haciendo fuego al par que ella. J. 8 La ventaja que
proporciona tener á la artillería á la mano en un ataque que
es rechazado, ó que tiene que defenderse por cualquier circunstancia;
pues puede proteger sin pérdida de tiempo la
retirada y reorganización de las tropas rechazadas. 4·" · La
no menor ventaja de que la artillería permanezca en
completa ligazón con la infantería, estando en n1ejores condiciones
para entrar en acción á su debido tiempo si hay
que reanudar el combate; lo que estando en una posición á
retaguardia presentaría más dificultades. 5: Las menos probabilidades
que hay de que la infantería que marcha hacia
adelante impida sus fuegos, y estorbe su acción, por lo expuesto
que es tirar por encima de tropas; :¡l contrario, hay
mayores probabilidades de que la artí11etía pueda tomar parte
en el ataque, sin peligro para sus propias tropas, hasta el
momento en que la infantería va á penetrar en la posición;
la artillería que queda en una posición de retaguardia no
puede distinguir bien los amigos de los enemigos en el monlento
decisivo, pues el humo de la pólvora, el polvo y
otras mil circunstancias, se lo impedirán y tendrán que cesar
su fuego en los momentos más críticos, quizá cuando el
enemigo lanza contra las columnas de ataque, ya bastante
quebrantadas, algunas baterías que haya tenido ocultas, en
reserva y grandes masas de infantería de refresco. 6.• El
momento particularmente crítico para la artillería es debastante
corta duración, si el ataque decisivo de la infantería
es conducido con bravura y decisión.
Ya hemos dicho que el llevar la artillería tan avanzada,
y en contacto con la infantería en casos de necesidad,
es á costa de pérdidas sensibles; pero las pérdidas
de la ·artillería (aun admitiendo la de los cañones) no deben
en un momento decisivo pesar demasiado en la balanza.
Vale más que la artillería se esfuerce en ayudar á salir de
una crisis general, que la posibilidad para ella de evitar una
particular, que al fin y al cabo no es más que una crisis par-
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cial. Cada arma va á la batalla, no para su propia conservación,
sino para la de todas en conjunto, y como medio de
alcanzar el objeto supremo: la victoria.
Volviendo á la prin1era posición de la artillería en el
ataque, veamos como deben verificarse los movimientos de
avance: desde que las primeras líneas de tiradores se aproximan
á las baterías enemigas y toman posiciones dentro de su
esfera de acción eficaz, el prin1er tercio de las baterías, que
forma el primer escalón, se traslada al galope á la segunda
posición principal, si está segura contra un ataque brusco
que el enemigo pueda intentar; en caso contrario, se situará.
en una posición intermedia en calidad de pasajera, dejándola
tan pronto como pueda; durante este movimiento las
otras baterías rompen el fuego más nutrido posible, particularn1ente
sobre las baterías enemigas, si no están ya acalladas;
sucesivamente hacen la nlisma operación el segundo
y tercer tercio de las baterías, sin dejar de hacer el mismo
fuego rápido las que están en posición mientras que la otra
está en movin1iento, y se alínea con la más avanzada.
(Continuará).
MINISTERIO DE GUERRA
DECRETO NUMERO ... DE 1898
(5 DE OCTUBRE)
por el cual se hacen varias provisiones en el Ejército.
El Vicepresidente de la R epública, Encargado del Poder Ejecutivo,
DECRETA:
Art. 1.0 Acéptase al señor General D. Juan N. Matéus la
excusa que ha presentado para servir el puesto de Inspector General
del Ejército, y continuar encargado de la Comandancia e~ Jefe. ·
Parágrafo. Nómbrase Inspector General, al General Manuel
D. Montúfar, y Auditor General de Guerra, al General Bemto
Martínez.
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222 BOLETIN MILITAR
Art. 2. 0 Por excusa aceptada al Sargento Mayor Rubén de
]. Wilches para desempeñar el destino de Capitán Adjunto al Estado
Mayor de la 1." División, nómbrase en su reemplazo al Capitán
José María Rosillo, á quien se llama al servicio activo.
Art. 3·0 Destínanse al Estado Mayor de la 2." Brigada de la
r."' División) á los señores Coronel Francisco Leiva Benítez, en el
empleo de Teniente Coronel, como 2. 0 Ayudante General; al Capitán
Adán Vargas, del extinguido Batallón Núñez, como primer
Adjunto; al Teniente Peregrino Herrán v al Subteniente Marco
Antonio Robles, como segundos Adjuntos.
Parágrafo. Harán parte de este Estado Mayor como empleados
administrativos, los siguientes: José Ivlat'Ía Casabianca, Habilitado
del Estado Mayor, asimiiado á Teniente Coronel; Ricardo
Ferro B., Guardaparque de [bagué; doctor Marco A. Gutiérrez,
Médico de la Guarnición de Honda, asimilado á Teniente Coronel;
doctor Julio U ricoechea, Médico de !bagué, asimilado á Sargento
Mayor, y doctor Claudio Rengifo M., Médico de la Compañía
suelta de Neiva, asimilado á Capitán; los actuales Instructores
de los Batallones Palacé y Córdoba; y los actuales Habilitados
de estos Cuerpos y de la Compañía inelta de Neiva con las asimilaciones
que hoy tienen.
Art. 4.0 Aceptase al General Floro Gómez la excusa que ha
presentado para desempeñar el puesto de Comandante General de
la 3·a Brigada de la 1." División, y nómbrase en su reemplazo al
General Juan B. Tobar, á quien se llama al servicio activo.
Parágrafo. 1. 0 Destínanse al Estado Mayor de esta Brigada,
á lo s señores Sargento Mayor Rafael Groot, como 2. 0 Ayudante
General; Capitán Celso Salgar, á quien se llama al servicio activo,
como primer Adjunto; Teniente Luis María Ortega y Subteniente
Alfi·edo Soto, como segundos Adjuntos.
Parágrafo 2.0 Los empleados administrativos de esta Brigada
serán: Adriano Garavito, Habilitado del Estado Mayor, asimilado
á Teniente Coronel; el Guardaparque de Tunja, Coronel José
María Villaveces; los actuales Médicos de las guarniciones de Tunja
y Sogamoso, y los Habilitados é Instructores civiles de los Batallones
Sucre y Granaderos con las asimilaciones que hoy tienen.
Parágrafo 3· 0 Las Brigadas de la 1. .. División, no tendrán
Auditor de Guerra especial. No habrá médico en la Guarnición
de Chiquinquirá. Suprímense: los empleos de Capellanes en Honda
y Tunja.
Art. 5. 0 Destínanse al Estado Mayor de la 2." División, á
los señores Coronel Benjamín Silva, como primer Ayudante General;
Teniente Coronel Gonzalo González y Sargento Mayor
Quintín Montaña, como segundos Ayudantes generales; Sargento
Niayor Secundino Londoño, como primer Adjunto, en el empleo
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BOLETÍN MILITAR 223
'tle Capitán; Tenientes Julio E. U pegui y Antonio Grimaldo Díaz
y Subtenientes José de D. Padilla y Arturo Vengoechea, como
segundos Adjuntos.
Parágrafo I.0 Los empleados administrativos de esta División
serán los siguientes: Leoncio Tascón, Habilitado del Estado Ma-·
yor, asimilado á Teniente Coronel; Pedro A. Osío, Auditor de
Guerra de la División; los actuales Guardaparques de Cartagena
y Panamá; los Médicos de las Guarniciones de Barranquilla, Cartagena
y Panamá con las asimilaciones que hoy tienen; el doctor
Vicente Villa D., á quien se nombra Médico de la de Santa Marta,
asimilado á Teniente Coronel; los ac t uales Habilitados de los Batallones
Jun í n, Valencey, O;lornbia y T,merife; los Instructores civiles
actuale~ de los tres primeros Cuerpos expresados y el señor
Luis F. Palencia, á quien se nombra Instructor civil del Tenerifi,
con la asimilación de Capitán.
Parágrafo 2.0 Suprímense los puestos de Capellanes de las
Guarniciones de Cartagena, Barranquilla y Panamá y los de medicos
auxiliares de las dos primeras.
Art. 6. 0 Acé ptase al General Mariano Tobar la excusa que
ha presentado para hacerse cargo del puesto de Comandante General
de la 3·" División, y nómbrase en su reemplazo al General
Ramón Gonzá lcz Vale ncia, á quien se llama al servicio activo.
Par
nes, los Cuerpos de ejército residentes en la capital; cuanto
podía concurrir á la mayor excelencia de aquel tributo fúnebre,
todo se puso al servicio del sentimiento general.
DECRETO
honrando la memoria del ciudadano General José María Ortega y Nariño
y ordenando guarde luto el Ejército por su fallecimiento.
El Presidente de la Confederación Granadina,
Deseando honrar la memoria del benemérito ciudadano General
José María Ortega y Nariño, y demostrar lo sensible que le
ha sido el lamentable fallecimiento de este virtuoso, leal y constante
patriota, que de de su juventud prestó á la República importantísimos
servicios, tanto en la carrera militar, como en destinos
civiles y de Hacienda, con notable celo, consagración y acierto,
DECRETA:
Art. 1.0 Los Cuerpos del Ejército nacional llevarán luto por
ocho días, en señal de justo sentimiento por el fallecimiento del
ciudadano General José María Ortega y Nariño.
Art. 2.0 En las exequias por el alma del · finado General se
harán los honores fúnebres 9e ordenanza; y para que aquellos actos
tengan mayor solemnidad, se invita á los empleados públicos ~ que
concurran á ellos.
Art. 3·0 Publíque5e en la Gaceta Oficial la hoja de servicios
del memorado General.
Art. 4.0 Este Decreto se publicará en la orden general del
Ejército, para que lo dispuesto en el artículo 1.0 sea cumplido desde
hoy por los Cuerpos existentes en esta plaza; y por los demás
desde el día siguiente á aquel en que se reciban en cada División,
Columna, Cuerpo ó Destacamento.
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BOLETÍN MILITAR 229
Dado en Bogotá, á 5 de Diciembre de 1 86o.
MARIANO ÜSPINA.
El Secretario de Gobierno y Guerra,
Manuel A. Sanclemente.
El carro fúnebre iba conducido por algunos de sus deudos y
a migos; cuatro de sus compañeros de armas; los Generales Herrán,
U rdaneta, Durán y Barriga, ocupaban los cuatro extremos del féretro.
El General Espina, que le reemplazó en el puesto de Jefe de
Estado Mayor General, con su Cuerpo de Adjuntos y Edecanes.
Las cuadras por donde transitó el cadáver y la inmensa comitiva
que lo acompañaba, se cerraban á la vista por un inmenso gentío,
que se ha mostrado bien celoso de su pesar, y ha cuidado de cortejado
tributando á su buen hijo todo~ los tíltimos honores de la
muerte .. • .
VARIEDADES
ORGANIZACION DEL EJÉRCITO ESPAÑOL
(Continuaeió n.)
ESTADOS MAYORES.
En España el Estado Mayor es un cuerpo de escala cerrada, cuyo reclutamiento
está asegurado por la Escuela superior de guerra de Madrid.
El cuerpo comprende alrededor de 229 oficiales ( deducidos los que
sirven en el ejército de ultramar); á saber: 23 Coroneles, 23 Tenientes
Coroneles, 29 Comandantes, 82 Capitanes, 72 Tenientes.
Los reglamentos conceden á los oficiales de Estado Mayor atribuciones
muy altas : vigilar las marchas, los acantonamientos, la actitud de
las tropas en combate; indicar las posiciones más ventajosas, y hasta tomar
personalmente el mando de una tropa en combate cuando el General
da la Orden.'
El Estado Mayor es secundado en sus trabajos por un personal espe .
cial compuesto de dos cuerpos distintos: la brigada de obreros y topógrafos
de Estado Mayor, y el cuerpo auxiliar de las oficinas militares.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
230 BOLITfN MILITAll
El General en Jefe de un cuerpo de un ejército tiene + ayudantes
de campo, el General de División 2 y el de Brigada I.
Son considerados no como combatientes sino como asimilados: 1 °,
el cuerpo de justicia militar con 86 funcionarios; 2 °, el cuerpo de la
intendencia y cuerpo auxiliar de la administración. El último se divide
en oficinas de víveres, de campamento y de hospitales. Estos dos cuerpos
tienen un personal de 8oo funcionarios; 3.0, cuerpo de sanidad con
un personal de 464 médicos, asimilados con los grados de Teniente á
General, y 138 farmacéutico~t.
INFANT!-.IA.
Expongamos ahora las formaciones orgánicas de las tropas de operaciones
en caso de guerra.
La infantería peninsular consta de 112 regimientos de línea de á dos
batallones, más 20 batallones de cazadores. Además, existen en las
islas adyacentes y en Africa: 2 regimientos regionales de las Baleares, z
batallones de cazadores activos de las Canarias, y en Africa 3 regimientos
activos.
Como se vé, pues, el Ejército espafiol cuenta con 162 batallones
activos de infantería, de los cuales 20 son de cazadores.
En pie de guerra cada batallón cuenta con 2.1 oficiales y I,ooo hombres;
el regimiento de 49 oficiales y 2,001 hombres y 8 caballos.
Los batallones de cazadores tienen en pie de guerra 2 5 oficiales y
J ,ooo hombres.
En el acto de la movilización, los regimientos activos son inmediatamente
completados; después con los hombres que restan se forman
nuevas unidades cuyos cuadros existen desde el tiempo de paz.
En resumen, la infantería continental espafiola puede dar en pie de
guerra, sin contar los depósitos:
Hombres.
132 batallones (20 cazadores)con ..••••.•••• ,. .•••••••••.• 132,000
12 id. de reserva. • • • . . . • . • • • • • • • • • • • . • • • .. •• •• • • . • . • . • 1 1 z, ooo
2 44 24f, 000
Además de las fuerzas indicadas que- constituyen el Ejército de la
Península, España dispone para defenza de sus colonias: En Cuba de-
7 regimientos de infantería, un destacamento de disciplinarios y un cuer
po de guardias de orden. Sin contar con los di versos e uerpos de ejército
que se han enviado desde el principio de la última insurreción.
En Puerto Rico tiene 4 batallones independientes de infantería y 1
de cazadores. En Filipinas 7 regimientos de infantería y un batallón disciplinario.
Tampoco aquí hacemos mención de los cuerpos de ejército
que se enviaron el año pasado, con motivad el movimiento insurrecciona!.
En resumen, España puede presentar en un momento dado 300, ooo
hombres disciplinados de infantería próximamente.
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231
CABALLEilÍA.
En lo que respecta al arma de caballería, el ejército de la peníasula
está compuesto por el escuadrón de la escolta real ( 28 regimientos
y I 4- de reserva) . De los 28 regimientos activos, 8 son de lanceros., + de dragones, I 4- de cazadores y z de húsares. Los q. regirnien tos de
la rellerva son de cazadores.
Todos Jos regimientos tienen 4- escuadrones activos. En los lanceros,
solo están armados con lanza los 3 primeros pelotones de los escuadrones:
!os pelotones cuartos tienen fusil en lugar de lanza. Los drago~
tes, cazadores y húsares, están armados á fusil.
En pie de guerra cada escuadrón debe constar de 150 hombres en
números redondos.
En tiempo de paz los regimientos de la reserva no conservan más
que el cuadro de oficiales. En el momento de la movilización se completan
desde luego los regimientos en activo, y con el re to se forman
14 regimientos de reserva.
En suma, la caballería española, en completo pie de guerra, debe
dar:
112 escuadrones activos .•••.•••.•••..•.••••.• . ••.. . •••• 17, ooo s6 de reserva.. . • . • • • . • • . • . • . • . • • • • • . . • • • • • • . • • • • • • • 8, 000
J68 zs,ooc
Además, existen en las colonias: en Cuba 2 regimientos y en Filipinas
un escuadrón. ( En tiempo de paz se sobreentiende).
La remonta y adquisición de caballos se hace en España por medio
de servicios dirigidos por un oficial general, bajo las órdenes del
Ministro de la Guerra.
Los establecimientos organizados militarmente, comprenden de un
lado depósitos de remonta, y de otro depósito de sementales.
Los depósitos de remonta se hallan en Morón, provincia de Extremadura,
y en Ubeda y Córdoba, provincia de Andalucía. Estos establecimientos
compran potrillas de 2 á 3 ai'ios y los crian hasta 5, para
enviarlos luego á los cuerpos de tropa.
Además, para la remonta hay dos comisiones especiales de oficiales
de artillería y de ingenieros.
Los depósitos de sementales se encuentran en Jerez de la Frontera,
la Rambla, Baeza y Valladolid, y se adquieren en el comercio y por
selección entre los mejores animales en los depósitos de remonta.
Existen además dos anexos que dependen de Zaragoza y Trujillo.
El efectivo normal en tiempo de paz es de 1 5,ooo animalell. En
caso de guerra dicha cantidad se hace ascender á 30o,ooo, abstracción
hecha del tren y los con voy es.
En España se calcula en 8 años la duración media de un caballo;
la remonta normal es, pues, de 1, 500 á z,ooo, comprados al precio
medio de I,ooo pesetas ($ zoo oro) cada uno.
Los recursos del país pueden avaluarse en 700, ooo caballos y
30o,ooo mulas.
Continuará
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BOLETÍN MILITAR
EN EL EJERCITO
El Poder Ejecutivo, por Decreto de fecha 1.0 del presente,
ascendió á General de División al de Brigada Clímaco Silva; y á
General efectivo de Brigada al graduado Roberto Morales.
Por Decreto de fecha 3 de los corrientes admitió ai Teniente
Carlos Tribín la excusa qLLe presentó para servir el destino de Ayudante
de Campo del Estado Mayor de la I.a División y nombró
en su reemplazo al de igual ~rado Bruno de los Santos, quien prestará
sus servicios en la Sección I.a de este D.!spacho, para lo cual
se le llama al S(>rvicio activo.
Por Decreto de 10 del presente, aceptó al G~neral R:¡món
Acevedo P. la excusa que presentó para servir el puesto de Insp~ctor
de la 3·a División, y nombró en su reemplazo al G~ncral Julio
C. Upegui.
Aceptó al G~.!neral Benito Martínez la excusa presentada
para servir el puesto de Auditor General de Guerra, y nombró en
su reemplazo al señor José Antonio Rojas B., quien h1bía sido nombrado
Auditor de la 3·a Divi ión.
Aceptó á los señore Jo é Pablo Ortega y Daniel M. Ca margo
la renuncia que hicieron del puesto de Habilitados de los Batallones
Ayacuclu; y C6rdoba, respectivamente, y nombró en reemplazo
del primero al señor Alejandro Góm~z, y del segundo al se or
Miguel M. Morales.
Reconoció al señor Emilio Cu .... vas el grado de Teniente
Coronel efectivo con que prestó sus servicios en la última Gue-rra.
Reconoció al señor Iv1oise Latorre el grado de Sargento Mayor
efectivo que le fue conferido el 25 de Enero de 1895 pJr el
Comandante en Jefe de las fuerzas organizadas al Occidente de la
Sabana, abonándole la antigüedad de esta fecha.
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 73", -:-, 1898. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690990/), el día 2025-08-21.
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