•
\ " , .
- ==
N oticia¡s de ia Guerra
11
Bogotá, Noviembre 10 de 1899 Número 18
=- -
..
RIO · ~íAGDALENA
República de Colombia-Te7égrafos Nacionales.-Oomandancia ,
r;eneral de la Flófilla del río JYIagdalena. -Honda, 8 de ]1.'0-
viembre de 1899
, Ministros de Gobierno y Guerra-Bogotá
Transcribo á S. S. el parte detallado de la batalla naval
librada en la noche del 24 de Octubr~ último entre las fuerzas
del Gobierno y las de la revolución. Dice así:
,:.,:. F.AFLTEJ DEJT.ALL.ADO r
t'República de Colombia--E,jé1-'cifo Nacional--Gomandancia general
de la Flofilla-'-Vapor de guerra" Hércules" entre Puerto
Nacional y Gamarra, á 23 de Octubre de 1899
S1.", General Jefe de Estado ~I3yor General del Ejército-BuFranquillu
"Cumplo con el deber de daros cuenta, para que os dignéis
ponerlo en conocimiento del Sr. General Comandante en .r efe
del Ejército del Atlántico, del resultado 'de la campaña que acabo
de hacer en el río Magdalena con los vapores Hércules y Colombia,
que tuvisteis á bien confiarme, contra la flotilla que
enarboló la bandera revolucionaria.
" Perseguí á marchas forzadas al enemigo que iba d.ifundiendo
por los pueblos las noticia.s más absurdas con el objeto de
aumentar sus filas y hacerse á partidarios. En todas partes .i
donde llegaban deponían las autoridades legítimamente constituídas
y n0111braban á gentes de su confianza. Anoche á las 10 y
30, muy cerca de Gamarra, les di alcance á siete buques enemigos,
y con el objeto de evitar derramamiento de sangre, les hice
un tiro al aire con el cañón .J..iJ:faxil11,. colocado en la proa del
hércules:
"Estaba el enemigo en actitud de cOlnbate, en línea de batalla,
formado en dos alas, lo que me hizo compreI).der que el
buque que les servía de aviso y que alcancé á ver á una legua
de distancia, les había informado de mi aproximación. El enemigo
correspondió al disparo del cañón que le hice al aire, rompiendo
sus fuegos contra el Hél~cules, que llevaba la vanguardia,
y echándosele encima con todas sus naves.
,. Dispuse en el acto que 'el Oolombia se conservara á retaguardia,
á distancia de mil (1,000) metros más ó menos, y dejé
que los buques enemigos de los mejores que formaban la vanguardia,
se aproximaran ,.ál mío á la distancia necesaria para
impedirles maniobrar, é hice romper los fuegos con la artillería
de proa y la ametralladora colocada en la casilla.
"La Flotilla enemiga se me echó encima con temeridad apenas
concebible, hasta el extremo de que algunos de sus buques se
rozaron con la proa del Hércules. .
" Pude observar, debido á esta aproximación, que los enelnigos
arrojaban mechas encendidas con fulminantes y cartuchos
de dinamita, que afortunadamente en vez de caer á bordo
de este buque, caían al agua y no hacían explosión: encontré en
esto_la razón, el deseo temerario de arrimarse más y más hacia
el Hércules.
"Mientras tanto yo seglJía avanzando con estrategia, á fin
de dejar, como lo conseguí, los buques enemigos á retaguardia, y
romper sobre ellos el fuego del cañón Hótchkiss, de popa, y de la
infantería allí colocada para destruírlos.
"El resultado de esta operación se vio en seguida, puesto que
la draga Cristóbal Colón se fue á pique con pasmosa rapidez, pereciendo
en ella todos sus tripulantes, que pasaban 4e doscientos
cincuenta (250) hombres. Entre éstos se hállaba, según supe
después, el cuerpo de mecánicos y carpinteros que debía, caso
que les diera resultado el .abordaje, hacer á nuestros buques las '
reparaciones convenientes. Los otros dos vapores de la·vanguardia
enemiga fUElron destrozados y quedaron á merced de la corriente.
En seguida cargó sobre mis buques el centro enemigo,
compueEto de los vapores Oisneros y Elena: que batí en la misma,
forma que los anteriores. Estos últimos buques fueron seguidos
del Antioquia, al que hice fuego y que pasó rápidamente
agua ahajo, y del Gieseken, que ante el fuego del ~fIércules, huyó
río arriba. No quise darle caza porque tenía que recorrer el lugar
de la batalla é imponerme de la suerte que habJa cabido al"
Colombia, que desd~ el principio quedó inutilizado para el como,
bate, porque al tercer disparo se desmontó su cañón de proa . •
,
"Lo encontré'en efecto in_utilizádo para pelear, porque además
del percance de la Artillería, había sufrido una descomposición
en la maquinaria, y tuvo que mantenerS8 en una amenazante
defensiva. Entiendo que un choque con el Elena, cuando
é~ te bajaba destrozado ya, buscando abrigo"causó al Oolombia un
grave daño en la rueda. Estoy convencido de que su valerosa
guarnición, al mando del General Ignacio Folíaco y del Coronel
Rubén Barón,. cumplió con todo su deber mientras estuvo hábil
para la lucha. Ahora que son las seis a. m., estoy recorriendo
el Jugar en que se libró el formidable combate, y cuando de
ello esté enteradp, les haré separadamente una relación de' los
muertos, heridos y prisioneros. Ha.sta ahora sólo sé que perecieron
en 10.3 buques enemigos los Generales Domiciano Nieto,
Efr!:tím Mejía, Nicanor Guerra_ y Coronel Anastasio Navarro, y
que están gravemente heridos el General Manuel M. Vásquez y
otros más. Por nuestra parte sólo hemos tenido levemente p.erídos
tres individuos de-tropa y yo, que fni lastimado en el ojo derecho.
El valor del enemigo rayó, como ya os lo liedicho, en lo
temerario, y puedo asegurarós qpe el sacrificio á que sé lanzaron
voluntariamente tántos valientes, es para mí un verdadero d910r
que arriargé1.' la satisfacción del triunfo.
"He rescatado á los leales partIdarIOS de nuestra causa; General
Santiago M. Alvarez y Coroneles Ernesto Losada- y Joaquín
J. Ferreira (este último herido), que estalJan en poder del
enemigo. N o necesito' recomendaros el valor, pues os es bien conocido
el de todos mis compañeros de armas, ehtre los cuales se
hallaba el denodado y simpático G~nera1 Elías ROGríguez, Comandante
del Hércules, y el segundo Comandante del mismo
buque, Teniente Coronel J-osé M. Lasprílla, y la serénidad y competencia
de los artilleros Capitanes Luis M.a Ramos y Antonio
J. Barros y el Teniente Francisco Quintero. Fueron auxiliares
importantísimos del triunfo mis Ayudantes de campo, Capitanes
Víctor de Castro y TIiógenes A. Reyes, quienes estuvieron á mi
lado en la cubierta superior del buque durante todo el tiempo que
duró la·batalla; . y los de igual grado Enrique O. París, Luis del
Valle y Enrique Palacio, que se pot'taron con el debido valor. Lo
mismo puedo decir del Oapitán José J. Silva, Teniente Germán
Castro, Su btenientes Emiliano H: Gómez y Macario (;árdenas,
en una palabra, de todos los ciudadanos armados qu'e he tenido
el honor de dirigir en la batalla.
"No deho dejar de hacer especialísima mención del Capitán
del Hércules, Coronel Santiago Ooy; de los Prácticos lo" y 2.°,
Pedro ~fél1déz y Fernando Pernet; de los Ingenieros 1.0 y 2.°, Ge·
neroso Mendoza y Pompilio Ariza; de los Sres. Flórez y Santiago
de la Rosa, á quienes encontré en Puerto Cortíssoz y que espont.
áneamente se ofrecieron á servir eomo Prácticos; del Comandante
Pedro Roca, y en general de toda la tripulación del buque.
"Están en mi poder algunas cajas de -valores tomadas al
enemigo, y á los contadores de los buques he dejado las respectivas
llaves. He dispuesto bajar inmediatamente, remokados, los
vapores Oisneros, Elena, Barranquilla, E lbers.
" El Comandante General de la Flotilla,
DIEGO A. DE CASTRO"
P. S.--Boca de Guamal, 26 de Octubre 'de .1899
Ternlino este informe dándoos cuenta que en 13; mañana
de este día, á las diez, este vapor avistó al denominado Antl"oquia,
que había bajado en fuga la no~he del combate y fue aprehen(~ido
p'or la re:agua~di~ de la Flotllla al mando del Coro~el Aureho
de Castro a las slete p. m. de ayer, en la Boca de '1 acaloa. El
Coronel d~ Castro convirtió en Quque de aviso· el Antioquia, y
tomó la vanguardia situando en . él la Oomandancia, y confiando
el mando de la nave al Mayor Julio H. Palacio y al Capitán
Daniel Carbonen R. _ . ,
Tan pronto como el ·Antioquia avistó á este buque, retroce.
dió á toda máquina y se reunió, mientras yo le daba caza, . á los
vapores .Manuela y Apcardi, al mando del decidido Comandante
Aníhal F. Cañas, v B'tS1narck, nlandado por el sereno Comandante
Manuel A. Ballestas; reunidos los tres buques, me hicieron
frente en actitud de batalla; pero yo, comprendiendo que eran
amigos les hice las señales de estilo, que fueron correspondidas.
Dispus~ que el Aycardi siguie,ra :riaje para ~emolcar .. á u,no de
los buques apresados, y puse a mI retaguardIa al Antwquw y .al
Bísmarck.
El Comandante General de la Flotilla,
DIEGO A. :Q~_ QASTRO
/
IMPR·ENTA N ACIONAL-1899
I
#
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"La Rebelión: noticias de la guerra - N. 18", -:-, 1899. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3689022/), el día 2025-07-27.
¡Disfruta más de la BDB!
Explora contenidos digitales de forma gratuita, crea tus propias colecciones, colabora y comparte con otros.