Redactores: D. A. ARRIET A. --JUAN DE D. lJRIBE.
SERIE III. Bogotá~ ju...e-v-es l6 de ju...::n..i.o de lBSl_ NUM_ 27_
DÍez anofd;p~p-~i~·~.a ~~lon1bi?. se ot·gauizó .. ?onforme a~~~ C01~ titucio~~; de Cúcuta, esp;dida por el primer Congreso uncioual en 1821.
N 11ew Gmnada e 'm ~éj\~~e~}~fl; .~~ i~'~ Ja ~~~ndon ¡q~l <:r1,J 1~ron en nncwnes mdepend1cntes, i el que fué Vi1·einato tomó el nombre de República de ~;1
entóuces Confed~l'acion G!·anrl(linr:·' Po;. JJ:~~l 'P: 1° <;,e 7~1t.1Vandlen18te61e1n 11~~7. 1i sancionado ~orla Con~titucion del a~o siguiente, i la Rt•p1íblica se ua1u6
Estl~ d' · ~e o c,e umon e e uo e nombre de l!.Btadbs Umdos ck Colomina que lleYa todavfa
bore¡¡l i desde ~~nf.rf~nJ·'¡~~d e~r~C~ltlaolsh~;s&Jt nz s.A.l;Jánt!-dco i lp,l,clitico, -~~~ ln rejion de los ti·ópicos, i se estieude 5• S' !'atitud austrul hnsl:, 12'> :lG lntitnd
' p bl . . , . '' a " occ1 enta e e mcnumno de Bogotá
torio. 131tmi~f10n CtVJI!Zilda: 2.92~.~00, dts'tnlJUida en 904 poblaciones crijidas en eittictadcs políticas. Poblacion de aboríjcnes Jvnjes · 80 000 'f<'tri·
de 10; Alto Po~n~s de hectnras. , D!Vld.ese en .:mc~c Estallos soberanos i seis 'ferritorios federales. Bogotá es la ciudad capital de la Uni;n i re~itlencia
Presiden. te~ sictec'J:c~:~;,~1.a0l8es.,. E1
_J CCuet'Ps0 Le¡Jslalldvo C?nsta~~c.~7 Senadores, 61 Representantes, 1 Diputado i;, Comisarios; el Potlei' Ejecutivo de un
S . " ' " or e nprcmn, e cmco .. uaJtStrados. '
la guerra ~~a~:f.fa'~~~s. d
1
; l a.com?c~ncia .rsclusiv~ qcl Gobierno federal.: l.as relacione.~ estcriorcs; la defensa esterior; el tlerccho de tlec·\at;ll· i dirijir
miento la or anizncion'· 1' Oign~~acw~ 1 e sosten~mien_to de l.n fuerza pubbca al scrvt~io de la Union; la conservncion del 6rden jeneml · d cstablcci·
cion d~ los g~stos ptíblic'osa 1111~;~m~rf;~on ~eld c\étllio pubhco ~.~e las .rentas n.n~ional~s; la fijacion del pié de fuerza e11 paz ¡ en guerm ; ú, cletcmlinttpuertos
maritimos fluvi 1 . go e eso'? e a mon; e_l r~¡tmcn .' 1~ !Uinumstr~cwn del. comercio cstérior, de cabotaje i co,taucm, uc !u" fortalezas,
jencral ; el deslinde ¡ In d:~' ~co.s, d~ ~~~ 31.~fales,1dtques.' esta!)l~cJmlcntos ptí.bhc~s o btenes perteneciente~ a la Un ion; la fonuacion del Censo
arca~um Cintoua c~m as nucwues limttrofcs; lf\ determmncion del pabcllon i escudo de armas nacionales ; la naturaliza·
SOLO N
----=---~~E===N-~E::;:::=:L::==-_PERI_O DO
ADHESIONES.
l. • AJllTESION DEL SOCORRO.
Los infrascritos, miembros decididos
del partido liberal, aceptamos con el más
vivo entusirunno la candidatura del sci'ior
J en eral
Sül,ON WILCHES,
para Presidente de la U1úon en el próximo
periodo constitucional. La administracion
ejecutiva 'apito Macías, Rafael
'Patino, J oaquin fté.} es, Cel~stino Forero
José María Berveo, A u tomo Lnq nc,
Ped;·o Antonio .A maya, V enancio f:lán-·
chez Ferna\ldO Pinzon, Francisco V argas
M Simon Carreña, Félix Rivero,
J enard Rueda, Ramon Nieto N, Peill·o
Rójas, Pedro Ren)ifo, Felix Ranjel, José
.Aotonio Ma11:mez, Cayetano Boh6rquez
V, Máximo llernánuc~, Diój~nes
A. Anieta, Julio Afiez, NarciSO Castillo,
Francisco Sánchez, .Antonio Forero, Jarol.>
o Gómez, Félix Jlfaria Navarro, Francisco
Camaeho, Salomon Plata Luque,
Victoriano VlWez, Clemente Malo, Juan
B. IIernández, Francisco Pimiento, V alentin
Uribc, Seve~o Renjifo;, A1!~onio
~hl'Ía Hurtado, Miguel h. vlaVlJO R,
Manuel Várgas, Franciwo Tórrcs, .Abraham
Gómez, Darien Tóncs, Marceliuo
Pérez Nicolas Ramírez, Eulojio Páez,
J csus' Camacho A, Pedro J. Parédes,
PPdro IIijuélos, Pedro Agustín Velasco,
.Antonio 'Oruuz, Gabriel Antonio V árO'as,
J esus López, 1\Iárcos V elasco, Ri~
ardo Carreño, J oaquin Plata L, Rafael
Díaz, Jesus Olarte V, H.uf!no Sarmiento,
Trinidad Réyes, Cárlos Franco, Francisco
Toledo, .Antonio Pana Rósas, Eladio
Ardila, Ramon Sanmiguel, Antonio GálviB,
Lisímaco Tamaríz, Julio Fernández
Toledo, Daniel Al·giiello~rimoteo Chat•
on, Próspero Ran jel, redro Azum·o,
Fmncisco U ribe C, J anuario Riaüo, J·ulio
Rueda M, Zoilo ~ceve.do, Francisco
}foráles, José Tránsito Ardila, Cirilo
Duarte, J. Maunel Nieto, Antonio VíLrga¡,¡,
Francisco Rodríe-nez, Ezequiel Camacho,
Trinidad Jiménoz, Timotco Gómez,
Oenon V árg-as, Crisóstomo Ohacon,
Delflno Olartc, Macario Quiroga, Samuel
Ardila, Temístocles Carreño, Alejo
h·ada,. :MArcos .Albanacin, Crisanto Senano,
DclJin Plata, Cri~anto Ortiz, Filemon
Gutiérrez, Juan de Dios Orosco
Rafael García 1tf, José Rodríguez, R:J.~
m o u Gál vis :M, Trino IIijuélos, Clcofe
Mtú·quez, Adriano .Anjel, Gregorio Sántos,
J en aro Barrera, J,eonidas Franco,
Jo é .Arilila, Fermin Fouseea, Rafael
Martínez, UnisalYo .Ardila, .Anunciacion
Réyes, Ramon Pereira, Jeremías Amo·
rocho, Medardo Pereira, Felipe Sandova.
l, Hafael Fajardo P :Francisco Centeno
Rfac1 ra; .l nancío 'áh ez,
Lorenzo Ortoz, Rarnou Leon U, Evanjelista
Pérez, OaJ·mclo Quintero, Ignacio
Leou, Vicente Fuéntes, Arquímedes M o ·
quera, Julio S. Fernández, Leouídas Réyes,
Isidoro V¡í.rgas, .Ambrosio Fuéntlls,
J oaquin Pefia, J nliauGonzález, Ezeq1úel
Rójas, Jacinto Leal, Don ato Rios Réyes,
Pedro Ruiz, Franeisco V élez, RafaPI
(.'}~l u:.'~ ip i p Pi{•,() .l .
D}; (JJIINÁCOTA.
Los que suscribimos, miembros del
gran partido liberal, cuyos principio$
están basados en los derechos del hom brc,
.deseando que la enseñanza del republicanismo
quede en manos firmes, ofrecemos
nuestros votos i trabajaremos con
decisiou por el ilustre ciudadano J en eral
SOLON WILCIIES
para Presidente do la Union en el próximo
periodo constitucional.
Chinácota, abril lO de 1881.
Juan José González, Juan J. Duran,
Aparicio Cáceres, Ramou Parra S., Urbano
Manrique, Vicente Villamizar J.,
J nlio Domínici, José M aria Ramon,
.Ascension Gnenero, Julio Pompeyo Orduz,
Bernardo Daza, Eduarcl<, J.Iurtínez,
Secundino Cáceres, Rnfiuo :Miranda,
Bernardo Rójas, Vicente Larreal, Pedro
María }faldonado, Antonio Rincon, Matias
Pachcco, Facunuo Jámegui, Peill·o
P:tblo Guerrero, Antonio Gálvis E., Ricardo
Contréras, Antonio Guerrero, Sinforoso
Jil, Juan este distritv auupbmo~
eomo c:utt.li<.lato .. Pr ·· · utl.
tt Rcpul5Hca, eu el proxnno perwcl" <'011~titueional,
al <'indadano Jenel'al
SOLON WJI.OHES.
Biouel?ro, febrer<, 17 de 181:)1.
Ezeqmel Réyes G., Pablo B. Rueda
José A rdila, Cristóbal Duran .l)emctri¿
-\arra,, .An~onio , Morantes, J o~é C'011Cepcwu
Gálv1s, Prospero Parra, Francisco
Mantilla R. Hermó'enes No u· .i,.
" , · s . ' lC ez,
tre Trujillo, Manuel de J. Lámns, .AntuJÚO
Sánchcz, S. Pcclru Garda, N emecio
Dnarte, Doroteo Cadena Z., J esns T~ozada,
Ceuon Gúmcz, Siufuruso Tovar, Nicolas
Uribe, Manuel A. Echel'erría, J ena
ro Pereira, Alfredo Villar, Pablo
Amaya, Pedt·u Otillo .Mantilla, Félix .Ardila,
Manuel A. Suárez, Pedro V. Rámos,
Cárlos Mui'ioz, Bernabé Serrano
Antonio Duarte, J usé Pmda, Isidr~
Plata, Liborio Réycs, Justo l~uiz José
de la C. Penal, Luis Hernánu~z R.,
Sisto GáiYis M., Clemente Rueda, Pedro
L. Diétes, Braulio Duran, Luis Mantilla
F., Celso C. Cadena, Manuel Borda,
Cristó1·al Uribe, Elias Olarte, Julio E.
Meza, Bl!uito M. Suárez, Nareisu Vera,
Julio Luna, Puno S. Melo, Simon Y era,
Ciro G:i]viz, Ignacio Luna, Antonio
Gonzálcz, Lúcas U ribc, Gabriel Melo,
Hipólito Duran, Benito Núi'iez, Cerueleon
Páez, Manuel l3reton, Gabriel Mantilla,
Dornin~o García, Juan Breton, Antonio
Rodr1guez, J esns Osm-io, Julio
Vera, Nepomuceno Nino, Bruno Macia,
Elauio Sá.nchez, Felipe Aruza, Eloi PatTa,
Juan .Arcila, Emeterio PmTa, V aJen-·
tin Moráles, Sisto Garría, Félix Grmládos,
Pedro Menéndez, Pedro Lizarazo,
Manuel Rámos, .Aureliano Feneira, Pablo
Garnica, J csus G:unica, José .Antonio
.Alurco~,. Justo .Arciniéga~, Pabl? Zm,:·
uo, Brunho Ar:•n~o M., Trmo D1étcs :::;.,
Segundo. Ortiz, Elías J>icon, Rafael Ortiz,
Evaristo Hernández, Pedro Silm, .Alejo
llácz, Clímacu .Me11doza, Celb:n'tian Réyes,
N epomuceno Mendoza, Gregorio Barrera,
Ramo u Domí ngnez, José Ignado
García, Patricio Gómez, J osó .Amorocho,
José Antonio Rámos, Auto11io Pana,
Faustiuo :McnlTOn, Joa.-
quin Zabala, llermenejildo Cortés, Cárlos
J. Rosal ~Iannel Antonio Sántos,
Martiniano Sántos, P riseiliano Becerra,
.Aurelio Contréras, Sámuel Coronado,
Pedro Ramfrez, Jt1an de Dios García,
Florentino V al<.le':.< Rosario Bautista,
Lcopoldo Sántos, ltafacl Niuo, Martin
Lagn~do, Cárlos Lúpez, Pnblo Oadena,
Donnngo Dnqne T., Lui Contréras, Cueltamt:nle sus
puestos respectivos.
Los elementos qu~ pudiéramos llamar
secundarios, pues que se carne·
tcrizan JiOr una actividad inferior a
la de aquéllos en las luchas ardieiltes
de los partidos, van aline[(ndose tmnbierP.
Los gobernantes, los escritores, todos
los que más de cerca tocan a las
interioridades de la politic:t del momento,
están ya concretando, si es
qne no lo han hecho definitivamente,
los. distintos pringipios de sns programas
i las varias circunstancias del
debate; lo que equivale a formular,
eH la hora presente, i con má!'l o mé.
nos csa.ctitncl, las conclusiones en que
'"ha de manifcstar~e el pon·enir.
Hemo. llegado pues, tras dias de
je~taeion, a los dios .del alumbramiento.
I todos los problemas polí
ticos relrtcionados con la luc"hn 8~1.1'':
tn.rnl _.: ,. _._.. ...., """"'vu .11\.Jilt;:) (lfL.ftt\a 8-
hÍJl ya iluminad<}s c~m lu:t. vivísima
l'n"'" VL US ~l'l aS laS
intelijencia~.
Como", por otra parte, el campo se
Ita despejado por la . desaparicion de
algunas candidaturas que, lanzadas
o no a la discusion, eran, sinemb.llrgo,
ceutros de agrupaciones 1mts o
ménos re~pctables, los términos de
las alegaciones política>:, i los hombres
que las represeJJtan, quedan ya
fi·ente a freute de una manera defi
nitiva.
En esta reconstruccion de filas, el
triunfo s..: ,( r, nueslm causn.; pues
que solo en elh están las afinidades
en las ideas í la fuerza de c:ohesion
para todos los elementos disidentes
que han querido i procur:tdo, pero
no conseguido, ca 'l.r canees para sus
corrientes en distinta ([irecciones.
Así lo han comprendid.o, i debían
comprenderlo, las mayorías de los
diversos grupos liberales, de tal manera
que diariamente la fuerza ele 1ft
lójica i la vision clara de los iutere
ses del liberalismo traen a nue:tro
campamento nuevos elemPnto;,~ de
ti·itmfo.
Como, por otro lado; la union libeml
del 24 de n.bril va Riguiendo fa-
. talm ami no de la dispcrsion ,.
pues que llevn en su propio seno los
jérmenes de una ilisolucion ineyiüt
ble, se comprenderá que dentro de
poco tiempo una sola bnndem quedará
dominando el campo desde las
alturas de la victoria.
Nada de miras egoístas, nada de
tendencias mezquinas, nada de reservas
antipatrióticas, nada de propósitos
de personalismo en el hombre
que ha de simbolizar esa victorüt i
mantener en alto esa bandera. Su
brazo es fnerle, como PS recto el es
piritu que lo animo. para tremolarla
por encima de la rejion en que anastran
vida penosa las venganzas i los
rencores de la política.
Bajo esa enseña podrán agruparse
todos los elementos de la vida nacio
nal. Aquella atmósfera será de j nHI i
cía; aqueUn vida, de imperturbable
armonía.
Hai allí lugar para todos: para. la
juventud, que llevn. en el pecho ln
llama del entusiasmo, i en los labios
la fórmula ele las nuevas conquistas
doctrinarias; i tambien para las jenera.
ciones viejas, que han bebido en
la copa amarga de las decepciones.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
106
Esa enseña simboliza la paz, la
um'on libeml }11sla, patriótica ifecunda
/ i la sobrranlza de los Estados.
Busquen su sombra todos.los que
quieran sincm•nmente la salud de la
República.
LA VERDAD SOBRE LA UNION LIBERAL.
(A RTÍ ll ULO T"ERCERO.)
Dijimos en el primero de estos
artículos que la candidatura para la
presidencia ntwional no es ni podía
ser un shnplfl detalle, puesto que,
basta hoi, en nada más se ha manifestado
el penRamiento 11nionista.
Ln Urdon, lJeriódico que sirve de
órgano a los hombres del 24 ele abril
i lleva la voz de los hechos consumndos
en aqttel dia.J ha confirmado
la verdad de esa apreciacion nuestra,
pue. el1 úmero último, corresponcliente
al 14 del que cursa, ha
dicho clara. i terminantemente:
La candidfttum del sefío¡• Zaldúa
es el sírnbolo más visible de ln nnion
libe,·al.
1 como ya no quedan en la n.rcna
de la discusiotl sino las dos candidaturas
Wilcho i Zaldúa, es preci o
examinar, co111o faz nueva de la union
liberal, estas tlos cuestiones:
Pümera. Oué tradiciones tiene el
señor Zaldúa en el calliino de la
union liberal, para que pueda su can·
didatura ser la manifestacion más
caractel'izada de los movimientos
unionista<>; i
Segunda. Iérito comparativo de
los dos candidatos para servir de
centro a los partidos liberales nnidos.
Sea cual f~tere el resultado del lijero
exámen 11ue yamos a lmcer, debe
tenerse en cuenta que él no tiene
por objeto, absolutamente, menoscabar
la reputarion politica, i ménos la
honora.bilidacl personal del sei'!or
Zaldúa.
Vamos a tomar, simplemente, hechos
de su villa pública, a estimarlos
en el valor _ que (>1 mi. ·m o les
haya dado, i n. deducir sencilla i rectamente
sus lójicas consccueucias.
No seremos nosotros quienes arrojen
un in·espcto a sus cab¡¡llos blancos,
ni una sombra a su vida pública.
El uos merece toda la consideracion
i todo el respeto que inspira?! los
viejos servidores que han· pasado por
en 111edio u • las pasiones políticas
con la frente levantada i las mano.
limpias, i han llegado por fin a sen·
tarse cerca de la tu m l)a, a descargar
su espíritu el las últimas faenas de
la vida en las solemnes meditaciones
de la eternidad.
Pero los hombres en la política
representan ideas; i juzgnrlos ...j_)Ol'
las idens que representan, es acatar
la iusticia i decir la verdad.
Juzgar a un hmnbre púplico por
sus hechos polfticos, sin pasion i sin
el crit .10 que lear el lenguaje _i
de los esfuerzos, más o méno eficaces,
en el sentido de la union.
Desde entónces hasta boi, ¿cuál
esfuerzo del señor Zaldúa ha contribuido
a la reconciliacion de los ban.
dos liberales?
Basemos por alto la revolucion ele
1876, en la cual brilló por un momento
la union liberal en los campos
de batalla., i nó como prueba del olvido
de lo pasado, si como necesid.'lcl
ineludible, por el peligro del momento,
inminente i comun para todos los
miembros de la familia política. En
aquella union armada el señor Zaldáa
ni estuvo ni pudo estar, pues
que las rudas faenas de los campamentos
no son ya para su cuerpo
quebrantado por la. celad i las enfermedades.
Pero, termiuaua la guerra, el J encribl
Trujillo vino al Gobierno ele la
Nacion, i el doctor Zaldúa a una de
las Secretarias de Estado. La ocasion
era propicia para conservar en la clireccion
ele los negocios públicos aquelln,
union feliz que habia producido
fuerza, triunfos i gloria~ en los cam·
pos de batalla.
¿Qué hizo entónces el señor Zaldúa
pnm impedir que en la paz ocuparan,
a virtud de la nueva division,
posiciones recíprocamente hostiles
los que habían estado unidos en Los
Chancos, Garrapata, La Donjuana,
M:utízcun, lguacito, Albndnn i Mn.nizáles?
En aquclln.s dificil es circunstancias
i en las alturas oficiales que ocupaba,
el señor Znldúa, no bajó de sus lnNos
una sola paln.bra de conciliacion. No
se sabe que en las deliberaciones del
Gobierno hubiera sonado su voz, i
méno hubieran pesndo sus consejos
f sus influencias, en el sentido de sellru:
· hacer durndera i fecunda l:t
union que había comenzado por ir al
peligro en defensn de las instituciones.
El grupo liberal q rre había ido
gobernante i que en ese momento era
vencedor, pasó n. la coudicion de
vencido cuando aún no habia. de·
puesto las armas que contribuyeron
a llevar nl poder al jeneral Trujillo.
Este gobernante pospuso, al recuerdo
de nntiguas aspiraciones no satisfechas,
las risneñn. esperanzas de la
reconciliacion, i volvió la espalda,
decidida i bruscamente, a las hermosas
perspectivas que habian yá em·
bellecido los horizontes.
Esta nueva actitud del primer llfajistraclo
fué la señal dada a loR viejos
rencores, i éstos se desbordaron. Pasiones
politicas que habían vivido
ocultas, asechando en In. sombra. el
momento de la Yengnnza, salieron
ent.ónces a las calle. i llegaron, envenenadas
i lerribles, a las barras del
Congreso.
Las amenaza¡;, en vociferaciones
tumultuosas, cayeron sobre la cabeza
de los lejisladores en el recinto del
dad. · · los le'islaclores en- ~Jada m:i hacerse; p ro
tan1poco nad~·:lll~én~o~s.~~~~~~~~~::~~~~~u1~1l~e~r~io~I=·i[nTI~:elacione
Qué tradiciones tieJH' el señor Zal- Esteriores, que e 1 e, .g.ara.ntí
dúa en 1 camino d la union libernl? contra 1:-t turbas; i él contestó diNinguna;
absolutamente J1Íngunn. ciendo: en la vida. democrática no
Si alguna tiene, pedimo~ que se pueden evitarse- esos desbordes de
nos muestre. los pueblos. I el Cuerpo Lejislativo
Es éste un alegato histórico ; i es quedó a merced de las turbas desenpreci~
o, para fallar cOll acierto, alin- frenadas i fné humillado por ellas; i
clemr el campo del debate i precisar el Secretario de Estado guardó sisus
términos. lencio i dejó que los becl10s se con-
.AlltCs de 1875 las divisiones en el sumáran.
partido liberal no eran, propiamente La dministracion Trujillo contihalJhndo,
sino pmas disidencias in- n.nó desde ese di.a por el empezado
dh·iclualcs. En ese año, las gotas án- camino de divisiones i odios, i el setes
di'~persas, unidas, formaron co- ñor Zaldva con ella. Trascurrieron
rriente, abrieron cauce i tomnron mnc·hos meses, se veia y¡t suspendida
nna direccion colllun. la amena:;:a del Presidente de la Re-
EntcSnces inauguró su vida, histó- pública sobre los Gobiernos coilstil'ica
i politicamente, el partido inde- titucionales de los Estados, se prependiente.
Aqui comenzó la verda- sentían pt todns las trajedi.as que
ücra i séria dh·ision en laB filas despnes se consumaron, pues que
liberales; i aquí tambien la tradicion m;taban en la lójica de ln política de
ALBUM LITERARIO.
LOS JENIOS.
(.Continuuciou.)
T.o~ c1ue se imajinan, i los lmi, testigo
aquel Porl.Jcs, que un poema como el
'' Méilico dO" su honra o e " ·, '
puede ser dictado por una trípode o por.
tma mesa, se cqni>ocan lastimosamentc.E~
as son obras del hombre. Dios no necesita
d:n· de colaborador a S ha kcspeare
o a Oalderon un trozo de madera.
Descartémonos, pues, ele la trípode. La
poesía es propia del poeta. Seamos respetuosos
ante lo posible, CU;JO límite nadie
conoce ; sea m o: atentos 1 ci rcmtspecto.
ante lo extra- hnm~uto de domlc Jlrocedemos
i que nos aguarda ; pero no cerceucmos
el mérito de los grandes h'ab:~jadore.
terrestres, snponi6ndolcs rohbomciones
misteriosas que no les so11 necesaria~;
dejemos al ecrcbro hnmnno lo c¡ue
es del cerebro, i hagamos constar que la
olmt de los J enios, es lo sobrelmmano que
emana del hombre mismo.
11.
El Arte supremo es la rejion lle los
iguales. La obra maestra es igual ah obra..
maestra.
.t\¡;í como el agua calcntad~t hasta eicn
grados no puede l'ccibir aumento de calóriéo
ni elevarse un graJo más, así el pensamiento
humano, en ciertos hombres,
llega a su completa intensidad. Esquilo
Job, Fídias, Isaías, San Pablo, Juvenal;
Dante, Miguel Anjcl, Rabelais, Ce-rvá1 -
tes, Shakcspeare, Reml.Jrand.t, lleetlmv 11
i otros mñs, marcan el ccnt~~>i:mo_grndó'del
injerrio.
El espíritu humano tiene unn dma: el
JDEA.I ..
A esta cima desciende Dios, i asciende
el hombre.
En. qada siglo tres o cuatro jenios emprenden
esta nscension. Desde abajo se
les ~igne ron la vista. Estos hombres escalan
11. montaiia, entran en la.~ nu bt's; desaparecen;
V11elven ~ ~tpat·ecet· ; se les espía,
se les observa; andan por las sinuosklades
de los precipicios ; un paso falso
no desagradaría a ciertos espectadores.
Los avcntm•eros prosiguen su camino.
lié los ya. en lo a1to. V cd que léjos están.
Son puntos negroR ap6nas perceptibles.
¡ Qné pequeños son! dice la multitud~
I son jigantes. ElloR avanzan. El camino
se hace cada >ez más ,\spero. La escabrosidad
se defiende. /!.. cada pa o, un muJ'Ó
; a cada paso, una celada. A medida
que se elc1•an, al1111011ta el frio. N cccsitan
improvisarse una escalera, cortar el
hielo i marchar sobre él. Se despedazan
por grados en el Odio. Todas las tempestades
se desencadenan fmiosas. Sinembargo,
estos insensatos si.,.ucn caminando.
El aire ya no es rcspirat'lc. El abismo se
multi1)hca a su alrededor . .A.l~unos caen ·
está bien. Otros se detienen 1 vuelven ~
bajar. Uai desfallecimientos sombríos.
Los intrépidos pcrse>eran. Los predestinados
persisten. La formidable pendiente
retiembla bajo sus piés i procm·a arrastrarlos.
La gloria tiene estas traicione .
Las águilas Tos núran ; se codean con los
clámpagos. El huraca.n se enfurece. N o
'mporta; ellos se obstinaJl, i suben.
El que alcrmza a coronar la cima, es tu
i~al, llOArERO !
Repetid los nombl'es que acabamos de
menc10nar j los que hubiéramos podicJo
p.n.adir. Escojer entre esos hombres, es
LA POLitrl:C.A.
aquellos tiempos, i el señor Zaldúa,
todavía en el )iinisterio, no hizo un
llamamiento a la nnion, ni tuvo una
palabra de concordia para los bandos
libernlcs enemigo . .
Llegarou lns elecciones en el Estado
de Cnndinamarca, i sucedió, como
ca:>i ~iempre en estos casos, que
los derrotados acusan a los triunfantes
de poca pureza en el sufi:ajio. La
queja contra el Gobierno del E-stado
subió al punto a las rejiones del Gobierno
nacionaL ·
La Administracion Trnjillo creyó
deber intervenir, con motiYo ele lo
ocurrido, en cuestiones que son de
la esclusiYa compe1encin de los Go·
biernos seccionales, i asumió, respecto
del J en eral Delga el o, una actitud
amenaznnte.
El señor Zaldúa formuló entóuccs
la nueYa, estraiia teorfa de intervendon,
i fué el Yocero de aquella nueva
actitud. Su nota de cntónces, dirijida
al Secretario de Gobierno de Cundinamarca,
absolutamente contrnria a
la í nclole i espíritu de. nuestra Fede
racion, i completamente iclónca para
apoyar i defender lns inclinncioncs
del Gobierno jeneml a en:;eiiorcarRe
de la órbita de los EstadÓs Sobera
nos, es un documento notnblc como
piedra colocaua e11 el edificio que al
Gobierno puramente per;;onal se va
levantnndo, de graciadamente, en esla
tierra.
Él dijo entónces: toca. al Gobierno
jenera.l g·a¡·a11tizar i hacer eirctivos
loH derechos ilHlividualcs que la
Consti.tucion reconoce. En consecucncin,
dondequiera c1ue esos derechos
sean violados, el Gobierno
jeneral debe intervenir para CLU<' los
Gobernadores o Jefes Superiore~ de
los Estar los a~Pgu ren su cumplimiento.
El Presideute de la República
picle, pues, que el Gobernador de
Cunüinamarca . nbsanc cmT~ja las
irregulnrida.dcs o impmezAs del snfrajio
en la<; Plerciones que acnhm
de tener lugar.
Tal es el sentido c~tricto de la nota
del señor Zaldúa.
Detengámouos at¡ul un momento.
¿,Qué cosa e:;, CJJ Colombia, b soheran
ía lLe los Estados?
l. ° Fu(. aspirncion constante i vehemcntP
de nuestros pueblo~, no ya
SrmpJcn1Pllte Cll los tiempos del CCll·
trnlismo; fué su aspiracion primera
des k que colorearon el horizonte
los primero:,> albores ele la inde·
pendencia nacional. Hasta tal punto
que, segun en otra parte hemos
espresado, las primeras batnllas por
la independencia fn eron batallas p(ll'
la tecleracion.
2. 0 La sobeJ.'allÍa de los E;;twlos
fué la hamlern guutemos cmíntos
sacrificio-4 de sangre i de riquezas
costó aquella re\·olucion.
3. o Despue::¡ del triunfo, los 1m e·
hlos hnn com;ermrlo la tra.üiciou de
d · ns Jiracion sa vaora
para las PmPJJenc •
nir, i como rol iqt Üt ·au a os del encuentro de los
bom bres; la tienda ataca al castillo : el
pues, ,lue con tal motivo se levante
contra un poder usurpador, es protesta
,le todos ; i la bandera que
simbol ce la reunion de los elementos
dú resistencia a !a agremon, es
bandera de intereses jener~tles.
De lo espuesto se deduce:
1. o Que aquel que defiende la so·
beranflt ele los Estados, defiende la
union del partido liberal ; i
2. 0 Que el señor Zaldúa ha dejado
en csh camino, ántes que huellns de
union, huellas de discordia. .
Quct'emos creer que lo antenormente
cspuesto significa mucho, si
es que a~g? valen lns enseñanzas de
la histfll'la 1 la voz de la verdad.
Ter1ninada la Aclmi11istracion Tru·
jillo, o, mas bien, ántes d~ termi~arsc
, el r~cñor Zaldúa volviÓ a la v1da
privadil. ~
Los compromisos del hombre publico
sus deberes para con su partido
'¡10 terminan porque aquel se
retii:c ;t la vida privada, a no ser que
esa rl'tirada sea definitiva. Ni auu
nsí p11es el que debe su posicion a
un' ónlen de ideas i a un partido, es
deudor que no cancela su obligacion
sino c1m el último suspiro.
Por tanto, el señor ~aldúa no quedó
escnto de sus obligaciones para
con In union liberal,- que es obligacion
dr todos en todo tiempo,- por
haber pasado de la cartera de Relaciones
Esteriores al seno de su familia.
¿ Q11é hizo en todo ese tiempo el
señor Zaldúa por la union liberal ?
Nada; absolutamente nada: ni un
esfucrt.o, ni una palabra.
Lle¡;ó por fin el año de 1881 i se
instalr el Congreso nacional.
En los primeros dias de las sesiones
e1 Senador Arosemena, respondie;
ldrJ nl universal deseo de la Nacion,
hizo una proposicion que en
álas ckl periodismo fué llevada a to·
dos lu~ ámbitos de Colombia i saludada
,•on alborozo: doil la .conocen,
vnes e1la tendía a que la union
liberal fuese iniciada por el Gobierno
con el nombramiento de Secretarios
de Eslado, i pasnse de alli a las últimas.
cttpas de la opinion popular.
¿ Cuál fué la conducta del señor
· Zald{Ja en el Senado?
La proposicion del Senador de Panamá,
disparada a quemaropa sobre
el pcn;onalismo oficial en el seno del
Cuerpo Lejislativo, fué una sorpresa
para todos, piedra de toque al mismo
tiempo para estimar el quilate
libernl i patriótico de los que allí se
sentaban.
Po•· el primer momento, la idea se
impuso a las pasiones, a los intereses
i al sprvilismo, i se aprobó la proposiciou,
,_j bien puede decirse que muchos
ap:ro ·on inconcient e te.
\í cinticuatro horas despues, el Gobierno
ordenó que se deshiciera lo
hecho, i se revocara la aprobacion
dada a la proposicion Arosemena.
Un Senador del Canea, probablemente
'de la raza de los que echaron
suertes sobre la túnica inconsútil de
Cristo
patr a, p ro a u ura, el ella que las
institucione estrl.n amenazadas de
inminente peligro, fué el encargado
de hacer en el Senado la primera reclama.
cion o proposicion de escándalo.
El desgraciado cumplió su consigna,
con asombro de todos! Ni el
público ni el mismo Senador de Panamá
creyeron por un momento que
hubiese en el Senado quien se atreviese
a echar sob1;e su nombre tan
funesta celebridad.
Pero es el cnso que la proposicion
fué hecha. i defendida con sofismns
reglamentarios de la misma baja estraccion
que las razones de un tinterillo
de pnrroquia. 1 qué hizo entónces
el señor Zaldúa? Duele recordarlo,
pero es la verdad: hizo contra
la union liberal un alegato de abogado
; se salió de las grandes cues-buque
sondea lo dsconosido, lo cual tambien
es llU ataque; alrededor de la guena.
todas las pasiones ; al rededor del
viaje, todas las aventuras; dos grupos jigautescos:
el primero, sangriento, sellawa
la I LIADA; el segundo, luminOSO, Se
llama la OmsEA.
IloMERo hace a los hombres más gra.ntles
que h1 naturaleza; se tiran a"la cabeza
cuartos de roca que doce yuntas de
bucyc6 no podrían mover. Los dioses se
cni.dan poco de los hombres. Minerva
agarra de los cabellos a Aquiles i éste,
irri taJo, se vuelve hácia ella i le dic'e:
"qué 1M qtti8'!•es tÍI, Diosa'!" Por otra
parte, no hai monotonia en esas grandes
estatuas. Esos jigantes son variados. Despues
de cada héroe HoMERO l'ompe el
molde. Ayax, hijo de Oileo ea de menot·
talle que .Ayax hijo de Telamon. HoMERO
es uno de los jimios que resuelven est&
Lcllo problema del arte, el mas bello,
quiza, ele todos, la pintura verdadera de
la lmmRnidad obterrida por el engrandecimiento
del hombre, es decir, la jencracion
de lo real en lo ideal. Fábula e historia;
hipótesis i tradicion, quimenJ. ciencia,
componen a HoMERo. El no tiene
fondo, lo que no impide que conserve
un continente risncfio. Todas las profundidades
de Los siglos antiguos se mueI'Cu
radiosamcnte iluminadas, en el vasto
azul de este espíritu. Licurgo, este sahio
arisco, semi-Solon f semi-Dracon,
era vencido por HoMERO. En viaje, Limu
·~o se desviaba de su ruta para 1r a casa
ele Oleófilo a ojear los poemas de HoMERo,
depositados allí en conmemoracion
ele la hospitalidad, que segun se decía,
lmbia recibido en aquella morada. HoMERO
para los griegos era Dios; terria sacerdotes,
los lwmhidas. A,lcihíades dió
tiones de interes moral i político, i se
encerró en estrechas i mezquinas
cuestiones de derecho. 1 con su voto,
i a esfuerzos de su palabra, fué reconsiderada
e improbada la proposicion
de muon liberal.
Preguntamos de nuevo: ¿qué tudiciones
tiene el señor Zalclúa eu el
camino de la union?
Es esto lo que ha pasado ; i me complazcú
en repetir a ttsted que en el Senado
hice un reconocimiento público del
:patriotismo i distinguidos servicios del
Jeneral Wilches a la causa liberal, i do
que él es, tambien, un ciudadano a quien
se del.Je respetar i estimar, especialmente
en las actuales circunstancia de la Repúl.
J1ica.
Se nos dirá que el 24 de abril, en
contcstacion al discurso del seíior
Parra, formuló un programa de rcconciliacion
en las filas liberales. Mas
nosotros contcstarémos que no se
trata de ofrecimiento · presentes, sino
de servicios pasados, de hechos cumplidos.
Ademas, que si no se tratara
sino ele formular programas en la
hora en que una cn.ndidatura es ofrecida,
hai en Colombia mucho ciudadano
honorable que pudiera hacer
otro tanto.
Soi de nRtcd atento ~crvidor i com·
patriota.
SANTOS A('OSTA.
LA ENTREGA DE ANTIQQUIA.
J
Despues de lo espuesto, no comprendemos
por qué la candidatura
del señor Zaldúa es, como afirma La
Union, el símbolo mas visible de la
union liberal.
Hemos examinado la candidatura
Zaldúa desde el punto de vista d la
union liberal i la soberanía ele los
Estados; en el número siguiente examinaremos
la candidatura W1lcbes.
Entret&.nto, el pueblo puede ir ya escojiendo
entre los dos el candidato
para la Presidencia de la República.
•
Cuando hicimos las revelaciones
que nuestros lectores conocen, sobre
la política del señor Núñez con rela
cion a Antioquia, no quisi.mos sola·
mente hacer un pocq de ruido : esto
era baladí. Nos propusimos esclarecer
un hecho histórico sumamente
importante para la conducta futura
del partido liberal i descubrir, basta
donde nos fuera posible, los procedimientos
P.e los hombres públicos i
la tendencia del actual réjimen politico.
Como a. lo que dijimos en el
número 25 de La Política, contesta
el sefior José .Mar la Snmper con ne
gaciones rotundas al mismo tiempo
que con afirmaciones espresas, he
mos resuelto apurar las pruebas e Íl'
hasta el fin en el asunto. Hoi basta
una esposicion detallada de hechos
en un segundo articulo iremos maH
lejos.
RECTIFICACION.
El señorjeneral Acosta ha enviado
a la Redaccion de La Política, i nos
ha pedido publiquemos, respecto de
los conceptos suyos que recojimos en
uno de los editoriales del número
anterior, una rectificacion que con
mucho gusto hemos aceptado.
Por otra parte, el1a no desvirtúa
en manera alguna nuestrns apreciaciones
sobre la muon liberal ; como
quiera que estas se refieran a dos de
los distint.o prmto de vil'\t:1 ~e le
hechos políticos del 24 de alH·jJ, i la
rectificacion es relativa únicamente
a palabras que se dijeron vertidas
por el señor Senador Acosta, respecto
del señor jeneral Wilches.
Dice asi:
Selíor doctor Diójcncs ll... Anieta, Reido acojidos
por usted, pues tengo evidencia que ellos
han sidD malignamente oircnlados po1·
personiiS de alta posicion oficml ; probablemente
con la mira de turbat· la amistad
i probada deferencia que he profesado
siempre al seilor Presidente de
Santander.
Las cosas son enteramente al contrario.
En mi discurso a que usted alude, lo que
hice fué una comparacion entre las
candidaturas Wilches. i Pa an haciendo
ue ro ea a a prlmera,
es ver adera opilúon, honorable,
decidida hasta el e11tusiasmo ; miéntras
que las adhesiones q11e por la otra se han
publicado, especialmente en Bogotá, no
contienen una sola firma conocida,un solo
nomb1·e que dé garantía de la autenticidad
de los demas incluidos en cada adhesion~
Afirmé tambien qnc he recibido carta
de una persona respetable de Cali en que
se me dice que en várias de las adhesion~
s verridas del Canea por la candidatma
Payan, se han suplantado los nombres de
muchos ciudadanos que están dispuestos
a hacer la correspondiente protesta. Sobre
la verdad de esta afirmacion intenogué
al ciudadano Senador Zamorano, al
cual le consta.
En seguida le observé al sei'lor jeneral
Payan, que estaba presente, que no debia
permitir coexistiese en él el carácter do
Secretário tle Guerra i el de Clmdidato ;
i que siendo ademas su candidatura improbable
i oscura, daria un paso mui
acertado renunciándola inmediatamente.
de bofetones a un peda.,.ogo por haberse
jactado de no leer jamfu; a lloMERO. La
divinidad de HoMERO ha sobrevivido al
paga1úsmo. Miguel Anjel decía: Cuando
leo a Ho":!Eno, me miro para ver si tengo
ochenta piés de altura. Una tradicion
atribuye el primer verso de la Iliada a
Orfeo, lo que multiplicando a llomero
por Orfeo, aumentaba eu Grecia el culto
por HmuJRO .. El broquel ele .A.quíleB,
canto XVIII de la l1iada, era comentado
en los templos por Dauco, hija de Pitágoras.
HoMERO, como el Sol, tiene planetas,
Virjilio que hace la Enciela., Lucano
que hace la Farsalia, El Tasso que hace
la Je-rusalem., Aliosto que hace el 01'lando,
~üton que hace el Paraíso Pm·clido,
Camoens que hace las .úusiadas,
Klopstock que hace la .Mesiada, Voltaire
gue hace la Henriarla, gravitan sobre
Ho~rnRo, i enviando a sus propias lunas
su luz diversamente refleJada, se mueven,
a tli~tancias desiguales, e11 su desmeSll!'
ada órbita.
He ac1uí a HoMERo. Tal es el principio
de la Epopeya.
§ I l.
El otro. J us, dá })rincipio al Drama.
Este cmbtion es un coloso. Cuarenta siglos
hace que J on comienza el drama,
poniendo a SA'rANÁS en p1·esencia de JEHOV
Al! ; el Mal desafía al Bien, hé aquí
la accion empel'iada. La tierra es el hlgar
de la escena, i el hombre es el campo
de batalla; las pla~as son los personaJes.
Una de !rus granoezas mas salvajes
de este poema, es qne el Rol es allí si niestro.
El sol se halla en J on, como en HoWE:
ao; pero en éste es el alba, en aquel,
pleno medio dia. El lúgubre rayo abrumador,
cayendo a plomo sobre el desi.er-
Por partes.
¿Tuvo el seiior Samper el deseo a
la pretension de ser Presidente de
Antioquia? ¿ Solicitó la ayuda del
Gobierno jeneral? ¿Este apoyo se la
prometieron el Presidente i los Se
cretarios ?-Si, si.
" La historia del proyecto de m
candidatura es muí sencilla. (HablR
el señor Samper, número 275 ele El
Deber). Nació esta idea, de uno!i
cuántos amigos antioqueños a quie.
nes parecía que yo reunía. las do.
condiciones necesarias: dar comple
tas garantias de honradez i buena
voluntad al Estado de Antioquia; i
ser un conservador con cuya lealtad
podía contar el Gobierno jeneral."
Es un hecho, pues, que el señor Samper
era candid'1to conservador para
Presidente de Autioquia, i que entre
sus buenas prendas no era la
últimn. la de que seria en el Gobierno
perfectamentE' leal al Presidente
de la República.
Pero la lealtad debía ser recipro.
ca, i el señor Samper escribió al se
ñor Núñez lo siguiente :
Sefior doctor Rafael Núi\ez, Presidente de lt1
Ut!ion, &c. &c.-Presente.
'Mui respetado senor i distinguido amigo:
EN DL\S PASADOS TUVE EL HO'&'OR DE
DIJUJIRlfA. A I:'STED PARA PO 'ER X SU
CONOCilfiENTO LOS PASOS QUE SE DABAN
POR LOS <'lUDADA •os ANTIOQUE1lOS CONSERVADORES
RESIDENTES EN ESTA CAPITAL,
I MUCIIOS RESIDENTES EN .ANTIOQUIA,
CON ET, OBJETO DE BUSCAR UNA SOLUCION
DE LAS DIFICULTADES ACTUALES
DE LA POJjTIVA, QUE PUDIERA SER AL
PROPIO TIEMPO SATIS.h'AOTORTA PARA USTED
I SAL Y ADORA PARA AQUEL ESTADO,
• mADTlJN
GR,~N C1Í1I!JT,O DfllNFORTUNIOS.
Dicha solucion consiste, como manifestP
a usted, en adoptm· mi cmulidattwa
pam lct PTesiclencia de Antioquia, con el
propósito de sostenerla en masa el partido
conservador, en !rus elecciones del mes de
,Junio próximo, ~¡ cuenta eon seguridad
de que su uerceho será respetado por las
autoridades antioquenas, i constitueiOJuÜ
i legalmente amparado por el Gobierno
jeneral, guardian de las libertades públicas
i las garantías individuales.
m"" He reci biclo ya formales autorizacioncs
e instancias para proceder de lleno
en este asunto, porque el partiuo conservador
de Antioqniu está resuelto a procurar
por el camino legal la redencion social
del Estado, mediante el establecimiento
de un Oobiemo honrallo, justiciero i concili:
ulor, i quiere dar a la Nacion tul testimonio
inequívoco de sus mims pacíficas i
de Blt confianza en la incuestionable sinceridad
con que el Jefe actual do la República
ha lll'oclamitdo la politiea de rejeneracion
i concortlia, es uecir, de justicia.
Od?r' En consecuencia, lcngo el honor
to, llena este poema i lo hace candente.
J on euda en estercolero ; su sombra es
pequeña i negra, i está oculta bajo él,
como la vlbora bajo la roca. Las moscas
tropicales zumban sobre sus llagas, JOB
tiene sobre su cabeza ese hotTot·oso sol
árabe, productor de monstl'llos, exajera.rlor
de plagas, que convierte el gato en
tigre, el lagartijo en cocodrilo, el puerco
en rinoceronte, la anguila en boa, la ortiga
en cactus, el viento en simonn i el
miasma en peste. J Oll es anterior a Moisés.
Allá léjos, 'ell los confines de los
siglos, al lado de Abrahmn, el patriarca
hebreo, está JoB, el patriarca Ítrabe. .Antes
de ser sometido a prueba había sido
feliz : "El hombre más grande de todo
el Oriente," dice su poema. Era Reí-Labrador
: cjercia el inmenso sacerdocio de
la soledad ; él sacrificaba i santificaba.
Por la tarde daba a l::t. tíel'lla la bendicion,
el "banl(j." Era letmdo i conocía el ritmo.
Su poema, cuyo testo árabe se ha
perdido, estaba escrito en verso. Esto es
cierto, a lo ménos desde el versículo terce1
·o, del capitulo tercero, hasta el fin.
Jon era bueno; no encontraba un nino
pobre sin darle la pequeña moneda llamado
" kesitlta." Era el " pié del eojo
i el ojo del ciego." Es desde esta altura
de donde ha sido precipitado. Caído, se
hace jigantesco.
Todo el poema de J on es desarrollado
de esta idea : la grandeza que se encuentra
en el fondo del abismo. J on en la
miseria, es mas grm1de que en la prospe,
ridad. Su lepra es una púrplU'a; su abrumanriento
aterroriza a los que se le ace¡·can.
N o se le habla sino despues de un
silencio de siete dias i siete noches. Sus
lamentaciones están caracterizadas por
no sé quó majismo tranquilo i lúguore.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
•
•
t
•
de trasmrtu 1\ usted ad¡unLa copm fiel
del Mamfiesto-Programa qne he redacta
do 1 me propongo pubhcar con entCJ 1
aprobamon de mrs amrgos !lntwqneflos re
Sidentes en Bogotá que henen podmcs
sufimentes Suphco a usted se su va ente
ra1se de ese documento que contlenc m1s
promesas 1 compromrsos r en vr~t:1 de d
r temendo p1esentes m1s precedentes, as1
personales, respecto de usted como poh
ticos, le ruego que, como am1go 1 como
Ma¡rstJ ado de elevados pensu.mren tos ten
ga la bondados¡¡ condescendenCia 1 me
haga el honor de contestaime, pam podet
trasmltu a mrs ~mrgos titn vn.hosól segu
u dad
~ Pmne10 sr mr Mamfiesto-P10gr 1
ma está oouectamente de acuerdo con los
pnncrpws que forman la base de la pollti
ca de usted
ll:1J"' Segundo, s1 heno usted plena con
fianza en la lealtad con que yo pt ocede
na en caso de se1 Presrdcnte de Anho
qtua, asr respecto del Gobwrno ¡euer al
como de todo lo que prometo
~ Tercero sr temendo como tengo
la convrccwn mm fundada do que usteü se
mantendrá ngmosamente neutral en la
proxrma luch!l electoral de Antloqma sm
patrecmar m com batu nmguua candrd a
tura, m pernutrr que obten otras tnf!ueu
01as oficiales, puede contar el pm trdo con
servador de ese Estado con la permtmcn
era alli de uua fuerza nacwnal respetable
que contmúe dando gaa antias a los Cincla
danos
;r Cuarto, sr puede contm rgualmen
te con que ;procedJendo con estrrcta rm
parcrahdad 1 eneiJia los t¡erltes nacwua
les 1 la Guardia colo m brana harán 1 es11etar
1 'olver efe t!Vos los derechos ele los cm
dadanos eloutores 1 la entera hbert1el del
sufraJIO, condiCIOnes p1ecr~.RTINEZ
Todos han de convenn en que es
bten csp1íe1to este documento
Otro Representante por el m1smo
Estado nos contestó ele la m mera s1
gmente a la carta que tambwn pu
bhcamos
suf1 e 1 concluye Altm a h en, snfur 1
conclun es ensenar LOJICO, el dolor con
duce a Dws, J on eugeñn., J on, degpucs
de haber llegado a la cuna del m ama, re
mueve el fondo de la FiloRofu es el pn
mero que demuestra strblune demencn
de la sabrduna, que dos mil anos mas
tarde, hamendose de 1 es1gnacwn, sacli.fi
cw, sena la locma de la cruz staltttuvm
C1 ttC18
El es ter col ero de J on ti asfigm a do
vend1á a se1 el calvarw de JrouR
§ ITI
El ot1o EsQUILo rlummado por la adr
vJJJacron moccntc del Jemo no sospo
eh m el o s1qmem que detias de el está,
en el oncute, la resrgna01ou de Job la
completa, Sin sabe1lo por la snblevacron
de Prometeo, de modo que la lcccwu
serÁ. mteg1a, 1 que ol Jenero humano, 1
qmen Job no ense1 aba smo el Debm,
sontná en Prometeo asoma:t el Derecho
Una espeCie de asombro llmta L EsQUILO
de un estremo a otro, una 1nedusa pto
funda. se drbuJa Hgamente cletJá.s de las
figmas que allr se 1 meven en lit luz Es
QUILO es magnúlco r fonmdablc es como
s1 v1esc un f1uncumento de ce)as por en
crma del sol El trenc dos Camcs, Etéo
eles 1 Polimcc, el J enesis no trene m~s
que uno Su nube de oceámdes 'á 1 Hone
en tm melo tenebroso como un;t b;tn
dada de aves auJ entadas EsQuiLO no tre
ne propo1 orones conoCidas Es 1 udo bn1s
co escesrvo mcapaz de pendientes sua
ves casi feroz, con una g1 a.cra esclllSI
v rmente SU) a que semeJa a la ele lLs flo
1 es de ten en os m cultos , menos nsltado
de las mnfas que de las eumcmcles, elel
partrdo de los T1tanes, ehJlendo, entre
las d1osas, las Som b1 ns, 1 sonnendo smws
L..A.. POD:I:TIG..A.._
nos po1 temor ~la opostCIOI que ~e levan
tan a en lfls O a m tt LS
De¡ o en esto~ termmos coutcstad L h
en t t de ustPn 1 me snsc1 bo su eot m wor
BERNARPO CUELLAR
No queremos c1eer que el testl
momo ele estos caballeros anngos
ambos de la admm1stmcwn actual
1 en eso pmsupuesto hermanos del
-señor Samper sea capaz de mspnar
la menor desconfianza a este I pm
lo nusmo lo Cieemos de ménto m
cucstwnable en la matCila Al se
nor Matéus 1 al seuor SnJce do Ra
mOll nad L lm; he m o:; Jn eguntado
porque nos pa1ecc 1mpertrnente
por ahma aglommar prueba." tanto
más cuanto que h 1evelacwn hecha
en el local del Cong1cso no está ats
lada I complementa umcamente lo
diCho por el senor Samper al doctor
Salazar de que vamos a ocupar nos
Decm el senor Ismael Ocampo
La asevm acwn del sen m Martinez
me persuadra completamente de la
verdad de lo que en d1a antcnores
nos diJO a los senores Carlos V élcz,
Juan Manuel Rudas 1 a mi el doctm
Octavw Salazar Este señ01 nos contó
que en una comida el seuor Sampe1
le& hab1 't e::ophcado el plan del movr
mrento del 31 de dicrembre en-An
troqma plan que no tuvo completo
desarrollo rhJO el :;en m S tmper, por
la tmpeza del Jeneral Rmcon rcuyo
1 esultado habna src1o la Pr esrdencrn.
del sen01 Sampm como él m1smo lo
diJO al 1 efendo rloct01 Salaza¡ Esta
relacwn la cahfica el scñ01 Samper
de pen erso teJido de rmpostmas
Ella es esacla a pesa1 de la rra del
1 edactor hnmvno de El Debe1
DICe el doctor Octa> 10 Salazar
H Lee dos meses poco mas o menos, q te
clespues de un t~ en e \Sa del J en eral Ale
¡o M01 ües el doct01 Jooé nfm!L Sampe1
nos ch¡o a !Llo-unos scf!OJes 1 mr que el
estRba a cm dado con mmenc1:1 d.el doctor
N ullez como cand1clato pa1a la Presrden
cm del EstaLlo ele Antroqm \ peu que los
acontecmuentos de aquel Estado en d1
crembre ultrmo habrn.n hecho qur se ablln
donase aquel pcusanuento t ng1ego que
un ofimal h tb11 mtm ceptado una carta sohl
e ese asnn to que le cln ¡m e 1 doctor
Nuñez
Esto pm sí sólo b1staba atcnd1da
la honmab1hclad del señm Salazar
pero como el senor Samper tiene
OnJmales capnchos I uno de ellos
podua sm el de c:ch:ficar de apócnfo
el escuto mser tado ocuu1mos a mas
comprobantes
Escnb1mos al señor Jnm1 Ma,¡mel
Rudrrs esto
10 de J LllllO Bogotlí 1881
La respuesta fué ésta
Bogotá, 1 11 de J tUllO de 1881
Seño1 Juan ele U Urbe -Ptes(ntc
EstJm1do am1go
Contesto su ap1 ecutblo CIU t t
estos te1mmos
lo verd¡¡d lo que el sClll 1 Oc nnpo u re
a n~ted en la posdata de s 1 ca1 b ele fcch
16 f. ccw 1 de ob ct ~ p < supcrtoreR de los d fe ente' Depat
lamentos u l!lllmstrat1vos de lo~ A¡cntls d plo
ma!tcos 1 de los Y efes mahturcs
A1t 2J Er 1eceso del Sena lo 1 CXIJténdolo el
buen BcrvJcíO publico se pcrmtle ti Po1lcr EJe
cutivo nombrar Secreta nos de Estado ÁJentes
dtplomát!Cos 1 empleados supcnorcs en los De
pat t Rmcntos admuustratt vos debiCndo sometm
estos nombra m rentos a In ap!obncJOn (\él Sm1ado
en s 1 pró~1ma reumon
Alt 66 Ron ntulmca mes del Pt e< lente de
lt Uruon
~~~~~~~~~~~~ªi~~~~~~~~~~~M~~4;~;;~e0 0sHtn l o los em¡ lea dos supenote• de los d1fcrentcs dcyuaJt nmtntoos ango
ell oHOl de coutcstm e~ lo s guwnte
Que el sdlot dodo1 Jose 11 n11 Sam11er
lubrt muufeslado cu presruc111 clo el1 de
otro e: thnllcro en un té en mr:1 casa pu
vad t ele esta cmd tcl que el Pr csrdeute de
la Rcpnbhc 1, doctor Rafael Nullez esta
t1amente a hs Goigonas, hiJO de la
trena como Otlnyx 1 Bnareo dispuesto
srempre a volve1 a comenzar el escala
mrento contra el advonedrzo Jup1te1
EsQt:'ILO es el m1steuo aut1gno hecho
hombre, algo como un p10feta pagano
Su ob1a sr la tuv1ésemos completa, seu1
una especre de B1blia gncga Poeh heca
tonqnmo que t1ene un Orestcs mas fa
tal que Ullses 1 una Tóba~ mas grande
que TIO)a dmo como la roca tumnl
tuoso como la cspnmt, lleno de cscnt pa
mJentos do ton entes 1 p1 cclpiCws, 1 tan
Jtgante que pm mmnentos Re CJ ce1 1 que
se trasfouna en mm talla
Postenor a la lb trla twne ano de se1
t 1Iome10
¡¡IV
ltz wwn, 1 rehusa enh 11 Es nna c~pccte
de boca del desrm to hablmdo a las mnl
tttndes, 1 reclammdo, cu nombre de las
arenas, de las malezas 1 de las 1 ifa.,.a.s el
SJtlo en donde están l1s cmdades 0 po1
que el tn ano 1 el esclavo, es dC4!n el 01
gullo J la vmguenzn se encuenb m en
donde qmera. que ha) 1 ee1cas de mm ;t
lla, po1que tlh está el mal encarnado en
el hombre, po1que eu la soledad no se
halla smo la bestia tmenti as que en lts
cmdades se halla el monstrno
La 1dolatna, la OIJla, la gueut la p10s
t1tncwn 1 h 1gnor m01a que IsArAs ce ha
011 cm a a su t1empo toclavm dm an
lsAus es el ctm no coutcmpm meo de
los VICios que se con v1clten en he a) os 1
ele los cumenes que se hacen IC.) es
( Oontt 111et a)
LA VELADA DE INVIERNO
Vaya un\ noche mcd osa 1
1 Cómo s1lva el nqnilon
I fulgumn las centelhs
Con S!mcstro Tesplnuclo
La lluvm cae a tonen te.
Con melanc6hco són
Acercate n nú b!Cil m1o
S quacres on mt voz
-Que de md Jentes aho1 a
Sm sustento 1 stn calor
Sofiartín con t n pedazo
De pan 1 1,1n myo do sol
J CU mtos tr StCS VUIJCIO~
En su S€nda con pa' 01
Pondrun los OJOS del cuerpo
Mientras los de.J al n 1 en Dws
I las pobres avc.clilas
Temblorosas de emócwn
¡ Cómo-cstenderán las alas
Sobre el mdo de su amor 1
Ent1e tanto que del '
Que dJclla la de los dos
Acércate más ln Jluvu
Arrccl!\ que es 1 u hou or
v:na
DE JESl 8
EL AMANTE DE LELIA
Era de noche Entre el c1pres ose 1
Con eco triSte S€ queJaba el v1ento
Del e trabo nocturno el bronco acento
Resonaba en los muros del panteon
De pronto entre las tumbas UUJ chmp go
La figura alumbró de un caballe1 1
En cuyo ro tro pahdo 1 severo
Las luchas se pmtaban del dol01'
É
P1rosc al fin delante de una tumba
sta es S€ diJo con amrugo acento
I un guto ahogado eomprmudo 1 lento
Entte sualabws t1emulos sonó
Proscrito de m a patrm dulce J el
Vet go o. darte m a eterna dcspcdJdn
Con los ultimos besos de m1 \Ida
T el Rl pr1 nero del postrer adws
Esa tumba de numnol que no ent1b!a
La luz rner1dional do un sol de mayo
I qnc arroplUl con lmgu1do desmayo
Gunnaldas mil de madtc-selv ~en ftot
Ese no es tu sepulmo en el no •e 'P
De uu dolor el gnto lnsttmero
S 1 tumba es ésta diJo el cahallcro
I Re llevo la mano al ooa tzon 1
]'){ ~lEDAllDO ESPINOSA
El nofrl 1 tmrento del S€nol An1cta t o fue SI
qmera sometido a la aprobac10n del Senado en
los d cz 1 sms d u que tste duró despnes de he
cho aquel I el senor A.rncta pe1 ma 1ecw ocu
pando sn puesto < omo Sena lar 1 :tS!a el tm de
Jns sesaones
Tal nombmnuento quedó por tanto nupelfccto
I J¡; aceptac10n mtempestJ va de el m lo peifeccto
naba n le dab \ derecho al nombrado para eJe!
cer el empleo Solo la ap ol acwn del Senado
¡ od a sm lar e os efectos
En ICaltdad de Hrdad pues el scnor Arueta
uo es todnv a n ha 'Ido Ajcnte confidencml del
GobJClno de Colomb ~ en Smza No ha temdo
empleo que aceptar m q\le CJcrccr 1 ese 1especto
Cm 10 el u tíc tlo 46 de la Consl!tncrou no S€
rcfic e I no puede •cferlr>e a la stmple acepta
cw • de u 1a destgnacwn s no a la admlSlon de
1 n empleo eon.~lttucwnalmente confendo 1 en
el caso qt e nos ocup l. no lo !JUbo es forzoso con
clmr que elpuesto del señor Arueta en esta ho-uomble
Cum1ua no ha queLlr.do vacante ..
Para que c•to se vea con mas clandad puede
lceJsc e[ cspresado art1c ¡Jo constltnc o al 'que
diCe as1
I os .Scnadmcs 1 Representantes no llneden
aeeptaa empleo de hb1e nomuramtento del P1es
dente de la Unwu colombiana con cscepc1011 de
los le Secrota11os de Estado AJentes d plo na
!leos 1 Jefes m 1 tares en tiempo de guem1
La aclm1saon de estos empleos deJa vncante
ul pne~~to en la tespeet v 1 Cúmma
EN UN CEMENTERIO
I Rayo dedicado a mi cst ruado amigo el ntel jeute ¡ó
veJ JUAN B ConVA('UO
SilenciO f me1 ano en todas pat tes
Recuerdos 1 tatstezas en el alma
Al JCmido del vaento pareCJa
Que el u bol de los un e l • se 111eJ ti a
Cum do se pleicle el e mto de los buhos
En las gr cns formadas por los •tglos
A el alma cntustec da le parece
De otros mun los ln. q1 cja o lo~ ¡~1 1 d •
El pensmmcnto nace 1 toma cuetpo
( tece con o ]M ondas cu Jos l gos
l se p1erdc despuos como elsom
Citación recomendada (normas APA)
"La Política - N. 27", -:-, 1881. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3690834/), el día 2025-08-02.
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