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Qai non libere veritatem pronanct'at, prcdt'tor· est
N. 0 35. J DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DE I833.
Se publicará este reriódico todos los domingos á las diez de la mañana, i se -veodera en la tienda del Scnor Antonio
Velez, en la primera calle del comercio, doide se admitirán suscriciones por trimestt· s al precio de diez rl-}ale
ECUADOR.
En una carla de Popa.pn h mos visto inserta
otra Oe Quito, qne COlllÍC'ne las siguientes llOllC!aS.
EL J 3 de octubre estalló en Guayaquil una reYolucion,
e u yo objeto era separa•· llel nt,\ndo a los aclualcs gobet
·nantes del Ecuador: el jeuetal Flot•e marcho a sufocarla,
i á los cinco dias de su salida ele Quito estallo
en esa ciudad otr.t cou el mism objeto, acaurlillada
por el jener~1l Sacnz i los coroneles Hall i Bat·rera.
Ella babia sido drlata embararos que t·o :l:::arian aljeucr·all• lores, ilos
contecimientos que dejamos mencionados cor1·oboran
rtuestro modo de pensar EL primet· esfuerzo del puelo
l1a s· do vano¡ pero la lucha esta empezada, i es de
desearse que d exito sea favot·al,le a la c~msa de la ver~
adera libertad. El jeneral Flor·es uacio furra del Ecua'
dor, i estas la cit·cumtancia le es tan contraria para
antenerse en el mnndo, que nopodt·ia conseguirlo ni
~un un ejército numeroso, mucho ménns con Soo
ombres, á que están rcd11cida~ las fuerzils vetera
as con que cuenlil. La espc,·iencia demuestra que una
acion no gusta de tenct• •i SU cabc1.a a un hombre
1que vio la luz á 61)o leguo~s (le di ·tancia, i que no se
resenta con otm!t títulos pa1· .. goheroMlc.~ que el pt·es!
tijio ádquit·ido en algunos com 1ates de una mal hadaa
guerra. 1 el desagt·ado con que <'ll el Ecuador se
ebe mirar al jene.t'al Flores se aumenta naturalmcn-te,
cuando se considera que )os ciudadanos ilustres de
aquella tierra son perseguidos, lanzados de los d-estinos
públicos i vistos con un insultante desprecio, al
tiempo mismo que los estranjeros gozan ele todas
las consideraciones i participan del poder. E! natural
desconfiar de avent urcl'os, que sin vínculos que
los liguen al pais, se presentan como los salvadorfS
de él, i que pretenden hacerle bienes t'estaur;mdo la
tinica fuente de donde eslos podían Yenir, i que es
la constitucion política jurada. Si á esta consideracion
se agrega la mui · poderosa tle t(Ue ya en otros paises
los mismos aventureros han sido el azote del pueblt>,
i los iustrumentos ele las mas inicuas vejaciones, es
preciso que sean ciegos los que no traten de cortar
el vuelo á su pretenciones, i poner a su dominacion
un pronto término. Por desgracia un conciudadano
nue tro, que parece se ha pt·opuesto ir en busca de
la tiranía á donde ({lliera que ella se eucuculre, es
uno de los principales actores en las desgraciadas escenas
que se rep•·esentan en el Ecuadot·. ¿ Ilabra ttn
pueblo bastante imbecil para tolerar la insolente o. adia
de Garcia del Rio, i los efectos de los pérfidos
consejos que siempre ha dado a lo:; gobernantes este
ministro d gobiernos absolutos?
i la irreflex.ion, el habito del mando i una mal
nlenLlida gloria no ciegan al jenetal Flores, él debe•
·io~ echar una mirada s bre los acontecimient s de
los años anteriores en toda la Atnét·ica mc•·;dional, i
ti teu •t·se en el medio de una carret·a que pu de c-onducirlo
velozmente á un incvit[lble precÍJlicio. El ie ·
neral Bolivat• lriunfó momentane meule de cuantos
oh5Gculos le impedian lles t' al poder absolulo: las
conspiraciones se succcdierou una á otras, i fueron sufocóld,
, la sangre se dcn·amo i todos lo· esfuerzos se
estl'<.>ll.~ron contra su poder: contento e n lgos Os de re\olucion, por uno de los mas iluscios.
No se nc 1llo á los lcjisla clores de estas naciones trados i patriotas ciudadanos de aquella república, ae
que cratt temibles como funestos i perjuJioiales á la ltacen lQ, empleó con el mn¡·or
¡Jf·imor todos los re$orles de la vr·atoria en favor
de la desgraciadet delincuente, pero, advirtiendo en
1l gravo i tétrico semblante de lo.f venerables arcopajitas
la inutilidad de su. clocugnciu, recurriu
astuto a otra mas ¡>oderosa i patética. Llegase
de Ú11J1roviso a fa be/la rea ,t' ras gando prontamente
la rarte anterior de Stt ~·estido desde el CU(}/Lo hasta
la cintura, puso pnteulcs, como d,ce el sáúio Be
nedictn Fetjoo (teatro cnlico tom. 2 disc. 2 )
icion de un ciudadano ilustre, á quien por pt·imet·a
vez arrastran las ilusiones dél momentp, puede tenet·
mas latitud la lenidad i disimulo, annque tal máxima
no es· d~l todo admitiua en paist"-s bien goLernados ....
¿Pero habra de sacrificarse todrt una nacion i su
reposo a la lenidad para con ho'!.zbres que siguen
~n plan sistematico de. traerla en perpetua confu.
sion i des6rden? ¿Hombres por cuyo necio orgullo
.-e derrama la sangre mas precio a, i por e u y a in~olencia
quedan mi1lares de f::-milias condcnadns :i beber
hasta las heces el caliz de l.t amargura? No, tales
hombres son la peste é ignominia de la tierra que
les f/io nacimiento, i la comunidad tiene derecho
pa1'a exijir imperiosamente que secm escomuigados
de la sociedad política.
PRONUl\'CIAM E_ TOS.
ce Antójnscle a un jencral () ;í uu coronel hacer
una revolucion, m¡mcla tocar llamada Dl cuartel, lee · o no lee una cuartilla de papel con títulg de acta
de pronunciamiento, siguense )aa firmas de un Quiiiones
por la clase de capitanes, un Roocales por la
tle tenientes, i un Caa·rizo por la de saricntos, i ahí
me tiene u. representados a todos los capito·ues, tcnier
tes i sarj ntoa dt>l ejército. .El que no s..ebe firmar
pone la sen <~ l de la cruz, lÍ otro la pone por él,
cu•ndo ne llega a tanto su IJah ;liJad, i bete aqui
(jue al son ciden del
honor i de la vida de las personas; pero no en el trato
ordinario de la sociedad. ¿Como puede ninguna l~i
del mu,pdo permitir que se reunan en uu salon la
matl·ona que tiene niñas educad¡¡s en h hucoa moral
con mujet·es que hacen gala i profesion de sus liviandades?
La opinion phblica es mas poderosa que
todas las leyes, i en esos Estados Unidos, que se nos
proponen frecuentemente por medelo, la opinion pú·
blica no pea·mite que las personas de ambos sex.os, que
viven l10neslamente dando ejemplos de respeto á la
relijion i a la moral, alternen en las sosiedades con
jeotes puhlicameote corrompida" i eicandalesas Hasta
en los teatros hai lugares separados para las jent6s
de buenas costumbres, i para las prostitutas, i el hombrt'
á quien se viese siqu:cra t•ccorrer las galerias de
lo~ palcos en que estos se colocan seria despreciado,
i no se le permitiria entrar en casa alguna de fam1-
lias honradas. Las costumbres en ctquel pais son jeneralment~
buenas, porque los que tienen una vida es·
caudalosa son arroja\los de la sociedad sin necesidad
de fuerza alguna.
Nos han ocmriclo estils reflexiones al recordar,
que en una de las funciones del Coliseo se ha viito
con indignacion ocupado un palco de los del medio,
á que ~iempre concuneu familias de honor, por tres
personas notori•m1ente conocid s por pt·ostitulas. Esto
repugna d la moral, i si e pc•·mile semejante ultraje
a ella, na1lic que ni ir al Coli ·eo á presenciar seme ..
jante cspectaculo i pr0scn tarlo á sus bija ele modelo.
Las f:11nilias honradas i de educacion, bien ean de
cnna ilustre o humilJe, ricas o pobres, tieucn dere·
ello a reuuit• e en las ocietlades privadas o públicas
por solo su conducta i honradc1. E ta es la v •t·dadera
igualdad; igualdad de coslumbres, de virtudes i
de mérito.
Suplicamo~ al Sr. jefe politico, juez del tentro
i demas á qnicnes tocar puetlor un defecto en las formas de] proceso.
~as razones que alegan los hermanos del
enor José Maria Lozano para sostener que
onforme á la lei sohre estincion de marorazgos,
el heredero presu oto es solo el
ue exisLia al tiempo de la promulgacion de
lei, como lo declaráron dichas sentencias,
K>n precrsa1nente las. mism~i que fa-vorcc~n
la accion de la testamentaria i de la seriar~
lzasi en contra del mismo menor:, i las que
alega su defensor contra iUS hel'manos en
el artículo á q u contesto, para probar que
por la fundacion estan escluidas las hembras,
aun de mejor grado, en competencia
de cualquier varon de grado mas remoto,
son las que afianzan los derechos de la
misma testamentaria i de la señora llasi
contra aquellos. Asi, esta última accion se
apoya al propio tiempo en los capitales funda·
mentos de las otrai dos partes encontr·adas;
i ninguna de estas puede calificar dicha
tercera accion de temeraria, sin que tal
calificacion recaiga hasta cierto punto sobre
la parte que la haga.
Es enteramcute oficioso i gratuito el
ultraje, de que bien pueden los abogados Ín·
trt'gar pfJr ganar el pauto. Cualquiera que
sea el autor del articulo á que colltesto
¿podrá lisonjearse de ser mas integro, ni
mas puro, que el abogado a quien ofende?
¿Ha bd dado en su vida mas pruebas de
ello? Toda esa sarta de frases contradictorias,
con que por· una parte se gloria el
articulista de qne nada tiene que temer, i
amenaza confuudit'me con argumentos Incon
tC'sta bles, i por otra pretrnde vulnerar
ni reputacion derr'amando sospechai infundada
é in verosimi les; solo dese u bt'en esplritn
de hostilidad, deseo malig-no de zaherir,
é ideas mal Jijeridas i combinadas. Si n~
teme que J'e de.rcmwzca la ju.rtt"cia, .ri los trituna/
es .re componen de ¡aece.r integro! t recto/
¿á qué vi ·~ne el h;;¡ blar de titlriga.r? No hai
mas razou para su ponet· que el intere.r hará
desconocer la justicia al abogado a quien se
calumnia, que la habritt para que algun
otro quisiese atribuir al curador del n1enor
Lozano, que era solo por los pingües emolumentos
que gana, que sostieue por su parte
el pleito i otras cuestiones, que son la unica.
i verdade1·a causa de las dil~ciones que se
están esperimentando. Dejémonos, pues, de
interpretar intenciones i de inventar motivos
injuriosos, i ateng.3monos á los .hechos.
La 1mpre~ta ~o dá derecho . pa1·a ~nsulta~
á nadie por acciones inocentes, pr~Tadas. 1
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
dermitida~ por la~ leyes. gue no pa$e nlucho tiempo sin que hereden
Si las re,iteradas, publicas, é irréfra- la porcio·n que ahora toque á su abuela.
ables pruebas que el ofendido tiene dadaa Na es posible, pues, desconocer, que esta
._)~ su integridad i desinteres en cosas de ultima accion es la que tiende á benefi iar
! l~YO)' n\om'e 1to, no fncsea d masiado su-l mayor numero de Jndi\'iduos. 1 siendo esto
~icientes para ponerle á cuhierto contra os- a si ¿seria ru(lencia abandonarla? ¿ 1 no
pe('has de esta naturaleza, i para redin;ir~~ ~eria perjudicar á una n1ultitud Je interede
un ataque tan tcm rario i tan inmtre:.. sádos, como son los hijos de la difunta Sra.
cid"o; b· stabale, que la justicia del punto Tcreia j de la Sra. ~osefa Lozanos? Si lo
~ ue defiende, estuv~se, como esta ya ga~ albaceas dejasen de jes_tionar lo conventente
rantida por dos sentencia,; favorabl s; i e! no f6llt~rian abiertamen é a .sus de~ber~s, i
astábale que el art1culo 124 de la le1 or- se harían responsabl~s? ~ _ ··' ... .
g:ír~ica de tribunales de !1 de mayo de 1825, Pudícr a aq!tl demostrar, .ref1riér(dom~
le autorice para estipular librt-!menle con a1 espediente de ~· la materia, · qqe si este
sus clientes el honorar1o por su trabajo; negocio se está embrollando. i d'tla~ando?
principalmente cuando tlo ha hecho sino que si ~n él se están tometiendo ins:1na'ble
es aceptat' lo que se le ha ofrecido. ( 1) nulidades, dictándose acl<)S injurídicos i gra•
Nada tiene de estraüo, ni de irr guiar vosos a la testamentaria, sin ninguna prévi
que se hayan hipotecado al pago de los audjenr.ia Je los albaceas; i que si la .sola
honorarios los mismos intereses que se liti- recusacion de un abogado, nombraJo - ~.in'
gan, i en la porcion sobr·e qne versa el liti- conocimiento<.le.estos_,t recusado en el nuev
jio: ellos serian en todo caso una hipoteca juicio, aun cesde·:tntes. ~e .~comenzarse, h
tácita i natural, segun las leH's, (Jorque dado lutrar á dilatado embi·ollus; no so
d . o • b •
na a mas justo que el que sea responsable de ·ninguna -mnnora los albaceas, n1 a oga-nl
p1·ecio de un uencfkio, la misma cosa dos d -la testamentaria, á qnicnes se pued
sobre que se espera el betleíicio; asi como imputar esto; i apelo sobre esta verdad al
os honorat·ios i emolumentos del abog·:-tJo testimo, io del propio articulista, que habrá
i ctH~HI 1)i' del menor, se pagan de sus bien s de conf~sarla mal que le pese.
e int"l'"Ses, que sou la hipoteca nal ural Je Pero dejémonos de vagas alegaciones,
<:' i() . Per·o, ~i, <'Omo d1ce el :ll'ticullsta, tal i octHTamos á una pn1eba de bulto. La Sra.
oblib"' cion é laipoteca son ilegales, méuos 1La5i i los albaceas est3n prontos á somete·
icne todavia qne temer para su menor; 1 la cuest10n sobr·e el lerciu i medio quinto
daf1o s r:'a todo para ese a uogado, que ha sido á un fallo de jueces árbitros: provoco
tan igu or~ n te i ta u imbécil que se con formó los defensorrs é in teresa dos contrarios á qu
COll S tnC'jante hi¡ ote<':l. procedamos inmediatamente a 0torga1, 110
I ·o a firmar~ que la can. a del menor e ri Ln r~ ptt bllca adoptan lo est0 r~ciona
Lozano sea la mas injusta; pero no vacilo partido. No puede haber un meí.ho ma
en a e~)· urar, qu es la méuos eonfurme al cspeditivo i pronto; ni pued n lo~ calum
objeto que se propuso 1:1 lci de 1 O de julio n iados ofr·eccr una pr cba mas peren tori
de 1821 sobre rstincion de ma~' OI'azgos, i de qne no aspiran á entorpccc1· el negocio
aquella, cuyo triunfo perjudic r1a Ct mayor Por t1llimo, en todo caso, cr·eo que e
n 1mero u e iudividuos: porque si g·ana dicho artículo á que contesto, no puede salvars
menor d pleito, él solo se b~H'a duer1o de del ''arg-o de ser contrario nl articulo l. 0
133,662 pesos. en que con, istc el tercio i inciso 4. o o i al :wtícu lo 7. 0 de la lci sobr
tnedio quinto; si lo ganan sus herli1a nos, a bus os de imprenta. Pero r nunciando a m
<.''ita can ti dad se repartirá entre todL s los derecho de acusasion, me contento e o
hijos de la difunta scnora Tadea Lm:ano; i haberme justificado, ~bandonando a mis de
por llltimo, si SC decide a favor de la testa- tractores :Í Ja confusion Í vergüenza de S
mentarÍa Í de la SCÜ< ra l\~ facla Izasi, el propia injusticia, i á la impresion de disgusto
tnismo c~odal se distt ibnirá no solo entre que causa en los lectores esta especie de im
aquellos, s ·no a den as, entre l· se flora lznsi posturas.
i todos sus n ictos; los cuales, es prob3 ble El altJgado de la Sra. Ra(aela Iza.rt
---( 1-) N _ _._-:--fi--:-d-:--;-;-l -J----
6
- i testamentaria del difunto Señ(}r Jose .D-Jarirl
. . o qwe1"a, aslt zar nau anuo so 11"e
1
Lozano.
la Ja.rltcta del 7 egoc/o en el fond(l: para esto
.ron los alega!~¡ en /o¡ tríblma/e¡: inu 1esione.r
on p ~liNH'• J BOGOT .A .-:-lm¡~. de N. Lors. t833.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
Masamune. Kuji, "Hybrid x Heart Magias Academy Ataraxia, Vol 3 (manga)", -:Yen Press,, 2022. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3374733/), el día 2025-05-20.
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