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.i :~lit/!. III.__ AÑO H. Bogota, l. o de uov!e~~~~ NUMER074~ ll
~~ /11 ~ (f)JJ. '!ll (/)~fl(/J ®~ ~fl n propósito parn iniciados en los mistel'ios del pro- 1i
-~~-----~~ ~ greso, se quejat·on a gritos de que se les pri \'ara 11
1'
, R6DACTOR, VEN ANClO ORTIZ. _ de un sábio tan liberal, i se reunieron pam inten- l. ¡
ta1· una manifcstaciou sediciosa. El Gobiemo en-
En el mes de febrero de 1862, los estudiantes tónres tuvo que reprimidos, enviándolos, dice ¡·. 1
~~ del cunrtel latino en Pal'is se manifestaban .alboro- " El Mensnjero" a que t•efleccionarán a la sombra
tados de m1 modo notable i poco satisfactorio para e11 los inconvenientes de la emaucipacion precoz.
la jente de buen sentido. E\ teatt·o de\ Odeon, a De esos estudiantes , algunos han renunciado al '!'
donde concul'l'ian de pref.erencia, se hizo insopot·· h~1milslo dando ensanche a sus paswnes, i ~
con frecuencia en medio de este alboroto, p1·onun- ~1os creerá; i siguen .~ublicando el libt·o aéompa- 'J
cia1· el nombt·e de M1·. Emesto Renan, que era el nado de pomposos e!OJIOS. 1
profesor a cuyo cmso se iba dat· principio. Nosott·os pensábamos ¡·efutarlo, pero como nues-
. Por fin el citado catcdJ•ático pl'incipió !;U tarea, tro amigo Madiedo se nos anticipó, presentando
1 d esde SUS P,I'Ítnel'aS palabras asentó .como tésis fa eu llll CUadJ'O a vista de pájaro toda (a fealdad de
ncg ncion de la Divinidad de Jesucristo. Volvióse aquella prorlucr.ion, creemos que basta leer el nú-a
presentm· \a escena de\ Pt·etot·io a\ cabo de mas m ero ~ . · d e l int er~ s nnte pe riódico titulado "La
1 de diez i ocho siglos. Los amigo~ de Jesus calla- yoz de la Patria," pam queda r convencido de que
han espantados i el populacho gl'itabn " Crucifí- en ningun put~blo cristiano debe tol ral'se la publica
lo." Rr.nan hacia el papel de acusado¡· i blasfe- racion de un libro tan infame ; de que a nin"-tm
malm del Hombre Divino que bajó al mundo pueblo medi:mamente ilustrado debe hacers~ el
tra~cndo la doctl'ina de paz i caridad. insulto de presentarle como una gnm cosa, una
. Pal'is levantó el gt·ito indiguada, rechnzando al colcceion de desatinos.
n~re~' ido que 9ueria e~nvertirla en 1~ ciudad. ~eici- La notable produceion d el ,sef1oa· Madiedo, i las
li·
de l?Stt·uccion pubhca d1ctó un de~reto en que, ci!ndo, pulverizan aquella obra en que con \m esc?
n~Hlerand? que ~It·. Renan. desde su _Pl'imera . tilo nrtificioso,se p~;ctende quitn1· al pueblo lo único
le.cctot~. hu~~a .ensen.ado d~ct~mas .contt·~rH~~ a ~as que l~ queda,, su. Re!ijion. Los que en tal sentido
CJ eenc1~s Ctlsttanas 1 .que padwn p1 oduc1r aJttaCIO· trabaJaD ¿que qmeren dar a) desgrariado en comnes
tetmbles,suspendta el cu1·~o hasta nueva Ól'den. pensacion? J. .. e qu:tan su únira espp 1·:u1za, \a in.
C~_ando est,e de.ct·eto fué fiJa~o en los mUJ·os de! mortalidad: le dicen que esa vida futma donde
C~l~IO, los estuchantes que cremn él~ mnes I'O mm ere~ hallar goces infinitos en cambio de Jos dolo- 1
;-...-,;,-=.- . ~--=-- ----·- - -- . - -~ . - ~;;..;. =;:==me ·==-
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C ATOLICO.
~~~~~~._........,_"'""--""....._~ . ..._........_._ . ........., ~~
1 res de esta corta -vida, es l.lna invencioa de los 1 etea·na caa·gaáas de mere<.'imicntos i de virtudes.
1
¡ fanáticos : que Cl'isto no es Dios, que no hai con- Desde entónces c>oncebí admiracion pot· aquellos
il ciencia; i donde vé la puerta para Begar a esos séres que a pesar de la uebilidad propia de su sexo,
l! goces que han de premiat• sus su:frimit'tltos actua- tenian la .fortaleza bnstante para formar i lle,•ar a
[i les, J.e ponen esta desotatiot·a palab-ra~ NAñt. El cabo una resclucion tan atrevida como la de cnte-
\
l desgraeiadt1 que los cree1 fl se lanza en el crimen l'l'arse vivas .... ~ • .Mas tarde, cuando l legué a 1
1 contt·a la sociedadt o en el cdmen contra sí mismo: conocer lo que era tJn convento,i con la curiosidad
no es la lei civil La que puede contenerlo ¿ Pm· qué pt·opia de un niño, me acet·q~lé a Ja Porte1·ia, al
pues, tal empeño en materializado'?' ver a aquellas mujeres vestidas de jénet'o curdo, i ·
Hai muchas cosas de in te res positi'Vó bajá el ccm el •·ostt·o cubierto con un velo al tra Hs del 1
1 hermoso cielo que nos cubre. ¿ Pot· qué no apro- cual se di-bujaban las blancas imájenes de la inovecban
los jóvenes libe•·ales la intelijencia con que cencia i de Ja sencillez ; al yer sus rálidas i desDios
los dotó, pam propo•·cionar algo a su pah·ia carnadas manos con las que acariciaban la cruz
si tanto amor la tienen? En vez de estar atacando ya made ra , que llevaban pendiente al curllo; oh! ·
la creeQeia relijlosn, único bien q-ue queda al em- de no fué solo admiracion, fué entusiasmo lo que ! '
pobreciuo i desangrado pueblo, podían llenar sus sentí po•· aquellas castas esposas del Dios que ama
estensos periódicos,.que van hasta los ultimos rin- a los humildes i a los limpios de corazon. Procuré
eones de la República, con enseñanzas útifes. entónces informarme del método de ' ' ida de las
Nuestro suelo es t•ico, i no se conocen los medios monjas, e inquirh· si ,·iyian contentas léjos del
de esplotar esa riqueza en poco tiempo i con poco mundo,encerradas dentro de sus muros de piedra.
costo : nuestws bosques abundan en madea·as pre- Ea·a el monasterio de cladzas de Tunja, nquel a
ciosas. en bálsamos, resinas, gómas i cortéza& cuya puerta me eneont•·aba ; ya había admimdo
1 que sh·ven pat·a las artes, para la medicina, i aun el hel'moso templo en donde se encerraban mil
para satisfacet· lns necesidades del lujo ! nuestJ·a bellezas artísticas; babia oído las voces claras i
agricultura necesita un fomento eficaz, i la ciencia armoniosas de las ví(enes que entonaban las supuede
ausiliarla investigando Jos mejores medios plicas del Rei-bat·do-PI'Ofeta; habia visto que,
1 de cultivo, los mejores medios para multiplicar i pot· una ventanilla pa·aeti<'ada en e] lado izquierdo
vigorizar las razas de animales que constituyen la del presbiterio, varias relijiosas habirm recibido 1
riqueza dellabt·adol·. El sábio Caldas nos dejó su la comt\nion ; a otras, al traves de las rejas del
1 "Semanario11 como una muestm de lo que l~s pe- coro bajo, las había visto con la fl'ente sobre el 1
riodistas retmblicanos pueden hacer. para met·ecet· poi Yo i babia oído sus sollozos. :Me interesaba ya
las bendiciones de sus contemporáneos i las de la la vida de aquellas sbntas muje1·cs. :
posteridad. ¿No ganat·ia mas el país con esto, Pocos días despues, yo eJ'a introducido al lo- :
que con la publicac-ion del libro de Renan, que si cutorio a visitar a una I'eliji~sa que en el mundo 1
es la última t·azon contm el Cl'istianismo, estfi babia sido amiga de ' mi madre. Con la cudsiosi-
' probando que el Cristianismo no se puede atacar? dad propia de mi edad de entónces, hacia mil i
¿ No gannria mas el pafs conque los periódicos se mil continuadas preguntas a sor Anjela, ( este era
1 llenaran de producciones que at1·ajerun inmigt·a- el nombre de la amiga de mi mad•·e,) i ella consu 1
cion i riqueia que con noticins como Jaque nos bondad jenial a tollas me contestaba. Supe, pues,
• 1 dá " El Caucano númet•o 68 '! que vi \'ian contentas i que léjos do echar de mé-
Que el padre Gual, dice, envió al fraile quiteño nos los que yo creía que les parecerían ('ncn.ntos
Yet·oví J al franciscano caleño Rafael O•·tiz,a fana- del mundo, estaban gozosísimas de haberlos
tizat· a los pueblos para que estos los graduaran abandonado i que pot· nada cambiarían su humilde
confesores de la fé por querer persuadidos de de i silencioso asilo por las fiestas i balgazélras del
que los decretos dados en Lima por el P. Gual, siglo. ¡Ah! bien lejanas estaban entónces de creet·
deben obedecerse con preferencia a la lei de t 7 de que al correr de Jos tiempos se verian pl'ivadas
mayo ; pero que las autoridades los es pulsaron de hasta de su pobre hogar i arrojadas a la calle ••.•
la República el dia t•·es de este mes. • • • • • • • • • • • . • • • • • • • • • • • . •
Dá vergüenza leer semejantes pl'Oducciones, i Cada una de las relijfosas tenia su celda ; pero se
sabet· que aun se cometen tales violencias dignas engañat·on los que creye•·on que ni usm·párselas,
del Japon, en un país nutl'ido con las ideas civili- allí habían de encontrar primoa·es del arte o teso-
·t zadoras del Evanjelio. ¿ Con que es un ci'Ímen en ros acumulados. Nó, ~Has no tenian riquezas; el ,
la Nueva Granada predicar la palabra de Dios? ajum· de su celda con~istia, en imájenes de santos,
¿Con que ese cdmen se castiga con el ostt·acismo de poco valot· ; una caja en donde guardaban su
aplicado asf, sin juicio, sin sentencia 'l Es ve1·dad, •·opa ; una pequeña mesa cu donde tenían un
1 así es : eso sucede boi en un aueblo en que gobiet·- Crucifijo, i muchas no tenian sino una sencilla
na el partido liberal, que hace gala de lo que de- cruz de madera ; a la puet·ta de la celda, unas
bien\ avergonzarlo. 1 Oh! Dios tenga piedad de tazas con flót'es, que ellas cultivaban con esmero,
·nuestra patda i haga alguna vez justos a sus porque las destinaban pat·a adot·nat• la imájen de
enemigos 1 la Madre de Dios que a ninguna faltaba. ¡ Pobre
pero valioso obsequio de sencillas cristianas 1 !
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LAS MONJAS.
Fuera de la celda,tcnia un pequeüo huerto cada
una: allí cultivaba algunas plantas medicinales;
tenia mas en grande el jardin, porque de este sa-
A MI RESPETADO AMIGO EL Sn. Dn. VENANCIO Onnz. lían las flóres para el alta•· del templo, i allí esta-
Era yo niño, cuando -mi buena i santa mad1·e me .
refe1·ia que habia unas mujet·es, que, pot· amor a
· Dios, abandonaban el mundo i en él los encantos i r goces derhogm· nativo, para encerrarse en un convento,
en donde pasaban la vi(la en la OJ'acion i en
la penitencia, preparándose para entt·m· en la vida
ba el árbol predilecto que la relijiosa encontró al
llegat· al convento ; bajo cuya sombra babia visto
pasar a muchas jeneraciones de relijiosas, i a
cuyo pié babia visto derramar muchas lágrimas :
hé ahí las riquezas de la monja. ¿ Cuál era su
ocupacion'l ViYian en santa amistad unas con otras.
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EL CATO L I C O. 203
Se le,·antal>au ántes de la aurora pcll'a ir al coro ; 1 ton1aa· algun alimento pat·a tener ánimo en el tel'l'i·
allí las sorpt·cdian las diez del dia alabando a ble golpe que se les prepantba. Bujal'on en efecto,
Dios; oían misa, comulgaban, rezaban el rosario, pet·o como vieran que ya In pmwta pt·incipal habiu
Jlomban sus pecados, macemban su cuerpo i se sido descen·ajada i que sus perseguidores estaban
preparaban pat·a la etemida> Los ''erdugos de
se J'indiera eulto al Dios de las Alturas, con toda la ellas, demasiado sabian lo que hacían. Sabia u que
pom , ·a i magnificencia que pet·mite el Catolicismo; ellas eran inocentes, que ni ngun delito tenian ante
pero si esta espolia.cion fué un hecho escandaloso, la sociedad i que cou su espulsion nada ganaba el
aun mas escandaloso i arbitrario fué el de arl'ebatm· país del cual se decían gobernantes. Pero el hecho,
a las relijiosas las sumas que, como dote, babian para vergüenza del nombre grnnudino, i pal'a ulllevado
al monasterio, pam mantenerse en · él traje de la civilizacion, fué que las arrojaron ignodurante
su vida. Este es un lat1·ocinio contra toda miniosamente; que se gozaron en ye¡· su mat·tirio
justicia i todo dererho. Hai en esta tiet·ra gat·an· i que con celo inquisitorial, no les p~t·mitie1·on que
tía pnm qüe los tahUJ•es dilapiden en solo una no- juntas se asilaran en una sola enea. sino que las
che el capital adquirido con el tt·abajo de toda t·epartiet·on- de cinco en cinco, en las casas de los
una jene1·acion; la ·bai ptU'a qus el mas pt·ocaz# católicos, i luege, para que este singuJar i terrible
co~1 una sola plumada despedaze la honra de toda dt·ama concluy€ra con sainete, publicaron a son
una fnmilia; la hui para •••••. que se come- de tambm· i a ,·oz de heraldo, uu bnndo,p¡•ohibientan
todos Jos delitos i se ejecuten todos los desór· do que se bal>lm·a de los sucesos de aquel dia! 1 •••
nes; i, solo no la haif para que unas pobl'es i sen- Pasaa·á mucho tiempo áutes de que en el mundo se
cillas mujeres se l'etiren a vivit· eneeJ•t·adas en un repita un hecho tan escandaloso eomo este. ¡ Toclnustl
·o, del producto de bienes lejítimamente ad- do un Gobierno de un pueblo Jibre,m·mado de punquil'ido~.
¡ Oh admimble civilizacion la nuestt·a ! ! ta en blanco i enrat·ado abiertamente, sosteniendo
1 si este robo es escesivamente escandaloso, aun descomunal batalla con la pat·te mas flaca i débil
lo es mas el acto de salvaje intolerancia, por .el de Ja sociedad I
cual se arrojó a las monjas a la calle! este sobre Los jq¡nidos da la monj-as arrojadas de su con ..
se1· escanaaloso, es inauditiil. vento ¡ condenadas a morir de hnmbre,no se oye-
Yo no ví la ex-claustracion de ningun ffi()naste·· ron aquí, pe1·o si en la católira i civilizada
do, pe1·o me suponia que el hecho habria estado tierra del gt•tm Bolívar, que ha dado ya tumacompaüado
de"circunstaneias botTorosas; al fin, ha a dos Pre~ados proscritos,i que queriendo ahora
las mismas monjas clat·isas de Tunja, me refirie- dat· pan i asilo a las vírjenes ¡·obadas i ultrajadas
ron lo que con ellas babia pasado. El encaa·gado en su propio país~· las Ha m a, les tiende ¡a mnno i les
de arrojarlas de su casa les babia hecb.o saber que ofrece el hflgar que aqu-í se les arrebató. Ellas
este acto tendl'ia lugar el 29 de mayo ; estaban aprovechándose de estos Jenel'Oso.s ofrecimientos
ellas, pues, resignadas esperando que se cumplie- se van. 1. Qué las puede detener des pues de h_abel'
ran los decretos deios hombres, i al amanece•· del sido arrojadas deJ recinto donde hab-ian pensado
28 se bailaban, como de costumbre, reunidas en mal'ir? Marchan, pues, dejan 1-a tiet·ra de. sus pael
coro haciendo su o-racion.cuando sintieron fuer- dt·es i los huesos de sus hermanas; dejan tambieu
tes golpes en las puertas que daban a Ja calle; en a sus ga·atuitos enemigos. Van llenas de fé en que
el mismo instante las criadas entt·aron despav01·i· han de encontrar un claustro que les dé abrigo i
uas a dal'les el aviso de que el convento estaba ro- het·manas que les abt·an los br.azos; allá como
<1e.ado por soldados i a suplicarles que bajasen a aquí alabarán a Dios i entonat·án sus cantos ; no
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. -- l
~~~ .J¡,:~4~"o~~íi~mp~í:,;;;,;¡¡~~s d:~ .. I,~ ~~~~ !1
1
« Nuestras cítaras están sin m·monta,.,, i ba;·o el guridad majistral : César vino a esta provincia,
sauce de la tierra est·ranjera suspiramos por las acampó alli, destruyó esta ciudad, consta·uyó esta
b1·isas de la Patria. >) Nó: ellas dirán como San ot1·a; i para corroborar la Ct'rtidumbre que preAtanacio
: <( Nuestra Patria está donde se adora tende estab!L'cea·, en tan lejana histol'in, todo le ,
a Dios. >) I bajo el Cielo de esa Patria, civilizada servirá de prueba; una ta·adicion, una muralla, una '
i cristiana, pedirán a Dios el perdon de sus victi · ~·uioa, algunas piedras carcomidfts por el tiempo ;
mal'ios. todo tendrá para ella Yoz, todo hablará, todo tes
Que el Dios que les ha dado fort:1lezn paa·a so· tificará i demostrará. Pero ¿se trata de Cristo ?
portar hasta nquí tantas penas, las socorra hoi ¿Se t1·ata de Jos monumentos de su vida i de los
mas que nunca ; que Jes haga leves las fatigas del testigos de sus obras ? Entót1ees nada le sntisfoce ,
viaje i que las conserve, para que vuclv:m a su i se hace sobrado exijente. Ántes que aceptar tal
Pat•·ü1 i a su convento el dia de la restitucion in testo, que reconoret· tnl hE'cbo, que sancionar tal
integrum. tradidon, ella llevará hasta <.>l ridículo su purita-
En los momentos de marchar las he visto, al nismo histól'ico, i dirá: ese testo ha sido intea·popié
de un humilde improvisado altnr, postradas de lado, ese he~ho exajerado, esa tradicion oscure ~
hinojos Rote la imájen de la Madre de Dios, pe- cid a. Así se pone a repudiar, poa· sí misma, en la
1
dirle a la Reina de los aflijidos que ruégue por esfe•·a de las cosas relijiosas, Jas condiciones de
e] las, i he unido mi pobre oracion tarr.bien pam certidumbre que l'econoce en la esfera de las cosas
rogar poa· ellas. Hai muchos motivos para que es- profanas.
1 tas pobres ' ' íetimas me interesen i merez~an mi Esto es lo que no puede dura•·· Nó, nosotros no
1¡ compasion: son inocentes i están de~ validas; soi sufriremos que la g 1·an euestion de Jos milagros
' conservador i cristiano, i sobre todo, tengo co1·a- evanjélicos sea enta·pgada n esa bu da histórica que ·
zon. Ademas, CHando mi padre me enseñaba a destruye con una mano lo que edifica con Ja ot1·a, '
odiar a los Tiranos. mi madre me enseñaba a com- i eambia de pesos i medidas en Ja apreciacion de
padect.w a los débiles. Por eso las con padezro, los hechos, segun las necesidades de la causa.
pea·o compadezco mas a sus vea·dugos. Véamos, pues, qué se pide como condicion de la
I como sé que U. participa de mis ideas a este certidumbre bistóa·ica.
respeto, he puesto su nombre al frente de rste La crítica qulcre en los hechos referidos pm· el
a¡•tfculo. RAFAEL Pn~A SoLANO. historiadoa·, los caractéres de unn publicidad completa;
quiere que esos he<·hos sean de pt·opo•·cio-
Santarosa de v''itervo, 2 de octubre de 1864 • nes bastante vastas panl ser apreciados pOl' la .
CONFERENCIAS DEL PADRE FÉLIX.
QUINTA CONFERENCIA.
( Conclusion).
H.
La crítica anticristiana está obligada por el buen
sentido a susc1·ibir la realidad de los milagros de
Jesucristo, o a desvanece¡· toda certidumbre histó•
·ica. La negacion de los hechos milagrosos referidos
pot· el Evanjelio, la somete a una contradiccion
racional eu que la ciencia de la histol'ia
debo perecer rntera.
Hai una Jei en la historia que no puede destruh·se
porque es una lei del mundo moral mismo, es
1 esta : cuando los hechos refel'idos en Jos libros
reunen todas las condiciones capaces de gm·antir
su certidumbre, es imposible negarlos sin destruir
al mismo tiempo toda ciencia histórica. Supongamos
que los hechos referidos en un libt·o cualquiera
of1·ezcan los tres earactéres siguientes : que
sean de una publicidad competa ; de un intea·es
soberano ; i que el libro que los refiere presente
Jos caa·actéres de una veracidad absoluta, i el signo
de una incerruptibiliCJad perfecta : yo pa·egun.
to ¿ cuál seda el res u 1 tado de una crítica que tuviera
la audacia de negar e'ios hechos o de revo~
carlos a duda 't Manifiestamente ella zaparia por
su base ·la ciencia histórica, po1·que suprimiría la
razon radical de aíh·mar un hecho cualquiera de
la historia.
Es indispensable admitir para cada hecho i para
todos, un criterio de certidumbre histórica, a
ménos que la crítica tenga dos pesos i dos medidas
a su gusto: que destruya cuando quiem para
lm~ hechos relijiosos, el fundamento de certidumbt
·e que asienta sin vacilar para los hechos
puramente humanos. Si quiere referirnos, por
simple vista; que estén bastante inmediatos al que
los refiere, para que la distancia no los rol>e al
hol'izonte de la mirada ; quiere que sean vistas i
atestiguadas poa· un número de individuos suficiente
para que el testimonio de cada uno se fortifique
po1· el de todos, i para que la unanimidad
en la luz de una evidencia comun, uñada, si es
posible, nueva claridad al t·nyo de la evidencia
individual. Acostumbrada a la ilusion de lns vi.
siones solital'ias, lejanas i microscópicas, pide en
Jos hechos que la pi'Oponemos creer, uo solamente
propót·ciones tanjibles, sino aun tal aproximacion
que permita verificaa· con la mano la certidumba·e
de la mil·ada, i exije tal publicidad i tal número
de testigos, que el hecho referido se presente como
un acontecimiento público, como un espectáculo
popular.
¿Qué mas pide aun para garantil· la certidumbJ
·e de los hechos referidos por fa historia ? Pide
que tengan bastante interes para pmvocar la simpatía
de unos, la repulsion de ott·os, la atencion
de todos. Quiea·e que amigos i enemigos miren,
examinen i j\11guen el hecho sobre el cual importa
a cada uno como a todos conoecr la ' 'erdad,
nada mas que la vea·dad, pero la verdad toda.
Si, como lo exi.fe, hai en la supel'ficie del hecho 1
una luz que fija la mirada i la obliga a ver,
exije aun que en su fondo haya una importancia
intrínseca que se npodere del alma i le
imponga la atencion con el imperio de un interes
verdadea·amente sobet'ano. Para que un hecho pueda,
segun ella, ser colocado en la historia con una
certidumbre pea·fecta, no basta que tenga proporciones
que puedan ser abrazadas po1· la simple vistit,
es neeesario que escite un interes que obligue a
mil·al'lo; i en esto tiene ¡•azon. A lo ménos es cierto
que cuanto mas un hecho toque por su naturaleza
al fondo del alma humana, a sus amoa·es i a '
sus odiQs, a sus costumbres i a sus pasion{ls, a sus
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~L CATÓLICO. 206
vjrtudes i a sus vicios, a su vida i a su destino, 1 Véamos, pues. Pedts én Jos hechos rE-feridos un
mas seve1·a, continua runiversalmente lla debido caráctet• de publicidad que los haga visibles i palset•
juzgRdo, i pot· consiguiente, mayor debe se1· la pables para todo sentido impat·ciat. En horabue-convicdon
que él pToduzca i la certidumbre-con na; pe1·o os conjut·o u l'espondernos ¿,de cuáles
que se afirme. hechos' se tt·ata en nuestt·o Evanjelio 'l .Al oíros,
¿Qué p1de, en fin, como condicion de certidum- se creería qu.e ~es u~ no hizo Jos mila~ros que .re·
Í' b1·e histól'ica? Que los hechos sean refel'idos por flerc el EvanJelJO, ~mo en secreto, 1 por ~ec1l'IG
r nu tores que ofrezcan todas las garantías de since- a~¡' a Jl?.te~·ta cen·ada .¡oh sofista~ 1 ¿ Osms de-r
• ridad que puede exijir la razon. Quiere pot· con- cu:lo deveras'l ~ Cmíles sol?' ~os m1lagros hechos
secuPncin, que los autores no tengan ni un inter·es as1, 'l. ¿ El del .ciego ~e lH\cJmJento 'l ~ ~1 del ~a-l
t individual, ni un interes colectivo en pt·opagat· el J'a1ttico de tl-emta a1~os.? ~La rurac~on de diez
engaño : porque aunque el hombre puede mentir, lep1:osos? ¿La multt~hca~IOD de los pan~s en el
.. la natUJ·aleza ¡ el burn sentido están de acuerdo en desterto ante la multitud? ¿La resurrercwn del
dEclarar que no miente de ordinario sin una razon hijo de la · viuda de Naim? ¿.La resuneccion de l que lo intet·ese, en e\ 'engaño: diee' la verdad por ~áz.a~·o? ¿ D.ónde encootrais ~n est?s. hechos lo
r {a verdad, pero no-dice lo falso por Jo falso. Sin mvJsJble, lo un palpable, lo ~mcJ·oscoplCO '! . ¿En
embat·ao r nun se quiere para creer Ja 1·elacion de un dónde en estos hechos cumplidos en pleno dw, en auto¡• qu'E', no solamente le sea inútil el engañQ, 1~ p~aza públir~, delante de la multitud que aplaut
sino que le sea moralmente imposible;que ~a natu- dm 1 de los fan~eos que. munnu~a.ban,. en dónde, t ralf,za de lamostrado que ,
espet·ar de su tentativa de a·ehabilitacion i de sus un hecho sobrenatuml cae como un hecho natuml ·
ens_ayos de apoteosis hechos en favot· de un hom- en el radio de la mirada i bajo el imperio de la ;
bre estigmatizado con el desprecio i el deshonor? certidumbre. Pot· qué pues negados'! ¿ pot· qué no
Ah I bien lo sé : debian espet·at· una participacion puede haber milag•·os, o pot· qne el mila g ro no
efectiva en su pt·opia infamia, un reflejo de su ig- puede se•· demostrado ? Pero nosotros hemos cenominia
en lugar de un reflejo de su gloria. ¿ I JTado delante de vosotr·os esas dos salidas por donestos
hombt·es habrían querido menth· para con. de la crítica pretende deslizarse para escapar a la
quistar tal resultado? ¿ I si 1-o hubieran querido, lójica : el milagr·o es posible i puede set· comprohabl'ian
podido engañar? ¿Quién no comprende hado, i no es preciso para que lo sea llamar a una
la imposibilidad moral contt·a la cual se haiJ¡·ia es- comision científica o a un at'eópago académico.
tl'ellado el engaño cvanjélico? ¿En qué época su- Los Evanjelios oft·ecen todas las condiciones que
ponet· que se consumó ese engaño? ¿ En el pl'imer la crítica exije para la certidumbre histórica: ¿es-siglo
cristiano? ¿ Pero cómo, si entónces vivia tas condiciones son falsas, insufieientes, incom ·
aun la mayor paa·te de los testigos, i estaba ahf pletas? Entónces ¿por que las exije 'l ¿son con·
para desmascarat· la intt·iga i confundit· la impos- cJuyentes i decisivas? Entó~ces ¿ pot· qué las re-tul'U
? ¿En el siglo segundo ? ¿ Pet·o cómo, si en- e usa?
tónces ya los evanjelios tales como se leen hoi,, i Ved señores en qué cít·cu1o rueda aquí la cd.tiea
como se los e~lcuentl'a en los P~dres eontempot·a- anticristiana en presencia del Evanjelio. Al mismo
!leos~ se hab!an hecho la pr?p~edad ~e todas las tiempo que se vé obligada a reconoce•· que el ,
Iglestas, 1~ le1 de todos los cnstJanos, 1 la regla de Evanjelio en la relacion de los milagr·os, ofrece
toda su vida ? ¡ Cosa notable ! nada parece mas todas las condiciones de la veracidad histórica
fácil, al primer golpe de ~ista, que un convenio proclama que no es de ~n cabo al otro, mas qu~
entt·~ !?s ~póstoJes pat·a m ventar la l~yen?a tan- una gran mentira histórica .••••• Pet·o, dice ella,
matmpca, 1 nada apru·~~e mas cont•·adJCtorw ~ las el Evanjelio no es falso en todo; el Evanjelio es
leyes mmutabl~s que l'IJen l.a naturale~a humana, siempre, a pesar de la leyenda milagrosa, el pricnando
se consulet·a despacio. En el ttempo de lo.s me1·o el mas bet·moso el mas verdadet·o el mas
Apóstoles i de sus discípulos, el'a demasiado pron- subli:ne el mas divino de los libros : el crr~n liiJro
t~; ,despues de los A~óstoles i de sus ~nmediatos del pueblo 1 ..•• Aquí tcneis el colmo de la condi~
CJ~ll!os, er~ demas1ado tm·~e. 1 ~m ~rooto al tradiccion filosófica, de la mistiflcacion relijiosa i
prmc1p10, mm tarde despues, Imposible Siempt·e ! de la bu da histórica: el mas hermoso, el mas ver-
Haced lo que querais, no desvanecet·eis esta dadei'O i el mas santo de los libros ha venido a se1·
conclusion que salta a la vista por la fuet·za de las a Jos ojos de una pretendida ciencia i sm·á bien
eosas i .la natut·aleza ele )O¡S hombt·es. Los autot·es pronto para toda la humanidad desencantada un tedel
Evanjelio no solamente no tenian interes en 1 ji do de mentit·as históricns i una compilacion de fá-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
':~~~~'~ -~-=--=~~== ~~~~~~~~ ·~~~~ f bulas u cual mas a·idículas;i al ta·aves de esas páji- 1 así la situacion, se encuentra uno embar:azndo p~ra
1 nas mas bul'lesras que divinas, la ensei'lanza de la encontra•· las palabms que la espresen 1 parn pm-mas
alt:t verdad moral se presenta bajo la salva- tar los sentimieutos que ella inspira; pero tiene .. a
gurdin de las mas grandes ficciones histól'ieas l lo ménos el mérito de set· franc-amente presentada
¡Ah ! si este Evanjelio os place, guardadle pt.ra i netamente definida. ~ ~n realidad,, sup.rimido el
vosot ros. Nosotros no le queremos porque es el milagro como hecho d1vmo, E-sta h1pótests es desEvanjelio
de la menti•·a, de la hipocresía i de la de lurgo la que se p1·esenta al pensamiento. Jesus
.cont¡·adiccion 1 no hizo realmente mila.gros, pero quiso persuadh·
IU. que los hacia; esplotó en provecho de su gloria la
l~n fin, señe1·es1 lo que debe hel'fmos sobre todo ignorancia humana i la credulidad popula•·; quiso
·, ·en la nrgacion de los milagros de Jesucristo, es la hacer del engaiw meditado i de la seduccion calcu,
..contl'adiccion en el carácte,. mismo de este Divino Jada, un pedestal a su persona i un resorte a su
·¡¡ Sét·. La Divinidad sola puede sostener sobre su ambician, i para esto representó el papel que se
.frente la aureola de\ Taumaturgo. Suprimid a destino a sí mismo. Hombre, se burló de Dios,
l
: .Dios, i e\ Taumnturgo no se compt·eode. El Cl'isto finjió el milagro por artificio i dió por operncion
: .como tal se hace mil veces mas inesplical>le que divina la picardía humana. Pero este papel no Jo
1 sus milagros. jugó una vez sola, sino mas de cien Yeces; no un
1 'Yo tomo mi Evanjelio tal coma lo he recibido solo dia, sino muehos, i siempre con tan rat·a babi·
1 ·de las manos de la bisto•·ia, i mi Cristo, tal como lidad i con tan prodijiosa posesion de sí mismo,
, 1 lo encuentro en mi Evaojelio: un Cristo ve1·dade- que sorprendió la buena fé populat· sin desenmas-
'' ramente Taumaturgo, marchando en medio de <.>ararse i tl.·aiciona•·se ni una sola vez.
' esa plenitud de prodijios que tienen al ,pueblo en Hé aquí la primera situacion que imajina la cri-la
est updacci on. Jesus dice al pat•alítico: levánta- tiea en frente del Crist,o Taumatmgo i de los ·pro
·¡ te i m: l'Cha; i el paml ítico se levanta i marcha. dijios ejecutados por EL. Yo no pregunto si tal
:.· •
1
· Je
1
s
1
us d ice al lepro
1
so :J Y o lod .q.uierLo., , sé curadd~')d. i papel es posible: no pregunto si este Cri
1
sto in-
1 e eproso es curac o .. esus 1re a aza1·o ten l o comprensible, podia pt·etender salirse con e pape
en su podredumbre: J...~ázaro, sal del sepulct·o i de cbal'lntan,tan audaz e impudentementeatribuido
ven; i Lázam sale del sepulcro i viene. Así, al por una crítica sacrllega, al Dios que adoramos i
. ; ~e cir del Evanjelin, es Jesus quiet;t interviene; es al hombre a quien ella misrr.a pretende estimar i
' .EL, el que ,dice estas palabras .; EL., el que dá ~se venerar. Pregunto sí a a: odo corazon noble, a toda
. ' .manda to; EL, el que aparece, en una palabra, co- conciencia incorruptible, a toda intelijencia lucida,
1 mo el A uto1· principal de este d1·ama taumatúa·jico ¿quién podrá soportaL' la idea de un·CI'isto como
desal'l'ollndo pot· el Evat}j elio .. i sobt·e todo por San este Ca·isto? El engaño en aceion, la hipocresía en
Márcos. pcrsona,la astucia i la truhanería en permanencia,
Hé nquí hechos histódcos, en que Jesus apa1·e- ¿ ¡ en quién? En la mas grande flgura de la bisce
manifiestamente en pe1·sona. Vosot1·os os ha- tol'ia, en el Reformadm·, el Libertador, el Benefacbeis
utre,·ido a decit que los prodijios · que se le tor de la humanidad, .jnmortalizado por este papel
· : at•·il>u yen son f¡·ecuentemente : " la obra del de encntcijada, por esta comedia de saltimbanco
: " pu e b lo mas que la suya; que es difícil distin· que el ménos honrado de vosotros no aceptaría
¡ ·'' guir los milagros que han sido atl'i}?uidos a Jesus . nunca _para sf.
'' por la opiuion,de aquellos en que EL ha conseu- Pero la PI'etendida ciencia nos di<:e: "váis mu
" tido en representar un papel activo;" pero sea léjos : nosotros no p 1·etendemos asignar a Cristo
o no de buen g•·ado, la hi ·toda os J'uel'Za a atl'i~ un papel que miente a la historia i subleva la conbuirlc
en los milagros evar~jélicos .una intervencion .ciencia." Ya lo sé ; la crítica ·se esfuerza con tope•
·sonal, so pena de reducido a una _pasibilidad ·dos los artificios del lenguaje i del pensamiento, en
que s el'ia, aun en un hombre vulgm·, el mas sor- atenuar sus insolencias¡ en disminuir sus blasfeprendente
i el mas imposible de los milagros. mias. "No, dice ella, nó; no .es necesario supo-
·Pero si Jesus tiene en los milagros que le atribu- ne1· en Cl'isto TaumatUI'go esta premeditacion de.l
, 1 ye el Evanjelio una intervencioo ''erdade¡·amcnte engaito reflexivo i del a1·tificio calculado: J'esu-pe•
·sonal; si eso~ p1·odijios son \'erdader.amente Cl'isto tal vez no busca dit~ectamente pe•·suadir al
suyos, es preciso concederle ante sus propias obras, pueblo que EL hace milagros." .¿Pero -entónces
una sitnaeion, una actitud, una m~mera de se•·, d~ qué hace? Lo deja creer. No tenia necesidad de
pensar i de juzga•·; es preciso que EL mismo tenga adelant(lrse a la m·edulidad popular; la credulidad
una idea franca i definida de su vida taumatú1_jica. popula1· iba delante de ÉL. El pueblo, bajo el enNo
se puede admitir entre el hombt·.e i sus ob1·as, canto de su palab1·a, se apasionó pot· exaltarlo: su
entre el Taumaturgo i sus milagros una situaciou admiracion quería darle una aureola, i puede ct·eerequívoea.
El Taumatmgo, sean cuales fue1·en sus se, continúa diciendo la crítica mui celosa aquí
obras, no puede se1· para sí mismo un enigma, una de la gloria de Cl'isto, qJtB le imp~eso el r~ombre
mistificacion. Es fue1·za que EL se conozca,sc ro m- de Taumaturgo, i que ~L no n¿sistió m.uchu. ~us
prenda i se juzgue; i -en tal vh·tud, pt·egunta aquí milagt'os fuei'On, pues, l.u obra de la admirac10n
la razon humana¿ qué situacion intelectual, que populat· mas bien que de su potencia pe1·sonal ; .i
actitud m01·al dais al Taumaturgo que yo coloco se puede decil· en cierto modo, que fué Taumaturgo
aquí frente a frente con sus .propias obras? No Yeo ¡ exorsisttt apesai' suyo .• ¿Por qué había de resissino
tJ'es hipótesis iml}jinables para pt·oc u~a1· defi- tit· nl entusiasmo que le llevaba a la gloria ? ¿Qué
nir esta situacion i fijar esta actitud. le obligaba a destruiL· por sí mismo un eJTOl' que
Ln primera hipótesis puede reasumirse en estos hacia su fol·tuna i favo•·ecia el triunfo de su idea?»
términos: JesucL'isto sabe que EL no hace milaga·os, En esta segunda hipótesis, como lo veis, Jesupero
sabe tambien que una aureola de Taumatu•·go rl'isto no pretende seduch· al pueblo sino que se
puede servh· a sus designios, i procura persuadil' aprovecha de su en·or. El Taumaturgo, en esta
al pueblo de que hace milagros que en realidad no segunda situacion, no dice: e< quiero engañar n la
hace i que sube bien que no puede hacet'. Desc•·ita multitud i persuadirla de que mis nJ'~ificic.s son
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
208 EL CATOLICO. 1 __,.....~,.....,...... ...... -.....___-."""-_::'......,.__.........._-·-,..-....f"""-.-...._........_.-.....-.,.._._~ ........... · ,......r.,-...~~""'-"'-.-.......-..... ............ ---..r--.r-.~,.....,._~ .......... .-.....,...._,,......,....~........_,.....~......_r -- -~. ,¡
milagros: no quiero mentir i engaña•· basta este (.cia; de que la vida r la mue1·te estaban pendienteS
punto. >) Pero sí dice: « El pueblo me cree Tau- ¡ de una palabra suya; de que era /zijdo i de res u!
o sé que no soi ni lo uno ni lo otro, pero ¿qué citar todo. Esta em su idea fija, su conviecion
unpot·ta? El pueblo quier~ c•·eerlo, i no es a mf a sincera, i en esta idea estaba su fuerza, en esta
qmen toca desengañarlo. El me supone un poder conviccion su podea·, i en este bello error su forsobrehumano
para curar sus enfe1·medades dar tuna."
vista a sus ciegos, oído a sus sordos,. i la vi.d_a ~sus Esta última suposicion tiene algo de tan monsmuertos;
sea, finjamos que curam6s a sus enfer- truoso, que la pa1abra- cristiana ca·eeria deshonmos,
que devolvemos la vista a sus ciegos, el ofdo rarse at emprend('r refutada. Suponet· que Jt'su-a
sus sordos, i la vida a sus muertos. El mismo cl'isto, aun considerado solo como hombre, como
me dá pot· su erro•· el p•·estijio que necesito, ¡ con tejislador-, com'O - refórmad01', como sábio, en fin,
est'e prestijio el podet· ¿ po1· qué no servirme de esto se vió reducido a representar el pnpel mas que ri..pa•:
a el cumplimiento de mis designios?¿ por qué dículo de un hombt·e que al verificar los prodijios·
q~1tarle un errot· que obra en su provecho i en el que refie1·e el Evanjelio·, no tenia ni aun el vulgar
mw .. ¿ Pam qué? Si yo protestara· de mi impo- hoo01· de saber lo que hacia; ¡·educir al revelarlot·, 1
tencm para hacer el milagro, creería, aun en el al doctor, al reformadot· pot excelencia n las tris- ¡·
1
mila~ro negado po1· mí : cedamos, pues que es tes proporciones de un monomaniaco que se es tiprec1so,
al torrente que lo arrastra ácia mf ¡ a mí maba en lo que no · era, i que cl'eia hacea· en renli ··
~on él, i dejemonos llevaa· del soplo de este bello dad milag•·os que no existían sino en su imajina- 1
1 fecundo error que debe produciJ· a la ,,ez la glo• ciou; es en verdad una cosa tan ridículall'~nra '~·
ria de mi nomba·e i el bien de la humanidad.»· blasfematoria i tan sacríleg.amente· absurda,. que f
. Evi-dentemente, señores, si Jos milagt·os deJe- ante ta_l exceso de insolencia i de impied:ld, el ra- '
sucl'isto son falsos i de ello está ÉL convencido a zonamtento se escapa como el ar·ma se cae de las
lo méoos en apariencia la mejor hipótesis es e~ta manos del soldado helado por la nieve. No se
pam salvar el honor de su carácte1· ¡ la interrridad puede hacer mas que entt·egaa· tan solemnes locu:..
de su virtud. Jesucristo no es bellaco merrtii'OSO' ras a las represalins vengadoras del buen sentí~(}
i seductor en p1·imera línea, 0 si puedo' decil'lo así, indig~ado i ~e la conciencia sublev~da. .
en Ja m~s alta potencia ; prt·o es mentiroso de se- As1 un a~1smo condt~ce a ot.l'O a~1smo. r..a. hm-gundo
orden, en segundo grado, siempre mentiro- da de u~ mcompre~stble mtsteno, os aa'J'O.Jfl rn· J
so. ~la perfidia que engaña, sustituís la conni- otro mas t.ncompa·enstble aun •. Pa1:a sacat· ~va~l.~e
vencta que disimula, al engaño de la palabra i de en J~sucnsto el> bono~· de su smcer1dad, le mfhJIS
la a~C"ion, sustituís el engaño del silencio i de la ~1 est1gma de la estup1Clez. Pa1·a que Et no sea un
abstencion, pet•o siemp1·e el engaño ; quitais así m~o1·at, la fuerza de las cosas os reduce a _hacel'lo
el rayo mas puro ¡ mas bt·illante de su Divina un msensat?· Para s~pone1· que no engana a l?s - _
figlll'a ; rayo brillante como una estrella sin man- otr?s, ?s , .e1s const1·enalos a suponer_ que ~e engana
cha, colocado en la fl'ente de Aquel que dijo : Yo a st, mtsmo. como no se puede enganar. smo el que
soi la verdad. I el gran RefOJ·madot• del mundo, este loco.; .• para conservarle una mom.hdad Yulgar
el mo.delo, el ideal de la humanidad, desciende a ~e despoJaiS del mas vulgat· ?~en sentido. Do uno
las mezquinas industrias de una política vulgar I· de, otro modo, vuestt•a cn.ttca,. desfigut·ando st1
que si~ue el viento ~e la OJ}inion para conquistar ca•:~cter, .le marca_ ante. la h1~to~·1a con ~mo de d_os
la glon.a. No querets que Jesucristo sea un tu- bo11 o~es. o engnnadol o. en ganado, o! npost~1 o
nante, 1 lo. bl!~eis un titiritea:o ; ¡ es aun mas ver- !oco; 1 ~e una o d~. otra ~a-ne.~·a nos da .. un c.~·~~to
gonzoso, hadiCho Lacordcure, .se¡• titiritei'O que mcon?Cib!e, ~n 9us.to mtsteno, un C11sto ftltsO,
bellaco. Pero vosot 1·os )o qu€reis hacer descender un Cnsto JI~UlJmm·¡o, mco~1~r~nte; ab~urdo,. en una
mas aun; lo haceis un inst1·umento pasivo de palabra, mll veces mas dtftct.l, mas ~mpostble de
exijenci,as populares, un esclavo que m€ndiga el ~;omp~·ender que todos los mtlagros ejecutados po.r
fav.?r publicQ., una rspecie de Taumaturgo forzado, EL mtsmo. . ~ , •
-fi.OJlendo curar enfermedades que no cm·a ¡ res u- Ya .lo vets, sen~res, .ra. cl'JtJCa m~sayando negar
Citar muertos que noTesu<.'ita; condenándose a los mJlagi'?S .del EvanJeho,. l''lcd.a 1 se est1·ella en
un .papel mism·able de que el menor inconveniente la contradiCCJon: se golp~~ 1 se bte1·o con estas. tres
sena hacerlo avergonzar de sí mismo, pt·esentán- cosas que no quebrantara 1 que desba~at~n stemdolo
a sus pt•opios ojos pt·ofundamente ridículo ¡ Pl'e sus ataques.: el caracte1· de ~os crJstaanos, que
el resultado pl'incipal seria mostrarlo· a los ojos de cree~ en .lo~ milagros de Jes~cnsto: el earacter
todos profundamente inmoral del E\'anJeho que los refiere, 1 el carácter de Jesu-
La cdtica ues la d d. , . . cl'isto que los hizo. 1 bajo esta triple relacion, para
1
. ' P ' .(.nza a e sus ultJmos atrm- proporcionarse el sobet·bio place1· de negar nuestt·os
e leramientos, .. no- tiene mas que nna salida para milagt·os está condenada a aceptar en el órdeu
ese~ par a la lóJlCa que la persigne, i salvada sin- moml l~s mus inc•·eibles e(. imposibles de todos los
certdad que es el rnsrro dominante en Ja ficr · d · ' · ·
C•·isto. Pero esta S11Ida conduce de u ourat .e mllagi'Os. No tememos, pnes, de.CJr a la h~z bn-t.
d' . d na a 0 la liante que b1·o ta de esta demost•·ac1on para Siempre l
con 1 a_ Iccwn' e un nusm·do a otro absurdo. Por científic·• i popular · sí yo creo que Jesucristo rs lí
eso asienta que e' puede admitii'Se CI e.· t 1 . . (. . ' . . cr. ( ue 1,ls o 1ac1a DIOs, porque ha hecho milaaros para comprobar
sus nnlao1 os, con una perfecta buena fe· CJue no n· · 'd d 0
•• ~ 1 • ' SU lVllll U • quea1a enganar tota mente m a medias, i que al ------------------
b
hacer ,su~ obras
1
re1~utadas milagrosas, se engañap --A consecuencia de la dimision dada por Ga-a
a SI m1s~1o e pnmero,ca·eyendo hacer mitacr 1·os ribaldi de sus funciones de Gmn Maestre de los 1
que en reahdad no hacia. El incienso de la ;va- masones italianos, todas las Jojias de su jurisdicsion,
continúa, se Je había subido a la cabeza. lo cion fue1·on convocadas pat·a el 15 de srtiembrP,
~abia em~~!·iagado el humo de su gloria, i el fa~a- para clejide sucesorJ que será probablemente l\1.
t1smo rehJioso anastrándolo a su último límite M01·dini. ~
Jo babia persuadido de que la natUl'aleza }e Obede: Jl\IPRENTA CONSTITUClONAL-POR NICOLAS PONTON. 1
't~~~~~~~~~~~~~~~~~~i Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 7", -:-, 1864. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687972/), el día 2025-08-12.
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