Año ti 8ogotá, Agosto 27 de 1893. · ~limero Sft
BOLETIN M·ILITAR
~·.-.....--
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO -·---Director, ALEJANDRO POSADA
Son colaboradores natos de este periódico, todos los Jefir
)' Oficiales del Ejército de la República.
LAS LINEAS DE BATALLA
EN EL COMBATE OFENSIVO DE LA INFANTERÍA
( CONCL tJSJÓN)
LA '2.• LINEA
Esta línea debe producir la decisión del combate por
medio del asalto y del desalojamiento del enen1igo. A este
fin su fuerza numérica debe ser por lo menos igual á la de
la 1.• línea.
La 2.• línea sigue el movimiento de avance de la 1.•,
conservando con ella la distancia de 500 á 6oo pasos,
y se mantiene en completa inactividad hasta llegar á la
J.• zona; por Jo tanto, debe disponerse en formaciones d(
marcha, que disminuyan en lo posible sus bajas.
Cuando la r.• línea ha avanzado 200 ó 400 pasos,
dentro de la 3.• zona y se sostiene en ella, la 2: línea ha
de ganar inmediatamente el espacio de soo á 6oo pasos
que ]a separa de Ja I :, á fin de aprovecharse de la preparación
para la decisión, que aquélla ha alcanzado.
La 2. • línea, tardará por un orden regular, de 5 á ~·
minutos, en recorrer dicha distancia, y durante ese tiempb
las tropas de la 1.• línea harán fuego vivo, que será eficaz
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106 .BOLETÍN MILITAR
y n1ortífero, á fin de quebrantar hondamente al enemigo
en los n1omentos críticos que preceden al asalto. Esto conviene
tanto más, por haber demostrado la experiencia que
el asalto sólo tiene éxito cuando las tropas avanza¡¡ sin
detener se, pues cada detención dificulta eKtraordinariamcnte
]a prosecución del movimiento, y exige la reunión de tropas
fre~cas. De aquí la necesidad absoluta de causar grandes
pérdidas al enemigo, en el mon1ento de empezar el
asalto.
La misión impuesta á Ja 2." lrínea se facilitará considerablemente
si sus unidades ó subdivisiones forman la n1isn1a
unidad superior con las unidades respectivas de I:
línea. (Esto es, por ejemplo, el mismo regin1iento pone un
batallón en la r:' línea y ctro detrás de aquél, en Ja 2.•)
La configuración del terreno detcrn1inará si p2.ra el
.avance de la 2.· línea conviene q uc sus unidades n1archcn
•en columna (por cjen1plo colun1na de batallón) ó en línea
de pequeñas colun1nas (columnas de compañía), dejando
siempre Jos intervalos necesarios para el despliegue y para
disminuír las bajas p0r medio del aprovechamiento de los
accidentes del terreno ..
Cuando la 2• línea se componga de corto nún1ero de
unidades, se conservará fácilmente su enlace á pesar del
gran espacio que deben recor-rer. Las con1pañías podrán
verificar tnovimientos diagonales para cubrirse con el terreno,
sin que por elJo aumP.nten considcrablen1ente los in- '
tervalqs. Pero si la línea es extensa, se perderá la igualdad
~ en los intervalos, tanto tnás cuanto mayor sea aquella extensión;
y para que en el n1omento decisivo la línea no se
n1anifieste débil en parte alguna, deben llenarse precisanlente
dichos intervalos anormales.
De aquí que en toda 2.• línea con~puesta de 4 á 6
con1pañías, por lo menos, sea necesario disponer un segundo
escalón de apoyo, cLiyo objeto es, durante el avance
hasta ht. J.~ zona, y después, llenar inmediatan1ente los cla
·ros 6 intervalos anormales qve resulten en el prin1e"
escalón.
?e comprende que el escalón de apoyo ha de ser débil
·oon relaci6n al I .0 ó principal, bastando que su fuerza sea
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130LETÍN MILITAR
1fa n1itad de Ja de este últin1o. Dicho escalón de apoyo
tiene, además, en el con1bate ofensivo otra misión de la.
·'Cual se hablará después.
El escalón de a:poyo debe seguir al primero á una dis.:
tancia de 300 pasos, y sus sub di visiones se colocarán detrás
de los intervalos existentes entre las unidades del
:prin1ero.
Se ha dicho antes que ]a 2.• línea de batalla se une á
la r.a para una acción con1Ún, cuando ésta ha. alcanzado la
·distancia decisiva, que se ha fijado, por la eficacia del tiro
de fusil, en 400 á 200 metros
Así pues, la entrada en acciótll de la. 2.• línea, supon~
que la I ." ha alcanzado estn. distancia decisiva.
Tan pronto con1o la 2 ... línea ha llegado á JO ó 40
pasos de la r.'-, ó sea de su 1 ínea de fuegos, marchan ambc1s'
al asalto.
Para llevar á cnbo el asalto inflw ye considerabletnente
la distancia real á qu•e la primera línea bta hecho alto.
La experiencia ha ensei'íado que el asalto no puede físicamente
ejecutarse por n1edio de un avance 110 interrumpido,
cuando para llegar al choque con el enemigo hay que
recorrer una distancia n1ayor de 200 pasos; es decir, que la
I. • y 2.a líneas no deben dar el asalto., si no han llegado á
·establecerse á dicha distancia.
Hay que señll.lar, pues, dos casos y marcar el correspondiente
proceaimiento::
I .0 Ol1e se ha cumplido dicha con1isión de llegar á
200 pasos.
2. 0 ~e la ·r." línea tuvo que detenerse á distancia
tnayor, aunque ya dentro de la 3·a zona.
En el prin1er Cáso, la preparación para Ja decisión del
combate está tern1inad'l, y el asalto puede desde luégo darse
por las dos prin1eras líneas en la forma que luégo se
dirá.
En el segundo caso la primera línea que ha absorvido
ya sus sostenes y reservas, necesita un nnevo impulso para
alcanzar la distancia de doscientos pasos. Tal impulso sólo
la segunda línea (primer escalón) puede darlo, y á ese efecto
se en1pleará tOtJ.a su fuerza á fin de producir considera '
bJe nún1ero de fuegos:
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IOS BVLETÍN MILITAR
Pero si aun así no fuera dable llegar á la distancia de
doscientos pasos, considerada necesaria para el asalto, ambas
líneas ( 1 ·• y primer escalón de Ja z.•) aguardarán el
escalón de apoyo de la 2.·, y hasta la 3.• línea ( 1) si fuera
preciso, y de este modo, se dará nuevo poderoso impulso
al movimiento ofensivo.
La experiencia ha demostrado que la decisión de un
combate ofensivo Ja produce casi siempre Ja multiplicación
de fuegos, á la distancia decisiva de tiro (200 metros) .
Contados son los casos de Ja historia moderna de la guerra ,
en que habiendo llegado el que ataca á 200 metros del
enemigo, se ha visto obligado á retroceder.
No obstante, si el enemigo resiste y no abandona su
posisión, debe darse el asalto, y se ejecuta según las siguientes
reglas :
1.• La 1.• línea con todos los refuerzos que sucesivamente
ha recibido, prosigue su avance, sin suspender el
fuego vivo;
2.• Las fuerzas de la z .•línea (óladela3 .• si aquéllas
han sido ya empleadas para reforzar ó sustituír la 1 :) formadas
en línea de columnas de compañía ó si conviene en
una sola columna con frente de compañía ó media compañía,
siguen á ]a guerrilla á 30 ó 50 pasos de ella;
J.8 Cuando la 1.• línea llega á So pasos del enemigo,
el Jefe de ella dará la señal de ataque á la bayoneta. Entonces
cesa el fuego, la 1. • línea cae sobre el enemigo é inmediatamente
después lo efectúan también con mayor
ímpetu las columnas ó columna de 2.a línea.
Si el asalto, de este modo verificado, se ve coronado
por el éxito, la n1isión de la 1.• y z: línea queda terminada
con la ocupación de la posición defensiva. Lo que
después debe hacerse para completar la victoria, corresponde
á la 3.n línea.
LA J.a LINEA
A la 3· • línea corresponde la completa destrucción del
enemigo, después del desalojamiento de éste; ,problema que
,1) Una parte de la 3· r~~ línea queda siempre de reserva.
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BOLETÍN MJLITAR 109
se resolverá del mejor modo, permaneciendo la J.• línea á
distancia y con independencia de las dos primeras.
Estas, durante su activisfad, han hecho tan considerable
gasto de fuerza, que momentánt;amente quedan incapacitadas
de proseguir d combate; necesitan una pausa para
rehacerse; y de aquí que para completar el trabajo efectuado
por las dos prin1eras líneas sea necesaria una J.• ·
En el con1bate moderno se n1anifiesta con tal evidencia
la carencia de fuerza en Jas tropas que han conseguida
la decisión, que debe considerarse como irremisible falta
toda tentativa de su posterior empleo.
Como ya antes se dijo, la J ... línea no tiene por única
misión la persecución y destrucción del enemigo después
de la victoria, sino que si Ja necesidad lo exige, se
empleará igualmente en rechazar ataques del enemigo y en
ayudar con sus fuerzas á las dos primeras líneas en ]a decisión
del combate, ó bien Jas protegerá en caso de éxito desgraciado.
La 3· • línea tiene, pues, un problema propio que resolver,
y es el primeramente enunciado; pero antes, esto es,
durante los dos primeros períodos del combate, debe atender
á los otros dos problemas, en particul':lr al que se refiere
á los ataques del enemigo, que tendrán lugar generalmente
por los flancos, y con los cuales el enemigo tratará
de oponerse al avance de las dos primeras líneas.
La 3: línea debe tener una fuerza igual, por lo menos,
á la de las otros dos, y su distancia á la segunda ha de ser
tal, que pueda oponerse á tiempo á los ataques envolventes
del enemigo. Según sea la naturaleza del terreno, podrá
ser dicha distancia de soo á 8oo· pasos, que corresponde
bien, tanto á la seguridad de la 3· a Jínea, como á su acción
ofensiva ó de auxilio á las otras dos.
Si desde el principio del combate se conoce ya el ala
2.menazada, la 3_a línea se sitúa reconcentrada sobre esta
ala; en caso contrario, según sea 1a extensión del frente de
ataque, se colocará en el centro ó distrihuída entre ambas
alas.
Respecto á su formación, se atenderá con preferencia
á la disminución de pérdidas, siendo la más propia la for-
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J. JO BOLETÍN MILITAR
~nación en cblumnas con frente n1ayor ó n1enor; to~:fa vez
que el problema que la 3·" línea ha de resolver exige movimientos
diagonales á gran d~tancia, los cuales se practican
difíciln1ente estando en linea.
El que está á la defensiva: aprovecha generalmente
Jos n1omentos más críticos del combare para dar los contraataques
de que se ha hablado. Estos momentos son cuando
la tropa ofensiva n1archa al asa! to-, ó bien cuando victoriosa
en éste, se encuentra debilitada en sus fuerzas.
La 3: línea tiene, pues, la misión de estar dispuesta
en tales n1on1en.tos para rechazar todo ataque.
Una vez ocupada la posición asaltada por la 1: y 2 ...
línea, termina el cometido á ellas intpuesto. Pero, si la po~
ición abraza cierta profLLndidad, el enemigo pern1anecerá
frente á la Jínea· ocupada, resguardado por defensas previamente
construídas. Arr.ojar al enen1igu de sus últimas
defensas, constituye el problema propio, especial de la
3 ." línea.
Llegado este caso, las dos pr.imeras líneas pasarán
rnomcntáneamente á la defensiva.
Cuando. las circunstancias del combate no han exigido
el auxilio de la 3·" línea,. bajo ninguno de los conceptos
antes expresados, aq~élla se halla en las 1nejores condicio-.
nes para continuar la ofensiva, ya victoriosa en la primera
posición, hasta desalojar los últimos restos del enemigo.
Antes de te.timinar este estudio creemos conveniente
poner algunos ejemplos de Ja descomposición en líneas de
batalla, de diferentes unidades tácticaB, según las reglas es-
9lecidas.
Si se trata de un batallón que combate aislado,, es evi-.:
dente que no cabe Ja descomposición en tres 1Í;ncas.
Se forn1arán no obstanta los tres escalones de ]a prinlera
línea, y la 2.a línea ó reserva general del modo siguiente:
· Suponiendo que el batallón (como hasta aquí se ha
supuesto) consta de 4 compafiías, y éstas con ' fuerza de 200
hombres, de cuatro secciones; dos compañías eu la formación
n1ás propia para resguardarse del fuego enemigo, cons~
ituirán la segunda línea ó rese,rva general.. Las d~os restan-.
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Be.LE·Tf M:ILITAI\ 1 I I •
tes compañías se descompondrán con1o sigue: media sección
de cada compañía en guer¡.nlla (primer escalón), otra sección
y media de cada compaííía servirá de sostenes (segundo escalón)
y se situará á retaguardia de la n1edia sección en
guerrilla de su respectiva compañía. Lii.s dos secciones restantes
de cada compañía, constituirán la reserva parcial
(tercer escalón); y se situarán resguardadas del enemigo,
bien en el centro det frente ó distribuídas por igual entr~
an1bas alas.
Siendo una brigada com.puest:.t de 4· batallones la fuerza
que combate, el orden de batalla será con1o sigue:
1." línea.-Un batallón, descompuesto en tres escalotles
del siguiente modo: primer escalón (guerrilla), cuatro
medias secciones; segundo escalón (sostenes)) las cuatro
n1edias secciones restantes y cuatro secciones; tercer escalón
(reserva), las cuatro n1edias compañías restantes del
batallón.
2.: Línc:.t.-Un batallón perteneciente al regimiento ó
media brigada del batallón de I _ línea, for.¡nando el primer
escalón: dos compañías de otro batallón, constituyen
· el escalón de apoyo.
J ... Línea.-U n batallón y las dos co1upañías restantes
cj.el anterior.
Si se trata de una División compuesta de dos brigadas,
el orden de batalla será el siguiente :·
T." Línea.-Dos batallones. Cada batallón forma los
tres escalones, bajo las reglas dadas en. el caso anterior.
2." Línea.-Dos bataJlones, constituyendo el primet·
escalón. Estos deben ser los que formaa regimiento ó n1edia
brigada, con los que respectiva mente están delante en
I. .. línea. Los cuatro batallones que forman an1bas líneas
corresponden á la misma brigada. Resulta así una unidad
(regin1iento ó media brigada) en '2ada ala del frente de batalla,
descompuesta en sentido de la profundidad, en I.& y
2." línea. Forma el escalón de aoovo un batallón .
• J
J." Línea.-Un regimiento ú n1edia brigada y el batallón
restante.
De análogo n1odo se descorppondrá un cuerpo de ejército
de dos divisiones. Este situará en cada ala del frente
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112 ROL' ETÍN MILITAR
de batalla una brigada, perteneciendo las dos, á la misma división.
Cada brigadá. pondrá dos batallones en 1: línea y
otros dos en 2.•, de modo que los regimientos ó medias brigadas
queden en sentido de Ja profundidad. Un regimiento
o media brigada constituirá el escalón de apoyo de la 2: línea,
la brigada y el regimiento restantes la 3: línea.
La norma general que debe seguirse, es la descomposición
de las unidades en orden de la profundidad, por lo que
respecta á la 1 ... y 2: línea; y la independencia absoluta,~en
lo posible, de la 3 ... línea.
En la división ó cuerpo de ejército nos hemos referido
tan sólo á Ja disposición en orden de batalla de la infantería.
La caballería y artillería tiene señalado su puestoJy
empleo en las diferentes fases del combate; pero con ello
no variarán sensiblemente las recíprocas relaciones de fuerza,
colocación y empleo de las líneas de batalla, objeto de
nuestro estudio.
--· .... --
LA ESTIMACION DFL ~OLDADO
(Á PROPÓSITO DEL INFORME DEL SR. MINISTRO DE GUERRA)
Merece muy atenta lectura el Informe que el Ministro de
Guerra, señor General Luján, redactó para conocimiento del
Congreso del presente año, en cumplimiento del precepto constitucional
que así lo dispone. Dicha pieza es un documento oficial
de mérito por la clara y metódica exposición de los asuntos, por
las acertadas observaciones que contiene y por el mismo buen espíritu
de disciplina á que ella obedece, por ser su autor militar distinguido,
pundonoroso y experto. En el corto preámbulo que precede
á la enumeración de los asuntos, dice el General Luján:
"Por mi parte, no he traído al Gobierno más que mi buena voluntad
de servir al Ejército, cuyo miembro soy, y al cual deseo
vivamente ver mejorar día por día en disciplina, instrucción y
moralidad, para que á la vez que orgullo de la Patria, sea firme
sosten de su integridad y soberanía, dtl orden interno y de las
ínstit,JCÍones vigentes."
Formulado así, lacónica pero expresivamente el anhelo patriótico
del señor Ministro, no es de sorprender que haya logrado
dar cima á la labor que tuvo entremanos, con señalado acierto y
singular consagración.
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BOL!TÍN MILITAR I J 3
Cuando en el mes de Diciembre, del año pasado, se hizo cargo
de la Cartera de Guerra el General Luján, la atmósfera política
no estaba del todo limpia y despejada: circulaban confusos
pero persistentes rumores de turbación del orden público y el Ministro
de Guerra, empeñado naturalmente en mantener el orden,
como la más primordial de las necesidades del pueblo colombiano,
no pudo convenir en que se disminuyese el Ejército, sino que, al
contrario, logró aumentarlo al efectivo que señala el artículo 1.0
de la Ley ]5 de I 896.
Es muy satisfactorio poder apreciar por este sólo hecho, el
buen espíritu y recto juicio con que el General Luján ocupó el
elevado puesto de Ministro de Guerra, y envuelve una consoladora
enseñanza para las filas del Ejército el empeño con que ha querido
dignificar al soldado y buscar justo y gradual ascenso á las clases,
pudiendo decirse que á tan significativos puntos contrajo
de preferencia su atención en el Ministerio. En la solemne misión
de dirigir, de impulsar al cumplimiento del deber, ha coJJaprendido
muy bien que las almas se igualan ante la idea más noble y elevada
de la carrera de las ~rmas : el patriotismo. El peligro está en caer
en la familiaridad, pero de ninguna manera en buscar las seducciones
de la bondad y de la hidalguía. Si se enseña á los oficiales á ser
valientes, patriotas y enérgicos, no se les debe enseñar tám bien á
ser buenos? La bondad debe ser efectiva, la moneda que no circula
no reporta utilidad. A abrir nuev0s horizontes en la carrera, á estimular
el mérito y los servicios de la tropa tiende el General Luján
en su Informe cuando reclama la expedición de una ley de ascensos.
Volviendo al punto primeramente enunciado de pie de fuerza
existente, hemos de consignar las expresiones del Informe que denotan
el acierto con que el Ministro se ocupó en ese asunto y que,
de otro lado, tiend~n también á la exaltación del soldado y de los
Jefes del Ejército.
Dice el General Luján, en las páginas VI á VII de su Informe:
"Los periódicos de oposición han solidtado con mucha insistencia
la rerlucción del Ejército, probablemente creyendo que con
esa disminución las dificultades fiscales vendrán á menos; pero no
han pensado en que los gastos que se hacen en el Ejér'-ito son reproductivos,
son una economía hecha al país en desmoralización,
consecuencia natural de la guerra civil, sin contar el derroche de la
riqueza pública y la paralización del comercio y de las pocas industrias
que existen entre nosotros; ocho días de guerra causan gastos
infinitamente superiores á los que hace el Gobierno con su efectivo
actual en un año.
"Estas consideraciones han hecho al Go.bierno bastante fuerza .1
para desoír las declamaciones de los periodistas á que me he referi-do
poco há; los hombres de trabajo han agradecido, y el país mismo
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i .
1
I q . . DOLE 1 i T TllH.ITA•R
agradece; .que ~e evite la revuel:a con el mantenimiento del pie de
fuerza dec,retado por la ley.
''Como·tenemos toda, ía nocion,es falsas sobre la instituci<Ínl miJitar,
á escritores y publicistas, por otra parte muy d:stinguidos, se
les escapan la .:; apreciaciortes m á s absunb.s y d espectivas respecto
del Ejército. ¿Por qu e no ha de suceder lo propio á lo s que viven explotando
las malas pasiones de unos contra otros r contra el Gobierno?
"El Ejército , merece todo respeto de las naciones :)delantadas,
y es síntoma de atraso el mirar- al s oldado guardián del orden y de
1a pública eguridaJ, con cierta tibieza y aun de~dé n.
"Vosotros, a} · contrario, dictaré is, así· lo espera mos de vuestra
sabiduría, todas las pmvidencias qu juzg uéis opoí tunas, no súlo
para dotar al Ej é rcito de todo lo que é l necesita para llenar sus altas
funciones, sino para. ennoblecerl e y lev.antarlc Je la postración á
que lo han llevado- en. época pasada- ideas erróneas sobre su formación
ó reclutamiento.
''La Ley 167 de 3 r de Diciembre de I 896, que organiza el
·servicio militar obligatorio, es· ya un paso más avanzaJo en la sen(!a
d_ la formaci6n mate rial 'el Ejército por medios racionales y científicos,
y aunque el M in'sterio ele Guerra ha de encontrar dificultades
al principio para cumplirla, reglamentaria, y hacerla cumplir,.
~ a luz hará que como en .Francia, Alemania, etc, la nación misma
pase por los cuarteles y que todo ciudadano hábil monte la
-guardia ele la seguridad nacional y de á la patria su c..>ntribución de
sangre, sin que corresponda s<)lG al prolerario este servicio. El hawbre,
la sed, la desnudez y la fati ga,. las inromodidaJes del cuartel ó
.del vivac, hemos de soportarlas todos, y <"S preciso, Honorables
Legisladores, apresurarnos á corregir estas dificultades y hacer amar·
Sición los libros Diario, Mayor., Caja.,
Cuentas Corrientes, Vencimientos, Deudores á Mutuo., Batanee~ etc..,
etc., junto con los comprqbantcs que los acompaña; sobre tlnos y otros
practicamos u.n prol~jo examen de las 0pcracior.cs practicadas en el afio,
y todas las hallamos descátas con claridad y precisión }' debidamente
.comprobadas concordando en un todo con el resultado de Jos exámcnc<>
mensuales practicados por el señor General Inspector dd Ejé.rcito, en
!as cuenta~ menc;uales de dicha Tesorería.
Los l:ibros se abrieron con los saldos de las cuentas en 31 de Didembre
de 1896, cuyo Balance examinamos, los <;:u_ales e.oan:
CRÉDITO
Remesas. .••..•••.•.•••.•...•....••••.•.•.. $
Intereses.... . . . . . • . • • • • ••......•....••...
Cambio de moneda.... . . . • • ••.•••.•••.••••.
Pét:didas y Ganancias ....•••••••••• , •..•. : • ••••
115,7 51 6 5
30,577 4-0
891 67t
135
Suma •••• • .•• ··......... 147,355 72t
DÉBrTO
Castos Generales ..••.•...•.•.•.•••.••...•.•. $ 20,830 1 5
Devoluciones ••••.•••••••••.•.•••.•.•.••.•.•.. 4-9 8o
Pensiones ................................... . 7.874- 8o
Caja. . . • . • • ••..••..•••.•.•.•••.• , • . . .•..• 3,000 97~-
Deudores á Mutuo ..•......•....•.•..••.•...• 11 s,6oo
Suma .............. $ 147,355 7~}
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116 BOLETfN" MILITAR
Por no hacernos demasiado largos no extractamos el estado de cada
una de las cuentas que se llevan y nos limitamos á las de movimiento
más activo. Estas son:
Remesas. Produjo esta cuenta en el año ....•••...•• $ 27,782 72
Intereses •..•........••..•• ••.•...••••••.•.•.. IO,I94 30
DeudoreJ á mutuo.. • • • . • • ••• . • . . . . • • • • . • • . • . • • . • 5, 500
Suma •...•.•............. 43,477 o2t
Duran te el año se gastaron:
En pago de pensiones ••.•..••••.•••....•••....•...
En gastos generales •.••..••.•••.•.•• , ••••.•.....•.•
8,o56 20
6,165 05
Se colocaron á interés con hipotecas de fincas ubicadas en esta ciudad
y con todits las demás formalidades exigidas por ]a ley $ zo,ooo.
En concordancia con lo dispuesto en el artículo 42, Título 5· de
la Ley 1 53 de 1896, la Junta dispuso que mediante las formalidades
prescritas en el Reglamento se concedieron algunas anticipaciones de
sueldos, pero metódica y discrecionalmente, de manera que quedaran
asegurados y sin riesgo alguno de perderse los fondos anticipados. En
el año á que nos referimos se anticiparon $ 1 1,1 6o, de los cuales se reintegraron
6,6o8, quedando en 31 de Diciembre un saldo débito de
4,55 2 •
Las pensiones concedidas hasta 31 de Diciembre de 1897, eran las
siguientes:
Señ.ora
,
"
"
"
"
"
,,
"
Isabel P. de Ramírcz ....••.••••••.•.•••...• ---· $ 6o
Concepción M. de Tovar ... • . . • . • • • • • . . . • . . . . . . 40
Eulalia E. de Comunay.. . • . . . • • • • • • • . . . . • • . . .. 3 S
Elena D. de Lozano.............................. 100
Mercedes U. de Pardo............................ 35
Adclaida B. de López...... . • . • • . . . . • • ........ • 30
María Duque de Mayer...... •• . . •. .. . • • • . • • • • 40
Orosia H. de Rodríguez .•• , • • • • • . . . ... • . • . . • • • . 40
Ester Rebollo de Rosas....... . • • . • • • . . . • • • • ... so
Lastenia Martínez de Torres .............. , , .. , , • . 40
Carlina Grau de Sánchez... •.. • . • . . . . . • • • • . . . . • • 40
Francisca Cortés de Rocha........... . . . . . . • . . . 30
Enriqueta P. de Méndez.... • • • . • • • . . • . • . ... .. . • 8o
Mercedes A. de Gamboa.......... • . . . • . • . .. . . . . too
Isabel del Río de V élez.. . . • • . • . • . • . .. . .. •• .. .... . . 1 oo
María Vilar rle Capella........................ 100
, Rosalía H. de Forero.. . . • . . • • • . • . • . . . . ... • • • • • 6o
, Ana Rosa C. de Camacho.... . . . • • • • . • . • . • • • . ... too
Todas ellas disfrutaron de su pensión íntegra hasta el mes de Scp ·
tiembrc, en que hubo necesidad de cumplir con lo dispuesto en el parágrafo
del artículo 3.0
, Título 1.0 de la Ley ya citada, y prorratear,
pues el producto de los intereses no era ya suficiente para los gastos de
Administración y pago de pensiones. Estas han aumentado en el presente
año con las siguientes:
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BOLETÍN M ILITAlt 117
Sei'iorita Rafael a Óómez ....•• , ..••. .. .. •• . . . • . • . . ........ • 4-0
Señora Orosia A. de Peña . . • . • • • .. .... .. • • • .. • . .... . ... So
Atanasia O. de Zorrilla . .. . . . . . . . . • . • . • • • . • . • • • 100
Briceida Monroy y C. González. • • • . . . . .. •• . . . . . . 40
Los intereses son pagados generalmente con regularidad, excepto
lns deudores Cllyos nombres figuran en el Balance en los folios I 3, J.9,
ao y z6, los cuales se hallan en mora, y debiendo varios trimestres de
intereses. En el pliego que adjuntamos hallaréis el monto de lo que
cada uao de ellos debe tanto por capital como por intereses.
Algunos habilitados han quedado debiendo el valor dd Montepío
en algunos meses, corno lo veréis en el pliego ya citado.
En 31 de Diciembre del año próximo pasado el capital del Mon-tepío
estab representado así:
En obligaciones hipotecarias ................... $ 130,100 ••
En. oblig~cioncs ~or anticipaciones.............. 4,5 52 ·
Extstenc1a en caJa.............................. 6,651 37~
Suma •••.. •• • · .•.. ·. $ J 41,303 37t
Como veis, el capital del Montepío ha venido aumentando afio
tr'as año, á pesar de tener que pagar ya en pensiones mil trescientos pesos
mensuales aparte de los gastos de administración. En el Balance del
mes de Abril del presente año, que tuvimos á 1 vista, ya las cuentas de
deudores á mutuo arrojaban un saldo de ciento cuarenta mil novecien~
tos pesos, y es casi seg~ro que antes de dos años el capital del Montepío
no baje de doscientos mil pesos.
La Junta Dirccti va tuvo en el año veintiséis reuniones ordinarias,
y en cada una de ellas despachó todo lo que el Secretario ponía al despacho.
Por la copia del Balance de Diciembre, que hallaréis adjunto, y el
pliego que acompañarnos, podréis formaros una idea exacta del estado
del Montepío, y veréis que su cartera está representada en obligaciones
hipotecarias suscritas por personas honorables y de responsabilidad. En
cuanto al examen de la cuenta del señor Tesorero, como dejamos dicho,
la encontrarnos arreglada, comprobada y no hallarnos reparo alguno
qué hacerle, por tanto terminamos el presente informe proponiéndoos
el siguiento proyecto de resolución:
"Fenécese la cuenta de la Tesorería del Montepío Militar c-orrespondiente
al año de 1897, y ex pídase al señor Carlos U crós, responsable
de ella, el finiquito correspondiente."
Se .:lores de la Junta.
RoBERTo PARDO C.-CLoooMIRO BARREaA.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOLETÍN MILifAR
tfiniquit:> ex?! li lo :i favx .!el se:l)r C1rbs U:r.)s, T.:>JrerJ del M>::ltepío Militaf.
·'Rep.'t!Jiica de C?hm!Jia.-Mi?tisteri9 ae G:err.z.-.'11mtepío Milit.1r.PreJidencia
de la Jrmta Directioa.-N,'tmen 25 r.-JJIJgottÍ, Ju-
7JÍO zo de 1898. _
Las cuentas de la Tcsorerh del M~mtcpfo Militar, á cargo del señor
Carlos Ucrós, relativas al tiempo tra:ucurri::io del 1.o de Enero al
.3 I de Diciembre de 1897, han sido f-:necidas definitivamente en la sesión
de hoy, y por tanto, la .J ~1nta declara al expr~:ndo rc3ponsable á pn
.Y salvo con el Tesoro del Montepío, por 1 gu~ rc.;pccta á dicha cucnt-
ta, y le expide el prc3cnte ii~iquito p.ua su seguridad.
El Presidente!,
.El Secretario,
.A1:tmio lv.lallarino.
VARIEDP_DES
~1-ITERATURA MILITAR
TROZOS E5C0G.JD S DE OBRAS ANTIGUAS Y MODER 'AS
1
N o se ha visto jarnás talento mejor dispuesto que el suyo
(el de Aníbal) para do tosas tumpletamente distintas: para mandar
y para obedecer. A -í es que se hacía difícil distinguir de quién
e1 a más estimado, del G~neral en J de, ó (1el ejercito. Cuando
convenía hacer algo grande y atrevido, Asclrúbal á nadie lo encar
·gaba con más des&hogo que á An1bal, y los soldados nunca mos•
traban más confianza que cuando iban bajo su dirección. Demos~
raba un valor sin igual para meterse en aventuras ; pero no era
menos prudente al encontrarse en los peligros. El trabajo no fatigaba
su cuerpo ni amilanaba á su espíritu; resistía por igual el
'ftío y el calor ; no bebía ni comía sino lo indispesable para satis-facer
á la naturaleza, y no para regalarl·1. No tenía tiempo fijo y
determinado para dormir y para velar, así de día como de noche.
Empleaba en el descanso el tiempo que le dejaban libre sus tareas;
'pero ese descanso no se lo proporcionaba en sitio silencioso, ni en
blando y cómodo lecho. V iósele muchas veces echarse á dormir
entre los centinelas ó en los cuerpos de guardia, mal abrigado con
un capote. No vestía con más lujo que sus camaradas; pero en.
armas y caballos 5obresalía por la magnificencia, y en esto hacía
gala de distinguirse. Era entre los suyos el mejor infante y el mejor
jinete. En el combate era el primero en avanzar y el últim(}
en volver.
Trro L1vro, Historia romana (3-" década, lib. l.)
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOL'El'ÍN N:.lLITAR
II
Agrícola se puso al frente de su ejército, multiplicándose eu
·)as marchas, elogiando á los soldados á quienes encontraba en
buen orden y ca tigando á los que no lo guJrdaban. Iba personalmente
á e -coger y desigPar el terreno -en q~1e había dr acamparse
reconociendo por sí propio los bosques y las lagunas; y no dejab:l.
un ffi)mcnto al enemigo sin molestarle con súbit~ s incursior.es.
Todo el invierno anduvo ocupado en tomar las más cuerdas
disposicion"!s. Los hombres del oficio decÍC~.n, que nunca General
alguno había sabido escoger mejor las posiciones ventajosas: ninguno
de los fuertes construídos por Agl'Í.._ola capituló, ni fue abandonado,
ni tomado. Desde eso fuertes hada ~recuentes irrupciones;
provi:;iones para un año prevenía11 los peligros de duraci García; Teuientes, Juan E. Méndez
H., Pantaleón Reyes, Faustino Ballesteros y Francisco Durán;
Suptenientes, Manuel A. Bernal, Benjamín J. Ferro, José
Piñeros.
Batallón Sucre número 10.--Sargento Mayor g-raduado Cecilio
Zamudio; Tenientes, Emiliano Camargo y Máximo Rivera;
Subtenientes, Isaac Vargas, Santos Quijano y Juan Sierra.
Medio Batallón Bolívar.-Capitanes, Víctor M. Vesga y Salvador
Valbuena; Tenientes, Miguel A. Quintero y Bonifacio
Duro; Subtenientes, Juan B. Prieto y F ermín Moreno.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 66", -:-, 1898. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690983/), el día 2025-06-24.
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