UNO DE LOS EDITORES DEL CACHACO.
Al pr. Joaqllin Gori.
lle lei~o, Señor, el papel en que U. ha querido
jnstificarse de las oLservaciones que hizo el Cachaco
sobre su conducta, i aunque la pluma que esto escribe
Jlo es la misma que á U. ha molestado; sin embargo,
eomo ¡u papel contiene algunas aserciones que )O
llo pueflo admitir, me veo foi-zado á. ocupada en
contestarlas. Mal podian reclamarse las 1e)es, diee
U., ante un gobierno que no ténia' leyés; ¿ i porque
8ervia U. :1 ese gobierno si era tan buen ciudadano
tan amante de su patria, i tan amigo de los principios~
Huhiérale U. n•tirado su apo' o, laubiérat•selo retirado
tantos otros que con U. c~operaron á ses tenerlo,
cuando su deber como republicanos les prescribía que
lo abandonasen ; .¡ entonces el usurpador, desamparado
i solo, nunca hubiera tratado de asegurar soh!'C
un pueblo, que tantos sacrificios heroicos habia hecho
or ser libre, una dominacion aborrecida, una dl)minaion
que con sus violencias i atentados ha mantenido á
ue~tra patria en un estado de Lurbuleucia espantosa,
i reducitlola á la situacion desgraciada de que no
Célba de salir todavia. .Ac¡uel },abria sido el tiempo
e esa firmPza incontrastable,de que abora nos haLla ;
e ese valor heroico, con que, con la pluma i la espnda,
ice U. c1ue 1 ucde sostenerse.
No pod1·á U. negarme que, cuando pretendió
cihirse de aLogaclo en la audiencia española, maní.
stó á este tribunal, que antes no Jo babia hecho,
orque no qucria recibir cle una autoridad insurjcnte
a facultad de defender á los litigantes i procesados.
sta me parece qtyera con bastante
lbcrtad, se defenderia del cargo de su escandalosa
paracion de la convcncion de Ocaña. Quien se
ée con bastante libertad para decir esto, es muí
tt•año que no se crea con la misma p~ra escribir Ja ·
efensa. U. es Lastante libre para l1acerlo, siempre ·
cuando quiera; vorque á nadie se le quiebt'an los
dos entre nosotro~ 1 cuando hace! parecer en letra
molde sus pens01mientos; porque los majistl'ados
o turban á nadie en el ejercicio de sus derechos; i
orque en esle tiempo rlo se dan órd('nes á los
presores, como las que dió el difunto liberta se hallaba entoncu en Bogota; vQué se ha hecho,
pues, de él1 t Qué puedo yo, en- vista de esto. ·sos·
~har? Si no (~ra porque. es bien conocida la bon·
r~de~ -del señor Mf)Tales, tal. vez me- atacaria t:l mal
~usamiento c.le creer, qu~ él i el seiio•· escribáno ha·
J.jan convenido en hacer perder el espedient~ : .tarn·
bien p~a creer fJue la plata de la asesoría 'Se había
.,~ebo humo ; pea·a lejos de mi semejante& ideas, Sor..
a)~lde. Yo lo que únicamente (JUiero es que U.; sin
pér(licla de tiempo, ~e sirva pr.evenir al ennnciudo
Elorga que entregue al señor escribano f.a) o Anjel·~l
espedit'nte en ~uestion, ja.mlo con los cinco p~sos siete
re~t; tle la asesoría. Si no lo verifica, pido á U.· que
contl'a él se proceda, ex.ijiéndole la coinpelente respon·
sabilidad, po1·que no es justo, señor alcaiJe. que la
admiuistracion de justicia se entorpezca, porque asi lt>
quiere la voluntad de un eseribano que tiene fé pú·
hlica, i que puede seT causador de infinitos males por
S.U p_arcialiuad, SU aoonclOnO ¿ SU ÍmpeTÍCÍa.
Y o me reservo 1 eclamar en otra ocasion los muchos
perjuicios que se me l.aan seguido por una dilacion
tan. sospechosa; pero entre lanto a u. suplico
se sirva proveer como llevo etc .
José Manuel Lleras
POESIAS lNEDITAS.
• Tenemos mucho gusto en publicar dos sonetos,
que nuestro finado i mui justamentt" sentido cmupi!t_
riota :And•·es Marroquin compuso con 11"\0tho de doa
tristes acontecimientos, pol&tico el uno i particula•·
el ptro.
~· LOS MANES DRL SANTUARIO.
Salid., s que natura avara
Dt" juvenaes gracias i hermowra
Solo en Teresa pródiga juntara,
Menos los que adornaban ISU alma pura·¡
A un dar1lo que la muerte la ditpara,.
[ouos yacen e:Q esta sepuhur.~ ·
'Nos parece inút:I recomendar· el mérito (le est·
-ompoliciones. ·'En la primera, lldem01s de lo shJ.lim
Jel asunto ¡ qaé vileza t.le imajenes! '• Truena
ca~on i c~ntBlltJIJ la espada. ,. Pa réce rque nos dS0J'(
el estruendo del bronce, i nos d"eslumbra el brillo d
acero . .. En lt~ sesunda, fuera 4«1 fa tSlructura c.le l
estroFas, ¡ cuantmos podi(lo conseguh· de las muclws que pr
dujo el jenio privilejiado tle Marrn(tuin, no podemü
menos ·de lamentar la pét·c.lida que las letras i la patria.
han l1echo con sn muerte. ~o tuvimo-. el honvr de
conocer bien c.le cerca a este aprcci.tble ciudadano ,
pero én lü poco que le tratamos ulcanzamos á lles•
cubrir un gran fondo ele conocimientos útiles, i un
gusto mui delicado. El er'..t tamhien un ciudatlan
e~elcnte: el modo cor11o llescmpeñó las di,ctsas fun
ciones pública~ que se le confiaron es el mejor te
timonio de ello.
; Y a no existe~ Parece que la suerte se ha em
peñado, en los cuatro úhimos años, en ar1·eh:1tar
la Nueva Granada aquellos de sus hijos que ers Jeff..•s, a
corunel Monlo.va! ¡Cuan instahles son las cosas lm
manas, i que trtste es la conlfieion de toJo lo qu
existe para perecer!
MAXIMAS
sacadas de la Abeja es¡wñ()ln.
1 Par-.t est:,h)ecer un sistema nuevo SP nec<>sitA
dos Clos fJII&!
le aruen, i que ~engan un iotcres directo en su csl<.~ b}
ecimiento; j segunda, ¡m•parar la opiniou ilustraml
al pueblo, i demoslrántlole las ventujas c¡ue de é
deben resullarle.
11. Cuando no se cuida sino rle establecer nuevn
tt>ona's, los resultados en la práctica sueleu disl
Citación recomendada (normas APA)
"El Cachaco de Bogotá - N. 14", -:-, 1833. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3688248/), el día 2025-05-21.
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