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EL RENACI'MIENTO
Año I-Serie 1
DIRECTOR
PEDRO JOSE GOMEZ C.
Dir~cción cabl~gráficlL: RENACUdl:tN.
Para suscripciones, entenders" co~ 105 Sr~s. J. N.
PlLnilL~ua y C.·, Áttncia dtl pUI()dl!m, y Cmlt" U
Á,,,mcilJdQt'u-Plasuda de San Car/Qf.
Núm~ro suelto................... ................. I •••
Número atrasado.......... ..... ............... ..... I 5°
Para anuncios, arr~glos particulares. .
Remitidos, columna ............................... s •...
N o S" d"vuel v~n original(s. .
La correspondencia d~b~ rotul.ars~ &.1 DI~"CtOT.
Oficina: Pasaje Hernández, pISO. baJo, nu.m~ro 3°·
ContratlLdo un aviso por d~termmado nUI'B~ro d~
-.reces, s~ hará efe~~ivo el valor de elllLs aunque se
orden~ su suspenslOn.
TRATADO
PARA LA APERTURA DEL CANAL
En nuestro n11merO anterior
insertamos un cablegrama del
Sr. Gobernaclor de Panamá para
el Sr. Ministro de Gobierno, el
. cual cablegrama concluye así:
"Tratado Canal pendiente en el Senado
mericano. Asegúrase Presidente convo~
ará á sesiones ex~rao:di~~rias, si no es
ratificado en las ordmarIas.
Sabemos de origen fidedigno
que si el Tratado no recibió la
aprobación ::Id .Senado en las
sesiones ordmanas, fue porque
la minoría de esa Cámara se
propuso obten;r. tal resultado,
.empleando la tactlCa que en los
Parlamentos se llama obstruc-
cionismo, g~e consiste en _P!.~poner
modificaCIOnes. s.uSfancla-
les y cuantas propOSICIOnes son
posibles para pro~ongar el; debate
con larRos dIscursos, a fin
,de que llegue e.l día r la hora
de cerrar las seSIOnes SIn que el
. asunto se haya decidido. .
Pero también sabemos que Sl
los obstruccionistas. logran el
-objeto que se han prop~es.to.,
el Presidente de la Repubhca
.convocará inmediata~ente ~l
Congreso á sesiones extraordInarias,
en las cuales el obstruc.
cionismo perecerá, porque al.fin
se agotan los recursos de ddación
las Cámaras se declaran
sufi~ientemente instruídas, y vo-tan
sin máR discusión. .
Es casi un imposible político
que en negocio de tanta trascendencia
. y de tan grande resonancia
como este del Canal,
el Gobierno de los Estad'os U nídos
que acordó y suscribió él
Tr;tado en cumplimiento de la
ley Spooner, no cuente con'
may,0ría en el S~~ado para 01;>'-
tener la aprobaclOn. .
El Tratado tiene adversa nos
poderosos en los accionistas d~
las diversas líneas de fer~ocarriks
11 Pacífico J en los Intere5ados
en que se abra el Canal
por Nicaragua. Ellos habían logrado
q e se a l.landonara el proye!~
to que en . otra época había
tellido el Golnerno de .los Estado
- Unidos de abrirlo por Panamá,
y ahora hacen es~ue~zos
suvemo. para obtener s~qU1era.
que se aplace la aprobaclón cl~l
Tratado Herrun-Hé\.Y. Es eV1-
dente ( ue si obtuvieron resul-
_. __ .. -----_ .. _--_ .. _ .. -::: ; : ; ::::::~ - ::::: :: ::;-:::.-:;:::::.-.-.-:: : ::::::: :. ';:::: :: :: : ::: ::: :. :: :: :: :.---------- - --- -------- .
Oficina, Pasaje Hernández, piso bajo, número 30
República de Colombia-Bogotá. sábado 14 de Marzo de 1903
tad~ favorable en . las sesiones
ordinarias y no hubiera convocatoria
para que el Congreso
continuara reunido, el aplazamiento
sería por un año: eso
sería todo; pero el público colombiano
debe confiar en que la
adopción de la vía de Pan~má
es ya irrevocable, cualesqUIera'
que sean los obstáculos que á la
aprobación del Tratado se opongan
en el Senado de los Esta-
. dos Unidos, pues está claro que
la mayoría de esa Cámara es
favorable á la negociación, y
que el Presidente Roosevelt sostiene
aquella vía por ser la más
adecuada para la ejecución de
la obra .
La fuerte oposición que en 1m;
Estados Unidos se ha hecho al
Gobierno en este asunto, persua'de
de que la negociación no
abre tanto espacio á las exigencias
por parte del Gobierno de
Colombia,como algunos de n.uestros
compatriotas se lo han Imaginado.
Se ha necesitado tanta
firmeza como . tino para poner á
salvo la Empresa de segura catástrofe
si continuaba en manos
de la Compañía Francesa, y
para-ootener de uno de ~los Gobiernos
más poderosos del mundo
que concilie sus intereses¡ con
los nuéstros en una obra 'en que
no tiene competidores, que necesita
pára,su expansi6n com;:cial
y también por razones pohtlcas .
La negociación de un Tr.a~a.do
público es sumamente dIfIcIl
cuando la parte débil posee lo
que la parte fuerte necesita; pero
10 es más aún cuando la parte
fuerte encuent.ra vigorosa oposición
por las concesiones que ha
hecho, como le sucede al Gobierno
de los Estados U nidos.
Lo ocurrido en Washington
hace esperar que aquí se ilustre,
pero no se apasione la cuestión,
en la creencia'errónea de que es
fácil obtener condiciones que
transformen de la manera más
ventajosa, ahora y para siempre,
la situaci<'m económica de Co-lombia.
.
Escrito lo que precede, llegó la
noticia de que el Gobierno de los
Estados Unidos convocó el Congreso
á sesiones extraordinar~as
para que se ocupe en vanos
asuntos que habían quedado
peI),dientes. Es, pues, indudable,
que el Tratado para la apertura
del Canal, será aprobado -en las
presentes sesiones. ----------- Renacimiento
y Barbarie
u na tarde de 1534 un hombre
'flaco nervioso, de frente elevada
y ~jos profundos,. vestido
con sencillez y elegancIa, .descendía
;í cahallo los riscos de
las montañas de . Trulla, cruzaba
por la antigua vía Flamínea,
se encaminaba hacia el
puente Molle, que daba entrada á
la Ciudad Eterna. El día ya declinaba,
y antes de desaparecer
el sol, untaba con blandos brochazos
de oro las <;:imas de las
siete colinas y dilataba las sombras
de los alltiguos pórticos sobre
la inmensa llanura.
El viajero, Miguel Angel,
acortó las bridas del caballo,
paseó la mirada de artista por la
soledad de la campiña, y luégo,
con melancolía, contempló los
muros de la Ciudad Eterna. Lo
atormentaban las más crueles
emociones: acababa de presenciar
en Florencia el desastre de
su patria, y venía á presenciar
en Roma los destrozos de la barbarie.
i Cómo había cambiado la
ciudad que en 1508, entre alegría
y cánticos, 10 había recibido
cuando por primera vez vino él
á pintar los muros de la Capilla
Sixtina I -
En aquel entonces los artistas,
los poe¡as, los sabios., llenaban
las academias, las plazas,
los museos; los hombres de la
armonía y de la ciencia le ofrecían
al mundo la copa en que se
bebe el gozo y la nobleza; nueva
savia cOrría por la tierra, y
surgían los brotes del glorioso
Renacimiento. El anhelo del
saber vibraba en los espíritus, .
el sentimiento de -la armonía
palpitaba en 1, 's corazones, y el
pueblo y los magnates rendían
á la par un cuito de entusiasmo
y de amor á la Verdad y á la
Belleza. Los Papas, asociados al
entusiasmo general, favorecían
con magnificencia el culto de
las letras y las artes; le , entreo
·aban á Rafael el Vaticano para
que lo iluminara ~on las irradiaciones
de su graCia y de su genio',
con noble interés activab. an
el estudio de lós manuscrItos
antiguos; congregaban un pue- .
blo de arquitectos 4 que levantase
la cúpula del Panteón,
como digna corona de aquel
templo gr~nd~()s? donde, bajo la
mirada del PnnClpe de los Apóstoles
, debía realizarse el co. nsor-cio
fecundo del genio antiguo y
de la fe cristiana.
i Qué lejos de a~ue!los .ti~mpos
se sentía el sohta~lO. vlaJero
al entrar en Roma al ultimo resplandor
de aquella tarde! ~sa
visión de arte, ese espectaculo
de gloria se había desvanecido
: la barbarie había surgido de
improviso, y ante su horrible
presencia, ante~ sus golpes s~?grientos,
al fulgor de su tea Incendiaria
, había huído aquel ,
grupo de artista~ y ~; . sablo~.
La guerra, una mvaslon salvaje
Número 26
se había precipitado sobre aquellos
campos, sobre aquella ciudad,
sobre aquellos museos, y
todo lo habia saq ueado, reducido
á escombros, convertido en cenizas.
Los nlliseos. las ig-Iesias, los
palacios, mostraban la desolación
y conservaban las huellas
que había dejado el flagelo de
los bárbaros. Los invasores habían
acampado en las Estandas
del Vaticano, y habían colgado
sus alabardas, como un símbolo
de ironía salva.ie, sobre el divino
lienzo de la Escuela de Atenas.
Como ban dada de golondrinas.
los artistas, los cantores. todos
los espíritus alados habían huido
hacia otros climas ante el invierno
4esolador de la barbarie.
. ** *
El que con alma de artista y
_corazón de patriota observe hoy
Ú Colombia cu1ierta de ruinas.
devastada por los invasores, azo~
tuda por el flagelo de la Revolución,
sentirá la misma tristeza, la
incurable melancolía que experimentó,
al fulgor de .esa tarde
de otoño, el noble pensador solitario:
Jo vo per vie non ca/-
pes/ate e solo. .
Donde ayer florecían las artes
y las letras, reinan hoy la
desolación y la miseria.
La Constitución de 1886, que
dio la paz relisiosa á las conciencias,
aSE'guró la paz mater.
ial de la República, en doce
. años de estabilidad, de vida,
de pr·ogreso. Cesaron las luchas
antirreligiosas, y la juventud
estudiosa, libre de polémicas
estériles , sin las trabas de un
peripato. anticatólico, se dio á
estudios más sanos y profundos.
En la poesía, en la crítica. li- .
ter aria, se observo, unI espl, rl't. u
más sereno y más sólido. En
el periodismo d~sapare~i~ron
aquellas declamaCIOnes triViales
con que en otro tiempo exaltaban
á la muchedumbre los periódicos
de la. vieja escuela, d~~de
El Tiempo, cargado de bIhs.
anticatólica, hasta La Batalla"
co.n, gestionado de banales he-reJIas.
Al amparo de aquella Cons-titución
central, y en esos doce
años de paz constante-pues la
efímera revuelta de lti95 no
merece con tarse,-fue grande el
progreso material. de. C?lombia ..
Los capitales se InVIrtieron en
empresas de largo a~iento, y la
inmensa zona propIa para el
cultivo del café, vio á una generación
llena de esperanzas ro~per
la maraña primitiva, abatIr
las selvaíol, cubrir lo&; montes y
los valles de plantíos. La ex~
. portación I'e acrecentó e~ muchos
millones; nuestro pals pa.::
,1
, .
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
. ,
recia ya redimido de su des-
equilibrio económico; los problemas
fiscales pa1;ecían resueltos.
Todos los bríos de T1ue.stro
pueblo, este vigor, este exceso de
valor y de vida, en vez de malgastarse
en las aventuras revolucionarias,
se consumía ya np-
'blemente en los esfuerzos de las
luchas pacíficas, se gastaba en·
esas rudas y hermosas batallas
contra la Naturaleza.
N o era menor el ad'elant.o en
el campo de las bellas artes;
habían pasado los tiempos de
desolación iconoclasta, tiempos
en que hombres como Groot y
Urdaneta, aislados, no comprendidos,
andaban recogiendo y salvandó
los rezagos del arte en
la Colonia,' ya restaurando los
lienzos de Vásquez, ya sacando
de las sombras algún cuadro de
Guido Reni, de Rubens, de
Murilló.
El dinero que en tiempo de
]a "anarqm,a organI.z a d a " se
empleaba cada dos años en
las fatigas de la. elección presidencial,
ó en sostener entre
agitaciones febriles la soberanía
de cada Estado contra la soberH
nía de la Nación; ese dinero,
en nuestra éra de paz, se in virt.
ió en obras de ar'te: se alzó el
Teatro de Colón, para yue en él
nuestro pueblo, olvidando los
salvajes goces del sport revolucionario,
aprendiese á disfrutar,
como el pueblo griego, los placereb
que elevan los &spíritus y
purifican los corazones.
Fllndáronse las Escuelas dé
Bellas Artes v la Academia de
Música, . en ~l1as se for~ó un
grupo de escultores, de pintores
distinguidos, de músicos notables.
J-oIejos ·de ser la Rl'generación
UI} interrE'gno de vergüenza, fue
una éra de paz, la éra de un
hermoso Rellacimiento.
•• •
Recordemos que poc~s meses
antes de esta llar la guerra de
1899, nuestra Capital presentaba
un animado y risueño espectáculo
con su Exposición industrial
y con su Salón de Bellas
Artes. La multitud se agrupaba
en el/oyer del Teatro, en el Salón
de Grados para admirar los
productos ele la industria colombiana.
Cada Departamento,
cada Provincia, había enviado y
ostentaba con org411o, ya sus
maderas preciosas, ya sus terrones
de oro, ora sus esmeraldas
ó sus lingotes de hierro.
Todo aquello mostraba el esfuerzo
de un pueblo. vigoroso,
el resultado de pacíficos esfuerzo~,
la base de positivas
riquezas nacionales. En el edificio
de Bellas Artes centenares
de cuadros y de estatuas '
mostraban que, así como nuestro
país ha adq llirido renombre
en el campo de las letras, también
podría ganar fresco's lauros
e11 el terreno de la pintura y la
escultura. En la prensa, en los
clubs, en las calles, se disertaba
con entusiasmo, se discutía con
calor ponderando los méritos de
.
EL R E N A e 1 MI E N T o
n u€stros artistas, la inspiración
de nuestros poetas, la erudición
de nuestros pensadores.
Ah! pero aquello era'intolerabIe
para los agitac1ores! ...
aquello era intolerable para los
que no podían oficiar ante el
ara de la Verdad, ante el altar
de ]a Belleza. Además, era intolerable
ptlra ellos esa alegría
de nuestro pueblo: había demasiado~
entusiasmo en el hipodromo,
excesivos aplausos en el
teatro, sobrado regocijo en las
pJtlzas, en los clubs, en · las academias
de esta ciudad que aspi-b
' , I ra a a merecer o a conservar e 1
título de A tenas hispano-ame.
rica.na. Había demasiado vida,
exceso de sangre en las venas
de Colombia. Los agitadores ,
sorprendieron al país con la invasión,
aplicaron la sangría de
tl'es años, mataron las industrias,
incendiaron poblaciones,
devastaron campos, obligaron á •
cerrar las bibliotecas, las escuelas,
los museos, los teatros l. .....
L~ ola de barbarie J1a pasado;
los in vasores han huído más allá
de las fronteras; la paz ha vuelto,
y con ella, la esperanza de
otro Renacimiento. Empero,
grandes, profund?s, han sido
los ~' stragos de la guerra; y el
patriota que se detiene á mirar
las huellas 'del flagelo, siente
aquella tristeza insondable,
aquella emoción profunda que
eXI erimentó Miguel Angel al
conl emplar á Roma aquella tar-de
en que el sol bañaba con blandos
brochazos de oro las cimas
de las siete colinas y rlilataba
por la inmensa llanura las sombras
de los pórticos t.runcados.
----,---_.. .'._---
EL CRISTO EN EL VOLGAN
El Coronel de la Panouse ha publicado
el siguiente artículo en Le
Gaulois, de París:
" De suerte que una nueva erul)ción
ha destruíno el Mourne Rouge,
el Carbet y la Grande Riviere ... Aquí
me oetengo ... Sí, es esta la reprodur.
ción del mismo fenómeno seísmi.
co de Mayo último, por el presenti.
miento Ilopular herido en su fe reli~
giosa. En la isla de la Martinica, á 28
de Marzo último, la tierra atentó
contra el cielo, y el 8 de Mayo, en
que se celebraba una gran fiesta religiosa,
la Ascensión del Señor, tuvo
lugar el horrendo cataclismo.
El 28 de Marzo, día de Viernes
Santo, fue escogido por una banda
de la peor especie y de la más vil
categoría de esa localidad, par3; de-
. safiar á Dios en una fiesta abominable
é impía.
El Viernes Santo, enSaint Pierre,
la Cruz, el santo leño de la pasión, '
fue ar~astrado ignominiosamente por
las calles, para ser finalmente arrojado
en el cráter del volcán, al són de
cantos háquicos y de groseras risotanas.
El día de la Ascensión, el volcán,
en meoio del estertor de los mori.
hunelos y de los gritos oe espanto,
hizo remontar la cruz al cielo, al
mismo tiempo que con arma infer.
nál abrasaba con el fuego de su>: entrañas
á los insultadores de ese Dios
irritado y vengaoor.
No exclamaré milagro ... Ante mi
veo do~ hechos consecutivos, que
quiero resumir.
Es itdiscutible que el (Ha de la
Ascensión, la maleria eruptiva elel
volcá.n destruyó la ciuoan de Saint
Pierre, y de otro lado e¡;;tá. comprobado
que el día ne Viernes Santo
tuvo lugar allí la saturnal qur, he in-rl
icado. .
Hé aquí la descripción de m:;ta es·
cena, que me ha sido relatana por
testi~o pre¡;;encial, con tal veracinart, I
como si aún viese nesarrollar anLe
sus ojos la terrihle hE'catomhe.
Había lIegano el rlía oe Viernes'
Santo, N uest,ra li nrla ci urlan colonial
despertaha 'en media luz tranquila y
llena rle fresctira, que carac!.eriza las
mañatlitas tropicales. Al travéil ne I"s
trópicos de vel'rl u ra entreahlerths;
se veía á la8 activas amas oe ca·
sas·, . apuraoas en las oíarias faenas )
caserOtl, para poder a!:ístir á las' igle.t
¡;i-as. En los jarrline~ las hermosas
flores oel ihiscus, dejaban caer hasta
la calle sus ' brillantes corolas, y trepanrlo
por lo,: muro,:, se enlazaban
las ellcerrarlas yedras y las perfuma.
das madre!lelvas. El solsuhía suavementp.
'al IwrizMll.e. La hóra rle ' la
merienda del meelin día se acerdaha,J
y cada cual iba á interrumpir el obli~
gado ayuno á la criolla, bacalawcoll
arroz.
Sin emhargo, un grllpo hulliciosa
¡:;e dirigía á esa ' hora á utH) de 10s
principales hotele¡:; de la ciudao, don>
de un festín se hahía preparaoo.
Componíase éste ele los repre,entantés
oel lihre pensamiento. y para prohar
la independencia de su espíritu,
se coalígaba en una ceremonia atea,
y ellos, á quienes nadie 1(~8 ohligaha
á seguir los precepto~ ele nuestra religión,
inventaron una manifestación
sacrílega, para escarnio de tl.ue~tras
creancia. secuJal:eíY-& ~un.iel;()n~í
para engullir con insolet'll'e balarlro.
nana las víannas más suculentas, en
cont.radicción con la abstinencia universal.
N u Illerosas botellas de vi no
se destapaban y vaciahan ~ápidamen.
te, y cuando ya estos seres diabólicos
se encontraron sufieientemente ell1~
briagad08, inventaron una novísima
mani festación a nticristiana. A n u·estros
sacerootes se les tenia prohibido
el llevar públicamente el Santo Viá·
tico á lo~ agonizantes, y se dej6 á (
u na banoa i III pía que recorriese las
calles de una pequeña capital, vociferando
nichos ohscenos y ridiculizando
sin piedad la imagen de Cristo'
que llevaban consigo. •
La procMión e~tá pronto fuera de
la ciudael y en el camino que sube á
la montana. Delallte de ellos se le~
vanta ésta, maje¡¡l'uosa y soherhia,
destacándo~e su cUila recortada sobre
la azulaela bóveda, y doce veces, en
me¡lio de infames blasfemias, esta
turba se detuvo parooiando las Estaciones
del camino de la Cruz, y haciendo
mofa de las escenas rle la Pasión
que la Iglesia canta en esos mo·
mentos de un moelo tan doloroso y
enternecedor. Y suhían y suhían todavía,
más y más excitados, inventando
á cada paso las más horribles blasfemias
é imprecaciones. Por:fin He:::
gan á la cumbre, y costeando el lago
de las tranquilas aguas, se aproximan
á la boca anchurosa del volcán, y en
medio de una infernal zarabanda,
aullando y gesticulando, precipitan al
fondo del antro la imagen de AQUEL
que hace diecinueve siglos murió en
la Cruz por rescatar las almas de estos
forajidas."
Hé ahí el fiel relato qne acaba de
hacerme un antiguo vecino de Sto
Pierre de la Martinica, uno de los
pocos que han escapado ál cataclismo
del 8 de Mayo último. Mi interlocutor
:igregaba, además, que en el lns··
tante mi~rn() en que se produjo estehecho
repugnantf', que fue 4 fines deMarzo,
se levantó allí una larga polémica
por la prensa periódica, y que
si la revelación oe este escándalo no.
fue conocida entonces en Francia, ha
sirlo sin duda porque los lectores de
eS08 diarios, J aun los actores y casi
. tooos los espectaoores del drama sacrílego,
hahían sioo consumidos en
el momento de la erupción del MontPeleé.
Este acontecimiento estupendo, que'
me 11a tocado casualmente revelar al
mundo cri¡;;tiano, lo digo oe nuevo,.
me ha sidü relatano por un testigo:
por un hahitante de la Martinica;
Mi narrador encontraba en el cut"so
oe su relación todo el horror de su
pri mera i m pre~iól1, que había queoado
casi borrada, como hien se conc1.
be, desde el sacudimiento moral que
tuvo que sufrir. Al rememorar el cri.
me{l cometido po r sus más i Illi ignos'
cOllciudadar.os, crr.Ía ver un castigo..
de lo Alto en el asombroso prodigio
del Mont Péeé.
¡Pohre . Martinica! ¡Cómo no sentirse
sublevado de patriótica indignación
al ,)ensar que, la primera TeZ',
la sallvaeión de ¡.¡u pob~ción fue imperlida
por la~ órdenes de aquellos'
que en Mayo último velaban d~sde
París por los intereses electorales de
nuestras colonia~! ¿Cómo no sentirse
animado de la 1l1ás 'Sombría irritación
al pensar que la saturnal anticristias
na nel 28 de Marzo de 1902, ell la
ci udad rle Sto Pierre, fue prqtegi,la
por la misma Administraci6n, que
preparaha de este mono, J oe la mejor
manera, á su entender, el triunfo del
¡;;ufragio ur.iversal, llamando en SI}
auxilio !i, los \'olgares é incultos rojos
de la desgraciada colollia, y procu.
rapdo otros para refurzar el grupo de
los irlólatras riel alcohol'
~ ~
NOTICIAS FRESCAS
NUESTRA PRENSA
Si el estaoo de civilización de un
pueblo ha de medirse por la cultura
oe la Prensa, triste ioea se formará
de nosotros en el Exterior, pues nad¡
l tan inculto como Iluestros peri6-
oicos eh los últimos tiempos.
Olvidanoo nuestros periodistas quesu
misión es la de trabajar por el
hien púhlico, es-tuciianrlo juiciosamente
los asuntos fiscales y políticos, 1
moralizando I&s costumbres, han da,;'
do en ernprenrler' unas campanas furibundas
para ·oesacreditarse mutua""
mente, y en vez del lenguaje ·culto
que oehían ostentar, hacen gala defrases
insultantes y apaeionarlas.
Para hacer prevalecer una f)pini6n t
basta, á mi modo rle ver, defenderlá·
con el arma poderosa del raciocinio.
sin querer convertirla en arma ofensiva,
y ese es el objeto de la Prensa.
Pero en Bogotá se ha creído que la
única misión del periodista es vociferar
como un loco, denigranrlo al contrario.
No es ya la Prensa el Tocero de la
opinión juicio~ del país, sino el eco
de la pasión de partido, y en vez del
lenguaje de la razón, sólo aparece en
ella el lenguaje nel ocHo y de la emu.
lación.
N o es ya la moralizadora del puehlo,
sino el botafuego oestinado á
sembrar la ruina y el estrago.
Juzgan ' algunos que son tanto mejor
periorlistas, en cuanto pueden po.
ner.mayor suma de injurias en SIS
frases, y sus discusiones más parecen
riña vulgar, que disputa de gente que
se oice culta. .-'
E s, en veroad, vergonzoso y triste
ver cómo se gastan no.sólo columnas,
El t '
· 17 del presente mes de Marzo, se efectuará el REMATE de la magnifica casa de ]a carrera 9~, número 158, en el Juz- mar es . gado 3? del Circuito. Casa de estilo moderno, muy bien construída, seca, enmaJerada en Su n.ayor parte, con piézas có·
modas y muy bien dispuestas. Tiene agua del Acueducto y de aljibe, con su b mba en perfecto esta"';'...,. Uno de dos me.
jores y más centrales sitios de la ciudad, á tres cuadras de ]a Plaza de Bolívar. Títulos perfectamfL' e saneados.. Como
está desocupada, fue2e~vc.rs e todos Jos_días de trabajo, de 8 á 11 a. m';Ylode J á 4- p. m. El que la rematare, entrará 'n inmediata po e 'on , a casa.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Coloml bia.
sino páginas enter¡ls en Injuriar al
prójimo, sacándole á la cam tl)oa~ su>!
flaquezas y usanoo un yocahulario
que da horror.
Con tooo esto no se logra sino oesaoreditarnos
ante las naciones civilizarlas;
fomentar los odios y perder
tiúnpo y espacio, que podrían aprovecharse
en algo mejor qtle en oes'truír
honras y ridiculizar á 1011 demás.
Cuando nos acom paña la razón y
la justicia: no hay necesioao ele echar
mal'lO oe tales recursof'l, yesos acalo·
ramientos no oemuestran otra cosa
que falta oe juicio y hajeza de alma.
Todo esto es fácil ele explicar: nos
sucede frecuentemente á los colombianos
una cosa hien particular: no
servimos para naoa, y queremos ser·
vir para toelo; creemos fácil cualquier
tarea, y á ella nos lanzamos sin
previo conocimiento y estmoio oel
asunto. Esto se nota sohre t()OO en la ,
Prensa.
A cualquier Perico de los Palotes
se le mete en la cabeza la ioea ele
hacerse periooista-, y sin meoitar en
la importancia y oificultael de la mi
sión, se lanza al éter puro, juzganoo
que no se requiere otra cosa para ser
periollista, sino tener sangre hien ca,
liente en las venas. echar á un laelo
la vergüenza, y poeler vaciar sus ioeas
en lenguaje bien grosero.
A¡;;Í', nuestros perióoicos t.ienen que
ser como son.
Ray, por supuesto, exc~pciones en
esto, y lo que digo, roo lo digo por todos:
al que le caiga el guante, que 3e
la plante, y al que no, que pase oe
largo su camino sin oarse por al uelido.
y que traten de corregirse los pri,
meros. Ya nos exhibimos tristemente
en la pasaoa contieno~ mostrando
al munao el espectáculo de una guerra
encarnizada entre hermanos, pero
en eso siquiera hicimos gala oe
nuestro valor material· no nos exhibamos
aho"-;-en este n u e;;;-ca ,;;Po,
más tristemente aún. Tengamos !lObleza
y serenioarl en la lucha; oemos
á la Prensa el objeto que le corresponde;
estuoiemos juiciosamente los
difíciles asuntos que hay necesioao
de ventilar; no rehajemos nuestras
hojas periódicas has,ta convertirlas
en pasquines; oefendamos nuestras
opiniones con la razón y no con
el insulto, y así hahremos llenarlo
nuestra misión. . . • • Continúo extractando los sueltos
de que hablé en mi revista oel núme-ro
23. •
Quiere el colaborador anónimo que
se recojan en un asilo los meneligos
que no pueoan trabajar, y que se les
den . tab{as que acreoiten su pobreza,
pUes así ,. se lograría sali r de tanto
vago, masculino y femenino, que ha
hecho profesión oe la menoiciclael, á
ciencia y paciencia de lat¡ autoridades."
En otro suelto manifiesta la necesid'ad
de r~parar la Plazuela de San
Victorino y algunas calles ¡le la capital.
Muy buena idea: sólo que, en vez
de algunas, ha debido oecir ,todas,
.pues no hay una calle en Bogótá que '
no necesite alguna refección. ,
Agrega mi colaborador que, e,n su
entender, hay fondos para los gastos
que ocasionen dichas mejoras. Si así
fuere, nos parece muy justo que cuanto
antes se dé principio a ellas •.
E. BARCOS R.
SECCIOH ' RELIGIOSA
Matrimonios mixtos
Ó SEA ENTRE GEN'TES DE
DIVERSA RELIGIÓN
Continúa
La legislación de-la Iglesia, en que
se prohiben los matrimonios mixtos,
Er;· R E N A e 1 1\1 I E N T o
data del tielll po de los Apóstolel': San
Pahlo e,.:crihe á l(l~ de Corinto: "No
queráis llevar la carga con lo~ infiele~,
pues ,qué comunicación ha de
haher entre la ju,.:t.iéia y la injuí'ticia'
,O qué unión de la luz (~()n las tiniehla~'
¡Qué pacto entre Cri"to y Belio"
¡O qué participa 'ión oe1 fiel con
el infiel! ¡Qué convenio del templo
de Dios COI. los ídolo~' Y vO!'otros
sois el templo oe Dios vivo, corno oi.
ce el Senor: Pues hahitaré en ellos
y caminaré entre eJloR, y seré el Dios
! ele elloR, y ellM ¡;;erán mi pueblo.
Por lo tanto, ~alid de entre dIos y '
sepa'ao~, dice el Señor, y no tüfIuéis
lo que es inmundo; y yo os recil·iré
y seré vuestro padre, y vosotros seréis
para mí, mi~ hijos y mi:;; hijas,
oice el Señor Omnipotente - (I~. Coro
VI, 14-18). Este texto E.Vioentemente
prohihe aquel Lratlo familiar
de los cristianos CMI I()s .incréclúlo¡;;,
que pueelen contAgiarlos de infideli ,
(iao; y el'l indudahle que los matrimonio!'!
mixtos prodllC'cn e¡;;tos resultaelos.
Sa-n Cipriar'lO, Sao Jerónimo,
Estío, Piconio y otro:,:, interpretan estas
palahra¡;; oe San Pablo COlll.o oirectamente
prohihitivas de estas perver~
as alianza~.
Es cosa hien sabida que la primitiva
Iglesia tenía su" leye~ propia~
re8pecto al Sacrament.o del matrimll-l'
lIio; San Ignacio, Tertuliano y Clemente
de Alejandría, !lOS euentan
j que en sus tiempos los matrimonios
I
cristianos Re contraÍ,111 delallte del
Opispo. Ahora hien : todo el que co '
I nozea el espí~t u de los fieles de
aquellos día,", COIl dificultad porlría
imaginar que los Ohispos sanciouaran
la uni61\ marital de los crist,ianos
con los pa'gano~, ó con los herejes)'
personas o e oi ferente religión. 1-I u h, I
un tiempo en que el secret.o oe 10f;
misterios cristianos hacía concehir á
lo~s fie e...§.J-ª-s ¡Iimioad I -t.'W.,Joca,'
ción á la fe, y su especial llamamiento
á formar el pueblo oe Dios.
Frecuentement~ ~e leían ent.re ellos
las palabras de San Peoro: "VOgot.ros
sois una raza escogi(!a, Ull :-:acerdocio
real, una nación santa, un puehlo
aoquirido; á fin de que ,anunciéis las
virtlloes oe Ar¡uél que oS lIánió de
las tinieblas á su aelmirable luz. Vosotros
que en otro tiempo !lO erais
puehlo, y hoy sois el, puehlo oe
Dios." (l., Petr., n., 9-10).
Una ley dada el año 313 de la
Era cristian'a, por el Concilio Eliberitano,
oice: "Aun euanoo el número
,oe j6yenes solteras llegue á ser muy
crecido, oe ninguna manera las vírgenes
cri~tianas han de ser oadas en
matrimonio á los paganos." El mismo
Concilio oecreta que "si los herejes
no entran en la Iglesia Católi"
ca, no se les oeben dar en matrimo~
nio las hijas ele los católicos. N o
,p'ueoen ser entregaoas á los jtrrlíos Ó
herejes, porque no pueoe habu so·
cieoad entre creyentes é incréoulos.
Si los paore~ qu'ebrantan este Decreto,
deben abstenerse ele la comunión
durante cinco afios." Un decreto semejante
se dio en el Concilio de
Laodiceo en 372, y en el Concilio
general oe Calueloneos en 451. El
cuarto Concilio de Toledo, en 63~,
declara nulos y sin valor alguno los
, matrimonios con incréoulos.
Los santos Padres y .clodores de
la Iglesia, uniformemente inculcan el
mismo espíritu de oposición á los
matrimonios mixtos .. San Ambrosio
escribe: "¡Cómo puede haber unión
de caridao oonde 110 hay unión de
fe' Luego lo primero que se oebe
buscar en el lIlátrimonio, es la religión"
(Dé Ambr. B. I. Ch. 9.)
San Agustín dice oe los matrimo·
nios con los cismáticos: "Esta gente
infeliz, mientras en sus casas tiene
una mesa común, aunque cree en
Cristo. no participa de la mesa común
oe Cristo. iNo oehemos .1Iorar
al ver que el e~poso y la e~pO¡;;a,f;e
juran fidelidad mutuamente en Cristo,
para la ullión de /lllS cuerp0f;, y
al mismo tiem po de¡;:garra n el cuer po
oe Crii'to por la difel'er. eia c1e cornunione¡;:
á que perterlf>cAll1 Granoe eS
el escánoalo, grP.nde el t.rillnfil oel
demonio, grallde la ruilla de las al.
maR" (E p., 23 ~ , v.)
ta8 pa~abras de ~all Agustín, "grande
es el escándalo," 1I0¡;; sllgimen una
ohjeción má:'l, muy fuerte contra los
matrimonios mixto~. Ei e~cánelalo es
UIlO de lo" 111avllrp~ IlIales oe la tie,
rra. "Ay oel n;lllloo por lo~ escándalos,"
dice Cri¡;;(o. "Ay del homhre por
quien Yi~ne cd p.ilcálldalo; mejor le
fuera que le atal'HIl al cudlo ulla piedra
oe molino y tue:;;~ Elumergielo en
el mar:''.(M¡1t'., XVJII, 6, 7.)
Concluirá --------- Sección Literaria
EL FLAJOLE
Por el pequeño espacio de la puerta á
medio abrir, Francina, la nieta del boticario.
se deslizaba fuera del sof6cante entre.
suelo, donde todo el día su padre-retenido
abajo en la farmacia-la 'encerraba á solas
con su aritmética. Una vez en la escalera
de la ~ieja casa de la calle de los
Haudriettes, eran de no acabar las escapadas
y las expltlraciones
Francina tenía amigos en todo los pi_
sos. pero ninguno valía como la sériorita
Mélie la costurera del sexto, pequeña solterona
de cabellos grises, sentimental y coqueta,
un poco jorobada por la costumbre
de inclinarse sobre los bordados, pero aún
agradable con su cara de manzana camuesa
ligeramente arrugada por los años
y desmejorada también por algunas decepciones.
La S1-ita. Mélie. '¡ue co'Sía cerca de una
ventana del desván, y delante de la cual
había un tiesto con alelíes, contaba á la
niña maravillosas historias .• A los infortunios
de la. hella de cabellos rubios, los ojos
de la pilluela se llenaban de lágrimas; ella
se conmov/a¡con las villanías de Truitonne,
y la llegada del Pájaro Azul le hacía CODtener
el aliento.
La maliciosa costurera manejaba los efectos
como experta folletinista: ,aparentaba
volver á tomar un falso puntó 6 reventar el
hilo, y permanecía ~n suspenso en las situaciones
m(ls conmovedoras. Francina pa_.
taleaba de impaciencia.
-¿Y después ? .. ¿Y después, Srita. Mélie?
Corregido el ¡..unto Ó enhebrada la aguja,
la señorita continuaba complacientemente
la relación de las tribulaciones amorosas
de la Princesa rubia y del Príncipe
encantado, Yeso duraba.horas enteras ....
A Francina gustaban también en este
cuartito del sexto piso las mil frioleras que
cubrían la cómoda, la chimenea, la mesa y
el aparador. Habla pelotas, cajas, vasos,
conchas, pisapapeles, cristale"ías y porcelanas,
todo traído de viaje ó adquirido en
la~ ferias vecinas por las amigas de Mélie,
porque ella jamás hal;¡ía franqueado el recinto
de las fortificaciones.
Sin embargo, sin h1,lberlo visto jamás,
adoraba el campo, apr,eñdía todas las composiciones
que canta'la naturaleza, desde las
Espigas doradas has ta Senderos sedudol'es,
desde Riachueio encantador ' hasta 'Iitfnpo de
cerezas.
Estos romances sentimentales y los cuentos
de hadas hacían las delicias de Franci.
na. Con esto olvidaba todas las farmacias
de la tierra,
Para volverla á la realidad eran precisos
los tres golpes del joven dependiente
de su padre, de ese Julián cómplice, cuya
voz, sofocada por haber subido las gradas
de cuatro en cuatro, la asustaba repentinamente
por la cerradura:
-Srita. Francina, el patrón va á subir,
p'reguntará dónde está. Baje pronto, 6 si
no, esto va ti arder.
Y mano entre mano verificaban los dos
niños una bajada precipitada en que Francina,
llevada por el dependiente, no ponía
los pies sino en 105 descansos de la escalera.
Julián iba los domingos á casa de una
tía á Colombos, y allá, oculto entre los árboles
del jardín,. escuchaba los pájaros y
procuraba cantar como ellos en su fiajolé,
llegando oí ser sumamente hábil en imitar á
, los rinzones, ij1irlas y currucas, ~e tal suer-te
que una tarde que trinaha eomo ruise.
ñor detrás de un seto, uno le respondía.
En los raros ocios que tenían los dos jóvenes,
Francina repetía á Juiián las histo_
ria!> y los ¡¡ mOl es de la Sri,ta. Mélie, y Ju.
Iián hablaba del jardín de Colombes y de
los pájaros.
Un dia Francína dijo á Julián :
-La pobre Mélie jamás va al campo,
ni oye jamás vel daderos pájaros! ¡Oh! Sr.
Julián, un lunes debería usted llevar el fiajolé
bajo su vestido; nos escaparemos un
cuarto de hora, subiremos al des\"án de Mélie,
y verificará un concierto en que imitará
la mirla, el pinzón, la curruca, y sobre todo
el rui,eñoF ! Esto será una galantería suya,
Sr. Julián, que hará saltar de gozo á Méliel
Se convino en e'1I0, y se designó un lu_
nes.
Des~le la mañana, la Srita Mélie debía
dejar la puerta abierta. _ Fratlcina estuvo
libre temprano, pero el patrón, como si
adrede hubiese sido advertido del acuerdo,
no perdió de vista al dependiente.
Fue yu á eso de las cinco cuando Julíán,
endado á la bodega, en vez de bajar, tré:'
pó hacia Ids bohardillas Frantina lo aguar.
daba en el desea'nso del segundo piso.
Arrimados al muro, palpitándoles el corazón,
escalaron las gradas temiendo oír la
llamada del far,maceuta La Srita Mélie
los esperaba al extremo de la galería. Se
precipitaron al cuarto. Franqueado el umbral
y cerrada la puerta, respiraron.
-;Sal,varJos! IUfI jEa! ¡aquí estamos perfectamente
!
y rieron á carcajadas,
Con mucha seriedad, Francina presentó
'al dependiente.
-Un ,vt:rdadero artista, Srita. Mélie, y
desde luego va usted á juzgar: tiene el fiajalé
debajo del vestido.
Para que la fiesta fuese completa, y por
lo demás no se demorase mucho, la Srita_
Mé ie preparó té, ~ue fue servido en bellas,
tazas compradas en la feria de 5aint Clond"
sobre la mesita, cerca de la ventana grande
del desdn, abierta á fin de que se pudiese
respirilr el perfume de los alelíes. Después,
las señoritas se sentaron con las manos
cruzadas, prontds á extasiarse, mientras
que Juli án, de pie, sacaba sole lJ,J nemente el
flajólé,
Francina quer,ía que se imitase inmediatamente
a¡ ruiseñor, pero Julián reservaua
ESO pa.-a el fin, en que ya tenía la
buena embocadura.
Era la primela vez que tocaba delante
de la gente, Sus dedos temblaban. Ya por la
emoción, ya por el té, desde la primera nota
'la ejecución fue tan falsa, que se detuvo
con el rostro encendido y lleno de vergüenza,
Francina lo excusó, explicando el porqué,
y la opinión que la Srita. Mé¡ie se ha,
bía formado, no se alteró por un sonido
bastante destemplado.
Julián volvió á tocar, pero tan conmovi.
do atln, que el auditorio creyó desde luego
que querfa imitar un combate de canarios.
Sin embargo, poco á poco su aliento se
igu¡¡.ló, los dedos no temblaron ya, y ha.
ciendo las posturas, corrían tan aprisa y
con tanta pre~teza, que era una mara Tilla.
Mirlas, pinzones, currucas, se oyeron
cantar, como si por la's redondas y negras
ventanillas-cautivas, despu¿s libres-en_
trasen luégo volando verdaderos pájaros.
Al fin gorjeó el ruiseñor con voz tan
tierna, tan clara y tan agitada, que la
Srita Mélie se creyó de' repente transpor_
tada al campo, y que los alelfes de la ven.
tana, á ese gorjeo de amor, se agitaban,
temblaban, se animaban de emoción, acordándose
quizá haber oído esa voz por la
noche, uajD las estrellas, en el fondo de un
parque umbroso, en una primavera ya le.
jana, en que no eran las pobres descolori_
das fiores del tiesto demasiado estrecho de
la Srita. Mélie.
El entusiasmo había llegado al colmo, y
Julián iba á repetir su gorjeo de ruiseñor,
cuando un puñetazo dado en la puerta le
interrumpió completamente la ejecución.
Su aliento expiró en el flajolé como un pequeño
grito lastimel'O.
¡Era el patrón, yeso iba á arder!
Todos tres se afanaron. Decidieron al
principio callarse, hacerse los muertos, pero
los puñetazos eran más duros y más violentos;
temieron la ruptura de la puerta, y
abrieron,
Con un doble pescozón sobre la oreja, el
fannaceuta hizo saltar los niños de' la
bohardilla á la escalera, y clavó á la costurera
en el uqlt)ral con, un espantoso jura·
mento.
As.í, entre vanas súplicas de la Srita. Mé.
lie, sollozos de Francina y rechinamientos
de dientes de Juliá ... , acabó tristemente el
concierto principiado con tant~ alegría.
CHAaLltS FOLEY
/
'.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Variedades
';SOMBREROS
MINUCIOSIDADES
Nada nuevo existe bajo el sol. es
.JtIn .dicho que se repite con frecuen~
.uW1S veces ti tqlltas y locas, y
·pet~ Los peinaelos hajos se ha'
'Cen flojos, como al descllicio, sujetos
l conjunto elegante. Los lazos de
"cintas angostas de varios canto!', lí.:
geros, temblorosos como alas ele mariposas
cie matizados colore!', se colo-
·can en el peinado 6 en el cuello, esoogiéndose
para una char¡ueta oscura
:un nudo de punto ó un bullón ele tul
lllanco, que presta singular gracia al
rostro.
Los collares y caoenas se llevan
.de cuentas de tooos colores y tama'
i'iOB, grandes como avellanas ó elimiuntas.,
y sohre todo las reillas oe la
m-orta, ostentan como aclorno favorito
h ermosas sartas ele corale¡;.
También continúan en uso las mll-
1-etitas ó 1'idiculos, ya sea enganchándol-
os en la cintura ó llevándolos en
la mano. Se hacen de cuero, ele raso,
de terciopelo y rte cuentas. Las hay
tPft'!ciosas. ele blancas y azule¡;; mostaG
Uas, con flores ó iniciales, y rec()gi'
¿a~ C
Citación recomendada (normas APA)
"El Renacimiento - N. 26", -:-, 1903. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690856/), el día 2025-05-18.
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