Qcu' non b'bere ve1 z'tatem pronancial, prcditcr est
o 33. ] Jl!JEVES 1 4 DE NOV·IEMBI\'E DE 1 833.
Se yublicará esto- periódico Lod.os los domingos á las diez de la mañaua, i se vender.' CJ1 ht tienda del Sctior An-.
toqio V elez, en la primera calle del aomereio, donde se ndmitirán suscriciones p9r t.rim.f.s.tres al ¡}recio de d · cz r:et~IP.s
Fu~ESTOS RE'IULT.ADOS D'Et. ESPiRITU DE PARTIDO.
La ignoranci:1 menos que la malicia hace
ecuentes imputaciones scribe la
i que el juez de una e u a reduzca á prision á la
rsona contra q icn ~l a ÍlHli • 9S de q blC iCél clelin-ucnte
7 Lt s enemigo del ~obier o u·ibuir:~ á este n
¡·ocedimie to r ndado en Ju lci, i q e sclusivam n
de la in }Jcocion de los j U .. , , cuando eL
espíritu de partid/) es e1 que hab1a, cnanclo es preciso
hacer rec.'l'el' saL1·e el gdbicrno todo lo ocioso, cdando
hai interés en suscitarle enemigos i er¡conos, 'Jiur,
de pojtirlo ele la fu~na mora.1l, fa razon call¿¡, las leyes
eumudeeen, i h:rsla el bn'en sel'ltido guarda silencio.
Pero, por fortun~, l1ai un nrlmero mur prc¡)on,Terit'nte
de val!·iotus, i de bom'bres imparciales, que cli9tinsuc
las f'Lmcionas i de:&c·:es (te los <~jenl(!S de la nacio'tl, i
que cst."ín per nadidos de que p:-~ra 1111c'Stros itnphtdb'lc~
enemigos no h~i arma ninguna vetbdh: todo lo que
les pueda aer útil paTa llesncreclitar e1 sistema repuLlicnno,
calumniar al gobierno consti'lucional, 'i el1Yolver
á la .NoeYa Granada en partidos i re-rolucionés, todo
lo po11cn en practica pil ra saciar su 'engánza, i satisf<
tcer sus viles pasiones. 1 desgraciá(~o el ci uéh1nta ol)servat·las. Pero,
¡ Dios sea loado! tenemos libertad de imprenta para.
pu!JUcnr es~s Yerélades, i <.1 svaneccl' las cqui11ocaci )e¡
de la isnorancia, o las acu ·acloues malitioS'lls del espí·
ritu de parlillo.
EQUIVOCAGIO 'ES.
hora que se ha perseguido a a o Ullas pcr&o:ua.
por h~ber contra ellas declar iones que las s.iu.Oical all.
del de]jto de conspiracion, no han faltado otros q.ue
echen );l culpa a los ~ncarga.dos de la Ol' fortuna, e a época de crímenes, i paso para dar al fiu con el :mteced~nlc que 11eccsitq lene
tamhien co'lt ella la nutot·idad que le hizo dar tal á ]a ,·ista para que el ejecutivo pueda d •spa.cl1ar co
nombre. Hoi tenernos una constitucion en que e tán acierto. .Si los gohenwdores dijeran siempre: ·'hemarcadas
las atl'iJmciones de los funcionarios públicos: 1 mos heHw tal cosa e1í vzrtud de la orden de ta
el poder ejecutivo no se puede mezcJar en l; s del!Jechn, este inconveniente, que es mas grande de lo
judicil reembolso del alcance,
i sean perseguidos segun las 1e: es previeuen? ¿A qué,
1mes, tanla:s aJaracas '} l No tenemos un sistema republicano
de gobierno, en el cual no se tiene ninguna
consideracion aristocrática con perjuicio de la comunidad
'!
Podría acaso haber lugar a qu ja, cuando se
lnsllirse hecho esto solo con el Sr. Ayala; pero no es
asi. El Sr. rthnuel p;,rdo, J'cpublicano conocido, que
l1a prestado sen icios á la cam;a úc la independencia
i de la lihertatl, ha , ufrido, aunque, á nuestro o.odo
Oe YC1' 1 lfi centCll.lCUle, }os nece o.ll'iOS efectOS de Un
juicio, por un alcance que resullo a la renta de correos.
¡,1 se ha quejado acaso el Sr. Pardo cot~lra el
jén ral Santantler? ¿Ataca por \entura al gob1erno
instituciones de la Nueva Granada? ¿Dice algo contl•
a los prócedimientos legal s? No; el Sr. Pardo l1a
aguardado en silencio el t·esu1tado de su juicio, }¡a
pagado lo que contra él resulwba, i conoce que, si
queremos tener· república, la lei debe ejecutar e sin
miramientos ni con::;ideracioncs particulares, i que tanto
nos han pel'jutlicado en otro tiempo. (. I sera acaso
1 $r. Pardo de peot' condicion que el Sr. Ayala?
¿es su familia menos respetable i conocida'} No por
cierto.
El Sr. Phrtlo ha sido absuelto ¡1orque nada resultaba
que pudiese empañar sn bien merecida reputacion.
Ojala podamos decir del Sr. Ayala crue ha sido
absuelto por igual motivo.
tan buena la memoria, que siemp.e 11os acorden.os d
lo que hemos leido alguna Hz_, i en negocio~ de góhierno
es 1)reciso tener siempre á la visla la dis JOsicion
escrita par01 no er•·ar . .Si és asi, como suponemos
que debe ser, parece que nada le cuest;, á un gobernador
cita e la feclta i el mímero de dichas úrtlenc:> ·.
~OS atrevemos a suplicar que :JSÍ se ltaga, para ({u e se
allanell los iucon cuienles de qnc hemos h:d)l<:do. •
uhcmos que s principios liuerDlcs, solo puede
ser cslrav i:~da d ellos ror la influencia perniciosa de
:Jguua pcn,onn, que haya atiqnirido ascewlicnle sobre
lla, por poseer ~dgun;:s cuulidadcs de nque!Jas que
tan fdio de que la juventud
se afirme en el amor (1ue por inclinacion lns tiene.
El cstudinule jenel"itamos con las fieras. Si
s.e puhlica alguna órden no se hace ejecut:n·, j. solo
reiuu la indol~uaia, i el desórden. En tal e~tado, ttaJ
necesario que esto salga á la luz pública, para ver sipor
este medio se consigue algun remcdio .-Se COI;l'"
tinuará --
Co& seutimicntos· de respeto i consideraeion, me>
suscribo de U. U. mui obe
Citación recomendada (normas APA)
"El Cachaco de Bogotá - N. 33", -:-, 1833. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3688267/), el día 2025-05-21.
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