Aiío I Bogotá, Febrero 13 de 1 !J7.
BOLETIN lVIILITAR
---·~--
ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO
--•o---
Director, ALEJANDRO POSADA.
Son colaboradores untos de este periódico, todos los Jefes
.... "' Ojicialts del Ejército de la República_
LA GUERRA Y EL EJÉRCITO
(COLABORACIÓN)-
(Conclu ")6n).
Cuando Ron1a cayó bajo los golpes de los bárbaros,
la organización de sus ejércitos no era yá la n1isn1a, con1
no lo era su táctica ni su disciplina. EJ non1bre de legión
había sido conservado ; pero no se forn1aban con1o antes
en colun1nas cerradas de cien por l?~d ; {¡ rn1ación que
justificaba las varias especies de arn1as que tenían que resistir,
y la inmensa caballería que constituye la principal
fuerza. Las catapultas, las balitas y otras cuántas n1áquinas
de guerra, entorpecían un tanto los n1ovimientos de
armas de todo género; pero los acontecin1ien tos posteriores
probaron que nada suple al valor y á la disciplina.
V arios siglos de tinieblas sucedieron al in1perio ron1ano.
Poco á poco la civili'kación triunfó de las instituciones
bárbaras de los vencedores y de las desgracias de los pue~
blos vencidos.
Pasaron siglos: las ciencias y las artes fueron ensanchándose;
el arte de la guerra necesitó otro estudio; y el
descubrin1iento de la pólvora y con él la construcción de
arn1as de fuego, can1bió con1pletan1ente la táctica: yá no
fueron falanges de quinientos hon1bres lanzadas unas contra
otras, peleando cuerpo á cuerpo) ni legiones tratando de en-
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BOLETÍN MIL!TAR
'tolver una á l_a otra para que el hacha y la pica díeral1 cuet1-
ta de la. legión que se dejase encerrar. La formación fue diferente:
los n1ovimientos estratégicos tendían á vencer al
enen1igo nlás por el tentar que por el ataque. Las arn1as se
igualaron, y el pobre pudo pelear con1o el n1agnate, sin otro
trabajo que buscar en la puntería de su fus~l el cuerpo dd
enemtgo,
En tien1po de Federico el Grande todos los movimientos
del Ejército en can1paña y en batalla, eran tendientes á
arrollar el centro del enemigo y dispersar sus alas; esto en
la batalla, que en la can1paña, esos n1ovin1ientos tenían por
objeto, aden1ás cortar con1unica.ciones al enen1igo, obstruirle
los caminos, disnlinuirle los víveres y relajar Ja n1oral del
soldado contrario, para batirlo con n1ás facilidad.
Esta táctica se llamó en eJ siglo pasado la "Táctica
del Gran Federico." Los Ejércitos de Europa la in1itaban
y con ella se creían invencibk-:s ; pero en los últin1os cinca
años del siglo pasado, esa táctica fue corregida por Bonaparte,
aquel General que elevó la Guerra á verdadera ciencia.
·yá la victoria no consistía solamente en hundir el centrrJ
y dispersar las alas, con un ataque á fondo, sino en entorpecer
á Jos Generales enen1igos con n1ovin1ientos tan rápidamente
ejecutados que, durante la batalla, estupefactos, no
sabían darse cuenta inmediata de lo que estaba pasando, ni
podían dar órdenes decisivas. Melas en ¡Marengo, y Souvarof
en Austerlitz, son ejen1plo de lo que puede Ja táctica
n1oderna . Los soldados del prin1er Imperio Francés,. decían:
"El Emperador no gana batalJas con nuestros brazos
sino con nuestros pies": tan aceleradas eran las marchas,
tan eficaces los movimientos. Ejércitos que en campaña se
muevan despacio, están perdidos.
De entonces acá la táctica militar no ha tenido otra
modificación qu la que le in1prin1a el número de combatientes
y el terreno en que estén .. Los cuadros y grupos de
1. seis, contra la caballería,. eran canon de la táctica; pero el
nuevo arman1ento ha hecho inútil la caballería en la batalla;
porque- antes de que· el jinete haya lanceado á un infante,
éste ha podido lanzarle cuatro oalasr La cabaUería ha
quedado, pues, reducida á llevar· órdenes, comisiones, destacan1entos.
y explorar terrenos ..
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DOL~TÍN M11ITA1l
La. áttillería es una de las arn1as tormídabl~~ en e,
con1bate, y el artillero el soldado n1ás valeroso y sereno.
Según la antigua Ordenanza n1ilitar, un piquete de
soldados de Artillería forman á la cabeza de Cuerpos ó piquetes
de -varias denon1inaciones; y un Capitán de Artille ..
tía manda la pieza aunque haya otros Capi.tanes de rnay~r
antigüedad: la Artillería prefiere en "Parada y Formación.' 1
La Ordenanza Española no ha sido en esto n1odificada. V n
Oficial de Artillería debe tener conocin1ientos que puedan
dispensarse en cualquier Oficial de otrd Cuerpo, Debe tener,
por lo menosl rudin1entos de Maten1áticas; la Geografía de
Colon1bia débe serle fan1iliar; la topografía de los Departamentos
debe serle conocida, y df be tener ó procurar adquirir
conocin1i€ntos que acrediten que es algo geógrafo y algo
ingeniero. Los n1ás expertos G nerales de los ticn1pos n1o·
dernos han sido artilleros.
Napol~ón; antes de que la fortun· y sus talentos lo
elevaran era Subteniente de Artillería; Massena fu ·. artille ...
ro; Davous fue at'tillei'o; Duvoe fu artillero y casi todos
los Mariscales del prin1er . Imperio emp zaron ·u gloriosa
~arrera en Cuerpos d Artillería.
Por esto hen1os celebrado que 1 Gobierno haya querido
contratar en Europa Oficiales de Artillería q e vengan á
enseñar las ventajas que esa arma proporciona, cuando ~
conoce perfectam€nte su táctica.
Hoy que el Gobierno tiene en sus parqties ámetralta~
oras de prin1era clase y piezas de campaña de ac€ro, y do-:.
ble alcance, es indispensable que se sepa científic:amente su
manejo. Así como el soldado conoce y arma y d~sarma su
fusil Mauser'Ó su Rén1ington, para tene lo corriente, el Qfi ..
cial debe conocer todo el mecanismo de los diversos cañones
para desmontarlos y n1ot1tarlos en el n1enor tiempo posi ..
ble, y trasladarlos de uno á otro punto con la n1~yor celeri-dad.
Todo lo que gaste en este aprendizaje, bien gast1~0
~stará;
Enero 2 5 de 1 8 9 7.
JosÉ L . CAMA~Ho
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B'OLETÍN MILITAR:
SECOIOl\f OIENTIFIOA
TÁCTICA APLICADA
NOCIONES ESPECIALES DE TACTLCA
(Conti:nuad6n)',.
Los hombres y Tos cab:11los más robustos componen la
eaballería pe ada, pues la misión de éstas e -el combate en
grandes ma as, utilizando la fuerza del choque, particularmente en
las últimas peripecias de la lacha. La calma ó repo o propio de los
movimiento de ésta, no excluye el que á la par esté dotada decierta
rapidez, grande en ocasione , pnra que sea mayor el resultado
del choque de sus ma as .. Su destino en Pos ejércitos es formar
especialmente la cabatlería de reserva, ó sea el grueso, disponible
siempr á la mano del Jefe que ha. de utili.zade en los momentos
solemnes.
En el ejército pnrsiano const:itu en l'a caballeríia pesada Joscoracer
·os y los ulams (J.an eros) á pe ar de que esto últimos suden
practicar el ervicio de la ligera, por lo cual puede decir e que pertenecen
á la clase de caballería mixta. La ligera en el mismo ejército
e compone de los húsares y los dragones., Estos, más que por"
el choque en masas, obran por lo inesperado é impetuoso del ataque,
a í como por la rapidez que ks di tingue en 1 orden di perso ..
u prime·ra nece ídad e , por lo tanto, la posición de hombre ágile
, diestro y audace , montados en caballos te uelros en la. carrera,
rápido y esclavos de la voluntad del jinete.
Durante el combate cubren los Bancas y retaguardia de la
€aballería pesada y de la infanterí-a, acechando los momentos oportunos
para cargar obre lo puntos má débile de la retaguardia.
y flancos de las columnas enemigas .. Pero á esta caballerÍa incumben
especialmente los servicios de rreconoG:imiefltos y eguridacf
más arriba mencionados, asf como el de destacamentos suelto y
ordenanzas, pues todos ellos exigen, pa1;a su exacro desempeño,
las cualidades físicas y morales que son atributO' de la caballería
ligera.
Por último, la caballerí-a ligera pued'e bati"r-se á píe, armada
€On la carabina de aguja. Pero esto sólo se practicará en casos
muy excepcionales, como por ejemplo, coando no se tiene infantería
á la mano, ó cuando habiéndose adelantado la caballería conviene
defender y conservar por el momento un punto importante·
ha ta la llegada de la infantería, que le ha de ocupar defi¡;Ütiva,.,
m ante ..
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l'lOLETIN MILITAR
. . Añadiremo~ · para terminar, que á esta clase de caballería se
le encargan á veces misiones especiales independientes y muy
arriesgadas que exigen grande inteligencia, osadía á toda prueba,
perfecto conocimiento del terreno y otras n@ comunes cualidades.
Entre dichas comisiones ~uedea clasificarse, por ejemplo, la
recomposición y establecimiento de vías férreas y aparatos telegráficos,
la destmcción de l?s que posee el enemigo, la voladura
de puentes, cortadura de caminos, requisas y contribuciones en los
puebl9s e!lernigos, etc. etc., empresas todas que sólo la caballería,
la ligera particularmente, podrían, no sin riesgo pero con éxito
probable, llevar á cabo, co1 fiada en la rapidez co11 que avanza, se
aleja del ejército, llega, obra, cumple su objeto y desaparece y e
esquiva al enemigo para reaparecer á grandes distancias ó incorporarse
y dar cuenta al gl"ueso de sus tropas ó al ejército de que
forma pt:trte.
ARTILLERfA DE CAMPAlfA
La artiller-ía que en su origen sólo se empleaba en el ataque
v defensa de las plazas, no adquirió carta de naturaleza en las hatalla
ha ta largo tiempo de pt!é" de la aplicación de la pólvora á
las bocas de fLtcgq, alcanzando notable incremento en el siglo de
Gustavo Adolfo, durante la guerra de los treinta aiios. Aquel célebre
capitán de arrolló su movilidad táctica, y desde entonces paso
á paso se ha elevado á tal alturJ el perfeccionamiento progresivo de
.su con di iones balí ticas de combate, que ya en las guerras de este
sio-lo y en las de nuestros días, influye¡ do decisivamente para el
logro de la victoria, constituye una arma mwy poderosa y principal
de los ejércitos.
Toda la fuerza de la artillería reside en sus fuegos, que abre á
distancias .supe·riore á Ja wna de acción de las 0tras dos armas,
empleando una potenc4a demoledora que nada resi ste y con la facultad
(inherente á ella sola) de destruír las ob:ras de defen..,a más
sólidas por medio del tiro directo, a í como la de alcanzar y herir
al enemigo detrá-s de lo parapetos ú obstáculo· con que se cubre,
merced á sus ti.ros por elevación.
Aunque .uo poseen ningun elemento de ataque semejante á la
bayoneta de la infantería ó á la carg.a de la caballeria, tiene, sin embargo,
excelentes condiciones para la ofensiva: arroja una lluvia de
proyectiles sobre las masas de frente, ó enfila las columnas ó las
trincheras, ahriendo literalmente brecha en la línea enemiga, por
donde pueden lanzarse las otras armas á la carga.
Posee uRa enérgica defensiva; destroza oon la metralla los batallones
ó escuadrones que avanzan á arrebatarle una posición~
proteje una retirada con sus nutriclas descargas, conteniendo al enemigo
victorioso por medio de la destrucción que siembra sin desú'UlSO.
En cuanto á su movilidad.) la artillería montada es su¡::erioc ,¡
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BOL:lTfr.: MILITA}\
la infantería en las pequeñas distancias: las baterías á caballo pue ...
den seguit los movimientos de las masas de caballería.
Por le que respecta á su material, éste ha llegado hoy á un
grado tal de ~implificación y ligereza, que ejecuta sus maniobras a}
trote y galope sobre terrenos lif$eramente accidentados, si bien no
0bstante, los obstáculos de alguna consideracióp restringen en grarmaner:
a su acción táctica, y hacen en cin:unstancias dadas sea alg
r.wbarazoso su emplazamient-o y ~ispo)dón d~ combate.
La artillería nccq;ita, por }o tapto, el apoyo y resgua.rdo de las .
. r)tras armas, como éstas el suyo. ·
Cuando su f'ue~o destructor no es ~ufici6!nte á contener· al ene-.
Jnigo, no t-eniendo condiciones para la defensa al arma blanca, se
vería prrdida si no estuviesen allí los batallonea y e~cuadrones para
protegerla, rechazando al enemigo ó dando ti'empo que a,quella retire
sus pieza . Por estfl razón, iendo una arm.a principal, tampoco
es independiente. Durante las n'larchas y en Jos comb~tes v carocampamentos
cerca del e;1emigo, exige mucha proteccivn y vigi ...
lancia para no ser sorprendida y desba1·atada antes de poner sus
pieza en batería.
Durante el co1¡11batc, las ítuacioncs más peligrosas para la artillerííl,
porque e halla más indefe~1s~, son cuando ejecuta una ma,
1iobra y en los mo n nto de enga JChar, de e 1ganchar y colocar<
las piezas en batería.
La artillería de campaña e divid n el ejé~dto pru iano en
artillería á pie y anilleria f¡ caballo. E tá dotada co.n p.iezas de cali.
bre de 8 y 9 centímetros.
Con re pect á su entrctcnímiento, es el arma más costosa r
más dificil dP- instr•tir y equipar. El conjunto de sus hombres, ca ..
bailo , pi za , carros y atalaj~s, exigen conocimientos y cuidadoj
distinto , para que formen un todo armónico, porque del buen servicio
y empleo de cada uno de aq~ollos elementos, oepeoden lo~
efi-:ac resultado de e ta podero a máquina.
Contrario le e el terreno accidentado á pesar de las buell~$.
'ondiciones ma'Jiobrcras que J oy posee, merced á la ligerez-a de su
material y á la . cncille.z de su táctica; pero sus peore enemigos en
un día de Jata) la o.n lo. fenó1 1enos atmo fé¡·' e s, como la lluvia,
1ievc níc la, etc.
Tiene, no o . tan te la artilleria, sobre las otras armas, la ventaja
de que no suele , ufrÜ' una completa pérdida de su personal, y
dado el caso de u 1 desastre, pueqe salvar todavía parte de su material
con Jos hombres y caballos que le restan.
Lo· tratado de fortificación se ocupan detenidamente de lo~t.
servicio propio .. á las tropae de ingenieros, y por lo tanto de las pro ...
pil:dt~cle!3 características de este cuerpo. Aquí ólo vamos á meucio, ...
4ll~"le . .con .relativn á u empleo táctico en la guerra. -
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BOLETÍN MILITAR
Divídense generalmente en pontoneros, zapadores y minadore;r_
Los primeros tienen á su cargo la preparación y uso de los puentes
de campaña para el paso de los ríos. Los .segiJndos .se destinan al
trazado y construcción de las paralelas, trincheras y demás obras de
apro.che en el sitio de las plazas. Al efecto se les agregan también
a!lgunas fuerzas de ínfantería que les ayudan en el uabajo de los fosos
y parapetos~
Los minadores se dedican á cabar y abrir las vías subterráneas
que con el nombre de minas tienen por objeto la destrucción de las
obras de ataque y defensa del enemig~ p>or medio de la pólvora.
Forman parte también de este cuerpo en las guerras modernas7
las compaiiias de camt'nos de hierro y telégrafos de campaña.
A pesar de la indicada división, todas las fracciones del cuerpo
.de ingenieros {batallone.s, compañías ó ecciones), están ígualmente
ínstruídas para practicar indistintamente los trabajos de construcción
de reductos, torres, tamhores, cabezas de puentes, parapetos,
fortificación de edificios aí lados, caseríos, puebJos y demás elementos
de defensa que constituyen la fortificación pasajera..
(e rmt i tJttll!'¡J). ___ . ..,...._ __
BATALLON BÁRBULA NUMERO 59
(8 DE FEBRE.RO ).
En el cuartel de este Cuerpo-antiguo Aserrío-tiene
lugar la hern1osa ceren1onia. de. la bendición de bandera.
Son Padrinos de la gloriosa e.nseña el señor doctor l?edro
Antonio Molina, Ministro de Guerra y la señorita Cecilia,
su hija.
En el centro del an1plio patio se ven bs toldas. Bajo
la uha la mesa donde habrá de servirse. suntuos ciébiles, el imperio de la verrl:.
td y del derecho scbre h f:1erza, la menti:ra y la arbitrariedad ; el sost
~n del Gobierno cre~do por L1 libre voluntad del pueblo para la Adlainistración
d~ bs bienes comunes y la represión del crimen y de todos
1 1s desm-mcs : Gobierno dignamente representado aquí por el scfior
T.1inistro, Padrino en e:>ta ceremonia,. M ñnistro que el Excelensímo seíí.
or Caro ha d:.tdo á nuestra Patria como una prenda preciosa de su es-~
tim:1ción, cuya ~nbiduría y vrgilanci .t bendice lt República.
Vosotros soldado!:', sois cristianos. La bendición de vuestra Bandera
no puede significar qu.c á su :.>.ombra cesa d deber de cumplir los manflamientos
divino~, si11o al contrarin que son más fJrzosos, porque tocm
:í hs f.Jcrtes. y anud dar ejemplo de h piedad para con los débiles
e i:1e:-mes, que lts m ·'is vcc~ no ciclinquen SI'10 por su misma debilidad.
Cnrc>pon:le tan s.1h al Mini tro del C Jrdero Inmaculado recordaros
que la Ley Santa no cxcbye el pa·rio:is.no que impone á todos la defensa
t!e nuestra n11dre patria y el legítimo csc:mniento de los que profanan
U S tgr tdo Sll!.!}O.
El sexo piadoso, á su tumo rcp cscntado 2quí por la belleza, la
r;raci 1 y la virtud en Lt .madrma de la fiesta, os insinúa también lo grato
<1ue k son los Lmrcles del vencedor generoso, los del soldado que al inst
mte en que ccs:-.1 la resistencia del enemigo recuerda que éste también.
tiene madre y berm:mas, ó acas0 esposa é hijos que lo amen y lo lloren
y que sabrán bendecir la m:mo del que se lo devuelve aleccionado talYez
con el desastre que su ob tinación le haya trafdo1 pero hábil para
vol ver á las labores del taller ó del campo1 mantei.edorcs del hoga.r.
Dios en vuestra Bandera os bendice á todos vosotros, advirtiéndoos
que el buen soldado empi~za á vencerse a sí m!smo en sus malos impul~
os y pasiones para dar siempre el ejemplo de la obedienúa y de la moralidad.
Los Ejérci :os im'enóblcs son los de moralidad más perfecta, los
t¡ue r.i por un momento olvidan que el honor del soldado es el de su
Landera, y el honor de ~n Bandera el de la Patria.
Una vez bendecida la venerable enseña y entregada á vuestro cumf
!ido y culto Coma H~ m te, ella viene, pues, ú s.cr !a dama depcsitaria de
Yuestra honra, á cuyo ri estáis. obligados. á co1nbatir y morir antes que
consentir en su degradación.
A I t vista de esta Bandera, "uestws afegres instrumentos celebran
t:l peder de Dios y la confianza del Gobierno. Dios y el Gobierno, son
quienes os c:-:treg-m cs.;r c,n.seña que dcfcnderéi5 con teda la fuerza de
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BOLETÍN M!LITAR
vuestra alma·, con toda la energía de vuestro corazón y con toda la franqueza
de vuestra profesión. Desgarrada con el fuego ó el hierro c:ntmigo,
sus jirones o bastarán unidos á la gloria, que es la segunda religión
del soldado colombia no: la gloria, señores, cuyos frutos son tan semejantes
á los de la virtud.
Dios y el Gobierno, guerreros colombianos, el Cielo y la Tierra os
ese uc han. Prometed sobre esa Bandera, que el Jefe del Gobi crno y la
Patria os confían, prometed la salTación de la República r el re s peto á
Dios. Repetid conmigo, pue ta la mano en vuestra conciencia y en
vuestras armas: ¡Dios y la Patria! ¿No sois, pue, los representantes de
la fidelidad ?
Mostrad á los enemigos de nuestra patria vuestro garniel, en el
cual está escrito, con caracteres de fuego: ¡Dios y ftJ Pr;tria! Nunca
olvides que la gloria está en el valor disciplinado; que el valor sin la obediencia
no es más que el insti nto de la destrucción; que tánto mérito
hay en servir al Gobierno en medio de la paz, como en los combates,
puesto que así en el descanso como en la guerra, pueden darse iguales
garantías de esta fidelidad, realce inmortal de l:t vale:1tía.
Abrid, pues, queridos militares, abrid ucstras filas ~{ ese primer
Magi trado de la Nación, para el cual un soldado desgraciado sería el
primer huérfano de la Patria; á ese Magiscr.tdo que en medio del chot¡
ue de nuestras diferencias no ha vi ro mús que colombianos; que ha
puesto el bajel del Estado al abrigo de us corrientes; á ese Magistrado
que se consuela de lo pasado con el porvenir.
Así es que cuando este primer Magi ~t rado, os dé la voz de alerta,
cuando vuestros J efes os manden c:mpuiíar la armas y acometer á lo
enemigos de nuestra Patria, obedeced Ciegamente, no tcmais, la cauc;a
de la Patria es la causa de Dios : llenos de fe, de aquella fc.: pura que
guió á San Fcrdando á pelear con la s huestes Ag:ucnas ; con el ánimo
esforzado de los Pe layo y Don Juan le Austria, lanzaos sin temor al
combate, peleareis como buenos, defendiendo los derechos del Gcbicrno
y la tranquilidad de la Patria ; si el celo y amor por la Patria os gufan,
no tcmais la muerte, puesto gue ella será el principio de la verdadera
vida de la gloria que ganareis por el cumplimiento de vuestros deberes ;
y si el Dios de los Ejércitos os libra de la muerte, vuestra Patria agrad-..
cida os colmará de bendiciones, y al ver vuestras honrosas herida~, os
clamarán como á los héroes de nuestra Patria. Y vosotros guerreros animosos,
cuando agrupados alrededor de esa Bandera, que recibió hoy las
bendiciones de la iglesia, ostentcis en vue5tra frente los laureles de la
victoria, !>ereis un digno ejemplo y m ostrareis á la República guc arde
en vuestros pechos con la fe del cristiano, el valor del caballero.
Quiera el ciclo, queridos Jefes y Oficialc, que jamás tengais queponer
manos á la e spada, para que vivamos en la dulce y hermosa paz que
ltbra la felicidad de la N ación: empero, si llega un dfa en que propios ó
extraños quisieran levantar entre nosotros el negro estandarte de la rcvoluci0n,
si el Gobierno se ve amcnazádo, si la Patria balance:.t y peligra,
·e:1tonces debéis recordar la promesa que hicfstcis cuando abrazástcÍ5
la nobl.e p:qfesi6n de las ar:na5, no olvidando que la violación de
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BOLETfN MILITAR
un pacto hecho con Dios, atrajo sobre el pueblo de · Imtef una I'tida
guerra y los dcm:'ts 111:1le:> que siempre vienen en pos de ella. Si cs1e
desgraciado ca:;o llega, desde ahora os digo con el Profeta Joel, que los
valerosos y los fuertes, y aun los débiles y enfermos, como si estuviesen
robustos, se sanrifican con la guerra, y todos los buenos os acompañarán
haciendo lanzas de azadones, y espadas del hierro de sus harados.
Esa espad•a que os ceñís, debeis manejarla, pero siempre con justicia
y sin abusar innoblemente de ella: si la justicia exige que la desemvaineis
y useis de ella, santiguareis vuestras manos con la derrota de los
enemigos.
El Gobierno os reúne- b-..:~ jo esa Bandera que se conffa á vuestra fidelidad,
y que os c.ond uc.irá tal vez más tarde al campo de Marte, para
que conozc.ais q:u.e las cau.sa-s que estais llamados á defender, son las
m:ís nobles~ pues s.on [a cau.sa de Dios, del Gobierno y de la Patria.
Como Capellán de:l Eiéreito es de mi deber recomendaros una
ciega ob,cdi,e;n q;:ia á vue.stros Jefes, y superiores así en tiempo de paz como
en el d!e guerra. Faltando ta subordinación y respeto, falta la unión
y la fU.e-rza, y dan consc.cu,enc~as. ~as más desgraciadas: porque es cosa
yá sabida que donde falta esta vl:r tud, la ruina es inevitable. Todas las
naciones. ti.e-nen esta gr<~~n. m.áxirna ~ sin obediencia, el soldado, lejos
de c.ontribuír á la s.eguridad' del Estado, lo compromete y arriesga. j Qué
de males pudiera a~arrear á una nac.ión un Ejército sin obediencia ni
dis.c.ipli.na! Si la insUtbordinación teS funesta en todos los cuerpos, entre
las t.r;opgs produce resultados fU.n e:s tísj,mos. Dadme un Ejército del todo
obediente y disciplinado, un Ejército en el cual la subordinación se
b.altc en tal "~CÍgor que el soldado a~ate dócilmente las órdenes del Capitán,
el Cap,ítán las dcl Corond, el Corone-l las del General, el General
las del Gobjerno su.pc.rior: este Ejército es invencible. Dadme otro en
cuyas ftlas haya cttndido el espíritu de insubordinación, de independencia,
de anarquía: este Ejército sucumbirá ante un puñado de enemigos.
Por eso ningu.na falta castiga la Ordenanza con tánta severidad como
la de inobediencia ; por eso Manlio Torcuato hi.zo decapitar á u hijo al
volver victorioso de u.na batalla que sin orden suya había dado; por
eso Pu.blio Craso hizo dar azotes á un Capitán de ingenieros, porque
para el derribo de una muralla empleó otro ariete del que él le había
ordenado,. siendo así que el del Capitán era más apto; por eso, en fin,
Escipión el afr.icano~ pregu.ntado por qué confiaba más en 300 de sus
soldados que en todas las demás tropas del Eiército, respondió: "porque
estos 300 me son tan obedientes que li.Í. los mando an:ojarse al mar, lo
harán con gusto sin dilación algu.na.n
N o sea pues,, queridos militares, no sea tan sólo el temor que os infunden
las terribles penas que marcan las Ordenanza!> del Ejército, las
que os sugeten á la obediencia, porque entonces obcdccereis por fuerza.
Es necesario que vuestra subordinación y respeto proceda de los sentimientos
de vuestros corazones, teniendo presente que así os lo manda el
mismo Dios por boca del Apóstol San Pedro. " Obedecereis á vuestros
soberanos como á mí mismo, porque he depositado en ellos mi autoridad ..
Si os hicieren felices, serán el instrumento de mi misericordia; si os
(;)primicsc.n" lo serán. de mi justicia é indignaciónL Pero padres Q tiranos.
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·BOLETIN MILIT~R.
~el pueblo, siempre tienen el mismo derecho á vuestra felicidad; porque
yo gobierno por ellos, ó por mejor decir, ellos gobiernan por mí. Si .su
dominación fuere b~hbara, tiránica, injusta, ninguno sea osado (atendedme
bien) á sublevarse por el abuso que hacen de su poder. A mí me
toca la venganza y yo os vengaré."
Perezcan para siempre los escritos y los autores que enscfían ser
permitido al pueblo sublevarse contra el Magistrado cuando abusa de su
poder. Ay! ¡A cuántos desastres no abre la puerta esta doctrina! ¿Quién
puede calcular las desgracias que acarrean consigo la anarquía y los furores
de la guerra civil r
N o me detendré e aquéllas que abu~an de su poder? ¿Deberemos ~'er buenos súbditos
aún de aquellos que no son buenos Magistrados? ¿ Y quién lo dud~
que debemos serlo, siempre que ellos no nos manden cosa que sea contraria
á l:t Ley de Dios? Y á lo habeis oído por boca del Príncipe de los
Ap'stoles, que nos manda estar sujetos á los poderes legítimos, y no
h tce distinción elltre superiores buenos y superiores malos, antes nos
advierte expresamente g u e, tanto si son malos como si son bueno5, debemos
estarles sumisos: "nod tm1tUm hiJtlis et mulestis, sed etiom discoi,:s ."
¿Cu:ínto no abusó de su poder el Rey N ahuco? Esto no obstante, el
Profeta Daniel reconocía su autoridad como emanada de Dios cuando le
decía: "á vos, Señor, ha consignado Dios el reino, la fuer7a, el poder y la
gloria " ¿Y Acab? Acab, señores, había dado muerte
nadas más glorioc;a s de nuestra Guerra Magna ; jornada en la cual el va•
!icnte y denodado Girardot~ siempre ven G edor~ murió triunfant~ al tremolar
la Bandera sobre la ensangrentada Cumbre del Bárbula; cuyo
rec ucrdo hi s tórico de reverenda y gratitud al Héroe, servirá de noble!
y saludable ejemplo que, sÍf1 duda alguna, sabrán imitar los miembro§
de este bien di sciplinado Batallón, llevando si amprc victorioso y sin
mancilla el »agrado Pabellón Nacional.
Concluyo, pucs1 ofrec iendo á Su Señoría, y por ~u honorable conJ
dueto, al Excelentísimo señor Vicepre sf d~ntc de la República, el de ~
cídido y eficaz apoyo en so · tén del aCtUal Gobie!rno y de las insdtucio ..
rtes, no s6Jo del Batallón en cuyo nombre hablo, sino también :c1 dq
)os demás Cuerpos de la División que hoy tengo la hon.ra de comandar,
He dicho.
~L SEftOR DOCTdlt MCLIN A!
Señor Gtneral Mo711Ítfar:
Con§idél'om~.versal., llevóse á cabo-no mediante ruido~
sas y sangrientas jo.rnadas en que las más de las vec~ sale sacrificado el
derecho y son ahogados los idea.lcs de la justicia,- sino por el solo poder
de las irradiaciones de su luminosa inteligencia.
Motivo de 3tasta satisfacción es para el Gobicmo y pueblo colom·
bianos contemplar cómo nuest.ros bravos veteranos .saben asociar sin esfuerzo
y sin compulsión extraña el temple del héroe que nunca sintió
los estremecimientos del pánico ante la perspect¡va de tremendo peligro,
con la sumisión reflexiva y consciente al poder de la ley representada en
el Magistrado. En medio de la descomposición general de partidos y de
intereses que se verifica á modo de gestación de período de definitiva
estabilidad, y cuando parece que hubiéramos de ver cambiado radicalmente
el rumbo de las históricas agrupaciones que se han disputado el
poder en Colombia, y el Ejército se conserva como fortaleza inexpugnaPJI.
e de los principios y de las fuerzas constitutivas del orden social, tan
amenazado por el embate diario de elementos revolucionarios que aún
bregan por conservar el predominio de otros días.
Puede Colombia, ciertamente, considerarse redimida y para siempr~
libre del oprobioso dominio del caudillaje-azote de barbarie y de deso.lación
en pueblos recién venidos á la comunidad de los Estados independientes-
merced al persistente y bien acentuado espíritu de civismo
que anima las filas del Ejército, cuya abnegación está tan bien probada
como su v-alor y su lealtad;-y a-sf como podemos confiar tranquilos
nuestra defensa eíterior en 'Sol&ados que se han cubierto de gloria haciendo
respetar los lindes de la Patria desde los comienzos de nuestra
existencia soberana ·é independiente, debemos también confiar en la seguridad
de la paz doméstica de la Republl.ca, sostenida por quienes nunca
han prttendido con.stituírse en casta separada ni han desligado la mi ...
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
BOLETÍN MILITA-R
sión y los fines de la fuerza pública de la suerte y de los destinos de sus
conciudadanos. El Ejército colombiano, penetrado de la verdadera noción
del objeto con que se le constituye y organiza en todo país medianamen·
te civilizado, ha logrado conquistar el aprecio público por su severa moralidad
y disciplina, al propio tiempo que merece el respeto de todos
por su sólida organización, garantía efectiva de su fuerza y prenda segura
de su superioridad en los campos d .... batalla.
Organi mo cuya savia es la misma del pueblo colombiano y cuyas
funciones corresponden al noble y elevado fin de su institución y á loe;
sentimientos nacionales, el Ejército ha merecido y continúa mereciendo
de parte del Gobierno atención preferente para mejorarlo y elevarlo al
nivel de los de otra naciones má · avanzadas: de ahí el empeño con que
se ob~uvo en el último año la serie de actos legislativos cuya ejecución
ha de transformar más provechosarn nte todavía la situación de la entidld
encargada de la defensa del orden.
Han empezado yl á recoger3c los frutos de esa labor encaminada á
hacer menos penosa la fatiga del soldado r á levantar su nivel intelectual;
y obrando, como es de confiarse que se hará, por las repetidas
muestras que el Eximio Jefe del Gobierno, ha dado en toda ocasión de
interés por el Ejército, no dudo que continuarán introduciéndose en él
cambios y mejoras adecuada hasta conseguir que la fuerza pública sea
infranqueable antemural de nuestras instituciones y del orden público.
Así habrá de ser el Ejército fuerza que mantenga el equilibrio de los factore
políticos y los obligue á buscar Lt suluci6n de los grandes problemas
de la vida nacional no en lo \ ulg=\res y b
Citación recomendada (normas APA)
"Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 6", -:-, 1897. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690927/), el día 2025-08-24.
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