Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Df: BOGOTA.'
eGD partidos políticos, superar las dificultades que el
ito, las preoeupaeiones, i la ignoraneia nan r.reado,
vencer los obstáculos de la fisonómia fisica de un
pais, hacer frente á la mala fé, i á la arbitraa·icdad,.
soportar el enjambre de pFetendientes á empleos, i
~u descontente, no comprendo como pueda ser f&cil
eJ gobernar. Si coa solo decretar las mas escelcntes
l~yes i mandarlas ejecutar pudiera hacerse la felicidad
de los habitantea de un estado, nada costaba escribirla•,
firmarlas, imprimirlas i publicarlas; pero como
lo quP, á mi ver, se nece1ita es que las leyes sean
-practicables, claras i adecuadas al pais, i ellas regularmepte
estan en cl10que con lo1 intereses particularél,
no es tan fácil, como parece, hacer el bienestar
i la dicha de la sociedad. Aqui en la Nuéva Granada
bai leyes paTa la re'cta administracion de justicia, i la
justiciá no siempre se administra recbmente; hai le-yes
pólra impedir las conspiracioues, i el 23 de julio
]lUbo una algo gorda; las ha\ para contener a los ladrones,
i los burlo¡¡ no se acaban; las hai para que no
ee haga contrabando de tabaco,ni de mercaderias estraujeras,
ni de Ol'O en polvo, o pasta, i ttl contrabando
no se ha estinguido; las hai para perseguir a los
vagos, i los vagos se cruzan en las principales ciuda.
des; las hai para la policia de los lugares, i no se ven
los efectos de la policía; las hai para que al acreedor
del tesoro nacional le paguen, i los acreedores ~e quejan
de falta de pagos; las hai para que el deudor al
~stadol satisfaga lo que adeuda, i loa arclJivos están llenos
de espedienles contra deudores a las renta~ públicas;
las IJai para que los empleados de hacienda no
resulten alcanzadoa, i alcances aparecen frecue nteme nte;
las hai, en fin para que todos -vivamos en paz, i
tranquilidad sin hacernos daño, ni ofensa alguna, i to~
o• !os diai ~e llenan los juzgados í tribunales de queJas
1 procesos. ¿Porque todo etto? l no es solo en la
Nueva Granada donde se pueden hacer estas t1istes,
pero exactas obsenaciones: lo mismo sucede en Europa,
i en América, h:~je los gobierno ab:;olutos i bt~jo
los gobiernos constitucionales, tanlo en los Estatlos
pnidos, en Inglaterra i en ~~rancia , como en Rusia ,
España, é Italia. Que nos diga VVellington sí e tan
facil gobernar, ¿por qué ca} ó del n1inisterio con todos
IUS colegos torp~s 1 Que nos diga Polignac si es tan
{acil gobernar, ¿por qué esta incomodo con sus compañeros
en la fortaleza de Ht~nd despucs de haber
dejado arrojar del trono la diua:;tia de Cá1·los 1 o?
Que nos diga el rei de Holanda, ¿por qué se le separo
la Beljica? Que nos diga el Papa, el duque de Modena,
i la duquesa de Parma, ¿por qué se les rcvoluciotlaron
los pueblos en r83o? Que nos diga el empern Pec.lro ¿por qué fué arrojado. rincipios del g
bierno republicano, que muchos, }lor no drcir que
mayor parle, de los que viven l10i de aquella épo
memorable. ¡Que satisfaccion debe ser p ra ellos,
Ter que las semillas que regaron lwn fructi{ ic"do y
Sin emha1·go, entre estos antiguos palt·iotas vemos
mucl1os arrepentidos de haber cooperado d nuest
transformacion política. Yo valía mucho, dice un
antes de la revolucion., cuando mil, que ólhora e:;t·'
haciendo papel, yadan en la oscuridad ; luego h ice J
mal en meterme en tal revolucioo, que deb:a u
lustre a otros ect. Si Cl'í'Jesemos a estas pe rsona
i dedujesemos las consecuencias, se seguiría que n
trabajaron por el bien de la pauia, ... 1 e ntrar et"!. l1
re,·olucion, sino p~r su engrandt>ciruiento personlo sobre su
c.lcrecltOs, i te corulw tir -v ictoriosamen te, i de acallal' la
calumnia i la mal •cli t:cncia, le\ant;n·on mil voccscontt
·a Ja libet·t articulo.
Penett·ado de dolor al verme sindicado como cóm~
ce en la conspiracion del 23 de julio último, me
o en la necesidad de dirijirme al p1íblico imparcial
t• medio de la imJJrcnta, para vindicar lrli honor
Lrajado_, pues este es el recurso poderoso que han
esto nucstréls leyes en ¡wcler de todos los ciudadanos
rá desatar las trabas de la iniquid.,d i poner de manisto
la inocencia pe1·seguida. ¡Que desgraciado seria
hombre si, jimiendo Lajo el peso enorme del dcstismo,
no pudiera satisfacer aJ publico cuando se
vilmente calumniado! Si por dcsgt·acia me lmbiera
edido esto en tiempo de las dictaduras que 1Mn
ijido al pais, sin duda hubict·a sido víctima de ]a
aledicencia ele gratuitos enemigos, o por lo ménos
\ nombTe hubiera quedado infawado para siempre,
rque entonces se oprimía el pensamiento, i se ahogaba
voz de la justicia; pero IJoi, que reinan las leyes
que estamos en el goce de las garantias sociales,
dulce i salisfactol'io V<1lene uno de ellas para dar
enta de su couducta_, i desmentir cualquicru equi-'
cado concepto que se haya podido formar, ~•cerca
)a iutegridad Í pur<;za q\!C ha marcado siempre a
cÍtH.latlano lom·ado i pac •flco. '
Es bien snhido (~ne cuaudo ) o ' lnC ausenté de cst~
pital, en el citado ln(! de julio e11 uni01t del seuot"
dro D.ua, fué con el objeto de rreibit·lm· estancos
nguat·di(•nte de la villa de Cl10contá, i establecer·
: una deslilllcion del lllÍsmo l icor' al vropio tiempo
e llcV Tuuja que ponga remedio
en esta i otras muchas cosas, de que hablarémo
en ott·a ocasion, pues desde ahora lo tomamos
pot· nuestra cuenta, hasta que gobierne o renuncie,.'
como hizo el de Mariquita, que ya adoptó el último
p~rtido, seguramente porque no se hallo hal>U para
tomar el pt·imero.
MA YER 1 MARES.
Se fueron pol' fin Francisco MP.yer i Pedro Ma ...
res, Mares es uno de a~uellos individuo¡, sido arrestados, en el lugar ptf)l:Crl ' lcg .. lmenle, rec·
que como ~ ele decirse, 1\o encuentra tino por donde nocido .~)OI' cáa·cel, los señores Jo~é Mi~uel Pe1.,_,Fra
t'ojerlo. El es c'~saCto ·~Ms' 'eres, conspirad,lr i ci ·co Urdaneta, i jenetal 1~ ranc1sco de P_. Vt>lez,
-p ~tg>acfo de éuantos -vicios pueden manchar el alma cuya complicidad o ino.cencia con oce el 1ucz letra
~e úh 1HomUre. Nos refel'imos a lo 'que digan , que la ~.guuldad 1
Granada. Les mati\.tamos en 8 i sigu;l' su r.onducta e u el seoa .l() en t•slc alío. !Jabet· uacido •'n c•sta o en n<¡urll<~ c:uc.lad, ó en
S un.l in~ngua para la r•·orincia de Caa·ta jena ,.] que p··imero de us b·u· '!OS, t'Stilha bueno ha¡o el réjime
un hom re sc>m jan te sea el (pte la repn•sPnlc en el ~español, cuando nlian estas e irC'uns .ancia , i don
congreso, i un nomh1·amiento tal n, C~stdJo esta1·ia I'Cdu- nohle i el plchcyo, el rico j e( pubre, d hogotan
ci !n · la uulidad á que deLen estarlo lus qu tr''"' lo los, todo debemos s
cionan la coufigos o tontos en nurstra ANECOOTA.
patria, que ·se eutr1•gucn a t cu manos de los que }os 1 Estantlo Cartajcna <.~menólzatla
hao de SóCI·ifica r, seauos sittuiera permitiI'Op(mgan. Echemos l. vista soh1·e los jóvenes que se hallabun csentos p.H· b mist'ua lci d
acontecimientos p.1sadus, i s1 vát~nos di s .de l'e, L1 p~ta ~restar este se•·v\cio i que nntcs In habi.tn rrui ,tJo, ocn ·
¡-.... .,._ •·ieron \'Oluntariamcnlc :í prestarlo El Dr. Agusli
. ( ·) Sentilnos tener que r¡uejarllOS de es LOs' Nuñ('z fué de este núiUero, i no solo se presto gust<
.$ei1orcs por haber cedido d la pernictosa injlum!cui samente 'á tom,tr las a•·mas, sioó que fué promov
(le .un oh.ispo ex<'JLic:rt, de z,n 'tJicario. apostGlico des do· á St\•·jento, i en se guiJa ofreció 4 ooo pesos par
fOnocido en TUJ.e)tra leji· l(lcion, i c¡ue ha sido Utn l los gnslos de la rcsisLcucia cotlt•·a los osado: que in
.{t1mq_so P..('! SlfS repetidas 'metamarfos~ , , f.'ótt:acta- sult
Citación recomendada (normas APA)
"El Cachaco de Bogotá - N. 32", -:-, 1833. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3688266/), el día 2025-07-17.
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