AM II Bogotá., .Agosto 2Q de 1898. N\lmero 65
BOLETIN MILITAR
--•o,._ __
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO
---··------
Director, ALEJANDRO POSADA
Son colaboradores natos de este periódico, todos los Jefe;
)' Oficiales del Ejército de la República.
LAS LINEAS DE BATALLA
EN EL COMBATE OFENSIVO DE LA INFANTERfA
INTRODUCCIO
El combate ofensivo de la infanteria; cualquiera que
'sea su objetivo, siempre sigue en general el n1isn1o curso,
esto es: el sucestvo y continuo refuerztJ 6 aumento de densidad
de una línea al principio muy abierta, que al fin viene á
cerrarse por completo.
El orden de batalla. n1oderno para el coh1bate ofensivo
es en tres líneas. La primera ó principal, es la que sosfene
en primer término el combate, y su esp cial nlisión no termina
hasta llegar á distancia decisiva ( 200 á 400 pasos)
dd enen1igo. La segunda, á h cual puede llamarse de re.
fuerzo, se une á la prin1era en los últimos momentos, para
decidir la luche:. por n1edio del asalto y el choque al arn1a
blanca. Finaln1t;nte, la tercera línea, ó sea la de rese,. ·va,
obra prin1ero, según las Lircunstancias, ya para rechazar
~taques del enen1igo, ó para a y u dar á la decisión del con1-
bate; pero su nüsión esp cial es completar la victori:t, ó
proteger la retirada.
Estudiar la acción, composición y recíprocas lecciones
tie Jas tres líneas. es e~ objeto primordial de este artículo
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CURSO GENERAL DEL COMBA1 E
El campo de batalla se considera dividido en tres
zonas.
La r .• empieza con el alcance eficaz de la artiller:a
( 2,400 n1etros), y termina con el incierto de la infantería
( I ,soo metros).
La 2." se extiende desde 1,500 metros hasta el alcance
eficaz del fuego de la infantería ( 6oo metros).
La 3.• abraza desde los 6oo metros hasta la posición
n1ás avanzada del enemigo.
El despliegue de la tropa debe efectuarse desde el
mon1ento que enlpieza á sufrir bajas, por Jo tanto, al entrar
en la r ... zona. Tal despliegue consiste en la colocación
conveniente de las unidades, en sentido del ancho y de la
profundidad (descomposición en tres líneas). Tal es la
primera evolución.
Dentro de la 1." zona, las bajas pueden reducirse ton1ando
formaciones adecuadas y aprovechando los acciden ...
tes del terreno; pero al ~ntrar en la 2.." zona. es preciso ya
aumentar Jas distancias y los intervalos. Siendo cerca de
4 50 pasos la n1áxima dispersión de Ja granada metralla en
sentido de la profundidad, debe fijarse en 500 á 6oo pasos
la distancia que ha de mediar entre las primeras filas de
t!os líneas de batalla inmediatc,s. Los intervalo=' quedan de~
tern1inados por la necesidad de ofrecer poco blanco á la artillería,
y deben ser de 30 hasta so pasos entre compañías,
n1edios batallones y batallones.
Al llegar á la 2: zona, la 1." línea de batalla entra ya
en actividad, y á ese fin se descompone á su vez en escalo ...
nes, á distancias entre sí, que variarán, según la clase de
terreno, .de 100 á 300 pasos. Los intervalos entre las unidades
se fijarán de modo que permitan la propia actividad,
sin que se pierda el enlace.
Cuando la 1. a línea ha llegado á la 3: zona, y ha
avanzado 200 á 400 pasos dentro de ella, empieza el mo ....
n1ento decisivo del combate; en cuyo éxito influye esencialmente
la eficacia del fuego.
La 2." línea toma entonces la forn1a.ción normal d e
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'cbrnbate, atraviesa el espacio que le separa de la 1.• línea;
se une á ésta, y ambas dan el asalto.
La J.a línea, si es preci~o, rechaza los contra-ataques
·y auxilia á la 2.• línea; persigue al enemigo después de la.
~victoria, ó protege la retirada, en caso de n1a1 éxito.
I." LINEA
En ·el combate ofensivo de la inf-antería, la 1 .• línea.
ha de ser fundamental, tan fuerte con1o la 2.a ó prin1er escalón
de la misn1a.
Supu~sto -que la formaci9n del primer escalón de la
La línea ha de ser en orden abierto, puede calcularse que
cuando dicho escalón tenga la mayor densidad, cada tres
hon1bres, para la facilidad de sus n1ovimientos y ejecución
de l0s fuegos, necesitarán un espacio de 4 pasos; de donde
resulta para una compañía de 200 hon1bres, un frente dé
· 66 ó sean 300 pasos.
Pero al atravesar l'll 2.n zona, experimentará el primer
escalón grandes bajas, y aún mayores dentro de la J. a zona'
y para reemplazar estas bajas, aun1entar los fuegos y dar
impulso al avance, s indispensable una fu~rza cuádruplé
de la n1encionada,. para el mismo frente de 266 á 300 pasos.
En otros términos, t\n batallón de 4 compañías á
'lOO hombres cada con1pañía, sólo debe abrazar un frente
de 266 á 300 pasos, y menór á proporción, si la fuerza de
las compañías es n enor.
De aquí la formación del batallón en escalones, abra'
Zando el correspondiente frente.
La I.a línea de batalla no tiene otro objetivo que lle.:.
gar á la distancia decisiva ( 200 á 4oo pasos) en el menor
tiempo posible, pues todo retardo innecesario trae por con.:..
secuencia mayores bajas sin ventaja. Pero, tan1poco debe ·
desarrollarse el problen1a con tal precipitación que se origine
la derrota parcial de la I: línea.
El apoyo de la artillería, es de la mayor importancia
para el objetivo antes indicado.
Al entrar la 1.• línea en Ja 2.n zona se descompóne en
tres escalones, á saber: guerrilla, sosle~s y reser·va. Supo-
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niendo que se trata de un batallón que no combate aislado,
la relación y descomposición de fuerzas de los tres escalones,
en los prin1eros momentos, será en cada batallón de
1-.• línea,. como sigue: cuatro n1edias secciones (pertenecientes
á cada una de las con1pañías) en guerrilla; las cuatro
medias seccione:> restantes y cuatro secciones más, constituyen
Jos sostenes que forn1arán en dos filas, por secciones,
medias secciones ó escuadras, con intervalos, detrás de
Ja guerrilla de sus respectivas compañías, y cubiertos en lo
posible con los accidentes del terreno; las cuatro n1edias
compañías restantes forman la reserva, y se sitúan bien
reunidas detrás del centro, del frente ó de un ala, bien distribuídas
entre ambas alas.
La constitución de los escalones en esta forma, obedece
á la necesidad de evitar que al reforzar la guerrilla
los sostenes y reserva se mezclen entre sí soldados de diferente
compañía, y se origine, por tal causa, un desorden
y confusión de graves con~ecuencias. De aquí que, en vez.
de desplegar en guerrilla una ron1pañía entera, sirviendo
otra de sostén y las dos restantes de reserva, se crea preferible
que cada con1pañía por sí se descomponga en sentido
de la profundidad, para formar los tres escalones, debiendo
los sostenes y reserva reforzar la guerrilla de las
respectivas con1 pañías.
El primer refuerzo á la guerrilla, lo dan las medias
seciones que se hallan en los sostenes, y luégo gradualn1ente
las seccicnes, según lo exige el fuego enemigo y las
bajas propias.
Cuando los sostenes en su totalidad se han embebido
en la guerrilla, la reserva se adelanta á ocupar el puesto de
aquéllos, y se dispone á dar nuevos refuerzos, ya intercalándose
en orden cerrado en la gut.rrilla ó bien prulongan-
. do las alas.
Las di~tancias á que dcbem situarse los tres escalones
dependen del terreno y de la clase de fuego del enemigo.
N o es dable, pues, fijar reglas, pero se tratará siempre, por
medio de can1bios de distancia v formación, dificultar e
tiro de la artillería contraria. ·
En general, los sostenes destinados á reforzar la gue ...
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BOLETÍN MILITAR 93
rrilla, deben estar lo n1ás cerca posible de ésta, sin mez~
darse con ella, pero lo suficiente Iejcs para no servir de
blanco al enemigo; por Jo tanto á unos 8o hasta I 50 pasos,
mientras que la reserva ó sea el tercer escalón, se halla
á mitad de distancia entre la guerrilla y el escalón n1ás
avanzado de la 2.• línea de batalla.
El avance deJa guerrilla dentro de la 2.• y J." zona
se verificará á saltos ( r ), esto es, se gana á la carrera una
corta extensión de terreno, se hace alto, se dispara, y se
prosigue al movimiento 'en igual forn1a. El avance á saltos,
tiene el doble objeto de acortar la pausa del fuego y de disminuír
las bajas, pues los tiradores al hacer alto, terminada
su corta carrera, se echan al suelo y aprovechan el terreno
para cubrirse.
Cuando Ja guerrilla sea algo extensa, ofrecerá dificultad
de avance simultáneu; en este caso, el avance debe ser
alternando, en la forma que permita n1ejor resguardarse
del fuego enemigo y que no haga precisa la su~pensión, ni
aun momentánea, del fuego propio. En cuanto á la eX¡tensión
de la parte de guerrilla que debe avanzar á Ja vez,
influirá la naturaleza del terreno; mas conviene saber que
cuanto menor sea dicha parte, más corto debe ser el avance
ó salto. Como principio fundan1ental puede decirse que
donde sea posible, debe avanzar sin1ultánean1ente una fuerza
que no baje de una sección, ni exceda de cuatro.
También hay que considerar el gasto de fuerza física,
para fijar la extensión del salto. Con1o éste se da á la
carrera, conviene que no exceda al principio de roo pasos,
y que se vaya reduciendo cada vez.
Finalmente, no debe ol viciarse que este procedimiento
de avanzar, reconocido hoy con1o absolutan1ente necesario,
dada su dificultad, ha de practicarse en tiempo de paz,
si se quiere que en la guerra se ejecute como corresponde
en cada caso.
Los sostenes, en la forn1ación con interv·alos ya indicada,
y la reserva, seguirán á la debida distancia el moví-
( 1) En las distancias más lejanas, dentro de la 2.• zona, puede no
ser necesario el avance á saltos, si el enemigo no hace fuego ó no causa
efecto con él.
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9+ B.OLEl ÍN MILITAR
ntrento de avance de la guerrilla; pero el refuerzo de ést~
no debe tener lugar hasta que el efecto del fuego enemigo.
};laga preciso contrarrestarlo y reemplazar las bajas.
La acción de la reserva ó tercer escalón, empieza fundamentalmente
en aquel p.1,om,ento en que la guerrilla ya reforzadq.
por los sostenes ha. entrado en la 3.a. zona; y es
~1ecesaria la producción del n1ayor fuego posible, mientras
Jlega la 2: línea de batalla y se dycide el con1bate por el
asalto y el choque a) arma blanca.
La n1isión que h;1 de desempef\ar el tercer escalón no
pern1ite su fraccionanuento con1o e11los sostenes, debiendo,
por el contrario, estar concentrada en unidades relativan1ente
n1ayores (m..edias compañías) ó grupos de ellas,· 1ecesidad
n1.ucho mayor, si se consid~a que el tercer escalón
es Ja propia reserva de la r.n. Iíne~ durante su avance hasta
~legar á la J. a zona.
En efecto, el enemigo puede practic.ar n1ovin1ien tos,
de ataque contra uno ó ambos flancos de la guerrilla. Entonces
el tercer escalón. se em.p1ea eu prolongar el flanco
amenazado, y, á ese objeto es evidente. que conviene se halle
forn1ado en en orden cerrado; ó bien, el enemigo puede
producir en su frente tal nún1ero de fuegos que la guerrilla,
aun reforzada por todos los sostenes, no puede ]legar,
por sí sola á la 3: z.ona, en cuyo caso, la reserva, ó tercer
esca.lólil . será empleado antes de tien1po, intercalándose en la
guerrt1lla. También la forn1ación en orden cerrado responde
n1ejor ~ ese fin.
Para qu,e el tercer escalón se halle siempre dispuesto á
]a resolución de. taJes problen.1as, conviene por; , lo regular
que se halle, como ya se ha dicho, á mitad d~ distancia
entre la guerrilla y la 2: línea. de batalla.
El aprovechamiento del terreno para cubrirse y la
probabilidad de su fu.turo en1pleo, decidirán si las medias~
compañías que constit~yen el tercer escalón deben situarse
detrás. de su guerrilla respectiva ó bien reconcentradas de-;-,
trás de un ala del frente ó distribuídas entre an1bas alas.
Si, ppr ejen1plo, es más probable que el tercer escalón deba.
pres~ar un refuerzo frontal directo ., será preferible Ja prinlera
formación, y, por el contrario, la últÍl;lla, si las probabi-
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Edades están et'l· favor de l'a prolongación de mn ó de las
dos alas.
Fuera de los casos antes n1encionados, de ataques del
enemigo contra los flancos ó insuficiencia de los fuegos de
la guerrilla reforzad-a con los sostenes, el tercer escalón no
entrará en acción hasta que la guerrilla haya alcazado la
distancia decisiva, ó por lo 1nenos entrado en Ja 3·· zona;
llegado este momento, tal acción puede verificarse de tres
modos: 1.0 •Por prolongac'l'ón de la guerrilla; 2.0 por refuerzo
de la misma; J.0 por szutitución.
I.0 Se verificará por prolongación, cuando esté demostrada
la conveniencia _de aumentar el frente, y el ten·e··
no permita, en virtud de tal prolongación, envolver el punto
de ataque. En ese caso, el tercer escalón desplegará ciesde
luégo e:n gt1erriJia, y F'asará á ocupar el ala ó aJas;
2.0 El tercer escalón entrará como refuerzo, cua.n.do·
no haya medio de envolver al enen1igo ó convttnga au-
111entar los fuegos contra su frente .. En tal caS las secciones
del tercer escalón conservan su formación cerrada en
dos filas, se aproximan á la guerrilla que se echa en tierra
y hacen fuego por encima producit'tndo de este n1odo ~onsiderable
aumento de fuegos;
J.° Finalmente, Ja acci6n del tercer escalón se manÍ-·
festará por sustitución, cuando la guerrilla llega á ]a
J.a zona demasiado quebrantada .. En este caso el tercer
escalón despliega en guerrilla y pasa á ocupar el puesto de
los dos prin1eros escalones ( emMbidos ya en uno), y absorbe
sus restos del mejor n1odo que pueda hacerse.
En todos casos, la n1isión de las sub-divisiones de las
tropas que forman el tercer escalón, es dar nuevo impulso
al n1ovimiento de avance, y vivificar la n1oral de los que
están en fuego. Hé aquí una razón n1ás para yue la rela~
ióJil: de fuerza del tercer escalón con los otros dos, juntos,
sea de 1: I.
(Concluirá).
--··.,._._
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BOLETÍN MILITAR
LECTURAS DE HISTORIA PAT'RIA
~UNTOS PRINCIPALES DE LA VIDA PÓBLICA DE BOLÍVAR
(CONTINUACIÓN).
XIX
Bolí vat= á fuerza de querer ser grande en <;tJS discursos, se nos
muestra hoy profundamente poético. Vivitra en la presente época
y ninguno pudiera arrebatar le la palma del simbolista atrevido.
Las lun inosa.s ideas que con:ebía su mente han perdido mucho
para nosotros en e"plendor y 11\agnificepcia, y hasta en im~
portancia política, lo cual se explica desde <:;l momento en que consideremos
que nos ha tocado venir al mundo cuando ya esas reformas
con que soñaba el heroico caudillo son hechos consumados
y muchas han pasado á formar parte Jc las costumbres.
· Para Bolívar la más noble aspiraci<ín de su alma era el abolir la
líticas y las leyes civiles ...
Pre~t;ndió, por ú,ltimo, pintar con los colores de su rica imaginación,
el poder y grandeza que conqui tarían los pueblos unidos
de Venezuela y Nueva Granada y se expresó así:
"Al contemplar la reunión de esta inmensa comarca, mi alma
se remonta á la eminencia que exige la perspectiva colosal que
ofrece un cuadro tar. asombroso. Volando por entre las próximas
edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros, y e bservando
desde allá, con admiración y pasmo, la prosptridad, el esplendor, la
vida que ha recibido cst(\ vasta región, me siento ar.·ebatado y me
parece que ya la veo en P} corazÓI'\ del U ni verso, extendiéndose
sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos qt.te la naturaleza ha·
bía separado y que nuestra patria reúne con prolongados y anchurosos
canales. Ya la veo ser-\lir de lazo, de centro, de emporio á la
familia humana: ya la veo enviando á todos los recintos ele la tierra
los tesoros que abrigan sus montañas de plata y oro: ya la veo
distri':>uyendo por sus divinas plantas, la. salud y la vida á los
hombres dolientes del antiguo hemisferio: ya la veo comunicando
sus preciosos secretos á los sahios q~te ig1_1oran cuán 'Superior es Ja
suma de las luces á la suma de las riquezas que le ha prodigado la
naturaleza: ya la veo sentada sobre el trono de la libertad, empuñando
·el cetro de la justicia, coronada por la gloria, mostrar al
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BOLETÍN MfLITAR 97
mundo antiguo la majestad del nuevo mundo .... ! Dignáos, legisladores
acoger con indulgencia la profesión de mi fe política y los
ruegos fervorosos que á nombre del pueblo me atrevo á dirigiros.
Dignaos conceder á V enczuela un gobierno eminentemente TPOral,
que encadene la opresion, la anarquía y la culpa: un gobierno
que haga reinar la i nacencia, la humanidad y la paz; un gobierno, .
en fin, que haga triunfar baj ') el imperio de leyes inexorables, la
igualdad y la libertad."
La reunion dd Congreso de Venezuela el año de I 819 fue
u.n acto de trascendencia enorme, y se debió á los esfuerzos del
General Bolívar.
·'l Coronel James Hamilton, que presenció h reunión de esa
Asamblea y la actiLtH.I de BolJvar ante ella, escribió entonces al
Duque de Susscx una carta muy significativa, en b. que a1l.rmaba
que el Libertador, en aquellas circunstancias, había procedido como
"hombre grande y como :virtuoso ciudadano."
XX
Desde 1819 mo~trose el Libertador inclinado áqueestospaíscs
confiasen la dire.:ción de su . de~tinos 5. un Presidente vitalicio.
N ucstro republicanismo de hoy facilmcnte se siente la. timado con
la simple expresión de s~mejante idea. El Libertador, sin embargo,.
la xpresó con topa ::;inceridad; el estado político de esto~ países
lo consideraba negativo; veía surgir en el porvenir las incontenibles
ambiciones que han dado margen á tantas guerras
civiles destructoras de bif'nestar y rique7,a; temía que el
exceso de libertad, fuese nocivo para Ia misma existencia de
~sta benéfica deidad: aspiraba á conservar su obra; no comprendía
que en medio de incesantes agitaciones, de turbulencias armadas, la
nación pudiera adquirir preponderancia alguna y le aterraba que fuesen
de nuevo sujetos á dominación extraña los países que á costa
de tanta sangre y esfuerzos 1ba haciendo libres.
Por otra parte le guiaba el estudio de b organización del Gopierno
británico; cuyas formas severas, fijasj descollantes, re
atraían. Aspiraba á fundar algo estable, duradero, y libre de funestos
vaivenc~.
Considérese cuál sería el imperfecto conocimiento que aY.uellos
republicanos noveles tenían de sus derechos políticos, y más
que esto la preponderancia que daban á las vías de hecho, fórmula
que concentraba todos sus conatos de sentimiento de amor á la
libertad.
Bolívar bregaba por imponer entre nosotros el im.per¡o qe la
razón y de la naturaleza, como él mismo decía filosóficamente.
Seduce el estudio del carácter de aquel Ruerrero impetuoso
por naturaleza, dotado de la visión del genio; de un valor arreba-
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BOLETf~ M•ILIT A:~
tado) que nada Te c.:>:lturbaba ni le imponía temor, y que, sin embargo,
sujetab1 todos sus actos al mayor espíritu de just~cia, rep¡tiiendo
que esa era la base de la Repú.blic..1.
Perentoria muestra de su genio guerrero, de su atrevimiento.
y osadía para acomater, es la memorable campaña de Boyacá, que·
concibió y llevó á cabo en setenta y cinco días, atravesando un
territorio inmenso en época de invierno y sin recursos.
Ante el Congreso de Venezuela, reunido en 1819, en Angostura,
pronunció Bolívar la frase elocuente que sintetizaba la más ,
grande y patriótica de sus aspiraciones :
''La reunión de la N ucva Granada y V enczuela es el objeto
único que ma he propuesto desde mis primeras armas: es el voto
de los ciudadanos de ambos países, y es la garantía de la libertad.
de la América del Sur."
(Continuará).
EJERCITO N A.CIOl~AL.
INSTRUCCION CIVIL
República de Co/ombia.-Ejb-cito Naciafltll.-]ljilt:Lra Mi/itnr de Panaflt,
í.-Bat,z/lón CfJiombia número 23.-Panam,í, Dicicm,bre.· I+ de
1 897·
Señor Coronel Primer Jefe del Batallón.-Prcaente.
Tengo el honor de rendir á usted el presente informe acerca del
estado en que se encuentra la instrucción civil del Cuerpo de su .mando,
instrucción g u e se halla á mi cargo de~de - el primero de Septiembre
próximo pasado.
Para el efecto de la enseñanza está dividido el Batallón en tres
secciones, así: la primera compuesta de los indi\'iduos que tienen conocimientos
avanzados sobre Lectura y Escritura correctas; la segunda, de
]os que regularmente leen y escriben con aplicac.iones ortográficas; y
]a tercera, de los que completan la primera parte· del' aprendizaje en
ambas matcri¡:¡s.
Cuanto á los otros ramos de la instrucción que se da, la primera sección
estudia y recibe clases alt'!rnadas de Geografía general y de Colombia,
Aritm~tica é Historia Patria, diariamente de 12 á 2 p. m. y 3 <Í 5 p. m.
Su aprov.echamicnto en estas materias es notable, en la mayor parte, y
revelan ~stante inteligencia: han adelantado inucho en Geografía é
Historia;, y.· de Adtmética poseen de las cuatro operaciones fundamentales
has-ta, lfl r,cgla de tres compuesta. La segunda sección no estudia
ninguna de estas materias, como tampoco la tercera. Estas dos últimas
reciben clases de lectura, de 12 á 2 p. m., y de caligrafía de 3! á 5
p. m. El aprovechamiento en ambas es muy satisfactorio.
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&OL~TÍN MIUTAR 99
La tercera scccion, que es la m.ás numerosa y la má..., atrasada, conoce
perfectametHe el Alfabeto, sonidos de las letras y sus estructuras
para formar sílabas de articulaciones directas é inversa;s. simples. M u~
hos empiezan á leer.
La conducta y aplicación de todos en generar, s.on buenas, salvo
t:aras excepciones; son sumisos y ob,edien tes, lo que rc\·ela la muy buena
disciplina que han sabido inculcarles sus Jefes.
Lo~ útiles q.ue fueron Slltl\inistrados para la enseiíanza, un mes después
de haberme C·ncarg.ado de la instrncción civil dd Batallón, son los
siguientes: 2. 5 ejcmp)a.res de la G,eografía de Colombia, por Pérez; 20
de Historia Patri·a, por Alvarcz,; 25 de Aritmética, por Rueda; roo de
Lc~tura número 1.0
; 100 de número 2. 0 y roo de número 3.0
, por
Mantilla; 7 )O cuadernos para escritura; una esfera, una docena de
cajitas de tisa, una. doce.na de. ca.j~tas d·e pltunat:,, 6 l~tros de tinta y tres
tableros.
Dios guarde á t;Stcd.
EL Institutor, LeOI'J.idtu Mnrtínfz.
República de C'()/ombin.-Ej'rcito P-erm.111ente.-~.· División.-Batallón
"N úííez "· 11Úmero 9.-S:oatá, MayfJ 6 de 1898.
El Instruct?r civil al señpt· Sargento M_,ayór ~ encargado del m,an.do del Cuerpo.
Al rendir á usted; el informe q.ue correspond·e á la marcha de la
enseñanza en el últim,o mes, cum,plo con el deb~r d-e manifestar á usted,
que no fue posible dictarla con toda regularidad porque la mayor parte
de la tropa estuvo ausente. durante quince dias en distintas poblaciones,
'ltás 6 meno5 lejanas.
La enseñaza tom.a algún incremento pero rn,et:amcnte abstracto, lo
cua~ equivale á decir upa vez más que los aprendices conocen varias
teorías pero sin aplicación práctica ninguna,. pox;que á causa de la ca.
rencia de útiles no ha podido ail:tarse enseñanza objetiva.
En lo sucesivo m.e prometo que la enseñanza continuará dictándose
con regularidad extricta, y que mi; buena voluntad en bien del adelanto
intelectual del Cuerpo se v~rá premiada con mej:or éxito.
Rafael GalviJ.
República de Colombia.-Departamento de .B'Oyacd:-InstrucciÓtJ civil det
Batallón "8ucre" númerq Io,-'Ttm.Ja,, Mtty() 3 I de 1898.
~eñor. General Jefe de Estado Mayor de. la División~
E. L. C.
Haciendo referencia á las tareas del mes que hoy termina, expongo
á usted:
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100 BULETIN MILITAR
Lectura: método de .Baquero, han leído palabras disílabas y tri~
sílabas.
Escritura: esta clase no ha . tenido ningún adelanto por motivos
bien conocidos de esa Oficina.
Aritmética: escritura de guarismos con los · principiantes y suma,
resta y multiplicación con los m;{s adelantados.
Las clases de Religión y Urbanidad se han dictado con alguna re·
gularidad, pues juzgo que estas dos materias son el fundamento de toda
educación.
Los trabajos docentes han sido entorpecidos en el mes que termina,
por la Revista de Inspección y ante tocio, por la falta de útiles; sin elloc;
es imposible la labor, si Miguel Angel no hubiera tenido un pedazo de
mármol y los instrumento:; para labrarlo no habría podirl.o ha..:er la estatua
de Moisés, que está adornando la tumba de Julio II, y la sola habilidad
del artista 1:0 le habría dado fama y renombre.
Dios guarde al señor General muchos años.
Demetrio Gara)'·
Señor General primer Jefe del Batallón Granaderos número 8.0 -Prcscntc.
Cumplo con el deber de rendir el informe correspondicmtc al mes
• que hoy termina, así:
SECCIÓN SUPERIOR
Aritmétita.~Resolución de problemas con números enteros, qucbradcs,
de regla de tre~ simple y compuesta y de regla de interés.
Ortogrnfia.-Aprcndízaje de las reglas de la v y ejercicios con esta
letra.
Gramática. -Continuación de e::ible corregir, mientras que el nuestro,
que lo han us~do los guardias nacionales y lo usa la tropa de línea,.
ha podido comprobarse su resistencia y que supera á los otros fusiles
de repetición.
Además de los ciento treinta y cuatro mil fusiles, Chile posee
próximamente cuarenta mil fusiles Manlinger, igualmente de rc·r
1 NCO Of LA
O!tUOTlC.A
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IJZ &OLlr'rÍN MlLITA'R.
peticiór'i, que sin valer lo que el fusil J...1auser, puede nó ohsb_nlc
también considerarse como una buena arma de guerra.
Estos cuarenta mil fusiles tienen una dotación de cuarenta
millones de cartuchos fabricados en Hinterberg.
A p:1rte de esto, Chile hizo un adquisición considerable de es:.
" padas, sables de artillería y ochenta mil equipos y correajes de infantería,
en París, en la fáprica de la Societe Generale, y en Ber.:;.
lín, en b. casa de Sohne Windcrléch.
Como se ve, los arm:1mentos de infantería qúe poseen nuestros
vecinos pueden considerarse c0rnJ ormidables pc:;r su canti<.
lad, suficiente para armar no menos de cien mil infantes y veinticinco
mil de caballería.
En la artillería las piezas de campa! a son considerables, lle.:.
gando su número á cincuenta y seis baterías, que hacen un totai
de trescientas treinta y seis piezas, contándoee entre este número
de campaña y de montaña. De esta cantidad de artillería forman
parte veinticinco baterías de montaña desmontables, que bien pueden
adolescer de algunos defecto; y aunque están lejos de ~ér la
perfección como anillería de batalla;- responden sin embargo á
una idea sensata qlle tuvo su autor al adoptarla, es decir, poder
pasar con ella los Andes y hacerla actuar después como artil ería
de campaña en una guerra ofcnsi va.
De donde resulta que el solo examen de este caiíón y su ad(
juisíción por nuestros vecinos ponen claramente de manifiesto qué
ello'> no se arman precisamente para defenderse de una agresión;
como pretenden hacer creer, sino con el propósito dt: hacer ellos la
guerra y una guerra ofénsiva·.
Es cierto también que debe reconocerse que si militarmente
la primera idea que ins~">iró la adq Utsición de ese cañón fue sensata
por las razones apuntadas anteriormente, más tarde su autor, reVelando
notable inconsec.:"iencia en sus idéas, dejó éstos incompleto-
s, haciendo que dicho cañón presentase defectos para emplearlo
como arma de montaña.
Los otros cañones son de las baterías de campaña, del calibré
rle setenta milímetros, bastante pesado:> con relaCión al rendimiento
del proyectil que tiran.
Del mismo calibre son también las baterías de montaña Cané~
'que adquirieron en la última época.
Aparte de esto, el Gobierno de Chile ha seguido sin inte.
rupción rolmsteciendo sus armamentos de cuatro años á esta
parte, adquiriendo buques de guerra, veinticinco mil puñales de la
fábrica de Solingen y ametralladoras, que están muy lejos de valer
la Máxi m nuestra, tiendas de campaña, etc., etc.
Que digan luégo que nuestros vecinos están mal armados¡
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ffüLETÍN MILlLAR
ARTILLERJA É INFANTERIA
Para sacar conclusiones de las comparaciones que se h:1cen ~
menudo entre el ca~ón y el fusil, analicemos las pérdidas totales experimentadas
por los íi·anceses en 1g7o. Desde aquella época el
fusil y el cañón han progresado inrr;ensamente. Es probable que lo
hayan hecho paralelamente, y s-iendo así, su importancia relativa no
·ha variado en I 898-.
a) Los alemanes ga:>~aron 34-o,ooo proyectiles de artillería con
los cuales hineron ó mataron á 25,000 franceses. 1Es un efecto útil
de 7 por roo. En otros términos, para herir ó matar á un hombre,
la artillería gastó I 4 granadas que producían en termino medio,
V!n 1870, 30 fragmentos; e(a pues ( 14 por 30) 420 fragmentos de
granada el esfuerzo necesario para herir ó matar á un enemigo.
b) Gastaron - 25.ooo,oo0 de cartuchos de infantería, con los
-cuales hirieron ó mataron á I ss,ooo francéses. Es un efecto útil
de o,62 • por e<:iento; en otros términos, para herir ó matar á un
hombre la infanteria gastó 160 tiros.
e) Así pues, mientras 4-20 fragmentos de granada pusieron.
fuera de combate á un enemigo, el mismo resultado fue alc.mzado
por 1 6o balas de fu~il, diferencia enorme, que se agranda aún si se
reflexiona que no se toma en éuenta las pérdidas de lo' cabJllos, que
contribuyen á poner fuera de servicio los cañones casi tanto como
las pérdidas de hombres.
d) En resumen, en I 870 cada cañón produjo el efecto de 1 I
fusiles; una batería de 6 Krup, el de 66 Dreyse; es decir, que un
tercio de compaííía, una sección de infantería, equivalía á una batería.
e) 25,00:J bajas por artillería, 155,00:J por infantería dan urt
por ciento relativo de 14 en artillería y 86 en inf . mtería. Estas cifras
on muy sugestivas. Lo serían también las que expresarían el
precio de una baj:1 por artillería y otra por infantería. Si I 6o balas
de fusil producen Lin efecto de 14 shrapnels; si 14 proyectiles cuestan
480 pesos; si I 6o bala<; de fu si 1 cuestan I 6 pesos, tenemos que,
, á efecto útil igual, el fuego de artillería cuesta 30 veces más tt ué 1
el de infantería. Por otra parte, si una sección de infantería equivale
á una batería de artillería .... :no insistamos.
En la gu~rra entre estados continentales, el arma útil, sin la
cual no habría guerra posible, la que gana las batallas, la indispensable
en fin; es la infantería. Es pues la que debería prepararse y
tener el mayor número de batallones organizados en tiempo de paz.
Sin embargo, es la que, en todas partes, se descuida más. Hay en
esto un res~o del pasado, del desprecio del caballero, del ginete, del
arma especial, contra el peaton, el humilde infante. La rutina gobierna
á todos. Al contrario, los mismos, los :tscensos, los fondos
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!04 ROLETÍN MILitAJt
se despilfarran á f<- vor de dos cosas que son: una de u ti liJad múy
secundaria, como se ha \'isto en la.;; lineas que preceden: el cañón
-ó de casi completa inutilidad: el buque de guerra. Así son las
cosns: ¡oh! el cañón- ¡ah! el crucero ... Nadie se da cue11ta de
<:JUC la victoria, en la próxima guerra, la alcanzará, como siem.o~
pre la nación que tenga la mejor infantería ..... .
EN EL EJERCITO
El Podc.r Ejecutivo por Decreto de fecha 1.0 del presente;
tlictó las siguientes providcnci:J.S :
Asimiló á Teniente Coronel para los efectos fiscales al Sargento
Mayor Genaro Mercado, que sirve en el Cuartel General
tie la 1.~ División, como 2.0 Ayudante General. .
Ascendió á SargPnto V1ayor efectivo al Capitán Manuel J•
Escallón, que sirve como Comandante de la 3.~ Compañía del Batallón
Bárbula número 2.0
Por Decreto de fecha 2, ascendió á Capitán efectivo al Te ...
niente Abelardo LúpeL, que sirve en la 5·' CompanÍa del Batallór
Cordoba número 6, y lo destin() al Neira numero 22, como Comandante
de la 5.~ Compaí1fa.
Aceptó al seilor Aparicio Figueroa, la renuncia que hizo del
vuesto de Habilitado del Batallón [h·drmeta número 15, y nombró
en su reemplazo al eñor Rafael Monzón C., que sirve como Ins!
itutor civil del U:1zarhres número r6, asimilado á Capitán para
los efectos fiscales. ,
CONDUCTA DE OFICIALES
3.~ División.- Entre los cuerpos que la com·ponen se han distinguido
por su buena conducta durante el mes de Junio, los siguientes
seiíores oficiales:
Batallón Granaderos númeto 8.__....Sargcnto Mayor Rafael
Vesga; Capitanes José A. Flóre:~- y Clemente Arias; Tenientes
J uan• E. 1\tléndez y .Fa u tino Ballesteros; Subtenientes E lías Macharaviaya,
Benjamín J. Ferro, Jos~ C. Niilo y Nicolás Medina.
Batallón Su.cre número ro.-Sargento 1'1ayor Alejandro Pa~
rís; Capitanes Olegario Manrique; Teni e ntes Luis ~1,trÍa Ortega,
Alejandrv Aldana y M (1 'imino Rivera; Subte nientes I s,1ac V anegas,
Santos Qui jan o, Juan Sierra, Pedro Plazas, Abelardo Aranguh~
n y Roman Castillo .
.l\lledio Batallón Boliva r.- Capitanes V 1 ctor M. V e. ga y Salvador
Valbuena; Tenientes Miguel A. Oqintero y Bonifacio
Duro; Subtenientes Juan B. Ptieto, Valerio V anegas y Fcrm1 n
Moreno.
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Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 65", -:-, 1898. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690982/), el día 2025-07-27.
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