·IL CIJ\ RJlDI INi e
PBBIODif}O POLI'I.'ICO 1 LI'I.'BBilRIO
TRIM. l. 0 ] BOGOTA, VIERNES 16 DE JULio· DE 1841. [ NUM. 12.
POESI .4.
ESTAR CONTIGOr
r.
Oh ! de orguiJo ya estoi cansado,.
Ya estoi cansado de razon;
· .. Déjame que hable á tu lado
En el habla del corazon !
No te hablaré de grandes cosas; .
Quiero solo verte i callar,
No rontar las horas odiosas, ,
1 reír: oyéndote· hablar !
rr •.
Qu1ero estar una.. ve~ contige,Contigo
eual Dios. te formó;
Tratarte ooal.á. un viejo amigo
Q.ue en u.e t infanc.ia nos amó:
Volver. á mi "~>ida pasada,
Olvidar todo cuanto sé,
Extat-iarme en una nada,
! .llorar. sin saber porq!lé ! .
nr.
Ah ! para amar Dios hizo al ht»tnbre . '
¡ Quién un hado no dá feliz, .
Por esos instantes sin nombre
De la vida del infeliz-,
Cuando, con la larga di agracia
De amar doblado u poder,
Toda ü- alma ardiendo vacia
En el aJma.,de una mujer t
rv;
¡ O paáre Adan t ¡qué error ian triste
Cometió en tí la hllmanidad,
Cuando.á. J dicha preferiste
De la ciencia la "Vanidad !
¿Qué es· eso· que dicha se U ama? •.••
Sino no conocer temor,
l, con la Eva que 1 é ama,
Vivir de ignorancia i de amor!
v.
Mas así con fod'o nos pasa:
Con la patria i la juventud,
Con nuestro hogar. i antigua casa,
Con la inocencia i ]a virtud !
Mi ~ ntras tenemos despreciamOS',
Sentimos de pues de perder;
1 entónces aquel bien lloramos
Que se fué para no volver !
-o---
LO QUE VIMOS 1 LO QUE VEMOS.
Vimos, en octubre de 1840' al saberse en Bogotá la infaus.
te. noticia de la Polonia, al segundo Presidente de la N u e va
' rapada, Dr. José Ignacio de Márquez, salir de la capita
i correr para el Sur de la República, no buscando el
peligl'O, volviéndole la espalda. Su accion no tiene escusa;
para llamar la division bastaba una simple carta, seJladn,
firmada i rubricada por él.
Hoi,.en julio de 1841, al saberse en Bogotá la noticia
del descalabro de González, vemos al tercer Presidente de
la Nueva Granada, jeneral Pedro Alcántara Herran, salir
, de la capital i volar para el Norte de la Rpública-pero no
á esquivar el peligro, sino ántes á buscarlo •••• Jeneral
' Herran, no soi yo quien alaba vuestra accion; es vuestra
noble nccion la que os está alabando á vos! '
Para quedar bien ante todb el mundo, para q~itar á todos
e] derecho de dirijiros aun la mas lijera reconvencion, os
hubiera sido suficiente tomar las mas eficaces disposiciones
•••• no era necesario que en persona marchaseis
vos mismo. No os habeis contentado con lo bueno, habeis
buscado lo mejor; eRe es el primer elemento que forma los
grandes caracteres, i el primer distintivo q~e revela á loa
grande& hombres ~
Desde allá me llamais, os sigo contento. Os he dado
1~ verdad i me daiS" vuestra amistad en pago. V oi á
buscaros satisfecho de Yo i de mí. Ni os he injuriado,
ni os he adulado; no he tratado- de conseguir sino de me recer
vuestra amistad, i la he conseguido. Ah, señor ! no temai~
seguir siendo Jeneroso, .que ya no dejaré de ser franco !
¡ O jeneral Herran t Ca tigad á la faccion como sabeis
vencerla, i vuestra obra quedará consumada !~ O amigo
mio! Sed ju to, como sois jcnero o, activo, i valiente, i
vuestro carácter quedará completo !' .. . . . ...
r.
¡ Quién no te llorará, flor del desierto!
¡.Olor fugaz que al mundo no llegó !
¡Alma de amor que á nadie odiar supiste!
¡ Brisa del mar ! cmanacion de Dios !
11.
Solo una vez, en instantáneo abrazo,
Latir se ntí tu jóven corazon;
Mas tal latido reveló tu alma:
1 fuí tu amigo desde entónces yo ..
III .
Tan dulce fué, tan triste fué tu muerte
Como el postrer reverberar del Sol,
Cuando, en el mar, la frente raudo alumbra
Del marinero que le dice adios!
IV.
Si en otra forma existes todavía,
1 en esa forma al mundo vienes hoi;
Y o te he visto en la lágrima preciosa
Qu e tu hermana, al nombrarte, derramó! ---o-- -
GRADOS MILITARES.
E . imposible qu e el Granadino dnje d censumr arp ti
un abu¡o que se está cometiendo hace algun t iemp o, e1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
_, 1 EL GRANADINO.
lv"~ uombr a mientos de los altos grados militares, de teniP- nte
\ ~\ro nel incl usive para arriba.-Para estos nombramie ntos
la C on stit uc ion exije -el acuerdo i con ~ entimtento del
Benado de la R epública. I el al>u.so qüe se está come.
t ie ndo es el de anticipar el nombramiento mismo, i no
prese ntarlo al acuerdo i consentimiento· del S naco hasta
mucho tiempo des pues de haberlo hecho, i hasta mucho
ti mpo d e pues de que la persona nombrada ha sido reco.
n oc ida en su grado por el ejército i aun por algunos fun.
cionarios en actos ofictales. 1 á este abuso se agrega otro, el
de pagar los sueldos de teniente coronel, de coronel, 6 de
j eneral, no desde que prestó su acuerdo el Senado sino
desde que hizo el nombramiento el Poder Ejecutivo.-De
esta manera fué nombrado jeneral el coronel Horrero; i de
.esta manera tambien fueron hechos coroneles Mútis i
Collazos, teniente coronel el mayor Anselmo -Pineda, (*) i
qué sé yo cuantos mas.
En este modo irregular é indebido de hacer dichos nom.
bramientos, nosotros creemos hallar inconvenientes de
.mucha gravedad.
El primer inconveniente que. en esto descubrimos, es la
e"pe_c1~ de menosprecio con que parece mirarse al Senado.
.Anticipar, en efecto, un nombramiento para el cual se
requiere el consentimiento del Senado, es contar de ante.
mano con este consentimiento, es suponer que en ningun
.c_a o el Senado podría negarlo, es tratar al Senado como
s1 fuese una asambléa que se encontrase á .las órdenes
del Poder Ejecutivo. 6 cuyos miembros le estuviesen
vendidos todos. 1 yo no sé hasta ahora qué os lo que
h~ya h~cho el Senado para merecer tamaño vilipendio
S1 ha s1do compla~iente .con el Poder Ejecutivo, si ha.
mante~i?o siempre con él la mas perfecta armonía, si Jo
ha auxdtado en cuanto ha estado de su parte; léjos de ser
esta una razon para tenerlo en méno$, i t,ratarlo como
pudiera tratarse á una corporacio venal 6 subalterna,
es mas bien una ra.zon para mirarlo con mas gratitud
i respetQ, i para tratarlo con mas delicadas considera.
ciones que nunca. Recuerden los que esto han hecho
que el Senado, léjos de ser un subalterno suyo, es por el
contrario su superior, i que, no tan solo no es su esclavo,
sino que es nada rnénos que su Jejislador i su juez.
El segtmdo inconveniente que en esto descubrimos., es
la espec1e de violencia que con esto se hace al Senado.En
una época en qtle es neeesario que las autorida·les
.con titucionales, obren todas de acuerdo, eviten toda
clase de pugna i de conflicto.; armonizen todos sns actos,
i mancomunen todos sus esfuerzo ; presentar el Ejecutivo
.al S enado un nombramiento ya hechopn.raque lo confirme,
es violentar al Senado á. confirmnrlo: pues el Senado, por
mas disgu toque sienta en ello i por mas indigno que sea
el oficial que se le presenta, prestará su consentimiento
casi siempre,, solo por no dejar desairRdo al Ejecutivo ante
el pueblo que lo observa i ante el ejército que lo obedece.
I no es jeneroso el aprovecharse así de circunstancias
difíciles, para arrancar del Senado consentimientos que
acaso en otras circunstancias no prcs taria.
El tercer inconveniente que en e s to hallamos~ es el
riesgo á que el Ejecutivo se espone, de qúe el Senado por
.fin le niegue alguna vez su consentimiento.-Si el oficial
no estuviese ya nombrado, i, como .debe ser, solo se presentase
j la confirmacion del Senado, para nornbrarlo despues
(*) Debemos al Sr. Pineda la justicia de declarar, que s1empre
~e denegó á recibir su grado de perdonas en quienes I o enconaba
facultades suficientes pan concedér::;elo ..
de obtenida esta confirmacion; ningun inconveniente re.
su!taría de que el Senado no prestaie su acuerdo alguna
vez: porque el desaire que entónces recibiría el oficial
no sería tan grande, ni tan grande tampoco el escándalo
que la negativa produjera en el ejército. Pero, cuando se
hace todo lo contrario, el riesgo que se corre es positivo i
mui grave. Nombrado de antemano el oficial, el Senado,
si no confirma el nombramiento, no solo lo desaira, sine
que en alguna manera lo degrada; no solo le niega las
charreteras que solicit~, sino que de los hombros le arranca
!a'3 que el Ejecutivo ya le había dado. 1 para un oficial
de algun pundonor ¿ puede darse mayor hurnillacion ? 1
para el E>j.:rcito ¡, puede darse mas pernicioso ejemplo?Si
de todas maneras es necesario que el Senado preste s11
acuerdo, ¿no es mas prudente, mas racional, esperar el
acuerdo para hacer el nombramiento, que no precipitar
el nombramiento i esponerse á no recibir el acuerdo 1
Declararnos que, al escribir esto, no tenemos en m ira no m
bramicnto alguno que nos parezca no merecido; lo único
que tenemos en mira ef) la irregularidad de la cosa misma.
Esperamos, pues, que el Ejecutivo abandone para
siempre una práctica, tan irregular como perniciosa i
tan imprudente como innecesaria. .
:Bueno está que el señor jeneral Herran, en Pasto, al
recibir la fatal noticia de la Polonia, aislado en la
República con la division, creyendo al gobierno ya
caído, i constituíd~ por Jo trabajoso de las circunstan
.cias i por Ja necesidad de las cosas en una especie dct
dictadura; bueno está, decirnos, que allí i entóncea
se hubiese atrevido á hacer ciertos nernbramient{)s, esperando
que alguna vez el Senado los ' confirmase.
Su conducta de cntónccs, acerca de esto, no solo no
nos parece digna de censura, sino que casi nos parece
digna de alabanza. Pero lo que entónces pudo ser
útil i bueno, hoi ya solo sería funesto: i lo que entón ..
ces pudo justificarse con Jas circun tancias. hoi ya n
podría justificarse con nada.
--o--
.EL DESTERRADO.
En alta mar.
Zéfiro! rápido lánzate, rápido empújame i vivo!
Mas redondas mis velas pon: del proscrito á Jos Iador,
Haz que tus silvoi susurren dulces i dulces suspiren!
¡ Haz que pronte del patrio suelo se aleje mi barco!
Mar eterno ! por fin te miro. te oigo, te tengo!
Antes de verte hoi, te había ya adivinado!
Hoi en torno mío tu cerco por fin desenvuelves !
Cerco fatal! maravilla en que centro siempre yo hago!
Ah! que esta gran maravilla conmigo forma armonía~
Yo, proscrito, prófugo, pobre, infeliz, desterrado,
Léjos yoi á morir del caro techo paterno,
Léjos, ai! de aquellas prendas que amé, que me amaron~
Tanto infortunio solo debe llorarse en tu seno;
Quien, de su amor a1nncado i de patria i de hogar 1 de hermano
Solo .en el mundo se mira,-debe, primero que muer~
Darte su adios! i, por última vez, contemplarte, Oceano !
-Yo, por la tarde así, i en pié de mi nave en la popa,
Alzo Jos ojos-miro !-solo tú i el .espacio!
-Miro al "Sol que., rojot ya medio- bunui~o en tus agu:JJ~,
Tiende, rozando tus creso as olas, el últ1mo rayo!
I un pensamiento de luz eotónces llena mi mente:
Piense que tú, tan largo i tan ancho i tan hondo i tan vasto ..
Eres, con toda tu mole, tus playas, tu inmenso horizonte!
Solo una gota de agua que rueda de Dios en la mano!
-Luego, cuando en hosca noche, a1 son de la lluvia,
Poco a poco me voi durmiendo, en mi patria pensando,
Sueño correr en el r.ampo en que niño corrí tantas ~-e.z~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Ver á mi madre que llora á su hijo, lanzarme á sus brazos! .....
1 oigo junto ent6nces bramar tu voz incesante;
Oigo bramar tu voz, de muerte vago presajio ....
Oigo las lonas que crujen, siento el barco que vuela!
·-Dejo ent6nces mis dulces sueños, i á morir me preparo l
- Oh ! morir en el mar! morir terrible i solemne!
Digno del hombre !-por tumba el abismo, el c ielo por palio!
¡Nadie que sepa donde nuestro cadáver se halla;
Que echa encima el mar sus olas-i el tiempo tus años ! ---o---
EL HACHA.
l.
Soberbia estas, hacha mía;
Ancha, afilada, brillante,
Que puedes partir la frente
Al toro que ose probart~ !
-Solo contigo, en los bosquea
V oi por siempre á. sepultarme;
Ya que los hombres me niegan
Una tumba en sus ciudades!
En mi patria me espnlsaron
De la casa de mis padres;
1 hoi tambien el estranjero
Me ha cerr ado sus hogares.
Vamos pues, que ya cstoi listo~
Oh! salgamos de e tas calles,
Do el dolor del desterrado
No _puede comprender nadie!
Ai ! tú me entretenía•
En mi niñez;
Acompaña los dias
De mi vejez!
11.
o, en nuestra continua fuga,
1 hombro voi á llevarte;
'1 tú mi bordon i apoyo
eras,
Citación recomendada (normas APA)
"El Granadino: periódico político i literario - N. 12", -:-, 1841. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3688305/), el día 2025-11-20.
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