------~ - --- - - - -- --- .,....------
EL RENACIMIE
Año 1 -Serie 1
DIRECTOIt
PEDRO JOSE GOMEZ C.
Dirección cablegráfica: RENAC!ldIEK.
Para suscripciones, entenderse con los Sres. J. N
Pania,ua ,. C.', A~encia lid Pe",dism, J' emir, (/#
• N únoero suelto... ...... . ....... ..... ....... ....... I •••
Número atrasado................................... I S.
Para anuncios, arree;lol particulares.
Remitidos, columna .. ............................. lo . . ..
No se deyuelnn oritinalu.
La cQrrespondencia .ebe rotularse al Director.
Oficiaa: Pasaje Hernández, pilo bajo, número 39-
Contratado lIn .,.iso por determinado núnoer. de
~ecel, se hará efectiTo el nlor d. ~1l ... allnqu H
orden 111 11IIpensióR.
La veruauera ORIGINALIDAD
n·
Una noche, mientras afuera
sopla el viento helado del invierno,
se reúne una familia en torno
del hogar donde chisporrotea
el fuego amigo. La llama oscilante
ilumina á intervalos la cara
de un anciano, al lado del cual
se encuentra una mujer de edad,
cuya cal eza, como la de su compañero,
ha empej'ado á blanquearlos
años; j unto á una mesa
está leyendo un joven de alta
frente, de nari.?' aguileíj.~ de pupilas
en que resplapdece el genio:
Guillermo Shakespeare. La lectura
de aquel libro - Amleth,
Rey de Dinamarca, que vengó
la muerte de su padre, y otras
aventuras,-de pronto hace surgir
una idea en el ' espíritu del
joven: ha brotado un drama.
Aquel cuento, con su enredo inverosímil,
con sus aventuras mal
tejidas, con su personaje borroso
en la leyenda,. al pasar por la
imaginación elel poeta toma las
tintas vigorosas de su fantasía,
palpita con sus emociones; y surge
el Hamlet del drama, vivo,
real, con todas sus tristezas y
sus vacilacion<:;s; Hamlet, que
ha de vivir y a al través de los
siglos, haciendo vibrar las más
hondas fibras del alma, lo mismo
entre los sencillos espectadores
de Flackfriars, como entre el público
refinado de la Comedia
francesa.
De esta suerte, así como el
Amleth de la leyenda se convierte
en el Hamlet deJ drama,
muchos otros asuntos, ~u~ eran
del dominio universal, pa~~n por
el espíritu de Shakespeare, y fundidos
de nuevo en el crisol ardiente
de su fantasía, vienen 'él.
ser de su dominio propio y cons-'
tituyen ya los asuntos ¡de sus
dramas, de una originalidad in- .
discutible.
Según observa un critico de
Shakespeare, el drama Cimbelina
nació, se inspiró en leyendas
anteriores: El Romance de la
Violeta, el Romance de la bella
Juana, el Ouento del Decámeron, ,
. _.-.. _._ ............... -::::.::::-:::.;: : : :::::::::.:::::: : :::::::.:;;-;::;:::::::::::::::::::: ::::-.. _:. •. ------- ----_._---_ . __ ..
Oficina, Pasaje Hernández, piso bajo, número 30
República de Colombia-Bogotá, martes 14 de Abril de 1903
El Milagro de Nuestra Señora
Al principio del siglo XVII esas
leyendas, que Gilbert había tratado
ya en Francia, toman su
forma definitiva bajo la inspiración
del genio de Inglaterra. Esa
idea, que todavía en el siglo xv
era apenas una larva, de pronto,
al calor de la fantasía de Shakespeare,
toma alas y levanta el vuelo.
Los personajes, que no eran
sino sombras en la leyenda, cobran
cuerpo y vida y pasiones en
el drama. Parecen desprenderse
del fresco gótico, donde una mano
tímida los había disertado, y
cruzando las sombras de la Edad
Media, surgiendo de la neblina
legendaria, se presentan en las
tablas, se agitan, se interpelan,
luchan, ríen y lloran, con verdadera
risa, con lágrimas reales.
• lit •
U n día en el Palacio de Harefield
se había preparado una fiesta
para'distraer á Isabel de Inglaterra,
profundamente triste '
por sus setenta años y corroída
por los remordimient'os. Se había
preparado una sorpresa: ante
la Reina va á representar ShaKespeare
en persona, que ha distribuído
entre sus compañeros de
teatro los papeles de Otelo y les
ha inspirado cada uno de los
efectos teatrales, tal como Hamlet
distribuía y ensayaba los papeles
de los cómicos que repre.sentaban
en la Corte de Dinamarca.
Nos imaginamos la emoción
trágica de áq uella Reina, al
ver en las tablas del salón de
Harefield desarrollarse las escenas
de esqs celos desgarradores.
En efecto, ¿ quién ~omo ella había
dado cabida e n su corazón á
la sospecha, y quién más que ella
se sintió devorar por ese" monstruo
de pupila verde que produce
el alimento corrosivo de que
él mismo se nutre?" Impulsada
por los celos en los largos años
de su omnipotencia, y sintiendo
hervir en sus venas la sangre de
su padre, el monstruoso Enrique
VIII, la Reina. había torturado
ó hecho degollar á Essex,.
, á Raleigh, á Lord H unsdon, á
Leicester, á Lord Southampton,
sus favoritos.
Aquellas emOClOnes profundas,
aquella tortura con que parecía
el autor de Otelo vengar á
las víctimas de los celos reales,
no las habría experimentado la
hija de Enrique yIII, si en vez
de darle el drama del poeta inglés,
se le hubiera lddo la novela
de Juan Bautista Giraldi Cinthio,
qu.e trataba el mismo asunto
de los celos ' de Moro con
Desdémona, asunto de donde
Shakespeare. tomó el tema para
su obra.
El drama le arrancó á la Reina
lágrimas de remordimiento;
la novela de Cinthio le habría
arrancado á lo menos un bostezo.
Demasiado largo 5eria entrar
en el estudio detallado de las
fuentes á donde Shakespeare
fue á buscar los asuntos de sus
dramas. A veces no se contenta
con tomar. en general el tema,
sino que copia de otros autores
frases, pasajes, escenas enteras.
En otra5 ocasiones negó hasta
tomar los asuntos, no ya de leyendas
ó novelas, sfno de dramas
anteriores, muy conocidos en las
tablas: verbigracia, una tragedia
represenhda en Londres, fue retocada
por Shakespeare, y de
ella salió la Trilogía de Enrique
IV, Enrique V y Enrique
VI .
A propósito de esto observa
un crítico que de 6,045 versos
del drama, solamente hay 1,899
versos originales de Shakespeare.
En suma, para no fatigar al
lector, recordaremos de paso que
así CQmo Harnlet salió de la leyenda
A mleth de BelIeforest, y
Ot~lo de la novela de Cinthio,
el Sueño de una noche de verano
salió de una balada escocesa, Tomdl
el remador, y Macbeth, y
el Rey Juan, salieron. de las cró.
mcas de Holinshed, y Ricardo
///, de otra crónica de Hall ;
Trolus and Oresida, de la balada
de un menestral, Benito de
San Mauro; , Mucho ruido 'P~r
nada, de una novela de Bande-
110; el Cuento de z'n vien1,o, de
Pandosto, novela inglesa harto
conocida, escrita por Roberto
Gree n ; Cu m belz'n a, d e un cuento
en el Decámer01t de Bocaccio,
así como Bien va lo que bien concluye.
Por último, juliefa y Romeo
es un argumento tratado
por Luis da Porto, de quien lo
t'§.aron por la tribuna del oradbr,
clasificados y ordenados,
como en otra arca. Mr. N onsense
nos enseñó que Shakespeare,
en los epítetos y expresiones sobre
ciertos animales, no había
hecho sino plagiar á otros poetas
ingleses, á Gower, á Chaucer, á
Spencer, á Marlow. Demostró
que también había plagiado, para
el m~~mo fin, á Virgilio, Plinío,
Ovidio, y aun muchas frases
de la Biblia. La famosa descripción
del león, que hay en uno de .
los dramas, resultó ser de Plinio;
unos conceptos sobre el buitre,
eran del Frometeo de Esquilo;
los célebres párrafos sobre el ~abaIlo,
en Venus y .A donz's, eran
copiados de Du Bartas, y el co,
nocido trozo del En1'ique 1/, so~
bre las abejas, era del Euphues
de Lyly, quien á su vez lo había
tomado de un hermoso pasaje de
' Virgilio, según lo próbó el prpfesor
leyéndonos el libro IV &~
las 'Geórgicas. ¿ y -por qué alabar
la nomencla.tur~ de los perros,
que hallamos en' M acbeth
yen el Rey Lear? Nada de original
tiene, pues está tomarla de
la Vuelta al Parnaso. U na i,ma- ,
gen sobre los ab~jones, qu~ hay
en el· drama Perzcl~s: le pertenecía
á Súffolk, y otra sobre la teina
de las abejas, que trae el Ti'
món de Atenas, era de Las
Furz'as de Du Bartas. Los epítetos
que Shakespeare les aplica
'á ciertas aves, tampoco ;son suyos,
según lo probó nuestro profesor,
amontonando, citas sobre
citas y cogiendo libros tras de
l1bros; la expresión de 'la alondra
matinal/ resultó ser de Lyly;
EL RENACIMIENTO
, la atrevida alondra,' de William
Browne; 'la gozosa alondra,' de
Spencer; la alondra' mensajera
del día,' de Chaucer; y la alondra
que saca el día de su letargo,'
de Ches-ter .... "
** *
Ahora concluiremos observan-do
que Taine, quien sin duda
conocía todas esas imitaciones y
plagios de Shakespeare, no le
escatima su admiración, antes
bien le tributa el más alto homenaje
al inmortal dramaturgo.
Para Taine el mérito mayor de
,Shakespeare consiste en la unidad,
en que todos los asuntos,
todos los caracteres, al pasar por
su espíritu, r~ci~en un mismo
sello de pasión, de originalidad
y de grandeza.
" y sin embargo, tiene U11 talento
enteramente suyo, no ha
producido todo género de bellezas
y de verdades, sino un solo
género de verdades y de bellezas
geniales; no ha escrito con
todos los estilos, pues tiene un
estilo lÍnico. No ha pintado todas
las especies de armas y de cos~
tumbres, sino una especie particular
de costumbres y de almas.
En el dominio del arte se ha
cónquistado un dominio prqpio ...
" j Qué alma I j Qué extensión
la de su escenario y qué posesión
de una facultad úniGl! i Qué
diversidad de criaturas. las cuales
llevan todas un mismo sello;
hélas ahí reunidas todas y todas
señaladas con un mismu sigllo,
gobernadas por el temperamento,
por la imaginación y la pasión
del poeta, revestidas con el
cuerpo real y tangible que él se
ha imaginado, y dotadas con los
hábitos de inteligencia y sensibilidad
qu~ el creador encuentra
en su propia naturaleza; reunid
esos grupos y encontraréis en
ellos las formas diversas y los
estados de una sola potencia.
¿ No veis al poeta que se destaca
por sobreJa muchedumbre de sus
criaturas? Todas parecen anunciarlo,
mostrar un rasgo del poeta
mismo, y de ahí nuestra emoción
y la ternura que nos inspiran,
Podemos decirle al poeta
como Desdémona á Otello: Te
amo porque has sentido y sufri-do.
mucho." '
y Chateaubriancl, que conoce
las flaquezas de aquel "sobrehumano,"
observa colocanao á
Shakespeare entre los geniospadres
de las literaturas: "Estos
genios ocupan el primer puesto
entre los hombres; su variedad,
su fecundidad, su originalidad,
hacen que los reconozcamos como
legisladores, moldes y prototipos
de las diversas inteligencias,
así como hay cuatro ó cinco
razas de hombres, de que 'los
otros no son sino ramas ó vaÍ'iantes."
Shakespeare, que éliscurriendo
por tocios los cam pos se embriagó
de un Il1Ódo (livino con
los mej(}res racimos e1el cercado
ajeno, pudiera prestarse á b mofa
de: los que clcsconocienelo tal
grande;¿~l, le sorprenden en su
desnudez, como á Noé, entregado
á los excesos de esa em briaguez
sublime. Ataja esa mofa la
observación deChateaubriand á
ese respecto. "Abst~ngámonos
de insultar los desórdenes y los
abusos en que caen á veces e~tos
seres poderosos; no imitemos á
Cam el malclito; nohagamosmofa
si hallamos desnudoy dormido,
á lasombra del arenque encalIóen
las' montañas ele Armenia, á ese
solitario navegante del abismo.
Respetemos á ese piloto del diluvio
que reengendró la especie
humana cuando se cerraron las
cataratas elel cü~lo; y como hijos ..
piadosos y benditos de nuestro
padre, cubrámosle ptídicamente
con nuestro manto."
(El Correo Nacional)
~~-_.' ~._-----
EXTERI@R
Para el público
Debo confesar que lo vi con agrado
abandonar á París. pues á m i pesar
- no quería ser tan pesirn ista,
- presentía la catástrb(e. c<1si
la preveía. la juzgaba cierta, r seguía
con temor la marcha lenta de
ese grafl globo que podía. ele repente,
transformarse en bólicl0 y venir
á estrellarse contra el pavimento de
la ciudad en la hora n1;1tinal en que
millares de persnnas se encaminan á
sus trabajos.
Es tiempo verdaderamente de que
se impidan esas ascensiones ries(Yosas,
pues si cualquiera puede def~nder
su derecho al suicidio ó;Í arries- l. gar su existepcia, me parece que es
l~e,G:esario defender la vida de los
transetÍfl tes.c.eont-ra ' Jas te-rr i b~E:on
secuencias de una caída.
Ayer sólo ios aeronautas fueron
víctimas; pero si la catástrofe hubiera
tenido lugar media hora antes,
hubiera sido en la Pla7.:a de la Opera
donde . hubiera caído la masa de
setec¡e~tos . kilogramo:; desde una
altura de doscientos ó tresc ientos
metros !.
** 1{<
La catastrofe
U na vez pasadas las fortificacio
nes, el globo se deslizó hacia SaintDenis,
esforzándose sien;},pre los aeronautas
por cambiar de dirección"
sin poder con~eguirlo, y efectuando
la misma serie ele ev()luciones sobre
sí mismo en la invariable línea del
viento. En las llanuras de Stains, los
aeronautas debieron pensar en bajar
á tierra; esto por lo menos se
saca en consecuencia de la relación'
de un .espectador' de la catástrofe.
""":iDónde estamos 1. preguntaban
ellos á un pa¡;ajero que se hallaba en
el caminQ de Gonesse, el Sr. Aubert,
maestro de su taller.
-,-Están pstedes precisamante sobre
Staz'ns, fue su respuesta.
-i y hacia dónde vamos? iHacia
Pautin?
-Sí.
Era seguramente M. Morin el que
hablaba, porque el pobre M. Brads~
y tenía uo ma~~ado acento extranjero,
y M. Aubert asegura que el in
terlocutor hablaba un correcto fran.
ces.
-Querríamos, agregó la voz, en-
-contrar l1éil1uras deshutlas para po-der
bajar sin peligro~ ¡Adiós!
M. Aubert entró á su casa para
tomar su trabajn; volvió á salir al
jardín. y vio al aeronauta que seguía
suavemente en la diretciól1 del vient<
J. Eran las nueve y cuarto.
-De repente. decía, vi la larga
quilla que sirve de barquilla, des-prenderse
de adelante, después de
atrás, y vino á estrellarse sordamente
sobre el suelo, desde una altura
de cerca de cien metros!
No tuve fuerza ni para lanzár un
grito: la agonía me había secado la
garganta! Corrí hacia los despojos .
de acero que brillaban sobre la tierra,
en tanto que el globo deslastrado
subía. subía antes de desaparecer.
* '* *
Las víctimas
La quilla del aeronauta había caído.
á plomo sobre el suelo, y dando
prImero con la parte de adelante.
habíase clavado algunos centímetros
en la tierra. que alli es muy blanda.
Hacia adelante, en la parte que él
ocupaba. uno ele los aeronautas. M.
Morin, estaba como consumido en;:
tre sí mismo y con las pie¡;nas atrozmente
partidas; sus pies habían atravesado
la tela sobre que ~e apoyaba,
y se habían clavado en el suelo. Uno
ele los travesaíios de la viga tenía
una deformación característica en el
lugar en que se había apoyado la
mano de M. Morin en el momento
de la calda.
Cerca, del motor fue encontrado
el cuerpo de M. de Bradsky, y en la
misI11a posición, con heridas poco
más Ó menos semejantes, las piernas
quebradas, el cuerpo acardenalado
y la cabeza abismada.
Con grandes precauciones y ayudado
por sus obreros, M. Aubert
retiró los dos cadáveres del encabestramiento
de los tubos y de las
barras de acero.
Los cuerpos fUf' ron eJ' el ide s en
el s ll ~ lo t.n al la ú e . '. después
de asegur, f. e que lIi:I,.:,~na de
las dos víctim; ~ resi)iraha, fueron
cubiertos con ranas.
_ Se ay isó Í!l m ~d j a tam e nte ]Jor teléfono
á la hefectura de Policía,-y
un cuarto ' de hora después llegó el
Comisario con Un coche, y levantó
los dos cadáveres.
1\1. de Bradsky, de origen húngarQ,
era de unos treinta y seis años
de edad, habia sido Secretario de
una Embajada y había rec·orrido
muchos países: la India, la China,
el Japón. De iteligencia muy cultivada
y brillante educación, se había
apasiona.do, hacía dos años, por la
aerostática, é hizo su primera ascen-sión
en Septiembre de 1901. '
. Acompañaba á M. Lachambre y á
M. Paul Morin. y los tres aeronautas
descendieron en la l\:Iayenne.
Poseía una fortuna bastante grande
M.de B'radsky,quiense había instalado
en París hace tres años, y
deseaba consagrar sus rentas á los
descubrimientos aerostáticos. Era
casado y padre de tres niños, e"ntre
los cuales había una niña de cuatro
meses.
Hé aquí el estado civil de M. de
Bradsky. tal como ha sido presentado
á la Comisaría de Policía de San
Dionisio:
"Van Braclsky Labrum Ottokar
Theodor Amo. riacido el 4 de Mayo
de 1866 en Z fvickau,"
M. Paul Morin, ingeniero electri
cista, tenía cuarenta y cinco años.
Vivía en el número 17 de la calle
de la Terrasse; era casado y padre
de un niña de trece años. ' .
De un espíritu alegre, M. Morin
se Hallaba dondequiera que se cultivara
la fuerza física y se acostumbrara
el espíritu á las decisiones
prontas. ErOl Presidente Je una So.
ciedad atlética, y además se le hallaba
de COlüisario en las grandes
pruebas y en las carreras importantes.
CMt!u;riJ
/
..
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
SUELTOS
, . ,
NUEV A GEOGRAFIA DE COLOMBIA.
De la llustraci6n Artística, el periódico
ilustrado más notable de
Barcelona (España), tomamos las
siguientes líneas, que se encuentran
en el número 1, lOl, de 2 de Febrero
de este año:
" No vacilamos en calificar el libro
de importantísimo,:ni ~n afirmar
que puede servir de modelo el: su
género, no sólo por la a~undancla ,Y
minuciosidad de datos, S1l10 aclemas
por el método con que están e~puestos.
Su .autor merece los Olas
sinceros elogIOs, y los merece también
el Gobierno presidido por el
Sr. Marroquín, por la edición .oficial
que ha hecho de la obra, ilustrada
con multitud de planos y de
interesantísimos dibujos, que constituyen
una colección única en su especie."
** *
SALUDO-Lo presentamos muy
afectuoso á nuestro inteligente y
simpático amigo Pedro Pablo Cervantes,
bien conocido en nuestra sociedad
por la elevación .~e su estro
poético. Llegó á esta capItal el ·do·
mingo último.
t • Tenga grata' permanencia entre
nosotros. • l!l *
BAZAR-El domingo se verificó
en el Parque de Santander uno muy
lucido, á beneficio del Lazareto.
Las más bellas y aristocráticas
señoritas de la capital e_taban allí
ostent~d; do sus encanto,; y ¡Jrocu rando
fondos para los desgraciados,
recursos que, como era de e. perar,
fueron abundantes.
*
TEATRO DE COLON-La función
del domingo: lucidísima.
Adelantan los artistas.
** *
LOS SEÑORES colaboradores
de El Colombiano que quieran continuar
la dis~usión sobre los pretendidos
plaO'ios del Sr. Lorenzo Marroquín,
tendrán á su disposición las
columnas de EL RENACIMIENTO, Y
sus artículos se publicarán de preferencia
á cualesquiera otros.
PEDRO JO~É GÓMEZ C.
SECCION RELIGIOSA
La Iglesia y el Liberalismo Católico
PASTORAL DE LOS OBISPOS INGLESES
Traducción especial para EL RENACJIIJENTO
(Continúa)
Son semejantes á aquellos que habiendo
sido benignamente invitados
á residir en el Palacio de un Monarca,
se aprovechan de su posición
para destruír y disponer de la regia
tapicería, según les plazca á ellos ó
á sus amigos de afuera; y aUf) á
hacer modificaciones en el edificio,
según su talante, sin . tener para ello
la más mínima facultad.
y volviendo la vista atrás, á las
lecciones de la historia, encontramos
. que Santo Tomás de Cantorbery,
contra los que tuvo que luchar en
sus días fue contra los católicos liberales,
para defender las libertades
de la Iglesia; los mismos enemigos
contra quienes tenemos que pelear
hoy para defender las mismas inmunidades
de la Iglesia. Tanto el Clero
católico como los seglares de Inglaterra
necesitan fortalecerse con
el espíritu de Santo Tomás de Can-
EL RENACIMIENTO
torbery, si es <{ue han de resIstIr
con buen resultado á las incesantes
irrupciones del Liberalismo en los
dominios de la Religión.
Creemos que debe imputarse á
ignorancia del verdadero carácter
de la Iglesia de Cristo, y de la posición
y deberes de sus miembros,
el que existan entre nosotros quienes
tengan este modo de pensar; y
que lleguen á desconocer que la fe
católica nunca ~a sufrido interrupción
ni menoscabo. Verdad es que
confiamos que este modo de pensar
no comprende sino á muy corto nú<
mero de nuestros católicos ingleses.
Pero la idea de que es posible la
difusión del error, ha despertado
nuestra vigilancia pastoral para dar
la voz de alarma. y exponer con al<
guna extensión ciertas doctrinas que
pueden ser necesat:Ías para la direc·
ción de los fieles.
QUÉ SE ENTIENDE POR IGLESIA DOCENTE
I ......... En el negocio de la salvación,
Dios no ha abandonado á la humanidad
á la dirección que quiera darle
el juicio pri vado de cada cua1. sino
que le ha dado un Maestro Divino,
que hasta el fin de los siglos la
encamine con su presencia y autori.
dad. Es, pues. de suma importancia
saber dónde se encuentra este Maestro
Divino, y cómo nos da á conocer
sus voluntacles. Las ideas vagas so~
bre este asunto conducen inevitablemente
á la duda y al error, mientras
que las claras y definidas n"os
someten con prol~titud á tributar á
su autoridad el honor y obediencia
que se merece. Ahora bien: este
Maestro Divino de que hablamos e:;
el mismo Dios. Mientras que Jesll
cristo vivió sobre la tierra, Dios nos
habló por la misma boca de su Sao
cratísima humanidad. Después qu(;:
. sul5io ¡nos cielos, el Divino Maes
, tro nos habló por medio de San Pedro
y de los Apóstoles, y ahora con·
únúa hablándonos por medio de sus
legítimos sucesores, y continuará
hasta el fin de los siglos.
La doctrina de la presencia del
Divino Maestro sobre fa tie¡;ra está
copiosamente probada en la tradición
católica, y en la reseña breve
que el Evangelio hace de las palabras
dichas por Nuestro Señor mismo.
Así, EL dice que el objeto de su
misión es " para que tengan vida, y
vida abundante." Y cuando claramente
expresa que el fin para el
cual envía á sus Apóstoles y les da
todo el poder que le ha sido comunicado,
es para que 'instruyan á todas
las Naciones en las materias que les
prescribe. " Todo poder me ha sido
dado en el cielo y' en la tierra; id,
pues, y enseñad á todas las gentes,
enseñándoles á observar todo 10 que
he ordenado." (Math., 28-20).
Por tanto, el objeto de la misiÓn
de los Apóstoles es continuar las enseñanzas
de Cristo; y el poder con
que quedan investidos para este objeto
es el mismo que ]es,ucristo,
en toda su plenitud, recibió de su
Padre. "todo poder me ha sido dado;
id, por tanto, y enseñad."'y en
otro lugar había dicho: "El que á
v.osotros escucha, á mí me escucha,
y el que á vosotros desprecia, á mí
me desprecia." (Luc., x., 16). Los
Apóstoles I está'n puestos para ser
creído~ y obedecidos. Su misión es
para todo hombre sin excep ~ íón. "Iel
por el mundo todo. y predicad el
Evangelio á toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado. se salvará;
el que no creyere, se conclena·
rá." (Marc., XV] ) .
A fjll de disponerlos á llevar tan
difícil y s(;brehuJll3IW encargo. ks
promete enviarles el Espíritu de Verdad.
" Y CIIanJo el Espíritu ele Ver-dad
venga, os enseñará toda verdad,!'
y esto no de una manera transitoria,
sino estable, porqúe ese Espíritu
vendrá y ., habitará con vosotros
para siem pre." Y como para
preparar á sus Apóstoles contra la
opo~ición que habían de encontrar
de parte del mundo, les advierte
que ese Espíritu ele Verdad que
ellos iban á recibir, no podía ser re·
cibido por el mundo, porque 1'li 10
ve ni 10 conoce. Mientras que vos·
otros sí Jo CO!10q:réis, porque permanecerá
entre vos0tros. y estará
en vosotros. (Juan, XIV, 17).
" Este Espíritu os enseñará todas
ras cosas, y os traerá á la memoria
todo 10 que yo os he enseñado."
(Juan, XIV, .26) ... Este Espíritu dará
testimonio de mí, y vosotros daréis
testimonio, porque desde el principio
habéis estado conmigo." (Juan, xv,
26-2 7).
(COlllti,úa)
Sección Literaria
lía s.e ilal de los TernOS
Una noe!H', dpí'pllé .. ¡jp CPllar. ·est~
hHmllí'. como dp r'(J~tllll'l\¡rp, hahl~
nd() cerca t'rlfl, y ~Hhido (' 1> qUf' .... 11 p¡;;!e
!'ipmpI' el vienh. I'lIpla ('011 gran
villll-'llf'in f'tI Illlf'l't rll:< (,I>:-t ¡¡"'.
No tenía sino elie7, ' ñoí' el1 aqueIl~
épo('a; ahora tengo i;e~P/1ta y
trei<; pero hay rpcueroo!' qUf' no ¡;;e
pirrdf'n [n('ia
Al oír lI1u~ir 1'1 tf<'tnllJ)ral. ~e pas,(!
nat uralmente 11 hahlar de mi herma-
110 mayor, Guillermo, r¡ue f'ntonces
navegaha corno marino pOI' el Océano.
Mi mafhe hizo IIntar qur' hacía tiem
po 1111 tenhllllní' J\otinia" ~uyl'ls. La úl ·
lima (,aria era df' V;,¡(pflnrí¡:o .• En
¡J(lll t' lla ('uta dl"('Í¡¡ qUf' e:-laha biel'l
r ~8 1 11d- ~ pf' ro la fcctHl e ra oe sei.¡;:
rn f'i'f' í' an teF . V e rd~d e¡;: que los ma
rineroR no son mlly pr6e1igos de su
f'í'ni 1 u rfl.
DI" lndo¡;.¡ 1I10(r o!' , dc'cía mi mao U', .
r¡uisieru ¡¡'a her clónd e e~ lá ahorn, su<
pOlJi f' lIdo que no tf'ng ll que i'ufrir el
v~lIe1av a l ele est,:¡ nuche.
Entonces f'llIpezámps el Ro1'ari'l,
ni que ¡;e añ adió UI1 Padre llué';lro
por l1Ii he rmano Glli I1 P r 111 0, y f.)( ' S
ruin l"" á acol'lnr. Yo durmía cerca
d( ~ mi llf'rlllfln a COllpnia. Estábamos
"/l. lI1f'dio oormid,,:<, cuando In voz de
;lIi rnaore flní' d('~fl (' rt() ¡'ru~(':lInelllp.
Su ('¡llrla ('~thb¡ : ar It,dl) de l., l ; lIé~lla,
('('I'ra d;>1 (¡Ollar.
-¡Eh! ¡niñlls! ¡No oís nada?
-¿Qué, maore'
-Ruido fuera.
Yo elonnía junio ~ la pared. Me
senté ell la call1n, y apliCJué el oíelo.
-Sí, dije, oigo el raino ele cuatro
rf'lTlO¡; que golpean el agua cadencioo
samellte.
-¿Y naoa más?
-Sí, (ligll gl'nte qu(' hahln.
-Sálla dI' la CUllla, Mari-Ointa
(mp. llamaban así por ahreviaci61J de
mi nombre, María Jacinta), y ábre
un po('o la Vf'lltann panl trat(lr rle
comprender en qué i¡lioma hahlan.
Ohedecí, f>ntrf>abrí la ventana con
precaución, por temor ele que el vent1aval
me cchara los p08tigoi' contra
la caoeza.
Las \'('ef'~ venían del mar, del cual
IIUf'1<1 ra 'caí'a (la llIii'llll'l en que vivv
aÚIl) ¡;:ólü estaba i"f'parada por el eanli,
"o. Erllll evielf'111/>nti"nlp laí' de los
cuatro !"f'lIleroJi'-. Lo In:í:< ('xtr¡¡ño e¡;
(!llp eada \lIJO d(' pll, ¡!" p<1r(·da que
ha l'¡ ¡, i'H 111 111 !, ngua ,d iferellte . Algunas
palahrai< lIf'galol1 di ¡; tinl(1ll1Pllte
~ mi oíáu, y héla/'o ahí: Hurra ... Sin
amarra ... Dali ... Ariboné.
II ,~ lé!", t'~I¡¡ t fl" l . i t¡¡JillIJO, r1f11odo
hahía tal vez nllí. Me pareció tamhiéll
que UI1" de IlIs homhres que
sss
ihan e1l el bot.e se expresaha en dia
lecto bretón; pero con aquella alga
rabía ele lenguas, y especialmente á
causa del viento, no puoe entencler
lo que oecÍa.
-¿Y bien, Mari-Ointa', preguntó
mi madre.
-Debe i:er el hote de algún harco
perdido en nuestras costas, y que lleva
á borelo marineros ele varios países.
-Si"llld 'l así. enci~nde lumbre, á
fin de quP (luednn efl(:onf.rar una ca¡;:
a eoll fuego en el puehlo enando
desetn ha rq uen.
Mi madrfl era una mujer muy C3-
rit¡¡t iva. Le gl's taha f¡lvllrecer á los
nece"itad()s~ esppcitdmente tratánoose
ele marinos. pues en casa lo habían
sioo siempre oe padres á hijos. Así
pueí'; ence ndí la luz y me puse las
saya:" y el cu e rpo temhlanno de frío
y tamhién [l/go de miedo, lo confie-
1'0. Df' i'l'ué:01 permanecí esperando ....
meclia hnra, ulla hora; pero nadie vi~
110 á lla:nar á la pUNta. Sin 'emhargo,
lo¡; tripulantes del botiA debían
haher dcse mbarcado. pues no ¡;:e ota
ruido de rem'IS ni rUluor oe voct>s.
Por fin, mi madre 111 ,3 elijo que vol-·.
viera á llíi cama. O~lllpaia estaba. Ja~·1.
durll1i('ll'¡o otra vez, .r yo, á pesa l' elel
ten),,/,. r¡un :JI la rnf'i;i lfl ll cios¡¡. Nada oímos
de parl"ieul f\ r ....... Lo cO llt.rario suceelió
la te rcera n o d1\'. Mi madre
acababa de apagar la lumbre, cuando
oe nu evo llegó ha:-:ta n,l$tlt,I'()S el plicplne
d"t.~ cllHtro ¡··' m"i< grllpeallelo el
agua do" á do". 1\T(: I,' va llt é ele nuevo.
E.sta vez qu t; rÍl. ¡·Ol ls.e rvar la se~
renidad, q\lería VN. M l~ Vf' ¡;;!J y salí.
El IO nr cahrilleRha á la luz de la luna.
Explo ré con !n v i ~t a toda la exten~
ión pe rr,eplih ln elrl ¡H~lIa . y.sólo ,
vi las roca,.; dp b;111 G i id¡:!" , que pa reo.
cíap f's pec t '·() ~, y Irj(l~ , II IUj' tejos, la
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL RENACIMIENTO
se.
alimañas, las Siete Isla~. i];hrco nin-gunol
.
y sin embargo, en meclio oel silen~
cio de la noche, continuaba resonando
el plie-ploc de los remos, como
el tic-tac de un reloj.
Pero nada más. Los remeros " ho·
gab~n " en silencio. No conversahan
en sus múltiples lenguaje!'!.
Mi hermano se me había unirlo en
la playa. Tenia la vista !uás penp,trante
que yo. ¡No importa! No vio
sino lo qqe yo había vi!LíVAR
Esquina 'occidental del Capitolio
12-3
~'_ _iÑ iiiii¡¡¡¡¡¡¡¡;;¡¡¡¡¡¡¡¡¡niiA. ~?A~~..._ _; ;¡¡;¡¡¡;¡ _/2 4_.., AA
.... ~!\- '!\<9YII'~"',
BAVARIA
Deutsch-Columbianische Brauerei G. m. b. H.
•
Cerveza Pilsener, Lager, Bock ... $ 100 dJna medias botellas
Id. Doppel Stout. .. ......... ... r 20
Id. Higiénica ... . _________ 180
Id. de barril, blanca y negra... 10 el litro
Agua gaseosa pura, de limón, fre-sa,
mora y plátano ....... ... ..
Extracto de malta . __ '. ____ ..... .
Hielo ................ ' ............. '" .. .
50 dJna medias botellas
30 la media botella ..
60 el bloque
Los precios se entienden sin envase. En ventas por
mayor y de contado, hacemos ello por 100 de descuento
sobre los p~oduct?s .. emb?teIlados. .Env~amos los pedidos
por mayor a domIcIlto ó a las EstaCIOnes de Ferrocarriles
dentro de la ciudad. '
Los jJl'edos son los corrientes el día del despacho; no
se garantizan precios determinados sobre anticipaciones de
dinero.
Compramos CEBADA EN GRANO, BOTEI.JLAS
CARBON mineral y cerda de marrano. '
Bogotá, Abril 1.· de 1903.
El Gerente,
L.
rlllpreata de Vapor-Calle 10, número 168-Administrador J' Corrector, Belisario Cuer1'o Allfel'
I
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Renacimiento - N. 37", -:-, 1903. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690859/), el día 2025-07-16.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.