Añoll Bogotá, Octubre 4: de 1601. lhimero n
BOLETIN MILITAR
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ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO
Director, ALEJANDRO POSADA
Son colaboradores natos de este periódico todos los Jeftj
y Oficiales del Ejército de la Repú~lica.
DE LA ARTILLERIA DE CAMPAÑA
EN COMBINACIÓN CON LAS OTRAS ARMAS
El empleo de las tres armas con1binadas en las guerra~
modernas constituye la base de la táctica contemporánea,
su existencia en un ejército ó en un cuerpo de ejército es
absolutamente necesaria, porque las unas se complementan
á las otras.
Aunque la infantería es, sin duda alguna, el nervio de
un ejército, por sus grandes propiedades tanto ofensivas
como defensivas, si tuviera que combatir aisladamente con
un enemigo que poseyera las tres arrnas reunidas, es cierto
que podría resistir por un tiempo más ó menos largo, pero
sería siempre á expensas de sufrir grandes pérdidas, acabando,
con rarísimas excepciones, por tener que en1prender
la retirada, que la caballería y artillería enemigas concluirían
generalmente por convertirla en desastrosa derrota.
Si fuera reunida á la caballería solamente, sus medios
ofensivos autnentarían, aunque de una manera m u y limitada
; pues no puede por sí sola preparar y sostener eficazmente
la carga de sus escuadrones ; y mucho menos interponerse
entre éstos y los del enemigo. En cuanto á los
n1edios defensivos, tampoco aumentarían de una n1anera
n1u y sensible con el apoyo único de dicha arma.
La artillería procura poderosos medios ofensivos y de-
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186 BOLETfN MILITAR
{ensivos ; pero la caballería es también muy necesaria en la.
-composición de los ejércitos para hacer la victoria decisiva
y perseguir al enemigo batido. Pero . si esta arma no está
ayudada por la artillería, debe desde luego renunciar á su
potencia ofensiva, ante una infantería intacta y preparada
-á resistir su ataque; mientras que si estuviese sostenida
por la artillería á caballo, aumentaría el medio eficaz de
conseguir la. victoria, ó de ser apoyada en su retirada en
caso necesano.
Siendo una de las condiciones esenciales para asegurar
el éxito de una campaña la combinación de las tres armas, es
indispensable hacer un estudio profundo de cada una de ellas.
en combinación con las otras dos, si se quiere conducir con
acierto las tres armas reunidas en el campo de batalla. Pero·
para que la artillería esté en aptitud de obrar en combinación
con las otras armas, es indispensable : I .0
, que éntre
en las proporciones debidas con ellas ; 2.0
, que posea la
movilidad necesaria para seguir en todas las circunstancias
á Ja infantería y caballería; y J.0
, que su aprovisionamiento
de municiones esté basado en reglas prácticas del campo de
batalla.
Constituyendo, por lo tanto, la artillería una parte
indispensable de la fuerza de un ej ército, y dotada de una
gran potencia ofensiva y defensiva, tiene indudablemente
que desempeñar en los campos de batalla un papel muy
importante, ya se le considere como arma auxiliar, ya como
principal.
En la distribución de las diversas armas en el orden
de batalla se agrega á los grandes cuerpos de ejército una
división entera de artillería á lo menos, y no baterías aisladas,
como algunas veces se ha solido hacer ; esta artillería
debe formar parte integrante de dicho cuerpo, no puede
salirse del cuadro de sus movin1ientos, de marcha y de
combate, sin una orden superior, y debe seguir en todas
sus maniobras á las tropas á que esta anexa, en tanto que
no esté empeñada en un cañoneo contra posiciones del enemigo,
ó en algún otro objeto especial, determinado por el
Comandante Jefe de la artillería, el cua.l debe estar perfectanlente
enterado de los designios y proyectos del General
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en Jefe del cuerpo de ejército á que vaya unida; acompañándolas
siempre en su ataque, por regla general hasta la
distancia eficaz del tiro de fusil.
A las divisiones de infantería de ocho batallones, suelen
agregarse 4 baterías montadas, de 6 piezas cada una, y
á las de caballería 3 baterías á caballo, de 6 piezas también
Ja batería ; y á un cuerpo de ejército se le asignan 4, 6, 8 9
rnás baterías de 6 piezas cada una, según conste de 2, 3 ó
más divisiones dicho cuerpo de ejército.
En algunas ocasiones, cuando es precisa la dislocación
de un cuerpo de ejército en sus dos divisiones, no se puede
evitar el dividir también la artillería de este cuerpo de
ejército, y destacar baterías y aun secciones, agregadas
á brigadas de infantería ó caballería, y aun en columnas
volantes más pequeñas ; porque las tropas enemigas hacen
la guerra de guerrillas, y entonces el efecto de]
cañón más bien e~ moral que material, sin que por esto en
algunas ocasiones haya dejado de ser algo considerable,
habiendo sido m u y á propósito agregar á una brigada de
infantería una ó dos baterías. Como ejemplo de esto, recordaren1os
la guerra en las provincias del Norte de España,
en que por la diseminación del enemigo se dividieron
las fuerzas de artillería en el primer período de la campaña;
lo mismo tuvieron que hacer los prusianos, pues habiendo
sido anulado el ejército regular francés en la prin1era
mitad de la campaña franco- prusiana, diseminaron su
artillería agregándola á ]as columnas volantes y destacamentos
de reconocimiento, y esparciéndola sobre todos los
teatros de la guerra, tanto cuanto les fue posible s:>portar
el sacrificio en hombres y caballos.
La artillería divisionaria debe combatir dentro de la
esfera de acción de su división resp· ... ctiva, y antes de tratar
de destacar de ella alguna batería, se debe en general haber
empleado toda la artillería del cuerpo, la cual será destinada
allí donde su efecto pueda y deba producir un resultado
especial; sólo en casos muy particulares se podrán
distraer baterías de la artillería divisionaria en funciones
fuera de su di visión respectiva.
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188 BOLETÍN MlLIT.o\k
ORDEN DE MARCHA
El orden según el cual deben n1archar las tropas en
general, y ]a artillería en particuhr, depende de la misión
especial dada á estas tropas y de la disposición del terreno
en que ha de con1batir. En cuanto á las prescripciones concernientes
á la artillería, sobre todo cuando va reunida á
las otras armas, se puede, sin en1bargo. sentar algunos principios
generales sobre la colocación dt las baterías en el
orden de marcha.
En una división independiente de infantería, con su
división de artillería. se designa, por lo n1enos, una batería
á la vanguardia, la que podrá ser relevada por las otras
baterías, ó reforzada por ellas, si el caso lo requiere.
Tanto la batería ó baterías de vanguardia cuanto las
del grueso de las tropas, deben ir lo más cerca posible de
la cabeza, para obrar según Jas circunstancias y poder romper
el fuego descle los prin1eros instantes del combate. Por
regla general la artillería de la vanguardia se coloca detrás
del primer batallón, y la del grueso, detrás del primer reginlÍento,
ó, con1o en el caso anterior, detrás del prin1er
batallón.
En las subdivisiones n1enores que en una di visión en
una brigada, por ejen1plo, ó un par de batallones, que por
la índole dd servicio que tienen que prestar en circunstancias
dadas, se les agrega una batería, ésta deberá n1archar
detrás del prin1er batallón.
Cuando un cuerpo de ejército marcha por un solo camino,
se destinarán á su vanguardia do<> y hasta tres baterías
de la di visión que va en cabeza. La caballería que va
en vanguardia podrá ser reforzada por una batería á caballo.
Si la cabeza de la vanguardia está forn1ada en todo
·Ó en parte por caballería, la batería á caballo n1archará inmediatamente
detrás de aquélla, ó después de la primera
mitad de la fuerza, según las circunstancias.
Las baterías restantes de Ja división que va en cabeza
marchan detrás del prin1er batallón ó primer regimiento.
En la división restante del cuerpo de ej~rcito, la di visión
de artillería que le pertenece marcha detrás del prin1er reginliento
ó primer batallón. La artillería del cuerpo del
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ejército marchará detrás de la segunda brigada, y á veces
de la primer~ del grueso de las tropa,;. Siendo la misión
especial de la artillería del cuerpo de ejército el concurrir
cuanto antes á la gran lucha decisiva de la anillería, en general
empezada ya durante el despliegue del grueso, . no es
prudente colocarla á la cola de todo él, más que en casos
muy excepcionales; así es que sería muy de desear que se la
colocase detrás de la primera brigada, y algunas veces hasta
sería prudente colocarla inmediatamente detrás de la artillería
divisionaria que ha dado baterías á la vanguardia.
Cuando el cuerpo de ej ército tenga que n1archar por
varios caminos, la artillería de cuerpo estará afecta á la columna
de tropas, según el uso probable que haya que hacer
de aqué lla, según el terreno y el estado de los caminos.
El prin1er escalón de la columna de municiones (que
deben ser tres para la artiUería y dos para la infantería) sigue
en general al cuerpo de ejército á un par de kilómetros,
· á lo más ; el segundo escalón, á una pequ~ña jornada de
marcha, y bastante más á retaguardia el parque de cuerpo.
En vista de la mayor movilidad que hoy día tienen
los carruajes en las columnas de municiones, será ventajoso
que el prin1er escalón marche por regla general inmediatamente
á la cola de las tropas.
e onduir á.
-~-
GALERIA DE PRÓCERES
JOSE :1Y.I:ARIA FIEDRAHIT.A.
Un ciudadano granadino, un veterano de la Independencia ylibertad
del Nuevo Mundo, ha dejado de existir de un modo trágico
y lamentable: hablamos del señor José María Piedrahíta.
Nacido en Cartago, Provincia del Cauca, se hallaba en esta capital
siguiendo la carrera de estudios en el Colegio de San Bartolomé,
hasta que en el año de 1819, en que entraron las tropas libertadoras,
se enroló en ms filas en la clase de aspirante para cooperar á
la gloriosa emancipación de su patria, por la cual derramó su sangre.
Los campos de Jenoi, Bamboná, J unín, Ayacucho y el Callao
fueron testigos de sus esfuerzos, de su entusiasmo y de su
pundonor.
Llegó al grado de 2.° Comandante, habiendo empezado la
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carrera á la edad de catorce años. En I 82 7 se retiró del servicio
militar, no tanto por hallarse inutilizado á virtud de honrosas heridas,
cuanto porque aspirando sólo á la libertad del suelo natal, y
no pisándolo ya enemigo alguno, no creyó necesaria su permanencia
en el ejército.
Como simple ciudadano, como esposo honrado y como padre
amoroso, sólo procuraba vivir de su trabajo, ansiando, aunque lejos
de su patria, por la prosperidad de ella. Este joven, que escapó á
los riesgos de una guerra nacional desoladora pudiendo sobrevivir
en medio de ellos, halló la muerte en el seno del caudaloso Guayas,
el 9 de Septiembre de I 838, d";a de luto para su virtuosa madre,
para u esposa querida, para sus caros hermanos y para sus inocentes
y tiernos hijos.
JUAN SALVADOR DE NARV.Á.EZ
] uan Salvador de N arváez, Coronel efectivo de infantería y
Jefe del Estado Mayor del Departamento de Cundinamarca, ha
muerto en esta capital el 16 del corriente (Abril de 1827) de una
penosísima enfermedad. Nació en Turbaco, cuatro leguas al Sur
de Cartagena de Colombia, de una antigua y re petable familia; y
apenas resonó en aquella plaza el grito de independencia, que desde
Mayo de I8Io habían empezado á preparar varios distinguidos
hijos del país, cuando Narváez abrazó la más santa de las causas,
y perteneció á ella hasta el último momento de su vida. Diferentes
com ;;; ion es militares y políticas se encargaron al patriotismo
del Coronel N arváez en la primera y última época de nuestra
emancipación. Vuelto de Jamaica, donde se preservó de la
sanguinaria persecución de Morillo, sirvió el Gobierno de la
Provincia de Cartagena en 1821, y después el Estado Mayor del
Ejército del Magdalena. El Poder Ejecutivo le confió la conducción
á Inglaterra del tratado celebrado entre Colombia y S. M. B.,
y la nación española le señaló una plaza en el Senado de la República,
que desempeñó por dos años. Narváez había sido dotado de
buenos talentos ; tenía una memoria felicísima, modales agradables
y cultos, genio festivo, y una aversión extraordinaria á los antiguos
dominadores de la América. Fue esposo y padre, y en ambos
deberes se portó con honor y probidad ; como hijo, amó con un
respeto filial á 5'U madre; como amigo, cumplió con la amistad;
como funcionario, procuró llenar sus obligaciones ; como ciudadano,
fue es timad@ de sus compatriotas.
En acelerar la muerte del Coronel Narváez no influyó poco
el precipitado viaje que emprendió desde Cartagena por Panamá y
Buenaventura hasta Tunja, en alcance del Libertador, para pre-
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:sentarle el acta de aquella plaza de 29 de Septiembre. Ya el Coronel
Narváez ha pagado su tributo habiendo servido á su patria según
el caudal de sus fuerzas: los que aún no hemos andado el
mismo camino, respetemos su memoria, porque fue patriota, amig~
de la independencia, honrado Oficial del Ejército, padre tierno,
buen esposo, hijo amoroso y desinteresado ciudadano.
(Gaceta de Colombia, domingo 29 de Abril de 1827).
EJERCITO NACIONAL
INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Rafael Chantre, prrtencciente
á la 1 .• Compañía del medio Batallón Arboleda número
18, y que falleció el día 14 de Mayo de 1898, en El Dagua.
Valor de dos raciones ____ .•.••....•.•...• . ·······--·$ 4-0
Ajustamientos en 14 días del presente mes • • • . • . .. . . . • 1 ••
U nas piezas de ropa blanca vicj as se destruyeron, por haber
muerto de enfermedad contagiosa.
Suma ...... . ............. $ 2 40
El Dagua, 14 de Mayo de 1898.
El Sargento Mayor 1Primer Jefe, JuLro ALBÁN.-Testigo avaluador,
Pedro Mera.-Tcstigo avaluador, Rafael Orejttefa A.-Testigo
avaluador, Medardo Ramos.
INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Roberto Cantor
,Perteneciente á la z.n Compañía del medio Batallón Arboleda n úmero
18, y que falleció en este lugar el día 19 de Mayo de 1898·
Valor de una ración del día 19 ................ --- .• -- $ 7 o
Ajustamientos en 19 días del presente mes . . .... . • • • . . . . • 1 40
Suma ............... $ :z 10
El Dagua, Mayo 20 de 1 898.
El Sargento Mayor Primer Jefe, JULIO ALBÁN.-Testigo avaluador,
Eduardo Botero J.-Testigo avaluador, Alcides Llona.-Testig()
avaludor, Manuel E. Paz.
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· lNVENTARIO de los bienes que dejó el Sargento Primero José L
Martínez, perteneciente á la 2. e~~ Compañía del medio Batallón
.Arboleda número 18, y que falleció el día 9 de Mayo de 1898, en
El Dagua.
Endinero .••...•........... ·----··· .........•.. $ 27 4-0
Valor de la ración del día 9··.... . . . . . . . . . . . . . . . .. . ... . . 90
Ajustamientos en 9 días del presente...... . . . . . . . . . . . . . 6o
Un reloj de plata bastante usado ............ _--- .•. . . . . I 5
Una leontina de cobre ............ ·----·· ... ____ .... .
Unchaleco viejo·---··· ..•• ··----···········---··· 6o
Una franela usada ...... ---- ... . . ... . . . . •• . . . . . . ....... 6o
Tres pares de puños usados. . . . . .. . .• _- _- . . • . . . . . .. . . . 6o
Cuatro cuellos, á diez centavos cada uno. . . . . . . ... ... . . . . . 20
Un par de pantalones de baño • ... .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4-0
Dos pañuelos de hilo viejos ....................... -... 30
U na toalla deteriorada, sin valor.
Suma .............. $ 4-7 .6o
E1 Dagua, Mayo 10 de J 898.
El Sargento Mayor Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo avaluador,
Fra ·nciJco .A. Quintero C.-Testigo avaluador, ]oJé María Sánduz.-
Testigo avaluador, .Alejandro López.
INVENTARIO de los bienes del soldado José J. Fl6rez de la 1.• Compañía
del medio Batallón .Arboleda número 18, y que falleció el
dfa 10 de Mayo de 1898, en El Dagua.
Valordedosraciones .. ___ .......................... $ 1 +o
Por ajustamientos en Io días del presente mes...... . . . . . 70
N o dejó . prendas ningunas.
Suma ............. ··$ 2 to
El Dagua, Mayo 1 l de 1898.
El MayorJ Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo avaluador, Eduar¡,
Botero J.-Testigo avaluador, Manuel E. Paz.-Testigo avaluador,
.AicideJ Llona.
INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Lorenzo Morales, de
la z: Compafí.ía del medio Batallón .Arboleda número 18, y que
falleció el día 7 de Mayo de I 898 en "Papagayeros."
Por ajustamientos en 7 días del presente mes ............ $ 50
Valor de la ración del día 7. . • • . . . . . . . . . . • • • . • . . . . . • 70
N o dejó ningunos otros bienes.
Suma .• , ....•.•.•.... $ 1 20
El Dagua, Mayo 8 de 1898.
El Capitán encargado de formar el inventario, OLIMPO SANTos S.
Testigo avaluador, Ferna11do Salazar.-Testigo avaluador, .AiejandroL~
pez.-Testigo avaluador, ]oJé María Sánchez.
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INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Roque Sierra, de la
2.a Compañía del medio Batallón Arboleda número 18, y que falleció
el día 7 de Mayo de 1898, en El Dagua.
En dinero. . . . . ........................... . ...... $ 200
Valor de una ración del día 7 . . . . . . . . .. . . ... . . . . .. .. .. . 70
Ajustamientos en 7 días del presente mes.............. . . . 50
Las pocas piezas de ropa blanca que tenía, se hicieron
quemar por haber muerto de enfermedad contagiosa.
El Dagua, Mayo 8 de 1898.
Suma .............. $ 201 20
El Mayor Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo• avaluador, Pedr(}
Mera.-Testigo avaluador, Rafael Orejuela A.-Testigo avaluador,
Medardo RamoJ.
INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Francisco A. Trujillo,
perteneciente á la z.a Compañía del medio Batallón Arboleda
número r 8, y que falleció el día 26 de Abril de 1898.
En dinero ...................................... ... $ 4 20
Por ajustamientos en 26 días del presente mes... . ... • . . . . 2 6o
U na ruana de paño en mal estado.. . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . • 1 6o
Un cinturón de charol usado. . . . ... . . . . . . . . . . ... . . . . . . . 2
Un chaleco en mal estado. . . • . . . • . • • • . • • • . . . . . . . . . So
U na sábana usada . . . . . . • . . . . . . . . . . • • • . . • . • . . . .. . . . • 50
Dos camisas en completo deterioro, sin valor.
Suma ... . •••........ $ 11 70
Papagaycros, 27 de Abril de 1898.
El Sargento Mayor Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo avaluador,
Manuel S. RamoJ.-Testigo avaluador, Hortencio Pulaza.-Testigo
avaluador, Alejandro López.
NoTA.-Estos bienes le fueron entregados á la señora madre del
finado, quien lo asistió en su enfermedad y cuyo recibo se adjunta.
VARIEDADES
ORGANIZACION DEL EJÉRCITO ESPAÑOL
El mando supremo de las fuerzas de mar y tierra corresponde eft
España á la Reina Regente; pero ningunaorden es ejecutiva si no está firmada
por el Ministro de la Guerra.
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1 94 BOLETÍN MILITAR
En caso de guerra, el nombramiento de General en Jefe se hace
por Decreto, refrendado por el Ministro, y lo mismo se hace con todo
Decreto relativo á la ejecución de leyes militares.
El Subsecretario de Guerra es también Jefe del Estado Mayor General
del Ejército y tiene á su cargo el personal de oficiales generales, el
gabinete del Ministro, la contabilidad central y tres oficinas más.
Independientemente de dichas oficinas funcionan también doce
secciones encargadas de la organización, movimientos de tropas, maniobras,
estudio de los ejércitos extranjeros, agregados militares, caballería,
infantería, oficiales de estado mayor, sanidad, artillería é ingenieros, establecimiento
de instrucción militar, remonta de caballos, etc.
Un Decreto de 1893 ha diferido á una junta consultiva de guerra
el estudio de todas las grandes cuestiones relativas á la organización general
de las fuerzas militares, reglamentos de táctica, defensa del territorio,
planos de campaña y recompensas.
La junta se divide en cuatro secciones, y cada una de éstas está
presidida por un Teniente General.
El último año que precedió á la insurrección de Cuba, el presupuesto
de gastos de la Península era de 736.ooo,ooo de pesetas, en los
que el Ministerio de la Guerra figuraba con 13 3.ooo,ooo, sin incluír las
tropas de Cuba y Filipinas, etc., cuyo sostenimiento está á cargo de los
presupuestos particulares de cada colonia.
Las rentas generales de España en 1896, importaron 766.231,751,
y los gastos fueron de 788.200,7 58. El Ministerio rie la Guerra absorbió
140.225,381, y el de la Marina 23.433,491
Aparte de los I 6o,ooo que Espafia ha equipado y enviado á Cuba, r
de los 20,000 que envió á Filipinas, ti ene en la Península 1oo,ooo hombres
de todas armas; y además 14 regimientos de artillería, 4 de ingenieros,
un regimiento de artillería de sitio y 36,ooo carabin eros y guardias
civiles, que son otros tantos veteranos de tropa de línea.
Hé aquí un resumen completo del Ejército espafíol en actividad y
movilizable, tomado de una enciclopedia norteamericana correspondiente
al año de 1898:
Infantería ..................................... .
Caballería...... . .............................. .
Artillería.. • . . . • . . . . . . . . • . . . . . .....•.... , . . . .
Ingenieros . ...••......•.•.•.. • .. ... ••• . ... , ..... .
Ejército activo peninsular ..... . .. . .... . ... .. ... . .. .
Tropas de las Indias Orientales, personal adminis trati-
YO y sanitario. . . . • • . ...•••......••.•.••... , .. . ... .
Ejército de Cuba ......................... . ... .
Ejército de Filipinas ___ ....... .. . • . . ........ . _. . .
Primera reserva.. . • . . . . . . . .......... . ........ .
Segunda reserva ............ , . . .......... . . ....... .
Total ..................... ..
6+, 314
t 4,314
1 1,6os
5,102
95,335
28,790
201,312
37,760
16o,ooo
I.ooo,ooo
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BOLETÍN MILITAR 195
R.ECLUTAMIENTO
En España el servicio es obligatorio para todos los españoles capaces
de llevar las armas durante doce afios, á partir del 1.0 de Febrero
del año en que cumplan la edad de veinte, á excepción de los que se encuentran
en determinadas condiciones de familia ó de profesión, expresamente
especificados.
La redención á metálico está admitida mediante la suma de 1, soo
á z,ooo pesetas.
En tiempo ordinario los jóvenes son llamados en el curso del año
que cumplen los diez y nueve de edad.
El número de inscritos de diez y nueve años es poco más ó menos
de 1So,ooo hombres para una población de 17.soo,ooo habitantes, com·
prendiendo en esta cifra la población de las islas Canarias y Baleares, que
alcanzan á 6Ci>o,ooo almas poco más ó menos.
Del número total de inscritos, se calcula al rededor de 7o,ooo inútiles
para el servicio; por enfermedad, faltos de talla (menor de 1 m. 54)
ó exceptuados legalmente.
De esa manera la clase anual de diez y nueve años queda reducida _
á 1 Io,ooo hombres, de los cuales Io,ooo son destinados á la marina
y á otro servicio.
Los Ioo,ooo restantes se dividen por sorteo en dos porciones: la
primera constituye el contingente del ejército activo de la Península,
donde cada soldado debe pasar tres años bajo banderas; después recibe
la licencia ilimitada, y queda en esta situación durante otros tres años.
Estos hombres constituyen lo que se llama la primera reserva ó reserva
activa. A los seis de ¡ervicios, pasan á la segunda reserva.
La segunda porción de la clase anual de diez y nueve años consta de
7o,ooo hombres, poco más ó menos, y queda durante seis años en la situación
de reclutas disponibles, y después durante otros seis, en la segunda
reserva.
En España existen tres e lases de reservas: la primera está destinada
á completar en pie de gt.1erra los cuerpos del ejército activo, en caso de
movilización; los reclutas disponibles proveen los reemplazos necesarios
de estos cuerpos durante el curso de la guerra.
Los hombres que figuran en las dos últimas categorías pueden ser
llamados todos los años para ejercicios durante cuatro semanas.
En síntesis general, el sistema de reclutamiento en vigor puede dar
actualmente á España 1.200,000 hombre¡; divididos en doce clases de á
Ioo,ooo.
A estas fuerzas hay que agregar las que pueden proveer los diferentes
ejércitos de ultramar, es decir, los de Cuba, Puerto Rico, Filipinas,
Islas Canarias, Baleares, etc. Hay también que tener en cuenta los enganchados
y reenganchados, y los refuerzos que el ejército activo podría
recibir, llegado el caso, de la infantería de marina, destinada en primer
lugar, á la guardia y defensa de los puertos militares de la Península y
de las colomas, y en segundo, á proveer á las compañías de desemb arque
de la armada, y cuyo efectivo se eleva al rededor de 1 2,ooo hombres
en pie de guerra.
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BOLETIN MILITAR
CIRCUNSCRIPCIONES MILITARES
España está dividida en 61 cireunscripciones territoriales llamada¡
zonas de reclutamiento. De este número 56 corresponden á otros tantos
regimientos de infantería de línea, que contiene el ejército activo, á 20
batallones de cazadores.
Las 5 zonas restantes toman el nombre de complementarias y sirven
para equilibrar los elementos aportados por las otras.
En la cabeza de distrito de cada circunscripción hay establecida
una oficina de reclutamiento, encargada, en tiempo de paz, de reunir y
enviar á los cuerpos los hombres provistos de la circunscripción y de
instruír á los reclutas disponibles; en caso de guerra, de reunir á los reservistas
de la primera categoría y enviar á los cuerpos activos del ejército
á aquellos que están destinados á completar los efectivos, y por fin~
á reuniré instruír á los reclutas disponibles de la infantería.
En cada zona de reclutamiento hay un regimiento de reserva, del
que sólo existe el cuadro en tiempo de paz, y que está destinado á incorporar
en caso de guerra á los reservistas de la segunda categoría y á.
formar así un regimiento movilizado de reserva.
En caso de movilización el rtgimiento de reserva envía al regimientoactivo,
al cual corresponde, todos los reservistas que éste necesite
para completar su efectivo de guerra, y se moviliza á su vez con el número
de hombres que le quedan.
Para la caballería los regimientos se reclutan igualmente en zona~
fijas.
Para la artillería existe en cada región de cuerpo de ejército un
depósito de resen·a especialmente encargado de alimentar reclutas r
reservistas á los cuerpos del arma estacionados de un modo permanente
en la región.
Para los ingenieros existen también 7 depósitos de reservas especiales.
El personal de los cuadros de una zona de reclutamiento s~ compone
de 3 oficiales (un Coronel, un Teniente Coronel, dos Comandantes,
cuatro Capitanes y siete hombres de tropa).
La jerarquía militar en España no contiene más que un solo grado de
suboficial: el de sargento. Los cabos no son considerados como suboficiales.
Los suboficiales no pueden ascender á oficiales.
La jerarquía de los oficiales contiene siete grados: Subteniente"
Subteniente Segundo, Teniente Primero, Capitán, Comandante, Te-·
niente Coronel y Coronel.
No puede hacerse nombramiento alguno que no sea motivado poxr
una vacante, y ni en estado de paz ni en estado de guerra se acuerdan.
grados personales, honorarios ni aumentos de antigüedad.
La jerarquía de los oficiales generales contiene cuatro grados: General
de Brigada, General de División, Teniente General ó General de
Cuerpo de ejército y Capitán General ó Mariscal.
Continuar/á
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BOLETÍN MILITAR 197
ECOS MILITARES
Un oficial inglés, que ha hecho últimamente un viaje al Japón,
escribe en la revista Proudings of the Royal .Artillerie lnstitution,
un artículo respecto á la artillería de campaña de e1>te país, del cual
transcribimos los siguientes datos:
"La artillería comprende 7 regimientos, siendo uno de ellos
de la guardia imperial. Todos ellos tienen la misma organización, y
cada uno está dividido en tres cuerpos; cada cuerpo posee dos baterías
de seis piezas.
"El material es fabricado en los arsenales de Osaka. Los cañones
de bronce del calibre de 7 cm. están unidos de un cierre
atornillado, y presentan mucha analogía con los que se encuentran
en su uso en Europa. En particular los puntos de mira son parecidos
á los franceses.
"La movilidad del material, sin embargo, deja algo que desear.
"El caballo de artillería es del tipo poney; su ración es 5 Kgs.
de heno de 9 litros de cebada. No se emplean más que caballos, y se
les reforma á los 14 años.
"La in~trucción personal para los di versos ejercicios es dirigida
del n1Í mo modo que en Europa. El Comandante de cuerpo tiene
la misión de asegurar el resultado táctico y de elegir el objetivo; el
Comandante de la batería da dirección del tiro.
"La artillerÍa es considerada en el J apún como un cuerpo escogido,
y todos sus elem,.ntos son seleccionados con el mayor cuidado.',
El Gobierno chileno ha contratado con una fábrica de ac
mas de París, diez mil sables de caballería con la cláusula de que
deberán ser entregados el 10 de Agosto.
-El Ministro de la Guerra firmó el 26 ele Abril contratos
para los siguientes uniformes:
1 so,ooo trajes de paño, 150,000 trajes de loneta, 1 so,ooo pares
de botas y 3oo,ooo mantas, la mitad de castilla y la oua de
goma.
Todo lo cual debió ser entregado el 1. 0 de Septiembre pasado.
-La división naval debió salir para el Norte á mediados de
J uní o, haciendo escala en Coquim bo y siguiendo hasta Arica, tocando
en todos los puertos del tránsito.
-El 15 de Junio, al terminar la instrucción militar, los conscriptos
de veinte años se abrirán los concursos de aspirantes á oficiales
de artillería y caballería.
-Se ha abierto un concurso de telegrafía para lo<; oficiales y
clases de caballería, con el objeto de poner en uso el telégrafo de
campaña inventado por el Eeñor José Agustín Sanhuesa. Será
propuesto este mismo señor para profesor de la materia.
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BOLETÍN MILITAR
INSTRUOOlON PARA EL EJERCITO
EL CAPITAN
I
El grado de Capitán es un grado modesto, pero seguramente
es uno de los que impone una tarea más difícil, y en el cual se
puede decir que se encarna el alma del Ejército, ya que es del Capitán
de quien depende la solidez del elemento que se denomina
unidad de combate, que es elemento que constituye la base de las
unidades mayores que entran en la composición dt> los Ejércitos.
El oficial que llega al grado de Capitán debe desechar como
indigna de su carácter la idea de que puede descansar, y entregarse
á meditar las siguientes líneas :
Los primeros cuidados del Capitán deben ser inspirar á los soldados
de su Compañía el celo y el amor por el servicio, y desarrollar en
ellos los sentimientos dtl deber, del honor y de abnegación por la Patria.
De la acogida que le haga á su llegada al Batallón, depende
á menudo el éxito de la obra.
Es menester ante todo desengañarlos y hacer desaparecer esa
preocupación que muchos traen todavía al llegar al cuartel, de
creer que en sus superiores no encontrarán sino seres díscolos que
no conocen más que la consigna y que son incapaces de la menor
benevolencia.
¿ Qué debe decir entonces á estos jóvenes que están bajo sus
órdenes y van á pasar con él uno, dos y tres años ?
Les dirá que deben observar buena conducta, que deben considerar
el cuartel, no como un lugar de detención, como una casa
de corrección, sino como un lugar de reunión donde van á conocerse,
á hacerse ~olidarios los unos de los otros, á servirse de sus
brazos para defender su país.
Les dirá que el cuartel y el servicio es la deuda que es necesario
pagar á la Patria, es la obediencia á las leyes, es el deber, y que
es necesario que un buen ciudadano, un buen soldado, cumpla con
su deber sin murmurar, á fin de que vuelvan á sus hogares con la
satisfacción del deber cumplido, sin que la más ligera sombra deje·
un punto negro en el recuerdo de los años pasados bajo el uniforme
militar.
Les dirá que hay en la profesión ligeras desazones en las cuales
es necesario no fijar la atención, que todas las clases los quieren
bien, y que, si algunas veces éstas no los atienden, es debido á ellos
mismos, que las obligan á esta desatención; á ellos, que toman
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BOLETÍN MlLlTAR 199
poco empeño, que pierden demasiado pronto la instrucción que se
les ha dado, y á lo cual es necesario atribuír esos arranques de cólera,
esas palabras impropias que hacen creer que la clase es un cancerbero,
un hombre mal educado, cuando no es más que un servidor
modesto pero celoso de la Patria.
Muchos reclutas llegan al Batallón con la idea de que el _
Capitán no podía ser sino una fiera.
Su pey_ueño discurso hará desaparecer las prevenciones que tenían
contra él; en vez de un ogro, no verán más que un hombre,
un jefe benévolo, en el cual el sentimiento del deber está fuertemente
arraigado y que parece que personifica su propia familia.
De este modo los habrá conquistado, y de este conquista de
los primeros días dependerá la confianza que un jefe debe en todo
tiempo saber inspirar á sus soldados, confianza que le permitirá obtener
todo lo que desee de estos jóvenes, cuyo corazón es accesible
a los mejores, á los más n@b]es sentimientos.
Adquirido este primer resultado, el Capitán debe estudiar,
para no perder estos frutos.
Su lenguaje siempre debe ser correcto, reservado; su actitud
delante de los soldados debe estar exenta de todo reproche.
Debe saber, egún el caso, dar una recompensa á uno, hacer
un reproche á otro.
Es necesario que jamás, en sus labios ó en sus gestos, el soldado
pueda recoger ó sorprender una palabra, un gesto de reproche
sobre la manera de ser de sus su~eriores.
Si el Capitán, que está mas inmediatamente en contacto con
el soldado, se muestra respetuoso de la autoridad, sus subordinados
Jo serán también, porque tienen fijos los ojos en él y obran según
él.
Cuanto dice, cuanto hace es comentado é imitado.
Si lo que dice y lo que hace es siempre dictado por el sentimiento
de la más exacta disciplina, todo lo que está más abajo que
él, será disciplinado y por consiguiente manejable, dócil y enteramente
á su disposición.
Si, por otra parte, ha sabido precaverse contra otra tirantez
que impide que se acerquen á él sin temor, sin esa incomodidad
que paraliza la palabra y hace grotesca la actitud, será un jefe querido
de sus soldados, capaz de inspirarles esos entusiasmos que forman
los héroes.
Si se comienza bajo estos auspicios y se prosigue en el mismo
orden de ideas, la educación de los reclutas se hará fácilmente.
Serán todo ojos, todo oídos á las explicaciones que les den sus
clases, porque saben que éstas no obran sino por el Capitán, del
cual son los agentes. Pondrán en el cumplimiento de sus deberes
de soldados toda la buena voluntad de que son capaces. Progresivamente,
sin esfuerzo, se verá á estos jóvenes llegados al cuartel
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200 BOLETÍN MILITAR
como campesinos, obreros y burgueses, hacerse soldados buenos servidores
y tomar los aires dignos de un granadero de otros tiempos.
El Capitán les ha dicho que deben estar orgullosos de su uniforme.
Miradles durante un día de revista. Se yerguen, y bajo el ke.
pis sus juveniles cabezas tienen esos reflejos que hacen pensar en
los valientes veteranos de Austerlitz y Marengo.
A mc:nudo, cuando vive má~ particularmente en medio de sus
soldados, en las maniobras y sobre todo en campaña, es necesario
dar ejemplo, no mostrando que está en la abundancia, cuando aquellos
que están bajo sus órdenes se encuentren en la miseria. Si el
soldado le ve comer el mismo pan que él, soportar las mismas privaciones,
aceptará sin murmurar los sacrificios que se le exijan y
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 71", -:-, 1898. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690988/), el día 2025-08-21.
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