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EL RE
Año I-Serie I
DIRECTOlt
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PEDRO JOSE GOMEZ C.
~
Dirección cablegráfica: RENACIMIEN.
No hay suscripciones.
Número suelto ................................... $ I ••.
Número atrasado......... ........ ............. ..... 1 5-
Para anuncios, arreglos particulares.
Remitidos. columna ............................... S ... .
No se devuelven ori::inales.
La cOTTespondencia de be rotularse al Direct.r.
Oficina: Pasaje Hernandez. piso alto. lIúmero 57.
Contratado un a,'iso por determinado número de
Yeces.:lie hará d~ctiYO el valor de ellas auaque se
• rdene su suspensión.
Canal de Panamá
La resolución que el próximo
Congreso tome acerca del
Tratado que el Sr. Herrán, Encargado
de ~ egocios de. 00-
lombia, celebro con el GobIerno
de los Estados U nidos pata la
apertura del Canal interocéanico,
es de la mayor importancia
en el aspecto económico actual,
. en el del porvenir del país, por
ser el Istmo posición geográfica
de primer orden, y en el de
esa comarca en todos sentidos.
La determinación que se tome
debe ser emanada de un estudio
completo y sereno de los.
elementos que han de entrar
como base de cálculo para fijar
la suma que convie.ne exigir por
la concesión del pri vilegio y la
aplicación de la zona; de manera
que las conclusiones no sean
erróneas ni por exceso ni por
defecto, pues tan perjudicial sería
irn pedir la ej ecución de la
obra por exceso de exigencia~,
como no pedir las sumas á que
con j usticia p~ede aspirar la
República. .
Inspirados en ese criterío, hemos
creído conveniente h:iCer
un breve an'álisis de parte 'de
dos artículps que ha publicado
El C01'1'eo Nacional en sus números
2,641 y 2,644, respectivame)
1te, con el mismo título
que llevan estas líneas.
El colaborador de El 001'reo
es, sin duda, escritor' de buena
fe, y quiere que Oolombia o~-
tenga el mayor provecho POSIble
en la negociación. Su propósito
es muy' plausible, pero
nos parece que yerra en la apreciación
de lo que Oolombia. da
para la Empre¡sa.
Ensayaremos una explicación.
En el primer artículo, dice:
... __ ., Creemos que no po-drán
excluírse quizás de] dominio
de la zona las ciudades ele
Panamá y Colón, porque no se
comprende cómo podríamos nosotros
administrar dos poblaciones
incrustadas en territorio
ajeno. Esa administración sería
fuente perma.nente de desacuerdos
con el Gobierno de los Es-
- .•• -.. -_._-_ .. -._ ... •..• :::::::::::~::::::::::.-.---:::--:_-"':=---"::::::::;::::::::::;::::::::=:~._"' '''''---''--''--.--_._.
Oficina, Pasaje Hernández, .piso alto, número 57
r
República de Colombia-Bogotá, sábado z8 de Febrero de 1903
tados U nidos, en los cuales llevaríamos
nosotros la peor p~rte."
Si se admite la eventualidad
de que las ciudades de Panamá
y Colón entren en el dominio
de la zona cuya administración
se concede á los Estados U nidos,
el p unto de partida es inadmisible,
no tan solo en el aspecto
económico, el cual vendría á
ser secundario, sino E'll el de la
soberanía nacional, que en ese
caso vendría á ser gravemente
menoscabada, porque en el hecho,
si quedaran bajo la j urisdicción
de la Unión Americana,
déjarían dA perhmec0r el Co10mbia.
Los puntos terminales del
Canal no serán Oolón y Panamá.
No podrían serlo sino con la
destrucción, ó poco menos, de
esas ciudades. La parte que está
const.ruida comienza á inmediaciones
de la primera, en la bahía
de Limón, y terminará, bastante
al Sur de la segunda, en
la' Rada de Panamá, según el
plano panorámico adoptado en
1879 por el Congreso Universal
del Oanal In terocéan ico, que
ha servido para la dirección generaol
de los trabajos.
No hay obstáculo serio en
que Panamá y Colón con 1.in úen,
después de exca,aclo el Canal,
bajo la jurisdicción de Oolombia,
como no lo ha habido en
cerca de medio siglo que lleva
de const.ruído, por nort.eamericanos,
el ferrocarril por medio
del cuaJ se hace el tránsito entre
los dos mares, el cual ha
sido siempre de propiedad de
extranjeros.
Hemos dicho que si Colombia
perdiera tales ciudades, el
aspecto económico de 1;1 negoc.
ia ción v,~ ndría á ser secunda-rlO,
y aSl es; pero no por eso
dejaremos de obser\rar que si
aq uello viniera {t ser simple
resultado de la administración
de la Empresa, serían cedidas á
título gratuito ó t.omadas por la
fue,rza,y ambas suposiciones son
inaceptables.
La renuncia, como dejación
voluntaria por parte de Colombia,
sería absurda; porque, aparte
de la pérdida de su derecho.
de soberanía, implicaría la
cesión de la propiedad de las
dos ciudades, cuyo valor no es
fácil estimar, pero que sin duda
excede los diez millones de dólares
que los Estados U nidos ofrecen
pagar de contado, sin comprenderlas
en la zona
Que los Estados U nidos resuelvan
apoderarse por' la fuerza
de esas dos ciudades, para
evitar colisiones de autoridad
dentro de la zona, no es verosímil,
porque se han situado en
el campo de la negociación.
Por otra parte, tanto en el
Proyecto de Tratado presentado
por el Ministro Sr, Dr. Carlos
Mart{nez Silva, como en el
presentado por el Sr DI', (loncha,
hay send.as cláusulas en
que Colombia concede al Gobierno
de los Estados U nidos
el uso de un~ zona de terre~o á
lo largo del Calla], de üinc0 kilómetros
de ancho á cada lado
de la vía, exceptua,ndo las ciudades
de Panamá .y Colón.
Suponemos que en ~¡ 'rratado
suscrito por pI Sr. -Nerl'án,
Trata.do que no conocemos, se
haya estipulado de manera inequívoca,
que las dichas ciudades
quedan en todo caso excluidas
de la zona, esto ftS, auncuando
estén dentro de los cinco kilómetros
que se conceden para la
construcción y el servicio de la
obra. Si es así, la observación
del colaborador de El Correo
Nacional carece de fundamento.
Próximamente nos ocuparemos
en otros puntü"s comprendidos
en los importantes escritos
del colaborador de El 00-
'rreo NáciolZal.
---..... --.......-. --
Reminiscencias Políticas
Continúa
Des/le que eJ principio conse'rva
dor ciio al país, har.e, 11 añll~, nueva
Constitución y nuevas práctic\H~ ,le
go-bierno, Re le ha comhatido ahíllcadamente
con el tesón y pujanza COII
que se atacan las ooctri nas que ca tll ·
hian la faz oe Jas soeiedades: J'IIUí' ha
h~ sido larga, temlz, reñida; la~ pe
ripecias y los peligro¡:, !Sin cuellto:
los modos de ataque. los máil variadoil
y peregrinos; ni hall (altanó err(lrf~,
caídas y desercione~ de sus afiliados;
pero el Partido 110 está agrupado ell
torno de hombres sino en torno de
un principio, y el principio ha seguido
su camino arduo y difícil, pero
glorioso siempre, en medio de rt~cios
combates, cie azares y vAivenc-s de
bajas a~echanzas.
Al presentarse ep estos momentos
la lucha electoral. se ha presentado
con ella una nueva y rlesafi,rada para
el principio cuya marcha hemos seguido
en este escrito. Tal es el carácter
del actual comhate, y así debe
considerársele, aun por honor del
país y por decoro oe los parlidos;
aquéllos que combaten por hombres.
están llamados tÍ desaparecer con el
Jefe, á seguir sus capricho:>, á variar
de rumbo y de programa según la
voluntad del caudillo; tales agrupaciones
no pueden contrihuír Jamás á
la marcha regular del país y al afian,
zamiento del orden. y anles, sí. pre~
paran y educan á las naciones para la
dictadura.
El triunfo de los candidatos' pre·
sentados y sostenidos por el Particio
Nacional lleva con él el triunfo del
principiu Conservac!or; y si en la elec-
Número 20
ción del Sr. Caro ' para Presidente en
el próximo período cOllstituciollal hay
continuismo rle persona, hay, in d udablemente
también, . continuismo de.
preponderancia para el principio conservador,
continuisrno del orden esta~
bleciclo; su elección representa el
desarrollo natural y constante de la
reacción com,ervadora iniciarla en
1885, significa una Hue-va derrota
para el principio radical, entronizado
en las instituciones á mediados del
siglo y volcarlo de ellas en la Constitución
que actualmente rige los ,1e8-
tinos ele la República .
No se trata, pues, de hombres: se
trata de principios; no se trata de
antipatías ó simpatías, ni de intereses
personaJe!", q lTe deben borrarse 1
desaparecer ante los 'grandes . intereses
nacionales: se trata de clefendernos
de desventuras y desórdenes que
'deberían levantar resistencias y energía
dondequiera que no se hAya perdido
la memoria ni el sentimiento de
la Patria.
Debería huscarse otro candidat()
si la Constitución se opusiera á la
elección del Sr. Caro, pero la permite,
puesto que la ha previsto . . Si el
Sr. Caro huhi ara ahdicado ó renegado
de los prin cipios á cuya defensa y
difusión ha consagrado todo el calor
de su corazón y la fuerza de su inteligencia,
su existencia toda entera;
en él. como en pocos colombiano~, la
pasión oe la idea, la pasión de la
verdad, la pastión oel Estado, ha dom
i nado toda otra aspiración y todo
otro anhelo. El Sr. Caro es hoy el
mi.smo que COII sus escritos y esfuerzos
contribuyó poderosamente al
triunfo del principio conservador; el
mismo homhre inmaculado, intacha·
hle, que atrajo, hace cinco años. la
mayoría de los votos del Partido
Nacional; es el mismo hombre, esti.
mado y respetado por cuantos han
cOl1servado el criterio libre cie pasiones
y ofuscamientos; j es el mismo,
sí! Sólo que ha pasado por él... el
Gobierno; es decir, furiosos huracanes
políticos, dificultades enormes.
problemas desesperantes, ambiniones
contenida~, pasiones exasperadds. ape~
titos mal saciados, cóleras, ciespechos,
injusticias, ingratitudes __ y por sobre
todo, y como su complemento, el
carr~anci(), el tedio, el aburrimiento
de una misma cosa que domina á los
colombianos y á (l~e no han podido
acostumbrarse losholObresmás beneméritos
y bien íntencionado~, 10s má's
emi nent.es estadistas, los más _háhiles
gobernantes.
TELEGRAMAS )
República de Colombz'a-Ministeno
de Gobt'enzo-Dz'reccz'ón - general
de Correos y Teltgra/os-Sección
de Telégra/os-Número I I I3-'
Bogotá, 26 de Febrero de 1903
Sr. Director de EL RKNACUUJt:!(TO :
Me permito remitirle adjunta.
con ésta la copia del -telegrama
de fecha 25 del presente, de
Lenguazaque, para que se sirva.
ponerlo en su importante periódico,
si no tiene iÍlconve-niente.
, Dios guarde á usted.
J os1J ANTONIO RIVAS
'.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
..
I
Rep2ZbHca de Co/cmbia-Telégmfos
Nac1ona/cs-Lcnq1Ia2aq2lf, 25 de
Feb1-e1o de I903
Sr. Director de Telégrafos
Párroeo, A1calde este Municipio
en propio nombre y habitantes
representan, cum plen
sagrado deber dar á usted,.y por
• su digno conducto al GobIerno,
cumplidos agradecimientos, por
la honra é inmenso favor que se
han dignado dispensarles, con
instalación telégrafo en ésta. Con
sent imientos de gratitud y alta
consideración quedamos de usted
atentos servidores,
FRANClSOO DE J. CASTA~EDA
ALE.JANDRO Rmz
•
Exterior
A PROPÓSITO DE
UN TRATADO RECIEN'IE
Una intriga orleanista- La misión de
la Princesa María-Intereses parti- ,
culaN:s del Siam. •
La Nme Fnie P1'esse de Viena ha
recihirlo rl~ Copenhague una curiosa '
correF ponelencia, que repro(luciinos
en !'('guida úlítulo de curio8irlad, dejaoelu
al eliRrio vienés toda la rcsponeahilielad:
"Hace l'Ilgull os oías, la Princesa
María) eSpOí'H dpl Príncipe Waldemar
y hermana elel difunto Príncipe
Enri que de Orleans, se encuentra en
Pa\k Se salle que la Princesa María
eFtá encargada de llevar á cabo en
Pad:,¡ una misi6n,política.
GraciaF á EU parentesco tan cercaDO
con la CaFa de. Orlenns, tiene la misión
de influír sobre los pbrlamelltarios
monarquistaf:, .á fin de det~rminarlof:,
~ pCfar elesu opo¡;;ición al Gabinete
Comhes, á ,'otar por la ratificación
(lel Tratado franeo-siamés, que
acalla de ser firmado. La Princcsh tiene
razones importantes pamocuparse
con la mayor actividad en el éxito de
su mibión; pues el Príncipe Waldemar,
su esposo, y la familia Real danesa
toda, han empefiado capitales
considerahles en el Asia Oriental y
pRrt icularmente en el Banco de Bangkok.
Como lo dijo un eliario francés,
los deseos de una PrinceFa que pertenece
á la Casa Real de Frallcia, y fIue
se }la consagrado con tanta frecuencia
á la ,ce usa de ésta, no pueden ser
desatendidos, y es preciso tenerlos en
cuenta cuando, como acaba ella de
hacerlo, aconseja al Gobierno francés,
por medio de su Ministro en Copenhague,
que no se muestre demasiado
exigente con el de Siam.
• **
Matrimonio de la Srita. Roosevelt
L-ittlerock ( A1'Cansas J, NoviemIJ're
23-Nos comunican que la Srita.
Alil'ia Roofuelt, hija del Presidente
RooseTelt, se ha des/3osado con M.
John Greenway, joven que se ha distinguido
en Jos sports en la Uni,ersidad
de Halward, y que obtuvo el grado
de Teniente en la caballería ligera
de M. Roosevelt, durant~ 13 guerra
his panoamerica na.
** *
Se ha hecho el cálculo de lo que
cuesta la huelga á los obreroF.
En el Pas de Calais hay 62,000
obreros que ganan 5 francos por elía,
ósea 310,000 francos mínimum. Esto
produce por quincena 4.650,000
francos. ,
y quitamo~ la ~egunrla quir.ct'IUl.
En cuanto á la~ Ccmpafih'!', pif rden
700,000 Ílllncc 8 p(lr dla, nt(, 0 ,
11.250,000 frareo," ror quil ((r 11, i)
EL RENACIMIENTO
en h.nefieio de quién', j de los alemanes
y de los ingleae€!
Hé aquí lo que cueitan al país 108
ooiosol pdlítiCM, que con la complicidao
oel Gohie rno, han del'lencaoenaoo
lal hu e lga~ no en lista de una
yentaja profe,ional, pue!'to que nada
de e~te género ha ~iou furmulado antes
de la cesación oel trabajo, sino
para atizar el fuego reyolucionario en
Francia!
y efite es el principió.
(ú Matin)
---...... _------
NOTICIAS FRESCAS
•••
Cosa más difícil que escribir revistas
ó crónicas bogotanas, creo
que no haya sobre la tierra. ¡ Y hábil
que soy yo para tal 'cosa !
Se me figura la c"ara que pondrán
mis lectores cada vez que , les llega
un número de EL RENACiMIENTO, Y
ven las dos palabras con que encabezo
siempre mis revistas: Noticias '
frescas. i Con qué entusiasmo em.
pezarán la lectura, juzgando encontrar
allí relaciones de quién sabe
cuántos hechos terribles acaecidos
últimamente ! i Y 'con qué desprecio
botarán el número d la punta de
U1~ cuerno cuando, terminada la lectura
de la revista, encuentran que
no he contado otra cosa que aquello
que sabían quién sabe cuántos días
antes!
PQr' ejemplo. hoy nQ tengo otra
cosa para referir sino ql\e por fin
llovil). "i Ah 'lloticiótt mduser! iJ uz
gará el repórter ése que no t enemos
ojos para ver el agua, ni oídos para
sentirla estrellarse en las losas del
pavimentar' Así dirán las personas
que lean estas noticias; pero yo les
suplico me perdonen si no les refiero
nada menos sabido, porque no lo
hallo por más que lo busco,
y que lo busco ~in cesar, es cosa
que nadie negarme puede, pues ien
qué lugar de Bogotá no se me ve
con mi cuadernito de notas en la
mano izquierda, y en la derecha el
lápiz, listo para apuntar el primer
incidente digno de mención que se
presente?
A tres cuadras de distancia veo
un tumulto de gente, y se me figura
que algo grave está pasando, i y es
de ver entonces la carrera que emprendo
hacia tal sitio!
Supongo que voy á encontrar
quién sabe cuántos cadáveres ensangrentados.
Veo los espantados
ojos, los cráneos rotos, los intestinos
salidos, en fin, todos los horrores
imaginables. Y í qué lamentos los
que imagino escuchar! i Qué de
plegarias entrecortadas! i Qué de
gritos de los agent.!s encargados de
guardar el orden. í Barbaridad! ¡Horror!
Llego, y í qué desengaño ! Toda
la bulla depende de que un Sr.
Agente lleva para la Central una
mujer que, con bastante cantidad
del amarillo licor entre pecho y espalda,
alza hasta el cielo sus lamentaciones,
salpicadas de groserías jamás
oídas. j Qué desconsuelo el mío!
Correr tres cuadras como un loco,
acabar de gastar los ya casi agotadds
tacones de mis botines, y todo
¡para qué? Para sufrir un cruel desengaño,
para presenciar un espectáculo
muy poco grato.
iQué ganan, por ejemplo, mis lectores,
con saber 10 que le pasó en la
noche del jueves al director de cierto
periódico de esos de 110 llevar
pan? Nacja ganan, pero se 10 referiré,
por no haber otra cosa peor que hacer.
Fue el caso que dicho señor llegó
un poco tarde al teatro, y en lugar
de entrar á ocupar su asiento 10 más
silenciosamente posible, se detuvo
en la puerta de entrada á luneta.
Un Agente, á quien' no le pareció
bien hecha tal cosa, le suplicó primero,
y luégo le ordenó, que entrara
ó saliera, pero que de ningún modo
le permitía permanecer allí.
y al tal señor, que tiene en las
venas la sangre más ardiente del
mundo, se le subió el Sa1t Telmo d
las gavias, de:tal suerte, que dio:motivo
para que el Agente cumpliera la
amenaza que le había hecho antes
de llevarlo á la Central, adonde
se fue con calentura y todo, y donde
permaneció un rato no · corto, perdiendo
gran parte de la representación.
Yo lo siento muchísimo, por suptJesto,
pero aconsejo al señor de mi
cuento y á todos los de sangre tibia,
que procuren hacer que se les enfríe
un poco, y. respeten más á los
Agentes, que son autoridad, y merecen
por ello respeto.
**.
Como se ve por el telegrama que
se publica en este número, en la población
de Lenguazaque se inauguró
la Oficina telegráfica.
Felicitamos al Sr. Director del
Telégrafo por este nuevo progreso,
y á los habitantes de Lengua.
zaque por el bien alcanzado.
• ' ..
TEATRO DE COLON-Jueves
26. Como anunciamos en nuestro
número anterior, se verificó, á las 8
y 20 p. m., la función á beneficio del
Maestro Véliz.
Rompió los fu eg'os una de las
Bandas nacionales, ejecutando un
her.moso trozo bajo la dirección del
beneficiado.
La función habda salido muy
bien, á no haberse presentado la circunsülI1cia
de sentirse enfermo Baldoví,
lo que originó cambios en los
pa peles, y esto fue motivo para
que hubiera en ella algunos defectos,
sobre todo en el 4? acto.
Corchísimos estaban los señores
artistas, y no sentaban muy bien las
risas de algunos de ellos para disimular
el olvido de la letra.
,Entre el segundo y tercer acto
ejecutaron los Sres. Murcia y Carrillo
una hermosísima sinfonía, que
fue muy aplaudida.
En general, la función fue buena.
Felicitamos al Maestro V éliz.
y ahora, en obsequio del simpático
artista Sr. Barbosa, cuyo beneficio
se verificará mañana, reproduzco
los versos con que lo anunció:
OIGA USTED
Dicen que el último mono
Es el que siempre se ha ahogado,
y es el decir excusado,
Que tal suerte no ambiciono .
Por eso creo conveniente
Que el domingo venidero,
Aunque caiga el mundo entero,
A! COLÓN' vaya la gente;
Porque en ese día, una hermosa
Función en su beneficio,
Dará en el gran edificio
Vuestro servidor
BU.OSA
Sí, Sr. Barbosa; que en esa función
le vaya muy bien le desea
E. BARCOS R.
SECCIOH RELIGIOSA
Nas MANUEL JOSE CA !ZEDO
CoP l. 11f' .. .,¡. d., ~¡o8 y d. 1 .. 8 ... nt ..
~.de ~i'0 8tólie ..
ARZOBISPO DE POPAYÁN
AL v:r;NE~ABLE CLERO SECULAR Y REGULAR Y í.
TODOS LOS FIELES DE NUESTRA ARQUIDIÓC:r;SIS
COllll"m,ía
5!- La Igles)a libre en el Estado
r ibre ;
6~ La lihertad de cultos;
7~ Lás lihertades ilimitarlas de pensamiento"
palahra, imprenta y ensefianza;
8~ La in struc0ión laica y obligatoria:
;
9~ El matrimonio civil.
No es lícito, por lo tnnto, á ningún
católico el profesar ninguna de estas
doctrinas; abor!) hi en: el Partido Liberal
las profesa, luego no eR lícito á
. un católico ser liberal.
. Dejantlo á un lado innumerables
pruehaR de qu~ el liberalismo colOluhiano
i)rofesa estos errores, hasta ad ucir
comoi rrecusahle el Manifiestoque
la Udnvención elel Partioo Liheral
oir~gió ' á 1" Nación en Septiembre
de 1897, en el·cual se Ipen, entre otras
las frases, las siguip.ntes :
" ___ . La Convención cree r¡ue la
soluciólI científica del llamado proqlema
religioso es la separadón de la
f.r;lesia y del Estado ____ "
, ..... Consagra (el liheralismo) la
libertad de cultos en !iU más genefosa'
amplitud."
"Dominaoa (la Convención) por
convi r,ciones profundas, lOantieof' ...•
la libertad absoluta de la prensa .... "
Esta~ pr()p (l ~ i c i()lIes fIue la Convención
del Partido Liheral cree y con-
8agru, y ¡;;ollre la¡;; fIue c~ (á el omimHia
por conviccioll es profundas - flO se
puede asegurar con 1ll¿IS fuerza-están
cond enadas como e.rrónflus por la
Igl esia Salita; por lo tanto, en nuestra
patria los cató lico:; no puedfln ser
liherales sin dejar de ser católicos ;
porque para spr católico \ crd adero es
indispensable aceptar humild emente
todas las enseñallzas de la Igle!iia.
La virtuo de, la fe se define aFí :
creer lo fIue no vemo:ol, porque Dios
lo ha revelado y la Iglesia nos lo enseña,
El Liberal ismo, al tio¡,tener los
errores que profesa • .cqlltrurios. únos
á la rcvelación divina, y ót.ros á las enseñanzas
de la IgLesia infalible, elesconoce
y niega por compl eto la autorielad
y la infinita Fabiduría ele Dios
que revela y la autoridad de la Iglesia
que !lOS en~ eiia lo revelado por
Dios j luego el qúe prufesa los errores
del Liheralisl11o, peca contra la vir-tud
ele la f~. .
El error profesado puede ser, ó
herético, porque se opone á un rlogma
definido por la Iglesia, y el que lo pro.
fesa d~ corazón y lo manifiesta exteriormflnte,
á sabiendas y con con tumaéia,
anemás del pecado, incurre en
excomunión - por ejemplo, el que
niega la infalibilidad oel Papa.- O
bien el error que se profesa pueoe no
ser herético, pero sí calificado por la
Iglesia con nota inferior á la oe here~
jia, como falso, temerariQ, &c. EIl
este caso, el que profesa UIlO de tales
errores, peca también mediatamente
contra la fe, porque niega el magi¡.;t.erío
oivino oe la Iglesia, que es infalible,
y peca además grayemente contra
la obediencia que elehe á la Iglesia.
Con esta ooctrina Fe resuelve fácilmente,
en un caso daoo, si un liheral
es h~reje Ó I1Ó, al profesar una doctrina
condenada por la Iglesia: será hereje
si el error prufesado es contrario
á una verdao revelada por Dios y ensefiaoa
como fal por la Iglesia; si la
doctrina profesada sólo ha sido condenada
por la Iglesia como falsa,
errónea, temeraria, &c., no sf:rá hereje
el que la profese, pero sí pecará
graveme1zte contra la oheoiencia debioa
á la Iglesia, además de ser muy
temerario y ne exponerse á caer en
la herejía.
A1H ra bien: si eR pecad,) profe!'ar
el Lil eralisl1lo ó cualquiera de sus
errore " ¡ será lícito pr:oft>:-arlo tan
solo e teriormente, apareciendo ante
la soc eoatl como liheral verdadero
aun cuando interiormente no se·adlO.'
1-
BRANDY, VINOS Y RON en barriles y botellas, y
legítimo y único Ron MANZANARES.
el~ALMACEN NUEVO
• frente á La Concepci6n
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
tan tales er.rores! De ninguna manera,
porque esa simulación, lejos ele
disminuir el pecado, en cierto mooo
10 agrava por la cobaroía y traici6n á
la Iglesia, y por el escándalo que se
da á los buenos fieles, los cuale~, guiados
por ese sentido católico, oe que
habla el Concilio Vaticano, y 'lue consiste
en una sobrenatural clisposiciólI,
para discernir la verdao oel error,
sienten repugnancia granne al nombre
liberal, y les causa eRcánoalo ver
que se llaman así los que se creen católicos.
El que se manifiesta exteriormen-te
como venia,clero liberal, peca COII tra
la fe, como peca han contra ella y ,
eran tenidos por apóstatas los prime ros
cristií.lnos que por· miedo á los
tormentos, renegaban exteriormente
de la fe, aunque interiormente sí
creían en sus nogmas.
Los que ocultan SUR creencia;; co meten
pecado de oesobediencia contra
la Iglesia, pues faltan á la '1ue se
le debe, no sólo interior sino también
exteriormente; y el que obra con tal
cobardía por respetos humanos, está
en peligro de perner la poca fe que
aún tenga.
Si el Liberalismo es malo, como lo
es, se deduce que no es lícito filvore~
cerlo, apoyarlo, lIi prestarle ningún
auxilio, porque suscribiénrlose á los
perióclicos liherales, aplauoiendo á sus'
caudillos, rlando dinero, recursos y
prestándole servicios personales, se
da vida {¡, ese Partido y aun 8e coo.
pera al pecado.
Cooperación en materia grave el!
que incurre muy especialmente qnien
da su voto á candidatos liherales, ó
compromeLe á otros á ~arl.o, 6 forma
parte de tSUS cümités Ó juntas electorale¡:;,
porque contribuye así con su
voto y con sus esfuerzos á llevar á
puestos púhlicos persCHlas que han de
trabajar ~n oar leyes contra la Iglesia.
Los seguirto)'es de Lucifer, como
llama León XIII á los liberales (1),
están moralmente inhabilitados para
rEgir á los pueblos que han sido dados
en herencia á Jesucristo (2), pues
. el jJ1'íncipe usurpador, cuya causa representan
(3), ya fue la1tzado filira
(4) por el Soberano Dominador del
Universo.
(1) Enciel. Liberta!.
(21 Joan., xn,3[,
(3) Prueba de ello l~ gritos de muera Cristo, flue
se .ian en los campamentos revolucionarios, sin que
haya habido quien proteste entre IUS copilrtidarios.
(4) Salmo Il.
SECCIOR CIEHTIFICA
Los estudios sobre la tuberculosis
BerlÍ1'l, Octubre 26 - La última
conferencia del Congreso Internacional
sobre la tuberculosis, fue sen-
. sacio~al, á causa de que el Profesor
Koch mantuvo enérgicamente sus
argumentos anteriores, según los
cuales la tuberculosis bovina no puede
ser transmisible al hombre.
" El Profesor come~z6 por declarar
que deseaba .hacer uso de la: palabra,
puesto que así lo había. insi,nuado el
Comité Central. .
Sus aseveraciones versaron exclusivamente
sobre la transmisión de la
tuberculosis del ganado á la especie
humana, por medio de heridas como :
las que frecuentemente sufren los
matanceros.
El Profesor Koch admitió que se
daban algunos casos tIe tuberculosis
entre los carniceros y otras personas
que estaban en contacto con la carne
de los animales enfermos; pero
aseguró que la proporción de pacientes
de esta enfermedad era tan 'alta
entre los obreros como en los que se
dedicaban al comercio de ·Ia carne.
Dijo que no podía comprender que
una lesión que se produjer~ en un
EL R E N A e 1 M 1 E N T o
carnicero, atrajese la inf~cción de la
tuberculosis. y que esta enfermedad
causara la muerte.
Berlín, Octubre 27-Los Delegados
al Congreso Internacional ele la
tuberculosi~. han sentido que los
Estados U nidos no estén representados
de una manera más importante
en esta reunión.
Se ha deplorado, sobre todo, que
nadie pueda dar cuenta de los experimentos
eft:ctuados el año pasado
en los Estados Unidos, relativos á la
transmisión de la tuberculosis al
hombre por los animales.
La última sesión elel Congreso se
ha verificado hoy á las doce del día.
El Dr. WiJliams, delegado inglés,
ha pronunciado un discurso en el
cual ha propuesto clasificar los enfermos
de los Sanatorios, según los
adelantos de su curación.
La próxima reunión se verificará
el año entrante en París. '
La opinión devarics Delegados es
que los principales resultados del
Congreso de este año son el conocimiento
de los adelantos obtenidos
en Alemania con 10:; Sanatorios y
sus aplicaciones científicas.
•••
El pretendido plagio de
M. Rostand
Las razones que han decidido al Juez
Kohlsaa, de la Corte Federal de Chicilgo,
á declarar que el Orano de Btrgerac era un
plagio de llu Mercllanl Prina 01 Cortlv¡,/Ie,
comedia escrila en 1896 por 11r Samuel
Eberly Gross, autor dramático, fueron
princip~lm«nte dos: la de que el Cyral1~ de
M. R0stand tiene una nariz tan exagerada ,
como la del personaje principal del Merdanl
Pnitce, y la de que en ambas piezas
hay una escena idéntica que se desarrolla
en un balcón: la del amante infortunado
que acepta hacer las veces de su rival, co~
el consentimiento y en presencia de éste,
Estos cal'gos de plagio y otros más, están
especificados en el informe del oficial del
Tribunal de justicia (masll/'· of chaflCtlY) , an-te
el cual se present6 la causa hace tres
años; informe que, entre otras cosa ~ , dice:
" Las similitudes é identidades entre am,
has piezas, son una confirmación tan positiva
como las verdades de los Santos Evangelios,
y ante las cuales· resulta poco dignq
de consideración el hecho de que M. Rostand
niegue tanto la semejanza como la
apropiación." .
(M. Rostand no ha sido, ni por sí ni p.,r
apoderado, parte directa en este juicio).
" La pieza titulada . C;yraflD de BergtrM
- continúa el informe - se compone en
gran parte, y es una piratería, de la pieza
The ~Mwrchafll Prince of Conlv/llt, tanto por
la trama como por la disposición general,
por las situaciones, por los caracteres, por
las ideas y por el lenguaje, y es una infracción
al ,derecho de propiedad literaria
del querellante."
La sentencia del Juei Kohlsaa ha provocado
sorpresa y no poca hilaridad en los
círculos literarios y teatrales de Francia
Refutando los cargos de plagio que han
sido precisados, M. Gustavo Roger, Secre.
tario de la Sociedad de autores dramáticos,
ha d\cho:
" Cyrano es un personaje histórico que
tení~ una nariz enorme. Desde tiempo inmemorial
ha habido narices descomunales,
como hay hoy también, y seria tan imposi-,
ble personificar á Cyrano sin su nariz, como
á Luis XIV sin su célebre peluca. En
cuanto á la eSCena del balcón, me parece
pueril lo de que la hayan puesto en tela de
juicio. Se conocen en el teatn;) moderno no
menos de treinta situa;:iones semejantes."
Lo cierto es' que, saho en el caso de que
una nueva sentencia judicial ponga otra
vez las cosas en lugar, en adelante Mr. Samuel
EberIy Gross, de Chicago, será el
úuico que tendrá derecho al producto de
las representaCiones que se den del Ormlo
di Bercerac, de M. Rostand, en .cualquier
teatro de los Estados Unidos.
•••
Salvavidas para los
tranvías eléctricos
La Rue Practique d'E/tclricil¿ da cuenta
de los ensayos que acaban de realizarse,
con decisivo éxit4?, en Praga (Austria), ante
los delegados· del Ministerio de Ferrocarriles,
aplicados á la línea de tracción eléctrica
Zizkovkoschiz, de un nuevo aparato
destinado á evitar I()s accidentes de las personas
atropelladas por los tranvías en marcha.
El aparato comprende dos partes: la
primera, constitu;da por un bastidor parachoques,
cuyos lados . los forma un tubo de
gas, encorvado, de. per¡ueño diámetro y
forrado en cuero; una red de mallas es
trechas se une á este marco, que es móvil,
pudiendo girar al rededor de un eje horizontal
; esta primera parte está en comunicación
cort la segunda, que es el verdadero .
salvavidas, por un alambre de pequeño
gr"eso; el salvavidas no difiere en su aspecto
de los bastidores ordinariamente usados
hasta hoy; pero lleva un mecanismo
especial, que ·permite imprimirle un movimiento
vertical de arriba abajo.
Tan pronto como el bastidor delantero
choca con un obstáculo, cede lentamente
hacia atrás, y obrando sobre el alambre
de comunicación, determina el desenganche
del bastidor de protección, que al caer
recoge el obstáculo introducido en el aparato
y le impide caer bajo las ruedas. Este
bastidor va, ad~más, provisto en su parte
inferior de un' juego de escobillas que,
apretándose fuertemente contra el suelo,
no deja el menor espacio libre entre la vla
y el mecanismo.
Este aparato es debido al Ingeniero Jefe
de la tracción eléctrica de Praga, en
colaboración con varios técnicos de la ciudad
Con este motivo, Mr. Buresch, también
de Praga, a conseja . otro sistema, que consistIría
en una combinación que permitiese
interrumpir la corriente tan luego como el
salvavidas chocase con cualquier obstáculo;
el vehículo se enfrenaría así automáti-.
camente, y. al propio tiempo un mecanismo
especial empujaría fuera de la vía á la
persona ú objeto que hubi ese determinado
la detención del carruaje.
•
Sección Literaria
CASTA y PURA
A ELL.A .. .. ..
1
La majestuosa reina de la noche,
con su innúmero séquito de siervos y
esclavéls, clerrochaba, -derrochaba su
luz triste y pálida que se filtraha al
través de las enredaderas y sauces
que orlahan la alameda oe arbustos
floridos que conducían oel jaroín á la
Quinta.
Varios grupos (fe h e rmMln~ fbres
humanas cuchi cheahan pas~ándose
por el jaroín ila alameda. ,
En todos aquellos rostros estaba
impresa la p;onri¡:;a de la rli cha; t')oas
hablaban ne amores; tonas se confiaban
mutuamente sus placeres íntimos,
presagiándose la rlicha más cómplefa
para el baile de e¡:;a nocl1e. .
Sólo tú, sentada ~n u n escaño, con
los brazos cruzarlos y la miraoa al
cielo, como implorando gracia, estaba~
retirada de tus amigas.
U n clavel rojo, exhalanoo suavísi mo
perfume, se balanceaba en tu boca,
,aprision~do por tus labios tle púrpura
....
. ¡ En dónoe estaba tu espíritu ~
¡ Por qué regiones · vagaba fu pensamiento'
& El eco oe un amor, el murmullo
de una voz amiga, de 'una palabra tierna
y amor:osa ó de un recueroo feliz,
serían acaso lo que motivaban el ena·
jenamiento de tu e¡:píritu, de aquel
lugar, cofre de dicha¡:; é ilusiones 1
j Quién sabe ! ... i No lo sé!
Lo único 'lile :,upe entonces fue
que entre tus lah,,):,; \'agaba una sonrisa
t.ierna pero tri ste, la que sólo parecía
comprenoer ei rojo clavel que
aprisionabas entm tus labios de púrpura
....
1I
El confuso murmullo de los danzantes,
el melodio~o compás del vals,
el rítmico~cuchicheo rie las parejas de
enamorados, y los suavísimos hálitos
de perfume que dejaban tras sí 188
e.
p~reja¡:; del baile en sus e-xcursiones
continua~; habían cesaoo por un momento.
Los mismos grupos riel jardíll y de
la alamcda e"taball reunidos en el
cuartitu lila; una frente al espejo se
arregla ba el pei nado; otra en el tocador
agotaba los últimos tintes oe perfume
y de polvos; las otras, en medio
de la pieza y junto á un confidente
que so~tenía una lámpara ne bronce
con pantalla roja, se contahan sus úl;¡
timas hazañas.
Sólo tú, desgajarla sobre un .sofá
esconclido en un ángulo oe la pieza,
con los brazos caí,!os y ya 110 con la
mirarla elevada al cielo, sino baja y
exangüe, yacías en éxtasis profundo.
De momento en momento e"halaba
-tu pecho un suspiro que parec~a
Ulla queja, y ele tu boca pa~ecían sahr
palabras entrecortadas y tlel'na¡¡.
¡A qué ese horrible teoi01 .
¡Hacia quién volaban esas quejas!
,Quién eraelculpabledetu inmen-sa
amargu ra ,
,Esos suspiros profundos, esas quejas
inconexas, esas palabras elltrecortadas
y tiernas, serían por ventura emblema
de un amor sincero y grande.
grande como mi amargura'
j Quién sabe ! ... j No lo sé!
Tan solo sé que de tu hoca se esfumaban
palabras tiernas y ent.rf;cortadas,
que parecían oe oicha, las que
. desmentías con los suspiros que salían
de tu pecho como quejas!
III
Los claros rayos de la IUlla se filtraban
por entre la vaporosa cortina
crema de las vidrieras de tu alcoba.
El mismo confidente cun la lámpara
de bronce oe pantalla roja alumbraba
la estancia.
Los mismoR grupos de amigas tuyas,
de la noche del baile, diseminadas
e.n el cuarto y casi en oertedor á tu
lecho de dolor, estaban pendientes de
la expresión oe tu semblante, como
queriendo adivinar el más allá!
La tierna y melancólica mirada de
tus ojos bellos, me recordaba la noche
del baile ele la Quinta
Ese clavel rojo que pendía entonces
oe tus lahios, ya marchito, lo teJ
nías sohre el pecho, entre tus manos·
de azucena.- .
, Aquellos tristes y prolollgaoos suspin?
s de esa noche, que remedaban
quejas, fnterrumpían el profundo silencio
que reinaba en tu alcoba, templo
de pureza é ilusiones.
Esas palabras entrecortaoas y tiernas,
tal ·vez las mismas que murmurabas
en el cuarto lila, parecían referir
álgo ignoto, álgo de un más allá;
tenían álgo comh el misterio de un
arcano.
i Qué quería decir la aglomeraci6n
oe poemas que ostentaba tu rostro 1
¡ Qué la mustia palidez de tu sem- •
blante 1
¡ Qué la sonrisa de placer infinito
que dib.ujaban tus labios'
¡ Seda acaso este enajenamiento el
que en la noche del baile te abstraía
de los placeres mundanos para hacerte
gozar con el recuerdo de tu primer
amor; en aquella primera declaraci6n
que te hizo tu amante; en aquel cielo
despejado y luminoso en cuyo dombo
inmenso erraban millares de cintilantes
astros; en ese horizonte poético
que te piotaba entonces, y el cual tratabas
de buscar ahora entre las claras
brumas de un lejano infinito!
j Quién sabe L .. j No lo sé!
Apenas llego á comprender que espíritu
creado para 10 sublime y granoe,
desprecia lo mezquino. adorando
el amor como único blasón diyino y
companero fiel d~l alma en la tierra.
L. G. C.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
HISTORIA DE UN PALCO
Despacho prz'vado del Minz'slro
Al Sr. Director de la Academia Nacional de Música
Sr. Director:
El SI'. Ministro está un poco sorprendido
de que no se haya señalado ningún
paleo para el servicio del Ministerio, no
obstante que deberla--convendréis en ello-ser
uno de los primeros en proveerse con
tál objeto. Me encarga, pues, deciros que
él os suplica [e destinéis, lo más prollto posible,
un palco de primera para uno de 105 tres
días de selecta concurrencia-lunes, miércoles
6 viernes,-bien entendido que preferiría
e[ lunes ó el viernes; pero, en último
caso, él quedaría satisfecho si se [e
designa el miércoles.
Tened la bondad, Sr. Director, de aceptar
la seguridad de mi alta consideración.
Por e[ Ministro y por su orden, el Jefe
del Despacho,
R. .
Acad/mia Nacioual de Múszca-Di·,.ecri6n
Sr. Ministro:
Me habéis puesto en una grave dificultad.
Ignoráis, sin duda, que todos los palcos
están tomad os por abrmo, y que no puedo,
por consiguiente, despojar á los titulares de
su arrendamiento antes de la expiración.
Si quisierais aceptar e[ sábado 6 bien el
domingo para los conciertos, el aSllllto sería
fácil. Mis antiguos balles os interesarían,
pues son ejecutados por lo más selecto
tie mi cuerpo de baile, feliz de merecer
los aplausos y el sufragio de un hombre de
erudición y de gusto como el Sr. Ministro.
Tengo el Ronor, Sr, Ministro, de ofre_
ceros. la seguridad d¡: mi respetuosa adhe_
sión.
D!,fpa~lto dd Miuislro
Sr. Director:
P. G.
El Sr Ministro me ha encarga.do deciros
que os arn~gléis como podáis: esto le
es completamente indiferente. Es una ordm
admzitislraHva, ante la cual no hay sino inclinarse.
Necesita un palco.
El Jefe del Despacho,
R.
VOl! /ernOle-¡Holal ¡holal ¿Está usted
allá, Sr. Georges B ... ?
Voz suave é rim1l11anle-Siempre aqu ¡, Sr.
Director.
-Examinad en e[ registro cuál es el
abono que se vence en menos tiempo.
-Aguardad ...... El del señor Príncipe
de H.
- Mil rayos ... 1 Y se trata de una mujer
encantadora, la perla del lune~l En fin,
puesto que él lo neces ita . ,Venid á habla rme.
-¡Jesús, qué fastidiado estoy'
-Sí, Sr. Director, acudo,
Academia Nacional de Múszca-&a·daría.
Al señor Príncipe de H.
Señor:
20, calle Wáshington
Por orden del Ministro, el Director de la
Opera se ha v'i , to en la dura necesidad . de
tener disponible un palco en el más breve
término Hemos huscado en el registro de
abonos. cuál era al que le faltaba menos
tiempo para vencerse, y hemos visto que
e[ arrendamiento de vuestro palco interco.
lumnio expira el 16 de Febrero próximo.
Tenemos, pues, señor, profundo senti.
miento en anunciaros que vuestro abono
por este palco no será renovado. El Sr.
Director espera que comprendáis que cede
á una fuerza mayor. Está disgustado por
esta medida, no tanto por lo que disminuye
los rendimientos, cuanto ptrque descontenta
á uno de los más asiduos concurrentes á [a
Opera, de padre á hijo, que lleva uno de
esos grandes nombres de que pue.de enorgullecerse
muy en alto, una lista aristocrática.
~ceptad, señor, la seguridad de mi alta
y respetuosa consideración.
P.O.-El Secretario general,
G. B.
!
P. D. Es entendido 'que vuestro palco de
platea al lado del Jockey, os queda
Esto es un pequefío consuelo.
Seilor Director de la OP.era.
Mi querido Director:
¿Qué mala broma es ésta?
• ¡Se' me quita el palco que mi padre OGUpaba
hace '7 años, y se me deja mi puesto
EL ' RENACIMIENTO
de platea como consuelo! ¿Creéis que la
Princesa va á contentarse con este pequefío
y negro agujero, donde uno tiene el aire
de un decapitado parlante, donde no se
distinguen los adornos y donde se oyen
constantemente las carcajadas y las bufona-
. das de Bertrand de W ... ?
Soy buen muchacho, lo sabéis, pero si
se me molesta, se verá con qué leña se
calienta un antiguo Teniente de Coraceros,
ex-oficial de órdenes de Galliffet.
¡Que no se olvide que soy Diputadol
Haré-podéis decirlo -en las altas regiones
una algarabía de todos los diablos,
y, como se decía en ellO. o del Ejército,
habrá jarana.
Cordialmente ~uéstro,
PRíNCIPIt DE H.
( COl1jidendal)
Sr. Ministro:
Tengo el honor de enviaros la carta adjunta,
y serv{os excusarme que la deje pasar
por su tono soldadesco; pero he pensado,
antes de proceder, que quizá desearíais
saber que el Príncipe de H.... titular
del palco que deseáis, es miembro del
Parlamento, punto de con~iderar sin duda
por el espíritu del tiempo, en que una sola
voz ruede desencadenar una crisis minis_
terial.
Servíos, Sr. Ministro, contar con la seguri6úd
de mi alta c onsideración, con la
cu,t! tengo el honor de ser vuestro muy
réspetuoso y adicto servidor,
P: G.
Vo¿ únpaclÍmle-¡Hola! i hol a l ¿E~táis ahí,
Sr Jefe del Despacho?
-Siempre aquí, Sr. Ministro.
-¡Bien! ¡La habéis hecho buena! ¡No
podíais haberme dicho que el Príncipe de
H. era Diputado! .
Voz mohs/a-¿ Diputado por ql.é Dfrar -
tamento, Sr. Ministro?
--No sé. Consultad el anuario.
Voz Itútnj'all/e-. . . Es un error.' No hay
Diputado que lleve el nombre de Príncipe
de H ..
VIiZ alegl'e--¡No es Diputado! Se ha burlado
de nosotros. ¡Ah bienl Vamos á reírnos.
Ahora, resueltamente, adelante, ade_
lante. Comprendéis, desde el momento que
no es Diputado ....
Voz resuella-Sí, Sr. Ministro, eso va
á marchar, os lo prometo.
Despacho del Mz'ms/ro
Sr. Director;
Me admirt> que hayáis cometido un erro
tan completo afirman
Citación recomendada (normas APA)
"El Renacimiento - N. 20", -:-, 1903. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690851/), el día 2025-05-18.
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