Número 'l~
BOLETIN MILITAR
--··~--
GRGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA V DEL EJÉRCITO
--··~--
Director., ALEJANDRO POSA~A~
Sr~n Oblab-oradore s nat()s de •t ste periódiC'o, !od()s /tos 'J efis
y Oficiales del Ejército de la República~
DISCIPLINA MILI1 AR
Las dos n tas de:l señor Ministro de Gue·rra, que en
seguida publicamo3, s n un llamanTiento á la hidalguía
y elevación d mitas que deben inspirar todos los actc
.. .
Soy vuestro atento servidor1
· P EDR®> ANT d'e arcilla y greda hacia
Tas bases, pem de modo á sumínístra:r excelente pi"so. Así que, cavando
á escasa px:ofl1mdidad,. puede dar uno con piedra de fa resistencia y
frescura adecuadas pata siTiares de los pontones y puentes. Entre Cartago
y el "ATto de Barbas"' no se ha practicado composící6n alguna há
largo3- años1 sí se exceptúa una conta dístanci.a ant~3 de dicho paraje!'
( ) Las alturas que llevan uu asterisco son. tomadas :L>OX: el Íngení.cto
RentG.tÍa ..
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r>OLETÍN MILITAR
·O'Zada darante 1os trabajos que en 1 90 se 'Cjccut<~~ron 11asta "Piedra-de
tnoler, ' ó sea por unos 5 kilómetro~ incluyendo como 400 metros en
la orilla del .río cuya refección entiendo que ve hizo con poHerioridad
(Informe del Prefecto Provincial del Qu~ndío., Registro Oficial número
~ 1 3). El contrafllerte de Salento, en la 'banda opuesta, ofrece una
geognosia especial \1 u e se opondrá siempre :i la conservación del camino;
-corno que los surcos de erosión al dar la última mano al .relieve de esta
.gran mole arcillosa, la dejaron comparati amente plana;: así, ni el des~
güc natural c:s perfecto, ni el subsuelo firme se halla á un espesor moderado,
según puede ob:~ervar~e en los cauces de las corrientes. N o obs tante,
el terreno e" de mediana consistencia entre "Piedra-de-moler" y
'Pava," del mism.o modo que entre el "Alto del Roble" y "Boquía."
!El proyecto del camino se extiende, pues, de < Pavas" al "Alto del Ro·
ble," que constituye en puridad una de nuestras altiplanicies andina
pantanosas. En 1893 e_jecutó aquí el Batallón Picltilttha, que hacía el
ervicio de zapadore~ hondos desmontes en busca de uelo resistente.,
791 20
6,o69 27-k
Existencia el r.q de Dicie~bre ........... , ...... $ 1 3,86o 47!
No concluyo el preseryte iníor111e sin ~ener la satisfacción de
~1acer constar- que lo3 libros soq ll~vados con todo el aseo, esmero y
claridad debidos, y CJUe los seíiores empleados Tesorero y Secretario
cumplen sus' deberes con recomendable exactitud.
Su muy ateqto y seguro servidor?
A. TONIO B. REBOLLO,
Es fiel cop'a. - El Se retario,
Antonio Mallarino.
Bogotá, 26 de Diciembre de 1896.
~eíí Jre¡ Presidente y 11tfÚl!bros de la J !Lnlfl Directiva del Montepío Mi~
litar.-Pr:cscntcs.
De conformjdad cqn h con1isión que e a hol)orable Junta rne
designó para visitar mensualmente la Tesorería del Montepío Militar,
tengo el honor de dar el siguiente informt>:
El I 5 de Jo~ corrientes me tra ladé á la O iicina de la mencionada
Tesorería del Montepío .Militar, en donde el seilor Tesorero
puso á mi disposic~ón los libros y demás documentos del ca o, los
cuale hallé debidaillentc arreglado arroja11do las siguientes ope.,
raciones;
DEB1TO
Caja. S4ldo en ~ .0 de Diciembre de ~ 896 .... $
A Remesas .............•.....................••...
A Interese .............. '"' ..........•... 1 •••••••••
1\ Ca~bio de 111oneda ... ·:! ..... , ............... .
Suma .. '!' •••••• $
CREDITO
:Por pensiones ..................... $
,, Qeneral Roberto Quijano .• , ..
~' ~ra. Virginia C. de Quijano ..
t, Gastos Gener.ales ..... : ........ .
254
10,000
3,000
441 8o
Suma .............. $ I 3,695 8o
Suma el Débito ........................... $
Suma el Ct~dito .......... ~ ................ ..
1 3,86o 47l
I,777 6o
1,oo8 .. ,
so 70
16,696 77t
I 3,695 8o
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BOLETÍN' MiliTAR
Saldo que pasa á Enero $ 3,0:)0 97!·
Como en mi anterior informe, me es grato repetir que los
Libros son llevados con todo el esmero y aseo debidos.
Su muy atento y seguro servidor,
A~TO:"JIO B. REBOLLO.
pECOION CIENTIFIOA:
TÁCTICA APLICADA
NOCIONES ESPECIALEg DE TP.CTICA
(~ontinqación).
Las elevaciones del terr.eno se conocen con el nombre gené-:
fÍCo de alturas, pero éstas se dividen en varias cla e principale
que son: ondulaciones, colinas y montaí¡as. No es fácil determinar 1<\
línea de separ~ción de uno á otro de es,to,s accidentes que se lleduce
más bien por la fotma. y natur-aleza; de los terrenos inmediatos q
pea la bas·e en que se levantan
La coli~as y la· montañas e isten a,\sltldas ó e~lazadas entre
sí ó con otras, ya con cierto orde11 regular, ya irregularment6, por.
]o cual forman lo que se llama: lfiuas, series, grupos y cac(enas de
colz'nas, y ta1nhifn series, líneas y cadenas de nzonta(tas, designándose
de preferencia éstas con el nombre de cordil,leras.
Aunque e11 los terr.enos ondulados las elevaciones no sean
f:Onsiderables, forman éstas en SU 4n\ón por la ~se partes hondas
que se titulan pliegues del terreno, los cuales son propios á ocultar
Hor.as en mayor: ó menor es.. ~"la~
Meseta/ g planicies son los ten't!no~ llanos qu~ coronan ciertas
~lturas, y qu~ se halla!1 rodeados d~ pendie~tes suaves á veces,
~~rup~§ ~ ~mpr4_ctic~hles otr.as~
Las a{tu.ra.s tie11en rnuy especial im.portancia desde el punto
de vista militar. Si las compa~amos con las llanuras por relación
únicamente á la difer.encia d~ n~vel y s~poniendo que unas y otras
sean despejadas y practicables, deduciremos las consideraciones siguientes:
Colocado el observador en la altura, abarca un largo horizonte,
domina ~1 llano, descubre y reconoce los movimiento , fuerza y
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188 llOLETfN MILITAR
disposiciones del enemigo, mientras que éste apenas ve lo que tiene
en derredor suyo, y el menor accidente del terreno le cierra el
horizonte.
Colocado detrás de la cre~ta de una montaña, puede desafiar
los proyectiles lanzados desde el llano: á lo largo de éste no hay
medio de protección contra el fuego de arriba, que es dominante.
La llanura, no obstante, se ofrece fácil á los movimintos y á
toda clase de despliegues, mientras que la pendiente los estorba,
destruye la cohesion táctica, debilita y aniquila las fuerzas de horrbre,
y caballos, y eleva en proporción las del enemigo parapetado.
Las alturas son por lo tanto muy favorables á la defensiva, y
.aun á la ofensiva, si permiten el emplazamiento de artillería, porque
sirven de fuerte apoyo al movi111iento de avance.
Todas estas ventajas lo son en absoluto siempre que la cumbre
de la altur .1 sea llana y fot me planicie, porque entonces reúne
á un tiempo las cualidades favorables propias á las regione elevada
y á los llanos. Pero si la cú pide es puntiaguda ó erizada de
rocas, y dificulta los movimientos, no permitiendo •ma cómoda
ocupación al defensor, entonces disminuyen las ventajas, y con
ellas las condiciones de re i tencia.
Las pendientes más favorables á la defensa son las que presentan
una superficie uniforme y poco inclinada, pues aunque es
más fácil u acce o al enemigo, la acción del fuego, tiene mayor
efica ia: é ta se pierde mayormente en lo talude~ e carpados ó
con cxo porque no permiten el tiro r ante y dejan un e pacio
libre de fuegos ó ángulo muerto al pie de la falda.
Las pendiente:; en forma de anfiteatro ó escalonadas ofrecen
una erie de po icione muy fuertes para la defensa y para la colocación
de baterías.
Las pendientes cortadas por barranco ó fosos son muy favorables
á la ofensiva: las tropas que atacan pueden ocultarse y abrigarse
de trecho en trecho ha ta ganar la altura. Entiéndase bien
que los barrancos no han de ser paralelos á la dirección de la pendiente,
porque en este caso serían enfiladas á lo largo por los fuegos
de la altura.
Comparadas entre sí dos alturas por lo que respecta á la acción
de los fuegos, la má elevada es superior en ventajas, sin serlo
tánto como lo es con respecto á la llanura.
Los valles ofrecen duplicadas desventajas que los llanos, por
hallarse dominados en una doble serie de alturas en toda su extensión.
Las series de colinas po een en alto grado las propiedades defensivas
enumeradas para las alturas; tienen, no obstante, el inconveniente
de destruír en parte la cohesión de las tropa , al paso que
los pliegues ú hondonadas que los unen ofrecen abrigos al ofensor
y favorecen el asalto de la posición.
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SO!..ETfN MILITAR
Mícntl'as el terr no, aunque accid~ntaJo, no ptesentc más
que ondulaciones, colinas y pa(te montuosa, será de excelentes
condiciones para el empleo e tratégico y táctico de las tropas, porque
como ya queda dicho, la destru~tora eficacia de las armas de
fuego, ha introducido grandes modificaciones en el arte del combJ.
te : uno y otro ejército beligerante necesitan aprovechar los menores
accídentes d l terreno sobre que operan, y el más débil en
número y calidad sólo podrá ponerse á la altura del más fuerte,
y aún tal vez superarle, empleando h:lbilmente en su provecho las
ventajas que aquél ofrece á su disposición.
Las regiones montariosas no pueden ser las más propias para
la guerra. Las montaíias, según el relieve que destacan sobre la
superficie, se con ideran de mediana altura y de altura máxima o
con iderable.
En uno y o tro ca:;o el terreno no se prestJ. á las operacioneq
con grandes ejército~ por su escasez de población, comunicaciones
y alimentos. No obstante, en las de median·t altura, las pequeíías
e lumnas del ejército ó partidas de guerrillero~ encargados de molestar
al enemigo podrán recorre¡· y dominar con ventaja estos sitíos
por la facilidad de mantener e en ello y de ocupar con poca.q
fuerza parajes importante , é impedir el paso á fuerzas centuplicadas.
Mas t éngase presente, que sólo la infantería se mueve aqu-;con
eficacia : la caballería qu~dará reducida al ervicio de patrulla;
en cuanto á la artillería, la de montaíla únicamente tendrá
aplicación en esta clase de terreno.
No sicmp1·e es conveniente ocupar la cumbre de una monta-4
iía, porque ésta pucJe ser dominada por un movimiento envolvente.
Las mont'lñas de elevación extraordinaria son esencialmente
desfavorables para la guerra; pueden, sin embargo, su tener muy
bien la defen iva los propios habitantes del paí, pero para una
guerra ofensiva nadie las escogerá voluntariamente.
OTRAS FORMAS DE TERRENO.
Los terrenos pedtego os embarazan y retardan los movimientos,
rinden á los hombres, deshierran y estropean los cascos de los
caballos, y por último deterioran los carros de la artillería. El terreno
arcilloso ó fangoso es también contrario á la rapidez de los movimientos,
así como lo son también los campos cultivados, las tierras
removidas, las viñas, huertas, etc,, pues todos éstos presentan
obstáculos á las marchas y despliegues de las tropas.
Los terrenos arenosos son más practicables en tiempo de lluvias
que en el seco y cálido.
Los terrenos profusamente sembrados de edificios, como caseríos,
molinos, ventas, cortijos, etc., presentan á la vez ventajas é
inconvenientes, seng ín la operación que se practique: son favora-
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BOLETÍN MILITAR
bies sobre todo c.omo punto de apoyo y base para el av.mce; y serin
de verdadera imp0rtancia táctica si las construcciones citadas;
ocupan puntos algo elevados y dominantes.
La vías de comunicación tienen una importancia real y decisiva
en la guerra, estratégica y tácticam{.nte consideradas.
Los puentes, por ejemplo, son un ex:elente ptir.tto de defensa;·
Jos diques pueden ser utilizados como lineas defensivas; plles . for ~
man á mndo de un parapeto en todo su trayecto: .Las carreteras y
los ferrocarriles son las verdaderas artei"ias del corazón de la guerra;
CORTAD'C1RAS DEL TERRENO:- DESFILADEROS.
Se erltiérrde por desfiladero una c'>rtadura del terreno, ó bien:
un paso estrecho entre dos series de obstáculos de longitud considerable.
No pudiendo ser atravezados por las tropas con frentes exteno
, éstas tienen que adoptar la formación de una columna delgada,
y por lo tanto de mucho fondo.
Los desfiladeros son de dos clases, á aber:
r." Los que est:ín formados por vías de comunicación sobre
sitios impracticables, y que unen dos regiones practicables, como los
puentes y los dique .
( Omtin?tará).
~ L "COLOMBIA" NUMERO 22
. El señor General Rafael M. Gaitán, Con1andante de
la Jefatura Militar de Panan1á, en carta del 1.0 del actual
con que ha tenido á bien favorecernos en respuesta á la ex..:
citación que en el nútnero J. 0 nos pern1itin1os hacer á Jos·
señores Jefes superiores del E}~rcito, se n1anifi.esta muy
con1placido de los adelantos de los mien1bros del Batallón
·Colombia especialtnente en Jas clases de Táctica y Código á
·cargo del señor Goronel Guerrero, Jefe del Cuerpo, y en
la de Artillería' regentada por el Teniente Esteban Huertas:
Insertamos én seguida lo que dice un importante pe:..
riódico del Istmo, con respecto á un simulacro de- campaña·
ejecutado por el Colombia.
MANIOBRAS MILITARES
Para sacar· á las t'ropas de la inacción y deJ reposo, y par~!
.mantenerlas ai mis,no· tiem130 robustas y con vigor er'l el esJ3Íritu.,'
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BOLETÍN MILITAR 191
~ tlíspone el Código Militar que los Generales á cuyo cargo esté alguna
parte de la fuerza pública, la hagan, entre otras muchas op~
raciones del arte de la guerra, acampar y descampar con frecuen ~
cia, para que se ejecute la operación con prontitud y silendof
marchar con orden como sí cstuvíese el enemigo al frente; maf ...
char en batalla y en conversión con paso acelerado, para cuando
convenga adelantarse á tomar una po ición ventajosa que el ene
·rnigo Íntente ocúpar; y por 'tltimo, que se hagan simulacros dt;
batalla.
Los señores Gene·ral Gaítán, Jefe Mtlítar de la Pbza, Cofa·
nel Guerrero G. y Com-andante Otüz; primero' y seg·undo ] efes
del Batallón 22 de G'ohmbia, que no ólo' velan por la moralrdad y'
di ciplina de la trOpa de Slt mando sino también por su rnstruccióa
ti vil y militar, sacar'on de esta ciu'dad una parte del mencionadli
Cuerpo en la madru'gada del miércoles 17 y acé.tmparon en el llano·
de Paitilla, junto al paso del rfo Mata nillo1
En aqLrdlos tertenos, propios pata maniobi·a tnílítares, pues
hay allí colinas, caíla' á~is, zan.ias que· saltar y llanos co{tados po-1~
matorrales e pesos, maniobró el llatallón en la mañana hacicn'do
toda las evoludones qu'e pueden presehtarse en un campo de bata:..
lla, tales como desplegar -e en posiciones á vanguardia sobre una
línea eñalada; hacer fue gos g anando y perai ndo tetreno, giros de
alas para envolver los flanco del enemigo y reunione por cuatro' y
por compañía para rechazar las carg as de la caballería.
Todos estos movimientos fUeron ejecutados con s uma precí~
ión, al toque de corneta, siendo muy notable la rapi·dez con que se
maniobró, pues la línea ten ía mil metros de extensión.
Por la tarde se hizo un s imulacro de combate.para tomar la~
lomas alta que limitan por el Norte el llano de Paítilla, en las
~uales se había colocado alguna fuerza para simular la ?resencia
del enemigo. Las fuerza atacantes fueron divididas en tres columnas,
las cuales formaban las alas y el centro del ejército, apo-
. yadas cada cual por su respectiva reserva ; y el asalto general se dio
por todas las fuerzas, las que habían maniobrado según el plan ge·
. neral. Al coronar la altura, la banda de cornetas rompió en alegres·
dianas para significar que la victoria había coronado la frente de
los asaltantes ..
Durante las horas de descanso,- la tropa permaneció alegre· y
· divertida con juegos inocentes: ni una gota de licor, ni un atropello
á los vecinos ni á sus propiedades. El regreso se hizo con el
mismo orden á las I 1 y 30 de la noche.
Las familias que se encuentran veranéando en la sabana-stñoras
y caballeros-de distintas afecciones políticas, pueden salir
garantes de cuanto aquí decimos respecto al orden y á la disciplina
· del batallón 22 de Co!Jmbia.
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80LE rll MILITAR
Felicitamos por ello, y por las maniobras de dicho cuerpo,
á los señores Jefes Oficiales de la guarnición militar de Panamá.
(De El Me rcuri~ de Panamá).
EN EL EJERCITO
EL Decreto Ejecutivo de fecha 2 de los corrientes, declaró en
uso de licencia indetinida á los Subtenientes Ruperto Amézquita y
Salustiano T. Rojas de la 2."' Compañía del Batallón Caro número
I 7 en virtud de haber solicitado la separación de dichos Oficiales el
Jefe del expresado Cuerpo~ por mala conducta.
Aceptó al doctor .Federico A. Byrne la renuncia que hizo del
destino de Médico del Batallón Caro . acantonado en el Quindío
y e nombró en su reemplazo al doctor Vicente Emilio Gaviria
con la asimilación á Sargento Mayor para lo~ efectos fiscales.
Aceptó al 1'eniente Buenaventura Beltrán la excusa que
presentó para servir en la 3·· Compañía del Batallón Pichincha
número 23, y llamó al servicio al 'I'eniente Joaquín Llanos, destinándolo
á la 3·" Compañía del expre ado Batallón Pichincha en
lugar de Beltrán.
El ~odcr Ejecutivo por Decreto de fecha 2 del presente.dictó
las siguientes dispo icioncs :
A scendió á Capitán efectivo al 'I cnicntc T ndalecio Guzmán,
que sirve en la 4: Compañía del Batallón Ct rdoba número 21, y
lo de. tinó á la 2."" del mismo Cuerpo en la vacante que allí quedó,
con motivo de la separación del Capitán Pablo Merchán ; y llamó
al servicio al Capitán Ricardo Berna!, destinándolo á la 3·a Compañía
del supradicho Batallón Cércl?óa, en reemplazo del de igual
grado Tito Octavio Martínez, á quien se declaró en uso de licencia
indefinida.
MARZO 8. El Poder Ejecutivo, por Decreto de esta fecha,
dictó las siguientes dispo iciones:
Ascendió á Capitán efectivo al Teniente Carlos Tomás Mu ...
ñoz, que sirve en la 4·a Compañía del Batallón 1i"radores número
1 I, y lo destinó á la 2.n. del mismo en la vacante que allí existe.
Ascendió igualmente á Teniente al Subteniente Luis López, de la
2."" Compañía del mismo Cuerpo, y lo destinó á la 4·" en reemplazo
de N úñez. Ascendió á Subteniente al Sargento I. 0 Leopoldo
León, del Batallón Neira número 14, y lo destinó á la 5 .... del Ti'
rad'Jres en re~m plazo de López.
Por Decreto de esta misma fecha dispuso que el Teniente
Lui Correa, que había sido destinado al Batallón Grana d eros número
8 como 2.0 Ayudante, quede en el Sucre número ro, en
igual puesto, en lugar del de igual grado Marco A. Barbosa, que
debe pasar al Gr·anarüros~ como 2. 0 Ayudante en lugar de Correa.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 12", -:-, 1897. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690933/), el día 2025-06-23.
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